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534 Publicaciones
Equipo editorial de Psyciencia.com
Sin categoría

Teoría del caos y su posibles implicaciones en la psicología

  • 17/10/2017
  • Equipo de Redacción
Postergación y TB

Todos los martes publicamos un artículo, investigación o guía de tratamiento completa en formato PDF para que puedas descargar y mantenerte actualizado. Si quieres ver las investigaciones y recursos en PDF anteriores, visita nuestra sección de Manuales y guías.


En el presente artículo se exploran las nuevas posibilidades que brinda la teoría del caos en la psicología como modelo conceptual o metodológico.

Comienza con una breve historia de los movimientos en la filosofía de la ciencia y cómo estos han afectado a la psicología en su constitución en estos últimos ochenta años y en su modo de hacer investigación; se explora después el método científico y su utilización en la psicología con sus limitantes y fallas; por ultimo, se explica brevemente qué es y cómo se constituye la teoría del caos y sus posibles utilizaciones como modelo conceptual o metodológico en la psicología.

Autor: Dan Eric Luévano Ramírez CETYS Universidad, Campus Tijuana

Descarga el artículo completo en formato PDF.

Fuente: Redalyc

Sin categoría

Estigma y enfermedad mental: Análisis del rechazo social que sufren las personas con enfermedad mental

  • 06/10/2017
  • Equipo de Redacción

Las personas con enfermedad mental sufren, además de las discapacidades y dificultades de integración derivadas directamente de la enfermedad, las consecuencias del desconocimiento social que existe hacia las enfermedades mentales y quienes las padecen. Este prejuicio social determina y amplifica, en muchos casos, las dificultades de integración social y laboral de estas personas.

Las actitudes sociales de rechazo hacia estas personas y la consecuencia de una imagen social negativa pueden levantar barreras sociales adicionales que aumentan su riesgo de aislamiento y marginación.

Por ello es evidente que una atención integral a las personas con enfermedad mental no sólo tiene que cubrir suficientemente sus necesidades de apoyo e integración, sino que simultáneamente también debe de establecer acciones que disminuyan o eliminen las consecuencias negativas del estigma que tradicionalmente pesa sobre ellas.

El Plan de Atención Social a personas con enfermedad mental grave y crónica 2003-2007 de la Comunidad de Madrid y que ha impulsado la Consejería de Familia y Asuntos Sociales, ha desarrollado actuaciones de Sensibilización Social y Lucha contra el Estigma encaminadas a la eliminación de estos prejuicios e ideas erróneas sobre las personas con enfermedad mental, y a difundir una imagen más ajustada a su verdadera situación, sus capacidades potenciales de integración y convivencia en la comunidad y sus derechos como ciudadanos.

Pero para poder desarrollar las acciones eficaces de sensibilización en la Comunidad de Madrid, se consideró necesario conocer mejor las múltiples dimensiones de este fenómeno. En esta línea, se realizó el proyecto de investigación social sobre Estigma Social y Enfermedad Mental, contenido de esta publicación.

Sus objetivos principales fueron: investigar y conocer las representaciones sociales y prejuicios que la sociedad tiene de la problemática de las personas con enfermedad mental y sus consecuencias e impacto sobre éstas y sus familias, establecer propuestas de actuaciones que disminuyan estas actitudes y su estigma, y así con ello aumentar la sensibilización, aceptación social y el compromiso de la sociedad en la integración social y laboral de las personas con enfermedad mental grave y duradera.

Confiamos en que este estudio, que es ya una referencia en nuestro país en este tipo de investigaciones, sea del interés de los lectores contribuyendo al objetivo con el que se ha realizado.

Autores: Maria Muñoz, Eloísa Pérez Santos, María Crespo y Ana Isabel Guillén.

Descarga la guía completa en formato PDF.

  • Artículos de opinión (Op-ed)

Por qué no deberías decir “se exactamente cómo te sientes”

  • 26/09/2017
  • Equipo de Redacción

Una buena amiga mía perdió a su padre hace algunos años. La encontré sentada sola afuera de nuestro lugar de trabajo, con la mirada perdida en el horizonte. Estaba muy perturbada y yo no sabía qué decirle. Es tan fácil decir algo equivocado a alguien vulnerable o que está pasando por un duelo.

Así que empecé a hablar de cómo crecí sin un padre. Le dije que mi papá se había ahogado en un submarino cuando yo tenía solo 9 meses y siempre había lamentado su muerte aunque nunca lo conocí. Quería que supiera que no estaba sola, que yo había pasado por algo similar y podía entender cómo se sentía ella.

Pero luego de haber relatado esta historia, mi amiga se quebró y dijo: “Okay, Celeste, ganaste. Nunca tuviste un padre y yo al menos pude pasar 30 años con el mío. Lo tuyo fue peor. Imagino que no me debo sentir tan triste porque mi papá acaba de morir.”

Yo estaba pasmada y mortificada. “No, no, no,” dije, “eso no es lo que quise decir. Solo me refería a que se cómo te sientes.”

Y ella me respondió: “No, Celeste, no lo sabes. No tienes idea de cómo me siento.”

Todo lo que querían estas personas era que los escuchara y supiera por lo que pasaban. En su lugar, los forcé a escucharme a mí

Ella se fue y yo me quedé allí sintiéndome como una imbécil. Quería consolarla y, en vez de eso, la había hecho sentir peor. Cuando empezó a compartir sus crudas emociones, me sentí incómoda así que dirigí la conversación hacia un tema con el que me sentía cómoda: yo. Ella quería hablar sobre su padre, decirme la clase de hombre que era. Quería compartir sus recuerdos más preciados. En su lugar, yo le pedí que escuchara mi historia.

Desde ese día en adelante, empecé a notar cuán a menudo respondía a historias de pérdida y lucha con historias de mis propias experiencias. Mi hijo me contaba sobre un choque con un niño en los Boy Scouts, y yo le hablaba sobre una chica con la que me caí en la universidad. Cuando despidieron a una compañera de trabajo, le hable sobre cómo había luchado para conseguir un trabajo al ser despedida, unos años atrás. Pero cuando comencé a prestar más atención, me di cuenta que el efecto de compartir mis experiencias nunca era el que yo quería. Todo lo que querían estas personas era que los escuchara y supiera por lo que pasaban. En su lugar, los forcé a escucharme a mí.

El sociólogo Charles Derber describe esta tendencia como “narcisismo conversacional”. Muchas veces sutil e inconsciente, es el deseo de dirigir la conversación, hablar más y cambiar el foco de atención hacia ti. Derber escribe que “es la perfecta manifestación de la psicología dominante en Estados Unidos”.

Él describe dos clases de respuesta en las conversaciones: una respuesta de cambio y una de apoyo. La primera cambia la atención hacia tí mismo y la segunda apoya el comentario de la otra persona.

Ejemplo 1:

La respuesta de cambio

María: Estoy tan ocupada ahora mismo.

Tim: Yo también. Estoy abrumado.

La respuesta de apoyo

María: Estoy tan ocupada ahora mismo.

Tim: ¿Por qué?¿Qué tienes que hacer?

Ejemplo 2:

Respuesta de cambio:

Karen: Necesito zapatos nuevos.

Marcos: Yo también. Estas cosas se están rompiendo.

Respuesta de apoyo:

Karen: Necesito zapatos nuevos.

Marcos: ¿Sí?¿En cuáles estás pensando?

Las respuestas de cambio son el distintivo del narcisismo conversacional. Te ayudan a cambiar el foco de atención constantemente hacia ti mismo. Pero una respuesta de apoyo anima a la otra persona a continuar su historia. Les hace saber que estás escuchando y tienes interés en saber más.

El juego de captura1 se suele usar como una metáfora para las conversaciones. En un juego real de captura, estás obligado a tomar turnos. Pero en la conversación, muchas veces encontramos maneras de evitar darle el turno a alguien más. A veces usamos medios pasivos para agarrar sutilmente control del intercambio.

Este tire y empuje sobre la atención no siempre es fácil de rastrear. Astutamente podemos disfrazar nuestros intentos de cambiar el foco de atención. Podemos comenzar con una oración de apoyo y seguir con un comentario sobre nosotros mismos. Por ejemplo, si un amigo nos dice que le acaban de ascender en el trabajo, podemos responder diciendo: “¡Genial! Felicidades. Yo también voy a pedirle un ascenso a mi jefe. Ojala me lo de.

Tal respuesta estaría bien mientras le permitamos al otro cambiar la atención a sí mismo de nuevo. Sin embargo, este balance saludable se pierde cuando llamamos la atención hacia nosotros repetidamente.

Aunque la reciprocidad es una parte significativa de las conversaciones, la verdad es que cambiar la atención hacia nuestra propia experiencia es completamente natural. Los humanos modernos están acostumbrados a hablar sobre ellos mismos más que de cualquier otro tema. Un estudio encontró que “la mayor parte del tiempo en las conversaciones sociales se dedica a afirmaciones sobre la propia experiencia emocional y/o interpersonal del emisor, o de terceros que no están presentes.

nuestros egos distorsionan LA percepción de NUESTRA empatía

La ínsula, un área del cerebro que se encuentra dentro de la corteza prefrontal, toma la información que nos da la gente y luego trata de encontrar una experiencia relevante en nuestra memoria que pueda dar contexto a la información. Es muy útil generalmente, ya que el cerebro trata de encontrar sentido a lo que vemos y oímos. Inconscientemente, encontramos experiencias similares y las agregamos a lo que está pasando en el momento y luego todo el paquete de información es enviado a las regiones límbicas, la parte del cerebro que está justo debajo del cerebelo. Allí es que puede causar algunos problemas — en vez de ayudarnos a entender mejor la experiencia de otro, nuestra propia experiencia puede distorsionar nuestras percepciones de lo que la otra persona está diciendo o experimentando.

Un estudio del Max Planck Institute for Human Cognitive and Brain Sciences (Instituto Max Planck para las Ciencias Humanas Cognitivas y Cerebrales) sugiere que nuestros egos distorsionan la percepción de nuestra empatía. Cuando los participantes miraron un video de gusanos en un grupo, fueron capaces de entender que algunas personas pueden sentir repulsión por eso. Pero si se le mostraba a una persona un vídeo de cachorritos, mientras a los otros se les mostraba el video de los gusanos, la persona que había mirado el video de cachorros generalmente subestimaba la reacción negativa del resto del grupo hacia los gusanos.

La autora del estudio, Dra. Tania Singer, observó: “Los participantes que estaban sintiéndose bien, evaluaron las experiencias negativas de sus compañeros como menos severas de lo que eran en realidad. En contraste, aquellos que habían tenido una experiencia displacentera reciente, evaluaron las experiencias buenas de sus compañeros como menos positivas.” En otras palabras, tendemos a usar nuestros propios sentimientos para determinar cómo se sienten otros.

Y esto se podría traducir a tus conversaciones diarias de la siguiente manera: Digamos que tanto usted como su amiga son despedidas de la misma compañía, al mismo tiempo. En ese caso, utilizar sus sentimientos como medida de los sentimientos de su amiga puede ser bastante acertado porque están experimentando el mismo evento. ¿Pero qué pasa si tú estás teniendo un día genial y te encuentras con un amigo a quien acaban de despedir? Sin saberlo, podrías juzgar cómo se está sintiendo tu amigo contra tu propio humor. Ella dirá “esto es horrible, estoy tan preocupada que me duele el estómago”. Tú responderás “no te preocupes, estarás bien. A mi me despidieron hace 6 años y todo salió bien”. Mientras más cómodo estés, más difícil será empatizar con el sufrimiento del otro.

Me tomó años darme cuenta de que era mucho mejor en el juego de captura de lo que era en su equivalente conversacional. Ahora trato de ser más consciente de mis instintos de compartir historias y hablar sobre mí misma. Trato de preguntar cosas que animen al otro a continuar hablando. También he hecho un esfuerzo consciente de escuchar más y hablar menos.

Mientras más cómodo estés, más difícil será empatizar con el sufrimiento del otro

Recientemente tuve una larga conversación con una amiga que estaba pasando por un divorcio. Nos pasamos hablando por teléfono casi 40 minutos, y casi no emití palabra. Al final de la llamada ella me dijo: “Gracias por tus consejos. Realmente me ayudaste a resolver algunas cosas.”

La verdad es que no le había ofrecido ningún consejo. La mayor parte de las cosas que dije eran versiones de “suena difícil, lamento que estés pasando por eso”. Ella no necesitaba consejos o historias sobre mi. Simplemente necesitaba ser escuchada.

Artículo publicado por Celeste Headlee en TED y traducido al español por Alejandra Alonso.
Editado por David Aparicio.

Artículos recomendados:

  • Las cinco fases de la escucha activa
  • Validación emocional: ¿qué es y cómo practicarla?
  • Niveles de validación emocional en la Terapia Dialéctica Conductual

 

Nota al pie de página:

  1. La traducción se refiere al juego donde hay por lo menos dos participantes que se lanzan una pelota. ↩
Sin categoría

Guía para apoyar intervenciones psicosociales en Emergencias y Desastres – UNICEF

  • 25/09/2017
  • Equipo de Redacción

Esta guía contiene una sección teórica acerca de las emergencias y desastres y las vulnerabilidades particulares que afectan a niños, niñas y adolescentes en estas circunstancias, descrita en forma simple, para que las personas que la consulten cuenten con los elementos teóricos y conceptuales básicos que les permitan un adecuado desarrollo de su trabajo y de las sesiones propuestas.

En las sesiones de trabajo se plantean metodologías para tratar los temas más relevantes de abordar con las personas que trabajan con personas realizando intervenciones psicosociales en situaciones de emergencia y desastre. No están diseñadas para ser desarrolladas en un orden establecido y tampoco es requisito el que sean abordados todos los temas con un determinado grupo. La idea, más bien, es que los facilitadores del proceso elijan aquellas sesiones que permitan trabajar de mejor manera las necesidades de un grupo en particular y las combinen de modo de dar respuesta a esa realidad en concreto.

Descarga la guía completa en formato PDF.

  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Perfil comunicativo y de adaptación social en población infantil con autismo: nuevo enfoque a partir de los criterios del DSM-5 (PDF)

  • 19/09/2017
  • Equipo de Redacción
Postergación y TB

Tras la nueva clasificación diagnóstica del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, quinta edición (DSM-5), el trastorno del espectro autista (TEA) ha pasado a considerarse una categoría dimensional que engloba una serie de trastornos que antes se consideraban como entidades diferentes. La bibliografía previa ha mostrado perfiles comunicativos y lingüísticos diferentes en personas con estos trastornos, por lo que podrían encontrarse resultados contradictorios en los individuos que en la actualidad reciben un diagnóstico de TEA.

Objetivo. Identificar los aspectos del lenguaje estructural (expresión y comprensión), interacción (pragmática) y adaptación social diferenciales en niños con diagnóstico de TEA de nivel 1 de apoyo y compararlos con niños con desarrollo típico.

Sujetos y métodos. Diecisiete niños con síndrome de Asperger (según el DSM-IV-TR) y 20 niños con desarrollo típico de entre 7 y 12 años. Se ha equiparado el síndrome de Asperger del DSM-IV-TR con el TEA con nivel 1 de apoyo del DSM-5. Se ha evaluado la inteligencia, la comunicación y la adaptación social con medidas directas estandarizadas y medidas indirectas paternas.

Resultados. Se han encontrado diferencias significativas en comprensión (comprensión de estructuras gramaticales; p = 0,025), interacción (cuestionario de capacidades y dificultades total; p = 0,001) y adaptación social (Children’s Communication Checklist-2 total; p = 0,001) entre los grupos.

Conclusiones. Los participantes con TEA con nivel 1 muestran un nivel de inteligencia normal y buena expresividad estructural (sintaxis y semántica), lo que podría diferenciarlos sustancialmente, dada la gran heterogeneidad del trastorno, de otros niños que en la actualidad también reciben el diagnóstico de TEA. No obstante, nuestros participantes también presentan problemas de comprensión de estructuras gramaticales, interacción pragmática y adaptación social. Estas dificultades podrían relacionarse con posibles problemas emocionales y de socialización.

Descarga el artículo completo en formato PDF.

Autores: Dunia Garrido, Manuel García-Fernández, Rocío García-Retamero, Gloria Carballo

Fuente: Neurología

  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Un programa de bienestar emocional basado en Realidad Virtual y Terapia Online para enfermedades crónicas en infancia y adolescencia (PDF)

  • 13/09/2017
  • Equipo de Redacción
Postergación y TB

El objetivo del presente trabajo es mostrar una intervención psicológica para el afrontamiento del dolor y la ansiedad en pacientes pediátricos de larga hospitalización, aplicada a través de un programa de realidad virtual y una plataforma de tele-psicología.

Se presenta una serie de casos como estudio piloto acerca de la eficacia y factibilidad de esta estrategia de intervención para dicha población, en el que participan 6 pacientes con enfermedades de larga duración y edad media de 12 años.

Se evalúan los per les psicosociales y de personalidad, el nivel de dolor y ansiedad (distrés), las competencias emocionales y la resiliencia. Los resultados muestran cierta mejoría a nivel emocional y de aceptación, así como una alta aceptabilidad y usabilidad del programa.

Descarga el artículo completo en formato PDF.

Autores:Juan Miguel Flujas-Contreras, Dyanne Ruiz-Castañeda, Cristina Botella, e Inmaculada Gómez

Fuente: Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes

  • Recursos para Profesionales de la Psicología

¡Enjaulad a dodo, por favor! El cuento de que todas las psicoterapias son igual de eficaces (PDF)

  • 06/09/2017
  • Equipo de Redacción

El veredicto del pájaro Dodo afirma que cuando las psicoterapias son comparadas entre sí ofrecen resultados similares, lo que sería consistente con la visión de que los factores comunes son los ingredientes más potentes para conseguir los beneficios de las psicoterapias. Este trabajo revisa el debate en torno a este asunto, resalta algunas cautelas en las conclusiones que se pueden extraer de él y discute, con el reconocimiento de las debilidades de la investigación en este campo, los motivos por los que el debate sigue vivo. Finalmente, se sugiere cómo esto puede contribuir a la investigación y a la atención a los pacientes.

Descarga el artículo completo en formato PDF.

Autores: César González-Blanch y Laura Carral-Fernández

Fuente: Papeles del Psicólogo

  • Salud Mental y Tratamientos

El concepto de la esquizofrenia está llegando a su fin

  • 30/08/2017
  • Equipo de Redacción

El concepto de la esquizofrenia está muriendo. Acosado durante décadas por la psicología, ahora parece haber sido fatalmente herido por la psiquiatría, la misma profesión que una vez lo sostenía. Su muerte no será llorada.

Hoy en día, tener un diagnóstico de esquizofrenia está asociado con una reducción de la esperanza de vida de casi dos décadas. Algunos criterios sugieren que sólo una de cada siete personas se recuperará. A pesar de los avances en los tratamientos, el porcentaje de las personas que se recuperan no ha aumentado con el tiempo. Algo está muy mal.

Parte del problema yace en el concepto de la esquizofrenia en sí. Los argumentos de que la esquizofrenia es una enfermedad distinta han sido fuertemente cuestionados.

Así como ahora tenemos el concepto del trastorno del espectro autista, también se ha argumentado que la psicosis (típicamente caracterizada por alucinaciones angustiantes, delirios y pensamientos confusos) es un trastorno que existe a lo largo de un continuo y con distintos grados.

La esquizofrenia es el extremo severo en un espectro o continuo de experiencias.

Jim van Os, profesor de la Universidad de Maastricht, ha argumentado que no podemos cambiar nuestra concepción de la esquizofrenia si no cambiamos primero nuestro lenguaje.

Es así que él propone que el término esquizofrenia “debería ser abolido”. En su lugar, sugiere el concepto de trastorno del espectro de psicosis.

Otro problema es que la esquizofrenia es presentada como una “enfermedad crónica del cerebro sin esperanza”. Como resultado, se les ha dicho a algunos pacientes con este diagnóstico y a algunos padres que sería preferible que los hubieran diagnosticado con cáncer, porque es más fácil de curar.

Sin embargo, esta visión de la esquizofrenia es solo posible cuando se excluye a las personas que han tenido resultados positivos. Por ejemplo, es muy probable que se le diga a una persona que se recuperó que tal vez no tenía esquizofrenía después de todo. Según explica van Os, la esquizofrenia no es una enfermedad deteriorante del cerebro y sin esperanza.

En cambio la esquizofrenia podría ser muchas cosas diferentes. El eminente psiquiatra Sir Robin Murray lo describe así:

«Espero ver pronto el fin del concepto de la esquizofrenia… el síndrome se está empezando a desmoronar, por ejemplo, en aquellos casos que se deben a las variaciones genéticas, el abuso de drogas, la adversidad social, etc. Presumiblemente este proceso se acelerará y el término de esquizofrenia pasará a la historia(…).”

Las investigaciones están explorando diferentes formas en que las personas adquieren experiencias características de la esquizofrenia como: alucinaciones, delirios, pensamiento y comportamiento desorganizado, apatía y aplanamiento emocional.

Algunas posibles causas

Ciertas investigaciones han encontrado que el parásito Toxoplasma gondii, transmitido a los humanos a través de los gatos, podría incrementar la probabilidad de diagnóstico de esquizofrenia. Sin embargo, el tamaño del efecto es muy pequeño, y solo comparable a otros factores de riesgo e incluso es probable que su efecto sea más bajo que el de los otros factores. Por ejemplo, sufrir de adversidades durante la infancia, el uso de marihuana y las infecciones virales del sistema nervioso central durante la infancia incrementan de dos a tres veces el riesgo de diagnóstico de esquizofrenia. Otros estudios sugieren números más grandes.

Las personas que consumen marihuana diariamente tienen un riesgo casi cinco veces mayor de desarrollar psicosis, en comparación con aquellas personas que no consumen. Por otro lado, los individuos que sufrieron de algún tipo de trauma durante su infancia (abuso sexual y psicológico) tienen hasta 50 veces más riesgos de sufrir de psicosis, en comparación con aquellas personas que no experimentaron trauma.

Alrededor del 1% de los casos de esquizofrenia se derivan de la supresión de un pequeño tramo de ADN en el cromosoma 22, conocido como el síndrome de deleción 22q11.2.

También es posible que un pequeño porcentaje de las experiencias relacionadas con la esquizofrenia sean causadas por una inflamación del cerebro relacionada a trastornos autoinmunes, tales como encefalitis anti-receptor de NMDA, aunque esto sigue siendo controvertido.

Todos los factores anteriores podrían dar lugar a experiencias similares, que hemos encasillado como esquizofrenia.

La experiencia de ciertas personas puede ser el resultado de un trastorno cerebral con una fuerte base genética, potencialmente impulsada por una exageración del proceso normal de las conexiones de poda entre las células cerebrales que ocurren durante la adolescencia.

Sin embargo, la experiencia de otros individuos puede deberse a la complejidad de una reacción post-traumática. Dichos factores internos y externos también podrían funcionar en combinación.

De cualquier manera, resulta que estos dos extremos— los que ven a la esquizofrenia como un trastorno neurológico del desarrollo con base genética y los que la ven como una respuesta a factores psicosociales— tenían razón en parte.

Pero la idea de que la esquizofrenia era un único trastorno, producto de una única ruta contribuyó al desarrollo del conflicto.

Implicaciones para el tratamiento

Muchas afecciones médicas, como la diabetes y la hipertensión, pueden ser alcanzadas por múltiples vías que sin embargo impactan los mismos caminos biológicas y responden al mismo tratamiento.

La esquizofrenia podría ser igual. De hecho, se ha argumentado que las diversas causas de la esquizofrenia nombradas anteriormente pueden tener un efecto final común: el aumento de los niveles de dopamina.

De ser así, el debate sobre el desglose de la esquizofrenia en factores que llevan a ella sería sólo a fines académicos, ya que no guiaría el tratamiento.

Sin embargo, existe evidencia emergente de que diferentes rutas a las experiencias consideradas actualmente como indicativas de la esquizofrenia pueden necesitar distintoss tratamientos.

La evidencia preliminar sugiere que las personas con antecedentes de traumatismo infantil a quienes se les diagnostica esquizofrenia son menos propensas a ser ayudadas por los fármacos antipsicóticos.

Sin embargo, se necesita más investigación sobre esto y, por supuesto, cualquier persona que tome antipsicóticos no debe dejar de hacerlo sin el debido consejo médico.

También se ha sugerido que, si algunos casos de esquizofrenia son en realidad una forma de encefalitis autoinmune, entonces el tratamiento más efectivo podría ser la inmunoterapia (como los corticosteroides) y el intercambio plasmático (lavado de la sangre).

No obstante, el panorama emergente no está claro. Algunas intervenciones nuevas, como el enfoque de Diálogo Abierto basado en la terapia familiar, son prometedoras para una amplia gama de personas con diagnósticos de esquizofrenia.

Pueden ser necesarias tanto las intervenciones generales como las específicas, adaptadas a la ruta personal de alguien a las experiencias asociadas con la esquizofrenia. Esto hace que sea crucial realizar pruebas y preguntarles a la personas sobre todas las causas potencialmente relevantes.

Aquí se puede incluir abuso infantil, tema sobre el cual todavía no se pregunta ni se identifica de manera rutinaria.

El potencial de los distintos tratamientos para funcionar para diferentes personas explica aún más las guerras de la esquizofrenia. El psiquiatra, paciente o familia que ve dramáticos efectos beneficiosos de los medicamentos antipsicóticos naturalmente abogan evangelicamente por este enfoque.

El psiquiatra, el paciente o la familia que ven que los medicamentos no funcionan, pero los enfoques alternativos parecen ayudar, los elogian. Cada grupo ve al otro como negando un enfoque que ellos han experimentado que funciona.

Hay que aplaudir esta promoción apasionada, pero sin negarle la posibilidad a las personas de recibir un enfoque que puede ser eficaz para ellos.

¿Qué sigue ahora?

Esto no quiere decir que el concepto de esquizofrenia no sirva para nada. Muchos psiquiatras todavía lo ven como un síndrome clínico útil que ayuda a definir a un grupo de personas con necesidades de salud claras.

Aquí se considera que define una biología que aún no se entiende, pero que comparte una base genética común y sustancial entre muchos pacientes.

Algunas personas que reciben un diagnóstico de esquizofrenia lo encontrarán útil. Puede ayudarles a acceder al tratamiento. Puede aumentar el apoyo de la familia y los amigos.

Puede dar un nombre a los problemas que tienen. Puede indicar que están experimentando una enfermedad y no un fracaso personal. Por supuesto, muchos no encuentran este diagnóstico útil.

Necesitamos retener los beneficios y descartar los aspectos negativos del término esquizofrenia, a medida que avanzamos hacia una era post-esquizofrénica.

No está claro cómo será  esto. Recientemente, Japón ha rebautizado a la esquizofrenia como «trastorno de integración». Hemos visto la idea de un nuevo «trastorno del espectro psicótico«.

Sin embargo, históricamente se ha argumentado que la clasificación de los trastornos en psiquiatría se han definido como el resultado de la lucha que «ganó el profesor más famoso y más elocuente«.

El futuro debe basarse en la evidencia y en una conversación que incluya la perspectiva de las personas que sufren y sobrellevan bien estas experiencias.

Cualquiera que sea el resultado que emerja de las cenizas de la esquizofrenia, debe proporcionar mejores maneras de ayudar a aquellos que luchan con experiencias muy reales.

Por:Simon McCarthy-Jones, Profesor Asociado en la cátedra de Psicología Clínica y Neuropsicología en Trinity College Dublin y publicado originalmente en The Conversation.

Traducción y adaptación por: David Aparicio y Alejandra Alonso.

  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Del motivo de consulta a la demanda en psicología (PDF)

  • 24/08/2017
  • Equipo de Redacción
Postergación y TB

Mientras que el concepto de «motivo de consulta» refiere a una descripción de síntomas o problemas objetivos, el concepto de «demanda» implica el reco- nocimiento de una necesidad subjetiva y el deseo de pedir ayuda. Para poder actuar en psicología es necesario que el motivo de consulta pueda expresarse en forma de una demanda.

Descarga el artículo completo en formato PDF.

Autor: Pau Martínez Farrero

Fuente: Scielo

  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Serotonina y depresión: una desconexión entre la publicidad y literatura científica (PDF)

  • 15/08/2017
  • Equipo de Redacción
Postergación y TB

Dado el origen multifactorial de la depresión y la ansiedad, y las ambigüedades inherentes al diagnóstico y tratamiento psiquiátrico, muchos cuestionan si el consumo masivo de ISRSs responde a la sobremedicalización de la sociedad. Así lo expresó recientemente el Ministro de salud del Reino Unido, Lord Warner, en una audiencia: “… Estoy preocupado porque algunas veces, como sociedad, queremos etiquetar cosas que son meramente parte integral de la condición humana”. El Ministro continuó diciendo: “En el caso particular de la depresión, le solicitamos al Instituto Nacional para la Excelencia Clínica (National Institute for Clinical Excellence) – una organización de salud independiente que provee directrices sobre tratamiento y prevención – que hiciese investigación en esta área en particular.

La recomendación del Instituto fue que no se debía tratar farmacológicamente la depresión moderada” . Las compañías farmacéuticas, en sus campañas publicitarias, quisieron neutralizar a los consumidores que tenían las mismas opiniones acerca de la sobremedicación que el Lord Warner. Por ejemplo, en los anuncios televisivos de Pfizer sobre el antidepresivo sertralina (Zoloft) se informa que la depresión es un problema médico serio que puede deberse a un desequilibrio químico “que Zoloft puede corregir”. Otras campañas publicitarias de ISRSs también resaltan que la depresión se debe a un desequilibrio en los niveles de un neurotransmisor, la serotonina, y dicen que los ISRSs corrigen estos problemas.

La pregunta es: ¿Hay coherencia entre lo que se argumenta en los anuncios y la evidencia científica?

Descarga el artículo completo en formato PDF.

Autores: Jeffrey R. Lacasse y Jonathan Leo

Artículo original: PLoS Medicine – November 8, 2005

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