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Ciencia y Evidencia en Psicología

2850 Publicaciones

Investigación, neurociencia, modelos teóricos y psicopatología

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

(Vídeo) Hombre toca una canción de los Beatles mientras le extirpan un tumor del cerebro

  • 15/06/2015
  • David Aparicio

Anthony Kulkamp Dias es el hombre brasileño de 33 años que deleitó a los cirujanos al tocar un clásico de Los Beatles mientras le realizaban una compleja operación para extirparle un tumor en el cerebro. Kulkamp también tocó una canción que escribió especialmente para su hijo recién nacido.

¨Mi mano derecha estaba un poco débil porque estaba tocando sobre ese lado. Así que paré y descansé. Estaba tocando canciones y hablando con los médicos.¨

Este tipo de cirugía requiere que el paciente este consciente para los doctores puedan mapear en tiempo real el cerebro del paciente y así evitar cualquier tipo de lesiones que puedan importantes funciones cerebrales.

Gracias Youtube hoy podemos presenciar estos sorprendentes avances de la ciencia como si estuviéramos adentro del quirófano.
Fuente: Telegraph
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Por qué el viaje de regreso parece más corto?

  • 14/06/2015
  • David Aparicio

El viaje más largo que hice en auto fue hace un par de años durante las vacaciones de invierno en Argentina. Fuimos con la familia de mi novia, hoy esposa, desde la provincia de Entre Ríos hacia las provincias del noroeste. Conocimos las ciudades de Salta y Jujuy y llegamos hasta Bolivia. Fue un viaje estupendo que nunca olvidaré, lleno de paisajes hermosos y costumbres diferentes. El viaje lo sentí muy largo de ida, pero de regreso lo percibí bastante corto. Tal vez tu también has experimentado esa sensación, pero ¿por qué será que los viajes de regreso, aún cuando la distancia es idéntica, se sienten más cortos?

Este es un fenómeno que la psicología ha denominado como: ¨efecto del viaje de regreso¨, pero que no tiene una explicación clara. Sin embargo, los psicólogos que han investigado dicho fenómeno nos ofrecen algunas posibles causas:

1.  El viaje de regreso es más familiar y por eso pasa más rápido

Esta explicación fue publicada en 1950 y se basa en el principio de que sentimos  que el tiempo pasa más lento cuando experimentamos estímulos que no son familiares, por ejemplo, los paisajes que conoces mientras te vas de vacaciones. Sin embargo, esta explicación no ha sido apoyada por investigaciones más nuevas. Un estudio del 2011 le pidió a sus participantes que tomaran un viaje de ida y vuelta por la misma ruta y otro grupo tendría que tomar una ruta diferente de regreso. Ambos grupos sintieron que el viaje de regreso tomó menos tiempo.

2. Sobrestimamos cuánto tiempo tomará el viaje de regreso, haciendo que parezca más rápido

El psicólogo holandés Niels van De Ven fue el autor del estudio del 2011 que citamos en el punto anterior. Según él, las personas tienden a sobreestimar cuánto tomará el viaje de regreso y por eso parece que pasa más rápido. En otras palabras, nuestras expectativas sobre el viaje serían clave.

En una entrevista para NPR, De Ven dijo:

¨A menudo vemos que la gente es demasiado optimista cuando empiezan a viajar. Esto produce que la primera etapa del viaje parezca tardar más de lo esperado. Así que cuando empieza el viaje de regreso piensas ‘Wow, esto va a tomar mucho tiempo‘, y, como resultado, el viaje de regreso tarda menos de lo que esperado.¨

La hipótesis que ideó De Ven también permite explicar, además, por qué las personas no experimentan el efecto del viaje de regreso en las rutas que viajan muy a menudo, por ejemplo, el viaje que haces a diario para ir al trabajo.

3. Nos preocupamos por llegar puntualmente a los lugares

El psicólogo Dan Zakay explica que el viaje de regreso se siente más corto porque nuestro cerebro dedica más recursos a preocuparse por el tiempo cuando queremos llegar a un lugar – esto es lo que pasa cuando quieres salir rápido de tu trabajo y miras constantemente tu reloj y las manecillas parecen no moverse- pero cuando vamos de regreso no nos importa mucho llegar a tiempo a nuestro hogar y nuestra atención se desvía a otros estímulos, haciendo que el viaje de regreso se sienta más corto.

No obstante, esta explicación no tiene mucho apoyo. Las personas reportan el efecto del viaje de regreso aún cuando no están preocupados por la hora de llegada. Un ejemplo de ello es un estudio japonés reciente que encontró el efecto del viaje de regreso, aún cuando no se le pidió a los participantes que llegaran a una hora específica.

4. El efecto del viaje de regreso está relacionado con la retrospectiva y la narración

El estudio japonés nombrado anteriormente, encontró además algo muy interesante entre las personas que experimentan el efecto. Les pidieron a los participantes que informaran, sin ver el reloj, cuando creían que habían pasado tres minutos mientras veían vídeos de un viaje simulado. Un grupo vio videos de un viaje de ida y vuelta y otro grupo solo vio un viaje de ida. Ambos grupos reportaron que percibieron que el tiempo pasó con la misma velocidad. Pero los resultados del grupo de ida y vuelta cambiaron cuando se les pidió que comparan los viajes de ida y vuelta en retrospectiva.

Según los investigadores, esto demuestra que nuestro cerebro utiliza dos sistemas distintos para registrar el tiempo. Otras investigaciones también han encontrado que nuestro cerebro usa un sistema matemático para llevar un registro del tiempo en un momento específico y otro sistema basado en el lenguaje que observa en retrospectiva los eventos vividos y cuenta historias sobre el tiempo que tomaron.

Esta diferenciación de los sistemas cerebrales del tiempo sugiere que sólo el sistema relacionado con el lenguaje se ve afectado por el efecto del viaje de regreso. Los autores creen que esto pasa porque se les pidió explícitamente a los participantes que tomaran un viaje de regreso y esto puede haber alterado su juicio retrospectivo del paso del tiempo.

Parece que las explicaciones ofrecidas por De Ven y el estudio japonés son las que cuentan con mayor apoyo, pero aún así, las otras hipótesis en conjunto nos pueden ofrecer una imagen más amplia de esta intrigante ilusión.

Fuente: Vox

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Los bebés prefieren oír a otros bebés

  • 12/06/2015
  • Maria Fernanda Alonso

Los hallazgos de un estudio, realizado por un equipo de investigadores de la Universidad McGill/UQAM, sugieren que los bebés de seis meses de edad no estarían tan interesados en escuchar lo que los adultos tenemos para decirles, como en escuchar lo que sus pares tienen para decir.

Los investigadores creen que la atracción hacia los sonidos del habla infantil podrían ayudar y apoyar el inicio de los procesos involucrados en aprender a hablar. Además, este descubrimiento podría llegar a ser de ayuda para infantes con problemas que dificultan el desarrollo de sus habilidades del lenguaje.

El estudio

Los investigadores descubrieron esta preferencia por parte de los pequeños mediante una serie de experimentos en los que les hicieron escuchar repeticiones de sonidos de vocales que imitaban ya sea el sonido hecho por una mujer adulta o el sonido hecho por un bebé. Los sonidos fueron creados utilizando un sintetizador especial.

Midiendo qué tanto tiempo cada sonido mantenía la atención de los infantes, los investigadores descubrieron que los bebés tenían una clara preferencia por los sonidos que imitaban a otro infante. En promedio, los niños escucharon las vocales del bebé casi un 40% más de tiempo que las vocales de la mujer. Ésta no es una preferencia por un sonido familiar porque los bebés que fueron parte del experimento aún no balbuceaban, así que el sonido que escuchaban que simulaba el emitido por otro infante, aún no formaba parte de sus experiencias auditivas cotidianas.

Algunos bebés mostraron su interés de otras maneras: mientras escuchaban los sonidos de las vocales de los adultos, lo hacían con caras pasivas, completamente neutrales; pero cuando escuchaban los sonidos del infante, sonreían o movían sus bocas mientras escuchaban, o hacían ambas cosas.

Este estudio nos acerca al entendimiento de la compleja interacción entre la percepción del habla y la producción del habla en niños pequeños.

Pero basta de informes y datos del estudio. Veamos lo que estas dos expertas tienen para decir: 

“Como adultos, usamos el lenguaje para comunicarnos. Pero cuando un niño pequeño empieza a hacer sonidos del habla, a menudo esto tiene más que ver con explorar que con comunicarse… de hecho, los bebés típicamente vocalizan cuando están solos, sin ninguna interacción o contacto visual con otros,” dijo Linda Polka, profesora de la Escuela de Trastornos de la Comunicación de la Universidad McGill, y autora principal del estudio. “Eso es porque para aprender a hablar los bebés necesitan pasar mucho tiempo moviendo sus bocas y cuerdas bocales para entender la clase de sonidos que pueden hacer ellos mismo. Necesitan, literalmente, ‘encontrar su propia voz’.”

Fuente: Psypost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿El trabajo del psicólogo podrá ser automatizado por un robot?

  • 11/06/2015
  • Maria Fernanda Alonso

Lo veíamos venir. Hace muchos años que esta idea se contempla como una posibilidad seria, a futuro: las máquinas podrían reemplazar a las personas en sus trabajos.

Pero no en todos los trabajos: los empleos relacionados con la imaginación y la negociación deberán ser realizados por humanos. El resto, podrían ser sustituidos por autómatas.

Un estudio publicado en 2013 por la Universidad de Oxford, titulado “El futuro del empleo: ¿cuán susceptibles de ser computarizados son los trabajos?,” analizó pormenorizadamente las características de más de 700 empleos para conocer la posibilidad de que sean realizados por máquinas autómatas, como lo son las máquinas expendedoras o los cajeros automáticos.

¿Qué trabajos son más difíciles de realizar por un robot? Los relacionados con la salud mental y el abuso de sustancias (ubicados entre los servicios comunitarios y sociales). Esto se debe a que requieren en gran medida de astucia, negociación y ayuda a otros solucionando problemas mediante el uso de la imaginación o la creatividad. Con fundamento en esto y para tu tranquilidad, es que es poco probable de que los psicólogos se queden sin trabajo a causa de las máquinas.

¿Qué trabajos pueden ser realizados más fácilmente por robots? Los de telemarketers o personas encargadas de una “ventanilla” tienen 99% de ser reemplazados. Otras de las profesiones que tienen alto riesgo de ser automatizada es la del contador, según los análisis tiene un 93.7% de probabilidad de ser realizadas por robots.

Basada en esta investigación, la radio NPR elaboró una interesante herramienta que te permite saber si, en un futuro no muy lejano (aproximadamente en el 2035), podrías ser despedido por culpa de una máquina. Podés ver cómo funciona haciendo clic aquí.

Los investigadores admiten que estas estimaciones son simplemente aproximaciones y es probable que se cometan equivocaciones, pero es la forma en que las “personas inteligentes” de hoy, piensan que podría llegar a verse el futuro del empleo.

Fuente: ABC

Artículo de Psyciencia que te podría interesar: Sin psicólogos no hay viaje a marte

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La Terapia Cognitivo Conductual para tratar la depresión perdería eficacia con los años

  • 10/06/2015
  • David Aparicio

La Terapia Cognitivo Conductual, TCC de aquí en adelante, es uno de los tratamientos psicológicos más recomendados a nivel mundial, principalmente porque cuenta con muchas investigaciones que la sustentan y ofrece varios beneficios sobre otras terapias, como por ejemplo: un tratamiento estructurado, centrado en el presente, de duración limitada y enfocado en enseñar a los pacientes cómo resolver problemas.

Para darte un poco de contexto, los inicios de la TCC se remontan a finales de los años 60, cuando el Dr. Aaron Beck publicó la Teoría Cognitiva de la Depresión, la cual explica que ésta se mantiene a través de los pensamientos automáticos, el procesamiento sesgado de la información y las creencias disfuncionales.

Pero, aun con todos los beneficios mencionados, un nuevo metanálisis publicado en el número de mayo en la revista Psychological Bulletin, encontró una reducción lineal constante en la eficacia de la TCC a través del tiempo.

El estudio diseñado por Johnsen y Friborg (PDF completo), analizó los datos de 7o estudios publicados desde 1977 hasta 2014, que incluyeron a más de 2426 personas (30.9% fueron varones), con edad promedio de 40.5 años, diagnosticados con depresión a través del Inventario de depresión de Beck y la Escala de Depresión de Hamilton, dos de las pruebas estandarizadas más populares que existen.

Los investigadores evaluaron varios factores relacionados para intentar explicar este declive:

Analizaron factores como la edad de los pacientes, comorbilidad, consumo de psicofármacos y gravedad de la depresión, pero estos datos no fueron suficientes para explicar los resultados.

Encontró una reducción lineal constante en la eficacia de la TCC a través del tiempo

La competencia de los terapeutas tampoco fue suficiente para explicar la aparente pérdida de eficacia, aunque los autores argumentan que el número de estudios era bajo y que otros análisis estadísticos (regresión) sugieren, como es de esperar, que un terapeuta experimentado podría ofrecer mejores resultados que un estudiante de psicología.

También evaluaron la posibilidad de que los terapeutas no estarían siendo tan meticulosos como en sus inicios, pero, ni el uso estricto del manual de Beck para la depresión, ni el número de sesiones, mejoró los resultados de la terapia.

Como dato interesante, los análisis mostraron que el declive era más pronunciado en aquellos estudios que usaron el manual de Beck que aquellos que no lo hicieron. Sin embargo, Johnsen y Friborg resaltan que la falta de efectividad entre los estudios que usaron el manual de Beck encontrados en esta investigación, no invalidan las recomendaciones de mantenerse con los tratamientos basados en la evidencia, ya que los estudios que no usaron el manual podrían haber contado con terapeutas experimentados que pudieron implementar apropiadamente la TCC sin el manual.

¿Cómo se explica la aparente pérdida de eficacia de la TCC para la depresión?

Es una respuesta difícil de contestar. Los investigadores nos ofrecen algunas hipótesis:

Es probable que la aparente sencillez de la TCC la haya hecho especialmente atractiva y que por eso se haya creado un concepto errado de que es muy fácil de implementar. Sin embargo, es necesario un entrenamiento formal, práctica considerable y supervisión constante para que la TCC funcione de manera eficaz.

El declive era más pronunciado en aquellos estudios que usaron el manual de Beck que aquellos que no lo hicieron

Los autores también creen que la experiencia de los terapeutas puede haber afectado los resultados de una manera diferente. Los fundadores originales podrían haber estado más preocupados con la fidelidad de la terapia y la adquisición de experiencia antes de realizar un ensayo clínico aleatorio, pero durante los últimos años ha habido una tendencia a publicar ensayos de TCC que no describen adecuadamente el contenido del tratamiento dado, lo que podría también indicar una menor preocupación con la adherencia al manual. Los investigadores explican que esto es una posibilidad, pero poco probable, porque tendría que ser una interacción muy fuerte para cambiar la tendencia en una dirección positiva.

Pero la explicación más importante del estudio está en el Efecto Placebo. Los autores explican que el Placebo tiene un fuerte influencia sobre las expectativas que tenemos de un nuevo enfoque terapéutico, o sea, tendemos a considerar a los tratamientos nuevos como más eficaces que los anteriores, pero al pasar el tiempo estas expectativas desvanecen. Esto podría haber también pasado con la TCC, que en sus inicios fue presentada como la primera línea de tratamiento para varias condiciones. Pero durante los últimos años se ha publicado un creciente número de investigaciones como las de Baardseth et al., 2013; Wampold et al., 2002, que no han encontrado superioridad de la TCC sobre otras terapias. Seguramente esta investigación será muy debatida.

Es importante dejar en claro que los datos de este metanálisis no significan que la TCC no sirve, los investigadores explican que todavía puede mejorar y para ello es necesario que no solo se sigan considerando variaciones de sus técnicas o nuevas adiciones, sino también una mejor integración entre el terapeuta y el paciente. Así como también, se necesita de  más investigaciones que permitan conocer cuál es la mejor manera de llevar a cabo la Terapia Cognitivo Conductual.

Fuente: BPS

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Recordar juntos: La memoria como recurso compartido

  • 05/06/2015
  • Alejandra Alonso

Aunque puede parecer buena idea trabajar con otras personas para recordar información importante, la evidencia sugiere que esto no es lo que suele suceder. El recuerdo individual es más eficiente, mientras que el recuerdo social viene acompañado de inconvenientes e impedimentos (como lo muestran los estudios 1 y 2). Pero estos estudios, en su mayoría, trabajan con participantes que no se conocen entre sí ¿Qué pasaría si los participantes fueran una pareja que se conoce desde hace mucho, mucho tiempo?

Celia Harris y sus colegas de la Universidad Macquarie hicieron una revisión reciente de su nueva investigación en los recuerdos colaborativos de parejas que son íntimas desde hace mucho tiempo. Sus datos mostraron que, en tareas estándar (como reproducir palabras de listas estudiadas), las parejas que trabajaban juntas solían hacerlo tan bien como cuando trabajaban individualmente. Esta falta de consecuencias desde el recuerdo social es relevante por sí misma, pero solo es el comienzo de más hallazgos interesantes.

Durante otro estudio, los investigadores notaron que, aunque las parejas se desempeñaron pobremente al recordar juntos sus vacaciones compartidas, las sesiones sociales estaban llenas de anécdotas que no se generaban en sesiones a solas. Esto los inspiró a comenzar desde la prueba de la memoria a partir de listas de palabras y eventos y explorar la cantidad de información rica y exhaustiva recordada por parejas sobre eventos experimentados. Encontraron que estas experiencias sociales llevaban a beneficios claros de los recuerdos colaborativos, que podía tomar tres formas:

  1. “Nueva información” como por ejemplo, finalmente poder recordar el esquivo nombre de un musical gracias a una cadena de estímulos entre las dos partes.
  2. Descripciones más ricas y vívidas de los eventos, incluyendo información sensorial.
  3. La información de uno de los miembros de la pareja pintando las cosas en una nueva luz para el otro.

Las diferencias entre las parejas fueron cruciales. A aquellos que estructuraron su enfoque juntos y estaban más preparados para respaldar las contribuciones del otro les fue mejor que a los que fueron más pasivos o críticos. Los eventos más ricos también fueron recordados por parejas que calificaron su intimidad como muy alta.

Los autores pudieron observar que los adultos mayores tienden a experimentar dificultades más grandes en cuestiones de memoria con información autobiográfica de primera mano, más que con hechos abstractos. Allí es exactamente donde las parejas tuvieron el mayor beneficio al recordar juntos, evidenciado por el desempeño en la tarea de recordar a fondo y las anécdotas que aparecían espontáneamente. Es posible que a medida que envejecemos, compensamos la falta de fiabilidad de nuestros propios sistemas episódicos aprovechando el apoyo memorial ofrecido por una pareja de confianza. Esto podría explicar por qué cuando un miembro de una pareja mayor experimenta una disminución en las funciones cognitivas, el otro pronto le sigue. Nuestros sistemas de recuerdos son realmente un recurso compartido.

Fuente: Research Digest

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Por qué los niños sacan la lengua cuando están concentrados?

  • 05/06/2015
  • David Aparicio

Ayer observaba a un niño que sacaba la lengua por la comisura de su boca mientras pintaba una ilustración de una historia que escribió. Estaba muy concentrado y los alaridos del salón de clases no lo afectaba en lo más mínimo. El gesto de la lengua a un lado de la boca es una conducta bastante ordinaria en los niños de 5 a 9 años, pero también bastante interesante, ¿por qué la hacen?

Busqué en internet y para mi sorpresa, hace solo unos días atrás se publicó una investigación sobre esta intrigante conducta en la revista Cognition y, según sus resultados, sacar la lengua mientras hacen una actividad motora refleja la importante relación que tiene el lenguaje con la motricidad.

Sacar la lengua mientras hacen una actividad motora refleja la importante relación que tiene el lenguaje con la motricidad

Los investigadores grabaron en vídeo a 14 niños de 4 años, diestros, mientras realizaban en sus casas, actividades especialmente diseñadas para involucrar los diferentes niveles de motricidad. También observaron cuán a menudo sacaban la lengua y si la sacaban por la comisura derecha o izquierda de la boca.

Las hipótesis preliminares sugerían que los niños sacarían más la lengua en las actividades de motricidad fina. Pero para sorpresa de los investigadores fueron las actividades que requerían más movimientos y no tanta precisión donde los niños sacaron más la lengua. La explicación de los autores es que los movimientos son componentes fundamentales del sistema de comunicación rudimentario.

Otro hallazgo llamativo fue que los niños sacaban más la lengua por la comisura derecha de la boca. La explicación consiste en que ese lado de la boca es controlado por el hemisferio izquierdo del cerebro y éste hemisferio es dominante en el lenguaje de casi todos los diestros. Lo que refuerza la idea de que los comportamiento motrices acompañados de sacar la lengua por un lado de la boca, comparten un vínculo con el lenguaje.

Si sacar la lengua mientras hacemos actividades motrices es parte del lenguaje, ¿porque los adultos no lo hacemos? Los investigadores explican que los adultos suprimimos esa conducta por las connotaciones culturales de sacar la lengua. Imagínate que sacas la lengua cada vez que estás concentrado en tu trabajo, ¿qué te dirían tus compañeros o tu jefe?

Parece que esta investigación no aportan información muy relevante, pero no es así. Sus datos tienen importantes implicaciones sobre la investigación neurológica del lenguaje y contribuye con datos sobre el sistema de comunicación que incluye la mano, la boca y acciones de la lengua de manera espontánea y sincronica.

Es impresionante cómo una simple conducta puede enseñarnos sobre algo tan complicado como nuestro cerebro y lenguaje.

Fuente: BPS

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La infidelidad podría esconderse en tus genes

  • 03/06/2015
  • Maria Fernanda Alonso

Hace unos días el New York Times publicó un artículo muy interesante: según diversas investigaciones, la infidelidad podría encontrar su raíz en los genes de una persona.

Estamos acostumbrados a pensar a la infidelidad sexual como un síntoma de una relación infeliz, una falla moral o un signo de valores sociales deteriorados, pero ¿puede ser que algunas personas tengan una inclinación genética a ser infieles a sus parejas? Y, de ser así, ¿sería la monogamia, para ellos, una batalla contra su propia biología?

A continuación, compartimos con ustedes los fragmentos más importantes de dichas investigaciones:

Hace mucho sabemos que los hombres tienen un impulso genético, evolutivo para engañar, porque eso incrementa las chances de tener más descendencia en el mundo. Pero ahora hay una nueva investigación intrigante que muestra que algunas mujeres también están biológicamente inclinadas a esto, pero no por claros motivos evolutivos. Las mujeres que presentan ciertas variantes del gen receptor de la vasopresina tienen mayores probabilidades de tener “un par extra de uniones”, eufemismo de los científicos para la infidelidad sexual.

Brendan P. Zietsch, psicólogo de la Universidad de Queensland, Australia, ha tratado de determinar si es que hay personas que están más inclinados a la infidelidad. En un estudio de, aproximadamente, 7400 gemelos finlandeses y sus hermanos, habiendo estado todos ellos en una relación por al menos un año, el Dr. Zietsch buscó el vínculo entre la promiscuidad y una variante específica de los genes receptores de vasopresina y oxitocina. La vasopresina es una hormona que tiene un efecto poderoso en comportamientos sociales como la confianza, la empatía y la unión sexual en humanos y algunos animales. Por eso, tiene sentido que una mutación en el gen receptor de la vasopresina – que puede alterar sus funciones – pueda afectar el comportamiento sexual humano.

Existe una asociación importante entre el gen de la vasopresina y la infidelidad en mujeres

El psicólogo encontró que el 9.8% de los hombres y el 6.4% de las mujeres reportaron haber tenido dos o más parejas sexuales en el año anterior. Su estudio, publicado en Evolution and Human Behavior, encontró una asociación importante entre cinco variantes diferentes del gen de la vasopresina y la infidelidad en mujeres, y ninguna relación entre los genes de la oxitocina y el comportamiento sexual para ningún sexo.

Lo impresionante fue que el 40% de las variantes en comportamientos promiscuos en mujeres podrían ser atribuidos a los genes. Esto es sorprendente ya que hay muchos otros factores necesarios para que se dé un encuentro promiscuo, como las circunstancias y la existencia de una posible pareja dispuesta y disponible. Aunque este es el mejor y más grande estudio sobre este asunto, no es claro por qué no hubo relación entre el gen de la vasopresina y el comportamiento promiscuo en hombres.

Otros estudios confirman que la oxitocina y la vasopresina están vinculados a las uniones de parejas, lo que se apoya en la cuestión de la promiscuidad desde que el vínculo emocional es, en un sentido, lo inverso a la promiscuidad. Hasse Walum del Instituto Karolinska en Estocolmo, encontró que en las mujeres (no en los hombres) hay una asociación significante entre una variante del gen receptor de oxitocina y las discordias matrimoniales y la falta de afecto por la pareja de uno. En contraste, encontró una relación significativa en hombres entre una variante específica del gen receptor de vasopresina y una calidad matrimonial inferior, reportada por sus parejas.

La Correlación no es Causalidad

Antes de que salgas corriendo a buscar el genotipo de tu pareja sobre sus genes receptores de vasopresina y oxitocina, hay dos advertencias:

Correlación no es lo mismo que causalidad; indudablemente hay muchísimos factores imposibles de medir que contribuyen a la infidelidad, y raramente una simple variante genética podría determinar el comportamiento.

Pero hay una buena razón para tomar estos hallazgos seriamente: datos en animales confirman que estas dos hormonas tienen un rol significante cuando se trata de comportamiento sexual. Aún no sabemos, por estudios en humanos, si es que los genes receptores de vasopresina, que están vinculados con la infidelidad, realmente tornan al cerebro menos sensible a estas hormonas; pero, debido a la información animal, es plausible.

Otras investigaciones

Experimentos en los que oxitocina y vasopresina fueron administrados directamente a humanos, muestran que estas hormonas tienen efectos que van más allá del sexo; aparentemente incrementan la confianza y la vinculación social. La oxitocina nos haría más confianzudos socialmente – incluso en situaciones en las que esto podría no ser de nuestro mejor interés.

No podemos elegir nuestros genes ni controlarlos, pero lo que usualmente sí podemos hacer es decidir lo que hacemos con las emociones

Estos hallazgos también sugieren usos terapéuticos potenciales para la oxitocina y la vasopresina para personas que presentan un déficit o un exceso de confianza o vinculación social. El autismo es un ejemplo de déficit, y de hecho hay evidencia preliminar de que la oxitocina podría presentar algunos efectos beneficiosos prosociales en éste desorden. En contraste, el Síndrome de Williams es una rara enfermedad genética por la cual los niños confían patológicamente y son amigables con completos extraños indiscriminadamente. Este desorden es relacionado con niveles de oxitocina basales que están, en promedio, tres veces por encima del normal, así que, un medicamento que bloquee la oxitocina podría refrenar su exceso de confianza.

Concluyendo

Ser infiel puede ser intensamente placentero porque, entre otras cosas, involucra novedad y un grado de búsqueda de sensaciones, comportamientos estos que activan el circuito de recompensa del cerebro. El sexo, el dinero y las drogas, entre otras cosas, desencadenan la liberación de dopamina desde este circuito, lo que transporta no sólo una sensación de placer sino que también le dice al cerebro que esa es una experiencia importante que vale la pena recordar y repetir. Y, por supuesto, los humanos varían ampliamente en su gusto por la novedad.

¿Nos da un pase moral el hecho de que tengamos los “genes de la infidelidad”? Difícilmente. No podemos elegir nuestros genes ni controlarlos, pero lo que usualmente sí podemos hacer es decidir lo que hacemos con las emociones y los impulsos que nuestros genes ayudan a crear, ya que podríamos ser propensos a la exploración sexual en algunas formas, independientemente del estado emocional en nuestras relaciones.

Fuente: NYTimes

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

“Sólo respira” el video para ayudar a los niños a regular la ira

  • 03/06/2015
  • David Aparicio

Tengo el privilegio de trabajar con niños y si algo he aprendido es que los adultos no somos buenos a la hora de ayudarlos a regular sus emociones, especialmente cuando se trata de la ira. Porque cuando un niño se ve desbordado por la ira, los padres y maestros intentan calmarlos pero en realidad consiguen lo contrario. Los hacen enojar aún más y ridiculizan lo que sienten. Dicen cosas, como: ¨Solo los bebés se enojan de esa manera¨, ¨Ya los niños como tú pueden controlar su ira¨ (lo que casi siempre es falso) o intentan controlarlos a través de la extrema disciplina y al final de cuentas, los problemas se acrecientan y la relación padre/maestro – niño se deteriora.

¿Que se puede hacer?

Cuando tenemos un problema, nada ayuda más que sentirnos comprendidos. Por eso debemos iniciar con la validación emocional del niño. Tenemos que hacerle saber que nosotros lo entendemos, que sus emociones son válidas, que la ira que experimentan no se siente bien y que a veces es difícil controlarla. Esto no quiere decir que compartamos su conducta iracunda pero sí que tomamos su experiencia con seriedad y que empatizamos con sus emociones.

La validación emocional nos permitirá además, establecer un buen vínculo con el niño y entonces se podrá empezar con ejercicios de respiración y relajación que facilitarán la regulación de  las emociones y la comprensión de lo que está sucediendo.

El vídeo ¨Solo Respira¨, creado por los esposos Julie Bayer Salzman y Josh Salzman cuenta de primera mano lo que sienten diferentes niños y niñas cuando están enojados y qué pueden hacer para tranquilizarse.  Los esposos Salzman decidieron hacer el vídeo cuando escucharon a su hijo de cinco años hablar con un amigo sobre cómo sus emociones afectan diferentes partes de su cerebro y cómo había que calmarse a través de la respiración.  El vídeo está muy bien hecho y creo que será muy útil a la hora de empezar a trabajar con niños con problemas de ira.

Si quieres un recurso más especializado y detallado te recomiendo un libro que uso en mi trabajo y que me gusta mucho, se llama ¨Qué hacer hacer cuando… Estallo por cualquier cosa¨ de TEA ediciones.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cómo afecta la edad a la capacidad de tomar decisiones

  • 02/06/2015
  • Alejandra Alonso

El envejecimiento está asociado con un deterioro en las funciones cognitivas. Pero, ¿se traduce esto en no tomar muy buenas decisiones? Psicólogos de la Universidad de Basel y el Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano reportaron que, en situaciones donde se deben tomar decisiones simples, los adultos mayores se desempeñan tan bien como los adultos jóvenes. Sin embargo, de acuerdo a su estudio, que fue publicado en la revista académica Cognition, el envejecimiento podría afectar el desempeño en situaciones donde la toma de decisiones es más compleja.

Las decisiones importantes en política y economía generalmente son hechas por personas mayores: de acuerdo con la revista Forbes, la edad promedio de las personas más poderosas del mundo en 2013 era de 61 años. Y, si recordamos que a nivel mundial la población se va haciendo más longeva, la selección de individuos de mayor edad para dichos roles poderosos podría haberse intensificado.

Los adultos jóvenes y los adultos mayores están utilizando estrategias de aprendizaje relativamente simples, pero exitosas

El envejecimiento se ha asociado con un declive significativo de las llamadas habilidades cognitivas fluidas, por ejemplo la habilidad de almacenar información en nuestra memoria o de resolver problemas cognitivos rápidamente. Dichas habilidades pueden jugar un rol particular en las “decisiones por experiencia”, es decir, cuando las potenciales consecuencias de las opciones disponibles no están resumidas convenientemente si no que deben averiguarse a través de búsqueda de información (exploración) y aprendizaje. En consecuencia, ¿cómo les va a los adultos mayores en comparación con los jóvenes cuando se toman decisiones desde la experiencia? 

Los científicos condujeron 3 estudios en los cuales los jóvenes (edad promedio: 24 años) y adultos mayores (edad promedio: 71 años) tomaron decisiones por experiencia repetidamente (en el estudio 1, a través de una computadora y el el estudio 2 en un iPad en su casa).

En cada caso, los participantes tenían que elegir entre dos opciones, que eran representadas por dos cajas sin etiquetas en la pantalla. Antes de tomar una decisión, los participantes podían probar las posibles ganancias y pérdidas de cada opción cliqueando en las cajas tantas veces como quisieran. Así podían aprender cuál opción era la mejor, prometiendo la mayor ganancia y menor pérdida a la larga. Sorpresivamente, los adultos mayores pusieron la misma cantidad de esfuerzo para explorar las opciones y escogieron las opciones con más ventajas tanto como los adultos más jóvenes.

Luego, se analizaron los procesos de aprendizaje de los participantes utilizando simulaciones por computadora y encontraron una posible explicación para sus resultados: Los adultos jóvenes y los adultos mayores están utilizando estrategias de aprendizaje relativamente simples, pero exitosas.

Estas estrategias permanecen relativamente intactas considerando la reducción en las habilidades cognitivas fluidas. Solo en un tercer estudio, donde los participantes ya no tenían que elegir entre 2 opciones, si no entre 4 o hasta 8 opciones, fue que los investigadores notaron la diferencia en el desempeño de los jóvenes y de los adultos mayores. A los primeros les fue mejor.

Fuentes: Psypost

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