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Publicaciones por mes

septiembre 2021

44 Publicaciones
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Tendemos a juzgar a los hombres con más severidad cuando usan el humor y fracasan

  • Maria Fernanda Alonso
  • 01/09/2021

Todos cometemos errores, y de hecho muchas investigaciones han indagado sus repercusiones en cuanto al progreso académico o laboral. Pero la vida no se limita a esos aspectos, por lo que un equipo de investigadores estudió qué ocurre con los errores cuando intentamos vincularnos con otras personas. El humor fue el canal perfecto para enmarcar la pregunta “¿cómo responden las personas a los errores que cometemos cuando nos esforzamos por entablar una amistad, un vínculo?” Y encontraron algo interesante: los hombres suelen ser juzgados con más dureza por los errores en el humor (procurar ser gracioso o hacer un chiste y fallar en el intento) que las mujeres. ¿Por qué? Según los autores, la gente asume que los hombres usan el humor para verse mejor, lo que lleva a las evaluaciones más duras cuando sus bromas fracasan (Reich et al., 2021).

Qué metodología usaron

Para la investigación, el equipo realizó una serie de estudios experimentales en los que los participantes leían sobre un hombre o una mujer que fallaban cuando procuraban usar el humor. La muestra estuvo compuesta por 5400 personas norteamericanas.

La lectura era acerca de un hombre o una mujer que intentaba hacer bromas toda la noche y fallaba, durante una primera cita que su pareja no parecía disfrutar. 

Qué encontraron

Los participantes tendían a calificar a la persona como más agradable, más competente y más divertida cuando era descrita como mujer comparada a cuando era descrita como hombre. Sin embargo, cuando los chistes fueron presentados como exitosos, no hubo diferencia en las calificaciones entre hombre y mujer.

Los hombres que usaron el humor sin éxito durante la primera cita también fueron vistos como menos atentos que las mujeres que usaron el humor sin éxito, «lo que llevó a la percepción de que las fallas de humor de los hombres eran errores de mayor magnitud, lo que en última instancia disminuyó la simpatía con el hombre y la percepción de competencia”, explicaron los investigadores.

Las intenciones percibidas jugaron un papel importante. Los participantes tendían a ver los intentos de humor de las mujeres como un medio para conectarse con los demás, mientras que los intentos de humor de los hombres eran vistos como un medio para verse mejor.

Pero, cuando se describió explícitamente a las mujeres que intentaban hacer bromas para verse mejor ellas mismas, su competencia y agrado cayeron a niveles proporcionales a los de los hombres que intentaban mejorar su propia imagen.

Reich y sus colegas descubrieron que este efecto también existía fuera de los contextos de citas. Las fallas de humor de los hombres en el lugar de trabajo tendían a ser juzgadas con más dureza que las fallas de humor de las mujeres. Pero estas no son diferencias de género estrictas, señalan los autores. Se trata más de la motivación con que otros piensan que se usó el humor. Por defecto, la gente suele asumir que los hombres están tratando de lucirse incluso con sus bromas, mientras que las mujeres tienen intenciones más nobles incluso si su broma no causa gracia.

En base a esto, cuando se comunica de forma clara que la broma fallida fue un intento honesto por vincularse, cualquiera puede ser perdonado. Pero cabe señalar que las bromas estudiadas fueron simplemente bromas que no eran graciosas, no bromas inapropiadas u ofensivas.

Referencia: Reich, T., Maglio, S. J., & Fulmer, A. G. (2021). No laughing matter: Why humor mistakes are more damaging for men than women. En Journal of Experimental Social Psychology (Vol. 96, p. 104169). https://doi.org/10.1016/j.jesp.2021.104169

Fuente: Psypost

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  • Análisis

Qué caracteriza al ABA como ciencia y qué es la ciencia

  • Alejandra Alonso
  • 01/09/2021

Recientemente comencé a estudiar más sobre el análisis de conducta aplicado (ABA) y, entre los mejores materiales de lectura sobre este tema se encuentra el libro de John Cooper, Timothy Heron y William Heward: Applied Behavior Analysis. Third Edition. Así que decidí compartir con todas las personas a las que podría parecerles interesante este tema, lo que voy leyendo.

En esta primer entrega, por supuesto, comenzaremos por lo más básico: Qué caracteriza a ABA como ciencia y qué es la ciencia.

El análisis de conducta aplicado es una ciencia que se ocupa de entender y mejorar la conducta de las personas. Así, se enfoca en conductas socialmente relevantes, utiliza intervenciones y técnicas basadas en la investigación y se apoya en el método científico para demostrar relaciones confiables entre la intervención utilizada y la mejora en el comportamiento.

¿Qué es la ciencia?

Los autores la definen como un acercamiento sistemático a la búsqueda y organización del conocimiento.

¿Cuál es su propósito?

El objetivo principal de toda ciencia es entender a cabalidad un fenómeno (en el caso de ABA es el cambio en la conducta socialmente relevante).

La ciencia busca descubrir verdades, es decir hechos y leyes universales. Para conseguirlo se intenta separar esto de las razones por las que se busca determinado conocimiento (personales, económicas, políticas, etc.).

Los diferentes tipos de investigación contribuyen al conocimiento en uno o más de los tres niveles de comprensión:

  1. Descripción: Se refiere a la observación sistemática. Consiste en la recolección de hechos que se puedan cuantificar, clasificar y examinar para buscar posibles relaciones con otros hechos. Los estudios descriptivos suelen producir hipótesis o preguntas para nuevos estudios.
  2. Predicción: Las observaciones repetidas pueden revelar que dos eventos suelen presentarse juntos (correlación). Un hallazgo así puede usarse para predecir la probabilidad relativa de que un evento ocurra, basándonos en la presencia del otro. En esta clase de estudios las variables no pueden manipularse o controlarse, es por eso que siempre leemos que no pueden demostrar que una de las variables observadas sea responsable de los cambios en la otra. Sin embargo, son útiles para sugerir posibles relaciones causales que deben ser exploradas en estudios experimentales.
  3. Control: Es cuando, al manipular una variable, conseguimos determinado cambio o logramos que la otra variable asuma ciertas características. En análisis de conducta aplicado, las relaciones funcionales son las que proveen una comprensión tal de la conducta, que luego permitirá el desarrollo de tecnologías capaces de cambiar comportamientos. Decimos que hay una relación funcional “cuando un experimento bien controlado demuestra que un cambio específico en un evento (la variable dependiente) ha sido confiablemente producido por la manipulación específica de otro evento (la variable independiente) y que es improbable que los cambios en la variable dependiente fueran producidos por factores extraños (variables de confusión)”, escriben Cooper, Heron y Heward (2019, p. 20).

Las relaciones funcionales son las bases del análisis de conducta aplicado.

Las actitudes y supuestos de la ciencia

Para conseguir su objetivo principal, las personas que trabajan en ciencia deben guiar su conducta con ciertos supuestos y valores. ¿Cuáles son?

1. Determinismo

Se asume que el universo es un lugar ordenado y regido por leyes. Todos los fenómenos ocurrirán como resultado de otros eventos. Los eventos se relacionan de forma sistemática con otros factores, los cuales también son susceptibles de ser investigados científicamente.

2. Empirismo

Es la práctica de observar objetivamente y medir los fenómenos. La palabra “objetividad” aquí se refiere a dejar de lado los prejuicios personales, las opiniones y los gustos. La observación objetiva se basará en descripciones detalladas, medidas sistemáticas y repetidas y cuantificación precisa de un fenómeno.

Este es un punto en el que los analistas de conducta hacen mucho hincapié: Todo esfuerzo por entender, predecir y mejorar conductas depende de la habilidad del analista para definir de forma completa, observar sistemáticamente y medir de forma precisa y confiable la ocurrencia o no ocurrencia de una conducta.

Cuando hay una correlación entre eventos, podría existir una relación funcional, pero también podría haber otros factores que influyan en la variable dependiente. Para explorar esto, se debe realizar un experimento en el que los factores que podrían estar causando el cambio sean sistemáticamente controlados y manipulados, mientras que los efectos en la variable dependiente son cuidadosamente observados.

3. Replicación

El conocimiento conseguido a través de la ciencia, será considerado como útil y confiable en la medida en que se haya podido replicar varias veces, con el mismo patrón básico de resultados.

Si bien no hay un número específico de veces en que se debe replicar un estudio, mientras más importante sea el hallazgo para la teoría o práctica, más veces debería ser replicado.

4. Parsimonia

Viste cuando le comentas, preocupada, al técnico que la televisión no anda y él te dice: “¿Te fijaste si está enchufada?” Bueno, la idea de la actitud de parsimonia es que todas las explicaciones simples y lógicas para un fenómeno deben ser descartadas, experimental o conceptualmente, antes de considerar explicaciones más complicadas o complejas.

Una interpretación parsimoniosa solo cuenta con aquellos elementos que son necesarios y suficientes para explicar un fenómeno. Esta ley se deriva de la navaja de Ockham, que declara que no debemos ponerles más elementos de los absolutamente necesarios a las explicaciones.

5. Duda filosófica

En ciencia, los hechos deben ser continuamente cuestionados y el conocimiento siempre debe ser visto como tentativo. Esto es especialmente difícil cuando eres tú quien ha hecho el descubrimiento, pero siempre se debe tener la disposición a dejar de lado esos hallazgos y reemplazarlos con conocimientos que se deriven de nuevos hallazgos.

Los analistas conductuales también deben ser escépticos en la práctica diaria.

6. Otros valores y actitudes importantes

Para que el conocimiento sea de la mejor calidad y veamos progreso, en la ciencia debe reinar la curiosidad, la diligencia, la ética, la perseverancia, la honestidad y la minuciosidad.

Referencia: Cooper, J. O., Heron, T. E., & Heward, W. L. (2019). Applied Behavior Analysis (3rd Edition, Global edition). Pearson.

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El mapa y el territorio: Las bases de la terapia de aceptación y compromiso

  • Fabián Maero
  • 01/09/2021

Esta es la primera parte del curso online El Mapa y el Territorio, una clase de siete horas en donde se recorren las bases conceptuales y clínicas de la terapia de aceptación y compromiso.

Para más información o para hacer el curso completo pueden visitar la página de Grupo ACT Argentina.

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Parestesias: qué son, causas, síntomas y tratamiento

  • Laura Ruiz
  • 01/09/2021

¿Alguna vez te ha ocurrido, tener la sensación de que se te “dormía” una pierna? ¿O has notado un cosquilleo en las manos, sin saber muy bien por qué? Entonces es probable que hayas experimentado una parestesia. 

Una parestesia es un trastorno de la sensibilidad que produce sensaciones de adormecimiento, cosquilleo, quemazón interior, etc., en alguna de las extremidades, generalmente. 

Pero, ¿Qué más sabemos de las parestesias? ¿Existen diferentes tipos? ¿Cuáles son sus causas, síntomas, complicaciones y posibles tratamientos?

¿Qué son las parestesias?

Las parestesias, también conocidas como entumecimiento o cosquilleos, es un trastorno de la sensibilidad que suele darse en las extremidades. Implican una serie de sensaciones anormales sin un estímulo previo, como por ejemplo el hormigueo o el adormecimiento. Como decíamos, las parestesias pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque suelen hacerlo en brazos, manos, dedos, piernas y pies.

En la mayoría de las ocasiones las parestesias duran cuestión de segundos o minutos, es decir, se trata de una alteración transitoria o temporal. Sin embargo, hay enfermedades donde las parestesias se extienden más en el tiempo (y donde sí son motivo de preocupación), como por ejemplo en la esclerosis múltiple. 

En el segundo caso, es decir, cuando las parestesias son más prolongadas (y más frecuentes), es importante estar atentos a ellas porque podrían estar indicando la presencia de alguna enfermedad que requiera tratamiento médico.

Parestesia temporal: ¿por qué ocurre?

En general, como decíamos, las parestesias son temporales. En estos casos, surgen como consecuencia de haber estado acumulando presión sobre un nervio o grupo de nervios. Por ejemplo, cuando mantenemos una determinada postura mucho tiempo, como mantener las piernas cruzadas o apoyarnos sobre un codo. 

También surgen en estos casos cuando nos dormimos sobre una de las extremidades. En definitiva: las parestesias temporales surgen por malas posturas o por actividades que ejercen presión prolongada sobre un nervio o más de uno. En principio, se trata de episodios no preocupantes, porque son puntuales y porque se deben a las causas que comentamos.

Parestesia crónica o patológica: posibles causas

Otro de los tipos de parestesia, más graves, es la parestesia crónica o patológica. Entre sus posibles causas encontramos:

  • Alteraciones en el sistema nervioso.
  • Enfermedades autoinmunes.
  • Diabetes tipo 1 y 2.
  • Fallos en los nervios periféricos (por ejemplo: túnel carpiano).
  • Alcoholismo.
  • Tabaquismo.
  • Consumo de otras drogas.
  • Accidentes, golpes o caídas.

Diferentes causas de las parestesias

Como hemos visto, las parestesias pueden ser temporales o patológicas (indicadoras de un daño mayor, o de una enfermedad orgánica de base). Si agrupamos las causas generales de las parestesias en subtipos, podemos hablar de:

Causas ortopédicas

En las causas ortopédicas encontramos:

  • Lesión en la espalda o el cuello.
  • Fracturas de huesos.
  • Disco herniado.
  • Síndrome del túnel carpiano.
  • Osteoporosis (reducción de la densidad y la calidad de los huesos).

Causas neurológicas

  • Enfermedades neurodegenerativas como la esclerosis múltiple.
  • Neuropatía periférica (consecuencia del daño a los nervios fuera del cerebro y la médula espinal; nervios periféricos).
  • Neuropatía diabética (diabetes mellitus).
  • Fibromialgia.
  • Alcoholismo.
  • Encefalitis (enfermedades producidas por una inflamación del encéfalo)
  • Ataque isquémico transitorio (ictus isquémico).
  • Malformación arteriovenosa.
  • Tumor cerebral.
  • Mielitis transversa (trastorno neurológico causado por una inflamación de la sustancia gris y blanca de un segmento de la médula espinal).
  • Deficiencia de vitamina B12.

Esclerosis múltiple y parestesias

Creemos importante dedicarle especial atención a las parestesias propias de la esclerosis múltiple (EM), por ser una enfermedad tan frecuente. Además, se trata del síntoma más común en esta patología, muchas veces, el síntoma que permite hacer el diagnóstico de la enfermedad, por el que la persona solicita ayuda.

Pero, ¿qué es exactamente la esclerosis múltiple? Se trata de una enfermedad autoinmune, crónica e inflamatoria, que implica la neurodegeneración del sistema nervioso central, afectando al cerebro y a la médula espinal. Se caracteriza por focos diseminados de desmielinización en estas dos zonas (encéfalo y médula espinal).

Prevalencia de la esclerosis múltiple: más mujeres que hombres

Se calcula que unos 2,5 millones de personas padecen EM a nivel mundial, siendo las mujeres las más afectadas (2 de cada 3 pacientes son mujeres).

Por otro lado, la prevalencia de la esclerosis múltiple presenta una agregación familiar; esto quiere decir que, comparado con el 0.1% a 0.3% de la prevalencia de la EM en la población general, los hermanos de personas afectadas por la enfermedad presentan un riesgo de presentarla entre 10 a 20 veces mayor (2% a 4%). 

En el caso de padres e hijos de afectados por la enfermedad, estos tienen riesgo de un 2% de tenerla, y parientes de segundo y tercer grado, un 1%.

Síntomas, diagnóstico y tratamiento de la EM

Los síntomas más frecuentes de la EM son las parestesias, como decíamos, además de otros como: alteraciones oculomotoras,  disfunción urinaria, sensación de debilidad, espasticidad y síntomas cognitivos leves. 

Lo más habitual es que los déficits neurológicos sean múltiples, con períodos de remisión y exacerbación de los síntomas. Hay personas que van adquiriendo una discapacidad progresivamente, y otras que sólo manifiestan un solo brote en su vida sin mayores complicaciones (en la EM atípica)

En cuanto al diagnóstico, este requiere evidencia clínica o por resonancia magnética de dos o más  lesiones neurológicas características (del sistema nervioso central), que están separadas entre sí en el tiempo y el espacio.

Finalmente, en relación a su tratamiento, este está cada vez más avanzado, y se suelen utilizar corticoides (para las exacerbaciones agudas) y agentes inmunomoduladores (para prevenir las exacerbaciones), así como la adopción de medidas sintomáticas (el tratamiento de los síntomas).

Síntomas de las parestesias

Volviendo a las parestesias, más allá de la EM, sabemos que estas pueden manifestarse de diferentes maneras. 

Algunos de sus síntomas más frecuentes son: entumecimiento, debilidad, estremecimiento, cosquilleo, pinchazos o agujazos.

Otros síntomas menos frecuentes son: dolores punzantes y sensación de quemazón interior.

Complicaciones de las parestesias

Las parestesias a veces pueden generar otras complicaciones, sobre todo si no se trata la parestesia de base (o la causa que la origine). Entre estas complicaciones encontramos:

  • Situación de discapacidad.
  • Parálisis de algún miembro del cuerpo.
  • Dolor crónico.
  • Malestar generalizado o fatiga.
  • Pérdida crónica de la sensibilidad.
  • Empeoramiento de la calidad de vida.
  • En casos graves, incapacidad para respirar de forma autónoma.

Por ello, las parestesias deben tratarse de forma adecuada. ¿Cómo?

Tratamiento de las parestesias

El tratamiento de la parestesia implica, directamente, tratar la causa específica que origina este síntoma. En general, en los casos de parestesia temporal, se requiere un ajuste del estilo de vida, además de terapia física (fisioterapia). 

Si el síntoma es debido a una enfermedad preexistente, el tratamiento de la parestesia pasa por tratar la propia enfermedad. Por otro lado, si los daños a los nervios son irreversibles, deberá evaluarse cada caso en concreto para evaluar si realmente existe tratamiento específico para mejorar la sintomatología de la parestesia.

La importancia de consultar con un profesional

Y tú, ¿alguna vez has experimentado una parestesia? ¿Ha sido temporal o indicadora de algún otro trastorno o enfermedad preexistente? En general, las parestesias no tienen por qué ser un motivo de preocupación, porque son comunes y todas las experimentamos en alguna ocasión (sobre todo, debido a malas posturas). 

Sin embargo, si experimentas varias parestesias, muy seguidas en el tiempo, o si estas se prolongan en exceso, te recomendamos que acudas al médico para valorar tu caso en concreto e iniciar un tratamiento adecuado en caso necesario.

Referencias:

  • García, D. y Solar, L.A. (2006). Esclerosis múltiple. Revisión bibliográfica. Rev Cubana Med Gen Integr, 22(2). Recuperado de: Esclerosis múltiple: Revisión bibliográfica (sld.cu)
  • J.M. Gómez-Argüelles y B. Anciones. (2009). Prevalencia de síntomas neurológicos asociados a la fibromialgia. Servicio de Neurología, Sanatorio Nuestra Señora del Rosario, Madrid, España. Rev. Soc. Esp. Dolor, 16(4). Recuperado de: Prevalencia de síntomas neurológicos asociados a la fibromialgia (isciii.es)
  • N. Martín-Peña, M.E. Morell Sixto y E. Rodríguez de Mingo. (2010). Doctor, tengo hormigueos. 36(1): 51-55. Extraído de: Doctor, tengo hormigueos | Medicina de Familia. SEMERGEN (elsevier.es). DOI: 10.1016/j.semerg.2009.09.002 

 

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