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Publicaciones por mes

marzo 2022

51 Publicaciones
  • Biografías

Eleanor Maccoby: una de las psicólogas más importantes del siglo XX

  • Laura Ruiz
  • 14/03/2022

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Una de las figuras más importantes del estudio de roles sexuales, del desarrollo infantil y del desarrollo social, es la psicóloga Eleanor Maccobby (1917-2018), y así lo evidencian obras como “La psicología de los sexos: implicaciones para los roles adultos” (1979), citada en el libro de Evelyne Sullerot “El hecho femenino” (Barcelona: Argos Vergar).

Y es que Maccobby ha realizado importantes aportes para la comprensión de estos temas y otros más, como el de la atención selectiva. Incluso ha estudiado el impacto psicológico que genera el divorcio.

Entre sus logros más destacados se encuentra el haberse convertido en presidenta del departamento de psicología de Stanford, siendo la primera mujer en la historia en obtener dicho puesto.

“La igualdad es una necesidad vital del alma humana. La misma cantidad de respeto y de atención se debe a todo ser humano, porque el respeto no tiene grados.”, Simone Weil.

Vida personal

Nacida en Tacoma, Washington, en mayo de 1917, Eleanor Emmons Maccoby formó parte de la familia creada por sus padres: Viva, una cantante dedicada a la música y Eugene, quien tenía un pequeño negocio con el que sostenía a su familia. El matrimonio tuvo cuatro hijas, siendo Eleanor la segunda en nacer.


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Eleanor creció en un ambiente de mente muy abierta, con intereses y afinidad hacia la cultura oriental, hacia lo oculto y la astrología, siendo vegetariana desde siempre. Se casó durante su último año de carrera de un joven de nombre Nathan Maccoby, quien ya se había graduado de psicología y junto con quien adoptaría a sus tres hijos. 

Eleanor Maccobby tuvo una prolífica vida dedicada a sus investigaciones, dejando un gran legado para el estudio de varios aspectos que conciernen a la psicología hasta el momento de su muerte en Palo Alto, el 11 de diciembre de 2018, a la edad de 101 años.

Estudios

La Universidad de Washington fue la sede en la cual Eleanor se forma como psicóloga, obteniendo allí su licenciatura para luego realizar estudios de posgrado en Portland Oregon, específicamente en el Reed College para luego dedicarse a su doctorado, el cual fue otorgado por la Universidad de Michigan.

Trabajó en el departamento de psicología de la Universidad de Stanford, enseñando psicología infantil en el año 1958. Es justo en esta época cuando conoce a Carol Nagy Jacklin, con quien comparte interés por el movimiento feminista y de esta amistad surge su interés por estudiar los fenómenos de desigualdad entre géneros.  

Maccoby (1979) basa sus estudios sobre el desarrollo y roles sexuales en su observación de las conductas de juegos y sus diferencias y similitudes entre niñas y niños, llegando a la conclusión de que existe cierta predisposición genética que influye en muchos de los comportamientos que se asocian a los géneros masculinos y femeninos.

Gracias a estos trabajos, Eleanor se consolidó como una investigadora reconocida en el mundo del estudio de la conducta humana. Su trabajo acerca de la psicología de las diferencias sexuales se ha convertido en referencia obligatoria al momento de realizar estudios de género, siendo una lectura ineludible para poder comprender mejor este tema. 

“Claramente, un elemento esencial para ser masculino es ser no femenino, mientras que las chicas pueden ser femeninas sin necesidad de demostrar que son no masculinas.”, Eleanor Maccoby.

A partir de la década de los 80 comienza una fructífera carrera ampliando su foco de estudio, realizando esta vez investigaciones de orden longitudinal en relación con el divorcio y con cómo este afecta las relaciones entre los hijos y sus padres.

Premios obtenidos

A lo largo de su vida, Eleanor Maccobby obtuvo varios reconocimientos por su trabajo, entre los que se encuentran el convertirse en miembro de la Academia Nacional Estadounidense de Ciencias, en 1993, y el ser considerada una de los 100 psicólogos más eminentes del siglo XX.

Su trabajo incluyó el presidir diversas instituciones, como:

  • Society for Research in Child Development, entre 1981 y 1983.
  • Asociación Psicológica Occidental, de 1974 a 1975.
  • El Departamento de Psicología de Stanford, desde 1973 hasta 1976, siendo además la primera mujer en posicionarse en este cargo. 
  • La División 7 de la Asociación Americana de Psicología (APA), entre los años 1971 y 1972.

Además, cuenta con varios premios por su labor científica, como el Premio al Eleanor Maccoby Book en Psicología del Desarrollo, otorgado por la APA en el año 2000, institución que reconoció su labor en otras ocasiones, con galardones como: Premio a las contribuciones científicas distinguidas (1988), y el premio G. Stanley Hall, División de Psicología del Desarrollo (1982).

Por su parte, la Fundación Estadounidense de Psicología, en 1996, le otorgó a Maccoby el premio a la trayectoria, después de recibir el premio a las contribuciones científicas distinguidas en la investigación educativa en 1987 y el premio a contribuciones distinguidas en investigación educativa, en 1984.

Premio libro Eleanor Maccoby 

A pesar de que este galardón lleva su nombre, Maccoby no fue la primera persona en recibir este premio que otorga la Asociación Estadounidense de Psicología, que es el ente encargado de evaluar anualmente el trabajo de científicos que se han destacado con sus investigaciones en el campo de la psicología. 

Otros aportes a la psicología

Eleanor Maccoby realizó grandes aportes a la psicología, especialmente en lo que concierne al estudio del desarrollo infantil, roles sexuales, atención e impacto del divorcio en los involucrados. Además de esto, dejó un legado de libros y publicaciones que son de gran interés para cualquier persona interesada en estas materias: 

  • En 1974, de la Stanford University Press, publica junto con Nagy Jacklin: “Psicología de las diferencias sexuales” (citado en Ni «almas bellas» ni «guerreros justos»: mujeres implicadas en violencia política, de Fernández )
  • Para Harvard University Press, publica: “Dividiendo al niño: dilemas sociales y legales de la custodia”. 
  • En 1972, junto con Shirley Feldman, escribe: “Apego a la madre y reacciones a los extraños en el tercer año de vida”, para University of Chicago Press.
  • En 1970, publica: “Experimentos en educación primaria: aspectos del seguimiento del proyecto”, investigación que realiza para Harcourt Brace Jovanovich, junto con Miriam Zellner. 
  • En 1967, desarrolla para la Sociedad para la Investigación en Desarrollo Infantil: “El efecto del conjunto preparatorio en la escucha selectiva: tendencias del desarrollo”.

Referencias bibliográficas:

  • Fernández, C. (2011). Ni “almas bellas” ni “guerreros jusos”: mujeres implicadas en violencia política. Cuestiones de género: de la igualdad y la diferencia, 6, 75-96.
  • Maccoby, E. (1979), “La psicología de los sexos: implicaciones para los roles adultos”, en Evelyne Sullerot , El hecho femenino, Barcelona: Argos Vergara.

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  • Salud Mental y Tratamientos

Cómo se clasifican las alucinaciones

  • Laura Ruiz
  • 14/03/2022

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¿Qué son las alucinaciones? ¿Qué tipos de alucinaciones existen? Este fenómeno forma parte de la psicopatología que estudia las alteraciones de la percepción y la imaginación.

¿Qué son las alucinaciones?

Las alucinaciones, en un primer momento de la historia de la psicopatología, fueron definidas como “percepciones sin objeto”. Pero hay matices en esa definición, como vemos en la definición de Amparo Belloch.

Belloch es catedrática de psicopatología en la Universitat de Valencia  y, junto a Sandín y Ramos, definen este fenómeno en el Manual de Psicopatología (2010): “experiencias anómalas que no se fundamentan sobre estímulos realmente existentes fuera del sujeto” o que “persisten cuando el estímulo que las originó ha desaparecido”.

Según los autores, otra característica de este fenómeno es que la persona que las manifiesta las experimenta como si fueran totalmente reales. Es decir, en su realidad existen y, además, suelen generar mucho malestar, ya que suceden sin que la persona pueda controlarlas.

Alucinaciones: trastornos donde aparecen 

Las alucinaciones aparecen típicamente en trastornos del espectro psicótico como la esquizofrenia o el trastorno psicótico breve (como parte de la sintomatología positiva de estos trastornos), según muestran los criterios diagnósticos del DSM-5 (2014) para estos trastornos.


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Pero también pueden aparecer, aunque en menor frecuencia, en episodios depresivos muy graves, especialmente en la depresión psicótica, y en episodios maníacos del trastorno bipolar.

Si hablamos de enfermedades orgánicas, las alucinaciones pueden aparecer en trastornos neurológicos, en demencias, en accidentes cerebrovasculares (ACV), tumores del encéfalo, con el consumo de ciertas sustancias (drogas o medicamentos) o en la epilepsia.

Finalmente, también surgen en situaciones no patológicas relacionadas con un exceso de ansiedad o estrés (aunque es mucho menos frecuente).

Diferencias con otros fenómenos

No debemos confundir las alucinaciones con otros fenómenos perceptivos como las ilusiones o los delirios. En el caso de la ilusión, hablamos de la percepción distorsionada de un estímulo o un objeto que en realidad sí existe (en la alucinación, este elemento es inexistente). 

Y en el caso del delirio, aquí no hablamos de una percepción, sino de una creencia que la persona vive con absoluta convicción (a pesar de que la evidencia demuestre lo contrario).

En algunas ocasiones, las alucinaciones se acompañan de delirios, ya que estos delirios son lo que utiliza la persona para “justificar” o “demostrar” sus alucinaciones.

Tipos de alucinaciones

Belloch et al. (2010) citan diferentes tipos de alucinaciones, atendiendo a diferentes parámetros a la hora de clasificarlas:

Según la modalidad sensorial

Si nos basamos en su modalidad sensorial, es decir, en la vía por la que la persona recibe la información de la alucinación, encontramos los siguientes tipos de alucinaciones:

Alucinaciones auditivas

Son las más frecuentes, sobre todo en la esquizofrenia. A su vez, dentro de estas alucinaciones encontramos dos grandes grupos:

  • Alucinaciones auditivas elementales: por ejemplo, escuchar tonos, murmullos, pasos, golpes.
  • Alucinaciones auditivas complejas: por ejemplo, escuchar el mensaje de alguien, o escuchar a dos personas hablando entre ellas.

Y por otro lado, las alucinaciones de tipo auditivo también pueden basarse en otros criterios a la hora de clasificarse, pudiendo ser estos criterios:

  • La claridad con la que la persona percibe la alucinación.
  • La intensidad o magnitud del estímulo percibido.
  • El contenido; así, podemos hablar de voces que piden cosas, que recriminan, que comentan las acciones que hacemos, etc.
  • La forma de dirigirse a la persona; es decir, el lenguaje utilizado y el tono.
  • La localización, es decir, la distancia desde la que se percibe la voz o el sonido en cuestión.

Finalmente, como curiosidad, encontramos un tipo particular de alucinación auditiva, que es la alucinación musical. Esta implica escuchar por ejemplo una canción, música religiosa o a alguien cantando.

Alucinaciones visuales

Las alucinaciones visuales son aquellas que la persona percibe a través del sentido de la vista. Estas pueden clasificarse según tres grandes criterios:

  • Su temática: dentro de ellas encontramos, por ejemplo, las zoopsias, que son alucinaciones relacionadas con insectos.
  • Su tamaño, que se subdividen a su vez en:
    •  Liliputienses (percibir los objetos más pequeños de lo que son)
    • Gulliverianas (percibirlos más grandes).
  • Su cualidad: las alucinaciones pueden ser más o menos borrosas o claras, de diferente color, pueden moverse o ser estáticas, y pueden ser congruentes o incongruentes con las ideas o delirios de la persona (si están).

Alucinaciones olfativas

Este tipo de alucinación conlleva que la persona huela olores que no se corresponden con la realidad objetiva. Suelen estar asociadas a la idea o el delirio de estar siendo envenenado. Un ejemplo de ellas es la putrefacción (oler a comida podrida). Pero también incluyen oler cosas agradables. 

Este tipo de alucinación en concreto aparece más típicamente en el contexto de un tumor cerebral, aunque también puede surgir como consecuencia de padecer un trastorno psicótico.

Alucinaciones gustativas

Las alucinaciones gustativas, es decir, sentir un gusto que en realidad no se está percibiendo (normalmente gustos desagradables) o directamente no sentir ningún gusto cuando la persona come.

Como en el caso anterior, la persona puede creer que ha sido envenenada y, a raíz de ello, desarrollar un delirio.  Suelen aparecer de forma conjunta a las olfativas y ser coherentes entre sí. Por ejemplo, la persona puede oler una comida y apreciar un mal sabor.

Alucinaciones táctiles

Finalmente, las alucinaciones táctiles son aquellas que provienen del tacto; pueden surgir por todo el cuerpo o por una zona específica del mismo.

La persona que las padece puede experimentar diferentes sensaciones, tales como hormigueos, quemaduras, pellizcos, tocamientos o corrientes eléctricas. En función de su contenido, se clasificarán como:

  • Alucinaciones hápticas: se trata de una sensación física, como cosquilleos u hormigueos.
  • Alucinaciones de contacto: también denominadas pasivas, implican que la persona sienta que alguien le toca.
  • Alucinaciones activas: es la propia persona la que tiene la sensación de estar tocando algo (o a alguien), aunque esto no suceda realmente.
  • Alucinaciones hídricas: conllevan una sensación de humedad.
  • Alucinaciones corporales: un ejemplo de las mismas es sentir que estamos huecos por dentro.
  • Alucinaciones cinestésicas: percibir que una parte del cuerpo se está moviendo.

Según el grado de complejidad

Si atendemos a su grado de complejidad o elaboración, las alucinaciones pueden ser de dos tipos:

  • Sencillas: ruidos, resplandores, destellos, etc.
  • Complejas: voces con mensajes, personas, escenas, situaciones diversas, etc.

Según el contenido

En función de su contenido, las alucinaciones pueden ser:

  • Relacionadas con las ideologías de la persona.
  • Relacionadas con sus necesidades, deseos, temores, recuerdos.
  • Relacionadas con su entorno y ambiente.
  • Relacionadas con su situación vital (por ejemplo, con preocupaciones).
  • Otras.

Otros tipos de alucinaciones

Finalmente, encontramos un grupo de alucinaciones fuera de las clasificaciones habituales, es decir, que no siguen los parámetros anteriores. Son los siguientes tipos de alucinaciones:

  • Autoscopia: 
    • Autoscopia interna: cuando la persona ve el interior de su cuerpo, como por ejemplo sus huesos, venas y víscera.
    • Autoscopia externa (también denominada autoscopia doble): en este caso, la persona ve su propia imagen frente a ella misma. 
    • Autoscopia negativa: la persona se mira en el espejo y no percibe su propio reflejo.
  • Alucinación extracampina: implica ver algo fuera del campo visual. Por ejemplo, ver algo en Roma estando en Sevilla.
  • Alucinación negativa: conlleva no ver cosas que sí están en la realidad.

Como hemos visto, existen muchos tipos de alucinaciones, aunque en el caso de los trastornos mentales, las más habituales son las alucinaciones auditivas.

Referencias bibliográficas:

  • American Psychiatric Association -APA- (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid. Panamericana.
  • Belloch, A., Sandín, B. y Ramos, F. (2010). Manual de Psicopatología. Volumen II. Madrid: McGraw-Hill.

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Experiencia Tándem: Una pasantía online con un equipo de especialistas en terapias contextuales

  • David Aparicio
  • 14/03/2022

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¿Estás cansado de cursos teóricos y de sumar información que no sabes cómo implementar? ¿Te gustaría ver cómo funcionan las cosas en un equipo real de terapia cognitivo conductual de tercera generación? Con la Experiencia Tándem podrás participar de una pasantía online con expertas en modelos contemporáneos de psicoterapia.

En la actualidad lo más frecuente es que los psicólogos recién recibidos no tengan ni durante su carrera ni en los primeros años la posibilidad de ver colegas con más experiencia ejerciendo la práctica.

Iniciarse en la clínica suele ser un camino más bien solitario. Por otro lado la clínica actual es compleja, frecuentemente llegan a nuestro consultorio motivos de consulta asociados a temáticas que pueden estar poniendo en riesgo la vida de la persona o fuertemente su calidad de vida. Este tipo de motivos de consulta requieren de la intervención de otros profesionales de la salud mental y de supervisión.  Y ahí es cuando el trabajo en equipos multidisciplinarios se vuelve indispensable. 

¿Qué es trabajar en equipo?

Es contar con colegas para resolver consultas, supervisar dificultades, mantener la formación continua, tener otros colegas involucrados en un mismo caso, no estar solo/a, todo esto impacta tanto en disminuir la sobrecarga del profesional, como en brindar el mejor tratamiento posible para nuestros consultantes. Es aprender a estar abiertos a recibir sugerencias, a estar abiertos a desarrollar habilidades terapéuticas y como dice el dicho 4, 6, 8, 10, 12… ojos ven más que 2.

El equipo Tándem es multidisciplinario. Está conformado por psicólogas, psicólogos, psiquiatras y nutricionistas. Realizamos reuniones semanales de consultoría y supervisión, donde desarrollan estrategias conjuntas de tratamiento y mantienen activa la formación continua en un espacio de intercambio y cuidado mutuo.


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Se especializan en el tratamiento de trastornos mentales graves como los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), los problemas severos de regulación emocional (TLP), ansiedad y depresión. Trabajan con adolescentes, jóvenes adultos y sus familias. Y son referentes en estas temáticas en la Patagonia Argentina, tanto para tratamientos como para formación y actualización de profesionales de la salud.

La idea es que puedas ver a ese equipo funcionando 

Tándem te da una experiencia real de contacto con un equipo de salud mental. Vas a poder observar profesionales ejercer con consultantes reales, conocer cómo se aplican las terapias cognitivo conductuales de tercera generación en la práctica diaria y ver en forma directa un equipo interdisciplinario funcionando.

La Experiencia Tándem cuenta con clases teóricas donde recibirán formación esencial en modelos basados en evidencia. En paralelo estos conceptos teóricos se podrán integrar y asimilar observando entrevistas de admisión, reuniones del equipo tándem y talleres psicoeducativos para familiares y pacientes.

Programa de la Experiencia Tándem

  • Duración 2 meses.
  • 6 clases teóricas.
  • Observación de reuniones de equipo online.
  • Observación de entrevistas de admisión online.
  • Observación de encuentros de grupos psicoeducativos online.
  • Reuniones individuales de acompañamiento en el proceso con las directoras
    de Tándem: Lic. Carola Pechon y Lic. Clara Roqué.

Parte de su misión es colaborar para que que cada vez existan más equipos en funcionamiento en Latinoamérica. Lo que significa que podrás poner esta experiencia en tu comunidad con el asesoramiento posterior a la Experiencia Tándem para la conformación y seguimiento de nuevos equipos.

Para más información del programa, fechas, inscripción, etc., visita la página oficial de Tándem.

Agradecemos a Tándem, nuestro sponsor exclusivo de la semana.

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Educación tradicional vs. método Montessori: ¿hace diferencia en los niños?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 11/03/2022

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Acompañar a las infancias en estos tiempos de cambios significativos supone, como siempre, una gran responsabilidad y la toma de acciones dirigidas a promover su desarrollo respetuoso e integral. Sin embargo, la educación básica tradicional puede requerir ciertos ajustes para alcanzar tales fines. Al comparar enfoques relativamente opuestos, se revelan diferencias interesantes para una comprensión científica del desarrollo infantil, por eso, un equipo de investigadores estudió el desempeño de estudiantes de escuelas Montessori y encontró que el tipo de educación que recibe un niño parece influir en cómo representa el conocimiento en la memoria a largo plazo. Sus hallazgos indican que los estudiantes Montessori tienden a presentar una red de memorias semánticas más ricamente conectada (Denervaud et al., 2021).

Por qué es importante

Existe una necesidad urgente de profundizar nuestra comprensión del desarrollo infantil, utilizando estudios comparativos, para mejorar y proporcionar las mejores prácticas y entornos educativos posibles para los niños, señala Solange Dénervaud, autora principal del estudio.

Su equipo estaba particularmente interesado ​​en determinar los efectos a largo plazo de Montessori frente a la educación tradicional. Los niños en las aulas Montessori pueden elegir libremente entre una diversidad de actividades de aprendizaje en clases de varias edades. La educación tradicional, por el contrario, se centra en actividades de aprendizaje dirigidas por un docente.

Qué metodología usaron

Para el estudio, 67 niños suizos completaron una tarea de fluidez verbal en la que se les pidió que nombraran tantos animales como pudieran. Luego, los investigadores realizaron un análisis de red semántica de las respuestas de cada niño para evaluar cómo se organizaban los animales en la memoria. Los análisis de redes semánticas representan cada concepto (nombre) como un nodo y las relaciones entre ellos como bordes. Por lo tanto, cuanto menos relacionados estén los conceptos, más largos serán los bordes (p. ej., pera y aguacate frente a pera y manzana), pero también más lento será el participante para informar sobre su relación, explicaron los investigadores.

Los niños también completaron medidas de creatividad convergente y divergente. La creatividad convergente representa la capacidad de generar una única solución óptima a un problema, mientras que la creatividad divergente representa la capacidad de generar muchas soluciones a un problema con varias respuestas posibles. Las dos muestras de niños se emparejaron en factores socioeconómicos e inteligencia no verbal. 


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Qué encontraron

Los niños que habían sido educados en escuelas Montessori tendían a presentar una estructura de red semántica más «flexible». En otras palabras, exhibían más conexiones y caminos más cortos entre los conceptos de animales en comparación con los niños que recibieron educación tradicional. A su vez, los niños educados con el método Montessori obtuvieron puntajes más altos en las pruebas de pensamiento creativo.

Lo que aprendemos de este estudio, y lo que es importante comprender, es que la calidad del aprendizaje es más fundamental que la cantidad. Cuantos más conceptos se memoricen con significado, con experiencia, con implicación, con placer y comprensión personal, más se organizarán en la memoria de forma flexible, diversificada y enriquecida, explicó la autora.

Esto influye en el pensamiento creativo del niño, quien por lo tanto utilizará su conocimiento de la misma manera (en lugar de hacerlo de manera rígida). Esto ocurre especialmente durante la etapa de desarrollo (entre los 6 y los 12 años de edad), cuando el niño asimila una inmensa cantidad de conceptos nuevos cada año.

En cuanto a las limitaciones del estudio, los autores señalan que son necesarios nuevos estudios que repliquen sus resultados y, además, que sigan a los niños a través del desarrollo para validar lo observado.

También es importante estudiar con más detalle qué aspectos de la pedagogía permiten a los estudiantes apropiarse de conceptos de manera flexible y enriquecida: ¿aprendizaje entre pares? ¿La ausencia de una calificación? ¿Aprendizaje activo? Aún no hay respuestas a estas preguntas.

Referencia bibliográfica: Denervaud, S., Christensen, A. P., Kenett, Y. N., & Beaty, R. E. (2021). Education shapes the structure of semantic memory and impacts creative thinking. NPJ Science of Learning, 6(1), 35. https://doi.org/10.1038/s41539-021-00113-8

Fuente: Psypost

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  • Recursos para Profesionales de la Psicología

(Podcast) Francisco J. Ruiz sobre rumia y preocupación

  • David Aparicio
  • 10/03/2022
faceless unhappy woman covering face

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En este episodio del podcast de Paseando a la mente, entrevistaron a Francisco J.Ruiz, para hablar sobre el abordaje de los pensamientos negativos repetitivos y como la terapia psicológica puede ayudarnos:

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  • Análisis

Certificaciones para analistas conductuales

  • Alejandra Alonso
  • 09/03/2022
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Esta semana ABA España notificó, en su cuenta de Instagram, que el Behavioral Intervention Certification Council (BICC) permitirá a las personas de habla hispana tomar el examen para sus certificaciones en español. Es una muy buena noticia para todas las personas que estén buscando alguna certificación como analistas de conducta. Anteriormente, la BACB permitía tomar el examen para su certificación en español, pero a partir de este año solo se puede tomar en inglés, es por eso que nos alegra la noticia de que el BICC tendrá la opción de un examen en español.

También queríamos aprovechar esta publicación para contarte brevemente cuáles son algunas de las certificaciones que existen y dónde puedes encontrar más información sobre ellas.

En general, las certificaciones requieren que las personas que van a aplicar cuenten con:

  1. Maestría o doctorado.
  2. Determinadas horas de cursos sobre ABA aprobados por cada institución.
  3. Determinadas horas de prácticas supervisadas (dependiendo de la certificación que se busque). Generalmente dichas prácticas cuentan las instancias de evaluación y planificación además del trabajo uno a uno con un cliente.
  4. Conocimiento del código de ética.
  5. Pasar un examen.

Behavior Analyst Certification Board (BACB)

Se estableció en 1998 y fue acreditado por el NCCA. Sin embargo, desde el 1 de Enero de 2023 no podrán aplicar a esta certificación personas que no residan en Estados Unidos, Canadá, Australia y el Reino Unido. Además, a partir de Enero del 2022, ya no realizan exámenes en versiones traducidas (entre ellas el español). Puedes encontrar más información (en inglés) aquí. Ofrece cuatro clases de certificaciones:

  1. Registered Behavior Technician (RBT)
  2. Board Certified assistant Behavior Analyst (BCaBA)
  3. Board Certified Behavior Analyst (BCBA)
  4. Board Certified Behavior Analyst-Doctoral (BCBA-D)

Qualified Applied Behavior Analysis (QABA)

Se establece en 2012, es acreditada internacionalmente por ANSI y ofrece la oportunidad de tomar los exámenes en línea. El QABA tiene las certificaciones que se nombran a continuación:


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  1. Applied Behavior Analysis Technician (ABAT)
  2. Supervisory-qualified Qualified Autism Services Practitioner (QASP-S)
  3. Qualified Behavior Analyst (QBA)

Behavior Intervention Certification Council (BICC)

Establecida en 2013 y acreditada por el NCCA. Puedes encontrar más información (en inglés) aquí. Recientemente ABA España anunció que para estas certificaciones podrá tomarse el examen en español. Puedes aplicar a dos tipos de certificaciones:

  1. Board Certified Autism Professional (BCAP)
  2. Board Certified Autism Technician (BCAT)

International Behavior Analysis Organization (IBAO)

Cuenta con analistas conductuales de 25 países diferentes, puedes encontrar más información aquí. Las certificaciones ofrecidas por esta institución son dos:

  1. International Behavior Analyst (IBA)
  2. International Behavior Therapist (IBT)

Cursos certificados en español

Algunos de los cursos certificados que puedes tomar para acceder a las certificaciones, que además son en español y pueden ser tomados totalmente en línea, son los ofrecidos por:

  1. ABASCOOL: su curso está verificado por la ABAI y su contenido está aprobado por IBAO. Dan un título de master propio por la Universidad Complutense de Madrid.
  2. ABA España: su curso está verificado por la ABAI y por QABA y su contenido está aprobado por la IBAO.
  3. ABA en casa: recientemente comenzó una especialización en Análisis Conductual Aplicado, cuyo contenido está aprobado por QABA e IBAO.

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Criterios para el diagnóstico de uso problemático de sustancias

  • Maria Fernanda Alonso
  • 09/03/2022

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Si sientes que usas con frecuencia una sustancia como el alcohol, el tabaco o los opioides de una manera que te afecta negativamente, a tí o a los demás, posiblemente te preocupe haber desarrollado un trastorno por uso de sustancias (TUS). Los síntomas de este trastorno varían ampliamente de una persona a otra y pueden incluir signos físicos, psicológicos o conductuales.

Más de 35 millones de personas en el mundo padecen esta compleja y desafiante condición, según el último reporte de Naciones Unidas sobre drogas y delitos. En este documento también se informó que el consumo mundial aumentó a pesar de que la pandemia por COVID-19 tuvo un gran impacto en los mercados mundiales de drogas.

Las personas con desventajas socioeconómicas corren un mayor riesgo de sufrir trastornos por el uso de drogas, ya que la pobreza, la educación limitada y la marginación social siguen siendo factores importantes que aumentan el riesgo de trastornos por el consumo de drogas. Los grupos marginados y en situación de vulnerabilidad también pueden enfrentar obstáculos para obtener servicios de tratamiento debido a la discriminación y el estigma (United Nations Office on Drugs and Crime, 2022).

Erróneamente puede creerse que los TUS son causados por el comportamiento de una persona o su falta de fuerza de voluntad, pero es importante tener en cuenta que eso no es cierto. Los factores biológicos fuera del control de la persona juegan un papel fundamental. La activación del centro de recompensas del cerebro es la razón principal de la mayoría de las adicciones. Ya sea que el TUS se deba al alcohol, los estimulantes o los opioides, la sensación gratificante que se obtiene con el uso, que implica una liberación anormalmente alta de dopamina, a menudo es abrumadora.

El uso continuado de la sustancia puede provocar cambios en la estructura y función del cerebro. Esto puede resultar en antojos intensos, síntomas de abstinencia, problemas de aprendizaje y memoria y cambios de personalidad.


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Aprender a reconocer los signos y síntomas del trastorno por uso de sustancias puede ser el primer paso para buscar ayuda y recibir tratamiento.

Tipos de trastorno por consumo de sustancias

Las sustancias por las cuales un individuo puede desarrollar un trastorno por uso de sustancias incluyen:

  • alcohol,
  • cannabis,
  • alucinógenos, incluyendo LSD y fenciclidina,
  • inhalantes,
  • opioides, como heroína o medicamentos recetados
  • sedantes, hipnóticos (medicamentos que inducen el sueño) o ansiolíticos (medicamentos contra la ansiedad),
  • estimulantes como las anfetaminas o la cocaína,
  • Tabaco.

La dependencia de dos o más sustancias es común. Por ejemplo, la evidencia sugiere que entre las personas con trastorno por consumo de heroína (NIDA, 2021):

  • más del 66% también son dependientes de la nicotina,
  • casi el 25% tiene trastorno por consumo de alcohol,
  • más del 20% tienen trastorno por consumo de cocaína,

Del mismo modo, entre las personas con trastorno por consumo de cocaína:

  • casi el 60% tiene trastorno por consumo de alcohol,
  • alrededor del 48% son dependientes de la nicotina,
  • más del 21% tiene trastorno por consumo de cannabis.

Signos y síntomas del trastorno por consumo de sustancias

Los signos y síntomas del TUS varían mucho de una persona a otra y dependen de la sustancia, la duración y la gravedad del consumo y la personalidad de la persona. A continuación se presentan algunos de los síntomas generales del consumo de sustancias.

Signos físicos del trastorno por consumo de sustancias

  • Pérdida o aumento repentino de peso.
  • Pupilas que son más pequeñas o más grandes de lo normal.
  • Ojos inyectados en sangre.
  • Cambios en el apetito y los patrones de sueño.
  • Dificultad para hablar.
  • Alteración de la coordinación o temblores.
  • Deterioro de la apariencia física o cambios en las prácticas de aseo.
  • Nariz que moquea.
  • Olores inusuales en el aliento, el cuerpo o la ropa.

Signos psicológicos del trastorno por consumo de sustancias

  • Sentirse paranoico, ansioso o temeroso.
  • Cambio inexplicable en la personalidad.
  • Sentirse drogado o borracho (mareado, colocado).
  • Falta de motivación.
  • Sentirse excesivamente cansado.
  • Períodos de energía excesiva, inestabilidad mental o inquietud.
  • Cambios repentinos en el estado de ánimo.
  • Aumento de la agitación o la ira.

Signos conductuales del trastorno por consumo de sustancias

  • Comenzar a actuar de manera secreta o sospechosa.
  • Experimentar problemas en las relaciones debido a la condición
  • Usar más de lo previsto originalmente (no poder controlar el uso de la sustancia).
  • Descuidar la familia y las amistades, así como los deberes en el hogar, la escuela o el trabajo.
  • Meterse en problemas legales, incluyendo conducir bajo los efectos de la sustancia, peleas o accidentes.
  • Cambiar repentinamente de pasatiempos, amigos o actividades.
  • Usar la sustancia en condiciones que pueden no ser seguras, como sexo sin condón u otro método de barrera, o usar jeringas que no son estériles.
  • Experimentar problemas financieros repentinos e inexplicables, que pueden incluir pedir dinero o robar con frecuencia.
  • Tratar frecuentemente de evitar o aliviar los síntomas de abstinencia.
  • Experimentar mayor tolerancia a la sustancia, lo que puede llevar a usar cada vez más.
  • Darse cuenta de que la vida gira en torno al uso de sustancias y la recuperación del uso. Por ejemplo, pensar siempre en usar, o consumir pensando cómo obtener más.
  • Dejar de participar en actividades que antes disfrutaba, debido al uso de sustancias.
  • Seguir consumiendo a pesar de las consecuencias negativas para su salud.

¿Cómo se diagnostica el trastorno por consumo de sustancias?

Para averiguar el riesgo de TUS de una persona, un profesional de la salud puede comenzar con una breve evaluación. Esto puede ser seguido por una evaluación integral y una derivación a un consejero, psicólogo o psiquiatra autorizado sobre alcohol y drogas.

Una prueba breve y común para el uso de sustancias es el cuestionario UNCOPE.

Aunque originalmente se desarrolló sobre la base de la cuarta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-4), la investigación muestra que también puede ayudar a identificar TUS según la quinta edición (DSM-5).

La proyección de UNCOPE hace las siguientes preguntas:

  • ¿Ha continuado consumiendo alcohol o drogas por más tiempo del que había planeado originalmente?
  • ¿Alguna vez ha descuidado algunas de sus responsabilidades habituales debido a su consumo de sustancias?
  • ¿Alguna vez ha querido reducir o dejar de consumir la sustancia pero no pudo?
  • ¿Alguna vez un ser querido o alguien más le ha dicho que se opone a su consumo de alcohol o drogas?
  • ¿Alguna vez se ha sentido preocupado por la idea de consumir alcohol o drogas?
  • ¿Alguna vez ha consumido alcohol o drogas para aliviar el dolor emocional, como la tristeza, la ira o el aburrimiento?

Para una evaluación más completa y para diagnosticar el trastorno por uso de sustancias, la mayoría de los médicos confían en los siguientes 11 criterios publicados en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5):

  • sensación de tener que consumir la sustancia con regularidad (diariamente o varias veces al día) y más de lo planeado originalmente;
  • pasar gran parte de su tiempo buscando, usando y/o recuperándose del consumo de la sustancia;
  • desear la sustancia;
  • necesitar más de la sustancia para obtener el mismo efecto;
  • experimentar abstinencia cuando deja de consumir la sustancia;
  • no poder cumplir con las obligaciones en el hogar, el trabajo o la escuela debido al uso de la sustancia;
  • pensamientos recurrentes de dejar de fumar pero no lograr dejar de fumar con éxito;
  • continuar consumiendo a pesar de los problemas que le causa en sus relaciones;
  • continuar consumiendo a pesar de los problemas de salud mental o física causados ​​o empeorados por ello;
  • abandonar o reducir las actividades sociales o recreativas debido al consumo de sustancias;
  • usar la sustancia en situaciones que pueden ser inseguras, como conducir bajo sus efectos o usar jeringas que no son estériles.

Un trastorno por consumo de sustancias puede considerarse leve, moderado o grave según la cantidad de síntomas que presente una persona en un período de 12 meses. De acuerdo con el DSM-5, una persona debe tener la siguiente cantidad de síntomas descritos anteriormente para que se le diagnostique TUS leve, moderado o grave:

  • Leve: 2-3 síntomas
  • Moderado: 4-5 síntomas
  • Grave: 6 o más síntomas

Diagnóstico dual

El diagnóstico también es más complejo para las personas con trastorno por uso de sustancias y una afección de salud mental, lo que se conoce como diagnóstico dual. Esto se debe a que a menudo es difícil desentrañar los síntomas superpuestos, como los de abstinencia y los de la enfermedad mental.

El alto índice de comorbilidad entre el trastorno por consumo de drogas y otras enfermedades mentales requiere una estrategia integral que identifique y evalúe ambos problemas. Por lo tanto, a las personas que buscan ayuda para el consumo o el uso indebido de drogas y la drogadicción o para una enfermedad mental se les deben evaluar ambos problemas y ofrecer el tratamiento apropiado (Baigent, 2012; Daley & Douaihy, 2019; Drake, 2004; Integrated Treatment for Mood and Substance Use Disorders, 2003; Ross & Peselow, 2012; Santucci, 2012; Schulden & Blanco, 2021).

Las personas con un diagnóstico dual a menudo tienen síntomas que son más graves, persistentes y resistentes al tratamiento que aquellos que tienen solo TUS. Varias terapias de comportamiento han dado resultados prometedores para tratar estados comórbidos. Estas estrategias pueden personalizarse para los pacientes según la edad, la droga específica que hayan usado y otros factores. Pueden usarse en forma independiente o se pueden combinar con medicamentos. Algunas de las terapias de comportamiento que se utilizan para tratar estos estados comórbidos incluyen:

  • La terapia cognitivo conductual, que ayuda a cambiar las creencias y comportamientos dañinos.
  • La terapia dialéctico conductual, diseñada específicamente para reducir los comportamientos autolesivos, entre ellos, cortarse, consumir drogas o tener intentos, pensamientos o impulsos suicidas.
  • El tratamiento asertivo comunitario, que enfatiza el acercamiento a la comunidad y las estrategias individualizadas de tratamiento.
  • Las comunidades terapéuticas, que son modalidades comunes de tratamiento residencial de largo plazo que se enfoca en la «resocialización” de la persona.
  • El control de contingencias, que proporciona cupones u otros premios a las personas que practican comportamientos saludables.

Puntos para recordar y empezar a actuar

Los signos y síntomas del trastorno por consumo de sustancias varían de una persona a otra. Los signos más notables incluyen:

  • desinterés en la escuela, el trabajo u otras actividades;
  • problemas de salud física como ojos inyectados en sangre, falta de energía o pérdida o aumento de peso;
  • falta de interés en arreglarse o mantenerse limpio;
  • cambios de comportamiento como actuar de manera reservada, aumento de la irritabilidad o cambios en el estado de ánimo, tener miedo o paranoia;
  • problemas financieros.

Reconocer estos signos y síntomas puede ser el primer paso hacia la recuperación. Si sospechas que tienes un trastorno por uso de sustancias, considera comunicarse con un profesional de la salud de confianza para una evaluación. Juntos, pueden desarrollar el plan de tratamiento adecuado.

Si aún no estás listo para ver a un profesional de la salud o estás buscando más información, puedes consultar distintas organizaciones que ofrecen recursos adicionales y grupos de apoyo, como Alcohólicos Anónimos, Narcóticos Anónimos (en Google encontrarás los grupos más cercanos a tu domicilio).

Referencias bibliográficas: 

  • Baigent, M. (2012). Managing patients with dual diagnosis in psychiatric practice. Current Opinion in Psychiatry, 25(3), 201-205. https://doi.org/10.1097/YCO.0b013e3283523d3d
  • Daley, D. C., & Douaihy, A. (2019). Treatment of Co-occurring Psychiatric Disorders. En Managing Substance Use Disorder (pp. 161-174). https://doi.org/10.1093/med-psych/9780190926717.003.0017
  • Drake, R. E. (2004). Integrated Treatment for Mood and Substance Use Disorders. En Psychiatric Services (Vol. 55, Número 5, pp. 595-595). https://doi.org/10.1176/appi.ps.55.5.595
  • Integrated Treatment for Mood and Substance Use Disorders. (2003). https://doi.org/10.1353/book.20641
  • NIDA. 2021, August 30. What are some approaches to diagnosis? Recuperado de https://nida.nih.gov/publications/research-reports/common-comorbidities-substance-use-disorders/what-are-some-approaches-to-diagnosis el 9 de marzo de 2022
  • Ross, S., & Peselow, E. (2012). Co-occurring psychotic and addictive disorders: neurobiology and diagnosis. Clinical Neuropharmacology, 35(5), 235-243. https://doi.org/10.1097/WNF.0b013e318261e193
  • Santucci, K. (2012). Psychiatric disease and drug abuse. En Current Opinion in Pediatrics (Vol. 24, Número 2, pp. 233-237). https://doi.org/10.1097/mop.0b013e3283504fbf
  • Schulden, J., & Blanco, C. (2021). Epidemiology of Co-Occurring Psychiatric and Substance Use Disorders. En The American Psychiatric Association Publishing Textbook of Substance Use Disorder Treatment. https://doi.org/10.1176/appi.books.9781615373970.kb43
  • United Nations Office on Drugs and Crime. (2022). World Drug Report 2021 (Set of 5 Booklets). United Nations. https://books.google.com/books/about/World_Drug_Report_2021_Set_of_5_Booklets.html?hl=&id=LMNdEAAAQBAJ

Fuente: Psychcentral

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Evaluación neuropsicológica infantil: CUMANIN-2

  • David Aparicio
  • 08/03/2022
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En este video de TEA Ediciones, aprenderás los conceptos generales de la evaluación neuropsicológica infantil mediante el CUMANIN-2.

Características del CUMANIN-2

El Cuestionario de Madurez Neuropsicológica Infantil-2, es un sistema integrado de exploración neuropsicológica que permite evaluar, de forma sencilla y eficaz, diversas áreas que son de gran importancia para detectar posibles dificultades del neurodesarrollo en unas edades que, por coincidir con el inicio de la etapa escolar, son esenciales en el proceso madurativo de los niños y las niñas.

Esta herramienta permite evaluar tres grandes áreas mediante 11 pruebas principales y 3 adicionales:

  • Desarrollo sensomotor: Atención; Psicomotricidad, Estructuración espacial, Visopercepción y Ritmo.
  • Memoria y aprendizaje: Memoria visual y Memoria verbal.
  • Lenguaje: Lenguaje articulatorio, Lenguaje expresivo, Lenguaje comprensivo y Fluidez verbal.
  • Pruebas adicionales: Lectura, Escritura y Lateralidad.

Con toda esta información los psicólogos pueden integrar toda la información en un completo perfil de resultados que ofrece una panorámica de las fortalezas y las áreas de mejora individuales que presenta la persona evaluada.

Puedes acceder a más webinars gratuitos directamente desde la página oficial de TEA Ediciones.


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Registro de historia clínica para adultos (PDF)

  • David Aparicio
  • 08/03/2022

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Hemos preparado un documento para ayudarte a organizar la historia clínica del paciente. El recurso puede ser muy útil para los terapeutas que recién empiezan o aquellos con experiencia que quieren simplificar sus archivos de admisión, sin perder la rigurosidad.

La historia clínica está preparada en formato PDF y en Microsoft Word, e incluye las siguientes secciones:

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  • Análisis

Tratamiento de la postergación: La perspectiva experimental

  • José Dahab
  • 08/03/2022

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Es frecuente que la postergación sea una conducta problema que se presenta con mucha frecuencia, incluso en diagnósticos variopintos como los trastornos de ansiedad, depresión, esquizofrenia, trastornos adaptativos, adicciones, etc.

La hipótesis del «boicoteador» es una de las tantas teorías simplistas que aluden a la existencia de un «hombrecillo» dentro que no desea ejecutar. La «fuerza de voluntad» es una forma de enunciación de la cultura, cuando no se realiza acciones en determinada dirección.

Lamentablemente, ser consciente o inconsciente de la postergación, desear o no, no es condición suficientemente para la modificación de la conducta. Es una teoría bella, pero muy simplista

Veremos en el presente artículo variables generales que se aplican en tratamientos psicológicos basados predominantemente en la perspectiva experimental y en modelos de condicionamiento. Estas variables no son meras ideas del terapeuta de turno y no dependen de ninguna terapia, escuela u orientación de psicoterapia. Son aplicaciones de los principios de aprendizaje y conducta, es decir de la psicología.

Reforzamiento de lo pendiente

Una manera de reducir la postergación, es generar la «estimulación»; es decir, ejecutar algo pendiente antes que una conducta placentera. Si está pendiente leer, estudiar solo 2 páginas y luego ver 15 minutos de serie, escribir antes de almorzar. También puede hacerse simultáneamente. Es hacer bicicleta fija decir estudiar y ver TV., etc.


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Para que un reforzador positivo genere efectos en la conducta pendiente es necesario que se presente luego de ella. Si el reforzador positivo aparece indiscriminadamente cuando se está recostado en la cama, cuando se está sentado viendo el celular, o ante conductas pasivas en general, pierde potencia, es decir pierde efecto de reforzamiento cuando se quiera asociar. Para la reducción de la postergación, primero lo pendiente luego lo placentero.

Ejecución de actividades simples para iniciar

Para disminuir la postergación es útil imaginar que se realizará acciones simples. Y luego se hará lo placentero. Ej. Leer una página, luego desayunar; caminar una cuadra, luego ver el celular; Pagar un solo impuesto, luego ver serie.

Es frecuente que la acción inicial derive en mayor cantidad de ejecución. Por ejemplo: Si imagino que se lavará los dientes solo 5 segundos, pero se realizó más de un minuto. Si imagino que se guardará solamente una prenda, pero se guardaron cinco. Si imagino que se lavará solo un plato, aunque durante la ejecución se lavaron todos.

Dicho en criollo, cuesta más el arranque de la posterior ejecución. Dar el paso inicial, es lo más difícil. Una vez realizado, las consecuencias de reforzamiento, van manteniendo la actividad.

Privación del reforzamiento

Privar de acceso a reforzamiento a determinadas conductas de ocio, incrementa la probabilidad de ejecutar conductas diferentes. Si se está mucho tiempo viendo series, YouTube, TV, memes, etc. Apagar las pantallas, es privar el reforzamiento del ocio. Esto incrementa la probabilidad de ejecución de postergaciones ej. cocinar, estudiar, pagar servicios, guardar la ropa, etc. El cerebro propicia la actividad y la conducta de ocio, disminuye. Una vez ejecutado lo pendiente, se tiene acceso al reforzamiento, a la ejecución de actividades placenteras.

Magnitud de la conducta

Para reducir la postergación, es necesario imaginar que se harán conductas mínimas, concisas, breves. Si imagina que la conducta requiere mucho esfuerzo, disminuye la probabilidad de ejecutarse. «Me da paja», «No tengo ganas», «No tengo fuerzas», etc. son verbalizaciones típicas de los casos de depresión.

La instrucción es: no imagine que lavará todo, imagine que lavará un solo plato; no imagine que guardará toda la ropa, imagine que guardará solo una prenda; no imagine que caminará 20 cuadras, sino una; no imagine que se lavará los dientes 3′, sino 30″; no imagine que estudiará todo el capítulo, imagine que leerá solo dos párrafos; no imagine que hará todos los pagos, sino que solo pagará un impuesto; etc.; una vez realizada dicha unidad de conducta pendiente, realice una actividad placentera.

Motivación: “la trampa de las ganas”

«No tengo ganas, «no lo siento», «no me fluye», «me da paja», etc. Estas frases son ejemplos de cómo las personas esperan sentir emoción para hacer una actividad pendiente. La conducta es espontánea, cuando hay una necesidad, ejemplo, hace mucho calor, se está transpirado, entonces el cuerpo transpira e instiga el baño, la ducha, la pileta, etc. Hay una fecha de vencimiento, y ese estímulo instiga el pago de un impuesto. Al otro día es el examen, se estudia espontáneamente más que cuando falta dos meses para el mismo. Eso es normal, grosso modo, la conducta es función del estímulo. Obviamente, para reducir el estrés, se sugiere no postergar y no dejar todo para último momento. En el consultorio no se utilizan palancas ni se dan reforzadores cada vez que el paciente dice que hizo algo. La conducta emitida incrementa su ocurrencia, pues conduce a resultados inherentes a su ejecución. Por ejemplo: Una persona estudia más, debido a que en los exámenes obtiene buenas calificaciones. Una persona va al gimnasio debido a que baja de peso. Se guarda la ropa, para que la misma no se arrugue, etc.

Es decir, muchas conductas se ejecutan «sin ganas». Lo que suele ocurrir es que cuesta el arranque, aunque luego de emitida la conducta, se incrementa el deseo de permanencia y ejecución de la actividad pendiente. Lo que significa que no hay que esperar a que aparezcan espontáneamente las ganas, el deseo, la motivación.

Cuando las personas dicen, «no tengo fuerzas» es necesario que imagine antes de la ejecución, conductas mínimas. Ej. Lavaré un solo plato, estudiaré una página, caminar solo una cuadra, etc. La improvisación y las unidades de conducta, disminuyen la sensación de esfuerzo que conlleva hacer todo junto. Entonces, esperar las ganas espontáneas, es un error, pues estas no aparecerán si no hay una necesidad orgánica o ambiental situacional. Es a la inversa, las ganas, vendrán después, con la ejecución. Como se dice popularmente, «las ganas vienen haciendo”. En el marco de la intervención es un error técnico frecuente es decirle al paciente que accione si tiene motivación, omitiendo que no ejecuta no porque no lo desee o sea consciente o inconsciente de eso, sino porque no puede.

Conductas mínimas e inmediatas

Para el hábito de posponer, un error frecuente es imaginar que se hará todo junto. Ej. Se pagarán todos los impuestos, se acomodará toda la casa, se estudiará 3 horas, etc. Error. Es necesario imaginar ejecuciones simples, concisas. Imaginar conductas de alto esfuerzo, disminuye la improvisación. A medida que se ejecute unidades de conducta simples, habrá reforzamiento de las consecuencias ambientales. Y luego vendrá un cambio emocional. De modo muy estrecho a esta instrucción, la Inmediatez, la improvisación y la brevedad en ejecución son muy útiles, para iniciar la actividad pendiente. Como dice el refrán “para hacer un largo camino, hay que dar el primer paso”. En problemas simples, cotidianos, es más útil «No pensar demasiado» y hacer ahora y conciso.

¿Emoción o ejecución?

Las emociones nos indican que camino acercarse y cuál alejarse. Eso es normal. Aunque a veces, las emociones son efecto de interpretaciones y esa expectativa errónea, puede activar emociones que son conceptualizadas como «negativas».

En el análisis funcional de la conducta, el nivel de respuesta emocional, es considerado, para la ejecución o evasión de acciones. Por supuesto, su modificación es alcanzable mediante la aplicación de procedimientos cognitivos y conductuales.

Ejemplos:

  • Entre 3 y 5 respiraciones largas y lentas, cortan una crisis de pánico.
  • “Toda mi vida es un fracaso» modificarlo por «éxito y fracaso, son relativos, depende desde que punto de vista se evalúe», modifican el pensamiento condenatorio y condicional que tiene el paciente con depresión.
  • No esperar a que aparezca el deseo, las ganas, la motivación (emociones), y ejecutar brevemente, conduce no solo a reducir la postergación, sino a un cambio favorable en la emoción posteriormente.

En estos ejemplos, vemos como la emoción puede bloquear, paralizar, inhibir, las acciones. Cuando más se acciona y se expone a las contingencias de reforzamiento, mejor cambio emocional. Cuando la emoción interfiere en la exposición a las contingencias, esa interferencia no es estrictamente efecto de la postergación. Afortunadamente en la mayoría de los casos las personas postergan en ausencia de ansiedad o fobia que derive en evitación y escape. Excepto esos casos, es necesario ejecutar con o sin emoción.

El poder de la situación

Siempre se puede hacer mejor o peor. En la mente, imaginamos las condiciones ideales. Pero las acciones, dependen mucho de la situación proximal, del estímulo presente. Debido a ello, imaginar en exceso soluciones a problemas simples, es un «arma de doble filo» y tiende a incrementar, la postergación. La ejecución simple y el ensayo de conducta, debe ser gradual, concisa, breve; la exposición racional a las contingencias permitirá de a poco la mejora en la experiencia, no en la imaginación. En términos populares, se dice: “Hazlo, con dudas, con miedo, con «errores», sin ganas, hazlo. No hay momento como el presente, hazlo”.

Limitaciones de la actitud vs. el comportamiento

En accidentologia, es frecuente que los operarios respondan correctamente a los cuestionarios, escalas y exámenes de seguridad. Por contraste, si bien son conscientes de las consecuencias, no utilizan protectores auditivos, no realizan movimientos aptos para prevenir lesiones en su espalda, no utilizan casco, etc. Es decir, en la exposición a las contingencias, emiten conductas de riesgo, independientemente de la conciencia de ellas. En el ámbito clínico, el informe verbal del paciente, es importante y es escuchado y valorado, aunque no necesariamente lo que la persona dice, es una muestra de lo que la persona hace. En la postergación esa diferencia es notoria. La persona anuncia lo que hará, pero en los hechos, no ejecuta las actividades pendientes.

“Hazlo, con dudas, con miedo, con «errores», sin ganas, hazlo. No hay momento como el presente, hazlo”.

Por eso, en la clínica, no debe perderse la visión de amplio espectro del caso, más allá de las buenas intenciones verbales del paciente. Decir “lo haré”, “voy a hacer eso”, etc. no implica necesariamente que la acción del sujeto correlacione con su anuncio. Es decir, la postergación sucede independientemente de los valores, creencias, verbalizaciones acordes con dejar de hacerlo.

Superación de obstáculos

Es imposible una vida sin obstáculos. Siempre aparecerán. Situaciones menores, cotidianas y triviales, como arreglos de la casa, inconvenientes con un trámite, mala señal de wifi, etc. También aparecerán ante temas de mayor complejidad, como los problemas laborales, exámenes, de pareja, accidentes, enfermedades, problemas de familia, etc.

En todos, tarde o temprano, es necesaria la ejecución y la exposición racional a las contingencias. El afrontamiento de los mismos, disminuye el estrés que genera su postergación.

En obstáculos menores, la aproximación a la situación, moldeará el comportamiento para su resolución. Afortunadamente, la mayoría de obstáculos se superan, si se afronta los mismos. El cerebro está diseñado para la acción y la resolución de problemas.

Es decir, para su resolución, es necesario no esperar aparición de obstáculos y aceptar los mismos para afrontarlos y dejar de postergarlos.

Primero lo pendiente, luego lo placentero

Es una secuencia típica para reducir la postergación. Es frecuente que las personas hagan al revés. Ven Instagram, YouTube, TV, series, escuchan música, comen, descansan, juegan, etc. en vez de ejecutar actividades pendientes. Cuando vencen los plazos, vencimiento, fechas límite, etc. accionan bajo presión del estímulo.

Debido a ello, es necesario que el reforzamiento se dé luego de la ejecución. Si se estudia 20 minutos, se podrá ver el celular unos 20 minutos. Si se lava los platos, se podrá ver una serie en Netflix. Si se hace una transferencia bancaria, luego se puede ver Facebook.

Una vez respetada esa secuencia, se incrementará la probabilidad de ejecución de conductas. Debido a este detalle, es necesario primero efectuar una actividad pendiente, luego una placentera. Esta secuencia naturalmente, no sucede. Es decir, si se efectúa a la inversa, probablemente, se postergue.

Fácil es decirlo, generalmente las personas son muy conscientes de lo que postergan. O sea, que sea consciente o inconsciente de dejar «todo para último momento», se posterga igual. Una forma de arrancar, es imaginando que se hará poco. Es decir, unidades de conducta simples, breves, concisas. Ejemplo: Estudiar solo una página, luego ver 5′ una parte de la serie. Ver solo 5′ del curso virtual, luego 5′ ver video en YouTube. Ver la bandeja de entrada de emails, responder solo un mensaje, luego ver TV., etc. Caminar solamente una cuadra, luego ver el celular. Etc.

Para disminuir la postergación se aplica el Principio de Premack. Si se ejecuta conductas pendientes y luego conductas más frecuentes, se produce un incremento de actividades. Antes de ejecutar conductas de alta ocurrencia, es necesario hacer conductas pendientes. Si se realiza a la inversa, el reforzamiento inhibe la ejecución de actividades pendientes. Primero ver los mails de trabajo, luego ver YouTube. Además, no es necesario hacer todo junto. Intercalar unidades de conducta y reforzadores, también reduce la postergación. En otros términos: Primero lo pendiente, luego la actividad placentera. Por otra parte, la conducta pendiente, es conveniente que sea simple, concisa.

Como planteé más arriba, también intercalar conducta pendiente/conducta placentera, tiende a aumentar la ejecución. Estos ejemplos muestran que la magnitud y el esfuerzo que implica la conducta, son variables a disminuir. Repetir esta secuencia, hará que se incremente la probabilidad de ejecución de lo pendiente.

Soluciones: próximas y distales

Una gran cantidad de respuestas se ejecutan ante la presencia de estímulos próximos. La conducta, especialmente, la cotidiana, es función de las situaciones inmediatas. Por supuesto, también el cerebro, posee la función puede pensar los estímulos distales, es decir, las expectativas o no de reforzamiento. En las situaciones próximas, ante problemas de fácil resolución, la improvisación, la inmediatez, la ejecución breve y simple de conductas, reduce la postergación. En las situaciones más difíciles, ante problemas de mayor complejidad, «pensar», es una función del cerebro que es útil, para la posterior ejecución.

Ambas funciones son necesarias. La psicología, mediante el análisis funcional de la conducta específica, identifica las situaciones-problema a afrontar. En los casos de postergación las acciones de los problemas proximales, se “dejan para después”.

Ansiedad a rendir exámenes

Es frecuente que se presenten ansiedad ante los exámenes. Obviamente, es una situación de evaluación y en sí misma es un estresor. Eso es esperable.

En algunos casos esa respuesta de ansiedad es exacerbada y el estudiante evita el examen. En esos casos, la evitación refuerza la postergación, pues disminuye la tensión y la ansiedad. Es de esperar que los exámenes orales, generen mayor ansiedad que los escritos.

En ambos casos para el tratamiento de esa fobia, se aplica desensibilización y exposición graduada. Generalmente, se llevan a cabo ensayos de conducta gradual que reproducen la situación de examen. Tales ensayos permiten que el alumno perciba y expresé el material estudiado en situaciones semejantes ante el estímulo que afrontará. Obviamente, es necesario estudiar los contenidos de los temas del examen. Si el alumno tiene ansiedad, y además no estudia, la misma seguirá afectando su ejecución. En los casos de postergación de estudio, ese factor también aumenta su ansiedad. La postergación del estudio aumenta el estrés. Los tratamientos psicológicos están orientados no solo para que el alumno apruebe, sino que modifique sus hábitos que interfieren con el afrontamiento emocional y la exposición. En este ejemplo se grafica que en muchos casos se da al revés. La ansiedad es efecto de la postergación. Más postergación de estudio, más ansiedad ante exámenes.

Es un problema y frecuente la postergación, de conducta de estudio ante los exámenes. Se presentan dos aspectos: interferencias emocionales e interferencias motoras.  Las fechas límite, los plazos de exámenes, reducen la probabilidad de postergación motora, pero aumentan la ansiedad, que en muchos casos puede ser exacerbada e interferir en el estudio. Además, la postergación las semanas previas tiende a incrementar las respuestas de ansiedad también y máxime ante la inminencia de la fecha límite. Es decir,  el alumno sentirá respuestas de mayor estrés, si acumula excesiva cantidad de material de estudio los días previos al examen. Las fechas son estímulos que instigan conductas. Por condicionamiento respondiente y operante, se deja de postergar el estudio, debido a que se aproxima la fecha de examen. Si se estudia con antelación, ej. 2 meses antes y de modo gradual, se reduce el estrés que genera el examen. Si se estudia los días previos aumenta la respuesta de ansiedad y estrés. Entonces, disminuir la postergación es efecto de no esperar las «ganas». Accionar bajo presión es efecto de la premura en la fecha de examen.

Los programas conductuales contemplan ambos momentos: la antelación y el manejo de la ansiedad en los días previos al examen. La postergación tiende a disminuir espontáneamente cuando se acerca la fecha límite. Es la diferencia entre esperar el efecto del «estímulo-gatillador» (condicionamiento respondiente) para responder, a accionar con antelación sin esperar el efecto natural del mismo (condicionamiento operante).

Ejecuciones espontáneas y breves

Un error es proponer al paciente con postergación, realizar todo junto. Estudiar todo un capítulo, ordenar toda la casa, guardar toda su ropa, lavar todos los platos, pagar todos los impuestos juntos, etc.

En cambio, si la persona imagina que estudiará solo un párrafo, que guardará en el placard solo una prenda, que llevará solo uno de los platos, pagar un solo impuesto, es decir, ejecutar conductas mínimas, espontáneas y breves, reduce su probabilidad de postergación.

Las ejecuciones simples y pequeñas, no ideales, con errores, con dudas, conducen a accionar más que pensar en exceso una situación cotidiana a resolver. Las aproximaciones graduales son un criterio esencial de la aplicación de varias técnicas conductuales.

Improvisación: hacerlo simple

Las ejecuciones deben ser breves, concisas. Si se imagina, que la conducta a ejecutar, es muy extensa, requiere mucho esfuerzo, se posterga. Y se ejecuta, con más estrés, cuando la fecha límite, obliga a llevarla a cabo.

En postergaciones de conductas cotidianas y simples, no esperar el momento ideal y hacerlo breve, propicia la ejecución.

La improvisación conductual es una instrucción de ensayo de conducta gradual.

  • No esperar a que aparezcan las ganas.
  • Hacerlo con errores.
  • Hacerlo con dudas.
  • No esperar el momento ideal.
  • Ejecutar unidades simples de conducta.

Si bien, cuesta el arranque, la acción es reforzada por las consecuencias benéficas que siguen a las mismas. «Échale ganas», «ponte las pilas», «ten fuerza de voluntad», «móvete», etc. son ejemplos de frases motivacionales para no postergar. Las intenciones son buenas, pero es muy simplista. Ser consciente de las contingencias no es necesariamente suficiente para cambiar la conducta. Ej. Se le puede informar a la persona que si no se lava los dientes por la noche, los restos de comida pueden provocar en el futuro, caries. La instrucción deriva de esa información del odontólogo. Sin embargo ser consciente de esa consecuencia, no necesariamente conduce a cepillarse los dientes. Para aumentar esa probabilidad es necesario que: El sujeto, imagine ejecuciones muy simples. Ej. No que imagine que se cepillara 2 minutos, sino solo 15 segundos. El esfuerzo imaginado de alta magnitud y esfuerzo, tiende a postergar. Por el contrario, imaginar que la Conducta será breve y concisa, tiende a ejecutar la misma. Luego de la ejecución diaria, la conducta «lavarse los dientes» se mantiene por sus consecuencias intrínsecas hasta que se forma el hábito. Las aproximaciones graduales aumentan la probabilidad de ejecución. Luego la práctica genera consistencia. En términos vulgares: «Al principio me repugnaba, luego me acostumbré, ahora me gusta».

Sintetizando las variables principales que se han reseñado en este artículo. Recuérdese que las mismas, como ha sido delimitado previamente, son aplicaciones de la perspectiva experimental en Psicología. Especialmente provienen de los principios de aprendizaje y conducta. No son simples tips, sino que son instrucciones de tratamiento que obviamente requieren evaluación previa y análisis funcional del caso. Como síntesis general se resumen las pautas generales.

  • Inmediatez y mínima magnitud de respuesta. Ej. «Ahora»; Improvisación e Imaginar que se hará poco esfuerzo. Ej. Lavar un plato, no todos.
  • Primero lo pendiente luego el placer.
  • Hacerlo con dudas, con errores, con miedo.
  • No esperar las condiciones perfectas ni el momento adecuado, generalmente no vendrá.
  • Acercarse a la situación.
  • Control de estímulo precedente. Ej. Estudiar en un bar sin llevar el celular.
  • Primero lo pendiente, luego lo placentero.
  • Reforzamiento simultáneo si es posible
  • Gradualidad. Hacer lo más simple primero, luego pasar a lo más complejo.
  • Privación del reforzamiento
  • Ante temas específicos que obstaculicen y posterguen la implementación de la solución, recurrir a personas especialistas en la temática (plomero o profesor particular, etc.).
  • Compañía para no postergar.
  • Auto Poner fecha límite sirve (no esperar pasivamente la fecha límite).
  • Avanzar por partes.
  • Asociar pendiente con hábitos fijos. Ejemplo: leer antes de beber; Leer mientras se come algo.
  • Reforzamiento por haber hecho lo pendiente. Ej.: Primero estudiar, después salir.
  • Ante obstáculos, reforzamiento mental, verlos como «desafíos» a afrontar.
  • Hacerlo sin motivación espontánea, sin emoción, sin ganas.

Estas pautas generales se aplican con frecuencia en los tratamientos para abordar la postergación. Obviamente, tales instrucciones deben adaptarse según el análisis funcional del caso por  caso. En este artículo se han reseñado los elementos generales para modificar la conducta de postergación.

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