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Voces interiores, las cuales casi siempre “no son la realidad”, sin embargo influyen en nuestra manera de percibir la realidad. Esta fuerza de las voces internas a menudo se basa en que estas voces han sido aprendidas e internalizadas desde nuestra infancia y concretamente pueden tomar el tono y volumen de las voces que escuchamos alguna vez en adultos abusadores, en personas que se burlaron de nosotros en nuestra adolescencia, en la voz de un maestro que nos hizo sentir culpables, y un gran etcétera.
Pensamientos tales como “soy un idiota”, “nadie me va a querer nunca”, “soy patético”, “mi vida no vale la pena” toman un gran peso de realidad. Así, la calidad de vida que experimentamos está en parte relacionada con la cualidad de las voces internas que consideramos ciertas. El video nos muestra de manera esquemática y sencilla la posibilidad de relacionarnos incluso con las voces internas más hostiles con auto-compasión. Definitivamente existe dentro de cada persona el potencial sabio, amoroso y compasivo que es capaz de integrar hasta las energías internas más disruptivas y agresivas.
Artículo previamente publicado en el blog de Airam Vadillo, psicólogo español dedicado al servicio humanitario en Sierra Leona, Africa.
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Fuente: Cultural Institute at King’s, texto adaptado de Gonzalo Brito en cultivarlamente.com aquí