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Publicaciones por mes

julio 2014

26 Publicaciones
  • Definiciones

Definición de la semana: Asociación libre

  • Alejandra Alonso
  • 08/07/2014

¿Podrían algunos trastornos neurológicos tener un origen psicológico más que fisiológico? Esta pregunta condujo a Freud a su “descubrimiento” del inconsciente.

Mediante la reconstrucción de los relatos de la vida del paciente, se dio cuenta de que la pérdida de sensibilidad en la mano de una mujer podría deberse al temor a tocarse los genitales; que la ceguera o la sordera podían originarse en el hecho de no querer ver u oír algo que produce una angustia profunda.

Al principio Freud pensó que la hipnosis podría desbloquear la entrada al inconsciente, pero los pacientes demostraron una capacidad desigual para la hipnosis. Luego empezó a trabajar con la asociación libre, es decir, le pedía al paciente que se relajara y contara todo lo que pasara por su mente, sin importarle lo embarazoso y trivial que pudiera ser.

Freud suponía que una serie de hechos psicológicos, al igual que piezas de dominó iban cayendo desde el pasado lejano hasta el angustioso presente. El creyó que con la asociación libre podría trazar una línea hacia el pasado y producir una cadena de pensamientos que lo llevarían hasta el inconsciente del paciente y, de ese modo, recuperar y liberar los recuerdos inconscientes y penosos, a menudo originados en la niñez. Freud denominó psicoanálisis a estas teorías y a las técnicas asociadas.

Fuente: Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición, Editorial Médica Panamericana: Madrid
Imagen: OneFromRM (Flickr)

One From R

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  • Definiciones

Definición de la semana: Psicología social

  • Alejandra Alonso
  • 07/07/2014

La sociabilidad está en nuestra naturaleza. Según quién o qué influya en nuestros pensamientos, podemos creer lo mejor o lo peor de los demás. Y de acuerdo con nuestras actitudes podemos aproximarnos a ellos con los puños cerrados o los brazos abiertos

“No podemos vivir aislados de la sociedad”, destacó el novelista Herman Melville. “Nuestra vida está conectada por miles de hilos invisibles.” Los psicólogos sociales exploran estas conexiones estudiando científicamente cómo pensamos acerca de, influimos y nos relacionamos con los demás.

Fuente: Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición. Editorial Médica Panamericana: Madrid.
Imagen: Amsterdamize (Flickr)

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Sin categoría

El síndrome Peter Pan

  • Clotilde Sarrió
  • 06/07/2014

En las consultas de psicología y psiquiatría es frecuente que alguien –por lo general una mujer– acuda a nosotros con la queja de que su pareja se comporta como un niño y le resulta difícil conseguir que se responsabilice de las tareas que le corresponden en la dinámica doméstica, una situación que la hace sentir más como madre que como una verdadera esposa o pareja.

Su pareja se comporta como un niño y le resulta difícil conseguir que se responsabilice

Cuando esto sucede, es muy probable que nos encontremos ante lo que el psicólogo norteamericano Dan Kiley denominó Síndrome de Peter Pan, un término con el que describía ciertos rasgos comunes a unas personas que no quieren dejar de ser niños y no saben –o no pueden– dejar de ser hijos, ni por tanto convertirse en padres, lo que produce un desfase entre su edad cronológica y la escasa madurez afectiva que les caracteriza y repercute en el rol que de ellos se espera en una relación de pareja, pues son incapaces de asumir sus obligaciones y se comportan como un niño que habitara en el cuerpo de un adulto y se resistiera a crecer, no aportando por tanto seguridad ni protección a su núcleo familiar.

El término Síndrome de Peter Pan comenzó a utilizarse después de que Dan Kiley publicara en 1983 del libro «El síndrome de Peter Pan, la persona que nunca crece». Si bien a este síndrome no se le reconoce como una enfermedad propiamente dicha, pues no aparece codificada como tal en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM), es un hecho que los profesionales constatamos su existencia en la práctica psiquiátrica y psicológica diaria.  

Haz click aquí  para termina de leer este interesante artículo en el blog de Clotilde Sarrió: Gestalt Terapia.

Imagen: Salud 180

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Sentarse y no hacer nada o recibir una descarga eléctrica?

  • Fabián Maero
  • 04/07/2014

Como primer dato, empecemos con una cita:

“Quedate quieto o la ligás”
– Mi madre, circa 1989

La cita, además de ilustrar mi capacidad de agotar cualquier paciencia, viene a colación de una serie de estudios llevados a cabo por Wilson y colaboradores y publicados en la revista Science en estos días.

Reza el resumen del artículo:

“En once estudios, encontramos que los participantes no disfrutaron pasar de 6 a 15 minutos en un cuarto por sí mismos sin nada mas que hacer salvo pensar, sino que disfrutaron realizar actividades cotidianas externas mucho más, e incluso muchos prefirieron administrarse choques eléctricos antes que estar a solas con sus pensamientos. Las personas parecen preferir hacer algo antes que nada, incluso si ese algo es negativo.”

“Creemos que la mente humana ha evolucionado para estar implicada en el mundo»

Los primeros experimentos involucraron dejar a los sujetos (estudiantes en este caso) a solas en una habitación del laboratorio, sin celulares, libros, ni ninguna otra fuente de distracción, con la única instrucción de no dormirse y permanecer sentados. Las personas no la pasaron bien, en absoluto. Para distinguir si esto era culpa del entorno, el experimento se replicó, pero esta vez en las casas de los sujetos. Tampoco la pasaron bien (de hecho, la pasaron aún peor). Entonces volvieron a repetirlo, esta vez reclutando personas de una iglesia y de un mercado de granjeros en lugar de estudiantes, y los resultados fueron los mismos.

Finalmente, el equipo subió la apuesta. Les dieron a los sujetos del experimento la opción de autoadministrarse una descarga eléctrica estática suave(con una pila de 9v) mientras se quedaban a solas con sus pensamientos: 67% de los varones se dieron hasta 4 descargas eléctricas , y lo mismo hicieron un 25% de las mujeres.

Y antes de que le echen la culpa a los teléfonos: “sorprendentemente, no hemos encontrado correlaciones significativas entre el disfrute del tiempo para pensar y la edad o el uso de los teléfonos inteligentes” dijo en una entrevista uno de los investigadores.

En la misma entrevista, afirmó: “Creemos que la mente humana ha evolucionado para estar implicada en el mundo. A pesar de que tenemos la capacidad de desconectar mentalmente y centrarnos solo en nuestros pensamientos, por lo general no solemos hacerlo con mucha frecuencia o durante períodos largos de tiempo”

67% de los varones se dieron hasta 4 descargas eléctricas

Ahí lo tienen. Ahora tengo evidencia con la cual puedo explicarle a mi madre por qué me costaba tanto quedarme sentado sin hacer nada (a pesar de que claramente, el jarrón estaba roto antes de que yo llegara).

Una conclusión más general es que quedarse a solas con los pensamientos es difícil. Pero probablemente sea necesario desarrollar esa habilidad. Lo que llamamos mindfulness involucra, a grandes rasgos, eso mismo: la capacidad de observar los estados internos (pensamientos, emociones, etc), permaneciendo atentos deliberadamente, sin accionar (ni reaccionar), ante ellos. Quizá la copiosa evidencia que apoya a las prácticas de mindfulness se derive de que ayuda a contrarrestar la tendencia humana a distraerse todo el tiempo, y por ello resulta útil en generar un cambio en la forma de estar en el mundo

Imagen: PPTBACK

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El experimento de Facebook que controló el estado emocional de 689 mil personas

  • David Aparicio
  • 01/07/2014

Facebook experimentó con sus usuarios sin tener su consentimiento. Este fue el titular que más ruido causó durante los últimos 5 días en Internet, gracias a que diversos medios dieron a conocer los resultados de una investigación publicada en marzo en la revista PNAS y desarrollada por un ingeniero del staff de Facebook y dos investigadores de la Universidad de Cornell y la Universidad de California. Dicho estudio intentó determinar si el estado emocional de sus usuarios podría ser alterado al exponerlos a un contenido específico.

Para probar esta hipótesis, los investigadores identificaron a 689.003 usuarios de Facebook de habla inglesa y modificaron los algoritmos de su plataforma, para remover los posts negativos de un grupo y los posts positivos de otro grupo. Los investigadores explican que sólo alteraron el muro y no los mensajes directos.

Así explicaron sus hallazgos:

“Cuando las expresiones positivas fueron reducidas, las personas produjeron menos posts positivos y más negativos; cuando las expresiones negativas fueron reducidas, ocurrió el patrón opuesto. Estos resultados indican que las emociones expresadas por otros en Facebook influyen en nuestras propias emociones.”

“Proveemos evidencia experimental de que el contagio emocional se produce sin la interacción directa entre personas (exposición a un amigo expresando una emoción es suficiente), y en ausencia total de las señales no verbales.”

 

Las emociones expresadas por otros en Facebook influyen en nuestras propias emociones

Esta investigación despertó el enojo de muchos de sus usuarios que se sintieron “ratas de laboratorio”, otros decían: “Facebook me está manipulando, ¡qué vergüenza!”, ya que no recibieron una notificación o consentimiento previo para elegir ser parte del estudio.  Pero la cruda realidad es que los usuarios (incluidos tú y yo) le hemos dado permiso a Facebook para hacer esta clase de experimento. Específicamente, cuando te unes a Facebook das autorización para que tomen el control de tus datos con el fin de realizar “análisis, pruebas e investigaciones.” (Lo mismo pasa cuando te unes a Google)

Al conocer cuán enojados estaban algunos usuarios, Adam Kramer, el ingeniero de Facebook que dirigió la investigación escribió un post donde defendió los motivos del experimento:

“Habiendo escrito y diseñado el experimento, puedo decir que nuestro objetivo nunca fue molestar a nadie. Puedo entender porqué algunas personas están preocupadas, pero mis coautores y yo pedimos disculpas por la manera en que el paper describió la investigación y cualquier ansiedad que causó.”

Sin embargo, esto no quiere decir que el estudio se haya desarrollado dentro de los marcos éticos de investigación y, como bien dice nuestra columnista Paula José, “Ningún comité de ética serio hubiera avalado semejante investigación.”

Toda esta controversia nos recuerda que Facebook es una de las empresas que más datos personales tiene de sus usuarios. También debemos considerar que gran parte de sus ingresos dependen de la publicidad, y ellos utilizan los datos que sus usuarios les proveen (tendencias, horas de ingreso, número de compartidos, “me gusta”, etc.) para diseñar estrategias efectivas de marketing.

Facebook es una de las empresas que más datos personales tiene de sus usuarios

Los que administramos webs sabemos que para crecer es necesario realizar análisis de métricas y preferencia de nuestros usuarios, pero claramente ninguno de nosotros cuenta con tanta información detallada como Facebook.

Si eres usuario de ésta popular red social creo que es una buena oportunidad para que le des una revisada a los términos de uso, así podrás evaluar qué pueden y qué no pueden hacer con tus datos y te ayudará a tomar una decisión responsable sobre lo que compartes en esta red.

Fuente: IBTimes y Wall Street Journal
Imagen: The West Side Story

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Altos niveles de azúcar en la sangre incrementarían el riesgo de sufrir depresión

  • David Aparicio
  • 01/07/2014

La comunidad científica está muy preocupada por el creciente número de personas que diariamente es diagnosticada con diabetes, una enfermedad crónica que no sólo tiene repercusiones a nivel físico sino también psíquico y social. Según investigaciones previas, los pacientes con diabetes tipo 1 y 2 son más propensos a sufrir de depresión en comparación con la población general y un reciente trabajo endocrinológico nos explica porque.

Según la investigación, hace poco presentada en  la reunión de la Sociedad de Endocrinología y la sociedad de Endocrina realizada en chicago, EE.UU, los altos niveles de azúcar en los pacientes diagnosticados con diabetes incrementarían los niveles del neurotransmisor asociado a la depresión y alterarían las conexiones entre las regiones que controlan la emoción.

Cuando se incrementaron los niveles de azúcar, se redujo la fuerza de las conexiones del cerebro involucradas en la autopercepción y las emociones en los  pacientes diabéticos

Los investigadores estudiaron a 19 adultos que no estaban deprimidos: 8 con diabetes tipo 1 y 11 adultos saludables que pertenecieron al grupo control y se utilizaron las Imágenes por  Resonancia Magnética (IRM), para medir la actividad cerebral y así como también la Espectroscopia por Resonancia magnética para medir el nivel de glutamato, un neurotransmisor que a altos niveles se vincula con la depresión. Y por último los sujetos fueron sometidos a imágenes del cerebro cuando su nivel de azúcar en la sangre era normal (90 a 110 mg/dl) y cuando su glucosa era moderadamente alta (180 a 200 mg/dl).

Al observar las imágenes los investigadores encontraron que cuando se incrementó los niveles de azúcar, se redujo la fuerza de las conexiones del cerebro involucradas en la autopercepción y las emociones en los  pacientes diabéticos.

También se descubrió que al acentuar el nivel de glucosa en la sangre se incrementó el nivel del glutamato en una área del cerebro responsable de controlar las emociones. Esto se encontró en los pacientes con diabetes tipo 1, pero no en los pacientes sanos.

Es cierto que este estudio no contó con una gran cantidad de participantes, pero la importancia del mismo es que por primera vez contamos con datos que nos podrían ayudar  a diseñar estrategias específicas para tratar la depresión en pacientes con diabetes.

Fuente: Science Daily

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