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Publicaciones por autor

Maria Fernanda Alonso

909 Publicaciones
Soy miembro fundador y editora de contenido en Psyciencia.
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Mindfulness: impacto positivo en la salud mental de docentes durante el brote de COVID-19 en Italia

  • Maria Fernanda Alonso
  • 16/12/2020

Un virus potencialmente mortal se disemina a lo largo y ancho del planeta. Las autoridades se ven obligadas a disponer medidas estrictas de aislamiento y distanciamiento social, cierre de ciertos sectores de la economía y suspensión de las actividades académicas presenciales, para controlar la velocidad de propagación según las recomendaciones de asesores especializados en salud pública. Los niveles de estrés, angustia y ansiedad aumentan en la población mundial, de modo imprevisto.

En un contexto donde lo aconsejable es el distanciamiento, las comunicaciones a través de dispositivos toman mayor protagonismo; así también el desarrollo de tareas laborales que pueden adaptarse a la modalidad de teletrabajo.

Cuando el virus comenzaba a esparcirse por el mundo, un equipo de investigadores se encontraba explorando el potencial de la atención plena (mindfulness) para mejorar el bienestar de docentes italianas y reducir el agotamiento. La irrupción de la pandemia les brindó la oportunidad de investigar la efectividad de una intervención basada en mindfulness en un contexto específico de emergencia de salud pública (Matiz et al., 2020).

Metodología

La muestra se compuso con 58 docentes de Italia, con una edad media de 50 años que participaron en un programa de formación de meditación orientada a la atención plena (MOM), con una duración de 8 semanas. Este programa incluyó enseñanzas sobre meditación, discusiones en grupo y 30 minutos de práctica diaria de meditación en el hogar. Las dos primeras lecciones se llevaron a cabo entre grupos presenciales, pero las medidas de distanciamiento social hicieron que las seis reuniones restantes fueran reemplazadas por lecciones en video de 30 minutos a las que los maestros accedían desde casa.

Las participantes completaron diversas evaluaciones psicológicas antes de comenzar el entrenamiento en mindfulness y fueron reevaluados al final del programa con el objeto de capturar cualquier cambio.

Hallazgos

Los investigadores encontraron que, en general, las docentes mostraron mejoras en la ansiedad, depresión, bienestar psicológico (medido por la autonomía, el dominio del entorno y las relaciones positivas con los demás), la empatía afectiva, la evitación de daños y el agotamiento. Además, las evaluaciones que realizaron las participantes sobre el curso indicaron que la práctica de meditación les ayudó «mucho» durante el período de aislamiento, y no tener estas prácticas habría hecho que este período de tiempo fuera «un poco peor».

Los altos niveles de adherencia de las docentes pueden haber sido el fundamento de tales resultados, señalan los autores, ya que la investigación sugiere que la efectividad de los programas MOM está relacionada con la cantidad de meditación practicada, y las personas que participaron en el estudio completaron aproximadamente el 88% de las prácticas en el hogar. La intervención también pudo haber sido particularmente efectiva ya que fue en parte preventiva, dado que la intervención comenzó antes del brote de COVID-19.

Los investigadores señalan que su estudio ofrece evidencia de que las intervenciones basadas en la atención plena no solo pueden mitigar potencialmente las consecuencias de una crisis de salud pública, sino que pueden hacerlo incluso cuando se llevan a cabo de forma remota, ya que las 6 semanas finales del programa fueron conducidas a través de videos en línea.

Dado que no hubo un grupo de control, los autores no pueden confirmar que los cambios positivos observados se debieran al programa de mindfulness. A la luz de esto, los autores enfatizan lo notable de los hallazgos, diciendo que «no tenemos conocimiento de ningún estudio que informe un mejor bienestar psicológico al comparar a las personas durante el brote de Covid-19 con su condición anterior».

Referencia bibliográfica: Matiz, A., Fabbro, F., Paschetto, A., Cantone, D., Paolone, A. R., & Crescentini, C. (2020). Positive Impact of Mindfulness Meditation on Mental Health of Female Teachers during the COVID-19 Outbreak in Italy. International Journal of Environmental Research and Public Health, 17(18). https://doi.org/10.3390/ijerph17186450

Fuente: Psypost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El contexto socioeconómico y el sexo estarían asociados a la adicción a los smartphones

  • Maria Fernanda Alonso
  • 15/12/2020

Si un dispositivo se convierte en una herramienta versátil y cada vez más funcional para los usuarios, resulta sencillo comprender que su uso pueda llegar al grado de excesivo, quizás pueda generar dependencia y terminar desencadenando una adicción.

Actualmente se reconoce la adicción a internet como un problema social creciente con resultados adversos para la salud. Por otra parte, hay cada vez más evidencia señalando la problemática social del uso excesivo de los celulares en modos que interfieren con las vidas cotidianas y salud mental de las personas (Cheever et al., 2014; Clayton et al., 2015).

Con el objeto de estudiar los factores asociados a la adicción a los smartphones, investigadores realizaron un análisis comparativo entre una muestra de adolescentes de Japón y Tailandia, dos países heterogéneos tanto en su nivel de desarrollo económico como en su cultura (Tangmunkongvorakul et al., 2020).

Metodología

Para el estudio, el equipo de investigación recopiló datos de 7694 estudiantes de Japón y 1109 estudiantes de Tailandia, mediante encuestas poblacionales. Los participantes tenían entre 16 y 17 años de edad, y fueron seleccionados mediante muestreo por cuotas en Japón en el año 2014, y muestreo aleatorio en Tailandia en 2016.

La adicción a los smartphones fue medida con una versión modificada del Cuestionario para el diagnóstico joven de adicción a internet.

A partir de la información recolectada, los autores realizaron un análisis de regresión logística múltiple para determinar los factores asociados con la adicción a los teléfonos inteligentes (género, nacionalidad, conexión familiar y tiempo promedio que pasaban utilizando el smartphone por día).

Hallazgos

  • La adicción a los smartphones fue más frecuente entre los adolescentes tailandeses (35,9%) que entre los adolescentes japoneses (12%).
  • En ambas muestras, tal adicción fue más frecuente entre las mujeres que entre los hombres.
  • La conexión con los padres podría tener un efecto protector respecto de la adicción a los smartphones: las variables «mis padres notaron cuando yo no estaba feliz» y «mis padres notaron cuando hice algo bueno» se asociaron con menores probabilidades de adicción a los teléfonos inteligentes entre los estudiantes japoneses.

Investigaciones anteriores habían señalado el uso compulsivo de internet por parte de los adolescentes en otros lugares del mundo, destacando que las diferencias de género pueden incrementar la dependencia del celular y los juegos. Finalmente cabe recordar que también se halló que las personas adictas a internet generalmente padecen otros trastornos, como depresión y ansiedad. Todos estos resultados remarcan la necesidad de abordar la situación como una problemática social ampliamente extendida y que podrían verse exacerbada por los cambios generados en el contexto de la pandemia por COVID.

Referencia bibliográfica:

  • Cheever, N. A., Rosen, L. D., Mark Carrier, L., & Chavez, A. (2014). Out of sight is not out of mind: The impact of restricting wireless mobile device use on anxiety levels among low, moderate and high users. En Computers in Human Behavior (Vol. 37, pp. 290-297). https://doi.org/10.1016/j.chb.2014.05.002
  • Clayton, R. B., Leshner, G., & Almond, A. (2015). The Extended iSelf: The Impact of iPhone Separation on Cognition, Emotion, and Physiology. En Journal of Computer-Mediated Communication (Vol. 20, Número 2, pp. 119-135). https://doi.org/10.1111/jcc4.12109
  • Tangmunkongvorakul, A., Musumari, P. M., Tsubohara, Y., Ayood, P., Srithanaviboonchai, K., Techasrivichien, T., Suguimoto, S. P., Ono-Kihara, M., & Kihara, M. (2020). Factors associated with smartphone addiction: A comparative study between Japanese and Thai high school students. PloS One, 15(9), e0238459. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0238459

Fuente: Plos One

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Los rasgos de personalidad y el genotipo tendrían un papel fundamental en el mantenimiento de los síntomas TEPT entre niños sobrevivientes del terremoto de Wenchuan

  • Maria Fernanda Alonso
  • 11/12/2020

El 12 de mayo de 2008, un fuerte terremoto que midió 8,0 en la escala de Richter, tuvo lugar en el suroeste de China. Como consecuencia, los sobrevivientes presentaron trastornos psiquiátricos de forma generalizada. y provocó la aparición generalizada de trastornos psiquiátricos entre los supervivientes. Sus síntomas aparecieron semanas o meses después de los sucesos traumáticos, e incluso 3 años después, la prevalencia del trastorno por estrés postraumático (TEPT) se mantuvo en el 10,3% (Zhang et al., 2015). Debido a las débiles condiciones naturales y la falta de recursos médicos locales, fue difícil proporcionar un tratamiento eficaz a tiempo. Los niños se vieron afectados tanto física como psicológicamente. La falta de tratamiento permitió que los síntomas siguieran su curso natural, y el seguimiento de los niños sobrevivientes fue capaz de registrar completamente el impacto de varios factores en el mantenimiento del TEPT.

¿Por qué es importante?

La exposición a traumas fuera del ámbito de la vida diaria evoca miedo, impotencia y terror. El trastorno psiquiátrico por estrés postraumático se desarrolla después de que las personas sufren eventos traumáticos que amenazan la vida; y tiene grandes índices de prevalencia en niños después de un terremoto.

Numerosos estudios empíricos apoyan la eficacia de las intervenciones psicológicas centradas en el trauma y la farmacoterapia. En la práctica clínica, las personas sin un comportamiento de búsqueda de tratamiento (Gavrilovic et al., 2005) o sin suficiente atención médica (Morina et al., 2010) tienen una probabilidad limitada de recuperarse de los síntomas del TEPT. En un contexto donde los recursos para intervenciones podrían ser insuficientes, cobra mayor relevancia identificar a los factores de mantenimiento del TEPT para planificar una asignación racional de recursos médicos.

Las experiencias traumáticas, los rasgos de personalidad y el genotipo influyen en la aparición del TEPT (Chen et al., 2017; Hong & Efferth, 2016; Zhou et al., 2015). ¿Qué factores podrían reforzar su mantenimiento?

Recientemente, un equipo de investigadores estudió el papel de las experiencias traumáticas, los rasgos de personalidad y el genotipo en el mantenimiento de los síntomas del TEPT (Li et al., 2020).

Metodología

Para averiguarlo, los investigadores se valieron de una investigación epidemiológica anterior a gran escala. Un año después del terremoto de Wenchuan, se seleccionaron al azar 215 niños con síntomas de TEPT a quienes se les tomaron muestras de sangre. A todos se les realizó un seguimiento, y sus síntomas de TEPT fueron evaluados 3 años más tarde.

La versión para adolescentes del Índice de Reacción del TEPT de UCLA, la escala de exposición a terremotos y el Cuestionario de Personalidad de Junior Eysenck se utilizaron para determinar los síntomas del TEPT, las experiencias traumáticas y los rasgos de personalidad, respectivamente. Los investigadores secuenciaron los genes candidatos implicados en la regulación de la potenciación a largo plazo a través de receptores de tipo NMDA para identificar las variaciones de SNP relacionadas.

Los pacientes tienden a manifestar diferentes síntomas del trastorno incluso después de tener las mismas experiencias, lo que significa que los rasgos de personalidad juegan un papel esencial en el TEPT (Fauerbach et al., 2000; Gil, 2005). Vale la pena señalar que el genotipo es el mismo que los rasgos personales en el TEPT. En términos de mecanismos moleculares, la potenciación a largo plazo (LTP) depende de los receptores NMDA (NMDAR) en las sinapsis, y es el correlato celular fundamental del aprendizaje y la memoria (Baltaci et al., 2019). La plasticidad sináptica, a la que pertenece la LTP (Kruijssen & Wierenga, 2019), juega un papel vital en el desarrollo del cerebro y responde a una amplia gama de factores, como las experiencias de vida (Kolb et al., 2017; Kruijssen & Wierenga, 2019). Todos los hechos sugieren que la LTP es motivo de preocupación en la infancia. Además, el estrés puede afectar la LTP (Kehoe & Bronzino, 1999; Pereda-Pérez et al., 2013), y la disminución de la inducción de LTP en ratones resultó en recuerdos de miedo facilitados (Wei et al., 2020). Los resultados de los estudios sugieren que la LTP participa en la aparición y el mantenimiento del TEPT (He et al., 2018), y este proceso se ajusta mediante citocinas, como BDNF y TrkB (Baltaci et al., 2019; Black, 1999; Mu et al., 1999; Pláteník et al., 2000)

Hallazgos

Este estudio encontró que estar atrapado durante un largo período de tiempo, sentir que la propia vida o la de un miembro de la familia está en peligro, perder a un familiar o amigo cercano, la extraversión, el neuroticismo, TrkB, G72 y CNTF se asociaron con el mantenimiento de los síntomas del TEPT.

Las experiencias, los rasgos de personalidad y el genotipo influyeron en el mantenimiento del trastorno de estrés postraumático en los niños supervivientes a los que se les hizo un seguimiento sin medicamentos. Este resultado, dicen los investigadores, podría ayudar a identificar posibles objetivos de tratamiento y promover la asignación racional de recursos médicos en un contexto con recursos limitados.

Referencias bibliográficas:

  • Baltaci, S. B., Mogulkoc, R., & Baltaci, A. K. (2019). Molecular Mechanisms of Early and Late LTP. Neurochemical Research, 44(2), 281-296. https://doi.org/10.1007/s11064-018-2695-4
  • Black, I. B. (1999). Trophic regulation of synaptic plasticity. En Journal of Neurobiology (Vol. 41, Número 1, pp. 108-118). https://doi.org/3.0.co;2-u»>10.1002/(sici)1097-4695(199910)41:1<108::aid-neu14>3.0.co;2-u
  • Chen, X., Xu, J., Li, B., Li, N., Guo, W., Ran, M.-S., Zhang, J., Yang, Y., & Hu, J. (2017). The Role of Personality and Subjective Exposure Experiences in Posttraumatic Stress Disorder and Depression Symptoms among Children Following Wenchuan Earthquake. Scientific Reports, 7(1), 17223. https://doi.org/10.1038/s41598-017-17440-9
  • Fauerbach, J. A., Lawrence, J. W., Schmidt, C. W., Jr, Munster, A. M., & Costa, P. T., Jr. (2000). Personality predictors of injury-related posttraumatic stress disorder. The Journal of Nervous and Mental Disease, 188(8), 510-517. https://doi.org/10.1097/00005053-200008000-00006
  • Gavrilovic, J. J., Schützwohl, M., Fazel, M., & Priebe, S. (2005). Who seeks treatment after a traumatic event and who does not? A review of findings on mental health service utilization. En Journal of Traumatic Stress (Vol. 18, Número 6, pp. 595-605). https://doi.org/10.1002/jts.20068
  • Gil, S. (2005). Pre-traumatic personality as a predictor of post-traumatic stress disorder among undergraduate students exposed to a terrorist attack: A prospective study in Israel. En Personality and Individual Differences (Vol. 39, Número 4, pp. 819-827). https://doi.org/10.1016/j.paid.2005.03.007
  • He, M., Wei, J.-X., Mao, M., Zhao, G.-Y., Tang, J.-J., Feng, S., Lu, X.-M., & Wang, Y.-T. (2018). Synaptic Plasticity in PTSD and associated Comorbidities: The Function and Mechanism for Diagnostics and Therapy. Current Pharmaceutical Design, 24(34), 4051-4059. https://doi.org/10.2174/1381612824666181120094749
  • Hong, C., & Efferth, T. (2016). Systematic Review on Post-Traumatic Stress Disorder Among Survivors of the Wenchuan Earthquake. Trauma, Violence & Abuse, 17(5), 542-561. https://doi.org/10.1177/1524838015585313
  • Kehoe, P., & Bronzino, J. D. (1999). Neonatal stress alters LTP in freely moving male and female adult rats. Hippocampus, 9(6), 651-658. https://doi.org/3.0.CO;2-P»>10.1002/(SICI)1098-1063(1999)9:6<651::AID-HIPO6>3.0.CO;2-P
  • Kolb, B., Harker, A., & Gibb, R. (2017). Principles of plasticity in the developing brain. Developmental Medicine and Child Neurology, 59(12), 1218-1223. https://doi.org/10.1111/dmcn.13546
  • Kruijssen, D. L. H., & Wierenga, C. J. (2019). Single Synapse LTP: A Matter of Context? Frontiers in Cellular Neuroscience, 13, 496. https://doi.org/10.3389/fncel.2019.00496
  • Li, Y., Lv, Q., Li, B., Luo, D., Sun, X., & Xu, J. (2020). The role of trauma experiences, personality traits, and genotype in maintaining posttraumatic stress disorder symptoms among child survivors of the Wenchuan earthquake. BMC Psychiatry, 20(1), 439. https://doi.org/10.1186/s12888-020-02844-1
  • Morina, N., Rushiti, F., Salihu, M., & Ford, J. D. (2010). Psychopathology and well-being in civilian survivors of war seeking treatment: a follow-up study. Clinical Psychology & Psychotherapy, 17(2), 79-86. https://doi.org/10.1002/cpp.673
  • Mu, J. S., Li, W. P., Yao, Z. B., & Zhou, X. F. (1999). Deprivation of endogenous brain-derived neurotrophic factor results in impairment of spatial learning and memory in adult rats. Brain Research, 835(2), 259-265. https://doi.org/10.1016/s0006-8993(99)01592-9
  • Pereda-Pérez, I., Popović, N., Otalora, B. B., Popović, M., Madrid, J. A., Rol, M. A., & Venero, C. (2013). Long-term social isolation in the adulthood results in CA1 shrinkage and cognitive impairment. Neurobiology of Learning and Memory, 106, 31-39. https://doi.org/10.1016/j.nlm.2013.07.004
  • Pláteník, J., Kuramoto, N., & Yoneda, Y. (2000). Molecular mechanisms associated with long-term consolidation of the NMDA signals. Life Sciences, 67(4), 335-364. https://doi.org/10.1016/s0024-3205(00)00632-9
  • Wei, M.-D., Wang, Y.-H., Lu, K., Lv, B.-J., Wang, Y., & Chen, W.-Y. (2020). Ketamine reverses the impaired fear memory extinction and accompanied depressive-like behaviors in adolescent mice. Behavioural Brain Research, 379, 112342. https://doi.org/10.1016/j.bbr.2019.112342
  • Zhang, W., Duan, G., Xu, Q., Jia, Z., Bai, Z., Liu, W., Pan, X., & Tian, W. (2015). A Cross-sectional Study on Posttraumatic Stress Disorder and General Psychiatric Morbidity Among Adult Survivors 3 Years After the Wenchuan Earthquake, China. Asia-Pacific Journal of Public Health / Asia-Pacific Academic Consortium for Public Health, 27(8), 860-870. https://doi.org/10.1177/1010539515602089
  • Zhou, X., Song, H., Hu, M., Li, X., Cai, Y., Huang, G., Li, J., Kang, L., & Li, J. (2015). Risk factors of severity of post-traumatic stress disorder among survivors with physical disabilities one year after the Wenchuan earthquake. Psychiatry Research, 228(3), 468-474. https://doi.org/10.1016/j.psychres.2015.05.062

Fuente: BMC Psychiatry

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Qué soñamos durante la pandemia?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 10/12/2020

Una amenaza global de contagio potencialmente mortal puede generar miedo en cualquier persona. Las medidas de aislamiento y cuarentena durante este último año afectan las vidas de las personas en muchos aspectos, desde la reevaluación de su situación económica hasta el esfuerzo necesario para mantener o establecer relaciones seguras y significativas. ¿Puede la crisis planetaria verse reflejada en nuestros sueños, junto con nuestra necesidad urgente de adaptarnos?

Las neurociencias sostienen que cuando dormimos se activa un mecanismo de memoria que metaboliza las emociones negativas (Nielsen, T., et al., 2007); también simula amenazas con el fin de prepararnos para los desafíos futuros (Revonsuo, 2000), y nos permite aprender de la experiencia (Revonsuo et al., 2015).

Un estudio reciente encontró que la ira y la tristeza se han vuelto más comunes en los sueños a medida que avanza la pandemia (Mota et al., 2020), a la vez que en ellos hay vínculos más fuertes con temas como la contaminación y la limpieza mientras que lidiamos con la propagación del virus.

Metodología

El equipo de investigadores examinó un total de 239 informes de sueños presentados por 67 personas diferentes en Brasil, tanto antes como después de que se impusieran las medidas de confinamiento y aislamiento en marzo y abril, cuando la pandemia comenzaba a afianzarse.

Hallazgos

Luego del análisis de los informes, los autores lograron descubrir un aumento estadísticamente significativo en el número de palabras relacionadas con la ira y la tristeza en el relato de los sueños pandémicos, y un aumento en las palabras relacionadas con la contaminación y la limpieza (la palabra «baño» calificaría, por ejemplo).

Los sueños durante la pandemia también presentaron más palabras en general, aunque no hubo diferencia sustancial en el número de palabras relacionadas con enfermedad, salud, muerte o vida. El número de palabras relacionadas con las emociones positivas y negativas también se mantuvo prácticamente igual.

También hallaron que los sueños se enfocaban más en los cambios de hábitos diarios en torno al aislamiento, que en la enfermedad o la muerte. Explican los autores que esto puede deberse a que los informes de sueños se recopilaron al principio de la primera ola de la pandemia, y solo un participante en el estudio informó haber sido diagnosticado con COVID-19.

Llama la atención que durante la pandemia también aumentó la cantidad de personas que tienen sueños vívidos, algo que los expertos dicen que podría ser causado por horarios de sueño interrumpidos, o simplemente por tener mucho más que procesar y con que lidiar al final de cada día.

Tras la comparación de informes de sueños, se ve reflejada una “experiencia traumática colectiva, como suele ser el caso durante plagas, guerras y desastres naturales», señalan los autores. Y agregan que estos resultados son consistentes con la hipótesis de que los sueños durante el período de confinamiento reflejan los desafíos de vigilia presentados por la pandemia de COVID-19.

Concluyen que los hallazgos del estudio corroboran la hipótesis de que los sueños durante la pandemia reflejan sufrimiento y mental, miedo al contagio y cambios importantes en los hábitos diarios, cuestiones que impactan directamente en la socialización.

Referencias bibliográficas:

  • Mota, N. B., Weissheimer, J., Ribeiro, M., de Paiva, M., Avilla-Souza, J., Simabucuru, G., Chaves, M. F., Cecchi, L., Cirne, J., Cecchi, G., Rodrigues, C., Copelli, M., & Ribeiro, S. (2020). Dreaming during the Covid-19 pandemic: Computational assessment of dream reports reveals mental suffering related to fear of contagion. PloS One, 15(11), e0242903. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0242903
  • Nielsen, T., & Lara-Carrasco, J. (2007). Nightmares, dreaming, and emotion regulation: A review. In D. Barrett & P. McNamara (Eds.), Praeger perspectives. The new science of dreaming: Vol. 2. Content, recall, and personality correlates (p. 253–284). Praeger Publishers/Greenwood Publishing Group.
  • Revonsuo, A. (2000). The reinterpretation of dreams: an evolutionary hypothesis of the function of dreaming. The Behavioral and Brain Sciences, 23(6), 877-901; discussion 904-1121. https://doi.org/10.1017/s0140525x00004015
  • Revonsuo A, Tuominen J, Valli K. Dreaming as a Simulation of Social Reality. Open MIND. 2015;32: 1–28.

Fuente: Science Alert

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El tipo de servicio brindado en unidades de salud mental es un factor que influye en la duración de la internaciones

  • Maria Fernanda Alonso
  • 08/12/2020

El tiempo de duración puede ser un aspecto determinante en cuanto a la efectividad de un tratamiento o una medida. En cuanto a las internaciones en establecimientos de salud mental, una estadía prolongada podría no ser la mejor alternativa de tratamiento, es por eso que distintos planes de salud recomiendan extender tales hospitalizaciones por plazos máximos cercanos a los 30 días.

¿Qué factores determinan la duración de una internación en unidades de salud mental? Las investigaciones han centrado su atención, principalmente en factores del paciente, demográficos y de diagnóstico, pero no explican de modo suficiente las variaciones en la duración de la estadía. Por eso, un equipo de investigación evaluó si, y cómo, el tipo de servicio prestado influye en la duración de la internación de forma conjunta con los factores del paciente (Crossley & Sweeney, s. f.)

Metodología

Los autores llevaron adelante un estudio de cohorte de casos retrospectivo en un gran centro de salud mental del NHS dentro de la ciudad para todas las admisiones en un período de 1 mes. Los datos se obtuvieron de las notas electrónicas de 105 pacientes. Se realizaron análisis descriptivos univariados y bivariados de los datos, con análisis de regresión múltiple realizados con datos estadísticamente significativos.

Resultados

  • La admisión por periodos cortos redujo significativamente la duración de la estancia.
  • Los pacientes en régimen ambulatorio o en coordinación de atención, admitidos a través de la evaluación de la Ley de Salud Mental y los detenidos formalmente tuvieron una estadía más prolongada.
  • Las admisiones fuera del área, la atención de un consultor suplente, el cambio de médico responsable y las transferencias de sala, llevaron a estadías más prolongada.
  • Los factores que indican una enfermedad más grave, como un mayor nivel de observación y polifarmacia, así como el diagnóstico de psicosis o trastorno bipolar, se asociaron con una mayor duración de la internación.
  • Las altas que requerían derivación a alojamiento o rehabilitación llevaron a estadías más prolongadas.
  • Los factores más significativos que influyeron en la duración de la estadía fueron niveles de observación más altos, diagnóstico de enfermedad psicótica o bipolar y alta para rehabilitación.

El modelo final, teniendo en cuenta todos estos factores, pudo dar cuenta del 59,6% de la variabilidad en la duración de la internación.

Concluyen los autores que su estudio respalda la literatura existente que muestra que los factores del paciente influyen en la duración de la hospitalización, y también demuestra que los factores de nivel de servicio tienen un impacto significativo en la duración de la estadía. Estos datos se pueden utilizar para informar estudios adicionales que pueden ayudar a la prestación de servicios comunitarios y para futuras hospitalizaciones.

Referencia bibliográfica: Crossley, N. E., & Sweeney, B. (s. f.). Patient and Service-Level Factors Affecting Length of Inpatient Stay in an Acute Mental Health Service: A Retrospective Case Cohort Study. https://doi.org/10.21203/rs.3.rs-40278/v1

Fuente: BMC Psychiatry

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

COVID-19: efectos en la salud mental de médicas y enfermeros del área de neurología

  • Maria Fernanda Alonso
  • 03/12/2020

Algunos estudios han informado de que varios virus respiratorios, como el SARS-CoV, tienen la capacidad de propagarse desde el sistema respiratorio al sistema nervioso central (SNC), provocando encefalitis y otras enfermedades neurológicas (Desforges et al., 2019). Otras manifestaciones neurológicas del COVID-19 incluyen dolor de cabeza, mialgia, náuseas, mareos, deterioro del gusto y olfato, deterioro de la vista y neuralgia. Si un paciente con COVID-19 visita un departamento de neurología con síntomas neurológicos como el síntoma inicial sin fiebre ni molestias respiratorias, podría estar infradiagnosticado y convertirse en el principal transmisor de infecciones. Los trabajadores médicos podrían infectarse a través del contacto con esos pacientes. Además, la escasez de suministros médicos y la falta de capacitación para atender a los pacientes con COVID-19 contribuye al alto riesgo de infección entre los trabajadores de la salud neurológica. A diferencia de los trabajadores médicos que luchan en la primera línea, es menos probable que los médicos y enfermeras de los departamentos de neurología reciban capacitación, incluidas las pruebas de diagnóstico para COVID-19, las respuestas a las enfermedades infecciosas y la colocación y eliminación adecuadas del equipo de protección personal (Jin et al., 2020).

Con este panorama, un equipo de investigadores tuvo el objetivo de identificar la prevalencia y los factores que influyen en la ansiedad y la depresión en los trabajadores de la salud neurológica en la provincia de Hunan, China, durante la etapa inicial del brote de la pandemia por coronavirus (Ning et al., 2020).

Metodología

Con ese fin, realizaron un estudio transversal online entre médicas, médicos, enfermeros y enfermeras neurológicos a principios de febrero de 2020 en la provincia de Hunan. Los síntomas de ansiedad y depresión fueron evaluados mediante la versión china de la Escala de ansiedad de autoevaluación (EAA) (definida como una puntuación total ≥ 50) y la Escala de depresión de autoevaluación (EDA) (definida como una puntuación total ≥ 53). Se compararon las prevalencias de ansiedad y depresión probables entre diferentes grupos y se utilizó un análisis de regresión logística multivariante para comprender los factores independientes que influyen en la ansiedad y la depresión.

Hallazgos

  • La prevalencia de probable ansiedad y depresión en enfermeras del área de neurología (20,3 y 30,2%, respectivamente) fue superior a la de los médicos (12,6 y 20,2%, respectivamente).
  • Las trabajadoras sanitarias (18,4%) tenían una mayor proporción de ansiedad que los hombres (10,8%).
  • La ansiedad y la depresión probables fueron más prevalentes entre las enfermeras, los trabajadores más jóvenes (≤ 40 años) y el personal médico con títulos junior.
  • El análisis de regresión logística mostró que la escasez de equipo de protección se asoció de forma independiente con la ansiedad probable (OR = 1.980, IC del 95%: 1.241-3.160, P = 0,004), mientras que la edad temprana fue un factor de riesgo para la depresión probable (OR = 2.293, 95% % IC: 1.137–4.623, P = 0,020) entre los trabajadores de la salud de la especialidad.

En cuanto a las limitaciones del estudio, hay que señalar que todos los participantes eran de la provincia de Hunan, cercana a la provincia de Hubei, lo que limita la generalización de los hallazgos a otros estudios. Además, los síntomas de ansiedad y depresión fueron medidos con los dos instrumentos nombrados, no hubo un diagnóstico clínico y no se midieron síntomas psiquiátricos graves, como ideación suicida o experiencia psicótica.

El estudio fue transversal y, por lo tanto, no se puede establecer una relación causa-efecto entre la actitud hacia el COVID-19 y los trastornos de salud mental. Debido al tiempo limitado para el diseño del cuestionario, la actitud hacia COVID-19 solo incluyó tres preguntas simples, sin medidas multidimensionales. Además, la estrategia de muestreo en “bola de nieve” no fue ideal para estimar la prevalencia debido al sesgo de selección, y el pequeño tamaño de la muestra. Además, el cuestionario electrónico fue tomado y bien aceptado principalmente por jóvenes, que representaron la mayoría de los trabajadores de la salud en este estudio, lo que puede ser diferente de la población objetivo (todos los médicos neurológicos de la región) y podría causar un sesgo de muestreo en cierta medida. Además, en este estudio no se incluyeron factores que influyen, como antecedentes de problemas de salud mental o tener personas de alto riesgo en el hogar.

Concluye los autores que aquellas trabajadoras y trabajadores de la salud que no se encuentran en la primera línea de trabajo frente al coronavirus, necesitan mucha más atención de la que están recibiendo, lo cual incluye la provisión de elementos de protección y asistencia psicológica.

Referencias bibliográficas:

  • Desforges, M., Le Coupanec, A., Dubeau, P., Bourgouin, A., Lajoie, L., Dubé, M., & Talbot, P. J. (2019). Human Coronaviruses and Other Respiratory Viruses: Underestimated Opportunistic Pathogens of the Central Nervous System? Viruses, 12(1). https://doi.org/10.3390/v12010014
  • Jin, H., Hong, C., Chen, S., Zhou, Y., Wang, Y., Mao, L., Li, Y., He, Q., Li, M., Su, Y., Wang, D., Wang, L., & Hu, B. (2020). Consensus for prevention and management of coronavirus disease 2019 (COVID-19) for neurologists. Stroke and Vascular Neurology, 5(2), 146-151. https://doi.org/10.1136/svn-2020-000382
  • Ning, X., Yu, F., Huang, Q., Li, X., Luo, Y., Huang, Q., & Chen, C. (2020). The mental health of neurological doctors and nurses in Hunan Province, China during the initial stages of the COVID-19 outbreak. BMC Psychiatry, 20(1), 436. https://doi.org/10.1186/s12888-020-02838-z

Fuente: BMC Psychiatry

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La sobrecarga del cuidador: problemas de salud mental en cuidadores de personas con enfermedad de Alzheimer

  • Maria Fernanda Alonso
  • 01/12/2020

La enfermedad de Alzheimer genera déficits significativos y progresivos que hacen necesario que las personas que la padecen cuenten con cuidados durante las 24 horas del día. El cuidado de alguien con Alzheimer, se asocia con una carga mental significativa donde pueden presentarse, por ejemplo, depresión y ansiedad, y dificultades en el funcionamiento social, familiar y profesional. Esta tarea a menudo cae dentro de la esfera de responsabilidad de familiares y seres queridos (cuidadores informales), o bien de trabajadores de la salud que lo hacen como parte de sus labores habituales (cuidadores formales).

Se presenta, entonces, la problemática de la sobrecarga del cuidador, es decir, el esfuerzo o carga emocional, material, social y física que soporta el cuidador de una persona con enfermedad crónica (Zarit et al., 1980). La intensidad de la atención que presta una persona está relacionada con la magnitud de los efectos sobre la salud: las tasas elevadas de ansiedad, depresión y estrés, así como la reducción del bienestar subjetivo en los cuidadores, son causadas por los problemas de conducta, el deterioro cognitivo y la discapacidad funcional del paciente con Alzheimer, y están relacionados con la duración de la atención y la edad del cuidador (Schulz & Sherwood, 2008).

Por otra parte, el apoyo social es un gran recurso para quienes tienen a su cargo tareas de cuidado: su impacto es significativo en la reducción de la angustia experimentada en relación con dichas actividades ya que funciona como un amortiguador, y es capaz de reducir los efectos negativos de las situaciones estresantes y la gravedad de los síntomas de fatiga, protegiendo así contra la aparición de la fatiga crónica (Redwine et al., 2004). Los estudios indican que es un factor clave para reducir el nivel de tensión y estrés en los cuidadores (Drentea et al., 2006; Pearlin et al., 1990), contribuir a mejorar la salud física y mental y reducir el nivel de mortalidad (Berkman et al., 2000).

Otro recurso psicológico que cobra importancia es la autoeficiencia, encargada de la sensación de bienestar, la disposición a tomar decisiones, la motivación y la perseverancia en el logro de las metas. El sentido de la autoeficacia fortalece la resiliencia, aumenta el compromiso y mejora el afrontamiento de las dificultades (Kreitler et al., 2007).

Para identificar factores de riesgo en cuidadores formales e informales es preciso, en primer lugar, prestarle la debida atención a sus problemas. Un estudio reciente comparó los problemas de salud mental en cuidadores formales e informales y examinó la relación entre los recursos mentales y los problemas de salud mental en ambos grupos de cuidadores (Sołtys & Tyburski, 2020).

Metodología

Los investigadores realizaron un estudio transversal en el que examinaron a 100 cuidadores formales (n = 50) e informales (n = 50) de pacientes con enfermedad de Alzheimer. Los recursos personales se midieron con el Cuestionario de Apoyo Social (CAS), la Escala de Autoeficacia Generalizada (EAG) y el Cuestionario de Sentido de Coherencia (CSC), mientras que la salud mental se evaluó con el Cuestionario de Evaluación de la Depresión (CED) y el Cuestionario de Salud General (CSG). La regresión escalonada multivariante se realizó por separado para ambos grupos investigados.

Hallazgos

  • No hubo diferencias significativas entre los cuidadores formales e informales en términos de variables psicológicas, es decir, sentido de coherencia, apoyo social, autoeficacia o problemas de salud mental.
  • En contraste, hubo diferentes predictores significativos de problemas de salud mental en ambos grupos. La comprensibilidad (CAS) fue un predictor significativo de problemas de salud mental medidos por el cuestionario de evaluación de la depresión y la autoeficacia (EAG) fue un predictor significativo de problemas de salud mental medidos por el cuestionario de salud general en cuidadores informales.
  • Para los cuidadores formales, el apoyo emocional (CAS) y la comprensibilidad (CSC) fueron predictores significativos de problemas de salud mental medidos por el cuestionario de evaluación de la depresión, mientras que el apoyo tangible (CAS) y la significación (CSC) fueron predictores significativos de problemas de salud mental medidos por el cuestionario de salud general.

Según esta investigación, el predictor más significativo de problemas generales de salud mental en el grupo de cuidadores informales es la autoeficacia. Cuando este factor es más fuerte favorece una mayor motivación y compromiso para alcanzar los objetivos, incluso en situaciones que suponen un gran desafío. También favorece la participación en actividades relacionadas con la salud, el afrontamiento activo del estrés, la superación de obstáculos y la concentración en las oportunidades. La baja autoeficacia aumenta el riesgo de ansiedad, depresión o sentimientos de impotencia, lo que puede conducir a un deterioro de la salud psicosomática.

Señalan los autores que, según sus hallazgos, la creencia de que las propias acciones son ineficaces puede estar asociada con una experiencia subjetiva de estrés más fuerte y menor tolerancia al estrés. El cuidado de los parientes cercanos implica relaciones emocionales, que pueden aumentar la sensación de control sobre los eventos externos y el sentido de responsabilidad. Una incapacidad percibida para hacer frente a las dificultades da como resultado un aumento en los niveles de estrés, que afecta la activación del sistema autoinmune y conduce a una inmunodeficiencia. Desarrollar un sentido de autoeficacia fuerte puede tener un efecto de mejora inmunológica. Esto lleva a pensar a los investigadores que es importante no solo contar con recursos psicológicos específicos, sino también percibir las propias capacidades como suficientes para desempeñar el papel de cuidador.

En base a estos resultados, los autores concluyeron que los recursos personales son predictores importantes de los resultados de salud mental en los cuidadores de pacientes con Alzheimer, y que por lo tanto, las acciones preventivas deben incluir la evaluación de los factores que afectan la salud mental de los cuidadores a fin de brindarles la atención necesaria y crear grupos de apoyo adecuados.

Referencias bibliográficas:

  • Berkman, L. F., Glass, T., Brissette, I., & Seeman, T. E. (2000). From social integration to health: Durkheim in the new millennium. Social Science & Medicine, 51(6), 843-857. https://doi.org/10.1016/s0277-9536(00)00065-4
  • Drentea, P., Clay, O. J., Roth, D. L., & Mittelman, M. S. (2006). Predictors of improvement in social support: Five-year effects of a structured intervention for caregivers of spouses with Alzheimer’s disease. En Social Science & Medicine (Vol. 63, Número 4, pp. 957-967). https://doi.org/10.1016/j.socscimed.2006.02.020
  • Kreitler, S., Peleg, D., & Ehrenfeld, M. (2007). Stress, self-efficacy and quality of life in cancer patients. En Psycho-Oncology (Vol. 16, Número 4, pp. 329-341). https://doi.org/10.1002/pon.1063
  • Pearlin, L. I., Mullan, J. T., Semple, S. J., & Skaff, M. M. (1990). Caregiving and the stress process: an overview of concepts and their measures. The Gerontologist, 30(5), 583-594. https://doi.org/10.1093/geront/30.5.583
  • Redwine, L., Mills, P. J., Sada, M., Dimsdale, J., Patterson, T., & Grant, I. (2004). Differential Immune Cell Chemotaxis Responses to Acute Psychological Stress in Alzheimer Caregivers Compared to Non-caregiver Controls. En Psychosomatic Medicine (Vol. 66, Número 5, pp. 770-775). https://doi.org/10.1097/01.psy.0000138118.62018.87
  • Schulz, R., & Sherwood, P. R. (2008). Physical and Mental Health Effects of Family Caregiving. En AJN, American Journal of Nursing (Vol. 108, Número Supplement, pp. 23-27). https://doi.org/10.1097/01.naj.0000336406.45248.4c
  • Sołtys, A., & Tyburski, E. (2020). Predictors of mental health problems in formal and informal caregivers of patients with Alzheimer’s disease. En BMC Psychiatry (Vol. 20, Número 1). https://doi.org/10.1186/s12888-020-02822-7
  • Zarit, S. H., Reever, K. E., & Bach-Peterson, J. (1980). Relatives of the impaired elderly: correlates of feelings of burden. The Gerontologist, 20(6), 649-655. https://doi.org/10.1093/geront/20.6.649

Fuente: BMC Psychiatry

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Diferencias de sexo en la demencia: el nivel de educación y las experiencias de angustia psicológica podrían tener efectos mediadores

  • Maria Fernanda Alonso
  • 30/11/2020

A los 65 años de edad, se prevé que 1 de cada 7 hombres desarrollará Alzheimer durante el resto de su vida, lo que genera un riesgo de por vida de aproximadamente el 14%; por su parte, la estimación correspondiente para las mujeres es del 20% (Nebel et al., 2018; S. Seshadri et al., 1997; Sudha Seshadri & Wolf, 2007). Un gran cuerpo de evidencia sugiere que las mujeres tienen mayor riesgo de desarrollar cualquier demencia, incluida la enfermedad de Alzheimer. El número de personas que viven con demencia actualmente está aumentando, y se ha convertido en uno de los principales problemas de salud pública a nivel global. Se estima que la enfermedad de Alzheimer representa el 50-70% de todos los casos, y la mayoría de las personas que viven con demencia tienen multimorbilidad que implica cambios relacionados con el Alzheimer en combinación con otras patologías, particularmente cambios cerebrovasculares.

Científicos han determinado que el mayor riesgo de demencia de por vida entre las mujeres generalmente es atribuible a su mayor esperanza de vida. Sin embargo, es probable que el impacto del sexo y la consiguiente inequidad de género tenga otras facetas que contribuyen de igual forma al desarrollo de demencia: sobre todo por las desigualdades históricas en el acceso a la educación entre los sexos y los gradientes socioeconómicos y de género en factores de riesgo como el estrés, la depresión y el aislamiento social.

Para indagar este asunto, investigadores buscaron averiguar si las diferencias en el logro educativo (entendido como el nivel de educación alcanzado) y las experiencias de angustia psicológica general median la asociación entre el sexo femenino y la demencia.

Metodología

Los autores utilizaron datos obtenidos a través del Estudio de cohorte de nacimientos H70 de Gotemburgo y el Estudio de poblaciones prospectivas en mujeres (n = 892).  Los datos se analizaron mediante análisis factorial confirmatorio y modelado de ecuaciones estructurales con medias de mínimos cuadrados ponderados y estimación de varianza ajustada.

Por otra parte, la angustia psicológica general fue indicada por una variable latente y construida a partir de cinco elementos manifiestos (depresión previa, estrés, autoestima, soledad crónica y satisfacción con la situación social) que se midieron al inicio del estudio.

Resultados

  • Sólo el 11,9% de las mujeres de la muestra tenían educación secundaria o universitaria, mientras que el número correspondiente entre los hombres era del 26,9% (p <0,001).
  • Un mayor porcentaje de mujeres (32,3 frente a 20,0%) informaron que habían sufrido depresión anteriormente en la vida o que habían experimentado soledad crónica (13,7% frente a 6,8%). Se observó una diferencia de sexo similar para «período(s) de estrés prolongado», aunque esta asociación no alcanzó significación estadística.
  • Las calificaciones de las mujeres sobre su propia autoestima eran generalmente más bajas que las de los hombres, pero estaban algo más satisfechas con su situación social. Finalmente, durante los cinco períodos de tiempo especificados, una mayor proporción de mujeres (18,5%) que de hombres (9,1%) desarrolló demencia.

Si bien los resultados no pudieron corroborar que la educación medie directamente el efecto del sexo en la demencia, el nivel de angustia fue predicho tanto por la variable de sexo femenino (0.607, p <.001) y educación (- 0.166, p <.01) y, a su vez, demostró estar asociado significativamente con la demencia (0.167, p <.05), lo que se mantuvo después de controlar los factores de confusión. Cuando se incrementó el tiempo desde el inicio hasta el diagnóstico mediante la exclusión secuencial de los casos de demencia, el efecto de la angustia sobre la demencia dejó de ser significativo (Hasselgren et al., 2020).

Los investigadores concluyen que la desventaja social predice la angustia psicológica general, que por lo tanto constituye una vía potencial, y rara vez reconocida, entre el sexo femenino, la educación y la demencia.  Además, subrayan la importancia de prestar atención tanto a la educación como a la angustia como fenómenos «de género» al considerar la naturaleza de sus asociaciones con la demencia.

Sin embargo, señalan que se debe reconocer la posibilidad de sesgo de causalidad inversa y enfatizan la necesidad de estudios longitudinales con un seguimiento más prolongado.

Referencia bibliográfica:

  • Hasselgren, C., Ekbrand, H., Halleröd, B., Mellqvist Fässberg, M., Zettergren, A., Johansson, L., Skoog, I., & Dellve, L. (2020). Sex differences in dementia: on the potentially mediating effects of educational attainment and experiences of psychological distress. BMC Psychiatry, 20(1), 434. https://doi.org/10.1186/s12888-020-02820-9
  • Nebel, R. A., Aggarwal, N. T., Barnes, L. L., Gallagher, A., Goldstein, J. M., Kantarci, K., Mallampalli, M. P., Mormino, E. C., Scott, L., Yu, W. H., Maki, P. M., & Mielke, M. M. (2018). Understanding the impact of sex and gender in Alzheimer’s disease: A call to action. En Alzheimer’s & Dementia (Vol. 14, Número 9, pp. 1171-1183). https://doi.org/10.1016/j.jalz.2018.04.008
  • Seshadri, S., & Wolf, P. A. (2007). Lifetime risk of stroke and dementia: current concepts, and estimates from the Framingham Study. Lancet Neurology, 6(12), 1106-1114. https://doi.org/10.1016/S1474-4422(07)70291-0
  • Seshadri, S., Wolf, P. A., Beiser, A., Au, R., McNulty, K., White, R., & D’Agostino, R. B. (1997). Lifetime risk of dementia and Alzheimer’s disease. The impact of mortality on risk estimates in the Framingham Study. Neurology, 49(6), 1498-1504. https://doi.org/10.1212/wnl.49.6.1498

Fuente: BMC Psychiatry

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Las personas narcisistas se involucran más que el resto en la actividad política

  • Maria Fernanda Alonso
  • 27/11/2020

¿Alguna vez creíste haber reconocido rasgos narcisistas en un líder político? Según un estudio reciente, puede que hayas acertado: los investigadores encontraron que ciertos tipos de personalidades narcisistas se relacionan positivamente con la participación y el compromiso con actividades políticas. Este hallazgo los hace pensar que pueden existir factores individuales profundamente arraigados jugando un papel importante en nuestra voluntad de participar en la política (Fazekas & Hatemi, 2020).

Metodología

Para explorar el vínculo entre el narcisismo y la participación política, el equipo de investigación condujo tres encuestas: una en Dinamarca, que contó con 2.450 participantes, y dos en los Estados Unidos, con 500 y 2.280 participantes respectivamente. En cada estudio, la participación en la política se midió a través de un cuestionario de ocho ítems, que dio una medida general de participación basada en la frecuencia con la que las personas tomaron parte en diversas actividades como firmar una petición, boicotear o comprar productos por razones políticas, participar en protestas, asistir a reuniones políticas, contactar políticos, donar dinero, contactar con los medios de comunicación y participar en foros políticos y grupos de discusión.

El narcisismo se midió utilizando el Inventario de personalidad narcisista. Se pidió a los participantes que eligieran entre dos declaraciones opuestas (por ejemplo, «insisto en obtener el respeto que se me debe» versus «por lo general, obtengo el respeto que merezco»). A partir de estas preguntas se generó una puntuación global, así como puntuaciones para diferentes facetas de los narcisismos.

Resultados

Los autores hallaron correlaciones significativas y positivas entre el narcisismo y la participación política en los tres estudios, donde descubrieron que las personas más narcisistas participaban más en la política que las menos narcisistas. La magnitud de este efecto fue similar a la de otros importantes predictores de participación política como el nivel de educación.

Sin embargo, no hubo relación entre el narcisismo y la votación en las elecciones generales, aunque esto podría estar relacionado con una alta participación: en las elecciones generales de 2011 en Dinamarca, la participación fue un 88% impresionantemente alto. Y, por su parte, votar en las elecciones de mitad de período en Estados Unidos, que tienden a tener una participación más baja, estuvo vinculado al narcisismo.

Otros hallazgos interesantes del estudio fueron: los niveles más altos de búsqueda de autoridad, capacidad de liderazgo percibida y sentimientos de superioridad se asociaron constantemente con la participación en actividades políticas. Los autores señalan que esto tiene mucho sentido: si una persona cree que tiene las cualidades de un líder, participar en la actividad política podría ser una forma de ejercer ese sentido de superioridad moral.

Por otro lado, aspectos del narcisismo como el sentimiento de detentar prerrogativas especiales o mayores derechos, la explotación y la autosuficiencia se relacionaron negativamente con la participación: las personas que mostraban estos rasgos tenían menos probabilidades de involucrarse en la política.

Sin embargo, la dirección de la causalidad en la relación entre narcisismo y participación política no está clara. ¿Qué impacto tiene la participación política en el narcisismo? En otras palabras, ¿el compromiso frecuente con la política cambia la personalidad de las personas? Si estás rodeado de personas que comparten sus convicciones políticas, no es un gran salto creer que podrías terminar sintiéndose moralmente superior a los demás. Aquellos con rasgos narcisistas latentes también pueden encontrarlos saliendo a la luz cuando se involucran en política.

Referencia bibliográfica: Fazekas, Z., & Hatemi, P. K. (2020). Narcissism in Political Participation. Personality & Social Psychology Bulletin, 146167220919212. https://doi.org/10.1177/0146167220919212

Fuente: The British Psychological Society

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

1 de cada 4 adultos informó cambios en el consumo de alcohol después de las medidas de confinamiento por COVID-19

  • Maria Fernanda Alonso
  • 26/11/2020

La modificación de hábitos y actividades fueron (y son) una consecuencia forzosa de las medidas restrictivas adoptadas con el fin de aminorar la velocidad de propagación del coronavirus. Casi inmediatamente después de que se emitieran las órdenes de quedarse en casa, 1 de cada cuatro adultos informó un cambio en el consumo de alcohol. Estas personas también reportaron mayores niveles de estrés y ansiedad (Avery et al., 2020).

Metodología

Para el estudio fueron encuestados más de 900 pares de gemelos del Registro de gemelos del estado de Washington, entre el 26 de marzo y el 5 de abril de 2020, justo después de que se emitieran las órdenes de quedarse en casa en Washington, el 23 de marzo de 2020.

La muestra estuvo compuesta con gemelos porque los investigadores quisieron ver si los cambios en el consumo de alcohol y la salud mental estaban mediados por factores ambientales, genéticos o compartidos, ya que los gemelos criados en la misma familia comparten muchas experiencias formativas. Además, los mellizos (gemelos fraternos) tienen una genética común y comparten aproximadamente la mitad de sus genes, mientras que los gemelos idénticos comparten todos sus genes.

Hallazgos

  • 14% de los encuestados dijeron que bebieron más alcohol que la semana anterior y reportaron niveles más altos de estrés y ansiedad que aquellos que no bebieron alcohol y aquellos cuyo consumo se mantuvo igual.
  • El 11% que disminuyó su consumo de alcohol también tuvo niveles más altos de estrés y ansiedad, lo que sugiere que cualquier cambio en el consumo de alcohol puede estar asociado con problemas de salud mental.

Los autores hipotetizan que las personas que disminuyeron el consumo de alcohol pueden haber sido bebedores sociales, y que al verse restringidas las reuniones sociales y encuentros después del horario de trabajo, redujeron su consumo habitual de alcohol.

En este estudio, los investigadores encontraron que la asociación entre los cambios en el consumo de alcohol y el estrés y la ansiedad era relativamente pequeña y estaba confundida por factores interfamiliares y características demográficas. Aún así, el vínculo entre la pandemia, el consumo de alcohol y el estrés y la ansiedad es preocupante. Si bien los científicos esperaban que la gente cambie sus hábitos de consumo de alcohol en un futuro, estos resultados dan cuenta de la necesidad de extender más apoyo para la salud mental de la población general debido a que el impacto que tuvo en las personas fue inmediato.

Referencia bibliográfica: Avery, A. R., Tsang, S., Seto, E. Y. W., & Duncan, G. E. (2020). Stress, Anxiety, and Change in Alcohol Use During the COVID-19 Pandemic: Findings Among Adult Twin Pairs. Frontiers in Psychiatry / Frontiers Research Foundation, 11, 571084. https://doi.org/10.3389/fpsyt.2020.571084

Fuente: Science Daily

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