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Publicaciones por autor

Equipo de Redacción

534 Publicaciones
Equipo editorial de Psyciencia.com
  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Programa para el manejo de la ira en consultantes con problemas de abuso de sustancias (PDF)

  • Equipo de Redacción
  • 17/09/2019

Este manual fue diseñado para ser utilizado por profesionales en el área de la salud física y mental capacitados en el tratamiento del abuso de sustancias y de los trastornos de salud mental que trabajan con clientes que abusan de sustancias y sufren de trastornos de salud mental y que concurrentemente tienen problemas de enojo. El manual describe un tratamiento grupal para el manejo del enojo.

El tratamiento se basa en la psicoterapia cognitiva-conductual y tiene una duración de 12 semanas. Las sesiones semanales, cada una de 90 minutos, son descritas en detalle y se ofrecen instrucciones específicas para los líderes de grupos, así como tablas y cuadros gráficos que ilustran los componentes conceptuales fundamentales del tratamiento.

También se incluye asignación de tareas que los participantes de los grupos realizan en sus hogares. Además del manual, hay disponible un Cuaderno de Ejercicios para el Participante (vea el Programa para el manejo del enojo en clientes con problemas de abuso de sustancias y trastornos de salud mental: Cuaderno de ejercicios para el participante, Reilly, Shopshire, Durazzo, & Campbell, 2006) que debe usarse conjuntamente con el manual para facilitar que los participantes aprendan, practiquen e integren mejor las estrategias de tratamiento presentadas en las sesiones de grupo.

Esta intervención fue creada para la realización de estudios en el Centro Médico de San Francisco para Asuntos Relacionados con los Veteranos de Guerra (San Francisco Veterans Affairs Medical Center, SFVA por sus siglas en inglés) y en el Hospital General de San Francisco (San Francisco General Hospital).

Descarga la guía completa en formato PDF.

Fuente: sustancias y trastornos de salud mental: Un manual de psicoterapia cognitiva-conductual. DHHS Publicación No. (SMA) 07-4188. Rockville, MD. Centro para el Tratamiento del Abuso de Sustancias, Administración de Servicios para el Abuso de Sustancias y la Salud Mental, 2006. Reimpreso 2007.

  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Guía clínica sobre la depresión mayor en la infancia y adolescencia (PDF)

  • Equipo de Redacción
  • 11/09/2019

La depresión mayor en la infancia y la adolescencia es un trastorno que representa un importante problema de salud pública, con un gran impacto personal y familiar, y es uno de los principales factores de riesgo de suicidio en adolescentes. A pesar de su relevancia, es un trastorno infradiagnosticado en estas edades y existe variabilidad en su manejo, con diferentes actitudes terapéuticas, de derivación o de seguimiento. Por todo ello supone un reto para el sistema sanitario y los profesionales implicados en su manejo.

Con esta GPC se pretende ofrecer a los profesionales sanitarios una herramienta útil que dé repuestas a las cuestiones clínicas más relevantes relacionadas con el manejo de este trastorno, en forma de recomendaciones elaboradas de forma sistemática y basada en la evidencia disponible en la actualidad. Se presenta en diferentes versiones, la versión completa en la que detalla todo el proceso para llegar a las recomendaciones que mejor se ajustan tanto a la evidencia como a la práctica asistencial habitual, y las versiones resumida y rápida que intentan favorecer su uso.

Esta guía es el resultado del gran esfuerzo realizado por un grupo de profesionales sanitarios pertenecientes a distintas especialidades, y repre- sentantes de varias sociedades científicas y asociaciones de pacientes impli- cadas en este trastorno. Junto a ellos, también han colaborado activamente un grupo de adolescentes con depresión y sus familias.

Descarga la guía completa en formato PDF.

Referencia: Grupo de trabajo de la actualización de la Guía de Práctica Clínica sobre la Depresión Mayor en la Infancia y la Adolescencia. Guía de Práctica Clínica sobre la Depresión Mayor en la Infancia y la Adolescencia. Actua- lización. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Unidad de Asesoramiento Científico-técnico (Avalia-t); 2018. Guías de Práctica Clínica en el SNS.

  • Salud Mental y Tratamientos

El Consejo Superior de Salud de Bélgica desaconseja el uso de las categorías DSM

  • Equipo de Redacción
  • 09/09/2019

A nivel mundial, el DSM es, al igual que el CIE, un instrumento de diagnóstico clasificatorio de uso frecuente. Sin embargo, se han planteado preguntas sobre su estado pragmático y científico (Cosgrove et al., 2014; Hyman, 2010; van Os, 2017). Por lo tanto, en 2016, el Consejo Superior de Salud del Gobierno belga estableció un grupo de expertos compuesto por académicos y profesionales de psiquiatría, psicología clínica, sociología y filosofía como así como un usuario del servicio para evaluar literatura relevante y evidencia (Superior Health Council, 2019).

Epistemológicamente, el grupo de expertos concluyó que las categorías de trastornos mentales no deben tratarse como categorías de tipo natural, sino como construcciones que tienen un impacto causal en aquellos que están clasificados. Sociológicamente, el grupo observó que las clasificaciones de diagnóstico tienden a legitimar las estructuras organizativas y proteger a la psiquiatría de las presiones para cambiar. Además, la literatura sugiere que un enfoque biomédico no, como se esperaba, reduce el estigma y la discriminación. Clínicamente, el grupo concluyó que las categorías de diagnóstico comunes carecen de validez, confiabilidad y poder predictivo. Además, estos no concuerdan con las nuevas concepciones de la salud, definidas por la capacidad de adaptación a pesar de los obstáculos biopsicosociales (Huber et al., 2011).

Clínicamente, el grupo concluyó que las categorías de diagnóstico comunes carecen de validez, confiabilidad y poder predictivo

El Consejo observó que la formulación de casos clínicos multicapa proporciona una alternativa útil. Por lo tanto, los síntomas, las quejas y el sufrimiento pueden contextualizarse mejor en términos de información biográfica, desafíos existenciales, funcionamiento contextual-interaccional, procesos mentales y consideraciones biológicas. La clasificación aún puede ocurrir, pero sobre la base de un pequeño número de síndromes generales (p. Ej., Síndrome psicótico o síndrome de depresión), lo que estimula la formulación del diagnóstico personal. Estos deben discutirse en términos de un continuo desde la crisis hasta la recuperación para evaluar la necesidad de atención y apoyo.

El informe termina con recomendaciones que fomentan la psiquiatría contextualizada centrada en el paciente. Estas recomendaciones incluyen el consejo de abstenerse de usar las categorías DSM para organizar y reembolsar intervenciones y para organizar la prevención y promover la alfabetización en salud mental.

El informe tiene cinco recomendaciones clave dirigidas a los médicos, los encargados de formular políticas y el público en general:

  1. Enfoques predeterminados no problemáticos y no medicalizantes para las quejas o crisis mentales porque pueden expresar problemas existenciales y sociales.
  2. Escuchar con atención las experiencias subjetivas.
  3. Proporcionar ayuda y apoyo para quejas o crisis mentales sin un diagnóstico formal como condición previa.
  4. Tomar la perspectiva de las personas con quejas o crisis mentales y la forma en que le dan significado como algo central para el diagnóstico y el tratamiento.
  5. Al formular un caso, prestando especial atención a la forma específica de la persona en la que, entre otras cosas, toman forma factores mentales, existenciales (dar y perder significado), biológicos, sociales y culturales.

Hasta donde sabemos, esta es la primera vez que un organismo público ha llegado a una conclusión tan explícita sobre cómo el diagnóstico psiquiátrico podría utilizarse mejor en la práctica clínica y de salud pública.

JVO fue miembro del grupo de trabajo DSM-5 sobre trastornos psicóticos. Esta correspondencia se publica con la aprobación del Consejo Superior de Salud de Bélgica. Los autores agradecen a los miembros del panel DSM (5): El uso y el estado del diagnóstico y la clasificación de los problemas de salud mental.

Artículo publicado en la revista científica The Lancet – Psychiatry y traducido al español por Psyciencia.com

Referencias bibliográficas:

Cosgrove, L., Krimsky, S., Wheeler, E. E., Kaitz, J., Greenspan, S. B., & DiPentima, N. L. (2014). Tripartite conflicts of interest and high stakes patent extensions in the DSM-5. Psychotherapy and Psychosomatics, 83(2), 106–113. https://doi.org/10.1159/000357499

Huber, M., Knottnerus, J. A., Green, L., v. d. Horst, H., Jadad, A. R., Kromhout, D., … Smid, H. (2011). How should we define health? BMJ, Vol. 343, pp. d4163–d4163. https://doi.org/10.1136/bmj.d4163

Hyman, S. E. (2010). The Diagnosis of Mental Disorders: The Problem of Reification. Annual Review of Clinical Psychology, Vol. 6, pp. 155–179. https://doi.org/10.1146/annurev.clinpsy.3.022806.091532

Superior Health Council (2019) DSM (5): the use and status of diagnosis and classification of mental health problem. https://www.health.belgium.be/en/advisory-9360dsm

van Os, J. (2017). Psychiatric diagnosis revisited – from DSM to clinical case formulation. Psychosis, Vol. 9, pp. 191–192. https://doi.org/10.1080/17522439.2017.1316303

  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Manual de prevención de adicciones en el ámbito universitario (PDF)

  • Equipo de Redacción
  • 03/09/2019

Las transformaciones sociales y económicas no sólo significan un cambio en las estructuras objetivas de una sociedad, sino y lo que es más importante, una nueva percepción en todos los sectores de las sociedad.

Por otro lado la educación es el arma más poderosa con la que contamos para entender y posteriormente interactuar en nuestras relaciones, más si cabe en el alumnado de universidades, colectivo que suele implicarse en aquellas actuaciones, debates y reflexiones encaminadas a una mejora de la sociedad en la que se encuentran.

Hoy, más que nunca pretendemos ofrecer material para una comprensión crítica y veraz sobre la educación en valores y la conciencia de determinadas actitudes ante la realidad actual que ha transformado velozmente el entorno del juego, tanto en lo que se refiere al tipo de juego, accesibilidad, publicidad, e incluso a la propia población usuaria de esta actividad y que desarrollan un trastorno por juego.

Ofrecemos esta herramienta para una trasmisión, no solo de conocimientos sobre un problema de salud sino también para la consecución de personalidades formadas y críticas con su propia evolución.

Si conseguimos que docentes y alumnado se planteen una realidad y una escala de valores distintas a las que esta sociedad está transmitiendo alcanzaremos unos objetivos muy elevados y satisfactorio para todo el personal implicado en este material.

Descarga la guía completa en formato PDF.

Fuente: Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados

  • Análisis

Armas y enfermedades mentales: un psiquiatra explica las complejidades

  • Equipo de Redacción
  • 06/08/2019

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, pidió la reforma de las leyes de salud mental inmediatamente después de dos tiroteos mortales que cobraron la vida de al menos 31 personas y dejaron a un país afligido por la incredulidad.

El presidente, dijo que «el odio y las enfermedades mentales aprietan el gatillo, no el arma», también pidió una mejor identificación de las personas con enfermedades mentales y, en algunos casos, un «encierro involuntario» de ellas.

Estos sentimientos son similares a los comentarios que Trump y otros políticos han hecho anteriormente. Por ejemplo, después del tiroteo en Parkland, que cobró la vida de 17 personas — 14 de los cuales eran estudiantes, Trump dijo que creía que el debido proceso de las personas enfermedades mentales no era tan importante como asegurarse de que no tengan armas.

«No quiero que las personas con enfermedades mentales tengan armas. Primero hay que quitarles las armas, luego ir por el debido proceso», dijo Trump.

En el pasado, las enfermedades mentales fueron el chivo expiatorio para desviar la indignación pública sobre el acceso a los rifles de asalto que pueden matar a decenas de personas en cuestión de minutos. Durante estos acalorados debates, se usaron palabras como «loco», “demente” y “maniaco” para describir a la persona que cometió el acto de violencia, incluso antes de que se publique un diagnóstico médico.

En este debate, surgen muchas preguntas que los que discuten sobre las enfermedades mentales y la violencia armada ni siquiera consideran: ¿Qué queremos decir con enfermedad mental? ¿Qué enfermedad mental? ¿Cuáles serían las políticas para mantener las armas lejos de los enfermos mentales potencialmente peligrosos? La mayoría de estas preguntas permanecen sin respuesta durante estas discusiones.

Específicamente, nadie dice quién decidirá si un paciente con enfermedad mental no debería tener acceso a armas de fuego: ¿sería un psiquiatra, un psiquiatra forense independiente, un comité de psiquiatras o un juez? ¿Qué hay de aquellos que no buscan evaluación y tratamiento psiquiátrico? ¿Debería integrarse un examen psiquiátrico en el proceso de verificación de antecedentes para cada persona que quiera comprar un arma? Como la enfermedad mental grave puede comenzar en cualquier momento de la vida, ¿los propietarios de armas necesitarán una evaluación psiquiátrica periódica (como un examen de la vista para renovar una licencia de conducir)? ¿Quién pagará las evaluaciones?

¿Qué queremos decir con enfermedad mental? ¿Qué enfermedad mental? ¿Cuáles serían las políticas para mantener las armas lejos de los enfermos mentales potencialmente peligrosos?

Como psiquiatra académico, aquí está mi perspectiva sobre las complejidades de este problema.

¿Qué es la enfermedad mental?

El término «enfermedad mental» cubre una amplia gama de afecciones psiquiátricas que son abordadas y tratadas por profesionales de la salud mental.

Es posible que se sorprenda al saber que hay más de 200 diagnósticos enumerados en la versión más reciente del Manual estadístico de diagnóstico de los trastornos mentales, que publica la Asociación Americana de Psiquiatría. Esto incluye afecciones como trastornos de ansiedad como la fobia a las arañas, la fobia social, el trastorno de ansiedad social, el trastorno de estrés postraumático, la punción del cabello, el juego patológico, la esquizofrenia, la demencia, las diferentes formas de depresión y los trastornos de personalidad, como el trastorno de personalidad antisocial comúnmente conocido como psicopatía

Las enfermedades mentales también son muy comunes: casi 1 de cada 5 personas experimentan depresión clínica durante sus vidas; uno de cada cinco experimenta un trastorno de ansiedad; 1 de cada 100 experimenta esquizofrenia; y casi el 8% de la población general experimenta TEPT. Las personas que han tenido una mayor exposición al trauma, la violencia y la guerra, como los veteranos, tienen tasas más altas de TEPT (hasta 30%).

Ahora, cuando uno sugiere que el acceso a las armas debería estar restringido para personas con enfermedades mentales, ¿significan todas estas condiciones? ¿O solo algunos, o algunos en circunstancias definidas? Por ejemplo, ¿deberíamos quitar las armas de todos los veteranos con TEPT, o de todas las personas con ansiedad social, o de aquellos que habitualmente se quitan la piel?

No es necesario decir que el diagnóstico de estas afecciones se basa principalmente en el informe de la persona y la observación del médico, y la capacidad de confiar en su informe es importante.

¿Cuándo puede una persona ser potencialmente peligrosa para los demás?

No todas las enfermedades mentales pueden ser un riesgo de daño a otros. En la mayoría de los casos, cuando un paciente ingresa involuntariamente en una unidad de hospitalización psiquiátrica, no es porque la persona sea un riesgo para los demás. Más bien, es más frecuente que la persona corra el riesgo de hacerse daño, como en el caso de un paciente deprimido y suicida.

Incluso entre el 1% de la población de EE. UU. Con un diagnóstico de esquizofrenia, es raro encontrar personas que corran el riesgo de dañar a otros o que corran el riesgo de actuar violentamente

En los trastornos psiquiátricos, las preocupaciones sobre el daño a los demás suelen surgir en pacientes con psicosis aguda con delirios paranoicos que los convencen de dañar a otros. Esto puede ocurrir, pero no se limita a esquizofrenia, demencia, depresión psicótica severa o enfermedad psicótica bipolar.

El uso de sustancias, que puede aumentar el riesgo de delincuencia o psicosis, también puede llevar a intenciones de dañar a otros. Otras situaciones, cuando una persona podría ser un riesgo de daño a otros, son los trastornos de personalidad con un alto nivel de impulsividad o falta de remordimiento, como el trastorno de personalidad antisocial.

Pero la realidad es que la mayoría de las personas con trastornos de personalidad no buscan tratamiento y no son conocidas por los proveedores de salud mental.

Es importante tener en cuenta que aquellos con una enfermedad mental grave diagnosticada, que un psiquiatra determina que son un riesgo grave de daño para sí mismos o para otros, ya ingresan en la atención hospitalaria aguda o a largo plazo y permanecen allí hasta que se considere que no peligroso. Por supuesto, esto sucede solo si son llevados a evaluación psiquiátrica por otros o por la policía.

¿Cuáles son los hechos?

Incluso entre el 1% de la población de EE. UU. Con un diagnóstico de esquizofrenia, es raro encontrar personas que corran el riesgo de dañar a otros o que corran el riesgo de actuar violentamente. A pesar de la creencia generalizada de que una persona con una enfermedad mental grave como el trastorno bipolar o la esquizofrenia puede ser peligrosa, solo del 3% al 4% de todos los actos violentos cometidos en un año determinado en los EE. UU. Son cometidos por personas que han sido diagnosticadas con enfermedad mental de esquizofrenia, trastorno bipolar o depresión.

Además, estas condiciones están bastante asociadas con un mayor riesgo de suicidio, no de homicidio. Además, el riesgo de violencia entre los enfermos mentales graves disminuye en ausencia de consumo de sustancias. En otras palabras, la prevención y el tratamiento del uso de sustancias pueden disminuir el riesgo de violencia en esta población.

Cuando la «enfermedad mental» se aborda tan vagamente en los debates sobre armas de fuego, las personas con una enfermedad mental sin un mayor riesgo de violencia o discapacidad en el juicio (como ansiedad o fobia) pueden evitar buscar tratamiento.

Otro hecho a tener en cuenta es que la prevalencia de enfermedades mentales graves es relativamente similar en diferentes países, incluidos aquellos con tasas mucho más bajas de asesinatos en masa que los EE. UU.

Finalmente, hay que tener en cuenta que la presencia de un diagnóstico psiquiátrico en un asesino no justifica necesariamente la causalidad, tanto como el arma que lleva la persona. En otras palabras, debido a que la enfermedad mental es tan frecuente, un porcentaje de los delitos, estadísticamente, va a ser cometido por personas con una enfermedad mental.

Consecuencias de usar el término «enfermedad mental» tan vagamente

Anteriormente he discutido el impacto negativo de involucrar enfermedades mentales en la política. Cada vez que las enfermedades mentales se vinculan con actos de violencia por parte de los medios o los políticos, las emociones altamente cargadas del momento pueden afectar a las personas con enfermedades mentales y a sus familias.

Cuando la «enfermedad mental» se aborda tan vagamente en los debates sobre armas de fuego, las personas con una enfermedad mental sin un mayor riesgo de violencia o discapacidad en el juicio (como ansiedad o fobia) pueden evitar buscar tratamiento. A menudo he tenido pacientes que estaban preocupados de que su diagnóstico de depresión o ansiedad, aunque bien tratado, pudiera usarse en su contra en la corte con respecto a la custodia de los hijos. En repetidas ocasiones he tenido que explicarles que su trastorno no proporciona motivos para justificar un juicio deteriorado.

Personalmente, creo que es de sentido común limitar el acceso de todos a las armas con el potencial de matar a decenas de personas en cuestión de minutos. La elección de quién puede o no tener acceso a ellos en función de una enfermedad mental es, como he señalado, muy difícil.

Autor:Arash Javanbakht – profesor de psiquiatría en la Universidad Wayne State.

Artículo publicado en The Conversation y cedido para su publicación en Psyciencia.

The Conversation

  • Recursos para Profesionales de la Psicología

¿Cómo afectan las conductas adictivas en el entorno familiar y cómo prevenirlas? (Guía)

  • Equipo de Redacción
  • 01/08/2019

El papel de las familias es clave en la prevención de adicciones, a través de la transmisión de valores, actitudes y comportamientos en el desarrollo de los hijos e hijas, fomentando desde la infancia hábitos de salud, responsabilidad y el desarrollo de una personalidad fuerte y crítica que no dependa de ninguna adicción para desarrollarse plenamente, fomentando los factores de protección y reduciendo los riesgos, así como para adaptarse de forma sana a su entorno social.

Con esta introducción, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) ha publicado una nueva guía formativa, a través del cual se abordan los problemas asociados al consumo y a las conductas adictivas y su impacto en la familia.

La publicación consta de dos manuales, uno dirigido al monitor o monitora y otro a los alumnos y alumnas. En ambos documentos, se analizan los siguientes puntos: familias y estilos educativos, adicciones: aprendiendo conceptos básicos, consecuencias de la adicción en el ámbito familiar, y prevención: claves educativas.

Descarga las guías completas en formato PDF:

  • Manual para el monitor
  • Manual para los alumnos

  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Manual de atención a niños y niñas víctimas de violencia de género en el ámbito familiar

  • Equipo de Redacción
  • 17/07/2019

Este manual está dirigido a los y las profesionales que trabajan en la atención a mujeres víctimas de violencia de género en el ámbito familiar y a las Instituciones Públicas competentes en la materia, tanto en el ámbito jurídico, policial, sanitario, social como educativo.A todos aquellos que están en contacto desde estos ámbitos con los niños y niñas, hijos e hijas de estas mujeres.

Los objetivos que se plantearon en la elaboración de este material son:

  1. Hacer visibles a los hijos e hijas de las mujeres víctimas de la violencia de género como víctimas directas de la misma violencia.

  2. Dotar a los profesionales de un conocimiento específico sobre los derechos de los niños y niñas, su desarrollo evolutivo y sus necesidades.

  3. Dotar a los profesionales de técnicas para facilitar la participación de los niños y niñas en el proceso de intervención.

  4. Dotar a los profesionales de técnicas para realizar una primera valoración del estado y necesidades de los niños y niñas víctimas de la violencia de género.

Estos objetivos se desarrollan en cinco temas generales: los niños y niñas como víctimas de violencia de género en el ámbito familiar; los derechos de los niños y niñas víctimas de la violencia de género; algunos aspectos relevantes del desarrollo evolutivo de los niños y niñas; consecuencias de la violencia de género en los niños y niñas e intervención directa con niños y niñas víctimas de la violencia de género.

Descarga el manual completo en formato PDF.

 

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Guía para profesionales ante chicas adolescentes que sufren violencia de género: saber mirar, saber acoger,saber acompañar

  • Equipo de Redacción
  • 27/06/2019

Presentamos la guía Saber mirar, saber acoger, saber acompañar, dirigida a profesionales que estén en contacto con mujeres adolescentes y que, por tanto, puedan encontrarse ante la difícil situación de ayudarles en caso de sufrir violencia de género.

Una situación que puede darse, y que de hecho se da, desgraciadamente, en la sociedad, dado que la violencia de género es una lacra social, un problema de carácter estructural, que sigue perpetuánddose generación tras generación, debido al sistema machista y patriarcal en el que crecemos y vivimos, que se reproduce a través de la cultura, la moda, la música, la literatura, la publicidad, los medios de comunicación, la religión, los videojuegos, las redes sociales… Hablamos de un problema presente en toda sociedad, en todas las esferas sociales y, por supuesto, en todas las capas de población, incluidas las más jóvenes.

Saber detectar de manera temprana los casos de violencia de género en jóvenes es clave para intervenir de manera inmediata, derivar a los servicios especializados del Instituto Andaluz de la Mujer y ayudar así a erradicar el problema. La colaboración, desde su ámbito, de cada profesional es imprescindible en esta importante tarea, y queremos que para ello cuenten con el apoyo de esta importante herramienta.

Elena Ruiz Ángel
Directora del Instituto Andaluz de la Mujer

Descarga la guía completa en formato PDF.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Los suplementos no sirven para cuidar tu cerebro

  • Equipo de Redacción
  • 25/06/2019

Un estudio reciente encontró que una cuarta parte de los adultos mayores de 50 años toman un suplemento para la salud relacionada con el cerebro. Pero ese mismo estudio, realizado por expertos convocados por la AARP, sugiere que las personas mayores deben gastar su dinero en otra parte. Los suplementos no funcionan.

Esto no es un problema pequeño. Los gastos en suplementos no vitamínicos para la salud del cerebro, tales como minerales, mezclas de hierbas, productos farmacéuticos o aminoácidos, se han extendido a miles de millones de dólares. Esto puede ascender a entre US $ 20 y US $ 60 por mes para las personas mayores, una suma considerable que podría destinarse a otros gastos, incluidas las verduras frescas y las frutas que realmente marcan la diferencia.

 No están sujetos a ensayos clínicos rigurosos que se apliquen a medicamentos recetados

Como neurólogo que estudia la salud cerebral y la prevención de la demencia y que ha participado en la investigación de la memoria y la enfermedad de Alzheimer durante toda mi carrera, puedo ayudar a explicar lo que sabemos y no sabemos sobre los suplementos, la nutrición y la salud cerebral.

Libertad de mercado

¿Entonces, cuál es el problema? ¿No son todos estos “medicamentos” aprobados por la Administración de Medicamentos y Alimentos?

Bueno, no, no lo son.

La FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) no trata los suplementos como medicamentos recetados. Los suplementos no son aprobados por la exactitud de sus ingredientes declarados por laboratorios independientes y, en su gran mayoría, no tienen la evidencia científica legítima que demuestre que son efectivos. La FDA confía en los fabricantes para aprobar la seguridad de los suplementos, no su eficacia. No están sujetos a ensayos clínicos rigurosos que se apliquen a medicamentos recetados.

La FDA prohíbe a los fabricantes de suplementos hacer declaraciones de salud específicas, pero las empresas han encontrado una manera de promocionar maravillosos beneficios.

Las empresas usan frases como «comprobado en investigación» o «probado en laboratorio» y otras afirmaciones científicas similares. Algunos de estos afirman que el producto «mantiene una buena salud cerebral».

Por ejemplo, la etiqueta en una botella de Ginkgo biloba, un suplemento especialmente popular que muchas personas mayores toman para la salud cerebral, afirma: «Apoya la función cerebral saludable y el estado de alerta mental».

Pero hay un asterisco.

Gire la botella y podrá leer la advertencia que sigue al asterisco: “Esta afirmación no ha sido evaluada por la Administración de Alimentos y Medicamentos. Este producto no está destinado a diagnosticar, prevenir o curar ninguna enfermedad «.

Varias compañías que vendieron otros tipos de suplementos dietéticos han recibido recientemente cartas de la FDA solicitando que modifiquen sus anuncios para no exagerar los beneficios de sus productos.

Ansiosos por ayudar

A medida que las personas entran a una edad avanzada, tratan de encontrar formas de mantener una buena salud, especialmente la salud del cerebro. Una encuesta de 2012 para Home Instead Senior Care reveló que los estadounidenses temen el Alzheimer más que cualquier otra enfermedad. Las encuestas también han demostrado que las personas mayores se preocupan más por la pérdida de la cognición, ya sea la pérdida de memoria normal o, peor aún, la demencia.

Creo que la insatisfacción o la preocupación por la capacidad de la medicina moderna para abordar la salud cerebral de una manera significativa ha llevado a las personas a buscar otras formas de proteger sus cerebros.

Sin embargo, no hay una manera científicamente probada de prevenir el Alzheimer u otras formas de demencia.

Además, una serie de ensayos clínicos para medicamentos para frenar o prevenir la enfermedad de Alzheimer han fracasado.

Los suplementos traen dinero, no salud

Por lo tanto, los suplementos se han convertido en un área rentable para las empresas, como lo ve el gran porcentaje de personas que toman dichos suplementos y los miles de millones de dólares que se gastan en ellos anualmente.

Seguramente algunos de ellos deben trabajar…

Sí, las vitaminas sí, aunque la mayoría de las personas no necesitan tomar suplementos vitamínicos. La abrumadora evidencia muestra que si usted come una dieta normal, no necesita tomar vitaminas o minerales suplementarios.

Los suplementos se han convertido en un área rentable para las empresas

Hay algunas excepciones. Si las personas tienen cantidades insuficientes de alimentos que proporcionan vitamina B12 o vitamina B6, es posible que tengan que tomar suplementos. En el caso de B12, algunas personas mayores tienen dificultades para absorber esta vitamina en el sistema digestivo. En estos casos, un médico probaría un nivel bajo de B12 y lo trataría. A veces, una persona necesitaría una inyección, ya que la B12 en una cápsula tampoco sería absorbida.

Algunas personas pueden tomar vitaminas y suplementos utilizando el razonamiento de que «más es mejor». Esto no es cierto para los suplementos, incluso las vitaminas. ¿Por qué? Debido a que el cuerpo solo puede digerir una cierta cantidad de vitamina y cualquier exceso simplemente no se absorbe; En el caso de las vitaminas solubles en agua, hace que la orina sea costosa. Y, a veces, «más» es peligroso. Hay algunas vitaminas que si se toman en exceso pueden conducir a la toxicidad y la enfermedad. Esto es especialmente cierto con el exceso de dosis de vitamina A, D, E y K.

La abrumadora evidencia muestra que si usted come una dieta normal, no necesita tomar vitaminas o minerales suplementarios.

¿Alguno de los suplementos ha sido sujeto a los estándares de seguridad y efectividad requeridos para nuestros medicamentos recetados? Algunos tienen, como el Ginkgo biloba para la prevención y el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer y la mejora de la memoria normal. Esos estudios han demostrado que no funcionan para ninguno de esos.

Peligros ocultos

Para hacer las cosas aún más preocupantes, muchos de estos suplementos no siempre contienen los compuestos que se anuncian que contienen. Algunas de las mezclas contienen pequeñas cantidades de ingredientes tóxicos o nocivos que se han introducido en el producto en algún lugar a lo largo del proceso de recolección y fabricación. Cuando estos causan enfermedades, se llama la atención de la FDA y ellos investigarán y posiblemente prohibirán un producto.

Hay muchas noticias sobre la importancia de los antioxidantes en su dieta. Los antioxidantes son importantes para la salud continua de varios órganos en el cuerpo, incluido el cerebro.

Varios estudios científicos no han podido demostrar que los antioxidantes administrados en forma de píldoras mejoren o protejan la memoria para que no disminuya con la edad o las enfermedades cerebrales

Sin embargo, varios estudios científicos no han podido demostrar que los antioxidantes administrados en forma de píldoras mejoren o protejan la memoria para que no disminuya con la edad o las enfermedades cerebrales. Es posible que haya algo sobre las interacciones de los productos químicos en los alimentos en su plato que contribuyen a la buena salud. Los estudios que midieron la cantidad de antioxidantes contenidos en las dietas, según lo determinado en los «diarios de alimentos» de personas en estudios de investigación, muestran que los altos niveles de antioxidantes en los alimentos ayudan en los resultados a largo plazo, aunque no lo hacen las pastillas con más antioxidantes. Los científicos aún no saben por qué sucede esto. Podría ser que nosotros, los humanos, hayamos evolucionado para obtener nuestras sustancias beneficiosas en los alimentos, no en forma aislada, y es probable que existan formas complejas en las que funcionan. Puede haber dificultades para usar o metabolizar las píldoras. Nosotros los investigadores aún no lo sabemos.

En resumen, incluso la letra pequeña de estos suplementos señala que no han sido aprobados por la FDA, a pesar de que las afirmaciones suenan maravillosas. Por lo tanto, creo que las conclusiones del reciente estudio son sólidas. (Divulgación: yo era uno de los expertos en el estudio). Es mejor centrarse en una dieta saludable y tal vez utilizar parte del dinero destinado a dichos suplementos para comprar más verduras de hoja verde y los otros componentes de los alimentos que conforman una buena nutrición.

Por: Steven DeKosky, profesor de neurología en la Universidad de Florida.

Artículo publicado en The Conversation y traducido para Psyciencia

The Conversation

  • Salud Mental y Tratamientos

Por qué la terapia cognitiva conductual es el estándar de oro actual de la psicoterapia

  • Equipo de Redacción
  • 19/06/2019

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Artículo publicado el 29 de enero de 2018 en la revista científica Frontiers in Psychiatry por Daniel David, Ioana Cristea y Stefan G. Hofmann. La traducción ha sido adaptada para facilitar su claridad y lectura. Puedes leer la versión original en inglés aquí.

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Teniendo en cuenta el número de publicaciones/estudios, programas académicos y/o profesionales en ejercicio, la terapia cognitivo conductual (TCC) es posiblemente el estándar de oro del campo de la psicoterapia. Sin embargo, recientemente, algunos colegas han cuestionado (argumentado a favor de la pluralidad en psicoterapia) el estado de la TCC como el estándar de oro en psicoterapia (1), porque muchos estudios que la sustentan son de baja calidad y/o las condiciones de la comparación con otras terapias son débiles, desafiando así el estatus prominente de la TCC entre los programas académicos y los profesionales.

Creemos que son muchos los factores que intervienen en el tema de la designación del estándar de oro. Si el estándar de oro se define como el mejor estándar que podemos tener en el campo de la psicoterapia, entonces, de hecho, la TCC no es el estándar de oro. Sin embargo, si el estándar de oro se define como el mejor estándar que tenemos en este momento en el campo de la psicoterapia, entonces argumentamos que la TCC es, de hecho, el estándar de oro.

En este artículo, argumentamos que la TCC es el tratamiento psicológico de referencia (como el mejor estándar que tenemos actualmente en el campo) por las siguientes razones, ver también Hofmann et al. (2): (a) La TCC es la forma más investigada de psicoterapia; (b) Ningún otro tipo de psicoterapia ha demostrado ser sistemáticamente superior a la TCC; Si hay diferencias sistemáticas entre las psicoterapias, generalmente favorecen a la TCC; (3) Los modelos/mecanismos teóricos de cambio de la TCC han sido los más investigados y están en línea con los paradigmas actuales de la mente y el comportamiento humanos (por ejemplo, el procesamiento de la información). Al mismo tiempo hay un claro espacio para mejorar, tanto en términos de eficacia/efectividad de la TCC como de sus teorías/mecanismos subyacentes de cambio. Además, abogamos por una psicoterapia científica integrada, con la TCC como la plataforma fundamental para la integración.

La TCC moderna es un término general de tratamientos con apoyo empírico para psicopatologías claramente definidas que se dirigen con estrategias de tratamiento específicas (3). Más recientemente, la TCC ha incluido un enfoque más trans-diagnóstico/basado en procesos y personalizado, con el objetivo final de vincular la técnica terapéutica al proceso y al paciente individual (4). Tradicionalmente, los ensayos clínicos que examinan la eficacia de la TCC con pacientes en lista de espera, condiciones placebo, tratamiento usual (TAU), y otros tipos de tratamientos alternativos (incluidas las terapias psicodinámicas y las farmacoterapias).

La TCC ha incluido un enfoque más trans-diagnóstico/basado en procesos y personalizado, con el objetivo final de vincular la técnica terapéutica al proceso y al paciente individual

Aunque varios ensayos de TCC han incluido comparaciones débiles (por ejemplo, condiciones de control con pacientes en lista de espera), también hay muchos estudios que compararon a la TCC en condiciones de comparación fuerte (por ejemplo, píldora o placebo psicológico, TAU, otras psicoterapias, farmacoterapia), que cumplen con los estrictos criterios de un tratamiento con apoyo empírico (5). De hecho, Cuijpers et al. (6) encontró que aproximadamente el 54% del total de ensayos para la depresión (aproximadamente 34 ensayos) y aproximadamente el 20% del total de ensayos para la ansiedad (aproximadamente 25) cumplían los criterios para una comparación sólida (es decir, píldora placebo o TAU). Cuijpers et al. (6) informaron además que el 17% del total de los ensayos para la depresión y la ansiedad eran de alta calidad y que la relación entre la calidad de los estudios de TCC y el tamaño del efecto no era sólida.

La mayoría de las psicoterapias (excepto la terapia interpersonal para la depresión (7), que tiene números similares) ni siquiera se acercan a estas cifras en términos del estado activo del comparador y la calidad del estudio (ver el caso de las terapias psicodinámicas para la depresión (8) y ansiedad (9)). Cuando se compara con TAU o varias condiciones activas, la TCC a menudo tiene un efecto pequeño/moderado (para TAU) o pequeño/sin efecto (para condiciones activas). Sin embargo, en estas condiciones, incluso un tamaño de efecto pequeño podría ser muy importante clínicamente (10), dependiendo de los análisis de costos y beneficios, así como si es acumulativo o no (por ejemplo, en tiempo y/o población).

La terapia cognitivo conductual fue la primera forma de psicoterapia probada con los criterios más estrictos (por ejemplo, ensayos aleatorios y comparador activo) del marco basado en la evidencia utilizado en el campo de la salud (por ejemplo, similar a los utilizados en el caso de la farmacoterapia). Por lo tanto, fue la primera psicoterapia identificada en gran parte como basada en la evidencia en la mayoría de las guías clínicas (junto con la psicoterapia interpersonal para la depresión).

En consecuencia, muchas psicoterapias más recientes, menos exhaustivas y/o probadas más tarde comenzaron a usar la TCC como tratamiento de referencia, a menudo argumentando su propia eficacia/eficacia cuando no encuentran diferencias con la TCC. Sin embargo, solo se puede utilizar el argumento “no hay diferencia con la TCC” para apoyar la similitud clínica en equivalencia o no-inferioridad del diseño, pero no es superioridad (y muchas de las comparaciones no se enmarcaron como diseños de equivalencia/no inferioridad). Además, estadísticamente hablando, si B es equivalente a A y C es equivalente a B, no se garantiza que C también sea equivalente a A. Por lo tanto, si la terapia A es el tratamiento de referencia y se demuestra que la psicoterapia B es equivalente a A, entonces permite que la psicoterapia B se convierta en un tratamiento de referencia para la prueba de una nueva psicoterapia C. Por ejemplo, Steinert et al. (11) realizó un metanálisis de equivalencia para psicoterapias psicodinámicas (PP) con el estándar de oro existente (la mayoría de las veces, TCC) y encontró que la equivalencia es compatible para el intervalo −0.25 a +0.25. Sin embargo, la equivalencia no es transitiva. Si B (PP) es equivalente al patrón oro A (es decir, TCC), no significa que B pueda usarse como patrón oro para un nuevo tratamiento C, ya que la equivalencia entre B y C no implica la equivalencia entre A y C.

Esta transitividad es incluso problemática en este caso porque, en el límite de equivalencia, se encontraron diferencias significativas (para IC de equivalencia del 90%) que favorecen el patrón oro sobre PP (1), síntomas objetivo (postratamiento: g = −0.158; k = 21) y (2) síntomas psiquiátricos generales (g = −0.116; k = 15). Por lo tanto, incluso si se apoyara la equivalencia de PP a TCC, no significa que PP obtenga el mismo estado de referencia que TCC. En su lugar, el PP debe pasar independientemente las mismas pruebas que el estándar de oro para obtener el mismo estado (por ejemplo, varios ensayos clínicos independientes de alta calidad que utilizan placebo u otros comparadores activos).

En este momento, no hay otros tratamientos psicológicos con más apoyo de investigación para validar sus construcciones subyacentes

Con respecto a la teoría/mecanismos de cambio, la TCC (a) Está integrada en el paradigma general de procesamiento de información general, donde el papel causal de las cogniciones explícitas o implícitas en la generación de emociones y comportamientos ya está bien establecido (aunque varias cogniciones dirigidas por la TCC tienen investigaciones diferentes basadas en soporte (3)); (b) Está evolucionando continuamente en base a la investigación acumulativa y crítica (12); y (c) está integrada en una imagen más amplia de la ciencia (por ejemplo, neurogenética cognitiva).

En este momento, no hay otros tratamientos psicológicos con más apoyo de investigación para validar sus construcciones subyacentes. En contraste, algunos tratamientos psicológicos, especialmente los derivados del psicoanálisis clásico, no tienen respaldo o son controvertidos con respecto a los constructos subyacentes (1) mientras que otros (por ejemplo, la psicoterapia interpersonal) se encuentran en una fase incipiente (13).

En resumen, debido a su claro apoyo a la investigación, la TCC domina las directrices internacionales para tratamientos psicosociales, lo que la convierte en un tratamiento de primera línea para muchos trastornos, como lo señalan las directrices del Instituto Nacional de Excelencia en Salud y Atención (2 y la Asociación Americana de Psicología (3). La TCC es, de hecho, el estándar de oro en el campo de la psicoterapia, que se incluye en las principales guías clínicas fundamentadas en su base empírica rigurosa y no por varias razones políticas, como parecen sugerir algunos colegas (1). Dicho esto, debemos agregar que, aunque la TCC es eficaz/efectiva, todavía queda un margen de mejora, ya que en muchas situaciones hay pacientes que no responden a la TCC y/o la recaída. Mientras muchas otras psicoterapias han cambiado desde su creación, la TCC es una psicoterapia evolutiva basada en la investigación (es decir, un programa de investigación progresiva). Por lo tanto, predecimos que las mejoras continuas en la psicoterapia se derivarán de la TCC, avanzando gradualmente el campo hacia una psicoterapia científica integradora.

Referencias bibliográficas:

  1. Leichsenring F, Steinert C. Is cognitive behavioral therapy the gold standard for psychotherapy? The need for plurality in treatment and research. JAMA (2017) 318(14):1323-4.10.1001/jama.2017.13737
  2. Hofmann SG, Asnaani A, Vonk IJJ, Sawyer AT, Fang A. The efficacy of cognitive behavioral therapy: a review of meta-analyses. Cognit Ther Res (2012) 36(5):427-40.10.1007/s10608-012-9476-1
  3. Hofmann SG, Asmundson GJ, Beck AT. The science of cognitive therapy. Behav Ther (2013) 44:199-212.10.1016/j.beth.2009.01.007
  4. Hayes SC, Hofmann SG. The third wave of CBT and the rise of process-based care. World Psychiatry(2017) 16:245-6.10.102/wps.20442
  5. Chambless DL, Hollon SD. Defining empirically supported therapies. J Consult Clin Psychol (1998) 66(1):7-18.10.1037/0022-006X.66.1.7
  6. Cuijpers P, Cristea IA, Karyotaki E, Reijnders M, Huibers MJ. How effective are cognitive behavior therapies for major depression and anxiety disorders? A meta-analytic update of the evidence. World Psychiatry (2016) 15(3):245-58.10.1002/wps.20346
  7. Cuijpers P, Donker T, Weissman MM, Ravitz P, Cristea IA. Interpersonal psychotherapy for mental health problems: a comprehensive meta-analysis. Am J Psychiatry (2016) 173:680-7.10.1176/appi.ajp.2015.15091141
  8. Driessen E, Hegelmaier LM, Abbass AA. The efficacy of short term psychodynamic psychotherapy for depression: a meta-analysis update. Clin Psychol Rev (2015) 42:1-15.10.1016/j.cpr.2015.07.004
  9. Keefe JR, McCarthy KS, Dinger U, Zilcha-Mano S, Barber JP. A meta-analytic review of psychodynamic therapies for anxiety disorders. Clin Psychol Rev (2014) 34:309-23.10.1016/j.cpr.2014.03.004
  10. Cuijpers P, Turner EH, Koole SL, van Dijke A, Smit F. What is the threshold for a clinically relevant effect? The case of major depressive disorders. Depress Anxiety (2014) 31:374-8.10.1002/da.22249
  11. Steinert C, Munder T, Rabung S, Hoyer J, Leichsenring F. Psychodynamic therapy: as efficacious as other empirically supported treatments? A meta-analysis testing equivalence of outcomes. Am J Psychiatry(2017) 174:943-53.10.1176/appi.ajp.2017.17010057
  12. Lorenzo-Luaces L, German RE, DeRubeis RJ. It’s complicated: the relation between cognitive change procedures, cognitive change, and symptom change in cognitive therapy for depression. Clin Psychol Rev(2015) 41:3-15.10.1016/j.cpr.2014.12.003
  13. Lipsitz JD, Markowitz JC. Mechanisms of change in interpersonal therapy (IPT). Clin Psychol Rev(2013) 33(8):1134-47.10.1016/j.cpr.2013.09.002

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