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Publicaciones por autor

David Aparicio

3004 Publicaciones
Editor general y cofundador de Psyciencia.com. Me especializo en la atención clínica de adultos con problemas de depresión, ansiedad y desregulación emocional.
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Por qué nuestro cerebro ama la música?

  • 26/04/2013
  • David Aparicio

Una reciente investigación nos revela qué sucede en nuestro cerebro cuando decidimos comprar  música nueva. La investigación, que fue desarrollada por neurocientíficos de la reconocida universidad canadiense Mc Gill y publicada en el Journal Science, encontró que la nueva música activa el área cerebral específica de la gratificación, lo que predice la decisión de comprar nueva música.

Los participantes escucharon 60 fragmentos musicales inéditos, mientras se somentían a una resonancia magnética funcional (IRMf) y proveían datos sobre cuánto estaban dispuestos a pagar por cada fragmento de música.

La directora de la investigación,  Valorie Salimpoor, explicó:

“Cuando las personas escuchan un fragmento de música que nunca habían escuchado antes, la actividad en una región cerebral puede predecir consistentemente si le va a gustar o la va a comprar. Este centro cerebral se llama el núcleo accumbens, el cual está implicado en la formación de expectativas que pueden ser gratificantes. Lo que hace que la música sea tan emocionalmente poderosa es la creación de expectativas. La actividad en el núcleo accumbens es un indicador de que las expectativas se cumplieron o superaron, y en nuestro estudio encontramos que cuanto mayor es la actividad que vemos en este centro cerebral, la gente estará más dispuesta a gastar dinero.”

Puedes escuchar los fragmentos musicales que se utilizaron en el laboratorio haciendo click aquí.

El segundo descubrimiento importante fue que el núcleo accumbens no trabaja solo, sino que interactúa con la corteza auditiva, un área del cerebro que almacena la información sobre los sonidos y la música que hemos escuchado. Entre más gratificante es un fragmento de música, mayor es la interrelación entre estas regiones.

El cerebro asigna un valor a la música a través de la interacción entre antiguo circuito de recompensa dopaminérgico (que participa en el refuerzo de las conductas que son absolutamente necesarias para nuestra supervivencia como comer y tener relaciones sexuales) y algunas de las regiones más desarrolladas del cerebro que participan en procesos cognitivos avanzados específicos de los seres humanos.

El Dr. Robert Zatorre, investigador y co-director del International Laboratory of Brain, Music and Sound Research, explica que “esto es interesante ya que la música consiste en una serie de sonidos que cuando se consideran por separado no tienen valor inherente, pero agrupados en patrones, pueden actuar como recompensa.”

La actividad cerebral de cada participante fue igual aun cuando ellos escuchaban música que terminaron comprando, aunque las piezas que escogieron fueron todas diferentes, añadió la Dra. Salimpoor. Estos resultados nos ayudan a comprender porque a las personas les gusta diferentes tipos de música, cada persona tiene su propia corteza formada de manera única, que se desarrolla sobre la base de todos los sonidos y músicas que hemos escuchado a través de nuestra vida. Además, estas plantillas de sonidos que almacenamos probablemente tengan asociaciones emocionales.

La interacción entre el núcleo accumbens y la corteza auditiva sugiere que nosotros creamos expectativas sobre cómo los sonidos musicales deben desarrollarse sobre la base de lo que hemos aprendido y almacenado en nuestra corteza auditiva y, como resultado, nuestras emociones resultan del cumplimiento o violación de estas expectativas.

Estamos constantemente realizando predicciones relacionadas con las recompensas para lograr sobrevivir, y este estudio provee la primera evidencia neurobiológica de que también hacemos predicciones cuando escuchamos un estímulo abstracto como  la música, incluso si nunca antes la habíamos escuchado. El patrón de reconocimiento es tan poderoso que nos puede hacer llorar o ponernos felices, como también comunicar y experimentar algunas de las emociones más profundas y complejas.

Actualización:  Los investigadores quieren ampliar los resultados de la investigación y están realizando una encuesta online (solo ingles) y tienes la oportunidad de ganarte 100 USD por participar.

Fuente: Montreal Neurogical Institute and Hospital

  • Salud Mental y Tratamientos

(PDF) Enfermedad mental y suicidio: Guía para la familia para encarar y reducir los riesgos

  • 24/04/2013
  • David Aparicio

Enfermedad mental y suicidio: Guía para la familia para encarar y reducir los riesgos fue
desarrollada como suplemento para el tema del año 2006 del Día de la Salud Mental de la Federación Mundial para la Salud Mental (WFMH) y su monografía: Construyendo conocimiento – Reduciendo el riesgo: Enfermedad Mental y Suicidio (2006).

La “World Fellowship for Schizophrenia and Allied Disorders”, (WFSAD), (Asociación Mundial
para la Esquizofrenia y Trastornos Asociados) que se fusionó recientemente con la WFMH, había contemplado realizar un proyecto de prevención de suicidio dirigido a las familias/cuidadores de aquellas personas con trastornos psiquiátricos. El objetivo era que las familias tomaran conciencia del mayor riesgo de suicidio que enfrentan los enfermos mentales y entregarles las habilidades que pudieran ayudarles. El programa en cuestión ha sido realizado bajo los auspicios de la WFMH, materializándose en esta guía, un taller y literatura al respecto.

Base lógica de esta guía

Según el Dr. Benedetto Saraceno, Director del Departamento de Salud Mental, OMS:

Más del 90% de todos los casos de suicidio se asocia a trastornos mentales tales como la depresión, esquizofrenia y alcoholismo. Por tanto, para reducir la tasa global de suicidio es necesario referirse seriamente a la grave y creciente carga de la enfermedad mental en todo el mundo. Ya se encuentran bien establecidos los hallazgos principales. Por ejemplo, aproximadamente el 25% de todas las personas que mueren por suicidio estuvo en contacto con servicios de atención de salud mental el año anterior a su muerte; la mitad de ellos estuvieron en contacto con servicios de atención de salud mental la semana anterior a su muerte; los suicidios se acumulan durante el primer año del inicio de la enfermedad; y el 63% de aquellos que mueren por suicidio tienen antecedentes de haberse causado auto-daño.

UK Department of Health (1999a) Safer Services: National Confidential Inquiry into
Suicide and Homicide by People with Mental Illness. London: Department of Health.
(Servicios más Seguros del Departamento de Salud del Reino Unido (1999a): Encuesta
Confidencial Nacional sobre Suicidio y Homicidio cometidos por personas con Enfermedades
Mentales, Londres.)

La Organización Mundial de la Salud (OMS), con ayuda de expertos de todo el mundo, ha producido una serie de guías o pautas que tienen un rol crítico en la prevención del suicidio. La guía está dirigida a una serie variable de audiencias diferentes que incluyen a trabajadores de la salud, profesores, gendarmes de cárceles, profesionales de los medios de comunicación y sobrevivientes del suicidio. Estos recursos están disponibles hoy en día en varios idiomas. De éstas y otras fuentes, esta guía extrapola información sobre el suicidio – información que será de utilidad para cuidadores familiares y para aquellos que sufren enfermedad mental tanto en países en desarrollo como en países desarrollados. Nuestros investigadores han trabajado con material basado en evidencia y a partir de la experiencia personal de numerosas familias gracias a nuestra gran red de familias y amigos de personas con enfermedades mentales.

Descarga: Guía para familiares para prevenir el suicidio.

Fuente: WFMH.org

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Pueden las personas que están en tratamiento psicofarmacológico bajar de peso y no recuperarlo?

  • 23/04/2013
  • David Aparicio

Muchas de las personas que sufren de condiciones clínicas serias como la esquizofrenia, la depresión y el trastorno bipolar, piensan que al iniciar el tratamiento psicofarmacológico aumentarán de peso inevitablemente y no lograrán recuperar su peso inicial. Pero nueva investigación nos muestra que estas personas, si pueden bajar de peso y no recuperarlo luego.

Cerca del 80% de los pacientes que sufren de serias condiciones clínicas (depresión, esquizofrenia y trastorno bipolar) son obesos o tienen sobrepeso, esto contribuye a que tengan un porcentaje tres veces mayor de riesgo de morir a causa de enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer.

Es cierto que el tratamiento psicofarmacológico puede ser un factor incidente en el sobrepeso, pero no es la única causa,  también una mala dieta y un estilo de vida sedentario pueden tener repercusiones importantes en el sobrepeso. Y esta nueva investigación demostró que dichos pacientes pueden mejorar si logran modificar su estilo de vida y dieta.

Puede ser un factor incidente en el sobrepeso, pero no es la única causa

Los investigadores notaron que muchas personas con serias condiciones mentales no pueden costear un programa de actividad física. Además algunos sufren de fobia social, tienen pobres habilidades de interacción social o simplemente tienen miedo de estar en una área pública. Conociendo estas limitaciones, los investigadores diseñaron un plan para traer los gimnasios y nutricionistas a los lugares que estos pacientes frecuentaban.

El estudio

Bajo el nombre ACHIEVE (Logro) -Achieving Healthy Lifestyles in Psychiatric Rehabilitation-, sé  reclutó a 291 sujetos diagnosticados con una seria condición clínica y  que además sufrían de sobrepeso o eran obesos. Cerca de la mitad de los participantes, 144 sujetos, fueron ubicados aleatoriamente en el grupo de intervención y los 147 sujetos restantes formaron parte del grupo control.

Entre los participantes, 50% estaba diagnosticado con esquizofrenia, 22% con trastorno bipolar y 12% con trastorno depresivo mayor. En promedio, cada participante estaba medicado con 3 antipsicóticos, la mitad con litio o estabilizantes del estado de ánimo, todos conocidos por sus efectos en el aumento de peso.

Los participantes también perdieron peso mientras se iban desarrollando las intervenciones

La intervención consistió en habilidades de entrenamiento y manejo de casos especialmente diseñado para las personas que no se sienten cómodas involucrándose en un tratamiento de tiempo completo, y se realizó en un período de 6 meses durante el cual se realizaron  intervenciones intensivas, entrenamiento físico tres veces por semana y clases individuales una vez por semana. El grupo control recibió la atención habitual, que incluía información nutricional y física. Ambos grupos recibieron un año de seguimiento durante el cual se disminuyeron las intervenciones en grupo, pero las clases de ejercicio se mantuvieron constantes.

Luego de 18 meses, el grupo de intervención perdió en promedio alrededor de 3 kilos más que el grupo control. Cerca del 38% de los participantes del grupo de intervención perdió 5% o más de su peso inicial al ser comparados con el grupo control. Más del 18% de los sujetos pertenecientes al grupo de intervención perdieron más del 10% de su peso corporal luego de 18 meses, comparándolos con el 7% en el grupo control.

Los participantes también perdieron peso mientras se iban desarrollando las intervenciones. Esto puede sugerir que se necesita de tiempo para que se logren cambios conductuales, pero una vez que se lograron estas modificaciones, se llega a buenos resultados.

Daumit sostiene:

“Nuestro estudio ha demostrado que las intervenciones conductuales funcionan sin importar qué estés tomando.”

Los investigadores alientan a los centros ambulatorios de psiquiatría a que adopten estos programas de pérdida de peso.

Así concluyó Daumit:

“Esta población es comúnmente estigmatizada. Y los resultados de este estudio podrían ayudar a las personas a pensar diferente sobre  las personas con trastornos mentales. Nuestros resultados proveen de una evidencia clara que esta población puede llevar un estilo de vida saludable y bajar de peso.”

Fuente: National Institutes of Health/National Institute of Mental Health y John Hopkins Medicine

  • Salud Mental y Tratamientos

La Terapia Cogntivo Conductual podría ayudar a reducir el riesgo de sufrir psicosis

  • 22/04/2013
  • David Aparicio

Los hallazgos de una nueva investigación publicada en Psychological Medicine y desarrollada por investigadores de la Universidad de Manchester, sugieren que los jóvenes con alto riesgo de desarrollar psicosis, que no están tomando medicación, pueden reducir significativamente este riesgo si  reciben ayuda temprana por medio de un tratamiento cognitivo conductual.

Para realizar esta investigación, se contó con una muestra de más de 800 personas con alto riesgo de sufrir psicosis. Estos pacientes fueron asignados  aleatoriamente a recibir terapia cognitivo conductual o tratamiento control (consistente en terapia de  asesoramiento o apoyo). Y se encontró que el riesgo de desarrollar un cuadro completo de psicosis era de más de la mitad (50%) para aquellos que no recibieron terapia cognitivo conductual. Estos datos se mantuvieron constantes luego de realizarse controles durante los siguientes  6, 12 y 18-24 meses después del tratamiento.

El Dr Paul Hutton, director de la investigación sostuvo:

“Nuestra investigación sugiere que a los jóvenes que buscan ayuda y que están en riesgo de sufrir psicosis, se les debe ofrecer paquetes de atención que incluya por lo menos seis meses de terapia cognitivo conductual. Además no se encontró evidencia de que la TCC tenga efectos adversos.”

Estos hallazgos parecen prometedores; sin embargo, Hutton nos dice que en el futuro los ensayos clínicos deben medir estos resultados con más profundidad, y que los enfoques de TCC existentes podrían ser adaptados para centrarse más en mejorar el funcionamiento social y ocupacional.

¿En qué consiste la terapia cognitivo conductual?

La terapia cognitivo conductual es un enfoque centrado en la persona, que implica ayudar a los sujetos a entender sus experiencias, y cómo respondemos a ellas,  y a menudo nos puede ayudar a determinar cuán estresantes o debilitantes son. Por medio de la terapia cognitivo conductual, los pacientes aprenden una amplia variedad de estrategias que pueden ser utilizadas para reducir el distrés, y les permite trabajar hacia una recuperación que sea significativa para ellos. La TCC para la prevención de la psicosis pone un fuerte énfasis en las experiencias de “normalización” y «desestigmatización«, como por ejemplo el escuchar voces o tener pensamientos paranoicos.

Puedes obtener más detalles en la versión digital de la investigación.

Fuente: Manchester. ac.uk

  • Análisis

¿Tener más relaciones sexuales que los demás nos hace más felices?

  • 17/04/2013
  • David Aparicio

Las personas son más felices si perciben que están teniendo más sexo que sus pares. Esta fue la conclusión a la que llegó un nuevo estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Colorado Boulder y publicado en la reconocida revista Social Indicators Research.

La investigación fue dirigida por el Dr. Tim Wadsworth, quien analizó estadísticamente los resultados de una encuesta nacional y descubrió que las personas que reportaron mayores niveles de felicidad había informado una frecuencia sexual más alta. Pero también encontró que, incluso luego de controlar su propia frecuencia sexual, las personas que creían que tenían menos sexo que sus pares eran menos felices que aquellos que creían que tenían igual o más relaciones sexuales que los otros.

Respecto a estos resultados Wadsworth sostuvo:

“Existe un aumento general en el sentido de bienestar que viene como resultado de una mayor frecuencia de relaciones sexuales, pero hay también un aspecto relativo. Tener más sexo nos hace más felices, pero creer que tenemos más sexo que las otras personas nos hace incluso, más felices.”

Esta investigación se valió de una muestra de 15.386 personas que fueron encuestadas entre 1993 y 2006, utilizando la General Social Survey, una encuesta norteamericana que evalúa la percepción desde 1972. Se le preguntó a todos los participantes a través de los años si eran “muy felices, bastante felices o no muy felices.” La encuesta incluyó también preguntas sobre la frecuencia de las relaciones sexuales desde 1989.

Luego de controlar otras variables importantes como los ingresos familiares, la educación, el estatus marital, la edad, la salud, la raza y otras características, los participantes que reportaron que tenían relaciones sexuales por lo menos 2 a 3 veces por mes, fueron 33% más propensos a reportar mayor nivel de felicidad que aquellos que reportaron que no habían tenido relaciones sexuales durante los últimos 12 meses.

Wadsworth y su equipo encontraron también que la felicidad parece aumentar con la frecuencia sexual. Por ejemplo, comparando aquellos que no tuvieron relaciones sexuales en el año anterior, con aquellos que reportaron tener relaciones sexuales una vez por semana fueron 44% más propensos a reportar más altos niveles de felicidad. Aquellos que reportaron tener sexo de 2 a 3 veces por semana fueron 55% más propensos a reportar niveles de felicidad más altos.

Mientras que es fácil inferir sobre los ingresos de otras personas por medio de sus nuevas adquisiciones (autos nuevos, remodelaciones a sus casas,etc.), la actividad sexual es más reservada. Esto nos hace preguntarnos ¿cómo las mujeres y hombres pueden saber con qué frecuencia sus pares tienen relaciones sexuales? Wadsworth nos dice que los medios de comunicación suplen esta información. Por ejemplo, las revistas Cosmopolitan, Glamour, Men´s Health, Men´s  Journal, que poseen una circulación combinada de 30 millones de lectores, y reportan la frecuencia sexual de las personas por medio de sus propias encuestas.La televisión y las películas también pueden jugar un rol importante en esta difusión de la vida sexual de la población, así como también las conversaciones con sus pares y sus amigos.

Como resultado de este conocimiento, si los miembros de un grupo está teniendo relaciones sexuales dos o tres veces a la semana pero cree que sus pares están tenido relaciones una vez a la semana, su probabilidad de reportar mayores niveles de felicidad descienden en un 14%.

Aun con estos resultados Wadsworth comenta que estos datos no prueban necesariamente que las comparaciones sociales causen los efectos observados, pero sostiene: “No puedo pensar en una mejor explicación sobre por qué la frecuencia de relaciones sexuales de otras personas influirá en la felicidad de una persona.”

Fuente: University of Colorado – Boulder

  • Salud Mental y Tratamientos

(PDF) Guía: Un niño con autismo en la familia

  • 17/04/2013
  • David Aparicio

La Universidad de Salamanca en conjunto con el Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad de España, publicó «Un niño con autismo en la familia«, una guía que pretende ayudar e informar a las familias que acaban de recibir un diagnóstico de autismo para su hijo o hija. Está escrita a partir de preguntas de padres y hemos pretendido incluir información clara, actualizada y verificada científicamente. También se incluyen testimonios de otros padres que pensábamos podían entender la situación mental en que se encontraban esos padres que acababan de recibir un fuerte impacto. La información que se ofrece es clara, actualizada y verificada científicamente. En torno a seis capítulos se abordan temas como introducción a los Trastornos del Espectro Autista (TEA), los sentimientos de los padres, la familia, las necesidades de los niños con TEA y su tratamiento, estrategias de aprendizaje, y alternativas de educación y escolarización; además de dos interesantes anexos: información adicional sobre el TEA y recursos en Internet.

Fuente: sid.usal.es

  • Salud Mental y Tratamientos

Edad y Género dos factores de riesgo para la adicción al juego

  • 15/04/2013
  • David Aparicio

Los resultados de un nuevo estudio sugieren que la edad y el género juegan un rol crítico en el desarrollo de la adicción al juego y en el curso clínico que le sigue.

La investigación utilizó una base de datos conformada por  2.300 pacientes de entre 17 y 86 años de edad y pudo descubrir que algunos rasgos de personalidad asociados con la edad son factores de riesgo en diferentes etapas de la vida.

Por ejemplo, los pacientes jóvenes (de 17 a 35 años) son más propensos a realizar conductas impulsivas y buscar nuevas sensaciones, según los resultados estas conductas podrían precipitar la adicción al juego. En cambio, los pacientes mayores (55 a 86 años) son menos impulsivos  y buscan en menor medida nuevas emociones, pero son más propensos a desarrollar ansiedad y a preocuparse excesivamente.

Para los sujetos que se encuentran entre los 55 y 86 años, la adicción al juego esta asociada con problemas de salud, mientras que en la adultez media, el trastorno se asocia con problemas económicos.

Respecto a esto, la doctora y  directora de la investigación Susana Jiménez-Murcia nos explica:

“Las personas mayores no juegan para buscar premios o para ganar retos o ser más competitivos, como lo hacen los jóvenes, sino que juegan para modular sus estados emocionales negativos. Estos pacientes tratan de alejarse de la soledad, la insatisfacción o incluso del malestar físico.”

También descubrieron que hay una asociación entre los pacientes jóvenes y una alta severidad en su conducta de juego patológico, y explicaron que una intervención temprana en estos pacientes podría permitirnos entender las causas de este problema y ofrecernos nuevas herramientas para que los estos puedan controlar su tendencia al juego.

Se encontró también que el género también es una variable importante en la adicción al juego, según los resultados, las mujeres inician más tardíamente en el juego, desde los 35 a 40 años, mientras que en los varones el juego inicia mucho más temprano.

Otro dato llamativo fue que el único factor de personalidad que no varía con la edad  es la autodirección, que se refiere a la capacidad de tomar el control de nuestras vidas y que nos permite ser persistentes con un objetivo.

Estos datos confirman que la autodirección es baja en todas las etapas y que podría ser una de las claves para el tratamiento y prevención de este trastorno.

Los investigadores concluyen que el juego patológico es una condición temporal y episódica en la vida de los pacientes. Según Jiménez, algunos factores sociales, ambientales y personales pueden facilitar el control de estos comportamientos, pero en otros momentos esto no es tán fácil, y la psicopatología puede ser más grave. Pero la buena noticia reside en que esto no es una enfermedad crónica que dura toda la vida.

Fuente:  IDIBELL-Bellvitge Biomedical Research Institute

  • Salud Mental y Tratamientos

Araword un procesador de textos para personas con autismo

  • 14/04/2013
  • David Aparicio

 La reconocida revista online Autismo Diario nos trae un interesante análisis sobre AraWord, un procesador de textos totalmente gratis desarrollado por ingenieros de la Universidad de Zaragoza,  que permite la escritura simultánea de textos y pictogramas, facilitando así la creación de materiales adaptados para las personas que manifiestan dificultades comunicativas.

Si deseas descargar Araword solo tienes que acceder a su web ARASAC. Necesitarás tan solo de 10 minutos para poder instalarlo en tu computadora, pero si quieres leer una guía que explique paso a paso cómo instalar este útil procesador de textos, entonces te invitamos a que visites el artículo original.

Fuente: Autismodiario
Imagen: Sanmartin.clarin.com

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La terapia familiar podría ayudar a los niños con riesgo de sufrir de trastorno bipolar

  • 04/04/2013
  • David Aparicio

Una reciente investigación sugiere que la terapia familiar es más efectiva para niños con alto riesgo de sufrir de trastorno bipolar, que el tratamiento educativo de menor duración.

En el estudio, publicado en el Journal of American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, se explica que los niños y adolescentes con trastorno depresivo mayor o formas más sutiles del trastorno bipolar, que tenían al menos un familiar de primer grado con trastorno bipolar, responden mejor al tratamiento de 12 sesiones centradas en la familia que un tratamiento educativo breve.

Para realizar la investigación, se identificó a 40 niños que tenían en promedio 12 años de edad y estaban en riesgo de desarrollar el trastorno bipolar. Estos niños estaban diagnosticados con trastorno depresivo mayor, trastorno ciclotímico o trastorno bipolar no especificado (episodios breves de manía o hipomania que no cumplían con todos los requisitos diagnósticos del trastorno bipolar), y tenían por lo menos un familiar de primer grado (por lo general uno de sus padres) con  trastorno bipolar I o II.

Estos participantes fueron asignados aleatoriamente a recibir terapia familiar focalizada, que consistió en 12 sesiones de terapia familiar las cuales incluyeron 4 meses de psicoeducación (aprender estrategias para manejar los altibajos del estado de ánimo), la formación de habilidades de comunicación o entrenamiento  en habilidades para resolver problemas; y de 1 a 2 sesiones de información familiar (control educacional).

El 60% de los participantes estaba recibiendo medicación y continuaron recibiéndola durante el transcurso de la investigación.

Los participantes que recibieron tratamiento familiar focalizado lograron recuperarse de los síntomas iniciales depresivos en un promedio de 9 semanas, comparado con las 21 semanas que les tomó a los participantes del grupo control.

Los sujetos que recibieron TFF también tuvieron más semanas de completa remisión de los síntomas depresivos luego de un año de haber concluido el estudio. Asimismo se pudieron observar  mejoras en los síntomas maníacos por medio del Young Mania Rating Scale.

Otro hallazgo fue que, a los sujetos que vivían en familias que puntuaron alto en la emoción expresada (comentarios críticos o sobreprotección emocional de los padres), les tomó casi el doble de tiempo para recuperarse de sus síntomas depresivos comparados con los que puntuaron bajo en emoción expresada.

Un segundo análisis indica que los jóvenes provenientes de familias donde hay una alta emoción expresada, que recibieron terapia familiar focalizada, pasaron más semanas en remisión que los jóvenes que sólo recibieron educación.

Respecto a los descubrimientos los directores de la investigación David J. Miklowitz, Doctor de la Escuela de Medicina en UCLA, y Kiki D. Chang, médico en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, sostuvieron que hay que ser cautos con la generalización de los resultados ya que solo un año de seguimiento es muy poco tiempo para determinar si aquellos jóvenes desarrollarán el trastorno bipolar. Sin embargo, detectar el trastorno bipolar en sus primeras etapas, estabilizar sus síntomas y ayudar a la familia a hacerle frente eficazmente a los cambios repentinos de humor del niño, pueden ser altamente útiles para reducir los riesgos y mejorar los resultados a largo plazo.

Fuente: Elsevier

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(PDF) Bases para la elección del tratamiento farmacológico en el trastorno por déficit de atención/hiperactividad

  • 04/04/2013
  • David Aparicio

Objetivos

Recoger algunos factores que pueden ayudar al clínico a diseñar un plan de tratamiento farmacológico para el niño y adolescente con trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH), y realizar una revisión de la bibliografía sobre factores para la selección del tratamiento farmacológico en el TDAH.

Desarrollo

El tratamiento del TDAH requiere el diseño de un plan completo e individualizado para cada paciente, familia y entorno, que incluye tres partes principales: psicoeducación y entrenamiento en manejo conductual, apoyo académico y medicación. Los estimulantes (metilfenidato) y los no estimulantes (atomoxetina) son los dos fármacos aprobados en España para niños y adolescentes y para continuación del tratamiento en adultos con TDAH. El tamaño del efecto de los estimulantes (1,0) es mayor que el de la atomoxetina (0,7-0,8). La metodología del estudio, especialmente la duración, puede afectar el tamaño del efecto. El rango del número de pacientes necesario para tratar es de 1,9 a 5,3, superior al de otros fármacos para otros trastornos (antidepresivos o antipsicóticos). Entre los factores que condicionan la elección del tratamiento farmacológico del TDAH están: comorbilidad, efectos adversos potenciales (especialmente bajo apetito, insomnio, tics y potencial de abuso de la medicación), preferencia de los padres y del paciente, necesidad de acción a lo largo del día o en momentos concretos del día, necesidad de inicio rápido de acción, precio y necesidad de visado de la medicación.

Conclusiones

Existen unos factores asociados al propio paciente y a las características del TDAH, al fármaco y al entorno o situación del paciente que deben considerarse al seleccionar una medicación para el TDAH.

 

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