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Publicaciones por mes

mayo 2019

42 Publicaciones
  • Salud Mental y Tratamientos

4 ideas para entender por qué no se han logrado disminuir los suicidios

  • 13/05/2019
  • Laura Perea

¿Cómo existiendo tantas investigaciones sobre conducta suicida, en prevención, intervención –faltan en postvención–, las cifras de este fenómeno van en aumento? y tal como lo plantea la OMS (2014) cada año cerca de 800.000 personas se suicidan y detrás de cada suicidio consumado, existen por lo menos 20 intentos; y donde además los trastornos mentales, y neurológicos representan un 22% de la carga total de enfermedades en América Latina y el Caribe OPS (2014), esto en parte deja entrever la conducta suicida y el suicidio en si mismo, como un problema de salud pública que requiere intervenciones a nivel de política pública, no solo a través de una intervención de profesionales liberales en el consultorio.

A continuación, se mostrarán cuatro elementos preliminares para entender por qué no ha habido disminución en la conducta suicida desde salud pública, resaltando aquí la comprensión del suicidio no desde una perspectiva netamente existencial o un fenómeno puramente sociológico, sino multidimensional, que implica un gran sufrimiento no solo para quien lo piensa, lo intenta o lo hace, sino para su contexto e inclusive para la comunidad en general.

1. La poca participación de la psicología en escenarios de toma de decisión y de construcción de lineamientos para la prevención de la conducta suicida

Generalmente quienes acompañan el proceso de construcción de las políticas públicas lo hacen desde la psiquiatría y el rol de conocimiento científico para las políticas públicas de salud mental en general, es de carácter epidemiológico, identificando y resaltando factores de riesgo y de protección, tal como lo encontraba Ballesteros (2013) en su tesis doctoral, sobre el rol del conocimiento científico en las políticas de salud mental y donde dejaba entrever también la demanda de los profesionales entre ellos psicólogos, de lineamientos de carácter técnico desde las mismas construcciones de política pública. Esto, no quiere decir que por ley los psicólogos no ocupen gran parte de los cargos técnicos para ejecutar la política pública, sin embargo, si se no se reciben directrices técnicas claras frente a componentes centrales de intervenciones efectivas o si se tomara un camino alternativo la necesidad de hacer seguimiento y evaluar mi intervención, esto va a tener un impacto en la calidad y efectividad de la misma, que podría tener direcciones distintas.



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Una cosa es lo que se investiga, se prueba, se muestra que ha sido efectivo en la reducción de la conducta suicida, – por ejemplo, DBT- y otra cosa es la base conceptual y teórica sobre la cual se diseñan las políticas públicas

Es decir, pareciera frente al rol del conocimiento en la construcción de políticas públicas, que una cosa es lo que se investiga, se prueba, se muestra que ha sido efectivo en la reducción de la conducta suicida, – por ejemplo, DBT- y otra cosa es la base conceptual y teórica sobre la cual se diseñan las políticas públicas, aquí ya se puede entender el título del artículo, que parte de la exigencia de una mayor participación de uno de los marineros (psicología) en la toma de decisiones. De ahí el llamado a una mayor aportación al respecto, no solo a nivel personal de cada uno de los psicólogos, sino precisamente desde la academia para generar mayores procesos de articulación con estos temas de relevancia social, donde se encuentren puntos de convergencia entre cómo potenciar elementos de carácter práctico que han sido efectivos en el abordaje individual y grupal para prevención de conducta suicida con elementos contextuales y estructurales como política de estado y el marco de constituciones garantistas de los Derechos Humanos, siendo el derecho a la salud uno de ellos.

2. La barrera actitudinal para acceder a los sistemas de salud

Cuando se estudian los resultados de encuestas en salud mental, se encuentra que muchas veces un porcentaje mínimo de personas que refieren un problema de salud mental, buscan ayuda, siendo “la barrera actitudinal, la autoestima, las creencias negativas frente al Sistema de salud y la baja necesidad percibida” (ENSM, 2015) las posibles explicaciones para no hacerlo.

Esto, nos sitúa en uno de los vacíos que se identifican y es que aunque en políticas públicas de salud mental, se incluyen ejes estratégicos relacionados con la cualificación de dispositivos comunitarios y mayor participación de ONG, no se han realizado investigaciones que permitan comprender el entramado de prácticas y reglas que se circunscriben en un territorio determinado frente al suicidio y que podrían permitir conocer de que está hecha esa barrera actitudinal, comprender el estigma circundante y entenderlo en su relación como parte de una conducta específica como buscar ayuda, siendo este un paso para la prevención del suicidio.

Falta investigación que vaya mas allá de los mitos frente a conducta suicida para comprender las diferentes prácticas y reglas y con ello que los planes de prevención impacten no solo en el nivel intelectual, sino en la actitud frente al mismo

Si no se analizan estos elementos, es muy probable que se encuentren resultados a partir de cambio de conocimiento frente a suicidio e identificación de factores de riesgo y protección, pero no de actitud frente a la posibilidad de realizarlo. En conclusión, falta investigación que vaya mas allá de los mitos frente a conducta suicida, a nivel social, para comprender las diferentes prácticas y reglas y con ello que los planes de prevención impacten no solo en el nivel intelectual, sino en la actitud frente al mismo, y lo que ahora es una barrera actitudinal para acceder a los servicios, se convierta en un puente de acceso para que personas con conducta suicida puedan acceder a un servicio de salud de calidad.

3. Falta de datos precisos para implementar programas de alto impacto

Las investigaciones donde se analiza la cualificación de actores sociales y agentes educativos como facilitadores para la prevención del suicidio, como parte del componente de programas multinivel, han encontrado resultados diversos y poco concluyentes.

Por un lado, cuando se enfocan en los actores comunitarios, estudian principalmente las variables mediadoras de los mismos (competencia, actitud y destreza) pero no reportan el impacto sobre variables primarias cómo reducción de conducta suicida, cogniciones de las personas con conducta suicida. (Sáez-Santiago & Torres, 2016). Otras investigaciones, como las encontradas en la revisión realizada por Konstantinos, Fountoulakis, Gonda, Zoltán, Rihmer (2011), presentan efectividad en reducción de intentos de suicidio pero no de suicidios consumados y adicional a esto, se reporta disminución en búsqueda de ayuda de personas con depresión e ideación suicida, esto ya plantea un interrogante sobre posibles elementos que podrían interactuar para perpetuar el estigma de las personas con conducta suicida Goldney y Fisher, (2008); Ratnayake y Enlaces, (2009) citados por Sáez-Santiago & Torres, (2016). Por otro lado el Programa Europeo contra la depresión y prevención del suicidio, donde se realiza capacitación a médicos generales, campañas informativas frente a la depresión y conducta suicida, se diseñan mecanismos de transferencia y cooperación entre agentes comunitarios y por último actividades de autoayuda para los grupos de alto riesgo que brindan la atención, muestra en los resultados una disminución en el número de intentos de suicidio, aunque no hubo cambios en el número de muertes por suicidio (Hegerl et al 2009 citado por Bustamante & Florenzano 2013). Ya, en Finlandia con la implementación de un plan nacional de prevención, se demostró su efectividad reduciendo en un 40% la tasa de suicidio en 15 años (Lönnqvist J, 2009 citado por Bustamante & Florenzano 2013).

En resumen, frente a investigaciones con programas multinivel se necesitan conocer los procesos conductuales subyacentes a determinado fenómeno, en este caso conducta suicida tal como lo refería Arco & Fernández (2001) e investigaciones que permitan comprender los componentes necesarios para que los programas comunitarios generen impacto en la población con características de depresión y conducta suicida, identificando mecanismos de cambio y partiendo de los seguimientos a largo plazo.

4.  Desfase de lo que sabe y lo que se usa

La psicología cumple un papel en el proceso de acercamiento a la conducta suicidia y es que su naturaleza esta precisamente relacionada con el estudio del comportamiento – sé que no he dicho nada nuevo, pero lo tenía que decir-, ella a su vez trabaja por brindar modelos y explicaciones que permitan generar un impacto en la población, la clínica en algunos casos es mejor sacarla de los consultorios. Sin embargo, existen preguntas que siguen concomitando frente a la tendencia al aumento de esta conducta, la aplicabilidad de los principios en psicología que hacen efectivas la terapia en poblaciones de diferentes condiciones socio-económicas, el rol del psicólogo en la política pública orientadas a la prevención y el papel de la relación actores sociales-actores institucionales y comunidad como puente favorecedor de procesos de adherencia.

Hasta ahora, pareciera a la luz de los diferentes lineamientos que surgen de política pública, así como los resultados de las investigaciones en prevención de conducta suicida, que no se ha desarrollado una articulación clara, siendo muy común que sobre la marcha, en los diferentes hospitales y clínicas, dentro de modelos de atención, no se incluyan seguimientos que muestren cambios en los consultantes a partir de la interacción de factores, entre estos, las intervenciones desde psicología, donde no necesariamente hay una atención de calidad, y se reconoce que esta situación corresponde en muchos casos a las mismas condiciones que se imponen dentro del ejercicio particular de la psicología clínica en contextos sanitarios y aquí por experiencia personal y profesional se ha evidenciado tal como lo planteaba Echeburúa y Corral (2001) “existe un desfase entre lo que se sabe y lo que se usa” (p.4) citados por Arco & Castillo (2002); es preocupante que existiendo intervenciones que han demostrado efectividad para la prevención de conducta suicida en algunos niveles, estas no sean necesariamente las que se proveen y consumen en los centros comunitarios ni centros de salud, dentro del porcentaje mínimo de quienes consultan. Se reconoce la inversión amplia que debe realizarse para recibir entrenamientos específicos en terapias efectivas, y que muchas veces no se cuentan con estos recursos, pero desde las mismas organizaciones sociales de salud mental, en su ejercicio de exigibilidad de derechos podrían ponerlo sobre la mesa, en escenarios de interlocución y toma de decisiones.

Referencias bibliográficas

  • Arco Tirado, J., & Fernández Castillo, A. (2002). Porque los programas de prevención no previenen . International Journal of Clinical and Health Psychology, 2 (2), 209-226.
  • Ballesteros, P (2013) Rol del conocimiento científico en la política pública de Salud Mental en Colombia: Estudio de caso sobre el suicidio 1990-2010. Doctorado en Salud Pública. Universidad Nacional.
  • Bustamante V., F., & Florenzano U., R. (2013). Programas de prevención del suicidio adolescente en establecimientos escolares: una revisión de la literatura. Revista Chilena de Neuropsiquiatría, 51 (2), 126-136
  • González, J (2013). Contextos explicativos de los suicidios en Bogotá 1996 – 2005. Tesis para optar por el título de Doctor en Salud Pública. Universidad Nacional de Colombia.
  • Konstantinos, Fountoulakis, Gonda, Zoltán, Rihmer (2011) Suicide Prevention Programs Through Community Intervention. Journal of Affective Disorders 130(1-2):10-6.
  • Ministerio de Salud y Protección Social y Colciencias (2015) Encuesta Nacional de Salud Mental 2015, tomo I.
  • OMS (2014) Prevención de la conducta suicida. Un imperativo global. ISBN 978-92-75- 31850-8
  • Organización Panamericana de la Salud (2014) Promoción de la salud mental en las poblaciones indígenas. Experiencias de países. Washington, D.C.
  • Sáez – Santiago, E., & Torres Arroyo, J. (2016). Viabilidad de un programa de prevención de la depresión facilitada por maestras en puerto rico. Revista Puertorriqueña de Psicología, 27 (2), 368-380.
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Actividad física para la salud: los consejos de Hipócrates

  • 13/05/2019
  • Federico Lande

«La mejor medicina de todas es enseñarle a la gente cómo no necesitarla», Hipocrates.

Casi todos los filósofos y médicos griegos se ocuparon del atletismo y de la vida en general de los atletas, pero más que ningún otro, lo hizo Hipócrates, pionero de la medicina occidental. Hipócrates, elaboró una metodología basada en la observación y la experiencia para el estudio de las enfermedades humanas, destacando que las causas de las mismas se debían a fenómenos meramente naturales y no a intervenciones de los dioses como se creía en ese entonces. La salud independientemente del régimen de vida de cada sujeto era para Hipócrates la consecuencia de un oportuno equilibrio entre los alimentos (lo que nutre) y los ejercicios físicos (lo que gasta). Es por eso que se buscaba conseguir el equilibrio saludable a partir de la gimnasia, que en la obra de Hipócrates aparece contenida en la dietética.

Un estilo de vida activo es determinante de la salud mental y física

Hipócrates estudió que el exceso de ejercicio resultaba perjudicial, y que era difícil fijar y medir la cantidad de ejercicio conveniente para cada persona. Reconoció también la importancia de los movimientos como factor de la eliminación de los productos inútiles o perjudiciales para el cuerpo humano, prescribiendo que para cada estación del año es necesario un régimen especial. Estudió las fatigas y sus causas, al mismo tiempo que su profilaxis y su tratamiento indicando masaje e hidroterapia.



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En su metodología, el eje central es el logro del equilibrio entre los ejercicios físicos, las comidas y las bebidas. En realidad, no se puede esperar que el cuerpo de una persona se mantenga sano durante largos períodos de tiempo, si se abusa de él o se lo sobrealimenta. Precisamente en la desaparición del equilibrio saludable entre unos y otros, se encontraba la causa primaria de la enfermedad. Hipócrates señalaba, tal como lo demuestra la evolución, que tanto los alimentos como la actividad física (AF), si bien presentaban influencias opuestas, se complementaban.

Hipócrates expuso diferentes tipos de AF tales como: el paseo considerado como un ejercicio natural, las carreras conocidas por sus efectos orgánicos, musculares y de resistencia, los ejercicios gimnásticos y las distintas formas de lucha. De igual modo la aplicación que se debe hacer de la AF en cuanto a la cantidad e intensidad, en función del tiempo en que se realice, tema de plena actualidad, resulta muy estudiada y valorada en la Teoría Hipocrática. David B. Agus, autor del libro Hábitos prodigiosos para vivir más y mejor (2014) destaca algunos consejos y reflexiones de aquel entonces:

  • Caminar es la mejor medicina para el hombre.
  • Que la comida sea tu alimento, y el alimento tu medicina.
  • Declara el pasado, diagnostica el presente y prevé el futuro.
  • Primum non nocerum (lo primero es no hacer daño).
  • Es mucho más importante saber qué persona tiene la enfermedad que qué enfermedad tiene la persona.
  • Si encontráramos el modo de que cada persona hiciera la cantidad correcta de ejercicio y recibiera el alimento necesario, ni en exceso ni en defecto, habríamos hallado el camino más seguro hacia la salud.
  • Un hombre sabio debería considerar la salud la mayor de las bendiciones y aprender cómo utilizar su propio pensamiento para extraer provecho de sus enfermedades.
  • La naturaleza no entiende de excesos.

¿Actuales, no?

  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Factores que interfieren en el curso del tratamiento de los trastornos de ansiedad (PDF)

  • 08/05/2019
  • David Aparicio

El tratamiento de los trastornos de ansiedad ha demostrado su eficacia y efectividad. Sin embargo, no siempre se consiguen los resultados deseados.

Estudiar aquellos factores que interfieren en el curso natural del tratamiento contribuirá a tomar medidas oportunas. Dos de estos factores son la prolongación innecesaria de los tratamientos y el fenómeno de la terminación prematura.

Como es esperable, la duración del tratamiento de los trastornos de ansiedad depende de la naturaleza del problema y de la existencia de problemas comórbidos, pero también de planificaciones demasiado ambiciosas (exceso de técnicas) o la combinación con psicofármacos (con incrementos de hasta un 21% de sesiones).



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La terminación prematura se sitúa entorno al 30-35% y los pacientes “anuncian el desenlace” con peor ejecución de tareas y asistencias más irregulares desde el principio. Aproximadamente 50% de los abandonos ocurren antes de la sesión 8 y entorno al 80% de los tratamientos completados exitosamente concluyen antes de la sesión 20.

Autores: Ignacio Fernández-Arias, Mónica Bernaldo-de-Quirós, Francisco J. Labrador, Francisco J. Estupiñá y Marta Labrador-Méndez.

Descarga el artículo completo en formato PDF.

Fuente: Papeles del Psicólogo

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Violencia de pareja y salud mental en adolescentes embarazadas de bajos recursos

  • 08/05/2019
  • Alejandra Alonso
violencia mujeres adolescentes jovenes

Existen estudios que se han ocupado de investigar la violencia en la pareja y su asociación con la salud mental materna y del niño, sin embargo un grupo de investigadores ha notado que dichas investigaciones se enfocan principalmente en experiencias donde la mujer es la víctima.

Hay evidencia que sugiere que las mujeres jóvenes podrían ser más propensas a la violencia bilateral (es decir ser víctimas y perpetradoras) o a la perpetración unilateral (siendo ellas las responsables de violencia en la pareja) durante el embarazo, y no tanto a reportar victimización unilateral (ser victimizadas).

Es por eso que los autores quisieron conocer la prevalencia de cada tipo de violencia (bilateral, unilateral y victimización) y su asociación con los perfiles de violencia de pareja y salud mental durante el embarazo en adolescentes de escasos recursos.



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Todas las mujeres con un perfil de violencia en la pareja tenían probabilidades significativamente más altas de sufrir depresión y ansiedad

En la investigación participaron 930 adolescentes de entre 14 y 21 años (95.4% afroamericanas o latinas) cuyos datos fueron obtenidos de 14 Centros de Salud Comunitaria y hospitales de Nueva York, durante el segundo y tercer trimestre de embarazo.

El 38% de la muestra había experimentado violencia en la pareja durante el tercer trimestre de embarazo. De ese porcentaje el 13% eran solo víctimas, el 35% eran solo perpetradoras y el 52% se comprometían en violencia bilateral. Todas las mujeres con un perfil de violencia en la pareja tenían probabilidades significativamente más altas de sufrir depresión y ansiedad comparadas con individuos sin dicho perfil. Si bien se observó un riesgo significativo en todos los grupos, el más alto se dio en el grupo de violencia bilateral.

Los autores resaltan la importancia de hacer un monitoreo de violencia en la pareja, teniendo como objetivo de prevención clínica y comunitaria a las adolescentes embarazadas y sus parejas, para reducir la vulnerabilidad a la violencia y sus terribles consecuencias.

Referencia del estudio original: Thomas, J., Lewis, J., Martinez, I., Cunningham, S., Siddique, M., Tobin, J. e Ickovics, J. (2019), Associations between intimate partner violence profiles and mental health among low-income, urban pregnant adolescents. https://doi.org/10.1186/s12884-019-2256-0

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Alemania planea aplicar hasta 2,500 euros de multa a los padres antivacunas

  • 07/05/2019
  • David Aparicio

Azucena Martín informa en Hipertextual acerca de la multa, de hasta 2500 euros, que quiere implementar el gobierno de Alemania a los padres que no vacunen a sus hijos:

El último país en unirse a esta iniciativa podría ser Alemania, cuyo ministro de Sanidad, Jens Spahn, ha anunciado que pronto quienes no vacunen a sus hijos frente al sarampión podrían enfrentarse a multas de hasta 2.500 euros. Además, se propone la vacunación obligatoria para todos los niños escolarizados, independientemente de la opinión de sus tutores legales.

Lo hace después de que esta enfermedad, que se encontraba prácticamente desaparecida en buena parte del mundo, haya renacido en los últimos años a causa del movimiento antivacunas, llegando a alcanzarse las 110.000 muertes en todo el mundo desde 2017 y a triplicarse los casos acaecidos en Europa en 2018, con respecto a años anteriores.

Alemania no es la primera nación en implementar esta medida:

La medida propuesta por Spahn no es la primera en el mundo que pretende frenar el movimiento antivacunas multando a sus seguidores. Este mismo año entraba en vigor en Italia una ley con propósitos similares. Concretamente, la conocida como ley de Lorenzin fijaba hasta el pasado 10 de marzo la fecha límite para que los padres mostraran con los documentos pertinentes que sus hijos cuentan con una serie de vacunas obligatorias para poder acudir al colegio. De lo contrario, si el niño es menor de seis años no tendrá permitido asistir a guarderías o escuelas infantiles, mientras que si es mayor de esa edad sus padres se enfrentan a una multa de unos 500 euros.

Solo unos meses antes de eso, en julio de 2018, Australia empezó también a multar a los padres que no protejan a sus hijos con multas de 18 euros por cada dos semanas sin vacunar. Antes de eso, los padres que no tuvieran las vacunas de sus hijos al día perdían aproximadamente 467 euros anuales de beneficio tributario familiar. Esta medida supone una pérdida similar, incluso un poco menor, pero sirve para recordar frecuentemente la necesidad de vacunar a los pequeños. Además, los progenitores que tengan un sueldo superior a los 80 euros diarios tienen que pagar una sanción mayor.

Aplausos para el gobierno Alemán. Una medida que ayuda a frenar el peligroso movimiento antivacunas que pone en riesgo la vida de millones de personas al exponerlos a enfermedades controladas. Lee el artículo completo en Hipertextual.



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Aprovechamos para compartir algunos de los artículso que hemos publicado sobre este tema:

  • Los antivacunas son los responsables del peor brote de sarampión de los últimos años
  • ¿Existe relación entre las vacunas y el autismo?

 

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Se puede “ver” pensamientos a través de imágenes cerebrales?

  • 07/05/2019
  • Alejandra Alonso

Con el desarrollo de la tecnología emergen descubrimientos sorprendentes y, dependiendo de cómo se comparten con la sociedad, pueden ser malinterpretados.

La creencia de que los escáneres cerebrales pueden “ver” los pensamientos de la gente se origina en una falta de educación científica y conocimiento técnico sobre los límites de la tecnología. En general, muchos titulares exageran los resultados (es necesario, para llamar la atención de los lectores). El problema es que un gran porcentaje de lectores se quedan con el título y no siguen leyendo.

Qué sabemos ahora

Cada máquina de imágenes cerebrales puede, en el mejor de los casos, medir una sola dimensión (eléctrica, química o estructural) de un set de sub-habilidades (memoria semántica o identificación de errores de deletreo, por ejemplo). Ninguna máquina de imágenes puede medir el pensamiento, solo un sub-elemento de un pensamiento.



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La verdad sobre el asunto es que ahora sabemos que el pensamiento involucra la percepción (todo el sistema sensorial trabajando en conjunto), memoria, atención, funciones ejecutivas, redes de áreas de dominio y otros mecanismos complejos que resultan en un pensamiento.

Aunque podemos detectar las redes neuronales más relevantes en cada uno de estos mecanismos, realmente no podemos decir qué significan de manera colectiva

El pensamiento no es una sola luz en el cerebro, más bien se trata de una combinación de docenas de redes (y cientos de conexiones) trabajando a ritmo sincrónico. Aunque podemos detectar las redes neuronales más relevantes en cada uno de estos mecanismos, realmente no podemos decir qué significan de manera colectiva. En otras palabras, podemos ver construcciones computarizadas de las redes neuronales relacionadas a la recuperación semántica de información, pero no necesariamente vemos la palabra “gato” cuando alguien piensa en ella.

Lo que es claro es que cada pensamiento está compuesto de muchas piezas diferentes y que las demandas específicas de cada fase del pensamiento producen patrones cerebrales que pueden ser usados para estimar los límites temporales de esa fase. Es decir que, para ver realmente el pensamiento, se necesitarían múltiples imágenes simultáneas.

Lo más cerca que hemos estado de ver estas “grandes imágenes” del pensamiento es el Connectome Project cuyo objetivo es construir un mapeo de redes neuronales para facilitar la investigación de trastornos cerebrales. Pero una red neuronal no es un pensamiento.

En conclusión, la tecnología que nos permitiría ver un pensamiento todavía no existe.

Fuente: PsychCentral

  • Salud Mental y Tratamientos

Veterinarios tienen mayor riesgo de suicidio

  • 06/05/2019
  • David Aparicio

Los animales y mascotas de compañía forman parte de la cultura occidental actual. En la mayoría de los hogares se encuentran perros, gatos, pájaros y hasta reptiles que son considerados parte de la familia. Para cuidarlos y protegerlos las familias acuden al veterinario para que les provea los mejores cuidados. Lo que ha convertido a esta profesión en una de las más solicitadas.

Esto no quiere decir que todo sea color de rosas y beneficios económicos para los veterinarios. Más de tres décadas de datos sostienen que los veterinarios tienen hasta 3.5 más probabilidades de morir a causa del suicidio y reportan mayores niveles de ansiedad, depresión y fatiga por compasión, en comparación con la población general.

Los datos provienen de un gran estudio realizado en Estados Unidos y publicado en Journal of the American Veterinary Medical Association  que revisó los datos de seguro de vida y registros de defunción de 11,620 veterinarios que murieron entre 1979 y 2015, y encontró 398 muertes fueron producto del suicidio; 326 (82%) fueron varones y 72 (18%) mujeres. 31% de ellos había sufrido de depresión y 17%  había reportado ideación suicida.



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Tanto los varones como las mujeres que trabajaron en una posición veterinaria clínica o especializada con animales de compañía tenia mayor riesgo de muerte. El uso de armas de fuego fue el principal método de suicidio. Pero el dato más sobresaliente fue que el envenenamiento farmacéutico fue el responsable del 39% de las muertes de los suicidios de los veterinarios. Lo que representa un incremento del 2.5 sobre la población general.

Factores de riesgo relacionados con la profesión veterinaria

¿A qué se debe este elevado riesgo de suicidio? Los datos muestran que los veterinarios están más expuestos a diversos factores de riesgo relacionados con su profesión: alto nivel de estrés laboral, largas horas de trabajo, altas expectativas de los clientes (salvar a las mascotas en casos complicados), resultados inesperados, comunicar malas noticias, pobre balance trabajo-vida, alta carga laboral, aislamiento profesional, falta de apoyo o supervisión, fatiga por compasión y frecuente exposición a la muerte.

La carrera de veterinaria es una profesión muy exigente. Muchos estudiantes que eligen esta carrera son caracterizados por ser perfeccionistas, un rasgo que se correlaciona con trastornos mentales como la ansiedad y la depresión. Este factor sumado con las altas demandas laborales y el estrés también incrementan el riesgo de ideación suicida.

Otro factor que incide en el alto riesgo suicidio en esta profesión es el entrenamiento que reciben los veterinarios para ver a la eutanasia cómo un método aceptable para proveer alivio a los animales cuando sufren. Lo que al mismo tiempo puede llevarlos a pensar que es un método compasivo para ser aplicado cuando los humanos sufren.

Qué métodos se pueden aplicar para reducir el riesgo de suicidio en veterinarios

Muchos estudios han reportado que las personas con riesgo suicida utilizan los métodos que están accesibles para intentar quitarse la vida. Esto se hace se hace evidente con el envenenamiento farmacéutico en veterinarios. Por lo tanto y como medidas de prevención los autores recomiendan que se apliquen controles administrativos que limiten y controlen el acceso a los productos farmacéuticos letales, se ofrezca un mejor cuidado psicológico, se mejoren los ambientes laborales para que reduzcan el aislamiento laboral y se implemente el entrenamiento de habilidades de afrontamiento y resolución de problemas.

Fuente del estudio original: Tomasi, Suzanne E., Ethan D. Fechter-Leggett, Nicole T. Edwards, Anna D. Reddish, Alex E. Crosby, and Randall J. Nett. 2019. “Suicide among Veterinarians in the United States from 1979 through 2015.” Journal of the American Veterinary Medical Association 254 (1): 104–12. https://doi.org/10.2460/javma.254.1.104.

Fuente: Time

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El coaching no aporta nada a la psicología

  • 06/05/2019
  • David Aparicio

Eparquio Delgado, psicólogo sanitario en España, hace una buena síntesis del pobre fundamento del coaching: 

Para ser coach solo hace falta desearlo. Cualquier persona puede decir que es coach sin haber realizado ningún tipo de curso ni contar con ningún título. Hay profesionales de distintas disciplinas que han sumado la palabra coach a su profesión, igualándose a aquellos que sin haberse formado en absolutamente nada se hacen llamar también de esa manera. Este punto resulta incomprensible cuando el coaching no aporta nada a lo que ya sabe un nutricionista, un psicólogo o cualquier otro profesional de la salud.

Para ofrecer algún tipo de autoridad y presionar a los organismos públicos con el fin de ser reconocidos como profesión, los coaches han creado una red de organizaciones regionales, nacionales e internacionales que obligan a sus miembros a contar con algún tipo de formación, que es la otra gran fuente de negocio del  coaching. No solo se gana dinero ofreciendo servicios a personas y empresas. La otra gran fuente de ingresos tiene que ver con los cursos que organizaciones como la International Coach Federation (ICF), la International Coaching Community (ICC) y la International Association of Coaching (IAC) exigen a quien quiere contar con un título que tenga su aval. Si alguien quiere presentarse como asociado de alguna de estas entidades, puede obtener el título necesario realizando alguno de los cursos que imparten academias privadas vinculadas a ellas. Muchos de los cursos certificados por esas entidades ni siquiera exigen contar con el título de la ESO.

Y por último:

Es importante recordar que los coaches no son profesionales sanitarios, por lo que no pueden tratar problemas de salud física o mental. Puede haber profesionales sanitarios que se hagan llamar coaches, pero son sanitarios a pesar de ese título y no gracias a él. También es importante saber que ofrecer servicios de coaching no es ilegal, como tampoco lo es practicar reiki, prescribir homeopatía o realizar conjuros contra el mal de ojo. Las personas deben tener el derecho a gastar su dinero en lo que quieran; los Gobiernos, la obligación de establecer límites a esos servicios, y tanto estos como los medios de comunicación, el deber de informar a la gente para que no caiga en las manos de vendedores de milagros.

Lee el artículo completo en El País.



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  • 06/05/2019
  • Equipo de Redacción

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  • Acceso a la comunidad online: con un foro donde podrás compartir recursos con otros profesionales de todo el mundo.
  • Certificado: al finalizar el curso te entregaremos un certificado donde desglosamos las competencias que has adquirido, sin coste adicional.

Qué aprenderás

  • Conocerás el papel de la rumia como factor transdiagnóstico.
  • Podrás operacionalizar la rumia como un tipo de respuesta.
  • Estarás al día de la evidencia empírica sobre la rumia como objeto de estudio.
    Sabrás realizar una evaluación funcional, utilizando entrevista y herramientas de manera contextual.
  • Conocerás los principios de aprendizaje y su aplicación a la práctica clínica.
  • Serás capaz de aplicar principios de múltiples formas.
  • Podrás sacarle más partido a las técnicas y estrategias que ya usabas.

Módulos

  1. Rumia. Teoría y conceptualización.
  2. Evidencia empírica sobre la rumia.
  3. Análisis funcional de la respuesta de rumia.
  4. Evaluación y objetivos de intervención en rumia
  5. Principios de aprendizaje e intervención.
  6. Role Playing. Sesión inicial, escucha y rationale.
  7. Role Playing. Sesión inicial, evaluación y análisis funcional.
  8. Role Playing. Intervención
  9. Role Playing. Recaídas
  10. Sugerencias finales y conclusión

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  • Salud Mental y Tratamientos

¿Es el ADOS-2 una prueba suficiente para diagnosticar el autismo?

  • 03/05/2019
  • Diego H. Gonzalez

Es recurrente recibir derivación de diferentes profesionales de diversos campos para el diagnóstico de autismo a otros que se dedican al mismo. Muchas veces el pedido llega solicitando explícitamente una administración de ADOS-2 (Escala de Observación de Conductas Autistas, segunda edición), cuando en realidad no se conoce nada del paciente en cuestión, del recorrido que se ha hecho hasta el momento, de su historia de desarrollo, de cuál es su repertorio de conductas en los diversos contextos, entre otros datos significativos.

¿Alcanza con un ADOS? Es una pregunta que invitamos a tener presente a medida que hacen lectura de este artículo.

Consideraciones iniciales para el diagnóstico del TEA

El diagnóstico de autismo obedece a grandes desafíos. Si bien hay casos donde la manifestación sintomatológica condice claramente con el cuadro descripto en los manuales de diagnóstico internacionales (DSM-5 y CIE-11), en muchos casos, no. Sin embargo, existen cuadros muy diversos por lo cual se debe realizar un diagnóstico diferencial. Los más comunes son casos de niños con Trastornos Específico del Lenguaje, con Trastornos de la comunicación social, trastornos de aprendizaje no verbal (cuadro neuropsicológico), síndromes epilépticos, discapacidad intelectual, entre otros.



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En un primer momento, es necesaria la evaluación médica con el fin de descartar cualquier tipo de dificultades en el área. Una vez que se ha hecho el recorrido, una manera de esclarecer el diagnóstico de TEA es mediante el empleo de pruebas que fueron creadas de apoyo al mismo. Actualmente las más utilizadas a nivel internacional son el ADOS-2 y el ADI-R. Son necesarios, además, la evaluación de desarrollo (Bayley 3 hasta los 48 meses, Battele, etc.) y la valoración del nivel de conducta adaptativa (Vineland 2 o 3). Es importante también indagar aspectos cognitivos (para lo cual es valioso el Bayley 3), Leitter, WPPSI-IV, WISC IV o V, evaluación de praxias y perfil sensorial (ambas generalmente realizadas por terapistas ocupacionales) y evaluación neurolingüística y toda otra valoración que permita conocer el perfil de desempeño en el paciente.

¿De qué trata el ADOS-2?

La Escala de Observación para el Diagnóstico de autismo, 2da edición (ADOS-2) es una evaluación de tipo estandarizada y semiestructurada donde se observa la comunicación, la interacción social y el juego o el uso imaginativo de materiales en personas donde se evidencian sospechas de TEA.

Esta escala cuenta con 5 módulos (T, 1, 2, 3 y 4), cada uno de los cuales está destinado a personas con diferentes edades cronológicas y niveles de lenguaje. Se puede utilizar desde los 12 meses hasta la edad adulta.

La prueba está compuesta por una serie de actividades que proporcionan contextos de tipo estándar donde el evaluador puede observar la presencia o ausencia de comportamientos sociales como comunicativos relevantes para el diagnóstico del TEA. A medida que se realiza la prueba, el evaluador va registrando lo observado en el protocolo, para luego convertir los puntajes utilizando un sistema de algoritmos (Lord et al., 2015).

Debido a su complejidad, para el empleo de esta prueba se requiere de un entrenamiento intensivo por parte de profesionales habilitados para tal fin, quienes otorgan la certificación que habilita a otros profesionales para la administración clínica de la misma. Si el profesional requiere la habilitación para realizar investigaciones, debe acudir a una segunda instancia de entrenamiento, seguimiento continuo y evaluación final para obtenerla. Es importante que en el momento de realizar la capacitación, la persona interesada corrobore que se trate de profesionales certificados como entrenadores, de lo contrario no se encontraría habilitado para la administración clínica.

¿Y qué sucede con la historia de desarrollo?

Unos de los instrumentos más utilizados a nivel internacional que permite mayor profundización es el ADI-R. En el mismo es una entrevista clínica que permite una evaluación profunda de pacientes con sospecha de TEA. El mismo pone foco en conductas que se dan raramente en las personas que no presentan el cuadro.

Durante la entrevista que se realizar al progenitor o cuidador, el profesional explora tres grandes áreas (lenguaje y/o comunicación, interacciones sociales recíprocas y conductas e intereses restringidos, repetitivos y estereotipados) mediante 93 preguntas. La información recolectada posteriormente se convierte en una serie de algoritmos que permiten, mediante puntos de corte en cada dominio, identificar la presencia o ausencia de características asociadas a TEA (Rutter, LeuCouteur y Lord, 2006).

Paquete completo de evaluación del ADOS-2

En el caso del ADI-R, estos algoritmos pueden usarse de dos maneras: para el diagnóstico en donde se centra en la historia completa de desarrollo del individuo que se evalúa, y una forma secundaria, llamado de conducta actual, donde las puntuaciones se centran en la conducta observadas en los últimos meses. El mismo es muy útil para la revaloración de planes de tratamientos, evolución, etc.

Para el empleo de este instrumento se requiere de certificación clínica que habilita al uso del mismo. Tal como sucede con el ADOS-2, existe un entrenamiento especial por parte de personas habilitadas para tal fin, que en jornadas intensivas, van mostrando detalladamente cómo utilizarlos.

Encuentros y desencuentros con las normativas

Existen lugares en Argentina donde determinados organismos encargados en otorgar documentaciones que permitan el acceso al tratamiento integral de personas con discapacidad, y otros beneficios, exigen resultados de la prueba de ADOS-2 de parte de profesionales matriculados (neurólogos, psiquiatras, psicólogos, psicopedagogos, fonoaudiólogos, etc.) para otorgar dicho certificado, cuando de autismo se trate. Lo cierto que es que el ADOS-2 no es una herramienta que fue pensada como prueba aislada para el diagnóstico de autismo. El mismo debe ser tomado como complemento del proceso diagnóstico.

Tal como lo expresan los autores de este instrumento, sólo es un componente dentro de una evaluación diagnóstica completa del TEA. El instrumento permite recolectar información sobre la conducta actual del paciente y se encuentra basado en una muestra de comportamiento con limitaciones de tipo temporal. La evaluación del TEA, como de otros trastornos, como se ha expresado anteriormente, requiere la evaluación de múltiples áreas de funcionamiento mediante variados instrumentos, junto con la recopilación de información de diversas fuentes (Lord et. al, 2015).

Es advertencia de los autores:

Los profesionales que utilicen el ADOS-2 deben recordar que la información obtenida con él no debe utilizarse de forma aislada para determinar el diagnóstico clínico de una persona o la idoneidad para recibir ciertos servicios. Para realizar un diagnóstico clínico exhaustivo se requerirá información adicional acerca del historial de desarrollo y, frecuentemente, una observación más prolongada, así como de una entrevista detallada, como la Entrevista para el Diagnóstico del autismo – Revisada (ADI-R; Rutter, Le Couteur y Lord, 2011) u otras entrevistas o cuestionarios dirigidas a los cuidadores, como el Cuestionario de Comunicación Social (SCQ; Rutter, Bailey y Lord, 2005; véase también Corsello et al., 2007). También es necesario contar con información sobre la capacidad cognitiva y lingüística del evaluado para interpretar las conductas comunicativas y sociales con el fin de realizar un diagnóstico clínico de TEA (Lord et. al., 2015, p.16-17)

Se debe recordar que las manifestaciones que se evidencian como dificultades en el desarrollo temprano puede obedecer a muchos motivos (trastornos epilépticos, encefalopatías, alteraciones sensoriales, etc.) lo cual debe estar cubierto (descartado por el equipo médico y de otros profesionales) para encarar el proceso diagnóstico hacia el TEA (Fejerman y Grañana, 2015). De todas formas, hay casos en donde se solicita evaluación por un caso de autismo Secundario o también llamado sindrómico, donde existe un trastorno médico o ambiental de base el autismo es secundario al mismo. Tal es el caso de, por ejemplo, Síndrome de West, síndrome alcohólico fetal, entre otros. La administración de las pruebas para el diagnóstico de autismo permiten construir un perfil de desempeño en el que se identifiquen fortalezas y debilidades para incluirlos en un plan terapéutico, sumándose al tratamiento del trastorno de base.

Retomando la pregunta inicial sobre si es suficiente obtener los resultados del ADOS 2 para diagnóstico de autismo, la respuesta es no. El instrumento de evaluación, como en todos los casos, debe ser incorporado a un proceso diagnóstico donde no se puede desestimar la historia de desarrollo, el análisis del desarrollo actual del niño con pruebas estandarizadas, el nivel de conducta adaptativa que se evidencia, el análisis del comportamiento en diferentes contextos donde el individuo se desenvuelve. Toda esta información adquiere relevancia para hacer lectura de la situación y poder arribar al diagnóstico.

Debemos recordar conceptos claves, como el de falsos positivos y negativos. Los instrumentos diagnósticos tienen un margen de error esperable (error interno) que aumenta la posibilidad de que el mismo pueda detectar o no la presencia de alteraciones que la prueba pretende medir. También existen errores externos (por parte del evaluador) que es necesario considerar. Este margen de error aumenta la posibilidad de que la misma arroje falsos positivos o falsos negativos, como lo hemos expresado en otro artículo.

¿Se debe dejar de usar ADOS-2?

De acuerdo a lo que hemos expresado el ADOS-2 es una herramienta significativa para el diagnóstico y seguimiento de personas con TEA. El mismo debe emplearse con el fin que fue creado: ser de apoyo al proceso diagnóstico, como así también permitir reevaluación de los planes de tratamiento. La correcta exposición de resultados de esta prueba permite ser de insumo para los planes de tratamiento de las personas con TEA.

Estamos en un momento de una creciente demanda de administración de estas pruebas, y aquí es donde adquiere significancia el rol del profesional donde la ética debe primar y cumplir con todos los pasos necesarios para poder arribar al diagnóstico que siempre debe ser interdisciplinario. Es necesario recordar el peso ético y responsabilidad que adquiere la administración de estas pruebas como la correcta interpretación y presentación de los resultados obtenidos. Eso significa que no es suficiente que se informe los puntajes obtenidos, sino que debe estar presente su interpretación y sugerencias para insertarse en los planes de tratamiento y otros donde el individuo esté inserto.

Referencias bibliográficas:

Fejerman, N. y Grañana, N. (2017). Introducción a la Neuropsicología Infantil. Buenos Aires: Paidós

Gonzalez, D. H. (2019) ¿TEA, autismo, TGD, Asperger? Actualizando la comprensión del diagnóstico. Recuperado de https://www.psyciencia.com//tea-autismo-tgd-asperger-diagnostico/

Leibovich, N. y Schmidt, V. (2008). Reflexiones acerca de la Evaluación Psicológica y Neuropsicológica. Revista Argentina de Neuropsicología. 12. 21-28

Lord et. al. (2015) Escala de Observación de Conductas Autistas 2da edición. Madrid: TEA Ediciones

Rutter, M., LeuCouteur, A. y Lord, C. (2006) Entrevista para el diagnóstico de autismo – Revisada. Madrid: TEA ediciones

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