Un nuevo estudio publicado en el Journal of Attention Disorders revela que las personas que presentaron síntomas de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en la infancia tienen una mayor probabilidad de consumir comida rápida de forma frecuente en la adultez temprana. Sin embargo, el estudio no encontró evidencia de que el TDAH infantil se relacione con niveles bajos de actividad física a lo largo del desarrollo.
El TDAH es una de las condiciones del neurodesarrollo más comunes en la infancia. Se caracteriza por síntomas persistentes de inatención, impulsividad e hiperactividad, y se asocia con dificultades escolares, sociales y familiares. Aunque existe abundante investigación sobre sus efectos inmediatos, aún se sabe poco sobre cómo influye en los comportamientos de salud a largo plazo.
El diseño del estudio
El estudio utilizó datos de la National Longitudinal Study of Adolescent to Adult Health, una investigación representativa de adolescentes en EE.UU. que ha seguido a más de 6,800 participantes desde la adolescencia hasta la adultez temprana. Los síntomas de TDAH infantil se evaluaron retrospectivamente, a través de autoinformes en la adultez temprana sobre comportamientos entre los 5 y 12 años.
El consumo de comida rápida se midió preguntando cuántas veces comieron en cadenas populares durante la última semana. Se consideró consumo alto si lo hacían al menos tres veces por semana en la adolescencia y cuatro veces por semana en la adultez. La actividad física se evaluó con reportes de ejercicio moderado a vigoroso durante la semana anterior. También se clasificó a los participantes como físicamente inactivos según las guías nacionales de salud.
Resultados clave
Luego de controlar variables como edad, sexo, raza, ingresos familiares, obesidad, depresión y características del vecindario, los investigadores encontraron una asociación significativa entre el TDAH infantil y el alto consumo de comida rápida en la adultez temprana. Específicamente, quienes reportaron síntomas de TDAH fueron un 49% más propensos a consumir comida rápida con frecuencia que aquellos sin síntomas.
Llamativamente, esta relación no se observó durante la adolescencia, lo que sugiere que el impacto del TDAH en los hábitos alimenticios se vuelve más visible cuando los jóvenes adquieren independencia y toman decisiones alimentarias por cuenta propia.
En contraste, no se encontró relación significativa entre el TDAH infantil y la inactividad física, ni en la adolescencia ni en la adultez temprana. Esto contradice investigaciones previas que habían sugerido una menor participación en actividad física en niños con TDAH, particularmente en aquellos que reciben medicación estimulante.
Posibles explicaciones
El estudio plantea que la tendencia a buscar recompensas inmediatas, característica de las personas con TDAH, podría explicar la preferencia por alimentos accesibles y de gratificación rápida como la comida rápida. Además, al entrar en la adultez, enfrentan nuevas exigencias como el trabajo o el estudio, lo que puede llevar a priorizar opciones alimenticias rápidas y prácticas, especialmente si crecieron en hogares donde estos hábitos ya estaban presentes.
Respecto a la ausencia de relación con la actividad física, los autores destacan que estudios anteriores eran mayormente transversales y se basaban en reportes de padres, mientras que este utilizó autoinformes en varias etapas del desarrollo. También es posible que los niños con TDAH participen en actividades físicas de manera distinta o que variables como el uso de medicación y las rutinas familiares influyan en estos patrones.
Limitaciones del estudio
Como toda investigación retrospectiva, existe el riesgo de sesgo de memoria, ya que los participantes reportaron sus síntomas infantiles en la adultez. Además, tanto el consumo de comida rápida como la actividad física fueron autorreportados, lo que puede distorsionar los datos. La falta de información sobre el uso de medicación durante la infancia también limita el alcance de las conclusiones.
Implicaciones clínicas y futuras líneas de investigación
Estos hallazgos subrayan la importancia de monitorear y apoyar los hábitos alimentarios de niños y adolescentes con TDAH. El estudio sugiere que las intervenciones conductuales podrían ayudar a estas personas a desarrollar mayor conciencia y regulación sobre sus elecciones alimenticias. Las escuelas y los profesionales de la salud tienen un rol crucial al brindar educación nutricional adaptada a esta población.
Futuros estudios deberían considerar el uso de herramientas objetivas, como dispositivos de seguimiento de actividad, y evaluar variables contextuales como la dinámica familiar y la medicación. Profundizar en estos factores puede permitir intervenciones más precisas y eficaces para prevenir consecuencias en la salud a largo plazo.
Referencia: Li, Y., Xian, H., Arnold, L. D., & Jen Chang, J. (2024). Associations Between Childhood ADHD and Lifestyle Risk Factors for Chronic Diseases From Adolescence to Early Adulthood. Journal of Attention Disorders, 29(4), 256-268.