Últimamente se han popularizado mucho los programas computarizados de entrenamiento cognitivo que prometen reducir la hiperactividad y la atención de los niños con TDAH, mejorando así sus notas, conductas y relaciones con los pares. Estas promesas han ilusionado a los padres, quienes desesperados por ayuda están dispuestos a pagar grandes sumas de dinero, e incluso algunos matriculan a sus hijos en escuelas privadas que ofrecen estos programas. Pero, ¿qué nos dice la ciencia sobre estos programas? ¿realmente ayudan a los niños con esta dificultad?
No hay evidencia empírica que demuestre una notable mejoría
Para responder a esas preguntas, el psicólogo y profesor de la Universidad Central de Florida, Mark Rapport, organizó un equipo de investigadores con el fin de estudiar los datos provenientes de 25 diferentes estudios. Al concluir los análisis, el equipo encontraron que no hay evidencia empírica que demuestre una notable mejoría en las habilidades cognitivas y/o el desempeño escolar o conductual de los niños.
El equipo analizó estudios donde se les asignaba a un grupo de niños los entrenamientos cognitivos computarizados, mientras que el grupo control recibía un placebo.
Sorprendentemente, aunque la mayoría de los programas de entrenamiento cognitivo aseguraron que entrenan y mejoran la memoria de trabajo (uno de los principales déficits de los niños con TDAH), se encontró, gracias a una detallada revisión de estos entrenamientos, que en realidad entrenaban la memoria a corto plazo, un tipo de memoria que guarda la información por un periodo breve de tiempo, mientras que la memoria de trabajo utiliza la información almacenada para realizar una amplia gama de tareas cognitivas tales como la comprensión lectora, el cálculo mental y las actividades multitarea.
Estos hallazgos no significan que los programas basados en computadora no puedan ser beneficiosos para los niños con TDAH, sino que sugiere la necesidad de mejorarlos y diseñarlos específicamente para ejercitar la memoria de trabajo.
Los datos fueron serán publicados (y están disponibles online) en la edición de diciembre de la revista Clinical Psychology Review.
Fuente: Psypost
Imagen: Luis Vidal (Lois) (Flickr)