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Equipo de Redacción

534 Publicaciones
Equipo editorial de Psyciencia.com
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Los niveles subclínicos de ansiedad y depresión también elevarían la gravedad de los trastornos alimentarios

  • Equipo de Redacción
  • 28/04/2022

Muchos adultos jóvenes luchan contra los trastornos alimentarios, que pueden provocar problemas de salud duraderos o incluso la muerte. La intervención y tratamiento tempranos son proporcionan los mejores resultados para las personas que batallan con estos trastornos. Investigaciones anteriores han encontrado una fuerte correlación entre los trastornos de ansiedad y depresión mayor, y tasas más altas de comportamiento compatibles con trastornos alimentarios. Un estudio reciente encontró que incluso los niveles subclínicos de ansiedad y depresión pueden estar relacionados con los trastornos alimentarios (Eck & Byrd-Bredbenner, 2021), y son capaces de influir en la calidad de vida de las personas de manera similar a la ansiedad o la depresión diagnosticadas formalmente. 

Qué metodología usaron

La muestra de esta investigación estuvo constituida por una población universitaria debido a sus altas tasas de depresión, ansiedad y trastornos alimentarios. En total, participaron 1792 estudiantes universitarios de entre 18 y 25 años. Todos ellos completaron medidas sobre el trastorno de ansiedad generalizada, la depresión clínica y los trastornos alimentarios. La medida del trastorno alimentario se separó en subescalas, que incluían preocupaciones sobre la alimentación, preocupaciones sobre la forma, preocupaciones sobre el peso, atracones, conductas de purga y restricción de alimentación.

Qué encontraron

Tras analizar los datos, surgieron los siguientes resultados:

  • A medida que aumentan la ansiedad y la depresión, también aumenta la gravedad del trastorno alimentario. Esto es consistente con investigaciones previas que mostraron que la ansiedad y la depresión por separado están asociadas con más comportamientos de trastornos alimentarios. 
  • Asimismo, los niveles subclínicos de ansiedad y depresión también se asociaron con una mayor gravedad en los comportamientos compatibles con trastornos alimentarios. 

Esta investigación sugiere que los niveles de ansiedad y depresión deben medirse cuando a una persona se le diagnostica un trastorno alimentario o muestra algún comportamiento relacionado con los trastornos alimentarios. Esto podría conducir a un tratamiento más eficaz y completo.

En cuanto a las limitaciones del estudio, los investigadores señalan que es una investigación transversal y que utilizó solo estudiantes universitarios de una universidad específica. Las medidas utilizadas fueron el autoinforme, que puede ser menos preciso debido a los sesgos de deseabilidad social.

Referencia bibliográfica: Eck, K. M., & Byrd-Bredbenner, C. (2021). Disordered eating concerns, behaviors, and severity in young adults clustered by anxiety and depression. Brain and Behavior, 11(12), e2367. https://doi.org/10.1002/brb3.2367

Fuente: Psypost

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Las personas con mayor nivel de neuroticismo se perciben a sí mismas como mayores

  • Equipo de Redacción
  • 28/04/2022

Un estudio reciente encontró que la personalidad y la edad subjetiva están relacionadas. Así, las personas con mayores niveles de neuroticismo se perciben a sí mismas como mayores. Esto es importante porque percibirse como de más edad que la real se relaciona con problemas de salud, deterioro cognitivo y deficiencias (Stephan et al., 2022). Por el contrario, sentirse más joven de la edad real se asocia con numerosos resultados positivos, por ejemplo, tienden a presentar mejor salud en términos de biomarcadores asociados con el envejecimiento, la salud funcional y la percepción de su salud, así como menos síntomas depresivos.

Qué metodología usaron

Con el objetivo de estudiar la asociación entre los rasgos de personalidad y la edad subjetiva, el equipo de investigadores realizó un estudio centrándose en el modelo de personalidad de los «Cinco Grandes», que abarca el neuroticismo, la extroversión, la apertura, la amabilidad y la escrupulosidad.

Los participantes procedían de las muestras de graduados y hermanos del Estudio Longitudinal de Wisconsin, el Estudio Longitudinal Inglés del Envejecimiento, la Encuesta de la Edad Media en los Estados Unidos, el Estudio de Salud y Jubilación y el Estudio Nacional de Tendencias de Salud y Envejecimiento. El criterio de inclusión respondía a si tenían datos disponibles sobre los cinco factores de personalidad, la edad subjetiva y las características demográficas (p. ej., edad, sexo, educación). 

La información demográfica, los rasgos de personalidad y la edad subjetiva se evaluaron al inicio del estudio, mientras que la edad subjetiva se evaluó nuevamente en las últimas tres muestras aproximadamente de 4 a 20 años después.

Las muestras combinadas incluyeron a más de 30.000 participantes, con edades entre 46,9 y 78,9 años. Los mediadores potenciales de la relación entre la personalidad y la edad incluyeron salud autoevaluada, actividad física, síntomas depresivos y condiciones crónicas, y se evaluaron al inicio del estudio.

Los participantes calificaron numerosas afirmaciones descriptivas como «¿hasta qué punto está de acuerdo con que se ve a sí mismo como alguien que se preocupa mucho?», «¿diría que su salud es excelente, muy buena, buena, regular o mala?» , o “¿hasta qué punto está de acuerdo en que se ve a sí mismo como alguien que hace las cosas de manera eficiente?” 

Los investigadores controlaron estadísticamente el sexo, la edad, la educación y la raza, dado que investigaciones previas confirmaron asociaciones entre estos marcadores demográficos y la edad subjetiva.

Qué encontraron

Mientras que el neuroticismo estaba relacionado con una edad subjetiva mayor, la extroversión, la apertura, la amabilidad y la escrupulosidad estaban asociadas con una edad subjetiva más joven. En contraste con las hipótesis de los investigadores, los análisis longitudinales en dos de las muestras revelaron que un menor neuroticismo y una mayor extroversión, amabilidad y escrupulosidad se asociaron positivamente con sentirse cada vez más mayores con el tiempo. Sin embargo, esta relación era muy pequeña. Asimismo, la relación entre personalidad y edad subjetiva fue independiente de la edad cronológica.

Un análisis de mediación indicó que el neuroticismo y la edad subjetiva estaban en parte relacionados a través de vías conductuales y relacionadas con la salud. Esto tiene sentido, dado que el neuroticismo se asocia con más limitaciones funcionales, peor salud subjetiva y niveles más bajos de actividad física, lo que probablemente contribuya a sentirse mayor.

En línea con esto, una mejor salud percibida, condiciones crónicas más bajas, síntomas depresivos más bajos y actividad física más frecuente explican parte de la relación entre mayor extroversión, apertura y escrupulosidad, y una edad subjetiva más joven.

Los investigadores señalan que «la causalidad no se puede establecer con un diseño observacional». En otras palabras, a pesar de que la personalidad predice la edad subjetiva, también son posibles las relaciones recíprocas, en las que la edad subjetiva predice cambios en la personalidad. Por otro lado, solo una de las seis muestras no era estadounidense. Por lo tanto, se necesita más investigación para determinar si este hallazgo se extiende a otras culturas.

Referencia bibliográfica: Stephan, Y., Sutin, A. R., Kornadt, A., Canada, B., & Terracciano, A. (2022). Personality and subjective age: Evidence from six samples. Psychology and Aging. https://doi.org/10.1037/pag0000678

Fuente: Psypost

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Encuentran relación entre el abuso emocional sufrido en la infancia, el consumo problemático de alcohol y el insomnio

  • Equipo de Redacción
  • 27/04/2022

El abuso emocional es la forma más común de maltrato infantil y, aunque sea considerado uno de los tipos más leves de abuso, tiene consecuencia en la salud física y mental de quien es víctima. Recientemente, un estudio encontró que las personas que sufren abuso emocional durante la infancia experimentan más insomnio y, a su vez, más problemas relacionados con el alcohol durante la edad adulta. Abordar el trauma infantil puede ser una vía de tratamiento para el consumo desregulado de alcohol (Noudali et al., 2022).

La teoría de la hiperexcitación dice que las personas que sufren traumas a menudo experimentan trastornos del sueño debido a que el trauma activa la respuesta de lucha o huida del cuerpo, lo que enciende el eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal (HPA) y el sistema nervioso simpático e interfiere con la calidad del sueño.

A su vez, parece haber una conexión entre el insomnio y los problemas relacionados con el alcohol. Por ejemplo, existe alguna evidencia de que el insomnio hace que las personas sean más susceptibles a las repercusiones negativas del alcohol. 

Qué metodología usaron

Con el objeto de averiguar si el insomnio provocado por un trauma infantil podría contribuir a problemas con la bebida en la edad adulta, el equipo de investigadores realizó un estudio que contó con una muestra de 941 estudiantes universitarios, a quienes se les pidió que respondieran una serie de cuestionarios. Estas encuestas incluyeron una evaluación del trauma infantil que midió el abuso físico, sexual y emocional, y la negligencia física. La encuesta también evaluó la presencia de familiares que brindan apoyo emocional, el insomnio y los problemas con el alcohol.

Qué encontraron

Tras analizar los datos hallaron que los estudiantes con experiencias de abuso emocional durante la infancia tenían puntajes más altos de insomnio y control deficiente sobre el consumo de alcohol. A su vez, bebieron más alcohol en la edad adulta y experimentaron más problemas relacionados con el alcohol. Esto sugiere que el control deficiente podría ser un proceso que vincula el insomnio con problemas para regular la ingesta de alcohol.

Si bien se considera una de las formas más leves de abuso, la gente subestima el poder de las palabras y el abuso emocional. Las palabras pueden quedarse grabadas en la mente de alguien durante mucho tiempo. Es posible que esas palabras hirientes hagan que sea más difícil conciliar el sueño para algunas personas.

Ni el abuso físico ni la negligencia física se asociaron significativamente con el insomnio, aunque la negligencia física se vinculó con un control deficiente sobre el consumo de alcohol. Esto sugiere una conexión específica entre el abuso emocional y el insomnio. “La naturaleza más dirigida del abuso emocional puede inducir una respuesta de estrés que resulte en hiperexcitación”, escribieron los investigadores. “Posiblemente, las personas abusadas emocionalmente podrían reflexionar más sobre sus conversaciones desagradables mientras intentan relajarse y dormir”.

Acumular insomnio sobre el maltrato infantil produce una «tormenta perfecta de factores de riesgo» que allana el camino al abuso del alcohol. Abordar el abuso emocional en la terapia puede ser una forma de abordar el abuso del alcohol, sostuvieron los autores.

Los investigadores señalaron que la investigación futura debería incluir medidas de biomarcadores, como la activación del eje HPA o las concentraciones de hormonas, para ayudar a determinar si la hiperexcitación está impulsando el vínculo entre el trauma infantil y el insomnio. Por otro lado, la muestra se limitó a estudiantes universitarios, una población que tiende a tener niveles más bajos de abuso físico comparados con la población general.

Referencia bibliográfica: Noudali, S. N., Patock-Peckham, J. A., Berberian, S. L., Belton, D. A., Campbell, L. E., & Infurna, F. J. (2022). Does insomnia mediate the link between childhood trauma and impaired control over drinking, alcohol use, and related problems? Addictive Behaviors Reports, 15, 100402. https://doi.org/10.1016/j.abrep.2021.100402

Fuente: Psypost

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Consumir café podría proteger contra la enfermedad de Alzheimer

  • Equipo de Redacción
  • 27/04/2022

La enfermedad de Alzheimer (EA) es una forma de demencia que implica pérdida progresiva de la memoria y deterioro cognitivo. Se cree que esta neurodegeneración es causada por la acumulación de una proteína llamada Aβ-amiloide que provoca inflamación en el cerebro. Los estudios científicos han descubierto evidencia prometedora de que el consumo de café podría reducir el riesgo de Alzheimer. El presente estudio siguió a una muestra de adultos mayores durante 10 años y encontró que aquellos que consumían más café mostraban deterioro cognitivo más lento, acumulación más lenta de Aβ-amiloide y menor probabilidad de enfermedad de Alzheimer (Gardener et al., 2021).

Por qué es importante

En ausencia de tratamientos efectivos que modifiquen la enfermedad de Alzheimer, los investigadores buscan factores de riesgo modificables que podrían retrasar la aparición de la enfermedad. Incluso un retraso de 5 años tendría un enorme beneficio social y económico. Las modificaciones alimenticias son generalmente accesibles para todos, además de ser menos costosas que los medicamentos y presentar menos efectos secundarios.

Qué metodología usaron

El equipo de investigadores examinó datos longitudinales de un estudio más grande llamado Estudio australiano de imágenes, biomarcadores y estilo de vida sobre el envejecimiento (AIBL). Una muestra de 227 adultos mayores que tenían un promedio de 69 años al inicio completaron cuestionarios que incluían una pregunta sobre sus hábitos de consumo de café.

Los participantes también completaron una batería de cuestionarios que evaluaron seis dominios cognitivos: memoria de recuerdo episódico, memoria de reconocimiento, función ejecutiva, lenguaje, atención y velocidad de procesamiento, así como el Compuesto Cognitivo Preclínico de Alzheimer (CCPA) del AIBL. Estas evaluaciones cognitivas se completaron al inicio y luego nuevamente hasta en siete ocasiones diferentes durante un período de 10 años.

A lo largo de los 10 años, un subconjunto de participantes también se sometió a múltiples exploraciones por imágenes de resonancia magnética (IRM) para medir los cambios de volumen cerebral y exploraciones por medio de tomografía por emisión de positrones (PET) para evaluar la acumulación de Aβ-amiloide. Estos escaneos también se tomaron hasta en siete ocasiones diferentes.

Qué encontraron

  • Los participantes que bebieron más café mostraron un deterioro cognitivo más lento a lo largo de los 10 años en los dominios de la función ejecutiva y la atención. 
  • También mostraron una disminución más lenta según el CCPA del AIBL. 
  • Los participantes que bebieron más café, a su vez, tenían menos probabilidades de pasar de su estado «cognitivamente normal» al inicio a un estado de «deterioro cognitivo leve» o «EA» durante el período de estudio.
  • Un análisis de las tomografías PET reveló además que beber más café se asoció con una acumulación más lenta de Aβ-amiloide en el cerebro y un menor riesgo de alcanzar un estado de carga de Aβ-amiloide «moderado», «alto» o «muy alto». 
  • Las resonancias magnéticas revelaron que la ingesta de café no estaba relacionada con la atrofia del volumen cerebral.

Estos resultados sugieren que el consumo de café podría proteger contra el deterioro cognitivo al ralentizar la acumulación de Aβ-amiloide en el cerebro y mejorar “la neurotoxicidad asociada con el estrés oxidativo y los procesos inflamatorios mediados por Aβ-amiloide”. Por lo tanto, sugieren que la ingesta habitual de café podría servir como un factor de estilo de vida que puede retrasar la aparición de la enfermedad de Alzheimer.

Estiman los autores que si la taza promedio de café que se prepara en casa es de 240 g, aumentar la ingesta de una a dos tazas por día podría proporcionar hasta un 8 % de disminución de la función ejecutiva durante un período de 18 meses, y hasta un 5 % disminución en la acumulación de Aβ-amiloide cerebral (la proteína pegajosa que se agrupa en el cerebro matando neuronas, en la enfermedad de Alzheimer) durante el mismo período de tiempo. Queda pendiente de investigación encontrar una cantidad máxima de tazas de café beneficiosas para este fin. Probablemente, habrá un límite a partir del cual más tazas no producirán más efectos positivos.

Resaltan los autores que las recomendaciones futuras también tendrían que personalizarse para el individuo, teniendo en cuenta cualquier otra condición médica que pueda hacer que no sea aconsejable aumentar el consumo de café.

Los investigadores también señalaron que se necesitaría evidencia adicional de estudios de intervención longitudinal para corroborar estos hallazgos. Si bien los autores del estudio dicen que no está claro qué ingrediente del café es responsable de estos efectos neuroprotectores, sugieren que la respuesta puede ser más que la cafeína. Por ejemplo, un estudio en ratas encontró evidencia de los beneficios neuroprotectores de un componente del café llamado Eicosanoil-5-hidroxitriptamida (EHT)..

El presente estudio no contenía datos sobre el consumo de café en la mediana edad, por lo que los posibles efectos positivos o negativos del consumo de café en la mediana edad nopudieron ser evaluados. Tampoco se pudo determinar las posibles consecuencias de los diferentes métodos de preparación del café (café descafeinado, método de preparación, con o sin leche o azúcar, etc.) en las asociaciones observadas, por lo que ambos son puntos metodológicos importantes que se deben incluir en futuras investigaciones.

Referencia bibliográfica: Gardener, S. L., Rainey-Smith, S. R., Villemagne, V. L., Fripp, J., Doré, V., Bourgeat, P., Taddei, K., Fowler, C., Masters, C. L., Maruff, P., Rowe, C. C., Ames, D., Martins, R. N., & AIBL Investigators. (2021). Higher Coffee Consumption Is Associated With Slower Cognitive Decline and Less Cerebral Aβ-Amyloid Accumulation Over 126 Months: Data From the Australian Imaging, Biomarkers, and Lifestyle Study. Frontiers in Aging Neuroscience, 13, 744872. https://doi.org/10.3389/fnagi.2021.744872

Fuente: Psypost

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Aumentar el salario mínimo retrasa los matrimonios y reduce significativamente las tasas de divorcio

  • Equipo de Redacción
  • 27/04/2022

Los estados que aumentaron sus salarios mínimos retrasaron los matrimonios y redujeron las tasas de divorcio entre los trabajadores con salarios bajos. Este hallazgo surge del primer estudio que examinó sistemáticamente el impacto de los aumentos del salario mínimo en la estabilidad del matrimonio en Estados Unidos (Karney et al., 2022).

El autor de la investigación ha dedicado los últimos 30 años el estudio del matrimonio y el divorcio, principalmente en parejas de bajos ingresos durante sus primeros años de matrimonio. Kamey explica que los estados han centrado sus esfuerzos por promover matrimonios más fuertes exclusivamente en la educación relacional, un enfoque que asume que las dificultades de las parejas más pobres provienen de no saber cómo comunicarse de manera efectiva. Sin embargo, en sus investigaciones encontró que el principal obstáculo para un matrimonio feliz cuando se trata de parejas pobres era el estrés de ser pobre. Por tanto, se preguntó si las políticas que reducen la desigualdad de ingresos afectarían el matrimonio y el divorcio, aunque no apunten directamente a las relaciones.

Qué metodología usaron

Con el objeto de dilucidar tal interrogante, Kamey y sus colegas analizaron datos recopilados por la Encuesta de Población Actual, que incluye 60.000 hogares, y la Encuesta de la Comunidad Estadounidense, que incluye 300.000 hogares. Los datos se recopilaron desde 2004 hasta 2015, y el análisis se centró en personas de 18 a 35 años, que constituyen la mayoría de los que ganan el salario mínimo.

Qué encontraron

A pesar de las preocupaciones sobre la posibilidad de que los aumentos del salario mínimo provoquen desempleo, los investigadores descubrieron que los aumentos del salario mínimo tenían efectos positivos significativos en los ingresos y ningún efecto en las horas trabajadas. Los aumentos en el salario mínimo también se asociaron con tasas reducidas tanto de matrimonio como de divorcio entre los hogares de bajos salarios. También hallaron que un aumento de U$s1 por hora en el salario mínimo estatal correspondía a una disminución del 3% al 6% en las tasas de matrimonio y una disminución del 7% al 15% en las tasas de divorcio en intervalos de 1 y 2 años.

En base a esto, los autores señalan que las políticas que facilitan la vida de las parejas que tienen dificultades financieras pueden tener efectos poderosos en el matrimonio y el divorcio “sin enseñarle nada a nadie”, los formuladores de políticas que se preocupan por la salud y la estabilidad de las familias trabajadoras deben invertir en programas que mejoren su calidad de vida, independientemente de si esos programas se enfocan directamente en cómo se comunican las parejas. Cuando se les brindan los recursos adecuados, las parejas pueden descubrir cómo comunicarse sin la ayuda de los educadores de relaciones.

Queda para futuras investigaciones examinar si aumentar el salario mínimo afectó las decisiones sobre el matrimonio y el divorcio al reducir el estrés financiero, aumentar la confianza de las parejas en el futuro, aumentar la estima de las parejas entre sí, u otra cosa.

Los investigadores señalaron que los hallazgos son consistentes con los efectos del Programa de Inversión Familiar de Minnesota, un programa estatal federal que brinda asistencia de ingresos a hogares de bajos salarios, que han encontrado que reduce las tasas de divorcio hasta en un 25% (Gennetian & Manpower Demonstration Research Corporation, 2003).

“Es fácil para los formuladores de políticas y quienes trabajan con parejas asumir que el destino de una relación está en manos de la pareja, y esta es la suposición que dirige la atención hacia las intervenciones educativas”, dijo Karney. “Este trabajo apoya una perspectiva alternativa: la forma en que dos personas se relacionan en sus momentos más íntimos se ve profundamente afectada por circunstancias ajenas a la pareja y fuera de su control”, concluye el autor.

Referencias bibliográficas:

  • Gennetian, L. A., & Manpower Demonstration Research Corporation. (2003). The Long-term Effects of the Minnesota Family Investment Program on Marriage and Divorce Among Two-parent Families. https://books.google.com/books/about/The_Long_term_Effects_of_the_Minnesota_F.html?hl=&id=q2irSgAACAAJ
  • Karney, B. R., Wenger, J. B., Zaber, M. A., & Bradbury, T. N. (2022). State minimum wage increases delay marriage and reduce divorce among low‐wage households. En Journal of Marriage and Family. https://doi.org/10.1111/jomf.12832

Fuente: Psypost

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Vivir con un propósito puede ayudar a prevenir la enfermedad de Alzheimer y otras demencias

  • Equipo de Redacción
  • 26/04/2022

El bienestar mental puede ayudar a proteger la salud del cerebro a medida que envejecemos. Un estudio reciente vincula fuertemente el tener un propósito y significado en la vida con el riesgo reducido de deterioro cognitivo leve y demencia (Bell et al., 2022). Así, las actividades significativas que involucran la mente, el cuerpo y el espíritu pueden ayudar a prevenir la enfermedad de Alzheimer y otras demencias.

Según el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, las personas mayores de 65 años representarán el 16% de la población mundial para 2050, un aumento del 50% desde 2010. Se espera que la prevalencia mundial de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias se triplique para 2050, de unos 57 millones a 152 millones (Nichols & Vos, 2020).

¿Por qué es importante?

Los adultos mayores con demencia enfrentan mayores riesgos de enfermedades mentales como la depresión. Las investigaciones muestran que un estilo de vida saludable, como mantener el cerebro activo, el ejercicio regular y una dieta equilibrada, reduce el riesgo de demencia (Dominguez et al., 2021). Otros estudios han demostrado un fuerte vínculo entre la psicología positiva y los resultados de salud física (Park et al., 2016), mientras que la investigación sobre el envejecimiento saludable muestra que el bienestar mental puede desempeñar un papel en la longevidad (Klusmann et al., 2019).

Qué metodología usaron

Bell y sus colegas examinaron datos de 62.250 personas en tres continentes con una edad promedio de 60 años, con el fin de comprender mejor cómo el bienestar mental se asocia con la función cognitiva y el riesgo de demencia.

Realizaron una revisión sistemática de 11 estudios donde observaron el vínculo entre los constructos psicológicos positivos (CPP) como vivir con un propósito y el riesgo de demencia y el deterioro cognitivo leve (DCL) en adultos mayores.

Qué encontraron

Tener un propósito y significado en la vida se asoció significativamente con un riesgo de demencia 19% menor. Esto fue estadísticamente más significativo que otros constructos positivos como el optimismo y la felicidad. Aún así, los hallazgos mixtos para diferentes CPP resaltan la necesidad de más investigación para explorar la relación causal entre los factores psicológicos positivos y la salud cognitiva.

Vivir con un propósito puede tener más impacto para reducir el riesgo de DCL que la felicidad debido a las diferencias entre bienestar eudemónico (por ejemplo, propósito o significado) y hedónico (por ejemplo , afecto positivo o placer), explicó la autora. Las personas con mayor bienestar eudemónico pueden tener más probabilidades de participar en otros comportamientos de protección, como el ejercicio y las interacciones sociales, señaló. Si bien un individuo puede obtener felicidad de estas conductas, la búsqueda orientada a objetivos para vivir de una manera que tenga un propósito o significativo puede actuar como motivación para vivir un estilo de vida más saludable.

Por otro lado, las actividades hedónicas que brindan felicidad a menudo son fugaces y satisfacen necesidades o impulsos. La búsqueda hedonista de la felicidad puede involucrar comportamientos sin sentido o poco saludables, incluidos los excesos. En cambio, las búsquedas eudemónicas satisfacen una determinada necesidad humana a través de un propósito o significado.

Los adultos mayores pueden encontrar significado en el fortalecimiento de las relaciones interpersonales, especialmente aquellos que han perdido a seres queridos o se han distanciado de otros miembros de la familia. Encontrar un propósito en tal fortalecimiento puede terminar promoviendo otros comportamientos de salud que protegen el cerebro y el cuerpo.

La ciencia de vivir con propósito

Si tener un propósito o significado en la vida conduce a una mejor salud mental, es posible que los factores biológicos y neurológicos desempeñen un papel. Un estudio encontró que la satisfacción con la vida aumenta con la edad debido a la mayor liberación de oxitocina (Zak et al., 2022). Según Bell, es posible que el propósito y el significado también estén asociados con biomarcadores clave relacionados con la demencia, como la neuroinflamación y la respuesta al estrés celular (Baierle et al., 2015).

Otros factores como el estilo de vida, como la actividad física y la conexión social, pueden ser útiles para prevenir el deterioro cognitivo (Poey et al., 2017). De hecho, un estilo de vida saludable se asocia con mayor esperanza de vida y menor riesgo de enfermedad de Alzheimer (Dhana et al., 2022). Además, controlar el colesterol y la glucosa en la edad adulta temprana puede reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer (Zhang et al., 2022).

Cuando las personas no están deprimidas se cuidan mejor en general, desde su salud física global hasta su bienestar mental, conexión social y actividades. Por eso, los autores recomiendan realizar actividades dirigidas a objetivos que son cognitivamente estimulantes y ayudan a mantenerse físicamente activo y comprometido. Así, sugieren:

  • Participar en trabajo voluntario: uno podría priorizar una buena noche de sueño y un desayuno nutritivo para hacerse responsable del trabajo que debe hacer. Además está socializando y conectándote con otras personas apasionadas por la misma causa.
  • Pasar más tiempo al aire libre (Jimenez et al., 2021).
  • Priorizar las relaciones significativas: el Estudio de Desarrollo de Adultos de Harvard, uno de los estudios más extensos sobre la vida adulta durante más de 80 años, encontró un fuerte vínculo entre la longevidad y las relaciones significativas. Fomentar nuestras relaciones con nuestra familia, amigos y comunidad también puede ayudar a protegernos contra la depresión y la enfermedad de Alzheimer. La determinación puede disminuir el dolor que proviene de la desconexión, la vergüenza y el aislamiento.

En conclusión, si bien aún no existe una cura para la enfermedad de Alzheimer, un estilo de vida más saludable que combine dieta, ejercicio y propósito puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo en adultos mayores. Participar en actividades que le dan propósito y significado también puede hacer que te inclines más a elegir otros comportamientos saludables. Es un poco inútil simplemente perseguir el placer.

Referencias bibliográficas:

  • Baierle, M., Nascimento, S. N., Moro, A. M., Brucker, N., Freitas, F., Gauer, B., Durgante, J., Bordignon, S., Zibetti, M., Trentini, C. M., Duarte, M. M. M. F., Grune, T., Breusing, N., & Garcia, S. C. (2015). Relationship between inflammation and oxidative stress and cognitive decline in the institutionalized elderly. Oxidative Medicine and Cellular Longevity, 2015, 804198. https://doi.org/10.1155/2015/804198
  • Bell, G., Singham, T., Saunders, R., John, A., & Stott, J. (2022). Positive psychological constructs and association with reduced risk of mild cognitive impairment and dementia in older adults: A systematic review and meta-analysis. Ageing Research Reviews, 77, 101594. https://doi.org/10.1016/j.arr.2022.101594
  • Dhana, K., Franco, O. H., Ritz, E. M., Ford, C. N., Desai, P., Krueger, K. R., Holland, T. M., Dhana, A., Liu, X., Aggarwal, N. T., Evans, D. A., & Rajan, K. B. (2022). Healthy lifestyle and life expectancy with and without Alzheimer’s dementia: population based cohort study. En BMJ (p. e068390). https://doi.org/10.1136/bmj-2021-068390
  • Dominguez, L. J., Veronese, N., Vernuccio, L., Catanese, G., Inzerillo, F., Salemi, G., & Barbagallo, M. (2021). Nutrition, Physical Activity, and Other Lifestyle Factors in the Prevention of Cognitive Decline and Dementia. Nutrients, 13(11). https://doi.org/10.3390/nu13114080
  • Jimenez, M. P., DeVille, N. V., Elliott, E. G., Schiff, J. E., Wilt, G. E., Hart, J. E., & James, P. (2021). Associations between Nature Exposure and Health: A Review of the Evidence. En International Journal of Environmental Research and Public Health (Vol. 18, Número 9, p. 4790). https://doi.org/10.3390/ijerph18094790
  • Klusmann, V., Sproesser, G., Wolff, J. K., & Renner, B. (2019). Positive Self-perceptions of Aging Promote Healthy Eating Behavior Across the Life Span via Social-Cognitive Processes. The Journals of Gerontology. Series B, Psychological Sciences and Social Sciences, 74(5), 735-744. https://doi.org/10.1093/geronb/gbx139
  • Nichols, E., & Vos, T. (2020). Estimating the global mortality from Alzheimer’s disease and other dementias: A new method and results from the Global Burden of Disease study 2019. En Alzheimer’s & Dementia (Vol. 16, Número S10). https://doi.org/10.1002/alz.042236
  • Park, N., Peterson, C., Szvarca, D., Vander Molen, R. J., Kim, E. S., & Collon, K. (2016). Positive Psychology and Physical Health. En American Journal of Lifestyle Medicine (Vol. 10, Número 3, pp. 200-206). https://doi.org/10.1177/1559827614550277
  • Poey, J. L., Burr, J. A., & Roberts, J. S. (2017). Social Connectedness, Perceived Isolation, and Dementia: Does the Social Environment Moderate the Relationship Between Genetic Risk and Cognitive Well-Being? The Gerontologist, 57(6), 1031-1040. https://doi.org/10.1093/geront/gnw154
  • Zak, P. J., Curry, B., Owen, T., & Barraza, J. A. (2022). Oxytocin Release Increases With Age and Is Associated With Life Satisfaction and Prosocial Behaviors. En Frontiers in Behavioral Neuroscience (Vol. 16). https://doi.org/10.3389/fnbeh.2022.846234
  • Zhang, X., Tong, T., Chang, A., Ang, T. F. A., Tao, Q., Auerbach, S., Devine, S., Qiu, W. Q., Mez, J., Massaro, J., Lunetta, K. L., Au, R., & Farrer, L. A. (2022). Midlife lipid and glucose levels are associated with Alzheimer’s disease. Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association. https://doi.org/10.1002/alz.12641

Fuente: Psychcentral

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

No contar con el apoyo de la pareja está asociado con cambios neurofisiológicos en el procesamiento de errores

  • Equipo de Redacción
  • 26/04/2022

No contar con el apoyo de la pareja romántica podría influir en la forma en que el cerebro procesa los errores. Una investigación encontró que los comportamientos de falta de apoyo están asociados con mayor reactividad neuronal después de cometer un error en presencia de la pareja (Palmwood & Simons, 2021). Esto podría contribuir a la toma de riesgos adaptativa, la búsqueda de objetivos, la evitación y la ansiedad.

Qué metodología usaron

La muestra final del estudio incluyó a 20 participantes (que fueron reclutados de cursos de psicología de pregrado) y sus parejas románticas. Los participantes habían estado en una relación comprometida con sus parejas durante aproximadamente un año y tres meses.

Los participantes y sus parejas primero completaron de forma independiente una variedad de evaluaciones psicológicas, incluida la Escala de personas significativas (que mide los niveles de apoyo percibido de las parejas románticas) y la Escala de socavamiento social (que mide los comportamientos percibidos de falta de apoyo, como críticas e insultos).

Los investigadores hicieron que los participantes regresaran al laboratorio aproximadamente dos semanas después, donde completaron dos veces la tarea Eriksen Flanker, una evaluación de la atención selectiva y el control ejecutivo. Durante una sesión, los participantes completaron la tarea mientras estaban sentados en una habitación vacía. Durante otra sesión, completaron la tarea con sus parejas sentadas a su lado. (Se le indicó a la pareja que permaneciera en silencio).

Palmwood y sus colegas usaron electroencefalografía para medir las respuestas cerebrales de los participantes a medida que completaban las tareas. Estaban particularmente interesados ​​en un patrón de actividad cerebral eléctrica conocido como negatividad relacionada con errores (NRE), que ocurre después de que una persona comete un error de comportamiento. La amplitud de NRE refleja el grado en que un individuo considera que un error es una amenaza, explicaron los investigadores.

Qué encontraron

El comportamiento de falta de apoyo estaba asociado con cambios en el procesamiento de errores. Los participantes que percibieron un comportamiento poco solidario de su pareja tendieron a presentar mayores respuestas de NRE cuando cometieron errores, pero solo cuando estaban sentados junto a su pareja.

Señalan los autores que cuando tu pareja no te apoya, tiendes a reaccionar con más fuerza a los errores que cometes, y esto podría deberse a que una pareja que no te apoya puede ser muy crítica de tus errores, o porque puedes haber internalizado algunas respuestas autocríticas como resultado de escuchar las críticas de tu pareja con tanta frecuencia. Esto podría ayudar a explicar el vínculo entre las relaciones románticas que no brindan apoyo y cosas como la ansiedad, la depresión y la disminución del logro de objetivos. Pero los investigadores dijeron que se necesitan estudios futuros para confirmar la generalización de los hallazgos.

Una limitación importante de este estudio es su muestra relativamente pequeña y homogénea, así como su uso exclusivo de participantes estudiantes de pregrado, explicaron. Esta investigación debe replicarse en muestras más grandes y diversas que incluyan adultos mayores en relaciones a largo plazo para mejorar la generalización de estos hallazgos.

Referencia bibliográfica: Palmwood, E. N., & Simons, R. F. (2021). Unsupportive romantic partner behaviors increase neural reactivity to mistakes. International Journal of Psychophysiology: Official Journal of the International Organization of Psychophysiology, 170, 12-19. https://doi.org/10.1016/j.ijpsycho.2021.09.008

Fuente: Psypost

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La velocidad mental recién comienza a disminuir a los 60 años

  • Equipo de Redacción
  • 26/04/2022

La desaceleración en el tiempo de respuesta puede comenzar a los 20 años. Sin embargo, este cambio puede explicarse por una mayor cautela en la toma de decisiones y la desaceleración de los procesos no decisionales, en lugar de una desaceleración de la velocidad mental. La desaceleración de la velocidad mental se observó solo después de los 60 años (Krause et al., 2022)

Qué metodología usaron

Los investigadores analizaron datos de aproximadamente 1.2 millones de participantes, utilizando el tiempo de respuesta y las tasas de precisión recopiladas de la prueba de asociación implícita. La edad de los participantes osciló entre 10 y 80 años, cubriendo la infancia hasta la edad adulta tardía.

La prueba de asociación implícita de raza fue diseñada para medir el sesgo racial implícito. Los participantes proporcionaron decisiones binarias «buenas/malas» en 120 ensayos, clasificando palabras e imágenes en una de dos categorías. La condición congruente podría tener una clave de respuesta compartida (p. ej., tecla izquierda) para «bueno» y «blanco», mientras que la condición incongruente podría tener «bueno» emparejado con «negro». La diferencia en el tiempo de respuesta promedio en las dos condiciones se «utiliza para obtener una medida del sesgo implícito».

Qué encontraron

El enfoque analítico de esta investigación arrojó hallazgos sólidos sobre los patrones relacionados con la edad de diferentes aspectos de la cognición, separando la velocidad mental, la precaución de decisión y las partes de no decisión de tiempos de respuesta.

Los resultados replicaron hallazgos previos de disminución relacionada con la edad en el tiempo medio de respuesta. El tiempo medio de respuesta disminuyó durante la adolescencia, fue más rápido a los 20 años y, en su mayoría, aumentó linealmente después, acelerándose aún más a partir de los 60 años.

En el modelo de difusión, la precaución de decisión (es decir, la cantidad de información muestreada antes de tomar una decisión) está representada por el parámetro de separación de límites, explican los autores. Los análisis revelan que la separación de los límites disminuye entre los 10 y los 18 años, lo que sugiere que los participantes en edad universitaria eran los más propensos a sacrificar la precisión de las decisiones por la velocidad.

La cautela en las decisiones mostró una tendencia lineal positiva entre los 18 y los 65 años en la condición incongruente, luego aumentó más dramáticamente cada año hasta los 80 años. La cautela en las decisiones en la vejez fue menos pronunciada en la condición congruente, con cambios relacionados con la edad que ocurrieron alrededor de los 40 años.

Ambos hallazgos pueden atribuirse a la menor dificultad de la tarea en la condición congruente. Además, la tendencia hacia una mayor cautela en las decisiones se hace evidente muy pronto en la vida adulta. El aumento en la cantidad de información muestreada antes de tomar una decisión proporciona una primera explicación para el aumento relacionado con la edad en los RT a partir de la edad adulta”.

Los tiempos de respuesta de no decisión mostraron un aumento lineal de los 16 a los 80 años. «El aumento en el tiempo necesario para los procesos de no decisión proporciona una segunda explicación de los tiempos de respuesta más lentos que se encuentran con el aumento de la edad, ya en la edad adulta joven y media”, explican los autores.

La tasa de deriva, que representaba la velocidad mental en el marco del modelo de difusión, mostró una tendencia positiva entre los 10 y los 30 años, permaneciendo en gran medida estable entre los 30 y los 60 años, con una disminución muy pequeña después de los 50 años. “El patrón fue sólido a través de diferentes estímulos, condiciones experimentales y varios factores demográficos”. Después de los 60 años, las tasas de deriva mostraron una disminución acelerada relacionada con la edad.

Los investigadores concluyen que solo en la vejez los efectos acumulativos de los tres parámetros cognitivos (velocidad mental, precaución en las decisiones y tiempo para no tomar decisiones) contribuyen a una desaceleración acelerada que también es evidente a partir de los datos brutos de los tiempos de respuesta. 

Referencia bibliográfica: Krause, M. von, von Krause, M., Radev, S. T., & Voss, A. (2022). Mental speed is high until age 60 as revealed by analysis of over a million participants. En Nature Human Behaviour. https://doi.org/10.1038/s41562-021-01282-7

Fuente: Psypost

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

DSM-5-TR: de qué se tratan las actualizaciones recientes del DSM-5

  • Equipo de Redacción
  • 25/04/2022

En marzo de 2022 la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) publicó un texto revisado (TR) del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5.ª edición, DSM-5-TR, con el fin de aclarar ciertas condiciones de salud mental y criterios y códigos de diagnóstico

Los puntos destacados de la reciente actualización incluyen la adición del trastorno de duelo prolongado como condición, así como códigos de síntomas para el comportamiento suicida y las autolesiones no suicidas.

La APA también consultó a profesionales de la cultura y la equidad para reconocer el papel histórico de la discriminación racial en los diagnósticos clínicos. Se actualizó el lenguaje del DSM-5-TR para promover la inclusión de las personas de color y los grupos marginados.

Las actualizaciones del DSM-5-TR

El DSM-5-TR ha perfeccionado algunos de sus criterios y códigos de diagnóstico, lo que puede informar mejor cómo trabajan los profesionales de la salud mental con sus clientes y cómo presentan reclamos a las compañías de seguros.

Aunque el texto revisado no puede abordar completamente las experiencias y situaciones únicas de cada individuo, los criterios de diagnóstico mejorados pueden ayudar a los médicos a identificar los trastornos o condiciones de sus clientes con mayor precisión.

Trastorno de duelo prolongado

Una de las novedades es la inclusión del trastorno de duelo prolongado como condición, haciendo mención de los síntomas asociados en su lista de criterios diagnósticos. Ahora, los médicos pueden hacer un diagnóstico formal para aquellos que han enfrentado dificultades para sobrellevar la pérdida durante un período de tiempo prolongado.

Aún así, el proceso de duelo de cada persona es diferente, y existe cierta controversia entre los médicos cuando se trata de vincular las experiencias de pérdida de una persona con un trastorno de salud mental. Estudios han demostrado que 1 de cada 10 adultos puede experimentar un duelo prolongado, especialmente ahora, con esta pandemia que ha matado a tantas personas repentinamente (Prigerson et al., 2021), por lo que esta es una adición realmente importante.

Criterios de diagnóstico

Según el DSM-5-TR, los criterios diagnósticos para el duelo prolongado incluyen:

  • Una respuesta de duelo persistente durante más de 12 meses (6 meses para un niño)
  • Síntomas que interrumpen significativamente el funcionamiento diario de una persona
  • Experiencias que no pueden atribuirse a otra condición, como el trastorno depresivo mayor (TDM) o el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Trastorno del estado de ánimo no especificado

El DSM-5 eliminó el «trastorno del estado de ánimo no especificado» como diagnóstico en su actualización de 2013, lo que significaba que los médicos tenían que diagnosticar a sus clientes con un trastorno del estado de ánimo específico.

El DSM-5-TR ha vuelto al diagnóstico «no especificado» para incluir una gama de posibles trastornos del estado de ánimo, lo que puede ayudar a los médicos a evitar posibles diagnósticos erróneos. La idea de su restablecimiento es brindar un diagnóstico a alguien cuyos síntomas no se ajustan perfectamente a los trastornos bipolares o depresivos. Esto es importante pues distinguir entre el trastorno bipolar y los trastornos depresivos lleva tiempo. A menudo, los síntomas concurrentes con el trastorno bipolar no siempre se notan al inicio. Si se diagnostica erróneamente con depresión y se prescribe un ISRS a una persona que en realidad no la padece, esta medicación podría llevarle a un episodio maníaco.

Incluir nuevamente el trastorno del estado de ánimo no especificado permite a los profesionales contar con más tiempo para observar los síntomas de su paciente y proporcionar un diagnóstico más preciso y una prescripción posterior.

Autolesiones no suicidas

El DSM-5-TR ha añadido a su lista de diagnósticos las autolesiones sin presencia de tendencias suicidas.

Debido a que no todas las personas que se han autolesionado lo han hecho con la intención de terminar con su vida, agruparlas en tendencias suicidas podría desdibujar las evaluaciones realizadas por los profesionales tratantes.

Además, en las nuevas actualizaciones se han incluido códigos diagnósticos de conducta suicida sin presencia de otros trastornos de salud mental.

Foco en el lenguaje inclusivo de género

El texto revisado del DSM-5 incluye cambios en su lenguaje sobre el género y la identidad de género para ayudar a reducir el estigma al aclarar que estos aspectos de una persona no se seleccionan por elección.

Esto incluye los cambios más precisos e inclusivos de:

  • “Género deseado” a “género experimentado”
  • “Procedimiento médico de sexo cruzado” a “procedimiento médico de afirmación de género”
  • “Nacido varón/nacida mujer” a “individuo asignado varón/mujer al nacer”

Foco en la raza y la discriminación

Según los autores de la revisión, esta se llevó a cabo a través de una lente de equidad e inclusión y realizar los cambios acordes fue prioridad en los comités revisores.

Es probable que las iteraciones futuras del DSM-5 incorporen cambios adicionales, específicamente en torno a cómo se cruzan las causas de los trastornos sociales, socioculturales y genéticos, todo con el objetivo de permitir que los pacientes sean vistos dentro de un marco más holístico.

La raza y la discriminación históricamente han afectado la atención de la salud mental. Que esto sea reconocido en el DSM-5-TR es un paso adelante en la creación de entornos más seguros e inclusivos para las personas de color y los grupos marginados.

Pero todavía existen barreras para la atención de salud mental de calidad, como factores de costo, seguro médico y suficiente acceso a terapeutas culturalmente competentes.

Referencia bibliográfica: Prigerson, H. G., Kakarala, S., Gang, J., & Maciejewski, P. K. (2021). History and Status of Prolonged Grief Disorder as a Psychiatric Diagnosis. Annual Review of Clinical Psychology, 17, 109-126. https://doi.org/10.1146/annurev-clinpsy-081219-093600

Fuente: Psychcentral

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Los problemas de salud mental tienen un costo adicional sobre la función cognitiva

  • Equipo de Redacción
  • 25/04/2022

Todos los trastornos mentales tienen un costo oculto en forma de disfunción cognitiva. Este costo incluye déficits en la memoria, atención, funciones ejecutivas y velocidad de procesamiento, según los hallazgos de un metanálisis reciente (Abramovitch et al., 2021).

Los autores han denominado a este fenómeno, este precio cognitivo, como “El Factor C», una abreviatura de disfunción cognitiva; y puede ser definido como rendimiento más bajo en las pruebas cognitivas o reducción en las capacidades cognitivas como la atención y la memoria. Este análisis sugiere que se puede encontrar en todos los trastornos y que constituye una parte integral de una salud mental deteriorada (Eaton et al., 2015).

Qué metodología usaron

El equipo de investigación analizó datos de todos los metanálisis y revisiones sistemáticas existentes sobre la función cognitiva en todos los trastornos reconocidos por el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Se incluyeron 97 metanálisis que cubrían 29 trastornos. En general, el estudio incorporó datos de más de 200.000 personas.

Por qué es importante

La frecuencia de los trastornos mentales es creciente en el mundo entero, particularmente en adultos jóvenes y adolescentes. Incluso antes de la pandemia, 1 de cada 5 estadounidenses padecía un trastorno mental (Mental Health By the Numbers, s. f.).

El estudio más completo hasta la fecha que examina la prevalencia mundial de los trastornos mentales proyectó que el 55 % de los estadounidenses cumplirán los criterios de al menos un trastorno mental a lo largo de su vida (Kessler et al., 2007). En particular, ese estudio, que se realizó hace 15 años, examinó los trastornos diagnosticables. Pero, de hecho, la prevalencia de experiencia a lo largo de la vida de síntomas clínicamente significativos en la población general es mucho mayor. Por ejemplo, un estudio encontró que aunque solo alrededor del 20% de los estadounidenses cumplirán los criterios formales para el trastorno depresivo mayor en su vida, el 62% de los estadounidenses experimentarán síntomas significativos de depresión (Kessler & Bromet, 2013).

Los hallazgos del presente metanálisis demuestran que una salud mental más deficiente se asocia con al menos cierto grado de disfunción cognitiva, por lo que este tipo de deficiencia puede ser mucho más común de lo que se pensaba anteriormente.

Estos hallazgos son importantes porque algunos trastornos mentales pueden diagnosticarse erróneamente en función de la disfunción cognitiva. Por ejemplo, se debe esperar que un estudiante universitario que lucha contra el trastorno obsesivo-compulsivo tenga algunas dificultades en áreas como la concentración, la organización, el manejo del tiempo y la memoria. Sin embargo, en tal caso, estos desafíos cognitivos no provienen de condiciones como la dislexia o el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, sino del TOC (Abramovitch et al., 2013). Esta posible confusión puede conducir a un diagnóstico erróneo.

De hecho, el TDAH, un trastorno caracterizado por déficits en las funciones ejecutivas, es uno de los trastornos más mal diagnosticados en todos los grupos de edad (Pre-Collegiate Global Health Review, 2021). Alrededor del 20% de los jóvenes diagnosticados con TDAH y que reciben medicamentos reciben un diagnóstico incorrecto (Elder, 2010). Además, existe evidencia de que los médicos prescriben con demasiada facilidad medicamentos estimulantes para los síntomas de falta de atención, incluso sin un diagnóstico completo o formal de TDAH (Epstein et al., 2014).

Por lo tanto, la falta de conocimiento sobre las disfunciones cognitivas asociadas con el TOC en el ejemplo anterior podría conducir a un tratamiento inadecuado. De hecho, la medicación estimulante puede aumentar la irritabilidad y la ansiedad y exacerbar la disfunción cognitiva en tales individuos (Stuckelman et al., 2017). Por lo tanto, es crucial que los profesionales de la salud mental obtengan una mejor comprensión del modo en que la salud mental y la disfunción cognitiva van de la mano, particularmente en el contexto de la mala interpretación de los síntomas cognitivos.

Lo que aún no sabemos

Del estudio surgen dos preguntas principales: primero, ¿por qué cualquier problema importante de salud mental tiene un costo en forma de disfunción cognitiva? Eso parece sorprendente dado que varios trastornos de salud mental difieren significativamente en términos de síntomas y tipo de intervenciones. 

En segundo lugar, ¿cuál es el mecanismo real que subyace a este fenómeno? Por ejemplo, si encontramos que el sufrimiento general es común a todos los trastornos mentales, ¿cuál es el mecanismo específico por el cual el sufrimiento dificulta el desempeño en las pruebas cognitivas? Se necesita más investigación para examinar estas preguntas.

Referencias bibliográficas:

  • Abramovitch, A., Dar, R., Mittelman, A., Schweigerd, A. Don’t judge a book by its cover: ADHD-like symptoms in obsessive compulsive disorder. (2013). Journal of obsessive-compulsive and related disorders, 2(1), 53-61. https://doi.org/10.1016/j.jocrd.2012.09.001
  • Abramovitch, A., Short, T., & Schweiger, A. (2021). The C Factor: Cognitive dysfunction as a transdiagnostic dimension in psychopathology. En Clinical Psychology Review (Vol. 86, p. 102007). https://doi.org/10.1016/j.cpr.2021.102007
  • Eaton, N. R., Rodriguez-Seijas, C., Carragher, N., & Krueger, R. F. (2015). Transdiagnostic factors of psychopathology and substance use disorders: a review. Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology, 50(2), 171-182. https://doi.org/10.1007/s00127-014-1001-2
  • Elder, T. E. The importance of relative standards in ADHD diagnoses: Evidence based on exact birth dates. (2010). Journal of health economics, 29(5), 641-656. https://doi.org/10.1016/j.jhealeco.2010.06.003
  • Epstein, J. N., Kelleher, K. J., Baum, R., Brinkman, W. B., Peugh, J., Gardner, W., Lichtenstein, P., & Langberg, J. (2014). Variability in ADHD care in community-based pediatrics. Pediatrics, 134(6), 1136-1143. https://doi.org/10.1542/peds.2014-1500
  • Kessler, R. C., Angermeyer, M., Anthony, J. C., DE Graaf, R., Demyttenaere, K., Gasquet, I., DE Girolamo, G., Gluzman, S., Gureje, O., Haro, J. M., Kawakami, N., Karam, A., Levinson, D., Me, M. M., Ma, O. B., Posada-Villa, J., Stein, D. J., Ch, A. T., Aguilar-Gaxiola, S., … Ustün, T. B. (2007). Lifetime prevalence and age-of-onset distributions of mental disorders in the World Health Organization’s World Mental Health Survey Initiative. World psychiatry: official journal of the World Psychiatric Association , 6(3). https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/18188442/
  • Kessler, R. C., & Bromet, E. J. (2013). The Epidemiology of Depression Across Cultures. En Annual Review of Public Health (Vol. 34, Número 1, pp. 119-138). https://doi.org/10.1146/annurev-publhealth-031912-114409
  • Mental Health By the Numbers. (s. f.). Recuperado 23 de abril de 2022, de https://www.nami.org/mhstats#
  • Pre-Collegiate Global Health Review. (2021, agosto 12). The Global Misdiagnosis of ADHD and the Devastating Long-Term Effects. PGHR. https://www.pghr.org/post/the-global-misdiagnosis-of-adhd-and-the-devastating-long-term-effects
  • Stuckelman, Z. D., Mulqueen, J. M., Ferracioli-Oda, E., Cohen, S. C., Coughlin, C. G., Leckman, J. F., & Bloch, M. H. (2017). Risk of Irritability With Psychostimulant Treatment in Children With ADHD: A Meta-Analysis. The Journal of Clinical Psychiatry, 78(6), e648-e655. https://doi.org/10.4088/JCP.15r10601

Fuente: The Conversation

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