Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS
Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS

Publicaciones por mes

octubre 2019

101 Publicaciones
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Mindfulness mejoraría el tratamiento con psilocibina

  • 29/10/2019
  • Maria Fernanda Alonso

Investigadores del Hospital Universitario de Psiquiatría de Zurich estudiaron los efectos de combinar la meditación mindfulness y la psilocibina, el ingrediente activo que se encuentra en los «hongos mágicos.» Como resultado, hallaron que mindfulness mejora los efectos positivos a largo plazo de una sola dosis de psilocibina, al tiempo que contrarresta cualquier respuesta disfórica potencial a la experiencia psicodélica (Smigielski, Kometer, et al., 2019).

Una creciente evidencia sugiere que las drogas psicodélicas, como la psilocibina, pueden ser efectivas para tratar una variedad de trastornos psicológicos, como la depresión y la ansiedad, y que algún día podrían prescribirse a los pacientes.

Los alucinógenos como el LSD o la psilocibina alteran la percepción de quienes los toman. Las experiencias de autotrascendencia y autoenfoque reducido son similares a las provocadas por la meditación de atención plena. Ambos pueden aliviar el estrés, provocar sentimientos de felicidad duradera y aumentar la empatía y el altruismo.

Por el contrario, el autoenfoque exagerado, los pensamientos y emociones negativos repetitivos sobre uno mismo y las interacciones sociales deterioradas son características principales de los trastornos psiquiátricos como la depresión.

Para el estudio, los científicos reclutaron a 40 expertos en meditación que participaban en un retiro de mindfulness de cinco días. En el estudio doble ciego, a los expertos se les administró una dosis única de psilocibina o un placebo en el cuarto día del retiro grupal.

Utilizando una variedad de medidas, los investigadores pudieron demostrar que la meditación consciente aumentaba los efectos positivos de la psilocibina, mientras que contrarrestaba las posibles respuestas disfóricas a la experiencia psicodélica.

«La psilocibina aumentó notablemente la incidencia y la intensidad de la autotrascendencia prácticamente sin inducir ansiedad en comparación con los participantes que recibieron el placebo,» dijo Lukasz Smigielski, primer autor del estudio.

En el seguimiento de cuatro meses, los expertos en meditación que recibieron psilocibina demostraron más cambios positivos en el funcionamiento psicosocial, una mejor autoaceptación y más empatía que el grupo de control.

La intensidad de la auto trascendencia experimentada durante el retiro desempeñó un papel clave para estos cambios duraderos. En un estudio que utilizó imágenes de resonancia magnética para demostrar que las experiencias de autotrascendencia pueden conducir a cambios duraderos en las conexiones neuronales en el cerebro, y más específicamente en las regiones que están activas cuando pensamos en nosotros mismos (Smigielski, Scheidegger, Kometer, & Vollenweider, 2019).

El equipo descubrió que, además de la profundidad de la meditación, la apertura y el optimismo de los participantes se correlacionaron con una respuesta positiva a la psilocibina.

«Estos factores pueden ayudarnos a predecir una respuesta positiva», dijo Vollenweider, autor del estudio. Al mismo tiempo, las habilidades que se entrenan durante la meditación consciente como la regulación de la atención y la reevaluación de las emociones parecen amortiguar las posibles reacciones negativas a la psilocibina.

«Nuestros hallazgos indican que el entrenamiento en mindfulness mejora los efectos positivos de una dosis única de psilocibina, y puede aumentar la empatía y reducir permanentemente la egocentrismo. Esto abre nuevas vías terapéuticas, por ejemplo, para el tratamiento de la depresión, que a menudo va acompañada de un mayor autoenfoque y déficits sociales.»

Referencia bibliográfica:

Smigielski, L., Kometer, M., Scheidegger, M., Krähenmann, R., Huber, T., & Vollenweider, F. X. (2019). Characterization and prediction of acute and sustained response to psychedelic psilocybin in a mindfulness group retreat. Scientific Reports, Vol. 9. https://doi.org/10.1038/s41598-019-50612-3

Smigielski, L., Scheidegger, M., Kometer, M., & Vollenweider, F. X. (2019). Psilocybin-assisted mindfulness training modulates self-consciousness and brain default mode network connectivity with lasting effects. NeuroImage, 196, 207-215. https://doi.org/10.1016/j.neuroimage.2019.04.009

Fuente: Psychcentral



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Comer descontroladamente y su relación con las adicciones, los trastornos del estado de ánimo y de la personalidad

  • 29/10/2019
  • Maria Fernanda Alonso

Las personas obesas que luchan con una alimentación descontrolada se comportan de manera similar a las personas con adicciones al alcohol o las drogas. Al mismo tiempo, los resultados muestran que la obesidad es una condición compleja que el modelo de adicción no puede explicar completamente. De hecho, los investigadores encontraron que la obesidad compartía una superposición conductual con los trastornos del estado de ánimo y ciertos trastornos de la personalidad (Vainik, García-García, & Dagher, 2019).

Aunque la pérdida de control que algunas personas experimentan con la comida lleva a algunos investigadores a culpar a la obesidad de la adicción a la comida, otros señalan que la comida es una necesidad básica y no tiene moléculas adictivas, como la nicotina o la cafeína.

Esta controversia inspiró a un equipo de investigación dirigido por el Dr. Alain Dagher de The Neuro (Montreal Neurological Institute-Hospital) para investigar formas de medir las similitudes y diferencias que tiene la obesidad con los comportamientos adictivos, así como con los trastornos psiquiátricos.

El primer autor, el Dr. Uku Vainik, recurrió a los estudios existentes que vinculan la obesidad y la adicción con los rasgos de personalidad. La prueba de personalidad más común, llamada Inventario de Personalidad NEO, mide 30 facetas relacionadas con la forma en que las personas piensan, sienten y se comportan. Las facetas de ejemplo son la asertividad, el altruismo y la impulsividad.

La prueba otorga a los participantes una puntuación en los rasgos de personalidad de los «5 grandes»: apertura a las experiencias nuevas, responsabilidad, extroversión, amabilidad y neuroticismo. Vincular los puntajes de las pruebas de personalidad con el peso corporal o los comportamientos adictivos proporcionó a los investigadores perfiles de personalidad únicos de obesidad y comportamientos adictivos.

El equipo comparó estos perfiles de personalidad entre los datos de 18611 participantes. Descubrieron que todas las adicciones tenían perfiles de personalidad muy similares, lo que sugiere una superposición de conducta significativa.

Por ejemplo, las adicciones eran conductualmente similares a la alimentación descontrolada. Y si bien la obesidad también se relacionó conductualmente con las adicciones, ese vínculo fue considerablemente más débil. Los científicos se sorprendieron al descubrir que la obesidad también compartía una superposición conductual con trastornos del estado de ánimo y ciertos trastornos de la personalidad.

«Nuestra investigación sugiere que los tratamientos para la obesidad pueden beneficiarse de de los tratamientos de adicción para mejorar las capacidades de autocontrol de las personas», dijo Dagher. “Sin embargo, los tratamientos para la obesidad no deberían centrarse en cómo las personas con adicciones manejan la búsqueda de sensaciones, ya que este no es un problema tan importante para las personas con obesidad. Los resultados actuales sugieren que deberíamos tomar lo que sea útil de las similitudes limitadas que comparten la obesidad y las adicciones, y luego buscar en otra parte para comprender completamente el perfil conductual de la obesidad.»

Referencia bibliográfica:

Vainik, U., García-García, I., & Dagher, A. (2019). Uncontrolled eating: a unifying heritable trait linked with obesity, overeating, personality and the brain. The European Journal of Neuroscience, 50(3), 2430-2445. https://doi.org/10.1111/ejn.14352

Fuente: Psychcentral



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Preguntas introductorias comunes que hacen los psicólogos

  • 29/10/2019
  • Maria Fernanda Alonso

Si no tuviste contacto con una psicóloga o psicólogo, quizás no saber qué esperar de la primera cita puede hacerte sentir algo de ansiedad. Como en muchos otros ámbitos, los profesionales de la salud mental utilizan preguntas que permiten respuestas libres de parte de los pacientes, y que servirán de guía en la confección y el desarrollo del tratamiento.

A continuación encontrarás algunas de las preguntas más comúnmente utilizadas con aquel fin, en los primeros encuentros:

  1. ¿Qué te trae por aquí? Parece que te conocés bastante bien y has pensado mucho sobre lo que te gustaría hablar aquí. Si no te importa, te haré algunas preguntas y tomaré notas sobre lo que decís para poder mantenerlo fresco en mi memoria. Ah, y sentite libre de interrumpirme en cualquier momento o dirigir la conversación hacia donde necesites. En tu mente, ¿qué te trae por aquí hoy?
  2. ¿Alguna vez has visto un psicólogo? Pareces bastante cómodo y confiado al venir aquí y hablar sobre los desafíos en tu vida. ¿Alguna vez has visto un psicólogo? De ser así, ¿a cuántas reuniones asististe y para qué temas? ¿Lograste los resultados que buscabas y fueron estos satisfactorios? ¿Qué cosa que te dijo tu psicólogo anterior recordás más? ¿Qué salió bien o qué no resultó como te hubiera gustado?
  3. ¿Cuál es el problema desde tu punto de vista? “Todos tienen una perspectiva diferente sobre cuál es el problema y quién o cuál es la solución. El objetivo del asesoramiento es crear cambios positivos lo más rápido posible sin sentir apuro. ¿Cómo ve el problema o cómo lo define? ¿Qué personas difíciles en tu vida te están causando problemas? ¿Cómo te llevas con la gente en el trabajo? ¿Cómo describirías tu personalidad? ¿Cuáles son tres de tus mayores logros en la vida? ¿Quién o qué es más importante para ti en tu vida? ¿Cuál es el problema desde tu punto de vista?»
  4. ¿Cómo te hace sentir este problema? “Todos tenemos problemas o desafíos que debemos enfrentar. ¿Sos optimista o pesimista? ¿Cómo te sentís cuando surge un problema inesperadamente? Aunque los sentimientos no son correctos o incorrectos, buenos o malos, cada problema tiene una forma de hacernos sentir. Entonces, ¿cómo te hace sentir este problema?
  5. ¿Qué mejora el problema? “¿Con qué frecuencia experimentas el problema? ¿Qué crees que empeora el problema? ¿Alguna vez no has tenido el problema o has notado que el problema desapareció por completo? ¿Has probado ciertas herramientas, has leído libros o has buscado caminos en el pasado que han funcionado bien para resolver el problema? ¿Cómo afecta el problema a tu autoestima o tu sentimiento de culpa?»
  6. Si pudieras agitar una varita mágica, ¿qué cambios positivos harías en tu vida? Establecer metas crea foco. ¿Establecés regularmente metas positivas para tu vida laboral, amorosa y divertida? ¿Cuál es tu actitud sobre el cambio? ¿Cuáles son sus objetivos de cambio positivo? ¿Cómo te gustaría mejorar tu vida para estar más satisfecho y feliz? Si podemos encontrar formas de mejorar el problema, tal vez podamos encontrar formas de reducirlo o incluso eliminarlo.
  7. En general, ¿cómo describirías tu estado de ánimo? “Los estados de ánimo van y vienen como el clima. Algunos de nosotros estamos más animosos que otros o captamos el estado de ánimo de otra persona como un resfriado. Hay quienes son bastante fuertes ante los eventos emocionales. En tu caso, ¿qué te hace sentir ansioso? ¿Tu estado de ánimo es como una montaña rusa, o es bastante estable? ¿Qué te deprime o te hace sentir triste? ¿Qué te garantiza que te sientas bien? ¿Cómo sales del mal humor? ¿Usás drogas, alcohol, sexo, dinero u otros “estrategias” para sentirte mejor? ¿Qué te dicen las personas de tu círculo cercano sobre tu estado de ánimo?
  8. ¿Qué esperas del proceso de asesoramiento? “Todos los que vienen aquí esperan algo diferente. Considero que me está pagando para ayudarlo a alcanzar sus metas positivas lo más rápido posible. A algunas personas les gusta recibir tarea, a aotros les gusta desahogarse y hacer que escuche, y otros desean un alto nivel de interacción. ¿Cómo creés que aprendés mejor? ¿Pensás en mí como tu entrenador de comunicaciones y relaciones? ¿Qué esperas del proceso de tratamiento? ¿Cuántas reuniones creés que se necesitarán para lograr tus objetivos? ¿Cómo podrías socavar el logro de tus propios objetivos? ¿Culpás a alguien por tu problema? ¿Utilizás buenos consejos para crecer? ¿Cómo sabrás cuando hayamos terminado?
  9. ¿Qué se necesitaría para hacerte sentir más contento, más feliz y más satisfecho? “En una escala de 0-10, ¿qué tan contento estás con tu vida? ¿Qué sigue sucediendo repetidamente que te frustra? ¿Qué sigue haciendo la gente que no te gusta y qué deseas que cambien? ¿Cómo manejas típicamente las irritaciones, agravaciones y frustraciones? ¿Te enojas fácilmente? ¿Cómo sale tu ira? ¿Qué equipaje o resentimientos llevas del pasado? ¿Qué ofensas te han hecho que no has perdonado? ¿Qué cambios podría hacer alguien que realmente te hagan feliz? ¿Cuál ha sido una gran decepción en la vida? ¿Te sientes enojado cuando no te sales con la tuya o pierdes el control? ¿Quién te irrita y por qué?
  10. ¿Considerás que tenés un coeficiente intelectual interpersonal bajo, promedio o alto? “¿Calificarías tus habilidades de comunicación como negativas, neutrales o positivas? ¿Qué tan bien te llevas con tu compañero de vida? ¿Amás a tu compañero de vida? ¿Qué reglas de relación positiva seguís? ¿Cómo describirías tu relación con tus hijos o nietos? ¿Te llevas bien con tus hermanos? ¿Cómo describirías tu relación con tus padres? ¿En qué conflictos familiares has estado envuelto recientemente? ¿En qué relación has estado que consideraste un fracaso? ¿A quién recurres cuando te duele el corazón para que te ayude? ¿Has invertido tiempo y dinero en mejorar tus habilidades de comunicación últimamente? ¿Cuál es tu mayor vulnerabilidad en las relaciones?

Conocer las respuestas sinceras a estas preguntas puede servirte de guía en el proceso del tratamiento.

Fuente: PsychCentral



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Más llanto, hipersomnia y problemas alimenticios en adolescentes que consumen píldoras anticonceptivas

  • 29/10/2019
  • Maria Fernanda Alonso

Las adolescentes que usan píldoras anticonceptivas tienden a obtener una puntuación más alta en una medida de síntomas depresivos en comparación con las que no usan, pero estos síntomas parecen disminuir una vez que entran en la edad adulta. (Wit et al., 2019)

«Los datos sobre la gravedad de los síntomas depresivos de las mujeres que actualmente usan anticonceptivos orales son necesarios para proporcionar información sobre los riesgos asociados inmediatos,» dijo la autora del estudio, Anouk de Wit, del Departamento de Psiquiatría del Centro Médico Universitario de Groningen.

“Esta es una de las preocupaciones más comunes que tienen los adolescentes y sus padres cuando consideran tomar la píldora. La mayoría de las mujeres primero toman una píldora anticonceptiva oral cuando son adolescentes, y las adolescentes tienen que lidiar con muchos problemas emocionales desafiantes, por lo que es especialmente importante controlar cómo están.»

Para su estudio, los investigadores analizaron datos de la Encuesta de Seguimiento de Vidas Individuales de Adolescentes, un estudio longitudinal de adolescentes y adultos jóvenes de los Países Bajos realizado desde el 1 de septiembre de 2005 al 31 de diciembre de 2016. La muestra incluyó a 1.010 mujeres participantes de entre 16 y 25 años.

Los investigadores encontraron una asociación entre el uso de píldoras anticonceptivas orales y los síntomas depresivos entre los participantes de 16 años, pero no entre los grupos de mayor edad.

Las niñas de dieciséis años que usaban píldoras anticonceptivas informaron más llanto, hipersomnia y problemas de alimentación que las que no consumían anticonceptivas. Pero las tasas de anhedonia y tristeza no se vieron afectadas.

“La magnitud de la asociación fue pequeña, y estos síntomas depresivos son lo suficientemente leves como para no constituir depresión clínica o mayor. Sin embargo, estos cambios de humor se observaron en adolescentes que usan anticonceptivos orales, que son una población vulnerable,» dijo la coautora Hadine Joffe en un comunicado de prensa.

«Estas preocupaciones deben sopesarse con el mayor riesgo de falta de anticoncepción que conduzca a embarazos no deseados en adolescentes y complicaciones del embarazo, incluida una posible depresión posparto.»

Limitaciones del estudio

«Debido al diseño observacional del estudio, no podemos decir que la diferencia examinada es una relación causa-efecto,» explicó de Wit.

“No podemos decir que la píldora cause cambios de humor. También es posible que las niñas que ya tenían síntomas más depresivos fueran más propensas a comenzar a usar anticonceptivos orales.»

«La investigación futura debería centrarse en por qué las niñas de 16 años (pero no en las edades más avanzadas) informan más síntomas depresivos cuando usan anticonceptivos orales,» agregó de Wit.

Referencia bibliográfica:

Wit, A. E. de, de Wit, A. E., Booij, S. H., Giltay, E. J., Joffe, H., Schoevers, R. A., & Oldehinkel, A. J. (2019). Association of Use of Oral Contraceptives With Depressive Symptoms Among Adolescents and Young Women. JAMA Psychiatry. https://doi.org/10.1001/jamapsychiatry.2019.2838

Fuente: PsyPost



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Salud Mental y Tratamientos

Nuevo estudio cuestiona la idea de que pasar mucho tiempo en las redes sociales empeora la depresión y ansiedad

  • 28/10/2019
  • David Aparicio

Uno de los temas más frecuentes cuando se habla de salud mental de los niños y adolescentes es el tiempo que pasan al frente de las pantallas. Dichas consideraciones son validas teniendo en cuenta que estas tecnologías han traído una serie de cambios en nuestros hábitos de conducta. En números: el tiempo que los adolescentes le dedican a las redes sociales se ha incrementado en un 62.5% desde el año 20121 y en promedio los adolescentes pasan 2.6 horas al día revisando las redes sociales.

Al no entender bien cual es el efecto que esto podría causar en la salud de los adolescentes y basados en una serie de estudios que sugerían que pasar mucho tiempo al frente de la pantalla puede incrementar el riesgo de sufrir depresión y ansiedad, se publicaron guías y se prepararon charlas que ponen énfasis en la restricción del uso del celular y las redes sociales.

Pero no todos los investigadores estaban de acuerdo con estas recomendaciones y argumentaron que los datos utilizados tenían deficiencias metodológicas que no permiten establecer con precisión una relación entre la cantidad de tiempo en las redes y su efecto en la salud mental. Estos investigadores alertaron que para obtener el tiempo promedio y bienestar de los niños y adolescentes las investigaciones se basaron en reportes de los padres. Estos informes no suelen ser muy fiables porque son maleables a la percepción de los padres y no son síntomas clínicos en sí; Los análisis tampoco categorizaban la información entre los dispositivos que usaban los niños y adolescentes. No importaba si se la pasaban 3 horas viendo tv o 3 horas usando una tableta; otra restricción importante, y relacionada con la anterior, es que las guías se basaron en estudios que solo evaluaban el tiempo de uso pero no consideraban la función de la conducta, cómo las usaban o para qué. Esta es una limitación importante que no se puede dejar de lado porque una persona puede pasar mucho tiempo en las redes haciendo scroll mientras que otra puede pasar la misma cantidad de tiempo interactuando con sus amigos, planificando actividades y compartiendo con ellos. Lo que incrementa su sentido de pertenencia con su grupo de pares y lo compromete en actividades que son importantes para él o ella.

Para intentar descifrar esta relación y evitar algunas de las limitaciones anteriores, la Dra. Sara Coyne y su equipo de la Universidad de Brigham Young University desarrolló un estudio longitudinal de 8 años de duración, que fue publicado en la revista Computers in Human Behavior. En esta investigación Coyne y su equipo pusieron a prueba las siguiente pregunta: ¿La depresión y/o ansiedad de los adolescentes empeorará si pasan más tiempo en las redes sociales?

¿La respuesta? No. La investigación no encontró que el tiempo que pasaban en las redes sociales empeorara o mejorara ni los síntomas depresivos ni los ansiosos.

Esta investigación no pudo encontrar evidencia que apoye la hipótesis de que pasar mucho tiempo en las redes sociales influencia la salud mental a largo plazo

La investigación evaluó a a 500 adolescentes que tenían entre 13 y 20 años de edad. A diferencia de estudios anteriores esta investigación no se basó en los reportes de los padres sino que evaluó directamente las respuestas a un completo cuestionario que los adolescentes respondían una vez al año durante un lapso de 8 años. Y también se les aplicó escalas para evaluar los síntomas depresivos y de ansiedad. Los resultados fueron analizados a nivel individual, lo que permitió evaluar minuciosamente si existe o no alguna correlación entre las dos variables.

Al analizar los resultados los investigadores encontraron que los adolescentes de 13 años reportaron una media de uso de 31-60 minutos por día. Esto incrementaba a medida que iban entrando en la adultez alcanzando una media de 2 horas por día. Las niñas reportaron pasar más tiempo en las redes que los niños. Los adolescentes también reportaron menos niveles de síntomas depresivos y ansiedad, pero estos niveles también incrementaron durante la adolescencia. En general, las niñas reportaron mayores síntomas depresivos y de ansiedad que los varones.

Por otro lado, no hubo asociación entre el tiempo que pasaban usando las redes sociales y la salud mental de los participantes. La mayoría de los adolescentes aumentó el tiempo que usaba las redes pero no se incrementó el riesgo de depresión ni de ansiedad. Tampoco se encontró una relación inversa. Los autores concluyen que esta investigación no pudo encontrar evidencia que apoye la hipótesis de que pasar mucho tiempo en las redes sociales empeore o mejore la salud mental a largo plazo.

Por supuesto los investigadores no están diciendo que hay que darle rienda suelta a los adolescentes sin establecer limites que los ayuden a no desenfocarse de sus responsabilidades como las de la escuela o el hogar, sino que es hora de que empecemos a ver más allá un simple promedio de horas de uso y que hagamos un análisis más concienzudo de nuestros patrones de conducta con una tecnología que ha llegado para quedarse.

Referencia bibliográfica: Sarah M. Coyne, Adam A. Rogers, Jessica D. Zurcher, Laura Stockdale, McCall Booth. Does time spent using social media impact mental health?: An eight year longitudinal study. Computers in Human Behavior, 2019; 106160 DOI: 10.1016/j.chb.2019.106160

Fuente: Psychcentral


  1. Obviamente esto se debe a la popularización de los celulares con acceso a internet. ↩


Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Sponsor

4 cursos online para psicólogos indispensables para el tratamiento de la ansiedad

  • 28/10/2019
  • David Aparicio

Los estudios demuestran que los tratamientos psicológicos basados en la terapia cognitiva conductual son muy eficaces a corto y largo plazo para los trastornos de ansiedad. Aprende a desarrollar un tratamiento paso a paso con el conocimiento y la experiencia clínica de más de 20 años de CETECIC.

Aprovecha la promoción que tiene CETECIC durante el mes de noviembre e inscríbete en sus cursos especializados para el abordaje de los trastornos de ansiedad y con descuentos especiales por inscripción temprana.  

Los cursos:

Haz click en cada nombre del curso para conocer a detalle el plan de estudio y video demostrativo:

  • Terapia cognitivo conductual de la fobia social: Profundiza en la conceptualización, evaluación y tratamiento del fobia social y problemáticas relacionadas.

  • Terapia cognitivo conductual de la fobia específica: Aprende sobre este trastorno de alta incidencia poblacional

  • Terapia cognitivo conductual del trastorno obsesivo compulsivo: Aprende a evaluar, conceptualizar y aplicar el tratamiento cognitivo conductual en TOC

  • Terapia cognitivo conductual del trastorno de ansiedad generalizada: Profundiza en la conceptualización, evaluación y tratamiento del TAG, uno de los cuadros de mayor frecuencia en las consultas actuales

Materiales y recursos

Todos los cursos incluyen:

  • Clases audiovisuales: Tendrás acceso a clases interactivas con un formato moderno y atractivo

  • Foros de intercambio: Podrás interactuar con tus compañeros y realizar consultas a tus docentes

  • Lecturas seleccionadas: Accederás a PDFs descargables seleccionados por el equipo docente

  • Periodo de repaso: Contarás con tiempo extra para repasar y resolver dudas antes del examen

  • Ejercicios y prácticas: Dispondrás de instancias de ejercitación de los contenidos teóricos

  • Certificación digital: Obtendrás un certificado de aprobación, de acuerdo a los requisitos

  • Acceso las 24 hs: Visualiza las clases en cualquier momento del día durante todo el curso

  • Mesa de ayuda: Visualiza las clases en cualquier momento del día durante todo el curso

Los cursos tienen un descuento exclusivo por inscripción temprana que va desde el 20 al 40%. No pierdas esta oportunidad.  Inscríbete hoy. 

Agradecemos a CETECIC, nuestro sponsor exclusivo de la semana.



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Necesitás resolver un problema? Meditalo con la almohada

  • 28/10/2019
  • Maria Fernanda Alonso

El procesamiento de información durante el sueño, así como la incubación para la resolución de problemas, podrían ser grandes herramientas a la hora de resolverlos (Sanders, Osburn, Paller, & Beeman, 2019).

«Sabemos que las personas ensayan o ‘consolidan’ los recuerdos durante el sueño, fortaleciéndolos y reorganizándolos,» dijo Kristin Sanders, autora principal del estudio. «También se sabe que este proceso natural puede potenciarse mediante la reproducción de sonidos asociados con la información que se ensaya.»

Debido a que muchos problemas difíciles se resuelven pensando en ellos de una nueva forma, Sanders y los investigadores cognitivos Samuel Osburn, Ken A. Paller y Mark Beeman plantearon la hipótesis de que ensayar problemas no resueltos durante el sueño ayudaría a las personas a refinar sus recuerdos de los problemas y mejorar sus posibilidades de resolverlos al día siguiente.

Para probar esa hipótesis, utilizaron una técnica conocida como reactivación de memoria dirigida (TMR) con 61 participantes del estudio. En dos sesiones nocturnas de laboratorio, los participantes intentaron resolver acertijos verbales, espaciales y de otra índole una vez, con los experimentadores emparejando aleatoriamente cada acertijo a un sonido musical. Si los participantes no lograron resolver un acertijo en 2 minutos, el sonido correspondiente se reproducía una vez más. Después de no poder resolver seis acertijos cada noche, practicaron el par acertijo/sonido hasta que lo resolvieron.

Después de esas sesiones, los participantes se llevaron a casa la tecnología que administraba las señales de sonido mientras dormían. A la mañana siguiente en el laboratorio, informaron si habían escuchado algún sonido durante la noche y si resolvieron alguno de los acertijos desde la sesión de la tarde. Luego intentaron resolver cada acertijo que había quedado sin resolver nuevamente, durante 4 minutos cada uno.

A lo largo de las dos mañanas, resolvieron un 55% más acertijos cuando se escucharon el sonido correspondiente mientras dormían.

«La resolución de problemas es parte de la vida diaria de todos; Si bien utilizamos acertijos complicados en nuestro estudio, los procesos cognitivos subyacentes podrían relacionarse con la resolución de cualquier problema en el que alguien esté atrapado o bloqueado por un enfoque incorrecto,” explica Sanders.

Advierten los investigadores, sin embargo, que el efecto solo puede aplicarse a situaciones en las que un individuo ya tiene información de fondo para ayudar a resolver un problema.

«Por ejemplo, ni el sueño ni las indicaciones me ayudarán a encontrar una cura para una enfermedad rara porque no tengo los conocimientos necesarios,» dice Beeman.

Aún así, el estudio revela información importante sobre el sueño, la memoria y la incubación para la resolución de problemas.

Referencia bibliográfica: Sanders, K. E. G., Osburn, S., Paller, K. A., & Beeman, M. (2019). Targeted Memory Reactivation During Sleep Improves Next-Day Problem Solving. Psychological Science, 956797619873344. https://doi.org/10.1177/0956797619873344

Fuente: Psychological Science



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Realizan actos de comportamiento sexual coercitivo las mujeres?

  • 28/10/2019
  • Maria Fernanda Alonso

El esfuerzo de las mujeres por usar pornografía está asociado con algunas formas de coerción sexual, sugiere un nuevo estudio (Hughes, Brewer, & Khan, 2019).

“El uso de la coerción sexual por parte de las mujeres y el uso de la pornografía por parte de las mujeres son temas socialmente tabú que no se discuten o investigan con frecuencia,» dijo la autora del estudio Roxanne Khan, de la Universidad de Central Lancaster.

Esta situación refleja una falta de conocimiento que, a la vez, alimenta el estereotipo de que las mujeres no se sienten atraídas por el uso de pornografía y no se ven afectadas por su influencia y, por supuesto, que no son capaces de comportamientos sexuales abusivos, explica Khan. Este estudio no compara a hombres y mujeres, sino que se centra en explorar los rasgos de personalidad de la proporción de mujeres que usan la coerción sexual y la pornografía.

Los investigadores encuestaron anónimamente a 142 mujeres (de 16 a 53 años) sobre coerción sexual, el uso de pornografía y rasgos del trastorno de la personalidad.

Alrededor del 35% de las mujeres admitieron haber participado en formas no verbales de coerción sexual, incluidos besos y toques persistentes, o quitarse la ropa propia o del otro a pesar de que se niegan a tener relaciones sexuales. Casi el 16% de las mujeres también admitió manipulación emocional y engaño, como preguntar repetidamente, usar mentiras, cuestionar la sexualidad del otro o amenazar con separarse.

Alrededor del 5% de las mujeres indicaron que habían usado a una persona intoxicada, mientras que solo una participante informó que usaba fuerza física o amenazas.

Los investigadores encontraron que el esfuerzo por utilizar la pornografía estaba asociado con el uso de la excitación sexual no verbal y la manipulación y el engaño emocional. En otras palabras, las mujeres que estuvieron de acuerdo con declaraciones como «he reorganizado mi horario para poder ver pornografía en línea sin ser molestada» eran más propensas a reportar participar en estas formas de coerción sexual.

Quienes obtuvieron puntajes más altos en la medida de personalidad narcisista e histriónica también tenían más probabilidades de admitir uso de personas intoxicadas.

«Así como una gran cantidad de investigación ha establecido que los hombres son más propensos que las mujeres a cometer coerción sexual, es tan importante tener en cuenta que una proporción de mujeres también informa que usa una variedad de comportamientos sexualmente coercitivos,» dijo Khan.

“Hay más aspectos de la coerción sexual que simplemente usar la fuerza física; por ejemplo, las mujeres en nuestro estudio informaron haber usado excitación sexual no verbal y manipulación emocional y engaño víctimas de coacción sexual, y ambos tipos de abuso se asociaron significativamente con su esfuerzo por usar pornografía.»

Limitaciones del estudio

No se pueden hacer inferencias causales porque los hallazgos son correlacionales.

El interés en la pornografía y el uso compulsivo no se asociaron con el comportamiento sexual coercitivo. Este hallazgo algo desconcertante, dijeron los investigadores, «merece una mayor exploración.»

«Creemos que es fundamental para futuros estudios explorar las diferencias entre la pornografía aficionada y profesional, con respecto al nivel de desigualdad de género presentado. Además, para examinar directamente la frecuencia y la forma de la pornografía utilizada por las mujeres y el impacto que esto tiene en su comportamiento sexual coercitivo,» dijo Khan.

Referencia bibliográfica:

Hughes, A., Brewer, G., & Khan, R. (2019). Sexual Coercion by Women: The Influence of Pornography and Narcissistic and Histrionic Personality Disorder Traits. Archives of Sexual Behavior. https://doi.org/10.1007/s10508-019-01538-4

Fuente: PsyPost



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Las búsquedas de «ansiedad» en Google indican con precisión cuándo se sienten ansiosas las personas

  • 28/10/2019
  • Maria Fernanda Alonso

Takeshi Hamamura, profesor titular de la Universidad de Curtin en Australia, es autor de un reciente estudio que encontró que las búsquedas de “ansiedad” en Google pueden reflejar con precisión el nivel de ansiedad de las personas e incluso de una población (Hamamura & Chan, 2019).

Google Trends colecta datos útiles para analizar la influencia cultural en las mentes humanas, explica Hamamura, y da el ejemplo de la “Enfermedad de mayo” en Japón. “La idea es que más japoneses se sienten ansiosos en la primavera debido a las transiciones escolares y profesionales. Muchos japoneses están familiarizados con esta noción y los medios la informan ampliamente cada año.”

“Sin embargo, hay muy poca evidencia de investigación detrás de esta noción. Esto probablemente se deba a que una prueba cuidadosa requeriría una muestra grande de ansiedad de autoinforme periódico durante un período prolongado de tiempo. Tal análisis rara vez se realiza. Con Google Trends, los datos capaces de responder a esta pregunta están disponibles públicamente,” dijo Hamamura.

Los investigadores quisieron saber si las búsquedas en Google sobre “ansiedad” indican que las personas sienten ansiedad. También les interesó ver si es posible usar la tasa de búsqueda de Google para mejorar la comprensión de la ansiedad.

El gobierno de Japón realiza periódicamente una encuesta de salud representativa a nivel nacional, que incluye una medida ampliamente utilizada de angustia psicológica y ansiedad. Para su estudio, los investigadores compararon estos datos con los registros de búsqueda de Google Trends.

Hamamura y sus colegas descubrieron que la tasa de búsqueda de las palabras japonesas fuan y shinpai, que corresponden aproximadamente a la palabra inglesa anxiety (ansiedad), era mayor en las regiones donde la angustia psicológica era más frecuente. También encontraron que las tasas de búsqueda aumentaron después de un desastre natural.

“Descubrimos que la ansiedad se busca en Google cuando y donde las personas se sienten ansiosas. Esta evidencia respalda el uso de la búsqueda de Google sobre la ansiedad como un indicador de ansiedad a nivel poblacional,” dijo Hamamura.

Después de examinar los datos de un período de 5 años, los investigadores también encontraron evidencia de una tendencia estacional en las búsquedas de ansiedad. «Descubrimos que la ansiedad aumenta en la primavera en Japón, apoyando la noción de la ‘enfermedad de mayo,’» dijo Hamamura.

Los autores especulan que la divergencia entre la tasa de búsqueda y la ansiedad autoinformada puede reflejar un cambio a largo plazo en la forma en que las personas enfrentan la ansiedad (por ejemplo, las personas dependen cada vez más de Internet para lidiar con la ansiedad y menos de las fuentes tradicionales de apoyo).”

Referencia bibliográfica:

Hamamura, T., & Chan, C. S. (2019). Anxious? Just Google it: Social ecological factors of internet search records on anxiety. Emotion . https://doi.org/10.1037/emo0000663

Fuente: PsyPost



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

No es necesario haber sufrido estrés extremo en la infancia para que se vea afectado el procesamiento emocional

  • 28/10/2019
  • Maria Fernanda Alonso

“El estrés y el trauma tempranos en la vida son un factor importante en el desarrollo de enfermedades mentales más adelante en la vida. Creo que la sociedad en general todavía no es consciente de cuán estrecha es realmente la relación entre el estrés temprano y la salud posterior (mental y física). Si podemos entender más sobre el estrés en la vida temprana, entonces podemos entender más sobre cómo se desarrolla la enfermedad mental, lo que a su vez nos ayudará a encontrar mejores formas de reducir el sufrimiento de las personas que viven con problemas de salud mental,” explicó Elizabeth Kirkham (@EK_Neuro), investigadora asociada en el Universidad de Edimburgo y autora de un estudio reciente que encontró que las experiencias tempranas de estrés están asociadas con respuestas atípicas hacia las expresiones faciales emocionales en la edad adulta (Kirkham & Levita, 2019)

En el estudio, 395 participantes completaron la escala de abuso y trauma infantil después de que se les mostraran fotografías con expresiones faciales enojadas, felices y neutrales. Los participantes indicaron en qué medida se acercarían a la persona en la imagen y en qué medida la evitarían.

Los investigadores descubrieron que los participantes que experimentaron eventos más estresantes en la infancia y la adolescencia tendían a evitar menos a las personas con expresiones faciales enojadas.

“Nuestros resultados fueron sorprendentes: el estrés temprano en la vida se asocia con una reducción, no un aumento, de la ira en personas sin signos de enfermedad mental. Esto es lo contrario de lo que esperábamos,” dijo Kirkham.

Pero también señaló que los hallazgos indican que el estrés en la infancia y adolescencia «no tiene que ser extremo para afectar el procesamiento emocional. Muy pocas de las personas en nuestro estudio tenían antecedentes de trauma extremo o negligencia, sin embargo, el estrés que experimentaron de niños estaba relacionado tanto con su salud mental como con sus respuestas a la información emocional cuando eran adultos.”

Cuando pensamos en nuestro entorno social, dice la autora, “es probable que invertir en la calidad de vida temprana de los niños pague dividendos más adelante en términos de la salud de la sociedad en general.”

La relación entre el estrés en la vida temprana y la reducción de la evitación de las expresiones faciales enojadas no se encontró entre los participantes que mostraban signos de depresión y ansiedad. Sin embargo, los participantes más deprimidos tienden a evitar más las expresiones faciales felices.

«También nos sorprendió que esa no fuera la relación entre el estrés en la vida temprana y la evitación de la ira entre las personas con evidencia de enfermedad mental, a pesar de que la relación esperada entre la depresión y la evitación de expresiones faciales felices estaba presente,» dijo Kirkham.

«Por lo tanto, es importante que se lleve a cabo un trabajo adicional para examinar lo que está sucediendo aquí y por qué los efectos del estrés en la vida temprana son diferentes de lo que podría haberse predicho en investigaciones anteriores. Sospecho que podría estar relacionado con el hecho de que investigaciones anteriores se han centrado en niños con estrés extremo en la vida temprana, mientras que nosotros nos enfocamos en adultos con niveles relativamente bajos de estrés temprano en la vida.”

Referencia bibliográfica:

Kirkham, E. J., & Levita, L. (2019). Early life stress is associated with reduced avoidance of threatening facial expressions. Development and Psychopathology, 1-9. https://doi.org/10.1017/S095457941900110X

Fuente: PsyPost



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


Paginación de entradas

Anterior1234…11Próximo

💌 Recibe nuestros artículos en tu correo.  

Regístrate
PSYCIENCIA PRO
  • Inicia sesión
  • Cuenta
  • Cierra sesión
  • Artículos
  • Recursos
  • Webinars
Recomendados
  • El estatus científico de las técnicas proyectivas
  • El diagnóstico del TDAH en adultos: características clínicas y evaluación
  • Cómo actuar cuando alguien expresa directa o indirectamente pensamientos de suicidio
Tips para terapeutas
  • Cómo ayudar a los pacientes cuando experimentan mucha ansiedad y desregulación en la sesión
  • Cómo ayudar a tus consultantes para replantear la autocrítica
  • Interrumpir a tus pacientes sin romper el vínculo
Recursos
  • Dos ejercicios de respiración abdominal para trabajar con tus consultantes
  • Exploración del estrés (hojas de trabajo)
  • Tarjetas del efecto de la co-rumiación
Podcast
  • «No le tengo miedo al exilio» con Pablo Gagliesi – Watson, episodio 16
  • «Efecto Flynn, pruebas psicológicas y la evolución de la psicología en Panamá» con Dimas Villarreal – Watson, episodio 15
  • «El camino del psicólogo», con Karemi Rodríguez Batista – Watson episodio 4
Webinars
  • Cómo incrementar la resiliencia y bienestar psicológico desde la psicología positiva
  • Cómo usar ACT para el abordaje de la ansiedad
  • DBT en adolescentes
Psyciencia
  • Contáctanos
  • Publicidad
  • Nosotros
  • Publica
Psicologia y neurociencias en español todos los días

Ingresa las palabras de la búsqueda y presiona Enter.