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Salud Mental y Tratamientos

1162 Publicaciones

Incluye trastornos, psicopatología y terapias.

  • Salud Mental y Tratamientos

¿Qué demonios son las terapias de tercera ola? Tercera parte

  • Fabián Maero
  • 24/06/2013

¡Bienvenidos! Esta es la tercera entrega de artículos sobre terapias de tercera ola. El primero de la serie, con una descripción general de las terapias de tercera ola y el segundo, sobre terapias basadas en mindfulness, si aún no los han visto pueden ir a leerlos ahora, nosotros esperamos.

Sí, en serio, vayan que esperamos acá.

¿Ya está? Bien, ¡bienvenidos de nuevo!

Para los que han sido demasiado perezosos como para abrir los links (sí, vos, vos y vos), los ponemos al día. En los artículos previos les mostramos este gráfico que muestra los modelos comúnmente incluidos dentro de las terapias de tercera ola, y hemos cubierto hasta ahora una introducción general y las terapias basadas en mindfulness:

Es apropiado que en esta tercera entrega, en la cual describimos la tercera terapia de las terapias de tercera, se trate de una terapia que describe el efecto de los pensamientos sobre los pensamientos.

Dicho sin trabalenguas, hoy  es el turno de Terapia Metacognitiva (MCT, por las siglas en inglés).

Terapia Metacognitiva

Se trata de un modelo perteneciente a la tradición de la terapia cognitiva, desarrollado por Adrian Wells, PhD, profesor en psicopatología clínica y experimental en la Universidad de Manchester  , quien comenzó su carrera  entrenándose como terapeuta cognitivo (se formó con el mismísimo Aaron Beck, nota para los cholulos), y cuyo campo primario de investigación ha sido la atención y el procesamiento de la información.

En un recorrido similar al de otros exponentes de terapias de tercera ola, Wells refiere que desarrolló MCT para dar cuenta de ciertos fenómenos que no eran explicados adecuadamente por los modelos de tratamiento con los que se manejaba :

Desarrollé MCT porque los abordajes de tratamiento anteriores no dan cuenta de algunos aspectos importantes de la cognición, aspectos que repetidamente emergen en pacientes y reportes empíricos de la experiencia mental en el trastorno psicológico.

Preocupación y Trastorno de ansiedad generalizada

Aunque los procesos que propone serían comunes a una amplia gama trastornos, MCT surge ante todo como un modelo explicativo y de tratamiento para el Trastorno De Ansiedad Generalizada (TAG). Para una descripción detallada del TAG pueden visitar este artículo, pero si nos apuran, diremos que es un diagnóstico cuya característica central es la preocupación. Para aquellos de ustedes que no estén familiarizados con las emociones y pensamientos humanos (nuestros lectores extraterrestres o robóticos, digamos), la preocupación es un proceso mental que consiste en una cadena de pensamientos (de naturaleza principalmente verbal, no en imágenes), un proceso acompañado por afectos tales como ansiedad, aprensión y tensión, un patrón cognitivo que suele ser intrusivo, persistente y difícil de detener una vez iniciado.

Ahora bien, la preocupación en el TAG no es cualquier preocupación. Si bien preocuparse es normal (quien esté libre de preocupaciones, que tire la primera piedra),  en el caso de las personas diagnosticadas con TAG la preocupación ocupa más tiempo en su vida, se preocupan acerca de más temas y reportan sentir menor control sobre sus preocupaciones que las personas sin diagnóstico de TAG. Según MCT, el TAG se podría definir como un estado anormal de preocupación. Lo que movilizó los desarrollos de MCT fue la pregunta “¿qué factores contribuyen al surgimiento de este estilo de pensamiento y a la dificultad de detenerlo?”; y es aquí en donde entran en juego las metacogniciones como factor explicativo.

Metacogniciones y trastornos psicológicos

“Metacognición” se refiere a una cognición acerca de una cognición, las creencias acerca del pensamiento. Uno puede pensar algo, tener una cognición (“qué bien que sonaría la Marcha de San Lorenzo tocada con 15000 gaitas”), y también puede tener cogniciones respecto a las cogniciones (“¿qué demonios hago pensando en la Marcha de San Lorenzo y 15000 gaitas?”), es decir, pensamientos respecto a los pensamientos (básicamente, la versión cognitiva de la película Inception)

La terapia cognitiva tradicional sostiene que son las creencias disfuncionales que uno tiene acerca de sí mismo, el mundo y el futuro (la tríada cognitiva) las que llevan a la patología. MCT, en cambio, sugiere que lo perjudicial no son las creencias que una persona tenga (por ejemplo, “el mundo es peligroso”, “soy un inútil”), sino las creencias, positivas y negativas, acerca de los pensamientos (por ejemplo “algunos pensamientos son dañinos”, “estar alerta me ayuda a mantenerme a salvo”, “la preocupación me sirve”).

 MCT propone que las personas con TAG tienen metacogniciones positivas según las cuales la preocupación es un medio efectivo de lidiar con las amenazas (“la preocupación es buena!!”). Gracias a esto la preocupación se utiliza rígidamente como medio de afrontamiento, y cuando luego aparecen metacogniciones negativas respecto a los efectos dañinos de preocuparse(“preocuparse es malísimo!”), todo se va cuesta abajo y conduce a estrategias de control disfuncionales. La persona diagnosticada con TAG considera que preocuparse es incontrolable y dañino, y termina preocupándose acerca de la preocupación. Podrán imaginarse cómo esto puede convertirse en un problema…

 Supongamos que usted ha perdido a su gato (y supongamos que el animal es lo suficientemente querible como para que su extravío represente motivo de preocupación y no de celebración). Eso es lo que llamaríamos un disparador, que lleva a que usted comience a preocuparse como una manera de afrontar la situación, planteándose una serie de preguntas “y si…” (“y si se perdió?”, “y si está en casa del vecino?”, “y si se emancipó legalmente?”),  hasta que usted se sienta capaz de afrontar la situación o sienta que ha cubierto todos los ángulos posibles. Por un lado, entonces, usted siente aumentar su ansiedad al imaginarse a su gato emancipándose legalmente, pero también la preocupación puede hacer que su ansiedad disminuya si llega a ese punto en el cual se siente capaz de afrontar la situación. Esta preocupación es la que MCT denomina preocupación tipo 1, la preocupación sobre eventos externos o sobre síntomas no-cognitivos, que en este punto no es considerada patológica.

 Ahora bien, la historia no termina aquí. Hay una serie de circunstancias que pueden contribuir a que la preocupación tipo 1 sea considerada perjudicial por quien la experimenta, es decir, que aparezcan metacogniciones negativas respecto a la preocupación. Por ejemplo, la preocupación puede hacer que sea difícil regular las propias emociones y entonces se empieza a experimentar como peligrosa, algo de lo cual deshacerse.  O uno puede aprender a través del contexto social que la preocupación y el estrés son peligrosos. En cualquier caso, aparece una evaluación negativa de la preocupación, que básicamente dice que la preocupación es incontrolable y peligrosa. Estas creencias llevan a que usted desarrolle una preocupación de tipo 2, una preocupación sobre la preocupación. Ya no será sólo una preocupación del tipo “qué le habrá pasado a mi gato”, sino que además estará la preocupación de tipo 2, diciendo “si me sigo preocupando me voy a enfermar (y además el condenado gato no aparece)”. Una vez que se activan estas creencias y la preocupación de tipo 2, la emoción negativa (ansiedad en este caso) aumenta, lo cual a su vez refuerza las ideas de que la preocupación es peligrosa, lo cual aumenta la ansiedad, etc…

En este punto,  el pobre gato pasa a segundo plano, y usted, además de estar preocupado sobre la preocupación, comienza llevar a cabo estrategias de evitación conductual para controlar o evitar la preocupación: evita situaciones,  busca reaseguros, consume alcohol, evita información, etc. ¡La imaginación es el límite! Otra cosa que quizá intente en ese momento es intentar controlar sus pensamientos, intentando no pensar en cosas que disparen su preocupación. Y esto, como hemos detallado en otro artículo, es una muy, muy mala idea, dado que el control voluntario sobre los pensamientos no sólo no suele ser efectivo, sino que además tiende a hacer que esos pensamientos indeseados aumenten en frecuencia e intensidad.

Sí, a veces nuestra mente nos odia.

En este esquema, la imposibilidad de suprimir pensamientos también contribuye a afirmar la creencia de que la preocupación es incontrolable y peligrosa…

El modelo teórico explicativo de MCT se denomina S-REF (Modelo de Auto-regulación de la función ejecutiva), y al patrón de respuesta frente a las experiencias internas que termina intensificando las emociones negativas, se lo denomina CAS (Síndrome Cognitivo Atencional, por las siglas en inglés), e incluye:

  • Preocupación y rumiación
  • Fijación atencional en las amenazas
  • Conductas de afrontamiento disfuncionales (evitación, control de pensamientos)

Intervenciones

Las intervenciones de MCT abarcan un amplio espectro de herramientas. Por un lado, MCT utiliza estrategias de cambio cognitivo pertenecientes a la terapia cognitiva “clásica”, como el diálogo socrático, examinar la evidencia y la contraevidencia, etc., pero en lugar de ser aplicadas sobre las cogniciones, son utilizadas con el objetivo de modificar las metacogniciones positivas y negativas, como también el proceso de pensamiento.

Por otro lado, MCT utiliza intervenciones experienciales similares a las que encontramos en otros modelos terapéuticos de tercera ola. Por ejemplo, la Técnica de Entrenamiento Atencional (ATT, por las siglas en inglés), que consiste en ejercicios en los que se utilizan sonidos ambientales con el objetivo de entrenar desapego y flexibilidad sobre la localización de la atención. En este video se puede escuchar un ejemplo aproximado de cómo se lleva a cabo (el video está en inglés, pero a partir del minuto 1.00 se puede escuchar el ejercicio en sí). El objetivo último es permitir la flexibilidad de la atención y mejorar el control metacognitivo del procesamiento.

MCT promueve una forma de respuesta frente a los eventos mentales que se denomina Mindfulness Desapegado (Detached Mindfulness, DM), un estado de procesamiento alternativo al CAS en el cual la persona simplemente: 1) está atenta a los pensamientos, y 2) no intenta afrontarlos ni cambiarlos y los percibe como separados de sí misma.  Toda una serie de técnicas en MCT se utilizan para generar este estado, técnicas tales como la asociación libre (no confundir con la técnica psicoanalítica del mismo nombre), en la cual el terapeuta lee una serie de palabras al paciente, a quien se le pide que deje fluir su mente sin intentar controlar pensamientos o emociones; también incluye ejercicios de observación de pensamientos, el uso de metáforas, entre otras.

Cerrando

Dentro del panorama general de las terapias de tercera ola, MCT es el modelo que más claramente pertenece a la tradición cognitiva. El modelo teórico de MCT, a la vez que utiliza el marco general de los abordajes cognitivos, hace énfasis en los estilos de pensamiento, en la relación con la actividad mental, más que en el contenido de los pensamientos, un desplazamiento que encontramos de manera similar en otros modelos de tercera ola.

Respecto a la aplicación, MCT utiliza técnicas e intervenciones estrechamente relacionadas con terapia cognitiva pero aplicadas directamente en el nivel metacognitivo, además de aplicar estrategias que comparten similitudes con estrategias utilizadas por otros modelos de tercera ola, tales como el entrenamiento atencional, las prácticas para promover mindfulness desapegado, el uso de metáforas, etc.

Como decíamos en el primer artículo de esta serie, el término “terapias de tercera ola” se refiere más a un espíritu de época que a una orientación teórica determinada. Y como observación personal, quizá el espacio de las terapias de tercera ola sea de los más adecuados para fomentar un diálogo abierto, atento y abierto a la evidencia, entre diversos abordajes cuyo objetivo último es contribuir a una vida mejor.

Click aquí para ir a la cuarta parte

Imagen:  vl8189 en Flickr

  • Salud Mental y Tratamientos

¿Cómo construir un psicoanálisis contemporáneo?

  • Luis Hornstein
  • 20/06/2013

¿Cómo construir un psicoanálisis contemporáneo, abierto a los intercambios con otras disciplinas y al desafío que impone cada coyuntura sociocultural? Necesitamos entender los fenómenos psíquicos y las dimensiones subjetivas de los procesos sociales. Pero abundan los reduccionismos. Intercambiar con los que piensan diferente no es una mera cuestión de buenos modales. Es la única manera de estar intelectualmente vivos. El psicoanálisis está en las fronteras. Fronteras de sí mismo con las otras disciplinas. Ahora, cuando se advierten signos de agotamiento del discurso psicoanalítico, recordemos que el espíritu de la época no nos pertenece sino que nosotros le pertenecemos. El psicoanálisis no es una isla. Es una práctica entre otras, a las que afecta y por las que es afectada. Más que insertar al psicoanálisis en la cultura se trata de asumir lo obvio. ¡Está inserto!

El psicoanalista no se alimenta sólo de psicoanálisis. Vean, si no, la lista de los autores leídos por Freud, poetas, filósofos, literatos, historiadores, políticos, biólogos. Vean cómo mantiene el timón en el mar embravecido de tanta lectura, que a otro llevaría al eclecticismo. Podemos atribuirlo a su genio. Prefiero atribuirlo a su coraje, no menos indudable.

El psicoanalista no se alimenta sólo de psicoanálisis

La multidisciplina es cosa seria. No basta con una pátina de sociólogo, de químico o de matemático. Más que de improvisarse sociólogo, se trata de reflexionar sobre la inserción social del psicoanálisis. Nadie es etnólogo en su propia sociedad; pero es fundamental entender el psicoanálisis como un conjunto teórico-práctico y cuya lógica de difusión y cuyas funciones en relación con el conjunto de prácticas que con él coexisten dentro del mismo campo social hay que dilucidar. Sin academicismos. El academicismo actúa como si las escuelas fueran eternas, como si la tradición nunca hubiera variado. Daña la libertad, la originalidad, la invención y la audacia. Es regodearse en el estilo culto o universitario.

De la esclerosis a la innovación

El psicoanálisis está en crisis. Arrastra el peso muerto de los análisis “ortodoxos”, con su técnica esclerosada y su falta de swing. Lo novedoso, lo creativo tiene que hacerse un espacio en una tradición que privilegia lo instituido.

La marca registrada “psicoanálisis clásico” intenta preservar un monolitismo que ya no existe. Propone un psicoanalista “objetivo” como garante de la ortodoxia. No vio que los afectos del psicoanalista son necesarios para acceder al inconciente del analizando.

Mediante su implicación el analista multiplica potencialidades y disponibilidades proporcionando una caja de resonancia a la escucha. La contratransferencia es producción (y no reproducción) del espacio analítico, si concebimos al psiquismo como sistema abierto auto-organizador que conjuga permanencia y cambio.

Freud dialogaba con los pacientes. Está documentado. La ortodoxia es una máquina de impedir: borra el espacio para la imaginación, pontifica que el pasado determina absolutamente el presente, sobredimensiona la transferencia, ritualiza la diversidad. Hay una brecha creciente entre lo que se legisla en las instituciones y una praxis enfrentada con apremiantes demandas. Hay demasiadas diferencias entre lo que se hace con los pacientes y una producción escrita redundante que tiene por función proveer contraseñas de pertenencia. Hagamos de la brecha una herida dolorosa

Una práctica innovadora se redujo a una técnica estereotipada. Sin embargo, hace mucho que algunos analistas trabajan con modalidades técnicas variables. Y, en cuanto a estilos, a veces es eficaz un estilo activo, ocasionalmente de confrontación. A veces, uno expresivo. A veces, uno más silencioso e interpretativo. Con determinado enfoque un paciente se siente seguro y “contenido” y otro se siente amenazado.

El psicoanálisis está en crisis. Arrastra el peso muerto de los análisis “ortodoxos”…

Freud como los buenos músicos, improvisaba. Improvisaba porque tenía con qué. (¿No nos estará faltando el “con qué”?) Después el psicoanálisis se militarizó y marcó militarmente el paso, el paso de ganso. Se hipotecó atándose a criterios formales. Responder a preguntas del paciente, sostener una conversación amigable, dar la mínima información personal estaba vedado. A ese psicoanálisis petrificado (y por suerte no siempre ejercido) se lo beatificó con adjetivos supuestamente positivos: “ortodoxo”, “clásico”, cuando no era más que una “idealización” retrospectiva, un photoshop de Freud… Una caricatura sin humor y sin creatividad.

El psicoanálisis debe ser divertido, decía Lacan en sus comienzos. Tiene la alegría de la creación. Es una aventura del pensamiento, eso ya lo había notado Freud al definirlo para una enciclopedia. Claro que hay analistas con furor curandis pero no son más peligrosos que los analistas con furor apaticus. Freud es activo, no activista. En ninguna parte de sus escritos hay una afirmación que justifique esa arrogancia autosuficiente. Ese silencio despectivo que parece de buen tono cultivar. Esa postura oracular conjugada con una apatía mortífera. El analista que propone Freud se asemeja más bien a un trabajador empeñoso, dispuesto a ayudar al otro a desatascarse. Nada que ver con el observador no participante. Participa desatascando.

Freud murió con las botas puestas

Los cambios tecnológicos y culturales parecen haberse acelerado. Muchos habitantes del mundo globalizado están en la miseria. Otros son víctimas de la desocupación. Las papas queman. Pero mientras Freud vivió, él se hacía cargo del horno. La suya no era una teorización apoltronada. Ni siquiera afirmaba que la última idea volvía obsoleta a la anterior. Menos aún afirmaba que la última idea era la infalible. La muerte lo encontró con las botas puestas.

Después de esa muerte, las papas siguieron quemando. Debido al nazismo, los analistas centroeuropeos se desparramaron por otros países. Debido al estalinismo, el psicoanálisis no entró en la URSS. Por razones políticas y culturales casi no hay psicoterapia en China. En Francia un psicoanálisis aletargado fue sacudido por la “vuelta a Freud” y vuelto a aletargar, ahora de una manera más glamorosa por los epígonos de Lacan. Como en el boxeo, hay muchas federaciones mundiales de psicoanálisis.

Un psicoanalista es singular cuando su clínica y sus otras producciones lo muestran, no cuando detenta un rasgo diferencial hecho de emblemas y fueros. El lugar para desplegar los gustos es la lectura, el estudio. Privilegiamos inevitablemente ciertos aspectos de la teoría. En la clínica, en cambio, el que privilegia es el paciente y nosotros somos tan todo-terreno como podamos con la única restricción de nuestra capacidad. La clínica actual nos lleva a conjugar rigor metapsicológico y plasticidad técnica en lugar de técnica rígida y confusos fundamentos. Los fundamentos no son dogmas sino ideas-fuerza, ideas para producir ideas.

¿Quién podría negar que, poco o mucho, Winnicott, Klein, Piera Aulagnier, Lacan (y la lista continúa) son hoy imprescindibles? Entonces hay que leerlos directamente, no en la versión que otros dan de ellos. (Lo que puede ser discutible, pero interesante, es en qué medida a cada uno.) Una lectura variada no tiene por qué ser un caos, si se advierten y respetan los distintos ejes conceptuales. Una condición para respetar la diversidad es poder manejarla. Casi como prestidigitadores. O el psicoanálisis acepta el cambio o se muere. No es una declaración apocalíptica. Es lo que les pasa a cualquier ser vivo o a cualquier ser teórico.

*Artículo de opinión: una opinión es una creencia subjetiva, y es el resultado de la emoción o la interpretación de los hechos. Una opinión puede ser apoyada por un argumento, aunque las personas pueden dibujar las opiniones opuestas de un mismo conjunto de hechos. Este artículo representa la opinión del autor y no necesariamente de aquellos que colaboran en Psyciencia.

Imagen: Espacio Psicoanálitico

  • Salud Mental y Tratamientos

El ciclo de la experiencia en terapia Gestalt – El proceso de contacto

  • Clotilde Sarrió
  • 20/06/2013

Los autores Erving Poltser & Miriam Poltser, Zinker y Katzeff de la escuela de Cleveland representaron en un circulo a la experiencia de contacto denominándolo : “Ciclo de la Experiencia”.

Para la Terapia Gestalt, el llamado ciclo de la experiencia es el núcleo básico de la vida humana, dado que ésta no es más que la sucesión interminable de ciclos. También se le conoce como el “Ciclo de la autorregulación organísmica”, pues se considera que el organismo sabe lo que le conviene y tiende a regularse por sí mismo.

La conceptualización de este ciclo pretende reproducir cómo los sujetos establecen contacto con su entorno y consigo mismos. Explica también el proceso de formación figura/fondo: cómo surgen las figuras de entre el fondo difuso, y cómo una vez satisfecha la necesidad dicha figura vuelve a desaparecer.

El ciclo de la experiencia se inicia cuando el organismo, estando en reposo, siente emerger en sí alguna necesidad; el sujeto toma conciencia de ella e identifica en su espacio algún elemento u objeto que la satisface, vale decir, que dicho elemento se convierte en figura, destacando sobre los demás que son el fondo. Acto seguido, el organismo moviliza sus energías para alcanzar el objeto deseado hasta que entra en contacto con él, satisface la necesidad y vuelve a entrar en reposo nuevamente.

En el esquema clásico del ciclo se identifican seis etapas sucesivas:

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  • Salud Mental y Tratamientos

Doce puntos a considerar al realizar un diagnóstico psiquiátrico

  • Fabián Maero
  • 18/06/2013

El tema del diagnóstico psiquiátrico siempre es combustible para arduas y aburridísimas discusiones en los foros psicológicos. Uno puede sentarse y contemplar como vuelan, cual objetos contundentes en una pelea de bar, los términos «DSM», «estigmatización», «laboratorios», «subjetividad», entre alusiones veladas a la profesión de la madre del profesional que sostiene la opinión contraria.

No hay un solo sistema de diagnóstico (si bien el DSM quizá sea el más conocido), como tampoco hay una sola manera de llevarlo a cabo. Y al final del día, un diagnóstico puede ayudar mucho a una persona que sufre (asegurándole un tratamiento en lugar de otro, por ejemplo) -o fastidiarla para todo el viaje (asegurándole un tratamiento en lugar de otro, por ejemplo…).

No hay un solo sistema de diagnóstico

Lo cierto es que estemos a favor o en contra de su existencia, los diagnósticos son moneda corriente e ineludible dentro del ámbito psi, y hay algunos puntos que se pueden tener en cuenta para que sea una herramienta útil dentro del proceder psicológico.

A continuación, y porque los cuidamos y los queremos, compartimos con ustedes una serie de consejos breves respecto al noble y a veces ingrato oficio de diagnosticar a otros seres humanos, por parte de A. Frances, que ha dedicado una buena parte de su vida a trabajar sobre ello. Esperamos que les sean útiles.

1) Cuanto menos severa es la presentación del caso, más difícil es de diagnosticar. No hay una línea que separe claramente la populosa frontera entre el trastorno mental y la normalidad. Los problemas más moderados a menudo se resuelven espontánteamente y sin necesidad de diagnóstico ni tratamiento.

2) Ante la duda, es más seguro y más acertado infra-diagnosticar. Es más fácil  incrementar luego la gravedad del diagnóstico que bajar la severidad de un diagnóstico ya realizado.

3) Los niños y adolescentes son especialmente difíciles de diagnosticar. Su historial es breve, tienen diversas tasas de maduración, pueden estar usando drogas, y son muy reactivos a estresores familiares y ambientales. El diagnóstico inicial probablemente sea inestable e inapropiado.

Tomate el tiempo y el esfuerzo. Lleva tiempo efectuar el diagnóstico correcto

4) Los ancianos también son difíciles de diagnosticar. Sus síntomas psiquiátricos pueden estar causados por enfermedades médicas y neurológicas y son propensos a los efectos secundarios, interacciones y sobredosis de los medicamentos.

5) Tomate el tiempo y el esfuerzo. Lleva tiempo efectuar el diagnóstico correcto –dedica el tiempo adecuado para cada entrevista y repite las entrevistas a lo largo del tiempo para ver cómo las cosas van evolucionando. Excepto en presentaciones “clásicas”, un diagnóstico rápido es usualmente un diagnóstico incorrecto.

6) Obtene toda la información que puedas. Nunca una sola fuente es completa. La triangulación de datos de múltiples fuentes de información lleva a un diagnóstico más confiable.

7) Considerá diagnósticos previos –pero no los creas ciegamente. Basados en su duración, los diagnósticos incorrectos tienen una vida media extensa y una desafortunada capacidad de permanencia. Siempre hacé tu propia evaluación cuidadosa del curso longitudinal completo de la persona.

8) Revisa constantemente el diagnóstico. Esto es especialmente necesario cuando alguien no se está  beneficiando del tratamiento basado en ese diagnóstico. Los clínicos pueden tener “visión de túnel” una vez que han fijado un diagnóstico, creyéndolo ciegamente y permaneciendo inmunes a toda información contradictoria al mismo.

Revisa constantemente el diagnóstico

9) Hipócrates dijo que conocer al paciente es tan importante como conocer la enfermedad. No te enredes tanto en los detalles de los síntomas como para perderte el contexto en el cual ocurren.

10) “Si oís ruido de cascos, pensá en caballos, no en cebras!” Esto es, cuando estés en duda, elegí lo más probable. Los diagnósticos exóticos pueden ser atrayentes, pero casi nunca se ven en la clínica. Quedate con los usuales.

11) Un diagnóstico acertado puede acarrear grandes beneficios; un diagnóstico inapropiado puede ser desastroso.

12) Recordá siempre el duradero dictamen de Hipócrates: ante todo, no dañar.

(Extraído de «Essentials Of  Psychiatric Diagnosis”, por Allen J. Frances» y traducido por Fabián Maero)

Imagen: Martin Reynolds

  • Salud Mental y Tratamientos

Imágenes cerebrales predijeron si la terapia o la medicación mejorarían los síntomas de la depresión

  • David Aparicio
  • 17/06/2013

Exploraciones pre-tratamiento de la actividad cerebral lograron predecir si los pacientes deprimidos lograrían una mejor remisión a través de la medicación antidepresiva o psicoterapia. Estos fueron los resultados de un estudio de McGrath CL et al., 2013 presentados el 12 de Junio en la revista JAMA Psychiatry.

Helen Mayberg, médica del Emory University en Atlanta y directora de la investigación explicó:

“Nuestro objetivo es desarrollar biomarcadores confiables que correspondan a un paciente individual, ofreciendo  la opción que más probabilidades tenga de ser exitosa para el tratamiento, evitando al mismo tiempo aquellos que son ineficaces.”

En la actualidad, solo se puede saber por medio de la prueba y el error, si un paciente en particular con depresión responderá mejor a la psicoterapia o a la medicación. En ausencia de una orientación objetiva que pueda predecir la mejora del paciente, los clínicos y los pacientes optan por probar por un periodo de un mes o dos para ver si funciona el tratamiento elegido. Como consecuencia, alrededor del 40% de los pacientes logran la remisión, luego de un tratamiento inicial. Sumado a ello, esta modalidad representa altos costos en términos de sufrimiento humano y gastos médicos.

*Para activar los subtítulos, debes hacer click en el botón CC del reproductor de Youtube.

Thomas R Insel, director del NIMH y conocido defensor del diagnóstico basado en la biología sostuvo que aunque las imágenes cerebrales siguen siendo principalmente una herramienta de investigación, estos resultados parecen ser prometedores a la hora de ayudar en la toma de decisione clínicas.

Se sabe que la ínsula anterior, juega un rol fundamental en la regulación del estado de ánimo, la conciencia de sí mismo, la toma de decisiones y otras tareas de pensamiento. Los cambios en la actividad de la ínsula han sido observados en diversos estudios sobre tratamientos de la depresión, medicación, entrenamiento en mindfulness, estimulación del nervio vago y la estimulación profunda del cerebro.

Con los datos mencionados, el  equipo de Mayberg buscó identificar un biomarcador que podría predecir qué tipo de tratamiento beneficiará a un paciente sobre la base del estado de su cerebro. Por medio de un escáner de tomografía por emisión de positrones (PET) se recolectaron imágenes pre-tratamiento de la actividad cerebral en reposo de 63 pacientes deprimidos. Luego, compararon la actividad del circuito cerebral con pacientes que habían logrado la remisión después de recibir tratamiento y con los que no la lograron.

Los resultados mostraron que la actividad específica de la ínsula anterior funcionó como predictor fundamental de los resultados de dos formas estándar de tratamiento para la depresión: terapia cognitivo-conductual (TCC) o el escitalopram, un inhibidor de la recaptación específica de la serotonina (ISRS). Si la actividad cerebral de los pacientes antes del tratamiento fue baja en la parte frontal de la ínsula, en el lado derecho del cerebro, entonces, la remisión era más alta por medio de la TCC y había una pobre respuesta al escitalopram. Por el contrario, si había una hiperactividad en la ínsula, la remisión se lograba con el escitalopram y había una mala respuesta a la TCC.

Mayborg concluye que si estos resultados son confirmados por estudios de replicación, entonces podría convertirse en una herramienta clínicamente útil para guiar las decisiones de tratamiento inicial por el más eficaz y ofrecer un primer paso hacia medidas de tratamiento personalizado para el trastorno depresivo mayor.

Fuente: NIH
Imagen:  fakelvis en Flickr

  • Salud Mental y Tratamientos

Respecto de la controversia sobre la clasificación de los trastornos psicológicos

  • Alba Elisabeth Mustaca
  • 13/06/2013
clasificación de los trastornos

Recordemos que los intentos de clasificar las “enfermedades mentales” no son recientes. En la Mesopotamia consideraban a los enfermos mentales como poseídos por el demonio y eran tratados con métodos mágico-religiosos.

Se considera que es recién en Grecia donde los trastornos psicológicos se comienzan a estudiar más objetivamente separándolos de las religiones, aunque hay antecedentes previos en Egipto.

En la introducción de cada manual se aclara que son clasificaciones descriptivas

Hipócrates hizo una de las primeras clasificaciones de la personalidad. También fue el primero en describir y clasificar enfermedades como la epilepsia, la manía, la paranoia, el delirio tóxico, la psicosis puerperal, las fobias y la histeria.

En Roma siguieron las filosofías griegas estoica y epicúrea, que postularon que las pasiones y deseos insatisfechos actúan sobre el alma produciendo enfermedades mentales, que pueden controlarse alcanzando un estado mental sin perturbaciones o “ataraxia”.

Haciendo un salto en la historia, el primer manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM), se editó en 1954 por la necesidad de establecer algunas clasificaciones más confiables que las que existían en ese entonces, de modo de mejorar la comunicación entre investigadores y terapeutas.

En la introducción de cada manual se aclara que son clasificaciones descriptivas que intentan generar consenso de acuerdo a los conocimientos actuales. Lo desarrollan en basándose a series de criterios de expertos buscando confiabilidad entre ellos mediante la estadística. Para ello envían cuestionarios a psicólogos y psiquiatras solicitando que indiquen rasgos característicos de cada categoría de trastornos. Hasta yo he recibido uno de esos cuestionarios (lo que indica que no omiten a los latinoamericanos). En ese sentido, aún estamos muy lejos de tener clasificaciones que impliquen causalidad.

Por el artículo de Benito (2013) me entero que el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos (NIMH) propone abandonar la clasificación del DSM.

“El rechazo se sostiene en una continuidad científica. El mensaje es:”hay que seguir investigando para crear métodos de evaluación alternativos” (pág.1).

Con esa idea lanzan el proyecto denominado Research Domain Criteria (RDoC, Investigación sobre Criterios de Campo, en castellano) que consiste en hacer una clasificación basada en enfoques neurobiológicos y genéticos.

Opuesta a esta visión, la Sociedad Psicológica Británica (BPS), propuso un “cambio de paradigma “y abandonar los criterios diagnósticos en pos de una evaluación clínica contextual. Hacen referencia a las evidencias de las limitaciones del diagnóstico psiquiátrico como herramienta para el tratamiento en niveles de la calidad de atención, experiencia del usuario y recuperación. La nueva propuesta hace énfasis en la función del psicólogo para realizar evaluaciones psicológicas y para preparar e intervenir teniendo en cuenta factores psicosociales y biológicos (Benito, 2013).

De estos datos interpreto que en ambas posiciones hay una crítica al DSM, uno propone crear clasificaciones basadas en investigaciones neurobiológicas y genéticas y el otro por uno fundado en un enfoque psicosocial. Para ambos objetivos se requiere la realización de investigaciones previas, que, por la envergadura de la problemática, obtendrá resultados a largo plazo.

Analicemos primero las críticas al DSM. Ambas posiciones (NIMH vs. BPS), tienen razón. Sin embargo, le critican al DSM cuestiones que exceden los objetivos para lo que fue creado. El DSM hace clasificaciones descriptivas, como lo enuncia al principio de cada edición. Es y será útil mientras no se desarrollen otras que apunten a la causalidad de los trastornos psicológicos.

Sin embargo, a pesar de sus limitaciones, hay que destacar y valorar los aportes del DSM. Ha logrado que la comunicación entre colegas sea un poco menos ambigua. En función de ello y otros desarrollos se inició el movimiento de las terapias con apoyo empírico (TAEs). En ese sentido, aunque falta mucho camino a recorrer, hemos logrado un avance enorme en el mejoramiento y la unificación de las intervenciones psicológicas mediante las listas de TAEs a las que todo el mundo puede acceder con sólo tener una computadora conectada a Internet.

La otra controversia que aparece es la forma que proponen, NIMH y BPS, para reemplazar al DSM. La NIMH se inclina por enfatizar la realización de diagnósticos basados en los aportes de la neurociencia (donde está incluida la psicología), y la BPS, por estudios psicológicos-sociales. En este caso, pienso que no hay que ver a ambas posiciones como opuestas, sino que cada una de ellas tiene una visión parcial de la problemática.

Lo ideal sería integrar ambas posiciones teniendo en cuenta que la conducta está determinada por múltiples factores, que, sólo para simplificar, se pueden resumir en dos: biológicos y ambientales. Ambos interactúan entre sí formando un entramado complejo que se está develando muy lentamente. De hecho los cambios de conducta que se producen por cambios en las contingencias ambientales provocan cambios cerebrales y viceversa, los cambios cerebrales que producen los fármacos, provocan cambios de conducta. Un diagnóstico deberá tener en cuenta esos factores a la hora de desarrollar una clasificación que determine causalidad, tratamiento y pronóstico.

La otra controversia que aparece es la forma que proponen, NIMH y BPS, para reemplazar al DSM

Para ilustrar lo que deseo transmitir, veámoslo con ejemplos. Yates (1970), desde una perspectiva conductual, rechazaba firmemente los diagnósticos psiquiátricos, y proponía el enfoque experimental del caso individual, que implicaba una configuración única de factores determinantes de cada caso. Fester (1965) proponía una clasificación en términos de los comportamientos observados y los eventos ambientales que lo controlaban. De modo que una misma conducta podría clasificarse de manera diferente en función de las contingencias que la controlan y al revés, dos conductas diferentes podrían clasificarse de modo similar si se tienen en cuenta los factores ambientales que la controlan.

El enfoque de análisis funcional de la conducta y en general de la terapia cognitiva –conductual sigue estos lineamientos, aunque no ha llegado a realizar clasificaciones diagnósticas, ya que tienen en cuenta a cada individuo, familia o sociedad en particular. De hecho está utilizando el DSM en clínica, sabiendo que es insuficiente, pero que es útil para comunicarse.

Volviendo a las listas de las TAEs, ellas muestran que el 98% son tratamientos basados en el enfoque cognitivo-conductual, lo cual podría inclinar la balanza hacia la visión de la BPS. Sin embargo, si bien el enfoque cognitivo-conductual es el más idóneo hasta la fecha para una intervención eficaz, a veces no es suficiente y es necesario agregar la perspectiva que incluya lo biológico. Por ejemplo, un estudio de ADN puede detectar la presencia de un síndrome de Down antes de la manifestación conductual. Ello ha permitido realizar intervenciones desde el nacimiento y aun antes, preparando a los padres. La fenilcetonuria, también conocida como PKU, es un error congénito del metabolismo causado por la carencia de la enzima fenilalanina hidroxilasa que si se detecta a tiempo, evita un retraso mental. El uso de psicofármacos para la psicosis es esencial para realizar tratamientos ambulatorios y rehabilitación con modelos psico-sociales.

Existen numerosos trastornos en el cual los tratamientos mixtos (psicofarmacológicos y psicológicos) son más eficientes que cada uno en forma aislada. Si en el futuro se encontraran marcadores biológicos para la detección temprana de trastornos graves como el autismo, los trastornos de personalidad o la tendencia a las adicciones, estaríamos más preparados para realizar intervenciones preventivas y de tratamiento. O sea que para el desarrollo de diagnósticos que apunten a la causalidad más que a la descripción, es necesario realizar investigaciones básicas que correlacionen la conducta con aspectos biológicos, como con las contingencias socio-ambientales. Las investigaciones fundamentales requieren tiempo y paciencia. El mejoramiento de los sistemas de salud estaría relacionado con investigaciones tecnológicas más que básicas y son también indispensables para una intervención eficaz.

Mi balanza se inclina por estimular las investigaciones básicas

En cuanto al tema de los sesgos para los subsidios de investigación y la relevancia que se daría a cada factor, por ejemplo búsqueda de marcadores biológicos vs. ambientales vs. mejoramiento de los sistemas de salud, es complejo y tendríamos que ver cada caso particular. Aunque debe haber lugar para todo tipo de investigaciones, el dinero es limitado y los subsidios también. A la hora de establecer prioridades, ¿Qué políticas serían las más apropiadas? Mi balanza se inclina por estimular las investigaciones básicas, ya que es la fuente de donde derivan las aplicaciones.

Es cierto que pueden crearse políticas en investigación que enfaticen distintos aspectos de una disciplina, pero mientras haya diversidad de opiniones, como en esta controversia, no creo que deberíamos preocuparnos mucho. En este sentido la cita de Bernardo Houssay (1954), fundador de CONICET, es clarificadora:

La ciencia sólo puede vivir y florecer en un ambiente de libertad: libertad de buscar la verdad, libertad de examinarla y libertad de exponerla. O, en otros términos, libertad de investigación, libertad de discusión y libertad de expresión. No deben existir pensamientos prescriptos o proscriptos. 

Respecto al papel de psicólogo, en mi opinión, debemos tener en cuenta que nos centramos en el estudio científico de la conducta. La psicología es una de las disciplinas que estudia la conducta en su sentido más amplio, desde el comportamiento social hasta los correlatos fisiológicos tan sencillos como los de los movimientos motores. Por lo cual el psicólogo puede participar en equipos tanto de investigación básica como aplicada, fundamentalmente en la elaboración y ejecución de diseños conductuales y evaluación de la conducta observable. El psicofisiólogo podrá también incluir técnicas de fisiología o neurobiológicas. Sin embargo, en la realidad encontramos a biólogos, físicos o economistas publicando artículos fundados en diseños conductuales y psicológicas, y a psicólogos trabajando con drogas o haciendo cirugías de cerebro.

La tendencia actual es identificarnos por “qué hacemos” más que por el diploma que tenemos en el placard o colgado en el consultorio. En otro momento tal vez haya que debatir este asunto. En la aplicación de tecnologías (educación, clínica, rehabilitación, psicología política, comunitaria, etc.) la función del psicólogo sigue siendo la evaluación de la conducta mediante pruebas específicas y el uso de intervenciones validadas empíricamente.

Sin embargo en este terreno también nos solapamos con intervenciones de otros profesionales, tales como psicopedagogos, asistentes sociales, ayudantes terapéuticos, psiquiatras, sociólogos, etc. Es posible que haya funciones específicas del psicólogo, pero en otras, hay superposición de las mismas. Esto ocurre en todas las disciplinas, así que cada equipo de trabajo debería establecer las funciones de cada uno para hacer una tarea mancomunada más eficiente.

La investigación psicológica en Latinoamérica es escasa

Respecto de cómo posicionarnos en los países latinoamericanos sobre estas y otras controversias, creo que podemos discutirlo del mismo modo que todos los demás países, nadie lo impide y de las discusiones y debates surgen las mejores ideas.

La investigación psicológica en Latinoamérica es escasa pero está aumentando en los últimos años. Volviendo a Houssay, en 1954 afirmaba algo parecido respecto de la ciencia en Latinoamérica, que es aplicable a la psicología:

“Existen ya hombres de ciencia aislados y algunos laboratorios o escuelas de calidad en la América Latina. Pero es evidente que estamos aún atrasados en la investigación y la enseñanza, a pesar de los engañosos elogios que se hacen en cada país. Pero podemos y debemos ser optimistas, por lo que ya hemos hecho y lo que podemos y debemos hacer”…. “espero que el día llegará en que la América Latina sea centro vigoroso de investigación científica original, siempre que los hombres de hoy y los de mañana luchemos vigorosamente, con el máximo de nuestras fuerzas, para conseguirlo”.

En resumen, el DSM es lo mejor que tenemos hasta el momento, ya que nos permite comunicarnos de un modo más confiable, pero no es suficiente y deberá reemplazarse con clasificaciones que tengan en cuenta la causalidad de la conducta que radica en factores biológicos y ambientales. Mientras tanto, su uso no debe eliminarse hasta que no se llegue a ese tipo de clasificaciones, aun cuando se deben tener en cuenta sus alcances y limitaciones.

Las investigaciones básicas, aplicadas y tecnológicas deberían ser promovidas por políticas de inversión en sentido amplio y los planes de enseñanza de la psicología deberían mejorarse para que la función del psicólogo sea más eficiente en todos los ámbitos de su labor.

Artículo originalmente publicado en la web de ACCP y autorizada su publicación para Psyciencia por la autora Alba Mustaca y Ezequiel Benito editor de dicha revista.

Referencias

  • Benito, E. (2013). Repensando el diagnóstico. PSIENCIA. Revista Latinoamericana de Ciencia Psicológica, 5, 1-2.

  • Yates, A. (1970). Terapia del comportamiento. México: Trillas.

  • Fester, C. B. (1965). Classification of behavior pathology. En: L. Krasner& L. P. Ullman (Eds.), Research in behavior modification. Nueva York: Holt, Rinehart and Winston.

  • Houssay, B. (1954). Conferencia leída el 26 de octubre de 1954 en el Simposio «Libertad responsable en América»organizado por la Universidad de Columbia para conmemorar el segundo centenario de su fundación. Extraída el 12-6-2013 de: http://www.houssay.org.ar/hh/discurso/_nveamer.htm

Imagen: US en Flickr

  • Salud Mental y Tratamientos

“Medianoche en París»- una lectura gestáltica

  • Clotilde Sarrió
  • 12/06/2013

Midnight in París es una comedia romántica ambientada en el París actual que narra las peripecias de una familia de clase alta (un matrimonio millonario, la hija de ambos y su prometido) durante un viaje a la ciudad del Sena en el que vivirán unas experiencias que cambiarán sus vidas.

A partir del idealizado y nostálgico enamoramiento que el protagonista del filme, el joven y bohemio guionista Gil Pender, siente por la ciudad, sobre todo por el París de principios del siglo XX, Woody Allen se recrea en algo tan común como la falaz ilusión que comparten quienes creen que una vida diferente a la suya les sería mas placentera.

Conforme avanza la urdimbre argumental, Gil Pender se enfrenta al dilema de tener que escoger entre dos mundos en una suerte de simbiosis “día-noche” en la que se ve inmerso y en la que alterna entre unos escarceos diurnos con los que intenta descubrir el París de sus sueños, con las experiencias irreales y delirantes de unas noches parisinas en las que, sin saber como, consigue trasladarse a un mundo de fantasías instalado en la época que siempre soñó. Es así como cada noche viajará a través de unas surrealistas y extemporáneas experiencias que, no obstante, terminan ocasionándole mas infelicidad que placer.

En cierto modo, Woody Allen edifica el original y atemporal entramado de este film sobre la cínica y pesimista proclama de que vivir, aun cumpliéndose nuestros sueños y fantasías, siempre supone un esfuerzo que genera mas insatisfacción y trastornos que placer y tranquilidad .

Una lectura gestáltica del filme

Ya desde el principio, la trama de la película muestra al espectador el tránsito entre “lo real” y “lo imaginario” de un individuo que no vive su vida como propia como consecuencia de una dicotomía en la que su deseo es siempre el deseo del “otro”.

Para evadirse de una realidad que no acepta (porque no le gusta y porque no la ha decidido libremente), el protagonista se refugia en la fantasía de un“viaje en el tiempo” a través de un sueño lúcido que le transporta a la época en que le habría gustado vivir: el París de los años veinte (“el mejor momento que existió jamás” para el joven Gil Pender) donde conocerá, en primera persona y en tiempo real, ese mundo que siempre deseó, y en el que coincidirá con afamados escritores, pintores y artistas de la mas genuina bohemia. De ellos aprenderá que actuar al dictado del corazón, con coraje y sin miedo a la pérdida, es el único modo que le permitirá huir de la mediocridad y el tedio, y conseguir una vida digna de ser vivida así como vencer su temor a la muerte.

En su viaje a través del tiempo y a través de si mismo y sus mas íntimas circunstancias y represiones, el protagonista se acabará enfrentando a la disyuntiva de tener que elegir entre un desahogado futuro junto a su adinerada novia (integrada como un elemento perteneciente a “su mundo real”, a “su día”), y la repentina atracción que siente por una mujer completamente distinta, sencilla y desinhibida la que conoce en “su surrealista mundo irreal” (esa vida que experimenta y disfruta en “su noche” ) que, como él, es capaz de disfrutar de un placer tan inocente como pasear mojándose bajo la lluvia, una simple anécdota que para Gil resulta trascendente y decisoria.

Tras múltiples y abrumadoras dudas, Gil consigue por fin discernir entre lo “real” y lo “irreal” y, por primera vez, toma conciencien de qué es lo que tiene que dejar y qué es lo que tiene que tomar y hacer con su vida.

A partir de ese momento surgirán las consecuencias inherentes a la toma de decisiones y nada será tan fácil como quien cree ya resueltos sus problemas ni tan difícil como imposibles de resolver parecían al hacerles frente al principio.

Reflexión

Son muchos a quienes les disgusta su presente en la misma cuantía que les angustia su futuro. Viven añorando el pasado, sin ser conscientes de que también en “su ayer” lucharon por lo mismo, sufrieron las mismas frustraciones y renegaron de su vida tal y como lo hacen en “su ahora”.

En cualquier época de la vida, todo será mas difícil si el individuo no logra adaptarse adecuadamente, si no se atreve a ser “auténtico” y si espera demasiado de “la realidad” sin llegar a comprometerse plenamente con ella.

Consideremos que los problemas humanos son atemporales porque “han ocurrido”, “ocurren” y “seguirán ocurriendo”.

Es cada uno quien construye su entorno propicio en base al uso adecuado que hace de su libertad al elegir o rechazar lo que el entorno nos ofrece. Y esto solo es posible cuando se llega a tomar decisiones por uno mismo.

Clotilde Sarrió es autora del reconocido blog Gestalt-Terapia

  • Salud Mental y Tratamientos

Las repercusiones negativas de elogiar a los niños por sus habilidades personales

  • David Aparicio
  • 10/06/2013

Un estudio publicado por la Asociación Americana de Psicología (APA),  encontró que las alabanzas y elogios constantes a niños con baja autoestima pueden provocar mayores sensaciones de vergüenza cuando fracasan y esto puede dar lugar a una disminución del sentido de autoestima.

Eddie Brummelman, co-director de la investigación, explica que este tipo de alabanza personal puede ser contraproducente cuando los adultos intentan ayudar a los niños con baja autoestima a que se sientan mejor consigo mismos.

El estudio se dividió en dos fases: En la primera, se le pidió a 357 padres que vivían en  Holanda y tenían entre  29 y 66 años de edad, que leyeran tres descripciones hipotéticas de seis hijos – tres con alta autoestima (por ejemplo, “a Lisa usualmente le gusta como es ella”) y otras tres con baja autoestima (del tipo, “Sara es a menudo infeliz consigo misma”). Luego se les dijo que escribieran los elogios que le darían al hijo al completar una actividad, como por ejemplo,  terminar un dibujo.

La alabanza personal puede ser contraproducente cuando los adultos intentan ayudar a los niños con baja autoestima

En promedio, los padres le dieron al niño con baja autoestima más del doble de alabanzas dirigidas a sus persona (¡Eres un gran artista!) en comparación con los otros niños. Los padres también eran más propensos a alabar al niño con alta autoestima según sus esfuerzos (¡Hiciste un gran trabajo dibujando!).

Brummelman añadió:

“Los adultos pueden creer que alabar a los niños por sus habilidades inherentes puede ayudar a combatir la baja autoestima, pero se pueden transmitir a los niños que son valorados como una persona solo cuando tienen éxito. Cuando los niños fracasan posteriormente pueden inferir que son indignos.”

La segunda fase de la investigación ejemplificó este punto. Para llevarla a cabo, los investigadores reclutaron a 313 niños (54% niñas) que tenían entre 8 y 13 años de edad y que asistían a 5 escuelas públicas de Holanda. Varios días antes del experimento, los niños completaron tests estandarizados que evalúan la autoestima.

Para el experimento, se les dijo a los niños que iban a jugar un videojuego online contra un estudiante de otra escuela y que un webmaster estaría monitoreando su desempeño a través de Internet. En realidad, una computadora controlaba el resultado final del partido, y los niños fueron divididos en ganadores y perdedores, incluidos los grupos que recibieron elogios por sí mismos y alabanzas por sus esfuerzos y los que no recibieron.

En el grupo en el que los niños fueron elogiados por sus cualidades personales, el webmaster escribió: “¡Wow eres genial!”, después de la primera ronda del juego, y les dijo “¡Wow has hecho un gran trabajo!” a los niños cuyas acciones fueron alabadas. El grupo que no recibió alabanzas funcionó como grupo control. Después de una segunda ronda, se les informó a los niños si habían ganado o perdido y se les pidió que completaran una encuesta acerca de sus sentimientos de vergüenza. Los niños que perdieron el juego y que fueron alabados por sus habilidades personales experimentaron un fuerte aumento de vergüenza, especialmente los niños con baja autoestima.

Las diferencias entre elogiar a una persona y alabar sus esfuerzos puede ser muy sutil, pero esas diferencias pueden tener un gran impacto en la autoestima

Los investigadores teorizaron que los niños que fueron alabados por sus esfuerzos, tal vez no asociaron su autoestima con el éxito, por lo que el fracaso es visto como un revés temporal o una falta de esfuerzo, en lugar de un defecto de su carácter. Brummelman dijo que los resultados del estudio podrían aplicarse a la mayoría de los países de occidente, pero pueden ser menos aplicables en países orientales como China, donde los adultos utilizan diferentes estrategias para alabar a los niños.

El co-autor de la investigación Brad Bushman agregó:“Las diferencias entre alabar a una persona y alabar sus esfuerzos puede ser muy sutil, pero esas diferencias pueden tener un gran impacto en la autoestima de los niños. Por lo tanto, los padres y los maestros deben enfocarse en alabar a los niños por sus esfuerzos en lugar de sus cualidades personales. En general, es mejor alabar el comportamiento y no al individuo, dijo Bushman. Si alabas a la persona y esta falla, puede causar vergüenza y puede enviar inadvertidamente el mensaje. “Soy una mala persona.

Fuente: ScienceDaily
Imagen: Topnews.in

  • Salud Mental y Tratamientos

Trabajos en High Tech: una opción para personas con autismo que quieren prosperar

  • Alejandra Alonso
  • 07/06/2013

Todo padre se preocupa por el futuro laboral de sus hijos, pero esta inquietud podría ser más grande en padres de niños con determinadas condiciones, como el autismo. Uno de los motivos es que la mayoría de los trabajos exige relacionarnos con compañeros de trabajo gran parte del tiempo, y eso no es tarea fácil para una persona en el espectro autista.

Por eso me pareció muy interesante comentar un artículo que hace The Verge sobre una posible solución que podría contrarrestar el desempleo para algunos adultos con autismo y que, como veremos después, ya está siendo implementada en Estados Unidos.

Se trata de compañías que capacitan a las personas con autismo a quienes les interesa la computación, codificación, diseño y prueba de softwares en estos campos, y no solo eso, sino que también les buscan un trabajo. Estas empresas son fundadas por personas con algún familiar en el espectro autista que tienen esta preocupación laboral con respecto a sus familiares; y que han notado además que algunos autistas tienen capacidades excelentes además de interés en los temas de computación.

nonPareil Institute

Una de estas empresas, llamada nonPareil Institute, y ubicada en Dallas, Texas, Estados Unidos, fue establecida en el año 2010 por Dan Selec y Gary Moore, quienes tienen hijos en el espectro autista. Ambos mostraban ser talentosos en temas de computación y juegos, sin embargo, y debido a la lucha que tienen las personas con autismo en el aspecto social, sería muy difícil para ellos aplicar esas habilidades y conseguir trabajos pagos. Selec dice: “El instituto nació por dos padres preocupados por sus hijos. No quería solo crear otra organización sin fines de lucro. Quería hacer algo práctico. Quería una solución de por vida.”

Actualmente se está capacitando a 125 adultos en desarrollo de software. Por otro lado, otros 35 se han graduado de la parte educativa y se desempeñan en trabajos a tiempo completo conceptualizando, diseñando y codificando programas. Además, la empresa tiene 5 aplicaciones en el mercado e hizo un contrato con Sony para publicar juegos para la plataforma de la PlayStation3.

Semperical

También se nombra a la compañía Semperical, ubicada en el prestigioso Silicon Valley. Dicha compañía planea contratar exclusivamente a probadores de softwares autistas, y utilizar un modelo diferente de empleamiento que facilite la inserción de los mismos en el trabajo, evitando la necesidad de alrededores sociales.

Specialists Guild

A su vez, Specialists Guild, entrena a internos autistas como probadores de software, para después esforzarse en ubicarlos en trabajos full-time.

Aptitudes de las personas en el espectro autista

Los atributos de las personas autistas, tales como la gran capacidad de concentración, la precisión, la obsesiva atención a los detalles, y su gusto por el campo, los hace perfectos para este tipo de trabajos. El Dr. Gary Goldstein, presidente del comité científico asesor Autism Speaks, dice: “Frecuentemente son personas que pueden persistir y persistir y persistir, sin distraerse. Es difícil para la mayoría de nosotros sentarse a codificar por horas, incluso si somos capaces de hacerlo.”

SAP Y Freddie Mac

Aunque el Dr. especula que el Silicon Valley tiene muchos empleados en el espectro que no han sido diagnosticados, sólo recientemente están haciendo esfuerzos concertados para contratar a estas personas; un ejemplo es el gigante global del software, SAP, que este año anunció que va a contratar a 650 personas en el espectro, provenientes de Estados Unidos, Canadá y Alemania, para probar software.

Sumado a esto, la compañía financiera de hipotecas Freddie Mac, lanzó un programa de pasantías, que describió como uno que aprovechará la “diversidad neurológica,” para atraer adultos autistas con habilidades para analizar datos.

Beneficios aparejados

The Verge concluye que todas estas iniciativas contribuirán a bajar un poco la taza de desempleo que sufre la comunidad autista. Además de emplear a los adultos autistas interesados en la tecnología, en actividades que disfrutan y en las que se aprovechan sus capacidades.

“Será una situación muy triste para ellos, y para nuestra sociedad, si no los tenemos realizando trabajos valiosos. Algo necesita cambiar.” Aczel

A tener en cuenta

Si bien estas empresas se alegran con anuncios de este tipo, también se resalta la necesidad de que las compañías que contratan a las personas con autismo tengan en cuenta las adecuaciones ambientales pertinentes, que son necesarias para un trabajo óptimo para los autistas. Selec dice: “Enfrentemoslo, el autismo es una discapacidad y viene con ciertos desafíos. Si SAP y Google y Microsoft quieren involucrarse, creo que es genial. Solo espero que tengan el corazón para hacerlo correctamente.”

Otra preocupación que se expresa, y me parece que es una muy importante, es que surjan estereotipos de esos que son difíciles de cambiar, en cuanto a un talento innato y prodigioso que tienen las personas autistas en el campo de la tecnología y la computación. Con respecto a esto, Aczel dice: “Hay una pequeña parte de esta comunidad que realmente prospera y sobresale en este tipo de trabajo, y que quieren hacerlo. Pero, así como cualquier persona, los autistas tienen fortalezas, debilidades e intereses diversos.”

Podemos recordar por ejemplo a una de las personas del espectro autista más famosas de nuestros tiempos, la Dra. Temple Grandin, quien es especialista además de una apasionada del comportamiento animal. O al famoso personaje ficticio de la serie “The Big Bang Theory” (aunque no me caben dudas de que deben existir Sheldoms reales, por eso lo nombro) quien, sí, disfruta mucho de los juegos de computadora (aunque también de mesa), pero eligió una carrera como físico teórico.

Cuando leí este artículo, me pareció muy importante la tarea que estaban haciendo estos padres y familiares de personas con autismo, sin embargo desconozco si iniciativas similares se están llevando a cabo en otras partes del mundo. Si conoces alguna, te agradecería que la compartieras abajo, en los comentarios.

Fuente: The Verge

 

  • Salud Mental y Tratamientos

(PDF) Terapia de aceptación y compromiso: un nuevo camino hacia la convivencia con la esquizofrenia

  • Equipo de Redacción
  • 07/06/2013

«La esquizofrenia es un trastorno mental grave y crónico, que supone unos costes elevados tanto a nivel psicológico como a nivel social. Es la enfermedad más invalidante en la sociedad actual, con mayores consecuencias familiares y sociales.

Según datos de O.M.S., la esquizofrenia afecta a 52 millones de personas en todo el mundo. Se estima que afecta al 1% de la población mundial y que cada año se diagnostican entre 15 y 30 nuevos casos por cada 100.000 habitantes. Se calcula que la cifra de enfermos mentales se duplicará en los próximos 20 años, y que la población con más riesgo de padecer este tipo de enfermedad serán los jóvenes, debido al aumento del consumo de drogas sintéticas y estupefacientes.

En España se estima que alrededor de 400.000 personas sufren las consecuencias de esta enfermedad y además sufren las trágicas consecuencias de la falta de recursos en la red de atención sanitaria, la falta de atención integrada y global tanto en aspectos sanitarios como en educativos, laborales, de ocio, familiares, etc., además de encontrarse con el estigma social y la marginación…»

Descarga: Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y Esquizofrenia

Fuente: Isep

Imagen: Adriano Argulló en Flickr

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