Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS
Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS

Ciencia y Evidencia en Psicología

2850 Publicaciones

Investigación, neurociencia, modelos teóricos y psicopatología

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Relación entre la sexualidad activa y la habilidad mental en adultos mayores

  • 05/03/2015
  • David Aparicio

Mantenerse activo sexualmente se relaciona con un mejor funcionamiento cognitivo en los adultos mayores. Así lo encontró la investigación holandesa  publicada en el número de marzo de la revista American Journal of Geriatric Psychiatry.

La investigación encontró que los hombres y mujeres que estaban satisfechos con sus relaciones sexuales y consideraban que su sexualidad era un componente esencial en el envejecimiento tuvieron una mejor performance en las pruebas cognitivas que aquellos que pensaban que la sexualidad y la intimidad no eran importantes.

El estudio se desarrolló con 1747 hombres y mujeres que tenían en promedio 71 años de edad. Se evaluó la función cognitiva a través de pruebas de memoria, velocidad de procesamiento mental, función cognitiva general y la capacidad de razonar y pensar de manera abstracta (inteligencia fluida).

Tuvieron una mejor performance en las pruebas cognitivas que aquellos que pensaban que la sexualidad y la intimidad no eran importantes.

Se les aplicó cuatro preguntas sobre la importancia de la sexualidad en las personas mayores, sobre su vida sexual actual, sobre la sexualidad en la tercera edad, la necesidad de intimidad y las caricias durante el envejecimiento. También se tomó registro de las enfermedades crónicas y medicamentos que tenían.

El 25% dijo que su vida sexual actual era una parte importante o muy importante, mientras que el 41% dijo que no era importante. El 28% sostuvo que la sexualidad durante la tercera edad no es importante y el 42% consideró que era importante. 32% dijo que la vida sexual actual era placentera y el 6% dijo que no era placentera. Pero el 67% dijo que la intimidad y las caricias son importantes en los adultos mayores.

Los datos del estudio mostraron que las personas que no consideraban que la conducta sexual o la necesidad de intimidad y su vida sexual actual sin importancia, tenían en promedio una puntuación más baja en las pruebas cognitivas en comparación con aquellos que pensaban que su sexualidad era importante y estaban satisfechos con su actividad sexual actual. Los investigadores también informaron que la asociación entre el bajo rendimiento cognitivo y la creencia que la sexualidad era importante fue significativa en ambos sexos, pero tuvo una tendencia más fuerte en las mujeres.

Fuente: Wall Street Journal

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Los sonidos que produce mamá son clave para el desarrollo cerebral del bebé

  • 04/03/2015
  • Alejandra Alonso

Algunos estudios han encontrado que los bebés reconocen la voz de mamá y que ésta podría mejorar la regulación cardiorrespiratoria en bebés prematuros . Es decir, que este factor cumple un rol muy importante en el desarrollo del bebé, tal vez más importante de lo que creíamos. Recientemente, investigaciones demostraron que el cerebro en sí podría depender de la voz y los latidos de la madre para crecer.

Científicos del Hospital Brigham and Women en Boston, estudiaron a 40 bebés que habían nacido prematuros (8 a 15 semanas antes de tiempo). Los pequeños estaban dentro de una incubadora y pasaban un tiempo limitado con sus madres, procedimiento que es normal con estos bebés.

“Los bebés prematuros nacidos así de temprano son básicamente fetos que resultan estar afuera por accidente,” dijo Amir Lahav, un profesor asistente de pediatría en Harvard Medical School y autor principal del estudio.

Los bebés habían desarrollado una corteza auditiva significativamente más grande

Utilizando pequeños parlantes posicionados dentro de la incubadora, la mitad de los bebés fueron expuestos a los sonidos de la voz y los latidos de su madre durante 3 horas extra todos los días. La otra mitad no recibió una exposición adicional a dichos sonidos.

Luego de 30 días, los bebés del primer grupo habían desarrollado una corteza auditiva significativamente más grande. Estos hallazgos podrían ser útiles para ayudar a los doctores y padres a cuidar de los bebés prematuros, quienes suelen sufrir de discapacidades cognitivas y del desarrollo.

El Dr. Lahav reflexiona que la exposición a la voz de la madre es la forma natural en que se supone que el bebé debe crecer y desarrollarse. Cualquier variación del plan original podría tener como resultado problemas en el desarrollo del bebé.

Fuente: The New York Times

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Pueden los perros empatizar con las personas?

  • 02/03/2015
  • Marisa Fernandez

Dicen que los perros pueden a parecerse físicamente a sus dueños después de años de convivencia. Esto resulta sorprendente. Pero lo que  parece aún más increíble es que nuestros organismos y los suyos puedan reaccionar de forma bastante semejante ante cierto tipo de estímulos, como por ejemplo el llanto de los bebés.

Cuando un humano escucha el llanto de un niño suele sentirse incómodo e inquieto, una respuesta que suele llevar asociada alguna conducta dirigida a comprobar qué le pasa al bebé, cogerlo en brazos, etc., además de un aumento de los niveles del cortisol (hormona del estrés). Algunos científicos han planteado que existe una especie de ‘contagio emocional’ que sería una forma primitiva deempatía. Diversos estudios con animales han planteado que este ‘contagio emocional’ también se observa en chimpancés, ratones e incluso palomas, y ahora un estudio reciente ha encontrado que este fenómeno también parece producirse en los perros domésticos.

El experimento ha sido realizado por Min Hooi Yong y Ted Ruffman del Departamento de Psicología de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda. En su trabajo evaluaron la reacción de 75 perros y 74 personas a tres tipos de estímulos auditivos: 1) el llanto de un niño; 2) elbalbuceo de un bebé; y 3) ruido ‘blanco’ generado por un ordenador. Los investigadores analizaron los niveles de cortisol antes e inmediatamente después de escuchar los sonidos, además de observar y registrar los comportamientos mostrados por ellos.

Los perros en particular se comportaron de una forma peculiar, combinando la respuesta de alerta con la de sumisión

Los resultados, recientemente publicados en Behavioral Processes (2014), mostraron que tras escuchar el llanto del bebé, tanto los humanos como los perros tuvieron un aumento en los niveles de la hormona cortisol. Además, los perros en particular se comportaron de una forma peculiar, combinando la respuesta de alerta con la de sumisión.

Según los autores, sus hallazgos suponen una evidencia clara de la existencia de una forma primitiva de empatía entre especies distintas, al demostrar una respuesta de ‘contagio emocional’ en los perros a partir del llanto de un humano. ¿Quién sabe? Quizá sea esta una de las características del perro que lo ha llevado a ser calificado como ‘el mejor amigo del hombre’ y podría también estar en la base de sus efectos anti-estrés. Parece claro que estos animales esconden mucho más de lo que vemos, y por todo lo bueno que nos dan, se merecen todo lo mejor.

Artículo previamente publicado en UnoBrain. Una plataforma online de neuro juegos que permiten mejorar el desempeño cerebral. 

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Abraham Maslow, sobre el momento presente

  • 27/02/2015
  • David Aparicio

«La habilidad de estar en el momento presente es el mayor componente de la salud mental.»

– Abraham Maslow

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cómo ayudar a un ser querido que sufre de una enfermedad crónica

  • 25/02/2015
  • David Aparicio

Las investigaciones han demostrado que la familia y amigos juegan un rol fundamental en la manera que las personas afrontan las enfermedades crónicas. Pero ante estas situaciones se pueden sentir especialmente desconcertados, sin saber cómo ayudar.

Para ayudar ante estas situaciones, cada vez más frecuentes, la Asociación Americana de Psicología (APA) preparó una serie de recomendaciones que permiten que las personas ofrecer y obtener el tipo de apoyo que necesitan:

Ponle fin a los secretos de familia

La honestidad es la mejor política. A menudo tratamos de proteger a nuestras familias y seres queridos de las malas noticias, pero ocultar la gravedad de la enfermedad de una persona del resto de la familia puede ser contraproducente. Comuniquese directamente y sea abierto con los miembros de la familia.

Incluya a sus hijos

Aunque la comprensión de los niños de la situación puede ser limitada, los niños aprecian cuando se les dice lo que esta pasando a su alrededor. Los niños a veces pueden verse así mismos como la causa de los problemas. Pueden pensar que la enfermedad de los padres fue causada por algo que ellos hicieron. Sea abierto, honesto, deje que los niños sepan que está bien hacer preguntas. Esto ayudará a aliviar la ansiedad. Recuerde, un niño puede ser una gran fuente de risa y calidez para una persona enferma.

Sea selectivo

No todas las personas tienen que saber acerca de su enfermedad o de la enfermedad de un ser querido. Elija con cuidado con quien compartirá información. Algunas relaciones prosperarán y otras se volverán tensas. Lo importante es que al compartir información con una persona, sientas apoyo y fortaleza.

Sea claro acerca de cómo la familia y los amigos pueden ayudar

La gente quiere sentirse útil. No se avergüence de pedir ayuda o favores, como cocinar una comida o ayudar con el transporte escolar de los niños.

La APA concluye que, si alguien que amas está sufriendo de una enfermedad crónica, aprende sobre la enfermedad, ayuda con las tareas diarias y ofrece apoyo emocional. A veces todos necesitamos de un hombro para llorar.

Fuente: APA
Imagen: Jakmeedia

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El neurólogo Oliver Sacks solo tiene unos meses de vida y quiere vivirlos al máximo

  • 20/02/2015
  • David Aparicio

“Hace un mes, pensaba que tenía buena salud, incluso que estaba fuerte. A los 81 años, aún nado una milla cada día. Pero mi suerte se ha acabado: hace unas semanas descubrí que tengo una metástasis múltiple en el hígado”. Así empieza la elocuente carta de Oliver Sacks en The New York Times en la que hace público que sólo le quedan unos meses de vida y que piensa aprovecharlos al máximo.

Sacks es un neurólogos más reconocidos del mundo, autor de bestsellers traducidos en 25 idiomas como:  El hombre que confundió a su mujer con un sombrero y Despertares, libros que nos permitieron conocer más de cerca algunos de los trastornos neurológicos menos comunes y no desde una descripción médica, sino desde las perspectivas de las personas que las viven.

He amado y sido amado

Hace nueve años descubrió que tenía un raro tumor en el ojo, un melanoma ocular. Aunque el tratamiento que recibió lo dejó ciego en ese ojo, el tumor raramente metastatiza y él se encuentra en el 2% de las personas con mala suerte.  Pero aún con este diagnóstico. Sacks no se siente acabado sino más bien quiere aprovechar cada minuto para vivir la vida lo más rica y productivamente posible.

¨Me siento agradecido de que se me han concedido nueve años de buena salud y de productividad. Pero ahora estoy cara a cara con la muerte. Ahora depende de mí cómo vivir los meses que me quedan. Tengo que vivir de la manera más rica, más profunda, más productiva que pueda.¨

(Artículo relacionado: (Vídeo) Oliver Sacks: Lo que las alucinaciones nos dicen de nuestro cerebro)

Él escribe que ya no le queda tiempo para ver las noticias o prestarle atención a los argumentos políticos o el calentamiento global:

¨No es indiferencia sino desapego, todavía me importa profundamente el medio oeste, el calentamiento global o el crecimiento de la desigualdad. Pero estas cosas ya no son mi responsabilidad, sino que le pertenecen al futuro.¨

He sido un animal pensante de este hermoso planeta

Y también admite que siente miedo. Pero principalmente siente gratitud:

¨He amado y sido amado; Se me ha dado mucho y he dado algo a cambio; He leído y viajado y pensado y escrito, he tenido una relación con el mundo, la especial relación de los escritores y lectores. Por encima de todo, he sido un ser sensible, he sido un animal pensante de este hermoso planeta, y esto ha sido un enorme privilegio y una aventura.¨

Casi al final de su artículo, el reflexiona: “Cuando la gente muere, no puede ser reemplazada. Dejan huecos que no pueden ser llenados, ya que ese es el destino -el destino genético y neurológico- de cada ser humano, ser un individuo único, encontrar su propio camino, vivir su propia vida, morir su propia muerte“.

Sacks ha escrito un ensayo conmovedor que nos enseña a aprovechar cada minuto y a demostrar gratitud por todo lo que hemos vivido. Te invito a que leas su escrito completo en el New york Times.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

6 Técnicas de negociación utilizadas por negociadores con rehenes

  • 19/02/2015
  • Maria Fernanda Alonso

Muy seguido se nos presentan situaciones en las que debemos negociar con otras personas sobre asuntos que nos conciernen mutuamente, y no hay nada más frustrante que sentir que estamos más cerca de un ojo morado o un par de dientes menos en la boca, que de una negociación exitosa.

En su blog Barking Up The Wrong Tree, Eric Barker presenta el Behavioral Change Stairway Model (Modelo de Escalera de Cambio de Comportamiento), que fue desarrollado por la unidad de negociación de rehenes del FBI, y que cuenta con 5 pasos para lograr que otros vean tu punto de vista y cambien lo que están haciendo.

Esto no funciona únicamente con criminales atrincherados empuñando rifles, sino que es posible aplicarlo a la mayoría de los desacuerdos.

Hay 5 pasos:

  1. Escucha Activa: escucha su lado y hazles saber que los estás escuchando.
  2. Empatía: entender de dónde vienen y cómo se sienten.
  3. Rapport (establecer buena relación): empatía es lo que vos sentís. Rapport se da cuando ellos sienten lo que vos sentís. Ellos empiezan a confiar en vos.
  4. Influencia: Ahora que confían en vos, te ganaste el derecho de trabajar en la solución del problema con ellos y de recomendar un curso de acción.
  5. Cambio de Comportamiento: Ellos actúan. (Y quizás salen con las manos en alto.)

escalera de negociacion

Pero, ¿por qué nuestros intentos de negociación terminan a las gritos o con mechones de pelo del otro en nuestras manos? Lo más probable es que empecemos desde el cuarto paso (influencia) y que  esperemos que la otra persona inmediatamente vaya al quinto (cambio de comportamiento). Y eso nunca funciona. Decir “por esto es que yo tengo razón y vos estás equivocado” podría ser efectivo si las personas fueran fundamentalmente racionales. Pero no lo son.

Eric Barker entrevistó a Chris Voss, ex jefe de la unidad de negociación internacional de rehenes del FBI, quien dijo: “ Los seres humanos son incapaces de ser racionales, insensibles… Entonces, en vez de pretender que las emociones no existen en una negociación, los negociadores de rehenes han diseñado un abordaje que toma a las emociones completamente en cuenta y las usa para influenciar la situación, que es de la forma en que en realidad se hacen todas las negociaciones…”

Decir “por esto es que yo tengo razón y vos estás equivocado” podría ser efectivo si las personas fueran fundamentalmente racionales. Pero no lo son

El escalón más crítico en la Escalera de Cambio de Comportamiento es el primero: Escucha Activa. Todos los otros escalones le siguen. Pero la mayoría de las personas son terribles escuchando.

Chris Voss dice: “Si cuando estas haciendo tu argumento, el único momento en que la otra parte está en silencio es cuando está pensando en su propio argumento, tiene una voz en su cabeza que le está hablando. No te están escuchando. Cuando ellos te están presentando su argumento, vos estás pensando en tu argumento, esa es lo voz en tu cabeza que te está hablando. Así que es bastante parecido a tratar con un esquizofrénico.”

“Si tu primer objetivo en la negociación, en lugar de presentar tu argumento, es escuchar a la otra parte, esa es la única forma en que podés callar la voz en la cabeza del otro. Pero la mayoría de las personas no hacen eso. No entran en una negociación queriendo oír lo que la otra parte tiene para decir. Entran a la negociación queriendo exponer su argumento. No le prestan atención a las emociones y no escuchan.”

Los puntos básicos de la escucha activa son bastante sencillos:

  1. Escuche lo que dicen. No interrumpa, no te manifiestes en desacuerdo ni “evalues.”
  2. Mueva la cabeza, y haga comentarios breves de reconocimiento, como “si” y “ajá.”
  3. Sin ser incómodo, repita la esencia de lo que le acaban de decir, desde su marco de referencia.
  4. Indague. Haga preguntas que muestren que estuvo poniendo atención y que muevan la discusión hacia adelante.

Si querés saber más sobre esta habilidad, podés leer Las 5 fases de la escucha activa.

¿Qué seis técnicas usan los negociadores de rehenes profesionales del FBI para llevarlo al siguiente nivel?

1. Hacé preguntas abiertas:

No querés respuestas de si o no, querés que se abran.

Via Crisis Negotiations, Fourth Edition: Managing Critical Incidents and Hostage Situations in Law Enforcement and Corrections (Negociaciones de crisis, Cuarta Edición: Manejando Incidentes Críticos y Situaciones de Rehenes en Aplicación de Leyes y Correccionales): “Una buena pregunta abierta sería ‘Suena como un asunto difícil. Decime cómo pasó todo.’ No es sentencioso, muestra interés, y es probable que lleve a más información sobre la situación del hombre. Una respuesta pobre sería ‘¿tenés un arma?’ ‘¿de qué clase?’ ‘¿cuántas balas tenés?’, porque fuerza a respuestas de una palabra, da la impresión de que el negociador está más interesado en el arma que en la persona, y comunica un sentido de urgencia que aumentará en lugar de rebajar la tensión.”

2. Pausas eficaces:

Hacer pausas es poderoso. Usalas para hacer énfasis, para fomentar a alguien a seguir hablando o para calmar las cosas cuando alguien se pone emocional.

Gary Noesner, autor de Stalling for Time: My Life as an FBI Hostage Negotiator (Buscando evasivas por tiempo: Mi vida como un Negociador de Rehenes del FBI) ha dicho: “Eventualmente, incluso el sujeto más sobreexcitado emocionalmente encontrará difícil sostener un argumento de un solo lado, y retornará a un diálogo útil con los negociadores. Así, permaneciendo en silencio en los momentos correctos, los negociadores realmente podrán mover todo el proceso de negociación hacia adelante.”

3. Animadores mínimos:

Declaraciones concisas para dejar saber a la otra persona que estás escuchando, y que sigan hablando. Gary Noesner dice: “Incluso frases relativamente simples, como ‘sí,’ ‘O.K.,’ o ‘ya veo,’ transmiten eficazmente que un negociador está poniendo atención al sujeto. Estas respuestas alentarán al sujeto a hablar y gradualmente le darán más control de la situación al negociador.”

4. Reflejar:

Repetí la última palabra o frase que la persona dijo para mostrar que estas escuchando y que estás comprometido. Gary Noesner explica: “Por ejemplo, un sujeto puede declarar, ‘estoy enfermo y cansado de ser presionado,’ a lo que el negociador puede responder, ‘te sentís presionado, ¿eh?’”

5. Parafrasea:

Repetir lo que la otra persona dice es decirlo en tus propias palabras. Esto muestra poderosamente que realmente entendés y no estás repitiendo como un loro.

Chris Voss le dijo a Eric Barker en su entrevista: “La idea es escuchar realmente lo que la otra parte está diciendo y volverselo a decir a ellos. Es como un proceso de descubrimiento para ambas partes. Primero que nada, estás tratando de descubrir qué es importante para ellos, y en segundo lugar, estás tratando de ayudarlos a escuchar lo que estan diciendo pasa saber si lo que están diciendo tiene sentido para ellos.”

6. Etiquetado Emocional:

Dale un nombre a sus sentimientos. Esto muestra que te identificás con lo que sienten. No hagas comentarios sobre la validez de los sentimientos (podrían ser totalmente locos) pero mostrales que los entendés.

En Crisis Negotiations, Fourth Edition: Managing Critical Incidents and Hostage Situations in Law Enforcement and Corrections: “Un buen uso del etiquetado emocional sería ‘suenas muy herido por haber sido dejado. No parece justo.’ porque reconoce los sentimientos sin juzgarlos. Es una buena respuesta Aditiva Empática porque identifica el dolor que subyace a la ira que siente la persona y suma la idea de justicia al mensaje del actor, una idea que puede llevar a otras formas de obtener justicia. Una respuesta pobre sería ‘no necesitas sentirte de esa forma. Si él estaba jugando contigo, no valía la pena.’ Es sentencioso. Le dice al sujeto cómo no debe sentirse. Minimiza los sentimientos del sujeto, que son una gran parte de quien es. Es Empatía Sustractiva.”

Si te gustó este artículo, también te puede interesar 7 pasos para convertir conversaciones difíciles en fáciles.

Fuente: Bakadesuyo.com
Imagen: Groundreport

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La ‘extraña muerte’ del conductismo radical

  • 18/02/2015
  • José Olid

El conductismo ha muerto. Un capítulo corto en la historia de la Psicología. Acusado desde el principio como corto de miras y simplista, fue obviamente reemplazado por la revolución cognitiva hace ya bastantes décadas. Esta perspectiva es la que se transmite comúnmente en libros de texto, revistas y publicaciones populares (Baron-Cohen, 2014; Miller, 2003).

Ser conductista parece ser pertenecer al pasado, ser un vestigio de la Psicología. Parece ser una sorpresa para algunos, entonces, que el conductismo radical -y su ciencia y análisis de la conducta-  de hecho está prosperando. Parafraseando a Mark Twain, «los informes sobre la muerte del conductismo han sido enormemente exagerados».

Lejos de haber llevado a una histórica muerte absoluta, las ideas del conductismo radical forman una parte importante de nuestro presente psicológico. Y son precisamente esas ideas las que están haciendo que el conductismo radical se esté posicionando en una posición claramente ventajosa. Dado que sus principios, términos y teorías se están convirtiendo poco a poco en parte del pensamiento popular, es difícil distinguirlo de otros modelos y posturas. Aquí tendremos algunos ejemplos.

La construcción social de la ciencia

Skinner definía el conductismo radical como la filosofía de la ciencia de la conducta. Conducta, para el conductismo radical, se refiere a todo lo que un organismo hace, lo que para humanos incluye experiencias privadas como pensamientos y emociones. Esto es lo que lo diferencia de formas tempranas de conductismo, que se centraban sólo en las conductas públicas y observables. De hecho, ese es uno de los motivos por los cuales es llamado radical.

Lo que es menos conocido es que el conductismo radical desecha la idea de que el mundo puede ser objetivamente conocido, y asume el conocimiento científico como una construcción social. Para el conductismo radical, la ciencia es una forma de conducta humana (muy especializada) por lo que es objeto del mismo análisis contextual que cualquier otra conducta.

Con sus orígenes en el pragmatismo americano de William James, John Dewey y Charles Pierce (Menand, 2001, el conductismo radical toma a la ciencia como un método para encontrar maneras útiles de hablar y relacionarse con el mundo, y no como un método para descubrir la verdad última o la naturaleza de la realidad. De hecho, esa tarea es imposible, porque ninguna ciencia podrá jamás aportar una perspectiva no sesgada sobre su materia de estudio.

Lo que subyace a la visión de la ciencia dada por el conductismo radical es «invención» (Hayes&Follette, 1992). Describe la ciencia como el proceso por el cual nosotros inventamos (en el sentido creativo de formular o disponer) maneras de hablar del mundo que son útiles. Mientras que es posible que exista un mundo real ahí fuera, nosotros jamás podremos conocerlo de manera objetiva. Esta visión de la ciencia contrasta con aquella que la describe como un proceso de descubrimiento, mediante el cual vamos iluminando poco a poco la verdad última de la naturaleza. El conductismo radical rechaza de pleno esta idea positivista, y se posiciona como totalmente aontológica (Barnes-Holmes, 2000).

Aunque a veces pueda ser entendido como mecanicista, el conductismo radical es mejor entendido como una variante de contextualismo filosófico (Hayes y otros, 1988). El contextualismo cubre un amplio rango de modelos filosóficos, incluyendo al constructivismo social, que es actualmente popular en ciencia psicológica (Gergen, 2001) y su particular relevancia para la práctica clínica (Rapley y otros, 2011). Viniendo desde la misma postura filosófica, no es sorprendente que el constructivismo social y el conductismo radical tengan mucho que ver relacionados con los asuntos típicos en la práctica clínica. Por ejemplo, la reserva de la Sociedad Británica de Psicología (BPS, 2011) sobre que el manual diagnóstico DSM descontextualiza el problema de las personas y se pierde su carácter personal es totalmente compartida por los principales analistas de conducta (Hayes y otros, 2011).

El aprendizaje como un proceso evolutivo

En los últimos años la psicología evolutiva ha ido relacionando la conducta humana con el marco teórico darwiniano. Las habilidades y capacidades humanas son concebidas como adaptaciones psicológicas en el mismo sentido en que nuestro cuerpo obedece a adaptaciones biológicas. Una de las mayores críticas que se hace a esta suposición de la psicología evolutiva es que el supuesto contexto que favoreció el desarrollo de habilidades humanas es histórico y por tanto inobservable e inmedible; de esta manera, dichas críticas remarcan que las explicaciones de la psicología evolutiva son especulaciones y poco más que historias «porque sí». (Rose&Rose, 2000).

El contextualismo funcional también entiende la actividad humana dentro del marco del darwinismo, pero en su caso dicha relación puede ser estudiada directamente en un presente evolutivo. El aprendizaje es entendido como el proceso por el cual nos adaptamos a nuestro entorno, teniendo en cuenta nuestro periodo vital. Aprendemos cuando variantes conductuales son seleccionadas por el entorno, que hace que sea más posible que se repitan en el futuro. Skinner llamó a este proceso selección mediante consecuencias (comunmente conocido como «reforzamiento»), en el sentido en que las consecuencias causan un aumento o una reducción en la probabilidad futura de la conducta (Skinner, 1987). Tal y como explicó Darwin en relación a la manera en que las especies se adaptan al entorno mediante selección natural, Skinner explicó cómo los organismos individuales se adaptan a su entorno mediante el aprendizaje en su periodo vital. Esto no es sólo una gran especulación o un «porque sí». La selección natural del comportamiento no es una teoría o una hipótesis, es un proceso directamente observable que ha sido ampliamente estudiado en laboratorio y en situaciones diarias.

La «operante» es un concepto central en conducta evolutiva y es el equivalente a la especie en biología evolutiva. Operantes y especies son las unidades en las cuales la evolución y el cambio como variantes individuales son seleccionadas. En biología evolutiva, los organismos viven y mueren conforme la especie evoluciona. En conducta evolutiva, las conductas son seleccionadas conforme la operante evoluciona. La principal diferencia es que en las especies el organismo vive de manera concurrente y se distribuye en el espacio, mientras que en la operante las conductas ocurren de manera consecutiva y se distribuyen a lo largo del tiempo (Glenn y otros, 1992). Igualmente, tanto especies como operantes son moldeadas por la acción selectiva del entorno. No es de extrañar que Skinner haya sido descrito como «el Darwin de la ontogenia» (Donahoe, 1984).

Lenguaje y psicoterapia

Uno de los más curiosos malentendidos del conductismo radical es que no puede explicar el comportamiento complejo, como el lenguaje. A juzgar por la manera en que se aborda comúnmente este asunto, fue la crítica de Chomsky sobre Conducta Verbal(1957) de Skinner la que asestó el golpe de gracia. Lo que es extraño sobre esa crítica es que, realmente, es totalmente errónea. Sea lo que fuere que Chomsky criticó, claramente no lo hizo sobre la postura funcionalista de Skinner (Andresen, 1991; MacCorquodale, 1970).

Es cierto que los primeros investigadores conductistas se centraron en el estudio del lenguaje centrándose en animales no humanos o en humanos con sistemas lingüísticos poco desarrollados. Igualmente, esa estrategia fue tan sólo el comienzo, y la intención siempre fue dirigir la investigación hacia análisis más complejos en el momento en que fuera oportuno. Fue en el comienzo de la década de 1980 cuando Murray Sidman y sus compañeros realizaron una serie de investigaciones que condujeron a la teoría de la equivalencia funcional (Sidman, 1994) y más tarde a la teoría del marco relacional (RFT: Hayes y otros, 2001). Los detalles de esas teorías van más allá de este artículo, y se podrían resumir en que describen en qué manera los humanos lingüísticamente competentes relacionan y combinan funciones derivadas de los aprendizajes. Dicha habilidad puede sonar trivial, y lo cierto es que es algo que sólo se ha encontrado en humanos: otros animales fallan a la hora de realizar aprendizaje por derivación en relación de equivalencia. Es una habilidad que permite a los humanos enlazar todo tipo de eventos y estímulos (incluidos pensamientos y emociones) de manera arbitraria, lo cual parece ser la diferencia entre el lenguaje simbólico humano y otras maneras de comunicación animal.

Los principios básicos de análisis de conducta, junto a la equivalencia estimular y la RFT, han sido transformados en modelos terapéuticos, siendo los más característicos la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT: Hayes y otros, 2011) y la Terapia Dialéctico Conductual (DBT: Dimeff y Linehan, 2001). Curiosamente, gran parte de los terapeutas que ejercen en la actualidad no están enterados de ello, o en el mejor de los casos no tienen ni idea de la relación de esos modelos terapéuticos con el conductismo radical.

Una asociación con la neurociencia y la epigenética

El conductismo radical está interesado en nuestro funcionamiento biológico y neurológico. A pesar de que se dice que dicha postura ignora «nuestro interior» y lo mira como si fuera una «caja negra», no es realmente cierto. Skinner (1974) fue muy explícito en ese sentido, y escribió: «El organismo no está vacío, por supuesto, y no puede ser tratado como una «caja negra» (página 233).

En este caso, sin embargo, no necesitamos entender lo que ocurre por dentro para estudiar las relaciones funcionales que tenemos con el entorno exterior. Es muy factible el hecho de que, mientras nosotros desarrollamos la investigación sobre cómo nos relacionamos con nuestro enorme contexto, las neurociencias sigan estudiando nuestro funcionamiento biológico interior. Los datos de una ciencia no invalidarán los datos de la otra en parte porque están respondiendo a diferentes preguntas. Dado que las neurociencias investigan sobre como nuestra neurobiología correlaciona con nuestro comportamiento, no puede explicar el significado contextual de nuestra conducta. Puede ser que nos diga qué ocurre en nuestro cerebro cuando pensamos y hacemos ciertas cosas, pero en ningún caso nos dirá por qué pensamos o hacemos esas cosas. La neurociencia puede identificar qué partes de nuestro cerebro están activas cuando pensamos en jugar al tenis, pero no nos puede decir por qué pensamos en jugar al tenis en primer lugar, ni tampoco el significado que tiene jugar al tenis para nosotros. Esto requiere de un análisis contextual, y ese es el dominio de la psicología (para una mayor discusión sobre niveles cercanos y lejanos a la causación, consultar Alessi, 1992).

Lejos de ser extraños compañeros de cama, el conductismo radical contempla a la psicología y a la neurociencia como necesitadas la una respecto a la otra. La neurociencia profundizará en nuestro entendimiento del funcionamiento humano llenando los huecos «temporales» (cómo eventos pasados afectan a nuestro comportamiento futuro). A cambio, la ciencia psicológica ayudará a configurar los puntos interesantes sobre los que los neurocientíficos deberían investigar. Shallice y Cooper (2011), escribieron: «Sin tareas analíticas putativas, interpretar los resultados de imagen funcional es poco más que ver las hojas caer» (p. 186). La neurociencia es dependiente de un análisis contextual coherente para organizar su actividad y darle sentido a sus datos. Las dos ciencias se necesitan mutuamente.

La epigenética es el estudio de la expresión genética y la heredabilidad fenotípica que ocurre sin que se produzcan cambios profundos en la estructura del ADN (Jablonka y Lamb, 2005). Aunque se pensó que podría ser una «estupidez lamarckiana», hoy en día la epigenética está ampliando nuestro entendimiento de la manera en que nuestro genoma interactúa con el entorno.

Michael Meaney y sus compañeros, por ejemplo, concluyeron como una modificación conductual en ratones podía modificar la expresión genética de sus descendientes, que presentaron conductas estereotipadas moduladas por el ambiente, que moduló la estructura genética.

La epigenética está empezando a entender cómo eventos del entorno afectan a la expresión de nuestros genes en las generaciones actuales y futuras. El análisis de la conducta está a la vanguardia de esta asociación, en parte porque comparte un modelo evolutivo, y también porque el análisis de la conducta está compuesto por un conjunto de teorías y métodos que describen nuestras relaciones contextuales con el entorno, algo que los epigenetistas necesitan con la intención de explicar su impacto en la expresión génica.

Actualizando desde cero

El conductismo radical es descaradamente utópico. La utopía no se concibe ingenuamente como un lugar o destino (el término fue acuñado por Tomás Moro del significado griego antiguo «ninguna parte», después de todo), sino más bien como un ideal a alcanzar. La intención de la ciencia psicológica es hacer del mundo un lugar mejor, más justo, seguro y sostenible. Este es el valor y la dirección desde la cual el conductismo radical se aleja del sueño utópico. No es raro ver camisetas donde se lee «Salva al Mundo con Análisis Conductual» en conferencias sobre ACT y análisis de conducta. Quizás alguien pase por alto la presunción, pero seguramente no la ambición.

Skinner recibió influencia de las ideas del filósofo del siglo XVII Francis Bacon, quien veía que el propósito de la ciencia era la mejora del Estado del hombre. Para Skinner, problemas sobre el medio ambiente, la polución, la sobrepoblación o la falta de alimentos eran fundamentalmente problema de conducta humana, y quería que la ciencia dijera algo al respecto.

Hoy en día, la ciencia psicológica está jugando un rol incremental en cómo organizamos el comportamiento, y los psicólogos están realizando una contribución positiva en cada nivel de la sociedad. En Reino Unido, por ejemplo, la Administración general del gobierno ha creado el «Behavioural Insights Team» (Equipo de Investigación Conductual) con el propósito específico de usar el conocimiento y los métodos psicológicos para realizar una mejora de la política social. En el NHS (National Health Service), las terapias como ACT y DBT están ayudando a mejorar el bien estar psicológico ofreciendo apoyo para que las personas vivan una vida que tenga más significado. En educación, los psicólogos numerosas intervenciones en grupos de atención especial. En otros campos está sucediendo lo mismo: marketing y negocios, dieta y comida saludable, deportes de élite e incluso conducción segura. El tiempo de que la Psicología marque la diferencia en la sociedad es este, y los modelos explicativos que aporta el conductismo radical tienen un papel principal.

Muriendo de éxito

Fue el historiador Thomas Leahey quién primero escribió sobre la extraña muerte del conductismo radical (Leahey, 1992). Él notó que el análisis de la conducta estaba en realidad en buena forma, y que a lo largo de las décadas ha continuado creciendo.

Muchos de los principios del conductismo radical son aplicados realmente en el pensamiento y la cultura popular. «El conductismo está muerto, larga vida al conductismo», escribió Steve Hayes reflejando el hecho de que muchas personas realmente practican conductismo radical sin saberlo (Hayes, 1987). Él notó eso hace 25 años y hoy en día es aún más cierto.

En los libros de texto, sin embargo, aún se ofrece esa versión como si el conductismo fuera un movimiento monolítico, cuando la realidad es que está compuesto de muchas variedades muchas de las cuáles sí están realmente muertas. Mezclarlas todas y tenerlas como un único conductismo ha supuesto un malentendido enorme.

Eso hace que se confunda el trabajo de Watson con el de Skinner de manera muy frecuente, incluso en libros de texto que supuestamente han pasado una revisión académica (Hobbs y otros, 2000).

Skinner predijo que el conductismo radical moriría algún día, y lo haría por su éxito y no por fracasar (Skinner, 1969, p. 267). Entendió que dejaría de ser necesario en la medida en que los problemas del mentalismo y el positivismo lógico se fueran resolviendo.

El conductismo radical nunca fue entendido de manera dogmática para la psicología, siendo realmente parte del amplio campo que supone el contextualismo, y Skinner comprendió que existiría mientras fuera útil. Desde la muerte de Skinner, el conductismo radical se ha definido y se han ampliado sus aplicaciones, extendiéndose y revitalizándose, y ese proceso continúa.

Lejos de ser un capítulo de la psicología del pasado, las ideas del conductismo radical, los principios y la ciencia continúan dando forma y contribuyendo a las discusiones contemporáneas, teorías, práctica e investigación. Quizás ahora es la hora de rehabilitar nuestro entendimiento de una de las más importantes posiciones filosóficas de la psicología moderna.

Traducción del artículo: The Strange Death of Radical Behaviorism de Freddy Jackson Brown y Duncan Guillar publicado en The British Psychological Society.

Ilustración de Fabián Valenzuela

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

10 recomendaciones científicas para mejorar tu vida

  • 16/02/2015
  • Maria Fernanda Alonso

¿Pensaste, alguna vez, que quizás exista algo que podrías hacer para mejorar tus cosas?¿Que tu vida es buena, pero de alguna manera podría ser mejor? Hay algo que te falta, pero no sabés bien qué es. En su blog Barking Up The Wrong Tree, Eric Barker comparte con nosotros 10 recomendaciones basadas en investigaciones científicas que pueden ayudar a mejorar tu vida:

Sal a la naturaleza

Probablemente subestimás cuán importante es esto. Y es que incluso hay investigaciones que dicen que lo hacemos. Estar en la naturaleza reduce el estrés, te hace más creativo, mejora tu memoria, y puede incluso llevarte a ser una mejor persona.

Ejercítate

Todos sabemos lo importante que es ejercitarse, pero pocas personas lo hacen consistentemente. Además de los infinitos beneficios para la salud, ejercitarte te hace más inteligente, más feliz, mejora la memoria, la calidad del sueño, incrementa la libido y te hace sentir mejor en cuanto a tu cuerpo. También podría reducir las migrañas, así como ayuda a lidiar con la ansiedad y el estrés cotidiano. Una simple caminata podría mejorar el proceso creativo. El ejercicio físico disminuye el riesgo de deterioro cognitivo y presenta grandes beneficios para personas con Alzheimer, Parkinson y TDAH, entre otras condiciones.

Un estudio de Harvard que siguió a un grupo de hombres por más de 70 años, identificó al ejercicio físico como uno de los secretos de una buena vida.

Pasa tiempo con tu familia y amigos

Daniel Gilbert, experto en felicidad de Harvard, identificó esto como una de las mayores fuentes de felicidad en nuestras vidas. No sentirte conectado socialmente puede hacerte más estúpido y puede matarte. La soledad puede llevar a ataques al corazón, accidentes cerebrovasculares (ACV) y diabetes. Las personas más longevas del planeta han hecho gran énfasis en el compromiso social. Las buenas relaciones son más importantes incluso que el ejercicio, para una larga vida. Los amigos son claves para mejorar tu vida. Compartí buenas noticias y respondé con entusiasmo cuando otros comparten buenas noticias con vos, para mejorar tus relaciones. Y si querés ser mucho más feliz, hacé algo amable por ellos. Y no debemos olvidar el importante rol de la autocompasión y sus repercusiones en nuestra vida social, física y mental.

Expresa gratitud

Te hará más feliz. Te ayudará a mejorar tus relaciones. Puede hacerte mejor persona. Puede hacer que la vida sea mejor para todos los que te rodean.

Meditación

Meditar puede aumentar la felicidad, el sentido de la vida, el apoyo social y la capacidad de atención, mientras reduce la ira, ansiedad y fatiga. Así también podría estimular la empatía, y puede ayudarnos con el estrés, la depresión, la memoria y la regulación de la emoción. Y en un sentido similar, orar puede hacerte sentir mejor (incluso si no sos una persona religiosa). Una buena manera de meditar es practicando mindfulness.

Duerme lo suficiente

Cualquier deficiencia en el sueño te afecta. Estar cansado hace que sea más difícil ser feliz. La falta de sueño es equivalente a mayores probabilidades de enfermarse. “Consultar algo con la almohada” mejora la toma de decisiones. La falta de sueño puede hacerte más propenso a comportarte inmoralmente. Los problemas de sueño cuestan miles de millones. Además, dormir poco estaría relacionado con el declive cognitivo y con la demencia. Las siestas también son muy buenas. Dormir la siesta incrementa el sentido de alerta y el desempeño en el trabajo, mejora las habilidades de aprendizaje y purga las emociones negativas mientras realza las positivas.

Desafíate

Aprender otro idioma puede mantener tu mente afilada (incluso podría retrasar los síntomas de Alzheimer), acá podés encontrar 7 secretos para hacerlo. Las lecciones de música incrementan la inteligencia y las habilidades del aprendizaje. Desafiar tus creencias fortalece tu mente. Aumentar el poder de voluntad sólo toma un pequeño esfuerzo cada día y es más responsable de tus éxitos que tu CI. No educarse o no aprovechar oportunidades, son dos cosas de las cuales las personas más se arrepienten en sus vidas.

Reir

La personas que usan el humor para hacer frente al estrés tienen mejores sistemas inmunes, reducen el riesgo de ataques al corazón y ACV y viven más. Reir debería ser como una vitamina diaria. Con solo rememorar momentos divertidos podés mejorar tus relaciones. El humor tiene muchos beneficios y puede ayudarnos a contrarrestar situaciones o eventos desagradables. Aquí podés aprender sobre los Grupos Terapéuticos de Risa, orientados a difundir y desarrollar el uso del humor y la risa con fines psicoterapéuticos.

Contacto físico

El contacto físico puede reducir el estrés, mejorar el rendimiento en equipo, y ayudarte a ser persuasivo. Los abrazos te hacen más feliz. El sexo podría ayudar a prevenir ataques al corazón y cáncer, mejora el sistema inmune, extiende tu vida y te hace más feliz. Mientras besamos se establecen en nuestros cerebros importantes vías nerviosas que asocian a los besos con emociones positivas.

Se optimista

El optimismo puede hacerte más saludable, más feliz y puede prolongar tu vida. Los optimistas podrían regular mejor el estrés. La armada lo enseña para incrementar la fortaleza mental en los soldados. Ser seguro mejora el rendimiento. Y tené presente que la nostalgia podría incrementar el optimismo pues tiene la capacidad de facilitar la percepción de un futuro más positivo.

Fuente: Bakadesuyo.com

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

7 pasos para hacer más fáciles las conversaciones

  • 16/02/2015
  • Maria Fernanda Alonso
photo of men having conversation

Todo empezó con la decisión de tu jefe de relocalizarte en otra ciudad. Subirías de jerarquía y ganarías más dinero. Así que llegaste emocionado a tu casa para compartir las buenas nuevas con tu pareja quien, con un monólogo de 15 minutos, te enumeró todos los motivos por los cuales tomar aquel trabajo es un error. ¿Un error?, ¿UN ERROR?-, gritás, -¡YO NACÍ PARA ESTE TRABAJO!

Ahora sólo se escuchan gritos e insultos, y en lo único que podés concentrarte es en la vena inflamada de la frente de tu pareja, que sobresale en su rostro completamente colorado y sudoroso… y pensás que probablemente te verás igual, porque llegó tu turno de gritar.

Esta clase de situaciones no pasan tan a menudo, pero nos sentimos impotentes cuando ocurren. Y porque son raras es que pareciera que no aprendemos a manejarlas mejor. El problema es que estos momentos son, muchas veces, críticos porque se dan con personas que nos importan.

En su blog Barking Up The Wrong Tree, Eric Barker, con la ayuda del Dr. Albert J. Bernstein psicólogo clínico con más de 10 años de experiencia, y autor de varios libros sobre cómo tratar con los problemas de las personas (Cerebros de Dinosaurio: Tratando con todas esas personas imposibles en el trabajo; ¿Soy la única persona cuerda que trabaja aquí? 101 Soluciones para sobrevivir la locura de la oficina; Vampiros emocionales: Tratando con personas que te drenan hasta dejarte seco), comparte con nosotros siete pasos para manejar esas conversaciones difíciles:

Primero, necesitas permanecer calmo

Ya tenés una persona reaccionando de manera exagerada, lo peor sería que alguien más haga lo mismo. Si te convertís en Hulk, habrá una batalla de gritos y nada se arreglará. El Dr. Bernstein llama al lado emocional de nuestros cerebros “cerebro de dinosaurio” que sólo entiende “pelear” o “huir”.

Bernstein dice: “… la idea básica es que en muchas situaciones, reaccionás con los instintos programados en tu cerebro de dinosaurio, antes de pensar bien en la situación. Si estás en tu cerebro de dinosaurio, vas a poner a funcionar un programa de 6 millones de años, y nada bueno va a pasar. En ese caso, el cerebro de dinosaurio de la otra persona va a entender que ellos están siendo atacados, y luego vos vas a responder con más peleas o huyendo, y cualquiera de las dos va a llevar la situación a lo que me gusta llamar el efecto ‘Godzilla conoce a Rodan‘: muchos gritos, edificios derrumbados, y nada constructivo se concreta.»

Entonces, ¿qué se puede hacer? Controlá tu nivel de excitación y poné todo tu esfuerzo en mantenerte calmado. Al igual que el investigador de Harvard, Shawn Achor, Bernstein sostiene: toma a los problemas como desafíos en lugar de crisis.

Bien, lograste calmarte, pero los demás siguen como locos, ¿cuál es la mejor estrategia aquí?

Tratarlos como niños

No, esto no significa que seas condescendiente, pero no tratarías de razonar con un niño gritando. Y no te enojarías con él porque grita, sino que tratarías el problema subyacente. Tratar de explicar de manera lógica por qué los gritos no sirven a un niño de 3 años, no funciona. Y tampoco va a funcionar con adultos. Ignorá el drama.

Bernstein dice literalmete “Si te sentis como un docente de preescolar, probablemente lo estás haciendo de la manera correcta.” “Si sos padre, ¿cómo lidias con las rabietas? Las ignorás, o al menos tratás de ignorarlas. Pero con un adulto intentás y tratás de hacer que desistan, y eso nunca funciona.”

Entonces, estás calmado e ignorás los gritos porque los ves como si fueran niños grandes. Pero, ¿cómo hacer que paren esos gritos, llantos y chillidos?

“Por favor, hablá más despacio. Me gustaría ayudar”

Cualquier cosa que ralentice la situación es buena. Uno de los primeros trabajos de Bernstein fue con psicópatas violentos en una institución. Rápidamente, se dio cuenta que “despacio” significa “calmo,” y calmo significa pensar y reaccionar.

¿Cómo hacés para que una persona deje de gritar? La reacción natural, decir “dejá de gritar,” es la peor: será tomada como si le estuvieras diciendo qué tiene que hacer. A nadie le gusta que le digan qué hacer, especialmente si están enojados.

En lugar de eso, probá con esta variante: “Por favor, hablá más despacio. Me gustaría ayudar.” ¿Por qué funciona esto? Porque rompe el patrón que tienen en la cabeza.

Ellos esperan que les hagas frente, pero vos no lo hacés. Les estás pidiendo aclarar las cosas. Te mostrás interesado. Esto los hace cambiar del cerebro de dinosaurio, a pensar. Y eso es bueno.

El mismo principio funciona también en el teléfono: buscás sacarlos de ese patrón sin que lo tomen como pelea de tu parte. Bernstein llama a esto la “regla ajá.”

Explica Bernstein: “Cuando alguien te esta hablando en el teléfono y para para respirar, tu reacción natural es decir ‘ajá’. Es algo universal. No nos damos cuenta de que lo hacemos. Pero si esperas tres respiros sin decir ‘ajá’, la otra persona se detendrá y dirá ‘¿estás ahí?’ Lo probamos muchísimas veces, y fue maravilloso lo bien que funcionó. Lo que te acabo de dar es una manera de interrumpir a alguien que te está gritando en el teléfono, sin decir una palabra. Simplemente no digas ‘ajá’.”

Ese reductor de velocidad los saca de su momento de enojo por un segundo y los hace pensar de manera práctica.

Ya no están gritando, pero eso no significa que no estén enojados y tampoco significa que estés haciendo un progreso real. ¿Qué convierte a una persona histérica en un adulto racional con el cual podés hablar?

Pregunta: “qué te gustaría que haga”

Bajar la velocidad es genial, y también verlos como niños. ¿Cuál es la siguiente gran estrategia? Necesitás hacerlos pensar. Cualquier cosa que los mueva de la reacción emocional a pensar racionalmente, es buena.

“Cuando las personas están enojadas con vos, o te están atacando, es muy fácil defenderse o salir corriendo, pero lo que realmente necesitás hacer es algo que enganche su cerebro,” dice Bernstein. “Lo que buscás es mover una situación de enojo a una posibilidad de negociación.” “Podés hacerlo preguntando simplemente ‘¿Qué te gustaría que haga?’ Esto los mueve de su cerebro de dinosaurio a su corteza, y entonces la negociación es posible,” pues necesitan formular una respuesta y eso los hace pensar (aunque sea por un segundo).

Y ahora, ¿qué hacer para mantener las cosas en el camino correcto?

No hagas declaraciones. Hacé preguntas:

Otro gran error que todos cometemos: explicar. No expliques. ¿Por qué? La otra persona lo entenderá como una manera camuflada de pelea. ¿Sabés por qué? Porque es una manera camuflada de pelea. Es la manera educada de decir “esto es por qué yo tengo razón y vos no.” Y todo el mundo lo ve como es.

Bernstein sostiene: “Explicar es casi siempre una forma disfrazada de volver a pelear. Muchas explicaciones se escucharán como ‘mirá, si realmente entendés la situación, verás que yo tengo razón y vos estás equivocado.’ Ese es un ataque, y también es una de las maneras de lograr la dominación de otras personas. Actuamos como si sólo estuviéramos explicando nuestra posición de manera realmente clara, entonces la otra persona entenderá y estará de acuerdo con nosotros. Nunca vi que eso funcione.”

Entonces, ¿qué tengo que hacer? Preguntas. Según Bernstein, una de las reglas principales para llevarse bien con los demás, es preguntar y no decirles qué hacer.

Él también recomienda otra técnica que viene directo del manual del negociador de rehenes: Escucha activa: “Lo que yo hago típicamente con las personas es reflejar la emoción que están sintiendo. Si ellos dicen algo así como ‘Soy Jesucristo, y están tratando de crucificarme’, en lugar de decir ‘no, no sos Jesucristo’, decile ‘eso debe darte mucho miedo.’ Él responderá ‘¡Sí!’ El acto de escuchar es reflejar el estado emocional de la persona, no necesariamente el contenido de lo que están diciendo.”

Para aprender más sobre esta gran habilidad, podés leer Las cinco fases de la escucha activa.

Ahora que están calmos, ¿cómo te asegurás de no echarlo a perder y terminar de nuevo donde habían comenzado?

Empezá las oraciones con “me gustaría…” no con “vos sos…”:

Ahora que están siendo racionales, lo último que querés es hacer o decir algo que suene como una acusación. Y ellos van a ser ultrasensibles ante esto, porque hasta recién se sentían atacados.

En el libro Cerebros de Dinosaurio, Bernstein dice “cualquier oración que empiece con ‘vos sos’ y no termine con ‘maravilloso’, va a ser tomada como insulto.”

Lo que estás haciendo ahora es básicamente negociar, así que empezá tus oraciones con “me gustaría…” Alejate lo más que puedas de la palabra “vos”. (El experto en relaciones, Dr. John Gottman, recomienda lo mismo cuando las parejas románticas discuten.)

Ya casi saliste de los bosques, pero hay una última cosa que hacemos a menudo, que echa a perder todo y nos vuelve a poner en el ring…

Déjalos tener la última palabra

Necesitar tener la última palabra es como abandonar una maratón a 100 metros de la meta. Hiciste todo bien hasta ahora. No dejes que tu ego eche todo a perder en el último minuto.

Así como explicar es en realidad un intento de dominación, también lo es necesitar tener la última palabra. Estás cambiando tu meta de “calmar esta situación” a “demostrarles quién tiene la razón”. Bernstein dice: «La última palabra es usualmente un intento de tener la razón. Podés deshacer cualquier cosa positiva que hayas hecho, diciendo una palabra que los lleve de nuevo al ataque.”

No muerdas el anzuelo. Dejalos tener la última palabra, dejalos sentir que tienen la razón si eso te permite alcanzar tu meta verdadera.

Según Bernstein lo más importante que hay que hacer en cualquier tipo de discusión es lo siguiente: cuando ellos hablan, preguntate por qué están diciendo lo que están diciendo. Pensá qué está pasando por sus cabezas, no por la tuya. Esto aleja los juzgamientos y lleva al entendimiento y la compasión. “Antes de juzgar a las personas, intentá entenderlas.”

Fuente: Bakadesuyo.com
Imagen: delfit

Paginación de entradas

Anterior1…242243244245246…285Próximo

Este sitio es posible gracias al apoyo de sus miembros ❤️.  

Únete a la membresía
PSYCIENCIA PRO
  • Inicia sesión
  • Cuenta
  • Cierra sesión
  • Artículos
  • Recursos
  • Webinars
Recomendados
  • El estatus científico de las técnicas proyectivas
  • El diagnóstico del TDAH en adultos: características clínicas y evaluación
  • Cómo actuar cuando alguien expresa directa o indirectamente pensamientos de suicidio
Tips para terapeutas
  • Mi paciente tiene una familia muy invalidante que impide la activación, ¿qué hago?
  • Cómo ayudar a los pacientes con trastorno bipolar a decidir a quién informar sobre su diagnóstico
  • Cómo terminar a tiempo las sesiones de psicoterapia
Recursos
  • Preferencias de tratamiento en salud mental: Una escala para incrementar las opciones de los consultantes
  • Manejo del estrés (hojas de trabajo)
  • Ansiedad social: hojas de registro para consultantes
Podcast
  • «Desafios y oportunidades» con José Morales – Watson, episodio 13
  • «La reinvención del psicólogo», con Augusto Méndez – Watson, episodio 7
  • «Repensando la psicoterapia: infancia, neurodiversidad y el futuro de la intervención clínica» – Javier Mandil, Watson, episodio 18
Webinars
  • Regulación del estado de ánimo y activación conductual
  • Cómo abordar la violencia y la infidelidad desde la terapia integral de parejas
  • Evaluación online del TDAH en adultos (webinar grabado)
Psyciencia
  • Contáctanos
  • Publicidad
  • Nosotros
  • Publica
Psicologia y neurociencias en español todos los días

Ingresa las palabras de la búsqueda y presiona Enter.