Un nuevo estudio a largo plazo publicado en Autism encontró que los niños diagnosticados con autismo tienen el doble de probabilidades de presentar problemas gastrointestinales en comparación con sus pares con desarrollo típico, y que estos síntomas tienden a ser más persistentes.
El equipo del MIND Institute (Universidad de California, Davis) siguió a más de 470 niños desde los 2 hasta los 12 años, evaluando síntomas como dolor abdominal, estreñimiento, diarrea y gases. Mientras que dos tercios de los niños con desarrollo típico nunca reportaron estos problemas, solo un tercio de los niños con autismo estuvo libre de ellos. Además, un 30% de los niños con autismo mantuvo síntomas en cada una de las tres evaluaciones, frente a solo un 7% en el grupo de comparación.
El estudio también reveló un efecto acumulativo: a mayor número de síntomas digestivos, mayores dificultades en áreas como sueño, comunicación social, conductas repetitivas y sensibilidad sensorial. Por ejemplo, los niños con varios síntomas mostraron más problemas de ansiedad, depresión, despertares nocturnos y reactividad a sonidos o texturas.
Los autores subrayan la importancia de que clínicos y familias estén atentos a estos problemas físicos, ya que muchas veces los cambios conductuales o emocionales pueden reflejar malestar gastrointestinal que los niños no logran expresar. Detectar y tratar estas dificultades podría mejorar significativamente la calidad de vida y el desarrollo de los niños con autismo.
Referencia: Restrepo, B., Taylor, S. L., Ponzini, M. D., & Nordahl, C. W. et al. (2025). A longitudinal evaluation of gastrointestinal symptoms in children with autism spectrum disorder. Autism. Advance online publication. https://doi.org/10.1177/13623613251362349