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Publicaciones por mes

junio 2019

45 Publicaciones
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Cómo se ven los adolescentes a ellos mismos?

  • Alejandra Alonso
  • 04/06/2019

Un equipo de investigadores liderados por Emily Hards aplicó el test de las 20 afirmaciones a 822 adolescentes de entre 13 y 18 años, que asisten a 3 escuelas de Inglaterra.

Las instrucciones del test, que evalúa el auto-concepto, dicen así: “Escribe la oración sin terminar ‘Yo soy…’ veinte veces. Ahora piensa para tí mismo ‘quién soy’ y completa tantas oraciones ‘Yo soy…’ como puedas en los siguientes cinco minutos o menos.”

Adicionalmente se les pidió que no pensaran mucho en las respuestas y que no se preocuparan por el orden/importancia de las oraciones.

Existen pocos datos sobre cómo se describen los adolescentes a ellos mismos (o auto-imágenes, como le llamaron los investigadores) de manera sistemática.

En total obtuvieron 6,558 auto-imágenes y, luego de eliminar las redundantes, los científicos concluyeron que los adolescentes produjeron 443 formas diferentes de describirse.

Sus resultados

Las producciones más comunes

Las 20 producciones más comunes fueron: feliz, hijo/hija, gracioso/a, un/una estudiante, jugador/a de deporte, amigo/a, hermana/o, amable, amistosa/o, alguna descripción sobre su apariencia, alguna descripción sobre su altura, cansado/a, deportista, me preocupo por otros, seguro/a, algo sobre su edad, amoroso, inteligente, tímido, alguna descripción sobre el género, callado/a.

Salud mental

En tiempos donde se habla mucho de crisis en salud mental, los investigadores encontraron que la mayor parte de las “auto-imágenes” pertenecían a rasgos de carácter y eran positivas.

Desarrollo

Además, los autores notan que sus resultados son consistentes con teorías del desarrollo que explican que en la adolescencia nos concentramos en nuestro interior psicológico y en la auto reflexión.

Diferencias según el género

Otros datos curiosos fueron que las chicas tendían a proveer más auto-imágenes que los chicos; además se referían a ellas mismas como hijas, hermanas, amigas, algo sobre su apariencia, cansadas, preocupadas por otros, tímidas o calladas con más frecuencia.
Por otro lado, los chicos utilizaban más descripciones relacionadas a los deportes.

Comparación con adultos jóvenes

Uno de los resultados más interesantes fue la comparación con una muestra de adultos jóvenes (entre 18 y 30 años). La principal diferencia fue que, mientras que los adolescentes se describen mayormente en términos de rasgos de carácter, los adultos jóvenes suelen describirse en relación a sus roles sociales (amigo, hijo, etc.).

El grupo de científicos opina que los roles sociales pueden tener más importancia para los adultos que para los adolescentes.

Conclusión

Aunque no debemos olvidar las limitaciones del estudio (realizado en una sola cultura y con un diseño transversal) las imágenes que formamos de nosotros mismos en la adolescencia tienen un impacto duradero. Estudios como este nos ayudan a empezar a comprender cómo las formamos y qué podría ser diferente en las auto-imágenes de personas con depresión, por ejemplo.

La investigación es de libre acceso ya que sus autores esperan que sea una fuente útil para futuros estudios.

Referencias del estudio original: Hards, E., Ellis, J., Fisk, J. & Reynolds, S. (2019), Memories of the self in adolescence: examining 6558 self-image norms. DOI: https://doi.org/10.1080/09658211.2019.1608256

Fuente:BPS

  • Salud Mental y Tratamientos

El TDAH es un trastorno cuantitativo, no cualitativo – Russell Barkley

  • David Aparicio
  • 04/06/2019

En el año 2012 Russell Barkley, uno de los investigadores más reconocidos en el campo del trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH), dictó una completa conferencia en Canadá para el Centre for ADHD Awareness, Canada en la que explicó los conceptos básicos del TDAH y sus componentes específicos.

Entre las cuales resaltan:

El TDAH es una condición que se caracteriza por comportamientos que no son apropiados para la edad. Esto no significa que el comportamiento sea patológico, sino que simplemente es un comportamiento no apropiado para la edad, y los trastornos del neurodesarrollo se diferencian de las psicopatologías (Una desviación seria de la conducta que se puede reconocer en cualquier edad. Por ejemplo, esquizofrenia, bipolaridad, depresión mayor, etc.).

https://www.youtube.com/watch?v=ngIMf-oxPfU&fbclid=IwAR0RDBVxex7-WwiOqNiHBxVVpDpBn_Sw_8PWlYFartMOSWMSEv-Bn2sLgdA

Un trastorno del neurodesarrollo puede explicarse como un retraso de una característica esperada y lo que diferencia a un niño con TDAH de otros niños es el grado del retraso en esa característica. Por lo tanto, los niños con TDAH pasarán por las mismas etapas que los demás pero no al mismo tiempo. Este retraso no significa que sea temporal, sino que es un trastorno crónico en el desarrollo de estos rasgos.

Barkley señala que la diferencia entre un trastorno cuantitativo y cualitativo es muy importante porque muchos libros de autoayuda para padres que hacen referencias y analogías sin sustento científico del tipo: “Su hijo tiene un don que otros no tienen” haciéndolos creer que el TDAH es una condición singular y especial del ser humano en relación con los demás.

En la conferencia Barkley el efecto del TDAH a corto y largo plazo y las características de las personas con este trastornos cuando llegan a la vida adulta.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El CIE-11 incluye al burnout en su clasificación

  • Alejandra Alonso
  • 03/06/2019

Con el objetivo de legitimar un problema cada vez más común, la Organización Mundial de la Salud incluye oficialmente en su manual «Clasificación Internacional de Enfermedades» (CIE-11) al Síndrome de Burnout.

Será ubicado dentro de la categoría “Problemas asociados con el empleo o el desempleo”.

El término fue utilizado por primera vez en 1974 por un psicólogo llamado Herbert Freudenberger, para referirse a los cambios fisiológicos y conductuales observados en trabajadores de una clínica para toxicómanos.

La definición más popular del síndrome es la de Cristina Maslach (quien también realizó un inventario para medirlo), la cual identifica tres dimensiones que lo caracterizan: cansancio emocional, despersonalización y reducida realización personal.

El CIE 11 lo describe como “un síndrome conceptualizado como el resultado de estrés crónico en el lugar de trabajo que no ha sido manejado con éxito. Es caracterizado por tres dimensiones: 1) sentimientos de agotamiento de energía o cansancio; 2) mayor distancia mental del trabajo o sentimientos de negativismo o cinismo relacionados al trabajo; y 3) eficiencia profesional reducida.”

Resaltan que el burnout se refiere específicamente a un fenómeno dado en el entorno laboral. Adicionalmente los profesionales de la salud deben descartar trastornos de ansiedad o estado de ánimo antes de hacer el diagnóstico.

Aunque el CIE 10 ya contaba con un apartado para el burnout, la nueva conceptualización es más detallada y da más legitimidad a las personas que sufren este síndrome. Algunos opinan que se logrará más conciencia sobre este problema ahora que está claramente definido en éste manual, además de resultar en mejor prevención y tratamiento.

¿Quiénes presentan mayor riesgo de sufrirlo?

Los profesionales cuyo riesgo de sufrir del Síndrome de Burnout es más elevado son aquellos que trabajan directamente con personas.

Existen investigaciones que han encontrado niveles de burnout significativos en varias profesiones, entre ellas:

Docentes

Médicos

Enfermeros

Abogados

Psicólogos

Farmaceutas

Guardias de prisión

Policías

Empleados de banco

Críticas

Existen algunos argumentos en contra de este nuevo diagnóstico: hay quienes creen que es peligroso interpretar al agotamiento laboral como una anomalía ya que, al existir una sobrecarga laboral, lo anómalo sería no sentirse así. Se argumenta también que existe una normalización de la «precariedad» y que, aunque el diagnóstico puede traer sus beneficios (por ejemplo, mejoras laborales), también puede acarrear medicalización de la gestión del estrés y cursos de motivación que terminen responsabilizando al trabajador y su actitud, cuando lo que se necesita es reclamar derechos laborales.

Fuente: OMS; El periódico; NPR

  • Salud Mental y Tratamientos

Así es el sufrimiento que produce la depresión posparto

  • Equipo de Redacción
  • 03/06/2019

La maternidad puede ser un motivo de enorme alegría, pero a la vez puede plantear numerosos desafíos y dificultades, especialmente a lo largo del período posnatal, durante el cual se pone a prueba la resistencia física y emocional de la madre.

El 10% de las mujeres embarazadas y el 13% de las madres recientes, aproximadamente, padecen un trastorno mental, con frecuencia depresión o ansiedad. En los países en vías de desarrollo, el 20% de las madres experimentan depresión clínica tras dar a luz.

Las madres que sufren inestabilidad mental tras el nacimiento se enfrentan a dos retos paralelos: adaptarse a la maternidad y lidiar con su problema de salud. Al tratar de mantener el equilibrio puede surgir un conflicto interno, pero el miedo a ser juzgadas y la vergüenza que les produce mostrar lo que están viviendo pueden levantar una barrera que habitualmente les impide pedir ayuda.

La idea de que la maternidad es fuente de luz para las familias se encuentra muy extendida. Sin embargo, la depresión posparto puede producir en numerosas mujeres un estado prolongado de profunda tristeza y una pérdida de interés por la vida, lo cual reduciría su capacidad para cuidar del bebé, y podría despertar conductas autolesivas e incluso tendencias suicidas.

La máscara de la maternidad

Como parte de un estudio, realizamos entrevistas con madres que presentaban problemas de salud mental durante el período posnatal. La investigación se centró en familias a partir de las visitas médicas a estas mujeres en sus domicilios.
Nos encontramos con que, aunque las madres querían ayuda, existía algo que les impedía aceptarla. Sentían miedo, vergüenza y culpa por sufrir problemas mentales siendo madres, y esos mismos sentimientos les llevaban a ocultar su situación a familiares, amigos y profesionales.

La realidad de la maternidad acompañada del sufrimiento de la depresión posparto puede ser difícil de digerir, máxime cuando se espera una inmensa felicidad. Una de las madres con las que hablamos, de 37 años y con un hijo, explicaba lo siguiente:

No sentía ninguna conexión con el bebé, lo que me estresaba aún más si cabe. Pensaba que debía sentir algo, como fuegos artificiales saliendo de mi interior

Este conflicto interno produce en las mujeres que acaban de dar a luz sentimientos de culpa y vergüenza por sufrir una enfermedad mental, que van acompañados de la convicción de que no merecen ser madres. Una de ellas, de 34 años y con dos hijos, nos contaba lo que sentía:

A veces, miraba a los dos niños y no podía parar de pensar en la vida que iba a poder darles y que merecían alguien mejor que yo. Podía pasar días sentada en una silla sin cambiarme de ropa siquiera.

En las entrevistas, las madres hablaban también del miedo que sentían a ser juzgadas por los demás, ya que consideraban que la sociedad relaciona los problemas mentales con una maternidad deficiente. Esta es la experiencia de una madre de tres hijos y 38 años de edad:

Cada vez tenía más ansiedad. Creía que todos alrededor no dejaban de mirarme y pensaban que era una madre horrible, hasta que acabé por creérmelo.

Una de las mujeres hablaba del miedo que tenía a que le arrebataran a su hijo al desvelar cómo se sentía, ya que creía que todo el mundo consideraría que no estaba «en condiciones de ser madre». Muchas de ellas aseguraron haber realizado grandes esfuerzos para esconder su lucha interna, ya fuera ante su familia, sus amigos o la sociedad. Una madre de 32 años con dos hijos lo describía así:

Tienes una máscara que te pones para disimular ante los demás, pero hay días que no quieres disfrazarte, así que te quedas en casa para no ver a nadie.

Por si fuera poco, las madres sienten que mientras que a ellas se las mira con lupa, la gente es más benevolente con los padres, debido a la arraigada creencia de que las mujeres poseen un instinto que les hace amar a sus hijos.

La realidad de la maternidad

La sociedad occidental, hasta cierto punto, ha abandonado los roles de género tradicionales. Aun así, las madres cargan casi exclusivamente con todo el peso de los cuidados de sus hijos. Tal y como demuestran los resultados de nuestra investigación, las mujeres se sienten estigmatizadas y temen ser juzgadas, situaciones que pueden desembocar en el encubrimiento del deterioro de su salud mental.

Nuestro estudio destaca también cómo la falta de sinceridad sobre los asuntos de salud mental puede traducirse en la falta de identificación de estas mujeres como enfermas, por lo que no recibirían la ayuda adecuada. Sin este apoyo, existe el riesgo de que la salud mental se vea aún más deteriorada, lo que resultaría en consecuencias negativas para el conjunto de la familia.

Las administraciones deben comprender el impacto que produce una salud mental deficiente en las madres. Asimismo, deberían crear espacios para que las mujeres se expresaran abiertamente sobre la maternidad y la salud mental en un ambiente en el que no se sintieran juzgadas.

En esta línea, también habría que revisar las expectativas asociadas a la maternidad y abrir el tema al debate público, ya que el esplendor que, dicen, genera ser madre, no se corresponde con la experiencia general de las mujeres que lo son.

Autores: Rachel Leonard, Anne Grant y Mark Linden, investigadores de la Universidad de Belfast – Irlanda.

Artículo publicado en The Conversation y cedido para su publicación en Psyciencia.

The Conversation

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Terapia Cognitivo Conductual para el Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) – Curso online

  • David Aparicio
  • 03/06/2019

Esta es una excelente oportunidad para los psicólogos, psiquiatras y profesionales de la salud que buscan entrenamiento basado en la evidencia científica para ayudar a sus pacientes. En este caso en particular aquellos que sufren del Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG).

El curso — organizado por CETECIC, una de las instituciones más reconocidas de Latinoamérica en el entrenamiento de la Terapia Cognitiva Conductual — constituye una instancia de profundización en la conceptualización, evaluación y tratamiento del Trastorno de Ansiedad Generalizada, uno de los cuadros de mayor frecuencia en las consultas actuales de los psicólogos clínicos.

El curso está organizado alrededor de tres ejes. El primero de ellos se avoca a las precisiones del diagnóstico y de los procesos psicopatológicos específicos del TAG

El segundo eje aborda las características de la evaluación del cuadro mencionado, punto de inicio de un tratamiento adecuadamente conducido.

La tercera parte del curso se dedica al tratamiento propiamente dicho, con especial énfasis en las técnicas terapéuticas con efectividad comprobada empíricamente.

Durante las clases técnicas, se dispondrá de materiales fílmicos en los cuales los docentes muestran cómo se aplican concretamente las técnicas con los pacientes.

Docentes

  • José Dahab: Lic. en Psicología por la Universidad de Buenos Aires. Psicólogo clínico especialista en Terapia Cognitivo Conductual. Docente Titular de «Análisis y Modificación de la Conducta» en la Universidad de Buenos Aires
  • Carmela Rivadeneira: Lic. en Psicología por la Universidad de Buenos Aires. Psicóloga clínica especialista en Terapia Cognitivo Conductual. Ex-Docente de «Análisis y Modificación de la Conducta» en la Universidad de Buenos Aires
  • Ariel Minici: Lic. en Psicología por la Universidad de Buenos Aires. Psicólogo clínico especialista en Terapia Cognitivo Conductual.

Temario

  • Clase 1. Trastorno de ansiedad generalizada: aspectos diagnósticos y teóricos.
  • Clase 2. Trastorno de ansiedad generalizada: la preocupación como conducta de evitación.
  • Clase 3. Trastorno de ansiedad generalizada: procesamiento de información e intolerancia a la incertidumbre.
  • Clase 4. Evaluación Psiquiátrica del trastorno de ansiedad generalizada.
  • Clase 5. Evaluación conductual del trastorno de ansiedad generalizada.
  • Clase 6. El tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada.
  • Clase 7. El tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada.
  • Clase 8. El tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada.

Recursos

  • Clases audiovisuales
  • Lecturas seleccionadas
  • Ejercicios y prácticas
  • Foros de intercambio
  • Certificación digital

No pierdas la oportunidad de mejorar tus conocimientos y habilidades terapéuticas con este completo curso. Para inscribirte y conocer los precios según tu país visita página oficial de CETECIC.

Agradecemos a CETECIC, nuestro sponsor exclusivo de la semana.

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