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Ciencia y Evidencia en Psicología

2850 Publicaciones

Investigación, neurociencia, modelos teóricos y psicopatología

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Avances sobre la detección de la enfermedad de Alzheimer a través de la sangre

  • 11/10/2021
  • Maria Fernanda Alonso

Distintas técnicas están siendo puestas a prueba con el fin de encontrar un método que permita diagnosticar la enfermedad de Alzheimer de modo confiable y poco invasivo. Un equipo de investigadores realizó recientemente un estudio piloto exitoso en el que buscaron obtener imágenes de proteínas con una precisión sin precedentes y, por consiguiente, información sobre la patogénesis molecular del Alzheimer. Esto debería allanar el camino para un diagnóstico más temprano del trastorno de demencia mediante un simple análisis de sangre (Niraj Nirmalraj, Schneider & Felbecker, 2021). 

En un primer momento, los investigadores querían comprender la patogénesis molecular del Alzheimer para permitir nuevos enfoques en el diagnóstico y la terapia. Un paso más allá sería descifrar el papel exacto de los péptidos beta-amiloides y las proteínas tau asociadas con la enfermedad neurodegenerativa. Por lo tanto, se propusieron no solo detectar la mera presencia de las proteínas sospechosas, sino también determinar sus formas variables, así como sus cantidades.

Qué metodología usaron

Los investigadores decidieron trabajar en el desarrollo de tecnologías que permiten observaciones en sangre a escala nanométrica y, sin embargo, no destruyen la estructura y morfología de las proteínas. Con ese fin, se sirvieron de un método llamado microscopía de fuerza atómica (AFM).

Para su estudio piloto, examinaron muestras de sangre de 50 pacientes y 16 sujetos sanos. Utilizando la tecnología AFM, analizaron la superficie de alrededor de 1000 glóbulos rojos por persona sin saber nada sobre su estado de salud. Esta era la única forma de asegurarse que la interpretación de los datos siguiera siendo objetiva, señalaron.

Midieron el tamaño, la estructura y la textura de las acumulaciones de proteínas que se encuentran en las células sanguíneas. Después de miles de glóbulos rojos, el equipo esperaba ansiosamente la comparación de los resultados de los recuentos realizados con AFM con los datos clínicos provenientes de los estudios neurológicos.

Qué encontraron

Los investigadores pudieron discernir un patrón que coincidía con la etapa de la enfermedad de los pacientes: las personas que tenían la enfermedad de Alzheimer tenían grandes cantidades de fibras proteicas compuestas por péptidos beta-amiloides y proteínas tau. Las proteínas pudieron ensamblarse en fibras de varios cientos de nanómetros de largo. Sin embargo, en individuos sanos o con trastornos cerebrales incipientes, el recuento fue de solo unas pocas fibras.

Esto demuestra la viabilidad del análisis de sangre con tecnología AFM, dicen los investigadores. Este paso podría conducir al desarrollo de un análisis de sangre confiable basado en este método, lo que evitaria  el sometimiento a una punción del canal espinal para poder diagnosticar la enfermedad de forma fiable cuando hay sospechas.

Sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer antes de que un simple análisis de sangre esté disponible en los hospitales. El siguiente paso del equipo es corroborar los datos mediante el estudio de un mayor número de sujetos en diferentes etapas de la enfermedad utilizando AFM y análisis químicos.

Referencia bibliográfica: Niraj Nirmalraj, P., Schneider, T., Felbecker, A. Spatial organization of protein aggregates on red blood cells as physical biomarkers of Alzheimer’s disease pathology. Science Advances, 2021; 7 (39) DOI: 10.1126/sciadv.abj2137

Fuente: Science Daily

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Comer en exceso no es la causa principal de la obesidad

  • 11/10/2021
  • Maria Fernanda Alonso

Todos conocemos las campañas de salud pública que nos alientan a comer menos y hacer más ejercicios, con el fin de combatir el sobrepeso y la obesidad. Estas campañas se basan en el «modelo de equilibrio energético», según el cual el aumento de peso se produce porque las personas consumen más energía de la que gastan. Pero conceptualizar la obesidad como un trastorno del equilibrio energético reafirma un principio de la física sin considerar los mecanismos biológicos que subyacen al aumento de peso, señalan los autores de un nuevo estudio que desafía la concepción tradicional y apoya el «modelo carbohidrato-insulina», que explica la obesidad como un trastorno metabólico impulsado por lo que comemos, en lugar de cuánto comemos (Ludwig et al., 2021). Según esta concepción, comer en exceso no causa obesidad, sino que el proceso de engordar provoca el comer en exceso.

Por qué es importante

La actual epidemia de obesidad se debe, en parte, a las respuestas hormonales a los cambios en la calidad de los alimentos: en particular, los alimentos de alta carga glucémica, que cambian fundamentalmente el metabolismo. Centrarse en lo que comemos en lugar de en cuánto comemos es una mejor estrategia para controlar el peso. 

Equilibrio energético

El enfoque del equilibrio energético para el control del peso establece que el aumento de peso se debe al consumo de más energía de la que gastamos. En el mundo actual, rodeado de alimentos procesados ​​baratos, muy apetitosos y accesibles, es fácil que las personas consuman más calorías de las que necesitan, un desequilibrio que se ve agravado por los estilos de vida sedentarios actuales. Con este pensamiento, comer en exceso, junto con una actividad física insuficiente, está impulsando la epidemia de obesidad. Por otro lado, a pesar de décadas de mensajes de salud pública que exhortan a las personas a comer menos y hacer más ejercicio, las tasas de obesidad y enfermedades relacionadas con la obesidad han aumentado constantemente.

Qué comemos vs cuánto comemos

Los autores del nuevo estudio remarcan fallas fundamentales en el modelo de equilibrio energético, argumentando que un modelo alternativo, el modelo carbohidrato-insulina, explica mejor la obesidad y el aumento de peso. Además, este enfoque lleva a estrategias de control de peso más efectivas y duraderas.

Gran parte de la responsabilidad por la actual epidemia de obesidad corresponde a los patrones dietarios modernos, que se caracterizan por el consumo excesivo de alimentos con una alta carga glucémica, en particular carbohidratos procesados y de rápida digestión. Estos alimentos provocan respuestas hormonales que cambian fundamentalmente nuestro metabolismo, impulsando el almacenamiento de grasa, el aumento de peso y la obesidad.

Cuando comemos carbohidratos altamente procesados, el cuerpo aumenta la secreción de insulina y suprime la secreción de glucagón. Esto, a su vez, indica a las células grasas que almacenen más calorías, dejando menos calorías disponibles para alimentar los músculos y otros tejidos metabólicamente activos. El cerebro percibe que el cuerpo no recibe suficiente energía, lo que, a su vez, conduce a una sensación de hambre. Además, el metabolismo puede ralentizarse en el intento del cuerpo por conservar combustible. Por lo tanto, tendemos a permanecer hambrientos, incluso si seguimos aumentando el exceso de grasa.

Para comprender la epidemia de obesidad, debemos considerar no solo cuánto comemos, sino también cómo los alimentos que comemos afectan nuestras hormonas y metabolismo. Con su afirmación de que todas las calorías son iguales para el cuerpo, el modelo de equilibrio energético pasa por alto esta pieza fundamental del rompecabezas.

Estrategias para el control del peso

La adopción del modelo carbohidrato-insulina sobre el modelo de balance energético tiene implicaciones radicales para el control del peso y el tratamiento de la obesidad. En lugar de instar a las personas a comer menos (una estrategia que generalmente no funciona a largo plazo), el modelo carbohidrato-insulina sugiere otro camino que se centra más en lo que comemos. Reducir el consumo de carbohidratos de rápida digestión que inundaron el suministro de alimentos durante la era de la dieta baja en grasas disminuye el impulso subyacente de almacenar grasa corporal. Como resultado, las personas pueden perder peso con menos hambre y lucha, sostienen los autores.

Más investigaciones son necesarias para probar de manera concluyente ambos modelos y, quizás, para generar nuevos modelos que se ajusten mejor a la evidencia. 

Referencia bibliográfica: Ludwig, D. S., Aronne, L. J., Astrup, A., de Cabo, R., Cantley, L. C., Friedman, M. I., Heymsfield, S. B., Johnson, J. D., King, J. C., Krauss, R. M., Lieberman, D. E., Taubes, G., Volek, J. S., Westman, E. C., Willett, W. C., Yancy, W. S., & Ebbeling, C. B. (2021). The carbohydrate-insulin model: a physiological perspective on the obesity pandemic. The American Journal of Clinical Nutrition. https://doi.org/10.1093/ajcn/nqab270

Fuente: Science Daily

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Delirio y depresión son consecuencias comunes del COVID-19 severo, según estudio

  • 11/10/2021
  • Maria Fernanda Alonso

Un estudio enfocado en personas que padecieron COVID-19 severo, y requirieron internación en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), encontró que en estos pacientes, el deterioro cognitivo es muy probable y sus efectos pueden ser duraderos. Más específicamente, los investigadores hallaron que el 73% de los participantes tenían delirios, un trastorno mental grave caracterizado por la confusión, agitación e incapacidad de pensar con claridad (Ragheb et al., 2021).

Qué metodología usaron

Participaron en el estudio 148 personas que habían contraído COVID-19 y requirieron internación en la UCI.

Utilizando los registros médicos de los pacientes y las encuestas telefónicas después del alta hospitalaria, los investigadores buscaron identificar los hilos comunes entre los pacientes que desarrollaron delirio. 

Qué encontraron

Los pacientes que tendían a estar más enfermos y presentaban más comorbilidades como hipertensión y diabetes, también parecían tener un COVID más severo y mayores probabilidades de padecer delirios. La enfermedad en sí puede provocar una reducción del oxígeno en el cerebro, así como el desarrollo de coágulos de sangre y accidentes cerebrovasculares, lo que resulta en deterioro cognitivo. Además, los marcadores inflamatorios aumentaron considerablemente en pacientes con delirio. La confusión y la agitación pueden ser el resultado de una inflamación del cerebro.

A principios de la pandemia, los equipos que atendían a pacientes con COVID-19, a menudo no podía realizar técnicas estándar de reducción del delirio, como ejercicios diseñados para hacer que un paciente se moviera o permitir que los visitantes u objetos del hogar orientaran a los pacientes mientras estaban en el hospital. Además, antes de la llegada de las vacunas, los equipos de protección personal eran limitados y se buscaba restringir la exposición al virus y la propagación de enfermedades.

Por otra parte, los investigadores encontraron una correlación entre el uso de sedantes y el delirio: los pacientes con delirio fueron sedados más seguido y frecuentemente a dosis más altas. Explicaron que es común usar sedantes intravenosos en la UCI, en particular para los pacientes con un ventilador. Sin embargo, al hablar con las enfermeras, encontraron que los pacientes con COVID grave estaban intrínsecamente más delirantes y agitados al inicio del estudio, lo que quizás provocó mayor uso de sedantes.

Deterioro cognitivo después del alta

Los investigadores encontraron que el deterioro cognitivo puede persistir incluso después del alta. Casi un tercio de los pacientes no tuvo su delirio marcado como resuelto en su expediente al salir del hospital y el 40% de estos pacientes requirió atención de enfermería especializada. Casi una cuarta parte de los pacientes dieron positivo en la detección del delirio según la evaluación de su cuidador. Para algunos pacientes, estos síntomas duraron meses. Esto puede hacer que la gestión del proceso de recuperación después de la hospitalización sea mucho más difícil.

Con estos resultados, los autores sostienen que cualquiera que sea la forma creativa en que se puedan implementar los protocolos de prevención del delirio, probablemente será muy de mucha utilidad. Eso incluye una comunicación constante con los miembros de la familia, traer fotografías y objetos de la casa y visitas por video si la familia no puede hacerlo en persona de manera segura.

Y para los familiares y otros cuidadores que luchan por cuidar a sus seres queridos, insta a que obtengan ayuda de su médico de atención primaria lo antes posible.

En general, este estudio destaca otra razón por la que vacunarse y prevenir enfermedades graves es tan importante. Puede haber complicaciones neurológicas a largo plazo de las que quizás no hablamos tanto como deberíamos.

Referencia bibliográfica: Ragheb, J., McKinney, A., Zierau, M., Brooks, J., Hill-Caruthers, M., Iskander, M., Ahmed, Y., Lobo, R., Mentz, G., & Vlisides, P. E. (2021). Delirium and neuropsychological outcomes in critically Ill patients with COVID-19: a cohort study. BMJ Open, 11(9), e050045. https://doi.org/10.1136/bmjopen-2021-050045

Fuente: Science Daily

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Los antidepresivos inhiben el crecimiento del cáncer en ratones

  • 08/10/2021
  • Maria Fernanda Alonso

Investigadores de Zurich demostraron que los antidepresivos clásicos (inhibidores de la recaptación de serotonina, IRSR, y otros fármacos) pueden ayudar a mejorar los tratamientos modernos contra el cáncer: su administración redujo el crecimiento de los cánceres de páncreas y colon en ratones y, cuando se combinaron con inmunoterapia, incluso detuvieron el crecimiento del cáncer a largo plazo. En algunos casos, los tumores desaparecieron por completo (Schneider et al., 2021). Sus hallazgos ahora se probarán en ensayos clínicos con humanos. 

Aunque los tratamientos nuevos y eficaces, como los anticuerpos dirigidos o las inmunoterapias, han estado disponibles durante varios años, la mayoría de los pacientes con tumores abdominales en estadio avanzado, como el cáncer de colon o páncreas, mueren a los pocos años del diagnóstico. Un problema es que las células tumorales se vuelven resistentes a los fármacos con el tiempo y ya no son reconocidas por el sistema inmunológico. En este estudio, los investigadores descubrieron el papel que juega la serotonina en aquel mecanismo de resistencia de las células tumorales.

Serotonina periférica

La serotonina es un neurotransmisor que también se conoce como la hormona de la felicidad debido a sus efectos beneficiosos sobre el estado de ánimo. En personas deprimidas, se reduce la concentración de serotonina en el cerebro. La hormona también influye en muchas otras funciones del cuerpo. 

La mayor parte de la serotonina no se encuentra en el cerebro, sino que se almacena en las plaquetas sanguíneas. Los inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS), que se utilizan para tratar la depresión, aumentan los niveles de serotonina en el cerebro pero disminuyen la serotonina periférica en las plaquetas.

Los fármacos que reducen los niveles de serotonina periférica también pueden ralentizar el crecimiento del cáncer en ratones. La gran ventaja es que se trata de medicamentos que ya están aprobados para uso clínico como antidepresivos y, según los hallazgos del estudio, podrían ayudar a mejorar el tratamiento de cánceres de páncreas y colorrectales hasta ahora incurables.

Sin serotonina, el sistema inmunológico vuelve a reconocer las células cancerosas.

Las células cancerosas utilizan la serotonina para estimular la producción de una molécula inmunoinhibitoria, conocida como PD-L1. Esta molécula se une a las células T asesinas, un tipo específico de célula inmunitaria que reconoce y elimina las células tumorales y las vuelve disfuncionales. Las células cancerosas evitan así ser destruidas por el sistema inmunológico. En experimentos con ratones, los investigadores pudieron demostrar que los ISRS o los inhibidores periféricos de la síntesis de serotonina previenen este mecanismo. ¿De qué manera? Esta clase de antidepresivos y otros bloqueadores de la serotonina hacen que las células inmunitarias reconozcan y eliminen de manera eficiente las células tumorales nuevamente. Esto ralentizó el crecimiento de los cánceres de colon y páncreas en los ratones, explicaron los autores.

Posibilidad de nuevas terapias combinadas

El PD-L1, a través del cual la serotonina ejerce su efecto, es otro objetivo de las inmunoterapias modernas, también llamadas inhibidores de puntos de control inmunológico. En un siguiente paso, los investigadores probaron un enfoque de tratamiento dual en ratones: combinaron inmunoterapia, que aumenta la actividad de las células T asesinas, con medicamentos que reducen la serotonina periférica. Los resultados fueron impresionantes: el crecimiento del cáncer se suprimió en los modelos animales a largo plazo y en algunos ratones los tumores desaparecieron por completo.

Probar estas combinaciones de medicamentos en pacientes con cáncer en ensayos clínicos puede adelantarse rápidamente debido a la seguridad y eficacia conocidas de los medicamentos, señalan los autores.

Referencia bibliográfica: Schneider, M. A., Heeb, L., Beffinger, M. M., Pantelyushin, S., Linecker, M., Roth, L., Lehmann, K., Ungethüm, U., Kobold, S., Graf, R., van den Broek, M., Vom Berg, J., Gupta, A., & Clavien, P.-A. (2021). Attenuation of peripheral serotonin inhibits tumor growth and enhances immune checkpoint blockade therapy in murine tumor models. Science Translational Medicine, 13(611), eabc8188. https://doi.org/10.1126/scitranslmed.abc8188

Fuente: Science Daily

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La importancia del contacto físico en la infancia

  • 08/10/2021
  • Alejandra Alonso
close up photo of mother kissing her baby

Se ha documentado la importancia que las experiencias tempranas de contacto físico tienen en el desarrollo psicológico y fisiológico. El afecto mostrado por los cuidadores es crucial durante la infancia. La carencia de este se asocia a problemas de tipo social, sensorial y psicológico.

Un equipo de investigación quería explorar si el contacto físico en la infancia se asociaba con procesos interpersonales como las habilidades sociales y la moralidad.

¿Cómo llevaron a cabo la investigación?

Se realizaron tres estudios separados:

Estudio 1

Fue un diseño transversal que contó con 156 madres y sus hijos o hijas de entre 3 y 5 años. En este primer paso se realizaron reuniones virtuales y se llenó un cuestionario donde se indagaba sobre la actitud de las madres hacia el contacto físico, también reportaban sobre su propia conducta y la conducta social y moral, orientación moral y psicopatología de sus hijos e hijas.

Resultados

Se observó que una actitud positiva de la madre con respecto al contacto físico (por ejemplo, abrazar a su hija cuando está estresada), estaba positivamente asociado con prosperidad social en el niño o la niña (por ejemplo, eran personas que luego mostraban preocupación al hacer algo malo) y negativamente asociado a conductas antisociales (por ejemplo, aislamiento social). Adicionalmente la aprobación del castigo físico se asoció también con resultados como falta de compromiso, pobre imaginación y mayores tasas de problemas internalizantes y externalizantes.

Estudio 2

Con esos datos, en el segundo estudio buscaron saber cómo las conductas de tocar influyen en la niña o el niño. Para ello, realizaron un estudio longitudinal utilizando los datos de un proyecto de 3 años con madres primerizas y sus hijos e hijas en riesgo de sufrir negligencia (Parenting for the First Time Project). Habían entrevistas en casa y observaciones de la interacción que se realizaron varias veces cuando los niños y niñas tenían 4, 8, 18, 24, 30 y 36 meses.

Resultados

El equipo observó que la ausencia de contacto negativo, comparado con la proporción de contacto positivo, tenía un mejor impacto en las conductas prosocial y problemática. Por ejemplo, las madres que reportaban menos contactos físicos negativos cuando su hija tenía 1.5 años, subsecuentemente reportaban que la niña tenía mejor competencia social y menos problemas externalizantes a los 3 años.

El contacto físico positivo parecía tener un impacto más grande en la regulación conductual. Las madres que mostraban más contacto positivo cuando sus hijos e hijas tenían 1.5 años, reportaban mejor regulación conductual cuando tenían 2 a 3 años.

En ambos estudios se controló la respuesta de la madre a las necesidades del niño o niña como factor que podría influir en los resultados. Así que el equipo explica que los efectos conseguidos en las habilidades sociales y de regulación conductual estaban relacionados a la conducta de contacto físico de las madres.

Estudio 3

Finalmente, el equipo quiso conocer si el efecto del contacto físico temprano tenía repercusiones en la edad adulta. Para ello, llevaron a cabo un estudio retrospectivo donde participaron estudiantes que tomaban un curso introductor de psicología. Los mismos completaron encuestas online donde debían reportar experiencias tempranas así como el apego, salud mental, orientación moral y capacidad moral actuales.

Resultados

El contacto físico positivo en la infancia se asoció con mayor bienestar, capacidad moral y orientación moral en la adultez. Los análisis también sugieren que un apego seguro, la salud mental y la capacidad moral mediaron la relación entre el contacto físico y la orientación moral. Los autores creen que esto indica que el contacto físico temprano promueve los procesos psicológicos necesarios para las capacidades y la orientación moral en la vida adulta.

De acuerdo con estos resultados, podemos pensar que la forma en que nos vemos a nosotros mismos y en que nos comprometemos con el bienestar y la salud de otros puede estar parcialmente influido por estas experiencias tempranas de afecto. También nos pone a reflexionar hasta donde llegan los efectos del contacto físico negativo en la infancia, como el castigo físico.

Referencia del estudio: Narvaez, D., Wang, L., Cheng, A. et al. The importance of early life touch for psychosocial and moral development. Psicol. Refl. Crít. 32, 16 (2019). https://doi.org/10.1186/s41155-019-0129-0

Fuente: Psypost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El poder del entretenimiento ayudaría a explicar por qué la gente cree en teorías conspirativas

  • 08/10/2021
  • Maria Fernanda Alonso

En tiempos de crisis, las teorías conspirativas son más comunes. Su fundamento es que ciertas personas o grupos de personas están conspirando en secreto para alcanzar objetivos malévolos. Investigadores hipotetizan que el aumento de la ansiedad lleva a las personas a creer (erróneamente) que hay fuerzas hostiles en juego. Una investigación reciente encontró otra razón por la cual las teorías conspirativas pueden ser atractivas en tiempos de crisis (como una pandemia mundial): estas teorías provocan una reacción emocional más fuerte que la realidad relativamente aburrida pero verdadera, y esto fomenta la fe en ellas, especialmente para las personas que tienen el rasgo de personalidad de ser «buscadores de sensaciones” (van Prooijen et al., 2021).

Qué metodología usaron

Los autores realizaron dos estudios iniciales en los que pidieron a los participantes que leyeran un relato conspirativo o un relato preciso sobre el incendio de Notre Dame en París (que en realidad fue un trágico accidente, pero en la versión conspirativa se prendió fuego deliberadamente), o sobre la muerte del delincuente sexual estadounidense Jeffrey Epstein (quien murió por suicidio en su celda, pero en la versión conspirativa fue asesinado por gente poderosa). Finalmente, preguntaron a todos los participantes si creían que había una conspiración detrás del incendio de Notre Dame o la muerte de Epstein.

Qué encontraron

Los participantes que habían leído el texto de la conspiración también informaron una mayor creencia en la teoría conspirativa en ambos casos. Pero lo que es más importante, también se consideró que el texto de la conspiración era más entretenido, y parecía ser este «valor de entretenimiento» lo que finalmente llevó a esos participantes a tener una creencia más fuerte en la teoría conspirativa.

Más emociones = más entretenimiento

Otro estudio relacionó más claramente la naturaleza emotiva de un texto con su valor de entretenimiento. Esta vez, los participantes leyeron una descripción cargada de emociones o una sin emociones que versaba sobre una elección ficticia, sin referencia a ninguna teoría conspirativa. El texto con mucha emoción se consideró más entretenido y también provocó una reacción emocional más fuerte. Es más, aunque no mencionó ninguna conspiración, los participantes que habían leído este texto tenían más probabilidades de estar de acuerdo con las declaraciones relacionadas con la conspiración (como «habrán trampas en el proceso de recuento de resultados» o «una conspiración determinará el resultado de las elecciones”), pero solo si también obtuvieron una puntuación relativamente alta en una medida de búsqueda de sensaciones.

Los buscadores de sensaciones aman la emoción y las emociones fuertes; también disfrutan de películas de terror y experiencias nuevas y arriesgadas, por ejemplo. Según otro estudio más publicado en el documento, los empleados que obtienen una puntuación más alta en las dimensiones de búsqueda de sensaciones, de susceptibilidad al aburrimiento, desinhibición y búsqueda de aventuras tienen más probabilidades de creer que sus jefes persiguen secretamente metas malévolas, en otras palabras, tienen más probabilidades de creer en las teorías conspirativas en el lugar de trabajo.

Un estudio final evaluó la creencia de los participantes en varias teorías conspirativas comunes, como que el gobierno de EEUU tenía conocimiento previo de los ataques terroristas del 11 de septiembre y que la NASA fingió los aterrizajes en la luna. Los investigadores encontraron un vínculo entre la fuerza de estas creencias y las puntuaciones en las tres dimensiones de búsqueda de sensaciones identificadas en el estudio de los empleados. Los resultados revelan que la búsqueda de sensaciones predice de manera confiable la creencia de las personas en teorías conspirativas específicas y concretas, dijeron los investigadores.

La idea de que agregar emoción a una historia fáctica la hace más atractiva no es nueva: los medios de comunicación y los podcasts sobre crímenes reales lo hacen todo el tiempo. Pero este nuevo trabajo quizás también implica que cuanto más entretenida podemos hacer la verdad, más probable es que los buscadores de sensaciones la compren, en lugar de una alternativa retorcida.

Referencia bibliográfica: van Prooijen, J.-W., Ligthart, J., Rosema, S., & Xu, Y. (2021). The entertainment value of conspiracy theories. British Journal of Psychology . https://doi.org/10.1111/bjop.12522

Fuente: Research Digest

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Los adolescentes y niños que comen más frutas y verduras tienen mejor salud mental

  • 08/10/2021
  • Maria Fernanda Alonso

Un estudio reciente enfocado en adolescentes y niños escolarizados, encontró que el tipo de desayuno y almuerzo que consumen tiene una fuerte relación con su bienestar general y salud mental. En particular, encontraron que los adolescentes y niños que consumían cinco o más porciones de frutas y verduras al día tenían las puntuaciones más altas en bienestar mental (Hayhoe et al., 2021).

Por qué es importante

Hay un reconocimiento cada vez mayor de la importancia de la salud mental y el bienestar en la vida temprana, sobre todo porque los problemas de salud mental de los adolescentes a menudo persisten hasta la edad adulta, lo que conduce a peores resultados y logros en la vida. Como factor potencialmente modificable a nivel individual y social, la nutrición representa un importante objetivo para las estrategias de salud pública que pretendan abordar el bienestar mental infantil. Es menester desarrollar estrategias de salud pública y políticas escolares para garantizar que todos los niños y adolescentes tengan una nutrición de buena calidad antes y durante la escuela con el fin de optimizar su bienestar mental y capacitarlos para que alcancen su máximo potencial.

Qué metodología usaron

Para el estudio, los investigadores analizaron los datos de casi 9000 niños y adolescentes de 50 escuelas de Norfolk, en Reino Unido (7.570 de secundaria y 1.253 de primaria), extraídos de la Encuesta de Salud y Bienestar de Niños y jóvenes de Norfolk. Esta encuesta fue encargada por el departamento de Salud Pública del Consejo del Condado de Norfolk y la Junta de Protección de Niños de Norfolk. Estuvo abierta a todas las escuelas de Norfolk durante octubre de 2017.

Los participantes informaron por sí mismos sobre sus elecciones de alimentos y completaron pruebas de bienestar mental apropiadas para su edad, las que incluían alegría, relajación y buenas relaciones interpersonales.

Qué encontraron

  • Sólo alrededor de una cuarta parte de los adolescentes de la escuela secundaria y el 28% de los niños de la escuela primaria informaron comer las cinco porciones de frutas y verduras recomendadas al día. Y casi uno de cada diez niños no comía frutas ni verduras.
  • Más de uno de cada cinco participantes de secundaria y uno de cada 10 niños de primaria no desayunaban. Y más de uno de cada 10 alumnos de secundaria no almorzaba.

El equipo analizó la asociación entre los factores nutricionales y el bienestar mental y tuvo en cuenta otros factores que podrían tener un impacto, como las experiencias adversas de la infancia y las situaciones en el hogar.

Los investigadores encontraron que comer bien estaba asociado con un mejor bienestar mental de los participantes. Y que entre los adolescentes en particular, había un vínculo muy fuerte entre comer una dieta nutritiva, llena de frutas y verduras, y un mejor bienestar mental.

Por otra parte, los tipos de desayuno y almuerzo consumidos también se asociaron significativamente con el bienestar: los alumnos que ingerían un desayuno tradicional experimentaron mejor bienestar que aquellos que solo tomaban un refrigerio o una bebida. Pero los jóvenes de la escuela secundaria que tomaban bebidas energéticas a modo de desayuno tuvieron puntajes de bienestar mental particularmente bajos, incluso más bajos que los que no desayunaban en absoluto.

Según los datos de esta investigación, en una clase de 30 alumnos de secundaria, alrededor de 21 habrán consumido un desayuno de tipo convencional, y al menos cuatro no habrán comido ni bebido nada antes de comenzar las clases por la mañana. De manera similar, al menos tres alumnos asistirán a las clases de la tarde sin almorzar. Esto es motivo de preocupación y es probable que afecte no solo el rendimiento académico en la escuela, sino también el crecimiento y el desarrollo físico, señalan los investigadores. 

Finalmente, otro dato interesante que encontraron es que la nutrición tenía tanto o más impacto en el bienestar como otros factores como presenciar discusiones regulares o violencia en el hogar.

Referencia bibliográfica: Hayhoe, R., Rechel, B., Clark, A. B., Gummerson, C., Louise Smith, S. J., & Welch, A. A. (2021). Cross-sectional associations of schoolchildren’s fruit and vegetable consumption, and meal choices, with their mental well-being: a cross-sectional study. En BMJ Nutrition, Prevention & Health (p. e000205). https://doi.org/10.1136/bmjnph-2020-000205

Fuente: Science Daily

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Relación entre el uso de marihuana y reducción de la corteza prefrontal en adolescentes

  • 05/10/2021
  • David Aparicio
technology computer head health

El mayor estudio longitudinal por neuroimágenes publicado a la fecha demuestra que el consumo de marihuana puede alterar el desarrollo cerebral de los adolescentes. Esta investigación publicada en JAMA Psychiatry representa un importante avance porque en el pasado otros estudios habían encontrado evidencia similar, pero eran estudios transversales y con muestras muy pequeñas. 

La investigación

Para abordar esas limitaciones, el consorcio de investigación IMAGEN (proyecto europeo que examina la influencia de los factores biológicos, fisiológicos y ambientales sobre el desarrollo del cerebro) utilizó los datos de 799 adolescentes desde que tenían 14 años y tomaron escáneres cerebrales desde el inicio del estudio y durante los 5 años de seguimiento. 

Tomando en cuenta las diferencias preexistentes en la estructura cerebral de los adolescentes, los investigadores encontraron que los adolescentes que reportaron un consumo moderado a alto de marihuana tenían una reducción del grosor de la corteza derecha e izquierda prefrontal, un área relacionada con las conductas de planeación, toma de decisiones, memoria de trabajo y aprendizaje. Lo más claro de esta investigación es que había una relación entre la dependencia a la dosis de marihuana y la reducción del grosor cortical, lo que significa que la corteza era más delgada en aquellos que más consumían marihuana. 

Los investigadores también controlaron factores como el consumo de alcohol, el grosor cortical inicial, el sexo, el nivel socioeconómico y las puntuaciones de cociente intelectual. 

Hallazgos

“Tomados en conjunto, estos resultados proporcionan una fuerte evidencia circunstancial de que el consumo de cannabis durante la adolescencia está asociado con un desarrollo neurológico alterado, particularmente en las cortezas cerebrales ricas en receptores de cannabinoides 1 y que experimentan el mayor cambio relacionado con la edad en la adolescencia media o tardía. Nuestros hallazgos encajan con la investigación en animales que sugiere que la adolescencia puede ser un período particularmente vulnerable con respecto al efecto del tetrahidrocannabinol (THC) en la estructura y función del cerebro ”. comentó  Matthew D. Albaugh, co autor de la investigación.

Esta afectación en el cerebro puede tener consecuencia a nivel conductual y puede incrementar los niveles de impulsividad e incrementar síntomas psiquiátricos durante su adultez.

Este fue un estudio observacional y por lo tanto no se pueden descartar variables preexistentes como las diferencias cognitivas o conductuales estén vinculadas a los cambios en el cerebro. Para eso se necesitaría otro tipo de estudio. Pero eso no desvirtúa las señales de riesgo que nos muestra el efecto de consumo de marihuana en adolescentes, una población vulnerable y en pleno desarrollo fisiológico.

Referencia: Albaugh MD, Ottino-Gonzalez J, Sidwell A, et al. Association of Cannabis Use During Adolescence With Neurodevelopment. JAMA Psychiatry.2021;78(9):1031–1040. doi:10.1001/jamapsychiatry.2021.1258

Fuente: PsyPost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Distonía: tipos, causas, síntomas y características

  • 04/10/2021
  • Laura Ruiz

La distonía, según la Clínica Universidad de Navarra (CUN), es un trastorno motor caracterizado por la aparición de contracciones musculares involuntarias que aparecen en el tiempo de forma sostenida o intermitente, y que causan una serie de movimientos de torsión repetidos, así como posturas anómalas. 

Dichas posturas se producen por la contracción muscular simultánea de músculos del cuerpo agonistas y antagonistas. Es un trastorno que se produce por una alteración funcional o estructural del sistema nervioso central, la cual provoca, a su vez, un mal funcionamiento en los circuitos cerebrales encargados de controlar el movimiento, como veremos más adelante.

En este artículo conoceremos los diferentes tipos de distonía que existen (según diferentes criterios), cuáles son los síntomas de este trastorno motor y cómo se manifiestan en niños y adultos.

Distonías en la infancia y la adultez

La distonía afecta a cualquier área corporal, aunque suele seguir una topografía de inicio distinto según la edad de inicio de los síntomas. En los adultos, por ejemplo, lo que suele estar afectado es la cara y el cuello (distonías focales); suelen ser distonías que no tienen un curso progresivo.

Por otro lado, en los niños, cuando surge una distonía, ésta suele comenzar por las extremidades inferiores. En este caso, el curso suele ser progresivo que afecta en pocos años a la mayoría de las áreas del cuerpo (lo que se denomina distonía generalizada). Normalmente, las distonías de origen en la infancia tienen un componente/origen genético.

Progresión en niños y adultos

Generalmente, las distonías focales que se originan en la edad adulta, tienden a estabilizarse en pocos años. Normalmente los síntomas no se generalizan a otras partes del cuerpo, cuando hablamos de un curso benigno del trastorno.

En cambio, en los niños el curso suele ser más progresivo y los síntomas se van generalizando a otras partes del cuerpo.

Causas de la distonía: 2 tipos de distonía

¿Cuáles son las causas de las distonías? Como hemos visto en la introducción, la distonía surge por una alteración a nivel funcional o estructural en el sistema nervioso central. Esta alteración origina un mal funcionamiento en los circuitos cerebrales encargados de controlar nuestros movimientos.

En función de su origen más específico, encontramos dos tipos de distonías: las primarias y las secundarias.

Distonías primarias (o idiopáticas)

Se trata de las formas genéticas hereditarias de las distonías; también llamadas idiopáticas, en esta forma del trastorno no se ha encontrado ninguna otra enfermedad subyacente que explique la aparición de los síntomas.

Eso sí, se han encontrado diferentes genes asociados a diferentes formas de presentación de este tipo de distonía (de momento, un total de 27 genes; del gen DYT-1 hasta el gen DYT-27). Algunas de estas formas del trastorno se manifiestan como una distonía aislada, y otras, como una distonía combinada (cuando existe también otro trastorno del movimiento).

Dentro de las distonías primarias o idiopáticas encontramos un subgrupo de distonías; las distonías paroxísticas. En este caso, la distonía surge de forma episódica, dura un tiempo específico (de minutos a horas) y los pacientes no muestran síntomas entre episodios.

En este tipo de distonía se ha encontrado que hay ciertos factores que podrían precipitar la aparición de la contracción, tales como: el ayuno, la ingesta de té o café o el ejercicio físico.

Distonías secundarias

Por otro lado, encontramos también las distonías secundarias. En este caso, su causa tiene relación con otros factores como:

  • Lesiones estructurales focales del cerebro
  • Alteraciones metabólicas: por ejemplo, en la enfermedad de Wilson
  • Enfermedades autoinmunes: por ejemplo, la esclerosis múltiple o la encefalitis
  • Enfermedades degenerativas: por ejemplo, un tipo de parkinsonismo o la enfermedad de Huntington

Síntomas de la distonía

Encontramos una serie de síntomas que caracterizan este trastorno motor. Entre ellos:

  • Una contracción muscular excesiva que afecta a una o a diversas zonas/partes del cuerpo.
  • La aparición de posturas anómalas o sostenidas que pueden provocar dolor y deformidad muscular; dichas posturas mejoran con el descanso y desaparecen con el sueño.
  • El fenómeno del “overflow”, que consiste en lo siguiente: la aparición de movimientos distónicos en regiones distales al realizar ciertos movimientos voluntarios con la zona del cuerpo afectada por la distonía. Por ejemplo, la persona mueve la mano distónica y le surge una distonía en el pie.
  • La aparición de un gesto antagonista, o también llamado truco sensitivo. Implica que ciertos gestos (por ejemplo, tocarse la barbilla) reduzcan de forma significativa la intensidad de la distonía.

Distonía aislada y distonía combinada

Es importante saber que la distonía puede aparecer de forma aislada o en combinación con otras alteraciones. Así, el síntoma predominante de la distonía es la distonía aislada (en una determinada zona del cuerpo o más de una).

Sin embargo, en muchos casos esta distonía coexiste con otro trastorno del movimiento, llamado distonía combinada. En este caso, el segundo trastorno del movimiento que aparece con más frecuencia son los temblores.

Tipos de distonías según su presentación

Existen diferentes tipos de distonías según su presentación. Encontramos la distonía de acción, que implica que la alteración en el movimiento (normalmente, las contracciones), surjan al intentar realizar movimientos voluntarios. 

En estos casos, es relativamente fácil controlar dichos movimientos de forma voluntaria. Pero también existen las llamadas posturas distónicas; en estos casos, la distonía aparece en situación de reposo, lo que provoca deformidad de las articulaciones y síntomas como el dolor.

Tipos de distonía según su localización

Por otro lado, también hay diferentes tipos de distonía según su localización: concretamente dos, la focal y la generalizada, que son las más frecuentes. ¿En qué consisten exactamente?

  • Distonía focal: Hablamos de una distonía que afecta únicamente a una zona o parte del cuerpo. Es la distonía más habitual en los adultos. A su vez, dentro de la distonía focal, encontramos cuatro tipos más de distonía: la distonía cervical (tortícolis), el blefaroespasmo, la distonía laríngea y la distonía ocupacional. Vamos a hablar de cada una de ellas:
    • Distonía cervical (tortícolis): Se trata de la distonía de tipo focal más frecuente en los adultos. Se caracteriza por la rotación cefálica hacia un lado en el plano axial. Suele iniciarse con un temblor cefálico. Se diferencia de otros tipos de distonía focal en el dolor, que aparece en un gran porcentaje de los casos. Casi en la mayoría de los casos, hay mejoría del síntoma con la realización del gesto antagonista. Finalmente, suele aparecer con otros trastornos motores como el temblor de manos o cefálico.
    • Blefaroespasmo: En este caso, hablamos de una distonía que se caracteriza por la contracción intermitente o mantenida de los músculos orbiculares de los ojos. Esto provoca muchas veces el cierre involuntario y mantenido de los ojos. Hay algunos factores que agravan el síntoma, como por ejemplo la luz y el viento. Suelen ser espasmos no dolorosos, aunque pueden producir cierta sensación de sequedad ocular. En la variante del Síndrome de Meige, el blefaroespasmo se asocia con movimientos involuntarios de la musculatura oromandibular. Estos movimientos pueden interferir con la articulación del lenguaje, a la hora de hablar.
    • Distonía laríngea: La distonía laríngea aparece exclusivamente al hablar en un tono habitual en las conversaciones. Surge por una contracción anómala de los músculos encargados de regular el cierre y la apertura de las cuerdas vocales. Como dato curioso, se sabe que las personas con distonía laríngea pueden cantar o hablar en un tono bajo sin dificultades.
    • Distonía ocupacional: Finalmente, las distonías ocupacionales ocurren al realizar una determinada actividad motora. Una de sus formas (la más frecuente) es el calambre del escribiente, que afecta a la musculatura de la mano y del antebrazo, y que aparece exclusivamente durante la escritura. En cambio, el resto de actividades realizadas con la mano se pueden realizar bien. ¿Más distonías ocupacionales? Por ejemplo: la distonía del tenista, del golfista o del músico.
  • Distonía generalizada: A diferencia de la distonía focal, la distonía generalizada, también denominada distonía de torsión, es más frecuente en los niños. Suele aparecer primero en las piernas, y progresar de forma ascendente hacia el tronco, que se torsiona. Progresivamente avanza hacia otras zonas del cuerpo hasta generalizarse.

Referencias:

  • Clínica Universidad de Navarra. (s.f.). Distonía. Extraído de: Distonía: qué es, causas, síntomas y tratamiento. Clínica Universidad de Navarra (cun.es)
  • Donnersberger, A. B., y Lesak, A. E. (2002). Libro de laboratorio de Anatomía y Fisiología. Badalona: Paidotribo.
    Edwards MJ. Dystonia: a clinical approach. Acta Neurol Taiwan.2008 Dic;17(4):219-27.
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

7 dimensiones del análisis conductual aplicado (ABA)

  • 01/10/2021
  • Alejandra Alonso
black woman and girl doing task at table

El famoso documento escrito por Baer, Wolf y Risley (el que nombramos al final de este artículo), se continúa utilizando para indicar qué dimensiones debe tener la práctica del análisis de conducta aplicado 53 años luego de haber sido publicado.

Concretamente, mencionan 7 dimensiones que revisaremos a continuación.

Aplicado

Esta palabra señala el compromiso con las mejoras efectivas de la conducta, que se traducen en beneficios para la vida de las personas.

Para asegurarnos de cumplir con esta dimensión de ABA, debemos seleccionar comportamientos que sean socialmente relevantes para los participantes y para las personas allegadas (pares, familiares, docentes, etc.). En consecuencia, podremos observar que otros se comportan de forma más positiva con el participante.

Conductual

¡Chocolate por la noticia! El análisis de conducta aplicado debe ser conductual. Pero los autores agregan tres aspectos de esta dimensión que es necesario resaltar:

  1. La conducta seleccionada, debe ser una que necesite mejorar (no una similar o la descripción verbal que hace el sujeto sobre su conducta).
  2. El comportamiento debe ser medible de forma confiable y precisa, en su ambiente natural.
  3. Al observarse cambios en la conducta, debemos preguntarnos si cambió la conducta del participante o si fue la conducta del observador la que se transformó. Se debe monitorear la conducta de todas las personas involucradas en el estudio.

Analítico

Esta dimensión se refiere a la demostración de relaciones funcionales entre los eventos manipulados y un cambio confiable en alguna dimensión medible de la conducta. La manipulación de algunas conductas con el fin de demostrar una relación funcional, no siempre es bien vista (sobre todo con conductas peligrosas), entonces se apunta a demostrar control hasta donde sea posible.

Tecnológico

Hemos cumplido con este criterio cuando se identifican y describen los procedimientos operativos con suficiente detalle y claridad. La prueba de que lo has conseguido es que otro analista de conducta lo lea y pueda replicarlo sin cometer errores, tener que preguntar para entender lo que se quiso escribir u omitir o añadir pasos.

Las estrategias conductuales son replicables y se pueden enseñar.

Conceptualmente sistemático

Los numerosos procedimientos y estrategias utilizados para modificar el comportamiento, se derivan de unos pocos principios básicos de conducta.

En análisis de conducta aplicado, cuando se explica por qué determinado procedimiento es efectivo, se deben utilizar los principios básicos de los que se desprenden.

Esto es útil por varios motivos: (a) Relacionar procedimientos con principios básicos puede permitirnos obtener otros procedimientos similares a partir del mismo principio; (b) es este sistema conceptual lo que integra la disciplina (como dicen los autores, sin esta dimensión en vez de una disciplina tendríamos una colección de trucos); (c) por último, el aprendizaje y la enseñanza del análisis de conducta aplicado sería más difícil.

Efectivo

Decimos que la aplicación de técnicas conductuales ha sido efectiva cuando el comportamiento mejora en un grado práctico. Debe alterar la conducta lo suficiente como para que sea socialmente relevante.

Pero ¿cómo sabes cuánto debe cambiar la conducta para ser socialmente relevante? Baer y sus colegas dicen que la respuesta debe venir de las personas que tienen que lidiar con el comportamiento.

También se puede juzgar la efectividad a través del impacto en las razones que impulsaron a las personas a buscar ayuda con esos comportamientos. Por ejemplo, si enseñamos habilidades de seguridad, debemos cerciorarnos de que la persona realmente esté más segura luego de aprenderlas.

Generalización

Para decir que un comportamiento se ha generalizado éste debe mantenerse en el tiempo, luego de haber retirado los procedimientos de tratamiento. Además tiene que aparecer en contextos diferentes al ambiente en que fue entrenado y/o utilizarse con otras conductas que no fueron directamente entrenadas en la intervención.

Características adicionales de ABA

Heward agrega 5 características que deben tenerse en cuenta para que la práctica del análisis de conducta aplicado realmente sea de beneficio.

Explicable

Algo fundamental es la medición frecuente de la conducta para identificar cuándo estamos teniendo éxito o cuando no y debemos hacer cambios (reacción a la falta de progreso).

Público

ABA es una disciplina donde todo es visible, público, explícito y directo.

Realizable

Las intervenciones pueden ser implementadas por madres y padres, docentes, supervisores en lugares de trabajo e incluso puede hacerlo el mismo participante. No es excesivamente complicado.

Empoderador

Les da a los analistas de conducta herramientas que funcionan. Saber hacer algo y tener las herramientas para hacerlo, les proporciona seguridad a los analistas. También lo hacen los gráficos, como prueba del avance.

Optimista

Debido a que sugiere que todos poseemos más o menos el mismo potencial (excepto en relación a factores genéticos), se celebran las posibilidades que tiene cada persona.

Además, las mediciones directas y continuas nos permiten detectar pequeñas mejoras en el desempeño que de otra forma pasarían desapercibidas.

También, mientras más resultados positivos obtengamos, más optimistas seremos sobre la posibilidad de éxitos futuros.

Por último, las investigaciones en análisis de conducta aplicado proveen muchísimos ejemplos de personas que se consideraba que no podían aprender, pero lo hicieron a través de los procedimientos de esta disciplina.

Referencia: Cooper, J. O., Heron, T. E., & Heward, W. L. (2019). Applied Behavior Analysis (3rd Edition, Global edition). Pearson.

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