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Ciencia y Evidencia en Psicología

2850 Publicaciones

Investigación, neurociencia, modelos teóricos y psicopatología

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Pueden la depresión y el estrés durante el embarazo provocar autismo en los bebés?

  • 25/05/2022
  • Equipo de Redacción

La salud mental materna podría influir en el desarrollo neurocognitivo de su descendencia. A la vez, los genes tienen un papel importante en el desarrollo.

Aunque los rasgos del trastorno del espectro autista no aparecen hasta los primeros años de vida, los meses en el útero pueden preparar el escenario para la interacción entre los genes y el medio ambiente. 

  • El estado físico de una persona embarazada puede afectar el desarrollo del feto. Por ejemplo, la diabetes gestacional puede aumentar la posibilidad de que un bebé desarrolle diabetes en el futuro (Zhuang et al., 2020). Esto también podría aplicarse a la salud mental y aspectos del desarrollo del bebé.
  • Un estudio que incluyó a 194.494 parejas madre-hijo, reveló que la posibilidad de autismo en infantes estaba más influenciada por los síntomas de depresión de la madre durante el embarazo que por el uso de antidepresivos (Hagberg et al., 2018).
    El estudio mostró que tanto la depresión tratada como la no tratada durante el embarazo aumentaban las posibilidades de que un bebé tuviera un trastorno del espectro autista. Sin embargo, los hijos de mujeres que usaron antidepresivos por motivos distintos al tratamiento de la depresión no tenían tanta probabilidad de desarrollar autismo.
    En general, no hay mucha evidencia de que tomar antidepresivos durante el embarazo afecte al bebé de alguna manera.
  • Las investigaciones señalan que la depresión no es el único factor de salud mental que puede influir en la salud mental de un bebé. Los altos niveles de estrés durante el embarazo también pueden estar relacionados con el autismo en infantes (Beversdorf et al., 2018). Esta conexión parece tener el mayor impacto cuando madres y padres experimentan estrés entre las semanas 25 y 28 de embarazo. Según este estudio, la misma conexión puede ser cierta cuando se trata de los niveles de estrés materno y el desarrollo del cerebro del feto.
  • En la misma línea que el estrés crónico, experimentar ser víctima de conductas abusivas por parte de una pareja romántica antes y durante el embarazo también se ha relacionado con una mayor probabilidad de autismo en la descendencia, según un estudio de salud de enfermeras (Roberts et al., 2016). Sus resultados sugieren que cuando una mujer está expuesta al abuso de su pareja en los dos años previos al parto, incluso durante el embarazo, el bebé tiene mayor probabilidad de desarrollar autismo más adelante.
  • El trastorno por uso de sustancias también puede desempeñar un papel en el desarrollo de autismo en infantes según los hallazgos de un estudio hospitalario en el que participaron niñas y niños de entre 6 y 14 años (Sandtorv et al., 2018). El estudio encontró que cuando un feto estuvo expuesto a sustancias como los opioides y drogas ilícitas, las niñas/niños tenían más probabilidades de desarrollar síntomas de trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y autismo años después del nacimiento.

¿Puede el autismo ser hereditario?

La heredabilidad se refiere a una medida de cómo los genes dan cuenta de las diferencias en los rasgos de personalidad entre las personas. El puntaje de heredabilidad más alto es 1.0, lo que significa que un rasgo proviene 100% de los genes. La puntuación más baja es 0,0, lo que indica que los genes no están involucrados en absoluto.

La estimación de heredabilidad actual para el trastorno del espectro autista es 0,83 (Beversdorf et al., 2018). Esto significa que el desarrollo del autismo se atribuye en gran medida a las diferencias genéticas.

Sin embargo, no son solo los genes los que determinan cómo se desarrolla el cerebro de un bebé. Otros factores, como el entorno, pueden influir en cómo se expresan los genes de una persona.

La epigenética refiere a cómo el comportamiento y el entorno influyen en cómo funcionan los genes. En otras palabras, tener el gen para un rasgo determinado no significa que siempre se desarrollará el rasgo. Esto depende, en parte, del entorno en el que la persona crece, su temperamento y algunas de sus experiencias.

La investigación ha demostrado que la combinación de genes maternos y factores ambientales durante el embarazo influyen en la probabilidad de que un bebé desarrolle autismo (Bastaki et al., 2020).

¿Se puede detectar el autismo durante el embarazo?

Existen varios tipos de exámenes prenatales, pero ninguno se usa para evaluar el autismo. Algunas de las pruebas que se usan durante el embarazo para seguir el desarrollo del feto incluyen:

  • Análisis de sangre. La sangre extraída de la persona embarazada puede indicar la posibilidad de ciertas afecciones en el bebé, como el síndrome de Down o la espina bífida.
  • Ultrasonido. Una ecografía es una prueba no invasiva que usa sonido para crear imágenes que pueden revelar el desarrollo fetal.
  • Pruebas genéticas fetales. Este tipo de prueba puede verificar los genes del bebé en busca de ciertas diferencias, como cromosomas adicionales.

Al examinar ultrasonidos de embarazos archivados de 659 niños (algunos con autismo), un equipo de investigadores encontró diferencias en el desarrollo en el 29,3% de los niños que luego fueron identificados como autistas (Regev et al., 2022).

En comparación, las diferencias identificadas ocurrieron con menor frecuencia en sus hermanas/os alísticos (no autistas) (15,9 %).

Esto sugiere la posibilidad futura de establecer biomarcadores que puedan identificarse mediante ultrasonido durante el embarazo. Estos podrían ayudar a predecir la posibilidad de que un bebé desarrolle autismo más adelante en la vida.

Referencias bibliográficas:

  • Bastaki, K. N., Alwan, S., & Zahir, F. R. (2020). Maternal Prenatal Exposures in Pregnancy and Autism Spectrum Disorder: An Insight into the Epigenetics of Drugs and Diet as Key Environmental Influences. Advances in Neurobiology, 24, 143-162. https://doi.org/10.1007/978-3-030-30402-7_5
  • Beversdorf, D. Q., Stevens, H. E., & Jones, K. L. (2018). Prenatal Stress, Maternal Immune Dysregulation, and Their Association With Autism Spectrum Disorders. Current Psychiatry Reports, 20(9), 76. https://doi.org/10.1007/s11920-018-0945-4
  • Hagberg, K. W., Robijn, A. L., & Jick, S. (2018). Maternal depression and antidepressant use during pregnancy and the risk of autism spectrum disorder in offspring. Clinical Epidemiology, 10, 1599-1612. https://doi.org/10.2147/CLEP.S180618
  • Regev, O., Hadar, A., Meiri, G., Flusser, H., Michaelovski, A., Dinstein, I., Hershkovitz, R., & Menashe, I. (2022). Association between ultrasonography foetal anomalies and autism spectrum disorder. Brain: A Journal of Neurology. https://doi.org/10.1093/brain/awac008
  • Roberts, A. L., Lyall, K., Rich-Edwards, J. W., Ascherio, A., & Weisskopf, M. G. (2016). Maternal exposure to intimate partner abuse before birth is associated with autism spectrum disorder in offspring. Autism: The International Journal of Research and Practice, 20(1), 26-36. https://doi.org/10.1177/1362361314566049
  • Sandtorv, L. B., Fevang, S. K. E., Nilsen, S. A., Bøe, T., Gjestad, R., Haugland, S., & Elgen, I. B. (2018). Symptoms Associated With Attention Deficit/Hyperactivity Disorder and Autism Spectrum Disorders in School-Aged Children Prenatally Exposed to Substances. Substance Abuse: Research and Treatment, 12, 1178221818765773. https://doi.org/10.1177/1178221818765773
  • Zhuang, W., Lv, J., Liang, Q., Chen, W., Zhang, S., & Sun, X. (2020). Adverse effects of gestational diabetes-related risk factors on pregnancy outcomes and intervention measures. Experimental and Therapeutic Medicine, 20(4), 3361-3367. https://doi.org/10.3892/etm.2020.9050

Fuente: Psychcentral

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Iatrogenia en personas diagnosticadas con el trastorno límite de la personalidad

  • 25/05/2022
  • David Aparicio

La iatrogenia es el daño no deseado ni buscado, causado o provocado por un tratamiento médico o psicológico. En psicología se suele asociar este término con los procedimientos pseudocientíficos, pero en realidad la iatrogenia puede ser causada por una amplia variedad de factores asociados a la terapia, las características de los consultantes, del terapeuta y del contexto.

A pesar de que desde hace años sabemos del daño que puede ocasionar la terapia, poco se habla de ella en el entrenamiento clínico y los terapeutas suelen sobreestimar los efectos positivos de la terapia. En especial cuando se habla del trastorno límite de la personalidad, un diagnóstico que incrementa el riesgo de iatrogenia como resultado de la desregulación emocional (intensidad y frecuencia de conflictos emocionales) y la deficiencia de habilidades interpersonales.

Para conocer con mayor exactitud cuáles son los factores asociados con los efectos perjudiciales de la terapia en el TLP, el equipo de Rodriguez Cahill (2021), realizó una revisión de los factores iatrogénicos relacionados con TLP. Los resultados fueron publicados en la revista Clínica Contemporánea e incluyen algunas recomendaciones para reducirlos. La revisión es de tipo psicodinámica, pero tiene muchos puntos en común con otros tratamientos más conductuales, como DBT.

A continuación presentaré una síntesis de la investigación mencionada y agregaré algunos comentarios al final sobre los puntos en común que observo con la terapia dialéctica conductual. Si deseas puedes descargar el artículo original desde aquí.

Qué es la iatrogenia en terapia

Los psicoterapeutas sobreestiman los efectos positivos de sus terapias y pasan por alto los riesgos a los que están expuestos los pacientes. Las investigaciones han demostrado que los tratamientos psicológicos pueden ser efectivos, pero también se ha encontrado que un 5-10 % de los pacientes empeoran durante el proceso y más del 30 % no muestran mejoras clínicamente significativas.

Desde hace varias décadas se habla sobre los problemas adversos a las terapias psicológicas; aun así, la investigación sobre sus causas y prevención se ha estancado. Existen diferentes causas, pero una muy frecuente es que los investigadores utilizan diferentes términos para estudiar los efectos adversos (exacerbación de síntomas, efectos negativos, fracaso del tratamiento, deterioro clínico, reacción negativa a la terapia, etc.) haciendo que los datos y las investigaciones sean confusas.

Para emplear una definición más concreta, el equipo de la revisión propone dos tipos de iatrogenia: iatrogenia positiva: aquella que surge como producto de una acción dañina para el paciente; y iatrogenia negativa: producto de la ausencia de una intervención adecuada (cuando un paciente con autolesiones recibe, por ejemplo, constelaciones familiares en vez de DBT). Lo que significa que evitar el daño en las intervenciones no es suficiente. Presentar un servicio insuficiente también puede generar efectos adversos. En los pacientes diagnosticados con TLP y sus familias, los efectos iatrogénicos generan la creencia de que los tratamientos no funcionan, que no tienen probabilidades de cambio y, al mismo tiempo, se reduce la autoeficacia en tratamientos futuros.

Según Fonagy y Allison (2014), las personas con este diagnóstico son más susceptibles a sufrir daños de las intervenciones debido a la hiperactivación de su sistema de apego. Con frecuencia las intervenciones psicológicas estimulan las necesidades de apego de estos pacientes, pero no aportan la estructura necesaria ni se realizan en las mínimas condiciones requeridas para trabajar sus dificultades. Lo que hace que muchos pacientes abandonen el tratamiento, requieran más servicios de emergencia o se incremente la severidad de las autolesiones.

Factores relacionados con la iatrogenia

Factores que propician la iatrogenia. Imagen tomada de Rodríguez Cahill, C., Ruiz Llavero, G., Martín Escudero, D., Garnelo Fernández, P., Sánchez Rodríguez, F., Casares García, M. I. y Morales González, K. (2021). Iatrogenia en personas diagnosticadas de trastorno límite de la personalidad. Clínica Contemporánea, 12(3), Artículo e22. https://doi.org/10.5093/cc2021a21
Factores que propician la iatrogenia. Imagen tomada de Rodríguez Cahill, C., Ruiz Llavero, G., Martín Escudero, D., Garnelo Fernández, P., Sánchez Rodríguez, F., Casares García, M. I. y Morales González, K. (2021). Iatrogenia en personas diagnosticadas de trastorno límite de la personalidad. Clínica Contemporánea, 12(3), Artículo e22. https://doi.org/10.5093/cc2021a21

Los factores iatrogénicos recopilados por la revisión:

Concepto de trastorno de personalidad

La propia conceptualización de este diagnóstico y los prejuicios asociados suelen ser iatrogénicos. En el 2017 el equipo de (Chartonas et al. 2017) replicaron una investigación de 1988 que demostró que los psiquiatras mantienen actitudes negativas hacia los pacientes con un diagnóstico de trastorno de personalidad y suelen sentir que el trabajo tiene menos sentido cuando tratan con dichos pacientes. Por lo tanto, el diagnóstico en este caso puede resultar estigmatizador. Lo que a su vez produce la sobremedicalización y la infantilización de las personas con este diagnóstico. Dando como resultado la cronificación de sus problemas.

Evaluación clínica

Las etiquetas diagnósticas no son realidades sino clasificaciones que sirven como un lenguaje común para los profesionales de salud mental. Cuando las etiquetas diagnósticas no van acompañadas de un análisis idiosincrático de las dificultades, características y fortalezas del individuo, lo único que generan es más estigmatización y cosificación. Sobre este tema, los datos sugieren que los diagnósticos psiquiátricos pueden empeorar la evolución clínica y social de las personas (Timimi 2014). Por lo tanto, es importante entender las variables individuales y contextuales de los pacientes para proveer un tratamiento adecuado.

Las principales causas de iatrogenia en la evaluación clínica se deben a modelos diagnósticos reduccionistas sin un modelo comprensivo de referencia, obviando los errores de diagnóstico, el sobrediagnóstico de las conductas problemáticas de los pacientes y la falta de dedicación de tiempo suficiente para una buena evaluación. En 30-40 minutos escriben un diagnóstico.

Por supuesto, el diagnóstico también puede ser útil para pacientes y sus familiares, pues puede transmitir una sensación de que su sufrimiento es algo que tiene nombre y que es conocido por la comunidad de especialistas. Pero debe explicarse con detenimiento y tomando en cuenta todas las características de la persona.

Intervención

Los autores sugieren que el error más habitual a la hora de tratar a personas con problemas de personalidad es priorizar el tratamiento farmacológico por encima del psicoterapéutico. Esta postura facilita la medicación excesiva e incrementa el riesgo de que reciban tratamientos poco planificados, inconsistentes e improvisados. Lo que trae muchos problemas. Cada vez que un paciente no recibe un tratamiento y no se beneficia de él, se incrementa la desesperanza y cree que no es posible cambiar o tener una vida mejor.

Características de los tratamientos iatrogénicos en pacientes diagnosticados con TLP:

  • Tratamientos no específicos e inconsistentes.
  • Falta de competencias o formación para trabajar con estos pacientes.
  • Indicar psicoterapias o intervenciones no recomendadas para el diagnóstico.
  • Realizar intervenciones extemporáneas que no consideran el timing de la terapia debido a la impaciencia del terapeuta. El ejemplo más concreto es intentar hacer un tratamiento para trauma en las primeras etapas del tratamiento cuando se deben estabilizar las conductas de riesgo.
  • Utilizar tratamientos pseudocientíficos.
  • No prestar atención a la comorbilidad (adicción, trastornos de conducta alimentaria, por ejemplo).
  • Propiciar y mantener expectativas irrealistas de éxito y competencia profesional instantánea. Por ejemplo, suponer que el éxito de la terapia solo depende de la correcta aplicación de una técnica.
  • Miedo a la confrontación y dificultad para el manejo de la relación de trabajo.
  • Destruir la relación terapéutica al valorar negativamente algún aspecto del paciente.
  • Patologización del paciente.
  • Ingresos en urgencias recurrentes y ausencia de un plan de crisis.

Los tratamientos con evidencia científica como la terapia dialéctica conductual, la terapia basada en la mentalización y la terapia focalizada en la transferencia, son tratamientos manualizados que han demostrado ser efectivos para el tratamiento de las personas con trastorno límite de la personalidad. Es necesario que los pacientes puedan recibir el tratamiento adecuado y preciso.

Bateman y Fonagy (2004) ofrecen una lista de características y similitudes que tienen los tratamientos que han demostrado evidencia para esta problemática:

  • Tratamientos con alto nivel de estructura.
  • Implementados de forma consistente y confiable.
  • Coherencia teórica.
  • Consideran las dificultades para establecer relaciones con estos pacientes. E incluyen la importancia de establecer una buena alianza terapéutica
  • Flexibilidad.
  • Intensidad según la necesidad del paciente.
  • Aproximación y cuidado personalizado.
  • Buena integración y coordinación con otros servicios que atienden al paciente.

Características personales del terapeuta

Trabajar con personas con el trastorno límite de la personalidad implica lidiar con contenidos de alto nivel emocional e importantes dificultades vinculares, conductas de riesgo, etc. Esto exige que los profesionales que trabajan con esta población estén preparados para manejar estas características. En la terapia, el estilo relacional y las emociones que experimentamos los terapeutas son herramientas útiles de trabajo, pero también pueden ser una fuente de iatrogenia. Esto significa, según los autores, que las fantasías salvadoras, la omnipotencia terapéutica, el retraimiento emocional o el sometimiento del paciente son fuentes de iatrogenia y bloquean cualquier avance. Otro factor es la adherencia extrema y la rigidez del terapeuta a la aplicación de técnicas. Con esta población los autores sostienen que los terapeutas deben mantener una actitud abierta y un uso flexible de las herramientas terapéuticas.

Las personas con TLP plantean un reto especial para los profesionales, especialmente cuando transgreden el encuadre terapéutico y ponen a prueba los límites de la relación terapéutica. El terapeuta deberá explicitar y mantener las condiciones del encuadre para poder ser efectivo. Sobre este tema, Rodríguez Cahil (2015), sostiene que es esperable que los pacientes con TLP pongan a prueba los límites de la terapia. Esto no es iatrogénico. Lo dañino es que el terapeuta rompa el encuadre para satisfacer sus propias necesidades, dificultades, intereses económicos o personales.

Manejo de la alianza terapéutica

La alianza terapéutica supone encontrar un equilibrio en términos de distancia y cercanía, un aspecto especialmente difícil con los pacientes diagnosticados de trastorno de personalidad. Las personas con TLP suelen ser altamente sensibles a las relaciones de intimidad. Los terapeutas deben ser conscientes de esta particularidad y evitar interacciones iatrogénicas.

Factores relacionados con el paciente

  • Síntomas graves prolongados.
  • Baja motivación para el cambio y la terapia, locus de control externo respecto de su problema o dificultad para la introspección y expresión.
  • Dificultades graves para establecer y mantener relaciones interpersonales.

Factores relacionados con el contexto

Una de las principales fuentes de iatrogenia para esta población es la ausencia de un plan de tratamiento que se ajuste a las necesidades del paciente. En consecuencia, es necesario un abordaje en red, planificado, intensivo, secuenciado en etapas coordinado con un equipo de especialistas.

En cuanto a las dificultades derivadas del contexto familiar, se hace hincapié en la vulnerabilidad biológica y el entorno invalidante donde interaccionan las personas con TLP (teoría biosocial). Un entorno invalidante se caracteriza por trivializar o castigar las expresiones emocionales y presentan un alto nivel de emocionalidad, no reconocen las necesidades emocionales y solo responden a expresiones emocionales extremas. Para las personas con TLP el aprendizaje de esta dinámica genera que las personas oscilen entre la invalidación o la culpabilización por su sufrimiento o señalan al resto de las personas como causantes de su malestar.

En los factores relacionados con el contexto también se incluyen: experiencias adversas tempranas, especialmente en relación con el trauma, negligencia emocional, maltrato físico y abuso sexual.

Recomendaciones para prevenir la iatrogenia en pacientes con trastornos de personalidad

A continuación se desarrollan varios puntos sobre cómo prevenir la iatrogenia en el tratamiento del TLP.

Consentimiento informado

Los datos señalan que el consentimiento informado, aparte de ser un derecho, incrementa el empoderamiento, autoconcepto, autoestima, participación en el proceso de toma de decisiones, manejo de síntomas y control del tratamiento y congruencia con los valores y preferencias.

Así también el aumento de la conciencia de enfermedad mejora la prevención, identificación y tratamiento de las recaídas y la utilización de un plan en caso de ser necesario.

Formación

Es necesario ofrecer formación específica sobre la iatrogenia a los terapeutas y profesionales de salud mental que permita que estén atentos a los riesgos y cómo prevenirlos.

Supervisión

La supervisión es un elemento central en la práctica responsable de la psicoterapia y un componente nuclear en el tratamiento de personas con TLP. Se recomiendan:

  • Supervisiones clínicas: un espacio de reflexión teórica y un desarrollo de las habilidades del terapeuta. Permite la comprensión de las dificultades del profesional y una oportunidad de autocuidado.
  • Supervisiones en equipo: Las supervisiones clínicas en equipo permiten una mejor comprensión y elaboración de las dificultades de los pacientes. Permiten intervenciones coherentes y consistentes que redundarían en una mejoría de los pacientes.
  • Supervisiones del equipo: La supervisión de las dificultades surgidas en el trabajo en equipo ayudará a minimizar el daño derivado de los conflictos no elaborados del equipo, tanto para los pacientes como para los propios terapeutas.
  • Supervisiones institucionales: Las supervisiones institucionales buscan comprender y movilizar las dinámicas organizacionales que promueven relaciones más sanas entre los equipos y la institución.

Evaluación del progreso y resultados en psicoterapia

Se debe evaluar el progreso y los resultados de la terapia. Se deben evaluar: empeoramiento general, síntomas de estrés, relaciones interpersonales y rol social. Algunas de las escalas recomendadas son:

  • Inventario WAI: permite evaluar los objetivos de terapia, el trabajo terapéutico y la alianza.
  • BSL-23: Sirve para evaluar síntomas y gravedad del TLP. Es un buen instrumento para comprobar el grado de efectividad del proceso terapéutico.
  • PCOMS: Evalúa el bienestar individual, funcionamiento interpersonal, funcionamiento social y sensación de bienestar. También valora la alianza terapéutica percibida por el paciente, acuerdos en los objetivos de la psicoterapia, concordancia de las tareas y percepción general de la alianza.
  • CORE-OM: Instrumento que evalúa el estado psicológico del paciente a partir del bienestar subjetivo, problemas/síntomas, funcionamiento general y riesgo.

Conclusión

La iatrogenia puede suceder en cualquier etapa del tratamiento. Por lo tanto, es importante maximizar los efectos positivos de las intervenciones y minimizar los negativos. Para prevenir la iatrogenia no solo es necesario estar formado en terapias con evidencia científica, sino que es necesaria la supervisión y la medición de la evolución de la terapia con instrumentos confiables. Al mismo tiempo, es necesario que estos pacientes reciban tratamientos intensivos, coherentes y consistentes.

Comentarios

Al leer esta revisión pude encontrar muchas características de la terapia dialéctica conductual (DBT), el tratamiento con el que tengo más familiaridad, para prevenir la iatrogenia:

  • DBT utiliza el término transdiagnóstico desregulación emocional para explicar las dificultades específicas de las personas con TLP. Es un término más preciso, útil, no estigmatizado que permite explicar y entender los problemas relacionados con la intensidad de las emociones, conductas impulsivas, autolesiones, dificultades para resolver problemas.
  • DBT no es una terapia, es un programa de tratamiento muy estructurado, organizado en fases y a la vez flexible que permite abordar las conductas de riesgo, entrena en habilidades para regular las emociones y conductas, ofrece apoyo directo a los consultantes por medio del coaching telefónico. Al mismo tiempo ofrece un equipo de consultoría, para la supervisión y apoyo de los terapeutas.
  • El entrenamiento en DBT incluye una formación detallada de la conceptualización del caso que va más allá de los manuales sintomáticos (DSM, por ejemplo) que toma en cuenta las características individuales, contextuales y biológicas. Al mismo tiempo, el entrenamiento incorpora habilidades muy precisas para que los terapeutas aprendan a manejar la alianza terapéutica, resolver problemas en consulta, etc.

Hago estas aclaraciones no para hecharle flores a DBT, sino porque creo que es necesario que los terapeutas que trabajan con esta población y no conocen DBT, puedan adquirir el conocimiento, entrenamiento o solo la curiosidad para seguir estudiando y formándose en tratamientos con evidencia.

Referencia de la investigación: Rodríguez Cahill, C., Ruiz Llavero, G., Martín Escudero, D., Garnelo Fernández, P., Sánchez Rodríguez, F., Casares García, M. I. y Morales González, K. (2021). Iatrogenia en personas diagnosticadas de trastorno límite de la personalidad. Clínica Contemporánea, 12(3), Artículo e22. https://doi.org/10.5093/cc2021a21

Referencias:

  • Bateman, Anthony W., and Peter Fonagy. 2004. “Therapy Research and Outcome.” In Psychotherapy for Borderline Personality Disorder, 39–54. Oxford University Press.
  • Chartonas, Dimitrios, Michalis Kyratsous, Sarah Dracass, Tennyson Lee, and Kamaldeep Bhui. 2017. “Personality Disorder: Still the Patients Psychiatrists Dislike?” BJPsych Bulletin 41 (1): 12–17.
  • Timimi, Sami. 2014. “No More Psychiatric Labels: Why Formal Psychiatric Diagnostic Systems Should Be Abolished.” International Journal of Clinical and Health Psychology: IJCHP 14 (3): 208–15.
  • Rodríguez Cahill, C. (2015). Los desafíos de los trastornos de la personalidad (salud mental colectiva). Ed.
  • Grupo 5.
  • Ciencia y Evidencia en Psicología
  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Psicoflix: Intervención en pánico y agorafobia con Carolina Marsollier – Episodio 160

  • 20/05/2022
  • David Aparicio
woman in black hoodie

Carolina Marsollier explica una estupenda metáfora para usar en las primeras etapas del tratamiento del pánico y la agorafobia, en este episodio de Psicoflix :

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

“Estás muerta para mi”. Tendencias borderline y el distanciamiento social

  • 18/05/2022
  • David Aparicio
woman in green v neck sweater leaning on table

El distanciamiento social o la perdida de relación con alguien puede causar daños psicológicos para todas las partes involucradas. Una nueva investigación de la revista EvoS Journal , encontró que los rasgos asociados con el trastorno límite de la personalidad (borderline) están fuertemente relacionados con un mayor número de distanciamientos sociales o de relaciones separadas.

Qué es el distanciamiento social

El distanciamiento social tiene diferentes definiciones y connotaciones. Por lo tanto es necesario explicar cómo lo definió esta investigación: cuando una persona ya no reconoce la existencia de otra y planea no volver a hablarle o verla nunca más (estás muerta para mi).

Decidir cortar completamente una relación puede ser efectivo cuando intentamos distanciarnos de una persona que nos explota o nos agrede constantemente. Sin embargo hay personas que no saben resolver conflictos, hacer pedidos o defenderse, y su única estrategia es cortar cualquier relación que no las satisfaga. Esto puede generar ira, empeorar el estado de ánimo (incrementa la soledad), reduce los niveles de pertenencia, control, autoestima y existencia significativa. En casos severos puede provocar consecuencias patológicas como el abuso de sustancia y dependencia al alcohol.

La investigación

Participaron 392 personas que tenían entre 18 y 56 años. Todos llenaron una escuela online que evaluó como las siguientes variables relacionaban con los distanciamientos sociales que habían experimentado en el pasado.

  • Conducta impulsiva y conducta de riesgo: una conducta generalizada poco pensada que a menudo puede generar resultados no deseados.
  • Tendencias borderline: dificultades para mantener relaciones interpersonales, pensamiento dicotómico, conductas autodestructivas y dificicultades para regular las emociones.
  • Estrategias de vida: estrategias que usan las personas para sobrevivir y reproducirse (alto numero de parejas sexuales con poco apego, pocas habilidades de crianza).

Según los resultados las tendencias borderline se asociaron positivamente con un alto número de distanciamientos sociales, mientras que las estrategias de vida, toma de riesgos y la impulsividad no mostraron resultados significativos.

Lo que sugiere que las tendencias borderline pueden ser un factor predictivo del alto número de distanciamiento sociales. Los distanciamientos pueden surgir debido a la adversidad psicológica subyacente, como un trauma previo, que es común en eltrastorno límite de la personalidad o las necesidades de ese individuo que no se satisfacen. Puede verse como un mecanismo de afrontamiento dañino para aquellos que tienen problemas con las relaciones interpersonales y la regulación de sus emociones. Por otro lado, estar alejado de muchas personas y sentir que no perteneces puede aumentar los comportamientos desadaptativos. En ciertos casos, los distanciamientos pueden tener graves consecuencias para la salud mental.

Implicaciones

Los distanciamientos pueden implementarse de dos maneras: estando distanciado de otras personas o siendo el que inicia los distanciamientos. Ambos son perjudiciales para el bienestar de una persona. Debido a las posibles consecuencias graves asociadas con los distanciamientos sociales, la identificación de los motivadores y desencadenantes de los distanciamientos puede ser útil en la terapia.

Apuntar a estas características puede ayudar a los profesionales a comprender mejor las causas subyacentes de los distanciamientos y puede ayudar a desglosar los razonamientos de tales decisiones. A partir de ahí, el cliente y el terapeuta pueden explorar formas de ayudar a lidiar con los problemas en cuestión. Hacerlo les permite a los profesionales ser proactivos con sus clientes y, con suerte, trabajar con comportamientos problemáticos para disminuir la probabilidad de un diagnóstico de salud mental.

Algunas características que se investigaron en este estudio están fuertemente ligadas a la historia de trauma pasado. Esto trae a colación el dilema del huevo o la gallina. ¿Los problemas de salud mental causan más distanciamientos o los distanciamientos conducen a problemas de salud mental?

Independientemente de lo que ocurra primero, el resultado, en pocas palabras, es malo. Una vez que los distanciamientos alcanzan cierta gravedad, es probable que se necesite una intervención para crear relaciones significativas y las habilidades necesarias para prosperar en la vida.

Referencia: Sung, A. (2020). Predictors of social estrangements. https://soar.suny.edu/handle/20.500.12648/1592

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Principio de Premack: qué es, cómo funciona y para qué es útil

  • 13/05/2022
  • Laura Ruiz
african american female freelancer using laptop and drinking coffee

Una de las teorías pertenecientes al condicionamiento operante que, a día de hoy sigue teniendo gran influencia en la modificación de la conducta, es el principio de Premack. Este principio se basa en la vinculación de estímulos para que se refuercen de manera positiva, y lo conoceremos con mayor profundidad a lo largo del artículo.

También se le conoce con el nombre de principio de probabilidad diferencial, y suele ser utilizado para reforzar las conductas deseables al mismo tiempo que reduce las conductas disruptivas, siendo un recurso ampliamente utilizado en las aulas y a la hora de trabajar diferentes estilos de crianza.

¿Qué es el principio de Premack?

Según un artículo de Klatt & Morris (2001), el principio de Premack consiste en una teoría que postula que las conductas menos probables, es decir, aquellas que suceden con poca frecuencia, se pueden reforzar a través de un estímulo que ocurre con mayor frecuencia y que, además, es de agrado para el niño (o de la persona en cuestión).

Esta teoría fue propuesta por David Premack, un reconocido psicólogo estadounidense, posterior a sus investigaciones en colaboración con su esposa, la también investigadora Ann James Premack. Juntos realizaron experimentos con monos entre los años 1954 y 1959.

A través de sus observaciones llegaron a la conclusión de que cualquier respuesta conductual puede reforzar a una segunda, siempre y cuando la primera se presente de manera más frecuente que la segunda. Este fenómeno no se daría de manera inversa.

¿Cómo funciona el principio de Premack?

El principio de Premack, según Domjan en su libro Principios de aprendizaje y conducta (2004), indica que en presencia de dos opciones, los niños siempre tendrán una inclinación natural a escoger la que más le gusta. Pero es justamente esto lo que puede ayudar a potenciar otra conducta que sea para él de menor interés.

«Dadas dos respuestas en un procedimiento de condicionamiento operante, la respuesta más probable reforzará a la conducta menos probable; la respuesta menos probable no reforzará a la conducta más probable”, David Premack.

Entonces, la elección que los niños hacen se toma como reforzante de la conducta que se desea potenciar. Todo esto fue logrado por Premack a través de la observación en situaciones experimentales con niños a los que se les presentaban dos opciones a escoger.

¿Cómo aplicar el principio Premack?

La aplicación de este principio requiere del conocimiento de qué tipo de actividades disfruta el niño para ser utilizadas posteriormente como reforzadores de las otras conductas.

En este sentido, se presentan dos opciones para que el niño escoja, siendo una de ella alguna que sabemos que es de su agrado y la que queremos potenciar. Por ejemplo, si al niño le gusta mucho jugar al fútbol pero no le gusta leer y queremos cambiar esto último, esas son las actividades a las que le aplicaremos el principio de Premack.

Entonces, se le presenta al niño la posibilidad de aumentar el tiempo establecido para que juegue futbol, siempre y cuando aumente el tiempo que le dedica a la lectura. De esta manera, su interés y agrado por la primera actividad le servirá de incentivo para aumentar el tiempo de lectura.

Aspectos a tener en consideración

La aplicación del principio de Premack se debe hacer en función de los gustos e intereses particulares de cada niño, por lo que su aplicación suele ser individual. Sin embargo, esto no es un determinante, pues se ha demostrado con éxito que se puede aplicar en conjunto en situaciones de aula de clases.

Es preciso conocer cuáles son las actividades de alta frecuencia que los niños disfrutan para con base a estas poder trabajar las conductas que se desean potenciar.

Este principio se puede aplicar con éxito en niños a partir de los 7 años en adelante, y debemos tener en cuenta que en casa también juega un papel fundamental la conducta de los padres.

Por ejemplo, si queremos reducir el tiempo de uso de equipos electrónicos por parte de los niños, pero como padres estamos pegados al teléfono no se lograrán resultados positivos. Recuerda que los niños aprenden más de lo que ven que de lo que se les dice; ¡eduquemos con el ejemplo!

¿Funciona en clases el principio de Premack?

La respuesta es: sí. Este principio ha demostrado gran efectividad en las aulas de clases para mejorar las conductas basándose en actividades agradables para los niños. Si bien puede ser un poco más complejo que de manera individual, no resulta imposible.

Basta con determinar alguna actividad o refuerzo agradable para los niños en general, como por ejemplo: tener más tiempo libre, lograr un aumento en sus notas, algún paseo escolar, etc., y utilizarlo como reforzador para mejorar la conducta o el desempeño escolar.

Y tú, ¿conocías el principio de Premack? ¿Lo has aplicado con tus niños, o con tus alumnos? Crees que, incluso, para ti mismo, ¿ha resultado efectivo en alguna ocasión? ¡Te animamos a ponerlo en práctica y a probar su efectividad!

Conocer las leyes del aprendizaje nos puede resultar útil para entender cómo funciona la conducta humana, y la mente, y también para trabajar en contextos clínicos y educativos y así lograr cambios positivos en las personas, ya sea en niños, adolescentes o adultos (adaptando siempre nuestra técnica a aplicar).

Referencias:

  • Domjan, M. (2004). Principios de aprendizaje y conducta. Madrid: Thomson. pp. 237-240.
  • Klatt, K. y Morris, E. (2001). The premack principle, response deprivation, and establishing operations, 24(2), 173-180.
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Son efectivas las aplicaciones de salud mental?

  • 28/04/2022
  • Equipo de Redacción

Las aplicaciones de salud mental están en auge y las empresas lo saben. Muchos desarrolladores han aprovechado el nicho de mercado para lanzar distintas plataformas, aunque no siempre están confeccionadas en base a la psicología científica. Una meta-revisión sobre intervenciones basadas en teléfonos móviles para la salud mental muestra evidencia limitada de su efectividad general, pero los resultados son «muy sugerentes» de algunos beneficios (Goldberg et al., 2022). Otras investigaciones señalan que algunas aplicaciones pueden mejorar el proceso terapéutico, cuando se usan adecuadamente (Wang et al., 2018).

Se espera que el mercado de aplicaciones de salud mental supere los 3300 millones de dólares para 2027, lo que marca una tasa de crecimiento anual del 20,5 % a partir de 2021. Según la Asociación Americana de Psicología (APA), el creciente interés entre las empresas de capital privado que invierten en aplicaciones de salud mental se ha visto impulsado en gran medida por la pandemia de COVID-19.

Informes recientes sugieren que existen hasta 20.000 aplicaciones de salud mental en la actualidad, con Headspace y Calm entre las opciones más utilizadas.

Examinando la efectividad de las aplicaciones de salud mental

La meta-revisión mencionada analizó la efectividad de las intervenciones basadas en teléfonos móviles para síntomas de salud mental que incluyen: ansiedad, depresión, estrés y dejar de fumar. La revisión incluyó los resultados de 14 metanálisis con 47.940 participantes en 145 ensayos controlados aleatorios. Los autores analizaron una amplia gama de intervenciones basadas en teléfonos móviles, como:

  • aplicaciones de meditación
  • aplicaciones basadas en terapia cognitiva conductual (TCC)
  • intervenciones basadas en mensajes de texto
  • aplicaciones para dejar de fumar

Las citas de terapia virtual con profesionales de la salud mental no formaron parte del estudio.

Qué encontraron

Según los datos analizados, los investigadores no encontraron evidencia convincente de que las intervenciones basadas en teléfonos móviles trataran de manera efectiva los síntomas de las personas.

Sin embargo, los resultados mostraron «evidencia altamente sugerente» de que las intervenciones basadas en teléfonos móviles tenían el potencial de mejorar los síntomas de ansiedad, depresión y estrés. También sugirieron que las intervenciones basadas en mensajes de texto podrían ayudar a las personas a dejar de fumar. Los investigadores recomendaron que se realicen más investigaciones para explorar estas vías. 

Si bien investigaciones anteriores sugieren algún beneficio para las intervenciones basadas en teléfonos inteligentes, la alianza terapéutica entre el cliente y el terapeuta sigue siendo ventajosa para la eficacia general del tratamiento, señalan los autores. La conexión persona a persona es particularmente poderosa, especialmente cuando se lucha con problemas de salud mental.

A medida que la tecnología para las intervenciones basadas en teléfonos inteligentes continúa desarrollándose, los métodos empleados podrían producir mejores resultados, señalan los autores. Por ejemplo, los algoritmos basados ​​en el aprendizaje automático podrían personalizar el contenido para adaptar la experiencia terapéutica de un individuo.

También es posible que estas intervenciones sean modestamente efectivas en promedio, y que algunas intervenciones, como las basadas en TCC, puedan ser más efectivas que otras. Esto genera la posibilidad de que algunas personas se beneficien mucho mientras que otras se benefician muy poco con estos métodos, así como la posibilidad de que las tecnologías sean una primera línea útil de asistencia o prevención.

¿Existen riesgos al usar aplicaciones de salud mental?

Uno de los mayores desafíos en el campo de las aplicaciones de salud mental es la falta de estandarización y regulación, lo que incluye investigaciones, pruebas y exámenes rigurosos.

Como tal, algunos críticos se han referido a la industria de las aplicaciones de salud mental como el «salvaje oeste de la terapia«.

Muchas aplicaciones de salud mental no tienen sus raíces en la ciencia psicológica, y algunas difunden información errónea sobre la salud mental o conducen a resultados adversos. Los posibles riesgos asociados con las apps de salud mental pueden incluir cualquier cosa, desde un aumento de la sintomatología hasta el desinterés por el proceso terapéutico. La principal preocupación no sería que estas aplicaciones no ayuden en absoluto, sino que en realidad causen daño.

¿Quién se beneficia con las aplicaciones de salud mental?

Según el estudio, las intervenciones basadas en teléfonos móviles podrían considerarse una forma rentable de reducir los síntomas de salud mental y ayudar a las personas a dejar de fumar. También señala que se necesita más investigación sobre cuán efectivas pueden ser estas intervenciones para los jóvenes que actualmente viven impulsados ​​digitalmente. En principio, estas intervenciones podrían ser más útiles para los “nativos digitales” en comparación con algunos adultos. Y, a su vez, otros grupos que tienen menos probabilidades de buscar terapias tradicionales, como los hombres, también pueden beneficiarse. Del mismo modo, para las personas de comunidades de color, esta podría ser una intervención que salve parte de esa brecha de equidad en salud.

Otras ventajas

Las aplicaciones de salud mental tienen el potencial de llegar a poblaciones más grandes que la psicoterapia tradicional. Incluso antes de la pandemia, el campo de atención en salud mental enfrentaba una escasez de mano de obra importante, lo que resultó en un gran nivel de necesidades insatisfechas de intervenciones en salud mental.

Los autores exhortan a pensar de manera más innovadora sobre el modo de abordar la salud pública en cada nación. La tecnología es un camino claro para hacerlo porque es más accesible; y puede ser más asequible.

Como señala un artículo reciente de la APA, las aplicaciones de salud mental también pueden llevar a más personas a la terapia, y también podrían ayudar a eliminar las barreras relacionadas con el estigma, ya que se pueden usar con cierto grado de anonimato, en comparación con una visita al consultorio de un psicoterapeuta.

Usar aplicaciones de salud mental de manera segura

Es importante tener en cuenta que las aplicaciones de salud mental no están destinadas a sustituir hablar con un terapeuta o recibir tratamiento médico. Algunas personas usan ambas herramientas juntas. La investigación sugiere que las aplicaciones de salud mental pueden mejorar el proceso terapéutico cara a cara con un profesional (Marshall et al., 2020).

Los sitios web como One Mind PsyberGuide evalúan y califican diferentes aplicaciones de salud mental para brindar más información a los consumidores, en lugar de quedarse simplemente con las calificaciones de estrellas en la tienda de aplicaciones.

También es recomendable averiguar cómo utilizará tus datos una determinada aplicación de salud mental, y si se venden o protegen.

Referencias bibliográficas:

  • Goldberg, S. B., Lam, S. U., Simonsson, O., Torous, J., & Sun, S. (2022). Mobile phone-based interventions for mental health: A systematic meta-review of 14 meta-analyses of randomized controlled trials. PLOS Digital Health, 1(1). https://doi.org/10.1371/journal.pdig.0000002
  • Marshall, J. M., Dunstan, D. A., & Bartik, W. (2020). Effectiveness of Using Mental Health Mobile Apps as Digital Antidepressants for Reducing Anxiety and Depression: Protocol for a Multiple Baseline Across-Individuals Design. JMIR Research Protocols, 9(7), e17159. https://doi.org/10.2196/17159
  • Wang, K., Varma, D. S., & Prosperi, M. (2018). A systematic review of the effectiveness of mobile apps for monitoring and management of mental health symptoms or disorders. En Journal of Psychiatric Research (Vol. 107, pp. 73-78). https://doi.org/10.1016/j.jpsychires.2018.10.006

Fuente: Psychcentral

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Los niveles subclínicos de ansiedad y depresión también elevarían la gravedad de los trastornos alimentarios

  • 28/04/2022
  • Equipo de Redacción

Muchos adultos jóvenes luchan contra los trastornos alimentarios, que pueden provocar problemas de salud duraderos o incluso la muerte. La intervención y tratamiento tempranos son proporcionan los mejores resultados para las personas que batallan con estos trastornos. Investigaciones anteriores han encontrado una fuerte correlación entre los trastornos de ansiedad y depresión mayor, y tasas más altas de comportamiento compatibles con trastornos alimentarios. Un estudio reciente encontró que incluso los niveles subclínicos de ansiedad y depresión pueden estar relacionados con los trastornos alimentarios (Eck & Byrd-Bredbenner, 2021), y son capaces de influir en la calidad de vida de las personas de manera similar a la ansiedad o la depresión diagnosticadas formalmente. 

Qué metodología usaron

La muestra de esta investigación estuvo constituida por una población universitaria debido a sus altas tasas de depresión, ansiedad y trastornos alimentarios. En total, participaron 1792 estudiantes universitarios de entre 18 y 25 años. Todos ellos completaron medidas sobre el trastorno de ansiedad generalizada, la depresión clínica y los trastornos alimentarios. La medida del trastorno alimentario se separó en subescalas, que incluían preocupaciones sobre la alimentación, preocupaciones sobre la forma, preocupaciones sobre el peso, atracones, conductas de purga y restricción de alimentación.

Qué encontraron

Tras analizar los datos, surgieron los siguientes resultados:

  • A medida que aumentan la ansiedad y la depresión, también aumenta la gravedad del trastorno alimentario. Esto es consistente con investigaciones previas que mostraron que la ansiedad y la depresión por separado están asociadas con más comportamientos de trastornos alimentarios. 
  • Asimismo, los niveles subclínicos de ansiedad y depresión también se asociaron con una mayor gravedad en los comportamientos compatibles con trastornos alimentarios. 

Esta investigación sugiere que los niveles de ansiedad y depresión deben medirse cuando a una persona se le diagnostica un trastorno alimentario o muestra algún comportamiento relacionado con los trastornos alimentarios. Esto podría conducir a un tratamiento más eficaz y completo.

En cuanto a las limitaciones del estudio, los investigadores señalan que es una investigación transversal y que utilizó solo estudiantes universitarios de una universidad específica. Las medidas utilizadas fueron el autoinforme, que puede ser menos preciso debido a los sesgos de deseabilidad social.

Referencia bibliográfica: Eck, K. M., & Byrd-Bredbenner, C. (2021). Disordered eating concerns, behaviors, and severity in young adults clustered by anxiety and depression. Brain and Behavior, 11(12), e2367. https://doi.org/10.1002/brb3.2367

Fuente: Psypost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Las personas con mayor nivel de neuroticismo se perciben a sí mismas como mayores

  • 28/04/2022
  • Equipo de Redacción

Un estudio reciente encontró que la personalidad y la edad subjetiva están relacionadas. Así, las personas con mayores niveles de neuroticismo se perciben a sí mismas como mayores. Esto es importante porque percibirse como de más edad que la real se relaciona con problemas de salud, deterioro cognitivo y deficiencias (Stephan et al., 2022). Por el contrario, sentirse más joven de la edad real se asocia con numerosos resultados positivos, por ejemplo, tienden a presentar mejor salud en términos de biomarcadores asociados con el envejecimiento, la salud funcional y la percepción de su salud, así como menos síntomas depresivos.

Qué metodología usaron

Con el objetivo de estudiar la asociación entre los rasgos de personalidad y la edad subjetiva, el equipo de investigadores realizó un estudio centrándose en el modelo de personalidad de los «Cinco Grandes», que abarca el neuroticismo, la extroversión, la apertura, la amabilidad y la escrupulosidad.

Los participantes procedían de las muestras de graduados y hermanos del Estudio Longitudinal de Wisconsin, el Estudio Longitudinal Inglés del Envejecimiento, la Encuesta de la Edad Media en los Estados Unidos, el Estudio de Salud y Jubilación y el Estudio Nacional de Tendencias de Salud y Envejecimiento. El criterio de inclusión respondía a si tenían datos disponibles sobre los cinco factores de personalidad, la edad subjetiva y las características demográficas (p. ej., edad, sexo, educación). 

La información demográfica, los rasgos de personalidad y la edad subjetiva se evaluaron al inicio del estudio, mientras que la edad subjetiva se evaluó nuevamente en las últimas tres muestras aproximadamente de 4 a 20 años después.

Las muestras combinadas incluyeron a más de 30.000 participantes, con edades entre 46,9 y 78,9 años. Los mediadores potenciales de la relación entre la personalidad y la edad incluyeron salud autoevaluada, actividad física, síntomas depresivos y condiciones crónicas, y se evaluaron al inicio del estudio.

Los participantes calificaron numerosas afirmaciones descriptivas como «¿hasta qué punto está de acuerdo con que se ve a sí mismo como alguien que se preocupa mucho?», «¿diría que su salud es excelente, muy buena, buena, regular o mala?» , o “¿hasta qué punto está de acuerdo en que se ve a sí mismo como alguien que hace las cosas de manera eficiente?” 

Los investigadores controlaron estadísticamente el sexo, la edad, la educación y la raza, dado que investigaciones previas confirmaron asociaciones entre estos marcadores demográficos y la edad subjetiva.

Qué encontraron

Mientras que el neuroticismo estaba relacionado con una edad subjetiva mayor, la extroversión, la apertura, la amabilidad y la escrupulosidad estaban asociadas con una edad subjetiva más joven. En contraste con las hipótesis de los investigadores, los análisis longitudinales en dos de las muestras revelaron que un menor neuroticismo y una mayor extroversión, amabilidad y escrupulosidad se asociaron positivamente con sentirse cada vez más mayores con el tiempo. Sin embargo, esta relación era muy pequeña. Asimismo, la relación entre personalidad y edad subjetiva fue independiente de la edad cronológica.

Un análisis de mediación indicó que el neuroticismo y la edad subjetiva estaban en parte relacionados a través de vías conductuales y relacionadas con la salud. Esto tiene sentido, dado que el neuroticismo se asocia con más limitaciones funcionales, peor salud subjetiva y niveles más bajos de actividad física, lo que probablemente contribuya a sentirse mayor.

En línea con esto, una mejor salud percibida, condiciones crónicas más bajas, síntomas depresivos más bajos y actividad física más frecuente explican parte de la relación entre mayor extroversión, apertura y escrupulosidad, y una edad subjetiva más joven.

Los investigadores señalan que «la causalidad no se puede establecer con un diseño observacional». En otras palabras, a pesar de que la personalidad predice la edad subjetiva, también son posibles las relaciones recíprocas, en las que la edad subjetiva predice cambios en la personalidad. Por otro lado, solo una de las seis muestras no era estadounidense. Por lo tanto, se necesita más investigación para determinar si este hallazgo se extiende a otras culturas.

Referencia bibliográfica: Stephan, Y., Sutin, A. R., Kornadt, A., Canada, B., & Terracciano, A. (2022). Personality and subjective age: Evidence from six samples. Psychology and Aging. https://doi.org/10.1037/pag0000678

Fuente: Psypost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Encuentran relación entre el abuso emocional sufrido en la infancia, el consumo problemático de alcohol y el insomnio

  • 27/04/2022
  • Equipo de Redacción

El abuso emocional es la forma más común de maltrato infantil y, aunque sea considerado uno de los tipos más leves de abuso, tiene consecuencia en la salud física y mental de quien es víctima. Recientemente, un estudio encontró que las personas que sufren abuso emocional durante la infancia experimentan más insomnio y, a su vez, más problemas relacionados con el alcohol durante la edad adulta. Abordar el trauma infantil puede ser una vía de tratamiento para el consumo desregulado de alcohol (Noudali et al., 2022).

La teoría de la hiperexcitación dice que las personas que sufren traumas a menudo experimentan trastornos del sueño debido a que el trauma activa la respuesta de lucha o huida del cuerpo, lo que enciende el eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal (HPA) y el sistema nervioso simpático e interfiere con la calidad del sueño.

A su vez, parece haber una conexión entre el insomnio y los problemas relacionados con el alcohol. Por ejemplo, existe alguna evidencia de que el insomnio hace que las personas sean más susceptibles a las repercusiones negativas del alcohol. 

Qué metodología usaron

Con el objeto de averiguar si el insomnio provocado por un trauma infantil podría contribuir a problemas con la bebida en la edad adulta, el equipo de investigadores realizó un estudio que contó con una muestra de 941 estudiantes universitarios, a quienes se les pidió que respondieran una serie de cuestionarios. Estas encuestas incluyeron una evaluación del trauma infantil que midió el abuso físico, sexual y emocional, y la negligencia física. La encuesta también evaluó la presencia de familiares que brindan apoyo emocional, el insomnio y los problemas con el alcohol.

Qué encontraron

Tras analizar los datos hallaron que los estudiantes con experiencias de abuso emocional durante la infancia tenían puntajes más altos de insomnio y control deficiente sobre el consumo de alcohol. A su vez, bebieron más alcohol en la edad adulta y experimentaron más problemas relacionados con el alcohol. Esto sugiere que el control deficiente podría ser un proceso que vincula el insomnio con problemas para regular la ingesta de alcohol.

Si bien se considera una de las formas más leves de abuso, la gente subestima el poder de las palabras y el abuso emocional. Las palabras pueden quedarse grabadas en la mente de alguien durante mucho tiempo. Es posible que esas palabras hirientes hagan que sea más difícil conciliar el sueño para algunas personas.

Ni el abuso físico ni la negligencia física se asociaron significativamente con el insomnio, aunque la negligencia física se vinculó con un control deficiente sobre el consumo de alcohol. Esto sugiere una conexión específica entre el abuso emocional y el insomnio. “La naturaleza más dirigida del abuso emocional puede inducir una respuesta de estrés que resulte en hiperexcitación”, escribieron los investigadores. “Posiblemente, las personas abusadas emocionalmente podrían reflexionar más sobre sus conversaciones desagradables mientras intentan relajarse y dormir”.

Acumular insomnio sobre el maltrato infantil produce una «tormenta perfecta de factores de riesgo» que allana el camino al abuso del alcohol. Abordar el abuso emocional en la terapia puede ser una forma de abordar el abuso del alcohol, sostuvieron los autores.

Los investigadores señalaron que la investigación futura debería incluir medidas de biomarcadores, como la activación del eje HPA o las concentraciones de hormonas, para ayudar a determinar si la hiperexcitación está impulsando el vínculo entre el trauma infantil y el insomnio. Por otro lado, la muestra se limitó a estudiantes universitarios, una población que tiende a tener niveles más bajos de abuso físico comparados con la población general.

Referencia bibliográfica: Noudali, S. N., Patock-Peckham, J. A., Berberian, S. L., Belton, D. A., Campbell, L. E., & Infurna, F. J. (2022). Does insomnia mediate the link between childhood trauma and impaired control over drinking, alcohol use, and related problems? Addictive Behaviors Reports, 15, 100402. https://doi.org/10.1016/j.abrep.2021.100402

Fuente: Psypost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Consumir café podría proteger contra la enfermedad de Alzheimer

  • 27/04/2022
  • Equipo de Redacción

La enfermedad de Alzheimer (EA) es una forma de demencia que implica pérdida progresiva de la memoria y deterioro cognitivo. Se cree que esta neurodegeneración es causada por la acumulación de una proteína llamada Aβ-amiloide que provoca inflamación en el cerebro. Los estudios científicos han descubierto evidencia prometedora de que el consumo de café podría reducir el riesgo de Alzheimer. El presente estudio siguió a una muestra de adultos mayores durante 10 años y encontró que aquellos que consumían más café mostraban deterioro cognitivo más lento, acumulación más lenta de Aβ-amiloide y menor probabilidad de enfermedad de Alzheimer (Gardener et al., 2021).

Por qué es importante

En ausencia de tratamientos efectivos que modifiquen la enfermedad de Alzheimer, los investigadores buscan factores de riesgo modificables que podrían retrasar la aparición de la enfermedad. Incluso un retraso de 5 años tendría un enorme beneficio social y económico. Las modificaciones alimenticias son generalmente accesibles para todos, además de ser menos costosas que los medicamentos y presentar menos efectos secundarios.

Qué metodología usaron

El equipo de investigadores examinó datos longitudinales de un estudio más grande llamado Estudio australiano de imágenes, biomarcadores y estilo de vida sobre el envejecimiento (AIBL). Una muestra de 227 adultos mayores que tenían un promedio de 69 años al inicio completaron cuestionarios que incluían una pregunta sobre sus hábitos de consumo de café.

Los participantes también completaron una batería de cuestionarios que evaluaron seis dominios cognitivos: memoria de recuerdo episódico, memoria de reconocimiento, función ejecutiva, lenguaje, atención y velocidad de procesamiento, así como el Compuesto Cognitivo Preclínico de Alzheimer (CCPA) del AIBL. Estas evaluaciones cognitivas se completaron al inicio y luego nuevamente hasta en siete ocasiones diferentes durante un período de 10 años.

A lo largo de los 10 años, un subconjunto de participantes también se sometió a múltiples exploraciones por imágenes de resonancia magnética (IRM) para medir los cambios de volumen cerebral y exploraciones por medio de tomografía por emisión de positrones (PET) para evaluar la acumulación de Aβ-amiloide. Estos escaneos también se tomaron hasta en siete ocasiones diferentes.

Qué encontraron

  • Los participantes que bebieron más café mostraron un deterioro cognitivo más lento a lo largo de los 10 años en los dominios de la función ejecutiva y la atención. 
  • También mostraron una disminución más lenta según el CCPA del AIBL. 
  • Los participantes que bebieron más café, a su vez, tenían menos probabilidades de pasar de su estado «cognitivamente normal» al inicio a un estado de «deterioro cognitivo leve» o «EA» durante el período de estudio.
  • Un análisis de las tomografías PET reveló además que beber más café se asoció con una acumulación más lenta de Aβ-amiloide en el cerebro y un menor riesgo de alcanzar un estado de carga de Aβ-amiloide «moderado», «alto» o «muy alto». 
  • Las resonancias magnéticas revelaron que la ingesta de café no estaba relacionada con la atrofia del volumen cerebral.

Estos resultados sugieren que el consumo de café podría proteger contra el deterioro cognitivo al ralentizar la acumulación de Aβ-amiloide en el cerebro y mejorar “la neurotoxicidad asociada con el estrés oxidativo y los procesos inflamatorios mediados por Aβ-amiloide”. Por lo tanto, sugieren que la ingesta habitual de café podría servir como un factor de estilo de vida que puede retrasar la aparición de la enfermedad de Alzheimer.

Estiman los autores que si la taza promedio de café que se prepara en casa es de 240 g, aumentar la ingesta de una a dos tazas por día podría proporcionar hasta un 8 % de disminución de la función ejecutiva durante un período de 18 meses, y hasta un 5 % disminución en la acumulación de Aβ-amiloide cerebral (la proteína pegajosa que se agrupa en el cerebro matando neuronas, en la enfermedad de Alzheimer) durante el mismo período de tiempo. Queda pendiente de investigación encontrar una cantidad máxima de tazas de café beneficiosas para este fin. Probablemente, habrá un límite a partir del cual más tazas no producirán más efectos positivos.

Resaltan los autores que las recomendaciones futuras también tendrían que personalizarse para el individuo, teniendo en cuenta cualquier otra condición médica que pueda hacer que no sea aconsejable aumentar el consumo de café.

Los investigadores también señalaron que se necesitaría evidencia adicional de estudios de intervención longitudinal para corroborar estos hallazgos. Si bien los autores del estudio dicen que no está claro qué ingrediente del café es responsable de estos efectos neuroprotectores, sugieren que la respuesta puede ser más que la cafeína. Por ejemplo, un estudio en ratas encontró evidencia de los beneficios neuroprotectores de un componente del café llamado Eicosanoil-5-hidroxitriptamida (EHT)..

El presente estudio no contenía datos sobre el consumo de café en la mediana edad, por lo que los posibles efectos positivos o negativos del consumo de café en la mediana edad nopudieron ser evaluados. Tampoco se pudo determinar las posibles consecuencias de los diferentes métodos de preparación del café (café descafeinado, método de preparación, con o sin leche o azúcar, etc.) en las asociaciones observadas, por lo que ambos son puntos metodológicos importantes que se deben incluir en futuras investigaciones.

Referencia bibliográfica: Gardener, S. L., Rainey-Smith, S. R., Villemagne, V. L., Fripp, J., Doré, V., Bourgeat, P., Taddei, K., Fowler, C., Masters, C. L., Maruff, P., Rowe, C. C., Ames, D., Martins, R. N., & AIBL Investigators. (2021). Higher Coffee Consumption Is Associated With Slower Cognitive Decline and Less Cerebral Aβ-Amyloid Accumulation Over 126 Months: Data From the Australian Imaging, Biomarkers, and Lifestyle Study. Frontiers in Aging Neuroscience, 13, 744872. https://doi.org/10.3389/fnagi.2021.744872

Fuente: Psypost

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