La adultificación, es decir la percepción de un niño o niña como si fuera una persona con más edad y madurez, y el sesgo de enojo (percibir enojo donde no lo hay) son dos fenómenos que les suceden con mucha más frecuencia a las niñas y niños negros, en comparación con los blancos.
Es por eso que un grupo de investigación quiso saber si percibir a una niña o niño negro como mayor aumentaba las probabilidades de percibir erradamente enojo en ese individuo.
¿Cómo realizaron el estudio?
Participaron 152 madres y padres de Estados Unidos, quienes vieron las expresiones en caras de niñas y niños que representaban tristeza, felicidad, asco, miedo o sorpresa. Las personas tenían que indicar que emoción veían en la cara del niño o niña. Ninguna de las caras era de enojo, pero los adultos podían indicar si creían que la emoción que veían en la cara reflejaba enojo.
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Adicionalmente, se les mostró a los adultos una imagen del niño o la niña con un rostro neutral y luego se les pidió que indicaran la edad de la niña o el niño.
¿Qué observaron?
Mientras más edad creyeran que tenía el niño o niña negro, más propensos eran a juzgar incorrectamente que su rostro reflejaba enojo.
La raza no fue un factor significativo para juzgar la edad que podría tener el niño o la niña. Sin embargo, había una mayor probabilidad de juzgarle como “enojado/a” cuando era negro/a. Este último hallazgo replica el resultado que ya habían observado otros estudios.
La interacción entre la raza y la edad que se le atribuía también fue un predictor del sesgo de enojo: Mientras mayor creyeran los participantes que era el niño o la niña, más propensión había a juzgar sus emociones (erróneamente) como enojo. Dicho aumento en el sesgo no se daba con niños y niñas blancas.
Aunque los participantes no percibieron que los niños y niñas negros como grupo fueran mayores que los blancos como grupo, si percibían enojo en ellos cuando juzgaban a un solo niño negro como más grande. Este sesgo puede ser un problema para las niñas y los niños negros que lucen mayores (pueden ser más propensos a ser parados por la policía, suspendidos de clase o percibidos como violentos o irascibles).
Futuros estudios podrían explorar la percepción que tienen otros grupos de adultos: policías, docentes, trabajadores sociales, etc. Los autores creen que identificar este tipo de datos, reconocerlos y comprender mejor la experiencia de las personas negras es un factor potente que ayudará a frenar el racismo.
Referencia del artículo: Alison N. Cooke & Amy G. Halberstadt (2021) Adultification, anger bias, and adults’ different perceptions of Black and White children, Cognition and Emotion, DOI: 10.1080/02699931.2021.1950127
Fuente: BPS