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Maria Fernanda Alonso

909 Publicaciones
Soy miembro fundador y editora de contenido en Psyciencia.
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Disciplina con intervención mínima en la escuela: ¿se puede implementar el método japonés en otros países?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 02/06/2021

Cuando los más pequeños se pelean, una de las reacciones inmediatas de los adultos es intervenir y mediar en la riña. Por eso, puede parecer contradictorio un método de disciplina que prescinda de tal intervención. Sin embargo, esta es una de las características principales del enfoque de disciplina japonés llamado “mimamoru”, que ve los conflictos entre niños como una oportunidad valiosa para aprender (oportunidad que es arrebatada por los adultos cuando intervienen como respuesta directa e inmediata). Investigaciones han encontrado que este enfoque permite a los más chicos desarrollar habilidades sociales e interpersonales por sí mismos: crea oportunidades para desarrollar la autonomía y fomentar la propiedad de las soluciones (Nakatsubo et al., 2021.).

Qué es mimamoru

El nombre de esta estrategia pedagógica es un acrónimo de las palabras japonesas “mi”, que significa vigilar, y “mamoru”, que significa proteger o guardia. En general, es entendida como «enseñar observando»: los adultos, incluidos los educadores de la primera infancia, permiten intencionalmente que los niños manejen los desacuerdos por sí mismos para promover su aprendizaje a través de la exploración y las acciones voluntarias. Si bien no es una parte oficial del plan de estudios de educación y cuidado de la primera infancia de Japón, se aplica como una guía implícita. 

El enfoque refleja las prácticas de socialización japonesas en el hogar y la escuela, donde es una norma para los adultos esperar que los niños respondan a los problemas y guiarlos para que se apropien de su aprendizaje. Intervenir y juzgar el comportamiento de los niños también puede convertirlos inadvertidamente en buenos y malos, lo que afecta negativamente las relaciones.

Cómo funciona mimamoru

Aplicar la estrategia no significa que los adultos ignoren la seguridad de los niños. Los educadores japoneses intervienen cuando el riesgo de daño físico causado por las peleas es mayor que el beneficio de aprendizaje para los niños.

Mimamoru presenta tres características principales: 

  • intervención mínima temporal para reducir el riesgo inmediato de daño físico; 
  • no intervenir o mantenerse al margen de la pelea para alentar a los niños a resolver su problema; y 
  • la no presencia o dejar a los niños solos una vez que se determina que pueden resolver su problema sin el apoyo de un adulto.

Seleccionar cuál aplicar entre estas tres posibilidades depende en gran medida de la paciencia del educador para equilibrar los beneficios frente a las amenazas, la observación cuidadosa de los comportamientos y la confianza en la capacidad de los niños para aprender de sus propias experiencias.

Una suposición subyacente de esta práctica japonesa es la confianza de los adultos en la bondad inherente de los niños, más específicamente, en su capacidad de aprender a través de las interacciones sociales cotidianas. En otras palabras, los niños aprenden a través de su exploración de la autonomía bajo la protección de los adultos.

¿Puede aplicarse mimamoru en países donde se prioriza la intervención directa e inmediata?

34 educadores de la primera infancia japoneses y 12 estadounidenses participaron en grupos de enfoque que utilizaron métodos de etnografía multivocal modificados con clips de video para analizar la estrategia de no intervención. Después de ver un clip de tres minutos que muestra la estrategia en acción en un preescolar privado en el oeste de Japón, el grupo internacional de educadores discutió las señales no verbales exhibidas por los estudiantes y maestros y el momento de la intervención. 

Los educadores señalaron en el estudio que permitir que los niños experimenten sensaciones como «¡duele!» (dolor físico) o «¡oh, no, no debería haberlo hecho!» (culpa) puede ser un momento de enseñanza con relación a que las peleas físicas no resuelven ningún problema.

¿Puede implementarse el método japonés en otros países?

Los participantes estadounidenses en el estudio plantearon que las políticas para proteger a los niños de cualquier daño físico pueden no permitir que los educadores de su país esperen a que resuelvan sus problemas ellos mismos. Sin embargo, reconocieron que valdría la pena probarlo en sus aulas una vez que obtuvieron el consentimiento de los padres y aplicando algunas modificaciones que se ajusten a los contextos educativos y políticas del país.

Referencia bibliográfica: Nakatsubo, F., Ueda, H., & Kayama, M. (2021). Why Don’t Japanese Early Childhood Educators Intervene in Children’s Physical Fights? Some Characteristics of the Mimamoru Approach. https://doi.org/10.21203/rs.3.rs-356531/v1

Fuente: Science Daily

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Estrategias de reevalución cognitiva pueden mejorar el rendimiento de las personas con ansiedad por las matemáticas

  • Maria Fernanda Alonso
  • 02/06/2021

Cuando hablamos de matemáticas no pensamos en ellas como algo especialmente “emocional”, sin embargo, resulta muy interesante comprender cómo interactúan las emociones en los procesos de aprendizaje: personas que sienten un alto nivel de ansiedad ante problemas matemáticos pueden experimentar grandes dificultades para abordarlos. Un estudio reciente sugiere que utilizar una estrategia de reevaluación cognitiva puede ayudar a las personas ansiosas por las matemáticas a regular sus emociones negativas en torno a tales operaciones. ¿De qué manera? Los hallazgos arrojan evidencia neuronal de que esta reevaluación permite mayor actividad en las regiones del cerebro responsables de la aritmética, allanando el camino para un mejor rendimiento matemático.(Pizzie et al., 2020).

Por qué es importante

La ansiedad matemática se caracteriza por sentimientos de angustia o miedo que surgen cuando se enfrentan tareas matemáticas, de modo que interfiere u obstaculiza la capacidad de una persona para abordar las matemáticas o realizar cálculos matemáticos. Tal ansiedad puede acompañar al sujeto toda su vida y afectar no solo el rendimiento matemático en la escuela, sino también interferir en decisiones cotidianas u otras más trascendentes como qué carrera estudiar, con probabilidades de descartar aquellas que impliquen habilidades cuantitativas como ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

Es importante comprender cómo funcionan estos procesos emocionales en el contexto de la educación, de modo que podamos crear mejores métodos de intervención para ayudar a las personas a tener una experiencia más positiva y reducir el impacto de las emociones negativas en el rendimiento.

Qué metodología usaron

El objetivo de los autores fue explorar una estrategia de intervención que pudiera aliviar los efectos de la ansiedad matemática al enfocarse en su componente emocional. La estrategia que propusieron se centró en la reevaluación cognitiva: la práctica de replantear una situación emocional antes de que tenga la oportunidad de dar su impacto emocional. Propusieron que limitar el componente afectivo de la ansiedad matemática debería liberar recursos cognitivos que luego pueden asignarse a tareas matemáticas.

La muestra estuvo compuesta por 74 estudiantes de entre 13 y 22 años que participaron en un experimento de laboratorio. Los estudiantes presentaron diferentes niveles de ansiedad matemática, según lo medido por un cuestionario al final del estudio. Mientras estaban conectados a un escáner de imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI), los sujetos pasaron por una serie de pruebas en las que se les presentaron problemas de matemáticas o analogías de palabras.

Al comienzo del estudio, los estudiantes fueron entrenados en una estrategia de reevaluación cognitiva que les enseñó a replantear el problema imaginando que se encontraban en un escenario de bajo riesgo (por ejemplo, imaginarse a sí mismos explicando el problema a un amigo) o replantear su respuesta de estrés al problema (por ejemplo, recordarse a sí mismos que la ansiedad puede ser útil y potencialmente mejorar su enfoque en el problema). Para cada bloque de los seis ensayos, se instruyó a los estudiantes para que usaran una estrategia de reevaluación o simplemente abordaran las tareas como lo harían normalmente.

Qué encontraron

En primer lugar, como se esperaba, los investigadores encontraron que los estudiantes con mayor ansiedad matemática se desempeñaron peor en los problemas matemáticos en comparación con aquellos con baja ansiedad matemática. Sin embargo, la estrategia de reevaluación cognitiva pareció reducir las diferencias de rendimiento entre los dos grupos. Los estudiantes con ansiedad matemática obtuvieron mejores resultados en los problemas matemáticos cuando usaron una estrategia de reestructuración, en comparación con cuando abordaron los problemas como lo harían normalmente.

Además, la estrategia de reevaluación pareció ser más eficaz entre aquellos con mayor ansiedad matemática: cuanto mayor era la ansiedad matemática de los estudiantes, más mejoraba su precisión durante los experimentos de reevaluación en comparación con los experimentos en que no se usó la reevaluación. Los estudiantes con mayor ansiedad matemática también tendieron a calificar su experiencia de manera menos negativa en los ensayos de reevaluación.

El hallazgo más interesante fue la evidencia neuronal que encontraron y que podría explicar por qué las estrategias de reevaluación mejoraron el rendimiento matemático de los estudiantes. Primero, los estudiantes que utilizaron la estrategia de reevaluación mientras resolvían los problemas de matemáticas mostraron un patrón de actividad dentro de una red de áreas del cerebro que normalmente se activan durante la reformulación de los estímulos emocionales. Esto sugiere que los estudiantes pudieron aplicar efectivamente la reevaluación cognitiva a las tareas de matemáticas.

Además, entre los estudiantes ansiosos por las matemáticas, las mejoras en el rendimiento matemático que se atribuyeron a la estrategia de reevaluación se relacionaron con una mayor actividad en partes del cerebro involucradas en la aritmética, particularmente el surco intraparietal bilateral. Este hallazgo sugiere que la estrategia de reevaluación mejoró el desempeño de los estudiantes ansiosos por las matemáticas al impulsar la participación de las regiones del cerebro involucradas en la aritmética.

Es decir que al observar la actividad cerebral de los participantes mientras utilizaban la reevaluación cognitiva al hacer cálculos matemáticos, los investigadores encontraron un aumento de la actividad cerebral en las mismas redes de regiones cerebrales que se utilizan para reevaluar los estímulos negativos tradicionales. En otras palabras, aunque los participantes estaban reevaluando matemáticas (contenido que no es considerado como particularmente “emocional”), el equipó registró mayor actividad en las mismas redes de regiones del cerebro que procesan la regulación del afecto negativo mediante la reevaluación.

Limitaciones del estudio

Los participantes de esta investigación completaron las tareas mientras se encontraban en un escáner de resonancia magnética funcional, es decir, que no estaban en un escenario de la vida real en que debían resolver una cuestión matemática.

Además, estaban familiarizados con las tareas utilizadas en los experimentos: problemas aritméticos de orden de operaciones. Usar una técnica como la reevaluación puede ser muy diferente cuando las personas están menos familiarizadas con el material o participan activamente en el proceso de aprendizaje. Por otro lado, es importante tener presente que las personas que experimentan ansiedad por las matemáticas pueden representar un conjunto diverso de antecedentes educativos y experiencias de aprendizaje, y aunque la reevaluación puede ser una técnica flexible para implementar en una amplia variedad de contextos, este estudio no ha abordado cómo estas diferentes experiencias y contextos del mundo real podrían afectar el tipo de resultados que arrojó el estudio.

Más allá de estas advertencias, los autores concluyen que la reevaluación cognitiva se muestra prometedora como estrategia de intervención para mejorar el rendimiento matemático entre los que tienen una alta ansiedad matemática.

Referencia bibliográfica: Pizzie, R. G., McDermott, C. L., Salem, T. G., & Kraemer, D. J. M. (2020). Neural evidence for cognitive reappraisal as a strategy to alleviate the effects of math anxiety. Social Cognitive and Affective Neuroscience, 15(12), 1271-1287. https://doi.org/10.1093/scan/nsaa161

Fuente: Psypost

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Puede el estrés financiero en la juventud ser un factor contribuyente al dolor físico décadas más adelante?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 02/06/2021

La evidencia nos enseña que el dolor físico no es pura y simplemente biológico. Muchos investigadores optan por una mirada biopsicosocial del fenómeno pues se ha encontrado, por ejemplo, que la discriminación, la ansiedad en el trabajo y la tensión mental general contribuyen a la experiencia del dolor crónico (Brown et al., 2018; Neupane et al., 2017). Desde esta base, podríamos pensar que existen múltiples factores capaces de contribuir tanto al dolor físico como al dolor crónico, entendido este como aquel dolor que persiste por semanas, meses e incluso años sin causa clara para ello. Recientemente, investigadores encontraron una relación entre haber sufrido estrés financiero durante los primeros años de la vida adulta y el dolor experimentado 30 años después (Wickrama et al., 2021).

Qué metodología usaron

Específicamente, el equipo estudió la situación de las familias involucradas en la «crisis agrícola» de la década de 1980 en el medio oeste de EE. UU.; este fue un período en el que muchos perdieron sus trabajos, el valor de la tierra se derrumbó y las empresas fracasaron.

Los datos fueron tomados de un estudio longitudinal, que se llevó a cabo durante 27 años e involucró a 508 parejas casadas, todas en la mediana edad al comienzo del estudio en 1991.

Para la investigación actual, tuvieron en cuenta especialmente: una escala de cuatro ítems que midió la tensión financiera familiar en 1991, 1994 y 2001, así como las respuestas de los participantes a ítems relacionados con el estrés financiero (por ejemplo, «tenemos suficiente dinero para pagar el tipo de ropa que necesitamos») en los mismos puntos. La sensación de control fue medida con diez años de diferencia, en 1991 y 2001, y los participantes indicaron cuánto estaban de acuerdo con afirmaciones como «a veces siento que me están presionando en la vida».

Además, el dolor fue evaluado en dos puntos más adelante en el estudio. Los participantes indicaron cuánto dolor habían experimentado en el mes anterior, qué tan intenso era ese dolor y cuánto interfería con la vida y el trabajo. A los participantes también se les presentó una lista de casi 50 condiciones de salud física y se les pidió que indicaran cuáles habían experimentado en el último año; estas iban desde resfriados comunes hasta cáncer.

Qué encontraron

Los investigadores hallaron una correlación entre la tensión financiera familiar y una sensación de control en todos los puntos, es decir, aquellos que experimentaron tensión financiera también sintieron falta de control sobre sus vidas. La tensión financiera y la sensación de falta de control en los puntos iniciales del estudio también se relacionaron directamente con el dolor físico en puntos posteriores, lo que indica que el dolor físico puede ser una consecuencia del estrés no solo al mismo tiempo, sino muchos años después. Aquellos con ingresos familiares más altos tenían menos probabilidades de experimentar dolor físico en general.

Las trayectorias del estrés financiero a lo largo del estudio también fueron relevantes para la experiencia del dolor: aquellos que experimentaron niveles crecientes de tensión financiera durante los años del estudio también experimentaron una disminución correspondiente en su sentido de control durante el mismo período. Este fue el caso incluso cuando se controlaron otros factores, como la edad y la enfermedad física, y también se relacionó con el dolor en los puntos posteriores del estudio.

Advierten los investigadores que no queda claro qué es lo que realmente impulsa el vínculo entre la pérdida de control y el dolor físico. El equipo da algunas sugerencias: por ejemplo, sentirse fuera de control podría llevar a las personas a tomar malas decisiones que, a su vez, provocan dolor o problemas de salud física. El estrés crónico también puede causar cambios duraderos en los circuitos cerebrales involucrados en nuestra respuesta al estrés, por lo que los procesos neurológicos también podrían estar involucrados en producir experiencias de dolor muchos años después de que se experimentó el estrés.

Por otro lado, dentro de las limitaciones del estudio señalan que las personas con ingresos familiares más altos pueden haber tenido la posibilidad pagar una mejor atención médica y tomar decisiones de estilo de vida más saludables en lo que respecta a la dieta, el ejercicio y las prácticas laborales no extenuantes, lo que a su vez podría haberlos hecho menos propensos a experimentar dolor.

Más allá de estas aclaraciones, el estudio sugiere que existe un vínculo directo entre la pérdida de control y factores físicos y emocionales negativos. Y señalan los autores que si bien las intervenciones que aumentan la sensación de control de las personas pueden no mejorar los factores estructurales o sociales que no se pueden cambiar (como una economía pobre o el desempleo), podrían contribuir de alguna manera a mitigar sus impactos físicos y emocionales.

Referencias bibliográficas:

Brown, T. T., Partanen, J., Chuong, L., Villaverde, V., Chantal Griffin, A., & Mendelson, A. (2018). Discrimination hurts: The effect of discrimination on the development of chronic pain. Social Science & Medicine, 204, 1-8. https://doi.org/10.1016/j.socscimed.2018.03.015

Neupane, S., Leino-Arjas, P., Nygård, C.-H., Oakman, J., & Virtanen, P. (2017). Developmental pathways of multisite musculoskeletal pain: what is the influence of physical and psychosocial working conditions? Occupational and Environmental Medicine, 74(7), 468-475. https://doi.org/10.1136/oemed-2016-103892

Wickrama, K. A. S., Klopack, E. T., & O’Neal, C. W. (2021). Midlife family financial strain, sense of control and pain in later years: An investigation of rural husbands and wives. Stress and Health: Journal of the International Society for the Investigation of Stress. https://doi.org/10.1002/smi.3038

Fuente: British Psychological Society

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Síntomas depresivos relacionados con el deterioro rápido de la función renal

  • Maria Fernanda Alonso
  • 31/05/2021

La prevalencia de la depresión es significativa entre adultos de mediana edad y mayores. Esta condición puede ser altamente inhabilitante y contribuye a diferentes problemas físicos y mentales. Investigaciones anteriores han encontrado un vínculo entre los síntomas depresivos y el deterioro rápido de la función renal en pacientes con enfermedad renal crónica (ERC). Esta condición es un factor de riesgo principal para las enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal y mortalidad en todo el mundo. Por lo tanto, la identificación de factores de riesgo más modificables puede reducir posiblemente la enorme carga de la ERC y sus complicaciones relacionadas al llevar a la detección y prevención tempranas.

Para buscar un vínculo potencial en adultos con función renal normal también, un equipo de investigadores examinó información sobre 4763 personas con riñones sanos cuando se inscribieron en Estudio Longitudinal de Salud y Jubilación de China.

Tras analizar los datos, encontraron que aquellos que tenían síntomas depresivos frecuentes eran más propensos a experimentar posteriormente un rápido deterioro de la función renal durante una media de seguimiento de 4 años (Zhang et al., 2021)

Al comienzo del estudio, el 39% de los participantes presentaba síntomas depresivos elevados y, luego de 4 años de seguimiento promedio, 260 (6%) participantes experimentaron un rápido deterioro de la función renal. Hubo una asociación significativa entre los síntomas depresivos al inicio del estudio y la rápida disminución de la función renal durante el seguimiento. 

Después de los ajustes, los participantes con síntomas depresivos frecuentes tenían 1,4 veces más probabilidades de experimentar una disminución rápida de la función renal que los participantes con síntomas depresivos poco frecuentes.

Los autores señalan que si bien el estudio no muestra causalidad, demostró que los síntomas depresivos altos se asociaron significativamente con una disminución rápida de la función renal entre los adultos chinos con función renal normal. Si se confirman más datos como estos, sus hallazgos brindan alguna evidencia para la detección de síntomas depresivos y las intervenciones psicosociales efectivas para mejorar la prevención de la enfermedad renal crónica.

Referencia bibliográfica: Zhang, Z., He, P., Liu, M., Zhou, C., Liu, C., Li, H., Zhang, Y., Li, Q., Ye, Z., Wu, Q., Wang, G., Liang, M., & Qin, X. (2021). Association of Depressive Symptoms with Rapid Kidney Function Decline in Adults with Normal Kidney Function. En Clinical Journal of the American Society of Nephrology (p. CJN.18441120). https://doi.org/10.2215/cjn.18441120

Fuente: Science Daily

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La ansiedad y el estrés de los padres se vinculan con la adopción de estrategias de crianza ineficaces para regular la exposición de los hijos a la pornografía

  • Maria Fernanda Alonso
  • 31/05/2021

Hoy, la pornografía es tan accesible como Internet. Incluso los más pequeños pueden acceder o ser expuestos a contenido pornográfico que, según la evidencia, fomenta la objetivación sexual y se ha relacionado con consecuencias nocivas como la agresión sexual. Esta situación lleva a que muchos padres y madres se sientan asustados, estresados e incluso ansiosos por el hecho de que su hijo o hija ha estado expuesto a la pornografía y, consecuentemente, buscan implementar estrategias para intentar restringir el acceso de sus hijos a este tipo de contenidos. Pero según un estudio reciente, la psicopatología de los padres puede llevar a la elección de estrategias ineficaces que incluso pueden resultar contraproducentes: los padres y las madres con ansiedad o estrés tienen más probabilidades de adoptar un estilo de crianza autoritario y, a su vez, es más probable que utilicen estrategias desadaptativas para regular el uso de pornografía por parte de sus hijos (Efrati & Boniel-Nissim, 2021). 

Qué metodología usaron

Los investigadores plantearon la hipótesis de que  la psicopatología de los padres debería influir en el estilo de crianza, lo que debería conducir a la adopción de estrategias más o menos eficaces para regular el uso de pornografía infantil. Para estudiar este postulado, condujeron una investigación en la que participaron 1.070 padres judíos-israelíes de niños de entre 10 y 14 años. Los sujetos completaron cuestionarios que evaluaban su estilo de crianza, las estrategias que usaban para regular la exposición de sus hijos a la pornografía y sus síntomas de depresión, ansiedad y estrés.

Qué encontraron

Tras analizar los datos recabados encontraron que el estrés y la ansiedad de los padres se asociaron con una mayor probabilidad de adoptar un estilo de crianza autoritario, una forma de crianza caracterizada por un énfasis en la obediencia y el establecimiento de reglas estrictas. A su vez, la paternidad autoritaria se asoció con estrategias de mediación más restrictivas, como establecer reglas estrictas respecto del uso de los medios para regular la exposición de sus hijos a la pornografía.

Los padres con estrés o ansiedad también eran menos propensos a adoptar un estilo de crianza de confianza y autoridad, que pone altas expectativas en los niños pero con la adición de calidez y compromiso. Los padres con este estilo de crianza eran menos propensos a utilizar la mediación restrictiva o estrategias de mediación activa negativa (es decir, métodos que rechazan o critican el comportamiento de un niño).

Las estrategias de mediación restrictivas son ineficaces e incluso resultan contraproducentes al aumentar el comportamiento no deseado, señalan los investigadores. Teniendo esto en cuenta, los hallazgos actuales sugieren que la psicopatología lleva a los padres hacia estrategias menos favorables para regular la exposición de sus hijos a la pornografía, lo que en realidad puede aumentar los comportamientos problemáticos que están tratando de evitar. La mayor ansiedad puede llevar a los padres a canalizar su angustia hacia un estilo de crianza autoritario que, en última instancia, va en contra de sus objetivos.

“Es importante que los padres internalicen que ellos son los ‘adultos responsables’ de los niños y si no les hablan a sus hijos, estos intentarán controlar la sexualidad o la pornografía en las redes de manera irresponsable e incluso arriesgada, dijo el autor principal. La comunicación abierta sobre la sexualidad o la pornografía, la presencia de los padres y la mediación parental activa y positiva son muy importantes para el desarrollo sexual del niño. La sexualidad saludable contribuye a una sociedad saludable.

El conflicto entre la necesidad de resguardar a los niños y adolescentes del consumo de contenido no controlado (como la pornografía) y el desarrollo de la autonomía y la independencia preocupan a los padres. En este contexto es importante estar atentos para no dejar que el estrés y la ansiedad impulsen las decisiones de crianza y, paradójicamente, solo hagan que los niños perciban su sexualidad como algo prohibido o sucio (con el pretexto de protegerle), lo que puede afectar el desarrollo de la sexualidad para hablar de manera saludable y agradablemente. Los autores recomiendan fuertemente un estilo de crianza relajada que fomente la comunicación abierta y la mediación activa.

Los autores reconocen que su estudio no exploró cómo el uso de estrategias de mediación por parte de los padres afectó el comportamiento de sus hijos en torno a la pornografía. Son necesarias investigaciones futuras que examinen la interacción entre las estrategias de mediación de los padres y los resultados de los niños a lo largo del tiempo. Estudios longitudinales futuros deberían analizar también la importancia del tipo de mediación sobre la percepción de la sexualidad entre los niños que ven pornografía.

Referencia bibliográfica: Efrati, Y., & Boniel-Nissim, M. (2021). Parents’ Psychopathology Promotes the Adoption of Ineffective Pornography-Related Parenting Mediation Strategies. Journal of Sex & Marital Therapy, 47(2), 117-129. https://doi.org/10.1080/0092623X.2020.1835759

Fuente: Psypost

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cambios negativos en la alimentación asociados al estrés durante la pandemia por COVID-19

  • Maria Fernanda Alonso
  • 31/05/2021

La evidencia nos muestra que, en general, el estrés puede desequilibrar los hábitos alimenticios así como la motivación para hacer ejercicios o mantener una alimentación saludable. En el contexto actual donde el mundo entero está viviendo gran estrés debido a la pandemia por COVID-19, las medidas de confinamiento, cierres y restricciones, investigadores encontraron que cuanto mayor estrés sufren las personas, más cambios no saludables en la alimentación se asocian a tal situación (Khubchandani et al., 2020).

Por su parte, la Asociación Americana de Psicología informó que el 61% de los adultos encuestados en Estados Unidos reportó cambios no deseados en el peso durante la pandemia: el 42% de los encuestados aumentó un promedio de 13 kilos, y casi el 10% de estas personas ganaron más de 22 kilos. Por otro lado, casi el 18% de los estadounidenses afirmó haber experimentado una pérdida de peso no deseada de 12 kilos en promedio.

Por qué es importante

Comprender por qué y cómo las personas cambian sus comportamientos, y qué estados mentales impulsan o son impulsados ​​por estos cambios, ayudará a las personas a adaptarse mejor y mantener hábitos más saludables, tanto en lo que respecta al estrés como a la alimentación, en el futuro.

Qué metodología usaron

Khubchandani y sus colegas condujeron un estudio transversal online en el que participaron 838 adultos estadounidenses. La investigación incluyó un cuestionario de 30 ítems relacionado con el estrés percibido y las prácticas alimentarias durante la pandemia de COVID-19.

Qué encontraron

A nivel general, los investigadores hallaron que los puntajes de estrés eran significativamente más altos para las personas multirraciales, los hispanos, los empleados a tiempo parcial (a diferencia de los empleados a tiempo completo), las personas solteras, los que vivían en el Medio Oeste, los que eran obesos (antes de COVID-19) y personas menores de 35 años.

En cuanto a los hábitos alimenticios: el ayuno (16%), la alimentación restringida (20%), saltarse comidas (25%) y comer en exceso (39%) aumentaron en comparación con lo que sucedía antes de la pandemia. Lo que resulta interesante es que el 32% de las personas reportó haber mejorado su dieta durante la pandemia (un porcentaje aproximadamente igual al de personas cuyas dietas cambiaron de forma negativa). El estudio no indagó sobre los cambios de estilo de vida que pudieron haber acompañado los cambios en las dietas de los participantes.

Por otra parte, las personas que indicaron los niveles más altos de estrés también fueron los que informaron una peor dieta. Más estrés se asoció con niveles más altos de ayuno, alimentación restringida, saltarse comidas y comer en exceso, lo que significa que básicamente cualquier cambio en la dieta podría correlacionarse con mayores niveles de estrés.

Un próximo paso importante será comprender qué consecuencias psicológicas y conductuales específicas del COVID-19 median la relación entre el estrés relacionado con la pandemia y la mala alimentación. Claramente, una parte significativa de las personas realmente mejoró su dieta en este contexto; los mismos individuos también tenían menos probabilidades de experimentar mayor estrés.

Referencia bibliográfica: Khubchandani, J., Kandiah, J., & Saiki, D. (2020). The COVID-19 Pandemic, Stress, and Eating Practices in the United States. En European Journal of Investigation in Health, Psychology and Education (Vol. 10, Número 4, pp. 950-956). https://doi.org/10.3390/ejihpe10040067

Fuente: Psypost

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Qué le estamos enseñando a nuestros hijos? 3 errores de crianza que ponen en peligro la salud mental de un niño

  • Maria Fernanda Alonso
  • 28/05/2021

Cuando un niño hace un berrinche, decide golpear a un compañero en la escuela, o no cumple con sus responsabilidades, los estilos de crianza que implementen sus madres y padres jugarán un papel fundamental. ¿Por qué? El hecho de que una persona desarrolle o no un trastorno de la personalidad durante el transcurso de su vida está determinado por muchos factores, incluida la genética y la biología. El entorno familiar y la crianza de los hijos pueden aumentar o disminuir la probabilidad de que un niño desarrolle síntomas de trastorno de personalidad más adelante en la vida. 

El Dr. Daniel S. Lobel, psicólogo clínico, llama la atención sobre tres errores de crianza comunes que aumentan la probabilidad de que un niño desarrolle síntomas de un trastorno de la personalidad. Todos estos errores provienen de padres que intentan erróneamente ayudar a sus hijos.

No responsabilizar a un niño por sus elecciones y comportamientos

Es habitual que, guiados por la empatía, muchos padres eximan de responsabilidad a sus hijos por los errores que han cometido. A modo de ejemplo podemos pensar la siguiente situación: una niña les pide un celular nuevo a sus padres y ellos le responden que no necesita un teléfono nuevo porque el que tiene funciona bien. La niña deja caer el teléfono en el inodoro y este se rompe. Luego, sus padres le dan un nuevo celular.

En las escuelas suele pasar que hay estudiantes que presentan un mal rendimiento y culpan a sus docentes. El siguiente diálogo es un ejemplo:

  • Papá: Lucas, escuché en la escuela que estás reprobando matemáticas. ¿Qué está pasando?
  • Lucas: La maestra es mala y me odia.
  • Papá: ¿Qué hiciste para que se enojara contigo?
  • Lucas: Odia a todos los chicos y le gustan más las chicas.
  • Papá: Deberías hablar con ella sobre tus dificultades con las matemáticas.
  • Lucas: Ella me odia. Simplemente me dejará hablando.
  • Papá: Ok. Hablaré con el director y le diré que te cambie a una clase diferente.

Después de hablar con el director, papá se enteró que Lucas no había hecho ninguna tarea durante el trimestre y estaba reprobando por esa razón. Si papá intenta que el director cambie la clase de matemáticas de Lucas de todos modos, está eligiendo proteger a su hijo en lugar de responsabilizarlo por no hacer su tarea, obtener una calificación reprobatoria y culpar a la maestra. Este patrón de culpar a los demás en lugar de asumir la responsabilidad es una característica de los trastornos de personalidad límite y narcisista, y papá le estaría enseñando a Lucas esta forma de afrontar la situación.

Un enfoque más saludable para papá sería responsabilizar a Lucas por sus elecciones y comportamientos; en este caso, su decisión de no hacer sus deberes. El diálogo puede sonar así:

  • Lucas: Entonces, papá, ¿cambiaste mi clase de matemáticas?
  • Papá: Lucas, ¿por qué no me dijiste que no estás entregando las tareas antes de que me reuniera con tu director?
  • Lucas: ¿Ahora me estás culpando?
  • Papá: Solo intento entender por qué elegiste no hacer tu tarea.
  • Lucas: Te dije que la maestra me odia.
  • Papá: ¿Por qué es esa una razón para no hacer tu trabajo?
  • Lucas: ¿Cambiaste de clase?
  • Papá: No. Tú y yo nos reuniremos con tu maestra y el director para determinar los mejores pasos a seguir.

Lucas no disfrutará sentarse con su padre, su maestra y su director, pero aprenderá a asumir la responsabilidad de sus decisiones y comportamientos y a encontrar una solución constructiva. Tendrá la oportunidad de hacer esto en un ambiente de apoyo (escuela) con su padre a su lado. La lección le servirá para siempre.

Fomentar la evitación

Algunos padres enseñan a sus hijos a evitar mientras tratan de protegerlos de situaciones dolorosas o incómodas. Esto a menudo toma la forma de hacer adaptaciones especiales para evitarle molestias a su hijo.

Un caso común se da cuando los hijos le dicen a los padres que no se sienten cómodos viajando en autobús a la escuela. Quizás no les gusta el conductor, los otros niños, o el mismo autobús. Ceder a lo expresado por el niño y llevarlo uno mismo a la escuela para que no tenga que ir en autobús le transmite que no no es capaz de tolerar situaciones incómodas que sus compañeros pueden tolerar. Los niños llegan a verse a sí mismos como rígidos e incapaces de funcionar en circunstancias que son diferentes de lo que quieren o de lo que están acostumbrados. Las personas con rasgos obsesivo-compulsivos presentan esta rigidez.

Un enfoque más saludable es alentar al niño a modificar la situación o alterar la perspectiva para reducir la incomodidad. Un ejemplo de modificación de la situación sería que el niño tomara un asiento diferente o un autobús más temprano. Si esto no es posible, entonces el niño puede alterar su perspectiva al ver el viaje en autobús como una oportunidad para ponerse al día con la tarea o dormir en lugar de sentir la necesidad de participar socialmente.

Reforzar la victimización del niño

Con el propósito de dar apoyo muchas veces los padres sobrevalidan el dolor del niño cada vez que se lastima. En un esfuerzo por ser comprensivos y empáticos, pueden estar reforzando la sensación de que el pequeño es una víctima.

Puede suceder, por ejemplo, que los padres intenten disminuir la experiencia de fracaso o decepción de su hijo. Después de las pruebas para entrar al equipo de fútbol, María quedó afuera; su madre le dijo que eso sucedió porque los entrenadores prefieren a las otras niñas, y que no saben lo buena que es María en el deporte. 

Esto anima a María a sentir que está siendo intimidada o discriminada en lugar de aceptar la probabilidad de que las otras chicas se desempeñaron mejor que ella durante las pruebas.

Reforzar la sensación de que el niño es una víctima aumentará su sentimiento de impotencia y de estar dañado. Estos sentimientos pueden ser perjudiciales para el desarrollo de su autoestima mientras les enseñan a temer todo y a todos. Este es el patrón de pensamiento/sentimiento que se observa a menudo en personas con rasgos de trastornos paranoicos y límite de la personalidad.

Todos los errores de crianza que se comentan en esta publicación son comúnmente cometidos por padres que aman a sus hijos y actúan en lo que creen que es el mejor interés del niño. Sin embargo, los niños aprenden lo que viven, por eso es importante preguntarnos ¿qué le estamos enseñando a nuestros hijos?

Fuente: Psychology Today

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Trabajar muchas horas aumenta significativamente el riesgo de padecer enfermedades graves y muerte prematura

  • Maria Fernanda Alonso
  • 27/05/2021

¿Cuántas horas por semana trabajás? ¿Hace cuánto tiempo? El trabajo es una parte importante en la vida de muchas personas, sin embargo, la evidencia muestra que debemos ser conscientes de la cantidad de tiempo que dedicamos a tales labores: una revisión reciente encontró que trabajar muchas horas está asociado con un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud graves, e incluso la muerte (Pega et al., 2021). 

A lo largo de los años, el trabajo en exceso puede aumentar específicamente el riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca o sufrir un derrame cerebral. Las revisiones fueron realizadas por la Organización Mundial de la Salud, la Organización Internacional del Trabajo y las Naciones Unidas para crear una imagen global de cómo las horas de trabajo afectan la salud y el bienestar.

Qué metodología usaron

Los autores combinaron datos de dos revisiones sistemáticas anteriores que incluyeron 37 estudios sobre enfermedades cardíacas y 22 estudios sobre accidentes cerebrovasculares entre 1970 y 2018. Más de 1,5 millones de personas en total estuvieron representadas en los estudios. 

Qué encontraron

Después de analizar los datos, los investigadores encontraron que trabajar 55 horas o más por semana está asociado con un mayor riesgo de enfermedad. Específicamente, aquellos que trabajan más de 55 horas a la semana tienen un 35% más de probabilidades de sufrir un derrame cerebral y un 17% más de probabilidades de morir de una enfermedad cardíaca en comparación con las personas que trabajan de 35 a 40 horas a la semana.

Aproximadamente 488 millones de personas en todo el mundo trabajan más de 55 horas a la semana, según la revisión. Con base en los datos, los investigadores estiman que 745,000 personas murieron por derrames cerebrales y enfermedades cardíacas en 2016 como resultado de trabajar muchas horas, un aumento del 29% en comparación con los datos del año 2000.

La mayoría de las muertes en el estudio fueron de personas de entre 60 y 79 años que habían trabajado 55 horas o más por semana durante décadas. Es más probable que trabajar muchas horas y las consiguientes consecuencias para la salud afecten más a los hombres y a las personas que viven en las regiones del Pacífico Occidental y Asia Sudoriental.

Finalmente, los investigadores destacan que muchas de las soluciones a este problema de salud global están relacionadas con las políticas gubernamentales y los contratos laborales, especialmente para quienes tienen ingresos más bajos o tienen más de un trabajo para llegar a fin de mes. 

Referencia bibliográfica: Pega, F., Náfrádi, B., Momen, N. C., Ujita, Y., Streicher, K. N., Prüss-Üstün, A. M., Descatha, A., Driscoll, T., Fischer, F. M., Godderis, L., Kiiver, H. M., Li, J., Magnusson Hanson, L. L., Rugulies, R., Sørensen, K., & Woodruff, T. J. (2021). Global, regional, and national burdens of ischemic heart disease and stroke attributable to exposure to long working hours for 194 countries, 2000–2016: A systematic analysis from the WHO/ILO Joint Estimates of the Work-related Burden of Disease and Injury. En Environment International (p. 106595). https://doi.org/10.1016/j.envint.2021.106595

Fuente: Psychology Today

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Ejercitar la gratitud puede mejorar la disposición a participar en comportamientos prosociales durante la pandemia

  • Maria Fernanda Alonso
  • 27/05/2021

Encontrar algo por lo que estar agradecidos en un contexto de crisis global que se ha llevado a personas amadas y libertades que creíamos que nos pertenecían, no es sencillo; sin embargo, ejercitar la gratitud puede tener efectos beneficiosos, como fomentar comportamientos prosociales durante la pandemia. Según un estudio reciente, las personas que reflexionaron sobre las cosas por las que se sintieron agradecidos durante la pandemia más tarde indicaron una mayor disposición a participar en comportamientos prosociales relacionados con la crisis, como ofrecer ayuda a otros y donar alimentos y suministros a quienes lo necesitan (Oliveira et al., 2021).

Los autores partieron de pensar que sentimientos de solidaridad y comunidad podrían ayudar a las personas a regular sus emociones durante la crisis, y quisieron evaluar si un ejercicio de gratitud podría hacer que las personas se inclinaran más hacia el comportamiento prosocial en tiempos de pandemia, ya que estos comportamientos pueden tener importantes beneficios para la salud mental tanto de las personas que los realizan como quienes los reciben. Hipotetizaron que la gratitud debería afectar la prosocialidad al impulsar el afecto positivo, reducir el afecto negativo y aumentar la empatía.

Qué metodología usaron

Decidieron aprovechar la capacidad de las personas para reflexionar sobre las cosas por las cuales sienten gratitud evaluando la efectividad de un breve ejercicio de escritura reflexiva para promover comportamientos prosociales durante la pandemia de COVID-19.

Para ello, distribuyeron un cuestionario entre 533 residentes de Brasil y Portugal que tenían entre 18 y 82 años. 

Al comienzo de la encuesta, los participantes fueron divididos en dos grupos. En la condición de gratitud, los sujetos pasaron 3 minutos reflexionando sobre experiencias recientes que los hicieron sentir agradecidos durante la pandemia. En la condición de control, los participantes pasaron 3 minutos reflexionando sobre las tareas en las que habían trabajado durante la semana anterior.

Luego, los sujetos calificaron el grado en que sintieron cinco emociones negativas y cinco positivas, así como el grado en que sintieron o mostraron aprecio por la bondad, se sintieron complacidos y aliviados y en que se sintieron agradecidos (sentir o mostrar gratitud o placer). Los participantes también calificaron cuánta preocupación empática sentían hacia las personas vulnerables al coronavirus y calificaron su intención de participar en cinco comportamientos prosociales en las próximas semanas.

Qué encontraron

Los investigadores encontraron que el ejercicio de gratitud no tuvo un efecto directo sobre la intención de los participantes de participar en comportamientos prosociales. Sin embargo, el ejercicio de gratitud se vinculó indirectamente con una mejor conducta prosocial a través de la siguiente vía: la reflexión de la gratitud se vinculó con un mayor estado de gratitud, lo que llevó a un mayor afecto positivo y preocupación empática, que luego condujo a un mayor comportamiento prosocial.

Si bien una crisis a gran escala como esta seguramente tendrá consecuencias negativas en la salud mental y física de todas las personas, los hallazgos de este estudio nos muestran que hay formas de mitigar este daño. Señalan los autores que la navegación exitosa de la pandemia aún depende del esfuerzo colectivo para adherirse a las medidas de protección de la salud. La reflexión sobre la gratitud se presenta como una «estrategia rentable que puede hacer usted mismo para aumentar los comportamientos prosociales durante la pandemia».

Referencia bibliográfica:Oliveira, R., Baldé, A., Madeira, M., Ribeiro, T., & Arriaga, P. (2021). The Impact of Writing About Gratitude on the Intention to Engage in Prosocial Behaviors During the COVID-19 Outbreak. Frontiers in Psychology, 12. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2021.588691

Fuente: Psypost

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Los síntomas de salud mental pueden influir en la forma en que las personas responden a los roles de dominio social

  • Maria Fernanda Alonso
  • 26/05/2021

En distintas posiciones de dominio social (dominantes y subordinadas), las personas tienden a responder de formas muy diferentes si presentan síntomas de salud mental. En particular, los síntomas maníacos y los síntomas depresivos están relacionados con respuestas psicológicas y fisiológicas al dominio social (Johnson et al., 2021).

Por qué es importante

Los hallazgos pueden ayudar a los profesionales de la salud a entender cómo estos problemas pueden estar dando forma al mundo social de cada paciente y cómo se sienten al estar en una terapia que es más o menos directiva. 

Qué metodología usaron

Los investigadores llevaron a cabo un experimento de laboratorio con 81 estudiantes de pregrado, que habían completado previamente medidas psicológicas de depresión, ansiedad social, tendencias maníacas y rasgos psicopáticos.

Con el fin de medir las diferentes psicopatologías de la misma manera, el equipo utilizó métodos elegidos cuidadosamente de la psicología social para testear la reactividad a las señales de dominio social. En el laboratorio, los participantes completaron un breve cuestionario sobre el estado de ánimo y luego una «prueba de lectura de la mente en los ojos», mediante la cual les dijeron que evaluaría su capacidad para emitir juicios de personalidad basados ​​en imágenes de los ojos de las personas.

Posteriormente, cada participante fue colocado con otra persona, que en realidad era un cómplice de investigación. Al dúo se le informó que uno de ellos sería asignado como «líder» y el otro sería asignado como «subordinado» en base a sus puntajes de pruebas anteriores. Sin embargo, la asignación fue aleatoria.

El dúo se sentó en una mesa, donde se les indicó que revisaran y discutieran los resultados de la prueba de lectura de la mente en los ojos. El «líder» se sentó en una gran silla de oficina, mientras que el «subordinado» se sentó en una pequeña silla de metal. Después de la interacción, los participantes volvieron a completar un breve cuestionario sobre el estado de ánimo.

Durante el estudio, cada participante fue conectado a un electrocardiograma que midió la arritmia sinusal respiratoria, un indicador fisiológico de angustia.

Qué encontraron

Un primer hallazgo fue que las personas que tenían antecedentes de síntomas maníacos leves mostraron malestar psicológico y fisiológico cuando se les asignó un rol subordinado. Por su parte, las personas que habían experimentado síntomas depresivos se sentían incómodas cuando se les asignaba un papel de liderazgo.

Sin embargo, los altos niveles de ansiedad social y los rasgos psicopáticos no estaban relacionados con la forma en que las personas respondían a los roles dominantes y subordinados. Los participantes socialmente ansiosos tendían a informar una mayor incomodidad independientemente de su posición.

Las respuestas al cuestionario del estado de ánimo y las grabaciones del electrocardiograma proporcionaron evidencia de que el dominio social es importante para comprender la psicopatología, concluyen los autores.

Finalmente, dentro de las limitaciones del estudio señalan el tamaño pequeño de la muestra, y el hecho de que en este trabajo no hubieron diagnósticos de trastornos de salud mental. Más investigaciones son necesarias sobre todo con personas que presentan psicopatías extremas. 

Referencia bibliográfica: Johnson, S. L., Swerdlow, B., Tharp, J. A., Chen, S., Tackett, J., & Zeitzer, J. (2021). Social dominance and multiple dimensions of psychopathology: An experimental test of reactivity to leadership and subordinate roles. PloS One, 16(4), e0250099. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0250099

Fuente: Psypost

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