En un capítulo de la serie Friends, Ross le pregunta a Rachel si puede ver un collar que le había regalado cuando eran novios, y tras una frustrada maniobra evasiva, Rachel le confiesa que lo había cambiado. Ante la indignación de Ross, ella le pregunta -¿no te parece mejor que lo haya cambiado por algo que disfruto y que realmente puedo utilizar?, a lo que Ross responde -¿por qué lo cambiaste?, -Por crédito, susurra Rachel.
Como Ross, muchas veces nos encontramos buscando regalos para un ser querido, y aunque ponemos todo nuestro empeño en esa labor (que sólo finaliza cuando consideramos que encontramos “el regalo perfecto”), puede que no termine siendo del todo exitosa la selección. Una investigación sobre dar regalos, de la Universidad de Cincinnati nos ofrece una estrategia interesante a la hora de hacer presentes.
“Cuando se trata de elegir regalos para personas cercanas, como las parejas, quienes regalan intentan de manera especialmente intensa, ser considerados y demostrar sus conocimientos sobre su pareja,” dice Mary Steffel, investigadora y profesora asistente de marketing en la Facultad de Empresas Carl H. Lindner de la Universidad de Cincinnati. “Irónicamente, estos intentos de ser considerados pueden fallar: encontramos que quienes regalan tienden a elegir tarjetas de regalos más específicos y menos versátiles cuando compran para sus parejas que para sus amigos, pero que los recipiendarios prefieren tarjetas de regalos más versátiles, sin importar que tan cercanos son a quien hace el regalo.”
La investigación cuenta con el análisis de datos de múltiples experimentos donde se pidió a los participantes que se pongan en el rol de un dador o recipiendario, y que luego elijan entre tarjetas de regalos que variaban en cuanto a la especificidad o la versatilidad. Steffel y su equipo también incorporaron datos del mundo real, de múltiples servicios de tarjetas de regalos. Los resultados mostraron que la preferencia del dador, de dar regalos personalizados, con frecuencia le juega en contra.
Cuanto más específicas eran las tarjetas de regalos, más tiempo les llevaba a los beneficiarios usarlas, dijo Steffel. “Los dadores no anticiparon esto. Pensaron que a los recipiendarios les tomaría el mismo tiempo sin importar cuán específicas fueran.”
Así que, si estás sumido en la ansiedad porque mañana es el día de los enamorados y todavía no encontraste el regalo perfecto para tu pareja, tené en cuenta esta estrategia.
Fuente: Science Daily