Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS
Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS

Publicaciones por autor

Maria Fernanda Alonso

909 Publicaciones
Soy miembro fundador y editora de contenido en Psyciencia.
  • Análisis

Las parejas, ¿experimentan realmente sintonía emocional?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 25/09/2019

Laura Sels de Katholieke Universiteit Leuven en Bélgica, y sus colegas, realizaron tres estudios para investigar la interdependencia emocional en parejas románticas. Aunque las personas a menudo sienten que están emocionalmente en sintonía con su pareja romántica, esta investigación encontró poca evidencia de que las parejas experimenten regularmente los mismos estados emocionales simultáneamente (Sels et al., 2019).

«Las personas experimentan, comparten y regulan las emociones con mayor frecuencia y más intensamente en sus relaciones cercanas», dijo Sels. «La forma en que otros entienden y responden a estas emociones es fundamental tanto para el bienestar del individuo como para la calidad de la relación. Estoy interesada en estos exactos procesos y, en última instancia, en cómo podríamos mejorarlos.»

Los estudios

En el primer estudio, 79 parejas debatieron sobre varios temas relacionados con la salud y luego vieron un video de la conversación mientras recordaban su experiencia emocional segundo a segundo con un dial de calificación. Pero menos de la mitad de las parejas mostraron una interdependencia emocional sustancialmente mayor que las «pseudoparejas,» que los investigadores generaron al combinar participantes al azar.

En el segundo estudio, 50 parejas completaron un cuestionario de emociones 10 veces al día durante una semana usando una aplicación de celular. Cada uno informó sus emociones al mismo tiempo, pero se les pidió que no se comunicaran entre sí acerca de sus preguntas y respuestas.

Los investigadores encontraron evidencia de que las emociones de las parejas tendían a fluctuar juntas, pero hubo una gran variación entre las parejas. En otras palabras, algunas parejas parecían tener un nivel bastante alto de interdependencia emocional, pero otras no.

Para su tercer estudio, los investigadores combinaron las metodologías de los dos primeros y reclutaron a otras 101 parejas. A pesar del mayor tamaño de la muestra, los investigadores aún encontraron poca evidencia de interdependencia emocional.

Hallazgos

«Descubrimos que las conexiones emocionales directas entre parejas tienen efectos pequeños a moderados, son difíciles de observar con los métodos existentes en la mayoría de las parejas, pueden no generalizarse a través de los estudios y no parecen ser un indicador de la cercanía de una relación,» concluyeron los investigadores.

Sorprendentemente, los hallazgos indicaron que la cantidad de tiempo que la pareja pasaba junta no parecía tener mucha influencia en la interdependencia emocional.

“Aunque las parejas se impactan mutuamente en numerosos dominios, esto no necesariamente genera vínculos directos entre sus emociones,” dijo Sels.

“A la luz de estos hallazgos, planteamos la hipótesis en otro trabajo reciente de que, si bien la interdependencia emocional real solo puede caracterizar relaciones cercanas en contextos específicos, la interdependencia percibida puede ser más frecuente y relevante para el bienestar. De hecho, encontramos evidencia preliminar de esto.”

Ese estudio encontró que la similitud emocional percibida por las parejas predijo cuánto amor sentían las personas por su pareja (Sels, Ruan, Kuppens, Ceulemans, & Reis, 2019).

«Apoyando el papel de las percepciones en lugar de las experiencias reales, descubrimos que la similitud emocional tenía que ser detectada antes de ejercer un efecto sobre la cercanía, y también la percepción excesiva de similitudes tenía efectos beneficiosos en la vida diaria», explicó Sels.

Referencia:

Sels, L., Cabrieto, J., Butler, E., Reis, H., Ceulemans, E., & Kuppens, P. (2019). The occurrence and correlates of emotional interdependence in romantic relationships. Journal of Personality and Social Psychology. https://doi.org/10.1037/pspi0000212

Sels, L., Ruan, Y., Kuppens, P., Ceulemans, E., & Reis, H. (2019). Actual and Perceived Emotional Similarity in Couples’ Daily Lives. Social Psychological and Personality Science, p. 194855061984592. https://doi.org/10.1177/1948550619845927

Fuente: PsyPost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Estrategias de regulación emocional y ansiedad social: ¡apps al servicio de la ciencia!

  • Maria Fernanda Alonso
  • 25/09/2019

En lugar de pedir a los participantes que se presenten en un laboratorio e informen sobre situaciones vividas en las últimas 2 semanas, un equipo de investigadores quiso evaluar las estrategias de regulación emocional en tiempo real, a medida que las personas se encontraban con eventos durante el día. Para hacerlo, se valieron de una aplicación que enviaba notificaciones con encuestas a los teléfonos de los participantes varias veces al día.

“Investigaciones anteriores han demostrado que las personas con trastorno de ansiedad social tienden a usar estrategias menos efectivas para regular sus emociones, como la evitación y la supresión, que tienden a inhibir o evitar las experiencias emocionales. Esto tiende a presentar consecuencias afectivas, cognitivas e interpersonales y puede mantener los síntomas de ansiedad social,” explicó el autor del estudio Alexander Daros, becario postdoctoral en el Centro de Adicción y Salud Mental en Toronto.

«Queríamos explorar si las personas con alto rasgo de ansiedad social podrían usar alguna o ciertas estrategias de regulación emocional en comparación con las personas con ansiedad social de bajo rasgo en diferentes contextos (por ejemplo, en una situación social o solo, cuando experimentan un deseo social alto o bajo, y con un afecto negativo alto o bajo).»

Los investigadores evaluaron los síntomas de ansiedad social en 115 estudiantes universitarios y luego usaron una aplicación de teléfono inteligente para examinar con qué frecuencia los estudiantes usaron 8 estrategias diferentes de regulación emocional en el transcurso de 14 días. La aplicación también midió el afecto negativo (mal humor) y el deseo social (cuánto quería el participante estar con los demás).

Las estrategias de regulación de las emociones incluyeron: tratar de ignorar los sentimientos, tratar de ocultar los sentimientos internos, tratar de distraerse de los sentimientos, pensar mucho en los sentimientos, elaborar un plan de acción concreto, cambiar la perspectiva de uno sobre algo, tratar de aceptar los sentimientos y buscando consejo o consuelo de otros.

Los investigadores encontraron que los participantes con ansiedad social eran más propensos que los participantes sin ansiedad a informar que usaban al menos una de las estrategias de regulación de las emociones cuando estaban en un estado de ánimo negativo. Las personas con niveles más altos de rasgos de ansiedad social tienden a usar una estrategia de regulación emocional con más frecuencia que las personas con rasgos bajos de ansiedad social, al menos cuando se consideran observaciones de alto afecto negativo (Daros et al., 2019).

Los investigadores también descubrieron que el uso de una estrategia de regulación de emociones por parte de individuos con alto rasgo de ansiedad social interactuaba con su deseo social del momento. Entonces, si alguien con alto rasgo de ansiedad social tenía un mayor deseo social, era más probable que informara usar una estrategia de regulación emocional (y viceversa: alguien con alto rasgo de ansiedad social y bajo deseo social tenía menos probabilidades de reportar el uso estrategias de regulación emocional), señaló Daros.

«Creemos que esto se debe a que las personas con alto rasgo de ansiedad social también quieren involucrarse socialmente a veces y tienen que superar sus propias tendencias de inhibir o evitar estas situaciones, por lo que se involucran en más estrategias de regulación emocional para hacerlo,» dijo Daros.

«Aunque esperábamos que las personas con un alto (vs bajo) rasgo de ansiedad social usaran más la evitación y la supresión con un alto afecto negativo, en realidad no confirmamos este hallazgo; sin embargo, al considerar todas las observaciones independientemente del afecto negativo, confirmamos esta tendencia. Estos resultados sugieren que la mayoría de nosotros somos más propensos a usar la supresión y la evitación cuando estamos molestos (independientemente de nuestros niveles de ansiedad social).»

Limitaciones del estudio

La muestra fue relativamente homogénea compuesta por estudiantes de pregrado de los cuales solo el 25% tenía rasgos de ansiedad social que podían considerarse clínicos. “Por lo tanto, sería útil examinar la posibilidad de generalización de los hallazgos en nuevas muestras e individuos con trastorno de ansiedad social diagnosticado,» señaló Daros.

Además, las situaciones sociales fueron definidas de una manera que no refleja precisamente la complejidad de las interacciones sociales reales (por ejemplo, alrededor de otros pero no interactuando, interacciones online). “Esto puede haber llevado a los resultados no significativos vistos para esta variable.”

“Esperamos evaluar mejor las interacciones sociales con especificadores adicionales en el futuro. Además, tuvimos una tasa de respuesta algo baja en general (por ejemplo, ~ 40% de las encuestas fueron devueltas), pero esto puede reflejar el hecho de que reclutamos estudiantes reales que iban a clase y participaban en actividades y, por lo tanto, pueden haberse perdido las encuestas por estas razones.»

“Debido a que la regulación emocional eficaz y flexible se asocia con una mejor salud mental, creemos que este tipo de investigación eventualmente ayudará a comprender y proporcionar feedback a las personas sobre cómo las estrategias de regulación que utilizan pueden influir en cómo se sienten, piensan y actúan,” concluyó Daros.

Referencia:

Daros, A. R., Daniel, K. E., Joseph Meyer, M., Chow, P. I., Barnes, L. E., & Teachman, B. A. (2019). Impact of social anxiety and social context on college students’ emotion regulation strategy use: An experience sampling study. Motivation and Emotion, Vol. 43, pp. 844-855. https://doi.org/10.1007/s11031-019-09773-x

Fuente: PsyPost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Existe realmente una relación entre los síntomas de trastornos de la salud mental y el uso de armas para amenazar a otros?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 24/09/2019

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue noticia hace poco tiempo por sostener que «el odio y las enfermedades mentales aprietan el gatillo, no el arma», a la vez que pidió una mejor identificación de las personas con enfermedades mentales y, en algunos casos, un «encierro involuntario» de ellas. En sus declaraciones transmite la creencia de que existe un vínculo férreo entre las enfermedades mentales y el uso de armas.

Sin embargo, una nueva investigación sugiere que muchos síntomas comunes de trastornos de la salud mental no tienen relación con el uso de armas de fuego para amenazar a alguien (Lu & Temple, 2019).

Los investigadores examinaron datos de 663 adultos jóvenes que habían sido reclutados de las escuelas públicas del área de Houston para un estudio longitudinal.

Se encuestó a los participantes sobre su posesión y uso de armas de fuego, así como sobre ansiedad, depresión, estrés, trastorno de estrés postraumático, hostilidad, impulsividad, trastorno límite de la personalidad, tratamiento de salud mental y otros detalles demográficos.

«Nuestro estudio analizó dos comportamientos relacionados con armas de fuego, portar armas fuera de los hogares (esto excluye las ocasiones con fines de caza) y amenazar a alguien con una pistola, y sus asociaciones con la salud mental y el acceso a las armas», dijo el autor del estudio Yu Lu, profesor asistente de la Universidad de Oklahoma.

«Descubrimos que la mayoría de los síntomas de salud mental que examinamos, incluida la ansiedad, la depresión, el estrés, el TEPT y el trastorno límite de la personalidad, no estaban relacionados con la violencia armada. En cambio, las personas con acceso a armas tenían 18 veces más probabilidades de haber amenazado a alguien con una pistola en comparación con aquellos que no tenían acceso a armas, incluso después de controlar salud mental, tratamiento previo de salud mental y las características demográficas, como la edad, el sexo , raza/etnia,» dijo Lu.

La hostilidad predijo amenazar a alguien con un arma, mientras que la impulsividad predijo la portación de armas.

Para los investigadores, la conclusión principal del estudio es que no debemos estigmatizar a las personas con problemas de salud mental; no debemos asumir que son peligrosos, porque es más que probable que no sean peligrosos y que, de hecho, sean más propensos a ser víctimas antes que perpetradores de violencia.

Limitaciones del estudio

Esta investigación no examinó algunos trastornos mentales graves y solo midió las amenazas con armas, no los disparos reales.

“Hay una falta general de investigación sobre la violencia armada. Somos los primeros en analizar las enfermedades mentales y el acceso a armas, también somos los primeros en usar datos longitudinales para analizar la relación a lo largo del tiempo” explicó Lu.

“Cabe señalar que los participantes de nuestro estudio eran adultos jóvenes principalmente de Texas y nuestro estudio no probó una lista completa de síntomas de salud mental (por ejemplo, no probamos la esquizofrenia). Se necesita más investigación sobre la violencia armada en general y para probar específicamente con otras poblaciones e incluir otros tipos de problemas de salud mental,» finalizó Lu.

Referencia:

Lu, Y., & Temple, J. R. (2019). Dangerous weapons or dangerous people? The temporal associations between gun violence and mental health. Preventive Medicine, 121, 1-6. https://doi.org/10.1016/j.ypmed.2019.01.008

Fuente: PsyPost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Cómo afecta la depresión a las mujeres embarazadas?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 24/09/2019

El embarazo es un momento de mayor riesgo de depresión para la persona embarazada. De hecho, se estima que entre el 10 y el 20% de las mujeres probablemente experimenten depresión clínica durante el embarazo, el mismo porcentaje de riesgo que existe después del parto (Underwood, Waldie, D’Souza, Peterson y Morton, 2016).

Puede ser un momento de intensas reacciones emocionales, cuyas manifestaciones se explican en parte por los cambios hormonales experimentados. Estos cambios hormonales no son solo un «efecto secundario» del embarazo, son parte de lo que ayuda al cerebro de la persona embarazada a cambiar y adaptarse a la maternidad.

Una investigación encontró que, durante el embarazo, las mujeres ya están más interesadas y atentas a los bebés (Thompson-Booth et al., 2014a; Thompson-Booth et al., 2014b). En este estudio, si bien las mujeres embarazadas y no embarazadas miraron bebés felices por la misma cantidad de tiempo, a las mujeres embarazadas les costó dejar de prestar atención a los molestos. Esta mayor atención a la angustia infantil es algo que probablemente ayude a las mujeres a cuidar mejor a sus propios bebés, ya que es la forma en que los bebés señalan que necesitan ayuda y atención. Otro estudio mostró que esta mayor atención a la angustia infantil durante el embarazo está relacionada con una mejor vinculación con el propio bebé después del parto (Pearson, Lightman y Evans, 2011).

¿Qué pasa con la mayor atención cuando la embarazada está deprimida?

Algunos estudios señalaron que las mujeres embarazadas deprimidas mostraron una atención menor (en lugar de mayor) a las caras de los bebés, especialmente si el bebé estaba angustiado (Rutherford, Graber y Mayes, 2016). Cuando miraban a bebés angustiados, su reacción neuronal disminuyó en comparación con las embarazadas no deprimidas.

Sin embargo, parecería que el tratamiento de la depresión mejora la atención a las señales del bebé (Pearson et al., 2013), lo que demuestra cuán importante es brindar a embarazadas y nuevas madres la ayuda que necesitan para ser capaces de cuidar a sus bebés.

Identificar la depresión

Para saber si una embarazada podría estar deprimida, es importante prestar atención a la combinación de cinco (o más) de los siguientes síntomas:

  • Sentimientos de tristeza, vacío o sin esperanza.
  • Disminución del interés en actividades divertidas, menos disfrute de las cosas que solían ser agradables (por ejemplo, todo se siente aburrido, sin sentido).
  • Aumento o disminución del apetito.
  • Cambios en los patrones de sueño (más o menos sueño; sueño perturbado).
  • Dificultad para sentarse o quedarse quieto, o lentitud visible para hacer cosas (por ejemplo, hablar o moverse lentamente).
  • Sentirse cansada, sin energía.
  • Sentirse inútil y/o extremadamente culpable.
  • Dificultades para concentrarse y/o dificultades para tomar decisiones cotidianas (p. Ej., qué comer o vestir).
  • Pensamientos recurrentes sobre la muerte, deseando la muerte.

También podría resultar útil tener presente los rasgos de la “depresión perfectamente escondida.”

Aunque todos experimentamos algunos de estos síntomas de vez en cuando, si ocurren durante un período prolongado de tiempo (más de dos semanas en las que la persona se siente así la mayor parte del tiempo), es mejor buscar el consejo de un profesional de la salud mental. Cuidar a la embarazada será de ayuda para ella y el bebé.

Referencias:

Pearson, R. M., Lightman, S. L., & Evans, J. (2011). Attentional processing of infant emotion during late pregnancy and mother–infant relations after birth. Archives of Women’s Mental Health, 14, 23-31. https://doi.org/10.1007/s00737-010-0180-4

Pearson, R. M., O’Mahen, H., Burns, A., Bennert, K., Shepherd, C., Baxter, H., … & Evans, J. (2013). The normalisation of disrupted attentional processing of infant distress in depressed pregnant women following Cognitive Behavioural Therapy. Journal of Affective Disorders, 145, 208-213. https://doi.org/10.1016/j.jad.2012.07.033

Rutherford, H., Graber, K. M., & Mayes, L. C. (2016). Depression symptomatology and the neural correlates of infant face and cry perception during pregnancy. Social Neuroscience, 11, 467-474. https://doi.org/10.1080/17470919.2015.1108224

Thompson-Booth, C., Viding, E., Mayes, L. C., Rutherford, H. J., Hodsoll, S., & McCrory, E. (2014a). I Can’t Take My Eyes Off of You: Attentional Allocation to Infant, Child, Adolescent and Adult Faces in Mothers and Non-Mothers. PLoS ONE, 9, e109362. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0109362

Thompson-Booth, C., Viding, E., Mayes, L. C., Rutherford, H. J., Hodsoll, S., & McCrory, E. J. (2014b). Here’s looking at you, kid: attention to infant emotional faces in mothers and non‐mothers. Dev Sci, 17, 35-46. https://doi.org/10.1111/desc.12090

Underwood, L., Waldie, K., D’Souza, S., Peterson, E. R., & Morton, S. (2016). A review of longitudinal studies on antenatal and postnatal depression. Archives of Women’s Mental Health, 19, 711-720. https://doi.org/10.1007/s00737-016-0629-1

Fuente: Psychology Today

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Es posible manejar los pensamientos intrusivos negativos?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 14/09/2019

Los pensamientos intrusivos son ideas o imágenes no deseados, involuntarios, que llegan de manera espontánea a la mente pueden ser agradables (inocuos) o desagradables (atemorizantes, obsesivos o inquietantes). A nivel clínico, son considerados síntomas del trastorno por estrés postraumático (TEPT), trastorno bipolar, trastorno obsesivo compulsivo (TOC), trastorno de ansiedad y ansiedad generalizada (TAG), depresión posparto, culpa excesiva, depresión, entre otros. De hecho, algunos de estos problemas de salud mental pueden desencadenarse por pensamientos intrusivos negativos. Este pensamiento o idea puede volverse una obsesión, ser angustiante o molesto, y puede sentirse difícil de manejar o eliminar. Quienes los experimentan temen que puedan cometer los actos que imaginan en su mente. También temen que estos pensamientos signifiquen algo terrible sobre ellos. Los pensamientos intrusivos no deseados pueden ser muy explícitos, y muchas personas se sienten avergonzadas y preocupadas por ellos, y por lo tanto los mantienen en secreto (Winston & Seif, 2017). Investigadores han encontrado que todas las personas podríamos haber experimentado pensamientos indeseados persistentes.

La forma en que lidiemos con intrusos mentales angustiantes determinará su control sobre nosotros. Muchos estudios han demostrado que, para lidiar con esta cuestión, la supresión de pensamientos no funciona. Sin embargo, se han planteados varios métodos enfocados a ayudar en la lucha contra pensamientos persistentes e indeseados.

Modo predeterminado del cerebro: Pensamiento Espontáneo

Los neurocientíficos afirman que más del 50% de nuestro pensamiento es espontáneo e independiente del estímulo: la mente errante, soñar despierto, pensamientos intrusivos y similares (Christoff, K. 2012). Las regiones cerebrales responsables del pensamiento espontáneo, llamadas red de modo predeterminado del cerebro, son bien conocidas por estudios de neuroimagen.

No podemos evitar tener pensamientos espontáneos. No podemos dirigir nuestro cerebro a pensar solo en cosas en las que queremos pensar. Nuestros cerebros siempre están generando pensamientos espontáneos. Éstos son útiles: nos ayudan a adaptarnos a nuestro entorno, y son importantes para la creatividad y la resolución de problemas. El pensamiento espontáneo también se ha relacionado con la salud mental positiva, o lo que se ha llamado “floreciente”. Y es probable que algunas personas tengan una tasa de pensamiento espontáneo mucho más alta que otras. Entonces, si tenés una mente salvaje e imaginativa, podés considerarla un don del cual sacar provecho.

El lado oscuro de los pensamientos intrusivos

No todo pensamiento espontáneo será positivo, útil o simplemente mundano. A veces pueden ser muy negativos, perturbadores, extraños o inquietantes. Ciertos tipos de intrusiones no deseadas son especialmente angustiantes: pensamientos sobre causar daño a usted u otros, haciendo algo moralmente repugnante; cometer un delito, o recordar un error o vergüenza del pasado, una experiencia de vergüenza o humillación, una amenaza a su seguridad personal, una pérdida personal o un trauma, etc. Prácticamente cualquier experiencia negativa o amenaza imaginada podría convertirse en un pensamiento intrusivo negativo.

Muchas cosas influyen en el pensamiento intrusivo. Es más probable que tengas intrusiones mentales negativas si estás bajo mucho estrés; deprimido, ansioso, enojado o si te sentís culpable, si sos una persona emocional con fluctuaciones en cómo te sentís, si sos propenso a pensar demasiado, si enfrentás pérdidas o amenazas significativas en tu vida, o si has experimentado un trauma, estás cansado o privado del sueño.

Qué hacer con las intrusiones negativas

Además del tratamiento psicológico requerido, podés considerar dos pasos para desarrollar una actitud diferente hacia las intrusiones negativas.

  1. Aceptá que el pensamiento intrusivo, ya sea positivo o negativo, es una forma normal y natural de pensar. No podés evitar tener pensamientos intrusivos. Así funcionan nuestros cerebros.

  2. Si tenés pensamientos intrusivos angustiantes frecuentes y persistentes, considerá si alguno de los factores enumerados anteriormente puede estar aumentándolos. Si algunos de estos factores son relevantes, podrás hacer los cambios necesarios en tu estilo de vida y/o buscar ayuda profesional.

Aprender una mejor manera de lidiar con la mente es una parte importante de la recuperación de la angustia emocional.

Referencias:

Christoff, K. (2012). “Undirected Thought: Neural Determinants and Correlates”. Brain Research 1428: 51-59. https://doi.org/10.1016/j.brainres.2011.09.060

Winston, S. M., & Seif, M. N. (2017). Overcoming Unwanted Intrusive Thoughts: A CBT-Based Guide to Getting Over Frightening, Obsessive, or Disturbing Thoughts. Recuperado de https://play.google.com/store/books/details?id=gu4hDgAAQBAJ

Fuente: Psychology Today

  • Análisis

Aburrimiento sexual y fragilidad de la pareja: ¿qué pasa con el deseo y la variedad erótica?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 13/09/2019

Los impulsos sexuales y los apegos emocionales no siempre están conectados, y cuando suceden de manera conjunta son un rasgo típico de relaciones románticas. El sistema sexual funciona como un dispositivo que facilita el apego. A su vez, los procesos de apego vinculan la sexualidad con la calidad de la relación, y el deseo sexual funciona como un indicador visceral de compatibilidad romántica. Es decir que, ambos sistemas se influencian mutuamente juntos afectan el bienestar de la relación. El deseo se vuelve sensible a los diferentes rasgos de la pareja a medida que se desarrollan las relaciones, y cumple un papel fundamental cuando se busca sostener una relación frágil (Birnbaum & Reis, 2019).

Deseo sexual implícito

En cuanto al deseo sexual implícito en las relaciones románticas es posible que las personas no puedan o no deseen informar con precisión cuánto desean sexualmente a sus parejas románticas para preservar el bienestar de la relación o para manejar las impresiones. Según un estudio reciente, las personas con un deseo implícito más elevado experimentaron mayor intimidad durante las relaciones sexuales, respondieron mejor a su pareja durante el sexo y percibieron que sus parejas sentían más deseo, excitación e intimidad durante el sexo (Jong et al., 2019). Los investigadores también hallaron que el deseo implícito más alto predijo una corte de atención más rápido respecto de alternativas atractivas para las mujeres; sin embargo, entre los hombres, el deseo implícito más alto predijo una desconexión atencional más lenta de las alternativas atractivas.

Variedad erótica

Por otra parte, un grupo de investigadores estudió de qué manera se puede fomentar la variedad erótica con el fin de hacer frente al aburrimiento sexual (Rosa et al., 2019). Reclutaron online participantes en relaciones comprometidas de 6 meses o más a través de Mechanical Turk de Amazon para completar una encuesta de dos partes sobre relaciones sexuales. La encuesta inicial (tiempo 1) la completaron 352 ciudadanos predominantemente blancos de EEUU (204 mujeres, 146 hombres, 2 no denunciados), y un subconjunto de 244 personas (140 mujeres, 101 hombres, 3 no denunciados) completaron la encuesta de seguimiento dos semanas después (tiempo 2).

Varias características personales positivas para el sexo (como el uso de pornografía y fantasías sexuales) y características relacionales positivas (como el compromiso, igualitarismo y la frecuencia sexual) se vinculan a la participación en novedades sexuales, así como el deseo por la novedad sexual, la disposición para iniciar conductas de novedad sexual y la voluntad de cumplir con la novedad sexual iniciada por la pareja.

Además, ciertas estrategias persuasivas (es decir, aquellas que incorporan apelaciones al miedo, relatos narrativos o ejemplos de estrategias de iniciación exitosas) pueden ser efectivas para alterar las percepciones sobre la novedad sexual y aumentar el comportamiento íntimo novedoso entre los integrantes de la pareja.

Referencias:

Birnbaum, G. E., & Reis, H. T. (2019). Evolved to be connected: the dynamics of attachment and sex over the course of romantic relationships. Current Opinion in Psychology, 25, 11-15. https://doi.org/10.1016/j.copsyc.2018.02.005

Jong, D. C. de, de Jong, D. C., Reis, H. T., Peters, B. J., DeHaan, C., & Birnbaum, G. E. (2019). The role of implicit sexual desire in romantic relationships. Personality and Individual Differences, Vol. 149, pp. 46-56. https://doi.org/10.1016/j.paid.2019.05.042

Rosa, M. N., Matthews, S. A., Giuliano, T. A., Thomas, K. H., Swift, B. A., & Mills, M. M. (2019). Encouraging erotic variety: Identifying correlates of, and strategies for promoting, sexual novelty in romantic relationships. Personality and Individual Differences, Vol. 146, pp. 158-169. https://doi.org/10.1016/j.paid.2019.04.009

  • Análisis

Encontrar un modo personal satisfactorio de comunicación se vincula con mayor satisfacción sexual

  • Maria Fernanda Alonso
  • 13/09/2019

Uno de los factores que propician la satisfacción sexual dentro de una relación de pareja es l a comunicación sincera y directa entre parejas, hablar de intereses sexuales, deseos, gustos, disgustos, elogiarse unos a otros y, en algunos casos, lidiar bien con críticas leves.

La comunicación vinculada con la satisfacción sexual incluye tanto la comunicación verbal como la no verbal. Gran parte de la investigación existente se enfoca en la comunicación verbal dentro de una relación como un predictor de satisfacción sexual, sin embargo, algunas personas se sienten más cómodas comunicándose de manera no verbal, quizás especialmente durante el sexo.

Independientemente del estilo de comunicación (verbal o no verbal), la satisfacción con el estilo de comunicación propio con una pareja también parece estar vinculada a la satisfacción sexual.

Sin embargo, la relación entre (1) el estilo de comunicación (verbal y no verbal) y (2) la satisfacción con el estilo de comunicación con respecto a la comunicación durante el sexo, con la satisfacción sexual, no está bien establecida. Dada esta brecha, investigadores exploraron cómo el uso de la comunicación verbal y no verbal propia y de la pareja durante el sexo se asocian con la satisfacción sexual; y cómo la satisfacción con la comunicación sexual se relaciona con la satisfacción sexual.

Los resultados del estudio señalan que la satisfacción con la comunicación sexual medió la relación entre la comunicación propia y con la pareja durante el sexo y la satisfacción sexual.

Este estudio tiene implicaciones para la educación y el asesoramiento. Los autores sostienen que las parejas pueden beneficiarse más al encontrar consistencia y satisfacción con su estilo de comunicación que al enfocarse en tratar de adherir a un estilo particular de comunicación (Blunt-Vinti, Jozkowski, & Hunt, 2019).

Referencia del estudio:

Blunt-Vinti, H., Jozkowski, K. N., & Hunt, M. (2019). Show or Tell? Does Verbal and/or Nonverbal Sexual Communication Matter for Sexual Satisfaction? Journal of Sex & Marital Therapy, 45(3), 206-217. https://doi.org/10.1080/0092623X.2018.1501446

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Obesidad y sexualidad: ¿mayor propensión a conductas sexuales riesgosas?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 13/09/2019

Las mujeres adolescentes con obesidad severa tienen menos probabilidades de ser sexualmente activas, pero las que son sexualmente activas tienen comportamientos sexuales riesgosos, informa un nuevo estudio (Zeller et al., 2019).

Con el objetivo de examinar patrones y predictores de conductas de riesgo sexual, prácticas anticonceptivas y resultados de salud sexual en adolescentes con obesidad severa que se sometieron, o no, a cirugía bariátrica por un periodo de 4 años, investigadores analizaron datos recabados de cinco centros médicos académicos.

Utilizaron un diseño prospectivo observacional controlado, las adolescentes sometidas a cirugía bariátrica (n = 111; Mage = 16.95 ± 1.44 años; índice de masa corporal: MBMI = 50.99 ± 8.42; 63.1%) y comparadores no quirúrgicos (n = 68; Mage = 16.18 ± 1.36 años; MBMI = 46.47 ± 5.83; 55.9%) completaron el Cuestionario de Actividades Sexuales y Actitudes en la precirugía/línea de base y seguimiento a los 24 y 48 meses, con 83 mujeres que se sometieron a cirugía de la obesidad (MBMI = 39.27 ± 10.08) y 49 mujeres no quirúrgicas (MBMI = 48.56 ± 9.84) participando a los 48 meses.

Los resultados hallados mostraron más iniciaciones y experiencias sexuales durante los 4 años del estudio, con un aumento mayor en comportamientos que confieren riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS) para las pacientes quirúrgicas.

La mitad (50% quirúrgicas, 44.2% no quirúrgicas) informó haber usado condón en la última relación sexual. La proporción de participantes que alguna vez habían contraído una ITS fue similar (18,7% quirúrgicas, 14,3% no quirúrgicas).

Las pacientes quirúrgicas informaron más embarazos (25,3%, en comparación al 8,2% en pacientes no quirúrgicas) y bebés nacidos vivos (16 nacimientos en 15 pacientes quirúrgicas, 1 en pacientes no quirúrgicas), con un 50% de los descendientes en la cohorte quirúrgica nacidos de madres adolescentes (edad ≤19 años).

Los investigadores concluyen que las pautas y prácticas de atención bariátrica para mujeres adolescentes deben enfatizar los riesgos y las consecuencias de los embarazos adolescentes o no deseados, la toma de decisiones sexuales, la protección dual y las estrategias de prevención de ITS para optimizar la salud y el bienestar a largo plazo.

Referencia del estudio:

Zeller, M. H., Brown, J. L., Reiter-Purtill, J., Sarwer, D. B., Black, L., Jenkins, T. M., … Teen-LABS Consortium. (2019). Sexual behaviors, risks, and sexual health outcomes for adolescent females following bariatric surgery. Surgery for Obesity and Related Diseases: Official Journal of the American Society for Bariatric Surgery, 15(6), 969-978. https://doi.org/10.1016/j.soard.2019.03.001

 

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

No ser capaz de regular las emociones positivas se relaciona con resultados negativos, según nuevo estudio

  • Maria Fernanda Alonso
  • 13/09/2019

Los científicos están comenzando a investigar la importancia de ser capaces de atenuar las emociones positivas. La emoción positiva no controlada está vinculada a resultados negativos, según un nuevo estudio (Zou, Plaks, & Peterson, 2019).

Las estrategias cognitivas de regulación emocional describen las respuestas cognitivas que surgen para intentar modificar la magnitud y/o el tipo de experiencia emocional ante eventos generadores de emocionalidad. «La mayor parte de la literatura sobre la regulación de las emociones se centra exclusivamente en la regulación negativa de las emociones negativas (por ejemplo, la supresión de la ira) o la regulación positiva de las emociones positivas (por ejemplo, sentirse mejor),» dijo Christopher Zou, científico investigador de Altus Evaluations y autor correspondiente del estudio. «Estoy seguro de que todos podemos pensar en momentos en los que hemos conocido a alguien que también tiene un poco de problemas para controlar sus emociones positivas, –tal vez alguien que no puede controlar su estallido de risa, o tal vez alguien que se pone un poquito salvaje en las reuniones de empresa.”

Pensando en estas cuestiones, Zou y sus colegas desarrollaron una escala de regulación de las emociones para estudiar la habilidad de las personas para regular sus emociones positivas.

Los investigadores construyeron una versión revisada de la escala de autoeficacia emocional regulatoria (EAER) y la validaron en dos estudios con 720 participantes. Mientras que la escala anterior incluye una medida de la regulación positiva de las emociones positivas y la regulación negativa de las emociones negativas, la escala revisada agrega una medida de la regulación negativa de las emociones positivas.

En un tercer estudio con 483 participantes, los investigadores encontraron que la habilidad de regular las emociones positivas se asociaba con niveles más bajos de ansiedad de apego, niveles más altos de resiliencia y menos días de hospitalización.

“Pudimos distinguir que la capacidad de un individuo para regular sus emociones positivas era diferente de su capacidad para regular sus emociones negativas y aumentar sus emociones positivas.” dijo Zou.

De hecho, los investigadores demostraron que la capacidad de para regular las emociones positivas predijo de manera única los resultados de comportamiento de riesgo (es decir, el número de días de hospitalización en el último año) –ya que habían hipotetizado que las personas que no son muy buenas a la hora de controlar su emoción probablemente tomarían mayores riesgos.

En cuanto a las limitaciones del estudio, los autores advierten que, como todo fue autoinformado, no están muy seguros de la precisión con la que las personas pueden evaluar su propia capacidad para regular sus emociones. “Como no tenemos una medida estándar «objetiva» para la regulación de las emociones, este será un desafío para los futuros investigadores en esta área,” dijo Zou.

Finalmente, señalaron el deseo de crear intervenciones que ayuden a las personas a mejorar sus habilidades de regulación emocional para que que puedan desenvolverse de manera más efectiva en sus entornos.

Referencia del estudio:

Zou, C., Plaks, J. E., & Peterson, J. B. (2019). Don’t Get Too Excited: Assessing Individual Differences in the Down-Regulation of Positive Emotions. Journal of Personality Assessment, Vol. 101, pp. 116–116. https://doi.org/10.1080/00223891.2018.1501247

Fuente: PsyPost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Trastornos alimentarios: ¿realmente afectan sólo a mujeres delgadas y adineradas?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 13/09/2019

Un gran estereotipo que puede surgir cuando hablamos de trastornos alimentarios es pensar que es un padecimiento de mujeres ricas y delgadas. Este estereotipo cae con el mínimo análisis, y una reflexión más profunda nos lleva a preguntarnos cómo se manifiesta (si es que se manifiesta) en personas de escasos recursos y pertenecientes a comunidades marginadas.

Ser miembro de un hogar con acceso limitado a alimentos suficientes y nutritivos (inseguridad alimentaria severa) podría ser un factor importante en el desarrollo de trastornos alimentarios.

Un estudio realizado con personas que asistían a un banco de alimentos y que respondieron a cuestionarios sobre la gravedad de su inseguridad alimentaria, restricción dietética, síntomas de trastornos alimentarios, ansiedad y depresión, encontró que los participantes con niveles más severo de inseguridad alimentaria (es decir, hogares en los que había niños hambrientos, lo que presumiblemente significa que los adultos tienen aún más hambre) informaron niveles más altos de patología de TA, restricción de la dieta, ansiedad y depresión, que los participantes que tenían mayor acceso a comida (Black Becker, et al., 2019).

Estos hallazgos señalan la necesidad de crear intervenciones y servicios psicológicos apropiados para abordar los trastornos alimentarios en grupos marginados que podrían no ser capaces de seguir los tratamientos recomendados, como establecer un patrón regular de alimentación.

Referencia del estudio:

Black Becker, C., Middlemass, K. M., Gomez, F., Martinez-Abrego, A. (2019). Eating Disorder Pathology Among Individuals Living With Food Insecurity: A Replication Study. Clinical Psychological Science, 7(5), 1144-1158. https://doi.org/10.1177/2167702619851811

Fuente: Psychological Science

Paginación de entradas

Anterior1…5859606162…91Próximo

Apoya a Psyciencia con tu membresía 💞.    

Únete a Psyciencia Pro
  • Inicia sesión
  • Tips para terapeutas
  • Podcast
  • Recursos
  • Webinars
  • Artículos
  • Cómo usar Google Notebook LM para potenciar tus investigaciones
  • «Psicología, docencia y boxeo» con María Alejandra Delgado – Watson, episodio 14
  • Ejercicio clínico: Libérate de la prisión de la opinión ajena (PDF)
  • Entender la anorexia (PDF)
  • Entender la baja autoestima (guía)
Psyciencia
  • Contáctanos
  • Publicidad
  • Nosotros
  • Publica
Psicologia y neurociencias en español todos los días

Ingresa las palabras de la búsqueda y presiona Enter.