Una de las metas compartida por muchas personas en el mundo, es ponerse en forma y conservar un buen estado físico. Aunque algunos lo ven sólo como una necesidad estética, el cuerpo entero se beneficia de los efectos de mantenerse saludable, pues se sabe que de lo contrario las consecuencias repercuten en cada órgano pudiendo producir, en última instancia, una falla general.
Perder peso revertiría los efectos negativos que la grasa corporal podría tener en el cerebro
Una nueva investigación sugiere que el cerebro se suma a la lista de órganos afectados por la obesidad. Los investigadores encontraron que eliminar el exceso de peso mejora las funciones cerebrales, revirtiendo los efectos de la enfermedad ocasionada por el sobrepeso. El nuevo estudio, que se enfocó en personas que se sometieron a cirugía bariátrica, encontró que tal procedimiento tiene efectos positivos en el cerebro. Otra investigación mostró que las estrategias menos invasivas para perder peso, como ejercitarse, también pueden revertir el daño cerebral que se cree que está relacionado con el sobrepeso corporal.
Un equipo de investigadores observó a 17 mujeres obesas antes de su cirugía bariátrica, y encontró que sus cerebros metabolizaban los azúcares más rápido que los cerebros de las mujeres de peso normal del grupo control. Las mujeres se sometieron a tests de funciones cognitivas antes y después de sus cirugías. Los resultados evidenciaron que antes de la cirugía, las mujeres obesas presentaron mejoras en la actividad cerebral preocupante observada antes de someterse a la cirugía y mejoraron en sus evaluaciones de funciones cognitivas – especialmente en el área de función ejecutiva, que se utiliza en la planificación y organización. Los hallazgos sugieren que la pérdida de peso retrotrae sus efectos negativos sobre el cerebro.
Es posible que la “actividad cerebral metabólica” a largo plazo (es decir, el modo en que los cerebros de las personas obesas procesan los azúcares) lleve a un daño estructural que puede acelerar o contribuir al declive cognitivo, dicen los autores de la investigación.
Hombres y mujeres obesos tienen alrededor de un 35% más probabilidades de desarrollar Alzheimer
Se estima que hombres y mujeres obesos tienen alrededor de un 35% más probabilidades de desarrollar Alzheimer, comparados con personas de peso normal. Una investigación sugiere que la grasa corporal sube el número de proteínas en el cerebro que provoca una cadena de eventos que predisponen a una persona a la enfermedad, y otra investigación en ratones sugiere que las células adiposas liberan una sustancia llamada interleukin 1, que puede causar inflamación severa y, a su vez, obstruir el cerebro.
Los investigadores aún están tratando de entender los efectos exactos de la grasa corporal en el cerebro. Una teoría es que se produce una cadena de eventos. Por ejemplo, la resistencia a la insulina se ha asociado a enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, porque está asociada a un incremento de los ácidos grasos, inflamación y estrés oxidativo. La resistencia a la insulina es un trastorno metabólico que puede ser provocado por la obesidad.
Otras teoría se enfocan en los efectos de ciertos tipos de grasa. Los National Institutes of Health (NIH – Institutos Nacionales de la Salud) señalan que la grasa abdominal, el tipo más dañino de grasa corporal, eleva las probabilidades de una persona de desarrollar resistencia a la insulina, y encima de eso, puede producir hormonas de estrés que también obstaculizan la cognición. Otro estudio ha mostrado que las hormonas del estrés están ligadas a la señalización del hambre, y esos trastornos pueden alterar el sentido de una persona de hambre o saciedad y pueden contribuir a la obesidad.
“Cuanto más entendemos sobre , más claro es que la grasa abdominal es su propio generador de enfermedad”, dijo la Dra. Lenore Launer, jefa de la sección de Neuroepidemiología del Laboratorio de Epidemiología, Demografía y Biometría del Instituto Nacional sobre Envejecimiento en un Instituto Nacional de la Salud (NIH)
La inflamación continúa siendo señalada como una de las culpables de la relación entre la grasa corporal y una variedad de trastornos, abarcando enfermedades relacionadas al cerebro e incluso depresión. La grasa corporal, también conocida como tejido adiposo, se cree que produce sustancias que causan inflamación, y eso podría ser al menos una de las formas primarias de irritar al cerebro.
En síntesis, la grasa corporal tiene una larga lista de efectos negativos, pero ellos pueden ser revertidos al perder ese exceso de peso sin ser necesaria una cirugía para lograrlo.
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Fuente: Time.com