Recuerdo nuestro trabajo en Sierra Leona, hace dos años. La recuerdo a ella, su rostro y cuerpo pintado de marcas blancas, sazonado con lunares azules en su cuerpo; apareciendo repentinamente al escenario y danzando de manera hipnótica. Los movimientos son rítmicos y con un palo en su brazo parece dibujar un mensaje en el aire¹. En un instante, se unen más personas para simbolizar algo que trato de comprender, pero que se me escapa. Un grupo de personas comienzan a saltar y hacen gestos mientras danzan, como la expulsión de un mal y el encuentro del bien.
La interpretación fue posterior, cuando nuestras compañeras de trabajo sierraleonesas nos explicaron el simbolismo de la ceremonia. No dejaba de ser una interpretación, pues incluso ellas son de ciudad y no de la aldea.
Esta ceremonia fue para cerrar el duelo ante la pérdida de seres queridos, a causa del ébola. ¿Qué quería decir una mujer con el rostro pintado de blanco? Al parecer, simboliza la cura, limpieza y el cierre del duelo por las pérdidas. Por eso, la ceremonia consistió en una manera de cerrar su particular dolor. Su manera de proporcionarse salud mental.
Nuestro desafío es precisamente comprender algo que nunca vamos a entender del todo: una cultura ajena
Se dice que la psicología es una ciencia joven. Ahora te hablaré de las intervenciones psicosociales en contextos humanitarios². Los inicios comienzan en la década de los noventa, con grandes aportaciones³, pero para situarte, el manual de referencia que centraliza nuestro trabajo, y que nos ayuda a coordinar e intervenir en tales contextos, fue creado en 2007, ¡hace 10 años! El manual para formar a profesionales en entornos sanitarios sobre Salud Mental, el MhGap, fue creado en 2010. Ya creo que puedes imaginarte lo joven que es este campo.
Es entonces cuando nos preguntamos nuestro ejercicio profesional, y si lo estamos haciendo bien. Por eso, tenemos el gran reto de comprender qué está bien hacer y qué está mal hacer en cuanto a su salud mental y a los problemas que pudieran estar pasando sobre ella. Nuestro desafío es precisamente comprender algo que nunca vamos a entender del todo: una cultura ajena.
En otras palabras, nuestro trabajo como psicólogos en aquellos Países de Renta Baja siempre reviste del reto en comprender cómo conciben la salud mental y malestar emocional, evitando cualquier tipo de aculturación y/o etnocentrismo por nuestra parte.
Durante mi trabajo en Juba, capital de Sudán del Sur, observé ceremonias en las que simbolizaban la expulsión de la tristeza para sacarla fuera de la persona. Esto solo puede ser entendido cuando síntomas depresivos (o más bien la forma en que ellos entienden la tristeza mantenida en el tiempo) se concibe como algo externo que no nos pertenece y se apodera de las personas, y que debe de expulsarse hacia afuera para lograr la cura.
Si damos un salto a Ruanda, tenemos su receta contra la depresión: Sol, tambores, danza y comunidad. En el artículo comentan:“Tuvimos muchos problemas con los trabajadores occidentales de salud mental que vinieron aquí después del genocidio y tuvimos que pedir a algunos de ellos que se fueran.
Ellos vinieron y su práctica no implicó estar fuera en el sol donde usted comienza a sentirse mejor, no había música o tambores para conseguir que tu sangre fluya de nuevo, no incluía pasar el día con tu comunidad para que ellos puedan ayudar a levantarte y llevarte de vuelta a la alegría, no hubo ningún reconocimiento de la depresión como algo invasivo y externo que podría ser expulsado de nuevo.”
Las intervenciones de corte occidental son también beneficiosas y pueden contribuir al bienestar de la población, esto es, un cambio en positivo
Yéndonos mucho más lejos, un antes y un después lo marcó el tsunami de Sri Lanka en 2004. La conciencia sobre intervenciones culturalmente adaptadas quedó visibilizada al descubrir prácticas occidentales iatrogénicas o contraproducentes. Fue ahí donde muchas agencias, organizaciones médicas y ONG se reunieron para sentar las bases.
Con lecciones aprendidas, igual en el terremoto de Haiti, Guerda Nicolas dijo a aquellos psicólogos y psicólogas norteamericanas que se “mantuvieras alejados” a menos que hubieran hecho los deberes. Correcto, comprender antes de actuar. De hecho, había profesionales nacionales que decían “volved a casa” a occidentales, con intervenciones psicosociales poco o nada adaptadas.
Todo estos casos nos lleva a un término fundamental: Responsabilidad de buenas prácticas en torno a la salud mental.
Eso no quita que un enfoque e intervención occidental pueda y sea pertinente. He visto como psicofármacos han mejorado la calidad de vida de muchas personas en varios países de África. También puede ser necesarias sesiones de counselling con una estructura prácticamente occidental, y tener resultados satisfactorios. De hecho el Manual MhGap que te hablé antes tiene una lógica occidental y consigue capacitar a muchos profesionales nacionales en centros de salud.
Por tanto, las intervenciones de corte occidental son también beneficiosas y pueden contribuir al bienestar de la población, esto es, un cambio en positivo. Pero eso no invalida nuestra brecha a la hora de comprender otras culturas. Dicho de otra manera, no son excluyentes. Por ello, el debate no es tanto en la utilidad de nuestro marco, sino en nuestra incapacidad de ir más allá.

¿Por qué nos cuesta tanto?
Esa incapacidad de ir más allá surge fruto de nuestro etnocentrismo y es lo que más nos va a costar, ya que está adherido a estructuras de poder en la que somos protagonistas. Es precisamente en estos contextos humanitarios donde queda de manifiesto y son más visibles, del “hombre blanco que sabe” respecto a cuestiones de género, color de piel, status socioeconómico, años de trabajo en terreno (junior, senior) procedencia (expatriad@s, personas nacionales) entre otras estructuras de poder y privilegios.
Esto daría para escribir otro artículo, por eso ahora solo quiero centrarme en algunas claves que nos podrían ayudar a ser mejores psicólogos en contextos humanitarios:
Primero y más importante: percátate de las estructuras de poder (recuerda el anterior párrafo). Si ya eres consciente de ello, estás dando un gran primer paso. Créeme que eso es fundamental para tu ejercicio como profesional en salud mental, aunque ahora no te lo parezca.
No hay problema en no saber. Despojémonos de las presiones sociales sobre que no saber algo es signo de debilidad o vulnerabilidad. Si no sabemos algo, lo decimos, no pasa nada. En caso de duda, te retiras (el famoso “do no harm”). Dejemos al ego sentado en el banquillo sin jugar.
Llévate muy bien con los antropólogos y antropólogas. Eso es crucial. Antes de pisar un nuevo suelo, pregunta en Sede (HQ) o capital de país, por algún estudio antropológico de la zona.
No inventes la rueda. antes de crear nuevas intervenciones, tools o guías, pregunta si ya existe algún modelo previo. Por ejemplo, si trabajas en Irak y ya se hizo una intervención psicosocial en una provincia cercana, te puede servir como referencia y continuar con la estructura. No creo que te apetezca duplicar trabajo y de paso aprendemos a hacer un trabajo coordinado y en equipo entre distintas organizaciones.
Existe una gran biblioteca sobre documentos que estandarizan y centralizan nuestra labor, y que nos ayudan a tener un marco común:
- mhpss.net Este es el portal referencia sobre Salud Mental. Si, por ejemplo, entras en mhpss.net/resources puedes hacer una búsqueda del país al que vas a trabajar.
- pscentre.org La Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja pone a disposición muchísimos manuales y guías para trabajar en terreno.
- psicosocial.net Grupo de Acción Comunitaria es el portal referencia de habla hispana sobre Salud Mental y Derechos Humanos. Además la formación que ofrecen es muy buena.
- reliefweb.int/jobs Portal referencia para buscar empleo. Escribe palabras claves “mental health” “psychosocial” “psychologist” o similares de acuerdo a tus inquietudes. Recuerda que son trabajos cualificados y el 99% te van a pedir experiencia previa de 2 años en terreno.
Despojémonos de las presiones sociales sobre que no saber algo es signo de debilidad o vulnerabilidad
Aprovéchate de las situaciones informales, es ahí donde precisamente se puede aprender más de lo que crees, ya que te estás divirtiendo, y es algo voluntario:
- Entra en Filmaffinity y/o Imdb.com y busca películas del país. Si, por ejemplo, vas a Camboya, en este link de Filmaffinity tienes las películas ordenadas por dicho país. Como siempre, mejor en Versión Original para familiarizarte con el idioma.
- Aprovéchate de las reuniones informales, tomando un café o una cerveza se puede aprender mucho. Rodéate de gente que sabe más que tú, y pregúntales mucho, hasta que seas pesado, seguramente seguirán siendo personas educadas contigo. De hecho, normalmente estarán encantados de explicarte, ya que valoras su ejercicio profesional. Devuelve el gesto hacia gente que sepa menos que tú (de eso también consiste nuestro trabajo).
- Lee algo que te motive y que tenga relación con el país de destino. Si, por ejemplo, vas Kenia o Jordania, entra en un portal de libros online o tu librería favorita y busca novelas de corte social sobre esos países.
Recuerda que hay una gran brecha entre el decir al hacer Veamos ejemplos:
- Autocuidado: No te hagas el héroe o heroína, descansa y no abarques todo. No digas que te vas a cuidar: hazlo: Ponte horarios, aprende a decir “No”, a delegar y a priorizar. Si quieres ser buen profesional, te necesitan bien. El dicho “en casa del herrero cuchillo de palo” se aplica –y mucho- a los psicólgos en contextos humanitarios. Pide apoyo en Sede, hay una persona focal que está, o debería estar, encargada para cuidarte.
- Te recomiendo este curso de Autocuidado de Narrativas y otras Lunas yo realicé uno similar y créeme que me ayudó mucho.
- Apuesta y capacita a las personas nacionales/locales. Suena muy bien en teoría: hazlo. Si notas que cada vez hay más funciones que delegas y que la supervisión es fluida, es que lo estás haciendo bien. Si las personas a tu cargo dependen de ti, quizás estés encantado de ser dependiente del proyecto (ego), pero no estás haciendo bien tu trabajo, aunque te lo parezca.
No todo es psicología en los proyectos, pero en cada proyecto existe un componente de salud mental. Te puede interesar –y te interesa- lo que ocurre en el proyecto “Agua y saneamiento” porque, pese a que no es estrictamente un programa de salud mental, te ayuda a comprender las problemáticas de la población, cómo sufren y encaran las deficiencias. Por tanto, trata de hacerte un mapa general de la misión, eso te ayuda en tu percepción de la salud mental de la zona.
Por último, y no menos importante:
Si dudas de tu valía o ejercicio como profesional, sigue así. Este estudio indica que “los terapeutas que dudaban de sí mismos profesionalmente, eran más eficaces en su trabajo, sus usuarios mostraban mayor reducción de la angustia interpersonal”. Así que estamos de enhorabuena 
Nuestra mirada occidental no es mejor ni peor, es simplemente diferente. ¿Te imaginas a los ruandeses diciendo que salgan al sol a bailar o bien prácticas de curación espiritual después del atentado del 11/S? ¿Te ríes? Pues eso es lo que, a veces, hacemos en contextos humanitarios. Es exactamente igual de inadecuado, pero nuestra percepción es que el ruandés y ruandesa están más equivocados. Eso es etnocentrismo.
Al final, cada propia comunidad tiene sus fortalezas, capacidades y mecanismos para hacer frente. Solo tenemos que identificarlos y que de forma natural, se den. Si conseguimos tener proyectos adaptados culturalmente, junto con decisiones geopolíticas a favor de los Derechos Humanos, estamos más cerca de volver a esa normalidad y de tener la Salud Mental que merecemos como personas.
Por eso, las buenas prácticas no es algo accesorio que incorporamos a nuestro ejercicio profesional, sino que es un deber. Tenemos la gran responsabilidad de aplicar intervenciones culturalmente adaptadas. No en la teoría, que siempre queda bien, sino en la práctica real.
Y de paso, entender que comprendemos poco, y sobre todo, que no hay nada malo en ello. Siempre podemos aprender eso.
Pie de Página
¹La fotografía portada habla de ese momento
² Contextos humanitarios es un término que utilizo para aquellos lugares donde se trabaja tanto Cooperación Internacional como Acción Humanitaria.
³ Personas como Pau Pérez, referencia en su trabajo desde 1987 en Nicaragua. El libro clásico “Psicología social de la Guerra” en 1990 de Ignacio Martín-Baró (puedes descargarlo aquí), Clara Uriarte, Alberto Fernández Liria, y un largo etcetera son las personas que iniciaron el movimiento de habla hispana. Si crees que se me escapa alguien o algún movimiento, te animo que lo compartas en los comentarios.
Artículo previamente publicado en AiramVL, y cedido por su autor para su publicación en Psyciencia.