El panorama sociopolítico cambiante y la legalización del cannabis han llevado a una expansión de su uso recreativo. Según el Informe Europeo sobre Drogas de 2020, alrededor de 90 millones de personas de 15 a 64 años han consumido cannabis al menos una vez, y los usuarios crónicos a menudo comienzan durante la adolescencia.
La adolescencia es una fase crítica para el desarrollo cerebral. Durante este período, la exposición al cannabis emerge como un factor de riesgo para la psicosis, y se ha relacionado con las Experiencias Similares a la Psicosis (PLEs), que se asemejan a los síntomas psicóticos pero son menos severas en frecuencia e intensidad. Aunque a menudo son transitorias en la juventud, las PLEs pueden preceder un trastorno psicótico, especialmente si son frecuentes, lo que hace crucial monitorizar el impacto del consumo de cannabis.
Cannabis y experiencias psicóticas
Una investigación reciente examinó la relación entre el uso recreativo de cannabis y las PLEs en 232 gemelos turcos sanos (116 pares) adolescentes y adultos jóvenes, de 14 a 24 años, utilizando la resonancia magnética por difusión (diffusionMRI) y evaluaciones psicométricas. Para limitar el estudio a los efectos sublíinicos en etapa temprana, los participantes se restringieron a usuarios de cannabis recreativos, de frecuencia baja a moderada y no diarios. La investigación se centró en la conectividad de la Red de Saliencia (SN), una red neural fuertemente vinculada a la psicosis y la sensibilidad al cannabis.
Los resultados de los modelos lineales mixtos (LMMs) revelaron que el uso de cannabis se asoció significativamente con una mayor frecuencia general de PLEs. Específicamente, el uso de cannabis fue un predictor significativo tanto de la frecuencia total de PLEs como de las PLEs positivas.
Además, un factor específico de la SN, el Factor 6, que representa la conectividad local en el córtex cingulado anterior (ACC) y la ínsula anterior, también predijo significativamente las PLEs totales y positivas. Estos hallazgos sugieren que las características de la SN podrían contribuir a la variabilidad de las PLEs de manera independiente.
Sin embargo, a pesar de estas asociaciones, los análisis de mediación causal exploratorios no encontraron evidencia de que la conectividad de la SN (Factor 6) mediara la relación entre el uso de cannabis y la frecuencia de las PLEs. Esto sugiere que la SN puede influir en las PLEs, pero no explica la conexión directa observada con el consumo de cannabis en esta muestra.
Utilizando modelos de gemelos, el estudio buscó distinguir las contribuciones genéticas y ambientales. El análisis univariado mostró que el uso recreativo de cannabis fue predominantemente afectado por factores ambientales. Las PLEs (frecuencia total y positiva) también estuvieron influenciadas por factores ambientales únicos. Lo más importante es que los modelos bivariados no revelaron covariaciones fenotípicas significativas, ni influencias genéticas aditivas o ambientales compartidas entre el uso de cannabis, las PLEs y los parámetros de la SN.
Este estudio indica que el consumo recreativo de cannabis durante la adolescencia y la adultez temprana se asocia con un mayor riesgo de PLEs, y esta relación está principalmente influenciada por factores ambientales y mecanismos específicos del individuo, en lugar de una predisposición genética o una alteración cerebral estructural mediada por la Red de Saliencia. Estos hallazgos resaltan la importancia del entorno en la adolescencia para moldear estos rasgos de forma independiente.
Referencia: Atmaca-Turan, H., Şahin-Çevik, D., Çakar, S., Gökalp-Yavuz, F., van den Heuvel, M., Rijsdijk, F., Filbey, F., & Toulopoulou, T. (2025). The relationship between recreational cannabis use, psychotic-like experiences, and the salience network in adolescent and young adult twins. Psychological Medicine, 55, e300, 1–9. https://doi.org/10.1017/S0033291725101773.