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  • Salud Mental y Tratamientos

Terapia de Aceptación y Compromiso. Entrevista a Steven Hayes (1ra parte)

  • 29/11/2012
  • Fabián Maero

La terapia de aceptación y compromiso es un modelo de tratamiento que viene ganando terreno en los últimos años en el campo de los tratamientos psicológicos. Aplicable a una amplia variedad de trastornos, y sustentada en décadas de investigación, ha desatado tanta pasión como controversia debido a una manera poco ortodoxa de encarar el sufrimiento humano y los tratamientos psicológicos.

En 2006, la revista Time publicó una extensa nota sobre ACT y su principal creador, Steven Hayes, que da cuenta de la perspectiva general del modelo y de los peculiares puntos de vista de su creador. Tradujimos y adaptamos el texto, que iremos publicando por entregas en Psyciencia.

La tercera ola de terapia

John Cloud, Revista Time, 13/02/2006

Antes de convertirse en un exitoso psicólogo, Steve Hayes fue un paciente. Su primer ataque de pánico llegó súbitamente en 1978, mientras estaba sentado en una reunión del departamento de psicología en la Universidad de Carolina del Norte, en Greensboro, donde era un profesor adjunto. La reunión se había convertido en uno de esos gélidos debates personales y filosóficos que son comunes en los campus académicos, pero cuando Hayes trató de esgrimir un argumento, no pudo hablar. Mientras la atención de todos se centraba en él, sólo pudo abrir y cerrar la boca sin decir palabra, y se pensó un juguete roto. Su corazón se aceleró, y pensó que quizá estaba teniendo un ataque cardíaco. Tenía 29 años.

Hayes había esperando ser profesor titular a los 30 años, pero lo que parecía ser una carrera prometedora se estancó

Eventualmente el ataque terminó, pero una semana después atravesó un episodio similar en otra reunión. Durante los siguientes dos años, los ataques de pánico se volvieron más frecuentes. Sentimientos abrumadores de ansiedad llenaron más y más espacios de su vida. Hacia 1980, podía dar clases con mucha dificultad, y prácticamente nunca entró en un ascensor, un cine o un restaurant. Como no podía enseñar mucho, a menudo mostraba películas en sus clases, y sus manos temblaban tanto que apenas si podía poner el film en el proyector. Como estudiante, se había ganado su ingreso desde programas modestos en colegios de California y West Virginia, hasta una pasantía en la Brown Medical School con el renombrado psicólogo David Barlow. Hayes había esperando ser profesor titular a los 30 años, pero lo que parecía ser una carrera prometedora se estancó.

Hoy Hayes, que cumplió 57 años en Agosto, no ha tenido un ataque de pánico en una década, y está en la cima de su campo. Ha sido presidente de la distinguida Association for Behavioral and Cognitive Therapies, ha escrito o co-escrito alrededor de 300 artículos revisados por pares y 27 libros. Pocos psicólogos publican tanto. Su libro más reciente, que escribió con la ayuda del autor Spencer Smith, lleva el áspero título, para un libro de autoayuda, de Get out of your mind and into your life (Sal de tu mente y entra en tu vida). Pero el libro, que ha contribuido a arrojar a Hayes en un agrio debate en psicología, tiene dos giros inusuales para un manual de autoayuda: dice desde el inicio que los consejos del libro no pueden curar el dolor del lector (la primera frase es “La gente sufre”), y lo que propone a los que sufren no es pelear con los sentimientos negativos sino aceptarlos como parte de la vida. La felicidad, dice el libro, no es normal.

Si Hayes tiene razón, la manera en que muchos de nosotros pensamos acerca de la psicología es errónea. En los años desde que Hayes sufriera sus primeros ataques de pánico, un abordaje llamado terapia cognitiva se ha vuelto el estándar de tratamiento (con o sin medicación complementaria), para un amplio rango de enfermedades mentales, desde depresión a estrés postraumático. Y aunque un buen terapeuta cognitivo nunca propondría a un paciente meramente quitarse la ansiedad a fuerza de voluntad, la estrategia principal a largo plazo de la terapia cognitiva es atacar y en última instancia cambiar los pensamientos y creencias negativas, más que aceptarlas. “Siempre arruino todo en el trabajo”, podrías pensar. O “todos están viendo mi panza gorda”, o “no puedo ir a esa reunión sin tomar una copa”. Parte mentor, parte entrenador, parte corrector, el terapeuta cognitivo cuestiona esas creencias: ¿realmente arruinas todo en el trabajo, o como la mayoría de las personas, a veces lo hacés muy bien y a veces fallás? ¿Realmente están mirando todos tu panza, o estás sobregeneralizando acerca de cómo te ve la gente? La idea es que el terapeuta ayudará al paciente a desarrollar ideas nuevas, más realistas.

Pero Hayes y otros investigadores, especialmente Marsha Linehan y Robert Kohlenberg en la Universidad de Washington y Zindel Segal en la Universidad de Toronto, se están enfocando menos en cómo manipular el contenido de los pensamientos y más en cómo cambiar su contexto –modificar la manera en que vemos a los pensamientos y sentimientos de manera que no nos fuercen a hacer cosas ni controlen lo que hacemos.

Segal llama a este proceso desidentificarse de los pensamientos –verlos no como parte de la identidad sino como meras reacciones. ¿Piensas que la gente siempre mira tu panza? Quizá sea así. Quizá no; muchos de nosotros somos duros con nosotros mismos. Pero Hayes y otros terapeutas similares no tratan de probar o refutar tales pensamientos. Allí donde los terapeutas cognitivos hablan de “errores cognitivos” e “interpretaciones distorsionadas”, Hayes y el resto enseñan mindfulness, la práctica inspirada en la meditación de observar los pensamientos sin enredarse en ellos, abordándolos como si fueran hojas flotando en un arroyo (“…quiero café/debería ejercitarme/estoy deprimido/necesitamos comprar leche…”). Hayes es el más divisivo y ambicioso de los terapeutas de tercera ola –llamada así porque se alejan de la segunda ola, de la terapia cognitiva, que a su vez abarcó en gran parte la primera ola de terapia conductual, diseñada en parte por B.F. Skinner (la terapia conductual, a su vez, rompió con el modelo freudiano al enfatizar las conductas observables por sobre los significados y sentimientos ocultos).

Hayes y otros de la tercera ola dicen que intentar corregir pensamientos negativos puede, paradójicamente, intensificarlos, de la misma manera que alguien haciendo dieta y se dice una y otra vez “no quiero pizza”, termina obsesionándose con… pizza. En lugar de esto, Hayes y los casi 12000 estudiantes y profesionales que han sido entrenados en su psicoterapia formal, denominada terapia de aceptación y compromiso (ACT), dicen que deberíamos admitir que los pensamientos negativos vuelven a lo largo de la vida. En lugar de desafiarlos, dice Hayes, deberíamos concentrarnos en identificar y comprometernos con nuestros valores. Una vez que estamos dispuestos a sentir emociones negativas, arguye, será más fácil pensar acerca de qué debería ser nuestra vida y ponernos en marcha con eso. Esto es más fácil dicho que hecho, por supuesto, pero su punto es que es difícil pensar en el panorama amplio de la vida cuando estamos intentando tan fuertemente regular nuestro pensar.

El modelo cognitivo atraviesa la cultura tan extensivamente que muchos de nosotros no lo nombramos; es lo que los psicólogos hacen. Cuando Phillip McGraw (“Dr. Phil”), da un consejo, por ejemplo, muchas veces fluye desde una perspectiva cognitiva. “¿Estás creando activamente un ambiente tóxico para ti mismo?”, pregunta en su sitio web. “¿O los mensajes que te das a ti mismo están caracterizados por un optimismo racional y productivo?”. Los abordajes cognitivos fueron desarrollados en la década del 50 y principios de los `60 por dos investigadores trabajando independientemente, el psiquiatra de la Universidad de Pennsylvania Aaron Beck, de 84 años de edad hoy, y Albert Ellis, hoy de 92 años, un psicólogo de la ciudad de New York. El ascenso de la terapia fue rápido, particularmente en lo académico. Aunque muchos terapeutas aun practican una forma evolucionada de psicoanálisis freudiano llamada terapia psicodinámica, es difícil encontrar un terapeuta entrenado en los últimos 15 años que no haya al menos aprendido el modelo cognitivo.

Los debates entre terapeutas cognitivos y los de tercera ola son en ocasiones oscuros y quisquillosos, pero pocas preguntas parecen tan elementales para la psicología como la pregunta de si debemos aceptar nuestros tormentos interiores o salir de ellos analizándolos. Hayes fue recibido en la última convención de la Association for Behavioral and Cognitive Therapies con reverencia –y repulsión. No era infrecuente ver terapeutas observándolo entre presentaciones como si fuera Yoda (Hayes es proclive a enunciados numinosos: “Veo esta concepción de aceptación, esta concepción de mindfulness, como una vía con fuerza para cambiar el mundo”). Pero los escépticos lo persiguen por todas partes. “Ciertamente tiene defensores y hasta un séquito”, dice el profesor de psicología de Providence College, Michael Spiegler. “Pero creo que parte de lo que hace es sectario, en términos de tener ese séquito, de que todos acuerden completamente con él, caso contrario, no lo has entendido”.

Atardecer.

Al leer esa palabra, no ha ocurrido otra cosa que tus ojos moviéndose a través de la página. Pero tu mente puede haberse disparado en cualquier dirección. Quizá pensaste en un hermoso atardecer. Y quizá pensaste en un hermoso atardecer el día que tu madre murió, lo que puede evocar tristeza.

ACT intenta desarmar el poder de los pensamientos

Hayes utiliza esos ejercicios para ilustrar el punto de que nuestros pensamientos pueden tener consecuencias inesperadas. Get Out of Your Mind & Into Your Life ilustra eso citando un estudio de 1998 en Psychological Science en el cual a 84 sujetos se les pidió que mantuvieran inmóvil un péndulo. A algunos se les dijo no sólo que lo mantuvieran inmóvil, sino que no lo movieran de lado a lado. Pero justamente en este último grupo los sujetos tuvieron la tendencia a moverlo lado a lado, más que el grupo al cual se le instruyó mantenerlo inmóvil solamente. ¿Por qué? “Porque pensar en no moverlo (lado a lado), activa los mismos músculos que lo mueven de esa manera”, escriben Hayes y Smith. Ciertamente, la terapia cognitiva no le pide a la gente que suprima los pensamientos negativos, pero sí que los desafíen, que los arreglen.

En contraste, ACT intenta desarmar el poder de los pensamientos. En lugar de decir “estoy deprimido”, propone decir “estoy teniendo el pensamiento de que estoy deprimido”. Hayes no está diciendo que las personas no sientan dolor en realidad (él mismo ha tenido mucho de eso), pero cree que convertimos el dolor en sufrimiento cuando intentamos alejarlo. Los terapeutas ACT usan metáforas para explicar aceptación: ¿es más fácil arrastrar un objeto pesado tirando de una cadena o bien tomarlo y caminar sosteniéndolo de cerca?.

La parte de compromiso en Terapia de Aceptación y Compromiso –vivir de acuerdo a tus valores- parece sosa al principio. Muchas personas están tan deprimidas o solitarias, o atrapadas en la vida cotidiana que no están seguras de cuáles son sus valores. Los terapeutas ACT ayudan a identificarlos con técnicas tales como escribir el propio epitafio. También solicitan que verbalices tu definición de “ser un buen padre” o “un buen trabajador”. El terapeuta te ayuda a pensar acerca de qué tipo de cosas querrías aprender antes de morir, cómo quisieras pasar tus fines de semana, cómo explorar tu fe. El punto no es llenar tu calendario con lecciones de italiano y viajes de pesca sino reconocer que, por ejemplo, te gusta pescar porque significa pasar tiempo con tu familia, o en las montañas, o solo –“lo que sea que pescar signifique para ti”, dice Hayes. Un ejercicio en Get out of your mind… implica puntuarte de 1 a 10 cada semana durante 16 semanas para comprobar qué tan cercanas tus acciones cotidianas están a tus valores. Si realmente disfrutas esquiar con tus amigos pero terminas viendo TV en soledad cada fin de semana, puntúas un 1 (pero si realmente te gustan las repeticiones de series de TV, adelante con ello; ACT es poco prejuicioso ).

Ahora parecería un buen momento para estipular que todo esto puede sonar vacuo y muy de autoayuda. Pero la investigación científica en ACT ha mostrado resultados notables hasta ahora. En la edición de enero de la revista científica Behavior Research and Therapy, Hayes y cuatro coautores resumen 13 investigaciones que comparan la efectividad de ACT con la de otros tratamientos luego de un tiempo que llega a un año. En 12 de 13, ACT superó a otros abordajes. En dos de los estudios, pacientes deprimidos fueron aleatoriamente asignados a terapia cognitiva o ACT. Luego de dos meses, los pacientes tratados con ACT puntuaron un promedio de 59% menos en una escala de depresión. Estos fueron estudios pequeños, sólo 39 pacientes en total, pero ACT ha mostrado un amplio campo de aplicaciones. En un estudio del 2002, Hayes y un estudiante estudiaron 70 pacientes psicóticos hospitalizados recibiendo medicación y terapia estándar. La mitad de ellos fueron asignados a cuatro sesiones de ACT de 45 minutos, la otra mitad permaneció como grupo control. Cuatro meses después, los pacientes tratados con ACT fueron re hospitalizados un 50% menos. De hecho, ellos admitieron tener más alucinaciones que los pacientes en terapia estándar, pero ACT había reducido la credibilidad de las alucinaciones, que ahora eran vistas de manera más desapasionada. A Hayes le gusta decir que ACT efectivamente convirtió “Soy la Reina de Saba” en “Estoy teniendo el pensamiento de que soy la reina de saba”. Los psicóticos aún oían voces, sólo que no actuaron basándose en ellas. Aprendieron a sostener sus pensamientos de manera más liviana, incrementando su flexibilidad psicológica.

ACT también se ha mostrado prometedora en el tratamiento de adicciones. En un estudio, los adictos a las drogas reportaron menos uso de drogas con ACT que con un programa de 12 pasos. Y ACT funcionó mejor que un parche de nicotina para 67 fumadores intentando abandonar el hábito. ACT alienta a los adictos a aceptar el impulso de consumir y el dolor que viene cuando abandonan –y luego se trabaja sobre averiguar qué significa la vida más allá de drogarse. ACT también ha sido utilizada para ayudar a pacientes con dolor crónico a volver a su trabajo más rápidamente. Pero quizá lo más destacable de estos hallazgos sea que 27 pacientes epilépticos hospitalizados en África del Sur que recibieron 9 horas de ACT en 2004 experimentaron significativamente menos y más breves ataques epilépticos que aquellos pacientes en un tratamiento placebo en el cual el terapeuta ofreció un oído atento. Incluso Hayes, que no suele ser demasiado modesto, se sorprendió con los resultados. Sólo pudo hipotetizar por qué ACT podría reducir los ataques: “Le enseñas a las personas cómo estar en el momento del ataque y observarlo”. De alguna manera, sugiere, esto ayuda a reducir la activación bioquímica en esos momentos críticos antes de que se dispare una crisis.

Imagina un universo en el cual tus pensamientos, sentimientos y recuerdos no son tu enemigo. Son tu historia traída al contexto presente, y tu propia historia no es tu enemiga

Obviamente, Hayes no está seguro de cómo ACT está funcionando en todos esos casos, pero cree que tiene algo que ver con aprender a ver nuestras luchas –incluso ataques epilépticos-, como partes válidas e integrales de nuestras vidas. Recientemente, un paciente de San Francisco en terapia ACT envió un pedido de ayuda por email a Hayes. “¿CÓMO se hace eso (vivir una vida valiosa y significativa), en el medio de una experiencia privada inhabilitante y opresiva (ansiedad, depresión, falta de energía, inercia), no está claro para mí. ¿Significa que uno dice al demonio con eso, voy a ELEGIR vivir, meterme en la vida que valoro a pesar de sentirme mal las 24 horas del día?”

Hayes abrió el email a las 3 am, luego de que los llantos de su hijo recién nacido lo despertaran. A las 4.04 am, envió una larga respuesta que decía, en parte, “Estás preguntando, ‘¿puedo vivir una vida valiosa, aún con dolor?’ Permite que te haga una pregunta distinta. ¿Qué hay si no puedes tener lo segundo sin lo primero? ¿Y si que las cosas te importen de la manera en que lo hacen significa que dolerán?. Pero no el dolor pesado, apestoso, evaluado, categorizado y predecible que te ha aplastado. Sino el dolor abierto, libre, incisivo que viene de ser un ser humano mortal que eventualmente perderá todo, pero aun así las cosas le importan”

Hayes habla así en talleres alrededor del mundo, y la mezcla de proselitismo y sólido desempeño de ACT en publicaciones científicas ha creado ramas de ACT en al menos 18 países. Hayes espera 400 personas en la conferencia de ACT en Londres en Julio. (Hay terapeutas ACT en casi todos los estados, están listados en www.contextualpsychology.org. )

¿Pero, realmente debería remplazar el estándar de tratamiento en psicoterapia?

(click aquí para leer la segunda parte de la entrevista)

Traducción y adaptación por Fabián Maero. Texto original aquí.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La adicción al celular y su similitud con la compra compulsiva

  • 29/11/2012
  • David Aparicio

Según una nueva investigación publicada en Journal of Behavioral Addictions, la adicción al celular y el envío de mensajes pueden ser comparados con otras patologías como la compra compulsiva y el mal uso de la tarjeta de crédito.

“Los teléfonos celulares son parte de nuestra cultura de consumo, pero no solo son una herramienta de consumo, también son utilizados como un símbolo de estatus y además están erosionando nuestras relaciones personales,” dijo James Roberts, doctor y profesor de marketing  en la facultad de negocios de la Universidad Baylor.

Investigaciones previas han mostrado que los adultos jóvenes envían en promedio 109.5 mensajes de texto por día, o aproximadamente 3.200 mensajes por mes. Adicionalmente reciben 113 mensajes de texto y revisan sus celulares alrededor de 60 veces por día; por otro lado, los estudiantes universitarios pasan cerca de 7 horas al día interactuando con tecnologías de información y comunicación (TIC).

A primera vista, uno podría pensar que el uso exagerado del celular es solo una moda juvenil y pasajera, pero un cuerpo emergente de literatura ha dado credibilidad a la creciente adicción a los teléfonos celulares y otras adicciones conductuales similares, explicó Roberts.

Los datos del estudio provienen de encuestas de autoinforme de 191 estudiantes de negocios de dos universidades estadounidenses. Los celulares son utilizados por aproximadamente el 90% de los estudiantes universitarios. Roberts, sostiene que los celulares son accesibles en cualquier momento y poseen un arsenal cada vez mayor de funciones, lo que hace que se incremente su uso. Además la mayoría de los jóvenes dicen que la pérdida de su teléfono celular sería desastrosa para su vida social.

Esta investigación en particular encontró que el materialismo y la impulsividad pueden conducir a la adicción al celular. Los teléfonos celulares se utilizan como parte del ritual de consumo y también actúan como un facilitador para las tendencias impulsivas de los usuarios. Los investigadores agregaron que la impulsividad juega un papel importante en las adicciones conductuales y de sustancias.

Este es el primer estudio que investiga el rol que juega el materialismo en la adicción al celular. Según Roberts, el materialismo tiene un valor importante para el consumidor y afecta mucha de las decisiones que tomamos como compradores. Además, el uso de teléfonos celulares y el excesivo uso de estos aparatos se ha vuelto tan común que es importante tener una mejor comprensión de lo que impulsa este tipo de adicciones tecnológicas.

Fuente: ScienceDaily

  • Recursos para Profesionales de la Psicología

(PDF) Desarrollo temprano: algunos datos procedentes del autismo y los trastornos del lenguaje

  • 29/11/2012
  • Equipo de Redacción

El desarrollo temprano de los niños que presentan un diagnóstico de autismo y niños con trastorno específico del lenguaje (TEL) es todavía un área de escasa investigación. Es necesario contar con patrones descriptivos de las primeras etapas en el desarrollo de ambos grupos que promuevan la formación de diagnósticos precoces fiables.

Objetivo

En el presente trabajo se intenta determinar la incidencia de diferente sintomatología en los dos primeros años de vida de niños y niñas que posteriormente se diagnosticaron de autismo o TEL, y confirmar o no los datos que indican un patrón de inicio del trastorno diferente para ambos grupos.

Pacientes y métodos

Se contrastan datos de desarrollo de una muestra de 42 niños/as con autismo y 41 niños/as con TEL, mediante el análisis retrospectivo de la información que nos han proporcionado las familias en los procesos de evaluación y diagnóstico que se han llevado a cabo en nuestro centro. En concreto, se compara información acerca de las variables siguientes: antecedentes familiares, edad de los padres en el momento del embarazo, profesión de los padres, posición en el nacimiento e incidencia por sexo, información de aspectos prenatales, perinatales y posnatales, dificultades con la alimentación y el sueño, presencia o no de signos de pasividad, indicios de alarma en el primer año, edad del niño en el momento de las primeras sospechas, síntomas o dificultades que se describen, datos relacionados con las exploraciones mediconeurológicas y datos relacionados con el desarrollo motor.

Resultados

Si bien existen semejanzas en muchas de las variables estudiadas en ambos grupos, parece que el inicio más temprano de la sintomatología, la pasividad y la ausencia de conducta de señalar son más frecuentes en el grupo con autismo que en los niños con TEL. Estos últimos presentan una dificultad específica en el lenguaje, rabietas y peores competencias motoras

Conclusiones

En la actualidad, no existe ningún síntoma en el desarrollo temprano que sea exclusivo de ninguno de los trastornos descritos, aunque sí se pueden determinar algunas diferencias relevantes entre ambos grupos. Por otro lado, resulta necesario que se realicen más estudios en esta misma línea que incluyan los patrones de desarrollo temprano de otros trastornos de espectro autista.

Descarga el PDF: desarrollo temprano y lenguaje en autismo

  • Análisis

8 características de la adicción sexual que tal vez no conocías

  • 25/11/2012
  • David Aparicio

Muchos creen que la adicción al sexo simplemente se refiere a las personas que aman tener sexo. Pero la adicción al sexo es un fenómeno mucho más complicado e incluye consecuencias negativas e inconfortables; entre sus síntomas podemos mencionar la pérdida de control para detener las conductas sexuales indeseadas, ansiedad, depresión, vergüenza y hasta problemas legales. Por eso hoy te compartimos algunas cuestiones sobre la adicción al sexo que tal vez no conozcas.

Las 8 características de la adicción sexual:

  1. Es común que aquellas personas que sufren del trastorno bipolar practiquen conductas de alto riesgo sexual, mientras se encuentran en estados de manía.
  2. Las personas con el trastorno límite de la personalidad o borderline participan en conductas sexuales inseguras, como parte de su patrón general de comportamiento autodestructivo.
  3. A menudo, las personas con grave confusión de identidad con respecto a su propia orientación sexual practican conductas sexuales compulsivas.
  4. Los sujetos con trastornos sexuales como el exhibicionismos, pedofilia y fetiches seversos requerirán mucho más que un tratamiento para la adicción al sexo, ya que su comportamiento victimiza a terceros.
  5. Las víctimas del abuso sexual infantil pueden repetir patrones de abuso en un intento inconsciente de ganar el control sobre el trauma infantil. Las víctimas del abuso sexual generalmente sufren del trastorno de estrés post-traumático.
  6. Los adolescentes y los adultos jóvenes con deficiencias intelectuales pueden desarrollar un patrón de comportamiento sexual compulsivo, como consecuencia de no haber desarrollado una comprensión exacta de una sexualidad saludable. Las personas diagnosticadas con el síndrome de Asperger pueden estar en mayor riesgo de presentar conductas sexuales fuera de control.
  7. Las personas que abusan de sustancias desarrollan frecuentemente comportamientos sexuales adictivos. Pueden desarrollar esta adicción mientras abusan de estimulantes o cuando dejan de consumir drogas, es aquí cuando la adicción sexual se desarrolla como una especie de sustituto a la adicción.
  8. Aquellos con trastorno de personalidad dependiente, pueden convertirse en adictos sexuales ya que, muchas veces, utilizan el sexo como instrumento para no perder a su pareja y pueden utilizar el sexo como la base de su relación, así pues se convierten en dependientes de esa persona. No todos son adictos sexuales, algunos padecen de una personalidad antisocial.

¿Qué tratamientos podemos ofrecer para la adicción al sexo?

El especialista y terapeuta sexual Joe Kort sostiene que para salvar a la relación, la pareja debe trabajar en conjunto. Mientras que el adicto sexual debe asumir la responsabilidad de su conducta, para así volver a ganar la confianza de su pareja y la víctima debe aprender a volver a confiar, lo cual nunca es fácil. Pero con paciencia y compromiso se puede lograr.

(Artículo relacionado: Tratamiento para la adicción al sexo y ¿qué es la sobriedad sexual?)

Por medio de la psicoterapia y los 12 pasos (adictos al sexo anónimos) , la pareja puede descubrir como su propia psicología los condujo a la adicción sexual. A menudo, las mujeres que fueron abusadas cuando eran niñas, se convierten en adictas al sexo más tarde en su vida. Puede parecer algo contradictorio, pero un niño excesivamente sexualiado ha confundido los limites sexuales y no se dan cuenta de que su conducta no es saludable.

Para aquellos adictos al sexo, el foco principal de la psicoterapia es identificar opciones efectivas o nuevos caminos para detener sus patrones de conducta insanos. La vergüenza producida por la adicción sexual puede ser peligrosa. Los programas de 12 pasos como “adictos al sexo anónimos” y terapias de grupo pueden ser efectivas para reducir la vergüenza y poder sanar de la adicción al sexo. También puede ser útil “descubrir el código erótico”. Todo el mundo tiene una narrativa sexual, por lo cual hay que descubrir los significados no sexuales de nuestras fantasías y conductas, para así identificar nuestras necesidades y poder encontrar otras fuentes alternativas de satisfacción y permitir a sus parejas sentir compasión, empatía y comprensión en vez de frustración, tristeza y enojo.

Fuente: Psychcentral

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El Discurso del Rey

  • 25/11/2012
  • Asociación Educar

En ella, el rey de Inglaterra, tartamudo desde su primera infancia, se encuentra a punto de dar su más importante discurso como monarca, el inicio de la guerra con Alemania. Un tomo vacilante, silencios entre palabras, martilleo sonoro, no es lo que espera escuchar un súbdito, especialmente cuando lo que le  pide a cambio es que arriesgue su vida.

Pero lo más sorprendente de esta situación, lo que nos concierne como docentes, lo que une a esta historia basada en un hecho real con las neurociencias, es la actitud de LIONEL LOGUE, quien entrena al monarca para mejorar su prosodia, desafiando al estrés que lo paraliza.

Todo aprendizaje que
queramos impartir seguirá un camino neural natural y pre establecido

Sin saberlo Logue, como tantos docentes de alma percibe que estar estresado, angustiado, exigido en demasía, no favorece  el aprendizaje cognitivo. Es a través de una ambientación acogedora, luminosa, haciendo que el rey respire aire fresco y se relaje, y por ultimo mirándolo a los ojos y pidiéndole que se olvide de todo y se lo lea a él, a su maestro como si fuera un amigo, que Logue logra que el Rey supere esa dura prueba.

A nivel neural, desarmar la tensión causada por el estrés hace que el cerebro cortical, funcione a pleno y  el alumno logre sus objetivos. Como en la película, en nuestras aulas, la luz natural, o en su defecto una buena luminosidad, una atmosfera agradable, que no genere sensación de displacer, que no encienda las redes del cerebro emocional que nos ponen alerta contra el peligro, hablar al maestro como un “aliado”, un generador de caminos, un observador de procesos, hace que el educando pueda llegar a utilizar su mayor potencialidad.

Todo aprendizaje que queramos impartir seguirá un camino neural natural y pre establecido. Un alumno que se siente inseguro, amenazado, en forma real o ficticia, activará redes en su cerebro emocional que harán que la información no pueda ser procesada por el cerebro cognitivo. Las acciones para las que está preparado en estado de alerta es el ataque, la huida, la inhibición de acción entre otras. Sabemos ahora que será necesario crear ámbitos cordiales, con normas de trabajo firmes pero posibles para que la naturaleza de nuestro cerebro deje fluir el conocimiento que queremos impartir hacia áreas de asociación y memoria a largo plazo.

 

 

Prof. Nse. Mirta Polla Rossi

Directora de la Cultural Inglesa Practical English Teaching de Quilmes.

Directora de la Formación de Neurosicoeducación y del curso de capacitación docente docente en Neurociencias de Asociación Educar en ingles.

Miembro de: British Neuroscience Association, Cambridge Neuroscience, The Danna Foundation, ASCD entre otros.

  • Recursos para Profesionales de la Psicología

(PDF) Lineamientos para la atención del intento de suicidio en adolescentes

  • 23/11/2012
  • Equipo de Redacción

En los últimos años hemos asistido a un importante aumento en la cantidad de adolescentes y jóvenes que ingresan a los servicios de salud por consultas vinculadas a intentos de suicidio y otras conductas auto lesivas. Este  documento se propone ofrecer lineamientos para que profesionales y equipos de salud puedan brindar a los/las adolescentes una atención de urgencia adecuada, en el marco del respeto y del cumplimiento de los derechos, y de acuerdo a la red local de servicios de salud.El suicidio es dei nido por la Organización Mundial de la Salud (2010) como “el acto deliberado de quitarse la vida”.

La representación más extendida sobre el suicidio está asociada a la  imagen de un acto individual con un propósito claro. Sin embargo, cada vez más, este evento de la vida humana es considerado en toda su complejidad. Las conductas suicidas abarcan un amplio espectro: desde la ideación suicida, la elaboración de un plan, la obtención de los medios para hacerlo, hasta la posible consumación del acto. Si bien no pueden asociarse de manera lineal y consecutiva, es fundamental considerar el riesgo que cada una de estas manifestaciones conlleva más allá de la intencionalidad supuesta.

Estas recomendaciones están orientadas a los adolescentes, pero también pueden ser utilizadas para el resto de la población, con las consideraciones correspondientes para cada edad.

Descarga la guía completa en formato PDF.

 

  • Salud Mental y Tratamientos

Terapia dialéctica conductual: Zambullirse donde los ángeles temen dar un paso

  • 23/11/2012
  • Paula José Quintero

El estado de cosas era desanlentador, si pensamos en clientes severamente perturbados y multiproblemáticos, con conductas autolesivas, intentos de suicidio y un fuerte desequilibrio emocional. Uno de los problemas principales surgía de los mismos profesionales de la salud mental, quienes reportaban tener muchas dificultades en la alianza terapéutica con estos clientes. Los clientes, por su parte, abandonaban desesperanzados los tratamientos sintiéndose “expulsados” y no obteniendo el alivio esperado.

Marsha Linehan y su equipo estuvieron desde el comienzo muy interesados en esta problemática y sus primeros intentos de aplicar terapia cognitivo conductual estándar (TCC) con estos clientes no dieron los frutos esperados. Decidieron entonces comenzar a aplicar cambios al tratamiento, de modo que podríamos decir que la terapia dialéctico conductual  (DBT) es una modificación del tratamiento TCC, pero a su vez los cambios implementados la alejan de esta última convirtiéndola en un tratamiento con nombre propio que podríamos enmarcar dentro de las terapias conductuales de tercera generación.

Uno de los hallazgos de estos primeros momentos en el desarrollo de la DBT, fue notar que parte de los fracasos se explicaban por una tendencia demasiado marcada hacia el “cambio”. Los clientes abandonaban los tratamientos porque se sentían incomprendidos, como venía ocurriendo hasta el momento. Ambos, clientes y terapeutas experimentaban frustración.

Fue entonces que se comenzaron a incorporar estrategias de validación y aceptación sumándolas a las estrategias de cambio y los resultados obtenidos con este nuevo modelo de trabajo se volvieron significativos.

DBT es un tratamiento validado empíricamente para varias condiciones clínicas, entre las cuales podemos mencionar el trastorno límite de la personalidad, los trastornos alimentarios, el uso y abuso de sustancias, la depresión crónica, el estrés postraumático y la impulsividad.

Una terapia dialéctica

La filosofía dialéctica ha existido durante miles de años, desde la tradición budista zen hasta nuestros días. La perspectiva dialéctica de la naturaleza de la realidad subyace a todas las intervenciones en todas las etapas del tratamiento DBT. Se trata de un enfoque-guía del tratamiento en el cual la realidad se entiende como una totalidad no estática siendo su naturaleza el cambio y el proceso más que el contenido y la estructura.

Cambio y validación son estrategias incompletas por si solas. DBT se trata entonces de una terapia en donde terapeuta y cliente trabajan tanto para lograr cambio como para lograr aceptación, transitando juntos lo que solemos llamar el sendero del medio. Hablamos de terapia dialéctica porque promueve una síntesis de los movimientos orientados hacia los polos de aceptación y cambio, a través de la inclusión de estrategias conductuales tales como resolver problemas, cambiar contextos, reforzar contingencias y exposición emocional y de estrategias de validación y mindfulness, como promover habilidades de aceptación radical, tolerancia al malestar y habilidades de conciencia plena.

Terapeutas y clientes deben aprender a estar cómodos con el cambio y a abandonar el debate sobre lo que está bien o mal ya que todas las posiciones tienen algo de verdad y todas están básicamente incompletas. Las estrategias de modificación cognitiva en DBT se basan en la persuasión dialéctica. Se trata de desafiar creencias problemáticas no con razonamiento (no focalizando el contenido) o testeo de hipótesis (no desafiando el contenido) sino a través de crear la experiencia de las contradicciones (inconsistencias) inherentes a la posición del consultante.

Los principios DBT

El equipo de profesionales DBT sostiene algunos principios que lo orientan hacia una práctica crecientemente empática y compasiva, estos son:

  1. Los consultantes hacen lo mejor que pueden
  2. Quieren mejorar
  3. Necesitan mejorar, probar, intentar más y estar más motivados al cambio
  4. Podrían no ser la causa de todos sus problemas pero los tienen que resolverlos ellos mismos de todos modos.
  5. La vida con Trastorno Límite es insoportable en la forma que es vivida.
  6. Los consultantes deben aprender nuevas conductas y todos los contextos son importantes.
  7. Los consultantes no fracasan, las terapias sí – que no dispongamos de la tecnología para asistirlos es parte de un déficit de nuestra profesión, no de ellos y su problema.
  8. Los terapeutas necesitan sostén, asistencia y colaboración.

Los objetivos DBT

Cuando hablamos de DBT hablamos de un modelo psicoterapéutico que constituye un programa de tratamiento. Forman parte del programa DBT, además de las sesiones de psicoterapia individual y de farmacoterapia, clases grupales de entrenamiento en habilidades, entrenamiento para familiares y allegados, asistencia telefónica y reuniones de los terapeutas. Estos modos del programa DBT sirven en conjunto al logro de las funciones globales del tratamiento, que son las siguientes:

  1. Aumentar las capacidades (habilidades) de los clientes para: a) regular las emociones; b) estar presentes en el aquí y ahora, observando, describiendo y participando sin juzgar; c) aumentar la efectividad interpersonal; d) tolerar y sobrevivir a las crisis sin empeorarlas.
  2. Lograr la generalización de las habilidades a los contextos relevantes.
  3. Mejorar la motivación y reducir los problemas conductuales.
  4. Mantener y aumentar la motivación y capacidades del terapeuta.
  5. Estructurar el ambiente: es decir, lograr que el ambiente refuerce las conductas más efectivas y de progreso y que a la vez no refuerce las conductas más problemáticas.

La teoría biosocial y el énfasis en las emociones

DBT enfatiza que los problemas conductuales  (por ejemplo: las conductas autolesivas) se deben a la desregulación emocional. La regulación emocional es tan relevante en DBT que preferimos hablar de desorden de desregulación emocional en lugar de hablar de trastorno límite o trastorno borderline. Es más útil para comprender el problema y definir un plan de tratamiento focalizar en áreas de desregulación en lugar de categorías que sólo describen de manera topográfica los problemas a los que nos enfrentamos.

Bien, ¿de qué hablamos cuando hablamos de desregulación emocional? La teoría biosocial es una teoría transaccional, esto es, propone que la desregulación emocional es el resultado de una transacción (en la historia de la persona hasta la actualidad). Se trata de una transacción entre dos factores: la vulnerabilidad emocional (de origen biológico) y el ambiente invalidante.

Concretamente, cuando hablamos de vulnerabilidad emocional, hablamos de: 1) Una alta sensibilidad a estímulos emocionales negativos, 2) Una respuesta emocional de gran intensidad y 3) Un lento retorno a la calma. Se trata de personas que responden emocionalmente a estímulos que pueden ser considerados pequeños para otros; experimentan esas emociones con mucha intensidad y tardan más tiempo en calmarse que el general de las personas. En estos momentos el dolor suele ser experimentado como “insoportable” y aparece el impulso (bajo la forma de “necesidad”) de deshacerse de él de forma urgente.

En este sentido la hipótesis central en DBT respecto a las conductas-problema de nuestros clientes es que se trata de intentos de solución de un problema experimentado como insoportable y se trata de una búsqueda de alivio (nos referimos a conductas que son mantenidas principalmente, aunque no exclusivamente, por refuerzo negativo). Nos esforzamos por distinguir la intención que tienen estas conductas del efecto que pueden provocar en los demás, desterrando los mitos sobre estas conductas consideradas como conductas “manipulatorias” por algunos familiares y allegados así como por terapeutas y que erosionan la capacidad y las ganas de ayudar a estos clientes.

El ambiente invalidante se refiere a un contexto (en general la familia de origen) que responde de forma inapropiada a las experiencias privadas (emociones, pensamientos, sensaciones) de la persona, especialmente durante la infancia. Esta forma inapropiada incluye restar importancia y trivializar las preferencias, pensamientos y emociones de una persona así como también responder de manera extrema y exagerada; las respuestas de la persona son consideradas inválidas, de modo que la persona aprende a “desconfiar” de su propia experiencia emocional; se trata de un ambiente que falla en enseñar habilidades para modular las emociones.

Parece claro entonces porqué DBT incluye estrategias de validación en la psicoterapia.

La importancia de la validación y el estilo del terapeuta DBT

Validar implica una serie de conductas, siendo el primer nivel observar y escuchar al otro con toda nuestra atención. Estar atentos implica sostener una actitud de respeto por lo que nuestro cliente siente, piensa y hace. Validar no es estar de acuerdo. No necesitamos “comprender al otro” para validarlo. Basta con que consideremos que dada su historia de aprendizaje y el contexto actual de surgimiento de emociones, pensamientos y conductas, éstas tienen perfecto sentido.

El terapeuta DBT balanceará validación y aceptación con cambio. Podrá sostener los cambios de intensidad emocional en sesión sin retirarse. Será, por momentos, sumamente directivo y, por otros, muy flexible. Será cálido y genuino en la comunicación, autodevelando sus propias reacciones emocionales frente a las conductas del cliente y también será irreverente cuando sea necesario hacer “saltar” al cliente de su asiento. Usará el movimiento, la velocidad y la variación de la intensidad en las sesiones. El terapeuta DBT no sobreenfatizará su rol, sus respuestas estarán más determinadas por la efectividad y los límites naturales que por las definiciones arbitrarias de rol;  el terapeuta DBT desarrolla una relación real con el cliente y ayudará a que el cliente cambie dentro de esa relación. El terapeuta DBT es un terapeuta presente, directo y franco, llamará “espada” a una espada, se zambullirá donde los ángeles temen dar un paso.

Referencias bibliográficas:

  • Gagliesi, P. Terapia Dialéctica Conductual en el tratamiento del Desorden Límite de la Personalidad (DBT Foro Argentino)
  • Linehan, M.: Cognitive-Behavioral Treatment of Borderline Personality Disorders. Guilford Press, New York, NY, 1993.
  • Linehan, M: Skills Training Manual for Treating Borderline Personality Disorders. Guilford, New York, NY, 1993.
  • Linehan,M.M., Armstrong,H.E., Suarez,A., Allmon,D., Heard,H.L. (1991). Cognitive-behavioral treatment of chronically parasuicidal borderline patients. Archives of General Psychiatry, 48, 1060-1064.
  • Miller A. Dialectical Behavior Therapy: a new approach for suicidal adolescents. American Journal of Psychotherapy. 1999; 53(3)
  • Miller A, Ratzus J y Linehan M: Dialectical Behavioral Therapy with Suicidal Adolescents The Guilford Press, New York NY 2007.
  • APA Presidential Task Force on Evidence-Based Practice. (2006). Evidence-based practice in psychology. American Psychologist, 61, 271-285.
  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Guía para padres para hablar con sus hijos sobre el uso de la tecnología (PDF)

  • 22/11/2012
  • Equipo de Redacción

En nuestra sociedad hay un cierto acuerdo en señalar que el grupo de mayor riesgo de hacer un uso inadecuado de estas nuevas tecnologías es el de los adolescentes. Las características de esta etapa evolutiva, unidas a la disponibilidad cada vez mayor de acceder a ellas y las ventajas innegables de su uso, les hacen especialmente vulnerables. Los menores de hoy en día son nativos digitales, es decir, que han nacido y crecido con las nuevas tecnologías. Estos aparatos se han convertido en muchos casos en auténticas señas de identidad. Por este motivo, es casi imposible imaginarse a un adolescente que no haga uso de ellas.

En realidad, no es malo que nuestros hijos utilicen estos aparatos, es más, si lo hacen de forma segura y responsable, pueden beneficiarse de las múltiples ventajas que presentan. Sin embargo, llama la atención el creciente número de chicos y chicas que están empezando a hacer un uso inadecuado de ellos.

En muchas ocasiones, los padres o educadores somos testigos de cómo los adolescentes llegan incluso a cambiar sus hábitos y costumbres de vida para adaptarlos a las nuevas tecnologías o para incrementar el uso de éstas. Algunos chicos reconocen haber dejado de quedar con sus amigos por estar más tiempo conectado a Internet, abandonar el equipo de fútbol porque los entrenamientos les quitan tiempo de juego con la consola, haber cogido dinero a sus padres para poder recargar el saldo de la tarjeta de su teléfono móvil, haberse mostrado agresivos con sus padres cuando les piden que apaguen el ordenador, etc.

Por esta razón, desde hace un tiempo estamos apostando por la prevención de este uso inadecuado de las nuevas tecnologías, convencidos de que la mejor manera de evitar un problema es enseñar a los jóvenes a hacer un uso seguro y  responsable de ellas.

El papel de la familia es clave en esta tarea de prevención. El papel de lareto principal de los padres es familia es clave anticiparse, “ir por delante” de la en esta tarea de aparición de los problemas en sus hijos, reducir los posibles riesgos, prevención. detectar las señales de alarma loantes posible y solucionarlos de forma inmediata para que no vayan a más.

Descarga la guía completa en formato PDF: Guía para padres: Habla con ellos de las nuevas tecnologías

Sin categoría

(PDF) Guía Práctica Clínica sobre Trastornos del Sueño en la Infancia y Adolescencia en Atención Primaria

  • 22/11/2012
  • Equipo de Redacción
Postergación y TB

Esta guía es el resultado del gran esfuerzo realizado por un grupo de profesionales sanitarios procedentes de distintas Comunidades Autónomas, profesionales de la Unidad de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y otros departamentos de la Consejería de Sanidad de Madrid y representantes de familiares de pacientes afectados por este tipo de trastornos.

Desde la Agencia de Calidad agradecemos a todos ellos el trabajo realizado y les felicitamos por esta GPC que esperamos permita a los profesionales sanitarios mejorar la
atención de niñas, niños y adolescentes que presentan alteraciones del sueño, favoreciendo así la mejora en su calidad de vida y en la de sus familiares y cuidadores.

Descarga el PDF: Guía Clínica de los trastornos del sueño en la infancia

  • Sponsor

Terapia Cognitivo Conductual – Cursos Virtuales en Verano

  • 21/11/2012
  • CETECIC

Cursa durante el verano de manera flexible y a tu ritmo y si te vas de vacaciones puedes dejar las clases en suspenso y retomar cuando vuelves.

Vídeo de Muestra:

Teoría y Practica de la Terapia Cognitivo Conductual:

Dirigido a: Estudiantes y graduados de psicología y áreas asociadas

Modalidad: La modalidad de este curso es totalmente a distancia, por lo que no tiene horarios de cursada obligatorios. Todos los contenidos estarán disponibles via web, los alumnos podrán acceder a un aula virtual donde de manera semanal se habilitarán clases audiovisuales, incluyendo presentaciones teóricas y prácticas con filmaciones de cada técnica abordada. También contarán con foros de consulta que permitirán un intercambio con los docentes.

Inicio: 03 de diciembre

Duración: 16 clases (4 meses).

Frecuencia: 1 clase semanal.

Algunos temas abordados son:

Paradigmas teóricos básicos:

o Aprendizaje clásico
o Aprendizaje instrumental
o Aprendizaje por modelado
o Aprendizaje cognitivo

 Herramientas terapéuticas principales:

o Desensibilización Sistemática
o Exposición y prevención de la respuesta
o Reestructuración cognitiva.
o Entrenamiento en relajación muscular profunda.
o Economía de fichas.

Acceder al programa analítico del curso

Para mayor info sobre inscripción, precios y modalidades de pago ingresa aquí

Trastorno de Pánico y Agorafobia

Dirigido a: Estudiantes y graduados de psicología y áreas asociadas

Modalidad: La modalidad de este curso es totalmente a distancia, por lo que no tiene horarios de cursada obligatorios. Todos los contenidos estarán disponibles via web, los alumnos podrán acceder a un aula virtual donde de manera semanal se habilitarán clases audiovisuales, incluyendo presentaciones teóricas y prácticas con filmaciones de cada técnica abordada. También contarán con foros de consulta que permitirán un intercambio con los docentes.

Cursada de verano: El curso se dictará con una modalidad especial de verano. Este formato te permitirá organizar tu cursada de acuerdo con un esquema flexible que contempla el periodo vacacional. De este modo, podrás interrumpir tu cursada cuando te ausentes por vacaciones, sin abonar la cuota durante ese periodo y pudiendo retomar luego las clases restantes. Esta opción puede ser tomada sólo una vez a lo largo de la cursada. El lapso de suspensión se contabilizará por semanas completas, considerada la semana a partir de un lunes y hasta el primer domingo siguiente.

Inicio: 3 de diciembre

Duración: 12 clases (3 meses).

Acceder al programa analítico del curso

Para mayor info sobre inscripción, precios y modalidades de pago ingresa aquí

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