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Artículos de opinión (Op-ed)

212 Publicaciones

La opinión es una creencia subjetiva, y es el resultado de la emoción o la interpretación de los hechos. Una opinión puede ser apoyada por un argumento, aunque las personas pueden dibujar las opiniones opuestas de un mismo conjunto de hechos. Este artículo representa la opinión del autor y no necesariamente de aquellos que colaboran en Psyciencia.

  • Artículos de opinión (Op-ed)

Cómo emprender tu carrera como psicólogo

  • Buenaventura del Charco Olea
  • 15/02/2017

El año pasado realizamos desde Aprende Viendo Terapia, unas jornadas de orientación laboral y emprendimiento en colaboración con la Universidad Europea de Madrid. Fue una reunión muy interesante, en la que diferentes profesionales de la psicología expusimos nuestras inquietudes y visión del estado del sector y sus posibilidades futuras.

Me gustó mucho el intercambiar impresiones y poder hablar del camino que cada uno de nosotros habíamos seguido para poder ejercer nuestra profesión y brindar a la sociedad la ayuda y el servicio desde nuestro conocimiento como psicólogos.

Este artículo es inusual, ya que hablaré de algo tan poco concreto y falto de literatura de referencia como es el emprendimiento en psicología, es decir, cómo abrirte un camino profesional para poder ejercer tu profesión montando tu propio negocio de psicología. Me parece importante señalar, que muchas veces se demoniza desde nuestro sector el hablar de “negocio” en la psicología, pero creo que hay que diferenciar entre entender que el psicólogo es un profesional que ofrece un servicio por el que quiere cobrar unos honorarios para poder ganarse la vida dignamente sin dejar de ser un profesional ético con su profesión (que consiste básicamente en ayudar y mejorar las relaciones y vidas humanas desde ámbitos tan diversos como la sanidad, la educación, los social, el marketing, los recursos humanos…), y tener una mentalidad que priorice el hacer dinero por delante de la praxis psicológica, lo que si es condenable.

De hecho, creo que hacer de la práctica de la psicología un negocio rentable y sostenible, que permita a quien la ejerza vivir de forma digna y deshaogada, es una de las mejores formas de evitar que a veces por aprietos económicos, muchos psicólogos acaben realizando mala praxis (alargar tratamientos para no perder el paciente, ofrecer talleres o cursos de dudosa utilidad…)

A continuación te brindo algunos de los puntos que me han servido a mi y a otros compañeros para poder vivir de un trabajo tan apasionante y gratificante como ser psicólogo.

1.- Especialízate e intenta ofrecer un servicio diferente

Los psicólogos podemos ofrecer servicios en muchísimas áreas y problemáticas, sin embargo, es poco frecuente ver algo más allá del típico gabinete psicológico. Muchas veces no es cuestión de crear un servicio nuevo, sino saber “ofrecer” el servicio al cliente, ya que gran parte de la población asocia el psicólogo única y exclusivamente a determinados problemas de salud mental (en especial la enfermedad mental grave).

Ejemplos de servicios de psicología que han sido exitosos en España lo único que han hecho ha sido ofrecerlos en un nuevo formato o modalidad, por citar casos concretos: Atención psicológica a domicilio en lugar de en la consulta, o apoyo psicológico para áreas que se asocian poco a nuestra formación como adelgazar y las dietas, cuando realmente es modificación conductual, regulación emocional o motivación. El primero es un ejemplo de servicio psicológico en un nuevo formato y el segundo de aplicar lo que se puede ofrecer desde la ciencia de la psicología a un sector en el que no se suele aplicar. Hay multitud de áreas en las que nosotros, podemos ofrecer un interesante know-how para ayudar a potenciar servicios o productos o para lograr a las personas a conseguir sus fines y objetivos de manera más eficaz o saludable (en el caso de la dieta y adelgazamiento por ejemplo, para que sea de una manera sana y con una autoestima no basada en el aspecto físico, por ejemplo).

no debes esperar a que la gente se interese por tu labor y venga a ti, sino que has de ser activo

Otro tema importante es el de la especialización, en general los psicólogos nos englobamos en etiquetas muy genéricas “educativo” “clínico/sanitario” “RRHH” y hacemos muchas actividades dentro de esta etiqueta, siendo frecuente que seamos expertos de todo y de nada. Nuestro trabajo es muy complejo y difícil, y es imposible dominar cada tipo de trastorno o área de nuestro ámbito, ya que requiere mucha lectura especializada, reflexión personal y horas de práctica para llegar a entenderlo y dominarlo realmente. “El que mucho abarca poco aprieta” es un refrán español muy aplicable a la idea que quiero transmitir, siendo quizás más interesante centrarse en un ámbito de esa etiqueta o área “soy un psicólogo educativo experto en niños con TDAH” o “soy un psicólogo sanitario especializado en trastornos de ansidead y estrés” son algunos ejemplos de especializaciones que aunque acotan tus posibles clientes, también facilitan que seas un experto en el tema y uno de los referentes a nivel profesional.

2.- Asígnate una jornada laboral de 40 horas

Es frecuente que los psicólogos cuando comienzan, tienen poco volumen de trabajo. Yo recuerdo que mi primer año como psicoterapeuta sólo tuve 2 pacientes, algo que era muy desesperante y frustrante. En lugar de trabajar sólo las horas que tenía demanda de mis servicios, decidí que debía trabajar al menos 40 horas semanales (es el equivalente a la jornada laboral en España), y que el resto del tiempo debía invertirlo en darme a conocer, establecer alianzas, crear un blog propio, hacer contactos con Linkedin, leer y formarme y otras mil actividades que puedes hacer para promover obtener mayor volumen de trabajo. Siempre hay algo que puedes hacer por “moverte”. Es decir, que semanalmente ese año invertía 2 horas en ver a mis pacientes y otras 38 en prepararme las sesiones y “moverme”.

Puede parecer poco útil pero desde mi experiencia (que no tiene por qué ser la más válida pero es la que puedo ofrecerte) puedo aseguraros que marca la diferencia. Por desgracia la demanda de servicios de psicología no es algo que ocurra con gran volumen o de forma muy activa en nuestra sociedad, en parte por el enorme estigma social y el desconocimiento de nuestra profesión, de ahí que no debes esperar a que la gente se interese por tu labor y venga a ti, sino que has de ser activo.

3.- Establece alianzas

Los psicólogos solemos quejarnos de estar “a parte” en el sistema de salud, por ejemplo. Sin embargo, somos poco dados a establecer sinergias y alianzas con otros profesionales que trabajan con clientes que tienen problemas o necesidades a las que nosotros también podemos darles una solución o servicio complementario. Haz un esfuerzo por establecer puentes y cauces de comunicación con otros profesionales de áreas comunes a aquellas en las que desarrollas tu actividad, en lugar de vivir encerrado en tu despacho. Muchos de estos profesionales tampoco conocen bien qué puedes ofrecer a sus clientes o las ventajas de colaborar de forma interdisciplinar, y probablemente, ni siquiera sabrán que existes. Y cuando acudas a las puertas a establecer estas alianzas, por desgracia, muchas ni se abrirán o se cerrarán con un sonoro portazo, pero encontrarás otros profesionales que estarán encantados de colaborar contigo y te derivarán volumen de trabajo.

tu nombre empezará a ser reconocido “y a sonar” y además quienes acuden, conocen a muchísima gente a los que puede hablar de ti

Abogados para psicólogos forenses, pedagogos y profesores para psicólogos educativos, ginecólogos y urólogos para psicólogos sexólogos, médicos de cabecera, psiquiatras o internistas para psicólogos clínicos o empresarios y consultores para psicólogos de RRHH son sólo algunos ejemplos.

4.- Darse a conocer

Aunque he hablado de este tema con las alianzas, sobre todo date a conocer entre el público en general, que es de donde saldrán quienes contraten tus servicios con algún problema que esperan que puedas ayudarles. Intenta dar charlas y conferencias divulgativas en asociaciones, clubes culturales, asociaciones de vecinos, casas del pueblo, colectivos… Muchas veces los clientes no saldrán ni del público asistente a esos eventos, pero tu nombre empezará a ser reconocido “y a sonar” y además quienes acuden, conocen a muchísima gente (amigos, familiares, compañeros de trabajo…) a los que puede hablar de ti.

Otra buena forma de darse a conocer es tener presencia en internet y las distintas redes sociales. Un blog o una cuenta de linkedin o twitter pueden ser grandes aliados en tu andadura profesional como emprendedor.

5.- Invierte en tu formación y prioriza el trabajo bien hecho

“Hay dinero que es mejor no cobrar” dice siempre como un mantra uno de mis mejores amigos. Se refiere al hecho de que, muchas veces se aceptan trabajos para facturar de algo de lo que no tenemos mucho conocimiento o que se da en unas condiciones que es poco probable que funcione. Piensa que nuestro sector funciona con el boca a boca. Un buen boca a boca es algo que cuesta mucho esfuerzo labrarse, y que puede estropearse muy rápido por un servicio poco eficaz. Aunque pueda parecer erróneo o tengas sensación de urgencia, no aceptar a ese paciente del que no tienes formación específica o no dar ese taller en una empresa porque no es tu área de trabajo, es en mi opinión una decisión acertada. Derívaselo a un colega profesional que sí sepa del tema y muchos acabarán derivándote a ti trabajo cuando sea de tu área.

Por último señalarte que nuestro sector, en general, no requiere de grandes cantidades de capital para iniciar nuestra labor si lo comparas con montar un restaurante, o la consulta de un radiólogo (llena de material muy sofisticado y carísimo) sino que es un trabajo eminentemente intangible donde el conocimiento y especialización del profesional son la clave, así que ten esto muy presente e invierte de manera activa en tu formación tratando que esta sea la más práctica y complementaria a la formación habitual posible.

Imagen: Benjamin Child en Unsplash

  • Artículos de opinión (Op-ed)

Tecnología y Libertad

  • Ben Thornhill
  • 08/02/2017

Hace más de medio siglo, el filósofo Martin Heidegger enseñaba que la tecnología no debería ser pensada sólo como una acumulación de dispositivos útiles que continuarían mejorando las cosas. Él creía que nuestras invenciones revelaban algo fundamental sobre nuestra existencia y por lo tanto necesitaban ser bien pensadas no sólo en un sentido técnico, sino también en uno filosófico. La pregunta no sólo debería ser qué puede hacer la tecnología por nosotros, sino también cómo trabajamos en relación a ella y cómo afecta esto a nuestro ser. Este es el primero de dos artículos que evaluarán el impacto de la tecnología en nuestro mundo psicológico. La primera parte debatirá su impacto en nuestra libertad y la segunda parte se enfocará en la creatividad.

Download the english version here.

Cómo afectará la tecnología a la humanidad es una cuestión que, no hay dudas, es debatida desde la era de piedra, pero pocos habrían imaginado la extensión hasta la que ha llegado ahora, juega una parte en nuestra existencia cotidiana con el advenimiento de la tecnología informática y la edad digital. Algunas de las cosas que nos permite hacer son increíbles y la ciencia involucrada en producir dichas maravillas va más allá de la mayoría de nuestras capacidades de entendimiento. Sin embargo, tiene otro lado que quizás corra más profundo de lo que muchos de nosotros somos conscientes.

En su publicación de 1954, “El existencialismo y el Predicamento Moderno”, el autor alemán Friedrich Heinemann advirtió que la llegada de la ‘máquina de computadora ultra-veloz’ daría lugar a una ‘verdadera cuestión existencial’ sobre cómo podrían permanecer libres los seres humanos. En muchas formas, Heinemann tenía razón. Un aspecto de la tecnología moderna del cual imaginaría que la mayoría de nosotros es consciente, pero que somos incapaces de manejar, es el hecho de que la tecnología ha erosionado la privacidad personal. Al estar Online, nuestras vidas son bancos de información, incluso nuestra ubicación actual está registrada, es fácilmente accesible y rastreable. En efecto, nuestras vidas están entregadas, no sólo a otros individuos como nosotros, sino a un “ellos” impersonal a quienes no conocemos ni podemos localizar. Habiendo perdido la libertad de ser personas privadas, a sabiendas o no, emitimos una versión de nosotros mismos en el mundo digital sin saber realmente por qué, o quién es la audiencia real.

Tener la habilidad de comunicarnos instantáneamente y emitirnos a través de una variedad de plataformas está destinado a cambiar el modo en que funcionan nuestros cerebros y ha dado lugar a una cultura crecientemente narcisista. El acceso constante a estas plataformas está atrapando a las personas en hábitos que podrían llevar a comportamientos que tienen un impacto negativo en su forma de ser. De hecho, un estudio de la Universidad de West Illinois sobre narcisismo mostró que Facebook facilita grandemente los dos aspectos principales del narcisismo: abundante autopublicación y comportamiento explotador. Encontró que las personas con tendencias narcisistas eran más propensas a exhibir comportamiento antisocial en Facebook, como reaccionar  enojados a comentarios negativos y publicar cosas que buscan la atención de los otros sin ofrecerla a cambio.

La pregunta no sólo debería ser qué puede hacer la tecnología por nosotros, sino también cómo trabajamos en relación a ella y cómo afecta esto a nuestro ser

La tecnología también ha redefinido nuestras expectativas, no sólo de lo que es posible, sino de lo que es razonable, llevando a un incremento de la impaciencia. El objetivo de la tecnología, hacer las cosas más rápidas y eficientes para que, como especie, podamos “hacer más” con nuestro tiempo, ha llevado a la gente a acostumbrarse a la gratificación instantánea. En mi experiencia, cuanto más desarrollado tecnológicamente está un país, más impacientes se vuelven las personas. Menos de veinte años atrás era difícilmente posible descargar un video online, ahora las muestras indican que la mayoría de los espectadores abandonan los videos si toman más de dos segundos en cargar. ¡Y cómo se enojan las personas cuando algo tecnológico funciona mal! Un corto retraso de un vuelo puede dar lugar a un gran berrinche por lo acostumbrados que estamos a ser capaces de sentarnos en una gran bala de metal con alas, en asientos que flotan en el cielo y llegar a nuestro destino al otro lado del mundo casi en el mismo minuto en que nuestras computadoras nos habían informado que lo haríamos seis meses antes cuando reservamos para volar en ese vehículo que desafía a la gravedad, solo al escribir nuestros nombres y unos pocos números en un pequeño aparato electrónico enganchado a una amplia red virtual que parece estar en todos lados y en ningún lugar al mismo tiempo.

Al hacer las cosas más rápidas y fáciles, al aumentar nuestras expectativas a un nivel nunca antes alcanzado, al hacernos menos pacientes y más narcisistas, ¿está la tecnología, por lo tanto, contribuyendo también a una erosión en la resiliencia emocional?

Hay estudios que sugieren que los adultos jóvenes universitarios están siendo menos resilientes y capaces de lidiar con la rigurosidad de los estudios posteriores y la vida independiente. Ahora, esto puede no estar directamente vinculado a la influencia de la tecnología, hay otros factores sociales involucrados aquí, por ejemplo, la salud, la cultura de seguridad y los padres y las escuelas que no le dan a sus niños la libertad de fallar. Pero el objetivo primordial de todo esto, pareciera ser hacer las cosas más seguras y fáciles. Si nuestra tecnología contribuye a hacer las cosas más seguras y fáciles, ¿está contribuyendo a criar una generación de personas jóvenes con aversión al riesgo e incapaces de hacer cosas por ellos mismos? ¿Cómo impacta esto en su libertad para tomar riesgos, conocer sus propios límites y desarrollar resiliencia en miras a alcanzar sus metas?

Sumado a esto, el modo en que está diseñada nuestra tecnología, para estar disponible en todo momento, también está contribuyendo a una inhabilidad para concentrarse por periodos sostenidos de tiempo. Una investigación en estudiantes de secundario de California muestra un promedio de lapso de concentración de alrededor de 3 minutos. El acceso constante a más medios instantáneamente gratificantes, interrupciones constantes cada una con su propia alarma de notificación vienen desde el éter para sacar el enfoque de la mente de la tarea que se está realizando. La solución obvia es apagar todo, que es algo que hago cuando necesito concentrarme por periodos extensos; sin embargo, con el 75% de las personas jóvenes diciendo que ellos no podrían vivir sin las redes sociales, en una cultura donde el miedo a perderse de algo lo impregna todo, ¿cuántas personas toman la medida necesario y se aislan el tiempo suficiente para no distraerse de la tarea que están realizando? ¿Qué costo tiene el estar online y disponible todo el tiempo en términos de nuestra propia productividad y habilidad de alcanzar nuestras metas? ¿Cómo nos hace sentir cuando parece que hemos estado trabajando por horas y que hemos hecho tan poco? ¿Cómo impacta esto, a largo plazo, en nuestra salud mental?

Puede que incluso llegue a ser más profundo que todas las cosas que he señalado hasta ahora. En su fantástico y corto libro “El coraje de crear”, el psicólogo americano Rollo May, analiza el asunto desde una perspectiva incluso más amplia:

“El peligro siempre existe de que nuestra tecnología servirá como tope entre nosotros y la naturaleza, un obstáculo entre nosotros y las dimensiones más profundas de nuestra propia experiencia(…)”

El modo en que está diseñada nuestra tecnología, para estar disponible en todo momento, también está contribuyendo a una inhabilidad para concentrarse por periodos sostenidos de tiempo

La barrera entre nosotros y la naturaleza es cada vez más aparente a nivel planetario. Pero incluso a nivel individual, subjetivo, muy a menudo, aún estando afuera en un hermoso entorno natural, vemos cámaras o celulares en las manos de las personas manteniendo esa barrera entre el sujeto y el objeto. En lugar de vivir el momento maravillándose por el mundo natural, tiene que ser capturado, almacenado, compartido y comentado, en busca de aprobación.

No es solo poner barreras entre nosotros y la naturaleza en el sentido geográfico natural, sino también en la interacción cara a cara con otros miembros de nuestras especies. Porque nosotros también somos parte de la naturaleza, aunque por momentos parece que hemos olvidado ese hecho. En otro estudio realizado por la Universidad de Berkeley, niñas de entre 8 y 12 años que pasaron más tiempo que sus pares utilizando tecnología digital en vez de interactuar con el ambiente que las rodeaba, reportaron mayor dificultad para socializar y por lo tanto menor autoestima. ¿Qué hacen los límites a su libertad de alcanzar su potencial, que impone que ya estén experimentando ansiedad social y baja autoestima a tal edad? ¿Cómo pueden esperar acceder cabalmente a las dimensiones más profundas de la experiencia humana si las interacciones sociales superficiales ya les representan un desafío?

No me entiendan mal, la tecnología es una publicidad fascinante del logro humano y del potencial de la mente humana. No es algo malo en sí mismo. Sin embargo, es esencial que encontremos formas de usar la tecnología que ayuden a acentuar nuestra experiencia de vida y nuestra libertad y no a actuar como una barrera para una existencia saludable, realizada. Tal es el aumento de las condiciones como TDAH entre niños viviendo vidas estériles en frente de pantallas que incluso un grupo de padres preocupados en el Reino Unido han formado un proyecto, The Wild Thing Project, que utiliza la tecnología de manera constructiva para ayudar a los niños y familias a volver afuera por el beneficios de su bienestar. Los padres pueden descargar una app donde registran el tiempo que pasan al aire libre en entornos naturales; también pueden acceder a muchos juegos divertidos para los niños que no involucran pantallas; ¡incluso los anima a trepar árboles!

Esto es solo un ejemplo de las innumerables posibilidades que tenemos cuando la tecnología es usada para el bien. Es responsabilidad de todos asegurarnos de tomar compromiso y control sobre nuestro uso de la tecnología de manera que examinemos el impacto que está teniendo en nosotros y nuestras familias.

La tecnología que usamos debería ser una extensión de nuestras conciencias y la deberíamos utilizar para maximizar nuestras posibilidades, no disminuirlas. La disponibilidad inmediata de ciertas tecnologías hace esto difícil, pero nosotros tenemos la libertad de retroceder, evaluar y reevaluar el rol que va a jugar en nuestras vidas y deberíamos asegurarnos de que sea un rol constructivo.

Imagen: Sean DuBois en Unsplash

  • Artículos de opinión (Op-ed)

Filosofía moral: ¿está bien matar a una persona antes que cinco?

  • Lautaro Pacella
  • 09/01/2017

Imagínese que usted está conduciendo un tranvía,  pero uno con una característica muy particular: que no tiene frenos.  Ya en mitad de su recorrido y habiendo tomado velocidad,  ve que en su camino hay cinco obreros trabajando.  Conociendo el defecto de su transporte y tomando en cuenta la velocidad a la que va, sabe que el choque es inevitable y que esto les causara la muerte a los cinco. ¡Pero espere! No buscamos acusarlo de nada… al menos por ahora.  Justo antes de resignarse al fatídico destino se da cuenta que, aunque los frenos no se encuentran a su disposición, sí lo está la posibilidad de desviarse hacia un camino lateral. Sin embargo, en este también hay personal trabajando, pero solo uno, a diferencia de la vía por la que actualmente recorre en donde hay cinco.

Sin mayor información que agregar ni alternativa posible a la situación, ¿Tomaría usted la otra vía? Es decir, ¿decidiría conscientemente cambiar de camino para matar solo a una persona en lugar de cinco? Si su respuesta ha sido si, relájese, se encuentra con la gran mayoría. El cálculo es obvio para cualquiera: es mejor matar solo a una persona antes que a cinco. Pero le pediremos que recuerde su respuesta, esto recién empieza.

El cálculo es obvio para cualquiera: es mejor matar solo a una persona antes que a cinco

Imaginemos ahora un pequeño giro. Usted deja de ser el conductor para pasar a ser tan solo un observador y divisa desde un puente ubicado por encima de los carriles un tranvía que no parece tener intenciones de detenerse, dirigiéndose directamente hacía cinco obreros, lo que resultará en una inminente aniquilación. Pero en un vistazo rápido a su entorno, nota que hay otra persona a su lado, una persona con dos características particulares: en primer lugar, que se encuentra muy distraída y no parece estar consciente de lo que está ocurriendo, y en segundo lugar que es una persona con sobrepeso, suficientemente, se da cuenta usted, cómo para detener el avance del tranvía si por alguna razón cayera en su camino.

Supongamos por el bien del argumento que en su estado abstraído este sujeto no presentaría resistencia, ¿lo empujaría y haría caer hacía las vías, lo que provocaría su muerte pero salvaría a los cinco obreros que se encuentran más adelante?  Las matemáticas siguen igual de claras: es mejor que muera una persona a que mueran cinco… ¿o no?

Si su respuesta ha sido negativa, no se preocupe, de nuevo se encuentra con la mayoría aparentemente ambivalente. Sin embargo, le daremos otra oportunidad para que pueda ponerse de acuerdo.

Ahora usted es un médico que se encuentra en la sala de emergencia, y durante su guardia llegan seis personas que han sido parte de un terrible accidente de tranvía. Cinco de estas personas tienen heridas moderadas y la sexta se encuentra gravemente herida, tan así que debería pasarse todo el día asistiendo a esta última para poder salvarla, pero durante ese tiempo, las otras cinco personas morirían. O puede dedicarse a cuidar y restaurar a estas otras cinco víctimas, pero no le poseería entonces el tiempo suficiente para salvar a la que se encuentra en estado grave. ¿A quién elegiría salvar? Cinco personas antes que solo una parece volver a tener sentido otra vez.

Pero subámosle la intensidad para probar la fuerza del argumento. Todavía siendo un médico, esta vez uno especializado en cirugía, usted conoce a cinco pacientes que necesitan de manera inmediata trasplante de órganos, uno necesita un pulmón, otro un hígado, el tercero necesita un páncreas, el cuarto un riñón y el último un corazón. Pero en este momento no hay ningún donante y usted no puede hacer más que verlos padecer… hasta que recuerda que en la sala de al lado acaba de llegar un sujeto totalmente saludable para un control de rutina, y se ha dormido esperando su turno. Se le ocurre entonces que, muy sigilosamente, podría ir hasta allí y arrebatarle de sus órganos con el fin de salvar a cinco personas en estado de urgencia. ¿Cómo suena ahora la relación cinco : uno?

El ejercicio filosófico del tranvía fue originalmente introducido por Philippa Foot (1967) y las posteriores variaciones desarrolladas por Judith Jarvit Thomson (1976) se han topado siempre con los mismos resultados. Aunque siempre hay excepciones, la enorme mayoría parece responder de manera positiva al primer modelo de los ejercicios presentados y de manera negativa al segundo, en lo que parecería ser una clara contradicción acerca de los principios morales que rigen nuestras decisiones. Una conclusión que se ha presentado versa sobre la existencia de dos diferentes razonamientos morales que poseemos universalmente y se activan dependiendo de las particularidades de las situaciones sobre las que debemos decidir (Sandel, 2010).

En las primeras versiones del tranvía y del médico, utilizamos el razonamiento “consecuencialista”, es decir, que prestamos especial atención a los resultados que derivaran de nuestras acciones, al estado del mundo que resultará de nuestros actos o la falta de estos y por lo tanto decidimos lo que debemos hacer, lo que es lo correcto, en base a las consecuencias de nuestro actuar. Al final del día, siempre es mejor que mueran la menor cantidad de personas.

Uno de los principales defensores de este tipo de razonar moral fue sin duda el filósofo ingles Jeremy Bentham introduciendo la doctrina del utilitarismo. La piedra angular de esta ideología es una muy simple: lo correcto de hacer, lo justo, es maximizar la utilidad. Y con “utilidad” se refería al balance entre el placer y el sufrimiento. Todas las personas, afirmaba el autor, estamos gobernadas por dos maestros soberanos, el dolor y el placer.  A todos nos gusta el placer y nos disgusta el dolor, de tal modo que estos deberían regir las normas morales. Ya sea de nuestras propias vidas o como legisladores y ciudadanos preocupados en definir cómo deberían ser las leyes, lo apropiado, tanto individual como colectivamente, es actuar de una manera que se maximice los niveles generales de la felicidad. “El mayor bien para la mayoría”.

El valor moral de nuestros actos no dependería del producto resultante, sino de la motivación que nos lleva a realizarlos

Sin embargo, en las segundas versiones de estos ejercicios, una situación diferente pone en marcha un distinto tipo de razonamiento moral. Las típicas razones por las cuales las personas responden que no actuarían para salvar a cinco personas a cambio de la vida de una sola, tienen que ver más con las características intrínsecas del acto al que deben incurrir. Sean las consecuencias que sean, el acto de matar a una persona se considera categóricamente incorrecto, incluso aunque se trate de un sacrificio por un bien mayor. El razonamiento “categórico” ubica la moralidad de los actos en ciertos requerimientos y obligaciones absolutas a las que todos nos encontramos ligados, sin importar las consecuencias.

El más importante exponente de este lineamiento fue Immanuel Kant. El filósofo alemán no disputaba la idea de que nosotros, los humanos, disfrutamos del placer y nos apartamos del sufrimiento, pero actuar exclusivamente en relación a nuestros deseos no nos haría diferente a cualquier otro animal sobre el planeta. Él afirmaba que la característica que nos hace particularmente especiales es nuestra capacidad de razonar y nuestra autonomía para elegir nuestras propias decisiones. Dirigir nuestros actos a la única tarea de satisfacer nuestros apetitos e impulsos no es actuar libremente, porque estaríamos siendo simples esclavos de estos impulsos que en un principio nosotros no elegimos, no los pusimos allí donde están. De tal modo, la verdadera autonomía vendría de actuar en base a leyes autoimpuestas por la razón. El valor moral de nuestros actos no dependería del producto resultante, sino de la motivación que nos lleva a realizarlos. Efectuar un acto de bondad a la espera de alguna compensación o con segundas intenciones no alcanza para considerarlo un acto “bueno”.  Se debe “Hacer lo correcto por las razones correctas”.

Aunque existen casos en donde todos (o casi todos) parecemos estar de acuerdo, cada persona tiende a inclinarse hacia un lado de la balanza moral en otras situaciones donde los límites de lo correcto aparecen difuminados. Entonces, la verdadera reflexión parece ser acerca de la existencia de un único principio moral universal e inapelable.

Todos tenemos el derecho a juzgar moralmente un hecho en particular desde la visión y posicionamiento individual propio. ¿Pero podemos juzgar el juicio de otra persona acerca de estos hechos? Es decir, ¿podemos argumentar de manera irrefutable que el principio que utilizamos de guía es superior al que utiliza la parte contraria?, ¿o son ambos argumentos, en su desigualdad, igualmente válidos?

Referencias bibliográficas:

  • Foot, P. (1967). The problem of abortion and the doctrine of double effect.

  • Thomson, J. J. (1976). Killing, letting die, and the trolley problem. The Monist, 59(2), 204-217.

  • Sandel, M. J. (2010). Justice: What’s the right thing to do?. Macmillan.

  • Bentham, J. (1879). An introduction to the principles of morals and legislation. Clarendon Press.

  • Kant, I., Orts, A. C., & Sancho, J. C. (1989). La metafísica de las costumbres(Vol. 59). Madrid: Tecnos.

  • Artículos de opinión (Op-ed)

Las mejores apps para psicólogos del 2016

  • David Aparicio
  • 27/12/2016
mejores apps para psicólogos

Estamos viviendo en los inicios de la era Post-PC, una era en la que podemos usar nuestras tablets y celulares no sólo para entretenernos sino para trabajar en serio, ser productivos, sin depender todo el tiempo de una computadora tradicional. A inicios de este año empecé a utilizar el iPad y mi celular como herramientas de trabajo. Como resultado he preparado una lista de aplicaciones que me ayudaron a organizarme y cumplir con los compromisos de mi trabajo como psicólogo, editor en Psyciencia y como estudiante del master de psicología clínica integrativa que estoy cursado, y que también te pueden ayudar a sacarle mayor provecho a tu tablet y celular.

Para gestionar tareas y agendar

Todoist

Todoist, es una de las mejores apps para gestionar tareas y agendar tus responsabilidades diarias. Con Todoist podrás organizar las tareas en diferentes proyectos, activar alertas y recordatorios utilizando lenguaje natural para establecer las fechas. Por ejemplo, puedes escribir: “llamar a mi paciente x mañana a las 10:00” y Todoist automáticamente lo registrará en la fecha apropiada. Otras de sus ventajas es que al finalizar la semana o el mes podrás visualizar cuán productivo has sido gracias al gráfico automatizado que genera según las actividades completadas. Todoist tiene muchas opciones que no puedo cubrir en este artículo, pero que recomiendo leer en su blog oficial.

Descarga Todoist en el App Store o descarga Todoist en el Google Play Store.

Wunderlist

Wunderlist es una aplicación bastante similar a Todoist, pero es un poco más sencilla en cuanto a las opciones que genera y tiene la capacidad de hacer listas separadas según las responsabilidades que tengas, marcarlas según recurrencia y añadir notas. Una de las ventajas de Wunderlist es que puedes compartir una de las listas con un amigo, familiar o colega y asignar responsabilidades o actividades y observar cuando están completadas.

Descarga Wunderlist del App Store o descárgalo del Google Play Store.

Aplicaciones para escribir, leer y organizar tus ideas

Ulysses

Ulysses es la mejor aplicación para escribir que he usado y lo digo sin exagerar, no por nada ganó en el 2016 el premio a la mejor app del Apple Store. Con Ulysses no siento el tedio que provoca abrir el pesado Word lleno de opciones que usamos muy de vez en cuando. Ulysses te permite escribir sin distracciones, con hermosos temas y modo nocturno que alivia la carga de luz que reciben tus ojos al estar al frente de la pantalla en la noche. Todos tus trabajos los podrás exportar en PDF, Word, EPUB e incluso podrás publicarlos directamente en tu página web. Ulysses tiene integración con iCloud y Dropbox, lo que te permitirá comenzar a redactar en el iPad y seguir escribiendo desde el celular o en una computadora. Este artículo fue escrito completamente desde el iPad con Ulysses.

Ulysses forma parte importante de mi rutina de trabajo. No solo en la preparación de los artículos que publicamos diariamente en Psyciencia, sino también en las labores que realizo en la escuela donde trabajo. Este año, con el apoyo de la dirección de la escuela, logré que algunos niños que tienen fuertes resistencias y dificultades para escribir en el tradicional lápiz y papel, utilicen mi iPad con Ulysses. A estos niños les fue permitido usar mi iPad en clases especificas donde cada actividad de escritura generaba fuertes conflictos entre maestros y estudiantes.

Una de las features que más les gusta a los niños es la posibilidad de establecer objetivos por cantidad de palabras que deben cumplir según la actividad, y verlo en un gráfico circular muy bonito que se va completando y cambia de color cuando se completa la cantidad de palabras. Esta es una manera muy justa y divertida para los niños de saber cuándo completaron la actividad.

Una vez terminada la tarea, los estudiantes pueden imprimirlas directamente desde el iPad a través de una impresora inalámbrica que la dirección de la escuela permitió tener dentro del aula de clases, y luego los niños pegan sus actividades en el cuaderno correspondiente. Es increíble ver como los niños me piden que abra Ulysses para empezar a redactar. Este es el mejor ejemplo de cómo utilizar la tecnología al servicio de la educación y de las intervenciones según las necesidades de los niños.

Quiero aclarar que Ulysses no fue hecho para escribir una tesis de grado con tablas de contenido, tablas estadísticas y todo lo que con lleva un trabajo académico de tal maginitud. En esos casos tendrás que seguir usando Word porque es la opción más completa y robusta para ese tipo de trabajo. Sin embargo, Ulysses si te permitirá redactar un artículo, un libro, una conferencia o hasta, diría yo, los primeros tres capítulos de una tesis o trabajo académico complejo desde un iPad, iPhone o computadora. Pero siendo realistas, no es que estamos escribiendo tesis todos los días.

Ulysses cuesta 24.99 en la versión para iPad y iPhone.

Google Documents

Google Documents es una alternativa al poderoso Word que todos conocemos. Es una versión web y app que permite redactar y editar solo o colaborativamente sin depender de un programa único. Digamos que tienes que enviar un informe o un artículo y tu computadora se dañó. Con Google Documents podrás hacerlo desde cualquier navegador, tablet o celular sin importar la plataforma y luego exportarlo y enviarlo en el formato que desees. Todo lo que escribas se almacena automáticamente en un espacio reservado y privado que Google le da a sus usuarios.

Al estar online Google también te da la posibilidad darle acceso a otras personas para trabajar colaborativamente en un texto. Con esta opción el equipo podrá editar o hacer comentarios en el texto para futuras modificaciones. Esta es una estupenda opción para los que están en la universidad y que deben hacer trabajos prácticos en grupos, ya que con ella todos pueden trabajar desde su casa en el texto y mantener una conversación mientras van desarrollándolo. Google también acaba de añadir una opción muy buena de automatizar las referencias APA para que añadas todo lo que encontraste en la web sin mayores esfuerzos.

Este es el futuro de los procesadores de texto y creo que puede ser de muchísima utilidad para los psicólogos y estudiantes. En Psyciencia le debemos mucho a Google Documents, lo usamos desde nuestra fundación y ha sido una herramienta fundamental en el trabajo en equipo de los editores y columnistas que se encuentran en diferentes países.

Descarga Google Documents para iOS o para Google Play Store.

Instapaper

Todos los días se publican millones de artículos pero ¿quién tiene tiempo de leerlos todos? Instapaper es una excelente opción para guardar todos los artículos interesantes que encuentras en la web para leerlos después en tu celular o tablet sin necesidad de tener internet. Existen muchas apps alternativas, pero Instapaper tiene algunas características que lo hacen especial: resaltar el texto, hacer notas dentro del artículo y hasta tiene la opción para leerte los artículos en voz alta.

Descarga Instapaper en iOS o para Android.

Pocket

Pocket es otra de las apps más populares para guardar los artículos. Esta app no tiene la opción de hacer notas o de resaltar el texto, pero su opción para descubrir artículos nuevos es mucho más rica que la de Instapaper y por eso te recomiendo usar ambas aplicaciones.

Descarga Pocket para iOS o para Android.

MindNode

Con Mindnode podrás hacer hermosos mapas conceptuales para ordenar tus ideas, preparar clases, artículos y proyectos. MindNode te será muy útil cuando tengas que cumplir con una tarea complicada y no sepas por dónde empezar. Otra de las ventajas de MindNode, es que todos los mapas se almacenan en la nube, así que podrás acceder a ellos desde el iPad o iPhone.

Compra MindNode para iOS por 9.99 dólares.

Documents 5

Documents 5 es el gestor de documentos y archivos más completo que hay en iOS. Con esta aplicación puedes abrir y almacenar archivos en PDF y archivos comprimidos en ZIP desde cualquier web. Así también podrás conectar Documents 5 con el servicio en la nube que utilices y gestionarlo directamente ahí. Para mi Documents 5 es una aplicación imprescindible tanto para el trabajo diario como para las clases en la universidad.

Descarga Documents 5 para iOS.

Aplicaciones de audio para aprender y concentrarte

Overcast – Pocketcast

Los podcasts están en su mejor momento. Existen miles de podcasts de muy buena calidad sobre casi cualquier tema y son una increíble medio para aprender y entretenerse. Escuchar podcasts se ha vuelto un hábito en mi ruta diaria hacia el trabajo. Con ellos aprendo mucho sobre psicología, ciencia, cultura, etc. Hay muchas aplicaciones para escuchar Podcasts, pero recomiendo Overcast en iOS y Pocket Cast en Android porque estas apps hacen que la experiencia de escuchar podcasts sea mucho más fácil y placentera al organizar los podcasts según las temáticas y conocer nuevos shows.

Descarga Overcast en iOS o Pocket Cast Android.

Brain.fm

Concentrarse y evitar todas las notificaciones y mensajes es cada vez más difícil. Brain.fm es una propuesta muy interesante, creada por un neurocientífico y un músico para ayudarte a concentrarte, relajarte o dormir por medio de una serie de audios categorizados según la actividad que quieras realizar. Brain.fm es una aplicación bastante completa que prepara un reporte sobre la calidad del sueño o concentración a medida que usas la app. Esta aplicación me ha sido muy útil, especialmente cuando tengo que entregar un trabajo o informe y estoy cerca de la fecha.

Prueba Brain.fm

Aplicaciones para organizar tus investigaciones

Mendeley

Una de las partes que menos me gustaba hacer de mi tesis era la de ordenar las citas bibliográficas. Tenía más de 200 referencias y era una pesadilla escribir a manualmente cada referencia que hacía. Por suerte eso es cosa del pasado y ahora existe Mendeley para facilitar el trabajo a estudiantes e investigadores. Con Mendeley podrás organizar los PDFs en carpetas según los temas que estés investigando, hacer anotaciones en los documentos y luego exportar la lista bibliográfica en el formato APA a un documento de Word. Mendeley es multiplataforma, así que lo podrás encontrar en iOS, Android y en versiones de desktop.

Descarga Mendeley para iOS o Mendeley para Android.

Cite this for me

Mendeley es perfecta para manejar los PDFs que usamos como referencias, pero no puede automatizar las referencias bibliográficas de los libros tradicionales que usaste y es aquí donde Cite this for me sobresale. Esta app utiliza la cámara de tu celular o iPad para tomar una imagen del código de barras del libro que utilizaste y hace una lista bibliográfica digitalizada en el formato que desees.

Descarga Cite This For Me en iOS.

CamScanner

Camscanner es una de las mejores alternativas a la hora de digitalizar los documentos y convertirlos en PDF. Esta aplicación los edita automáticamente para mejorar su calidad en digital para que puedas enviarlos por email. Siempre te pedirán que envíes un documento para algunos trámites bancarios, del seguro o de impuestos y CamScanner es la mejor opción para hacerlo desde el lugar en que te encuentres.

Camscanner para iOS o CamScanner para Android.

Bono: el mejor cliente de email

Airmail

Airmail es el mejor cliente de email que he utilizado. Tiene cientos de opciones entre las cuales destacan: preparar un email y enviarlo a una hora preestablecida, hacer recordatorios de emails por contestar, convertir los correos en PDF, hacer un seguimiento de los emails que enviamos y saber si fue leído o no. Puedes usar Airmail con Google, Outlook y todas las cuentas que desees.

Compra Airmail para iOS.

  • Artículos de opinión (Op-ed)

¿Por qué invertir en ciencia? El ejemplo de la investigación en psicología

  • Fabián Maero
  • 23/12/2016

Con frecuencia el único aspecto de la investigación en psicología al que el público general tiene acceso es el más apto de para ser reportado en las noticias: algún estudio que sugiere un recurso para reducir el estrés, alguna investigación en psicología que resulta llamativa o simpática, un estudio que trate un tema de interés actual. Para el público general, entonces, la investigación en psicología puede aparecer como un simpático entretenimiento, a lo sumo una contribución a la cultura general, sin demasiado impacto concreto en la sociedad.

La realidad, sin embargo, es otra. La investigación psicológica tiene (o puede tener, si se la lleva a cabo), efectos dramáticos y concretos en la economía de una sociedad. Tan solo para dar un ejemplo de esto, consideremos lo que sucede con uno de los trastornos psicológicos más comunes, la depresión.

Los costos públicos de la depresión

Varias veces hemos escrito sobre aspectos clínicos de la depresión y su tratamiento, pero pocas veces hemos mencionado el costo que tiene la depresión para la sociedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha predicho que para el 2020 la depresión será la segunda causa de discapacidad en el mundo (Murray & Lopez, 1996). Kessler(2012), llevó a cabo un relevamiento de datos en el cual se encontraron los siguientes efectos que la depresión tiene sobre el funcionamiento social de las personas:

  • Dado que suele comenzar en la adolescencia, la depresión se asocia con el abandono de los estudios de nivel medio –los adolescentes con depresión tienen alrededor de un 60% de probabilidades de no terminar el secundario.
  • Junto con otros trastornos, es un predictor de peor calidad de los matrimonios, lo cual a su vez impacta sobre algunas variables sociales (seguridad financiera, soporte social, etc.), y un importante predictor de divorcio.
  • La depresión es un importante predictor de embarazo adolescente.
  • Si bien el desempleo suele considerarse como factor disparador de depresión, la relación inversa también resulta verdadera: una historia de trastornos mentales al momento de terminar la escolarización resulta predictor de desempleo y discapacidad laboral.
  • A causa del deterioro de las interacciones familiares, la depresión está asociada con un peor desempeño en la crianza de los hijos, afectando negativamente el desarrollo y la regulación afectiva de los niños.
  • Es una de las principales causas de días perdidos en el trabajo, detrás de migrañas, dolor crónico, y trastornos cardiovasculares. Sólo por este motivo, en Estados Unidos en 2003 la pérdida estimada fue de 33.000 millones de dólares (Wang, Simon, & Kessler, 2003), y se estima que la pérdida anual oscila entre 30.000 y 50.000 millones de dólares. De hecho, considerando los días de trabajo perdidos sólo en los 36 países más grandes del mundo, se estima que se pierden alrededor de 12.000 millones de días de trabajo por año por depresión, alrededor a 50 millones de años de trabajo por año.
  • Se asocia con un deterioro concreto de la salud de la persona, en particular con artritis, asma, cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, trastorno respiratorio crónico, dolor crónico, etc., además de estar asociado con muerte temprana por enfermedades cardiovasculares e infarto. Todo esto, además del impacto sobre las personas, representa una fuerte carga sobre los sistemas de salud.

Resumiendo un poco, la depresión no tiene sólo un impacto sobre el bienestar psicológico de las personas, sino que al afectar su funcionamiento cotidiano deteriora aspectos centrales del funcionamiento social, y esto tiene costos (económicos y otros), sobre toda la sociedad. Tengan en mente que hablamos de sólo uno de los trastornos psicológicos más comunes.

Para dar un número concreto: en USA el costo económico total de la depresión en 2010  fue de 210.000 millones de dólares (incluyendo desde días de trabajo perdidos, hasta uso de los sistemas de salud y suicidios; Greenberg, Fournier, Sisitsky, Pike, & Kessler, 2015). Utilizamos datos de USA porque son los más accesibles, pero todo indica que el costo es proporcionalmente similar en otros países.

El impacto del tratamiento

Kessler, en una reseña de su investigación, lo resume así: “la depresión es un desastre global”. De hecho, se estima que el costo mundial de los trastornos mentales oscila entre 2.5 y 8.5 trillones de dólares anuales, y se espera que esa cifra se duplique en el 2030 (Chisholm et al., 2016).

¿Cuál es la respuesta frente a esto? La OMS calcula que la mayoría de los países con ingresos bajos y medios gasta menos de 2 dólares per cápita en prevención y tratamiento de los trastornos mentales. Ahora bien, la pregunta del millón (de los ocho trillones, más bien), es qué pasa si se invierte en la investigación para prevención y tratamiento de la depresión. ¿Vale la pena en términos económicos, más allá del bienestar psicológico?

La respuesta es simple: abrumadoramente, sí. Un análisis sobre los costos de la depresión y un escalamiento estimado de los efectos de tratamiento señala que, gracias al aumento de la productividad (reducción de días de trabajo perdidos, por ejemplo), y a la disminución de la carga sobre los sistemas de salud, la inversión en prevención y tratamiento de trastornos de ansiedad y depresivos representa que por cada 1 dólar invertido se obtienen entre 3.3 y 5.7 dólares (Chisholm et al., 2016).

Dicho de otra manera, es una inversión que como mínimo, genera una ganancia del 330%. Cualquier inversión que genere un 100% de retorno es considerada excelente, y aquí estamos hablando de al menos tres veces eso, según los cálculos más conservadores. No invertir en investigación le sale carísimo a una sociedad.

Ahora bien, ¿qué implica una inversión así? La ciencia es una empresa colectiva. Para cualquier avance, es necesario el esfuerzo combinado de muchas personas trabajando en distintos aspectos. Supongamos que queremos hacer una inversión así en un país de Latinoamérica. Esto no implicaría sólo brindar tratamiento, sino que para poder hacer prevención y tratamiento se requieren varias acciones accesorias. Por ejemplo:

  • Formación y capacitación de investigadores
  • Relevamientos epidemiológicos para evaluar las características demográficas y el impacto de la depresión en ese país: para tener una línea de base, para saber si centramos la intervención más en adolescentes o en adultos, etc.
  • Desarrollo o adaptación de instrumentos de medición de depresión: necesarias para evaluar por ejemplo, el impacto de los tratamientos para depresión.
  • Investigación sobre depresión como trastorno: por ejemplo, investigar características sintomáticas, factores de riesgo, factores de prevención, etc.
  • Desarrollo de cero o adaptaciones culturales de tratamientos para depresión.
  • Formación de terapeutas o prestadores de salud para esas intervenciones.
  • Investigaciones piloto para evaluar la viabilidad de esos tratamientos: para saber si esas intervenciones son viables con la población objetivo.
  • Ensayos controlados aleatorizados de los tratamientos: para evaluar de manera controlada (en entorno de laboratorio, digamos) la eficacia comparada entre distintas opciones de tratamiento.
  • Estudios de impacto de las intervenciones de prevención: seguimiento del impacto del tratamiento en el entorno natural.
  • Investigaciones sobre mecanismos de cambio: por ejemplo, discernir si la terapia depende de modificaciones cognitivas, conductuales, emocionales, neuroquímicas, etc.
  • Investigaciones sobre la diseminación: para mejorar la implementación y transmisión de esos tratamientos.

Esta no es una lista exhaustiva, sino tan sólo algunos ejemplos de en qué consiste una inversión que –repetimos- tiene un retorno estimado de entre un 330% y un 570%.

Y la cosa no se queda aquí. Como ya mencionamos, la ciencia es una empresa colectiva, por lo cual lo que se investiga en un área de investigación tiene impacto sobre otras. Por ejemplo, la investigación sobre las mejores formas de diseminar un tratamiento para depresión entre psicólogos puede ser utilizada para transmitir buenas prácticas hospitalarias en enfermeros, o prácticas de seguridad en obreros metalúrgicos. Los datos epidemiológicos sobre impacto de la depresión pueden ayudar a diseñar mejores políticas de salud, intervenciones en colegios, etc.

Cerrando

En este artículo hemos desarrollado tan solo un ejemplo. Así como sucede con la depresión, otras áreas de investigación psicológica tienen impacto profundo sobre la sociedad.

Si sólo consideramos el caso de la depresión, vemos que carecer de un sistema de investigación e intervención no sólo significa que se empobrece la calidad de vida de los ciudadanos de un país, sino que además significa que se pierden cantidades enormes de dinero, pérdida que podría evitarse con algo de inversión y capacitación, no sólo en ciencia aplicada sino también en ciencia básica, que es menos llamativa pero que proporciona las bases para que se puedan desarrollar aplicaciones específicas. No invertir en ciencia sale caro.

Significa también que invertir en ciencia no es un lujo sino una necesidad, que es una buena práctica económica, especialmente en los países menos desarrollados, en donde los recursos económicos no sobran. Digamos, quizá Suiza pueda perder varios miles de millones de dólares por año por días de trabajo perdidos por depresión, pero un país latinoamericano no puede darse ese lujo.

En resumen: invertir en ciencia no sólo es importante por el desarrollo cultural de un país, sino también por los beneficios económicos que reporta.

Invertir en ciencia es una buena idea.

Referencias

Chisholm, D., Sweeny, K., Sheehan, P., Rasmussen, B., Smit, F., Cuijpers, P., & Saxena, S. (2016). Scaling-up treatment of depression and anxiety: A global return on investment analysis. The Lancet Psychiatry, 3(5), 415–424. http://doi.org/10.1016/S2215-0366(16)30024-4

Greenberg, P. E., Fournier, A.-A., Sisitsky, T., Pike, C. T., & Kessler, R. C. (2015). The Economic Burden of Adults With Major Depressive Disorder in the United States (2005 and 2010). The Journal of Clinical Psychiatry, 76(2), 155–162. http://doi.org/10.4088/JCP.14m09298

Kessler, R. C. (2012). The Costs of Depression. Psychiatric Clinics of North America, 35(1), 1–14. http://doi.org/10.1016/j.psc.2011.11.005

Murray, C. J., & Lopez, A. D. C. N.-C. (1996). The global burden of disease: a comprehensive assessment of mortality and disability from diseases, injuries, and risk factors in 1990 and projected to 2020. World Health Organization. http://doi.org/10.1038/3218

Wang, P. S., Simon, G., & Kessler, R. C. (2003). The economic burden of depression and the cost-effectiveness of treatment. International Journal of Methods in Psychiatric Research, 12(1), 22–33. http://doi.org/10.1002/mpr.139

  • Artículos de opinión (Op-ed)

Guía de regalos para psicólogos 2016

  • David Aparicio
  • 21/12/2016

Queremos salvar a los psicólogos de las clásicas tazas y agendas con la imagen de Freud que les regalan en navidad. En esta guía encontrarás una serie de estupendos regalos especialmente seleccionados por el staff de Psyciencia que no sólo demuestran que amamos nuestra profesión, sino que también somos personas, como cualquier otra, y que nos gusta divertirnos y disfrutar de esta hermosa época para compartir.

Fitbit – Charge 2

Hemos escrito muchas veces sobre los beneficios del ejercicio y el descanso adecuado en la salud mental y física, con lo cual un dispositivo que te ofrece un registro muy preciso sobre tu actividad física y de sueño nos pareció muy buena idea. El Fitbit es una pulsera que puede registrar la cantidad de pasos que hiciste en el día, el ritmo cardíaco, las calorías quemadas, la distancia recorrida, la calidad y horas de sueño, etc. Su batería dura 5 días y es resistente al agua.

Compra el Fitbit Charge por 129 dólares en Amazon.

Reloj de arena magnética


El reloj de arena está hecho de vidrio de alta calidad en el que podrás ver las distintas formas que se producen al caer la arena compuesta de estalagmita. Sin duda es un excelente accesorio para añadir en el consultorio.

Cómpralo en Amazon por 25 dólares.

Samsung Gear VR

El Gear VR es un lente de Realidad Virtual que puedes utilizar con celulares Samsung. Con ellos no sólo podrás ver juegos y películas sino que además lo podrás usar dentro de tu consulta clínica para ofrecer terapia de realidad virtual para fobias. Nosotros publicamos un análisis completo en el que podrás conocer cómo utilizarlo.

El Samsung Gear VR cuesta 95 dólares en Amazon.

Asics Gel-Quantum 360

Como ya dijimos antes, el ejercicio es clave para una buena salud integral, por eso incluimos otro objeto que ayuda a mejorar tu calidad de vida. Para hacer una buena rutina de ejercicios es necesario contar con la ropa y calzados adecuados y las Asics Gel-Quatum 360 son una de las mejores recomendaciones. Entre sus ventajas está que toda la suela está compuesta por un gel que absorbe el impacto de la rutina de ejercicios, las zapatillas son muy livianas y una de las cosas que más me gusta de ellas es que tienen un efecto que cambia de color al mover los pies.

Las zapatillas Asics Gel-Quantum 360 cuestan 160 dólares en Amazon.

Activación Conductual para Depresión de Fabián Maero y Paula José Quintero

La Activación Conductual no solo es uno de los tratamientos con mayor evidencia en el tratamiento para la depresión, también tiene otras ventajas como la facilidad para entrenar a los profesionales y su bajo costo (variables muy importantes en países como los nuestros). Pero paradójicamente no es muy conocido en Latinóamérica. Paula y Fabián hacen un excelente trabajo a la hora de explicarnos de qué se trata y cómo desarrollar el tratamiento en cada sesión.

Puedes comprarlo directamente y pedir que te lo envién donde estés a través de la Editorial Akadia.

Terapia Cognitivo Conductual y Psicofarmacología: una guía para combinar tratamientos en salud mental

Este libro fue escrito por el Dr. Cristian Garay y un grupo de especialistas en la combinación de tratamiento farmacológico y psicológico para los principales trastornos. El libro no sólo explica en qué consiste el tratamiento combinado sino que también añade información precisa sobre cuándo debemos usar o no la combinación de tratamientos. Este es un libro indispensable para todo psicólogo clínico.

El libro de Terapia Cognitivo Conductual y Psicofarmacología está disponible en Editorial Akadia y también hacen envíos internacionales.

Nespresso Inssia

No hay nada mejor que una rica taza de café para comenzar el día de trabajo y compartir con tus amigos, colegas y pacientes. Las cafeteras Nespresso son hechas en Alemania y reconocidas por los baristas por el excelente café que pueden producir.

La cafetera Nespresso Inssia cuesta 96 dólares en Amazon.

Parenthood serie completa en DVDs


Parenthood es una hermosa y muy inteligente serie que explora los conflictos, alegrías y relaciones familiares. Esta serie fue alabada por la crítica y es muy recomendable para todos aquellos interesados en profundizar sobre las relaciones interpersonales. ¡Dada la carrera que eligió tu psicólogo, estamos seguros de que la va a disfrutar!

Puedes comprar la serie completa en Amazon por 59 dólares.

Roku Express

Una de las cosas que más nos gustan en las vacaciones es poder ponernos al día con todas esas series o películas que no tuvimos tiempo de mirar en el año. Simplemente tirarnos en un sillón y mirarlas por un rato. No es necesario gastar mucho dinero en tener una televisión “inteligente”, con el Roku podrás ver todas las series y películas de Netflix y cientos de canales online directamente en tu televisión y en HD.

Adquiere el Roku Express en Amazon por 29 dólares.

Mestart Messenger Bag

Las messenger bags son una excelente opción para llevar todos los papeles, informes y dispositivos que se necesitan para trabajar con un estilo semiformal. El bolso Mestart es de alta durabilidad, muy cómodo y viene en distintos colores.

Cómpralo en Amazon por 25 dólares.

Michael Kors Jet Set Top-Zip Tote

Con este bolso no puedes fallar. Michael Kors hace hermosos bolsos de alta calidad y muy prácticos para usar en el día a día.

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Happy Socks paquete de 4 medias

Las medias que usas no tienen por qué ser aburridas. Happy Socks hace hermosas y divertidas medias para toda ocasión tanto para hombres como para mujeres.

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Rayban Sunglasses

Rayban es una famosa marca de lentes de sol, nunca pasan de moda y tienen una amplia variedad de modelos para todos los gustos.

Cómpralos Rayban Sunglasses en Amazon desde 70 dólares.

Polo Blue de Ralph Lauren

Exquisito y fresco perfume de Ralph Lauren para hombres que se puede usar en toda ocasión.

El Polo Blue de Ralph Lauren cuesta 57 dólares en Amazon.

Black Opium de Yves Saint Laurent

No te puedes equivocar con este rico perfume para tu psicóloga. Es una nueva y muy femenina fragancia de Yves Saint Laurent con toques florales y energéticos. Sin duda es una excelente opción para regalar.

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  • Artículos de opinión (Op-ed)

Cómo salir fortalecidos estas Navidades

  • Karemi Rodríguez Batista
  • 20/12/2016

¡Que nos viene Navidad… y Año Nuevo, y Reyes! Muchos estamos contentos, nos sentimos más alegres, más vivos, ya estamos con los villancicos en la cabeza, pensando en la tremenda cena que haremos, los regalitos que vamos a dar y a recibir, por supuesto… Por otro lado, para muchos otros, este mes simboliza agobio.

Sin embargo, estas fiestas también traen a la mente a aquellas personas que ya no están más con nosotros y con las cuales solíamos festejar estas fechas. O quizá la pérdida sea referida a un empleo o a un cambio de residencia. Es igual, son cambios y son pérdidas. Lo cierto es que incluso en la clínica se puede observar un incremento del estado melancólico, la llamada depresión por Navidad.

Por todo esto nos hemos propuesto traerte una serie de consejos (villancicos) para salir fortalecidos en situaciones complicadas como cuando pasamos un duelo o nos encontramos solos. Esperamos que te sean de utilidad.

Situaciones que nos disparan el malestar

Con este «sin vivir» de compromisos sociales, reuniones de empresas, fiestas, bacanales de comida y alcohol, no podemos más que empezar a prepararnos y entender que seguro que nos vamos a alterar fisiológica y psicológicamente. Después regresaremos a nuestra monótona “normalidad”, que por otro lado puede ser mucho más satisfactoria que la muchas veces artificial orgía de felicidad navideña. Según la psicóloga Elena Berazaluce, de entre las situaciones más comunes que nos pueden disparar el malestar en Navidad, nos encontramos con las siguientes:

Estrés situacional

Nos referimos a la serie de situaciones hay que gestionar. Cómo nos organizamos con la serie de decisiones que hemos de ir tomando a partir de ahora: regalos, con quiénes vamos a cenar, dónde festejamos la Navidad y  el Año Nuevo, cómo gestiono la dieta o qué me voy a poner.

Estrés por saturación

Sí, saturación no solo por las situaciones sociales ya mencionadas, sino todo lo que viene con ellas. Excesos de consumo de comida y alcohol, unido a falta de sueño y descanso que alteran nuestros ritmos y rutinas del día a día.

Sobreexposición por inundación de estímulos

Ya que en estas fechas no paramos de ser sobreestimulados por una serie de estímulos constantes y hasta agresivos por todos lados. Todo ello nos requiere una adaptación a este medio, que puede dificultarnos el ser asertivos, y en consecuencia la aparición de estados ansiosos y depresivos derivados del estrés percibido.

Evitación del estigma social, miedo a ser considerado un “inadaptado”

Aunque no nos apetezca participar o estemos indispuestos, aún con todo el coste emocional que nos suponga, asistiremos a los eventos la mayoría de las veces,  porque es lo que se espera de nosotros. Tenemos miedo a ser considerados  unos “inadaptados”.

Ahora bien, como mencionamos al principio, estas fechas suelen recordarnos las ausencias y muchos hemos tenido bastantes pérdidas e incluso hemos pasado depresiones previamente, luego puede ser un gran disparador de depresión clínica que tenemos que tener muy en cuenta para así tomar medidas. Más adelante hablaremos de algunas.

Los regalitos de Navidad

Dar y recibir regalos en estas fechas es fundamental. De hecho, muchas quejas van en esta dirección: ¡Se gasta mucho! Claro que es el sueño de los grandes almacenes, de hecho la publicidad cada vez se hace más temprano. Y sí, a muchos nos emociona esperar nuestro regalito y también observar a nuestros seres queridos cuando les damos el suyo. De hecho, un  estudio  realizado por Moll y sus colaboradores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, St. Louis, nos confirma que somos más felices regalando, ya que hacerlo activa la parte del cerebro involucrada en las conexiones sociales y el altruismo. Esto tiene una explicación evolutiva, puesto que se refuerzan comportamientos beneficiosos para la sociedad.

La mala noticia es que a pesar de que nuestros amigos y familiares se esfuercen para seleccionarnos el regalo más adecuado, ya sabemos que muy probablemente no van a atinar, pero tampoco nosotros… ¡Qué barbaridad! Y, ¿cómo reaccionamos ante esto? Los resultados de un estudio realizado por Dunn y sus colaboradores (2008), revelaron además, que los varones tienen más probabilidades de reaccionar desfavorablemente a recibir regalos que no desean.

Ir de comprar en Navidad a veces puede ser estresante, especialmente cuando estamos rodeados de multitudes. Por lo tanto, ¿es posible que los propietarios intenten manipular la atmósfera para hacernos sentir más a gusto  y seguir comprando por más tiempo? La investigación nos dice que sí, y que funciona muy bien. Spangenberg y sus colaboradores (2005) han encontrado que estimulando varios sentidos a la vez, por ejemplo combinando esencias y música navideñas incrementa más la influencia en el consumidor que con estímulos separados. La palabra para designar esta serie de estrategias emocionales dirigidas a gastar dinero, los sentimientos e incitar al consumo en estas fechas tiene su nombre: marketing emocional navideño.

Cómo nos hacen sentir los rituales de Navidad y Año Nuevo

Cuando hablamos de rituales nos referimos a aquellos actos y comportamientos simbólicos, repetitivos y estereotipados que se dan en determinados marcos temporales y espaciales. Es decir, secuencias de acciones planificadas que se corresponden a ciclos sociales, en nuestro caso concreto al periodo de Navidad y Año Nuevo.

Friesen (1990) va más allá, y se refiere a estos rituales familiares como a las actividades episódicas que conllevan significado simbólico para sus miembros, que fortalecen el sentido y sirven para transmitir sus valores y creencias.

Como ejemplo de estos rituales importantes tenemos las fiestas y reuniones con los amigos, familiares y compañeros de trabajo (famosas cenas de Navidad). ¿Os acordáis de las famosas cestas de Navidad? Esto es muy típico en España (las empresas españolas regalan a sus empleados con cestas llenas de productos navideños, junto con la paga extra de Navidad). Bien, pues se ha encontrado una correlación muy positiva entre la participación en actividades de este tipo de conmemoraciones y rituales de glorificación,  y nuestra satisfacción con la vida. Eso sí, al parecer el nivel de emociones positivas es mayor entre amigos que entre familiares (Gaucher, 2010, y Javaloy et al., 2007 cit. en Páez et al. 2011).

Y, ¿cómo empieza ese proceso de celebraciones, qué factores intervienen? Páez y sus colaboradores (2011) nos proponen el siguiente esquema: a) nos reunimos y nos influimos mutuamente a través de la co-presencia corporal; b) en sitios definidos con límites que refuerzan nuestro sentido de la participación; c) focalizamos nuestra atención en esa actividad común mediante el incremento de nuestros intercambios no verbales y verbales; y d) compartimos emociones y un clima emocional común. Es decir, tanto Navidad como Año Nuevo son rituales o protocolos conmemorativos y de glorificación que implican largas secuencias de interacción en las que los individuos ponemos en marcha intercambios positivos e intensos que probablemente provocarán emociones más positivas. Aunque claro está que hay muchas excepciones de las que hablaremos más adelante.

Otra investigación realizada por Hirschman and LaBarbera (1989 cit. Kasser y Sheldon, 2002) apunta a que son siete las principales actividades que realizamos durante estas fiestas: (1) pasar tiempo con la familia; (2) participar en actividades religiosas; (3) cultivar las tradiciones (por ejemplo, decorar un árbol de Navidad); (4) comprar regalos; (5) recibir regalos; (6) ayudar a otros (por ejemplo, en comedores sociales); y (7) disfrutar de los aspectos más hedonistas de las fiestas (por ejemplo, comer y beber bien).

En el estudio conducido por Kasser y Sheldon  sobre el impacto de la Navidad en nuestro bienestar, dirigido a 117 individuos de entre 18 y 80 años, se concluyó que la mayoría de estos sujetos se encontraba razonablemente satisfechos en general, con un efecto sustancialmente más positivo que negativo. Las personas cuyas vidas están más centradas en objetivos espirituales tales como la intimidad y los sentimientos comunitarios suelen reportar mayor bienestar, mientras que aquellas que están más preocupados en aspectos materiales como el dinero, las posesiones y la imagen son menos felices (Kasser y Ryan, 1996). En definitiva, las experiencias más satisfactorias devienen del sentimiento de cercanía con los demás, principalmente con familiares y con personas a las cuales podemos ayudar.

Sin embargo, para Hairon de la revista Nursing Times, el impacto de las festividades de Navidad puede ser profundo y no siempre positivo. Algunos efectos suelen ser el aumento del estrés, de los conflictos familiares y del uso indebido de alcohol, incrementando así las dificultades en salud mental y la violencia doméstica.

Consejos para salir fortalecidos en estas fechas

Para los que estamos solos

Podemos estar solos en estas fechas por diferentes razones, como por vivir lejos de nuestros familiares, o por aislamiento social. A continuación te damos con aquellos villancicos (recomendaciones)  que te ayudarán a hacerle frente con otra actitud y mejores resultados.

Villancico 1. Realiza un voluntariado. El voluntariado es una estupenda forma de conectarnos con los demás, de brindar alegría a los menos afortunados y de aumentar nuestra autoestima. Mira si puedes ayudar en algún comedor social, en algún hospital, o  incluso realizar visitas a personas mayores. Esto no sólo te pondrá muy contento, sino que además puedes llenar de vida a los demás.

Villancico 2. Acepta invitaciones. Es probable que te hayan invitado a pasar las fiestas con alguien, y que no hayas aceptado por el qué dirán o no dar molestias. Sacude la vergüenza un poco en virtud de un mayor bienestar y verás que es muy posible que lo disfrutes mucho.

Villancico 3. Disfruta del tiempo contigo mismo. Si estar solo en Navidad es inevitable, planea un día para ti, uno especial. Regálate un nuevo corte de pelo, compra eso que estás postergando y tanta ilusión te hace, o planifica una maratón de series o películas. Es momento de celebrar y con quien mejor que contigo.

Villancico 4. Organiza una reunión. Seguramente no eres el único solo durante las vacaciones. Eso pasa mucho cuando uno vive fuera, ¿verdad? Planea una reunión con aquellos conocidos que no tengan a nadie para pasar las vacaciones o en circunstancias similares.

Villancico 5. Organiza una Navidad en línea.  Esta es otra gran opción si tienes a tu familia y amigos lejos. Crea una sala de chat de Skype o un grupo de Facebook. La gente puede entrar y salir a su antojo, y no tiene que cocinar o limpiar.

Villancico 6. Sé agradecido. Esto es fundamental para la salud mental en todo momento, pero esta vez lo vamos a impulsar un poco más. Tómate el tiempo para apreciar lo que tienes en tu vida, ya sea buena salud, un lugar para vivir, un trabajo, a tus familiares o incluso la comida.

Villancico 7. Mira hacia adelante y busca ayuda. Si estas solo a causa de la ansiedad social, no te culpes más, intenta estas u otras opciones, pero toma medidas y plantéate visitar a un profesional. Si te sientes muy agobiado y siente que no puedes más, no lo dudes, busca ayuda ahora mismo, es momento de poner manos a la obra.

Para los que atravesamos un duelo

Como hemos visto también, la temporada navideña puede resultar especialmente difícil para quienes podemos estar de luto por la muerte de un ser querido. Las tradiciones, los rituales y las reuniones que se dan en estas fechas, junto con la obligación a sentirse feliz y contento, tienden a acentuar el hecho de que nuestro ser amado ya no está con nosotros y, nuestros sentimientos de pérdida se agravan

Si estás pasando por un duelo, te recomendamos los siguientes villancicos de afrontamiento que nos propone Cris Raymond de la revista VeryWell:

Villancico 1. Date permiso.  Si te encuentras esta temporada de Navidad sintiendo que debes ocultar tus lágrimas (o, por el contrario, no reírte o disfrutar), entonces necesitas darte el permiso. A pesar de las presiones sociales -reales o imaginarias- o de la percepción errónea de que la gente sigue las mismas etapas del duelo, lo cierto es que cada uno tenemos nuestros tiempos y formas muy particulares de procesar ese duelo. Así que no te impongas sufrimiento extra y permítete disfrutar un poco, o no te fuerces a parecer feliz cuando no lo sientes.

Villancico 2. Enfrenta tus temores. Como hemos dicho, los rituales y tradiciones seguirán ahí y te traerán a la mente a tu ser querido. Ahí donde había sonrisas e ilusiones por decorar el arbolito, preparar la cena, o escuchar los villancicos, ahora temes, y con razón, que te venga tristeza y dolor. No se trata de que olvidemos a nuestro ser querido, no, sino de resignificar la situación lo mejor que podamos, como por ejemplo colgando un solo adorno o poniendo una vela que simbolice su presencia en tu corazón en estas fechas.

Villancico 3. Acaba con la conspiración del silencio. Después de la muerte de un ser querido, nuestros amigos, familiares, compañeros de trabajo y otros frecuentemente luchan para encontrar la mejor manera de consolarnos y puede que decidan evitar mencionar el tema, no hablar de nuestro ser querido, casi como si no hubiera existido, por miedo a que nos sintamos mal. Si crees que esto puede ocurrir, valora el hecho de hablar de él y hacerlo presente, hablando por ejemplo de los buenos momentos que habéis pasado. No sólo se reconocen las cualidades especiales de esa persona, sino que también refuerza el hecho de que no estás solo en tu dolor y que los que te rodean aman y cuidan de ti.

Villancico 4. Acepta la realidad. Como mencionamos anteriormente, el dolor que experimentamos después de la muerte de una persona querida crea efectos físicos, emocionales y mentales sobre nosotros que no debemos ignorar. Es decir, que hemos de ser conscientes de que no estamos en “nuestro mejor momento” o como habitualmente estamos o nos comportamos. Por lo tanto, debemos  determinar y conocer nuestros límites antes de tiempo. Planificar si hemos de ir o no a hacer esas compras de Navidad o Reyes, ya que podemos encontrar muy abrumador el hecho de lidiar con multitudes y ponernos más ansiosos. Es decir, igual y nos conviene más hacerlas online esta vez. De igual manera, si generalmente sales de viaje en estas fechas, has de valorar cómo te encuentras de ánimo, y no exigirte de más y procurar otros planes más acordes. Y si deseas limitar tus  actividades sociales esta temporada de Navidad simplemente porque te gustaría estar solo, hazlo.  Cualquier persona que verdaderamente te quiera, y conozca el dolor que estás tratando seguramente te entenderá y te apoyará.

Villancico 5. Practica el autocuidado. Esto sé que te será un poco más difícil, pero hay que sacar un poco de pecho. El duelo es un trabajo duro y no sólo tiene un impacto emocional sino también físico. A menudo, nos sentimos cansados ya que nos descuidamos, y como todo, pasa factura. Si te animas a asistir a una fiesta, una buena idea es anticipar a tu anfitrión que puede que salgas temprano si te sientes cansado y necesitas dormir. No pasa nada, lo primero es que hagas por cuidarte. Reduce tu exposición a cierto tipo de estímulos que sabes que te pueden afectar, practica un ejercicio moderado y vigila la alimentación y el sueño.

Como te habrás dado cuenta, aún en estas fechas que pueden resultarte agobiantes y potencialmente amenazantes, hay maneras de sacarle partido, de aprovechar y ser felices con lo que tenemos, que no es poco. Sobre todo, si nos estás leyendo es que cuentas con lo más importante, que es la vida y las ganas de salir adelante. A por ello… te lo mereces.

¡Te deseamos que pases felices fiestas y próspero Año Nuevo!

Referencias:

  • Berazaluce Pintado, E. (2016). ¿Por qué me deprime la Navidad? Disponible en: http://www.psicologopsiquiatraatemtoledo.es/por-que-me-deprime-la-navidad/.
  • Cuncic, A. (2016). How to cope when you are alone at Christmas. VeryWell, Disponible en https://www.verywell.com/how-to-cope-when-you-are-alone-at-christmas-3024301
  • Dunn, E.W., Huntsinger, J., Lun, J. y  Sinclair, S. (2008). The gift of similarity: How good and bad gifts influence relationships. Social Cognition; 26(4), 469–481.
  • Friesen, J. (1990). Rituals and family strength. Direction; 19(1), 39-48.
  • Hairon, N. (2008). How Christmas festivities and pressures can damage health and well-being. Nursing Times, 104 (50/51), 33-34.
  • Kasser, T., y  Sheldon, K. M. (2002). What makes for a merry Christmas? Journal of Happiness Studies, 3, 313-329.
  • Kasser, T. y Ryan. (1996). Further examining the American dream: Differential correlates of intrinsic and extrinsic goals. Personality and Social Psychology; 22, 280–287.
  • Moll, J., Krueger, F., Zahn, R., Pardini, M., de Oliveira-Souza, R., y  Grafman, J. (2006). Human fronto–mesolimbic networks guide decisions about charitable donation. Proceedings of the National Academy of Sciences, 103(42), 15623-15628.
  • Páez, D., Bilbao, A., Bobowik, M., Campos, M., y  Basabe, N. (2011). Merry Christmas and Happy New Year! The impact of Christmas rituals on subjective well-being and family’s emotional climate. Revista de Psicología Social; 26(3), 373-386.
  • Raymond, C. (2016). How to survive Christmas Holiday grief. Disponible en: https://www.verywell.com/how-to-survive-christmas-holiday-grief-1132580
  • Spangenberg, E.R., Grohmann, B. y  Sprott, D.E. (2005). It’s beginning to smell (and sound) a lot like Christmas: The interactive effects of ambient scent and music in a retail setting. Journal of Business Research; 58(11), 1583–1589.
  • Artículos de opinión (Op-ed)

¿Qué comunicamos realmente a nuestros pacientes?

  • Aprende Viendo Terapia
  • 09/12/2016

Waltzawick decía que toda acción es un acto de comunicación, que las personas, de forma continua, comunicamos algo respecto a otro, que es imposible no comunicar.

Hay que aclarar, que por tanto la comunicación es algo que va mucho más allá de lo que decimos, de lo declarativo, ya que hay otro nivel de comunicación que es aquello que transmitimos con cada uno de nuestros actos. Aprender a decodificar estos mensajes y a saber enviarlos de forma eficaz en psicoterapia, es uno de los grandes aportes de la Terapia Sistémica. Normalmente, el psicólogo lee estos mensajes entre los miembros del sistema familiar, pero en este artículo, voy a presentar una breve reflexión personal, sobre ciertos riesgos de comunicación procedimental (es decir, aquella que transmitimos con nuestros actos) que debemos tener especialmente presentes los psicoterapeutas.

Aprender a decodificar estos mensajes y a saber enviarlos de forma eficaz en psicoterapia, es uno de los grandes aportes de la Terapia Sistémica

En primer lugar existe el tema de un excesivo “buenismo” por parte del psicólogo con respecto a su paciente. Si tenemos una acentuada tendencia a redefinir las cosas en positivo de forma sistemática, sin pararnos a discernir cuando esto es necesario (para alejar el foco del paciente identificado, para rescatar recursos, para evitar una distorsión cognitiva…) de forma que empezamos a dulcificar la realidad ¿Qué le estamos comunicando al paciente? A mi forma de entender, cada vez que hacemos menos cruda la realidad le estamos transmitiendo al paciente que él sólo no puede afrontar la dureza de la vida real, que cómo esta es superior a él necesita que un psicoterapeuta se la suavice en terapia, empleando sesgos positivos que le impiden ver lo que le está ocurriendo realmente.

Si no hay una consciencia de la realidad, difícilmente esta psicoterapia tendrá validez ecológica y los aprendizajes que realice serán generalizables, pero sobre todo, a pesar de que ir a terapia sea algo agradable porque el psicólogo me suaviza las cosas, éste me está tratando de inútil, está dudando de mi resiliencia y de mi capacidad para cambiar, sacar fuerzas de flaqueza para cambiar y confrontar aquello que no funciona en mi vida. Estamos en la obligación de creer firmemente en la capacidad del ser humano para cambiar sus problemas, de que cuenta con el potencial de cambiar si se crean las condiciones necesarias, los pacientes no necesitan actitudes paternalistas que les sobreprotejan, necesitan a un profesional que crea firmemente, que tenga fe, en su capacidad de superar la adversidad.

Mensajes de un excesivo positivismo también pueden hacer sentir al paciente que es inválido o estúpido, sintiéndose poco entendido o juzgado por su psicoterapeuta, ya que si la vida sólo es cuestión de “centrarse en el lado bueno de las cosas”, esto puede comunicar que si te sientes deprimido o desesperado, es porque, sencillamente, lo estás haciendo mal. Hay que tener mucho cuidado con este tipo de reduccionismos, y hacerle ver al paciente que el cambio es un proceso posible, pero complejo y normalmente de tipo multifactorial.

los pacientes no necesitan actitudes paternalistas que les sobreprotejan, necesitan a un profesional que crea firmemente, que tenga fe, en su capacidad de superar la adversidad

Otro problema potencial en la comunicación procendimental con nuestro paciente es el que ocurren cuando nos responsabilizamos más del proceso terapéutico que nuestro propio paciente. Es evidente que la implicación del psicólogo en la terapia es algo necesario, y que esta implicación no sólo debe ser técnica, sino ante todo humana, desde un interés genuino por aquello que le ocurre a la persona que nos honra con el privilegio de confiar en nosotros para acompañarle durante su proceso de cambio personal.

Sin embargo, es frecuente que a veces, cuando la terapia se estanca o no avanza (especialmente en aquellos pacientes que presentan actitudes de queja o de falta de realización de determinadas tareas), el psicólogo comience a responsabilizarse del curso de la terapia, como si el éxito o el fracaso dependieran al 100% de él, cuando es el paciente el único que tiene la capacidad de cambiar, si bien para ello, la responsabilidad del psicólogo es crear las condiciones necesarias.

Cuando un psicoterapeuta se responsabiliza de una terapia más que el propio paciente, intentando hacer la parte del otro, está comunicando que realmente el paciente no debe esforzarse, no debe asumir su parte en el proceso de cambio que, supuestamente, ha decidido iniciar o por el contrario, que no tiene las capacidades de sanar por sí mismo y por eso el psicólogo debe hacerlo por él. Elaborar las reflexiones por el paciente, flexibilizar en exceso las citas o la duración de las sesiones sin que el paciente se comprometa firmemente a ello, facilitar en demasía los procesos o tareas psicológicas o involucrarse más emocionalmente que el propio paciente son ejemplos frecuentes de responsabilización excesiva por parte del terapeuta del proceso del paciente. Si cargamos con el paciente, ¿por qué iba él a esforzarse si ya lo estamos haciendo nosotros?

También hemos de tener cuidado con aquello que comunicamos a través de nuestra empatía. Si bien la empatía es la mayor herramienta de trabajo del psicólogo, y el predictor más sólido de éxito de una terapia (consultar las investigaciones de Norcross al respecto), hemos de tener presente que acción comunicativa se pone en marcha cuando hacemos uso de ella.

Cuando un psicoterapeuta se responsabiliza de una terapia más que el propio paciente, intentando hacer la parte del otro, está comunicando que realmente el paciente no debe esforzarse

Vibrar con el paciente y ponernos en su lugar y en su forma de comprender la realidad es algo importante. Pero de nada sirve si luego no reaccionamos de forma activa a ella. Responder activamente a lo que percibimos en la necesidad del otro no sólo es algo parte de la empatía, sino que además evidencia (comunica) que percibimos la necesidad del otro y que nos provoca algo que nos mueve a tratar de ayudarle y estar con él. Otro aspecto a cuidar de la empatía y lo que comunicamos por cómo hacemos uso de ella es el riesgo de quedarnos instalados en legitimizar la emoción del otro, victimizándolo y sin motivarle o confrontarle de manera activa para aceptar su realidad, asumir su responsabilidad y comenzar a poner para ello cambios concretos en su vida real, que es aquello que acontece fuera de la terapia. “Entiendo que estés dolido” o “permítete sentir esta tristeza a la que tienes derecho y que es normal” son mensajes tremendamente terapéuticos que se distorsionan si el psicólogo se instala en ellos y no insta al paciente al cambio, ya que comunica que lo único que puede hacer con sus problemas es poco más allá del desahogo o la catarsis en sesión.

Artículo publicado en Aprende Viendo Terapia, por el teraputa Buenaventura del Charco Olea y cedido para su publicación en Psyciencia.

Imagen: Unsplash

  • Artículos de opinión (Op-ed)

Los mejores libros de psicología y neurociencias del 2016

  • David Aparicio
  • 07/12/2016

Así como lo fue el latín, hoy el inglés es el idioma que se utiliza para transmitir el conocimiento científico. Leer en inglés es fundamental para acceder a la amplia variedad de investigaciones y libros más novedosos, que de otra manera nunca leeremos o que tardarían muchos años en llegar traducidos.

Uno de los mayores beneficios que me ha otorgado mi trabajo en Psyciencia es la exposición diaria a contenido científico en inglés. Antes de su fundación, Alejandra y yo leíamos a diario noticias de psicología en inglés, pero no con la misma intensidad y profundidad necesaria para poder elegirlas y publicarlas en nuestro idioma. Gracias a las habilidades que aprendí en Psyciencia, pude completar hace unos años mi tesis de grado con una amplia fuente bibliográfica en inglés, y también ayudó a Alejandra a encontrar datos específicos para su tesis que venían de una investigación realizada en China y publicada en inglés. Leer todos los días en inglés me permitió sentirme más seguro para buscar textos más complejos y extensos como los que ofrecen los libros.

Explico todo esto para que puedas entender por qué todos los libros que recomiendo están en inglés. Espero que no lo tomes como un obstáculo, sino como una motivación, un desafío para que puedas aprender también a leer en inglés y expandir tu conocimiento. Si ya lees en dicho idioma entonces no habrá inconvenientes y quizás también puedas compartir tus experiencias luego de leer algunas de mis recomendaciones.

The Nurture Effect: How the Science of Human Behavior Can Improve Our Lives and Our World por Anthony Biglan

the-nurture-effectEn realidad el libro de Biglan lo leí a finales del año pasado, pero fue tanto el impacto que causó en mí que no quiero dejar pasar la oportunidad para recomendarlo. A veces los efectos y beneficios de la psicología parecen ser muy abstractos y difíciles de explicar. Sin embargo, en este libro Biglan demuestra elocuentemente cómo la ciencia de la conducta ha revolucionado la manera en que vivimos y cómo los programas basados en la ciencia psicológica han logrado reducir el abuso de drogas, la pobreza, la violencia y la conducta criminal de maneras palpables, cuantificables y demostrables que no se quedan en meras palabras. Es raro encontrar que un libro académico te emocione tanto con cada página que pasas y al final te deje con tanta esperanza de que la psicología puede lograr todos estos resultados en nuestros países si apostamos seriamente a ella.

Puedes comprar The Nurture Effect en Amazon.

Brainwashed: The Seductive Appeal of Mindless Neuroscience por Sally Satel & Scott Lilienfeld

brainwashed-book-cover5Las explicaciones neurocientíficas sobre nuestra conducta son muy seductoras. Parecen ser tan concretas y precisas que nos hace pensar que el futuro de la psicología está ahí en el cerebro. Lamentablemente, la neurociencia es una disciplina muy joven y sus hallazgos prematuros y difícilmente replicables. En este libro, la psiquiatra Sally Satel y el reconocido investigador Scott Lilienfeld -que por cierto, tuvimos el honor de entrevistar-, sintetizan las limitaciones más importantes de los estudios neurocientíficos, la tergiversada interpretación que hacen los medios y libros pseudocientíficos sobre sus hallazgos y nos demuestran, sin caer en el cinismo, que debemos ser más precavidos y escépticos cada vez que oigamos una explicación excesivamente neurocientífica.

Brainwashed está disponible en Amazon.

The Biology of Desire: Why Addiction Is Not a Disease por Marc Lewis

the-biology-of-desireMarc Lewis fue profesor titular de la Universidad de Toronto desde 1989 hasta el 2010 y ha publicado más de 50 estudios neurocientíficos. En este libro, Lewis explica elocuentemente y sin demasiadas complicaciones las teorías y hallazgos más importantes sobre el funcionamiento cerebral y la dificultad de sostener, aún con estos hallazgos, la idea de que la adicción es una enfermedad cerebral. Lewis nos recuerda el profundo efecto que tiene el ambiente, nuestros objetivos y metas en el desarrollo (o no) de las adicciones.

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Decline and Fall of the Freudian Empire por Hans Eysenck

decline-and-fall-of-the-freudian-empireEysenck era de esos genios que podía estudiar a profundidad una amplia variedad de temas dentro de la psicología. Criticó seriamente las falencias científicas del psicoanálisis y refutó arduamente los pilares teóricos y los resultados terapéuticos de esta tan difundida teoría dentro de la psicología. Sin dudas, Eysenck escribió uno de los mejores títulos para un libro de psicología y es un clásico que no debe faltar en la biblioteca para todos aquellos interesados en la difusión científica de la psicología. Aclaro que el libro está traducido al español, pero es difícil encontrar una copia original, así que preferí comprarlo en inglés.

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Deep Work: Rules for Focused Success in a Distracted World por Cal Newport

deep-workEste no es un libro estrictamente psicológico. Sin embargo, es un libro muy útil para preparar una rutina de trabajo y concentrarnos profundamente en un tema de investigación o escribir un ensayo o un reporte. Con su método, Cal Newport ha logrado aumentar su productividad como investigador y profesor universitario al punto de lograr publicar hasta 5 investigaciones científicas en un año.

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  • Artículos de opinión (Op-ed)

Claves en el desarrollo de la autoestima infantil: ¿cómo potenciarla?

  • Elisabet Rodríguez
  • 01/12/2016

La autoestima puede definirse como el componente valorativo del “yo”, del autoconcepto, el cual se inscribe dentro de la dimensión más cognitiva. Presenta una connotación motivacional y, por lo tanto, indica tanto el conjunto de opiniones y actitudes que guían nuestro comportamiento, como la forma como nos relacionamos con otras personas y con el mundo de forma general. El carácter valorativo se centra en dos pilares fundamentales: sobre la opinión y aprecio hacia uno mismo y sobre la capacidad que disponemos para mejorar aspectos personales propios y de las personas de nuestro entorno. También se refiere a cómo afrontamos situaciones adversas adaptándonos a las circunstancias, cómo favorecemos el crecimiento personal, emprendemos nuevos proyectos vitales, etc.

La autoestima es un fenómeno relativamente estable y permanente, aunque puede ser modificada a partir de influencias pertenecientes a nuevas experiencias. Tales influencias pueden derivar de los siguientes factores: personales (características físicas y emocionales, capacidades y habilidades personales, aspectos relativos a personas significativas del entorno familiar, escolar o grupo de iguales, etc.) y sociales (valores y creencias culturales). Así, pueden diferenciarse cuatro áreas básicas en la formación de la autoestima global: el área social, el área académica, el área familiar y la imagen física.

El tipo de desarrollo que se dé a partir de los factores indicados está determinado principalmente por la naturaleza de la base del vínculo afectivo establecido durante la primera infancia. A medida que se produce el desarrollo del niño, este va generando opiniones, valoraciones, impresiones, sentimientos y cogniciones de lo que va experimentando durante su crecimiento y maduración. Dependiendo de la connotación que tengan estas manifestaciones, el grado de percepción de aprecio hacia sí mismo y de autovalía se irá configurando de una determinada manera, más o menos adaptativa. Entre las actitudes que favorecen la autoestima pueden destacarse la confianza hacia uno mismo, la seguridad en afrontar situaciones personales e interpersonales, la capacidad de adaptarse a las circunstancias, de mostrarse flexible, tolerante y empático respecto de otros puntos de vista, etc. Aparte de la clase de vínculo afectivo consolidado en edades tempranas, otro aspecto que determina sustancialmente la adquisición de un nivel adecuado de autoestima es el auto-conocimiento (¿quién soy yo?). Este proceso deviene un requisito fundamental para llegar a la autoaceptación y a la valoración positiva de sí mismo.

Demostrar interés y aprecio

Derivado de aquello anterior, el primer aspecto fundamental que se indica a los padres como significativo a la hora de potenciar la autoestima en sus pequeños es que realmente demuestren interés y aprecio por ellos. Los niños tienen que tener constancia clara de que sus padres se preocupan verdaderamente por ellos, que prestan atención a sus necesidades, pensamientos, inquietudes, sentimientos y emociones.

Logros, competencias, habilidades

Por otro lado, el hecho de orientar al pequeño en la consecución de logros, recordándole su competencia, habilidad y confianza en la obtención del éxito permite poseer una disposición más positiva a iniciar proyectos y poner en marcha nuevos retos personales. Es relevante, para conseguir un efecto más intenso en esta práctica, analizar conjuntamente con el niño qué sensaciones experimenta cuando realiza una acción en la cual se sabe competente, de forma que se hace consciente una auto-percepción más positiva. Por eso, siempre según su desarrollo y maduración personal, los educadores deben facilitar todas las oportunidades que se presenten para que el niño haga uso de su autonomía e independencia; es importante dejarle tomar sus propias decisiones (aunque en alguna ocasión nuestra visión adulta pueda discrepar de la suya) y realizar una reflexión conjunta sobre qué resultados se han obtenido (tanto los exitosos como los erróneos) para otorgarles un significado de oportunidad de aprendizaje, en lugar de la concepción de haber fracasado. Los adultos podemos servirles de guía presentando diferentes opciones sobre las cuales decidir, pero tiene que ser el niño quien efectúe la elección final.

La idea de que padres o educadores no deben realizar aquellas acciones que él pueda llevar a cabo por sí mismo hay que tenerla siempre presente, siendo aconsejable el destierro de la sobreprotección y la preocupación excesiva sobre las posibles consecuencias derivadas de las decisiones que el niño toma.

Refuerzo de conductas y actitudes adecuadas

Otro aspecto fundamental hace referencia a enfatizar el reconocimiento y el refuerzo positivo de aquellos comportamientos y actitudes adecuadas y la disminución de la crítica negativa y destructiva, chantajes o amenazas. Por eso, no es recomendable la instigación en exceso sobre su comportamiento, así como tampoco recordarle con frecuencia aquellos aspectos que tendría que mejorar o que no resultan del todo satisfactorios. Parece de mayor utilidad recordar las ventajas que posee un comportamiento adecuado para que él mismo pueda analizar las consecuencias de su comportamiento y qué decisión tiene que tomar sobre cada cuestión. Relacionado con esto, tiene que tenerse en cuenta que el niño presenta su propio ritmo de aprendizaje y mejora; por eso tiene que respetarse el hecho de que los avances se den más lentamente de lo esperado por los padres u otras figuras cercanas; el hecho más significativo es que se produzca tal evolución.

Finalmente, y a modo de conclusión, parece indispensable no centrarse en el refuerzo exclusivo de logros a nivel cuantitativo. El aprecio hacia el niño tendría que ser incondicional y no estar sólo basado en los éxitos obtenidos. Es más razonable premiar con reforzadores intangibles, sociales y afectivos por el logro de hitos en los cuales se valore el esfuerzo y se recompensen los aspectos cualitativos. Resulta adecuado, por lo tanto, que el niño trabaje en el establecimiento de objetivos personales realistas y muy definidos, siempre que estos repercutan en una mejora en su bienestar y satisfacción personal dejando de lado la comparación respecto con los pares u otras personas significativas de su entorno.

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