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Artículos Recomendados de la Web

619 Publicaciones

En esta sección encontrarás una selección de artículos publicados en otros medios en español que nos parecen interesantes y que pueden serles de utilidad a nuestros lectores. Para nosotros es muy importante el respeto de las publicaciones y no hacemos el famoso copy/paste de los artículos completos. Nosotros comentamos por qué creemos que el artículo es interesante, agregamos un fragmento en formato cita en bloque, agregamos el link directo al artículo y mencionamos el nombre del autor y publicación.

  • Artículos Recomendados de la Web

La gente le cree más a Youtube que a los médicos que combaten el coronavirus

  • 20/08/2020
  • David Aparicio

Adam Satariano escribe un reportaje para The New York Times que describe la lucha que tienen los medicos ante la catarata de publicaciones falsas y pseudocientíficas que aparecen en las redes sociales:

Los doctores aseguran que por lo regular los pacientes se resisten a sus consejos, pues tienen una mayor inclinación a creer lo que leen en Facebook que lo que les dicen los profesionales de la salud. Según los doctores, las mentiras han afectado las iniciativas para que la gente use mascarillas y han alimentado la idea de que la gravedad de la enfermedad es exagerada. De acuerdo con algunos doctores, enfrentan abusos cuando participan en debates en línea para aclarar el asunto.

Muchos creen que el efecto de la información falsa es muy pequeño. Bueno, lee esto:

“Esto ya no es una observación anecdótica que algunos doctores han hecho de manera individual”, dijo Daniel Allington, profesor titular de King’s College de Londres y coautor de un estudio reciente en el cual se descubrió que había una mayor probabilidad de que la gente que obtiene sus noticias en línea, en vez de hacerlo de la radio o la televisión, creyera en teorías conspirativas y no siguiera los lineamientos de salud pública. “Es un patrón estadísticamente significativo que podemos observar en un muestreo grande”.

Un internista de Nueva York atendió en mayo a un paciente que vomitaba por haber tomado una mezcla de cloro como parte de una cura falsa contra el virus que había encontrado en YouTube.

Las redes sociales no están controlando efectivamente la información falsa. Y, en realidad, estos temas son la gasolina que mueve el motor de las redes sociales: los algoritmos. La respuesta de Facebook:

Las redes dicen que están controlando la información falsa, pero no es suficiente: “Hemos sido agresivos al momento de eliminar aseveraciones falsas y perjudiciales, y de dirigir a la gente hacia información acreditada”, aseguró Facebook en un comunicado. La empresa, la cual sostuvo una llamada con médicos en junio para conocer sus inquietudes, dijo que había eliminado más de siete millones de artículos de desinformación sobre el virus y había agregado etiquetas de advertencia a millones más.

YouTube:

YouTube señaló que estaba “comprometida con proporcionar información útil y oportuna sobre la COVID-19” y había eliminado más de 200.000 videos engañosos o peligrosos.

El artículo se concentró en Estados Unidos y Reino Unido. Pero no tocó ni por encima las cadenas de Whatsapp (propiedad de Facebook, no lo olviden) tan populares en Latinoamérica que se envían todos los días llenas de información falsa y remedios homeopáticos que prometen curar y proteger a la gente del coronavirus. Lee el artículo completo en The New York Times en español.

¿Qué se puede hacer?

Es probable que si encuentras un debate con información falsa sobre el coronavirus, tu primer impulso sea intentar refutarlos con los datos científicos. Detente. No lo hagas. Al contestarle solo ayudarás a que el algoritmo de las redes sociales lo promocione y alcance a más persona que piensan exactamente igual. No participes en esos comentarios ni debates. Mejor prepara una publicación a parte que explique los peligros de la información falsa. Si estás con tu familia o amigos, no inicies debates estériles. Mejor intenta escuchar las preocupaciones y miedos de las personas sobre el coronavirus y luego explica, con ejemplos, cómo la ciencia nos ha ayudado a afrontar las pandemia en el pasado y cómo hemos salido adelante.

  • Artículos Recomendados de la Web

La educación por televisión vive un auge por la pandemia del coronavirus

  • 18/08/2020
  • David Aparicio

Benjamin Mueller y Mitra Taj para The New York Times en español:

En un barrio pobre en una ladera de Lima, Perú, la jornada escolar de Delia Huamani no comienza con el bullicio de los compañeros de clase, sino con el destello de un televisor. Como las instalaciones de las escuelas están cerradas indefinidamente, ella recibe sus lecciones en casa, de la recién estrenada biblioteca de programas educativos que el país ha producido.

Como sustituto, está lejos de ser perfecto. Delia, de 10 años, dice que sus padres no pueden pagar libros —echa de menos leer sobre animales en la biblioteca de la escuela— y no tiene a nadie que revise su trabajo. Se apoya en su amiga Katy Bautista, de 12 años, a quien le gustaría pedirle a los presentadores de televisión que disminuyan la velocidad durante las lecciones difíciles.

“Cuando recogemos en la olla común acá, hablamos y nos explicamos”, dijo Delia sobre Katy recientemente. “Y a veces ella me explica y yo no le explico nada, pero ella sí me explica y por eso es buena amiga”.

Sin embargo, a pesar de todas sus limitaciones, la educación televisada tiene una enorme ventaja para Delia, Katy y muchos más de los mil millones de niños en todo el mundo que están fuera de las escuelas por la pandemia del coronavirus: puede llegar a ellos.

A veces vivimos tan encerrados en nuestro mundo y damos por sentado un montón de cosas que son un lujo para muchas otras personas. Este artículo no ayuda a tomar contacto con las necesidades de los que menos tienen estos difíciles momentos y quizás esa incomodidad que genere este artículo nos ayude a aprovechar lo que tenemos y ayudar, como sea, para que los niños puedan recibir educación en estos momentos.

Lee el artículo completo en The New York Times.

  • Artículos Recomendados de la Web

Once cosas supuestamente divertidas que nunca más serán iguales

  • 17/08/2020
  • David Aparicio

Bryan Pietsch ha preparado una lista para The New York Times, que te hará valorar muchas de las cosas más mundanas que ya no serán iguales:

Tras meses de distanciamiento, uso de cubrebocas y de rechazar las charlas triviales en público, ¿volveremos a gritarnos a la cara en los bares y clubes nocturnos? Los expertos esperan que no.

“El distanciamiento social se va a convertir en la norma común en este punto”, afirmó Nolan.

Según Nolan, tener una conversación de cerca, especialmente cuando las personas están hablando de manera animada o ruidosa, en un entorno donde el alcohol fluye y la música está a todo volumen, es un riesgo. Lo aconsejable y más seguro, dijo, es tener conversaciones tranquilas y a bajo volumen.

Tu comportamiento en situaciones sociales será moldeado por la manera en que actúe la gente a tu alrededor, aseguró Jeanine Skorinko, profesora de Psicología Social en el Instituto Politécnico de Worcester en Massachusetts. Si tu grupo mantiene reglas de distanciamiento social, conversa a bajo volumen y evita compartir tragos, lo más probable es que sigas el ejemplo.

Este sitio web de Georgia Tech ayuda a evaluar el riesgo de asistir a un evento en Estados Unidos en función del condado en el que se encuentra y la cantidad de personas que asistirán.

Bienvenidos a la nueva (a)normalidad.

Lee el artículo completo en The New York Times.

  • Artículos Recomendados de la Web

¿Es la enseñanza en línea tan eficaz?

  • 04/08/2020
  • David Aparicio

Cathy Li y Farah Lalani reportan para World Economic Forum:

Para quienes tienen acceso a la tecnología adecuada, hay pruebas de que el aprendizaje en línea puede ser más eficaz de varias maneras. Algunas investigaciones muestran que, en promedio, los estudiantes retienen un 25-60% más de material cuando aprenden en línea, en comparación con sólo un 8-10% en un aula. Esto se debe principalmente a que los estudiantes pueden aprender más rápido en línea; el aprendizaje electrónico requiere un 40-60% menos de tiempo para aprender que en un entorno de aula tradicional porque los estudiantes pueden aprender a su propio ritmo, volviendo y releyendo, saltándose o acelerando a través de los conceptos como ellos elijan.

No obstante, la eficacia del aprendizaje en línea varía según los grupos de edad. El consenso general sobre los niños, especialmente los más pequeños, es que se requiere un entorno estructurado, porque los niños se distraen más fácilmente. Para obtener el máximo beneficio del aprendizaje en línea, es necesario un esfuerzo concertado para proporcionar esta estructura e ir más allá de la réplica de una clase o conferencia física a través de capacidades de vídeo, en su lugar, utilizando una gama de herramientas de colaboración y métodos de participación que promuevan «la inclusión, la personalización y la inteligencia», según Dowson Tong, Vicepresidente Ejecutivo Superior de Tencent y Presidente de su Grupo de Industrias de Nube e Inteligencia.

Dado que los estudios han demostrado que los niños utilizan ampliamente sus sentidos para aprender, hacer que el aprendizaje sea divertido y eficaz mediante el uso de la tecnología es crucial, según Mrinal Mohit de la BYJU. «A lo largo de un período, hemos observado que la integración inteligente de los juegos ha demostrado un mayor compromiso y una mayor motivación hacia el aprendizaje, especialmente entre los estudiantes más jóvenes, haciendo que se enamoren verdaderamente del aprendizaje», dice.

El artículo incluye un análisis de lo que está pasando en el mundo con respecto a la educación en tiempos de COVID-19. Una lectura necesaria para todos y en especial para los administradores de la educación.

Lee el artículo completo en World Economic Forum.

  • Artículos Recomendados de la Web

Cómo reabrir las escuelas: lo que la ciencia y la experiencia de varios países nos enseñan

  • 02/08/2020
  • David Aparicio

Pam Belluck, Apoorva Mandavilli y Benedict Carey, resumen para The New York Times, lo que han hecho las escuelas en los países donde se reabrieron las escuelas sus experiencias de éxito y los problemas que encontraron. Un buen análisis para los maestros y profesionales de la educación:

Algunos países inicialmente solo permitieron volver a las aulas a una parte de sus estudiantes: a los niños más pequeños en Dinamarca, Noruega, Bélgica, Suiza y Grecia; a los chicos mayores en Alemania, según el informe de los investigadores de la Universidad de Washington. Bélgica llevó a los estudiantes por turnos, en días alternos.

Varios países limitaron el aforo de las clases, lo que a menudo permite un máximo de 10 a 15 estudiantes en un aula. Muchos colocaron escritorios a varios metros de distancia. Varios países agrupan a los niños en grupos o cápsulas con interacción social restringida en gran medida a esos mismos grupos, especialmente durante el recreo y la hora de almuerzo.

Las políticas de uso de cubrebocas varía. En Asia, donde la práctica de usar cubrebocas durante la temporada de gripe es común, muchos países requieren cubrebocas en las escuelas. En otros lugares, algunos pedían cubrebocas solo para algunos estudiantes o personal, como los profesores en Bélgica y los estudiantes de secundaria en Francia, según el reporte de la Universidad de Washington.

Lee el artículo completo en The New York Times.

  • Artículos Recomendados de la Web

44,3% de la población española aumentó de peso durante el confinamiento

  • 25/07/2020
  • David Aparicio

Desirée Pozo para Hipertextual:

Un 44,3% de la población española afirma haber aumentado de peso durante el confinamiento. De ellos, el un 73%, sitúan el rango de elevación del peso entre 1 y 3 kilos, tal y como indica una encuesta realizada por la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO). Mientras que el resto ha cogido peso por encima de los 3 kilos. El estudio ha sido presentado este miércoles a través de videoconferencia.

En caso de que el confinamiento vuelva a nuestras vidas, la doctora Susana Monereo, secretaria de SEEDO, apunta a que lo mejor es la comida sana, hacer ejercicio entre 20 y 30 minutos al día y dar un buen ejemplo a los hijos, si se tiene. Entre los platos que comer, recomienda que al menos dos de ellos durante el día sean verduras y tomar una pieza de fruta de postre. Además, se recomienda comer pescado antes que carnes rojas.

También es muy importante «hacer formación de los hábitos saludables en los niños, porque sobre todo la obesidad afecta a las clases más bajas». «Los médicos predicamos cuando ya están ahí, no podemos hacer el trabajo antes», comentó la doctora. Aunque para Monereo sigue siendo necesario que se consiga el reconocimiento de la obesidad como enfermedad por parte del Gobierno.

El texto da una buena idea para replicar investigaciones en Latianoamérica sobre el aumento de peso de las personas durante la cuarentena. Lee el artículo completo en Hipertextual.

  • Artículos Recomendados de la Web

Usar mascarilla es como ponerse cinturón de seguridad o condón

  • 25/07/2020
  • David Aparicio

Perri Klass para The New York Times:

Las campañas para que la gente use condones, cascos al andar en bicicleta y cinturón de seguridad implicaron dar un paso más. Las tres implican algún sacrificio de comodidad y conveniencia personal, sacrificios que parecen triviales para algunos y nada triviales para otros.

Y así como necesitamos usar el cinturón de seguridad cada vez que estamos en el auto, aunque no tengamos intenciones de chocar, necesitamos usar cubrebocas en público, aunque no creamos que nosotros o las personas que encontremos estén infectadas del coronavirus.

Y agrega:

Hace unas cuantas semanas, Jill McDevitt, sexóloga en San Diego, hizo publicaciones en las redes sociales acerca de cómo la información arrojada por las investigaciones sobre los condones podrían aplicarse al diálogo sobre los cubrebocas. “Podemos aprovechar los datos de los condones y hacer que funcione”, comentó.

Sobre todo, se enfocó en la necesidad de reconocer que usar cubrebocas no se siente tan bien como no usarlo. “Nadie dice emocionado: ‘¡Sí, tengo que usar cubrebocas hoy!’”, comentó McDevitt. Decirle a la gente que se siente igual, dijo, “resulta invalidante, y provoca que la gente se rehúse aún más”.

Deberíamos centrarnos en ayudar a la gente a conectarse con sus amigos y familiares sin pelearnos. “Dirigir con empatía”, dijo. Comencemos por reconocerlo: “Esto es difícil para ti”. Empecemos preguntando: “¿Cómo hacemos que esto sea lo más fácil posible?”.

Con los condones, eso implicaba volverlos accesibles, disponibles, gratuitos, como los de nuestros consultorios. Pero también significaba ayudar a la gente a negociar, dijo McDevitt: “Puede ser, digamos, algo así: es una monserga usar cubrebocas, y a mí tampoco me gustan, pero esto no es para siempre. Mientras tanto, nos permiten estar más seguros cuando estemos juntos”.

Lee el artículo completo en The New York Times.

  • Artículos Recomendados de la Web

¿Qué decir —y qué no— cuando alguien te cuenta sus temores sobre el coronavirus

  • 20/07/2020
  • David Aparicio

Estupendo artículo de Anna Goldfarb para The New York Times, sobre la positividad despectiva y algunos elementos que conocemos de la conversación clínica que son muy útiles en estos momentos:

La positividad despectiva puede expresarse de muchas maneras:

“Todo estará bien. ¡Al menos no perdiste tu trabajo!”.

“Sé agradecido por poder aprovechar este tiempo para explorar un nuevo pasatiempo”.

“¡Piensa en cosas felices!”.

“Al menos tienes una pareja con la que compartes el confinamiento”.

“Esto no durará para siempre y tú eres una persona ingeniosa. ¡Saldrás victoriosa!”.

Una propuesta más útil: el principio de reflexionar, validar y curiosidad:

Una mejor manera de formular tu preocupación es usar la reflexión, la validación y la curiosidad, en ese orden, dijo Fregoso. Refleja la emoción que escuchas en la voz de tu amigo. El temor, la tristeza y la preocupación son emociones comunes que la gente está sintiendo ahora mismo.

El artículo incluye una descripción paso a paso de cómo usar el principio de reflexionar, validar y curiosidad. Léelo completo en The New York Times en español.

  • Artículos Recomendados de la Web

¿Deberíamos beber menos alcohol?

  • 18/07/2020
  • David Aparicio

Anahad O’Connor explica en The New York Times, los cambios que se vienen en las recomendaciones médicas sobre el consumo del alcohol y que son congruentes con investigaciones más nuevas que sostienen que los riesgos asociados con su consumo sobrepasan cualquier posible beneficio:

No obstante, ahora un comité de científicos que ayuda a actualizar la edición más reciente de las Pautas Alimentarias para Estadounidenses adoptó una postura más rigurosa respecto al alcohol. En una conferencia telefónica reciente, el comité afirmó que planeaba recomendar que los hombres y mujeres que beben se limiten a una sola copa de vino, una cerveza o una copa de licor al día. No bebas porque piensas que mejorará tu salud, el comité dice que no es así. Además sostiene que, por lo general, beber menos es mucho más benéfico para la salud que beber más.

Ese mensaje representa una ruptura con las pautas anteriores, que desde 1980 han definido como consumo “moderado” de alcohol hasta dos copas diarias para los hombres y una para las mujeres. Las agencias gubernamentales también han definido desde hace mucho que una copa estándar equivale a 355 mililitros de cerveza normal, 147 mililitros de vino y 45 mililitros de bebidas destiladas (con 40 por ciento de alcohol), cantidades que los estadounidenses superan con frecuencia.

Los estudios que avalan los beneficios del consumos del alcohol son defectuosos:

La nueva recomendación sería una victoria para los expertos que han cuestionado por mucho tiempo el halo de salud en torno al consumo moderado. Dicen que los estudios que demuestran que puede proteger la salud son profundamente defectuosos y que cualquier beneficio cardiovascular que se podría tener, sería superado por el hecho de que el alcohol es una de las principales causas de cáncer que son prevenibles. Según el Instituto Nacional de Cáncer, incluso una bebida al día aumenta el riesgo de cáncer de mama, esófago y oral.

Las interpretaciones exageradas sobre los beneficios del consumo moderado del alcohol:

El debate científico en torno al consumo moderado de alcohol se remonta a la década de 1970, cuando los investigadores de California se dieron cuenta de que los abstemios padecían más infartos que las personas que bebían moderadamente. En las décadas posteriores, muchos estudios observacionales que analizaron poblaciones numerosas documentaron lo que se conoce como la curva en J entre el alcohol y la mortalidad debida a cualquier causa, en especial los padecimientos cardiacos: los índices de mortalidad se redujeron entre quienes bebían moderadamente, en comparación con quienes no bebían y luego aumentaba entre aquellas personas cuyo consumo excedía una o dos copas diarias.

No obstante, los estudios observacionales solo pueden mostrar una correlación, no una causalidad, además de que tienen otras limitaciones. Un factor que provoca mucha confusión es que el estatus socioeconómico es un gran indicador de salud y esperanza de vida, y tiene una relación cercana con los niveles de consumo de alcohol. Los estudios muestran que, en comparación con los bebedores empedernidos y los abstemios, las personas que beben moderadamente suelen ser más acaudaladas y tener un nivel educativo más elevado. También suelen tener mejores servicios de salud, hacer más ejercicio, llevar dietas más saludables y presentar menos obesidad.

Lee el artículo completo en The New York Times.

  • Artículos Recomendados de la Web

Acciones esenciales para salir de la pandemia en América Latina

  • 17/07/2020
  • David Aparicio

José Gomes Temporão (médico y exministro de la Salud de Brasil) y Miguel Lago es (director ejecutivo del Instituto de Estudos para Políticas de Saúde (IEPS) describen en The New York Times en español, los desafíos y las acciones que debe realizar América Latina para afrontar la pandemia:

El virus no es el gran igualador social, como se decía al inicio de la pandemia. Si bien todos estamos potencialmente expuestos a la enfermedad, la probabilidad de que se extienda y cause cuadros más graves y más muertes es significativamente mayor entre los más pobres y los que no son blancos. Si la población más vulnerable en Europa son los ancianos, en América Latina la desigualdad distribuye los factores de riesgo de manera más equitativa entre generaciones. En muchas ciudades, incluso antes de la pandemia, la edad promedio de las personas que mueren varía dependiendo del barrio en el que se vive. En São Paulo la diferencia es de hasta 23 años.

En este contexto, las políticas de aislamiento social solo serán efectivas cuando las personas tengan las condiciones materiales para aislarse. En la región, donde la informalidad laboral alcanza alrededor del 50 por ciento de los empleados dejar de trabajar y quedarse en casa simplemente no es una opción. Los mercados populares de alimentos, donde el campo y la ciudad se encuentran, son uno de los grandes focos de infección de países como Perú y Ecuador.

Los efectos de la desigualdad estructural: 

En el combate contra la pandemia en América Latina se ve limitado por la desigualdad estructural, la falta de capacidad del Estado y la demagogia política. Hace falta que los gobiernos nacionales y subnacionales se coordinen para compensar estos factores y dar una respuesta homogénea.

Es fundamental prolongar las medidas de distanciamiento social y que cualquier apertura de actividad sea monitoreada y basada en las recomendaciones de la comunidad científica. Para reforzar esa política, se requiere poder identificar a los sintomáticos y ayudar a aislarlos. Finalmente, para asegurar el cumplimiento de dichas medidas es necesario establecer un ingreso de emergencia adecuado para las familias más vulnerables.

América Latina no puede superar en pocos meses sus lagunas estructurales, pero sí puede encontrar en la pandemia la oportunidad para identificar los puntos débiles y la energía para empezar a tratarlos de manera profunda y sistemática.

Lee el artículo completo en The New York Times.

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