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Publicaciones por mes

septiembre 2019

72 Publicaciones
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

«Foodie Calls:» aceptar citas sólo para comer gratis

  • Maria Fernanda Alonso
  • 04/09/2019

¿Alguna vez accediste a una cita, aunque no hayas tenido interés en la otra persona, sólo para comer gratis? Este fenómeno, conocido en inglés como “Foodie Call,” va ganando lugar en las prácticas de las citas; por ese motivo, un grupo de psicólogos decidió investigar dicho comportamiento (Collisson, Howell, & Harig, 2019).

Si bien la persona que realiza la Foodie Call puede ser un hombre o una mujer, heterosexual u homosexual, tradicional y culturalmente solía ocurrir que en una cita romántica el hombre invitara a la mujer. Por esta razón, los investigadores se enfocaron en encuestar a mujeres que se autoidentificaron como heterosexuales.

Probaron una hipótesis sobre las características de alguien que realizaría una Foodie Call. Específicamente, predijeron que esas personas obtendrían puntajes altos en una constelación de rasgos de personalidad conocida como la «tríada oscura:»

  • Maquiavelismo. Estas personas manipulan y engañan a otros en su propio beneficio.
  • Psicopatía. Estas personas carecen de empatía por las situaciones difíciles de los demás y no sienten remordimiento por sus propias acciones dañinas.
  • Narcisismo. Los narcisistas tienen un sentido inflado de su importancia personal y de lo que es su derecho. Además, aunque tienen habilidades sociales, tienen poco interés en construir relaciones profundas con los demás.

Estas tres características de la «tríada oscura» parecen ser componentes personales importantes para aquellos que participan regularmente de Foodie Calls.

Más de 1,000 mujeres completaron cuestionarios que evaluaron lo siguiente:

  • Frecuencia de las Foodie Calls. Primero, se les preguntó si alguna vez habían realizado una Foodie Call. Si respondieron positivamente, se les pidió que estimaran cuántas veces lo habían hecho. Finalmente, calificaron la aceptabilidad social de las Foodie Calls.
  • Tríada Oscura. Las encuestadas respondieron preguntas de escalas de uso común diseñadas para evaluar el grado de maquiavelismo, psicopatía y narcisismo.
  • Creencias sobre los roles de género. Los ítems en este cuestionario evaluaron el respaldo de las encuestadas a los roles de género tradicionales. Entre ellos, por supuesto, estaba la creencia de que es deber del hombre pagar todos los gastos en una cita.

En las dos muestras incluidas en este estudio, entre un cuarto y un tercio de las encuestadas admitieron haber participado en al menos una Foodie Call. Y quienes lo habían hecho también las consideraban como socialmente aceptables. A su vez, quienes las realizaron obtuvieron una puntuación alta en las tres facetas de la tríada oscura. Se destaca que fue la combinación de los tres rasgos, y ninguno de ellos en particular, lo que mejor predijo el comportamiento estudiado. Esto tiene sentido, dado que una Foodie Call implica engañar a otra persona en beneficio propio (maquiavelismo), falta de empatía y remordimiento (psicopatía) y un sentido de tener el derecho (narcisismo).

Además, las mujeres que realizaban Foodie Calls tenían más probabilidades de respaldar los roles de género tradicionales que aquellas que no participaban en el comportamiento. Este hallazgo puede parecer contradictorio a primera vista. Después de todo, los roles de género tradicionales le dan al hombre la responsabilidad de pagar en las citas románticas, pero también le dan a las mujeres la responsabilidad de aceptar solo las citas de las personas que les atraen.

Este resultado podría ser explicado teniendo en cuenta que la mayoría de las mujeres en la sociedad actual ya no respaldan los roles de género tradicionales. En cambio, las actitudes de igualdad de género son la norma, especialmente entre la generación más joven que constituye la mayor parte de la escena moderna de citas. La evidencia anecdótica sugiere que los jóvenes en la actualidad tienen más probabilidades de pagar, al menos al principio. O bien, participan de primeras citas económicas, como reunirse para tomar una copa en una cafetería o bar. La cita formal donde el hombre paga por una cena y entretenimiento caros puede ser algo que hicieron sus padres, pero no es algo que suelan hacer ellos.

Por otro lado, las personas que obtienen puntajes altos en la tríada oscura a menudo respaldan los valores sociales tradicionales, al menos para otras personas. Después de todo, estos son los sistemas que están jugando en su propio beneficio. Al mismo tiempo, racionalizan sus comportamientos antisociales diciendo que no les pasa nada porque otras personas también lo hacen. En otras palabras, rebajan a aquellos con actitudes tradicionales como tontos que merecen ser aprovechados.

Es importante tener en cuenta que la mayoría de las mujeres encuestadas no aprueban las Foodie Calls ni se involucran en ellas.

Por otro lado, este estudio parece mostrar que el escenario tradicional de citas ya no es viable. Los hombres que sienten que solo pueden atraer a mujeres con ofertas de costosas cenas pueden necesitar repensar su estrategia si quieren evitar que se aprovechen de ellos.

Del mismo modo, las mujeres que sostienen la igualdad de género podrían considerar contrarrestar tales ofertas con sugerencias de primeras citas discretas. En la sociedad actual, esta es probablemente una señal más honesta de atracción romántica, al tiempo que elimina la obligación percibida de tener que devolverle al otro los gastos en que incurrió.

Referencia:

Collisson, B., Howell, J. L., & Harig, T. (2019). Foodie Calls: When Women Date Men for a Free Meal (Rather Than a Relationship). Social psychological and personality science, 1948550619856308. https://doi.org/10.1177/1948550619856308

Fuente: Psychology Today

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Neuromito: La creatividad se encuentra en el hemisferio derecho del cerebro

  • Maria Fernanda Alonso
  • 04/09/2019

Junto con la creencia errónea de que el lenguaje solo estaba en el hemisferio izquierdo y las habilidades espaciales en el derecho, algunos sugirieron que la creatividad (algo que depende del imaginario espacial) también debe ser una función del hemisferio derecho. Esto fue alimentado por múltiples ilustraciones que muestran el hemisferio derecho con un arco iris junto a un hemisferio izquierdo cuadrado, lleno de cálculos.

En qué hemisferio del cerebro se encuentra la creatividad ha sido una pregunta de cientos de años. Después del Premio Nobel de Sperry en 1981, los investigadores se apresuraron por identificar exactamente qué funciones cerebrales hacen cada cosa. El artículo de Harpaz de 1990 «Asimetría de las funciones hemisféricas y la creatividad: un examen empírico,» citaba estudios de los años sesenta y setenta. Harpaz declaró que el hemisferio derecho «parece ser dominante en funciones sintéticas, no verbales, completas, unitarias, espaciales y dependientes del tiempo» y, por lo tanto, era responsable de la creatividad (Harpaz, 1990). Después de 1981, los investigadores pasaron la próxima década apuntalando los argumentos a favor de la creatividad en el cerebro derecho, solo para ser desafiados por diferentes definiciones de creatividad y mejores imágenes que muestran su alcance más amplio y múltiples redes complejas.

De dónde viene el mito

El mito del «cerebro derecho creativo” proviene de las afirmaciones que sostienen que la ciencia, las matemáticas y el pensamiento lógico se encuentran en el hemisferio izquierdo, y la creatividad en el derecho, que a su vez nació del trabajo (ganador de un Premio Nobel) de Sperry en 1981 sobre la lateralización del cerebro. Hasta hace poco, las mediciones imprecisas realizadas por la tecnología de imágenes cerebrales en la década de 1990 y principios de la década de 2000 condujeron a la promoción de este mito.

Lo que sabemos ahora

La comprensión más actual de la creatividad es mucho más amplia e involucra múltiples funciones y estructuras cerebrales, así como diferentes neurotransmisores. Según los estudios de Heilman, la innovación requiere desconexión y pensamiento divergente mediado principalmente por redes frontales. Las personas creativas a menudo toman riesgos y buscan novedades, comportamientos que activan su sistema de recompensa estriatal ventral. La innovación también requiere un pensamiento asociativo y convergente, actividades que dependen de la integración de redes altamente distribuidas. Las personas a menudo son más creativas cuando se encuentran en estados mentales asociados con niveles reducidos de noradrenalina cerebral, lo que puede mejorar la comunicación entre redes distribuidas (Heilman, Nadeau, & Beversdorf, 2003) (Heilman, 2016) (Leon, Altmann, Abrams, Rothi, & Heilman, 2014) (Valeria Drago et al., 2011) (V. Drago, Foster, Skidmore, & Heilman, 2009) (Gansler et al., 2011) (Heilman & Acosta, 2013).

La creatividad también se está estudiando en relación con la red de modo predeterminado, o las formas en que el cerebro está activo cuando está en reposo. Beaty y sus colegas «sugieren que la capacidad de generar ideas creativas se caracteriza por una mayor conectividad funcional entre la corteza prefrontal inferior y la red predeterminada, lo que apunta a una mayor cooperación entre las regiones del cerebro asociadas con el control cognitivo y los procesos imaginativos de bajo nivel.» Esto significa que la creatividad no se limita a las funciones del hemisferio derecho y puede no estar relacionada con el conjunto de habilidades «activas», sino con lo que hace el cerebro cuando no está enfocado en nada en particular (Beaty et al., 2014).

La creatividad, como la inteligencia, es un proceso mental extremadamente complejo. La localización en el cerebro solo se puede hacer decidiendo primero a qué teoría de la creatividad adherís, luego desglosando la creatividad en sus muchos subelementos (desconexión, pensamiento divergente, toma de riesgos, búsqueda de novedades, pensamiento asociativo y convergente, control cognitivo, y procesos imaginativos, entre otros) y mediante la identificación de estudios que establecen cada una de estas redes neuronales. Esta es una tarea monumental que aún no se ha emprendido.

Referencias:

Beaty, R. E., Benedek, M., Wilkins, R. W., Jauk, E., Fink, A., Silvia, P. J., … Neubauer, A. C. (2014). Creativity and the default network: A functional connectivity analysis of the creative brain at rest. Neuropsychologia, 64, 92-98. https://doi.org/10.1016/j.neuropsychologia.2014.09.019

Drago, V., Foster, P. S., Heilman, K. M., Aricò, D., Williamson, J., Montagna, P., & Ferri, R. (2011). Cyclic alternating pattern in sleep and its relationship to creativity. Sleep Medicine, 12(4), 361-366. https://doi.org/10.1016/j.sleep.2010.11.009

Drago, V., Foster, P. S., Skidmore, F. M., & Heilman, K. M. (2009). Creativity in Parkinson’s disease as a function of right versus left hemibody onset. Journal of the neurological sciences, 276(1), 179-183. https://doi.org/10.1016/j.jns.2008.09.026

Gansler, D. A., Moore, D. W., Susmaras, T. M., Jerram, M. W., Sousa, J., & Heilman, K. M. (2011). Cortical morphology of visual creativity. Neuropsychologia, 49(9), 2527-2532. https://doi.org/10.1016/j.neuropsychologia.2011.05.001

Harpaz, I. (1990). Asymmetry of Hemispheric Functions and Creativity: An Empirical Examination*. The Journal of Creative Behavior, Vol. 24, pp. 161-170. https://doi.org/10.1002/j.2162-6057.1990.tb00538.x

Heilman, K. M. (2016). Possible Brain Mechanisms of Creativity. Archives of Clinical Neuropsychology: The Official Journal of the National Academy of Neuropsychologists, 31(4), 285-296. https://doi.org/10.1093/arclin/acw009

Heilman, K. M., & Acosta, L. M. (2013). Visual artistic creativity and the brain. Progress in Brain Research, 204, 19-43. https://doi.org/10.1016/B978-0-444-63287-6.00002-6

Heilman, K. M., Nadeau, S. E., & Beversdorf, D. O. (2003). Creative innovation: possible brain mechanisms. Neurocase, 9(5), 369-379. https://doi.org/10.1076/neur.9.5.369.16553

Leon, S. A., Altmann, L. J., Abrams, L., Rothi, L. J. G., & Heilman, K. M. (2014). Divergent Task Performance in Older Adults: Declarative Memory or Creative Potential? Creativity Research Journal, 26(1), 21-29. https://doi.org/10.1080/10400419.2014.873657

Fuente: PsychCentral

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Relación entre las enfermedades autoinmunes y los trastornos alimentarios

  • Maria Fernanda Alonso
  • 04/09/2019

El vínculo entre las enfermedades autoinmunes y la salud mental ha sido documentado con anterioridad. Las enfermedades autoinmunes son enfermedades crónicas en las que el sistema inmunitario del huésped no distingue entre células propias y extrañas y, como resultado, ataca los tejidos y órganos del cuerpo. Los trastornos alimentarios (como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, los atracones) son afecciones asociadas con el consumo anormal y la relación con los alimentos.

Existe una fuerte relación entre los trastornos alimentarios y las enfermedades autoinmunes, especialmente en las mujeres (Hedman et al., 2019). El análisis de la relación entre los trastornos alimentarios y las enfermedades autoinmunes mostró que, tanto en hombres como en mujeres, las enfermedades autoinmunes previas se asociaron con un mayor riesgo de trastornos alimentarios.

La muestra en el estudio de Hedman y sus colegas fue elegida de una cohorte de más de dos millones y medio de participantes, nacidos en Suecia entre 1979 y 2005. Las personas en este gran grupo fueron seguidas hasta el final del período de seguimiento ( Diciembre de 2013) o hasta que se produjera uno de los siguientes eventos: migración, muerte, recibir un diagnóstico de una condición alimentaria o enfermedad autoinmune. Por lo tanto, el período de seguimiento varió de 1 mes a 22 años.

Del grupo original, más de 26.000 fueron diagnosticados con un trastorno alimentario; más de 110.000, con un trastorno autoinmune. Los trastornos alimentarios ocurrieron en el 2% de las mujeres pero solo en el 0.1% de los hombres. Dicho de otra manera, la gran mayoría (94%) de las personas con problemas de alimentación eran mujeres. Ellas también eran más propensas que los hombres a tener una enfermedad autoinmune (62.605 frente a 48.796).

Las enfermedades autoinmunes más prevalentes en la muestra fueron la enfermedad celíaca (relacionada con la malabsorción y la sensibilidad intestinal al gluten), diabetes tipo 1 (relacionada con la incapacidad del cuerpo para producir suficiente insulina) y psoriasis (una condición de la piel).

En los hombres, el diagnóstico previo de artritis (una enfermedad caracterizada por dolor y rigidez en las articulaciones), enfermedad celíaca, diabetes tipo 1, lupus (una enfermedad autoinmune), psoriasis, enfermedad de Crohn (una enfermedad inflamatoria de los intestinos) y colitis ulcerosa (otra enfermedad inflamatoria intestinal común) aumentó el riesgo de una enfermedad autoinmune posterior.

En las mujeres, había un riesgo elevado de anorexia nerviosa después de un diagnóstico de enfermedad de Crohn, enfermedad celíaca y diabetes tipo 1. El riesgo de cualquier condición alimenticia también fue elevado después de un diagnóstico previo de enfermedad de Crohn, enfermedad celíaca, colitis ulcerosa, diabetes tipo 1 y psoriasis.

Solo en mujeres, también se encontró la relación opuesta. Es decir, las mujeres que recibieron un diagnóstico de trastornos alimentarios tenían un mayor riesgo de enfermedad autoinmune posterior.

Las mujeres diagnosticadas con algún trastorno alimentario tenían un riesgo 114% mayor de ser diagnosticadas con una enfermedad autoinmune en el año siguiente: 48% entre el primer y cuarto año y 32% después de eso. Por ejemplo, cualquier condición alimenticia aumentó el riesgo de enfermedad celíaca (189%) y enfermedad de Crohn (202%) un año después del diagnóstico.

¿Por qué están vinculadas las enfermedades autoinmunes y los trastornos alimentarios?

La naturaleza bidireccional del vínculo entre las enfermedades autoinmunes y los trastornos alimentarios sugiere que ambos comparten el mismo mecanismo subyacente o algún factor que afecta el riesgo de ambos tipos de enfermedades.

La desregulación de la función inmune puede ser uno de esos mecanismos compartidos. Por ejemplo, algunas propiedades biológicas relacionadas con el sistema inmune o factores biológicos, como concentraciones anormales de estrógenos y citocinas, baja concentración/diversidad de microbiota intestinal, podrían ser más comunes en algunas personas con trastornos alimentarios.

Los factores ambientales y de comportamiento también podrían desempeñar un papel. Considerando la diabetes tipo 1: el autocuidado de la diabetes requiere comportamientos como control de porciones, monitoreo de los niveles de azúcar en la sangre, ejercicio, seguimiento de la ingesta de carbohidratos, etc. Estos comportamientos tienen el potencial de volverse excesivos y patológicos, y aumentar la probabilidad de desarrollar trastornos alimentarios.

Igualmente, en la enfermedad celíaca, la restricción dietética por una alimentación libre de gluten permanente y la vigilancia necesaria pueden fomentar la preocupación y la ansiedad por comer, lo que puede aumentar el riesgo de conductas alimentarias patológicas. Además, los «cambios en la dieta pueden dar lugar a aumento de peso, lo que puede aumentar la insatisfacción corporal y potencialmente inducir a conductas restrictivas y/o de purga, explican los autores.

En resumen, la compleja relación entre los trastornos alimentarios y las enfermedades autoinmunes puede deberse a diversos factores biológicos y ambientales. Por lo tanto, es aconsejable controlar a los pacientes con anorexia nerviosa, bulimia nerviosa u otras afecciones alimentarias debido a su mayor riesgo de enfermedades autoinmunes; y monitorear a aquellos diagnosticados con enfermedad celíaca, diabetes tipo 1 y otras enfermedades autoinmunes, dado que tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos alimenticios.

Referencia:

Hedman, A., Breithaupt, L., Hübel, C., Thornton, L. M., Tillander, A., Norring, C., … Bulik, C. M. (2019). Bidirectional relationship between eating disorders and autoimmune diseases. Journal of Child Psychology and Psychiatry, and Allied Disciplines, 60(7), 803-812. https://doi.org/10.1111/jcpp.12958

Fuente: Psychology Today

  • Salud Mental y Tratamientos

Rasgos de «depresión perfectamente escondida»

  • Maria Fernanda Alonso
  • 04/09/2019

Un síndrome es un grupo de comportamientos o creencias que se encuentran juntos. La presencia de este conjunto de rasgos (aunque no necesariamente la presencia de todos los rasgos, bastando que aparezcan algunos) determinará la existencia de tal síndrome, explica la Dra. Margaret Rutherford, psicóloga clínica y autora del libro Perfectly Hidden Depression: How to Break Free from the Perfectionism that Masks Your Depression (Depresión Perfectamente Escondida: Cómo romper el perfeccionismo que enmascara tu depresión). A continuación veremos de qué se trata la “Depresión Perfectamente Escondida” (DPE):

1. Sos altamente perfeccionista, con una voz interior crítica constante de intensa vergüenza.

Tener una racha perfeccionista es una cosa. Buscás hacer lo mejor posible: «Si vale la pena hacerlo, vale la pena hacerlo bien». Sin embargo, podés regañarte en silencio si no estás en la cima, en todo momento. Puede suceder que te permitas un área en la que no sos competente, por ejemplo, reír y decir que no podrías patinar ni si su vida dependiera de ello. Pero si se trata de una actividad significativa para vos, debe parecer perfecta, especialmente si será evaluada o vista por otros. Medís y evaluas constantemente tu estado, y si no cumplís con las expectativas percibidas, aumentás la presión. La vergüenza interior gobierna tus elecciones y tu mundo.

2. Demostrás un sentido elevado o excesivo de responsabilidad.

Sos muy consciente del deber, la obligación y la lealtad. Se puede contar con vos en un momento crucial. Sos el primero en notar cuando algo va mal y en buscar soluciones. Sos un buen líder, aunque no el mejor delegador. Este sentido de responsabilidad puede volverse doloroso, ya que te culpás fácilmente, en lugar de tomarte un momento para comprender la imágen completa. Esta tendencia puede dejarte vulnerable a la manipulación.

3. Tenés dificultades para aceptar y expresar emociones dolorosas.

La ira se evita o se niega. La tristeza se esconde en lo más profundo. La decepción no es aceptada. Puede que ni siquiera tengas las palabras para expresar estas emociones. Permaneces en tu cabeza la mayor parte del tiempo, en lugar de conectarte con el corazón: analizar, decodificar, pensar las cosas.

4. Te preocupás mucho y evitás situaciones donde el control no es posible.

No eres alguien que pueda permanecer fácilmente en el presente. Si haces yoga, es posible que odies la posición final, para lo cual la sugerencia es respirar y relajarse. Puede que te guste cocinar, pero te resulta muy difícil sentarte con los invitados y disfrutar de la comida.

La necesidad de control es fuerte, por lo que pasas mucho tiempo preocupándote por las cosas que podrían ocurrir para interrumpir ese control. Irónicamente, es importante ocultar esta preocupación. Por lo tanto, podría no ser obvio para otros que existe; lo que ellos ven en tu vida es que las cosas fluyen con tranquilidad.

5. Te enfocás intensamente en las tareas, usando los logros como una forma de sentirte valioso.

«Eres tan bueno como tu último éxito.» Contás con las actividades y los logros para distraerte de cualquier inseguridad interna o temor que pueda tratar de escapar de su escondite. Todos hacemos esto hasta cierto punto. Si estás teniendo un mal día, se siente bien hacer algo que quizás hayas estado posponiendo. U obtienes una promoción en el trabajo. O alguien te envía un correo electrónico acerca de cómo tu amabilidad fue tan significativa para él. Hay valor en el propósito y el esfuerzo. Pero vos lo llevás demasiado lejos. Es posible que no sepas lo que te da un sentido de estima, a excepción de esos logros y tareas. Y ese es el problema.

6. Te preocupás activa y sinceramente por el bienestar de los demás, mientras permitís que pocos o ninguno entren en tu mundo interior.

Esta no es una preocupación falsa, y no es fingida o poco sincera. Es real: cuidar a los demás es lo que hacés muy bien. Sin embargo, no dejás que otros sientan ninguna vulnerabilidad. No revelás el dolor de tu pasado. Tu cónyuge puede saberlo, pero no se habla sobre eso. Hay un muro contra cualquiera que descubra que estás solo o cansado, vacío o abrumado.

Esto puede ser especialmente aterrador cuando la ideación suicida está presente. Y no puedes dejar entrar a nadie. Devastadoramente, incluso si lo hacés, puede que no te crean. “¿Vos, deprimido? Pero si tenés todo en el mundo a tu favor.» Y eso podría llevar a consecuencias devastadoras.

7. Descartás o pasás por alto dolores o abusos del pasado o del presente.

La compartimentación es una habilidad. Es la capacidad de sentirse lastimado, triste, decepcionado, asustado o enojado por algo y de alejar esos sentimientos hasta un momento en que puedas lidiar mejor con ellos. Las personas sanas lo hacen todo el tiempo. Incluso podés hacerlo con la alegría o felicidad.

Sin embargo, si te identificas con DPE, compartimentás en exceso. Encerrás los sentimientos dolorosos, consciente o inconscientemente, empujándolos en un oscuro recoveco de tu mente. Esto te permite descontar, negar o descartar el impacto de las experiencias de la vida que te causaron dolor en el pasado o en el presente. “Lo que me pasó no fue gran cosa.” “Le han sucedido cosas mucho peores a otras personas.” Eso puede o no ser cierto, pero el dolor sigue siendo dolor.

8. Te acompañan problemas de salud mental que implican control o escape de la ansiedad.

Vivís tu vida de una manera muy controlada y bien gobernada. Por lo tanto, los diagnósticos psiquiátricos reales que podrían coexistir con la DPE podrían ser trastornos relacionados con el control, como los trastornos alimentarios y/o los rasgos obsesivo compulsivos. El alcohol o los medicamentos sedantes también podrían usarse para escapar de la ansiedad.

9. Crees fuertemente en «contar tus bendiciones» como la base del bienestar.

Contar tus bendiciones es saludable: puede mantenerte optimista y agradecido. Sin embargo, si te identificás con DPE, podés sentir culpa o incluso vergüenza si alguna vez sos cualquier cosa menos rígidamente positivo. ¿Expresar compasión hacia vos mismo? Eso no se cuestiona: tenés demasiadas bendiciones en tu vida. Y cualquier sugerencia de autocompasión se etiqueta como quejarse o lloriquear. Y eso no está permitido.

10. Tenés dificultades emocionales en las relaciones personales, pero demostrás un éxito profesional significativo.

La vulnerabilidad que está vinculada con la verdadera intimidad te resulta difícil. Si bien te impulsa a ser productivo y lograr tus objetivos, es probable que no te resulte sencillo relacionarte a nivel íntimo. Y es posible que hayas elegido una pareja que, de hecho, tampoco permite la vulnerabilidad o no tiene esa capacidad. Su relación se basará principalmente en lo que hacen el uno por el otro, en lugar de lo que son el uno para el otro, con el énfasis puesto en los niños, sus carreras y en ser la pareja perfecta.

¿En qué parte del espectro de DPE estás?

Para saberlo, respondé este cuestionario por sí o por no:

¿Te cuesta confiar en los demás, especialmente sobre tus dificultades y problemas de la vida real?

¿Te obsesiona que las cosas se vean perfectas, tanto para vos como para los demás?

¿Evitás hablar con tu pareja (o amigos) sobre sentirte lastimado por ellos o sobre un creciente resentimiento que puedas tener?

¿Tenés problemas para dormir o para desconectar tu mente por la noche?

¿Tenés problemas para admitir cuando te sentís abrumado?

¿Te esforzás para terminar el trabajo, independientemente del costo que tenga para vos? ¿Respondés a las necesidades de tus amigos, incluso cuando esto pueda dejar tus propias necesidades sin cubrir?

¿Creciste en una familia donde se evitaban los sentimientos de tristeza o dolor, o donde fuiste criticado o castigado por expresarlos?

¿Alguna vez te han lastimado emocional, física o sexualmente y no se lo has dicho a nadie? ¿O si se lo dijiste a alguien, no te creyeron o no te apoyaron?

¿Creciste en una familia (o todavía estás experimentando una familia) donde sentiste que tenías que cumplir con expectativas definidas en lugar de que se te permitiera ser vos mismo?

¿Te gusta tener el control de una situación si vas a estar involucrado?

¿Tenés la sensación creciente de que cada vez es más difícil mantener una estructura organizada en tu vida?

Si es así, ¿sentís ansiedad o incluso pánico?

¿Tiendes a no llorar o llorás rara vez?

¿Sos considerado extremadamente responsable, alguien con quien siempre se puede contar por parte de tus compañeros de trabajo o familiares y amigos?

¿Crees que tomarte un tiempo es egoísta?

¿No te gusta que las personas se consideren «víctimas» (que no es su culpa cuando algo sale mal)?

¿Creciste aprendiendo que se supone que debés manejar cosas dolorosas por tu cuenta? ¿Que pedir ayuda refleja debilidad?

¿Crees firmemente en centrarse en los aspectos positivos de su vida o en «contar tus bendiciones»?

¿Tenés una voz interna crítica e irritante que te dice que no sos lo suficientemente bueno o que podrías haberte esforzado más, a pesar de haber logrado tu objetivo?

¿Te ves exteriormente esperanzado y enérgico mientras, a veces, luchás con la sensación de estar atrapado?

¿Hacés listas de tareas para realizar durante el día y, si no las completás, te sentís frustrado o como un fracasado?

¿Fuiste el hermano mayor en una familia donde tus padres no estaban disponibles y cuidaste de tus hermanos menores?

¿Tuviste que cuidar a un padre alcohólico o disfuncional cuando eras niño?

¿Te dijeron que eras extremadamente especial para uno de tus padres y sentiste que necesitaba complacerlos para mantener su estabilidad emocional?

Contá tus respuestas positivas. Si respondiste «sí» a cinco u ocho preguntas, es probable que seas una persona muy responsable, aunque es posible que debas considerar tomarte más tiempo para vos. Responder afirmativamente de ocho a once preguntas indica que tu vida se rige por estándares altamente perfeccionistas, que pueden ser perjudiciales para tu bienestar. Doce o más respuestas positivas pueden reflejar la presencia de DPE o una depresión que negás (o desconocés). Lo haces creando intencionalmente una fachada feliz y perfecta.

Fuente: Psychology Today

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Qué significa ser auténtico?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 03/09/2019

Ser fiel a uno mismo, vivir de acuerdo a valores propios e inviolables y expresar talentos y características singulares son estándares de la sociedad actual para un “buen vivir.” Sin embargo, según estudios, la autorrealización abarca cuestiones mucho menos elevadas, principalmente de estatus y éxito, predominantemente en círculos profesionales y en el cuidado de los familiares (Kenrick, Neuberg, Cialdini, & Cialdini, 2010).

En general, consideramos que la experiencia de autenticidad significa que vivimos de acuerdo con lo que realmente somos, sin engaño ni presunción, sintonizados y viviendo en el momento. La autenticidad parece requerir un profundo reconocimiento de uno mismo y falta de hipocresía, prometiendo una profunda honestidad y una conexión abierta con los demás. Ser auténtico es sentirse cómodo con la vulnerabilidad. Ser auténtico es ser consistente en el tiempo.

Sin embargo, la investigación sugiere que la experiencia de autenticidad puede ser simplemente sentirse bien, independientemente de otros factores. En términos psicológicos, ¿nos sentimos auténticos cuando nuestro comportamiento actual («estados» cambiantes de personalidad) coincide con nuestro conjunto estable de «rasgos» de personalidad a largo plazo? Lo que creemos que es auténtico puede, de manera importante, tener poco que ver con lo que realmente es auténtico.

Para investigar si sentirse auténtico proviene de la alineación de la personalidad con el comportamiento continuo, investigadores realizaron un estudio para comparar la hipótesis que equipara actuar consistentemente con sentirse auténtico, con la hipótesis que equipara sentirse bien con sentirse auténtico (Cooper et al., 2018). Para ello, formularon tres preguntas:

  • ¿Hasta qué punto el rasgo de la consistencia del estado predice la autenticidad experimentada? Podríamos esperar que cuando nuestras características de personalidad a largo plazo coincidan con nuestra experiencia cotidiana de nosotros mismos a medida que avanzamos en nuestras vidas, experimentemos mayor autenticidad. Pero investigaciones previas no han demostrado eso claramente. Y el trabajo sobre autenticidad generalmente se ha basado en los sentimientos de autenticidad autoinformados de los participantes, sin analizar más a fondo si la sensación de autenticidad encaja con un comportamiento autoconsistente.
  • ¿En qué medida los sentimientos positivos predicen la autenticidad experimentada? Investigaciones previas, de acuerdo con Cooper y sus colegas, sugieren que cuando las personas se sienten auténticas, en realidad puede ser que se sientan positivas sobre lo que está sucediendo y que se sientan bien consigo mismas. La investigación hasta la fecha no ha explorado sistemáticamente esta pregunta.
  • ¿En qué medida las características situacionales predicen el rasgo de la consistencia del estado y la autenticidad experimentada? Finalmente, los autores del estudio señalan que puede ser que los factores ambientales determinen si uno se siente auténtico o no, además de cualquier interacción de personalidad y comportamiento. Lo que sucede en un día determinado puede influir la experiencia de autenticidad.

Como parte de un estudio más amplio, los investigadores reclutaron a más de 200 participantes de una población universitaria estadounidense para analizar las relaciones entre las características de personalidad a corto y largo plazo, la experiencia de autenticidad y los factores situacionales. Cada participante informó ocho veces al día sobre diversas medidas de interés después de completar un conjunto de medidas de referencia en el laboratorio, informando sobre sus experiencias personales y las situaciones en las que se encontraban cuando recibieron un aviso a medida que avanzaban en su vida cotidiana. Los participantes informaron sobre sus experiencias utilizando las siguientes herramientas:

  • Los rasgos de personalidad se evaluaron al comienzo del estudio utilizando el HEXACO-60, que pide a los participantes que se califiquen con cualidades duraderas («dimensiones de rasgos globales») que incluyen honestidad-humildad, emocionalidad, extraversión, amabilidad, conciencia y apertura. Esta escala cubre los 5 grandes de apertura, amabilidad, neuroticismo, extraversión y conciencia, junto con algunos otros aspectos de la personalidad.
  • Los factores situacionales se evaluaron utilizando el S8-I, que pregunta sobre los «Ocho DIAMANTES Situacionales», un inventario de factores que definen actividades importantes en diversos grados, que incluyen: 1) Deber: el trabajo debe ser hecho; 2) Intelecto: se requiere un pensamiento profundo; 3) Adversidad: alguien está siendo amenazado, culpado o criticado; 4) Parejas: posibles parejas románticas están presentes; 5) Positividad: la situación es disfrutable; 6) Negatividad: la situación incluye sentimientos negativos; 7) Engaño: Alguien está siendo engañado; y 8) Sociabilidad: la interacción social es posible o requerida.
  • Los estados de personalidad durante situaciones específicas se evaluaron utilizando los mismos elementos de personalidad de HEXACO mencionados anteriormente, con cada uno de los elementos consultados en una escala polarizada, por ejemplo, para una emocionalidad que va de «nervioso, emocional» a «calmado, sin emociones».
  • Para la autenticidad experimentada, los participantes respondieron en una escala de «Auténtico (fiel a mí mismo)» a «Inauténtico (infiel a mí mismo)» sobre cómo se sintieron en cada informe.
  • Del mismo modo, para los sentimientos positivos, los participantes respondieron a preguntas sobre la felicidad («feliz, positivo» a «triste, negativo») y la autoestima («sentirse bien conmigo mismo» a «sentirme mal conmigo mismo»).

Con respecto a las preguntas principales del estudio, primero, los investigadores descubrieron que la consistencia de los rasgos del estado no tenía mucho que ver con la autenticidad experimentada. Aunque, por un lado, podríamos esperar que ese tipo de consistencia de la personalidad se conecte con la autenticidad, por otro lado, muchos de nosotros no podemos dejar de pensar si nuestras actividades y decisiones son consistentes con quiénes somos, qué queremos o por qué lo hacemos lo que hacemos. Ser consciente de dónde proviene la experiencia de autenticidad es de importancia crítica para una autoevaluación precisa.

En segundo lugar, descubrieron que a lo largo del día, los sentimientos positivos, la buena autoestima y la felicidad fueron los predictores dominantes de los reportes de autenticidad experimentada. A medida que aumentaron los diversos indicadores de felicidad, autoestima, emoción positiva, ausencia de emoción negativa, etc., hubo saltos considerables en la experiencia reportada de autenticidad. Esto fue cierto incluso después de controlar los factores situacionales y otras variables. Sentirse auténtico se asoció con sentirse bien.

La autenticidad es hedónica

Este aspecto de sentirse bien de ser real tiene sus raíces en las fuerzas sociales, ya que un gran componente de sentirse bien en las interacciones cotidianas para los participantes del estudio (y las personas en general) implicó llevarse bien con los demás, trabajar bien juntos y disfrutar de actividades comunitarias. Esto facilita el trabajo en equipo y la cohesión grupal, aunque llevarlo demasiado lejos conduce a la conformidad social. ¿Es más auténtico expresar tu personalidad con fidelidad, en cada situación a expensas, potencialmente, de la función social? ¿o es más auténtico perseguir objetivos de orden superior, de llevarse bien con los demás y tener más éxito, pero quizás arriesgando no ser fiel a uno mismo, e incluso yendo por otro camino?

Finalmente, ¿cómo se correlacionan las fluctuaciones de la personalidad (los estados) con la autenticidad experimentada? Una mayor variabilidad emocional, característica de la personalidad neurótica, se asoció con menor autenticidad experimentada, tanto para el individuo a lo largo del tiempo como para todo el grupo. Este hallazgo resuena con la familiar inquietud neurótica de que uno no puede ser uno mismo, que es un impostor, tal vez, o al menos está haciendo movimientos o fingiendo hasta cierto punto, incluso engañándose a sí mismo y a otros. Tener problemas para lidiar con las emociones interfiere con el establecimiento y el logro de objetivos, lo que hace que sea más difícil ser feliz y experimentar confianza en uno mismo, y como sugiere esta investigación, evita que uno se sienta auténtico al bloquear el sentirse bien.

¿Qué factores estables de la personalidad se relacionaron con una mayor experiencia auténtica?

La honestidad/humildad, la extraversión, la amabilidad, la conciencia y la apertura tuvieron correlaciones positivas significativas con la autenticidad experimentada. Estos factores se ajustan a la teoría, porque son todos factores prosociales, que lubrican los engranajes sociales, permiten una mayor industria y capacidad para un trabajo efectivo, o permiten una mayor variedad de pensamiento creativo, todo lo cual contribuye a una mayor felicidad y autoestima. Además, como señalan los autores del estudio, otros aspectos de la personalidad, como la moral, se relacionan con la autenticidad. En este estudio, la honestidad/humildad refleja la correlación positiva del comportamiento moral con la autenticidad. Sin embargo, la felicidad todavía tenía un peso estadístico mucho mayor que cualquier factor de personalidad.

Sin embargo, esto no significa que la personalidad no sea importante, ya que la vida a veces no es lineal, una pequeña diferencia en el momento adecuado puede alterar el curso de nuestras vidas, y pequeños efectos a lo largo del tiempo pueden convertirse en una bola de nieve. Pero si estas acciones no conducen a la felicidad y la autoestima, es menos probable que te hagan sentir especialmente auténtico. Ser capaz de pivotar, adaptando la personalidad según sea necesario sin comprometerse, tiene sentido.

Hubo otros hallazgos notables. Los factores situacionales fueron significativos, pero también jugaron un papel relativamente pequeño. La experiencia de autenticidad disminuyó en situaciones de adversidad, negatividad o engaño, y aumentó en situaciones caracterizadas por la positividad. Se requiere investigación futura para ver cuántos factores situacionales fueron importantes independientemente del efecto sobre la felicidad, y cómo las medidas objetivas de la personalidad se relacionan con la autenticidad, entre otras cosas.

¿Qué tiene que ver la autenticidad con el desarrollo personal?

Esta investigación destaca cuán importante y, sin embargo, cuán mal entendida es la autenticidad. Si ser auténtico no significa comportarse de manera consistente con la propia personalidad, ¿qué significa? Sacrificar los objetivos a largo plazo por la coherencia de la personalidad a corto plazo puede parecer más auténtico, y hacer algo distinto en contra de los valores propios, puede ser contraproducente.

La forma en que lo tomemos también depende de nuestras creencias y propensiones personales. Durante los períodos de relativa satisfacción, la felicidad y la autenticidad deberían ir juntas. Durante los momentos en que se necesita o se produce un cambio, lo que se siente auténtico puede provocar más ansiedad y asociarse con emociones negativas, dependiendo de cómo lo abordemos.

Debido a que la autenticidad está tan idealizada, es un tema candente. Está en el corazón de la identidad, pero también somos propensos a engañarnos a nosotros mismos y a los demás, a menudo de forma adaptativa. Cuestionar la autenticidad de otra persona es potencialmente arriesgado, ya que puede tomarse como un ataque a la integridad, lo que en nuestra cultura es particularmente ofensivo, tal vez por lo frágil que es en ocasiones esa autenticidad.

Referencias:

Cooper, A. B., Bell Cooper, A., Sherman, R. A., Rauthmann, J. F., Serfass, D. G., & Brown, N. A. (2018). Feeling good and authentic: Experienced authenticity in daily life is predicted by positive feelings and situation characteristics, not trait-state consistency. Journal of Research in Personality, Vol. 77, pp. 57-69. https://doi.org/10.1016/j.jrp.2018.09.005

Kenrick, D. T., Neuberg, S. L., Cialdini, R. B., & Cialdini, P. R. B. (2010). Social psychology: Goals in interaction. Recuperado de http://www.dawnbuckinghamgoldsmith.com/social-psychology-goals-in-interaction.pdf

Fuente: Psychology Today

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cuando la soledad llega a niveles peligrosos

  • Maria Fernanda Alonso
  • 03/09/2019

La “Campaña para terminar con la soledad” informa que ésta es un factor de riesgo independiente para el malestar físico y emocional, está asociada con una vida estadísticamente más corta debido a una enfermedad cardiovascular y al aumento del pensamiento suicida. La soledad, vivir solo y las malas conexiones sociales son tan malas para tu salud como fumar 15 cigarrillos al día. De hecho es más perjudicial que la obesidad, y las personas solitarias tienen más probabilidades de sufrir demencia, enfermedades cardíacas y depresión. Además, se estima que aumenta el riesgo de muerte en un 29%.

La supresión de las emociones y del autocontrol son factores que influyen en la soledad (Smith, Lair, & O’brien, 2019). La supresión de las emociones, señalan los autores del estudio, es la «inhibición consciente del propio comportamiento emocional expresivo mientras se excita emocionalmente». ¿Recordás algún momento en que sentiste emociones fuertes y las suprimiste? Esto puede suceder consciente o inconscientemente, puede ser el resultado de una elección deliberada, por ejemplo, al reducir la ira en el lugar de trabajo y elegir un camino más diplomático, o puede ser reflexivo, como cuando alguien que creció en un hogar donde no se le permitía llorar o mostrar sus sentimientos, aprende a tragarse automáticamente sus sentimientos sin darse cuenta de que lo está haciendo, y mucho menos darse cuenta de que a menudo eso es problemático.

La supresión emocional conduce a una reducción del bienestar, por ejemplo, se asocia con «sentimientos de depresión y disminución de la autoestima, optimismo, satisfacción con la vida y propósito en la vida.» Además, la supresión de las emociones puede ser contraproducente cuando no podemos utilizar nuestros sentimientos de manera efectiva, o cuando ni siquiera sabemos lo que sentimos cuando lo sentimos. Necesitamos saber qué estamos sintiendo para tomar decisiones consideradas; los sentimientos son datos críticos autorreferenciales que necesitamos para conocernos a nosotros mismos. Por otro lado, los sentimientos no son el principio de todo, aunque a veces parecen ser lo único que importa; este es un enfoque de pensamiento inútil conocido en la terapia cognitivo conductual como «razonamiento emocional.»

A veces cuando suprimimos las emociones y creemos que no las estamos mostrando, en realidad terminamos mostrándolas de una manera que no pretendemos (Dalgleish, Yiend, Schweizer, & Dunn, 2009). Los participantes en este experimento recibieron instrucciones de tratar de suprimir las emociones negativas fuertes, y en su lugar, terminaron expresándolas con más fuerza.

Smith y sus colegas señalan que, además de la supresión de las emociones, otro factor relacionado a la soledad es el autocontrol. La teoría del autocontrol «se refiere a las diferencias en la medida en que las personas valoran, crean, cultivan y proyectan la imagen social y la apariencia pública.» El autocontrol puede ser más racional, como un proceso de autoevaluación diseñado para notar las áreas de éxito y la necesidad de mejorar, con feedback para uno mismo más alentador y positivo.

Por otro lado, el autocontrol puede asociarse con sentimientos abrumadores, autoconscientes, distorsionados, negativos o vergonzosos sobre nosotros mismos y suposiciones sobre los demás que pueden hacer que nos retiremos y evitemos situaciones sociales, y que asumamos que los otros se sienten mal consigo mismos también. Estas no son creencias útiles o precisas, pero pueden ser poderosas de todos modos.

Los autores del estudio señalan que, en general, las personas con un alto nivel de autocontrol tienden a hablar más e iniciar conversaciones, pero también tienden a verse a sí mismos y a los demás como más inseguros de sí mismos. El autocontrol puede ayudar a una mayor expresividad emocional y conciencia adaptativa si se usa de manera efectiva, pero también puede conducir a una mayor supresión de las emociones si se inclina más a sentir vergüenza de uno mismo.

Continúan señalando que cuando las personas se guardan demasiado para sí mismas, naturalmente comparten menos sobre ellas en las interacciones sociales. Esto, a su vez, conduce a una menor apertura, perjudica el desarrollo de la intimidad con otros y, por lo tanto, podría tender a conducir a una mayor soledad, pero solo en las circunstancias propicias. Cuando las personas se abren, tendemos a acercarnos.

Resultados: soledad, supresión de emociones y autocontrol

Dada la cantidad relativamente pequeña de investigación que analiza la soledad y la supresión de las emociones, específicamente, en función del autocontrol, Smith, Lair y O’Brien diseñaron un estudio para definir aún más estos factores. Reclutaron a 142 estudiantes universitarios con una edad promedio de 21.2 años y realizaron una evaluación en persona de 60 minutos. Los participantes completaron la Escala de soledad (ES), las subescalas relevantes del Cuestionario de regulación emocional (CRE) y la Escala de autocontrol (EA). Como se anticipó, descubrieron que había una correlación significativa entre la soledad y la supresión de las emociones. El autocontrol no se correlacionó directamente con la supresión de las emociones o la soledad, lo que tiene sentido dado que el autocontrol puede tanto apoyar como interferir con la función social.

Los investigadores encontraron un efecto de interacción significativo cuando observaron si el autocontrol modificaba la relación entre la soledad y la supresión de las emociones. Únicamente para los participantes con alto nivel de autocontrol, la supresión de las emociones estaba asociada con una soledad más severa. Este efecto no se observó en niveles más bajos de autocontrol.

De hecho, aunque el efecto fue demasiado pequeño para ser estadísticamente significativo en este estudio, el bajo autocontrol se asoció con un poco menos de soledad en los participantes que suprimieron menos las emociones. Quizás ser un poco más relajados con la expresión de las emociones y no preocuparse demasiado por cómo pueden ser tomadas podría conducir a una mayor autenticidad y conexión.

Como informan Smith y sus colegas, se ha demostrado que las personas que reprimen sus emociones no solo tienen menos probabilidades de compartir experiencias positivas y negativas con los demás, sino que también tienen menos probabilidades de sentirse auténticas, y si no nos sentimos auténticos, no nos sentimos bien con nosotros mismos (Cooper et al., 2018).

Comprender cómo el autocontrol afecta la comunicación y el desarrollo de la intimidad es un área clave para futuras investigaciones. Si bien esta investigación es un primer paso importante, destacando cómo un alto autocontrol puede conducir a la supresión de las emociones y, por lo tanto, a una mayor soledad, no prueba causa y efecto y solo muestra correlaciones atractivas. Puede ser que otros factores, como una tendencia general a ser negativo, subyazcan a las observaciones.

Sin embargo, el efecto observado del autocontrol como moderador (en el que un alto autocontrol está conectado con una relación más fuerte entre la supresión de las emociones y la soledad) puede proporcionar información útil y puntos de acción para las personas que sufren de soledad.

Autocontrol efectivo

Si bien las investigaciones futuras que buscan relaciones causales responderán preguntas sobre la causalidad y los factores subyacentes, las personas solitarias pueden prestar atención a sus propios hábitos individuales. ¿Soy alguien que suprime mis emociones? ¿Presto atención minuciosa a cómo me encuentro, lo que estoy pensando y sintiendo, cómo me ven los demás? ¿Me siento más auténtico cuando muestro mis emociones? ¿Existe espacio para una mayor autocompasión en cómo me relaciono conmigo mismo? ¿Necesito desenvolverme más activa y francamente?

Si he desarrollado el hábito de suprimir mis emociones, ¿cómo puedo aprender a ser más expresivo de manera que facilite, en lugar de impedir, la interacción social? Si me abro más a las personas, sin compartir demasiado o demasiado pronto, ¿con el tiempo desarrollaré relaciones más satisfactorias? ¿Cómo puedo monitorearme a un nivel intermedio, equilibrando los costos y beneficios de cuánto y de qué manera reflexiono sobre mis propios pensamientos, sentimientos y comportamientos para disfrutar de una mayor autoestima, autenticidad, sentido de propósito y relaciones significativas?

Estas y otras preguntas son importantes para forjar caminos fuera del aislamiento mortal y destructivo.

Referencias:

Cooper, A. B., Bell Cooper, A., Sherman, R. A., Rauthmann, J. F., Serfass, D. G., & Brown, N. A. (2018). Feeling good and authentic: Experienced authenticity in daily life is predicted by positive feelings and situation characteristics, not trait-state consistency. Journal of Research in Personality, Vol. 77, pp. 57-69. https://doi.org/10.1016/j.jrp.2018.09.005

Dalgleish, T., Yiend, J., Schweizer, S., & Dunn, B. D. (2009). Ironic effects of emotion suppression when recounting distressing memories. Emotion , 9(5), 744-749. https://doi.org/10.1037/a0017290

Smith, C. V., Lair, E. C., & O’brien, S. M. (2019). Purposely stoic, accidentally alone? Self-monitoring moderates the relationship between emotion suppression and loneliness. Personality and individual differences, 149, 286-290. https://doi.org/10.1016/j.paid.2019.06.012

Fuente: Psychology Today

  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Manual de prevención de adicciones en el ámbito universitario (PDF)

  • Equipo de Redacción
  • 03/09/2019

Las transformaciones sociales y económicas no sólo significan un cambio en las estructuras objetivas de una sociedad, sino y lo que es más importante, una nueva percepción en todos los sectores de las sociedad.

Por otro lado la educación es el arma más poderosa con la que contamos para entender y posteriormente interactuar en nuestras relaciones, más si cabe en el alumnado de universidades, colectivo que suele implicarse en aquellas actuaciones, debates y reflexiones encaminadas a una mejora de la sociedad en la que se encuentran.

Hoy, más que nunca pretendemos ofrecer material para una comprensión crítica y veraz sobre la educación en valores y la conciencia de determinadas actitudes ante la realidad actual que ha transformado velozmente el entorno del juego, tanto en lo que se refiere al tipo de juego, accesibilidad, publicidad, e incluso a la propia población usuaria de esta actividad y que desarrollan un trastorno por juego.

Ofrecemos esta herramienta para una trasmisión, no solo de conocimientos sobre un problema de salud sino también para la consecución de personalidades formadas y críticas con su propia evolución.

Si conseguimos que docentes y alumnado se planteen una realidad y una escala de valores distintas a las que esta sociedad está transmitiendo alcanzaremos unos objetivos muy elevados y satisfactorio para todo el personal implicado en este material.

Descarga la guía completa en formato PDF.

Fuente: Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Alarmante aumento de problemas relacionados a la salud mental en estudiantes universitarios

  • Maria Fernanda Alonso
  • 03/09/2019

(Duffy, Twenge, & Joiner, 2019) analizaron datos de dos grandes conjuntos de datos de EEUU que contienen encuestas a estudiantes universitarios de todo el país entre 2007-2018. Los resultados concluyeron que las preocupaciones serias sobre salud mental (como el pensamiento suicida, la depresión severa y los comportamientos de autolesión) aumentaron más del doble entre los estudiantes universitarios durante este tiempo. Los autores indicaron su creencia de que esta tasa de aumento es «alarmante.»

También notaron que la mayoría de los aumentos en cuanto a problemas de estado de ánimo, la ansiedad y los resultados relacionados con el suicidio ocurrieron después de 2013. Uno de los coautores, Jean Twenge, profesor de psicología en la Universidad Estatal de San Diego, observó que esta fecha se correlacionaba con el aumento en las redes sociales y el uso de teléfonos inteligentes entre los jóvenes.

Amy Orben, psicóloga de redes sociales en la Universidad de Cambridge, ofreció una crítica fantástica a un artículo diferente (pero relacionado)

de Twenge y sus colegas, titulados «Aumentos en los síntomas depresivos, los resultados relacionados con el suicidio y las tasas de suicidio entre los adolescentes de EEUU después de 2010 y sus relaciones con un mayor tiempo de pantalla de los nuevos medios» (Twenge, Joiner, Rogers, & Martin, 2018). Después de volver a ejecutar partes de los análisis en un conjunto de datos más reciente, Orben no encontró pruebas sólidas de las afirmaciones del artículo. De hecho, escribió que los vínculos entre las redes sociales y el uso de tecnología con síntomas depresivos son «tan débiles e inconsistentes que podrían estar artefactos de error estadístico». Recientemente, Orben y sus colegas publicaron un estudio en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (Orben, Dienlin, & Przybylski, 2019) donde argumentaron que los efectos de las redes sociales en los jóvenes son matizados y dependen del contexto, y no son, por sí mismos, un fuerte predictor de la satisfacción con la vida.

De todos modos, el uso de la tecnología no puede ignorarse. Una pregunta importante es cómo se usa, ya que limitar el tiempo de pantalla no es la respuesta, especialmente en una era digital en la que tantas cosas se basan, se hace más conveniente o mejores a través de las nuevas tecnologías. Pero si un estudiante duerme con su teléfono debajo de la almohada, se pierde en Instagram en lugar de dormir y cae en el nicho de los juegos de comparación social, entonces, sí, habrá un problema.

También es necesario explorar el contexto. Cuando se trabaja con problemas de salud mental, no es particularmente útil identificar una «causa» específica; de hecho, aunque el uso de la tecnología puede desempeñar un papel en los síntomas de ansiedad o depresión de una persona, indudablemente hay otros factores en juego. Para apoyar a esa persona de manera integral y completa es menester ver qué más está sucediendo en su mundo, sus desafíos y factores de protección.

Ultimately, our approach to mental health issues needs to be turned inside out. Although individual factors are undoubtably at play in a person’s mental health, and some of these factors might include the ways in which that person uses and responds to social media and technology, mental health issues are largely a systemic issue. As such, college counselling centers can play a major role in combatting stigma, making their services accessible and visible, providing culturally-competent care, and increasing mental health supports for students in a variety of settings. All posts for another day, and things I will be advocating for in the year to come.

Los problemas de salud mental son en gran medida un problema sistémico. El acceso a servicios de asesoramiento en salud mental para estudiantes puede desempeñar un papel importante en la lucha contra el estigma.

En este mismo sentido, un interesante estudio encontró que dialogar sobre enfermedades mentales en la universidad podría ser una herramienta eficaz para reducir el estigma, lo que a su vez traería aparejados beneficios para las personas que padecen dichas enfermedades, como es posible imaginar.

Referencias:

Duffy, M. E., Twenge, J. M., & Joiner, T. E. (2019). Trends in Mood and Anxiety Symptoms and Suicide-Related Outcomes Among U.S. Undergraduates, 2007–2018: Evidence From Two National Surveys. Journal of Adolescent Health. https://doi.org/10.1016/j.jadohealth.2019.04.033

Orben, A., Dienlin, T., & Przybylski, A. K. (2019). Social media’s enduring effect on adolescent life satisfaction. Proceedings of the National Academy of Sciences, Vol. 116, pp. 10226-10228. https://doi.org/10.1073/pnas.1902058116

Twenge, J. M., Joiner, T. E., Rogers, M. L., & Martin, G. N. (2018). Increases in Depressive Symptoms, Suicide-Related Outcomes, and Suicide Rates Among U.S. Adolescents After 2010 and Links to Increased New Media Screen Time. Clinical psychological science, 6(1), 3-17. https://doi.org/10.1177/2167702617723376

Fuente: Psychology Today

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Sexo y poder: una relación positiva y negativa a la vez

  • Maria Fernanda Alonso
  • 03/09/2019

Pensar en sexo y poder puede traer ciertas ideas a la mente. De alguna manera, la asociación entre estos dos factores resulta natural.

El poder suele definirse como tener control sobre los recursos, lo que permite que aquellos en el poder influyan y manipulen a otros. Y de hecho, el poder en cualquier ámbito (poder financiero, poder sobre los colegas en el lugar de trabajo, incluso el poder temporal sobre los pares) se asocia con una mayor motivación sexual. Las personas con más poder son «especialmente propensas a perseguir objetivos relacionados con el sexo y el apareamiento», y muchas personas asocian fuertemente el poder con el sexo (Lerner, Kunstman, & Maner, 2011).

Relación positiva: el poder mejora nuestras relaciones sexuales

El aumento del poder se asocia con una mayor asertividad sexual. Por ejemplo, en un estudio, los empleados en puestos de poder en el trabajo también se calificaron a sí mismos como más altos en asertividad sexual (Lammers & Stoker, 2019).

Las personas sexualmente asertivas se sienten más cómodas para iniciar el sexo y comunicar sus necesidades y deseos sexuales (Lammers & Stoker, 2019), por lo que no sorprende que quienes son más asertivos sexualmente también experimenten una mayor satisfacción sexual(Anderson, 2013) (Péloquin, Brassard, Lafontaine, & Shaver, 2014) (da Conceição Pinto & Neto, 2012). Lo interesante de la correlación entre poder y asertividad sexual es que, aunque se supone que los hombres son más asertivos sexualmente que las mujeres, la relación entre poder y asertividad sexual fue la misma para ambos sexos (Lammers & Stoker, 2019).

El aumento del poder también se asocia con una mayor autoestima sexual. Las personas con alta autoestima sexual confían en sus habilidades sexuales y su aptitud para experiencias sexuales positivas. También se ven a sí mismos como más atractivos (Lammers & Stoker, 2019). Una mayor autoestima sexual también está relacionada con menor ansiedad sexual (Brassard, Dupuy, Bergeron, & Shaver, 2015).

Tanto hombres como mujeres en puestos de poder en el lugar de trabajo calificaron su propia autoestima sexual como más alta que aquellos que carecían de poder. De hecho, el poder tuvo un efecto mayor que el género tanto en la asertividad sexual como en la autoestima sexual (Lammers & Stoker, 2019).

Las diferencias de género en las actitudes y comportamientos sexuales tienden a ser menores en las naciones con mayor igualdad de género (Petersen & Hyde, s. f.). Lammers y Stoker sugieren que a medida que las mujeres ganan más poder, algunas diferencias de género en las actitudes y comportamientos sexuales pueden desaparecer por completo.

Relación negativa: el poder empeora nuestras relaciones sexuales

Tanto los hombres como las mujeres que indicaron un estatus más alto en la jerarquía de poder en el trabajo también informaron más casos de infidelidad real, así como una mayor intención de participar en futuras infidelidades (Lammers, Stoker, Jordan, Pollmann, & Stapel, 2011). Los autores proponen que el poder provoca una mayor confianza en la capacidad de atraer nuevas parejas y, por lo tanto, hace que las personas poderosas de ambos sexos sean más propensas a involucrarse en infidelidades.

Así como el poder activa el propio interés en el sexo, también puede causar percepciones sesgadas del interés sexual de los demás (Kunstman & Maner, 2011). En este experimento, los participantes fueron asignados aleatoriamente a una posición de poder o una posición de igualdad con una pareja del sexo opuesto.

Aquellos asignados a una posición de poder no solo percibieron en exceso el interés sexual de sus compañeros en ellos, sino que también actuaron de una manera más sexualizada hacia sus compañeros (tocarlos, sonreír y mirarlos). Los autores señalan que el poder, junto con la percepción errónea del interés sexual, puede conducir al acoso sexual.

Referencias:

Anderson, R. M. (2013). Positive sexuality and its impact on overall well-being. Bundesgesundheitsblatt – Gesundheitsforschung – Gesundheitsschutz, 56(2), 208-214. https://doi.org/10.1007/s00103-012-1607-z

Brassard, A., Dupuy, E., Bergeron, S., & Shaver, P. R. (2015). Attachment insecurities and women’s sexual function and satisfaction: the mediating roles of sexual self-esteem, sexual anxiety, and sexual assertiveness. Journal of Sex Research, 52(1), 110-119. https://doi.org/10.1080/00224499.2013.838744

da Conceição Pinto, M., & Neto, F. (2012). Satisfaction with sex life among middle-aged adults. International Journal of Developmental and Educational Psychology, 4(1), 463-470. Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/3498/349832337050.pdf

Kunstman, J. W., & Maner, J. K. (2011). Sexual overperception: Power, mating motives, and biases in social judgment. Journal of Personality and Social Psychology, Vol. 100, pp. 282-294. https://doi.org/10.1037/a0021135

Lammers, J., & Stoker, J. I. (2019). Power Affects Sexual Assertiveness and Sexual Esteem Equally in Women and Men. Archives of Sexual Behavior, Vol. 48, pp. 645-652. https://doi.org/10.1007/s10508-018-1285-5

Lammers, J., Stoker, J. I., Jordan, J., Pollmann, M., & Stapel, D. A. (2011). Power increases infidelity among men and women. Psychological Science, 22(9), 1191-1197. https://doi.org/10.1177/0956797611416252

Lerner, B. G., Kunstman, J. W., & Maner, J. K. (2011). Power and expectations of sexual interest. PsycEXTRA Dataset. https://doi.org/10.1037/e634112013-738

Péloquin, K., Brassard, A., Lafontaine, M.-F., & Shaver, P. R. (2014). Sexuality examined through the lens of attachment theory: attachment, caregiving, and sexual satisfaction. Journal of Sex Research, 51(5), 561-576. https://doi.org/10.1080/00224499.2012.757281

Petersen, J. L., & Hyde, J. S. (s. f.). A meta-analytic review of research on gender differences in sexuality, 1993–2007. Psychological bulletin, 136(1), 21-38. https://doi.org/10.1037/a0017504

Fuente: Psychology Today

  • Artículos Recomendados de la Web

Así te engaña la publicidad para que compres productos ultraprocesados a tus hijos

  • David Aparicio
  • 02/09/2019

Mario Ortiz, nutricionista entrevistado por el diario El País:

«Lo primero que han hecho es convencernos de que los niños son como seres de otros planetas que necesitan una alimentación especial, cuando no es así», explica, «una vez nos hemos creído ya nos pueden vender sus productos especiales, cargados de harinas refinadas, azúcares de todo tipo y un aporte nutricional que deja mucho que desear. Y que además, son la puerta de entrada al resto de ultraprocesados que consumirán a lo largo de su vida». Algo en lo coincide Revenga: «Si tienes que definir los peores perfiles nutricionales son los de los alimentos destinados a los niños de entre cuatro y seis meses. Porque es justo en este momento de la infancia en el que se pasa de la lactancia materna exclusiva y se comienza a dar otro tipo de alimentos. Tienen exceso de azúcares, falta de fibra… pero eso sí, los cargan de vitaminas para venderlos como sanos»

El artículo también comenta sobre las dificultades que tienen las organizaciones gubernamentales de salud para poner en práctica los programas para prevenir la incidencia de las enfermedades no transmisible (obesidad o el sobrepeso) y la falta de regulación.

Lee el artículo completo en El País.

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