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Maria Fernanda Alonso

909 Publicaciones
Soy miembro fundador y editora de contenido en Psyciencia.
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Efectividad del distanciamiento social en el lugar de trabajo para reducir la transmisión de un virus

  • 06/05/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Ante la aparición de un virus, la posibilidad de inmunizar a la especie a través de una vacuna puede demorar 6 meses o más. Sin embargo, existen otros medios de protección cuya implementación inmediata es factible y tienen un gran potencial protector, sobre todo en aquellos espacios que naturalmente son zonas de contacto humano cotidiano. Un estudio encontró que establecer medidas de distanciamiento social en el lugar de trabajo se muestra efectivo para frenar la propagación de un virus y su efectividad se potencia cuando la medida es acompañada por otras adicionales (Ahmed et al., 2018). 

Los investigadores se propusieron examinar la efectividad del distanciamiento social en el lugar de trabajo para frenar la propagación de una pandemia de gripe. Con ese fin, exploraron los resultados de 15 estudios que examinaron el distanciamiento social en los lugares de trabajo fuera del sector de la salud. Doce estudios fueron estudios de modelado, lo que significa que utilizaron datos científicos para hacer predicciones. Nueve fueron estudios epidemiológicos basados ​​en entornos reales. Los orígenes de los estudios variaron desde América del Norte, Europa, Asia y Australia.

Los investigadores utilizaron un número de reproducción (R0) para denotar la transmisibilidad de un virus dado. El número asignado representaba el número promedio de casos secundarios resultantes de un solo caso de infección.

Los resultados mostraron que para los estudios que modelaron un número de reproducción menor a 1.9, “las medidas de distanciamiento social en el lugar de trabajo solas (intervención única) mostraron una reducción media del 23% en la tasa de ataque de influenza acumulada en la población general.” Cuando el distanciamiento social en el lugar de trabajo se combinó con intervenciones adicionales (por ejemplo, cierre de escuelas, contacto comunitario reducido y tratamiento farmacéutico), esta reducción media saltó al 75%.

Un retraso en el inicio del distanciamiento social en el lugar de trabajo, así como un menor cumplimiento de las intervenciones, redujeron la efectividad en los estudios de modelado. Los investigadores sugieren varias razones para esto.

«El desencadenamiento retrasado del distanciamiento social en el lugar de trabajo impide la oportunidad de afectar los casos que ya han ocurrido y representa una oportunidad perdida para disminuir la transmisión adicional,» resaltan. 

Además, sugieren que iniciar el distanciamiento social prematuramente también puede reducir la efectividad, al causar «fatiga de intervención» y disminuir el cumplimiento de las medidas de distanciamiento.

Cuatro estudios de modelado y un estudio epidemiológico proporcionaron evidencia de que el distanciamiento social en el lugar de trabajo puede retrasar el pico de un virus, mostrando un retraso medio de seis días con intervención en comparación con la no intervención. 

Los estudios epidemiológicos que observaron el distanciamiento en el lugar de trabajo durante la influenza A (H1N1) de 2009 también mostraron una reducción en la seroconversión, que se da cuando el sistema inmunitario comienza a producir anticuerpos después de infectarse con un virus. Además mostraron una disminución en la enfermedad similar a la gripe. Sin embargo, los investigadores reconocen posibles sesgos en los tres estudios epidemiológicos. Solicitan investigaciones futuras para emplear más estudios epidemiológicos y examinar el distanciamiento social en una diversidad de entornos laborales.

Proyectar estos hallazgos a pandemias futuras resulta desafiante, sostienen los investigadores, y advierten que «debido a que la efectividad del distanciamiento social en el lugar de trabajo dependerá de muchos factores, incluidos R0, el momento de la implementación y el cumplimiento, es difícil estimar la magnitud probable del impacto en una pandemia futura.»

Aún así, concluyen que una combinación de distanciamiento social en el lugar de trabajo con estrategias adicionales de intervención comunitaria será más efectiva para reducir la transmisión del virus.

Referencia bibliográfica:

Ahmed, F., Zviedrite, N., & Uzicanin, A. (2018). Effectiveness of workplace social distancing measures in reducing influenza transmission: a systematic review. BMC Public Health, 18(1), 518. https://doi.org/10.1186/s12889-018-5446-1

Fuente: Psypost



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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Vivir experiencias adversas en la infancia incrementa riesgo de enfermedades cardíacas

  • 05/05/2020
  • Maria Fernanda Alonso

¿Es la infancia una etapa determinante de la vida? Investigaciones nos muestran que lo que sucede, y lo que no sucede, durante ese período, puede tener gran impacto en los años venideros. Así, se ha relacionado la falta de sueño durante la niñez con el posterior desarrollo de problemas de salud mental; la exposición al humo del cigarrillo durante los primeros años de vida se ha vinculado a problemas de hiperactividad y conducta; e incluso sin haber sufrido estrés extremo en esta etapa, el procesamiento emocional puede verse afectado.

Un nuevo estudio encontró que los niños que experimentan trauma, abuso, negligencia y disfunción familiar tienen un mayor riesgo de tener enfermedades cardíacas entre los 50 y 60 años (Pierce et al., 2020), destacando de esta forma los efectos a largo plazo de las experiencias vividas temprano en la vida. Los resultados de la investigación mostraron que las personas expuestas a los niveles más altos de adversidad infantil tenían más del 50% más de probabilidades de tener un evento de enfermedad cardiovascular, como un ataque cardíaco o un derrame cerebral, durante un período de seguimiento de 30 años.

Este estudio longitudinal de más de 3.600 participantes se encuentra entre los primeros en describir la trayectoria de la enfermedad cardiovascular y la muerte en función de las calificaciones del entorno familiar desde la edad adulta hasta la mediana edad. Para esta investigación fue utilizado el Estudio de Desarrollo de Riesgo de Arterias Coronarias en adultos jóvenes (CARDIA), que ha seguido a los participantes desde su reclutamiento en 1985-1986 hasta 2018, para determinar cómo el entorno psicosocial en la infancia se relaciona con la enfermedad cardiovascular y la mortalidad en la mediana edad.

El equipo de investigación informó que los niños que experimentan adversidades causadas por la disfunción familiar están predispuestos a tasas más altas de estrés, tabaquismo, ansiedad, depresión y estilo de vida sedentario que persisten hasta la edad adulta. Esto puede conducir a un aumento del índice de masa corporal (IMC), diabetes, aumento de la presión arterial, disfunción vascular e inflamación. «Es mucho más probable que esta población de adultos participe en conductas de riesgo, por ejemplo, usando la comida como un mecanismo de afrontamiento, que puede conducir a problemas con el peso y la obesidad,» explicó el primer autor Jacob Pierce; también tienen “tasas más altas de tabaquismo, que tiene un vínculo directo con la enfermedad cardiovascular.»

Por estas razones, señala el autor, puede ser muy beneficioso para esta población el asesoramiento sobre afrontamiento del estrés, así como control del tabaquismo y la obesidad. El profesor Joseph Feinglass, autor principal de este estudio, llama la atención sobre la gran cantidad de niños que continúan sufriendo abusos y disfunciones, que repercutirán en la salud física y mental así como en el funcionamiento social a lo largo de sus vidas. Para tener una idea general de cómo era el ambiente familiar de un participante del estudio durante su infancia, los participantes respondieron una encuesta que contenía preguntas como: “¿con qué frecuencia un padre u otro adulto en el hogar le hizo sentir que era amado, apoyado, y cuidado? o «¿con qué frecuencia un padre u otro adulto en el hogar le maldecía, le insultaba, le humillaba o actuaba de una manera que le hacía sentir amenazado?»

El factor más predictivo de enfermedad cardiovascular más adelante en la vida fue la respuesta a la pregunta «¿sabía su familia lo que estaba haciendo cuando era niño?» dijo Pierce. Si bien el estudio no abordó específicamente la atención de los padres, los hallazgos indican que su participación en la vida de sus hijos podría afectar su salud más adelante en la vida, concluyeron los investigadores. Según otra investigación, las personas que están cerca de los niños tienen la posibilidad de morigerar el impacto de estos sucesos, pues las relaciones positivas en la niñez pueden mitigar algunos de los efectos dañinos de las experiencias infantiles más negativas. Por otra parte, la necesidad de abordar esta problemática concierne a la sociedad en su conjunto, y dejan en evidencia la responsabilidad estatal en cuanto a su compromiso de protección de los grupos que se hallan en mayor estado de vulnerabilidad.

Referencia bibliográfica: Pierce, J. B., Kershaw, K. N., Kiefe, C. I., Jacobs, D. R., Sidney, S., Merkin, S. S., & Feinglass, J. (2020). Association of Childhood Psychosocial Environment With 30‐Year Cardiovascular Disease Incidence and Mortality in Middle Age. En Journal of the American Heart Association (Vol. 9, Número 9). https://doi.org/10.1161/jaha.119.015326

Fuente: Psychcentral



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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Relación entre los rasgos de personalidad y el trastorno de ansiedad social

  • 04/05/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Los rasgos de la personalidad que caracterizan a cada persona tendrían un fuerte vínculo con el diagnóstico de ansiedad social, según los hallazgos de un nuevo estudio, que encontró además ciertos subtipos dentro de las personas que padecen este trastorno, distinguibles por el predominio de distintos rasgos de la personalidad sobre otros (Costache et al., 2020). 

Participaron de esta investigación 265 personas con diagnóstico de trastorno de ansiedad social. Los sujetos realizaron estudios completos de personalidad, incluido el inventario de personalidad NEO revisado (NEO-PI-R) y las escalas de personalidad de Karolinska (KSP). Además, fueron comparados con sujetos de control sanos y con datos de la norma sueca.

Como resultado, los investigadores encontraron que las personas con trastorno de ansiedad social tenían rasgos de personalidad marcadamente diferentes, en particular un alto neuroticismo e introversión. En otras palabras, tenían una tendencia a ser emocionalmente inestables e introvertidos.

El equipo encontró, a su vez, tres grupos de personalidad según un análisis de conglomerados de las cinco dimensiones de personalidad.

  • El primer grupo fue denominado con “ansiedad social prototípica.” Aquí, los sujetos eran muy ansiosos e introvertidos, lo que puede verse como la forma típica del trastorno de ansiedad social. Representaron un 33%de la muestra total de pacientes.
  • El segundo grupo fue caracterizado como “ansiedad social introvertida y con alta conciencia.” Las personas incluídas eran muy introvertidas pero con una ansiedad más moderada y también tenían altos niveles de conciencia. Representaron el 29% de la muestra total de pacientes.
  • El tercer grupo presentaba un “trastorno de ansiedad social abierto inestable.” Estos sujetos estaban ansiosos, mientras tenían niveles casi normales de extraversión. Las comparaciones con los datos de la norma también mostraron que estos individuos obtuvieron puntajes altos en el rasgo de personalidad “apertura.” Este fue el grupo más grande, y representó un 33% de la muestra total de pacientes.

«Es posible que las causas de la ansiedad social difieran para los tres grupos, por ejemplo, con respecto a las anormalidades en los niveles de neurotransmisores cerebrales y los factores genéticos,» dijo el profesor Tomas Furmark del Departamento de Psicología de la Universidad de Uppsala, quien dirigió el estudio. 

El equipo de investigación señaló finalmente que si bien se necesitan estudios adicionales para determinar si los subtipos de personalidad en el trastorno de ansiedad social difieren en su causa y tratamiento, esta investigación demuestra que hay diferencias considerables en la personalidad de las personas con ansiedad social, lo que subraya que el trastorno de ansiedad social es un «trastorno multidimensional.»

Referencia bibliográfica:

Costache, M. E., Frick, A., Månsson, K., Engman, J., Faria, V., Hjorth, O., Hoppe, J. M., Gingnell, M., Frans, Ö., Björkstrand, J., Rosén, J., Alaie, I., Åhs, F., Linnman, C., Wahlstedt, K., Tillfors, M., Marteinsdottir, I., Fredrikson, M., & Furmark, T. (2020). Higher- and lower-order personality traits and cluster subtypes in social anxiety disorder. PloS One, 15(4), e0232187. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0232187

Fuente: Psychcentral



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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Las personas egoístas ajustan sus recuerdos para mantener su autoimagen moral?

  • 04/05/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Una nueva investigación encontró que las personas egoístas tienden a recordar haber sido más benevolentes de lo que realmente fueron, según una serie de experimentos realizados por psicólogos de la Universidad de Yale (EEUU) y economistas de la Universidad de Zúrich en Suiza (Carlson et al., 2020).

La autora principal del estudio, Dra. Molly Crockett explica que recordar erróneamente las fallas éticas propias es una herramienta utilizada para mantener la autoimagen moral de acuerdo con los estándares personales.

¿Cómo equilibra alguien su interés personal con el deseo de ser visto como moral? Según este estudio, para justificar los comportamientos egoístas ante uno mismo y ante los demás, las personas participan en un proceso llamado razonamiento motivado. Por ejemplo, al dejar una mala propina, los clientes podrían convencerse de que su servidor no merecía más, explicaron los investigadores.

Este equipo de investigación indagó sobre el empleo de otra posible herramienta para mantener la autoimagen: ¿es posible que las personas recuerden sus comportamientos de manera diferente, de modo tal que pueden llegar a prescindir de un razonamiento motivado? 

Para clarificar la hipótesis explican que en lugar de convencerse a sí mismos de que su servidor no merecía una mejor propina, un cliente podría recordar erróneamente haber dado propinas más generosamente de lo que realmente sucedió, supusieron los investigadores.

En su primer experimento de laboratorio, presentaron a los sujetos una gran cantidad de dinero y les pidieron que decidieran cuánto guardar y cuánto dar a desconocidos anónimos.

Una vez que se distribuyó el dinero, a los sujetos se les hizo una serie de preguntas. Luego se les pidió que recordaran cuánto habían dado a los desconocidos anónimos. Los participantes recibían dinero extra si recordaban sus decisiones con precisión, informaron los investigadores.

Incluso con un incentivo financiero, los sujetos egoístas tienden a recordar haber dado más dinero de lo que realmente hicieron, según los hallazgos del estudio.

En otro par de experimentos realizados en el laboratorio y online, los investigadores preguntaron a los sujetos qué pensaban que era una distribución justa de dinero antes de pedirles que dividieran el bote. Los investigadores descubrieron que solo aquellas personas que habían dado menos de lo que personalmente consideraban justo recordaban ser más generosos de lo que realmente eran.

Un último par de estudios online mostró que los sujetos sólo recordaban erróneamente haber sido tacaños cuando se sentían personalmente responsables de sus decisiones. Cuando los participantes fueron instruidos explícitamente por los investigadores para dar cantidades menores, y por lo tanto no sintieron responsabilidad por sus acciones, recordaron su comportamiento de dar con precisión, descubrió el estudio.

«La mayoría de las personas se esfuerzan por comportarse éticamente, pero a veces no logran defender sus ideales,» dijo Carlson. «En tales casos, el deseo de preservar una autoimagen moral puede ser una fuerza poderosa y no sólo motivarnos a racionalizar nuestras acciones poco éticas, sino también a ‘revisar’ tales acciones en nuestra memoria.»

Crockett advirtió que debido a que los experimentos se llevaron a cabo en Suiza y los Estados Unidos, aún no está claro si los resultados se generalizarán en diferentes culturas.

También enfatizó que esta tendencia al recuerdo defectuoso solo se aplicaba a los egoístas. La mayoría de las personas se comportaron generosamente con desconocidos anónimos y recordaron su comportamiento con precisión.

Referencia bibliográfica: Carlson, R. W., Maréchal, M. A., Oud, B., Fehr, E., & Crockett, M. J. (2020). Motivated misremembering of selfish decisions. Nature Communications, 11(1), 2100. https://doi.org/10.1038/s41467-020-15602-4

Fuente: Psychcentral



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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Trastorno de aprendizaje no verbal: ¿un desorden común, a menudo pasado por alto?

  • 04/05/2020
  • Maria Fernanda Alonso

El trastorno de aprendizaje no verbal (TANV), es un trastorno que causa problemas con el procesamiento visual-espacial, a menudo pasado por alto, y que puede ser más común de lo que creemos. La prevalencia de este desorden lo convierte en uno de los trastornos de aprendizaje m´sa comunes, según surge de un estudio reciente (Margolis et al., 2020). Según los datos de esta investigación, dirigida por el Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia, estima que tal prevalencia afecta a cerca de 3 millones de niños y niñas en Estados Unidos. 

Una de las problemáticas del trastorno es su denominación, ya que los niños con TANV no son personas no verbales, como señala su nombre, ni tienen dificultad para leer. Estos pequeños tienen dificultades para procesar la información sensorial visual-espacial, lo que puede causar problemas con las matemáticas, la función ejecutiva y las habilidades motoras y sociales finas.

«Los niños con este trastorno podrían evitar hacer rompecabezas o jugar con legos,» dijo la autora principal del estudio, Dra. Amy E. Margolis, quien se desempeña como profesora asistente de psicología médica en el Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia.

«Pueden tener problemas para atarse los zapatos, usar tijeras o aprender rutas u horarios.»
Ella señala que si bien la mayoría de los padres reconocen que un niño que no habla a los dos años debe ser evaluado por un trastorno del aprendizaje, nadie piensa en la necesidad de control profesional para aquellos que tienen problemas con las tareas visuales-espaciales. A esta situación se suma que el trastorno no está incluido en la edición actual del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5) de la Asociación Americana de Psiquiatría, no se conocen las causas y no existen tratamientos. De hecho, hay poco consenso entre los médicos sobre cómo diagnosticar el trastorno.

Con el objetivo de conocer la prevalencia del trastorno, este equipo de investigación analizó tres muestras independientes de niños (de 6 a 19 años) en los EE. UU y Canadá, con un total de 2596 personas. Se consideró que cualquier niño con un déficit en el razonamiento espacial y una discapacidad en dos de los cuatro dominios (habilidades motoras finas, cálculo matemático, funcionamiento ejecutivo visual y habilidades sociales) tenía TANV. Los investigadores encontraron que del 3 al 4 por ciento de los niños en cada muestra cumplían los criterios para TANV.

«Cuando se aplica a la población estadounidense menor de 18 años, esto se traduce en aproximadamente 2.2 a 2.9 millones de niños que tienen TANV,” dijo la Dra.Katherine Keyes, coautora del estudio y profesora asociada de epidemiología en la Facultad de Salud Pública Columbia Mailman.

Muchos de los niños en el estudio que fueron identificados con TANV habían sido diagnosticados con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o trastorno de ansiedad.

«Si bien existe cierta superposición en los síntomas entre los dos trastornos, es importante distinguirlos para que podamos comenzar a desarrollar intervenciones para TANV,” afirma Margolis.

Los investigadores planean presentar una solicitud a la Asociación Americana de Psiquiatría para incluir el trastorno en la próxima (sexta) edición del DSM. También planean proponer un cambio de nombre por “trastorno del desarrollo visual y espacial,” para mejorar la comprensión y el reconocimiento del trastorno.

Margolis aconseja a los padres que busquen una evaluación para niños que presenten síntomas de TANV.

Explica que, utilizando herramientas básicas de evaluación puede lograrse el diagnóstico, guiados por los lineamientos de este estudio y del DSM-5. “Luego pueden enviar pacientes a pruebas psicológicas básicas que siempre están disponibles en las escuelas para identificar/cuantificar un problema con el procesamiento visual-espacial,” señala.

Los autores esperan que estos hallazgos sirvan para una mejor comprensión de la neurobiología del trastorno y para desarrollar mejores tratamientos.

Referencia bibliográfica:

Margolis, A. E., Broitman, J., Davis, J. M., Alexander, L., Hamilton, A., Liao, Z., Banker, S., Thomas, L., Ramphal, B., Salum, G. A., Merikangas, K., Goldsmith, J., Paus, T., Keyes, K., & Milham, M. P. (2020). Estimated Prevalence of Nonverbal Learning Disability Among North American Children and Adolescents. JAMA Network Open, 3(4), e202551. https://doi.org/10.1001/jamanetworkopen.2020.2551

Fuente: Psychcentral



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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Los mismos factores que contribuyen al burnout podrían también llevar a la depresión?

  • 30/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Los factores personales y laborales que predicen el burnout (agotamiento) se superponen en gran medida con los factores que contribuyen a los síntomas depresivos (Rotenstein et al., 2020). Investigadores encuestaron a 1552 pasantes médicos que ingresaron a programas de residencia en 68 instituciones diferentes sobre síntomas depresivos, agotamiento emocional y despersonalización, así como sobre posibles factores contribuyentes.

Los síntomas depresivos se midieron mediante un Cuestionario de Salud del Paciente estándar de 9 ítems, mientras que el agotamiento emocional y la despersonalización se midieron con un Inventario abreviado de Burnout de Maslach de 9 ítems.

La carga de trabajo y la satisfacción del entorno de aprendizaje se evaluaron con un instrumento estandarizado. Los factores personales evaluados incluyeron edad, género, etnia, estado civil, orientación sexual, estado de crianza, especialidad, antecedentes de depresión autoinformados, estrés en la vida temprana y puntaje de neuroticismo.

El estudio encontró una superposición significativa entre los factores que contribuyen a los síntomas depresivos y los que contribuyen al agotamiento, con aproximadamente dos tercios de la variación en los síntomas depresivos y el agotamiento atribuibles a factores personales, y un tercio de la variación en estas medidas atribuible factores del lugar de trabajo.

Los resultados de este estudio sugieren que la evaluación de los síntomas depresivos puede ser una alternativa validada y estandarizada para evaluar el agotamiento entre el personal médico.

También subrayan que las intervenciones que ayudan a abordar el burnout pueden ser efectivas para abordar los síntomas depresivos y viceversa. Los ejemplos de tales intervenciones incluyen el aprovechamiento de recursos como los escribientes para abordar las cargas de documentación, el tiempo de espera para el servicio médico y los recursos como el cuidado infantil para aliviar el estrés de los médicos con obligaciones familiares.

«Antes de este trabajo, la depresión y el agotamiento se conceptualizaron como entidades separadas con diferentes factores que contribuyen a estos resultados,» explicó la Dra. Guille, coautora del estudio.

«Este trabajo sugiere que hay una superposición sustancial entre factores del lugar de trabajo y factores personales que contribuyen a un aumento tanto en los síntomas depresivos como en el agotamiento,» concluyó.

Referencia bibliográfica:

Rotenstein, L. S., Zhao, Z., Mata, D. A., Guille, C., & Sen, S. (2020). Substantial Overlap Between Factors Predicting Symptoms of Depression and Burnout Among Medical Interns. Journal of General Internal Medicine. https://doi.org/10.1007/s11606-020-05664-x

Fuente: Psychcentral



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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Sexting en la adolescencia se relaciona con ansiedad y depresión

  • 29/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Una nueva investigación sugiere que el sexting (intercambio de mensajes o fotos sexualmente explícitos) en la adolescencia está relacionado con síntomas de ansiedad, estrés y depresión (Dodaj et al., 2020).

Estudios anteriores encontraron un vínculo entre la práctica de sexting en la adolescencia y las conductas sexuales de riesgo en el mundo real; en otra investigación hallaron que entre las principales fuentes presión social en torno a esta práctica se encuentran los amigos y parejas románticas, por encima de las actitudes propias de los adolescentes. Existe actualmente un debate sobre si el sexting debe verse como un comportamiento desviado, o más bien como una expresión saludable de intimidad en la adolescencia.

Esta investigación examina la práctica de sexting en la adolescencia con un estudio longitudinal. Al comparar los resultados desde el comienzo del estudio con los resultados de un seguimiento de un año, los investigadores esperaban explorar patrones de sexting a lo largo del tiempo y descubrir predictores de salud mental para el comportamiento de sexting. También observaron las diferencias de género en el comportamiento sexting y su asociación con comportamientos riesgosos como el consumo de alcohol.

El equipo reclutó a 359 estudiantes de secundaria, de entre 15 y 17 años de edad, de siete escuelas en Bosnia y Herzegovina. Los estudiantes completaron el Cuestionario de Sexiting y la Escala de Depresión, Ansiedad y Estrés al comienzo del estudio y nuevamente al año de seguimiento.

Los resultados mostraron que el porcentaje de estudiantes que practicaban sexting era casi idéntico al inicio y al año de seguimiento: alrededor del 31% al inicio y del 32% un año después. El porcentaje de adolescentes que recibieron esta clase de mensajes fue aproximadamente del 63% al inicio y del 64% al año de seguimiento.

Tanto en la línea de base como en el seguimiento, los niños tenían más probabilidades de informar que enviaban contenido sexualmente explícito que las niñas. Cuando se trataba de recibir contenido, sólo se encontraron diferencias en el momento del seguimiento: las niñas tenían más probabilidades de recibir estos mensajes que los niños. Los niños también eran más propensos que las niñas a reportar practicar sexting mientras consumían alcohol, con alrededor del 29% al inicio y el 27% en el seguimiento. Solo alrededor del 6% de las niñas informaron enviar mensajes sexuales mientras bebían al inicio del estudio y 9% en el seguimiento.

En general, los estudiantes que participaron en este comportamiento tuvieron más síntomas de depresión, ansiedad y estrés. Sin embargo, los resultados fueron diferentes al inicio y al año de seguimiento. En el estudio de referencia, el estrés fue un predictor de envío de mensajes sexualmente explícitos. En el seguimiento, la depresión fue un predictor de enviar y recibir estos mensajes.

Los autores sugieren que estas diferencias pueden reflejar un cambio en la dinámica entre el sexting y la salud mental en diferentes edades. En la adolescencia temprana, el estrés puede tener una influencia más fuerte en el comportamiento de sexting, mientras que, en la adolescencia tardía, la depresión puede ser un factor de riesgo más fuerte.

Concluyen los investigadores concluyen que si bien el sexting puede caer dentro del rango de comportamiento normal, está asociado con ciertos problemas de salud mental.

Este estudio “plantea la cuestión de una comprensión más profunda de los mecanismos subyacentes a la relación entre el sexting y las dificultades psicológicas,” señalan los autores. “Es importante centrarse en los problemas derivados de las tendencias sociales contemporáneas relacionadas con el desarrollo de la tecnología y el impacto de su desarrollo en el comportamiento de los jóvenes. La realización de este tipo de investigación proporcionará la información necesaria para implementar una política pública significativa, especialmente cuando se trata de políticas de educación y salud para crear intervenciones y prevención efectivas en el área del comportamiento sexual de los jóvenes,” dijo finalmente la Dra. Dodaj, autora principal del estudio.

Referencia bibliográfica:

Dodaj, A., Sesar, K., & Jerinić, S. (2020). A Prospective Study of High-School Adolescent Sexting Behavior and Psychological Distress. The Journal of Psychology, 154(2), 111-128. https://doi.org/10.1080/00223980.2019.1666788

Fuente: Psypost



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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Comorbilidades del COVID-19: la violencia doméstica aumenta en todo el mundo

  • 29/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso

La casa es el lugar más peligroso para las mujeres. Y las restricciones a la circulación destinadas a aplacar la propagación del coronavirus pueden exacerbar las tasas de violencia doméstica en cuanto a su frecuencia, severidad y peligrosidad. 

Había muchas razones para creer que las restricciones impuestas para evitar la propagación del virus tendrían este efecto, dijo Marianne Hester, socióloga de la Universidad de Bristol que estudia las relaciones abusivas. La violencia doméstica aumenta cada vez que las familias pasan más tiempo juntas, como las vacaciones de Navidad y verano, señaló.

El coronavirus está teniendo un importante impacto en varios grupos en mayor grado de vulnerabilidad, dentro de los cuales se destaca a las mujeres y niñas en especial riesgo de ser víctimas de violencia de género dentro del hogar, como también personas LGBTI que se ven obligadas a compartir el confinamiento en entornos hostiles con familiares o convivientes que no los apoyan, aumentando su exposición a la violencia, ansiedad y depresión.

La situación de los adultos mayores es tan alarmante como las anteriores. Se han reportado casos de clausuras de hogares de ancianos por la forma en que manejaron contagios de COVID-19 dentro de las instituciones, así como la restricción de la información tanto a familiares como autoridades estatales respecto de lo que sucedía puertas adentro. Informan fuentes periodísticas que se abrieron causas judiciales que imputan a los presuntos responsables la comisión del delito de abandono de persona agravado por muerte posterior.

El reporte de la ONU acerca de los derechos humanos de las mujeres durante la pandemia de coronavirus, anuncia que las líneas directas reciben informes de abuso, pero este medio puede no ser la herramienta más idónea para pedir ayuda por parte de las víctimas. Es por este motivo que, dentro de sus recomendaciones a los Estados, la ONU sugiere la implementación de otros canales de comunicación como la recepción de mensajes de texto y correos electrónicos. Es importante  tener en cuenta la gran disparidad en cuanto al acceso a dispositivos móviles por parte de mujeres y varones, lo cual puede dificultar aún más el pedido de ayuda de las mujeres; y es responsabilidad de los distintos Estados abordar esta situación oportuna y preventivamente.

«Insto a todos los gobiernos a que prioricen la seguridad de las mujeres cuando respondan a la pandemia», escribió el secretario general António Guterres de Naciones Unidas en Twitter.

Pero los gobiernos no pudieron prepararse para la forma en que las nuevas medidas de salud pública crearían oportunidades para que los abusadores aterroricen a sus víctimas. Ahora, muchos están luchando para ofrecer servicios a aquellos en riesgo. Sin embargo, al igual que con la respuesta al virus en sí, las demoras significan que ya puede haber ocurrido un daño irreparable.

Confinamiento y «terrorismo íntimo»

Los datos sugieren que el abuso doméstico está creciendo en las condiciones creadas por la pandemia. Este tipo de «terrorismo íntimo,» término que muchos expertos prefieren para la violencia doméstica, está aumentando.

En China, una ONG con sede en Beijing dedicada a combatir la violencia contra las mujeres llamada Igualdad, ha visto un aumento en las llamadas a su línea de ayuda desde principios de febrero, cuando el gobierno cerró ciudades en la provincia de Hubei, el epicentro del brote.

En España, el número de emergencia por violencia doméstica recibió un 18 por ciento más de llamadas en las dos primeras semanas de cierre que en el mismo período del mes anterior.

«Hemos recibido algunas llamadas muy angustiantes, mostrándonos claramente cuán intenso puede ser el maltrato psicológico y físico cuando las personas se mantienen juntas las 24 horas del día en un espacio reducido,» dijo Ana Bella, quien estableció una fundación para ayudar a otras mujeres después de sobrevivir a la violencia doméstica.

A principios de abril la policía francesa reportó un aumento en todo el país de alrededor del 30 por ciento en violencia doméstica. Christophe Castaner, el ministro del interior francés, dijo que había pedido a los oficiales que estén atentos a los abusos. «El riesgo aumenta debido al encierro,» dijo en una entrevista en la televisión francesa.

Sin escapatoria

En España, con la ayuda de asociaciones de mujeres, The New York Times contactó a mujeres atrapadas en casa con un esposo o pareja abusivo y realizó entrevistas a través de WhatsApp.

Una de ellas, Ana (que pidió que se ocultara su nombre completo) comparte un departamento con su pareja y dice que la ha estado abusando regularmente. Insiste en una vigilancia total en todo momento. Si ella trata de encerrarse en una habitación, él patea la puerta hasta que ella la abre.

«Ni siquiera puedo tener privacidad en el baño, y ahora tengo que soportar esto en un confinamiento,» escribió en un mensaje enviado tarde en la noche, para ocultar la comunicación de su esposo.

Judith Lewis Herman, una reconocida experta en trauma de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, descubrió que los métodos coercitivos que utilizan los abusadores domésticos para controlar a sus parejas e hijos «tienen un extraño parecido» a los utilizados por secuestradores para controlar rehenes y los regímenes represivos usados para romper la voluntad de los presos políticos.

«Los métodos que permiten que un ser humano controle a otro son notablemente consistentes,» escribió en un artículo de revista de 1992 ampliamente citado. «Mientras que los perpetradores de explotación política o sexual organizada pueden instruirse mutuamente en métodos coercitivos, los perpetradores de abuso doméstico parecen reinventarlos.»

Además de la violencia física, que no está presente en todas las relaciones abusivas, las herramientas comunes de abuso incluyen el aislamiento de amigos, familiares y empleo; vigilancia constante; reglas estrictas y detalladas para el comportamiento; y restricciones en el acceso a necesidades básicas como alimentos, ropa e instalaciones sanitarias.

El aislamiento en la casa, por vital que sea para la lucha contra la pandemia, está dando aún más poder al abusador, que ahora tiene la oportunidad de imponer la forma en que debe realizarse el aislamiento en su casa, dijo la Dra. Hester. 

El confinamiento también ha destrozado las redes de apoyo, lo que hace que sea mucho más difícil para las víctimas obtener ayuda o escapar.

Fragilidad de los recursos

Con gran parte de los recursos estatales destinados a abordar el control social en relación a la pandemia del coronavirus, los oficiales de policía pueden limitarse a documentar los ataques, pero no toman otras medidas que, en general, están a su alcance.Sumado a esto, la administración de justicia también se encuentra con guardias mínimas en virtud de la pandemia, por lo que ciertos procesos como los divorcios pueden no ser atendidos con la celeridad con que serían tratados en otro momento.

Asimismo, las medidas de protección para las víctimas, como la expulsión del hogar del agresor, o el ingreso de las víctimas a refugios encuentran las limitaciones inherentes a la particular situación vivida en el presente (cuestiones relativas a las medidas de salubridad y disposición de plazas suficientes en los refugios que, a su vez, deben garantizar distanciamiento social interno, si fuera pertinente).

Las instituciones que se supone que protegen a las mujeres de la violencia doméstica, muchas de ellas débiles y sin fondos para comenzar, ahora se esfuerzan por responder a la creciente demanda.

Feng Yuan, cofundadora de Igualdad, el grupo de defensa chino, dijo que tenía un cliente que llamó a una línea de emergencia solo para que le dijeran que la policía estaba demasiado sobrecargada para ayudarla. «Podemos ir a su casa después de la crisis,» contó que le dijo el operador.

En Europa, un país tras otro parece haber seguido el mismo camino sombrío: en primer lugar, los gobiernos imponen bloqueos sin tomar disposiciones suficientes para las víctimas de abuso doméstico. Aproximadamente 10 días después, las llamadas de socorro aumentan, desencadenando una protesta pública. Solo entonces los gobiernos se apresuran a improvisar soluciones.

Italia fue primero. Su cierre comenzó a principios de marzo. Poco después de eso, los informes de violencia doméstica comenzaron a aumentar, pero no había ningún lugar al que pudieran ir las víctimas. Los refugios no podían tomarlos porque el riesgo de infección era demasiado grande.

Por lo tanto, el gobierno dijo que las autoridades locales podrían requerir habitaciones de hotel para que sirvieran como refugios improvisados ​​donde las víctimas pudieran cumplir la cuarentena de manera segura. Poco después de que Italia instauró la cuarentena, los refugios de violencia doméstica comenzaron a llenarse.

España anunció su confinamiento el 14 de marzo; Francia comenzó tres días después. Aproximadamente dos semanas más tarde, con los informes de abuso en aumento, los funcionarios anunciaron que ellos también planeaban convertir las habitaciones de hoteles vacantes en refugios, entre otros esfuerzos de emergencia.

En Gran Bretaña, las autoridades esperaron más tiempo antes de imponer una cuarentena. Diez días antes de que comenzara, el 23 de marzo, The New York Times contactó al Ministerio del Interior para indagar sobre lo que planeaba hacer sobre la violencia doméstica. La respuesta: solo estarían disponibles las “fuentes existentes de asesoramiento y apoyo.” Más tarde, el gobierno publicó una lista de líneas directas y aplicaciones que las víctimas podrían usar para pedir ayuda, pero solo una fue diseñada específicamente para la crisis de Covid-19.

Una semana después del confinamiento, Avon y Somerset, en el suroeste del país, dijeron que los informes de abuso doméstico ya habían aumentado en un 20 por ciento, y que las fuerzas locales en otras partes se prepararon para lo mismo.

Docenas de grupos cívicos firmaron una carta abierta al gobierno llamando a la acción. A principios de abril, los funcionarios se comprometieron a responder, sin ofrecer detalles.

«Apoyar a las víctimas de abuso doméstico es una prioridad para la secretaría del hogar, y es plenamente consciente de la angustia y la ansiedad que este período puede causar a quienes sufren o corren el riesgo de abuso doméstico,» dijo el Ministerio del Interior en un comunicado. «Estamos trabajando con la policía, organizaciones benéficas de abuso doméstico, líneas de ayuda y trabajadores de primera línea para apoyar y proteger a las personas.»

También dijo que las víctimas podrían «ignorar las órdenes de quedarse en casa si necesitan buscar refugio inmediato.»

Finalmente, las cuarentenas terminarán. Pero a medida que avanza el confinamiento, el peligro parece intensificarse. Los estudios muestran que es más probable que los abusadores asesinen a sus parejas y a otros a raíz de crisis personales, incluidos trabajos perdidos o reveses financieros importantes.

En cuanto a los países latinoamericanos, señalan fuentes periodísticas que:

  • La Red Nacional de Refugios (RNR) de México informó que las llamadas y los mensajes de ayuda contra diversos tipos de violencia de género aumentaron más del 80% en el primer mes de confinamiento por el COVID-19. En este país, las organizaciones piden fondos para poder sostener los refugios.
  •  En Argentina se tomaron medidas como pedir un “barbijo rojo” para que se brinde ayuda en farmacias. Además, el 5 de abril, el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD) aclaró que las mujeres y personas LGBTI+ están exceptuadas de mantener el aislamiento para poder realizar la denuncia o requerir asistencia en situación de violencia por motivos de género.»
  • En Uruguay, el Presidente Luis Lacalle Pou sostuvo que “lamentablemente (los femicidios) son un efecto colateral muy grave” y opinó que “el aislamiento trae como consecuencia ese tipo de acciones”.
  • En Paraguay la abogada Mirta Moragas Mereles, integrante de la Coordinación de Mujeres del Paraguay, informó: “vemos un aumento exponencial de casos de violencia a partir del aislamiento social obligatorio establecido desde el 12 de marzo. Los Juzgados de Paz, encargados de dar medidas de protección a las mujeres víctimas de violencia, no lo hacen con la excusa de la cuarentena, a pesar de estar funcionando justamente para otorgar esas medidas.” Y agregó:“Pedimos que si una mujer pide exclusión del hogar de su agresor se le excluya y, si no tiene a donde ir, que lo manden a alguno de los establecimientos donde están ubicando a las personas en cuarentena que llegaron del exterior. Adicionalmente, necesitamos que los albergues estatales funcionen efectivamente y que estén a disposición de las mujeres.”

Con el Covid-19 devastando la economía, estas crisis se harán mucho más frecuentes.

Fuente: New York Times



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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Trabajar durante la cuarentena protege tu salud

  • 29/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Para aplacar la expansión del coronavirus, muchos Estados a lo largo del mundo adoptaron la medida del confinamiento en el lugar de residencia, sumado al distanciamiento físico y otras restricciones a la circulación de las personas. Un nuevo estudio realizado en China encontró que aquellos que trabajan durante la pandemia muestran una mejor salud física y mental que aquellos que dejaron de trabajar (Zhang et al., 2020). Con este estudio los investigadores esperan proporcionar información para otros países que experimentan variaciones de confinamiento. 

Se realizó una encuesta aproximadamente a un mes del cierre de Wuhan y las ciudades circundantes, del 20 al 21 de febrero. Los participantes fueron 369 adultos de 64 jurisdicciones de China que fueron afectadas por COVID-19 en diversos grados. A cada ubicación se le asignó una puntuación por la gravedad del brote calculando el número de casos de COVID-19 por cada 10.000 personas.

La salud mental y física de cada sujeto se evaluó con la escala Short Form-12, la escala de angustia psicológica de Kessler y la escala de Satisfacción con la Vida. Para examinar ciertos factores que podrían afectar la salud y el bienestar, se preguntó a los participantes con qué frecuencia se ejercitaban y si estaban trabajando o no durante el cierre.

Los resultados revelaron tendencias interesantes cuando se trataba de trabajar durante el brote. Los sujetos que continuaron trabajando en casa mostraron una mejor salud mental que aquellos que dejaron de trabajar por completo. Aquellos que trabajaron en la oficina durante el brote mostraron beneficios aún mayores, presentando una mejor salud mental y física que aquellos que dejaron de trabajar. Específicamente, aquellos que trabajaban en la oficina mostraron niveles más bajos de angustia y mayor satisfacción con la vida que aquellos que no estaban trabajando.

Los resultados mostraron que la gravedad del brote se relacionó con una disminución de la satisfacción con la vida de las personas que tenían problemas médicos crónicos, pero no de las que no los tenían. Esto sugiere que aquellos con problemas médicos subyacentes se vieron especialmente afectados por la gravedad de la situación en la que vivían.

Sorprendentemente, la gravedad del brote también se asoció con una disminución de la satisfacción con la vida en aquellos que hicieron ejercicio más de 2.5 horas al día. Aquellos que hicieron ejercicio menos de media hora al día en realidad mostraron una mayor satisfacción con la vida en áreas con brotes más severos en comparación con las áreas menos afectadas. Los investigadores discuten estos hallazgos inesperados, sugiriendo que “tal vez estas personas podrían justificar o racionalizar mejor sus estilos de vida inactivos en las ciudades más severamente afectadas … es posible que debamos prestar atención a las personas físicamente más activas, que podrían estar más frustradas por las restricciones debido a la brote.»

Estos hallazgos no son representativos a nivel nacional debido a la forma en que reclutaron a los sujetos, advierten los autores. Aún así, ofrecen información valiosa sobre los tipos de personas más afectadas por el brote de COVID-19. Los encargados de formular políticas y los profesionales de la salud mental podrían priorizar la ayuda para quienes han dejado de trabajar y quienes tienen problemas de salud crónicos.

Referencia bibliográfica:

Zhang, S. X., Wang, Y., Rauch, A., & Wei, F. (2020). Unprecedented disruption of lives and work: Health, distress and life satisfaction of working adults in China one month into the COVID-19 outbreak. Psychiatry Research, 288, 112958. https://doi.org/10.1016/j.psychres.2020.112958

Fuente: Psypost



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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Absortos por la pantalla: ¿qué implicancias tiene el «phubbing» para la salud mental?

  • 28/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso


La práctica de ignorar a quienes nos acompañan para prestar atención a la pantalla del celular u otros dispositivos móviles, es conocida como “phubbing.” Investigadores encontraron que esto perjudica la interacción social y se relaciona con diversas consecuencias para la salud mental. Si bien en general esta práctica es rechazada, las personas continúan ignorando a los demás por sus teléfonos y los efectos negativos de tal comportamiento están aumentando. 

Un estudio reciente examinó más a fondo las experiencias de phubbing y ser ignorado y cómo las dos situaciones se relacionan con los factores psicológicos de ansiedad, depresión, soledad, hostilidad, satisfacción con la vida y somatización.

Para evaluarlo, se realizaron dos estudios separados. El primero involucró a 576 sujetos entre las edades de 18 a 76 años que completaron la Escala General de Phubbing. El segundo estudio contó con 510 participantes entre 18 y 58 años que completaron la Escala General de ser Ignorado. Ambos estudios evaluaron a los sujetos utilizando la Escala de soledad de Los Ángeles de la Universidad de California, la Escala de satisfacción con la vida y el Inventario breve de síntomas.

Los resultados mostraron que tanto ignorar a alguien mientras se miraba un teléfono como ser ignorado por otra persona que está pendiente de su teléfono, son situaciones que predicen ansiedad, depresión, hostilidad, somatización y autopercepción negativa. También encontraron que la duración del uso del teléfono predijo la probabilidad de involucrarse en la práctica de phubbing (Ergün et al., 2019).

Los autores señalan que estos hallazgos están en línea con la investigación que muestra que la adicción al teléfono está relacionada con rasgos psicológicos adversos y una interacción social deteriorada. Cuando las personas están más obsesionadas con sus teléfonos móviles, se involucran menos en sus relaciones, “pierden estabilidad en sus comportamientos, desconocen sus talentos, intereses y habilidades y están menos ansiosos por perseguir un futuro brillante,» explican los autores

Inesperadamente, el phubbing se relacionó negativamente con la soledad. Los investigadores proponen que esto indica una falta de distinción entre la interacción por teléfono y la interacción cara a cara. Quienes realizan la práctica de phubbing pueden percibir a los amigos y aplicaciones virtuales con los que se involucran como personas reales. Por ello, explican, esta persona puede no identificarse como “solo” y “sentirse solo.”

No se encontró ninguna relación entre ignorar a los demás mientras se estaba pendiente de la pantalla de un teléfono y la satisfacción con la vida. Sin embargo, ser ignorado por otros que están absortos en sus teléfonos celulares se asoció negativamente con la satisfacción con la vida. Los autores razonan que las personas que sienten que están siendo ubicadas constantemente en segundo lugar, después del teléfono de un compañero, posiblemente se sentirán inferiores e incómodas.

Los autores sugieren que la investigación futura utilice estudios longitudinales para observar el comportamiento de phubbing con el tiempo para buscar patrones estables. También sugieren educación sobre redes sociales para las familias y los niños en la escuela con el fin de promover hábitos telefónicos saludables y evitar problemas de comunicación que puedan surgir del comportamiento de phubbing.

Referencia bibliográfica:

Ergün, N., Göksu, İ., & Sakız, H. (2019). Effects of Phubbing: Relationships With Psychodemographic Variables. Psychological Reports, 33294119889581. https://doi.org/10.1177/0033294119889581

Fuente: Psypost



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