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Publicaciones por mes

abril 2013

36 Publicaciones
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Pueden las personas que están en tratamiento psicofarmacológico bajar de peso y no recuperarlo?

  • David Aparicio
  • 23/04/2013

Muchas de las personas que sufren de condiciones clínicas serias como la esquizofrenia, la depresión y el trastorno bipolar, piensan que al iniciar el tratamiento psicofarmacológico aumentarán de peso inevitablemente y no lograrán recuperar su peso inicial. Pero nueva investigación nos muestra que estas personas, si pueden bajar de peso y no recuperarlo luego.

Cerca del 80% de los pacientes que sufren de serias condiciones clínicas (depresión, esquizofrenia y trastorno bipolar) son obesos o tienen sobrepeso, esto contribuye a que tengan un porcentaje tres veces mayor de riesgo de morir a causa de enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer.

Es cierto que el tratamiento psicofarmacológico puede ser un factor incidente en el sobrepeso, pero no es la única causa,  también una mala dieta y un estilo de vida sedentario pueden tener repercusiones importantes en el sobrepeso. Y esta nueva investigación demostró que dichos pacientes pueden mejorar si logran modificar su estilo de vida y dieta.

Puede ser un factor incidente en el sobrepeso, pero no es la única causa

Los investigadores notaron que muchas personas con serias condiciones mentales no pueden costear un programa de actividad física. Además algunos sufren de fobia social, tienen pobres habilidades de interacción social o simplemente tienen miedo de estar en una área pública. Conociendo estas limitaciones, los investigadores diseñaron un plan para traer los gimnasios y nutricionistas a los lugares que estos pacientes frecuentaban.

El estudio

Bajo el nombre ACHIEVE (Logro) -Achieving Healthy Lifestyles in Psychiatric Rehabilitation-, sé  reclutó a 291 sujetos diagnosticados con una seria condición clínica y  que además sufrían de sobrepeso o eran obesos. Cerca de la mitad de los participantes, 144 sujetos, fueron ubicados aleatoriamente en el grupo de intervención y los 147 sujetos restantes formaron parte del grupo control.

Entre los participantes, 50% estaba diagnosticado con esquizofrenia, 22% con trastorno bipolar y 12% con trastorno depresivo mayor. En promedio, cada participante estaba medicado con 3 antipsicóticos, la mitad con litio o estabilizantes del estado de ánimo, todos conocidos por sus efectos en el aumento de peso.

Los participantes también perdieron peso mientras se iban desarrollando las intervenciones

La intervención consistió en habilidades de entrenamiento y manejo de casos especialmente diseñado para las personas que no se sienten cómodas involucrándose en un tratamiento de tiempo completo, y se realizó en un período de 6 meses durante el cual se realizaron  intervenciones intensivas, entrenamiento físico tres veces por semana y clases individuales una vez por semana. El grupo control recibió la atención habitual, que incluía información nutricional y física. Ambos grupos recibieron un año de seguimiento durante el cual se disminuyeron las intervenciones en grupo, pero las clases de ejercicio se mantuvieron constantes.

Luego de 18 meses, el grupo de intervención perdió en promedio alrededor de 3 kilos más que el grupo control. Cerca del 38% de los participantes del grupo de intervención perdió 5% o más de su peso inicial al ser comparados con el grupo control. Más del 18% de los sujetos pertenecientes al grupo de intervención perdieron más del 10% de su peso corporal luego de 18 meses, comparándolos con el 7% en el grupo control.

Los participantes también perdieron peso mientras se iban desarrollando las intervenciones. Esto puede sugerir que se necesita de tiempo para que se logren cambios conductuales, pero una vez que se lograron estas modificaciones, se llega a buenos resultados.

Daumit sostiene:

“Nuestro estudio ha demostrado que las intervenciones conductuales funcionan sin importar qué estés tomando.”

Los investigadores alientan a los centros ambulatorios de psiquiatría a que adopten estos programas de pérdida de peso.

Así concluyó Daumit:

“Esta población es comúnmente estigmatizada. Y los resultados de este estudio podrían ayudar a las personas a pensar diferente sobre  las personas con trastornos mentales. Nuestros resultados proveen de una evidencia clara que esta población puede llevar un estilo de vida saludable y bajar de peso.”

Fuente: National Institutes of Health/National Institute of Mental Health y John Hopkins Medicine

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  • Análisis

Psicología deportiva

  • Amparo Caladín
  • 23/04/2013

El deporte en general es una de las actividades humanas que presenta en nuestro día a día un mayor protagonismo social, cada vez los medios de comunicación crean más espacios y de mayor duración dedicados al deporte y la gran mayoría de nosotros le damos mucha importancia a la presencia del deporte en nuestra vida, sobre todo cuando se acerca el veranito, independientemente de las diferencias sociales y culturales.

La popular frase «MENTE SANA in CORPORE SANO» se traduce en que mente y cuerpo están estrechamente unidos. Los pensamientos, emociones y la práctica deportiva es un circuito que se alimenta mutuamente, de manera que el desempeño de la actividad deportiva, el rendimiento y el logro de objetivos, se verá disminuido si no controlamos nuestra mente y nuestras emociones a la hora de practicarlo.

La mente manda, coordina y ordena, y es una de las principales causantes de nuestros éxitos y fracasos. Durante las sesiones de entrenamiento y mucho más durante una competición, el deportista se ve sometido a diversas situaciones como el estrés, la presión, el cansancio, la frustración… variables psicológicas que si no aprendemos a controlarlas, podrían echar por tierra el esfuerzo y el sacrificio con el que se entregan los deportistas en su deporte.

¿Qué puede hacer la psicología deportiva por ti?

La Psicología deportiva nos ofrece la posibilidad de entrenar y fortalecer nuestras habilidades mentales mejorando entre otras nuestra:

  • Concentración: Es fundamental para que lleguemos al máximo nivel que estemos capacitados. El factor principal de la concentración es la capacidad de focalizar la atención sobre la tarea que estamos realizando sin distraernos con estímulos internos y/o externos que no son importantes en ese momento.
  • Atención: Está íntimamente ligada a la concentración, las distintas demandas deportivas precisan de diferentes demandas atencionales, pudiendo ser estas cortas, amplias, internas o externas según la situación y el deporte que estemos practicando.
  • Motivación: Es el eje fundamental de la vida en general y del deporte  especialmente. La motivación nos permite participar en ese deporte que nos gusta y nos atrae de forma eficaz orientando nuestro entrenamiento hacia objetivos y metas determinados y delimitados.
  • Auto-Confianza: Otro factor imprescindible, es la creencia o el grado de confianza que tenemos en nuestra habilidad para tener éxito en el deporte que realizamos.  Es la creencia de que podemos alcanzar de manera satisfactoria esa meta deseada, lo que hace que se convierta en una variable imprescindible a trabajar.
  • Comunicación: Esta es otra habilidad significativamente importante en la vida y mucho mas aún en el deporte. La comunicación es imprescindible a la hora de trabajar con deportistas, no solo para ellos sino para la optimización del trabajo del entrenador y demás miembros del equipo.

Durante muchos años no se le ha dado la importancia que merece a la psicología deportiva, pero la investigación, los progresos y los logros obtenidos con su aplicación en distintos deportes nos abre la posibilidad de introducirnos en varios campos que conforman el mundo del deporte.

La Psicología del deporte no funciona como una píldora mágica, introducir la figura del psicólogo en el mundo deportivo no modificará actitudes ni mejorará aptitudes, sino que de la misma manera que se entrenan las habilidades físicas y requieren práctica para lograr un nivel óptimo, las habilidades psicológicas también deben entrenarse de esta misma manera.

Por todo esto creo que sería muy conveniente ir incorporando la Psicología del deporte como una herramienta más que enriquezca tanto el desarrollo deportivo como el profesional, realizando un trabajo multidisciplinar entre todos los elementos que permiten la práctica deportiva para beneficio del deporte en general tanto de niños como de adultos.

¿Qué opináis sobre las variables psicológicas que influyen en el deporte? ¿Alguna vez os habéis sentido desbordados emocionalmente realizando algún deporte?

Imagen: Eurotri

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  • Salud Mental y Tratamientos

La Terapia Cogntivo Conductual podría ayudar a reducir el riesgo de sufrir psicosis

  • David Aparicio
  • 22/04/2013

Los hallazgos de una nueva investigación publicada en Psychological Medicine y desarrollada por investigadores de la Universidad de Manchester, sugieren que los jóvenes con alto riesgo de desarrollar psicosis, que no están tomando medicación, pueden reducir significativamente este riesgo si  reciben ayuda temprana por medio de un tratamiento cognitivo conductual.

Para realizar esta investigación, se contó con una muestra de más de 800 personas con alto riesgo de sufrir psicosis. Estos pacientes fueron asignados  aleatoriamente a recibir terapia cognitivo conductual o tratamiento control (consistente en terapia de  asesoramiento o apoyo). Y se encontró que el riesgo de desarrollar un cuadro completo de psicosis era de más de la mitad (50%) para aquellos que no recibieron terapia cognitivo conductual. Estos datos se mantuvieron constantes luego de realizarse controles durante los siguientes  6, 12 y 18-24 meses después del tratamiento.

El Dr Paul Hutton, director de la investigación sostuvo:

“Nuestra investigación sugiere que a los jóvenes que buscan ayuda y que están en riesgo de sufrir psicosis, se les debe ofrecer paquetes de atención que incluya por lo menos seis meses de terapia cognitivo conductual. Además no se encontró evidencia de que la TCC tenga efectos adversos.”

Estos hallazgos parecen prometedores; sin embargo, Hutton nos dice que en el futuro los ensayos clínicos deben medir estos resultados con más profundidad, y que los enfoques de TCC existentes podrían ser adaptados para centrarse más en mejorar el funcionamiento social y ocupacional.

¿En qué consiste la terapia cognitivo conductual?

La terapia cognitivo conductual es un enfoque centrado en la persona, que implica ayudar a los sujetos a entender sus experiencias, y cómo respondemos a ellas,  y a menudo nos puede ayudar a determinar cuán estresantes o debilitantes son. Por medio de la terapia cognitivo conductual, los pacientes aprenden una amplia variedad de estrategias que pueden ser utilizadas para reducir el distrés, y les permite trabajar hacia una recuperación que sea significativa para ellos. La TCC para la prevención de la psicosis pone un fuerte énfasis en las experiencias de “normalización” y «desestigmatización«, como por ejemplo el escuchar voces o tener pensamientos paranoicos.

Puedes obtener más detalles en la versión digital de la investigación.

Fuente: Manchester. ac.uk

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La Estimulación temprana para bebés

  • Monica Baron
  • 22/04/2013

Cuando quedé embarazada con 29 años yo sabía muy poco de bebés. Como solemos hacer las primerizas comencé a informarme masivamente. Hice el curso de preparación al parto. Dí a luz un bebé de 37 semanas, el más bonito de la tierra para mí. Me sentía la mujer más feliz del mundo. Aunque pronto llegaron las dificultades. Nos costó la lactancia, a los dos, que eramos inexpertos. Con mi segundo hijo fué mucho más fácil. Ya era casi una experta.

nacer es un tránsito difícil y duro para el bebé

En seguida me dí cuenta de que nacer es un tránsito difícil y duro para el bebé. Yo, como primípara, tuve que empujar mucho. Él, como primogénito, tuvo que abrirse paso milímetro a milímetro en el canal de parto. Cuando salió estaba bastante amoratado, con los ojos cerrados, no lloró. En seguida se lo llevaron al lado a hacerle el test de Apgar y las comprobaciones pertinentes. Yo pregunté asustada si estaba bien. Todo perfecto y ya lo escuché llorar y me tranquilicé. En los días siguientes fuí consciente de cómo mi hijo había pasado de su medio acuático, fabuloso, protegido, al medio aéreo, donde sentía frío y calor y donde todo lo tenía que aprender a hacer por si mismo. Comer, respirar, poner en marcha todo el sistema digestivo, manifestar su malestar y su alegría, aprender a mirar, a escuchar, a relacionarse con el entorno. En esos meses lo que menos entendía era cómo nadie me había hablado de esta parte. Ni el médico, ni las matronas, ni otras madres. NADIE. Me considero una afortunada porque pude vivir toda esta etapa con muchísimo placer e intensidad, a pesar de las dificultades, esas que nadie, inexplicablemente, me contó ni leí. Pero sé que hay muchas madres primerizas y muchos bebés recién nacidos que lo pasan mal.

Durante los primeros meses el bebé necesita sobre
todo dos cosas: la leche de su madre
y muchas caricias.

Cada día se sabe más de estas primeras etapas de nuestra vida. Incluso ya sabemos que podemos realizar actividades de estimulación en la vida intrauterina del bebé, como cantarle, ponerle música, hablarlo. Esta estimulación es positiva pues produce sensaciones placenteras en el bebé intrauterino que favorecen su desarrollo. Sabemos que durante los dos primeros años de vida el cerebro del bebé va a crecer desde los 350 gr hasta los 1.300 gr. Después cuando tenga ya 20 años, su cerebro pesará unos 1.450 gr. Es decir, de los 0 a los 24 meses el cerebro del bebé va a multiplicar su peso casi 4 veces gracias a las nuevas conexiones que  sus neuronas están haciendo cada día. El bebé viene dotado con sus instintos primarios que le posibilitan la supervivencia, como el reflejo de succión. Gracias a ellos y a su cuidadora principal, generalmente la madre, va desarrollándose. Cuanto mejor atendido, cuidado y estimulado esté, mayor número de  conexiones estarán haciendo sus neuronas y mejor se estará produciendo la mielinización de los axones. La mielina es un recubrimiento de grasas y proteínas que aumenta la velocidad de transmisión de la información entre las neuronas. También es la época de plena producción de neurotransmisores. Durante los primeros meses el bebé necesita sobre todo dos cosas: la leche de su madre y muchas caricias.

La estimulación temprana, estimulación precoz o atención temprana es un grupo de técnicas que sirven para desarrollar todo el potencial de los bebés desde su nacimiento y para que sean más felices. Entre las actividades que se realizan está el masaje infantil, la estimulación visual, auditiva, cinestésica, táctil, la digitopuntura, cantar al bebé, hablarlo de forma suave y amorosa, bailar con el bebé.

Invertir sobre todo en los más pequeños para sentar
una base segura, sólida y positiva
en los adultos del futuro.

Uno de los objetivos más importantes de los talleres con bebés es que éstos se relacionen con otros bebés y asimismo las madres y padres de los diferentes bebés. La llegada del bebé al hogar origina una multitud de cambios en cada uno de los miembros de la pareja y en la pareja como unidad. Fomentar un espacio de intercambio de experiencias es beneficioso. El bienestar de los cuidadores del bebé, fundamentalmente de la madre, es clave en la calidad de la interacción con el bebé. La madre necesita apoyo y cuidados también para asi poder dár lo mejor a su bebé y a pesar de las dificultades, poder realzar el proceso de vinculación con amor y respeto a la personalidad de su hij@.

Estos talleres DEBERÍAN formar parte de nuestro sistema de salud nacional y público. No entiendo porque si de verdad quieren prevenir la salud de la población, el estado no se dedica a generalizar talleres de estimulación temprana y crianza natural para el bebé. Para todos los bebés recién nacidos. Existen pruebas científicas que lo justifican sobradamente. Invertir sobre todo en los más pequeños para sentar una base segura, sólida y positiva en los adultos del futuro.

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

(PDF) Guía para ayudar a los adultos a hablar de la muerte y el duelo con los niños

  • Equipo de Redacción
  • 22/04/2013

Esta guía está diseñada para ayudar a personas en contacto con niños y adolescentes a abordar la muerte de un ser querido. Reconoce la dificultad de comunicar este evento a los más pequeños, destacando la importancia de tener recursos que faciliten el proceso. Se enfatiza que ocultar o dar explicaciones incorrectas puede complicar el dolor de la pérdida.

Los niños y adolescentes también sufren y tienen muchas preguntas sobre la muerte. La guía busca responder a inquietudes comunes, como la forma de explicar lo sucedido, si es adecuado contarles la verdad, y cómo los adultos pueden brindar el apoyo necesario. Se brinda un enfoque en la necesidad de escuchar y atender los sentimientos de los jóvenes en duelo.

Finalmente, se ofrece un enlace para descargar la guía titulada «Explícame qué ha pasado: guía para ayudar a los adultos a hablar de la muerte y el duelo con los niños».

Descarga la guía completa: Explícame qué ha pasado: guía para ayudar a los adultos a hablar de la muerte y el duelo con los niños

Gracias a Eleonora Koning por compartirnos tan valioso material.

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  • Salud Mental y Tratamientos

Puntualizaciones sobre la Eritrofobia como síntoma de la Fobia Social

  • CETECIC
  • 17/04/2013

Ponerse colorado, uno de los momentos más temidos por quienes sufren de vergüenza y ansiedad social. Este temor, denominado ERITROFOBIA, puede resolverse satisfactoriamente mediante la Terapia Cognitivo Conductual.

La Fobia Social se define como miedo y evitación a situaciones donde la persona cree que puede actuar en forma embarazosa, ridícula o humillante delante de otros, sintiéndose evaluada negativamente por los demás. Particularmente, el fóbico social teme que se noten sus síntomas de ansiedad. La persona que padece este problema piensa que tal evaluación por parte de los otros traerá consecuencias perjudiciales, y esto a pesar de que frecuentemente afronta situaciones sociales en su trabajo u otros contextos. Por la forma en la cual se efectúan tales afrontamientos sociales, la ansiedad no desaparece; sólo se reduce apenas aunque en algunos casos puede incluso empeorar. De este modo, el individuo no se habitúa ni a las situaciones sociales, ni a su ansiedad, ni a sus síntomas fisiológicos; por el contrario más termina evitando los contextos sociales, se aísla, empeorando el problema a largo plazo.

Este diagnóstico, el cual se encuentra dentro de los Trastornos de Ansiedad, posee algunos criterios estadísticos que lo distinguen de otros trastornos. Los principales son:

  • Un temor acusado a situaciones en donde el sujeto se sienta expuesto y donde pueda ser evaluado negativamente por los demás.
  • Un aumento importante de la ansiedad frente a situaciones sociales temidas.
  • La evitación de las situaciones sociales temidas, como un intento de evitar la ansiedad.
  • La persona debe reconocer que su miedo es excesivo e irracional.

La ansiedad fisiológica en la Fobia Social suele manifestarse con calor en el cuerpo, taquicardia y sudoración en las manos. Ahora bien, existen algunos síntomas que no son tan frecuentes pero que también son típicos del cuadro, como los temblores, la hiperhidrosis (sudoración profusa), el afinamiento de la voz, la flojedad en las piernas y la ruboración facial. A este último síntoma nos referiremos en el presente artículo.

¿Qué es la Eritrofobia?

La eritrofobia es el miedo a ruborizarse. La persona que se ruboriza reacciona negativamente, sintiéndose avergonzada por ello. Esto hace que su ansiedad aumente, provocando un mayor rubor. De este modo, puede tener miedo de verse en situaciones en las que previamente se ha ruborizado. Se podría decir que tienen eritrofobia aquellas personas que al estar en público y notar el rubor o el enrojecimiento de la cara, se agobian e incluso se bloquean.

Su malestar es tan intenso que tienden a evitar todo tipo de situaciones sociales que pudieran potenciar esta sensación. Creen erróneamente que alejándose no se sentirán tan mal, aunque a menudo el efecto suele ser el contrario: tienden a aislarse y a buscar reaseguros que terminan provocando aún más ansiedad lo cual empeora el cuadro. El miedo a sonrojarse hace que la persona se sienta ansiosa, de modo que el mismo miedo al rubor facial puede acabar provocándolo, estableciéndose así un círculo vicioso.

En la actualidad, es frecuente recibir consultas, donde los pacientes traen a la eritrofobia como el problema en sí mismo, como si este síntoma se hubiera independizado de la Fobia Social y tomara el valor de una entidad médica aparte; nada más errado.

Empezaremos por caracterizar qué es y cómo se produce el rubor facial, luego veremos cómo es posible tratar este síntoma.

Lo normal y lo patológico de la ruborización

Todas las personas irrigamos sangre a la periferia del cuerpo a demanda del contexto o las circunstancias; la incapacidad de irrigar, pondría al sujeto en peligro vital. Con esto dejamos en claro que un cuerpo con normal funcionamiento debe irrigar sangre a la cabeza, lo cual depende de la presión sanguínea, de la posición del cuerpo y del gasto energético entre otros factores. Citaremos varios ejemplos que muestran cómo naturalmente sucede este fenómeno:

  • Cuando alguien quiere levantar una caja muy pesada del suelo, podremos observar cómo se le pone la cara colorada y las venas de su frente se inflaman, como consecuencia de un leve aumento de la presión y la irrigación a los brazos, las piernas y la cabeza.
  • Un sujeto que está en medio de una fuerte discusión con otro o encolerizado mirando un partido de futbol, también muestra la misma irrigación facial, la cara estará totalmente irrigada.
  • Una persona que está haciendo el amor, está agitada y excitada, por ende también tendrá una mayor irrigación en su cara y por supuesto, en la zona genital.
  • Un alumno que está rindiendo un examen y está pensando, también denotaría un leve rubor, ya que la zona de la cabeza es en ese momento la más comprometida en un esfuerzo intelectual, por así decir.

Con estos ejemplos, damos a entender que la cara es una parte del cuerpo que sufre cambios de irrigación sanguínea dependiendo de las circunstancias. Habría que especificar que no todas las personas tenemos la misma capacidad para ruborizarnos. Depende de la palidez de la piel, de la capacidad natural para enviar sangre a la zona de la cara o incluso a los brazos y el cuerpo. Este fenómeno de irrigación se da a través del nervio simpático que prepara al organismo ante las exigencias ambientales normalmente cambiantes y que en este caso, se traducen en variaciones de la presión sanguínea.

Ahora bien, esto no sería estrictamente eritrofobia, porque en todos los ejemplos citados falta un elemento importante y necesario para cerrar el circuito del citado síntoma: la evaluación negativa de la ruborización. Si no está ese elemento, no se puede hablar de eritrofobia. Es decir, las personas que presentan el síntoma dan un valor negativo al mismo, lo juzgan como malo, como que es humillante y no debería notarse. A raíz de su miedo, la persona presta más atención a su rostro y a las sensaciones de ruborización, lo cual conduce a un sobreentrenamiento de la percepción de las sensaciones faciales, vale decir, está más pendiente de su rubor que de la situación externa y esto termina por incrementar la ruborización; he ahí el círculo vicioso.

Si una persona se ruborizara y no le diera ninguna importancia, no estaríamos frente a ningún problema, porque la irrigación por sí misma no conforma una patología.

El temor a la ruborización puede tornarse particularmente intenso y con ello, llevar a quien lo padece a evitar las situaciones donde se cree que el sonrojamiento puede ocurrir. Recordemos que es el mismo miedo el que genera las condiciones para que el rubor aparezca y que el miedo puede dispararse fácilmente por un pensamiento, como el mismo recuerdo de haberse puesto colorado en tal o cual momento y lugar.

Así, no resulta difícil deducir que las situaciones temidas y evitadas se multiplican hasta niveles verdaderamente insostenibles. Es por todo esto que la eritrofobia se halla dentro de la Fobia Social, pues el sujeto se siente permanentemente bajo escrutinio ajeno, resaltando la ruborización como el foco principal de temor; pues según el fóbico cree, es a raíz de ello que será negativamente juzgado por los demás.

En los últimos tiempos se habló de “curar” la eritrofobia mediante una operación. La cirugía denominada “Simpaticotomía Torácica Endoscópica” comenzó a utilizarse desde mediados de 1990 para el tratamiento de la Fobia Social. La práctica consiste en abrir un orificio en el tórax y colocar un clip en el nervio simpático de suerte que disminuya el flujo de irrigación sanguínea hacia la cara.

Creemos que se trata de un procedimiento radical y no recomendable, pues además de los riesgos inevitables que como toda operación conlleva, acarrea el peligro de alterar la irrigación necesaria de otros órganos y la producción de hemorragias. Ni mencionar si el paciente tuviera alguna afección cardíaca o pulmonar en cuyos casos sería impracticable.

Tratamiento Cognitivo Conductual para la eritrofobia

Al tratar la eritrofobia, debemos recordar que nos encontramos dentro de un cuadro de mayor jerarquía, la Fobia Social. Por lo tanto, debemos realizar primero una evaluación del mismo, de su grado, sus síntomas asociados y el análisis funcional a fin de precisar en qué situaciones usualmente aparece el síntoma y qué conductas realiza el sujeto para evitarlas.

(Artículo relacionado: Gánate una Beca Completa para el curso de Terapia Cognitiva para la Fobia Social)

Las técnicas frecuentemente utilizadas son las siguientes:

  • Reestructuración cognitiva: acostumbramos empezar con Psicoeducación, enseñando al paciente cómo funciona la irrigación, enfatizando que se trata de un fenómeno natural no sólo inevitable sino, por el contrario, automático y necesario. Desde acá, trabajamos la aceptación del mismo. Lo que se debe modificar es la evaluación negativa que se hace sobre el evento, ayudando a que el paciente cambie las ideas erróneas que conllevan a una evaluación incorrecta. Algunas creencias que hay que evaluar y modificar serían las siguientes:
    • Ponerse colorado es sinónimo de mentir, la gente pensará que estás mintiendo.
    • Queda mal ponerse colorado, hay que tener la cara siempre del mismo color.
    • Hay que disimular ponerse colorado, si hay poca luz, mejor.
    • Una persona que se sonroja oculta algo.
    • Es infantil ponerse colorado.
    • Si te pones colorado mostrás que sos débil y todos se van a aprovechar.
    • Lo peor que puede suceder en la vida es que te pongas colorado, ni hablar frente a la persona que te gusta.

    Estas creencias deben ser modificadas, ya que por lógica, una persona que piensa con este grado de distorsión, estará monitoreando frecuentemente su rubor (lo que en realidad percibe es el calor, no puede ver el color de su cara pero lo infiere y magnifica).

  • Modificar conductas de reaseguro mediante Prevención de la Respuesta: En este caso estamos ante técnicas de corte más conductual. Hay que evitar que el paciente intente bajar la ansiedad y el rubor haciendo reaseguros como ponerse en un lugar oscuro, ponerse el pelo en la cara, taparse de alguna manera, ir al baño a mojarse la cara, chequear en un espejo si se puso o no colorado. Recordemos que estas conductas disminuyen apenas la ansiedad en el momento, pero la aumentan el largo plazo por interferir con los mecanismos naturales de habituación; su efecto final es empeorar el cuadro aumentando el automonitoreo.
  • Modificar conductas de evitación mediante Exposición: Como ya se ha mencionado, el paciente con eritrofobia presenta un fuerte componente de evitación social, por lo tanto una parte importante del objetivo se alcanza exponiéndose y, aunque el sujeto no se sienta bien y tranquilo inicialmente, intentamos que permanezca en la situación procurando corroborar que nada malo sucede si se pone colorado. La meta es que tolere la ansiedad y no se aísle socialmente pues esto termina trayendo mayores problemas aún. No olvidemos que con la exposición a las situaciones y a las propias sensaciones, la ansiedad va disminuyendo gradualmente hasta volverse tolerable y cada vez más imperceptible para el paciente, favoreciendo así sentirse mejor en situaciones que al principio se ven como catastróficas.
  • Relajación: Esta técnica propicia un fuerte entrenamiento parasimpático, que es antagónico al nervio simpático encargado de aumentar el flujo de sangre. A medida que el paciente practique la relajación, mayor será el entrenamiento del parasimpático, logrando modificar la topografía del fenómeno con una consecuente menor irrigación de sangre a la cara, con menos intensidad y velocidad de activación.
  • Respiración abdominal: Se enseña igual que en el trastorno por pánico ya que esta técnica provoca en forma rápida una fuerte disminución del pulso, por lo tanto complementa al entrenamiento en relajación y funciona “in situ”, vale decir, cuando el paciente se sienta activado en la situación social. La idea es que de a poco, se entrene la rama antagónica a la simpática, logrando así un mejor control del sistema fisiológico.
  • Entrenamiento en Refocalización Atencional: se enseña al paciente a focalizar su atención en algún elemento externo a sí mismo, en contraposición a estar permanentemente focalizando su irrigación facial. El objetivo es que el paciente esté cada vez menos pendiente de si se ruboriza o no y pueda finalmente, conectarse más con la situación que con sus sensaciones, logrando tolerar mejor a ambos.
  • Medicación: Los antidepresivos se han mostrado útiles para reducir los síntomas de la Fobia Social. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina son los más usados (ISRS). Los beta-bloqueantes pueden ayudar con alguno de los síntomas físicos de la Fobia Social como el caso de las palpitaciones. Los ansiolíticos como las benzodiacepinas pueden ayudar a controlar los síntomas de ansiedad. En cualquier caso, el uso de medicación es recomendado al comienzo del tratamiento terapéutico pues se debe prescindir de ella a medida que el paciente va tomando control de sus síntomas independientemente de la medicación.

Conclusión:

La Fobia Social es un trastorno que tiene un tratamiento eficaz y por lo tanto, la eritrofobia, siendo parte del mismo, también. Es usual que los pacientes se vean tentados con soluciones que garantizan curas inmediatas y mágicas, aunque en ocasiones no se suele informar del peligro de las mismas.

Todo tratamiento psicológico avalado empíricamente, aumenta mucho las probabilidades de buenos resultados y esto es lo que suele pasar en la Fobia Social, el pronóstico es muy bueno cuando usamos tratamientos científicamente validados. La aplicación de técnicas cognitivo conductuales implica seguir una secuencia de pasos puntuales, establecidos por las investigaciones; consiste en un trabajo de equipo entre paciente y terapeuta. Se trata de un aprendizaje en el cual nos avocamos a modificar conductas, creencias y emociones adquiridas en la infancia y adolescencia, reforzadas durante muchos años en múltiples ambientes. Este cambio sí se logra con mucha probabilidad cuando nos ceñimos a los protocolos científicamente avalados.

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  • Análisis

¿Tener más relaciones sexuales que los demás nos hace más felices?

  • David Aparicio
  • 17/04/2013

Las personas son más felices si perciben que están teniendo más sexo que sus pares. Esta fue la conclusión a la que llegó un nuevo estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Colorado Boulder y publicado en la reconocida revista Social Indicators Research.

La investigación fue dirigida por el Dr. Tim Wadsworth, quien analizó estadísticamente los resultados de una encuesta nacional y descubrió que las personas que reportaron mayores niveles de felicidad había informado una frecuencia sexual más alta. Pero también encontró que, incluso luego de controlar su propia frecuencia sexual, las personas que creían que tenían menos sexo que sus pares eran menos felices que aquellos que creían que tenían igual o más relaciones sexuales que los otros.

Respecto a estos resultados Wadsworth sostuvo:

“Existe un aumento general en el sentido de bienestar que viene como resultado de una mayor frecuencia de relaciones sexuales, pero hay también un aspecto relativo. Tener más sexo nos hace más felices, pero creer que tenemos más sexo que las otras personas nos hace incluso, más felices.”

Esta investigación se valió de una muestra de 15.386 personas que fueron encuestadas entre 1993 y 2006, utilizando la General Social Survey, una encuesta norteamericana que evalúa la percepción desde 1972. Se le preguntó a todos los participantes a través de los años si eran “muy felices, bastante felices o no muy felices.” La encuesta incluyó también preguntas sobre la frecuencia de las relaciones sexuales desde 1989.

Luego de controlar otras variables importantes como los ingresos familiares, la educación, el estatus marital, la edad, la salud, la raza y otras características, los participantes que reportaron que tenían relaciones sexuales por lo menos 2 a 3 veces por mes, fueron 33% más propensos a reportar mayor nivel de felicidad que aquellos que reportaron que no habían tenido relaciones sexuales durante los últimos 12 meses.

Wadsworth y su equipo encontraron también que la felicidad parece aumentar con la frecuencia sexual. Por ejemplo, comparando aquellos que no tuvieron relaciones sexuales en el año anterior, con aquellos que reportaron tener relaciones sexuales una vez por semana fueron 44% más propensos a reportar más altos niveles de felicidad. Aquellos que reportaron tener sexo de 2 a 3 veces por semana fueron 55% más propensos a reportar niveles de felicidad más altos.

Mientras que es fácil inferir sobre los ingresos de otras personas por medio de sus nuevas adquisiciones (autos nuevos, remodelaciones a sus casas,etc.), la actividad sexual es más reservada. Esto nos hace preguntarnos ¿cómo las mujeres y hombres pueden saber con qué frecuencia sus pares tienen relaciones sexuales? Wadsworth nos dice que los medios de comunicación suplen esta información. Por ejemplo, las revistas Cosmopolitan, Glamour, Men´s Health, Men´s  Journal, que poseen una circulación combinada de 30 millones de lectores, y reportan la frecuencia sexual de las personas por medio de sus propias encuestas.La televisión y las películas también pueden jugar un rol importante en esta difusión de la vida sexual de la población, así como también las conversaciones con sus pares y sus amigos.

Como resultado de este conocimiento, si los miembros de un grupo está teniendo relaciones sexuales dos o tres veces a la semana pero cree que sus pares están tenido relaciones una vez a la semana, su probabilidad de reportar mayores niveles de felicidad descienden en un 14%.

Aun con estos resultados Wadsworth comenta que estos datos no prueban necesariamente que las comparaciones sociales causen los efectos observados, pero sostiene: “No puedo pensar en una mejor explicación sobre por qué la frecuencia de relaciones sexuales de otras personas influirá en la felicidad de una persona.”

Fuente: University of Colorado – Boulder

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  • Salud Mental y Tratamientos

(PDF) Guía: Un niño con autismo en la familia

  • David Aparicio
  • 17/04/2013

La Universidad de Salamanca en conjunto con el Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad de España, publicó «Un niño con autismo en la familia«, una guía que pretende ayudar e informar a las familias que acaban de recibir un diagnóstico de autismo para su hijo o hija. Está escrita a partir de preguntas de padres y hemos pretendido incluir información clara, actualizada y verificada científicamente. También se incluyen testimonios de otros padres que pensábamos podían entender la situación mental en que se encontraban esos padres que acababan de recibir un fuerte impacto. La información que se ofrece es clara, actualizada y verificada científicamente. En torno a seis capítulos se abordan temas como introducción a los Trastornos del Espectro Autista (TEA), los sentimientos de los padres, la familia, las necesidades de los niños con TEA y su tratamiento, estrategias de aprendizaje, y alternativas de educación y escolarización; además de dos interesantes anexos: información adicional sobre el TEA y recursos en Internet.

Fuente: sid.usal.es

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Control de síntomas depresivos asociado a mejoras en pacientes con insuficiencia cardíaca

  • Alejandra Alonso
  • 15/04/2013

“Todo lo que es psicológico es al
mismo tiempo biológico.”
David Myers

Este estudio parece coincidir con lo que escribe Myers, ya que sus hallazgos encuentran un vínculo entre la reducción de los síntomas depresivos y las mejoras físicas en pacientes con problemas cardíacos, además de ser la primera investigación en sugerir beneficios físicos a partir de mejoras en esta condición mental.

 “Las mejoras en las medidas de resistencia fueron especialmente llamativas,” dice el autor principal, Glen Xiong, quien es profesor asociado de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento en UC Davis. “Creo que los psicólogos estarán más motivados tanto para controlar como para tratar los síntomas depresivos en personas con insuficiencia cardíaca por las significativas mejoras funcionales.”

La insuficiencia cardíaca hace que el bombeo del corazón se vuelva progresivamente débil e incluso con tratamientos avanzados, está asociado con mayor discapacidad y mortalidad.

El estudio

Para este estudio, Xiong y sus colegas condujeron un análisis secundario con datos obtenidos del estudio realizado en el 2008, llamado Sertraline Against Depression and Heart Disease in Chronic Heart Failure (SADHART-CHF o Sertraline Contra la Depresión y las Enfermedades Coronarias en Insuficiencia Cardíaca Crónica). Esta prueba clínica multicéntrica evaluó la eficacia del medicamento antidepresivo sertraline para reducir síntomas depresivos y cardíacos en 469 hombres y mujeres de 45 años de edad o mayores, quienes sufrían tanto de insuficiencia cardíaca como de un Trastorno Depresivo Mayor.

El Sertraline pertenece a una clase de medicamentos llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, los cuales pueden ayudar a balancear la química cerebral vinculada a los Ataques de Pánico y la Depresión. Los resultados iniciales del SADHART-CHF encontraron que el tratamiento con sertraline, sin embargo, no mostró diferencias significativas con respecto al placebo en la reducción de síntomas depresivos.

El estudio actual se enfocó en el estado de salud y en la depresión de los pacientes, independientemente del sertraline.

“Queríamos comprender más profundamente los efectos sobre la salud en pacientes con mejoras en su depresión durante el período del estudio, sin tener en cuenta la medicación que utilizan,” dijo Xiong.

Los instrumentos de evaluación

depresionXiong y el equipo investigador utilizaron datos de evaluaciones rigurosas y estandarizadas administradas sobre el curso de las 12 semanas que duró el estudio SADHART-CHF para medir tanto la depresión como la salud general. Se administró la Escala de Depresión Hamilton periódicamente a todos los participantes del estudio para evaluar la severidad de los síntomas depresivos. Para determinar la salud cardíaca y general se utilizó el Cuestionario de Miocardiopatía de Kansas City, la encuesta de Salud abreviada (completada por 285 participantes) y un test de caminata de 6 minutos (completado por 378 participantes).

Los resultados

Los participantes cuya depresión remitió durante la intervención presentaron mejoras en los puntajes de salud física en una variedad de medidas, incluyendo limitación social, limitación física, calidad de vida, frecuencia de los síntomas y síntomas totales.

“Para poner los resultados en perspectiva, un cambio de 5 puntos en el Cuestionario de Miocardiopatía de Kansas City es clínicamente significativo,” dice Xiong. “Los pacientes cuya depresión estuvo en remisión tuvieron 13 puntos más que aquellos que no estaban en remisión.”

Estos resultados fueron respaldados por la Encuesta de Salud Abreviada, que mostró que la reducción de los síntomas depresivos también mejoró el funcionamiento físico y la percepción general de salud. El test de 6 minutos de caminata también dejó ver mejoras significativas en la resistencia, ya que los pacientes con depresión disminuida podían caminar un promedio de 47 metros (alrededor de 154 pies) más que sus contrapartes con depresión mayor.

“Nuestro nuevo estudio es sólo la punta del iceberg, dado que la relación entre la mente y el cuerpo es extremadamente compleja,” dice Wei Jiang, autora principal del estudio y directora del Laboratorio de Neuropsicocardiología en el Centro Médico de la Universidad de Duke.

“Los investigadores y profesionales reconocen cada vez más que la mente y el cuerpo tienen conexiones poderosas, lo cual es prometedor ya que han estado segregados por años. Esta clase de estudio interdisciplinario puede ayudar a encontrar respuestas a la cuestión de cómo la salud mental afecta a la salud física y viceversa; y a informar el desarrollo de prácticas clínicas que reconozcan este enfoque,” agrega Jiang.

Xiong y Jiang también recomiendan que se siga investigando para delinear porque algunos pacientes responden a la medicación antidepresiva mientras que otros no lo hacen.

“Pueden haber diferencias genéticas o fisiológicas subyacentes, como marcadores inflamatorios, que alteran las oportunidades para que el  tratamiento funcione exitosamente. Al saber que aliviar la depresión puede venir acompañado de claros beneficios en la salud física, queremos ser capaces de identificar formas de hacer que las modalidades de tratamiento sean tan útiles como sea posible para la mayor cantidad de personas, especialmente para aquellos con enfermedades cardíacas graves,” dice Xiong.

Fuente: UCDavis Health Sistem.

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  • Salud Mental y Tratamientos

Edad y Género dos factores de riesgo para la adicción al juego

  • David Aparicio
  • 15/04/2013

Los resultados de un nuevo estudio sugieren que la edad y el género juegan un rol crítico en el desarrollo de la adicción al juego y en el curso clínico que le sigue.

La investigación utilizó una base de datos conformada por  2.300 pacientes de entre 17 y 86 años de edad y pudo descubrir que algunos rasgos de personalidad asociados con la edad son factores de riesgo en diferentes etapas de la vida.

Por ejemplo, los pacientes jóvenes (de 17 a 35 años) son más propensos a realizar conductas impulsivas y buscar nuevas sensaciones, según los resultados estas conductas podrían precipitar la adicción al juego. En cambio, los pacientes mayores (55 a 86 años) son menos impulsivos  y buscan en menor medida nuevas emociones, pero son más propensos a desarrollar ansiedad y a preocuparse excesivamente.

Para los sujetos que se encuentran entre los 55 y 86 años, la adicción al juego esta asociada con problemas de salud, mientras que en la adultez media, el trastorno se asocia con problemas económicos.

Respecto a esto, la doctora y  directora de la investigación Susana Jiménez-Murcia nos explica:

“Las personas mayores no juegan para buscar premios o para ganar retos o ser más competitivos, como lo hacen los jóvenes, sino que juegan para modular sus estados emocionales negativos. Estos pacientes tratan de alejarse de la soledad, la insatisfacción o incluso del malestar físico.”

También descubrieron que hay una asociación entre los pacientes jóvenes y una alta severidad en su conducta de juego patológico, y explicaron que una intervención temprana en estos pacientes podría permitirnos entender las causas de este problema y ofrecernos nuevas herramientas para que los estos puedan controlar su tendencia al juego.

Se encontró también que el género también es una variable importante en la adicción al juego, según los resultados, las mujeres inician más tardíamente en el juego, desde los 35 a 40 años, mientras que en los varones el juego inicia mucho más temprano.

Otro dato llamativo fue que el único factor de personalidad que no varía con la edad  es la autodirección, que se refiere a la capacidad de tomar el control de nuestras vidas y que nos permite ser persistentes con un objetivo.

Estos datos confirman que la autodirección es baja en todas las etapas y que podría ser una de las claves para el tratamiento y prevención de este trastorno.

Los investigadores concluyen que el juego patológico es una condición temporal y episódica en la vida de los pacientes. Según Jiménez, algunos factores sociales, ambientales y personales pueden facilitar el control de estos comportamientos, pero en otros momentos esto no es tán fácil, y la psicopatología puede ser más grave. Pero la buena noticia reside en que esto no es una enfermedad crónica que dura toda la vida.

Fuente:  IDIBELL-Bellvitge Biomedical Research Institute

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