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Publicaciones por mes

mayo 2013

44 Publicaciones
Sin categoría

¿Qué significa ser depresivo?

  • 10/05/2013
  • María Andrea Ganoza Bogdanovich

Pautas para colaborar con personas diagnosticadas con depresión



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Con el avance de los diagnósticos psiquiátricos cada vez más personas están siendo calificadas como “Depresiva mayor, Depresivo Moderado o Distímico”, sin que esto les sea necesariamente de ayuda.

Y es que, muchas veces, conocer las causas de los problemas y sus raíces en el pasado no solo no nos ayuda, sino que nos encasilla en una definición negativa de nosotros mismos, dándole a nuestro pasado el poder de determinar lo que somos.

Pero… ¿y el pasado no determina?

Nuestro pasado influye en nuestra personalidad y forma de ver el mundo, pero no define lo que somos, pues lo que somos se encuentra en un constante cambio y construcción.

El budismo, desde el siglo V antes de Cristo, ha venido planteando esta premisa: “El cambio es constante y la estabilidad es una ilusión”, entonces si una persona está en constante construcción, ¿cómo podríamos decir que tiene determinadas características inamovibles u otorgarle un diagnóstico definitivo?

“El cambio es constante y la estabilidad es una ilusión”

Desde este enfoque de construcción a partir de las circunstancias y las relaciones, resulta útil que al trabajar con personas que han sido definidas como depresivas, podamos empezar separando a la persona del problema, como decía Michael Withe: “La persona no es el problema, el problema es el problema.”

Me explico mejor: cuando las personas empiezan a creer que los diagnósticos que se les han otorgado son ellos mismos, pasan de tener un problema a ser un problema.

¡Y creer que somos el problema que tenemos, es un grave error!

Es un error, pues atribuir a nuestros problemas una causa interna tiene un efecto paralizante, al ser nosotros el problema es más difícil que podamos cambiar, entonces empezamos a sentir que no tenemos control y nuestra motivación para el cambio disminuye.

En el trabajo psicoterapéutico, el buscar aquellos espacios en los que las personas han logrado vencer a la depresión (sus historias de éxito, las excepciones a la historia que la depresión les cuenta sobre sus vida y los desenlaces inesperados) debe convertirse en nuestra tarea principal.

Todos tenemos -por lo menos- una historia de éxito, sólo habría que preguntarnos: ¿Cuál es la mía?

En este sentido, preguntas como las siguientes, toman significancia y se convierten en pequeñas hélices que empujan irrefrenablemente al cambio:

• ¿Cuándo fue la última vez que venciste a la depresión?
• ¿Cómo lograste vencerla?
• ¿Qué hiciste diferente?
• ¿Qué pensaste de ti en ese momento?
• ¿Cómo te diste cuenta que no había logrado atraparte en sus redes?
• ¿Quién más se dio cuenta de esta situación?

Cuando una persona ha construido su historia personal alrededor de un problema, ha obviado algunos acontecimientos ricos en soluciones, historias de recursos e información a la que podemos acceder a través de preguntas, por ello es importante buscar estas excepciones (por insignificantes que puedan parecer), pues son estos pequeños grandes acontecimientos los que permiten que las personas construyan nuevos relatos y nuevas realidades para sus vidas.

Todos tenemos -por lo menos- una historia de éxito, sólo habría que preguntarnos: ¿Cuál es la mía?

Sin categoría

Estimulación eléctrica del nervio Vago: Una alternativa para el tratamiento de la depresión

  • 09/05/2013
  • David Aparicio


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Hoy hablaremos de la estimulación electrica del nervio vago, una alternativa que podría ser efectiva para aliviar los síntomas severos de la depresión cuando los tratamientos tradicionales (psicoterapia y psicofármacos) no funcionan.

Investigadores de la Universidad de Washington están desarrollando una forma de implantar un estimulador eléctrico que disminuye la depresión. Su estudio fue publicado en la revista Brain Stimulation y revela que la estimulación del nervio vago provoca cambios en el metabolismo del cerebro, los cuales pueden ayudar a reducir los síntomas depresivos severos.

El director de la investigación y profesor adjunto de psiquiatría, Dr. Charles R. Conway dijo:

“Estudios realizados previamente con grandes números de personas han demostrado que las personas con depresión resistentes al tratamiento han mejorado por medio de la estimulación del nervio vago. Pero poco se sabe sobre cómo funciona esta estimulación para aliviar la depresión. Nosotros estamos enfocados en regiones específicas del cerebro que se sabe están conectadas con la depresión.”

El estudio involucró a 13 personas que demostraron ser resistentes al tratamiento de la depresión. Sus síntomas no mejoraron luego de varios meses de tratamiento con 5 diferentes antidepresivos. Muchos de ellos estuvieron deprimidos por al menos dos años, pero algunos estuvieron clínicamente deprimidos por más de 20 años.

Depresion: Estimulacion electrica del nervio vago por raulespert

Se sometió a todos los pacientes a una cirugía para insertarles un dispositivo que podía estimular el nervio vago izquierdo. Una vez activado, el dispositivo administra un estímulo eléctrico cada 5 minutos que tiene una duración de 30 segundos.

Los investigadores utilizaron el TEP (Tomografía por Emisión de Positrones) para obtener imágenes cerebrales de todos sus pacientes antes de la primera estimulación y volvieron a realizarla luego de 3 y 12 meses.

Al pasar el tiempo, 9 de los 13 participantes habían experimentado mejoras en la depresión con el tratamiento.

Sin embargo, en la mayoría de los casos tomó varios meses para que la mejoría se hiciera evidente. En aquellos que reportaron una mejoría, las imágenes mostraron cambios significativos en el metabolismo del cerebro luego de 3 meses de estimulación. Esto generalmente precedió a mejoras en los síntomas depresivos durante varios meses.

Conway explicó:

“Nosotros vimos un gran número de cambios en el metabolismo del cerebro que ocurren mucho antes de cualquier mejoría en el estado de ánimo. Es casi como si primero hubiera un proceso de adaptación y luego el cerebro empieza a funcionar de manera diferente. Esto da como resultado una mejoría en el estado de ánimo de los pacientes.”

Los investigadores sostienen que muchos de los pacientes que respondieron al dispositivo podrán eventualmente dejar la medicación.

Conway agrega que:

“A veces el antidepresivo trabaja  en conjunto con el estimulador, pero nos parece que cuando la gente mejora, es porque el estimulador del nervio vago esta haciendo el trabajo pesado. Además, las imágenes por TEP mostraron que las estructuras profundas en el cerebro también empiezan a cambiar luego de varios meses del inicio de la estimulación y muchas de esas estructuras tienen altas concentraciones de células que liberan dopamina. Y existe una creciente evidencia de que los problemas con las conexiones de dopamina pueden ser especialmente importantes en el tratamiento de la depresión resistente.”

Este novedoso hallazgo sobre la influencia del nervio vago sobre las conexiones de dopamina puede ser una explicación de porqué la psicoterapia y el tratamiento psicofarmacológico a veces no pueden ayudar.

Fuente: Psychcentral

  • Artículos de opinión (Op-ed)

Sociedad de consumo, ¿sociedad o sumatoria de individuos aislados?

  • 08/05/2013
  • Irina Zanetti


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El consumismo hace referencia a la adquisición desmedida de bienes y servicios, fenómeno que impacta tanto en los recursos naturales, económicos como subjetivos, a la par  que permite equiparar consumo con bienestar y felicidad global.

Este modo de consumir comienza a desplegar sus raíces allá por los comienzos del Siglo XX, como consecuencia directa del capitalismo y de la mercadotecnia, cuyo real objetivo reside en crear nuevas necesidades en el consumidor, aumentando la demanda y con ellas las ventas.

De esto se desprende el desarrollo de una “sociedad de consumo” en la que es frecuente toparnos con una suerte de adicción a la compra de productos que parecieran garantizarnos felicidad.

shopping¿Qué nos hace creer que esa felicidad es posible?. Noam Chomsky en su libro “Ilusiones Necesarias” nos alerta acerca del papel de los medios de comunicación al “prestar servicio a los intereses del poder estatal y empresarial”, colaborando con el despliegue de una sociedad adoctrinada en el marco de una la lógica empresarial y bajo la palabra del estado, escenario que propicia una particular configuración psíquica según la cual cualquier objeto podría colmar nuestro deseo, esa falta estructural subjetiva y a partir de lo cual lo único que prima es la satisfacción personal.

Sin embargo, es sabido que ello es imposible, lo cual es un punto a favor para las empresas y el estado en tanto pueden seguir haciéndonos creer que en algún lugar ese objeto aparecerá, y hasta entonces comprar, probar y consumir no les viene nada mal para seguir sosteniendo el orden establecido.

El hombre “ha llegado a ser el gran lactante, siempre a la espera de algo y siempre decepcionado”

El lugar de los discursos de los mass media y la publicidad es rector en el marco de una sociedad desorientada que no sabe ni a quién ni a qué recurrir para ser feliz, pareciendo que el ser dependiera del tener.

Kenneth Gergen nos orienta en este punto al hablar de la “Personalidad pastiche” en el sentido de un sujeto fragmentado y escindido por la multiplicidad de discursos que lo atraviesan junto a un incremento de estímulos en una red de conexiones sociales que lo consumen, provocando un estado de aturdimiento y atontamiento.

El remplazo de la educación por la información manipulada y despedazada según intereses gesta datos que caen en bloque y que son receptados pasivamente, sin lugar a la reflexión subjetiva, creándose con ella una demanda antes que siquiera se plantee una oferta.

Es curioso cómo incluso esa demanda se instala como un imperativo categórico de carácter inmediato, volviéndose necesario que todo se haga ya. Erich Fromm, por su parte, sostiene que el hombre “ha llegado a ser el gran lactante, siempre a la espera de algo y siempre decepcionado”; un bebé que no puede aguardar ni un segundo para satisfacer sus “necesidades”, que debe adquirir en la inmediatez aquello que lo calme.

El hombre ha dejado de ser un homo-sapiens que ahorra y se planea en el futuro, para pasar a ser un homo-consumens. Pareciera que de otro modo no encontraría lugar su ser ni el pertenecer, siendo que en esta era del consumismo quien no consume, está fuera de la sociedad; no es.

En este contexto el rol del psicólogo consistirá en colaborar con la sociedad para que deje de ser una institución hablada por el discurso del consumismo, y tome las riendas impidiendo que la inmediatez y lo descartable produzca personalidades desechables.

Como dijo Erich Fromm:

“La producción económica  no debe ser un fin en sí mismo, sino solamente un medio para una vida humanamente más rica. Será una sociedad en la que el hombre será mucho, no una sociedad en la que el hombre tendrá mucho, o consumirá mucho. Habrá de crear las condiciones para el hombre productivo, no para el Homo Consumens ni para el Homo Technicus, el hombre rodeado de artilugios”.

Corresponderá a nuestra disciplina volver a remplazar el tener por el ser. Que los sujetos empiecen a ganar por lo que valen y no valer por lo que ganan. Que dejen de ser lo que tienen, y pasen a tenerse.

El hombre ha dejado de ser un homo-sapiens que ahorra y se planea en el futuro, para pasar a ser un homo-consumens.

Según lo entiendo, acompañarlos en este proceso de echar luz sobre lo establecido, de dilucidar y analizar los discursos cotidianos y de abrir la posibilidad de elección, es incumbencia de la psicología tanto como de cualquier otro profesional.

Bibliografía consultada:

  • Chomsky, Noam. (1992) Ilusiones necesarias. Control del pensamiento en las sociedades democráticas. Ed. Libertarias.
  • Fromm, Erich (1992) Del tener al ser. Barcelona. Paidos.
  • Fromm, Erich. (2007) El humanismo como utopía real,  la fe en el hombre. Buenos Aires. Paidos.
  • Gergen, Kenneth J. (2006): El Yo Saturado: Dilemas de identidad en el mundo contemporáneo. Bs.As. Paidos.
  • Lipovetsky, Gilles (2007) La felicidad paradójica: Ensayo sobre la sociedad de hiperconsumo. Barcelona, Ed. Anagrama.
  • Lipovetsky, Gilles. (1986) La era del vacío: Ensayo sobre el individualismo contemporáne.o Barcelona. Ed Anagrama.
  • Lipovetsky, Gilles. (2004) El imperio de lo efímero: La moda y su destino en las sociedades modernas Ed Anagrama.

Imagen: Betazeta

Sin categoría

¿Puede contagiarse el pensamiento depresivo?

  • 08/05/2013
  • David Aparicio


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Un nuevo estudio realizado con compañeros de habitación universitarios demuestra que un estilo particular de pensamiento que hace a las personas vulnerables a la depresión puede “contagiar” a otros, incrementando los síntomas de depresión luego de 6 meses.

La investigación fue realizada por Gerald Haeffel y Jennifer Hames de la Universidad de Notre Dame y fue publicada en la revista Clinical Psychological Science

Ésta vulnerabilidad puede ser maleable bajo ciertas circunstancias

Sus halllazgos sugieren que las personas responden negativamente a los eventos estresantes de la vida, interpretando estos eventos como resultado de factores que no pueden cambiar y como un reflejo de sus propias deficiencias. Esta “vulnerabilidad cognitiva” es un potente factor de riesgo para la depresión y se puede utilizar para predecir qué individuos son propensos a experimentar un episodio de depresión en el futuro, incluso si nunca han tenido un episodio depresivo antes.

Las diferencias individuales en esta vulnerabilidad cognitiva parece solidificarse en la adolescencia temprana y se mantienen estables durante la adultez, pero Haeffel y Hames predicen que esta vulnerabilidad puede ser maleable bajo ciertas circunstancias.

Los investigadores plantearon hipótesis de que la vulnerabilidad cognitiva puede ser “contagiosa” durante grandes las transiciones de la vida, cuando nuestros entornos sociales están en proceso de cambio. Ellos pusieron a prueba esta hipótesis utilizando datos de 103 pares de compañeros de habitación universitarios de primer ingreso seleccionados al azar.

Luego de un mes de haber llegado al campus universitario, los compañeros completaron un cuestionario online que incluía medidas de la vulnerabilidad cognitiva y síntomas depresivos. Luego volvieron a completar estos cuestionarios en un transcurso de 3 y 6 meses. Como así también evaluaciones sobre acontecimientos vitales estresantes.

Los resultados revelaron que los estudiantes de primer ingreso que fueron asignados al azar con un compañero con altos niveles de vulnerabilidad cognitiva, fueron más propensos a “atrapar” el estilo cognitivo de su compañero y desarrollar altos niveles de vulnerabilidad cognitiva; aquellos que  fueron asignados con un compañero que tenía bajos niveles de vulnerabilidad cognitiva experimentaron una reducción en sus propios niveles. El efecto de contagio fue evidente durante los 3 y 6 meses de evaluación.

El efecto de contagio fue evidente durante los 3 y 6 meses de evaluación

Pero el descubrimiento más importante fue que los cambios en la vulnerabilidad cognitiva afectaron los riesgos de sufrir de depresión: Los estudiantes que mostraron un incremento en su “vulnerabilidad cognitiva” en los primeros 3 meses de universidad, tuvieron cerca del doble en los niveles de síntomas depresivos a los 6 meses en comparación con aquellos que no demostraron tal incremento.

Estos hallazgos proveen una fuerte evidencia sobre el efecto de contagio, confirmando la hipótesis inicial de los investigadores.

Basados en estos hallazgos , Haeffel y Hames sugieren que el efecto de contagio puede ser aprovechado para ayudar a tratar la depresión:

“Nuestros hallazgos sugieren que puede ser posible utilizar el ambiente social de un individuo como parte del proceso de intervención, así como suplemento a las intervenciones cognitivas existentes o como posibles intervenciones individuales. Rodear a una persona con otras personas que presentan un estilo cognitivo adaptativo debería ayudar a facilitar el cambio cognitivo en la terapia.”

Esta investigación nos recuerda la importancia del contexto, ya que puede incrementar o menguar la vulnerabilidad cognitiva y nos recuerda que dicha vulnerabilidad debe ser pensada como plástica y no como inmutable.

Fuente: Healthland

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

(PDF) Guía: Aprendiendo a conocer y a manejar el insomnio

  • 07/05/2013
  • Amparo Caladín
Manejar Insomnio


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Solo los que sufren insomnio noche tras noche saben lo desesperante que puede ser querer dormir y no poder. El paciente con insomnio se queja principalmente de su insatisfacción con la calidad y/o cantidad del sueño. Esta insatisfacción puede provenir de la dificultad que tiene para quedarse dormido o para mantener el sueño a lo largo de la noche, así como del número de despertares precoces que sufre.

Esto produce cansancio y afecta a la vida diaria de las personas que lo padecen.Es un problema frecuente que aqueja entre el 10 y el 30 por ciento de la población adulta, más frecuente en mujeres, ancianos, personas de un nivel socio-económico alto y en los que padecen una enfermedad psiquiátrica.

Síntomas principales

Las quejas o síntomas más comunes de las personas con insomnio son:

  • Dificultad para quedarse dormido en la mayoría de las noches.
  • Sentirse cansado o quedarse dormido durante el día
  • No sentirse renovado al despertar
  • Despertar varias veces durante el sueño

Guía manejo del insomnio

Os presento la guía que os adelantaba al principio de esta entrada, está elaborada en el marco del Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad y Política Social del 2009.
El objetivo de esta guía es explicar la necesidad de dormir, qué es y por qué puede aparecer el insomnio y nos da unas pautas de tratamiento para ponerlas en práctica y observar tus propios progresos con el insomnio.
Descarga: Aprendiendo a conocer y manejar el insomnio
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

CLARITY el método que nos permite observar el cerebro como gelatina

  • 06/05/2013
  • David Aparicio


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El Dr. Karl Deisseroth y sus colegas de la universidad de Stanford han desarrollado una nueva técnica llamada CLARITY, la misma utiliza hidrogel para hacer que el cerebro parezca hecho de gelatina. Estos científicos han aplicado exitosamente esta técnica al cerebro entero de un ratón y a una parte del cerebro humano.

Utilizando CLARITY los neurocientíficos serán capaces de observar las redes neuronales en 3D sin afectar la bioquímica del cerebro, permitiéndoles observar la actividad reciente de las vías y estructuras específicas con los colorantes unidos a los anticuerpos que reconocen proteínas específicas.

Los investigadores esperan que este nuevo método permita lograr un mayor entendimiento de los trastornos mentales.

Fuente: The New York Times

  • Salud Mental y Tratamientos

¿Por qué el NIMH se apartó del DSM?

  • 06/05/2013
  • David Aparicio


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El Director del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), Thomas R. Insel, declaró a dos semanas de que salga publicada la quinta versión del DSM, que la agencia no financiará los proyectos de investigación que se sustentan exclusivamente en los criterios de dicho manual y que orientaran sus investigaciones bajo nuevas categorías. Pero, ¿a qué se debe esta drástica decisión? ¿será que dicho instituto promoverá un enfoque más integrativo o traerá más problemas? Conoce aquí estos detalles.

Respecto a la decisión de alejarse de este manual y de sus parámetros, Insel explicó:

La debilidad del DSM reside es su falta de validez. A diferencia de las definiciones de la enfermedad isquémica del corazón, el linfoma o el sida, los diagnósticos del DSM se basan en un consenso acerca de conjuntos de síntomas clínicos y no de una medida objetiva de laboratorio. Aunque el DSM ha sido descrito como la Biblia para el campo, es a los sumo, un diccionario y no es ni siquiera un buen diccionario. Los pacientes con trastornos mentales merecen algo mejor.”

Insel también agregó que existe una terrible falta de consenso, que no aparece ahora, sino que es un problema que se ha mantenido subyacente desde las primeras ediciones del DSM y, además aclara que la precisión y la fiabilidad del DSM han sido exageradas durante décadas.

Sin embargo, algunos cuestionan también al NIMH por utilizar como único enfoque de tratamiento a lo que se conoce como  “psiquiatría biológica”. Este enfoque se destaca por el reducido interés por los diagnósticos basados en el síntoma y más bien busca la causa en el sustrato biológico.

Desde hace un año y medio, el NIMH por medio de su centro de investigación: Research Domain Criteria (RDoC), ha intentado proponer una alternativa al DSM, incorporando al diagnóstico la genética, imágenes cerebrales, la ciencia cognitiva y otros niveles de información que permitan sustentar un nuevo sistema de clasificación. Este enfoque inicia con varios supuestos:

  • Un enfoque de diagnóstico basado en la biología, así como los síntomas no deben estar limitados a las categorías del DSM actuales;

  • Los trastornos mentales son trastornos biológicos que implican circuitos cerebrales, los cuales a su vez implican dominios específicos de la cognición, la emoción, la emoción o el comportamiento;

  • Cada nivel de análisis necesita ser entendido a través de la dimensión de la función;

  • El mapeo de los circuitos cognitivos y los aspectos genéticos de los trastornos mentales producirá nuevos y mejores objetivos para el tratamiento.”

Estas suposiciones no son nuevas y surgen de afirmaciones que han conducido a la psiquiatría estadounidense desde los años ‘70.

La insistencia de que los trastornos mentales pueden verse y estudiarse en su totalidad como trastornos biológicos, se desvía totalmente del agnosticismo que la APA presupone.

Es cierto que el NIMH deja cierto espacio para la discusión y los factores ambientales y psicológicos por medio de los auto-reportes como unidad de análisis. Sin embargo, su atención permanecerá en el cerebro como el supuesto asiento y causa del sufrimiento psíquico.

Esta propuesta que nos trae el NIMH parece ser igual de problemática y cuestionable. Como dijo Gary Greenberg en el New Yorker: “Los médicos en la mayoría de las especialidades médicas sólo han mejorado la clasificación de nuestro sufrimiento en función de causas bioquímicas… los psiquiatras todavía no pueden satisfacer esta demanda. Un conocimiento detallado del cerebro con sus cien mil millones de neuronas y trillones de sinapsis, sigue siendo difícil de alcanzar, dejando a la psiquiatría depender de las manifestaciones externas de la taxonomía de las enfermedades mentales.”

¿Que opinas sobre el cambio del NIMH? Cuéntanos tu opinión.

Fuente: PsychologyToday, The New Yorker

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La des-pareja, entre el enamoramiento y el amor

  • 05/05/2013
  • Irina Zanetti


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Entre todas las categorías posibles y existentes se ha elegido el término “pareja” para hablar de amor, sin embargo la elección de este concepto resulta un grave error en este marco.

Si por “pareja” entendemos cierta paridad, es decir; una relación de pares en la que prima la igualdad o semejanza, entonces nada más alejado del amor.

Cientos de cuentos, películas, novelas, poemas y canciones expresan con total claridad alguna mención relativa a los vínculos amorosos haciendo especial hincapié en diversos aspectos que podemos resumir en dos grandes grupos; por un lado aquellos referidos al enamoramiento, y por el otro; al desamor y la desilusión.

Ahora bien, ¿Qué papel juega el amor en esta bipolaridad? ¿Dónde se ubica en relación al enamoramiento y  a la desilusión?. Para poder responder a estas preguntas resulta necesario explicar qué es el enamoramiento y de qué se trata este desamor o desilusión, para luego poder arribar a la cuestión del amor.

La ilusión

En un primer momento en que se desarrolla un vínculo amoroso los protagonistas de esta relación interactúan entre sí de un modo característico y diferenciado del verdadero amor.

En esta primera etapa cada cual piensa en el otro desde un costado idealizado al punto que termina por engrandecer la figura del otro. Es allí cuando alguien puede escuchar de su amiga, incluso las primeras semanas de noviazgo la frase estrella que habla de esta fascinación: “¡no puede ser tan perfecto!”.

Como podemos apreciar el otro se eleva al pedestal de la perfección, se lo sobrevalora y sobrestima, comenzando a forjarse la gran ilusión de que el partenaire viene a completarnos, de que sólo él y nada más que él es esa media naranja que estábamos buscando.

La promesa “te voy a amar por siempre” suele emitirse reiteradamente en este punto ya que el mito de la eternidad se instala para desmentir la posibilidad de agotarse esa luna de miel tan perfecta y tan especial.

A la par que se da por sobrentendido la historia de la pareja las características personales del otro pasan a un segundo plano, de ahí que las diferencias no tienen su espacio y si se expresan, se las desmienten. Tanto el presente como el pasado se dan por conocidos, es por eso que estamos acostumbrados a escuchar; “es como si lo conociera de toda la vida”.

Aquí “pareja” cobra importancia en términos imaginarios o fantasiosos ya que tanto uno como otro sostienen que la otra parte del vínculo les pertenece, que ambos conforman una misma totalidad completa en sí misma, postergando ante la fusión la relación de a dos.

Ejemplos de esta etapa podemos encontrar en la mayoría de las canciones de amor, salvo cuando en ellas se le canta al desamor.

No todo lo que brilla es oro:

Ocurre que la etapa de sobreestimación no puede ser otra cosa que perecedera ya que llega un momento en que comienza a desarmarse la imagen ideal del otro y empiezan a salir a luz las imperfecciones, de allí la gran sentencia: “Nunca me escuchas cuando te hablo” o su aliada; “Yo no te importo más”, frases que demuestran la no correspondencia entre una y otra parte de la naranja.

Si nos remitimos a las películas ninguna mejor que “500 días con ella”, film dirigido por Marc Webb, para representarnos esta desilusión.  En ella se muestra con total crudeza cómo un joven que veía en la mujer con la que se relacionaba el modelo de la perfección, comienza a reconocer pequeños detalles que empiezan a perturbarlo, y entre ellos se encuentran incluso aquellos aspectos que antes hipervalorizaba. El personaje hace un recorrido mental por todas las situaciones que hasta entonces habían vivido juntos y le sorprende que aquellos momentos que más felizmente recordaba, tenían ahora un sabor a amargo.

Al toparnos con esas diferencias que denotan la existencia de un otro separado a nosotros, con sus características personales, emerge entonces la angustia y con ella la desilusión y el odio por lo que el otro no completa, o no puede completar.

Es en este punto cuando el partenaire cae del pedestal y se lo degrada, haciendo su puesta en escena una avalancha de peleas, discusiones y desencuentros.

Si antes soñábamos con casarnos durante los primeros meses, ahora, después del año y medio aproximadamente, surge el anhelo de que el otro desaparezca para que cese este dolor.

Ni el momento de la idealización extrema, al que denominamos “enamoramiento” o mejor dicho “miento-en- a- amor”, ni el momento en que cae esa sobrevaloración, tienen algo que ver con el amor puro o verdadero.

¿Cuál es el lugar del amor entonces?

Sólo podemos hablar de amor si se ha superado la etapa de la desilusión, lo cual no quiere decir negar la diferencia, sino muy por el contrario, reconocer las cualidades diversas que el otro tiene, poder aceptarlas e incluso convivir con ellas.

En una pareja entonces no hay nada parejo, sino que lo que se construye es un estar juntos que nunca es ser uno, se trata de un vínculo en el que dos personas pueden encontrarse aunque haya un desencuentro de deseos personales.

Para poder amar primero hay que enamorarse  y después superar el desenamoramiento, tal como lo anunciaba el famoso tango argentino Naranjo en Flor:  “Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir  y al fin andar sin pensamiento… ”.

Amar significa entonces lidiar con el hecho de que somos seres en los que la falta es una constante y que no existe nadie ni nada que nos colme completamente como para dejar de desear. Es gracias a esa imposibilidad de que el otro nos de todo, que podemos seguir deseando y deseando- lo.

Sin embargo, podemos aventurarnos a pensar que existen actualmente un gran número de divorcios y separaciones debido a que las personas, a demás de contar con esta falta estructural, al vivir en un mundo capitalista en que se propicia el tiempo de la inmediatez y la demanda permanente, no han desarrollado su capacidad de espera así como no logran afrontar la frustración que implica el no- todo- posible, es decir; poder desmentir la ilusión de la eternidad y plenitud y aceptar sus consecuencias.

Por lo tanto, ¿dónde está la clave del éxito? Si bien en el amor no hay garantía alguna, para alcanzar una relación amorosa que perdure en el tiempo es necesario dar lugar a un intervalo entre el yo y el yo del otro, jugar con un equilibrio entre la presencia y la ausencia,  así como no sólo reconocer las diferencias, sino también aceptarlas y poder convivir con ellas. Sólo recién allí podremos aventurarnos a pensar en una relación duradera, muy similar a la que se prometen los adolescentes.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Por qué el cociente emocional es más importante que el coeficiente intelectual?

  • 03/05/2013
  • Asociación Educar


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La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos. Si bien el término nació mucho antes, fue en el año 1995 con la publicación del libro La inteligencia emocional, del psicólogo estadounidense Daniel Goleman, que se popularizó. Este libro está compuesto por investigaciones que Goleman llevó a cabo durante diez años en la Universidad de Harvard, con la colaboración de las Universidades de Yale y Michigan, gracias a sus conocimientos e investigaciones de la mente humana y a los avances que se habían producido hasta ese momento, en el campo de las neurociencias.

La teoría de Goleman sugiere que la inteligencia emocional se podría organizar en cinco capacidades: conocer las emociones y sentimientos propios, manejarlos, reconocerlos, automotivarse y gestionar relaciones.

El panorama escolar

Si nos remontamos a unos años atrás, podemos observar cómo los profesores preferían a los niños conformistas que conseguían buenas notas y exigían poco de ellos.

El “conformismo” y “exigir poco” van de la mano de la poca motivación hacia la creatividad y el fortalecimiento de la autoestima. Es no animarse a ampliar la “zona de seguridad”, tal como se la denomina en Neuropsicoeducación. En este sector no nos sentimos necesariamente felices, sino que es el círculo en el que aunque poco feliz, conocemos y en que nos acostumbramos a vivir.

Es por esto que era habitual encontrar alumnos atentos en clase, memorizando explicaciones del profesor y sacando, en el mejor de los casos, buenas notas. El objetivo era que los alumnos desarrollasen capacidades lógico matemáticas que eran después evaluadas y podrían “medirse” con el test de cociente intelectual.

Los avances en el campo de las ciencias y las neurociencias nos hacen predecir, por un lado, que este escenario no garantiza el aprendizaje duradero en el tiempo. Lo más probable es que estos alumnos sacasen notas maravillosas en sus evaluaciones, pero esos conocimientos, al poco tiempo, desaparecerían de sus mentes producto de, fundamentalmente, el escaso (o nulo) rol y compromiso emocional. Esta escasez, resulta en redes neuronales débiles que al no tener impacto emocional y al no ejercitarse en el futuro (en este caso, una vez concluida la evaluación) se debilitan hasta finalmente desaparecer.

Por otro lado, es bastante penoso el resultado del análisis de los sistemas educativos. Los más adelantados coinciden que la formación docente, además de contemplar los contenidos de cada disciplina, la psicología y la pedagogía, debería incluir una introducción a las neurociencias. Contando con descubrimientos sobre la forma en la que aprende el cerebro y cuán importante es el rol de las emociones en la vida diaria, el hecho de que las habilidades de la inteligencia emocional no sean contempladas por la gran mayoría de los sistemas a nivel mundial no es un hecho menor.

«La inteligencia emocional es un factor decisivo a la hora de la formación académica.»

Encontramos aquí, en este último punto, un semáforo en rojo que exige un espacio para reflexionar. Es evidente que para que un niño, o un joven, se desarrolle como una persona feliz no basta con que su formación contemple contenidos o retenga datos, es decir, no es suficiente que incremente un cociente intelectual alto.

El aula actual no muestra demasiados cambios comparado con el escenario que se describe anteriormente. Si bien se incluye en la mayoría de los currículos escolares el pensamiento crítico, este no siempre es llevado a la práctica. Sería imperioso que la formación docente y escuela contemplasen el desarrollo de la inteligencia emocional para que pueda aplicarse en el ámbito de la educación formal, transmitirla a los padres y así, en conjunto, educar a toda la persona (cociente intelectual y cociente emocional).

La alfabetización emocional

¿Por qué es imperioso educar en un ambiente que contemple la inteligencia emocional?
Nada más exacto que las palabras del mismísimo Goleman para responder a esta pregunta. En el año 2010, Goleman fue invitado a brindar una conferencia sobre habilidades emocionales a COs de doscientas empresas en Estados Unidos. Cada uno de los participantes era gerente de su área. Más aún, todos habían realizado “masters” y obtenido sus doctorados en las universidades más prestigiosas y costosas.

¿Qué es, pues, lo que hace la diferencia?

Goleman comenzó su conferencia con una pregunta de la que ya tenía la respuesta. Preguntó, “¿Cuántos de ustedes recibieron sus graduaciones siendo ¨top ten¨ de sus clases?” Esta pequeña encuesta informal, dio el resultado que Goleman esperaba y sabía por sus investigaciones. Solamente cuatro de las doscientas personas levantaron la mano. Más interesante es la explicación que siguió a la encuesta. “…La persona necesita del cociente intelectual, pero para tener éxito hace falta desarrollar el cociente emocional…” que es el que garantiza las buenas relaciones inter e intra personales mediante el desarrollo de la inteligencias Intrapersonal e Interpersonal. (1)

El cociente intelectual solo predice entre el 4 y el 10% el éxito profesional. Esto deja afuera una contribución amplia de otros factores. Uno de ellos es la inteligencia emocional.

Entre las habilidades que distinguen a personas sobresalientes en cientos de organizaciones se observan claramente dos ítems: cuáles de las habilidades se basan en cociente intelectual y en el conocimiento técnico en habilidades puramente cognitivas y cuántas pertenecen al dominio de la inteligencia emocional.

“Resulta ser que para todo tipo de trabajos, a la hora de diferenciar a “las estrellas” del resto, la inteligencia emocional tiene el doble de importancia que las habilidades cognitivas. A mayor nivel en una organización, mayor su importancia. Así que para los líderes de primer nivel, es estos modelos de competencia el 80 y 90% de las habilidades pertenecen al dominio de la inteligencia emocional.” Afirma Goleman con convicción. 

No es que el cociente intelectual y el conocimiento técnico no importen, sino que simplemente son habilidades básicas. El cociente intelectual es el indicador más fuerte de qué tipo de trabajo puede obtener una persona, pero el cociente emocional es el que mantiene a la persona en ese puesto. No es el cociente intelectual el que predice quién será un trabajador sobresaliente. Todo eso tiene que ver con la inteligencia emocional, con cómo nos manejamos y cuán efectivos somos en las relaciones personales.

Hay una habilidad cognitiva que aparece una y otra vez como indicador de líderes sobresalientes. Es lo que llamaríamos el “pensamiento global”, “reconocimiento de patrón” o “pensamiento de sistemas”. Consiste en entender la importancia de plantearse frente a una decisión actual y su implicancia en los cinco o diez años por venir. O, quizás de una manera más significativa, “¿Qué visión estratégica deberíamos tener para avanzar?”. Y una vez que tenemos el plan estratégico, una vez que sabemos hacia dónde vamos, el problema es el siguiente: “sólo podemos llegar a ello por medio de las personas”. Para ejecutar ese plan, esa estrategia, necesitamos persuadir, inspirar, escuchar, motivar, comunicar y esas son competencias de la inteligencia emocional.

La inteligencia emocional en la escuela, hoy

La gran mayoría de las personas dan por hecho que todos los seres humanos nacen con una serie de recursos innatos que le permiten crear la propia autoestima y autocontrol. Sin embargo, al igual que la inteligencia cognitiva, la inteligencia emocional se aprende.

La buena noticia es que podemos trabajar la inteligencia emocional en la escuela y en todos los niveles. Es por esto que la escuela se debería plantear enseñar a los alumnos a ser “emocionalmente inteligentes”, dotándolos de estrategias y ayudándolos a desarrollar habilidades emocionales básicas que les protejan de los factores de riesgo o, al menos, que puedan palear sus efectos negativos.

Aun sin estar contemplado, como se mencionó, el desarrollo de esta inteligencia en casi ninguno de los sistemas educativos del mundo, cada escuela, cada docente puede tomar los contenidos curriculares y enfocarlos de manera que poco a poco vaya dotando a los alumnos de estas estrategias y ayudarlos a desarrollar las habilidades emocionales básicas.

Imaginemos, en un alarde de optimismo, que la comunidad educativa estuviera convencida de que la inteligencia emocional debiera ser uno de los objetivos básicos a perseguir por el sistema educativo, de esta manera, cada comunidad educativa estaría educando íntegramente a las personas que deberán afrontar los inciertos desafíos del siglo XXI, los líderes, “las estrellas, protagonistas del futuro”.

Desde la Neurosicoeducación consideramos que un espacio educativo es aquel que más allá del lugar donde se encuentre, enseña habilidades cognitivas (el cociente intelectual) y, además, educa a toda la persona (cociente emocional) para que se desenvuelva, para que aprenda, poco a poco, a desarrollarse como un mejor ser humano.

(1)inteligencia Intrapersonal: capacidad de formar un modelo realista y preciso de uno mismo, teniendo acceso a los propios sentimientos y usarlos como guías en la conducta.

inteligencia Interpersonal: capacidad de comprender a los demás; qué los motiva, cómo operan, cómo relacionarse adecuadamente y capacidad de reconocer y reaccionar ante el humor, el temperamento y las emociones de los otros.

(1)inteligencia Intrapersonal: capacidad de formar un modelo realista y preciso de uno mismo, teniendo acceso a los propios sentimientos y usarlos como guías en la conducta.

inteligencia Interpersonal: capacidad de comprender a los demás; qué los motiva, cómo operan, cómo relacionarse adecuadamente y capacidad de reconocer y reaccionar ante el humor, el temperamento y las emociones de los otros.
Marita Castro

Prof. Nse. Alejandra del Fabro

Oradora en Asociación Educar.

Fundadora del Instituto de Idio+delfabro.

Aplicando las Neurociencias, la metodología pedagógica de su instituto se basa en los procesos enseñanza-aprendizaje compatibles con la forma en la que aprende el cerebro.

Partner DANA Foundation, New York, USA.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cómo te dice el cerebro que necesita un recreo

  • 03/05/2013
  • Alejandra Alonso


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Algunas veces sucede que necesitamos seguir leyendo un texto pero simplemente no podemos. Un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Science arroja luz sobre porqué nos pasa esto, es decir cómo determinamos cuándo seguir con una tarea y cuándo tomar un recreo. La decisión aparentemente gira en torno a una señal específica que, en su pico, te indica que abandones la tarea que estás realizando . Y cuando tu cuerpo y cerebro están frescos y listos para trabajar otra vez, la señal se apaga y sale de tu camino.

Sin embargo, los picos que desencadenan estas decisiones no son predeterminados: son influenciados según el esfuerzo que estés haciendo y la recompensa que esperas de ese trabajo. Cuanto más grande la recompensa y menor el esfuerzo requerido, más probable será que sigas trabajando hasta que termines lo que tenías que hacer. Mientras trabajas, aparentemente, tu cerebro continuamente calibra tus puntos de corte en relación a tus expectativas de ganancia.

Para entender esta señalización, los investigadores, liderados por Mathias Pessiglione de el Laboratorio de Motivación, Cerebro y Conducta del INSERM en París, estudió a 39 personas utilizando técnicas de imágenes cerebrales (IRMf y Magnetoencefalografías). Fueron examinados mientras apretaban una palanca con su máximo esfuerzo para ganar recompensas monetarias diversas. La palanca era calibrada según la fuerza de cada persona y la intensidad del esfuerzo era manifestada en la pantalla de una computadora con un termómetro (los participantes debían mantener el nivel fluído en el termómetro sobre cierto punto para ganar el dinero).

Tu cerebro continuamente calibra tus puntos de corte en relación a tus expectativas de ganancia.

Mientras que los voluntarios eran advertidos de que la cantidad de esfuerzo requerido podría variar durante la prueba,  éstos no sabían cuándo se produciría el cambio. Se les mostraba en la pantalla cuánto dinero estaba en juego en cada prueba de 30 segundos (20, 30 o 50 centavos de Euros) y se les instruía a ganar tanto como fuera posible..

Durante el desafío, ambos tipos de scans cerebrales mostraron actividad en una región involucrada en la percepción de dolor, conocida como la ínsula posterior. La señal allí se hacía más intensa cuando se requería mayor esfuerzo (pero menos intensa cuando la misma cantidad de esfuerzo estaba conectada a una potencial recompensa más grande. Las recompensas más grandes también llevaron hacia que la  señal se apagara durante los período de descanso de la prueba, esto quiere decir que las personas gastarían más esfuerzo y requerirían menos descansos cuando hubiera mayor recompensa.

Los autores escriben, “ proceso puede implementar el fenómeno psicológico intuitivo de que, con motivación, literalmente dejamos de lado nuestros límites,” permitiéndonos trabajar más duro y por más tiempo. El estudio no les preguntó a los participantes sí sentían menos dolor o fatiga cuando esperaban recompensas más grandes, aunque otra investigación sugiere que este cambio en la percepción puede dirigir la forma en que la señal afecta a nuestro comportamiento. Por ejemplo, la investigación sobre percepción de dolor muestra que tanto los placebos como la medicación pueden aliviar el dolor al cambiar la señalización en esta región (y otro estudio sugiere que factores situacionales, como la música, el estrés o la presencia de una posible y atractiva pareja, también afectan la cantidad de dolor que vemos como tolerable.

“El cerebro puede de hecho ajustar la sensibilidad de estas regiones dependiendo de las expectativas,” concluyen los autores.

Fuente: Healthland

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