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  • Salud Mental y Tratamientos

(PDF) Psicosis de inicio tardío

  • 05/03/2013
  • David Aparicio

La aparición de alteraciones neuropsicológicas de origen tardío en pacientes con deterioro cognitivo supone un factor de malestar y tensión para sus familiares, cuidadores y personal asistencial, sobre todo por los cambios de comportamiento del paciente y su difícil tratamiento.

Aunque aumenta el interés por el estudio de estos casos, la diversidad de
métodos utilizados, la carencia de una definición de psicosis tardía y la inexistencia de una clasificación concreta y fiable de los trastornos psicóticos de la vejez imposibilitan la formalización de un cuadro epidemiológico claro del fenómeno. Es necesario diseñar y consensuar estrategias que permitan el diagnóstico diferencial de procesos demenciales y síntomas psicóticos con otras psicopatologías asociadas al envejecimiento.

Actualmente, los antipsicóticos atípicos son el tratamiento
farmacológico de elección, sin despreciar las conductas terapéuticas no farmacológicas, adecuadas a cado caso, con el objetivo de recuperar la función mental y la rápida integración familiar y social del paciente anciano.

Descarga el artículo completo en formato PDF.

Imagen:  Dominic’s pics en Flickr

  • Salud Mental y Tratamientos

Los niños con TEA pueden desarrollar el lenguaje a los 8 años en mayor proporción de lo que se pensaba

  • 05/03/2013
  • Alejandra Alonso

Una reciente investigación publicada en la reconocida revista Pediatrics, reveló que el 70% de los niños diagnosticados con trastornos del espectro autista (TEA) que tienen historia de retraso severo del lenguaje, pueden lograr frases o un discurso fluido a la edad de 8 años. Estos resultados sugieren que los niños de 4 años que tienen graves retrasos en el lenguaje pueden desarrollar mejoras notables en el mismo. Estos resultados tienen importantes implicaciones tanto a nivel terapéutico como para las investigaciones a futuro sobre el tema.

El estudio

La investigación utilizó la muestra más grande hasta la fecha para examinar la relación entre los déficits claves asociados al TEA y la consecución de la expresión o del habla con fluidez, luego de un retraso severo en el lenguaje.

Como un hito común en el desarrollo del habla, una frase es definida como la utilización de expresiones no copiadas de tres palabras, que a veces contienen un verbo y son espontáneas y significativas; mientras que el discurso fluido es  caracterizado como la habilidad de utilizar expresiones complejas para hablar sobre temas que están fuera del contexto físico inmediato.

“Hemos encontrado que la inteligencia no verbal era el predictor más importante para construir frases, mientras que el interés social y el compromiso fueron tan relevantes o incluso más, al predecir la edad en la que los niños alcanzan las frases y el discurso fluido en el desarrollo del lenguaje,” dijo la Dra. Ericka L. Wodka, una neuropsicóloga en el Center for Autism and Related Disorders (Centro de Autismo y Trastornos Relacionados) del Kennedy Krieger y autora principal del estudio. “Los niños con inteligencia no verbal promedio alcanzaron el lenguaje casi seis meses antes que aquellos con puntajes por debajo del promedio.”

Estos descubrimientos refuerzan que las habilidades básicas, tales como la inteligencia no verbal y el compromiso social, tienen una influencia mayor en el desarrollo de la comunicación que otros comportamientos asociados con los TEA, como las repeticiones y comportamientos sensoriales anormales. “Nuestros descubrimientos continúan apoyando la importancia de considerar tanto el nivel de inteligencia no verbal como la comunicación social al planear el tratamiento, resaltando los diferentes impactos de estos factores en relación con los objetivos del mismo,” dice la Dra. Wodka.

Los instrumentos

Los datos de este estudio retrospectivo fueron sacados del Simon Simplex Collection (SSC), un proyecto de base de datos multi-site único, que reúne datos biológicos y fenotípicos de niños con TEA que se encuentran entre los cuatro y los dieciocho años de edad sin historia genética previa de TEA. La base de datos establece un depósito permanente de muestras de 2.700 familias, cada una de las cuales tiene un niño afectado con un TEA, y padres y hermanos que no han sido afectados por dicho trastorno.

Del SSC, un total de 535 niños, de ocho años en adelante, fueron los elegidos para el estudio. Usando el Autism Diagnostic Interview-Revised (ADI-R Entrevista para el Diagnóstico del Autismo, versión revisada), una entrevista estandarizada para padres que distingue a los niños con TEA de la población sin estos trastornos, y el Austism Diagnosis Observation Schedule (ADOS, Escala de Observación para el Diagnóstico de Autismo), una observación que administra un terapeuta y que evalúa conductas sociales, comunicativas y estereotipadas, los investigadores seleccionaron niños que, o no tenían desarrollada la capacidad de construir frases en el momento que se inscribieron en el SSC, o bien el comienzo del desarrollo de las mismas inició luego de los cuatro años.

Basados en los resultados en el ADI-R y su presentación del lenguaje, a los niños de este estudio se les administró uno de los cuatro módulos de evaluación, a saber: sin palabras o palabras solas (Módulo 1), frases (Módulo 2), o discurso fluido (Módulos 3 o 4). De los 535 participantes del estudio, 119 dominaban las frases y 253 hablaban fluidamente al cumplir los 8 años, mientras que 163 nunca alcanzaron las frases ni el lenguaje fluido.

Implicaciones sobre los tratamientos y futuras investigaciones

“Esperamos que los resultados de este estudio ayuden a los padres de niños con autismo y retrasos severos del lenguaje a saber que, con la terapia adecuada, probablemente un niño haga significativos progresos en este área en el tiempo; sin embargo, las expectativas de progreso deben ser menores para aquellos niños con habilidades intelectuales inferiores,” dice la Dra. Wodka. “Adicionalmente, esperamos que estos hallazgos provean a los profesionales con mejores y más definidos objetivos terapéuticos para sus pacientes con autismo.”

Los estudios longitudinales futuros, incluyendo tanto familias simples como múltiples, son requeridos para captar plenamente la prevalencia y los predictores del desarrollo del lenguaje en niños con TEA. Sumado a esto, los futuros estudios sobre el impacto de las estrategias de cognición social (por ejemplo, la toma de perspectiva) sobre el desarrollo del lenguaje, tanto como de la relación entre déficits sociales específicos y el desarrollo del discurso fluido, pueden tener implicaciones importantes para el diseño de intervenciones.

Fuente: Kennedy Krieger Institute

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El nuevo diseño de Psyciencia

  • 05/03/2013
  • David Aparicio

Queridos lectores, con alegría les comparto que hemos rediseñado Psyciencia. Ahora contamos con un diseño que cuenta con las ultimas tecnologias en programacion: HTML5, CSS3 y es  Full Responsive (Se adeacua al tamaño de cualquier dispositivo desde donde nos visites : Tablet, Smartphone, etc.) Hemos modificado tambien Nuestro Top Page : Ahora aparecerán las publicaciones que nuestro equipo editorial decida promocionar y los nuevos articulos estan en la sección ultimos artículos. Esperamos que les guste tanto como a nosotros y, si tienen quejas o sugerencias, no duden en escribirnos.

 

  • Salud Mental y Tratamientos

Sonambulismo, una condición que no debe ser ignorada

  • 04/03/2013
  • David Aparicio

Para muchos el sonambulismo no es más que un fenómeno inofensivo que puede convertirse en una divertida anécdota para contar entre amigos. Pero un nuevo estudio publicado en la revista Sleep y liderado por el neurólogo e investigador Yves Dauvilliers, encontró que esta condición puede inducir conductas violentas que derivan en graves consecuencias para la calidad de vida de los sonámbulos.

El 17% de las lesiones requieren atención
médica para el sonambulo o para su pareja

“Hemos encontrado al comparar con el grupo control, que los sujetos con sonambulismo tienen una alta frecuencia de somnolencia durante el día, fatiga, insomnio, depresión, ansiedad y una calidad de vida alterada”. El sonambulismo se considera usualmente como una condición benigna, pero puede ser una condición realmente seria que no debe ser ignorada,”  aseguró Dauvilliers.

El sonambulismo es una parasomnia que afecta al 4% de la población adulta e incluye una serie de conductas complejas que ocurren durante los despertares del movimiento ocular no rápido (NREM). Durante un episodio de sonambulismo el cerebro está parcialmente despierto, dando lugar a complejos comportamiento sin conocimiento consciente de las acciones.

Los resultados de la investigación demostraron que el 22.8% de los sonámbulos presentan episodios nocturnos y el 43.5% de los sujetos presentados episodios semanales. Además se encontró una correlación positiva del 58% entre los comportamientos violentos relacionados con el sueño, incluyendo un 17% de lesiones que requieren atención médica  en el sonambulo o en su pareja. Entre las lesiones mencionadas se puede encontrar: hematomas, hemorragias nasales y fracturas. Uno de los participante de la investigación reportó múltiples fracturas y un serio trauma craneal luego de saltar por la ventana de un tercer piso.

El sonambulismo es una parasomnia que
afecta al 4% de la población adulta

Los resultados también permitieron conocer diferentes factores desencadenantes de los episodios de sonambulismo, en el 59% de lo casos los eventos estresantes fueron: fuertes emociones positivas, privación del sueño, etc. Y con menos frecuencia la ingesta de alcohol o drogas. Todos estos factores incrementan la inestabilidad de las ondas lentas del sueño y del NREM.

Según los investigadores, este es el estudio prospectivo más grande  realizado con una cohorte compuesta por 100 sujetos que tenían entre 18 y 58 años de edad y que fueron diagnosticados con sonambulismo entre los  años 2007 y 2011; además de los 100 sujetos pertenecientes al grupo control. Se utilizaron entrevistas, cuestionarios estandarizados y evaluaciones objetivas por medio del polisomnógrafo, un instrumento especializado para investigar las características clínicas, las consecuencias y la comorbilidad del sonambulismo.

Fuente: JournalSleep

Sin categoría

(PDF) La violencia hacia la mujer mayor: Revisión bibliográfica

  • 01/03/2013
  • David Aparicio

A pesar de que el maltrato y la negligencia hacia las personas mayores no es una temática desconocida ni a nivel científico ni de la intervención práctica, perspectivas actuales señalan que al resaltar la edad como factor explicativo de la violencia hacia este colectivo, se ha olvidado la perspectiva de género como forma de entender y actuar sobre la violencia hacia las personas mayores. Esta revisión bibliográfica se centra en esta cuestión de género a la hora de detectar e intervenir en la violencia dirigida hacia la mujer mayor. En concreto se analizarán tres ámbitos estudiados a nivel internacional: características del maltrato hacia la mujer mayor, consecuencias de dicho maltrato a nivel de salud y calidad de vida y propuestas de intervención hacia este colectivo. El artículo quiere servir de marco para iniciar estudios a nivel nacional sobre la problemática de las mujeres mayores que sufren violencia de pareja, tema todavía inédito en nuestro entorno.

Descarga la guía completa en formato PDF.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El lado seductivo del humor

  • 01/03/2013
  • Maria Fernanda Alonso

Desde el momento en que empezamos a imaginarnos con una posible pareja, también empezamos a pensar en los rasgos y características que nos gustaría que presentara. “Un buen sentido del humor es una de las características más deseadas en una pareja, sobre todo en las primeras citas. Las mujeres suelen interesarse particularmente en hombres con buen sentido del humor, o más específicamente, alguien que las haga reír. Los hombres por otro lado, buscan alguien que se ría de sus bromas, lo cual no es una tarea fácil en absoluto.

Estos diferentes atributos del humor podrían tener fuertes raíces evolutivas, especialmente a la luz de la teoría de la selección sexual. Las mujeres más exquisitas utilizan el humor como un signo de inteligencia y para eliminar a los menos competentes. Los hombres utilizan el humor para impresionar a las mujeres, y aquellos realmente graciosos lo logran”, dice el Dr. Gil Greengross, psicólogo evolutivo y antropólogo de la Universidad de Nuevo México, y autor de Humor Sapiens, blog sobre el estudio científico del humor, las risas y las sonrisas.

Los hombres por otro lado, buscan alguien que se ría de sus bromas. 

Un estudio publicado por Christopher Wilbur y Lorne Campbell utiliza el mismo análisis evolutivo para probar si los hombres y las mujeres difieren en sus preferencias sobre humor. Para ver lo que realmente quieren hombres y mujeres, los investigadores examinaron anuncios personales reales, del sitio de citas lavalife.com. Este método de análisis de los anuncios de citas ha sido utilizado ampliamente en los últimos años, ya que permite al investigador examinar las preferencias reales de las personas que buscan una pareja en situaciones de la vida real, con consecuencias reales. El hecho de preguntar por las preferencias de la gente en el laboratorio puede producir resultados poco confiables ya que por distintas razones los sujetos pueden no revelar sus verdaderos deseos.

El estudio

Todos los perfiles utilizados para este estudio son procedentes de Canadá, contando con edades que van desde los 21 a los 35 años (todos los anuncios fueron escritos en inglés). En total, se utilizaron 266 perfiles, la mitad para cada sexo. Los investigadores analizaron las principales características de los anuncios relacionados con el humor. En concreto, los investigadores se centraron en la frecuencia en que las personas proclamaban ser graciosas o en que en realidad intentaban ser graciosas, así como la frecuencia con que solicitaban una pareja con sentido del humor. Además, se registraron los otros rasgos que las personas buscaban en una pareja, como ser la inteligencia, la calidez, el status y el atractivo físico.

Como era de esperar, los hombres fueron mucho más propensos a decir que tenían un gran sentido del humor y que podían hacer reír a su posible cita. Por supuesto, esto no significa que en realidad sean graciosos, muchos de ellos probablemente no lo son. Sin embargo, haciendo hincapié en sus capacidadeshumorísticas, los hombres reconocen que el humor es un rasgo altamente deseado por las mujeres que buscan una pareja. Las mujeres por su parte, eran mucho más propensas que los hombres a decir que buscaban una pareja con buen sentido del humor. Un hallazgo interesante fue que las personas que proclamaban tener un buen sentido del humor no eran quienes deseaban salir con alguien gracioso. Estos atributos son distintos y específicos de cada sexo.

Esto no significa que en realidad sean graciosos. 

Independientemente del sexo, los que se consideraron a sí mismos como graciosos y las personas interesadas en encontrar una pareja con un buen sentido del humor fueron más propensos a valorar también la inteligencia en una pareja potencial, implicando que los dos rasgos están entrelazados. En el mismo sentido, una investigación del Dr. Gil Greengross muestra que esta relación existe, y la producción real de humor esta de hecho asociada con una mayor inteligencia para ambos sexos.

El presente estudio examinó las intenciones reales de hombres y mujeres solteros buscando una cita, y las diferentes funciones que el humor desempeña en el juego de la seducción. Los hombres trataban de anunciar que tenían un buen sentido del humor y las mujeres buscaban evaluar este humor.

Pero ¿existe una relación real entre la manifestación concreta de humor y las opciones románticas?

Si las mujeres están buscando hombres graciosos, se podría esperar que los anuncios divertidos aumenten su atracción hacia ese hombre. Para probar esto, los investigadores crearon anuncios de citas online ficticios que, o bien contenían una broma corta al comienzo del anuncio, o no. Se pidió a 114 participantes universitarios (73 mujeres, 41 hombres) que valoraran el anuncio en varias dimensiones de la personalidad y que manifestaran su interés romántico en esa persona. La variable «interés romántico» fue evaluada tanto por el interés de los participantes en llegar a conocer mejor a la persona, como en tener una relación a largo plazo con el individuo o, la posibilidad de verse casado con esa persona. Estas tres respuestas se promediaron para crear una puntuación compuesta.

Los resultados mostraron que para las mujeres, añadir humor al anuncio hizo poco para atraer el interés romántico de los hombres. Por otro lado, los perfiles de los hombres que incluyeron chistes aumentaron significativamente los intereses románticos de las mujeres para evaluarlos. Por otra parte, los juicios de las mujeres sobre el humor de los hombres se correlacionaron fuertemente con cuán inteligentes y cálidos percibieron que podían ser. No se encontró tal asociación entre los hombres al momento de evaluar los anuncios de las mujeres.

Resumiendo

El lado seductivo del humorEstos estudios dan apoyo a la teoría de que los hombres y las mujeres usan el humor en diferentes formas, especialmente cuando están buscando pareja. Las mujeres, que son más selectivas que los hombres, se basan en el humor para evaluar la inteligencia y la calidez de su potencial cita, sobre todo en las primeras etapas de noviazgo.

Los hombres, en cambio, están más enfocados en tratar de impresionar a su cita con humor, tal vez en un intento de transmitir otros rasgos subyacentes, como la inteligencia. A los hombres no les importa mucho si su cita es graciosa, pero les gustaría que se rían de sus bromas. Todos estos resultados se alinean perfectamente con lo que las teorías de la selección sexual y el indicador de aptitud mental predicen, demostrando que un buen sentido del humor está profundamente arraigado en nuestra psicología.

Fuentes: Psychology Today; Personality and Social Psychology Bulletin.

  • Análisis

Can you catch the expression of the whale?

  • 01/03/2013
  • David Aparicio

Can you catch the expression of the Sperm Whale’s there? It is the same he died with, only some of the longer wrinkles in the forehead seem now faded away. I think his broad brow to be full of a prairie-like placidity, born of a speculative indifference as to death. But mark the other head’s expression. See that amazing lower lip, pressed by accident against the vessel’s side, so as firmly to embrace the jaw. Does not this whole head seem to speak of an enormous practical resolution in facing death? This Right Whale I take to have been a Stoic; the Sperm Whale, a Platonian, who might have taken up Spinoza in his latter years.

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  • Salud Mental y Tratamientos

Autismo: mascotas y juguetes para el desarrollo de habilidades sociales

  • 01/03/2013
  • Maria Fernanda Alonso

El relacionamiento de las personas con animales apareja múltiples beneficios para todos, según los estudios que abordan la temática. Así por ejemplo, podemos recordar que un estudio ha sugerido que la introducción de animales de compañía a los niños con autismo en el momento adecuado en la vida, también puede ayudar con la vinculación humana. Otros han demostrado que las personas tienen más probabilidades de recibir propuestas de amistad de desconocidos cuando se camina con un perro que al caminar solo, y efectos similares se han observado en personas que tienen pequeños animales como conejos o tortugas. Según un nuevo estudio publicado en PLoS ONE por Marguerite E O’Haire y sus colegas de la Universidad de Queensland, Australia, la presencia de un animal puede aumentar significativamente las conductas sociales positivas en los niños con trastornos del espectro autista (TEA). Los autores sugieren que este efecto de «lubricante social» que tienen los animales en las interacciones sociales humanas, puede ser particularmente importante para las personas con discapacidades socio-emocionales.

Método

Noventa y nueve niños de 15 aulas de clases en 4 escuelas cumplieron con los criterios de inclusión y participación en grupos de tres (1 niño con TEA y 2 compañeros típicamente desarrollados). Cada grupo fue videograbado durante tres sesiones de 10 minutos de juego libre con juguetes y tres sesiones de 10 minutos de juego libre con dos conejillos de indias. Dos observadores cegados codificado el comportamiento de los niños con TEA y sus compañeros. Para tener en cuenta el diseño anidado del estudio, los datos fueron analizados mediante el modelado jerárquico lineal generalizado.

Resultados

Los autores compararon cómo un grupo de niños con TEA de entre 5 y 13 años de edad, interactuó con adultos y con niños de su edad (pero con desarrollo típico), mientras jugaban con dos conejillos de indias en comparación con los juguetes. Encontraron que, en presencia de los animales, los niños con TEA demostraron más comportamientos sociales como hablar, hacer contacto visual y físico. También fueron más receptivos a los avances sociales de sus pares en la presencia de animales de lo que eran cuando jugaban con juguetes. La presencia de animales también aumentó, en los niños con TEA, los casos de sonrisas y risas, y redujo comportamientos como el ceño fruncido, quejidos y llantos, más de lo registrado cuando se jugaba con juguetes.

Conclusiones

Autismo mascotas y juguetes para el desarrollo de habilidades socialesSegún los autores, la capacidad de un animal para ayudar a los niños con TEA a conectarse con los adultos puede ayudar a fomentar las interacciones con los terapeutas, docentes u otras figuras adultas. Agregan que las intervenciones con la asistencia de animales también pueden tener aplicaciones en el aula de clases. «Para los niños con TEA, el aula de la escuela puede ser un ambiente estresante y abrumador debido a los desafíos sociales y la victimización entre pares. Si un animal puede reducir este estrés o artificialmente cambiar la percepción de los niños sobre la clase y sus compañeros, entonces, un niño con TEA puede sentirse más a gusto y puede abrirse a las conductas de aproximación social».

Fuente: Science Daily, PLoS ONE.
Imagen: thinkingoutsidethecage

Sin categoría

Impacto de la valoración docente de las habilidades no cognitivas

  • 28/02/2013
  • Maria Fernanda Alonso

La historia nos permite conocer cómo han sido tratadas las diferencias de género. Sabemos también que estas cuestiones responden a un factor cultural, puesto que encontramos lugares determinados donde la costumbre del momento avala quizás el completo sometimiento de la mujer y la supremacía del hombre, como a la inversa, es decir culturas matriarcales. Tales situaciones han dado lugar a que los distintos grupos sociales reclamen derechos inherentes a la persona humana, que deben ser repartidos sin diferenciación de sexo. Ello desencadenó en el reconocimiento expreso en distintos documentos nacionales e internacionales de derechos para hombres y mujeres, como en la implementación de medidas de discriminación inversa o positiva en favor del género en situación de vulnerabilidad.

Sin embargo, el trato diferencial basado en cuestiones de género no ha sido completamente erradicado, derivando, en ciertos casos, en situaciones realmente desfavorables para algunos. Una nueva investigación de las Universidades de Georgia y Columbia, publicada en la edición actual de Journal of Human Resources, sugiere que el hecho de que las niñas obtengan mejores calificaciones que los niños (aun cuando ellos se hubieran desempeñado mejor en pruebas estandarizadas) se debe a su comportamiento en el aula.

«La habilidad que más importa en cuanto a cómo los docentes califican a sus estudiantes es a lo que nos referimos como “enfoques hacia el aprendizaje”», dijo Christopher Cornwell, titular de economía en la carrera de Negocios, de la Universidad de Georgia (UGA Terry College of Business) y uno de los autores del estudio. «Se puede pensar en «enfoques hacia el aprendizaje» como una medida aproximada de cuál es la actitud de un niño hacia la escuela: incluye seis items que miden la atención del niño, la persistencia en las tareas, ganas de aprender, independencia en el aprendizaje, flexibilidad y organización. Creo que cualquiera que es padre de niños y niñas puede decir que las niñas tienen más de todo eso.»

El estudio

Los coautores del estudio son Cornwell y David Mustard de la Universidad de Georgia y Jessica Van Parys de la Universidad de Columbia, quienes analizaron los datos de más de 5.800 estudiantes desde preescolar hasta quinto grado. Se examinó el desempeño de los estudiantes mediante pruebas estandarizadas en tres categorías: lectura, matemáticas y ciencias, vinculando los resultados de las pruebas a las evaluaciones del progreso realizadas por los docentes de sus estudiantes, tanto académicamente como en términos más generales.
Los datos muestran, por primera vez, que las disparidades de género en los grados empiezan temprana y uniformemente favoreciendo a las niñas. En todas las áreas, los niños están representados en distribuciones de calificaciones por debajo de donde sus puntajes en los test podrían predecir.

Los autores atribuyen esta falta de concordancia a lo que ellos llaman habilidades no cognitivas, o «cuán bien cada niño se dedica a la clase, con qué frecuencia el niño exterioriza o interioriza problemas, con qué frecuencia el niño pierde el control y cuán bien desarrolla el niño habilidades interpersonales». Incluso se reportaron evidencias de un bono en las calificaciones para los niños que tuvieran puntajes en las pruebas y comportamiento como los de sus compañeras.
Esta diferencia puede tener efectos de largo alcance, dijo Cornwell.

«La trayectoria en la que los niños se mueven a través de la escuela es a menudo influenciada por la valoración que hace el docente de su desempeño, sus calificaciones. Esto afecta su capacidad para entrar en clases avanzadas y otros tipos de oportunidades académicas, incluso las oportunidades posteriores a la secundaria».

«También es típico que las calificaciones que obtienes en la escuela sean lo que más pesa en las admisiones universitarias. Así que si las diferencias en calificaciones surgen tan temprano, no es sorprendente que en el momento en que estos niños están listos para ir a la universidad, las niñas estarán mejor posicionadas», dijo. «Parece que hemos llegado a un punto en la conciencia popular donde la gente está reconociendo la historia de estos datos: los hombres se están quedando atrás con respecto a las mujeres. Economistas han analizado esto desde varios puntos de vista, pero es en las evaluaciones educativas donde haces tu marca en el mercado laboral», dijo Cornwell. «Las calificaciones de los hombres en la universidad han disminuido en los últimos años, mientras que no lo han hecho las de las mujeres, pero si miras lo suficiente para atrás en la historia, en los años ‘60 y ‘70, las mujeres iban a la universidad en un número mucho menor.”

Impacto de la valoracion docente de las habilidades no cognitivasPero a pesar de la demografía cambiante de las universidades, los nuevos datos pueden no estar reflejando nada fundamentalmente nuevo. «Mi argumento es que esto ha sido siempre cierto entre niños y niñas. No es que de repente las niñas se volvieron más comprometidas y los niños más bulliciosos», dijo Cornwell. «Sus actitudes hacia el aprendizaje siempre fueron así. Pero no se manifestaba en el logro educativo como lo hacen hoy en día, debido a todos los factores que previamente desalentaron la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo.»

Lo que no queda claro, sin embargo, es cómo combatir esta discrepancia.
«La pregunta más común que hemos recibido es si importa o no el género del docente en lo que respecta a la clasificación de los estudiantes», dijo Cornwell. «Pero esa es una pregunta que no podemos contestar porque no hay suficientes datos disponibles. Como podrán imaginar, la gran mayoría de los docentes de primaria son mujeres.”

Fuente: ScienceDaily.com; University of Georgia.

  • Salud Mental y Tratamientos

Sustitución de síntomas en terapia, ¿mito o realidad?

  • 27/02/2013
  • Fabián Maero

¿Qué sucede cuando un síntoma deja de estar presente luego de ser tratado en terapia?

Esta pregunta generó un acalorado debate académico entre psicoanalistas y terapeutas conductuales hace medio siglo, y aunque eventualmente fue disminuyendo su presencia en los espacios académicos , aún hoy solemos escuchar en ciertos foros que tratar un síntoma sin hacer foco en resolver el supuesto conflicto inconciente subyacente termina generando inevitablemente que el síntoma regrese. La validez de esta afirmación es importante tanto para pacientes como para terapeutas al momento de elegir un modelo de terapia, ya que si esto fuera así, el uso de terapias conductuales (o cualquier otra que se enfoque en los síntomas presentados por el paciente), sólo constituiría un alivio temporal antes de un nuevo embate de los síntomas.

¿Pero es esto realmente así? ¿Realmente un síntoma vuelve si no se enfocan los supuestos conflictos inconcientes? Esta es una pregunta que, más que ser contestada por la opinión, puede ser contestada de manera empírica, es decir, es posible investigar si la sustitución de síntomas ocurre o no. Para el presente articulo utilizaremos y adaptaremos algunos puntos del artículo de W. Tryon (2007) dedicado al tema. Para ilustrar la perspectiva psicodinámica al respecto citaremos a Grünbaum (1984), que presenta de forma concisa los fundamentos teóricos de la sustitución de síntomas de la siguiente manera:

«Un síntoma neurótico se considera un compromiso formado en respuesta a un conflicto no resuelto entre un impulso reprimido inconsciente y la defensa del yo contra él. El síntoma se considera sostenido en todo momento por un conflicto inconsciente coexistente, que no se resuelve sin la intervención psicoanalítica. Por lo tanto, si la represión del deseo inconsciente no se levanta con psicoanálisis, la neurosis subyacente se mantendrá, aunque la terapia conductual o la hipnosis, por ejemplo, sólo extingan el síntoma particular que manifiesta la neurosis en ese momento. Mientras el conflicto neurótico se conserve, la psique del paciente utilizará el mismo servicio de defensa previamente utilizado para desterrar el síntoma previo. Por lo tanto, en general, y especialmente en los casos graves, el conflicto no resuelto debería engendrar un nuevo síntoma. Y dicho sea de paso, esta expectativa puede considerarse como una predicción “de riesgo” en el sentido en que la considera Popper, ya que tales teorías rivales existentes como la intervención de la conducta no comparten esa expectativa «(p. 162)

Una predicción “de riesgo”, se refiere a que es una predicción que puede ser potencialmente demostrada falsa, y puede de este modo refutar la teoría (a diferencia de afirmaciones como “los unicornios galopan como máximo a 75 km/h”, que no pueden ser demostradas falsas ni verdaderas, ya que no existen unicornios sobre los que aplicar el método científico).

Sin embargo, muchos años después, aún seguimos sin una respuesta respecto a si los síntomas realmente se sustituyen; Tryon señala que la pregunta no fue contestada, sino que fue abandonada: gradualmente desapareció de los ámbitos académicos, si bien siguió persistiendo el mito de la sustitución de síntomas en las universidades y escuelas de psicología.

La hipótesis de la sustitución de síntomas acarrea algunos problemas ya en su misma formulación, de los cuales tomamos algunos de los enumerados por Kazdin (2000):

  • Si un nuevo problema se presenta después de que el primero ha sido tratado,¿constituye esto automáticamente una sustitución de síntomas? Dado que los problemas psicológicos surgen con determinada frecuencia en la población, cómo saber si el nuevo problema que aparece es una sustitución o un problema realmente nuevo que surge en ese momento?

Por ejemplo, tomemos el caso de un paciente con síntomas de pánico que desaparecen luego de una terapia conductual. Un año después, un ser querido fallece, y este paciente experimenta síntomas vinculados al duelo y luego sobreviene una depresión. En este caso, ¿se trata de una sustitución de síntomas o –más probablemente- de un problema nuevo?

  • Si otro síntoma parece ocurrir después del tratamiento,¿es realmente nuevo o estuvo presente todo el tiempo y es más evidente ahora que el primer problema ha sido tratado?

Si tomamos el mismo ejemplo anterior, supongamos que luego de resueltos los síntomas de pánico, este paciente empieza a manifestar síntomas vinculados a un conflicto con su pareja. Es un retorno de síntomas o es un problema que estuvo presente todo el tiempo pero que sólo se hace notable en el momento en que los síntomas más agudos del pánico desaparecen?

  • ¿La sustitución de síntomas ocurre inmediatamente después de resuelto el síntoma o puede demorarse durante meses o años? ¿En qué momento se puede terminar el seguimiento de un estudio con la confianza de que si la sustitución síntoma todavía no ha ocurrido, entonces es probable que no ocurra en absoluto?

Una notable constante en las hipótesis de sustitución de síntomas es su inespecificidad en este sentido. ¿El síntoma debería sustituirse inmediatamente, luego de unos meses, o pueden pasar años o décadas? Un síntoma que se presentara luego de 40 años de concluida una terapia, difícilmente podría atribuirse a un retorno de síntomas.

La evidencia

Dado que la hipótesis de la sustitución sintomática lleva al corolario de que las psicoterapias efectivas deben abordar los problemas psicológicos subyacentes a fin de producir resultados duraderos, es necesario abordar las investigaciones que se han realizado en este ámbito para corroborar si esto es así.

Los estudios que se realizan habitualmente en psicología sobre modelos de terapia suelen incluir una etapa que se denomina de “seguimiento”, en el cual se sigue el estado de los pacientes que han sido tratados, para monitorear en qué medida se sostienen los beneficios del tratamiento. Esta etapa puede variar desde unos meses hasta varios años, según el estudio (según la financiación del estudio, más frecuentemente). En líneas generales, los estudios realizados por terapias cognitivo-conductuales (TCC), han demostrado que la tasa de recaídas es baja, y que los beneficios del tratamiento se sostienen a lo largo del seguimiento. Sin embargo, estos estudios tienen un defecto en lo que se refiere a la evaluación de sustitución de síntomas, y es que suelen indagar por síntomas específicos: si el estudio fue sobre fobias, por ejemplo, durante el seguimiento probablemente no se evalúen síntomas vinculados con la alimentación o el sueño, sino que se evalúa la recaída respecto a los síntomas de fobias. Para la hipótesis de la sustitución de síntomas, sin embargo, un síntoma puede ser sustituido por cualquier otro tipo de síntoma, y no necesariamente por el mismo, por lo cual este tipo de estudios TCC no resultan adecuados para testear la hipótesis. Citando a Tryon (2007):

El cuerpo de la evidencia empírica centrado en la sustitución de síntomas disponible actualmente es pequeño, irregular, fue publicado a intervalos irregulares, y está desactualizado. Los miles de estudios de comportamiento que no hicieron foco en la sustitución de síntomas en un foco de la investigación no pueden ser revisados ​​por el ya que el buen sentido indica que una buena manera de no encontrar un fenómeno es no buscarlo específicamente. Por lo tanto, es poco probable que estudios que no han sido diseñados para detectar sustitución de síntomas la encuentren, y si aún así la encuentran, es poco probable que lo reporten.

Sin embargo, algunos estudios sí se enfocaron en la sustitución de síntomas como objetivo, y estos son los datos que presentaremos a continuación

  • Nurnberger y Hingtgen (1973) llevaron a cabo una extensa revisión bibliográfica en busca de pruebas de sustitución de síntomas que fuera consecuencia del tratamiento por desensibilización sistemática de las fobias y los estados de ansiedad, tratamientos conductuales de la enuresis nocturna, tartamudeo, tics, y la modificación de las «malas costumbres» (p. 230) . Estos autores concluyeron generosamente que la sustitución de síntomas ocurre raramente. Su generosidad respecto al “raramente”, consistió en contar como “sustitución de síntomas”, un caso en que la ansiedad regresó como resultado de un accidente ocho meses luego del tratamiento y un caso en donde hubo una recaída en los síntomas que fue luego tratada exitosamente. También incluyeron algunos casos de tratamiento quirúrgico de los pacientes con úlcera como prueba de sustitución de síntomas. Salvando esas excepciones, no pudieron encontrar evidencia alguna de sustitución de síntomas. También examinaron datos de seguimiento de 2.5 años para el tratamiento conductual de la enuresis nocturna y no encontraron evidencia de sustitución de síntomas. Tampoco se encontró evidencia de sustitución de síntomas para el tratamiento de la tartamudez utilizando un metrónomo, ni para el tratamiento de los tic, ni para el tratamiento conductual de los «malos hábitos»
  • Speed ​​(1996) trató a 5 hombres y 5 mujeres con síntomas de trastorno de conversión, y trastornos de la marcha (gait), utilizando terapia de conducta e investigó específicamente sustitución de síntomas. El funcionamiento normal de la marcha fue restaurado en los 10 pacientes en el momento del alta. El seguimiento promedio fue de 20 meses y varió entre 7 y 36 meses. Dos pacientes regresaron al uso parcial de silla de ruedas, pero ninguno de ellos desarrolló un trastorno diferente de ningún tipo.
  • Fuchs (1980) administró desensibilización imaginaria in vivo y asistida por hipnosis a 71 mujeres con vaginismo, que puede ser considerado psicodinámicamente como un trastorno de conversión, es decir, dolor físico durante las relaciones sexuales resultante de un conflicto inconsciente. Se obtuvieron buenos resultados en 16 de 18 mujeres que recibieron la desensibilización imaginaria y en 53 de las 54 que recibieron el tratamiento in vivo. El seguimiento de 2 a 5 años no reveló ninguna recaída ni sustitución de síntomas (la falta de respuesta al tratamiento en las otras mujeres no constituye una prueba de la sustitución de los síntomas).
  • Wille (1994) trató 29 niños con enuresis nocturna primaria con el método de alarma (un tratamiento conductual para enuresis), o con medicación durante 12 semanas en un estudio a doble ciego con grupo de control. Ambos métodos fueron claramente eficaces y no fue encontrada ninguna sustitución de síntomas. Wille y Anveden (1995) informaron de los resultados de pruebas psicológicas para estos niños enuréticos durante y después de la terapia de conducta, y no se encontró ningún incremento en la psicopatología posterior al tratamiento.

Sólo dos estudios de caso (es decir, basados en la observación de un paciente en particular), reportaron lo que los autores denominaron evidencia para la hipótesis de sustitución de síntomas. Los estudios de caso son la forma menos fiable de evidencia, dado que se basan en sólo un paciente y dependen del análisis de una sola persona.

  • Henker (1979) reportó un solo caso de pérdida de peso que, según él constituía sustitución de síntomas. El caso se refería a un hombre de 40 años que pesaba 58 kg y medía 1.70m. de alto. Pesaba 63 kg. cuando él tenía 20 años de edad y se casó con una mujer que él describió como fría, sin amor, y no muy buena cocinera. Su peso aumentó a 81 kg. al final de su primer año de matrimonio, luego a 104 kg. después de 10 años de matrimonio y luego a 131 kg cuando comenzó el tratamiento. Él comenzó a experimentar fuertes dolores de cabeza a los 22 años para los cuales él tomó tranquilizantes menores. Respondió bien a una dieta y tratamiento combinado de ejercicio y su peso se redujo gradualmente a 77 kg. Conoció a otra mujer mientras hacía ejercicio, se enamoró de ella, se divorció de su primera esposa y se casó con la segunda mujer. Durante los siguientes s 3 años tuvo un hijo con su segunda esposa, ella tenía varios hijos con su marido anterior. Se mudaron a una nueva ciudad donde tenían problemas adaptándose. Él cambió de trabajo, pero no pudo volver a su nivel anterior de responsabilidad y prestigio. Sus antiguos amigos no aprobaban su nuevo matrimonio. La religión era muy importante para él y su iglesia también desaprobó su nuevo matrimonio. En esos tres últimos años se sintió miserable y comenzó a aumentar de peso nuevamente.(las cursivas son nuestras)

Tryon (2007), comenta lo siguiente: “este es un caso de repetición y no de sustitución de síntoma. El hombre no desarrolló un nuevo desorden posterior a la terapia de la obesidad. El aumento de peso y dolor de cabeza coincidentes con un matrimonio infeliz no constituyen un síntoma de un trastorno subyacente inconsciente. Este hombre era plenamente consciente de su matrimonio infeliz, sus aumentos de peso, sus dolores de cabeza y el estrés asociado con su segundo matrimonio. Este caso por lo tanto no proporciona evidencia de sustitución de síntomas.”

  • Los autores psicoanalíticos Ottenbacher y Ottenbacher (1981) reportaron un solo caso en que trataron a un niño de 4 años de edad que se chupaba el pulgar desde que nació y comenzó a usar el baño a los 18-20 meses de edad. Chuparse el dedo se identificó como un síntoma de un trastorno subyacente no especificado y se trató con terapia del comportamiento. La frecuencia de la enuresis nocturna se incrementó de cero antes del tratamiento a dos veces durante la primera semana de tratamiento a todas las noches durante la segunda semana de tratamiento. El tratamiento se interrumpió y la frecuencia de mojar la cama se redujo a cuatro noches a la semana siguiente y chuparse el dedo volvió a un promedio de cinco veces por semana. Los autores concluyeron que se trataba de un caso claro de sustitución de síntomas y le pusieron título a su artículo en consecuencia.

Tryon señala que el problema aquí es que la sustitución de síntomas por definición requiere que uno trate un síntoma. Chuparse el dedo en un niño de 4 años de edad no está demostrado que sea un síntoma de un trastorno subyacente específico. Más bien, es un comportamiento natural común a muchos mamíferos jóvenes dado que la succión es la manera de obtener la nutrición durante la infancia. Chuparse el dedo a veces también sirve como un comportamiento auto-calmante para los niños pequeños. Cuando se interrumpe un proceso natural del desarrollo con una intervención poco aconsejable, los resultantes problemas de estrés no constituyen sustitución de síntomas. El estrés generado por esta imprudente y prematura intervención pueden haber causado la enuresis regresivas que reportaron los autores. Y dado que chuparse el dedo en un niño pequeño no es un síntoma demostrado de un trastorno subyacente, orinarse en la cama no puede constituir en este caso sustitución de síntoma.

Resumen

Según la mejor evidencia disponible, la hipótesis de la sustitución de síntomas carece de todo sustento (más allá de la opinión de algunos autores).

Si bien el método científico no puede probar que la sustitución de síntomas no existe (de la misma manera en que el método científico no puede probar que no existen los unicornios, ya que no se pueden probar hipótesis negativas), el hecho de que durante más de medio siglo no se haya producido ningun hallazgo que lo respalde, a pesar del entusiasmo con el cual fue propuesta y transmitida esta hipótesis, sugiere que es poco probable que la situación vaya a cambiar y que vaya a aparecer alguna evidencia que sustente esa idea.

Podemos decir que, hasta ahora, no hay evidencia alguna de que tratar los síntomas sin tratar el supuesto trastorno de base lleve a que los síntomas sean sustituidos por otros, y que cualquier afirmación al respecto debería ser respaldada por evidencia, y no por mera opinión, ya que se trata de un asunto que concierne a la calidad de las terapias y a la calidad de vida y expectativas de las personas que buscan ayuda en un profesional.

(Agradecimientos al Lic. Sergio Elric por el artículo de Tryon)

 

Referencias

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