Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS
Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS

Publicaciones por mes

julio 2012

26 Publicaciones
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Nuevo test psicométrico para evaluar la adicción a Facebook

  • 09/07/2012
  • David Aparicio

Investigadores noruegos publicaron la primera escala a nivel mundial que permite evaluar la adicción a Facebook. El instrumento fue publicado en la revista de Psychological Reports (Reportes de Psicología), con esto los investigadores esperan que los psicólogos utilicen el nuevo test para investigar las implicancias del uso de Facebook.

Esta escala demuestra un aporte relevante ya que Facebook por ahora, es la red social más concurrida y cuenta con un propio ecosistema dentro de su  plataforma que le ofrece a sus usuario diversas experiencias, como por ejemplo: ver videos, jugar, apostar, etc.

Sin embargo, otros psicólogos sugieren que podría ser más útil utilizar escalas que puedan evaluar la adicción a las redes sociales, en vez de evaluar la adicción a un producto específico como Facebook.



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


El instrumento

La nueva escala se llama Bergen Facebook Addiction Scale (BFAS) y es el resultado del trabajo del Dr. Cecilie Andraessen y colaboradores de la Universidad de Bergen, Noruega. En la publicación Andraessen y su equipo describieron que el test permite ordenar 3 items por cada uno de los 6 factores de la adicción: relevancia, modificación del estado de ánimo, tolerancia, retirada, conflicto y recaída.

En enero del 2011, los investigadores invitaron a 423 estudiantes (227 mujeres y 196 hombres) para que completen el primer borrador del BFAS, acompañado con una batería estandarizada de escalas de auto-reporte sobre la personalidad, sueño, sociabilidad, actitudes hacia Facebook y tendencias adictivas.

El cuestionario está compuesto por opciones de respuesta: desde 1(muy raramente), 2 (raramente), 3 (a veces), 4 (a menudo), hasta 5 (muy a menudo). Algunos de los ítems son:

  1. Pasas mucho tiempo pensando sobre Facebook o planeando en usarlo.
  2. Sientes un impulso por utilizar Facebook más seguido.
  3. Usas Facebook para resolver tus problemas personales.
  4. Has intentado cortar el uso de Facebook sin éxito.
  5. Usas mucho tiempo Facebook, lo que te ha causado problemas en tus estudios o trabajo.
  6. Tendrías muchos problemas si te prohiben usar Facebook.

Andreassen y sus colegas sugieren que obtener puntuaciones de “a menudo” y “muy a menudo” en 4 de los seis ítems puede sugerir que la persona es adicta a Facebook.

También encontraron varios perfiles de personalidad relacionados con la escala, por ejemplo neuroticismo y extraversión se relacionan positivamente, y la consciencia se relaciona negativamente. Además pudieron relacionar altos puntajes en BFAS con dormir a altas horas de la noche y  pocas horas de sueño

( Articulo relacionado: ¿Facebook y Twitter nos convierten en narcisistas?)

La adicción a Facebook

Andraessen tiene una visión muy clara de porqué las personas se convierten en adictas a Facebook. Según ella, en el resultado del instrumento se hizo evidente que las personas más jóvenes son más propensas que los más grandes a desarrollar adicción por el Facebook

“También encontramos que las personas que son ansiosas y socialmente inseguras, utilizan Facebook más seguido en comparación con las personas que puntúan bajo en ansiedad, es probable que los sujetos que son ansiosos encuentran una forma más fácil de comunicarse por medio del Facebook que cara a cara”, dijo Andreassen.

El equipo de investigadores encontró que las personas que son más organizadas y ambiciosas tienden a evitar en cierto modo el Facebook y son más propensos a utilizar las redes sociales como una parte integral de su trabajo y sus actividades.

Andreassen y su equipo  encontraron también que las mujeres son más propensas a desarrollar la adicción al Facebook, algo que le atribuye a la naturaleza de Facebook.

El Dr Mark D Griffiths, profesor de estudios sobre la adicción al juego en la Unidad Internacional de Juego, en la Universidad de Nottingham en Inglaterra, escribió una respuesta al estudio: la escala BFAS surgió de la necesidad de ayudar a los investigadores que requieren de una herramienta validada psicométricamente para investigar el uso problemático de Facebook, lo que es sumamente útil.

Sin embargo, la investigación sobre la adicción a Facebook debe seguir adelante y abordar diversos factores. Por ejemplo, existe una necesidad de tratar a las diferentes actividades que surgen dentro de Facebook de forma separada, ya que ahora la gente va a Facebook para jugar juegos como “Farmville”, ver videos, fotos, intercambio de mensajes, ver las actualizaciones de amigos y actualizar su perfil.

Según Griffiths también tenemos que aclarar la causa que provoca la adicción a las redes sociales. Cosa que el nuevo instrumento no puede responder ya que el  BFAS sólo puede ser aplicable a Facebook, y no, por ejemplo, a otros sitios de redes sociales como Twitter.

Con el ritmo acelerado en que se mueve Internet, es probable que el término “adicción a Facebook” o “adicción al internet”  sea obsoleto.

Por lo tanto, lo que se necesita ahora es una herramienta validada psicométricamente que evalúe específicamente «la adicción a las redes sociales», en lugar del uso de Facebook, dice Griffiths. Como ejemplo, señala que el BFAS no distingue entre la adicción al juego de Facebook “Farmville” y la mensajería entre amigos de Facebook.

Fuente: New Research about Facebook Addiction – Facebook Addiction – New Psychological Scale

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Análisis del Bullying sufrido por Karen Klein, la monitora escolar de 68 años

  • 04/07/2012
  • David Aparicio

Con más de 8 millones de visitas en Youtube, es probable que ya hayas visto el video filmado por uno de los estudiantes que estuvo involucrado en el incidente en  Nueva York y que muestra a Karen Klein, una abuela de 68 años que se desempeñaba como monitora de transporte escolar y que sufrió de bullying por un grupo pequeño de estudiantes de secundaria.

El video exhibe  a Karen llorando, mientras los chicos la agreden con insultos, y  según ella lo que más le dolió fue cuando los chicos le dijeron que era tan fea que “sus hijos se deberían suicidar”. Lamentablemente uno de los hijos de Karen se suicidó, 10 años atrás.

Mientras todo el sistema  de educación distrital de Nueva York  dice que habrá una acción disciplinaria para los chicos, las preguntas que aún se mantienen son: ¿Por qué y cómo ocurrió este terrible acto?



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


Las respuestas son un poco más profundas de lo que parecen. El bullying es un problema que ha ido en aumento afectando a niños y adolescentes a través de los años. El Internet y el falso sentido de anonimidad ha amplificado esta tendencia en la ultima década, acompañado con la ingenuidad e inexperiencia de los jóvenes que creen que no habrán consecuencias.

Uno de los principales problemas (y que sostenemos constantemente)  es que las escuelas no tienen programas proactivos  anti-bullying, lo que nos posiciona en desventaja cuando este tipo de incidentes ocurren.

Por eso,  John Grohol, Dr en Psicología,  realiza un análisis del incidente:

  • El adulto responsable era vulnerable: Los jóvenes bullys tienen un “sexto sentido” cuando se trata de vulnerabilidad, sin importar la edad de la persona. Podríamos decir que el chico que ataca a Karen es un profesional identificando su debilidad.
  • Era un adulto mayor: En los días que vivimos algunos niños y adolescentes indisciplinados, no tienen prácticamente ningún respeto por los mayores, puede ser porque nunca pensaron en el respeto por los mayores o creen que las personas ancianas no tienen nada interesante para ofrecerles. Pero cuando un chico no tiene el más mínimo respeto porque son ancianos,  tal vez pueda pensar que no hay nada de malo con insultar a cualquiera que sea diferente o mayor que ellos.
  • El adulto no representaba una autoridad real para disciplinar a los chicos: Es una situación muy difícil poner a un adulto como responsable, cuando este no tienen ningún poder para desempeñar esta función. Algunos adolescentes, son muy conscientes de cuándo un adulto no tiene real autoridad sobre ellos y son capaces de tomar ventaja cuando la situación se les presenta.
  • El contexto proveyó la oportunidad: en situaciones normales, un grupo de adolescentes no sueña con hacerle bullying durante 10 minutos a un adulto. Pero poner a chicos  en un autobús  sin restricciones  y con muy poca supervisión hasta su destino, es una fórmula segura para el desastre. Esto no es algo nuevo, los administrativos de educación están muy consciente de ello.
    Otro factor importante es que  los padres están proporcionando  menos disciplina en casa y esperan que la escuela se encargue de todo y con menos recursos. Los padres de hoy son más propensos a apoyar a sus hijos cuando se enfrentan con disputas con los administradores de las escuelas, en vez de apoyar a la escuela y disciplinar a sus hijos. Esto deja un mensaje simple y claro para algunos chicos: “Puedo salirme con la mía y mis padres me apoyan”.
  • El ambiente refuerza la “mentalidad en masa” Según Tamara Avant, directora del programa de psicología de la Universidad del sur de Savanna:
    “Cuando una persona forma parte de un grupo, a menudo experimenta  una desindividuación o pierden la conciencia propia. Cuando esto sucede, somos más propensos  a  perder nuestras inhibiciones y a perder nuestra individualidad”. “Los grupos pueden generar excitación emocional, que puede llevar a conductas que una persona no se atrevería a llevar a cabo estando sola”. Muchas personas creen que no pueden ser  responsabilizados, porque perciben la acción violenta como grupo, esto produce la clásica respuesta “todo el mundo lo estaba haciendo”. Además, el anonimato físico también puede llevar a las personas a experimentar menos inhibiciones sociales. Cuando las personas sienten que su conducta no puede ser rastreada, son más propensos a romper las normas sociales y participar en la violencia. Algunos adolescentes tienden a tomar malas decisiones basadas en su pobre juicio, desde su falta de experiencia  para saber cuándo sus conductas pueden ser rastreadas hasta ellos. En el caso de este grupo de adolescentes, quién tomó el video y lo posteo en sus páginas de facebook, obviamente pensó que nunca saldría de su grupo de amigos.
  • El conductor del bus no apoyó a Karen: Aun no se sabe con claridad, porque el otro adulto responsable del transporte, no ayudó y reforzó la autoridad de Karen ante los chicos.

Hay muchos responsables alrededor de este incidente. Los administradores de educación deben proveer mejores herramientas a los adultos. Los padres deben dar un paso adelante y reconocer su falla como padres, y los adolescentes involucrados en este incidente deben aprender que la mala conducta siempre tiene una consecuencia real. Su mala capacidad para evaluar las consecuencias  en un momento como este, puede reflejarse durante todo el transcurso de sus vidas.

Debemos  estar conscientes de que este tipo de situaciones no se presentan de forma aislada. Esta clase de malas conductas suceden todos los días. La única razón por la cual sabemos sobre este  incidente  particular es porque uno de los estudiantes involucrados tomó una mala decisión:  grabar la conducta abusiva y subirla a internet.

Para suerte de Karen, el video se propagó rápidamente y cayó en poder de  uno de los editores de Reddit (una red social muy popular en EE.UU en la cual usuarios votan por los temas más interesantes) quien lanzó una campaña logrando recolectar 604 mil dólares,  para regalarle unas merecidas vacaciones a Karen.

Fuente: Psychcentral – Fayerwayer – MetroUs

  • Recursos para Profesionales de la Psicología

(Video) El poder de los introvertidos

  • 04/07/2012
  • Alejandra Alonso

Susan Cain es una escritora, conferenciante y abogada norteamericana. En el presente año publicó un libro llamado «Quiet: the power of introverts in a world that can’t stop talking.» (Silencio: el poder de los introvertidos en un mundo que no puede parar de hablar), en el mismo argumenta sobre lo poco que valora nuestra cultura las capacidades que tienen los introvertidos.

En esta interesante conferencia, ella habla del tema antes mencionado, enfatizando la importancia de dejar ser a los introvertidos; también desafía a las escuelas y lugares de trabajo a darle a las tareas solitarias tanta importancia como se le da a las tareas realizadas en grupo.

Puedes activar los subtítulos en español.



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Autismo: complejidad genética y riesgos para los padres de edad avanzada

  • 03/07/2012
  • Maria Fernanda Alonso

Un artículo presentado por la revista Time apunta cuatro estudios nuevos que toman la genética del autismo, encontrando nuevas pruebas de que los padres de edad avanzada corren un mayor riesgo de tener un hijo autista y sugieren que, en general, las raíces genéticas de la enfermedad son increíblemente complejas.

Tres de los estudios, que fueron publicados en la revista Nature, se enfocaron en las nuevas mutaciones genéticas, que no se heredan sino que ocurren espontáneamente en torno a la concepción de los niños autistas sin que sus hermanos se vean afectados. Los investigadores compararon a estos niños entre sí y en algunos casos también a sus padres, y encontraron cambios en seis genes candidatos, tres de los cuales no habían sido previamente asociados con el autismo.

«El descubrimiento básico es que las nuevas mutaciones presentes en las células sexuales conllevan un riesgo importante para el autismo», dice el Dr. Matthew State, profesor de psiquiatría en la Universidad de Yale, quien dirigió uno de los estudios.



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


El estudio que dirigió State encontró que el 15% de los casos de autismo en familias que no tienen otro niño autista estaban vinculados con las nuevas mutaciones, ya sea en el espermatozoide o el óvulo que se unieron durante la concepción. Los tres estudios en general confirman investigaciones anteriores que sugieren que los espermatozoides de padres de edad avanzadas son más propensos a llevar a estas mutaciones. En un estudio, investigadores de la Universidad de Washington en Seattle encontraron que las mutaciones tenían cuatro veces más probabilidades de ocurrir en los padres que en las madres, y el riesgo para los hombres comienza a aumentar a los 35 años de edad.

Eso puede ser porque los hombres son mayores, cuanto más tiempo sus células creadoras de espermatozoides tienen copiándose a sí mismas, y cada vez que una célula es copiada, existe la posibilidad de que una mutación se produzca. Estudios previos han encontrado que los hombres mayores de 50 años tienen el doble de riesgo de tener un niño con autismo, a comparación de aquellos menores de 30 años, y la probabilidad se incrementa cuatro veces más para las personas mayores de 55 años.

(Artículos relacionados: Buscar lo impensable. Hablemos de autismo, Temple Grandin y El éxito empresarial de los inadaptados)

En otro de los estudios de la revista Nature, investigadores de Harvard encontraron que las nuevas mutaciones fueron ligeramente superiores en personas con autismo que en la población en general. Los hallazgos podrían ayudar a explicar el reciente aumento en el autismo – un estudio reciente del gobierno estadounidense fijó la tasa de autismo en 1 de cada 88 niños en Estados Unidos – que se ha producido demasiado rápido como para ser explicado por la propagación de los genes hereditarios. Mientras que más de la mitad del riesgo de autismo se cree que es heredado – estudios encuentran, por ejemplo, que del 60% al 90% de los gemelos que son autistas, lo son a veces en diferentes grados – en al menos 70% de los casos de autismo, hay causas genéticas subyacentes que no pueden ser identificadas.

Los investigadores se centraron en las mutaciones que eran más propensas a interferir con la función de los genes – no las que la mayoría de las personas adquieren, pero que son inofensivos – reduciendo de ese modo sus investigaciones  a aquellas mutaciones que pueden ocurrir sólo en personas autistas. Luego, estrecharon aún más la investigación enfocándose en los genes que tenían al menos dos de estas mutaciones. Las probabilidades de que dos o más mutaciones que causan serios problemas con el ‘elaborador de proteínas’ en el mismo gen también se produzcan por casualidad en el autismo, son infinitesimales.

«Estos son como los rayos en el genoma», dice State, señalando que las técnicas utilizadas por los  investigadores para encontrarlos, debería permitirles llegar al punto de partida de los genes que son realmente importantes en el trastorno. «Estamos en condiciones de determinar cuál debe ser el umbral para denominar a algo como gen del autismo».

«Ahora tenemos un verdadero camino por delante», dice State, explicando que «a medida que uno empieza a acumular estos genes individuales que sabe que están relacionados, se empieza a abrir la puerta a la comprensión de la biología.» Una vez conocido el gen, se puede examinar la proteína que elabora. Entonces, incluso en personas que no tienen el gen dañado, añadir aquella proteína podría ayudar porque un déficit en esta proteína podría resultar en un nuevo camino hacia el autismo.

Sin embargo, a pesar de que algunos de los genes recientemente descubiertos pueden ser responsables de una gran parte del riesgo de autismo en ciertas personas, en general cada uno tiene sólo una pequeña influencia sobre si se desarrollará o no el autismo. State estima sobre los nuevos datos que de 500 a 1.000 genes pueden ser asociados con el autismo y que cada uno va a representar el 1% o menos del riesgo en la población.

El cuarto estudio, publicado en Science Translational Medicine, complica las cosas aún más:

Se encontró que los cambios en un gen que no codifica para la proteína también puede aumentar el riesgo de autismo. Los investigadores descubrieron que un gen no codificante denominado MSNP1AS reside cerca de un gen que elabora códigos de proteína. MSN1PAS interfiere con la función de ese gen, que produce una proteína importante para el desarrollo del cerebro llamada moesina.

Esencialmente, el gen no codificante se traduce en ARN que evita el funcionamiento del gen de la moesina.

La moesina juega un papel en el desarrollo de las conexiones entre las células cerebrales y en el modo en que las proyecciones enviadas de una célula a otra se mueven en su lugar. Sin ella, al menos en una placa de Petri, los axones de las células nerviosas y dendritas «colapsan», explica Daniel Campbell, profesor asistente de psiquiatría en la Universidad del Sur de California y autor principal del estudio.

Curiosamente, los ratones criados con carencia de moesina, exteriormente parecen normales, aunque nadie ha estudiado su comportamiento debido a que estos animales fueron criados específicamente para estudiar su sistema inmunológico. Campbell planea estudiar los cerebros de estos animales y el papel que juega la moesina en el desarrollo temprano.
«Estamos concibiendo la hipótesis de que en algún momento, durante un tiempo crítico en el desarrollo la balanza se desequilibra ya que no se fabrica suficiente proteína de moesina», dice Campbell. De hecho, su equipo encontró que los niveles de MSN1PAS eran casi 13 veces mayores de lo normal en la corteza de los adultos autistas examinados post mortem.

En general, los nuevos hallazgos darán a los investigadores del autismo mucho sobre qué trabajar, pero, por desgracia, no hay respuestas claras aún para las personas afectadas por el autismo.

Imagen:  Vesaiset

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El dolor crónico está, literalmente, en la cabeza

  • 02/07/2012
  • David Aparicio

¿Por qué algunas personas padecen dolores crónicos y otras pueden recuperarse exitosamente, habiendo sufrido lesiones similares? Según los resultados del primer estudio longitudinal que siguió las imágenes cerebrales de los sujetos que sufrían de una lesión en la espalda, el dolor crónico está literalmente en la cabeza.

La investigación

El estudio desarrollado por la facultad de medicina de la Universidad de Northwester y publicado en la sección de neurociencias de la reconocida revista Nature, demostró por primera vez que el dolor crónico se origina en dos áreas del cerebro relacionadas con la emoción y la conducta motivacional, y entre más se comuniquen estas dos áreas, mayores probabilidades hay de que el paciente desarrolle el trastorno de dolor crónico.



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


Basados en el nivel de interacción entre la corteza frontal y el núcleo accumbens, los investigadores fueron capaces de predecir al inicio del estudio, y con el 85% de precisión, qué participantes sufrirían de dolor crónico.

El núcleo accumbens es un centro importante para enseñarle al resto del cerebro como evaluar y reaccionar al mundo exterior, y esta región cerebral puede usar las señales del dolor y enseñarle al resto del cerebro a desarrollar dolor crónico.

La muestra estuvo formada por 40 sujetos que no tenían historia de previas lesiones en la espalda y que habían tenido un episodio de dolor de espalda durante 4 a 16 semanas. Todos los sujetos fueron diagnosticados de dolor de espalda por un médico clínico y al iniciar el estudio se tomaron imágenes cerebrales de todos los participantes y luego 3 veces más por un año.

Vanin Apakarian, autora de la investigación y profesora de fisiología en la facultad de medicina de la Universidad de Northwestern, dijo: “Por primera vez pudimos explicar porqué algunas personas que tuvieron exactamente el mismo dolor inicial, fueron capaces de mejorarse o de sufrir de dolor crónico”. “La lesión en sí misma no es suficiente para explicar el curso del dolor, sino más bien es la relación entre la lesión y el estado del cerebro. Estos hallazgos son el resultado de 10 años de nuestra investigación”

Cuanto mayor es la reacción emocional del cerebro a la lesión, más probabilidades hay de que el dolor persista aún después de que la lesión se haya curado. Tal vez las áreas cerebrales de ciertos individuos relacionadas con el dolor crónico están más excitadas o, también puede deberse a la influencia genética o ambiental que a predispone estas regiones a interactuar en niveles de mayor excitación.

“Tenemos la esperanza de que a partir de estos resultados se desarrollen nuevas terapias para el tratamiento del dolor crónico”, añadió Apkarian.

El dolor crónico es una de las enfermedades más costosas, se estima que sólo en EE.UU se gastan alrededor de  600 billones de dólares anuales y todavía no existe una tratamientos científicos que puedan eliminar los síntomas, siendo el dolor de espalda el más común. Pero la psicología ofrece diferentes terapias que han demostrado ser efectivas y  ayudan a los pacientes a mejorar su funcionamiento, incrementando su flexibilidad psicológica y su habilidad para afrontar efectivamente la experiencia del dolor.

Algunas investigaciones que reflejan la eficacia en la reducción de la experiencia del dolor crónico:

  • Efectividad de la terapia cognitiva conducta para el dolor crónico de espalda
  • Revisión sistemática de ensayos controlados aleatorios de terapia psicológica para el dolor crónico en niños y adolescentes, con un subconjunto de meta-análisis de alivio del dolor
  • Terapia de la aceptación y compromiso para el dolor crónico 

Psicólogos, me gustaría saber cómo aprovecharían los resultados de esta investigaciónes y qué ideas tienen sobre ésto.

 Gracias a Fabian Maero y  Paula Jóse , por las investigaciones  relacionadas con la reducción  del dolor.

Imagen: fibromyalgiabodypain

  • Salud Mental y Tratamientos

La relevancia y actualidad de las técnicas conductuales

  • 01/07/2012
  • CETECIC

La discusión acerca de cuáles técnicas poseen mayor importancia en los tratamientos psicológicos, si las cognitivas o las conductuales, hoy se halla casi perimida. Quienes trabajamos desde la terapia cognitivo conductual defendemos la relevancia de ambos tipos a pesar del fuerte hincapié que se ha puesto en los últimos años en los aspectos “cognitivos puros”. Algunas teorizaciones se han alejado tanto de los datos que ya rozan la especulación. Por ello creemos importante recordar la eficacia de las técnicas conductuales que para algunos trastornos psicológicos representan incluso la primera línea de intervención.

El psiquismo humano es demasiado complejo como para reducirlo todo a explicaciones basadas en procesos de pensamiento, las acciones constituyen una parte inseparable integrante de la maquinaria para cuya modificación a veces no alcanza con los procedimientos cognitivos. Sobran los ejemplos en los cuales no se puede ni siquiera pensar en una intervención que no tenga carácter conductual. Veamos algunos:

En la eyaculación precoz del varón resulta inverosímil pretender aplicar sólo psicoeducación y modificar algunas creencias erróneas, las cuales seguramente el paciente sí tiene y, por qué no, también mantienen el problema. Pero definitivamente la modificación de los esquemas cognitivos distorsionados no llevará a la solución si esto no va acompañado de un entrenamiento conductual con alguna técnica como la de “parada y arranque” (stop-start, en la denominación en inglés) que ayude al control eyaculatorio.



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


En fobias específicas como a viajar en avión o a sacarse sangre nos quedaríamos definitivamente a mitad de camino si no efectuáramos simulacros de extracción o no practicáramos respiración abdominal frente a los estímulos relacionados con el vuelo. Como ya mencionamos en otro artículo de este número de la revista, los pacientes suelen ser hiperconscientes de la ausencia de peligro pero no pueden detener su temor. Así que necesitan exposición aparte de la reestructuración. Ni que hablar si estamos frente a un caso de trastorno obsesivo compulsivo que no deja de cerrar una y otra vez la puerta antes de salir de su casa.

¿Trabajaremos en este caso sus pensamientos automáticos? Sí, muy probablemente, pero únicamente con ello no sería suficiente, pues necesitamos recurrir a la exposición y prevención de la respuesta hasta que el paciente logre cerrar y verificar tan sólo una vez. Lo mismo podríamos argumentar respecto de un paciente que padece agorafobia, ¿salimos con él haciendo exposición en Vivo o simplemente modificamos sus creencias de que el mundo no es tan peligroso como cree y que por ende no le va a pasar nada en la calle? Tampoco en este caso sería suficiente el tratamiento puramente cognitivo como en general no lo es en ninguno de los trastornos de ansiedad. Como ya dijo Isaac Marks, cualquier tratamiento eficaz para la ansiedad patológica requiere en alguna medida un ingrediente de exposición.

Con esta introducción esperamos haber dejado en claro la permanente complementariedad e interacción entre cognición y conducta; de ahí que la mayoría de los cuadros no puedan tratarse obviando las técnicas conductuales. A continuación, realizaremos un recorrido por algunos problemas para cuyo abordaje se destaca su valor, aunque en ningún caso descartamos la aplicación de procedimientos de modificación de patrones de pensamiento irracional cuando estos aparecieran. No estamos negando la cognición como fenómeno psicológico sino que vamos a citar ejemplos en los cuales los psicólogos no podemos mostrarnos indiferentes a las herramientas conductuales, tanto por su practicidad como por su eficacia.

Tratamiento de tics y hábitos nerviosos

El abordaje de hábitos nerviosos tales como tics, tartamudeo, tricotilomanía o morderse la uñas requiere de dos procedimientos principales: técnicas de relajación y ensayos deInversión de hábito.

La inversión de hábito consiste en un procedimiento basado en el condicionamiento operante. Desde este tipo de aprendizaje, se plantea que una forma de disminuir la frecuencia de una conducta es ejecutando una segunda conducta opuesta a la primera. De este modo, si una persona padece un tic como morderse los labios con excesiva reiteración, durante varios segundos y en diferentes momentos del día, a ella se le indicaría que ejecute la conducta inversa de colocar los labios en posición natural, con la boca cerrada, sin ejercer ningún tipo de movimiento o presión entre ambos. Este ensayo de reversión de hábito debe efectuarse durante un período de tres minutos, focalizando la atención en el contacto entre los labios. También en ese momento resulta aconsejable pensar frases que refuercen la conducta adaptativa, tales como: “tengo los labios juntos, sin morderlos, así es mejor, los tengo que mantener así, muy bien”.

Los ensayos de inversión de hábito pueden ejecutarse en diferentes momentos del día. Asimismo, cada vez que el paciente identifique que ha hecho su tic (morderse los labios) debe efectuar la conducta opuesta (labios juntos) durante unos minutos. La práctica continuada del comportamiento adaptativo es necesaria para la consolidación del cambio conductual.

Disminución de la postergación

El problema de la postergación o procastinación cotidiana aparece con frecuencia en el ámbito clínico. Típicamente sucede que una conducta alternativa reemplaza a la que la persona debe ejecutar. Veamos el caso de un alumno universitario que presenta déficit en la emisión del comportamiento de estudio. Inicialmente, el paciente planifica estudiar durante un fin de semana largo pero el primer día del mismo, sábado, chatea en internet, ve televisión, escucha música y cuando se acerca la noche, sale con amigos. Obviamente, no estudia. Regresa de su salida el domingo a las 6 de la mañana, duerme y se despierta a las 14 hs. Mientras transcurre el domingo, luego de almorzar, piensa en que a las 18 hs., finalmente, se sentará a estudiar. Pero a las 17 la persona prende el televisor y empieza a ver una película que termina a las 19; en ese momento llama por teléfono a unos amigos que lo convencen de volver a salir. En su mente aparecen pensamientos como “ya pasó todo el domingo, mejor arranco mañana lunes, desde la mañana y listo”. El día lunes, el paciente se despierta a las 11 hs. y comienza a estudiar.

Como puede observarse, durante el sábado y el domingo el paciente ha perdido mucho tiempo ejecutando conductas diferentes a leer y resumir el material de la asignatura que debe rendir. En un caso como este podemos aplicar el principio de premack, una técnica apoyada en la idea de que una conducta de alta probabilidad de ocurrencia puede reforzar a otra conducta de baja probabilidad de ocurrencia emitida previamente. En el citado caso de nuestro estudiante postergador, deberíamos indicarle que primero estudie una hora y recién luego realice cualquiera de las actividades que lo refuerzan, sea ver una película, chatear o salir con amigos.

Para citar otro ejemplo más sencillo, si a una persona el médico le sugiere caminar diariamente durante una hora – conducta de baja probabilidad de ocurrencia – y luego va a un bar a tomar un café y leer el diario – conducta de alta probabilidad –, está implementando correctamente el principio de Premack. Para que la conducta de caminar se incremente es necesario que la conducta placentera (bar), se emita luego de haber hecho la caminata. A la inversa, la técnica no funciona pues la conducta placentera inhibirá la ejecución de la caminata. Esta secuencia, caminata-bar, debe repetirse en cada oportunidad que el paciente desee ir a un bar. Si el paciente va a bares en diferentes momentos de la semana sin antes efectuar al menos unos 30 minutos de caminata, el reforzador (ir al bar) irá perdiendo intensidad para estimular el caminar en posteriores oportunidades.

Como en tantos otros procedimientos comportamentales, el principio de Premack se basa en la asociación de respuestas. En este caso, la conducta meta (caminar) deberá verse reforzada por la conducta reforzante (ir al bar) para lo cual es menester repetir varias veces el orden de los elementos señalados. Una vez consolidado el hábito de caminar, entonces puede prescindirse de la conducta “ir al bar a leer el diario” porque la conducta de caminar ya se mantiene por reforzadores naturales tales como el bienestar experimentado luego de la actividad física, la disminución del peso y la mejora de la salud. En general, realizar primero la conducta pendiente y luego la deseada, disminuirá la conducta de postergación.

Tratamiento de conductas excesivas

Llamamos “conductas en exceso” a aquéllas cuyo carácter patológico radica en que se efectúan en demasía, por encima de parámetros de normalidad y salud. Las mismas conductas realizadas en una medida menor no atentan contra la salud, incluso en algunos casos son imperiosamente necesarias para vivir como, por ejemplo, comer. Ingerir alimentos, está claro, resulta de vital importancia; ahora bien, si perdemos el control con cada comida, tendremos entonces un trastorno alimentario. Nos referiremos a esto brevemente más abajo.

Para el tratamiento del gasto compulsivo es necesario que el paciente rompa o entregue a algún familiar su tarjeta de crédito. Esta indicación surge de la técnica control de estímulo precedente. La tarjeta de crédito funciona como estímulo que aumenta el deseo de consumo ya que su utilización se halla asociada a diferir las consecuencias negativas, esto es, abonar el objeto que se compra. Si la persona compra un televisor en 36 cuotas de $50, sentirá menor sensación aversiva que si paga al contado el importe total que asciende a $1800.

El hecho que las consecuencias negativas se difieran aumenta la probabilidad de consumo lo cual conduce a que el paciente con gasto compulsivo tenga mucha mayor tentación hacia una gran cantidad de productos. Si la persona no dispone de una tarjeta de crédito y debe abonar al contado, sentirá mayor malestar y esto puede disminuir la tendencia compulsiva a comprar productos.

El control de estímulo precedente también se aplica para el abordaje del juego patológico. La indicación consiste en que el que el paciente, durante varios meses, no salga a la calle con grandes sumas de dinero. Se sugiere pedir a algún familiar que administre el dinero del paciente y le entregue todas las mañanas el monto mínimo para que realice los gastos indispensables tales como viajar o comprar comida para el almuerzo.

El juego patológico se aborda también con otros procedimientos conductuales como el reforzamiento diferencial de conductas Incompatibles al juego, por ejemplo, la conducta de ahorrar. Con este recurso procuramos un aumento de la conducta opuesta a la conducta-problema. Así, si deseamos que el paciente disminuya hasta abandonar totalmente el hábito de apostar en juegos de azar (conducta-problema), podríamos incrementar la conducta de ahorro (conducta incompatible). A medida que el paciente vaya ahorrando también percibirá que tiene acceso a beneficios que en otro momento le eran vedados debido al juego, como por ejemplo, irse de vacaciones, comprar un auto o arreglar su casa. Tales placeres actuarán así como reforzadores naturales de la conducta de ahorrar, todo lo cual terminará disminuyendo el deseo y la probabilidad de que el paciente apueste en el casino.

Para la terapéutica de los trastornos alimentarios existen programas conductuales puntuales con pasos preestablecidos que el paciente debe cumplir para lograr los objetivos. Por ejemplo, para los pacientes con obesidad necesitamos implementar un programa de reforzamiento de intervalo fijo a fin de disminuir la “conducta de picoteo” (comer cualquier cosa en cualquier momento del día). Con este programa cambiamos no sólo la cantidad de comida que el paciente ingiere, sino también la forma tan irregular en que lo hace. El cumplimiento de horarios en las comidas reduce la impulsividad espontánea y aumenta la probabilidad de autocontrol.

Tratamiento del deseo sexual hipoactivo en la mujer

Es frecuente la consulta de pacientes mujeres que tienen poco deseo sexual. Muchas veces, la falta de deseo sexual no implica una crisis de pareja; la mujer está plenamente convencida de que ama a su marido y no se plantea en absoluto la separación. La falta de deseo sexual no suele ser efecto de distorsiones cognitivas sino que se origina más en factores como la ansiedad escénica durante las relaciones íntimas, las inhibiciones o, incluso, la falta de experiencia y aprendizaje. La ansiedad sexual se aborda con relajación y desensibilización, dos técnicas que no describiremos porque ya lo hemos hecho en otros números de esta revista. Sugerimos al lector consultarlos.

En otros casos, la mujer no presenta ansiedad, ni problemas de relación, ni inhibiciones, no obstante no siente deseos de tener relaciones sexuales. Para el tratamiento de este síndrome denominado deseo sexual hipoactivo contamos con tratamientos conductuales específicos. Uno de ellos ha sido detallado y manualizado por Lo Piccolo y tal abordaje se encuentra incluido en las guías de tratamientos eficaces.

El tratamiento propuesto por Lo Piccolo consta de cuatro componentes básicos: visualización de escenas, focalización de la atención en la respuesta sexual, aproximaciones graduales y autoestimulación mediante ejercicios de masturbación dirigida. En primera instancia, se le indica a la paciente que dedique un momento de su día a imaginar una escena no-erótica concentrándose en las sensaciones de placer de su cuerpo; por ejemplo, pensar en un paisaje relajante de unas vacaciones mientras atiende a las sensaciones placenteras. Ocasionalmente se sugiere que este ejercicio se lleve a cabo en estado de relajación.

En la segunda fase, la paciente visualiza escenas agradables en presencia de su pareja, aunque aún dichas escenas no deben poseer contenido erótico. La mujer visualiza, por ejemplo, el contacto físico no-erótico con su marido en un lugar pacífico y agradable. También durante esta etapa la mujer debe focalizar su atención en las respuestas de excitación de su cuerpo. En una tercera etapa, la paciente visualiza escenas de contacto físico con su marido, en zonas “no-sexuales”. Finalmente, en una cuarta fase, las visualizaciones se van aproximando hacia la zona de los senos y los labios hasta alcanzar gradualmente vagina y clítoris. Una vez que la mujer ha podido implementar “la conciencia sensorial” de su cuerpo, se indica la masturbación.

En conjunto, el ejercicio descripto permite a la mujer un mejor conocimiento de las respuestas excitatorias. Posteriormente, de modo gradual, la pareja irá implementando “in vivo” los ejercicios que la mujer ha imaginado previamente. Como puede notarse, este abordaje incluye cuatro componentes conductuales: focalización sensorial, visualizaciones, aproximaciones graduales y autoestimulación.

Tal como ya hemos afirmado, no estamos desestimando el uso de las técnicas cognitivas para el abordaje de las Disfunciones Sexuales; lo que sí sostenemos es que en algunos casos debemos trabajar con herramientas conductuales pues no se detectan creencias irracionales o distorsiones cognitivas sobre el sexo.

Conclusiones

En los ejemplos narrados, el tratamiento con procedimientos exclusivamente cognitivos no es suficiente. Destacamos que por la naturaleza de los trastornos en cuestión, la modificación del pensamiento del paciente no logra necesariamente la modificación de la ejecución.

Si la psiquis humana incluye tan obviamente componentes de pensamiento y de acción, ambos, no debería entonces sonar extraño el recurrir a herramientas que apunten más a uno u otro de estos elementos. No podemos negar la existencia de procesos cognitivos complejos, tampoco pues las herramientas para su terapéutica. De manera similar, no podemos ignorar la existencia de la acción y la fisiología de las personas, por tanto, tampoco deberíamos desconocer las herramientas terapéuticas que operan directamente sobre tales aristas.

Insistiendo en la complejidad del comportamiento humano, no hay que olvidar de su apoyo neurobiológico. Lo cognitivo tiene una apoyatura cortical, de ahí que el nivel del pensamiento sea el que está en juego y ello responda a las técnicas cognitivas. Los planos de conducta fisiológico y motor se sustentan en el sistema límbico, la amígdala, la corteza neuromotora y el sistema de recompensa o núcleo accumbens; ¿cómo llegamos a modificar esos niveles de conducta sino fuera utilizando técnicas acordes a los mismos?

Efectivamente, necesitamos combinar técnicas, sólo así logramos abarcar completamente a la mente humana, entendida ésta como una función del sistema nervioso. Existe un permanente interjuego entre los diferentes planos del funcionamiento psicológico; pensamiento, fisiología y conducta se influyen recíprocamente de maneras múltiples y complejas. Los cambios en el pensamiento conducen a cambios neurales y estos a su vez modifican a la conducta; pero a su vez los cambios en las acciones de una persona acarrearán modificaciones en la arquitectura más fina del cerebro, lo que a su vez redundará en el pensamiento.

En suma, no podemos afirmar que ninguno de los tres niveles sea el primario ni el principal en lo que se refiere a generar un cambio. ¿Quién no ha cambiado su manera de pensar cuando afronta un supuesto peligro y luego corrobora que no lo era? Así avanzamos por la vida, aprendiendo por diferentes vías, no todo lo adquirimos por información y nuevas maneras de pensar; la acción misma, el ensayo y el error son elementos cruciales en el aprendizaje y en la formación de nuevas creencias.

Actualmente hay dos pilares de los tratamientos en psicología. Primero, operar sobre los pensamientos, creencias, supuestos y reglas. Segundo, trabajar sobre las acciones, lo cual se refiere tanto a “empezar a hacer” como a “dejar de hacer”, accionando de manera directa sobre las situaciones, los contextos reales y tangibles. Ni que hablar de las respuestas fisiológicas, tan presentes en los estados emocionales patológicos. Modificar estos últimos implica utilizar un buen número de técnicas de corte conductual.

Podemos entonces concluir que no podemos prescindir de técnicas conductuales para la modificación de hábitos y conductas problemáticas, ello sería como dejar al paciente a medio camino. Concretamente, hoy se trabaja informando al paciente, reestructurando sus ideas erróneas (ambas técnicas cognitivas) y luego entrenándolo en cómo modificar sus conductas, sus reacciones fisiológicas, enseñándole que muchas veces él mismo tiene que más accionar y menos pensar, logrando, insistimos, un equilibrio entre el pensamiento y la acción.

Los tratamientos aplicados a un amplio espectro de problemas psicológicos, como los trastornos de ansiedad y del estado de animo, dos frecuentes motivos de consultas en la actualidad, hoy se tratan con técnicas cognitivas y conductuales, sin poder afirmar cuáles de ellas son más importantes pues esto dependerá de qué factores sean preponderantes en el paciente que se presenta a consulta. Lo que sí resulta claro es que si se utilizan ambos tipos de técnicas, el tratamiento tiene muchas más probabilidades de éxito.

Las terapias psicológicas contemporáneas científicamente basadas no hacen caso de los gustos y preferencias personales de un autor o terapeuta en particular, tampoco se apoyan en ideas dogmáticas preestablecidas ni en modas o tendencias que se impongan sólo por ser novedosas. Contrariamente, las terapias psicológicas científicas sólo escuchan a las investigaciones empíricas. Y en este sentido, las evidencias nos indican que lo más efectivo consiste en una combinación variable de diferentes procedimientos técnicos según el caso, sin prescindir dogmáticamente de ninguna herramienta. La integración de ambos tipos de procedimientos, cognitivos y conductuales, resulta ser casi siempre la mejor opción.

Por: Lic. Carmela Rivadeneira, Lic. José Dahab y Lic. Ariel Minici

Paginación de entradas

Anterior123

💌 Recibe nuestros artículos en tu correo.  

Regístrate
PSYCIENCIA PRO
  • Inicia sesión
  • Cuenta
  • Cierra sesión
  • Artículos
  • Recursos
  • Webinars
Recomendados
  • El estatus científico de las técnicas proyectivas
  • El diagnóstico del TDAH en adultos: características clínicas y evaluación
  • Cómo actuar cuando alguien expresa directa o indirectamente pensamientos de suicidio
Tips para terapeutas
  • Seis maneras en que los pacientes pueden ayudar a que la psicoterapia sea más efectiva
  • Estrategias eficaces para reducir el perfeccionismo en los pacientes con ansiedad social
  • Cómo normalizar el dolor corporal relacionado con el duelo
Recursos
  • Hoja de automonitoreo para consultantes (PDF)
  • 14 Recursos clínicos para abordar el insomnio
  • (PDF) Diagnóstico del TDAH en adultos: características clínicas y evaluación
Podcast
  • «Los inicios de la TCC en Argentina» – Ariel Minici – Watson, episodio 17
  • «La reinvención del psicólogo», con Augusto Méndez – Watson, episodio 7
  • «Repensando la psicoterapia: infancia, neurodiversidad y el futuro de la intervención clínica» – Javier Mandil, Watson, episodio 18
Webinars
  • Entrenamiento a padres, madres y cuidadores como intervención de crianza efectiva
  • Regulación del estado de ánimo y activación conductual
  • DBT en adolescentes
Psyciencia
  • Contáctanos
  • Publicidad
  • Nosotros
  • Publica
Psicologia y neurociencias en español todos los días

Ingresa las palabras de la búsqueda y presiona Enter.