Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS
Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS

Publicaciones por mes

septiembre 2015

53 Publicaciones
  • Análisis

La resiliencia, la capacidad de sobreponerse a la adversidad

  • Aprende Viendo Terapia
  • 24/09/2015

Artículo previamente publicado por: Yuri Héctor López Romero en Aprende Viendo Terapia, una web especializada en el entrenamiento de psicoterapia online y cedido a Psyciencia para su publicación. 

La resiliencia, en su origen, es la capacidad de un material para recuperar su estado inicial cuando es sometido a una presión. Sin embargo, en psicología y psicoterapia es un concepto que hace referencia a la capacidad de las personas para sobreponerse e incluso crecer en situaciones adversas. Como tal, aporta una visión mucho más centrada en lo positivo y único de cada caso, y cuando se tiene en cuenta, puede transformar la intervención y mejorar enormemente el resultado.

Entre las múltiples definiciones de lo que es la resiliencia, la de Goetberg (1995), me parece la más clara: Resiliencia es “la capacidad humana universal para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas e incluso ser trasformado positivamente por ellas”. Habitualmente los autores entienden la resiliencia como un concepto que por un lado es una “resistencia a la destrucción” y por otro “capacidad de restructuración”.  Sin embargo, la definición de Goetberg introduce el matiz “incluso ser transformado positivamente por ellas”, esto es muy importante porque realmente se pueden llegar a adaptaciones no positivas, pseudo adaptaciones por así decirlo, donde se mantiene la funcionalidad y el ritmo de vida pero no es una solución válida del problema, como por ejemplo recurriendo a las adicciones.

Las principales características de la resiliencia son que es universal, se puede mejorar y es inestable a lo largo del tiempo, tanto porque tiende a aumentar con la edad como porque los acontecimientos influyen en ella. La resiliencia se compone de la interacción de todos los recursos del sujeto para seguir adelante. Cada persona puede tener recursos propios que solo le sirvan a él para superar un problema, sin embargo, se pueden extraer factores comunes, donde se puede intervenir de manera concreta.

Necesidades básicas: Comida, vivienda… Una base sobre la que el sujeto pueda actuar.

Aceptación de la persona: Esto, aparentemente “obvio”, es algo fundamental que no todo el mundo encuentra a su alcance, y sin embargo, es lo que más ayuda.

Búsqueda de sentido: Se trata del proyecto vital, de la visión de futuro. Encontrar una profesión, o un hobby, puede dar sentido a la vida y desde ahí motivar a la persona para movilizarse al cambio.

Autoestima: Muy relacionado con las expectativas de cambio y la percepción de autoeficacia. Condiciona toda la vida del sujeto.

Aptitudes personales y sociales: Capacidades y habilidades sociales. Favorecen el desempeño o aumentan las redes sociales. Facilita el acceso a los recursos que el sujeto pueda necesitar.

Sentido del humor: Permite restarle importancia a los problemas y verlos desde un punto de vista más positivo.

Apertura a nuevas experiencias: La apertura a lo novedoso facilita la adaptación.

Además de estos factores comunes, los diversos autores mencionan otros importantes. Entre ellos, estaría la inteligencia, como capacidad de resolver problemas, que explicaría porque la resiliencia aumenta con la edad. También entran las redes sociales y la familia, como apoyo emocional en los momentos difíciles, mayor posibilidad de acceder a información y a otros recursos, o como medio de generar nuevas respuestas y facilitar la adaptación. Desde el punto de vista del contexto, sería importante también los recursos disponibles, esto ya es determinante del lugar donde se nace, o el contexto socioeconómico.

Todos estos factores interaccionan, y es el resultado de la interacción lo que importa. No tener uno o varios de estos factores no es algo preocupante. Tener aunque sea unos pocos facilita una visión más positiva del caso y abre vías de intervención, ya sea en factores externos o internos al individuo. Muchas veces encontraremos que las personas tienen recursos únicos que ya le están ayudando (escribir, por ejemplo). Las posibilidades para la prevención, son enormes.

El objetivo último es que la persona pueda decir:

Tengo: Personas en quienes confío y me quieren a pesar de mis defectos. Personas que me enseñan con su ejemplo, que quieren que sea independiente y dispuestas a ayudarme.

Puedo: Encontrar a alguien que me ayude cuando lo necesito, buscar la forma de resolver un problema y hablar sobre lo que me inquieta.

Soy: Una persona capaz de aprender, respetuoso, y que me siento apreciada por los demás.

Estoy: Dispuesto a responsabilizarme de mis actos y pedir ayuda si es necesario.

Referencias:

  • Becoña, E. (2007) Resiliencia y consumo de drogas: una revisión. Adicciones, 19(1), 89-101
  • Muñoz Garrido, V. y De Pedro Sotelo, F. (2005) Educar para la resiliencia. Un cambio en la mirada en la prevención de situaciones de riesgo social. Revista Complutense de Educación, 16 (1), 107-124
  • Rocamora, A (2006) Resiliencia: crecer en la crisis, en Rocamora Crecer en la crisis: Como recuperar el equilibrio perdido, (181-188). Bilbao: DESCLÉE DE BROUWER.
  • Vanistendael, S. (2005) La resiliencia: Desde una inspiración a cambios prácticos. 2º Congreso internacional de los trastornos del comportamiento en niños y adolescentes, Madrid, 11-12 Noviembre.
  • Artículos de opinión (Op-ed)

La expresión de emociones

  • Nova Altamirano Psicología
  • 23/09/2015

¿Alguna vez te has preguntado qué son las emociones o para qué sirven?

Con las prisas del ritmo de vida actual parece complicado tener tiempo para pasarse en estos temas. Con suerte tenemos algún minuto para pensar en algo que no sea trabajo. Pero, ¿esto a la larga nos viene bien?

Si pensamos en emociones nos pueden venir a la mente imágenes, sensaciones, recuerdos, etc. Sin embargo, es complicado definir lo que son. Poner palabras a este concepto. Igual que es difícil definir qué son, también puede resultar complicado expresarlas, comunicarlas y compartirlas con otros.

Sólo tenemos que hacer una simple pregunta para comprobarlo: ¿qué sientes? o ¿qué sentiste?

Os animo a hacerle esta pregunta a alguien conocido. La respuesta puede ser algo parecido a: “Estoy bien; estoy mal…” Si no tiramos del hilo y seguimos insistiendo, las respuestas no suelen ser muy elaboradas. Automáticamente puede ir seguida de explicaciones racionales, de motivos acerca de por qué, cómo y cuándo. A su vez, las explicaciones normalmente vienen de la mano de detalles e información.

Ante nuestra pregunta pueden sólo respondernos “mal” y en cambio contarnos con todo lujo de detalles el acontecimiento que los puso mal, muchas veces con diálogos incluidos.

¿Y qué significa “mal”? Estar “mal” no es lo mismo para una persona que para otra. Aquí entra la subjetividad de cada uno, y podemos estar dejando de lado un montón de información importante.

Ponemos etiquetas muy generales a nuestros sentimientos: “Estaba enfadado, sentí rabia, estaba nervioso”. Generalmente no ponemos más de un calificativo a lo que expresamos, aunque muchas veces por dentro existan multitud de matices y diferencias.

A lo mejor no nos hemos percatado de los diferentes sustantivos y adjetivos que podemos utilizar para expresar lo que nos sucede. Y de todo lo que perdemos al no expresarlo. No sólo que la otra persona pueda entender mejor qué nos pasa, si no el beneficio que conlleva para nosotros.

Por otro lado, quizá esto se deba a que no estamos acostumbrados a hacerlo. En cambio, el expresar razonamientos lógicos, buscar motivos y respuestas, es algo que sí hacemos en nuestro día a día. Hacerlo es valioso en nuestra sociedad y somos premiados por ello.

Recibimos desde pequeños muchos conocimientos, lecciones básicas para la vida, pero a veces andamos algo escasos de educación emocional. No se nos enseña a expresar y a canalizar lo que sentimos. Se supone que no es importante o que tenemos que aprender a hacerlo de manera intuitiva.

Así es como llegamos a adultos y, si bien tenemos una formación, no sabemos cómo expresar y resolver nuestras emociones.

En cambio, de una manera más o menos explícita se dan mensajes de que hay que controlar las emociones y de que no es bueno que los demás las conozcan, ya que puede ser un signo de debilidad.

En el caso de los hombres, por razones culturales y de estereotipos, este mensaje suele estar más presente. Se les exige un control extra en todo lo relacionado con lo emocional. Se ha identificado un ideal de hombre alejado de su parte emocional. Como si un hombre lo fuera más por negar sus emociones.  Están tan presentes en los patrones de educación, que sin apenas darnos cuenta estos mensajes se interiorizan y en mayor o menor medida nos los llegamos a creer.

Las emociones tienen su importancia, utilidad y parte en nuestra salud. Por ejemplo, la ansiedad nos ayuda a movilizar nuestros recursos ante algo incierto. Como si nos agudizara el ingenio. Trabajar bajo cierta presión nos ayuda a rendir más. La tristeza y lo que conlleva, nos facilita el pararnos a reflexionar sobre lo que nos ha pasado. Ni hablar de los beneficios de estar alegre. Cada emoción tiene su función.

Si intentamos negarlas o no prestarles la atención adecuada, tarde o temprano van a aflorar. De ahí que muchos puedan tener episodios de descontrol de su ira o enfado. O que de repente nos veamos desbordados por algún acontecimiento que no tiene en sí mismo tanta importancia.

Hay que aprender a hablar de lo que sentimos, buscar palabras a aquello que nos acontece por dentro. Algunas personas encuentran útil escribir lo que les pasa, ya que le ponen nombre y forma a aquello que les preocupa. Es una manera de procesarlo y elaborarlo.

Otra forma de expresar sentimientos de una manera útil para nosotros es hacerlo a través del arte o el deporte. Incluso mediante el teatro o la dramatización.

Una persona emocionalmente sana es aquella que sabe percibir sus emociones, expresarlas y canalizarlas de algún modo. Cada uno puede encontrar el modo en que las elabora mejor, no hay fórmulas mágicas. Pero el ponerle palabras ya nos ayuda.

A la larga nos va a beneficiar en todos los ámbitos de nuestra vida, debemos tomarlo como un hábito bueno para nosotros y ofrecerle la importancia que se merece.

Artículo originalmente publicado en Nova Altamirano Psicología y cedido a Psyciencia para su publicación.

  • Artículos Recomendados de la Web

Los problemas que afrontan los niños con autismo de alto funcionamiento en la escuela

  • David Aparicio
  • 23/09/2015

(…) vemos como al alumno con autismo de alto funcionamiento se le acaba dando menos atención de la necesaria, ya que nadie ve (o no quiere ver) sus extensas e importantes necesidades en el día a día. Nadie parece ser consciente de que el devenir diario del alumno requiere de fuertes apoyos a diferentes niveles, tanto curriculares propiamente dichos, como sociales y emocionales. Pasan muchas horas de sus jóvenes vidas en entornos con una estructura muchas veces -si no siempre- caótica y compleja para ellos. A nadie parece importarle demasiado que el alumno o alumna tengan un Trastorno del Procesamiento Sensorial (TPS), o peor aún, ¡no saben qué es eso! De la misma forma que sus alteraciones sensoriales les afectan enormemente en su desarrollo diario, problemas relacionados con las funciones ejecutivas dificultan enormemente su cumplimiento del riguroso y estricto modelo educativo, y si a eso le sumamos la dificultad para entender los -ya de por sí incomprensibles- encabezados a las preguntas de las tareas escolares o de las mismas evaluaciones, nos vemos a un alumno perdido en un fuerte oleaje que acaba desembocando en fuertes alteraciones emocionales.

Daniel Comin, es el fundador de Autismo Diario, una de las publicaciones más importante sobre los trastornos del espectro autista, y en éste artículo profundiza sobre las dificultades que afrontan los niños con autismo de alto funcionamiento dentro del contexto escolar. Es una nota, casi de obligatoriedad para todos aquellos padres, psicólogos y educadores que están en contacto con esta complicada realidad. Lee el artículo completo aquí.

  • Análisis

Seis cosas que muchas personas no saben sobre el trastorno bipolar

  • Alejandra Alonso
  • 23/09/2015

De acuerdo con el NAMI (National Alliance on Mental Illness), más de 10 millones de personas presentan un Trastorno Bipolar.

Algunas famosas estrellas de Hollywood como Demi Lovato, Carrie Fisher, Jean-Claude Van Damme y Catherine Zeta-Jones han hecho de público conocimiento su trastorno bipolar. Incluso hay series famosas, como Homeland, donde se sigue la historia de personajes con el trastorno.

La mayoría de las personas asume que tiene una idea básica de lo que es el trastorno antes nombrado, pero ¿qué tan cierto es esto en realidad?

Probablemente el nombre del trastorno se conoce muy bien y, con los actores compartiendo su diagnóstico y las series de televisión que tocan el tema, tiene mucha publicidad. Sin embargo, hay algunos hechos que no se conocen sobre el mismo. A continuación dejamos una lista de 6 hechos que no son tan comúnmente conocidos por la gente sobre el trastorno bipolar:

Lo que mucha gente piensa: cuando la persona bipolar está pasando por la fase maníaca, siempre está feliz y energética.

Realidad: La manía puede manifestarse como ira y rabia o estar irritable y nervioso. Este estado de ánimo puede arruinar relaciones. Amenaza al trabajo, la familia y la vida de la persona.

Lo que mucha gente piensa: El trastorno bipolar consiste de dos estados: maníaco y depresivo y la persona que lo padece oscila entre ambos estados sin interrupción.

Realidad: Tanto en el Trastorno bipolar I como en el II, hay un espacio en el medio donde la persona no está maníaca/hipomaníaca ni deprimida. Algunas personas pueden cambiar rápidamente de un estado al otro mientras otros pueden ir de un extremo (manía/hipomanía, depresión) a un medio, un estado saludable.

Lo que mucha gente piensa: El trastorno bipolar causa cambios dramáticos de humor durante el día.

Realidad: Algunas personas permanecen en un estado de depresión o manía/hipomanía por meses o hasta un año o más. Por esta razón es que se puede pasar por alto el trastorno por años y diagnosticarse como un trastorno de depresión mayor, por ejemplo.

Lo que mucha gente piensa: Las únicas partes importantes del tratamiento son la medicación y la psicoterapia.

Realidad: Si bien ambas son clave en el tratamiento del bipolar, no son las únicas partes del tratamiento. Son también de vital importancia la dieta, el descanso adecuado y el ejercicio, que pueden ayudar a minimizar varios síntomas del trastorno.

Lo que mucha gente piensa: Es imposible tener una vida normal y feliz con el trastorno bipolar.

Realidad: Estas personas pueden tener maravillosas relaciones y una vida que los llena y los hace felices. Pero para esto, hay que realizar el diagnóstico adecuado y encontrar los tratamientos que mejor funcionen para ese paciente.El tratamiento puede involucrar estabilizadores del estado de ánimo, examinación de componentes del estilo de vida (tales como la construcción o reconstrucción de relaciones, dieta y ejercicio) y reducción del estrés.

Lo que mucha gente piensa: El Trastorno Bipolar consta de dos estados de ánimo: depresivo y maníaco.

Realidad: El trastorno Bipolar tiene dos categorías: Bipolar I y Bipolar II. El Bipolar I tiene a la manía como uno de sus criterios diagnósticos. Dicho síntoma es lo suficientemente severo como para causar problemas en la vida de la persona que lo padece. Esto es así porque, en estado de manía, la persona puede comprometerse en comportamientos peligrosos, como conducta sexual riesgosa o gastar repetidamente mucho dinero en cosas que no se necesitan o que la persona realmente no puede permitirse. El Bipolar II consiste en hipomanía y depresión. Es en el estado hipomaníaco que el humor de las personas fluctúa bastante, pero no es lo suficientemente severo como para que su vida se vea drásticamente quebrantada.

Hay muchas cosas más que la gente puede desconocer sobre este trastorno. Es importante que nos informemos sobre los síntomas, qué involucran, cómo afectan a la persona que los padece y a sus allegados, qué tratamientos hay, etc. Sepamos también que las investigaciones para ofrecerles mejor ayuda y tratamiento a estos pacientes, continúan.

Fuente: Psychcentral

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Problemas de infertilidad y la necesidad de programas psicológicos

  • David Aparicio
  • 22/09/2015

Alberto Soler para el diario El País:

(..) los problemas de fertilidad son cada vez más frecuentes, llegando a afectar a una de cada seis parejas. El retraso en la edad reproductiva parece desempeñar un papel muy importante. Actualmente en nuestra sociedad hay un desfase entre la “edad reproductiva biológica” y la “edad reproductiva social”, hasta el punto que esta última comienza ya cuando la biológica está en claro declive (por encima de los 35 años en el caso de la mujer).

“Relájate y verás como llega”, “mi vecina estuvo dos años de tratamientos, fue dejarlos y quedarse ella sola”. Estos mensajes se suelen dirigir a la mujer y, aunque bienintencionados, se convierten en un lastre, ya que la responsabilizan del fracaso en conseguir el embarazo, lo que contribuye al estrés y culpa que forman parte casi indisoluble del proceso. El mensaje que implícitamente se está transmitiendo es bastante perverso: “Tu deseo de tener hijos no te deja tener hijos”. La decisión de formar una familia constituye un tema demasiado importante como para “no obsesionarse”. Los esfuerzos –infructuosos– por “no obsesionarse” pueden generar aún más ansiedad y culpa, al sentir que no se es capaz de erradicar aquello que está dificultando el proceso. Entender como algo natural la preocupación, la tristeza y la ansiedad de este proceso suele tener un efecto mucho más beneficioso y “desculpabilizador”.

La infertilidad es un problema de pareja, no de la mujer. Es importante y necesario que sean los dos miembros de la pareja quienes acudan a todas las visitas médicas, pruebas, entrevistas, sesiones de apoyo psicológico… Ahora más que nunca hay que trabajar en equipo.

Soler expone de forma directa y clara los problemas que afrontan las parejas a la hora de lograr el tan deseado embarazo y también señala la incipiente necesidad de contar con la intervención psicológica para ayudar a las parejas.

Lee el artículo completo aquí. 

  • Sponsor

Introducción a la estadística práctica para investigación psicológica (50%OFF)

  • Equipo de Redacción
  • 22/09/2015

Docente:

Lucas Cuenya:
:: Licenciado en Psicología – Universidad de Buenos Aires
:: Doctor en Psicología – Universidad Nacional de Córdoba
:: Investigadora Asistente – Instituto de Investigaciones Médicas (CONICET)
:: Docente de Estadísica II – Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

Curso dirigido a pasantes, becarios, jóvenes investigadores en psicología y carreras afines.

 Duración: 2 meses (4 clases)

Contenidos:

1 Manejo general del programa estadístico SPSS

■ Comandos generales para el manejo de bases de datos: segmentar base y seleccionar casos.
■ Comandos para transformar datos: calcular y recodificar variables.
■ Obtención de tablas de distribución de frecuencia y de contingencia.
■ Cálculo de medidas de posición, de tendencia central y de variabilidad.

2 Técnicas para contraste de hipótesis

■ Contraste de hipótesis en muestras independientes.
■ Aplicación práctica de prueba T de Student.

■ Contraste de hipótesis en muestras apareadas.
■ Aplicación práctica de prueba T de Student.

3 Pruebas para comparación de grupos

■ Determinación de la normalidad de una muestra.
■ Aplicación práctica de pruebas: Shapiro-Wilk y Kolmogorov Smirnov.

■ Comparación de muestras con pruebas paramétricas.
■ Aplicación práctica de ANOVA de un factor.

■ Comparación de muestras con pruebas no paramétricas.
■ Aplicación práctica de U de Mann-Whitney y H de Kruskall- Wallis.

4 Pruebas para evaluación de asociaciones entre variables

■ Evaluación de asociaciones entre variables con pruebas paramétricas.
■ Aplicación práctica de correlación lineal de Pearson y regresión lineal simple.
■ Evaluación de asociaciones entre variables con pruebas no paramétricas.
■ Aplicación práctica de Rho de Spearman y Chi cuadrado.

+ Videoconferencia-taller
Al final del curso tendrá lugar un encuentro con el profesor a través de videoconferencia (en vivo) para compartir inquietudes y poner en práctica lo aprendido.

Tienes hasta el 28 de Septiembre para inscribirte.

Inscríbete aquí.

  • Salud Mental y Tratamientos

6 frases que delatan a los pseudo-psicólogos y falsos terapeutas

  • César Andrés Monroy Fonseca
  • 21/09/2015

El entorno de sobreinformación que constituye el internet hace que proliferen y se multipliquen ideas, teorías y propuestas de dudosa efectividad. Más aún, los charlatanes, falsos psicólogos y personajes con delirios de redención espiritual han encontrado la vía para difundir su concepción de salud mental, poniendo en serio peligro la salud de las personas. ¿Cómo reconocer a un charlatán cuando se le tiene enfrente? Recorriendo la inmensa cantidad de páginas web dedicadas a supuestas teorías revolucionarias, hemos detectado las 6 frases más comunes utilizadas por éstas:

 1.  “Yo no trato enfermedades, trato el bienestar de las personas”

Se ha difundido la creencia popular de que las enfermedades son provocadas por la ciencia médica, y peor aún, que el objetivo de la medicina es mantener a la gente enferma. Episodios históricos como la peste bubónica en Europa o la epidemia de viruela que casi acabó con los aztecas a la llegada de los españoles son convenientemente olvidados por los promotores de esta idea. Algunos charlatanes un poco más letrados citan dos o tres referencias de Focault para alegar que la medicina mata, y que ellos, como no son médicos, no matan. Este argumento es tal válido como asegurar que el tabaco no mata, porque es natural.

 2. “Para curar la enfermedad, se debe sanar al cuerpo y al alma”

La dualidad cuerpo-alma pertenece al campo de la filosofía. Para las ciencias de la salud, está más que claro que las funciones biológicas son el soporte de las funciones mentales, y que éstas son dependientes de las primeras. Del mismo modo, sabemos que las funciones mentales pueden desencadenar procesos biológicos en un sistema de doble retroalimentación. Este sistema involucra una comunicación químico-eléctrica entre las entidades neurológica, inmunológica y endocrina a través de ejes químicos y redes de recepción-acción. Esta interacción no permite análisis del tipo causa-efecto, sino más bien de ciclación. Es decir, un evento psicológico desencadena un evento biológico, pero ese evento psicológico pudo darse gracias a que lo permitió un evento biológico anterior. Como este sistema es demasiado complejo para los charlatanes, es más fácil recurrir al alma y demás entidades a las cuales se les pueden atribuir toda clase de facultades sin mayor explicación más que “energías”.

 3. “Usted sanará si es su momento para sanar, no puedo contravenir a leyes universales”

La noción de leyes universales, reglas eternas, axiomas naturales, información cósmica y demás conceptos inconexos se han vuelto particularmente populares, y se han difundido de forma irresponsable en televisión y cine tratándolas como verdaderas, incuestionables y absolutas. El nivel de aceptación que han provocado llegan a niveles de fanatismo, especialmente porque basta revisar un poco estas ideas para darnos cuenta que poseen el mismo fundamento que cualquier otro esoterismo. Ligado a estas ideas, se ha optado por utilizar la noción de sanación, la cual suele definirse de forma similar al nirvana. ¿Qué ocurre cuando fundamentamos un proceso terapéutico a una acción esotérica? Nada. De ahí a que se le dé al tiempo el poder último de decisión de estado de salud del paciente. Estos charlatanes son como el Rey de El Principito, quien alegaba que todo el universo le obedecía. Cuando El Principito le pide al Rey una prueba de tan magnífico poder, el Rey le pide al sol “¡Sol, ponte!”. Como el sol no se ponía, El Principito cuestionó al Rey, “¿Por qué no te obedece el sol?” a lo que el Rey le responde, “me obedecerá cuando sea el momento”.

4. “Yo no uso expedientes ni estudios, porque trato el presente vital, no el pasado”

Muchos movimientos de pseudopsicología, o incursiones falaces de psicologías no clínicas en el campo de la salud se caracterizan por una desestimación absoluta de los métodos de recolección y seguimiento de información clínica, con el pretexto de que a un paciente, lo que le importa es su bienestar actual y no sus problemas del pasado. Por lo tanto, las historias clínicas, las  notas de evolución, y los antecedentes heredo-familiares son obviados, esperando a que esto tenga alguna clase de efecto terapéutico, ya que “si algo no se recuerda es como si no hubiera existido”. Para un charlatán, dedicarle tiempo al ejercicio de la recolección, análisis y descripción de información clínica es una pérdida de tiempo, y un acto que contraviene a las leyes de asistencia sanitaria en casi todos los países.

5. “Después de la sesión, no trate de pensar en lo que pasó, el tratamiento hará su trabajo en el momento indicado”, o “Para que esto funcione, tiene que dejar de pensar y comenzar a sentir”

El pensamiento crítico es el gran enemigo de los charlatanes, por lo que éstos suelen manipular a sus pacientes induciéndoles la idea de que pensar es malo, o simplemente nocivo para el tratamiento. De esta forma nos hemos encontrado con pseudoterapias que aseguran que su proceso de acción es tan profundo y personal que si la persona trata de comprender o explicar lo que pasó, el efecto simplemente se pierde. Esto se parece mucho al mito del hombre que siempre sabía que número de lotería sería el ganador, solo que si se lo comentaba a alguien o hacía uso de ese conocimiento, en ese momento el número ganador cambiaba por otro. Todos los pacientes tienen derecho a la segunda opinión, al consentimiento informado y a realizar cuantas preguntas sean necesarias para comprender el tratamiento en el que se les pretende involucrar.

 6. “Si no funcionó es porque no siguió el tratamiento adecuadamente”

Finalmente, nos topamos con que los tratamientos promovidos por los charlatanes tienen una garantía del 100% de efectividad, sólo por un pequeñísimo detalle: dependen de que se sigan al pie de la letra todos y cada uno de los pasos con precisión quirúrgica, de lo contrario el tratamiento falla.  Esto es totalmente opuesto a la sencillez y claridad con la que explican las causas de un padecimiento. Por el contrario, muchos tratamientos pseudo-psicológicos recurren a explicaciones de su funcionamiento tan complicadas que ni sus mismos promotores saben exponerlas con claridad. Así como en el Medioevo los fenómenos de la electricidad estática eran tan espectaculares que los alquimistas los utilizaban para asombrar a las masas, hoy nos topamos con falsos terapeutas que recurren a ramas de las ciencias como la mecánica cuántica, la teoría de cuerdas, los alelos genómicos, e incluso los priones para “fundamentar científicamente” sus tratamientos, y la razón de su “complejidad”.

Si usted es un paciente y escucha de un auto-proclamado profesional una de estas frases, o paráfrasis de las mismas, es prácticamente seguro que se trata de un charlatán. Si usted es un psicólogo y está buscando nuevos horizontes de especialización, ponga atención en las frases con las que se promueve la terapia de su interés para evitar caer en incursiones falaces de teorías psicológicas en el entorno clínico.

Artículo previamente publicado en Actualidad Clínica y cedido para su publicación en Psyciencia por su autor. 

Artículos que te pueden interesar: 

  • Acerca del ejercicio ilegal de la psicología
  • Revisión científica al test de la figura humana
  • Para mi es así: Niveles de evidencia en psicología
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Tres cursos de redacción gratuitos online que no te debes perder

  • David Aparicio
  • 18/09/2015

Escribir un texto de manera sencilla, clara, con estructura y coherencia es una habilidad muy deseada. Muchos dicen saber expresar sus ideas verbalmente, pero que la cosa se les complica cuando tiene que volcar las ideas sobre el papel. Ahí es donde la página en blanco nos intimida y demoramos horas pensando cómo expresarnos.

Por suerte en Internet hay instituciones universitarias de calidad que están dispuestas a ayudarnos totalmente gratis durante el mes de septiembre.

Cursos

Piénsalo mejor: Cómo argumentar y pensar

Curso dictado por la prestigiosa Universidad de Duke. En el curso aprenderás las reglas de pensamiento y cómo evitar algunos errores de pensamiento cuando razonamos. Podrás identificar, analizar y evaluar los argumentos que se te presenten. Inscríbete aquí, tienes hasta el 28 de septiembre.

Redacción para todos

El curso está organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México y está dividido en cuatro temas, cada uno con sus bases teóricas, ejercicios y actividades de evaluación que te ayudarán a mejorar notablemente la redacción. Inscríbete aquí, tienes hasta el 28 de septiembre.

Redacción en Internet

El curso lo dicta la conocida Universidad de Navarra. En él aprenderás a utilizar las técnicas para alcanzar la máxima eficiencia en la escritura para internet, así como también el fundamento teórico necesario, como: hipertextualidad, interactividad y multimedialidad. Inscríbete aquí, la fecha límite es el 21 de septiembre.

  • Definiciones

Definición de la semana: Efecto de autorreferencia

  • Alejandra Alonso
  • 17/09/2015

Symon y Johnson (1997, citados en Myers 2006) explican que se nos da mejor recordar información que podemos relacionar a nosotros mismos. Por ejemplo, si se nos preguntara qué tan acertados son los adjetivos que describen a cierta persona, lo más probable es que los olvidemos; por otro lado, si se nos pide evaluar cómo se nos describe a nosotros mismos, tendemos a recordar bastante bien las palabras. Este fenómeno es denominado efecto de autorreferencia.

Varios estudios se han hecho sobre el tema:

Algunos han buscado ver el efecto de autorreferencia en acción. Por ejemplo, al darle a un grupo de sujetos 4 tareas para forzar varios tipos de codificación (de autorreferencia, estructural, semántica y fonética). El recuerdo incidental de las palabras dejó en claro que los adjetivos calificados en la tarea de autorreferencia se recordaron mucho mejor. Otro estudio encontró que el efecto se puede ver incluso aunque se utilice la imaginación en vez de palabras.

También se ha podido ver que si la corteza prefrontal medial presenta daños, el efecto de autorreferencia se anula. Según los autores del estudio, esto señala la importancia de dicha corteza para que se de el efecto de autorreferencia y sugiere que es importante para procesar información de autorreferencia y para la representación neuronal de uno mismo.

Por último, también se pudo observar que el efecto de autoreferencia es más limitado en adultos mayores. La cantidad de recursos cognitivos ejercía una influencia en lo relacionado a cuánto se beneficiaban los adultos mayores de la autorreferencia. La autorreferencia parece mejorar la memoria de los adultos mayores, pero los beneficios son limitados a pesar de la naturaleza relevante a nivel social y personal de la tarea.

Fuentes:

Brown, Polly; Keenan, Janice M.; Potts, George R. (1986) The self-reference effect with imagery encoding.
Gutchess, A., Kensinger, B. , Yoon C.& Schacter, D. (2007) Ageing and the self-reference effect in memory.
Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición. Editorial Médica Panamericana:Madrid
Philippi C., Duff M., Denburg N., Tranel, D. & Rudrauf D. (2011), Medial PFC Damage Abolishes the Self-reference Effect. 
Rogers, T.; Kuiper, N.; Kirker, W. (1977) Self-reference and the encoding of personal information. 
Symons, C.; Johnson, B. (1997), The self-reference effect in memory: A meta-analysis. 
Imagen: kinfung man (Flickr)
  • Artículos de opinión (Op-ed)

«La torta» Una rica metáfora sobre el cambio

  • Gabriela Wabeke
  • 17/09/2015
sliced cake on plate

Querido lector, lo invito a pensar una situación determinada. No se preocupe, el ejemplo que voy a usar es bastante cotidiano y no le llevará mucho tiempo realizar este ejercicio. ¿Se anima? Aquí vamos: 

Usted tiene una receta para preparar una torta, y como es de costumbre en las personas que amamos los dulces y anhelamos comerlos, respetamos cada paso de dicha receta. De esta manera, usted va al supermercado, compra los ingredientes exactos (la harina, los huevos, el azúcar, ¡no nos olvidemos de la esencia de vainilla!, etc.) y regresa contento, dispuesto a preparar el bizcochuelo. 

Una vez en la cocina, mezcla todo como la receta le dice que debe hacerlo y hornea exactamente como se le explica, a la temperatura precisa, los minutos correctos.

Ahora lo invito a pensar lo siguiente, una vez que transcurrió el tiempo que se supone debe esperar para que su tan amada torta esté lista, usted la saca del horno, espera unos minutos para desmoldarla, la dispone y decora como más se le antoja, se prepara una buena taza de café, y cuando finalmente la saborea algo inesperado sucede, algo no está bien… ¡la torta no le gusta! 

No, no está fea, no es esa la razón, simplemente la torta no le gusta. No es la torta que usted tanto imaginó y quería. En ese momento, ¿qué haría?, ¿qué pensaría?, ¿qué sentiría? Quizás se aventure a imaginar que se cometió algún error en el proceso, podría suceder que algunos de los ingredientes no se encontraran en buen estado. Pero, ¿es eso tan probable? En ese momento, ¿se sentiría desilusionado? ¿De qué? ¿De la torta o de la receta? Porque al fin y al cabo ESA torta es resultado de ESA receta. 

¿Y si la culpa la tiene el horno? ¿O como pensamos, los ingredientes que compró? Pero, lo cierto es que ese es el horno que usted tiene y esos son los ingredientes que puede conseguir. ¿Cambiaría el horno o viajaría más lejos para conseguir otros ingredientes porque UNA receta lo dice? 

Creo, mi estimado lector, que toda esta marejada de preguntas podría concluir con la siguiente: ¿seguiría usted repitiendo indefinidamente el proceso hasta que la torta salga como «se supone»? Después de probar una y otra vez y comprobar que la receta no le da la torta que usted quiere, ¿seguiría echándole la culpa a los ingredientes, al horno, a sus habilidades como cocinero, etc.? Podría darse una segunda oportunidad y volver a preparar la torta otro día, pero si ya se tomó el trabajo de hacerlo bien la primera vez, ¿tendría un sabor diferente la segunda torta?

¿Qué tal si se anima a probar… con otra receta?

Usted y yo sabemos que no estamos hablando de tortas y dulces. Este ejercicio es una forma amable de acercarse a una problemática muy común: en la vida cotidiana las personas solemos manejarnos con la lógica de que ciertas recetas son la garantía para alcanzar eso que tanto buscamos. Ya sea porque heredamos una receta familiar o porque la sociedad las impone como las únicas recetas a seguir, lo que importa es que existen personas que se encuentran atrapadas comiendo una torta que tanto no les gusta (no lo olvide, una persona con indigestión no suele ser una persona feliz).

Así que quisiera finalizar el ejercicio con la invitación a que antes de desilusionarse de la realidad, usted pueda animarse a desilusionarse -un poco- de sus expectativas. 

¡Buen provecho!

Paginación de entradas

Anterior1234…6Próximo

Apoya a Psyciencia con tu membresía 💞.    

Únete a Psyciencia Pro
  • Inicia sesión
  • Tips para terapeutas
  • Podcast
  • Recursos
  • Webinars
  • Artículos
  • No todo es psicologia (35): Me robaron la computadora
  • Los 6 errores más comunes de psicólogos sin habilidades financieras y cómo resolverlos
  • A veces la redención está en el dolor
  • No todo es psicología (36): Trata el fracaso como un científico
  • Cuando el paciente habla al final: cómo manejar los comentarios de última hora en terapia
Psyciencia
  • Contáctanos
  • Publicidad
  • Nosotros
  • Publica
Psicologia y neurociencias en español todos los días

Ingresa las palabras de la búsqueda y presiona Enter.