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Publicaciones por mes

agosto 2019

75 Publicaciones
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La música podría ayudar al desarrollo de los cerebros de bebés prematuros

  • Maria Fernanda Alonso
  • 15/08/2019

Cuando llega al mundo un bebé prematuramente, es muy probable que deba pasar sus primeros tiempos en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Debido a que este no es el entorno ideal para el desarrollo del cerebro infantil, y que de hecho puede ser una experiencia estresante, el desarrollo neurológico esencia puede verse interrumpido, razón por la que muchos bebés prematuros luego sufren dificultades de aprendizaje o trastornos sociales o emocionales. Por ejemplo, algunos estudios han encontrado que el nacimiento prematuro puede afectar importantes áreas cerebrales lo que ayudaría a entender por qué los niños prematuros tienen más riesgos de sufrir trastornos neurológicos, de atención y autismo (Toulmin et al., 2015); y también han encontrado que este suceso interrumpe los procesos vitales del desarrollo del cerebro, lo que acarrea la reducción de las capacidades cognitivas de los niños. Según otro estudio, los bebés prematuros hacen menos amigos durante la primera infancia, se sienten menos aceptados por sus pares y pasan menos tiempo en actividades de socialización, aunque más adelante en la edad escolar comienzan a hacer más amigos y ganan más aceptación por parte de sus compañeros (Heuser, Jaekel, & Wolke, 2018).

Cuando un bebé nace a término, ha pasado el tiempo suficiente dentro del útero materno para desarrollar toda la compleja infraestructura neurológica que necesita para comenzar su vida. Sin embargo, si un bebé nace antes de tiempo, algunas conexiones neuronales vitales pueden no haberse formado todavía, lo que significa que este proceso tiene que ocurrir después del nacimiento.

Un nuevo estudio revela que escuchar música durante estas primeras semanas críticas como humano puede ayudar al cerebro a desarrollarse normalmente (Lordier et al., 2019).

En particular, los bebés prematuros tienden a sufrir deficiencias en la red de prominencia del cerebro, que es responsable de determinar la importancia de los estímulos y comunicarse con otras redes cerebrales para coordinar una respuesta adecuada. La conectividad entre la red prominente y las áreas del cerebro como el tálamo o las redes sensoriomotoras o auditivas a menudo se interrumpe en los recién nacidos prematuros, lo que resulta en una función cognitiva reducida o dificultades para manejar las emociones y las relaciones sociales más adelante (Ham, Leff, de Boissezon, Joffe, & Sharp, 2013).

Para abordar este problema, los investigadores de la Universidad de Ginebra y los Hospitales Universitarios de Ginebra buscaron crear un ambiente que fomentara el desarrollo saludable del cerebro en bebés prematuros durante su tiempo en una UCI. Debido a que el sistema auditivo es uno de los primeros en formarse en los cerebros humanos, el equipo decidió exponer a estos bebés a música relajante en puntos clave durante el día.

El compositor Andreas Vollenweider tocó una variedad de instrumentos diferentes ante una audiencia de bebés prematuros para determinar cuál produjo las reacciones más tranquilas, y finalmente decidió escribir su calmante pieza usando arpas, campanas y la flauta de un encantador de serpientes indio llamada punji.

Vollenweider produjo tres piezas musicales de ocho minutos. El primero fue reproducido a los bebés en una UCI justo cuando se despertaban, mientras que el segundo fue reproducido durante sus horas de vigilia, y el tercero cuando se dormían.

Utilizando imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) para escanear los cerebros de los bebés prematuros en su estudio, los investigadores encontraron que la arquitectura neurológica de aquellos que habían estado expuestos a la música era mucho más parecida a la de un bebé que había nacido a término, en comparación con los que no habían escuchado la música.

Algunos de los involucrados en el estudio se están acercando a su sexto cumpleaños, y el equipo planea seguir su investigación examinando el bienestar cognitivo, social y emocional de estos niños.

Referencias de los estudios:

Ham, T., Leff, A., de Boissezon, X., Joffe, A., & Sharp, D. J. (2013). Cognitive control and the salience network: an investigation of error processing and effective connectivity. The Journal of Neuroscience: The Official Journal of the Society for Neuroscience, 33(16), 7091-7098. https://doi.org/10.1523/JNEUROSCI.4692-12.2013

Heuser, K. M., Jaekel, J., & Wolke, D. (2018). Origins and Predictors of Friendships in 6- to 8-Year-Old Children Born at Neonatal Risk. The Journal of Pediatrics, 193, 93-101.e5. https://doi.org/10.1016/j.jpeds.2017.09.072

Lordier, L., Meskaldji, D.-E., Grouiller, F., Pittet, M. P., Vollenweider, A., Vasung, L., … Hüppi, P. S. (2019). Music in premature infants enhances high-level cognitive brain networks. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 116(24), 12103-12108. https://doi.org/10.1073/pnas.1817536116

Toulmin, H., Beckmann, C. F., O’Muircheartaigh, J., Ball, G., Nongena, P., Makropoulos, A., … Edwards, A. D. (2015). Specialization and integration of functional thalamocortical connectivity in the human infant. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 112(20), 6485-6490. https://doi.org/10.1073/pnas.1422638112

Fuente: IFL Science

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Los anticonceptivos hormonales podrían influir en cómo recordamos las cosas

  • Maria Fernanda Alonso
  • 15/08/2019

Las pastillas anticonceptivas son utilizadas como método de planificación familiar y, a su vez, pueden emplearse como tratamiento para distintas dolencias como desórdenes hormonales, acné severo u ovarios poliquísticos.

En cuanto a lo que refiere al uso principal para el que se han creado las pastillas anticonceptivas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que la planificación familiar permite a las personas tener el número de hijos que desean y determinar el intervalo entre embarazos. Se logra mediante la aplicación de métodos anticonceptivos y el tratamiento de la esterilidad.

Según sus datos, a escala mundial, el uso de anticonceptivos modernos ha aumentado ligeramente, de un 54% en 1990 a un 57,4% en 2015. A escala regional, la proporción de mujeres de entre 15 y 49 años de edad que usan algún método anticonceptivo ha aumentado mínimamente o se ha estabilizado entre 2008 y 2015. En África pasó de 23,6% a 28,5%; en Asia, el uso de anticonceptivos modernos ha aumentado ligeramente de un 60,9% a un 61,8%, y en América Latina y el Caribe el porcentaje ha permanecido en 66,7%. El uso de métodos anticonceptivos por los hombres representa una proporción relativamente pequeña de las tasas de prevalencia mencionadas. Los métodos anticonceptivos masculinos se limitan al condón y la esterilización (vasectomía) («Planificación familiar», s. f.) (Alkema, Kantorova, Menozzi, & Biddlecom, 2013).

En cuanto a los métodos anticonceptivos hormonales más utilizados, encontramos (Trussell et al., 2009):

  • Anticonceptivos orales en combinación (la «pastilla» o «píldora»): contiene dos hormonas (estrógeno y progestágeno), funciona evitando la liberación de óvulos por los ovarios (ovulación), y su eficacia para prevenir el embarazo es del 99% si se usa de manera correcta y sostenida;
  • Pastillas de progestágeno solo «minipastilla» o «minipíldora»: contiene únicamente progesterona (sin estrógeno), hace más espeso el moco del conducto del cuello uterino, lo que impide que los espermatozoides y el óvulo se junten y previene la ovulación. Puede usarse mientras se amamanta; debe tomarse todos los días a la misma hora, y su eficacia para prevenir el embarazo es del 99% si se usa de manera correcta y sostenida;
  • Los implantes (cilindros o cápsulas pequeños y flexibles que se colocan debajo de la piel del brazo; contienen únicamente progestágeno): hacen más espeso el moco del conducto del cuello uterino, lo que impide el encuentro de los espermatozoides con el óvulo y evita la ovulación. Debe ser insertado y extraído por personal sanitario; se puede usar durante 3 a 5 años, según el tipo; las hemorragias vaginales irregulares son comunes pero no dañinas y su eficacia para prevenir el embarazo es del 99%;
  • Progestágeno en forma inyectable: Se inyecta por vía intramuscular o bajo la piel cada 2 o 3 meses, según el producto. Su función es hacer más espeso el moco del conducto del cuello uterino, lo que impide el encuentro de los espermatozoides con el óvulo y evita la ovulación. Al cesar el uso, la fecundidad tarda en reaparecer (cerca de 1 y 4 meses en promedio); las hemorragias vaginales irregulares son comunes pero no dañinas y su eficacia para prevenir el embarazo es del 99% si se usa de manera correcta y sostenida;
  • Inyectables mensuales o anticonceptivos inyectables en combinación: se inyectan cada mes por vía intramuscular; contienen estrógeno y progestágeno. Impiden que los ovarios liberen óvulos (ovulación), las hemorragias vaginales irregulares son comunes pero no dañinas y su eficacia para prevenir el embarazo es del 99% si se usa de manera correcta y sostenida
  • Parche anticonceptivo combinado y anillo vaginal anticonceptivo combinado: libera dos hormonas de forma continua, una progestina y un estrógeno, directamente a través de la piel (parche) o mediante el anillo. Impide que los ovarios liberen óvulos (ovulación). El parche y el anillo vaginal son métodos nuevos y los estudios sobre su eficacia son limitados. Los estudios de eficacia realizados señalan que puede ser más eficaz que los anticonceptivos orales combinados, cuando se utilizan de un modo correcto y sostenido, y tal y como se aplican comúnmente. El parche y el anillo vaginal proporcionan una seguridad comparable a los anticonceptivos orales combinados con formulaciones hormonales similares y su perfil farmacocinético es parecido;
  • Dispositivo intrauterino (DIU) de levonorgestrel: es un dispositivo plástico en forma de T que se inserta en el útero y libera diariamente pequeñas cantidades de levonorgestrel. Hace más espeso el moco del conducto del cuello uterino, lo que impide el encuentro de los espermatozoides con el óvulo. Con el tiempo se reduce la cantidad de sangre que se pierde con la menstruación; disminuyen los dolores menstruales y los síntomas de endometriosis; se observó amenorrea (ausencia de menstruación) en un grupo de usuarias. Su eficacia para prevenir el embarazo es del 99% si se usa de manera correcta y controlada;
  • Píldoras anticonceptivas de emergencia (acetato de ulipristal, 30 mg, o levonorgestrel, 1,5 mg): son pastillas que se toman para prevenir el embarazo hasta 5 días después de una relación sexual sin protección, Retrasa la ovulación, Si 100 mujeres tomaran la píldora anticonceptiva de emergencia de progestágeno solo, probablemente una quede embarazada, No altera el embarazo si este ya se ha producido.

Si necesitás más información sobre métodos anticonceptivos, te sugiero que leas las Recomendaciones sobre prácticas seleccionadas para el uso de anticonceptivos, de la OMS.

Antes de empezar cualquier tratamiento (ya sea que involucre fármacos o no), es menester que la persona que se someta conozca los posibles efectos que podrían resultar de tal procedimiento. Para muchos, de hecho, los profesionales requieren la firma de un “consentimiento informado” por parte del paciente.

Por su carga hormonal, todos estos métodos tienen el potencial de producir efectos secundarios en las usuarias, más allá de la prevención del embarazo. Pueden influir potencialmente en las emociones y en la capacidad cognitiva, y esta posibilidad hace que sea muy importante estar atentas a cualquier cambio que puedan percibir las usuarias de anticonceptivos hormonales.

Una nueva investigación proporciona evidencia preliminar de que los anticonceptivos hormonales podrían influir en cómo se recuerdan las cosas. El estudio encontró que las mujeres que tomaban píldoras anticonceptivas tendían a recordar menos información emocional negativa en comparación con las mujeres que no las tomaban (Person & Oinonen, 2019). La autora principal es Kirsten Oinonen, profesora asociada de psicología en la Universidad de Lakehead, quien ha investigado los efectos de los anticonceptivos orales en el estado de ánimo.

“Dada la investigación previa que sugiere que las hormonas pueden afectar tanto el estado de ánimo como la capacidad cognitiva, sentimos que observar los efectos de «la píldora» en la memoria emocional sería un área importante para estudiar «, explicó Oinonen.

Para su estudio, reclutaron a 58 mujeres que usaban anticonceptivos orales, 40 mujeres que no usaban anticonceptivos orales y 37 hombres.

Los participantes completaron un Test de Memoria Espacial Emocional, en la que vieron una variedad de artículos cargados emocionalmente y emocionalmente neutrales que habían sido colocados en una bandeja. Poco después de ver la bandeja de artículos, se les pidió a los participantes que hicieran una lista con todos los artículos que pudieran recordar y que indicaran dónde se había colocado cada uno.

Una semana después, los participantes completaron nuevamente las mismas pruebas de memoria.

Los investigadores encontraron que los usuarios de anticonceptivos orales tendían a recordar más elementos positivos y menos elementos negativos que los no usuarios en la prueba de recuerdo a corto plazo. En la prueba de memoria a largo plazo, no hubo diferencias significativas entre usuarios y no usuarios.

«Los resultados de nuestro estudio en particular sugieren que las mujeres que toman ‘la píldora’ pueden experimentar un cambio en su memoria respecto de la información emocional. En particular, los hallazgos sugieren que las mujeres que toman la píldora pueden mostrar un sesgo de memoria en términos de ser menos propensas a recordar información negativa que las no usuarias,» dijo Oinonen, y luego explicó que como resultado, las mujeres podrían tomas diversas situaciones de visualización de pastillas, personas u objetos como “más positivas de lo que podrían haber sido si no hubieran tomado la píldora (es decir, porque son relativamente más propensas a recordar la información positiva frente a la negativa).»

Los investigadores controlaron una serie de variables que podrían afectar el estado de ánimo y la memoria, incluida la fase del ciclo menstrual. Pero como toda investigación, el estudio incluye algunas limitaciones: los nuevos hallazgos necesitan ser replicados en poblaciones más grandes y más diversas.

En cuanto a futuras investigaciones, Oinonen señaló que “a medida que analizamos la memoria en busca de estímulos visuales, los estudios futuros deberían examinar si las mujeres también muestran una tendencia a recordar estímulos verbales, olfativos, auditivos y kinestésicos menos negativos.” “Por supuesto, un futuro ensayo controlado con placebos para observar los efectos de los anticonceptivos orales en la memoria emocional proporcionaría la evidencia más sólida para respaldar estos hallazgos.»

“Conozco a muchas mujeres que informaron haber experimentado efectos secundarios emocionales de los anticonceptivos orales y creo que es imperativo que los investigadores continúen examinando los efectos de los anticonceptivos hormonales en el estado de ánimo, la cognición y la percepción. Es fundamental que las mujeres estén completamente informadas sobre estos posibles efectos para que puedan tomar decisiones informadas sobre las opciones de control de natalidad,” concluyó.

Referencias:

Alkema, L., Kantorova, V., Menozzi, C., & Biddlecom, A. (2013). National, regional, and global rates and trends in contraceptive prevalence and unmet need for family planning between 1990 and 2015: a systematic and comprehensive analysis. The Lancet, 381(9878), 1642-1652. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(12)62204-1

Person, B., & Oinonen, K. A. (2019). Emotional Memory in Oral Contraceptive Users: Negative Stimuli Are More Forgettable. Psychological Reports, 33294119856554. https://doi.org/10.1177/0033294119856554

Planificación familiar. (s. f.). Recuperado 15 de agosto de 2019, de https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/family-planning-contraception

Trussell, J., Lalla, A. M., Doan, Q. V., Reyes, E., Pinto, L., & Gricar, J. (2009). Cost effectiveness of contraceptives in the United States. Contraception, 79(1), 5-14. https://doi.org/10.1016/j.contraception.2008.08.003

Fuente: Psy Post

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Desarrollo Neuromotor Infantil – Curso online para maestros y psicólogos

  • David Aparicio
  • 14/08/2019

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Los consumidores de cannabis podrían ser más propensos a olvidarse de realizar tareas en condiciones de estrés

  • Maria Fernanda Alonso
  • 14/08/2019

A principios de este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe que incluyó recomendaciones sobre las propuestas de fiscalización del cannabis y sustancias relacionadas con el cannabis. Dentro de los puntos más importantes, se destaca la propuesta de eliminar al cannabis (así como la resina de cannabis) del listado más restrictivo de la convención sobre drogas de 1961, y cambiar el estatus de la droga dentro del derecho internacional para favorecer la investigación de sus propiedades terapéuticas, pues mantenerlo en la lista IV (que está integrada particularmente por “sustancias dañinas y con beneficios médicos limitados”) restringe gravemente el acceso y la investigación sobre posibles terapias derivadas de la planta («Issue Highlights: September 2019», 2019).

Países como la Argentina han avanzado en la consideración de las recomendaciones de la OMS, apuntando al mismo fin: “retirar esta sustancia del listado en cuestión tampoco afectará negativamente el bien jurídico protegido “salud pública”, sino que se lo mejorará sustancialmente al facilitar el acceso al derecho a la salud de aquellas personas o familias que requieren de derivados de la planta de cannabis para tratar determinada patología (…). Cuando hablamos de cannabis debemos hacerlo desde una óptica de salud y de derechos individuales, dejando de lado definitivamente la antigua perspectiva prohibicionista que lo aborda como una cuestión de seguridad interior y narcotráfico” («Proyecto», s. f.).

Por su parte, la Organización de Naciones Unidas (ONU), alertó a la población mundial diciendo que la legalización del cannabis con fines medicinales hace que las personas consideren menos los riesgos de consumirlo, según indica la experiencia adquirida con el consumo de alcohol y tabaco («Los riesgos de la legalización del cannabis, a debate en el último informe mundial de estupefacientes», 2019).

La tendencia mundial hacia la legalización del cannabis ha llamado la atención de muchos investigadores, pues «han aumentado el acceso al cannabis y han disminuido los riesgos percibidos de daño», dijo Carrie Cuttler, profesora asistente en la Universidad Estatal de Washington, y autora de un estudio que encontró que el consumo de cannabis puede exacerbar el impacto negativo del estrés agudo en la memoria prospectiva (Cuttler et al., 2019).

«La memoria prospectiva es nuestra capacidad de recordar ejecutar tareas en el futuro (por ejemplo, recoger a un niño de la escuela, tomar medicamentos a tiempo) y es fundamental para nuestra habilidad de funcionar en la vida cotidiana», explicó Cuttler.

En una investigación anterior, Cuttler y sus colegas descubrieron que, en relación con los no consumidores, los consumidores de cannabis demuestran una respuesta de estrés contundente a un factor estresante multidimensional (Cuttler et al., 2017), por lo que quisieron investigar más profundamente si un factor estresante agudo impactaría diferencialmente en la prueba del rendimiento de la memoria prospectiva de los usuarios de cannabis y los no consumidores.

“La investigación sobre el impacto del consumo de cannabis en la memoria prospectiva ha sido en gran medida mixta. Además, investigaciones previas han indicado que el estrés agudo puede facilitar el rendimiento de la memoria prospectiva. Dado que los consumidores crónicos de cannabis demuestran una respuesta de estrés contundente, razonamos que esto podría traducirse en un rendimiento deteriorado en la realización de tareas de la memoria prospectiva en los usos crónicos de cannabis,” dijo Cuttler.

Para su estudio, los investigadores compararon 40 usuarios de cannabis con 42 no usuarios. Los consumidores de cannabis habían usado la sustancia un mínimo de 3 a 4 veces por semana durante al menos un año. Los no consumidores, por otro lado, debían no haber consumido cannabis en el último año y no haber usado cannabis más de 10 veces en su vida.

Los participantes proporcionaron a los investigadores una pertenencia importante, como sus llaves, que luego se guardaron en un cajón bajo llave. Los investigadores dieron instrucciones a los participantes para solicitar la devolución del artículo después de haber terminado una serie de tests y encuestas psicológicas.

Durante la serie de test, los participantes fueron asignados aleatoriamente para completar 5 ensayos de las versiones de “alto estrés” o “sin estrés” de la Prueba de estrés agudo de Maastricht (MAST). Se les pidió a los participantes que trataran de recordar indicar cuán dolorosos encontraron cada ensayo.

En la versión sin estrés, los participantes colocaron una mano en agua tibia durante 45-90 segundos y luego se les pidió que contaran del 1 al 25. En la versión de alto estrés, los participantes colocaron su mano en agua helada durante 45-90 segundos . Luego se les pidió que contaran hacia atrás desde 2043 hasta el 17 y se les dio una respuesta verbal negativa cuando cometieron un error.

Los investigadores encontraron evidencia de que los niveles más altos de estrés se asociaron con un peor rendimiento de la memoria prospectiva. Pero, al igual que investigaciones anteriores, los hallazgos sobre el cannabis fueron mixtos.

Los participantes que obtuvieron una puntuación más alta en una medida de estrés crónico autoinformada tenían más probabilidades de olvidarse de pedir sus pertenencias, independientemente de si eran consumidores de cannabis o no.

Del mismo modo, los participantes en la versión de alto estrés del MAST tenían más probabilidades de olvidarse de indicar cuán dolorosos encontraron cada ensayo. Pero en esta prueba, los consumidores de cannabis tendieron a ser más olvidadizos que los no consumidores.

«Nuestros hallazgos indican que el estrés agudo fue perjudicial para el rendimiento en la tarea de la memoria prospectiva y que este efecto se incrementó en los consumidores crónicos de cannabis. Por lo tanto, los consumidores crónicos de cannabis podrían ser más propensos que los no usuarios a olvidarse de realizar tareas en condiciones de estrés,» dijo Cuttler.

La naturaleza transversal del estudio obliga a los investigadores a detenerse antes de hacer cualquier determinación sobre la causalidad. «No somos capaces de manipular el consumo crónico de cannabis en humanos, por lo que no podemos concluir definitivamente que el consumo crónico de cannabis causó el detrimento relacionado con el estrés en el desempeño en las tareas de memoria prospectiva,» explicó Cuttler.

“En cambio, solo podemos afirmar que el consumo crónico de cannabis está asociado con detrimentos relacionados al estrés para el desempeño en las tareas de memoria prospectiva. Además, todavía necesitamos comprender mejor los mecanismos subyacentes a este efecto,» concluyó la autora.

Referencias de los estudios:

Cuttler, C., Spradlin, A., Nusbaum, A. T., Whitney, P., Hinson, J. M., & McLaughlin, R. J. (2017). Blunted stress reactivity in chronic cannabis users. Psychopharmacology, 234(15), 2299-2309. https://doi.org/10.1007/s00213-017-4648-z

Cuttler, C., Spradlin, A., Nusbaum, A. T., Whitney, P., Hinson, J. M., & McLaughlin, R. J. (2019). Joint effects of stress and chronic cannabis use on prospective memory. Psychopharmacology, 236(6), 1973-1983. https://doi.org/10.1007/s00213-019-5184-9

Issue Highlights: September 2019. (2019). Muscle & Nerve, 60(3), v. https://doi.org/10.1002/mus.26263

Los riesgos de la legalización del cannabis, a debate en el último informe mundial de estupefacientes. (2019, marzo 5). Recuperado 14 de agosto de 2019, de Noticias ONU website: https://news.un.org/es/story/2019/03/1452191

Proyecto. (s. f.). Recuperado 14 de agosto de 2019, de https://www.hcdn.gob.ar/proyectos/proyecto.jsp?exp=3001-D-2019

Fuente: Psy Post

  • Sponsor

«Herramientas en psicoterapia con niños y adolescentes» Nuevo libro de Javier Mandil

  • David Aparicio
  • 13/08/2019

Javier Mandil es uno de los autores más reconocidos de la psicoterapia basada en la evidencia para niños y adolescentes. Durante muchos años sus libros (Manual de Terapia Cognitiva Comportamental con Niños y Adolescentes, y Terapia Cognitiva con Niños y Adolescentes) han sido la guía y fundamento del trabajo clínico de miles de terapeutas en toda Latinoamérica.

Ahora con su nueva obra: Herramientas en psicoterapia con niños y adolescentes: Abordaje de la complejidad desde las perspectivas cognitivas y conductuales, Javier presenta algunas interrogantes de nuestros saberes y competencias como terapeutas: hurga en nuestras dificultades, limitaciones, allí donde somos más frágiles en nuestro quehacer para trabajar mejor los intereses de nuestros pacientes. Revisa con seriedad los aportes más novedosos que nos obligan a flexibilizar nuestras perspectivas y nos expone de un modo incisivo a estudiar nuevas modalidades en un intento por acortar la brecha entre la teoría y la clínica.

Para lograrlo se adentra en el cuestionamiento de los protocolos prescritos, proponiendo desafíos tales como la aplicación de abordajes modulares, donde el terapeuta con sentido común y extrema sensibilidad diseña de forma original, un recorrido particular a la medida de cada paciente encabezado por recurso ya probados.

En Psyciencia tuvimos el honor de recibir una copia adelantada del libro y les podemos decir sin dudas que es un volumen estupendo, muy claro, directo, que demuestra con cada párrafo el conocimiento teórico profundo y la experiencia clínica de Javier. Sin dudas este es un libro que no te querrás perder.

Les compartimos el índice completo del libro:

Índice:

  • Capítulo 1: Introducción. Desarrollos en psicoterapia con niños y adolescentes
  • Capítulo 2: Avances en la orientación a padres y docentes de niños con conductas disruptivas
  • Capítulo 3: Actualizaciones en la terapia cognitiva comportamental para los trastornos de ansiedad
  • Capítulo 4: Enfoques en el abordaje de los comportamientos disruptivos en la adolescencia
  • Capítulo 5: Terapia de Aceptación y Compromiso con adolescentes. Para qué, Qué y Cómo
  • Capítulo 6: Herramientas para la auto-evaluación del proceso terapéutico en la clínica infanto juvenil
  •  Capítulo 7 Puentes hacia el futuro: terapia basada en procesos en la clínica con niños y adolescentes

Puedes descargar un fragmento del capítulo 1 en formato PDF aquí.

El libro Herramientas en psicoterapia con niños y adolescentes está disponible en Editorial Akadia. Puedes escribirles un email a [email protected] y solicitar el precio en tu moneda local con envío a tu país o puedes ingresar a la página de Akadia y comprarlo directamente. El proceso es muy fácil y en sólo unos días puedes tenerlo en tus manos.

Agradecemos a ETCI y Javier Mandil, nuestro sponsor exclusivo de la semana.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El «efecto de las armas»: su capacidad para generar agresividad en las personas

  • Maria Fernanda Alonso
  • 12/08/2019

Hace poco te comentamos que Donald Trump pidió la reforma de las leyes de salud mental en Estados Unidos, asegurando que “el odio y las enfermedades mentales aprietan el gatillo.” Y en otra oportunidad hizo gran hincapié en que, más allá del debido proceso, no quiere que las personas con enfermedades mentales tengan armas. Y esto no causa mucha sorpresa: es más sencillo echar culpas sobre enfermedades mentales (reales o potenciales), que abordar el tema con responsabilidad, sobre todo en una sociedad tan fuertemente armada y polarizada por el asunto, como es la estadounidense. En palabras del Dr. Arthur C. Evans Jr., Presidente de la Asociación Americana de Psicología, culpar a la enfermedad mental por la violencia armada en nuestro país es simplista e inexacto y va en contra de la evidencia científica actualmente disponible.

Respecto de la evidencia científica, un estudio encontró que la mera presencia de un arma no solo puede aumentar los pensamientos agresivos sino que las fotos de individuos con armas predisponen pensamientos agresivos en los espectadores, independientemente de las intenciones o el papel de los sujetos en la sociedad (por ejemplo, policía, civil, criminal) (Bushman, 2018).

Los estudiosos han denominado “efecto de las armas” al fenómeno generador de pensamientos agresivos que se suscita por la simple presencia de un arma. La explicación más ampliamente aceptada para este efecto es que las armas automáticamente provocan pensamientos agresivos. Sin embargo, investigaciones anteriores han evitado en gran medida reconocer el papel de los factores contextuales en el efecto de las armas. El propósito del estudio realizado por Brad J. Bushman de la Universidad Estatal de Ohio, fue confirmar el fenómeno y examinar la influencia de los factores contextuales.

Específicamente, quería saber si ver una fotografía de diferentes tipos de personas con un arma aún generaría pensamientos agresivos, independientemente del papel percibido del sujeto. Bushman esperaba encontrar que, independientemente del papel y/o apariencia de la persona con el arma, la foto aún generaría pensamientos agresivos.

El estudio se dividió en dos experimentos separados. El primero tuvo 470 participantes con edades comprendidas entre 18 y 82 años. A los participantes se les mostraron 8 fotos, cada una de las cuales se clasificó en una de cinco categorías (todos hombres y todos de la misma raza). Estos incluían: delincuentes que portaban armas, soldados con equipo militar con pistolas, oficiales de policía con equipo militar con pistolas, agentes de policía vestidos de civil y sin armas, y por último oficiales de policía con equipo regular que portaban armas.

En todas las fotos, las armas estaban destinadas a ser utilizadas contra objetivos humanos. Después de mirar las fotos, se les pidió a los participantes que completaran fragmentos de 22 palabras lo más rápido posible para medir la accesibilidad de los pensamientos negativos. Cada fragmento completado podría deletrear una palabra agresiva o no agresiva. Bushman esperaba que las personas que vieron fotos de sujetos con armas tengan pensamientos más agresivos en comparación con el grupo que vio fotos de personas que no tenían armas.

El segundo experimento tuvo 627 participantes con edades comprendidas entre los 18 y 80 años. Fue diseñado para ser esencialmente como el primer experimento, excepto que incluía una sexta condición, una categoría adicional de fotos: tiradores olímpicos con armas destinadas a objetivos no humanos. El investigador esperaba que las fotos de los atletas olímpicos con las armas no generaran pensamientos agresivos porque los participantes eran conscientes de que sólo estaban destinados a objetivos no humanos.

Los resultados obtenidos de los dos experimentos respaldaron en gran medida la hipótesis de Bushman de que, independientemente de quién esté sosteniendo el arma, la presencia de un arma predispone la agresión en los participantes.

El estudio descubrió que el tipo de imagen que los participantes estaban viendo tenía una influencia significativa en la cantidad de fragmentos de palabras que completaron como palabras agresivas. Por ejemplo, los participantes que vieron fotos de personas sin armas completaron palabras significativamente menos agresivas en comparación con los grupos de participantes que vieron personas con armas de fuego. El estudio también encontró que la presencia de una pistola generó pensamientos agresivos en los participantes, independientemente de si la persona que portaba una pistola era “buena” o “mala”, o qué tipo de ropa/equipo llevaban puesto.

Por último, Bushman descubrió que los participantes que vieron fotos de atletas olímpicos con armas tenían significativamente menos pensamientos agresivos que aquellos que vieron a alguien más con una pistola. Esto significa que es probable que el uso previsto del arma influya en el grado en que se predisponen los pensamientos agresivos.

La principal limitación de este estudio es que ninguno de los dos experimentos incluyó una medida directa del comportamiento agresivo en los participantes, solo pensamientos agresivos. Otros estudios deberían intentar replicar estos resultados en un entorno de laboratorio más formal.

La principal contribución del estudio es que descubrió que las armas destinadas a ser utilizadas en objetivos humanos provocarán pensamientos agresivos, mientras que las armas utilizadas en objetivos inanimados no. Con este conocimiento, podemos ajustar las estrategias de protección y defensa que promueven comportamientos positivos en lugar de los negativos. Especialmente tiene potencial para reducir la intensidad en ciertas situaciones.

El estudio de Bushman ha puesto de manifiesto la importancia de examinar los factores contextuales del fenómeno observado por separado. Los hallazgos de su estudio podrían formar la base para futuras investigaciones, quizás explorando la influencia de otros factores contextuales sobre el «efecto de las armas». Más allá de eso, los resultados proporcionan información útil que puede usarse para cambiar la forma en que las personas piensan y manejan las armas.

Referencia del estudio:

Bushman, B. J. (2018). Guns Automatically Prime Aggressive Thoughts, Regardless of Whether a «Good Guy» or «Bad Guy» Holds the Gun. Social psychological and personality science, 9(6), 727-733. https://doi.org/10.1177/1948550617722202

Fuente: PsyPost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Es eficaz el encarcelamiento para disuadir de la violencia futura?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 12/08/2019

En derecho se han desarrollado ciertas teorías para justificar la sanción penal, entendida como la respuesta del Estado (que tiene el monopolio de la fuerza, el poder punitivo, para evitar la venganza privada o “justicia por mano propia”), ante la comisión de un delito. La aplicación una pena se caracteriza por tener esta una finalidad principalmente social (“La ejecución de la pena privativa de libertad, en todas sus modalidades, tiene por finalidad lograr que el condenado adquiera la capacidad de comprender y respetar la ley procurando su adecuada reinserción social, promoviendo la comprensión y el apoyo de la sociedad” (artículo 1 p.p. ley 24660 de ejecución penal argentina)) («La justificación de la sanción penal y la discrecionalidad de derecho de los jueces: un enfoque filosófico-jurídico», 2014).

Para las teorías absolutas o retributivas (Kant y Hegel), la pena tiene su justificación y fundamento en la mera retribución. Es la imposición de un mal por el mal cometido. En esto se agota la función y fin de la pena. Por su parte, las teorías relativas o preventivas atienden al fin que se persigue con la pena: proteger a la sociedad. Encuentran fundamento y fin en la disuasión futura de una infracción penal.

Como variantes de las teorías de la prevención hallamos teorías de la prevención general y teorías de la prevención especial. Las teorías de la prevención general ven a la pena como instrumento de intimidación de la generalidad de los ciudadanos, para disuadir la comisión de delitos. Su principal representante fue Feuerbach, para quien la finalidad de la imposición de una pena reside en la fundamentación de la efectividad de la amenaza penal. La pena es como una coacción psicológica ejercida en todos los ciudadanos para que no delincan (de Filosofia (16o : 2006 : Valencia), 2006). Para las teorías de la prevención especial la pena procura apartar al que ya ha delinquido de la comisión de futuros delitos, a través de su corrección o intimidación, o a través de su aseguramiento, apartándolo de la vida social en libertad. Su principal representante es Franz Von Liszt. Para esta postura, para que el delincuente no vuelva a delinquir es necesaria una triple dimensión de la pena: 1°) intimidación: dirigida al delincuente como un aviso de la sanción que puede ser objeto al cometer un acto previsto como delito; 2°) resocialización: el delincuente es susceptible de corrección mediante la educación durante el tiempo que cumple sanción; 3°) inocuización: dirigida a la anulación del delincuente habitual, con una sanción penal por tiempo indeterminado e incluso la pena de muerte (Arroyo Zapatero, Nieto Martín, & Neumann, 2003).

Las teorías mixtas, eclécticas o de la unión: lo fundamental para ellas sigue siendo la pura retribución del delito cometido y sólo dentro de ese marco retributivo, por vía de excepción, admiten que con el castigo se busquen fines preventivos.

Una nueva investigación proporciona evidencia de que se obtienen ganancias insignificantes de seguridad pública al encarcelar a personas por delitos como agresión o robo (Harding, Morenoff, Nguyen, Bushway, & Binswanger, 2019).

Gran parte del debate público sobre la reforma de la justicia penal y el uso de la prisión como forma de castigo se centra en la amenaza de violencia y qué hacer con individuos previamente condenados por un crimen violento, explica el autor del estudio David J. Harding, profesor de sociología y director en la facultad de Ciencias Sociales D-Lab en UC Berkeley.

“Aunque los efectos del encarcelamiento en la reincidencia habían sido el foco de muchas investigaciones previas (Harding, Morenoff, Nguyen, & Bushway, 2017), nadie había examinado cuidadosamente la reincidencia en delitos violentos específicamente antes. Esto es particularmente importante porque casi la mitad de los que están actualmente en prisión han sido condenados por un crimen violento, y esas personas generalmente han sido excluidas de las reformas de la justicia penal debido a los temores de seguridad pública,» agregó Harding, quien también es el autor de On the Outside: Prisoner Reentry and Reintegration (“En el Afuera: Reingreso y reintegración de prisioneros.”)

Para el estudio, los investigadores examinaron los registros de 111.110 individuos sentenciados por delitos graves en el estado de Michigan entre 2003 y 2006. Los arrestos y condenas por delitos violentos fueron rastreados desde el momento en que fueron sentenciados hasta junio de 2015.

El análisis de los investigadores se centró en casos en los que los jueces tenían la facultad discrecional de sentenciar a los acusados ​​a prisión o probation (suspensión de juicio a prueba).

El encarcelamiento pareció reducir los delitos violentos en relación con la probation, pero el efecto fue marginal. Después de su liberación nuevamente en la comunidad, los condenados a prisión no tenían más probabilidades de ser arrestados o condenados por crímenes violentos en comparación con los que estaban en probation.

“Una fortaleza importante del estudio es que se basa en un ‘experimento natural’, por lo que podemos estar mucho más seguros de que los efectos del encarcelamiento (o la falta del mismo) son causales en lugar de correlacionales. El estudio utilizó la asignación aleatoria de acusados ​​criminales a jueces para imitar un experimento aleatorio en un contexto en el que un verdadero experimento aleatorio sería poco ético y poco práctico”, agregó.

El estudio, como toda investigación, incluye algunas limitaciones. “Los datos para este estudio provienen de un solo estado (Michigan). Además, el estudio se centra específicamente en personas que fueron condenadas por delitos que son elegibles para suspensión de juicio a prueba (que podrían haber sido condenados a prisión o probation). Es por eso que menciono específicamente la agresión y el robo. Los crímenes violentos más graves como el asesinato o la violación no están cubiertos aquí”, dijo Harding.

Cabe preguntarse qué tan eficaz resulta el encarcelamiento para cumplir con aquellos fines que, filosóficamente, se han tenido en miras al momento de implementar la pena privativa de la libertad como respuesta a una conducta delictiva. ¿Será momento de implementar una alternativa real a la prisión?

Referencias:

Arroyo Zapatero, L. A., Nieto Martín, A., & Neumann, U. (2003). Crítica y justificación del derecho penal en el cambio de siglo: el análisis crítico de la Escuela de Frankfurt. Página 209.

de Filosofia (16o : 2006 : Valencia), C. V. (2006). XVI Congrés Valencià de Filosofia: València, Facultat de Filosofia i Ciències de l’Educació, 6, 7i 8 d’abril de 2006. Recuperado de https://play.google.com/store/books/details?id=gbPOSgvZj_cC Página 288.

Harding, D. J., Morenoff, J. D., Nguyen, A. P., & Bushway, S. D. (2017). Short- and long-term effects of imprisonment on future felony convictions and prison admissions. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 114(42), 11103-11108. https://doi.org/10.1073/pnas.1701544114

Harding, D. J., Morenoff, J. D., Nguyen, A. P., Bushway, S. D., & Binswanger, I. A. (2019). A natural experiment study of the effects of imprisonment on violence in the community. Nature Human Behaviour, 3(7), 671-677. https://doi.org/10.1038/s41562-019-0604-8

La justificación de la sanción penal y la discrecionalidad de derecho de los jueces: un enfoque filosófico-jurídico. (2014, febrero 5). Recuperado 12 de agosto de 2019, de Revista Pensamiento Penal website: http://www.pensamientopenal.com.ar/doctrina/38170-justificacion-sancion-penal-y-discrecionalidad-derecho-jueces-enfoque-filosofico

Fuente: PsyPost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Problemas para conciliar el sueño? Quizás sigas muy aferrado al pasado

  • Maria Fernanda Alonso
  • 12/08/2019

El insomnio, como trastorno del sueño, se caracteriza por tener la persona problemas en la cantidad o calidad del sueño, junto con otros síntomas como la dificultad para quedarse dormido o despertarse con frecuencia. El sueño es de vital importancia pues cumple múltiples funciones en cuanto a la salud física y mental, por lo que los trastornos en este aspecto pueden ser muy debilitantes, y pueden traer aparejado un aumento de la irritabilidad durante el día, atención y concentración reducidas o deficientes, grandes probabilidades de que ocurran accidentes, entre otras cosas.

Un nuevo estudio sugiere que existiría un vínculo entre los problemas para conciliar el sueño y la capacidad de una persona para soltar la angustia emocional (Wassing, Schalkwijk, et al., 2019).

Un equipo de investigadores del Instituto de Neurociencia de los Países Bajos pidió a los participantes que revivieran episodios embarazosos de hace décadas mientras se encontraban en un escáner de resonancia magnética. Los escaneos mostraron que los que dormían bien habían neutralizado esos recuerdos, pero las personas que sufrían de insomnio no lo habían hecho. La neutralización, en este caso, significa que la memoria es comparable en respuesta a un estímulo neutral. Un estímulo neutral es un estímulo que inicialmente no produce una respuesta específica que no sea centrar la atención. En el condicionamiento clásico, cuando se usa junto con un estímulo no condicionado, el estímulo neutral se convierte en un estímulo condicionado.

La importancia de este hallazgo radica en que la dificultad a largo plazo para lidiar con las emociones negativas juega un papel crucial en los problemas para dormir. Y dado que el insomnio es un factor de riesgo primario en los trastornos del estado de ánimo, la ansiedad y el TEPT, comprender su causa podría ayudar a muchas personas. Los autores sugieren que el insomnio podría estar asociado con las áreas del cerebro que regulan las emociones.

Según estos hallazgos, solo los que duermen bien se benefician con las funciones del sueño cuando se trata de eliminar la tensión emocional. El proceso no funciona bien en personas con insomnio, quienes incluso pueden terminar sintiéndose peor luego de tener noches inquietas.

El equipo también realizó otro estudio que conecta el sueño y la capacidad de los participantes para neutralizar recuerdos embarazosos. Los investigadores pidieron a 64 personas que cantaran una canción al estilo karaoke mientras usaban auriculares especiales que les imposibilitaba escuchar su propia voz y encontrar en el tono correcto. Luego se les hizo escuchar la grabación y revelar sus sentimientos al respecto. Esto se repitió cuatro veces durante tres días consecutivos.

Las personas que tuvieron una buena noche de sueño sintieron menos vergüenza por la grabación que las que sufrían de insomnio, cuyos sentimientos empeoraron con el tiempo (Wassing, Benjamins, Talamini, Schalkwijk, & Van Someren, 2019). Esto refuerza la evidencia del vínculo entre el insomnio y los sentimientos molestos.

En cuanto a las limitaciones del estudio, las tuvo en cuanto a género, acceso al historial de sueño, así como el hecho de que la vergüenza por las experiencias nuevas y revividas no provienen de la misma área del cerebro. Una limitación adicional es que los participantes provenían del Registro de Sueño de Países Bajos y no son una muestra aleatoria de la población general.

Referencias de los estudios:

Wassing, R., Benjamins, J. S., Talamini, L. M., Schalkwijk, F., & Van Someren, E. J. W. (2019). Overnight worsening of emotional distress indicates maladaptive sleep in insomnia. Sleep, 42(4). https://doi.org/10.1093/sleep/zsy268

Wassing, R., Schalkwijk, F., Lakbila-Kamal, O., Ramautar, J. R., Stoffers, D., Mutsaerts, H. J. M. M., … Van Someren, E. J. W. (2019). Haunted by the past: old emotions remain salient in insomnia disorder. Brain: A Journal of Neurology, 142(6), 1783-1796. https://doi.org/10.1093/brain/awz089

Fuente: IFL Science

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cafeína y migrañas: ¿hay relación?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 09/08/2019

Las cefaleas son uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso. Son dolorosas e incapacitantes. En el Estudio de la Carga Mundial de Morbilidad, actualizado en 2013, la migraña por sí sola representó la sexta causa mundial de los años perdidos por discapacidad. Colectivamente, las cefaleas fueron la tercera causa.

Se calcula que la prevalencia mundial de la cefalea (al menos una vez en el último año) en los adultos es de aproximadamente 50%. Entre la mitad y las tres cuartas partes de los adultos de 18 a 65 años han sufrido una cefalea en el último año, y el 30% o más de este grupo ha padecido migraña. La cefalea que se presenta 15 días o más cada mes afecta de un 1,7% a un 4% de la población adulta del mundo. A pesar de las variaciones regionales, las cefaleas son un problema mundial que afecta a personas de todas las edades, razas, niveles de ingresos y zonas geográficas, afectando su calidad de vidas e impactando en la economía de estas personas («Cefaleas», s. f.).

Lidiar con cefalea crónica puede predisponer a la aparición de otras enfermedades, como la depresión y la ansiedad, que son significativamente más frecuentes en las personas que padecen migraña que en las sanas. Por otra parte, sufrir migrañas también puede aumentar los riesgos de complicaciones en el embarazo. Otros estudios han encontrado que el abuso emocional durante infancia aumentaría el riesgo de sufrir de migrañas en la adultez.

Además del dolor de cabeza severo, los síntomas de la migraña pueden incluir náuseas, cambios de humor, sensibilidad a la luz y el sonido, así como alucinaciones visuales y auditivas. Según datos de la OMS, en todo el mundo, sólo una minoría de las personas que sufren cefaleas reciben un diagnóstico apropiado formulado por un profesional sanitario.

Quienes sufren de migraña informan que los patrones climáticos, los trastornos del sueño, los cambios hormonales, el estrés, los medicamentos y ciertos alimentos o bebidas pueden provocar ataques de migraña. Sin embargo, pocos estudios han evaluado los efectos inmediatos de estos factores desencadenantes.

Un estudio reciente evaluó el papel de las bebidas con cafeína como un posible desencadenante de la migraña, y encontró que, entre los pacientes que experimentan migraña episódica, una o dos porciones de bebidas con cafeína no estaban asociadas con dolores de cabeza en ese día, pero tres o más porciones de bebidas con cafeína pueden estar asociadas con mayores probabilidades de presentar migraña en ese día o al día siguiente (Mostofsky, Mittleman, Buettner, Li, & Bertisch, 2019).

Según un informe elaborado por la European Food Safety Authority (EFSA), el café, las bebidas energéticas, el té, las bebidas azucaradas y gaseosas, el chocolate negro y con leche, los pasteles, los helados y los dulces, son algunos de los alimentos en los que encontramos cafeína («Site | European Food Safety Authority», s. f.), y puede que no seamos plenamente conscientes de la cantidad que consumimos en un día determinado, o si se ajusta a las recomendaciones de consumo diario para adultos o niños (Office of the Commissioner, 2019) («Cafeína: ¿qué cantidad es excesiva?», 2018).

Al relacionar esto con las migrañas, la Dra. Elizabeth Mostofsky, investigadora principal del estudio, perteneciente a la Unidad de Investigación de Epidemiología Cardiovascular de BIDMC y miembro del Departamento de Epidemiología del HSPH, destacó que «si bien algunos factores desencadenantes potenciales, como la falta de sueño, sólo pueden aumentar el riesgo de migraña, el papel de la cafeína es particularmente complejo, porque puede desencadenar un ataque pero también ayuda a controlar los síntomas.» Y explicó que «el impacto de la cafeína depende tanto de la dosis como de la frecuencia, pero debido a que ha habido pocos estudios prospectivos sobre el riesgo inmediato de dolores de cabeza por migraña después de la ingesta de bebidas con cafeína, existe evidencia limitada para formular recomendaciones nutricionales para personas con migrañas».

En su estudio de cohorte prospectivo, Mostofsky y sus colegas, incluida la investigadora principal Dra. Suzanne M. Bertisch, de la División de Trastornos del sueño y circadianos en el Hospital Brigham and Women’s, el Centro Médico Beth Israel Deaconess y la Escuela de Medicina de Harvard – 98 los adultos con migraña episódica frecuente completaron diarios electrónicos todas las mañanas y todas las tardes durante al menos seis semanas. Todos los días, los participantes informaron las porciones totales de café con cafeína, té, refrescos y bebidas energéticas que consumieron, así como también completaron informes de dolor de cabeza dos veces al día que detallaban el inicio, la duración, la intensidad y los medicamentos utilizados para las migrañas desde el reporte anterior. Los participantes también proporcionaron información detallada sobre otros desencadenantes comunes de migraña, incluido el uso de medicamentos, la ingesta de bebidas alcohólicas, los niveles de actividad, los síntomas depresivos, el estrés psicológico, los patrones de sueño y los ciclos menstruales.

Para evaluar el vínculo entre la ingesta de bebidas con cafeína y el dolor de cabeza por migraña el mismo día o al día siguiente, Mostofsky, Bertisch y sus colegas utilizaron un análisis propio, comparando la incidencia de migrañas de un participante individual en días con ingesta de bebidas con cafeína con la. incidencia de migrañas en días sin ingesta de bebidas con cafeína del mismo participante. Esta comparación con ellos mismos eliminó la posibilidad de que factores como el sexo, la edad y otros factores demográficos, conductuales y ambientales individuales confundan los datos. Los investigadores también compararon la incidencia de dolor de cabeza por día de la semana, eliminando los hábitos de fin de semana versus días de la semana que también pueden afectar la aparición de migraña.

La autocomparación también permitió examinar las variaciones en la dosis de cafeína en diferentes tipos de bebidas y preparaciones.

«Una porción de cafeína se define típicamente como ocho onzas o una taza de café con cafeína, seis onzas de té, una lata de gaseosa de 12 onzas y una lata de 2 onzas de una bebida energética», dijo Mostofsky. «Esas porciones contienen entre 25 y 150 miligramos de cafeína, por lo que no podemos cuantificar la cantidad de cafeína que se asocia con un mayor riesgo de migraña. Sin embargo, en este análisis autocomparado durante solo seis semanas, la elección de cada participante y la preparación de las bebidas con cafeína deben ser bastante consistentes «.

En general, los investigadores no vieron asociación entre una o dos porciones de bebidas con cafeína y las probabilidades de dolores de cabeza el mismo día, pero sí vieron mayores probabilidades de dolores de cabeza en el mismo día en los días que consumían tres o más porciones de bebidas con cafeína. Sin embargo, entre las personas que rara vez consumían bebidas con cafeína, incluso una o dos porciones aumentaron las probabilidades de tener dolor de cabeza ese día.

Se han propuesto distintos tratamientos para abordar las migrañas, desde el uso de marihuana medicinal, las rutinas de ejercicios aeróbicos, el uso de ketamina o incluso perder peso. Pero, en palabras de Bertisch, a pesar de la alta prevalencia de la migraña sus síntomas debilitantes, la prevención efectiva sigue siendo difícil de alcanzar para muchos de los que la padecen. Y en ese punto es importante seguir trabajando para confirmar estos hallazgos, pues son un primer paso importante hacia la prevención de este trastorno.

Referencias:

Cafeína: ¿qué cantidad es excesiva? (2018, noviembre 20). Recuperado 9 de agosto de 2019, de Mayo Clinic website: https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating/in-depth/caffeine/art-20045678

Cefaleas. (s. f.). Recuperado 9 de agosto de 2019, de https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/headache-disorders

Mostofsky, E., Mittleman, M. A., Buettner, C., Li, W., & Bertisch, S. M. (2019). Prospective Cohort Study of Caffeinated Beverage Intake as a Potential Trigger of Headaches among Migraineurs. The American Journal of Medicine, 0(0). https://doi.org/10.1016/j.amjmed.2019.02.015

Office of the Commissioner. (2019, marzo 4). Al grano: ¿cuánta cafeína es demasiada? Recuperado 9 de agosto de 2019, de U.S. Food and Drug Administration website: https://www.fda.gov/consumers/articulos-en-espanol/al-grano-cuanta-cafeina-es-demasiada

Site | European Food Safety Authority. (s. f.). Recuperado 9 de agosto de 2019, de European Food Safety Authority website: http://www.efsa.europa.eu/en/search/site/caffeine

Fuente: Science Daily

  • Salud Mental y Tratamientos

Una terapia que sobresale a la hora de ayudar a los niños con autismo a desarrollar el lenguaje

  • David Aparicio
  • 08/08/2019

Hace unos meses nuestra columnista, Geraldine Panelli publicó un interesante artículo en el que nos introducía en el tratamiento de respuesta pivote (PRT), una terapia con evidencia científica basada en el ABA que se fundamenta en cuatro áreas centrales: motivación, respuesta a estímulos múltiples, gestión del propio comportamiento y comportamientos sociales.

Para complementar esta información les compartimos un nuevo estudio publicado en la revista Pediatrics con prometedores resultados en el desarrollo del lenguaje.

La investigación duró seis meses y se desarrolló con 48 niños que tenían entre 2 y 5 años de edad y que tenían un retraso significativo en el lenguaje. La mitad de los niños recibió el tratamiento PRT y la otra mitad continuó con el tratamiento habitual que consistió básicamente en ABA y terapia de lenguaje.

Durante los primeros 3 meses, los niños del grupo PRT recibieron 10 horas a la semana de terapia, que fue aplicada por un terapeuta entrenado en conjunto con los padres (recibieron entrenamiento de 1 hora por semana). Durante los siguientes 3 meses, los niños del grupo PRT recibieron cinco horas a la semana de terapia con el terapeuta y los padres entrenados.

Al concluir la intervención, los niños en el grupo PRT habían desarrollado un mejor lenguaje verbal en comparación con los niños del grupo control, utilizaban más palabras comunes que pueden ser reconocidas por los otros, y demostraron una mejoría sustancial en la comunicación, la cual es una habilidad critica a largo plazo.

El tratamiento de respuesta pivote es un tratamiento que es poco conocido en Latinoamérica, pero que cada vez más gana mayor evidencia y que maximiza la motivación y la elección de los pacientes para impulsar el desarrollo de las habilidades a enseñar.

Referencia del estudio original:  Grace W. Gengoux, Daniel A. Abrams, Rachel Schuck, Maria Estefania Millan, Robin Libove, Christina M. Ardel, Jennifer M. Phillips, Melanie Fox, Thomas W. Frazier, Antonio Y. Hardan. A Pivotal Response Treatment Package for Children With Autism Spectrum Disorder: An RCT. Pediatrics, 2019; e20190178 DOI: 10.1542/peds.2019-0178

Fuente: ScienceDaily

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