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Publicaciones por mes

agosto 2021

53 Publicaciones
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cómo funcionan las vacunas contra el COVID-19 y cómo fueron creadas en tan corto tiempo

  • 31/08/2021
  • David Aparicio

El desconocimiento sobre el funcionamiento de las vacunas contra el COVID-19 ha alimentado miles de publicaciones tendenciosas que incitan a las personas para que rechacen su aplicación. Así que quiero compartir este video de 5 minutos que explica de una forma muy fácil cómo se generaron las nuevas vacunas, cómo funcionan y en qué se diferencian de las vacunas anteriores. Por favor toma estos minutos para verlo y entender porqué es necesaria su aplicación.

Puedes activar los subtítulos en español.

Fuente: TED



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  • Recursos para Profesionales de la Psicología

El novio de mi hija la maltrata ¿qué podemos hacer?

  • 31/08/2021
  • Equipo de Redacción

Guía para madres y padres con hijas adolescentes que sufren violencia de género

La violencia de género es un instrumento de control, dominio y sometimiento que tiene como objetivo imponer las pautas de comportamiento que el hombre (desde un sistema de creencias sexista) considera que debe tener la mujer con la que mantiene una relación, para seguir manteniendo el status de poder que en base a la cultura patriarcal considera “naturales”.

Así pues, el origen de la violencia no lo encontramos en razones como que la pareja de vuestra hija sea más o menos agresivo, que pierda el control, que provenga de una familia “difícil”, etc. La violencia que ejerce no tiene como fin hacer daño por hacerlo sino ejercer su dominio para mantener el poder sobre su pareja, imponiendo un modelo de relación de pareja desigual, que le da poder y privilegios y que está en consonancia con lo que ha aprendido (que ha asumido y que pretende llevar a la práctica) sobre cómo debe ser una pareja.



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La violencia de género empieza a aparecer desde que se establecen las primeras relaciones de pareja (la mayoría de ellas en la adolescencia), no siempre como comportamientos agresivos (más evidentes y detectables) sino como comportamientos que favorecen la desigualdad, el dominio y el abuso. Cuando aparece la violencia en su faceta de agresión física la persona que la sufre ya está muy dañada en sus as- pectos emocionales, relacionales y psicológicos.

Las estrategias de coacción que se utilizan en la fase de noviazgo son, básicamente, las que se manifestarán posteriormente a lo largo de la relación, pero con formas y maneras de carácter más sutil, indirecto, encubierto y disfrazado o mezclado con muestras de afecto y sentimientos amorosos, lo cual confunde a vuestra hija.

Descarga la guía completa en formato PDF.

Guía desarrollada por el Instituto Andaluz de la Mujer.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Neurona: qué es y cuáles son sus partes

  • 31/08/2021
  • Laura Ruiz

El sistema nervioso central (SNC) es una de las divisiones del sistema nervioso, junto al sistema nervioso periférico. Está formado por el encéfalo (que se divide en: cerebro, cerebelo y tronco encefálico) y la médula espinal. 

Las células que forman parte de todas estas estructuras y que por lo tanto posibilitan sus procesos biológicos, químicos y eléctricos, son las neuronas. Encargadas de transmitir información eléctrica y química, son esenciales para que podamos caminar, pensar, interactuar, sentir, etc.

Pero, ¿qué más sabemos de las neuronas? ¿Qué las caracteriza y cuáles son sus funciones? ¿En qué partes se divide una neurona? ¡En Psyciencia resolvemos todas las dudas!



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¿Qué es una neurona?

La palabra “neurona” proviene del griego νεῦρον neûron, que significa ‘cuerda’, ‘nervio’. Las neuronas son células altamente especializadas, que controlan las funciones voluntarias e involuntarias del organismo. 

Se trata de un tipo de célula, y constituye el componente principal del sistema nervioso. Así, las neuronas son las células del sistema nervioso, aunque no son las únicas; también forman parte de este sistema las células gliales (astrocitos y células de Schwann).

Funciones de las neuronas

¿Cuál es su función? De forma genérica, podemos decir que las neuronas se encargan de recibir, procesar y transmitir información mediante dos tipos de señales: químicas y eléctricas (gracias a la excitabilidad eléctrica de su membrana plasmática). 

Esta excitabilidad eléctrica que caracteriza a las neuronas consiste en una capacidad para conducir impulsos nerviosos a lo largo de la red del sistema nervioso; les permite transmitir la información eléctrica a otras células.

Así, las neuronas son mensajeras y comunicadoras del organismo. Transmiten impulsos nerviosos a otras células del cuerpo (por ejemplo, las células musculares que nos permiten movernos). 

También perciben y comunican estímulos externos e internos, y son capaces de convertirlos en una respuesta organizada (por ejemplo, ante un peligro, el calor o el frío, etc.). Por otro lado, también permiten el almacenamiento de la información, es decir, permiten crear recuerdos y almacenarlos en la memoria.

¿Cómo se crean y dónde?

Las neuronas se crean a partir de células madres y progenitoras, concretamente en la zona subgranular (ZSG) del hipocampo y la zona subventricular (ZSV), a través de la neurogénesis (nacimiento de nuevas neuronas).

Las neuronas de los adultos no pueden reproducirse (aunque estudios recientes han podido comprobar cómo ciertos tipos de neuronas sí lo hacen). 

Partes de las neuronas

Las neuronas pueden dividirse en 9 partes diferentes, con características distintas y funciones específicas.

1 . Cuerpo neuronal o soma

El cuerpo de la neurona también se denomina soma. Es aquí donde suceden todos los procesos metabólicos de la neurona. Es la región más ancha, con una morfología ovalada, donde se localiza el núcleo de la neurona y el citoplasma.

Se encuentra también aquí todo el material genético de la neurona, y es donde se sintetizan las moléculas que permiten la supervivencia de la célula, y aquellas que garantizan que se transmitan las señales eléctricas.

2. Núcleo

El núcleo de la neurona es su parte más importante. Se localiza en el interior del soma y está delimitado con el resto del citoplasma. En su interior, a su vez, se encuentra el material genético de la neurona (ADN). 

El núcleo es muy importante porque controla la expresión del material genético y, además, es la base central de la neurona, donde se regulan todos los procesos.

3. Axón

El axón es un tubo que se origina en el soma de la neurona, en el extremo contrario a las dendritas (componente que conoceremos a continuación). 

Una vez las dendritas reciben los neurotransmisores y el cuerpo se ha activado a nivel eléctrico, el axón tiene la función de conducir la señal eléctrica hasta los botones sinápticos. En esos botones se liberarán los neurotransmisores para informar a la siguiente neurona. 

4. Dendritas

Hemos visto cómo el axón transmite la información, pero, ¿quién o qué la capta? Las dendritas. Estas son prolongaciones que surgen del soma y que configuran una especie de ramas, que cubren el centro neuronal. 

De esta forma, se encargan de captar los neurotransmisores producidos por la neurona más cercana, así como de enviar la información química al cuerpo de la neurona, que hace que este se active eléctricamente.

Así, las dendritas captan la información en forma de señales químicas (neurotransmisores), y activan al cuerpo de que la anterior neurona de la red está intentando enviar un impulso. Estos impulsos se envían o bien desde los órganos sensoriales al cerebro o al revés (del cerebro a los órganos).

5. Vaina de mielina

La vaina de mielina recubre o rodea el axón de la neurona. La mielina consiste en una sustancia compuesta por proteínas y grasas. Permite la transmisión de la señal eléctrica a lo largo de toda la neurona y que esta se propague a una velocidad adecuada (muy rápida). 

Existen enfermedades donde la mielina está afectada, como por ejemplo, en la esclerosis múltiple; en este caso, los impulsos eléctricos se vuelven cada vez más lentos, lo que afecta al movimiento o a las funciones sensoriales.

6. Nódulos de Ranvier

Las vainas de mielina están formados por unidades separadas entre ellas; cada una de estas separaciones son denominadas nódulos de Ranvier. Así, los impulsos eléctricos en realidad se transmiten a través de una señal “saltatoria” justamente en esos nódulos. 

Son regiones del axón que no están rodeadas de mielina, muy pequeñas (de menos de un micrómetro de longitud), y que exponen a la neurona al espacio extracelular. A través de estos nódulos entran electrolitos de sodio y potasio, lo que permite esta conductancia saltatoria; son imprescindibles para que la señal eléctrica viaje adecuadamente a través de la mielina.

7. Sustancia de Nissl

Otra de las partes de la neurona es la sustancia de Nissl; esta sustancia también recibe el nombre de cuerpos de Nissl. Se trata de un conjunto de gránulos en el citoplasma de la neurona (en el cuerpo y en las dendritas, pero no en el axón). Dicha sustancia se encarga de sintetizar proteínas para las neuronas.

8. Botones sinápticos

Se trata de ramificaciones localizadas en la parte terminal del axón. Son parecidos a las dendritas, pero su función es liberar al medio externo los neurotransmisores, una vez el impulso eléctrico se transmite por todo el axón. Estos neurotransmisores, si todo va bien, serán captados por las dendritas de la siguiente neurona del circuito o red neuronal.

9. Cono axónico

Finalmente, el cono axónico es la región del cuerpo de la neurona que se estrecha para originar el axón. Se trata de una zona muy enriquecida en canales y transportadores, que requieren energía en forma de ATP (un tipo de molécula).

Es por ello que se trata de una zona con una alta concentración de mitocondrias (orgánulos celulares, encargados de suministrar la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular).

Las neuronas son células indispensables para la vida ya que, junto con la intervención de un gran número de procesos implicados, nos permite: pensar, reflexionar, movernos, sentir, tomar decisiones y, en definitiva, vivir de forma consciente y “conectada” al entorno. 

Se estima que un cerebro humano tiene alrededor de 67-86 mil millones de neuronas. Sin embargo, a la hora de funcionar adecuadamente, no es tan importante el número de células que tengamos, sino más bien que la comunicación entre ellas sea efectiva; esta, a su vez, está determinada por la calidad de las sinapsis neuronales, procesos que posibilitan la conexión entre las neuronas. 

No olvidemos que nuestro cerebro se “conecta” gracias a las neuronas, o más bien, a la comunicación entre ellas.

Referencias:

  • Carlson, N.R. (2005). Fisiología de la conducta. Madrid: Pearson Educación.
  • Guyton, A.C. (1994). Anatomía y fisiología del sistema nervioso. Neurociencia básica. Madrid: Editorial Médica Panamericana.
  • Knott, G., Molnár, Z. (2001). Cells of the Nervous System. Encyclopedia of Life Sciences.
  • Ripoll, D. R. (2010). Fundamentos de psicobiología (Vol. 147). Editorial UOC.

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Ansiedad social: hojas de registro para consultantes

  • 30/08/2021
  • David Aparicio

El trastorno de ansiedad social, anteriormente conocido como fobia social, se caracteriza por una ansiedad abrumadora y una autoconciencia excesiva en situaciones sociales cotidianas. Las personas con trastorno de ansiedad social tienen un miedo persistente, intenso y crónico de ser observadas y juzgadas por otros y de sentirse avergonzadas o humilladas por sus propias acciones. Su miedo puede ser tan severo que interfiere con el trabajo, la escuela u otras actividades. Si bien muchas personas con trastorno de ansiedad social reconocen que su miedo a estar cerca de personas puede ser excesivo o irrazonable, no pueden superarlo. A menudo se preocupan durante días o semanas ante una situación temida. Además, a menudo experimentan baja autoestima y depresión. 

Para desarrollar un tratamiento exitoso y facilitar el trabajo de los psicoterapeutas hemos traducido y adaptado las hojas de trabajo para consultantes con ansiedad social desarrolladas por Debra A. Hope, Richard G. Heinberg y Cynthia L. Turk en el libro Managing Social Anxiety, Workbook: A Cognitive-Behavioral Therapy Approach (3 edn). Las hojas de trabajo están planeadas para que los consultantes diagnosticados con ansiedad social puedan poner en práctica los conceptos y principios aprendidos durante el proceso terapéutico. Por lo tanto, es importante que el terapeuta esté familiarizado con los principios de los tratamientos basados en evidencia para esta problemática y tenga una clara conceptualización del caso.

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Trastornos bipolares: curso online especializado desde la terapia cognitiva conductual

  • 30/08/2021
  • David Aparicio

Profundiza en la conceptualización, evaluación y tratamiento de los trastornos bipolares.

Los trastornos bipolares afectan a unas 45 millones de personas en todo el mundo. Por lo general, consta de episodios maníacos y depresivos separados por períodos de estado de ánimo normal. Los episodios maníacos implican un estado de ánimo elevado o irritable, hiperactividad, habla rápida, autoestima inflada y disminución de la necesidad de dormir. Las personas que tienen ataques maníacos pero que no experimentan episodios depresivos también se clasifican como personas con trastorno bipolar.

La terapia cognitiva conductual es uno de los tratamientos de primera eficaces para el tratamiento de la fase aguda y la prevención de recaídas. En este curso especializado de CETECIC podrás entrenarte como terapeuta TCC y aprenderás a cómo intervenir para ayudar a tus consultantes que sufren este complejo diagnóstico.



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En este curso online de los trastornos bipolares aprenderás:

  • Las bases teóricas, empíricas y los aspectos técnicos del modelo cognitivo conductual aplicado a los trastornos bipolares.
  • Herramientas concretas y efectivas para el manejo y la prevención de la conducta suicida.
  • Presentación de las bases científicas del tratamiento cognitivo conductual para los trastornos bipolares, con las investigaciones que brindan la mayor fortaleza de este enfoque psicoterapéutico.
  • Clases teórico-prácticas, acompañadas de filmaciones que muestran la correcta aplicación de cada técnica.
  • Entrenamiento profesional con herramientas concretas de aplicación para su práctica clínica.

Accede al programa analítico del curso.

Modalidad

La modalidad de este curso es totalmente a distancia, por lo que no tiene horarios de cursada obligatorios. Todos los contenidos estarán disponibles vía web, los alumnos podrán acceder a un aula virtual donde de manera semanal se habilitarán clases audiovisuales, incluyendo presentaciones teóricas y prácticas con filmaciones de cada técnica abordada. También contarán con foros de consulta que permitirán un intercambio con los docentes.

Docentes

  • Lic. Carmela Rivadeneira: Psicóloga clínico especialista terapia cognitivo conductual; Ex-docente de “Análisis y Modificación de la Conducta” Universidad de Buenos Aires
  • Lic. José Dahab: Psicólogo clínico especialista terapia cognitivo conductual; Docente titular de “Análisis y Modificación de la Conducta” Universidad de Buenos Aires
  • Lic. Ariel Minici: Psicólogo clínico especialista terapia cognitivo conductual

Inscríbete hoy con el 50% de descuento y con opción para pagarlo en cuotas. Visita la página oficial de CETECIC para más información e inscripción en el curso online de Terapia cognitivo conductual para trastornos bipolares.

Agradecemos a CETECIC, nuestro sponsor exclusivo de la semana.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Recurrir a la religión tuvo un efecto protector de la salud mental pero menoscabó los esfuerzos para frenar la propagación de la COVID-19

  • 30/08/2021
  • Maria Fernanda Alonso

Aferrarse a la religión desde el inicio de la pandemia parece haber tenido un efecto protector frente a la angustia que causa esta crisis de salud mundial, pero también podría ser una de las causas de debilitamiento de las medidas adoptadas para evitar la propagación del virus y, en última instancia, procurar salvar vidas. Según una investigación reciente, muchas personas que recurrieron a la religión podrían no haber tomado en serio los alcances y consecuencias de la pandemia (Schnabel & Schieman, 2021).

Qué metodología usaron

Para esta investigación se analizaron datos de 11537 personas que participaron en el Panel de Tendencias Estadounidenses del Pew Research Center. La encuesta se realizó del 19 al 24 de marzo de 2020, poco después de que la Organización Mundial de la Salud declarara a la enfermedad COVID-19 como una pandemia de salud mundial.



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Qué encontraron

Los resultados de las encuestas arrojaron los siguientes datos:

  • Las personas que asistían a los servicios religiosos con más frecuencia informaron sentirse sustancialmente menos ansiosas, deprimidas y solas, y tenían menos problemas para dormir en medio de la pandemia. 
  • El 57% de los encuestados indicó que había orado por el fin del coronavirus, y los que lo hicieron informaron significativamente menos angustia mental.
  • Por otra parte, las personas que asistían a los servicios religiosos con más frecuencia también tenían menos probabilidades de ver la pandemia como una amenaza para ellos mismos y para la nación (EE.UU.), y se sentían más cómodas rompiendo los protocolos de distanciamiento social. Los evangélicos en particular tenían menos probabilidades de apoyar las restricciones de salud pública para frenar la propagación del COVID-19.

Estos hallazgos parecían explicarse por completo por la superposición entre religiosidad e ideología política: las personas más religiosas, especialmente los evangélicos, tendían a ser republicanos y conservadores, y los republicanos y conservadores eran menos propensos a ver a la COVID-19 como una amenaza independientemente de su religión. En consonancia, un estudio anterior encontró que las órdenes de quedarse en casa eran menos respetadas en los estados más religiosos de EE.UU. (Hill et al., 2020).

Finalmente cabe resaltar que los participantes fueron encuestados a principios de la pandemia, y es probable que a medida que la amenaza avanzaba, las personas hayan adoptado posturas diferentes respecto de las medidas para impedir la propagación del virus. Lo que algunas personas ignoraron al principio probablemente se convirtió en un factor estresante inevitable a medida que pasaba el tiempo. Si es así, la salud mental de las personas altamente religiosas y los evangélicos que no la vieron como una amenaza desde el principio podría haberse visto más afectada con el tiempo, concluyen los autores.

Referencias:

  • Hill, T. D., Gonzalez, K., & Burdette, A. M. (2020). The Blood of Christ Compels Them: State Religiosity and State Population Mobility During the Coronavirus (COVID-19) Pandemic. Journal of Religion and Health, 59(5), 2229-2242. https://doi.org/10.1007/s10943-020-01058-9
  • Schnabel, L., & Schieman, S. (2021). Religion Protected Mental Health but Constrained Crisis Response During Crucial Early Days of the COVID-19 Pandemic. Journal for the Scientific Study of Religion. https://doi.org/10.1111/jssr.12720

Fuente: Psypost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Aprende a gestionar el tiempo, es una de las habilidades que más repercutirá en tu bienestar

  • 24/08/2021
  • Maria Fernanda Alonso

Una de las estrategias usadas para incrementar la productividad es la gestión de tiempo, que proporciona un marco para la toma de decisiones y da una estructura para proteger y adaptar el tiempo en circunstancias cambiantes. Sin embargo, un metaanálisis reciente encontró que el mayor impacto de las habilidades de gestión de tiempo se encuentra en el bienestar personal (Aeon et al., 2021).

Qué metodología usaron

Los investigadores recopilaron 158 artículos desde mediados de la década de 1980 hasta 2019 en revistas de negocios, informática, estudios de género, psicología, sociología y educación. Su objetivo fue analizar la eficacia de la gestión del tiempo. También incluyeron artículos que contenían escalas o cuestionarios sobre gestión del tiempo. (Curiosamente, los estudios de gestión del tiempo se hicieron más populares entre 2000 y 2010, lo que sugiere una tendencia e interés crecientes en el tema).



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Las investigaciones estudiaban la gestión del tiempo en el ámbito académico como en el laboral, las diferencias individuales en la gestión del tiempo y su impacto en factores de bienestar como la satisfacción con la vida, la ansiedad, la depresión y el afecto positivo y negativo.

Qué encontraron

Al observar los efectos en todos estos estudios, el equipo descubrió que la administración del tiempo tiene un impacto positivo moderado en el desempeño laboral, tanto en términos de evaluación del desempeño por parte de los gerentes como en factores como la motivación y la participación en el trabajo. La relación entre la gestión del tiempo y el desempeño laboral se fortaleció a lo largo de los años en que se publicaron los estudios, otra sugerencia de que la gestión del tiempo se ha convertido en un factor más importante en la vida de las personas. Este vínculo no era tan fuerte en entornos académicos: la gestión del tiempo parecía ser menos relevante para calificaciones de las evaluaciones que para las revisiones de desempeño en el trabajo.

La mayoría de las diferencias individuales solo se asociaron débilmente con las habilidades de administración del tiempo: las mujeres presentaron habilidades de administración del tiempo más fuertes que los hombres, por ejemplo, pero esta correlación fue débil. Las habilidades de gestión del tiempo de las mujeres crecieron a lo largo de la línea de tiempo del metanálisis, sin embargo, tal vez esta sea una señal de horarios más ocupados y un mayor malabarismo de tareas.

Relación entre la gestión del tiempo y el bienestar personal

A pesar de las narrativas que sugieren que la administración del tiempo es principalmente una habilidad basada en el trabajo o la carrera, el vínculo más fuerte fue entre una buena administración del tiempo y el bienestar: el efecto de la gestión del tiempo en la satisfacción con la vida fue un 72% más fuerte que en la satisfacción con el trabajo. La gestión del tiempo también redujo los sentimientos de angustia.

En general, los hallazgos sugieren que la administración del tiempo funciona, aunque contrariamente a la creencia popular, el bienestar es el factor más favorecido, no el trabajo. Estos hallazgos podrían significar que el bienestar no es simplemente un subproducto de una vida laboral gestionada con éxito, sino que puede ser el resultado directo de una buena gestión del tiempo.

Sin embargo, la administración del tiempo puede ser una función de privilegio ya que los ingresos, la clase y la educación influyen directamente en la posibilidad de gestionar el propio tiempo. Es poco probable que quienes carecen de recursos logren tanto como alguien que los tiene, y avergonzarlos por la falta de logros no ayuda. 

Referencia: Aeon, B., Faber, A., & Panaccio, A. (2021). Does time management work? A meta-analysis. PloS One, 16(1), e0245066. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0245066

Fuente: Research Digest

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Creer en la maldad pura puede cegar el pensamiento

  • 23/08/2021
  • Maria Fernanda Alonso

Ante la existencia de un hecho con apariencia delictiva, el Estado (que suele tener el monopolio del “uso legítimo de la violencia”) elige un sistema penal que tendrá como resultado final un “castigo justo”, una retribución para la persona culpable y punible. Una de las garantías que tiene esta persona es la de ser juzgada por un jurado, tribunal o juez imparcial, impartial e independiente. De hecho, para resguardar la imparcialidad de los jurados, las legislaciones suelen disponer medidas de “aislamiento” de aquellos que están cumpliendo con ese deber, con el fin de que su juicio no se vea influenciado por lo que puedan leer, oir o ver fuera de la sala de audiencias, fuera de los relatos y elementos probatorios que presenten la acusación y la defensa.

Y si bien ese es un objetivo muy noble que idealmente puede ofrecer una protección ante los prejuicios que cualquier persona puede desarrollar (aún sin darse cuenta de que está prejuzgando), quienes juzgan pueden ser víctimas de sus propias creencias y preconcepciones respecto de “alguien que comete determinada acción”. Aún más: una investigación reciente encontró que creer en la “maldad pura” puede cegar el pensamiento, y por tanto tender a deshumanizar con mayor fuerza a los perpetradores, verlos como más responsables de sus acciones y apoyar la aplicación de un castigo más severo, incluso cuando se les presenta una posible explicación del comportamiento (por ejemplo, un tumor cerebral que puede causar agresión) (Webster et al., 2021).

El investigador Russell J. Webster y sus colegas diseñaron una escala para medir específicamente hasta qué punto una persona cree que quienes dañan a otros de manera intencional son, simplemente, “pura maldad». El instrumento se llama Escala de Creencia en la Maldad Pura (CMP).



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Qué metodología usaron

El equipo pidió a 302 participantes estadounidenses que leyeran uno de cuatro artículos con noticias ficticias que describían un tiroteo en un centro comercial. 

Los artículos diferían en dos formas clave: 

  • En primer lugar, se describió que el perpetrador tenía un resultado de exploración cerebral saludable o una lesión cerebral que podía estar asociada con un comportamiento agresivo. 
  • En segundo lugar, el perpetrador fue retratado como estereotípicamente malvado («sonreía como engreído, como si se emocionara un poco al hacerlo») o como no estereotípicamente malvado (“no estaba sonriendo, parecía angustiado por lo que acaba de hacer”).

Después de leer el artículo, cada participante respondió varios elementos que abordaban las atribuciones del comportamiento del tirador, sus percepciones sobre el carácter del tirador y sus recomendaciones sobre el castigo. También completaron la escala de creencia en la maldad pura.

Qué encontraron

Tras analizar las respuestas, el equipo encontró que los participantes que leyeron el artículo que describía al tirador como estereotípicamente malvado sintieron que esta persona era más responsable de sus acciones y lo demonizaron y castigaron con mayor dureza. 

Por su parte, los que leyeron que el tirador tenía un tumor cerebral lo vieron como menos responsable de sus acciones y lo demonizaron menos. Estos hallazgos coincidieron con los de investigaciones anteriores.

Los participantes con puntuaciones más altas en la escala de CMP consideraron que el tirador era más responsable de sus acciones. También lo demonizaron con más fuerza, lo deshumanizaron y respaldaron un castigo más severo por sus acciones. Además, el análisis de mediación encontró que las percepciones de mayor responsabilidad, deshumanización y retribución mediaron el vínculo entre puntuaciones más altas en la escala CMP y la aprobación del castigo.

Cuando se les presentaron artículos de opinión sobre la noticia, los participantes con una mayor creencia en la maldad pura mostraron una preferencia más fuerte por leer artículos que se correspondían con la noción de la maldad pura, lo que sugiere un sesgo de confirmación en el que estas personas favorecían la información que confirmaba su creencia en la maldad pura.

Cuando una persona hace algo realmente terrible, incluidos tiroteos masivos, aquellos que creen firmemente en la maldad pura (o después de retratar a alguien como malvado), no piensan tan profundamente en las causas del mal comportamiento, reflexionan los autores. Esa gente piensa: eEstos tipos malos son malvados, siempre lo serán. Nada puede cambiar eso. Enciérrenlos, tiren la llave, o incluso ejecútelos», dijo Webster.

Aún cuando hay una explicación biológica fuera del control del perpetrador (como un tumor cerebral), las personas que creen firmemente en la maldad pura les deshumanizan y castigan con más dureza. Esta creencia parece cegar el pensamiento de la gente, señalan los autores. No es que alguien se despierte y, de repente, dispara en un lugar de trabajo o un centro comercial; hubo una serie de hechos que culminaron en esa terrible acción. Una ‘buena’ persona, dada una serie de eventos desafortunados, puede hacer cosas terribles,” remarcaron.

Los hallazgos de esta investigación nos hacen reflexionar sobre la manera en que respondemos ante eventos tan terribles: cómo elegimos castigar o rehabilitar a los delincuentes, cómo legislamos y hacemos cambios en nuestros sistemas de justicia penal, e incluso cómo sanamos/perdonamos después de estos eventos.

Sería interesante explorar cómo reaccionan las personas con un puntaje de CMP más alto ante delitos más ambiguos, como los que pueden interpretarse como accidentales, señalan los autores que también reconocieron que su estudio no puede establecer una causalidad y que los estudios o experimentos longitudinales que manipulan la CMP serán los próximos pasos importantes.

Referencia: Webster, R. J., Vasturia, D., & Saucier, D. A. (2021). Demons with guns: How belief in pure evil relates to Attributional judgments for gun violence perpetrators. En Applied Cognitive Psychology (Vol. 35, Número 3, pp. 809-818). https://doi.org/10.1002/acp.3795

Fuente: Psypost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Adiós a la teoría polivagal

  • 23/08/2021
  • Equipo de Redacción

Por Shin Shin Tang, doctora en psicología y terapeuta en Oregon, Estados Unidos

¿Qué terapeuta no ama la teoría polivagal? Desde 2009, cuando el Dr. Stephen Porges compartió públicamente por primera vez su teoría de cómo el trauma afecta el sistema nervioso, ha sido ampliamente adoptada no solo por terapeutas de salud mental sino también por instructores de yoga, maestros de meditación y casi cualquier persona interesada en tratar el trauma. La teoría polivagal también ha sido alabada por gigantes en el campo del estrés traumático como Bessel Van Der Kolk, Pat Ogden y Peter Levine. Como psicóloga clínica, yo también creía que la teoría polivagal ofrecía implicaciones emocionantes para la curación a través del sistema nervioso.

¿Qué es la teoría polivagal?

La teoría polivagal se centra en el nervio vago, que se extiende desde el tronco del encéfalo hasta todos los órganos internos, incluidos el corazón, los pulmones y el estómago. El nervio vago tiene muchas funciones, una de las cuales es ser el conducto del sistema nervioso parasimpático, que es responsable de estimular las actividades de «descanso y digestión», como disminuir la respiración y la frecuencia cardíaca, y aumentar la digestión. El nervio vago es esencial para calmar el sistema nervioso, especialmente después de experimentar un factor estresante.



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Según Porges (1995), las tres premisas de la teoría polivagal son (como las parafraseo para mis compañeros no neurocientíficos):

  1. La arritmia sinusal respiratoria (RSA), o cambios en la frecuencia cardíaca que típicamente se sincronizan con la respiración, y la bradicardia neurogénica, una caída repentina y extrema de la frecuencia cardíaca, están mediadas por diferentes ramas del nervio vago. El RSA está regulado por la rama ventral y la bradicardia neurogénica por la rama dorsal. Estas sucursales pueden operar independientemente unas de otras.
  2. Existe una jerarquía filogenética de las dos ramas principales del vago, la dorsal y la ventral. El vago dorsal es una reliquia vestigial del cerebro reptil y es responsable de la bradicardia neurogénica.
  3. La rama vagal ventral es una adaptación única de los mamíferos que permite a los mamíferos detectar novedades, interactuar activamente con el medioambiente y comunicarse socialmente. Lo hace retirando el tono vagal, que tiene el efecto de aumentar la frecuencia cardíaca. Apodado por Porges el «vago inteligente», el vago ventral está ausente en otros vertebrados como peces, serpientes y pájaros.

En otras palabras, si el nervio vago fuera como el sistema de frenos de un automóvil, el vago ventral sería el pedal del freno, disminuyendo gradualmente la frecuencia cardíaca. Cuando una persona se encuentra con un factor estresante, la liberación del freno vago ventral permite un aumento de la frecuencia cardíaca y la posible activación de la respuesta de «lucha o huida» si es necesario.

Por otro lado, el vago dorsal sería el freno de emergencia y es el responsable de la “respuesta de congelación” que aparece como una caída repentina y extrema de la frecuencia cardíaca, disminución de la respiración e inmovilidad muscular.

Desmintiendo la teoría polivagal

Si bien la función general del nervio vago no está en disputa, un número creciente de científicos apunta a evidencia que refuta la teoría polivagal (para una discusión extensa, consulte la pregunta de Paul Grossman (2016) en ResearchGate). Según la investigación neurocientífica, es poco probable que alguna de las tres premisas sea cierta.

Con respecto a la premisa número 1, la investigación en neurociencia ha encontrado repetidamente que la rama dorsal del vago tiene poco efecto sobre la frecuencia cardíaca (Cheng et al., 2002; Cheng et al., 2004; Farmer et al., 2016; Geis & Wurster, 1980 ; Verberne, 2004). Grossman (2016) también ha argumentado que la evidencia que Porges ha presentado en apoyo de los efectos del vago dorsal en la bradicardia neurogénica es escasa y defectuosa.

Con respecto a las premisas número 2 y 3, muchos estudios han encontrado evidencia de que el vago ventral existe entre lagartijas y peces. Por lo tanto, no es una adaptación exclusivamente de mamíferos como afirma Porges (p. Ej., Barbas-Henry, 1984; Campbell et al., 2006; Grossman & Taylor, 2007; Monteiro et al., 2018; Taylor et al., 2010; Taylor et al., 2006; al., 2014).

Me siento un poco como el Grinch que se robó la navidad por decir esto, pero tenemos que dejar de enseñar la teoría polivagal a nuestros consultantes y estudiantes. A veces, una teoría no funciona a pesar de que suena genial; eso es ciencia.

¿Se puede salvar algo de la teoría polivagal?

Shin Shin Tang. Descripción de la imagen: Un dibujo en tinta negra de una lápida que dice “R.I.P. Teoría polivagal (1994-2021) con un corazón en la parte superior y algunas flores en la base.

A la luz de la evidencia, no lo creo. Sin embargo, hay muchos aspectos de la respuesta al trauma que aún son fenómenos reales, como la bradicardia neurogénica y la respuesta de congelación traumática. Simplemente no pueden ser explicados por la teoría polivagal. Es probable que también sea cierto que estamos preparados para la conexión, aunque de nuevo no de la forma que describe la teoría polivagal.

Finalmente, el nervio vago es asombroso por derecho propio; por ejemplo, el 80-90% de sus fibras nerviosas son aferentes, lo que significa que transportan información del cuerpo al cerebro y no al revés (Berthaud y Neuhuber, 2000). De esta manera, el vago juega un papel central en la transmisión de información a lo largo del eje intestino-cerebro (Breit et al., 2018; Enders, 2018).

Entiendo que la desacreditación de la teoría polivagal sea difícil de aceptar para los terapeutas nerds amantes de la neurociencia. Personalmente, lo encontré tan decepcionante que tuve que procesar mis emociones dibujando una lápida. Te animo a que profundices por ti mismo en las fuentes primarias que cito a continuación.

Referencias:

  • Berthoud, HR & Neuhuber, WL (December 2000). “Functional and chemical anatomy of the afferent vagal system”. Autonomic Neuroscience. 85 (1–3): 1–17. doi:10.1016/S1566–0702(00)00215–0. PMID 11189015. S2CID 30221339
  • Breit, S., Kupferberg, A., Rogler, G., & Hasler, G. (2018). Vagus nerve as modulator of the brain–gut axis in psychiatric and inflammatory disorders. Frontiers in psychiatry, 9, 44.
  • Cheng ZX, Guo SZ, Lipton AJ, and Gozal D. (2002). Domoic acid lesions in nucleus of the solitary tract: time-dependent recovery of hypoxic ventilatory response and peripheral afferent axonal plasticity. Journal of Neuroscience, 22: 3215–3226.
  • Cheng Z, Zhang H, Guo SZ, Wurster R, Gozal D. (2004). Differential control over postganglionic neurons in rat cardiac ganglia by NA and DmnX neurons: anatomical evidence. American Journal of Physiology-Regulatory, Integrative and Comparative Physiology, 286:R625–33
  • Enders, G. (2018). Gut: The Inside Story of Our Body’s Most Underrated Organ (Revised Edition). Greystone Books Ltd.
  • Farmer DG, Dutschmann M, Paton JF, Pickering AE, McAllen RM. (2016). Brainstem sources of cardiac vagal tone and respiratory sinus arrhythmia. J Physiology, 594(24):7249–7265. doi: 10.1113/JP273164.
  • Geis, G. S., & Wurster, R. D. (1980). Cardiac responses during stimulation of the dorsal motor nucleus and nucleus ambiguus in the cat. Circulation research, 46(5), 606–611.
  • Grossman, P., & Taylor, E. W. (2007). Toward understanding respiratory sinus arrhythmia: Relations to cardiac vagal tone, evolution and biobehavioral functions. Biological psychology, 74(2), 263–285.
  • Grossman, Paul. (2016). Re: After 20 years of “polyvagal” hypotheses, is there any direct evidence for the first 3 premises that form the foundation of the polyvagal conjectures?. Retrieved from: https://www.researchgate.net/post/After-20-years-of-polyvagal-hypotheses-is-there-any-direct-evidence-for-the-first-3-premises-that-form-the-foundation-of-the-polyvagal-conjectures
  • Monteiro, D. A., Taylor, E. W., Sartori, M. R., Cruz, A. L., Rantin, F. T., & Leite, C. (2018). Cardiorespiratory interactions previously identified as mammalian are present in the primitive lungfish. Science advances, 4(2), eaaq0800. https://doi.org/10.1126/sciadv.aaq0800
  • Porges, S. W. (1995). Orienting in a defensive world: Mammalian modifications of our evolutionary heritage. A polyvagal theory. Psychophysiology, 32(4), 301–318.
  • Verberne, A. J. (2004). Differential cardiac parasympathetic innervation — what is the functional significance? American Journal of Physiology-Regulatory, Integrative and Comparative Physiology, 287(2), R485-R486.

Artículo publicado en Medium y traducido y adaptado para su publicación en Psyciencia.

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  • 23/08/2021
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