Isabel Rubio escribe en El País sobre una dinámica que crece en las relaciones actuales: el uso del celular y las redes sociales para controlar a la pareja:
“Hola, mis loquitas tóxicas, vengo con otro tip muy tóxico para ustedes”, afirma una usuaria en TikTok. A continuación, explica cómo averiguar la ubicación de la persona con la que se mantiene una relación a partir de una story —una publicación que desaparece tras 24 horas—. Este y otros vídeos publicados en redes como TikTok, Instagram y Facebook enseñan a los usuarios cómo recibir notificaciones cuando su pareja se conecta a una red social, escuchar sus conversaciones sin su consentimiento, comprobar con quién interactúa, investigar posibles infidelidades o incluso ver los mensajes que ha eliminado. Los expertos advierten que estos trucos, lejos de ser inofensivos, pueden dañar la relación y, en el peor de los casos, acarrear penas de cárcel.
“Controlar a tu pareja, revisar su teléfono, exigir sus contraseñas, seguirle los pasos o condicionar su libertad son formas de violencia psicológica”, asegura Laura Olmedilla Marcos. A esta psicóloga clínica, que trabaja en el gabinete Arturo Soria Psicólogos, estos “trucos tóxicos” le parecen “muy peligrosos”. Organismos como la ONU Mujeres y algunas leyes sobre violencia de género incluyen el control excesivo y la vigilancia tecnológica como formas de violencia psicológica.
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