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Publicaciones por mes

marzo 2016

65 Publicaciones
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La parálisis facial unilateral afecta el reconocimiento de las emociones de otros

  • Alejandra Alonso
  • 08/03/2016

Las emociones son un tema complejo, sabemos que muchas cosas pueden afectar su manera de funcionar como la esquizofrenia, una mala noche de sueño o incluso tu cultura.

Para comprender esta investigación, primero debemos conocer dos datos. El primero es que las investigaciones científicas han demostrado que cuando miramos las expresiones faciales de otros, tendemos a imitarlas de manera imperceptible y subconsciente a través de un proceso conocido como mímica facial. Se hipotetiza que este comportamiento nos ayuda a entender las emociones que estamos mirando.

El segundo dato es que nuestras expresiones, al igual que nuestro rostro, son asimétricas: son más pronunciadas y comienzan antes (la expresión facial es un proceso dinámico) en una mitad de la cara. Se piensa que esta asimetría le da a la cara un “sabor” especial: aquellos que comienzan y son más pronunciados en el lado izquierdo, por ejemplo, son juzgados como más auténticos.

¿Qué pasa si combinamos estas dos premisas? Según Sebastian Korb, autor principal del estudio que comentaremos hoy, si consideramos a una persona que no puede mover la mitad de su cara (por alguna patología, por ejemplo), podría pasar que dicha persona tuviera dificultades para percibir correctamente las emociones de otras personas.

Korb trabajó con una muestra de pacientes afectados por parálisis facial del lado izquierdo y derecho de la cara. En los experimentos, los pacientes observaron una serie de rostros avatar generados por computadora (caras humanas tridimensionales) que mostraban dinámicamente expresiones de felicidad o enojo. Este método permitió a los científicos controlar todos los aspectos del estímulo, desde el tiempo que dura la expresión hasta su asimetría.

Como se mencionó anteriormente, la literatura muestra que las expresiones que comienzan por el lado izquierdo de la cara se perciben como más auténticas que las que comienzan en el lado derecho. De acuerdo con la teoría de la cognición incorporada, por la cual las interpretaciones de las emociones son facilitadas si reproducimos los patrones de contracción muscular en nuestro propio cuerpo (por ejemplo, a través de la mímica facial), esto debería tener un efecto en personas afectadas por hemiparesia, quienes no son capaces de reproducir correctamente la expresión con la mitad paralizada de su rostro.

Korb explica que sus “(…) descubrimientos muestran que esta diferencia claramente existe en personas afectadas por hemiparesia izquierda”. Esta afirmación se desprende de sus observaciones de que los pacientes con parálisis en el lado derecho de la cara no diferían muchos de los sujetos sanos tanto en al juzgar la autenticidad de la expresión del avatar, como en sus tiempos de respuesta cuando se les pedía que identificaran una emoción tan rápido como les fuera posible. Ambos grupos percibieron las expresiones que comenzaban en el lado derecho de la cara como más auténticas que aquellas que empezaban en el izquierdo y ambos respondieron más rápido a esta última expresión.

En contraste, los pacientes con parálisis del lado izquierdo del rostro, exhibieron un comportamiento más complejo. Ellos no mostraron diferencias significativas con respecto al enojo, pero la situación cambió al interpretar expresiones de felicidad, que eran juzgadas como menos auténticas al empezar del lado izquierdo de la cara, también les tomó más tiempo identificar la emoción.

Según el equipo de investigación, esto puede significar dos cosas, por un lado que la imitación facial está, al menos en parte, lateralizada (es decir que copia la expresión que observa) y por otro, que es asimétrica anatómicamente más que a manera de espejo. Es decir que cuando imitamos una expresión facial que comienza en el lado izquierdo de la cara, lo hacemos también con el lado izquierdo de nuestra cara y no con el derecho como si estuviéramos frente a un espejo.

Como resaltan los autores del estudio, sus resultados no solo nos permiten conocer un poco más sobre las emociones humanas sino que también nos mostraron que que aquellas personas afectadas por trastornos que bloquean los movimientos de los músculos faciales pueden también experimentar dificultades de otro tipo, en este caso en la interpretación de emociones, lo que puede derivar en dificultades a nivel social al afectar tal vez nuestra capacidad de empatía.

Fuente: Psypost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Deben o no tomar antidepresivos las mujeres con depresión maternal?

  • David Aparicio
  • 07/03/2016

El embarazo es considerado un periodo donde todo es color de rosas y felicidad. Pero la realidad es que las mujeres, en especial las que han tenido trastornos mentales, son susceptibles de sufrir depresión durante el embarazo y el periodo post-parto, el cual se caracteriza por sentimientos de extrema tristeza, ansiedad y cansancio que le dificultan realizar las actividades diarias de cuidado de sí mismas y de sus bebés.

Muchas mujeres se rehúsan a recibir el tratamiento psicofarmacológico porque temen que los antidepresivos pueden afectar el desarrollo de sus bebés, ya sea a través de la placenta o por medio de la leche materna. Y no es para menos. Durante la última década se han publicado muchas investigaciones con resultados contradictorios, algunas sugieren que el riesgo es muy bajo, pero otras han encontrado que algunos antidepresivos están asociados con problemas del desarrollo en los bebés.

Las investigaciones

Por ejemplo, un estudio canadiense publicado en la revista JAMA Pediatrics encontró que el uso de antidepresivos durante el segundo y tercer trimestre de embarazo incrementaba el riesgo de que el bebé fuera diagnosticado con un trastorno del Espectro Autista. Pero así mismo otro estudio publicado un mes después en la revista Translational Psychiatry por el hospital de Massachusetts en Estados Unidos, no encontró evidencia de que los antidepresivos incrementen el riesgo de autismo y del trastorno de déficit de atención en los niños. Otro estudio anterior, del 2013, tampoco encontró esa correlación. Así también otro estudio halló evidencia de que el antidepresivo conocido como paroxetina se asocia con el riesgo de malformaciones congénitas y problemas cardíacos en los niños. Estos son sólo algunos ejemplos de la larga lista de investigaciones a favor y en contra.

El tema es complicado porque la elección de no tomar la medicación también tendría consecuencias peligrosas tanto para la madre como para su hijo.  Por un lado, si la madre no sigue el tratamiento, se aumentaría entre un 60 y 70% el riesgo de recaer en los síntomas depresivos y esa recaída podría exponer al bebé, a la madre y a la familia a las devastadoras consecuencias de una depresión no tratada. Por ejemplo: una depresión antenatal se asocia con el bajo peso de la madre durante el embarazo, consumo de alcohol, cigarrillo y otras sustancias, que ponen en riesgo la vida del bebé y la salud de su madre. Otra consecuencia, es que según los estudios, los niños con madres con depresión maternal tienen niveles más altos de cortisol en comparación con aquellos que no tienen madres con depresión, lo que explicaría los mecanismos que incrementan la vulnerabilidad de la psicopatología de los niños; por otro lado, la exposición al estrés maternal se relaciona con problemas de temperamento de los niños.

Cómo tomar una decisión

La decisión que vaya a tomar la madre y la familia debe balancearse entre los riesgos y beneficios de los tratamientos. Se recomienda que se busque ayuda especializada y que se pida información precisa sobre qué esperar del antidepresivo recetado. Se deben evaluar los recursos socioemocionales con los que cuenta la madre embarazada (no es lo mismo una madre que cuenta con una red de apoyo, que una mujer que vive sola y con pocos recursos), y también se deben tomar en cuenta las alternativas psicoterapéuticas con apoyo científico y eficaces para el tratamiento de la depresión maternal, como por ejemplo la Activación Conductual para la Depresión Perinatal, la Terapia Cognitivo Conductual y la Terapia Interpersonal, las cuales ha demostrado buenos resultados.

Qué puedes hacer

  • Habla con franqueza sobre tus emociones con tu pareja y familiares.
  • Descansa y duerme todo lo que puedas. Si tienes problemas para dormir hablalo con tu médico.
  • Habla con tu médico sobre los tratamientos. Expresa con franqueza tus inquietudes y pregunta sobre los efectos secundarios de la medicación específica que recibirás y qué puedes esperar de ella.
  • Busca apoyo emocional de tu familia, amigos o conocidos. No enfrentes esta situación sola, pideles que te ayuden a cuidar de ti y de tu bebé.
  • Busca ayuda psicoterapéutica efectiva. Habla con tu psicólogo sobre el tratamiento que puede ofrecerte, qué estudios han demostrado su efectividad y experiencia.

Lo más importante es que busques ayuda. No enfrentes este problema sola.

Guías en PDF que pueden ser útiles: ¿Qué es la depresión postparto y Ansiedad?; Información sobre la depresión postparto

  • Artículos de opinión (Op-ed)

Los sembradores del miedo nos quieren asustados y aislados

  • José Guillermo Fouce
  • 07/03/2016

​La propuesta que el neoliberalismo hace de modelo de sociedad, pone al miedo y sus efectos en el centro del sistema de valores sociales; el miedo genera desconfianza en los otros, genera individualismo, genera personas aisladas, compitiendo por recursos escasos; el miedo permite introducir reformas estructurales, permite hacer renuncias a espacios de libertad, permite dividir tendencias, opiniones y comunidades.

​Fijarse en lo que nos diferencia, generar crisis y amenazas constantes supone, por tanto, un instrumento eficaz para aquellos que pretenden construir sociedades individualistas, basadas en el egoísmo, en la potenciación de la libertad individual como valor supremo, libertad que, en realidad, es solo una interpretación posible del termino, pues solo puede darse la verdadera libertad en situaciones de igualdad como dos conceptos que, lejos de la supuesta dicotomía o enfrentamiento entre ellos, son mas bien complementarios y se condicionan mutuamente.

​Decía Milton Friedman, uno de los economistas neoliberales más influyente del siglo pasado que “solamente una crisis real o percibida produce cambios verdaderos” por tanto las crisis son una oportunidad para las reformas y los cambios.

​Una serie de documentales de la BBC “El poder de las pesadillas” nos señalan la importancia del miedo para la política neoliberal: “En el pasado los políticos prometían un mundo mejor. Tenían distintas formas de lograrlo. Pero su poder y autoridad surgía de la visión optimista que ofrecían a su pueblo. Esos sueños fracasaron y, hoy, la gente ha perdido la fé en las ideologías. Cada vez con más frecuencia, los políticos son vistos simplemente como administradores de la vida pública…Pero ahora han descubierto un nuevo rol que restaura su poder y autoridad. En vez de repartir sueños, ahora los políticos prometen protegernos de las pesadillas. Dicen que nos rescatarán de peligros terribles que no podemos ver y que no comprendemos. Y el mayor de todos los peligros es el terrorismo internacional. Una red poderosa y siniestra, con células asociadas en países de todo el mundo. Una amenaza que necesita combatirse con la guerra al terrorismo…Pero la mayor parte de esta amenaza es una fantasía que ha sido exagerada y distorsionada por los políticos. Es una oscura ilusión que se ha divulgado sin ser cuestionada entre los gobiernos de todo el mundo, las agencias de seguridad y los medios internacionales” ahora donde decian terrorismo dicen crisis economica, prima de riesgo, mercados, el efecto buscado es el mismo, la magnificación la misma.

​También Naomi Klein en su último y brillante libro “La teoría del shock” nos analiza el denominado capitalismo del desastre, del shock, del miedo con diferentes ejemplos reales de aplicación del mismo.

​Se trata de, aprovechando las crisis, reales o ficticias, desarrollar reformas económicas y sociales en profundidad, privatizar, reducir lo público, aprovechando el shock que suponen situaciones traumáticas, reformas y cambios que pueden darse mejor y ser aceptados o tolerados por encontrarse las personas en estado de excepción, de choque e impacto, de crisis profunda.

​Ocurrió tras el 11-s en el que los ciudadanos y ciudadanas estadounidenses asumieron un recorte público de sus libertades y derechos individuales y civiles en pro de la seguridad nacional, ocurrió en las inundaciones de Nueva Orleáns, que sirvieron como oportunidad para privatizar el ya de por si reducido sistema público de educación o sanidad, sirvió para que el tsunami se convirtiese en una oportunidad de negocio, al permitir la edificación masiva de la costa con hoteles de lujo.

​Conscientes de la necesidad de abrir espacios de control, de la necesidad de legitimar sus políticas agresivas, los pensadores neoliberales apuestan por el miedo como instinto primario básico en su propuesta de intervención, en sus modelos de sociedad; nos prefieren asustados porque así será mas fácil dividirnos, prefieren que nos fijemos en lo que nos diferencia y desune que en lo que nos une e iguala, porque solo en un mundo fragmentado, atomizado, individualizado, se pueden seguir desarrollando propuestas como las suyas.

​Se apuesta por combatir y eliminar la empatía, como resulta evidente en la declaración de Douglas Mourray (director del centre for social cohesión británico) en las FAES en el 2007, en un seminario presentado por Esperanza Aguirre con el sugerente título de “reinventar occidente”: “El pensamiento relativista que se viene desarrollando desde los años 60 es el que nos ha conducido a la situación actual en la que dominan principios como la empatía, el entendimiento y el no juzgar o discriminar…ha llegado el momento de tomarse en serio estos sucesos que cada vez son más generalizados…es hora de que los europeos despierten y se enfrenten a la realidad que tenemos frente a nosotros. No se trata sólo de desear que esa realidad sea distinta, sino que si realmente queremos cambiarla lo primero que hay que hacer para es aceptarla tal y como es”.

​El miedo fabrica amenazas, justifica invasiones militares o el derroche económico en armas y policía, el recorte de libertades.

La guerra no es sólo contra el terrorismo, es una guerra contra el otro, siempre diferente, se propone el miedo, combatir el relativismo, la empatía, condenar o evitar la solidaridad, porque el mundo esta en guerra global, se trata de destruir los puentes y el dialogo, para asumir la única realidad: que somos individuos aislados en el mundo, que solo nos tenemos a nosotros mismos, que el mundo que esta ahí fuera es peligroso, esta lleno de amenazas, de peligros, de seres diferentes a uno mismo que compiten por recursos escasos, la máxima es el sálvese quien pueda, aplastaos los unos a los otros, el prójimo es siempre un peligro que acecha. Así somos más fáciles de manejar, se trata de restar fuerzas, unidades y resistencias.

Pero como señala Galeano ¿por qué no condenamos a muerte al miedo? ¿no seria como acabar con esa dictadura universal de los asustadores profesionales, de los sembradores de pánico?

José Guillermo Fauce es doctor en psicología; profesor de psicología en la Universidad; Coordinador ONGD Psicólogos sin Fronteras Madrid y Coordinador del libro la Psicología del Miedo.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El Zika mata células clave para el desarrollo fetal – El País

  • David Aparicio
  • 04/03/2016

El diario El País nos cuenta sobre una nueva investigación de la revista Cell Stem Cell, que evaluó si el virus Zika afecta las células madres, las cuales son de vital importancia para el desarrollo de la formación cerebral del feto. Según su resultados, el Zika debilita la capacidad de división de las células madres y de producir nuevas neuronas, haciéndolas más susceptibles a morir. La investigación también señala que la infección sucede en menos de cuatro días y afecta al 90% de las células neuronales corticales:

El virus del Zika infecta y destruye las células que forman la corteza cerebral e interfiere en su desarrollo y puede llegar a paralizarlo. Así lo concluye una investigación llevada a cabo por un grupo de investigadores de las universidades estadounidenses Johns Hopkins, Florida State y Emory. Sus conclusiones ayudan a clarificar la asociación entre el virus y la microcefalia. El estudio, matizan sus autores, no es una prueba concluyente de que el zika —transmitido por el mosquito Aedes aegypti— provoque esa malformación fetal grave. El aumento de casos de microcefalia posiblemente vinculados al virus llevó hace unos meses a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar la alerta sanitaria global.

La vacuna podría estar cerca:

El zika no tiene tratamiento ni vacuna. Sin embargo, la inmunización puede estar cerca. El director del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (Anthony Fauci) ha anunciado este viernes que la vacuna podría estar lista para probarla en humanos en septiembre. «Al evaluarla para comprobar si es segura podremos predecir si inmunizará», ha dicho.

Los brotes y enfermedades no se previenen sólo con información y carteles de concientización. Se necesitan planes específicos basados en los principios la conducta que ayuden a las personas a adquirir y difundir ,en sus comunidades, conductas preventivas de los criaderos del mosquito aedes aegypti,  lo que a su vez evitará que el virus Zika siga propagandose. La responsabilidad no es sólo la de los científicos que están en el laboratorio, es también la de nosotros, los psicólogos.

 Lee el artículo completo en el diario El País.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El abuso emocional durante infancia aumentaría el riesgo de sufrir de migrañas en la adultez

  • David Aparicio
  • 04/03/2016

Los efectos del abuso emocional son más profundos de lo que la gente suele creer. Parte de ello se debe a que sus heridas no se ven a simple vista y por eso pueden pasar desapercibidas para las autoridades e instituciones, pero cada vez más hay más evidencia de que sus efectos a nivel psicólogo y biológico pueden perdurar hasta la adultez e incluso por toda la vida.

Un ejemplo de esto proviene de la investigación realizada por la Academia Americana de Neurología, cual encontró que los niños abusados emocionalmente tenían más riesgo de sufrir de migrañas en su adultez. Esto no fue todo. Sino que la relación entre el abuso emocional y la migraña fue más fuerte cuando la compararon con el abuso físico y sexual.

La muestra del estudio fue bastante grande: 14,484 personas de 24 y 32 años de edad, que fueron evaludas a través de un cuestionario que les preguntaba si sus padres u otro cuidador abusó emocionalmente de ellos, durante su infancia, por medio de verbalizaciones hirientes que los hacía sentir como no amados. También se evaluó si habían experimentado otros tipos de abuso como el físico y sexual.

Los resultados fueron muy preocupantes. Cerca del 47% de ellos dijo que habían sufrido de abuso emocional; el 18% dijo que había padecido de abuso físico y el 5% confesó haber sufrido de abuso sexual.

Estos datos se compararon con aquellos que sufrían de migrañas y se encontró que las personas que habían sufrido abuso emocionalmente tenían más del 52% de probabilidades de experimentar de migrañas en su adultez en comparación con aquellos que no habían sido abusados. Los datos se mantuvieron estables aun después de controlar otras variables como la edad, nivel socioeconomico, raza y sexo.

Pero los investigadores no habían quedado satisfechos. También querían saber si los trastornos de ansiedad y depresión podrían afectar los resultados y aplicaron controles estadísticos, encontrando así que la probabilidad había descendido a 32%. Sin embargo, es importante aclarar que de igual manera es un índice de riego alto.

Cada vez se hace más evidente de que no podemos separar lo físico de lo biológico. El abuso emocional tiene repercusiones en nuestra salud y es hora de que lo tratemos con la urgencia que se merece.

La investigación todavía no está disponible en una revista indexada porque será presentada en la próxima reunión anual de la Asociación Americana de Neurología a celebrarse en el mes próximo de Abril.

Artículo que también te puede interesar:El abuso psicológico sería igual o más dañino que el abuso físico o sexual

Fuente: NewsWise

  • Definiciones

Definición de la semana: Estudio longitudinal

  • Alejandra Alonso
  • 04/03/2016

Un estudio longitudinal es un tipo de diseño de investigación que consiste en estudiar y evaluar a las mismas personas por un período prolongado de tiempo (Myers, 2006).

Visser (1985, citado en Arnau & Bono, 2008) lo define como la examinación de cambios producidos en el tiempo en una misma muestra. Además agrega que se busca verificar diferencias interindividuales a través de los cambios intraindividuales.

El diseño longitudinal se utiliza para estudiar procesos de cambio que estén vinculados directamente con el paso del tiempo (Edwards, 2000; Helms, 1992; Zeger y Liang, 1992, citados en Arnau & Bono, 2008).

Uno de los beneficios de este tipo de estudio es que permite indagar sobre la relación causal entre A y B (Menard, 2008).

Fuente:
Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición. Editorial Médica Panamericana:Madrid

Arnau, J. & Bono, R. (2008), Estudios longitudinales de medidas repetidas. Modelos de diseño y análisis

Menard, S. (2008) Handbook of longitudinal research. Design , measurement and analysis.

Sin categoría

¿Necesitan los niños ir a la guardería? (vídeo)

  • David Aparicio
  • 03/03/2016

Hoy te traemos otra entrega de Píldoras de Psicología, en la que el psicólogo Alberto Soler Sarrió, nos explica por qué no es recomendable que los niños vayan a la guardería antes de los 2 años y también aclara si de verdad es necesario que los niños vayan a la guardería para que se «espabilen más» y aprendan a socializar. Puedes ver más videos de Alberto Soler Sarrió en su canal de Youtube y en su blog.

 

  • Salud Mental y Tratamientos

¿Qué es la fobia de impulsión?

  • Aprende Viendo Terapia
  • 03/03/2016

Es típico que antes de que alguien hable de los síntomas propios de este trastorno (o este formato de un conocido trastorno) diga algo parecido a:

“Me da mucha vergüenza contarlo, no sé si contártelo porque no sé qué pensarás de mi”

Y, a continuación, comente pensamientos que ha tenido en algún momento y le resultaron escandalizadores o moralmente reprobables, pero que no consigue impedir que resurjan una y otra vez en su mente. Es precisamente esta cualidad egodistónica, que hace esos pensamientos desagradables, ansiógenos y escandalosos para quien los piensa, la que hace que se conviertan en lo que denominamos pensamientos intrusos.

Los pensamientos intrusos son aquellos cuyo contenido se percibe como ajeno o contrario a los valores o principios de la persona, o bien despierta alarmas por su temática relacionada con temas percibidos como peligrosos. 

Todas las personas tienen en algún momento pensamientos que se podrían considerar intrusos, ya que forman parte de la actividad mental normal del ser humano. El cerebro genera continuamente asociaciones entre lo que hay presente, o entre lo presente y contenidos recientes o vigentes en la memoria a corto y medio plazo. El resultado de estas asociaciones puede resultar ser útil, hermoso, inútil… o en ocasiones desagradable. La reacción ante estos pensamientos determinará su importancia y la posibilidad de que se conviertan o no en un problema.  Por ejemplo, una persona puede pararse al lado de un cubo de basura a esperar el semáforo y que se pase por su mente la idea de rebuscar en el cubo. Probablemente pensará que es una estupidez y no hará nada al respecto, descartará el pensamiento sin darle importancia y en unos instantes incluso olvidará haberlo siquiera pensado.

Cómo sucede

Este proceso de no dar importancia y descartar un pensamiento inútil se repite a lo largo del día en numerosas ocasiones en la mente de cualquier persona normal, sin resultar especialmente llamativo. Pero puede suceder de forma algo distinta.

¿Por qué he pensado yo esto?

Supongamos que una persona está esperando el metro. Realmente no tiene mucho para entretenerse, ya que sólo hay unas vías, el andén, anuncios y poco más. Su mente está activa y en un momento dado hace una asociación azarosa como “yo-vías del metro” que se presenta como “¿y si me tiro a las vías?”. Si la persona descarta el pensamiento, no sucede nada. Pero supongamos que ha leído hace unos días que un hombre se tiró a las vías del tren. Se asusta de su pensamiento porque entiende que es algo que las personas realmente pueden hacer. Supongamos además que es una persona de moral muy acentuada y la idea del suicidio le resulta blasfema. Entonces juzga que es horrible lo que ha pensado, y se pregunta ¿Por qué he pensado yo esto? Es una pregunta peligrosa. Si se responde “es una idea tonta de mi cabeza” (o algo parecido), de nuevo no pasará nada. Pero hay otras respuestas que pueden originar serios problemas:

  • Porque en el fondo quiero hacerlo.
  • Porque lo voy a hacer
  • Porque ésta es mi verdadera naturaleza.

Si la persona se responde con cualquiera de estas respuestas, probablemente generará ansiedad acerca del pensamiento, que le resultará amenazador. Un pensamiento amenazador suele llevar a intentar:

  • No pensar en ello, “quitárselo de la cabeza”.
  • Evitar situaciones donde aparezca (si se dispara en relación a algún estímulo externo).
  • Pedir reaseguración, es decir, confirmar con alguien de confianza que ese pensamiento no va a suceder realmente.

Todas estas respuestas tienen en común la consecuencia de confirmar la importancia emocional del pensamiento y, aunque a corto plazo lo hacen desaparecer, preparan una mayor frecuencia en intensidad de aparición del mismo en el futuro. La multiplicación de su frecuencia confirma las interpretaciones que la persona hace del significado de ese pensamiento y aumenta aún más su carácter ansiógeno, así como los intentos de neutralización.

Imagen: Aprende Viendo Terapia
Imagen: Aprende Viendo Terapia

 

Clasificación diagnóstica, DSM IVTR vs CIE10

Estamos ante una variante del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC en adelante). El pensamiento intruso se convierte en un pensamiento obsesivo, aunque en la fobia de impulsión no existirán compulsiones (comportamientos para prevenir o neutralizar la obsesión, o sus consecuencias emocionales), ya que entonces se trataría de un TOC en el sentido habitual.

El DSM IV-TR describe los siguientes criterios para el TOC

DSM. Criterios para el diagnóstico de F42.8 Trastorno obsesivo-compulsivo (300.3)

  1. Se cumple para las obsesiones y las compulsiones:

Las obsesiones se definen por 1, 2, 3 y 4:

  1. pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan en algún momento del trastorno como intrusos e inapropiados, y causan ansiedad o malestar significativos
  2. los pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real
  3. la persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos
  4. la persona reconoce que estos pensamientos, impulsos o imágenes obsesivos son el producto de su mente (y no vienen impuestos como en la inserción del pensamiento)

Las compulsiones se definen por 1 y 2:

  1. comportamientos (p. ej., lavado de manos, puesta en orden de objetos, comprobaciones) o actos mentales (p. ej., rezar, contar o repetir palabras en silencio) de carácter repetitivo, que el individuo se ve obligado a realizar en respuesta a una obsesión o con arreglo a ciertas reglas que debe seguir estrictamente
  2. el objetivo de estos comportamientos u operaciones mentales es la prevención o reducción del malestar o la prevención de algún acontecimiento o situación negativos; sin embargo, estos comportamientos u operaciones mentales o bien no están conectados de forma realista con aquello que pretenden neutralizar o prevenir o bien resultan claramente excesivos
  3. En algún momento del curso del trastorno la persona ha reconocido que estas obsesiones o compulsiones resultan excesivas o irracionales. Nota: Este punto no es aplicable en los niños.
  4. Las obsesiones o compulsiones provocan un malestar clínico significativo, representan una pérdida de tiempo (suponen más de 1 hora al día) o interfieren marcadamente con la rutina diaria del individuo, sus relaciones laborales (o académicas) o su vida social.
  5. Si hay otro trastorno, el contenido de las obsesiones o compulsiones no se limita a él (p. ej., preocupaciones por la comida en un trastorno alimentario, arranque de cabellos en la tricotilomanía, inquietud por la propia apariencia en el trastorno dismórfico corporal, preocupación por las drogas en un trastorno por consumo de sustancias, preocupación por estar padeciendo una grave enfermedad en la hipocondría, preocupación por las necesidades o fantasías sexuales en una parafilia o sentimientos repetitivos de culpabilidad en el trastorno depresivo mayor).
  6. El trastorno no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o de una enfermedad médica.

Estrictamente, según el DSM,  este formato de TOC estaría en la frontera de ser considerado como tal, ya que existen obsesiones, pero no compulsiones. En la CIE-10 se establece una distinción más fina en la cual se contempla este formato de TOC de manera explícita.

CIE-10 . Criterios para el diagnóstico del trastorno obsesivo-compulsivo

Para un diagnóstico definitivo deben estar presentes y ser una fuente importante de angustia o de incapacidad durante la mayoría de los días al menos durante dos semanas sucesivas, síntomas obsesivos, actos compulsivos o ambos. Los síntomas obsesivos deben tener las características siguientes:

  1. Son reconocidos como pensamientos o impulsos propios.
  2. Se presenta una resistencia ineficaz a por lo menos uno de los pensamientos o actos, aunque estén presentes otros a los que el enfermo ya no se resista.
  3. La idea o la realización del acto no deben ser en sí mismas placenteras (el simple alivio de la tensión o ansiedad no debe considerarse placentero en este sentido).
  4. Los pensamientos, imágenes o impulsos deben ser reiterados y molestos.
  5. Incluye: Neurosis obsesivo-compulsiva. Neurosis obsesiva. Neurosis anancástica.

F42.0 Con predominio de pensamientos o rumiaciones obsesivos:

Pueden tomar la forma de ideas, imágenes mentales o impulsos a actuar. Su contenido es muy variable, pero se acompañan casi siempre de malestar subjetivo. Por ejemplo, a una mujer le puede atormentar el temor de no poder resistir en algún momento el impulso de matar al hijo querido, o por la cualidad obscena o blasfema y ajena a sí mismo de una imagen mental recurrente. A veces las ideas son simplemente banales en torno a una interminable y casi filosófica consideración de alternativas imponderables. Esta consideración indecisa de alternativas es un elemento importante en muchas otras rumiaciones obsesivas y a menudo se acompaña de una incapacidad para tomar las decisiones, aún las más triviales, pero necesarias en la vida cotidiana.

En la CIE-10 se establece una distinción más fina en la cual se contempla este formato de TOC de manera explícita

La relación entre rumiaciones obsesivas y depresión es particularmente íntima y se elegirá el diagnóstico de trastorno obsesivo-compulsivo sólo cuando las rumiaciones aparecen o persisten en ausencia de un trastorno depresivo.

F42.1 Con predominio de actos compulsivos (rituales obsesivos):

F42.2 Con mezcla de pensamientos y actos obsesivos:

F42.8 y F42.9

Otros trastornos obsesivo-compulsivos y Trastorno obsesivo-compulsivo sin especificación.

Tal como plantea la CIE-10, en el caso de que haya estos pensamientos obsesivos, generalmente asociados a contextos situacionales, y en ausencia de compulsiones, se plantea esta variante del TOC que se conoce como trastorno obsesivo-compulsivo con predominio de pensamientos o rumiaciones obsesivos. Otros nombres con los que se puede encontrar en la literatura son Trastorno obsesivo puro, Fobia de impulsión o Rumiación.

Imagen: Aprende Viendo Terapia
Imagen: Aprende Viendo Terapia

Contenido obsesivos

Aunque no es aparentemente muy conocido, resulta ser de aproximadamente un tercio de las personas con TOC. Sin embargo, la naturaleza egodistónica del contenido obsesivo hace que, frecuentemente, quienes lo experimentan sean reticentes a comunicarlo o a buscar ayuda, ya que suele producir profundos sentimientos de culpa y/o vergüenza.

Las valoraciones primarias que se realizan ante los pensamientos intrusos desagradables, pueden ser la expresión de ciertas creencias disfuncionales sobre el origen

Los contenidos típicos suelen ser:

  • Agresivos: Bien hacia uno mismo (por ejemplo tirarse por la ventana, a las vías del tren, o bien estrellar el coche) bien hacia otra persona, especialmente si la persona es considerada vulnerable, indefensa o inocente (apuñalar o dañar a ancianos, niños, etc).
  • Morales: Proferir insultos u obscenidades, así como desnudarse  en público o en una iglesia.
  • Sexuales: Tener relaciones sexuales con desconocidos, imágenes pornográficas, participar en una actividad sexual repugnante, imágenes relacionadas con una orientación sexual contraria a la propia.

Aspectos esenciales

Una clave importante para entender cómo se establece y mantiene este trastorno es el factor de riesgo que permite que suceda el proceso mental de valorar el pensamiento como peligroso. En palabras de Amparo Belloch, Elena Cabedo y  Carmen Carrió:

es el componente valorativo-cognitivo el factor (necesario) que media entre la experimentación de una intrusión y el inicio de estrategias para controlarla.

Finalmente todos los modelos señalan, de forma más o menos explícita, que las valoraciones primarias que se realizan ante los pensamientos intrusos desagradables, pueden ser la expresión de ciertas creencias disfuncionales sobre el origen, la naturaleza o el contenido de los propios procesos mentales (imágenes, impulsos, recuerdos, pensamientos, etc.).

Las mismas autoras exponen de forma muy clara algunas de las creencias sobre el pensamiento que están en la base de la fobia de impulsión y del TOC:

CreenciaDefinición
1.     Sobrestimar la importancia del pensamiento

 

 

a) Estricto o restringido

 

b) Fusión pensamiento- acción, tipo moral

 

c) Fusión pensamiento- acción, tipo probabilidad

Otorgar un significado personal relevante y negativo a la ocurrencia de los pensamientos, o de sus conteni­dos, como reveladores de la «auténtica naturaleza» de uno mismo.Atribuir un significado personal y negativo al pensa­miento.

 

Los pensamientos son moralmente equivalentes a las acciones.

Pensar en algo influye en la probabilidad de que ocurra en realidad (aumenta la probabilidad).

  2. Sobrestimar el peligroExagerar la probabilidad de que sucedan daños, o de su gravedad. Expectativas generalizadas sobre la peligrosi­dad de las situaciones u objetos de la vida cotidiana.
  3. Responsabilidad excesivaCreencia de que uno tiene un poder decisivo para provocar o prevenir (e impedir) acontecimientos ne­gativos subjetivamente importantes. Es fundamental impedir que ocurran estos sucesos, que pueden tener consecuencias catastróficas en el mundo real y/o a ni­vel moral.
  4. Importancia de controlarlos pensamientosSobrevalorar la importancia de ejercer un control completo sobre los pensamientos, imágenes e impul­sos intrusos, y la creencia de que este control es posi­ble y deseable.
  5. Intolerancia a la incertidumbreDificultad para afrontar la ambigüedad, la novedad y los cambios inesperados o no previstos.
  6. PerfeccionismoHay una solución perfecta para cada problema; es po­sible y necesario hacer las cosas perfectamente; inclu­so los errores más pequeños pueden tener graves con­secuencias.

TOC. Obsesiones y compulsiones: Tratamiento cognitivo del Trastorno Obsesivo Compulsivo. Amparo Belloch Fuster, Elena Cabedo Barber y Carmen Carrió Rodríguez. 2011.

Frente a otras variantes del TOC con compulsiones, en el caso de la fobia de impulsión resulta poco eficaz el uso de la exposición con prevención de respuesta, ya que no hay una respuesta asociada. En este caso, es más eficaz el abordaje cognitivo de las creencias de base que producen el núcleo del trastorno mediante reestructuración cognitiva.

Se puede incorporar como parte del tratamiento la exposición a los pensamientos grabados en audio por el propio paciente, como estrategia de exposición que impide el intento de evitación de los mismos. Sin embargo, en ningún caso puede obviarse el abordaje cognitivo de las creencias sobre el pensamiento.

Autor: David Antón Menéndez

Artículo previamente publicado en el blog de Aprende Viendo Terapia, una reconocida plataforma de entrenamiento en psicoterapia.

  • Salud Mental y Tratamientos

Cuando un cigarro no es sólo un cigarro

  • Paula José Quintero
  • 03/03/2016

No voy a referirme a los lapsus, actos fallidos o interpretaciones del inconsciente. Voy a referirme al tabaquismo. Han pasado ya un poco más de 5 meses desde que dejé de fumar. Recién ahora siento que puedo escribir unas palabras sobre este tema, no tanto desde el lugar de terapeuta sino desde el lugar de alguien que ha tenido (y aún tiene) ese problema.

Voy a plantear algo obvio y sin embargo algo generalmente invisibilizado: el fumar no es simplemente un mal hábito o una mala costumbre que el fumador puede controlar a conveniencia. Permítanme contarles luego por qué acaso no es tan obvio en la práctica.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), considera que el tabaquismo es una enfermedad crónica. Cómo mínimo –dejando de lado la cantidad de enfermedades que se asocian al consumo de tabaco- debemos considerar que se trata de una adicción.

Los trastornos relacionados con nicotina se incluyen en el DSM-IV y DSM-V. Sólo por recordar algunas cuestiones relevantes, repasemos los 7 criterios que el DSM-IV  establece para el diagnóstico de la dependencia química:

Dependencia de sustancias

Un patrón maladaptativo de uso de sustancias que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativo, expresado por tres (3) o más de los ítems siguientes en algún momento de un período continuo de doce (12) meses.

(1) tolerancia, definida por (a) una necesidad de cantidades marcadamente crecientes de la sustancia para conseguir la intoxicación, o el efecto deseado o, (b) el efecto de las mismas cantidades de sustancia disminuye claramente con su consumo continuado.

(2) abstinencia, definida como cualquiera de los siguientes ítems (a) el síndrome de abstinencia característico para la sustancia o (b) se toma la misma sustancia (o una muy parecida) para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia.

(3) la sustancia se consume en cantidades mayores o durante un período más prolongado de lo que originalmente se pretendía.

(4) existe un deseo persistente o se realizan esfuerzos infructuosos por controlar o interrumpir el consumo de la sustancia.

(5) se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de la sustancia (p.ej., visitar a varios médicos o desplazarse largas distancias), en el consumo de la sustancia (p.ej., fumar un cigarrillo tras otro) o en la recuperación de sus efectos.

(6) reducción o abandono de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de la sustancia.

(7) se continúa consumiendo la sustancia a pesar de tener conciencia de problemas psicológicos o físicos recidivantes o persistentes que parecen causados o exacerbados por el uso de la sustancia (p.ej., consumo de cocaína a pesar de saber que provoca depresión rebote).

La gente te dice “dejá de fumar”. Ok, claramente piensan que es como vestirse de rojo o peinarse hacia un costado

El fumador tiene un problema, creo que en eso estamos todos de acuerdo. El fumador necesita ayuda para recuperarse, también en eso seguro estamos de acuerdo. En lo que quizá no estemos de acuerdo (lo digo por la frecuencia altísima de las conductas que voy a mencionar) es en lo tremendamente inútil (e incluso perjudicial) del trato estándar que recibe el fumador por parte de gente cercana (y no tanto también).

Siendo fumadora he recibido una dosis importante de mal trato tan abierta y públicamente que cuando lo pongo en perspectiva realmente me sorprende. Puedo arriesgar que todo fumador ha tenido que pasar por eso también y que está tan naturalizado que ya no escandaliza a nadie.

1) La gente te dice “dejá de fumar”. Ok, claramente piensan que es como vestirse de rojo o peinarse hacia un costado: algo que uno decide sin demasiados condicionamientos (no digo que no los haya en esos casos). Dejá de fumar y de paso comprá un kilo de pan, un trámite.

2) La gente te dice “la gente inteligente no fuma”. No es difícil entender cómo un fumador podría sentir que lo están tratando de tonto –siendo suave. Genial, eso realmente va a ayudarme a sentir más confianza en mí mismo para intentar dejar de fumar. Esto es claramente un mito (acá iría la lista de toda la gente reconocida socialmente como “inteligente” que fumaba y fuma, pero me parece realmente innecesario, sería como legitimar lo ridículo).

3) La gente te dice “no entiendo cómo te puede gustar fumar”. Un juicio disfrazado de falsa curiosidad que denota una falta de sensibilidad hacia el otro y de empatía. Lo cierto es que los seres humanos tenemos algunos comportamientos aparentemente extraños para otros, todos podemos relacionarnos con algún ejemplo de esto. Y esto sólo dejando de lado toda otra serie de factores que pueden influir la conducta humana.

4) La gente te dice “¿cuándo vas a dejar de fumar?”. Genial, acaban de tomar una decisión por vos y sólo te están pidiendo que pongas una fecha. La mejor receta para obtener respuestas evasivas de parte del fumador, quizá alguna mentira y el resentimiento del vínculo.

5) La gente te dice “¿otro más te vas a fumar?”. La culpa del fumador asciende a niveles insospechados. No se conoce a nadie que haya dejado de fumar sólo porque alguien le hizo esa pregunta-reproche.

La gente te dice “no entiendo cómo te puede gustar fumar”. Un juicio disfrazado de falsa curiosidad que denota una falta de sensibilidad hacia el otro y de empatía

6) La gente pone cara de asco a la vez que mueve la mano agitándola de un lado a otro, cuando prendés un cigarrillo. En el peor de los casos dice abiertamente que siente asco. Si estás buscando una receta para resentir el vínculo, repetí esto tantas veces como puedas. Nadie dice que deberías quedarte ahí si realmente te desagrada, como después veremos, hay formas de estar a gusto sin necesidad de ofender al otro respecto a un problema que padece.

7) La gente te recuerda todo el cáncer que vas a tener si no dejás de fumar (además de un montón de otras cosas espantosas). Otro buen ejemplo de cómo los humanos persistimos en conductas inútiles. El fumador ya tiene esa información, vos mismo ya se la dijiste unas 176 veces, pero insistís en repetirla en cuanto te viene a la cabeza rígidamente. Si te quedan ganas de repetir por vez número 177 esta información, releé el punto 7 de los criterios de la dependencia química que copié acá arriba.

Aun así y como estas frases son tan populares y las escuchamos en todos lados, quisiera aplicarlas a otro problema de consecuencias para la salud similares para que se entienda lo agresivo que es para el fumador recibir estos comentarios.

Consideremos la obesidad causada por etiologías relacionadas al estilo de vida (que representa el mayor porcentaje de causación). Imaginemos sólo por un momento que una persona obesa recibe cotidiana, pública y abiertamente estos comentarios como si nada pasara: “no entiendo cómo no dejás de comer”, “cuándo pensas dejar de comer?”, “la gente inteligente no es obesa”, “te vás a morir de un ataque al corazón si seguís comiendo”, “qué horrible te queda la ropa!”. Ok. Espero que se entienda mejor ahora. Del estigma social nadie que sea diferente en algo va a zafar. De lo que hablo es del mal trato a cielo abierto que reciben los fumadores. Por eso sostuve que lo que es obvio –el tabaquismo es una adicción- no es tan obvio en la práctica. Las personas no se comportan como si supiesen que se trata de un problema grave de cambio difícil.

Ahora bien: ese maltrato muchas veces se acompaña de buenas intenciones. Los seres queridos refieren que quieren ayudar. ¿Ayudan esos comentarios? No. ¿Mejoran algo? No.

Las razones por las cuales un fumador decide dejar de fumar son muy particulares y no siempre se asocian a la amenaza de terribles enfermedades. Primero la persona tiene que decidir cambiar. Después buscar ayuda. Después intentarlo una y otra vez. Los juicios y condenas no le ayudan, lo hacen sentir aparte y solo.

Cómo ayudar

Si sos parte de la gente que típicamente hace comentarios como los que mencioné y lo que quiere, sin embargo, es ayudar, quizá algunas de estas sugerencias puedan ayudarte:

1) En lugar de decir “dejá de fumar” o “cuándo vas a dejar de fumar?” podés decir “me pondría muy contenta/o que dejes de fumar porque te quiero y quiero que estés bien”. Es recomendable decir esto no más de dos veces al año. Leíste bien, sí, no más que eso, caso contrario la frase se convierte en una repetidora de radio sin mucho sentido más que el de resentir a la persona que fuma.

“me pondría muy contenta/o que dejes de fumar porque te quiero y quiero que estés bien”

2) Podés agregar: “¿Hay algo que yo pueda hacer para ayudarte a buscar ayuda para dejar de fumar si es que lo venís pensando?”

3) En lugar de decir “no entiendo cómo te puede gustar fumar” o “la gente inteligente no fuma”, podés hacer algunas preguntas abiertas que muestren genuino interés para conocer un poco cómo funciona ese problema en tu ser querido: preguntar por contextos que aumentan las ganas, o qué siente cuando no puede fumar. Eso a la vez va a aumentar tu comprensión del problema que tiene tu ser querido y cómo se relaciona con la adicción. Intentá “conocer” el problema en lugar de directamente “condenarlo”.

4) Muy cada tanto podés enviar algo de información sobre tratamientos efectivos para dejar de fumar a tu ser querido, por mail estaría bien, mencionando que podés acompañar al menos a una primer entrevista para ver de qué se trata. De nuevo, hacerlo espaciadamente y ver las reacciones de tu ser querido, si se muestra abierto o se resiente y se cierra más.

5) Practicar aceptación del otro tal cual es en este momento. Esto no significa resignarse ni estar de acuerdo con el fumar. Esto tampoco significa bajar los brazos. Significa reconocer el problema en todas sus dimensiones, incluyendo la reticencia del fumador a intentar recuperarse, si es que es el caso. Si te interesa leer más sobre la importancia de la aceptación y su diferencia con la resignación podés hacer click aquí.

6) Si particularmente te molesta el humo o el hecho de ver a tu ser querido fumando podés simplemente retirarte un momento del lugar o pedirle que fume en otro espacio sin necesidad de acompañar este pedido con una crítica agresiva o un juicio de valor peyorativo.

7) Si observás que algún día disminuye la cantidad que fumó, no olvides reforzar eso ofreciendo una consecuencia positiva a tu ser querido: puede ser un comentario de felicitación, un cariño o una invitación especial (eso dependerá de que conozcas a la persona y sus preferencias).

Finalmente, y como no podría ser de otra manera, si querés dejar de fumar o tenés un ser querido que quiere dejar de fumar te dejo dos lecturas:

1) Este artículo escrito por Steven Hayes, uno de los creadores de ACT, en donde se refiere a la aplicación del modelo de flexibilidad psicológica para cesación tabáquica, modelo propuesto por Jonathan Bricker.

2) Un artículo científico de Elizabeth Gifford y colaboradores, en donde propone un tratamiento para cesación tabáquica basado en estrategias de ACT y lo compara con tratamientos de reemplazo de nicotina (NRT).

Hay una serie de programas de cesación tabáquica basados en la evidencia además de estas propuestas. Invito a los colegas que trabajan sobre el tema a compartir los links o artículos sobre estos programas para que más gente los conozca y los tenga disponibles.

Un cigarro a veces no es sólo un cigarro. A veces, la mayoría, es un problema de adicción. En la mayoría de los casos la persona queda presa perdiendo su libertad para elegir conductas alternativas. Esto significa que necesita ayuda. Si te interesa ayudar a esa persona podés empezar por acá: escuchar y observar más, comprender sin realizar juicios peyorativos y ser efectivo en la ayuda. Si ya intentaste ayudar por la misma vía varias veces sin resultado quizá llegó la hora de buscar otra nueva y mejor.

Artículo previamente publicado en el blog de Grupo ACT y cedido para su publicación en Psyciencia.

  • Salud Mental y Tratamientos

Las mujeres jóvenes con alta inteligencia emocional serían más propensas a manipular

  • Alejandra Alonso
  • 02/03/2016

La Plymouth University llevó a cabo un estudio con resultados muy interesantes y que por supuesto nos ayudan a comprender más sobre la conducta humana. En el mismo se observó que las mujeres jóvenes con alta inteligencia emocional (IE) podrían ser propensas a mostrar conductas manipulativas, lo que a su vez podría resultar en un mayor involucramiento con la delincuencia.

La investigación, liderada por la Dra. Alison Bacon, fue realizado para evaluar porqué las mujeres jóvenes con alta IE eran más propensas que los hombres jóvenes a las conductas antisociales. Dicha conclusión fue extraída de su paper ‘Sex differences in the relationship between sensation seeking, trait emotional intelligence and delinquent behaviour‘ (Las diferencias de sexo en la relación entre la búsqueda de sensaciones, rasgos de inteligencia emocional y conducta delincuente).

Para la investigación, se contó con la participación de 252 adultos jóvenes, 125 de los cuales eran mujeres. A los sujetos se les pidió que completaran instrumentos que medían IE, maquiavelismo (el tipo de personalidad predispuesta al comportamiento intrigante y engañoso),  la escala de manejo de emociones de otros (MEOS) y conductas delincuentes autoreportadas.

El estudio no sugiere que todas las mujeres jóvenes con alto IE tienden a éstas conductas

En el MEOS los participantes respondían a preguntas estándar sobre cómo adaptaban su conducta dependiendo de, o para afectar a, las emociones de otros y las mujeres con alta IE en el estudio, mostraron que eran más propensas a involucrarse en conductas no-prosociales que pueden ser no auténticas, maquillar la verdad y empeorar los sentimientos de otros.

Las mujeres con alta IE también presentaron mayores niveles de tácticas maquiavélicas y delincuencia, esta última se mostró tanto en conductas literalmente delincuentes como en las relaciones (con prácticas como exclusión social o coerción).

La Dra. Bacon declaró: “Los resultados sugieren que una alta IE puede llevar a conductas relacionales manipulativas en algunas mujeres, que sucesivamente apoyan la delincuencia orientada al cumplimiento de objetivos sociales o materiales.”

Los investigadores creen muy importante destacar que el estudio se realizó con un grupo de estudiantes y que no sugiere que todas las mujeres jóvenes con alto IE tienden a éstas conductas. Ellos opinan que es solo una interesante y poco estudiada línea de investigación.

Para los científicos, el siguiente paso será investigar porqué las mujeres con alto IE son más propensas a utilizar conductas manipulativas que resulten en mayores niveles de delincuencia. La autora principal, Dra. Bacon, hipotetiza que podría deberse en parte a la evolución y explica que, en algunas circunstancias, las mujeres le han dado más relevancia a la supervivencia social, así es que las conductas manipulativas pueden haber sido un comportamiento adaptativo utilizado a estos fines.

Fuente: Psypost

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