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Publicaciones por mes

diciembre 2016

60 Publicaciones
Sin categoría

“No damos abasto con la cantidad de psicólogos y psiquiatras que se necesitan”

  • David Aparicio
  • 05/12/2016

El País realizó una interesante entrevista a la psiquiatra y presidenta de la Asociación Americana de Psiquiatría, Maria Oquendo. En esa conversación Oquendo habla sobre la influencia de la industria farmacéutica sobre la salud mental y también nos explica su propuesta para que el suicidio sea considerada como una psicopatología separada:

Yo propuse, junto a un colega en 2008, que debe considerarse una patología separada. Hoy, en los criterios de problemas psiquiátricos, solo aparece el intento de suicidio y la ideación suicida como síntoma de depresión mayor, ya sea unipolar o bipolar, o trastorno limítrofe. Sin embargo, sabemos que las personas se suicidan si tienen alcoholismo, si tienen esquizofrenia, estrés postraumático…

Tener una restricción conceptual reduce al suicidio a estar vinculado con problemas específicos, ya sea la depresión o el trastorno de personalidad limítrofe. Eso nos causa un problema conceptual al llevar el impacto del suicidio a través de todas las enfermedades psiquiátricas, y valga decir que hay algunas personas que no aparentan tener ningún problema psiquiátrico que también se suicidan. Tenemos que pensarlo de otra forma y hemos propuesto una serie de síntomas y criterios para poder evaluar el comportamiento suicida.

La necesidad de psicólogos en los países pobres:

Sí sabemos que los países pobres no tienen acceso a servicios psiquiátricos. Yo tengo varios proyectos en el África subsahariana, y por ejemplo, en Mozambique, el país que conozco mejor porque llevo tres años trabajando allí, para una población de 24 millones de personas, tienen 13 psiquiatras y 250 psicólogos. Obviamente en un país como ese, la pobreza tiene un peso importante.

Lee la entrevista completa en El País.

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

En Argentina se debate la implementación de planes educativos basados en las neurociencias

  • David Aparicio
  • 02/12/2016

Franco Spinetta escribió un completo artículo para Página/12, sobre el apasionado debate que se lleva en Argentina, por las intenciones que tiene el gobierno de introducir en las aulas programas educativos basados en las neurociencias. Algunos expertos se oponen al plan porque lo ven como una estrategia política y otros se oponen al neurocentrismo o la excesiva importancia que se le da a las neurociencias como única explicación de la conducta y del éxito o deserción escolar:

Florencia Salvarezza es la directora del Departamento de Lenguaje de Ineco. Egresada en Letras con una especialización en Lingüística, Salvarezza se especializa en los trastornos específicos del lenguaje y su relación con los trastornos del espectro autista, la dislexia y los trastornos cognitivos atípicos. Docente de la Universidad Favaloro, también dicta cursos de capacitación docente en la Universidad San Andrés. Salvarezza aseguró aPágina/12 que la relación entre neurociencias y educación es “casi una obviedad”. “En general la gente que se opone al ingreso de las neurociencias, creen que lo biologicista anula lo cultural. La idea es enriquecer al sistema educativo, que no tiene buenos resultados”, agregó.

Para la especialista en educación e investigadora del Conicet, Carina Kaplan, “es una barbaridad afirmar que el fracaso escolar está en el cerebro”. Kaplan indicó que el problema no son las neurociencias, que pueden aportar elementos valiosos para profundizar algunos métodos, sino la intención de imponerlas como una explicación del éxito o la deserción en las escuelas. “No se puede permitir que se produzca una biologización de lo social”, exigió.

Lee el artículo completo en Página/12.

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

«Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad»

  • Rita Arosemena P.
  • 02/12/2016

La frase de apertura que titula este artículo se atribuye al jefe de campaña de Adolf Hitler: Joseph Goebbels, reconocido por su trascendencia en el proceso de ascenso de Hitler al poder y por el impacto de sus estrategias mediáticas en la creación de la identidad anti-semita.

Para Goebbels, al igual que para los adeptos a la filosofía maquiavélica (es decir, referente a la obra de Nicolás Maquiavelo), el acto de mentir debía ser analizado y evaluado más allá del prisma de la moralidad para extraer de él una utilidad innegable: la de influir en la sociedad.

De este modo, el político o la figura pública debía estar preparada para adecuar, deformar e incluso crear conscientemente versiones distorsionadas de los hechos y transmitirlos posteriormente a una audiencia que, si bien podía resistirse a su aceptación, terminaba cediendo — decía Goebbels — con la repetición de la mentira.

El terreno político es sin duda un ámbito donde la sociedad puede ver reflejada de manera franca y común el ejercicio de la deshonestidad, pero también lo es el mundo de los escándalos financieros, los fraudes, las pirámides, los dopajes deportivos e incluso la cotidianidad del individuo común que descubre un engaño impensable de alguien cercano.

La mentira y el fraude son sin duda un flagelo emocional para quien se ve afectado por ello, pero ¿qué ocurre en el cerebro de quienes ejercen la deshonestidad?

¿Cómo se desenvuelve el proceso de escalada mediante el cual una persona pasa de emitir «pequeñas mentiras» a convertirse en un experto evasor de impuestos, estafador o embaucador de multitudes?

«La primera vez que haces trampas, te sientes mal por ello. Pero eso es bueno, frena tu deshonestidad. La próxima vez que hagas trampa, ya te has adaptado»

Según un estudio publicado en la revista Nature Neuroscience, la clave está en cómo el cerebro de los mentirosos se va adaptando progresivamente al engaño. Para los investigadores, el impacto de la deshonestidad a nivel neuronal es de tal magnitud que incluso puede hablarse de un «mecanismo neural» que soporta la mentira, o en otras palabras: un principio biológico de adaptación que contribuye al fenómeno, llamado adaptación emocional. 

Para la realización del estudio, el equipo de investigadores de la University College London (U.C.L) reclutó a 80 adultos para participar en una tarea que implicaba estimar y asesorar a una pareja sobre la cantidad de dinero que había en un frasco de monedas, el cual contenía entre 15 y 35 libras esterlinas (entre 18 y 43 dólares, aproximadamente).

Los participantes observaron imágenes grandes y de alta resolución de los tarros durante tres segundos y se les dijo a su pareja (interpretada por un actor) que vería una imagen más pequeña del tarro durante un segundo. A los participantes se les dijo que la tarea de su pareja era estimar la cantidad de dinero de la jarra con su ayuda, la cual se daría a través de computadores enlazados. Esto permitió a los investigadores registrar las estimaciones de los participantes cuando no tenían ninguna razón para mentir.

Los participantes recibieron instrucciones distintas que les proporcionaron incentivos para ser deshonestos. La comparación de las estimaciones entre las situaciones honestas y deshonestas permitió al equipo medir los grados de deshonestidad.

Dependiendo del escenario, la deshonestidad podía beneficiar al participante a expensas de su pareja, beneficiar a la pareja a costa del participante, beneficiar a ambos o beneficiar al participante o a la pareja sin afectar al otro. En el primer caso, por ejemplo, se les dijo a los participantes que serían recompensados con base en qué tanto sobrestimara su pareja la cantidad de dinero en la jarra, mientras que su pareja sería recompensada por la exactitud. También se dijo a los participantes que su pareja no tenía conocimiento de estas nuevas instrucciones.

Los investigadores encontraron que la deshonestidad aumentó a lo largo de 60 presentaciones de la jarra, pero sólo cuando el beneficio era egoísta. Los participantes mintieron también cuando sólo su pareja se beneficiaba, pero esta deshonestidad permaneció constante. Cuando ambas partes se beneficiaban, los participantes mintieron más, sugiriendo que encontraron este tipo de deshonestidad más aceptable.

Este estudio es la primera evidencia empírica de que el comportamiento deshonesto se intensifica cuando se repite

Para Tali Sharot, neurocientífica del U.C.L., las personas mienten más cuando es bueno para ellos y para los demás. Cuando sólo es bueno para ellos, pero se hiere a otra persona, mienten menos. No obstante, el experimento también mostró que la mentira sólo aumentó con el tiempo cuando el participante obtuvo algún beneficio, lo que sugiere que el interés propio es necesario para que la deshonestidad se intensifique.

«Este estudio es la primera evidencia empírica de que el comportamiento deshonesto se intensifica cuando se repite, cuando todo lo demás se mantiene constante», explica Neil Garrett, neurocientífico cognitivo de la U.C.L. y autor principal del estudio.

Veinticinco de los participantes realizaron el experimento con apoyo de un escáner funcional de resonancia magnética (MRI), lo que permitió a los investigadores medir la actividad cerebral. El equipo se enfocó en áreas del cerebro previamente asociadas con la estimulación emocional, para lo cual se utilizó una base de datos de resultados de imágenes cerebrales. El área de mayor observación fue la amígdala, una región del cerebro conocida por responder y procesar las emociones.

Los investigadores constataron cómo la actividad en esta región fue inicialmente alta cuando los participantes mintieron, pero fue declinando con el tiempo durante actos subsecuentes de deshonestidad. Un punto a destacar es que las mayores reducciones en la actividad de la amígdala pronosticaron mentiras mayores más adelante. Esto sugiere que un mecanismo biológico (la adaptación) podría apoyar la deshonestidad.

«La primera vez que haces trampas, te sientes mal por ello. Pero eso es bueno, frena tu deshonestidad», explicó Sharot. «La próxima vez que hagas trampa, ya te has adaptado. Hay menos de una reacción negativa para detenerte, y puedes mentir más».

El equipo de Sharot considera que estos hallazgos podrían ser relevantes para una mejor comprensión de otros tipos de comportamiento, como la escalada de la toma de riesgos o el comportamiento violento.

Fuente: Scientific American

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  • Artículos Recomendados de la Web

Las autorrevelaciones desde la experiencia de un psiquiatra

  • David Aparicio
  • 02/12/2016

Hace dos días publicamos una nota del terapeuta español, Buenaventura Del Charco Olea, que examinaba los beneficios de las autorrevelaciones dentro de la consulta o en otras palabras, si el psicólogo debe o no hablar sobre si mismo en la consulta. El artículo de Buenaventura causó mucho interés y muchos comentarios interesantes.

Para enriquecer aun más el debate les comparto un artículo de opinión escrito por el psiquiatra Alberto Soler Montangud sobre las autorevelaciones en su práctica profesional:

Confieso no obstante, que en ocasiones me surge la duda de si con mi espontaneidad estaré quizás rebasando los límites de la distancia que debe haber entre terapeuta y terapiado. La respuesta a esta incertidumbre siempre varía según cada caso, según la reciprocidad que perciba así como la demanda subliminal de contacto que manifieste el (o la) paciente, y también según el momento evolutivo en que se encuentre, tanto en su proceso como en la calidad y la consistencia del vínculo terapéutico establecido. 

Concluiré expresando mi convicción de que compartir ciertos detalles y anécdotas de mi privacidad, pueden servir de ayuda a algunos pacientes. Incluyo entre ellas el hacerles partícipes, incluso de algunas experiencias duras o difíciles que, con el paso del tiempo, haya llegado a resolver. Estoy convencido de que mostrarme tal cual soy, sin enmascarar ni adornar mi realidad con imposturas que enaltezcan mi rol de superioridad, es un factor que añade una pátina de verismo y de naturalidad a la relación que mantengo con mis pacientes.

Lee el artículo completo en Gestalt Terapia.

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El arte: una forma humana de combatir la muerte – Psyciencia

  • Rita Arosemena P.
  • 02/12/2016

Un estudio encabezado por investigadores de la Universidad de Kent y publicado en el Journal of Creative Behavior sugiere que las personas creativas muestran menos ansiedad en relación con la muerte, ya que su filosofía de vida suele ir orientada a la misión de dejar un legado cultural perdurable a la humanidad.

Los escritores, pintores, cantantes y artistas en general materializan a través de su trabajo creativo una forma de vida alterna que permanece incluso más allá de su propia desaparición física, consecuentemente, su preocupación en torno a la muerte se ve minimizada y también manifiestan una mayor resiliencia al momento de sobrellevar eventos trágicos relacionados con el fallecimiento.

Los artistas materializan a través de su trabajo creativo una forma de vida que permanece más allá de su propia muerte

El estudio, dirigido por el investigador Rotem Perach de la Escuela de Psicología de Kent bajo la supervisión del Dr. Arnaud Wisman, consideró el análisis de una muestra de 108 estudiantes, quienes completaron dos cuestionarios para medir su nivel de logro creativo y ambición creativa.

Se encontró que quienes poseían un récord de logros creativos junto con altos niveles de ambición creativa realizaron menos asociaciones de muerte en sus procesos de pensamiento después de considerar su propio fallecimiento en comparación con el grupo de control.

Para los estudiantes con bajos niveles de ambición creativa, en cambio (y cualquiera que fuese su registro de logro creativo), pensar en su propia desaparición física no afectó sus índices de pensamientos relacionados con la muerte en comparación con el grupo de control.

Los resultados sugieren que quienes orientan su vida hacia la creatividad y producen contribuciones creativas significativas pueden beneficiarse de la seguridad existencial frente a la muerte.

Los investigadores describen estos hallazgos como un apoyo a la noción de que el logro creativo puede ser «una vía hacia la inmortalidad simbólica», particularmente entre las personas que valoran la creatividad.

Fuente: Psypost.org

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(Vídeo) Por qué nos dejamos engañar por las pseudociencias

  • David Aparicio
  • 01/12/2016

Alberto Soler ha creado uno de los mejores vlogs de psicología. En cada episodio logra explicar las teorías psicológicas complejas con elegante sencillez y lucidez. En este episodio Alberto nos explica por qué la gente cree en ovnis, horoscopo y cuenta cosa exista aun cuando saben que no hay una explicación completamente racional que las sostenga.

Nosotros en Psyciencia tambien hemos abordado estos temas con artículos más extensos si deseas puedes leerlos aquí:

  • Escribo artículos porque soy de Aries: el efecto Forer y el horóscopo

  •  ¿Por qué la gente no cambia de opinión?

  •  Kit para detectar las pseudociencias de Carl Sagan (Infografía)

  • El combustible de la ansiedad: la intolerancia a la incertidumbre

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La mayoría de los pacientes con depresión recibe tratamientos inadecuados

  • David Aparicio
  • 01/12/2016

Más de 350 millones de personas sufre de depresión en todo el mundo y según la OMS, esta será la principal causa de discapacidad para el año 2020. Los datos son preocupantes, muy preocupantes.

Pero todavía falta lo peor: Un nuevo estudio de The British Journal of Psychiatry demuestra que la mayoría de los pacientes con depresión no recibe los tratamientos adecuados o no recibe ningún tipo de tratamiento. Sus datos se obtuvieron de una muestra de 50.000 sujetos provenientes de 21 países:

  • Brazil.
  • Bulgaria.
  • Colombia.
  • Iraq.
  • Líbano.
  • México.
  • Nigeria.
  • China.
  • Rumania.
  • Argentina.
  • Bélgica.
  • Francia.
  • Alemania.
  • Israel.
  • Italia.
  • Japón.
  • Holanda.
  • Portugal.
  • España.
  • Estados Unidos.

El 4.6 % del total de los sujetos cumplió con los criterios diagnóstico del Trastorno Depresivo Mayor. De ese grupo diagnosticado, el 56.7% reportó que necesitaba tratamiento; el 71% de ellos había visitado al menos una vez a un médico y de aquellos que reciban tratamiento sólo el 41% recibió tratamientos que cumplieran con estándares mínimos.

Necesitamos ofrecer tratamientos adecuados

Los números constatan que no se están haciendo las cosas bien. Falta mayor compromiso de los gobiernos e inversión en planes de intervención y prevención. Pero la critica también va para los profesionales de la salud mental. Hoy en día existen tratamientos psicológicos quehan demostrado ser eficaces para tratar la depresión, pero, lamentablemente, esos tratamientos son dejados de lado por los profesionales que eligen ofrecer otros tratamientos que se ajustan más a sus preferencias y no a la evidencia.

Según los autores del estudio, no ofrecer tratamientos con evidencia generan dos problemas: no sólo se pone en riesgo la vida de las personas, sino que además se reduce la probabilidad de que las personas busquen la ayuda psicológica debido a la pobre reputación que tienen esos tratamientos de eficacia cuestionable. Y tiene mucho sentido, si los pacientes van donde los profesionales de salud mental y no ven mejorías entonces no van a volver.

Graham Thornicrof, director de la investigación añade una razón no sólo científica sino también moral:

“Proveer tratamientos a la escala requerida para tratar a todas las personas con depresión es crucial, no solo para reducir la discapacidad y la muerte por suicidio, sino también desde una perspectiva moral y humana y para ayudar a las personas a ser miembros productivos de la sociedad.”

Recursos útiles para la depresión:

  • (PDF) Guía para pacientes y familiares para afrontar la depresión
  • Datos importantes sobre la depresión de la OMS
  • Activación Conductual para la depresión
  • ¿Qué miden las escalas para depresión?
  • Los orígenes de la Depresión

Fuente: Psypost

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  • Artículos de opinión (Op-ed)

Claves en el desarrollo de la autoestima infantil: ¿cómo potenciarla?

  • Elisabet Rodríguez
  • 01/12/2016

La autoestima puede definirse como el componente valorativo del “yo”, del autoconcepto, el cual se inscribe dentro de la dimensión más cognitiva. Presenta una connotación motivacional y, por lo tanto, indica tanto el conjunto de opiniones y actitudes que guían nuestro comportamiento, como la forma como nos relacionamos con otras personas y con el mundo de forma general. El carácter valorativo se centra en dos pilares fundamentales: sobre la opinión y aprecio hacia uno mismo y sobre la capacidad que disponemos para mejorar aspectos personales propios y de las personas de nuestro entorno. También se refiere a cómo afrontamos situaciones adversas adaptándonos a las circunstancias, cómo favorecemos el crecimiento personal, emprendemos nuevos proyectos vitales, etc.

La autoestima es un fenómeno relativamente estable y permanente, aunque puede ser modificada a partir de influencias pertenecientes a nuevas experiencias. Tales influencias pueden derivar de los siguientes factores: personales (características físicas y emocionales, capacidades y habilidades personales, aspectos relativos a personas significativas del entorno familiar, escolar o grupo de iguales, etc.) y sociales (valores y creencias culturales). Así, pueden diferenciarse cuatro áreas básicas en la formación de la autoestima global: el área social, el área académica, el área familiar y la imagen física.

El tipo de desarrollo que se dé a partir de los factores indicados está determinado principalmente por la naturaleza de la base del vínculo afectivo establecido durante la primera infancia. A medida que se produce el desarrollo del niño, este va generando opiniones, valoraciones, impresiones, sentimientos y cogniciones de lo que va experimentando durante su crecimiento y maduración. Dependiendo de la connotación que tengan estas manifestaciones, el grado de percepción de aprecio hacia sí mismo y de autovalía se irá configurando de una determinada manera, más o menos adaptativa. Entre las actitudes que favorecen la autoestima pueden destacarse la confianza hacia uno mismo, la seguridad en afrontar situaciones personales e interpersonales, la capacidad de adaptarse a las circunstancias, de mostrarse flexible, tolerante y empático respecto de otros puntos de vista, etc. Aparte de la clase de vínculo afectivo consolidado en edades tempranas, otro aspecto que determina sustancialmente la adquisición de un nivel adecuado de autoestima es el auto-conocimiento (¿quién soy yo?). Este proceso deviene un requisito fundamental para llegar a la autoaceptación y a la valoración positiva de sí mismo.

Demostrar interés y aprecio

Derivado de aquello anterior, el primer aspecto fundamental que se indica a los padres como significativo a la hora de potenciar la autoestima en sus pequeños es que realmente demuestren interés y aprecio por ellos. Los niños tienen que tener constancia clara de que sus padres se preocupan verdaderamente por ellos, que prestan atención a sus necesidades, pensamientos, inquietudes, sentimientos y emociones.

Logros, competencias, habilidades

Por otro lado, el hecho de orientar al pequeño en la consecución de logros, recordándole su competencia, habilidad y confianza en la obtención del éxito permite poseer una disposición más positiva a iniciar proyectos y poner en marcha nuevos retos personales. Es relevante, para conseguir un efecto más intenso en esta práctica, analizar conjuntamente con el niño qué sensaciones experimenta cuando realiza una acción en la cual se sabe competente, de forma que se hace consciente una auto-percepción más positiva. Por eso, siempre según su desarrollo y maduración personal, los educadores deben facilitar todas las oportunidades que se presenten para que el niño haga uso de su autonomía e independencia; es importante dejarle tomar sus propias decisiones (aunque en alguna ocasión nuestra visión adulta pueda discrepar de la suya) y realizar una reflexión conjunta sobre qué resultados se han obtenido (tanto los exitosos como los erróneos) para otorgarles un significado de oportunidad de aprendizaje, en lugar de la concepción de haber fracasado. Los adultos podemos servirles de guía presentando diferentes opciones sobre las cuales decidir, pero tiene que ser el niño quien efectúe la elección final.

La idea de que padres o educadores no deben realizar aquellas acciones que él pueda llevar a cabo por sí mismo hay que tenerla siempre presente, siendo aconsejable el destierro de la sobreprotección y la preocupación excesiva sobre las posibles consecuencias derivadas de las decisiones que el niño toma.

Refuerzo de conductas y actitudes adecuadas

Otro aspecto fundamental hace referencia a enfatizar el reconocimiento y el refuerzo positivo de aquellos comportamientos y actitudes adecuadas y la disminución de la crítica negativa y destructiva, chantajes o amenazas. Por eso, no es recomendable la instigación en exceso sobre su comportamiento, así como tampoco recordarle con frecuencia aquellos aspectos que tendría que mejorar o que no resultan del todo satisfactorios. Parece de mayor utilidad recordar las ventajas que posee un comportamiento adecuado para que él mismo pueda analizar las consecuencias de su comportamiento y qué decisión tiene que tomar sobre cada cuestión. Relacionado con esto, tiene que tenerse en cuenta que el niño presenta su propio ritmo de aprendizaje y mejora; por eso tiene que respetarse el hecho de que los avances se den más lentamente de lo esperado por los padres u otras figuras cercanas; el hecho más significativo es que se produzca tal evolución.

Finalmente, y a modo de conclusión, parece indispensable no centrarse en el refuerzo exclusivo de logros a nivel cuantitativo. El aprecio hacia el niño tendría que ser incondicional y no estar sólo basado en los éxitos obtenidos. Es más razonable premiar con reforzadores intangibles, sociales y afectivos por el logro de hitos en los cuales se valore el esfuerzo y se recompensen los aspectos cualitativos. Resulta adecuado, por lo tanto, que el niño trabaje en el establecimiento de objetivos personales realistas y muy definidos, siempre que estos repercutan en una mejora en su bienestar y satisfacción personal dejando de lado la comparación respecto con los pares u otras personas significativas de su entorno.

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Conferencia online: cómo abordar situaciones de crisis en la consulta

  • David Aparicio
  • 01/12/2016

Jorge Ayala se ha dedicado por mucho tiempo a entrenar y formar a psicólogos en la interesante Terapia breve centrada en soluciones.

Jorge dictará hoy una conferencia online totalmente gratuita titulada: Cómo abordar una situación de crisis en consulta y en esta sesión aprenderás recursos útiles para hacerle frente a las crisis y ayudar a las personas a generar los recursos necesarios para afrontar las experiencias traumáticas.

La conferencia online empieza en unas horas, así que apresúrate e inscríbete aquí.

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  • Artículos Recomendados de la Web

Duro golpe a la homeopatía: su etiquetado deberá basarse en evidencia científica

  • David Aparicio
  • 01/12/2016

Una excelente noticia escrita por Carlos Zumenszky para Gizmodo:

La Comisión Federal de Comercio (FTC) acaba de dar luz verde a una nueva normativa titulada Enforcement Policy Statement on Marketing Claims for Over-the-Counter (OTC) Homeopathic Drugs. Lo que hace esta norma es equiparar las obligaciones de los fabricante de fórmulas homeopáticas con las del resto de la industria farmacéutica.

El matiz es importante porque obliga a los fabricantes a realizar pruebas de eficacia en laboratorio mediante doble test ciego. De esas pruebas dependen directamente las afirmaciones de marketing que aparecen en la caja. En otras palabras, si el test científico de un producto para aliviar el resfriado falla, en la etiqueta no puede poner que alivia el resfriado.

Si esta evidencia no existe, los fabricantes de homeopatía deben especificarlo claramente en el etiquetado. También deberán reconocer que las supuestas virtudes del compuesto se basan en teorías del siglo XVIII que han sido rechazadas por la mayor parte de la comunidad científica actual.

La medida que toma Estados Unidos representa un avance importante en los tratamientos médicos y en la capacidad de salvar vidas. Muchas personas creen que la homeopatía y terapias alternativas son inocuas y no se pierde nada con probarlas; pero la realidad es que la homeopatía como primera linea de tratamiento sí representa un serio peligro porque el paciente deja de acudir a los tratamientos con evidencia mientras invierte tiempo y dinero en terapias que al final no lo ayudarán.

En la psicología sucede algo similar. Hay tratamientos que cuentan con mucha evidencia, estudios aleatorios controlados, y hay otros tratamientos que no tienen datos que demuestren que funcionen o su evidencia es muy pobre, y a pesar de ello, las terapias se usan según la preferencia del psicólogo y su comodidad. Lo cual provoca que un paciente que sufre y que busca ayuda de un profesional no reciba el mejor tratamiento para su condición.

Por lo tanto, haré una pregunta que se que molestará a muchos, pero la haré porque creo que es una pregunta válida que debemos hacernos los psicólogos:

¿Qué pasaría si aplicamos una norma similar en la práctica clínica y los psicólogos tuvieran que avisarle a los pacientes cuando están utilizando terapias que no cuentan con evidencia de que realmente funcionan?

Ya se imaginarán la respuesta…

Lee el artículo completo en Gizmodo.

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