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Publicaciones por mes

febrero 2022

50 Publicaciones
  • Salud Mental y Tratamientos

Pruebas para evaluar ansiedad: listado y descripción

  • Laura Ruiz
  • 28/02/2022
stressed man touching his face

Uno de los trastornos mentales más comunes en el mundo entero son los relacionados con la ansiedad. Por esta razón, su evaluación se ha convertido en el objeto de estudio de muchos especialistas.

Y es que parece que a medida que avanza el tiempo también lo hace la ansiedad como parte de la dinámica de vida actual, lo que se ha traducido en diversos problemas de salud mental, llegando incluso a afectar la salud física. 

Existen actualmente diversas escalas e instrumentos para evaluar la presencia y los niveles de ansiedad en las personas.

Escala de ansiedad de Hamilton (HAS)

Uno de los instrumentos clínicos más utilizados para evaluar la ansiedad es sin lugar a dudas, la escala Hamilton, que consta de 14 ítems que se puntúan del 0 al 4 dependiendo de la intensidad con la que se experimentan los síntomas por parte del paciente. 

Pese a haber sido diseñada en 1959, sigue siendo hoy en día uno de los test más fiables para determinar los niveles de ansiedad y cómo se experimenta la misma. Para 1969, Hamilton realizó una mejora al test, al hacer una distinción con respecto a los síntomas somáticos de la ansiedad, dividiéndolos en sensoriales y somáticos.

Para Hamilton era importante comprender cómo experimenta el paciente la ansiedad para poder así realizar un abordaje terapéutico asertivo para su tratamiento. Teniendo en cuenta siempre que las personas no experimentan la ansiedad de igual manera que los demás, sino que cada caso es particular. 

Inventario de Situaciones y Respuestas de Ansiedad (ISRA)

Desarrollada en 1986 por Antonio Cano Vindel y Juan José Miguel Tobal, ambos profesores pertenecientes a la Universidad Complutense de Madrid, esta escala consta de diversas situaciones que pueden ser detonantes de niveles de ansiedad junto con respuestas relacionadas a la sintomatología experimentada.

Se evalúa la ansiedad tomando en cuenta los aspectos cognitivos (es decir los pensamientos), lo físico (síntomas relacionados a la ansiedad como taquicardias, sudoración, etc.) y lo conductual (y motor). Si bien es un test que se realizó para la población a partir de los 16 años, este test cuenta con adaptaciones para otras edades, y además, se encuentra disponible en más de 12 idiomas. 

Se trata de un test muy efectivo para la evaluación de la ansiedad que ha demostrado ser confiable para determinar la presencia de trastornos relacionados. Durante su aplicación se ha comprobado que los individuos con y sin problemas relacionados a la ansiedad obtienen puntajes diferentes, incluso aquellos con otras patologías de base.

Cuestionario de Ansiedad Estado-Rasgo (STAI) 

Publicado en el año 2002 por R. L. Gorsuch, R. E. Lushene y Charles Spielberger, este cuestionario evalúa la ansiedad desde dos puntos de vista: como rasgo y como estado, a través de 40 ítems estratégicamente diseñados para este fin. 

Esta prueba tiene la ventaja de ofrecer información no solo acerca del nivel de ansiedad que se experimenta, sino también del tipo, comprendiendo que la ansiedad como estado se trata de algo transitorio que se experimenta durante un tiempo determinado, mientras que cuando se habla de rasgo se refiere a algo más estable y permanente. 

La prueba pasó por diversas revisiones y mejoras, hasta que para el año 2011 se llegó a una versión definitiva que ha demostrado ser muy eficiente para medir los niveles de ansiedad. Esto ha resultado en que STAI se convierta en uno de los test más confiables para los especialistas de la salud mental.  

Inventario de Ansiedad de Beck (BAI)

Desarrollado en el año 1988, este test fue creado por Aaron Beck y consta de 21 preguntas, formuladas con la finalidad de valorar los síntomas somáticos que se relacionan a la ansiedad que se encuentran presentes en la persona.

Está diseñado para evaluar a adultos y adolescentes y cada ítem consta de 4 opciones para su puntuación que van desde 0 para referirse a la ausencia completa del síntoma hasta el 3 que se refiere a un nivel de intensidad muy fuerte.

Evalúa 4 aspectos importantes para determinar no solo el nivel de ansiedad sino también la manera en la que se experimenta la misma, a través de una apreciación subjetiva, neurofisiológica, a nivel de sistema autónomo y los niveles de pánico.  

Inventario de Escala de Autoevaluación de la Ansiedad de Zung (EAA)

Creado en 1965 por William Zung su escala de autoevaluación de la ansiedad, se trata de un instrumento diseñado para estimar e identificar los niveles de ansiedad presentes en el evaluado, así como la intensidad con la que se experimentan los síntomas relacionados. 

Para el año 2001, Luis Astocondor hizo una adaptación del test para su aplicabilidad en adolescentes y adultos que se sigue utilizando con frecuencia hoy en día. Se trata de un test que cuenta con 20 premisas presentadas en forma de relatos o de informes en los que se encuentran situaciones y síntomas relacionados a la ansiedad.

Está realizada con un lenguaje muy sencillo y fácil de comprender para que el test sea accesible a todas las personas. Cada enunciado cuenta con 4 opciones para seleccionar que indican la frecuencia o intensidad con la que se identifica la persona con lo relatado en los ítems.

Aspectos a tener en cuenta

Es importante tener en cuenta que muchos de estos test (no todos) se encuentran disponibles en la web, por lo que cualquier persona puede tener acceso a ellos y aplicarlos con relativa facilidad y sin tener formación al respecto. Sin embargo, el diagnóstico de algún tipo de trastorno puede ser realizado única y exclusivamente por un profesional de la salud mental.

Los test de valoración sirven como una especie de guía para saber lo que sucede con el paciente, lo que siente y experimenta pero no constituyen de manera alguna un diagnóstico definitivo.

Se requiere de la valoración de un profesional capacitado (psicólogo o psiquiatra), para poder tener certeza de la presencia de algún tipo de trastorno. Si has experimentado altos niveles de ansiedad y este es un tema que te preocupa, por favor busca ayuda de personas facultadas en el tema.

Referencias bibliográficas:

  • Buela-Casal, G. y Sierra, J.C. (1997). Manual de evaluación psicológica. Ed. Siglo XXI. Madrid.
  • Cohen, R.J. & Swerdlik, M.E. (2002). Pruebas y evaluación psicológicas. McGraw-Hill: Madrid.

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Así no se ayuda a un amigo que pasa por un mal momento

  • David Aparicio
  • 28/02/2022
pink flower

Tara Parker-Pope comparte en The New York Times, algunas lecciones y recomendaciones muy útiles para saber que hacer y que no hacer para ayudar a un amigo, familiar o ser querido que pasa por un mal momento:

Sí: Piénsalo dos veces antes de llamar. Me sorprendió la frecuencia con la que sonaba el celular de mi padre y lo agotador que era para él (y para mí). A menudo, las llamadas lo despertaban del sueño que tanto necesitaba. Me hizo darme cuenta de que las llamadas telefónicas durante una crisis, aunque bien intencionadas, pueden resultar intrusivas y agotadoras. Obviamente, las llamadas telefónicas son apropiadas en ciertas situaciones, pero mi consejo es que, si puedes, evites llamar en el momento álgido de la enfermedad o la crisis.

No: Envíes mensajes de texto para obtener información. Intenta evitar mandar un texto que requiera una respuesta. ¿Cómo lo estás llevando? ¿Cómo te sientes? ¿Qué se sabe? Si tu texto termina con un signo de interrogación, hace que el paciente o el cuidador tengan que responder.

Sí: Envía un texto de apoyo. Los textos son menos intrusivos que las llamadas telefónicas y pueden leerse en nuestro tiempo libre. Los mejores textos han sido los que compartían pensamientos de apoyo, ofertas de ayuda o enlaces a un artículo interesante, un recuerdo fotográfico o un video divertido, y luego terminaban con un “Solo pensaba en ti. No hace falta que respondas”.

No: Preguntes a la gente lo que necesita. Muchos amigos han llamado o enviado mensajes de texto amablemente con la pregunta: “¿Qué puedo hacer para ayudar?”. Pero en la niebla de la enfermedad y la pérdida, es muy difícil saber lo que se puede necesitar, así que la mayoría de las veces nos limitamos a decir: “Gracias. Te avisaremos”.

Sí: Haz una oferta concreta de ayuda. En lugar de preguntar qué puedes hacer para ayudar, intenta hacer una oferta específica y permanente que describa cómo podrías ayudar. Mi colega Karen Barrow, cuya madre falleció recientemente, lo expresó de esta manera: “No preguntes cómo ayudar, simplemente ayuda. Envía una comida o ayuda con una tarea”. He aquí algunos ejemplos de cómo ayudar cuando alguien muere o está enfermo:

  • Puedo ayudarte a escribir notas de agradecimiento.
  • Estoy encantado de recoger a los niños en la escuela.
  • Iré a pasear al perro.
  • Tengo una camioneta si necesitas ayuda con la mudanza o para hacer donaciones.
  • Puedo hacer gestiones, comprar, llevarte a las citas o recoger las recetas.
  • Hice rollitos de col (o estofado, raviolis, lasaña o galletas). Los dejaré en tu entrada. (Mucha comida llega en los primeros días de una crisis; las comidas de unas semanas más tarde suelen ser una ayuda mayor).

Puedes leer el artículo completo en The New York Times.

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Sumergirse en agua fría está de moda, ¿puede reducir la ansiedad y la depresión?

  • David Aparicio
  • 25/02/2022

Chole Williams revisó para el New York Times, la evidencia del método de sumergirse en agua fría para tratar la depresión y ansiedad:

Ningún estudio ha demostrado que el método Wim Hof o la inmersión en agua fría por sí solos mejoren la salud mental, pero algunas investigaciones sugieren que la natación en agua fría puede mejorar el estado de ánimo y el bienestar. Varios equipos de investigadores, especialmente en Europa, han explorado los efectos psicológicos de la natación en aguas frías y han obtenido resultados alentadores. Un estudio realizado en 2020 en el Reino Unido descubrió que 61 personas que siguieron un curso de diez semanas para aprender a nadar en el mar helado experimentaron mayores mejoras en el estado de ánimo y el bienestar que 22 de sus amigos y familiares que los observaron desde la orilla.

Algunos científicos también sospechan que un chapuzón en agua helada podría ayudar a tratar enfermedades mentales, como la ansiedad y la depresión. Un estudio de caso de 2018, también en el Reino Unido, describe a una mujer de 24 años con depresión y ansiedad que emprendió la natación en aguas frías y, después de cuatro meses, ya no necesitaba medicación. Desde entonces, los investigadores han hecho un seguimiento con un ensayo más amplio, pero los resultados aún no se han publicado.

Estos primeros resultados son prometedores, pero conseguir pruebas sólidas es todo un reto, afirma Jeremy Howick, investigador sénior del Centro de Investigación de Ensayos de la Universidad de Cardiff que estudia medicina basada en evidencias. Los investigadores no pueden ocultar el hecho de que alguien está recibiendo un tratamiento con agua fría, dijo, y sus buenas expectativas pueden llevarlos a experimentar un efecto placebo. Hof lo ha sugerido en su libro El método Wim Hof, al escribir que “para sacar el máximo provecho del método, hay que comprometerse mentalmente con él”.

Lee el artículo completo en The New York Times.

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  • Salud Mental y Tratamientos

Qué es la psicosis y un brote psicótico

  • Laura Ruiz
  • 24/02/2022

Cuando existe una ruptura entre la consciencia y la realidad, se habla de psicosis. Este tipo de enfermedades mentales se encuentran entre las que se consideran de gravedad, y pueden llegar a afectar de manera muy seria la vida de quien las padece.

La aparición de brotes psicóticos se presenta en diversas patologías de la mente y puede ser debido a múltiples causas. Su aparición más frecuente suele darse en el momento en el que comienza la adultez, a los 25 años aproximadamente. Sin embargo, un brote psicótico puede aparecer a cualquier edad.

¿Qué es la psicosis?

Psicosis es el término que se emplea para referirse a los problemas de salud mental en los que el paciente pierde el contacto con la realidad. Esto implica serios problemas para poder comprender si lo que sucede alrededor es o no real. 

En este tipo de enfermedad los procesos de percepción y pensamientos se ven afectados, llegando incluso a imposibilitar a la persona para comprender lo que está pasando. Es frecuente tener alucinaciones, comprendiendo a estas como  una especie de «percepciones sin objeto» (Álvarez, 2013).

De acuerdo con Lacan (1958), se puede hablar de psicosis solamente al corroborar que en esta desconexión con la realidad existe una ausencia de todo déficit (motricidad, memoria, percepción, discurso y orientación) que pueda ser detectado a través de pruebas de capacidades.

¿Qué es un brote psicótico?

Los brotes psicóticos aparecen de manera temporal; implican una ruptura con la realidad. Eso sí, presentar un brote psicótico no implica necesariamente tener un diagnóstico de psicosis como trastorno mental. 

Síntomas de los brotes psicóticos

Las manifestaciones de los brotes psicóticos varían de persona en persona. Sin embargo, se hace evidente que existen cambios a nivel del estado anímico de quien los presenta. Algunos síntomas comunes son:

A nivel físico

  • Descuido de su apariencia física.
  • Falta de higiene personal.
  • Cambios en la manera de vestir.

A nivel mental/afectivo

  • Aparición de pensamientos confusos que pueden hacer difícil comprender lo que se habla. 
  • Bajo nivel de motivación para realizar actividades, incluso aquellas que resultan placenteras. 
  • Altos niveles de ansiedad.
  • Alucinaciones. 
  • Creencias falsas o delirios que generalmente carecen de coherencia y difieren de la realidad.
  • Sensación de sentirse extraño dentro de la realidad.
  • Cambios del estado de ánimo de forma brusca. 
  • Problemas para concentrarse en cualquier actividad.

A nivel conductual

  • Aislamiento social. Se evita asistir a las actividades diarias, como asistir a clases o al trabajo. 
  • Conducta desorganizada. 
  • Cambios en los hábitos de sueño.
  • Cambios conductuales sin explicación que pueden ir desde el letargo hasta una alta excitabilidad.

A nivel social

  • Evitación del contacto social con los demás. 
  • Problemas para interrelacionarse. 
  • Dificultades para comunicarse con las demás personas.

Causas de la psicosis

No existe una única causa para la aparición de los brotes psicóticos o la psicosis, pues esto responde a una gran variedad de factores. Se sabe que en muchos casos existe un componente genético importante.

Aunado a esto, es preciso tener en cuenta que el experimentar situaciones de trauma pueden llegar a desencadenar este tipo de problemas. Lo mismo sucede con el consumo de ciertas sustancias como el alcohol, las drogas e incluso debido a interacciones farmacológicas.  

Traumas físicos como accidentes, golpes, caídas, etc., pueden llegar a afectar el funcionamiento del cerebro, causando la aparición de delirios y alucinaciones, ambos síntomas relacionados a los brotes psicóticos.

¿Cómo se trata la psicosis?

El abordaje de la psicosis se debe llevar a cabo por profesionales de la salud mental, quienes serán los encargados de realizar primeramente un diagnóstico. El tratamiento de esta psicopatología incluye: 

Psicoterapia. Puede ser a nivel individual o grupal, e incluso ambas metodologías a la vez, que permitan comprender lo que sucede, ser conscientes del problema y los síntomas para tratar de llegar a la raíz del asunto.

Terapia farmacológica. Para el tratamiento de las psicosis, la farmacoterapia es fundamental, pues ayuda a conseguir un equilibrio  en la química cerebral y a aliviar e incluso suprimir por completo los síntomas asociados. Se debe ser en extremo cuidadoso con este tipo de tratamientos, y seguir al pie de la letra las indicaciones del médico tratante.

Apoyo familiar. Para las personas con psicosis es de gran importancia contar con apoyo familiar. Para esto es importante que los miembros de su círculo más cercano se eduquen al respecto y adquieran estrategias para poder hacer frente a los brotes psicóticos. 

¿Cómo actuar ante un brote psicótico?

Ante un brote psicótico puede llegar a ser muy difícil saber cuál es la manera indicada para actuar, en tanto no es posible saber lo que está sucediendo en la mente de quien presenta el brote.

Sin embargo, es importante dar contención, pero nunca de manera abrumadora, como intentar abrazar a la persona. Lo más recomendable es tratar de llevarlo a un lugar seguro y quitar los objetos con los que pueda llegar a hacerse daño a sí mismo o a terceros. 

No solamente se trata de alejar a la persona de cuchillos o armas, se trata de prever que pueda utilizar cualquier objeto cercano para defenderse o dañarse, en respuesta de las alucinaciones y/o delirios que pueda estar experimentando en ese momento. 

Si crees estar teniendo brotes psicóticos o sospechas que alguien pueda estar experimentándolos, no dudes en buscar ayuda profesional. Conversa acerca de los síntomas con tu médico o busca directamente ayuda terapéutica por parte de un psicólogo o un psiquiatra.

Los trastornos mentales son mucho más comunes de lo que la mayoría de las personas suelen pensar. Es importante contar con un diagnóstico adecuado y preciso para poder crear una estrategia de abordaje y recibir el tratamiento adecuado. 

Referencias bibliográficas:

  • Álvarez, J.M. (2013). Estudios sobre la psicosis. Pensódromo.
  • Lacan, J. (1958). De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis: 509-557.
  • Soler, C. (1992). Estudios sobre las psicosis . Ediciones Manantial.

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  • Salud Mental y Tratamientos

Cómo meditar mientras te mueves

  • Maria Fernanda Alonso
  • 24/02/2022

La meditación activa es meditación en movimiento. Esencialmente, se trata de conectarse con el aquí y ahora mientras se realizan actividades diarias: prestar más atención a lo que sucede en tu cuerpo mientras realizas una tarea, te ayuda a conectarte más con el presente y a ser más consciente de tí mismo. Practicar la meditación activa puede beneficiar a aquellos que tienen dificultades para quedarse quietos en un entorno de meditación tradicional. 

Este tipo de meditación te ayuda a apreciar los momentos simples de tu vida cotidiana y a encontrar la paz interior simplemente eligiendo ser más consciente.

Ejemplos de meditación activa

La meditación activa se basa en encontrar momentos meditativos durante la vida cotidiana. Expertos en el tema sugieren los siguientes ejemplo:

  • Preparando comidas: mientras cortas verduras para la cena, puedes enfocarte en tus cinco sentidos, un sentido a la vez.Observa las sensaciones sin juzgar. Quizás el cuchillo se siente frío, suave y pesado en tu mano, escuchas el sonido del cuchillo balanceándose rítmicamente contra la tabla de cortar mientras cortas, al mismo tiempo el pimiento es de color verde brillante y el aroma de las cebollas ya cocinandose en la sartén impregna tus fosas nasales. Además, asegúrate de prestar atención a las emociones que sientes en el momento. Tal vez sientas calidez hacia tu familia al pensar en preparar esta comida para nutrirlos. Tal vez también sientas estrés cuando tu lista de tareas vuelve a entrar en tu cabeza. Tu mente divagará, y eso está bien, siempre puedes volver a concentrarte en tus sentidos y dejarte absorber por ellos. Con la práctica, simplemente observarás tus sentimientos en lugar de dejarte consumir por ellos.
  • Limpieza: el simple acto de lavar un plato puede ser consciente. Observa el agua que sale del grifo y siente su cálida temperatura cuando toca tu piel. Al barrer el piso, concéntrate en la forma en que se mueve tu cuerpo y, si te sientes valiente, encuentra un ritmo y comienza a bailar mientras realizas esta tarea doméstica. ¡Diviértete con eso!
  • Caminando: céntrate en la forma en que el pavimento presiona tus pies con cada paso, mientras das un paseo. Nota la sensación de estiramiento en cada pantorrilla cuando las levantas, la frescura de la brisa en tu cara, la suavidad de la bufanda que envuelve tu cuello. Recuerda, la forma más rápida de salir de tu cabeza es entrar en tu cuerpo.
  • Ducha: cierra los ojos y siente el agua acariciando tu piel. Huele el champú y el jabón. Escucha el relajante sonido del agua. Si quieres ir un paso más allá, imagina que tus preocupaciones desaparecen.

¿A quién beneficia?

La meditación activa puede beneficiar a aquellos que han tenido dificultades para mantener una práctica regular de meditación, ya sea debido a horarios ocupados o por factores mentales o físicos que hacen que la quietud sea incómoda, ya que integra la meditación con sus actividades diarias.

Esta técnica puede ser una forma de meditación más accesible para las personas con antecedentes de trauma que quizás encuentran que las prácticas de meditación basadas en la quietud provocan sentimientos de ansiedad. También puede ser una herramienta importante para desarrollar habilidades para calmarse uno mismo para aquellos que luchan con la regulación de las emociones o la tolerancia a la angustia.

Además, este tipo de meditación es más práctica para las personas con tipos de dolor crónico que les dificultan sentarse por períodos prolongados. Y para aquellos que lidian con el insomnio, los beneficios combinados del movimiento y la meditación pueden mejorar el estado de ánimo.

Consejos para meditar

  • Sintoniza tus sentidos: ¿qué ves, hueles, oyes, saboreas y tocas? Mientras caminas desde el estacionamiento hacia el edificio de oficinas, observa los colores, las formas y las áreas de sombra y luz a tu alrededor. Abre los oídos a los sonidos de cerca y de lejos. Siente cada zancada y observa tu modo de andar natural mientras caminas. Si hay olores o sabores presentes, internalízalos. La mejor parte es que no necesitas apartar una hora en tu agenda para comenzar a cultivar las cualidades de presencia que te brinda la meditación activa. Pruébalo durante 5 o 10 minutos la próxima vez que vayas a tomar ese café con leche de la tarde, ¡y verás cómo te sientes!
  • Olvídate de movimientos específicos: la meditación activa es menos sobre el movimiento y más sobre la energía detrás del movimiento. Cuando hacemos ejercicio, tendemos a centrarnos en cómo nos movemos, la posición del cuerpo, etc. La meditación activa no se trata de esto. Se trata de enfocarse en la energía detrás del movimiento. Concéntrate en la energía que crean tus movimientos, el lugar donde la mente se encuentra con el cuerpo. Conéctate con la intención de moverte. Puedes hacer esto con movimientos notablemente simples. Por ejemplo, intenta girar lentamente la mano en círculos. Ahora enfócate en la energía detrás del movimiento, investiga cómo la mente crea este movimiento. Esto aumentará tu conexión mente-cuerpo, y solo necesitas hacerlo durante unos 5 a 10 minutos al día.
  • Próximos pasos: al iniciar tu práctica de meditación activa, comienza vinculando este nuevo hábito a un hábito existente. Esto aumentará tus posibilidades de éxito. ¿Te cepillas los dientes todas las mañanas? ¿Paseas al perro todas las noches? Puedes hacer que tu actividad rutinaria sea tu tiempo para la meditación activa. No solo está bien, sino que es preferible comenzar poco a poco. Tal vez durante la primera semana, desees intentar usar la meditación activa durante 2 minutos y luego realizar tu actividad normalmente. Tal vez la próxima semana quieras probar 5 minutos al día. Establecer metas pequeñas y alcanzables te dará el impulso que necesitas para seguir avanzando.

Fuente: Psychcentral

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  • 23/02/2022
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  • 23/02/2022

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Es muy fácil que las sesiones de psicoterapia divaguen y se pierdan en un mar de historias y nuevos problemas que aparecen cada semana. Muchos terapeutas, en su interés por ayudar a los consultantes o por miedo a perderlos, extienden las sesiones para poder abarcar todo, afectando sus descansos y las sesiones que tienen agendadas para el resto del día. Los terapeutas necesitamos un balance apropiado con nuestros horarios y límites de tiempo, es la única manera de cuidarnos y ser más efectivos en nuestro trabajo.

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DSM-5. Trastornos por consumo de sustancias. ¿Son problemáticos los nuevos cambios en el ámbito forense?

  • David Aparicio
  • 22/02/2022
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Este artículo se centra en el trastorno por consumo de sustancias. Uno de los principales cambios en relación a este trastorno es el enfoque dimensional. Las categorías de abuso y dependencia se incluyen dentro de un trastorno, y se aplica a cada una de las sustancias requiriendo dos o más de los once síntomas especificados. Se incluye el craving y han desaparecido los “problemas legales” porque han mostrado una pobre discriminación para el diagnóstico. La desaparición de las categorías del abuso y la dependencia puede causar cierta confusión entre los operadores judiciales. A partir de ahora, los peritos tendrán que hacer un esfuerzo para explicar a los tribunales las características específicas de acuerdo a los ítems aprobados en el DSM-5.

Autor: G. Portero Lazcano, Médico Forense y Psicólogo Clínico. Jefe de los Servicios Clínicos del Instituto Vasco de Medicina Legal del País Vasco. Subdirección Bi- zkaia. Bilbao.

Descarga el artículo completo en formato PDF.

Fuente: Scielo

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  • Salud Mental y Tratamientos

Pruebas para evaluar la depresión: un listado y descripción de las mismas 

  • Laura Ruiz
  • 22/02/2022

La depresión es uno de los trastornos mentales más frecuentes y, a pesar de ello, su diagnóstico puede llegar a ser un poco complejo de realizar. Por esta razón, los especialistas de la salud mental se valen de recursos disponibles y estandarizados para realizar esta labor.

Las pruebas para evaluar la depresión son muchas e incluso puedes encontrar varias versiones en línea. Pero es importante tener en cuenta que los resultados de estos instrumentos no son de manera alguna un diagnóstico infalible. Esto requiere de la valoración de un experto en el área.

Algunas de las pruebas más utilizadas en la psicología clínica para evaluar la depresión: 

Escala Heteroaplicada de Hamilton para la Depresión (HRSD)

Se trata de un instrumento clínico creado en 1960, que fue diseñado para evaluar los síntomas relacionados a la depresión en los pacientes, además de servir como estándar para indagar su evolución. Es actualmente uno de los test más utilizados para la evaluación de esta psicopatología debido a su confiabilidad y validez.  

Consta de 21 ítems estratégicamente postulados para evaluar la depresión. En revisiones posteriores se redujo el número de ítems a 17, pero también se las puede encontrar de 24 e incluso de 6, siendo todas validadas. Cada respuesta se puntúa y se realiza una sumatoria final que indica la gravedad de los síntomas de depresión que presenta el paciente al cual se le aplica la escala. 

Según los resultados obtenidos se considera que un puntaje entre 0 y 7 equivale a la no presencia de depresión en el paciente, mientras que una puntuación entre 8 y 13 puntos indica depresión ligera/menor. Con 14 a 18 puntos se trata de depresión moderada, mientras de 19 a 12 sería depresión severa y un puntaje superior a 23 indica depresión muy severa.

Inventario de Depresión de Beck (BDI)

En 1961 Aaron T. Beck desarrolló un inventario que consta de 21 preguntas con opciones de respuesta múltiples, destinadas a evaluar la presencia y severidad de depresión en los pacientes, siendo este test uno de los aportes más importantes de este investigador psiquiatra que se conoce como el padre de la Terapia Cognitiva.

Actualmente se trata de uno de los test más utilizados debido a su confiabilidad. Ha sido validada en varios países y cuenta con traducciones en varios idiomas. A lo largo del tiempo pasó por diversas revisiones y mejoras hasta llegar a la versión del año 1996 que sigue siendo utilizada hoy en día para evaluar la depresión. 

Cada uno de los ítems se puede contestar con una escala valorativa del 0 al 3 que indicarán la severidad de los síntomas que se experimentan por parte del paciente con una temporalidad de al menos dos semanas. La puntuación final varía entre 0 hasta 63 puntos que indicarán el grado de severidad de la depresión. 

Montgomery Asberg Depression Rating Scale (MADRS)

La Montgomery Asberg Depression Rating Scale es uno de los instrumentos más utilizados para evaluar la depresión por parte de los profesionales de la salud mental, y es que se trata de una escala heteroaplicada que ha demostrado ser muy eficaz para evaluar los síntomas y severidad.

Cuenta con 10 ítems que deben ser presentados por un especialista mediante una entrevista. A través de ellos se indaga acerca de la presencia de síntomas emocionales y físicos que indican depresión y la severidad de los mismos en cuanto a su impacto en el desarrollo de la vida cotidiana de los pacientes. 

Existe una versión que se puede autoaplicar, y aunque ha demostrado ser bastante efectiva, es recomendable que su aplicación sea por parte de un profesional clínico experto en el área de la salud mental. A diferencia del test anterior, este no cuenta con límites de puntuaciones específicas que determinen un diagnóstico. 

Cuestionario sobre la Salud del Paciente (PHQ-9) 

Es un instrumento autoaplicable que ayuda a evaluar la presencia de síntomas relacionados a la depresión. Es una breve parte de la evaluación del módulo de depresión del Primary Care Evaluation of Mental Disorders Procedure, también conocido como PRIME-MD.

Cuenta con 9 ítems que indican síntomas, severidad y temporalidad. Evalúa la presencia de síntomas depresivos positivos, si se experimentan 1 o 2 en menos de la mitad de los días, mientras que habla de síntomas depresivos negativos cuando no hay presencia de tales. 

Indica síndrome depresivo mayor (SDM) en los casos en los que existan más de 5 síntomas durante más de la mitad de los días y otro síndrome depresivo (OSD), cuando los síntomas son entre 3 y 4 con una temporalidad menor. En ambos casos se evalúa la presencia de anhedonia.

Inventario de Salud Mental de 5 reactivos (MHI-5)

Este instrumento consta de 5 criterios evaluativos en una escala autoaplicable que permite determinar la presencia de indicadores de depresión en los pacientes. 

Este test se trata de una forma resumida del SH-36, en el que se evalúa una de sus 8 dimensiones. Es aplicable en poblaciones adultas y adolescentes con resultados confiables y actualmente se están realizando validaciones en diversas poblaciones en todo el mundo para su uso. 

Este inventario cuenta con 6 opciones para responder que indican la intensidad con la que se experimentan los síntomas que va desde nunca hasta todo el tiempo.  

Información importante a tener en cuenta

La depresión es una patología mental que puede ser grave y debe ser tratada de manera correcta pues, en caso contrario, las repercusiones pueden ser muy negativas. Es importante tener en cuenta que los instrumentos de evaluación representan solamente una guía para el especialista pero por si solos no representan ningún tipo de diagnóstico.  

Resulta imprescindible la evaluación e intervención de una persona calificada en salud mental para poder hacer el abordaje e indicar el tratamiento correcto de la depresión. Esto va mucho más allá de la aplicación de instrumentos clínicos, requiere de entrevistas y otras evaluaciones.  

Si tú o alguien a quien conoces presentáis síntomas relacionados a la depresión, busca ayuda en los especialistas de la salud mental (psicólogos y psiquiatras), quienes pueden ayudarte no solo con un diagnóstico, sino también con el tratamiento adecuado y comprensión de lo que está sucediendo. 

Referencias bibliográficas:

  • Buela-Casal, G. y Sierra, J.C. (1997). Manual de evaluación psicológica. Ed. Siglo XXI. Madrid.
  • Cohen, R.J. & Swerdlik, M.E. (2002). Pruebas y evaluación psicológicas. McGraw-Hill: Madrid.

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