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Publicaciones por mes

abril 2017

57 Publicaciones
  • Salud Mental y Tratamientos

La relación funcional entre el pensamiento y la emoción

  • 04/04/2017
  • CETECIC

Para comenzar, nos compete en este artículo manejar una buena definición de las emociones para poder, justamente, acceder a aquellos pensamientos que en la mayoría de las veces son detonantes de las mismas como también moduladores, haciendo que tanto la emoción como la conducta terminen generando un patrón desadaptativo. Hay que reconocer el valor adaptativo y evolutivo de las emociones, es decir, no hay emociones desadaptativas sino que, en todo caso, las emociones son topográficamente desadaptativas (muy intensas o de aparición muy frecuente ante diversas situaciones). Evolutivamente, es el pensamiento el último en desarrollarse, por lo tanto, constituye el elemento más plausible de modificarse y, en este proceso de cambio, las emociones lo acompañarán.

Comencemos a diferenciar algunas emociones, de las cuales en general se habla inespecíficamente y esto acarrea algunas confusiones a la hora de ser trabajadas durante el proceso terapéutico.

Diferencias entre pensamiento y las emociones

Miedo

Es una reacción emocional ante un estímulo peligroso. Es filogenético y no hay pensamiento mediante. Se reacciona sin pensar. Sucede en el presente. Si el estímulo resultó no ser peligroso, la reacción fue en vano, pero es adaptativo actuar con miedo ante un peligro. Es una defensa del organismo ante un medio cambiante y potencialmente peligroso. El cerebro está filogenéticamente diseñado a sentir miedo ante un estímulo peligroso o potencialmente peligroso. La reacción física implica en un primer momento bradicardia, luego taquicardia. La reacción conductual puede implicar tres reacciones innatas: quedarse quieto (Freezing), luchar (Fight) o volar (en el caso de las aves, Flight; en nosotros, correr alejándonos del peligro). Nos referimos a estas conductas reactivas como FFF por sus iniciales en inglés (Flight, Fight, Freeze), se trata de un patrón evolutivamente adaptativo para la mayoría de animales. También una manera de reaccionar innata es dar un salto alejándose del peligro (muy común también en los mamíferos).



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No hay emociones desadaptativas sino que, en todo caso, las emociones son topográficamente desadaptativas

Lo importante aquí es que no hay pensamiento en el momento del miedo, sino pura reacción cuasi refleja. De hecho, la emoción del miedo es arcaica y está apoyada en los reflejos traídos al nacer. El reflejo de Moro, por ejemplo, es una reacción de aferrarse con los brazos ante la potencial caída del sujeto; esta reacción es innata, es decir, no aprendida, viene desde el nacimiento. Cuando en las consultas los pacientes refieren tener miedo, en general están hablando de otra emoción diferente, pues es común confundir al mismo con ansiedad o angustia. El miedo no conforma un diagnóstico, sino que es una reacción natural y normal. No hay trastornos de miedo, por lo tanto, no hay tratamiento para el miedo. A lo peligroso hay que tenerle miedo.

Ansiedad

Es una emoción ante un estímulo ambiguo que pudiera representar o no un peligro. Su reacción actúa en los tres niveles: fisiológico, cognitivo y conductual. Es una emoción no presente sino anticipatoria de algo peligroso o no en el futuro. Está muy relacionada con el miedo, ya que la misma anticipa un potencial peligro. La ansiedad permite mediante los sentidos evaluar la naturaleza del peligro, previendo incluso si es conveniente afrontar o huir. Hay pensamientos mediando entre el estímulo y la emoción del sujeto. Prepara al organismo para un posible peligro, ya sea afrontándolo o evitándolo, dependiendo de la peligrosidad del mismo. El cerebro está filogenéticamente preparado para sentir ansiedad ante eventos nuevos que representen un potencial peligro.

A diferencia del miedo, que presenta bradicardia en el primer momento, en general siempre aparece taquicardia durante la ansiedad. Esta activación fisiológica facilita mantener el estado de alerta. La reacción cognitiva es pensar e imaginar escenarios posibles peligrosos. Típicamente, a nivel conductual se evita acercarse al potencial peligro sin llegar a corroborar siquiera si es realmente peligroso. Si se acerca y corrobora que no es peligroso, la ansiedad disminuye. Si, por el contrario, se evita sin corroborar el peligro, a largo plazo la ansiedad aumentará. Pese a que mucha gente le teme, la ansiedad es inofensiva en sí misma y tiene su lado natural y adaptativo, es una emoción que tiene muchas funciones “buenas” como permitir cuidarnos de potenciales peligros, mantenernos alertas, acelerar nuestras acciones cuando es preciso un afrontamiento rápido para resolver un problema como una emergencia. No obstante, cuando la ansiedad conlleva un exceso de evitación o de pensamientos que la retroalimentan de forma errónea, pierde su función adaptativa, y a esto se lo diagnostica como un “trastorno de ansiedad”.

Evolutivamente, nuestro cerebro registra estímulos peligrosos para poder ser evitados y así poder seguir vivos. Esto ha evolucionado filogenéticamente de suerte tal que nuestros ancestros que no poseyeron esta capacidad predictiva ante un peligro simplemente no sobrevivieron para dejar descendencia; de ahí que los que sí sobrevivimos heredamos ese atavismo que hoy nos conduce a reaccionar con ansiedad ante estímulos ambiguos bajo el axioma: es preferible asustarse y equivocarse que no asustarse y morirse.

Nuestro cerebro persiste en registrar peligros, pero nuestros entornos actuales no resultan ser tan peligrosos como los de nuestros antepasados. Es decir, para nuestro cerebro arcaico un peligro se define como algo que puede causarnos un daño grave o matarnos. El peligro es de muerte y nuestra reacción de ansiedad será justamente acorde a esa magnitud de peligrosidad, generando conductas de ataque o huida.

Ahora bien, en la actualidad, como expresamos anteriormente, nuestros contextos peligrosos difícilmente conllevan un peligro de muerte. Una mala noticia, una boleta con aumento de precio, un resumen de tarjeta de crédito, una carta documento por una demanda civil, no representan un peligro de muerte. Sin embargo, en ocasiones, la reacción de ansiedad es alta como si con ella pudiéramos defendernos de esos “predadores” modernos.

Justamente, los trastornos de ansiedad se caracterizan porque tal emoción, la ansiedad, se dispara frente a una amplia variedad de estímulos no peligrosos. La persona los evita produciendo sin saber que, en situaciones similares, la ansiedad trepe aún más alta. Así, inadvertidamente se va potenciando la emoción y deja al sujeto víctima de un cículo vicioso donde más ansiedad lleva a más evitación y más evitación a más ansiedad.

cuando la ansiedad conlleva un exceso de evitación o de pensamientos que la retroalimentan de forma errónea, pierde su función adaptativa, y a esto se lo diagnostica como un “trastorno de ansiedad”

Como vimos entonces, la ansiedad es la protagonista de los “trastornos de ansiedad”, justamente, y si bien hay muchas técnicas para tratarlos, ese no es nuestro tema en el presente artículo.

Pasemos entonces, a otras emociones no tan nombradas como la ansiedad.

Ira

Es una emoción funcional ante una necesidad de defenderse de un ataque hacia nosotros o hacia alguien emocionalmente cercano. Tiene un fuerte valor adaptativo, en cuanto a territoriedad y protección. Hoy por hoy, un agravio u ofensa despectiva o degradante hacia mi persona o personas queridas de mi grupo de pertenencia genera una reacción de ira. Fisiológicamente es una de las emociones con más activación simpática. La aceleración cardíaca y la hiperventilación son inmediatas y el pensamiento pasa a ser tanto un detonador como un fuerte modulador que retroalimenta a la reacción fisiológica de la ira manteniéndola elevada. Los pensamientos como: “me lo hace a propósito”, “a mí no me va a ganar”, “me está subestimando”, “me está menospreciando”, “es malo y no voy a permitir que me dañe”, “lo detesto y quiero que desaparezca”, son ejemplos típicos en situación de enojo. No necesariamente este proceso se da frente a otra persona, sino puede ser frente a un objeto, o ¿acaso no nos enfurece cuando no arranca el auto, o cuando no podemos desatar un nudo? Dependiendo de la intensidad fisiológica de la ira, sumado al pensamiento que mantiene o aumenta a la misma, el desenlace conductual será una acción violenta (pegar, romper, etc). De ahí que, entonces, la modificación de los pensamientos detonantes de la ira sea fundamental en el tratamiento psicológico, para justamente evitar el incremento de la misma.

Las emociones de lástima, culpa y vergüenza suelen ser inhibitorias, ya que funcionan en forma antagónica a otras emociones, disminuyendo su intensidad. Por ejemplo, la ira disminuye cuando aparece la lástima y la ira intensa inhibe su potencial violencia si sentimos culpa por el potencial daño que vamos a perpetrar al otro. En caso de cometer un acto violento y luego darnos cuenta del mal que hemos hecho, la culpa aparece como emoción y el remordimiento como un sentimiento que motiva a tratar de corregir el daño hecho. Pasemos entonces a definirlas a cada una.

Culpa

Se trata de una emoción muy intensa, que los sujetos la perciben como intolerable. Se experimenta en el pecho como un pesar muy terrible, con una angustia enorme. Resulta de pensar que se ha cometido una acción que implica violar un imperativo o mandato de carácter moral. El pensar que uno ha perpetrado un daño a alguien o lo ha perjudicado de forma grave, genera culpa. Esta emoción se torna muy fuerte en las personas con TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo), quienes generalmente se auto adjudican acciones dañinas que en realidad no lo son o son solamente ideas.

Acá, la culpa deja de cumplir su función adaptativa de inhibir acciones violentas contra un par, y pasa a ser una emoción altamente inhibitoria de conductas sanas, como por ejemplo, cuando el paciente con TOC experimenta culpa por haber pensado en alguien y a partir de allí, que a ese alguien le suceda algo malo; como si el pensar pudiera ocasionar un daño grave a otro. Los pensamientos no pueden nunca ser peligrosos, una acción podría en todo caso serlo. Por el contrario, un sujeto con alto nivel de psicopatía, no siente culpa frente a acciones que dañan a otros; aquí también se observa una disfuncionalidad de la emoción, ya que, al no presentarse la culpa, un psicópata no tiene límite en su accionar, pudiendo convertirse en un ser potencialmente peligroso.

El aprendizaje de normas sociales está muy relacionado al aprendizaje de la culpa. Romper normas o cometer actos inmorales o ilegales, están sujetos a no sentir culpa ni remordimiento; por el contrario, un sujeto normal siente culpa frente a la posibilidad de romper esas normas y eso hace que pueda vivir en una sociedad.

Lástima

Es una emoción que aparece cuando se observa alguna característica del otro que es inferior a nosotros, evaluando que podemos hacerle daño. Incluso si otra persona nos está agrediendo y enfocamos un detalle de inferioridad en ella, se puede rápidamente sentir lástima y así abandonar la lucha. La lástima es altamente adaptativa y se la utiliza mucho en la terapia para poder moldear las reacciones de enojo. Instintivamente, las madres educan a sus niños pequeños a sentir lástima. Así, cuando los niños le pegan por ejemplo a su hermanito menor; frases como: “mirá que chiquito que es”, “es más débil que vos, pobrecito”, “no se puede defender”, “a vos no te gustaría que alguien te haga eso”, devendrán en futuros pensamientos que el sujeto internaliza y pone en juego cuando es adulto, adaptándolo a diferentes situaciones. Se observa aquí el carácter esencial que tiene la enseñanza de la empatía y del moldeamiento de emociones funcionales por parte de los padres, con esto nos referimos a que a pesar de que las emociones tienen un fuerte componente filogenético, el uso o abuso de las mismas está muy relacionado al aprendizaje en los primeros años de vida.

Los pensamientos no pueden nunca ser peligrosos, una acción podría en todo caso serlo

Cuando la lástima es excesiva, y los pensamientos se enfocan en aquellos detalles que nos muestran lo inferior de nuestros pares, puede traer como consecuencia que la persona quede vulnerable a que se aprovechen de ella. Así, a veces la falta de asertividad, la incapacidad de negarnos a un pedido porque sentimos lástima de la necesidad del otro, puede hacernos ir en contra de nuestras propias necesidades provocándonos un mal mayor. En casos así, las técnicas cognitivas intentan modificar esos pensamientos por otros más realistas acorde a la situación planteada, procurando enfocarnos en las consecuencias de ceder y del daño que nos podemos causar, e intentando mostrar que el otro puede satisfacer sus propias necesidades.

Vergüenza

Es una emoción altamente inhibitoria, muy relacionada a parámetros de comparación con pares y a la observación de la propia conducta. Este último detalle se relaciona con una cierta madurez del cerebro (sobre todo del lóbulo frontal), ya que a los 3 o 4 años un niño adquiere conciencia de sí mismo y ahí se puede empezar a notar sentimientos de vergüenza, antes de este período no se lo observa. El qué va a decir la gente respecto de mi comportamiento, será el axioma principal de la vergüenza. Más adelante se irá generalizando a mi conducta, mi cuerpo, mi manera de ser o mis logros respecto de lo que se espera socialmente de mí como persona. No haber mantenido una postura adecuada acorde a determinados parámetros esperables frente a la mirada de los demás genera vergüenza. El pensamiento comparativo es un fuerte disparador de la vergüenza. Lejos de pensar que la vergüenza es mala y hay que evitarla, es una de las características de la salud mental.

El mantener cierto comportamiento socialmente adecuado es directamente proporcional a la vergüenza que sentiríamos de no poder hacerlo. Por esta razón, patologías como las demencias o los brotes psicóticos, presentan comportamientos desinhibidos, como andar desnudos o defecar en la vía pública; justamente se pierde la capacidad de sentir vergüenza. Por el contrario, si los sentimientos de vergüenza se disparan frente a mucha cantidad de estímulos y la comparación con los pares es extrema, como en la fobia social, observaremos a un sujeto patológicamente inhibido, que juzgará su accionar como desubicado y erróneo. En estos casos, se trabaja mucho con modificación del pensamiento comparativo, enseñando a generar comparaciones diferentes o más racionales.

El paciente con fobia social, entre otras cosas, se compara muy a menudo con sujetos muy extrovertidos, por lo tanto siente una terrible vergüenza de su propia performance, generando como consecuencia que evite situaciones sociales donde la persona interpreta que los demás lo evaluarán negativamente y/o pensarán mal de él, algo que, dicho sea de paso, resulta casi imposible de comprobar la mayoría de las veces.

Aunque hay muchas emociones plausibles de ser experimentadas por el ser humano, en este artículo sólo conceptualizaremos las que más usualmente vemos en consultas, como las ya mencionadas. Por último describiremos otra emoción que incluso, tiene mala prensa: la tristeza.

Tristeza

Es una emoción claramente desagradable. Desde el punto de vista fisiológico, el sistema autónomo simpático se encuentra menos activo y hay ocasiones, cuando la tristeza se presenta luego de la ansiedad, en que opera más a nivel parasimpático. Genera menos movimiento físico y más aislamiento. Durante el estado de tristeza, es difícil tener voluntad para hacer algo físico, incluso comer. Está asociada a la reflexión y a la introspección. En ocasiones, actúa como un fuerte regulador del sistema nervioso, atenuando su hiperactividad. Suele aparecer cuando hay pensamientos de pérdida, algo ya se perdió y no se puede recuperar. Así como la ansiedad opera en el futuro, la tristeza opera en el pasado, algo ya pasó y no hay nada que se pueda hacer para recobrarlo. Por eso es la emoción más emparentada con el duelo, ya que cuando alguien querido se muere la tristeza es la emoción que más prevalece y con razón, ya que la persona muerta no va a volver más.

No obstante, hay circunstancias de pérdidas no tan irreversibles, pero la tristeza aparece con una intensidad similar a la una pérdida que sí es irreversible; o mejor dicho, se evalúa como irreversible una pérdida que no lo es. Si este estado dura un cierto tiempo se le llama depresión. Por supuesto que hablamos de una depresión como las que antaño se le denominaban reactivas, es decir, que aparece como cuadro cuando hubo algún factor detonante o es el resultado de no procesar bien los cambios ante una pérdida. No nos referimos aquí a una depresión bipolar, donde el factor químico y la desregulación del sistema del ánimo son independientes del pensamiento o situación detonante.

Es por esta razón que la terapia cognitiva fue tan exitosa en los cuadros de depresión unipolar, ya que la modificación de los pensamientos depresógenos genera una fuerte mejoría, mitigando la tristeza y de a poco empezando a mejorar el cuadro. Como decíamos al principio de este párrafo, la tristeza no tiene buena prensa en los últimos tiempos. Socialmente no se ve bien que una persona esté triste y el modelo de persona alegre y optimista es lo que más vende. Pero verdaderamente la tristeza también es una emoción innata como cualquier otra y por algo ha evolucionado hasta nuestros días. Hay que aprender a aceptarla cuando es el resultado de una pérdida. Cuando un paciente nos plantea que ha perdido a su papá en estos días y que se siente triste y quiere sentirse bien, tenemos que psicoeducarlo respecto de la función de las emociones, en este caso de la tristeza. Lo lógico y natural en un duelo es estar tristes y luego va remitiendo con el correr del tiempo.

Es indiscutible que para generar un cambio emocional necesitamos modificar los pensamientos disfuncionales; este es el alma de las Terapias Cognitivas y todo su arsenal de procedimientos. Ahora bien, para alcanzar este objetivo precisamos conocer el valor evolutivo de las emociones, sus manifestaciones topográficas en los planos cognitivo, fisiológico y motor, así como muy especialmente su relación funcional con los distintos contenidos de los pensamientos. El que los psicólogos posean este conocimiento teórico redundará en un tratamiento más efectivo.

Artículo publicado en El Centro de Terapia Cognitiva Conducta y Ciencias del Comportamiento (CETECIC) y cedido para su publicación en Psyciencia. CETECIC ofrece información especializada y formación online y presencial sobre TCC. 

Por: Lic. Carmela Rivadeneira, Lic. Ariel Minici y Lic. José Dahab

Imagen: Jeremy Bishop en Unsplash

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La formación universitaria está demasiado encasillada

  • 03/04/2017
  • David Aparicio

El País entrevistó a José Manuel Martínez Sierra, español y profesor en la prestigiosa universidad de Harvard para conocer cuales son las principales diferencias entre el sistema educativo español y el estadounidense. En la entrevista Martinez Sierra dijo muchas cosas interesantes que nos ofrecen un ángulo diferente para evaluar cómo está también el sistema educativo en los diferentes países de Latinoamérica, pero aquí les comparto la que más me impactó:

La formación universitaria está demasiado encasillada. Si uno se va al Nasdaq -el mercado de valores norteamericano- comprueba que el 75% de las empresas no existían hace 10 años. Los empleos del futuro no están claros y por eso la especialización por sí sola ya no sirve. Hacen falta perfiles muy transversales. En Harvard los estudiantes no escogen especialización hasta el quinto año, cuando comienzan su máster. Durante los primeros cuatro años siguen el llamado Liberal Arts, un programa académico en el que ellos escogen las asignaturas que les interesan vinculadas con matemáticas, psicología, física o derecho, entre otras. La idea es que tengan una formación básica en todos los campos. En una politécnica española no oyes hablar de Kierkegaard. En cambio, el Massachusetts Institute of Technology (MIT) ofrece una formación técnica con complementos humanísticos y tiene profesores como Noam Chomsky, considerado el pensador contemporáneo más importante. Las habilidades para los nuevos empleos no se aprenden en un máster y quien venda eso está mintiendo. El gran valor del sistema público en España es la universalización de la educación superior. Ahora hay que dar el salto a la excelencia.

Siempre me ha parecido demasiado apresurado el sistema educativo que le exige a los chicos de 18 años que se decidan por una carrera universitaria y un futuro concreto, cuando ellos todavía no saben realmente qué quieren con sus vidas y cuando los tests vocacionales no dan ningún tipo de respuesta concreta. Siempre pensé que deberíamos ofrecerle la oportunidad a los estudiantes universitarios de explorar todas las vías de su interés académico antes de comprometerlos con una carrera, así como lo hace el sistema académico en Estados Unidos. Creo que es un modelo digno de tomar en cuenta.

Lee la entrevista completa en El País.



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  • Salud Mental y Tratamientos

Psicólogos y psiquiatras crean un nuevo modelo diagnóstico para los trastornos mentales

  • 03/04/2017
  • David Aparicio
diagnóstico

Desde su propia concepción el DSM-5,1 ha sido fuertemente criticado por psicólogos, psiquiatras e investigadores de distintas corrientes y enfoques terapéuticos. En aquella época yo me encontraba terminando mi licenciatura y creí ingenuamente que las críticas provenían únicamente desde el Psicoanálisis, debido a que la naturaleza de dicho manual va en contra de los fundamentos de dicha teoría. Sin embargo, rápidamente aprendí que el rechazo hacia el DSM-5 era más fuerte de lo que pensaba y que muchos enfoques científicos lo consideraban demasiado conservador y limitado a la hora de incorporar evidencia relevante sobre la naturaleza de la psicopatología.

Nosotros en Psyciencia publicamos varios artículos sobre los debates , modificaciones y hasta hicimos una nota completa sobre la decisión del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos de Alejarse del DSM. Si deseas información más completa te recomiendo la Carta Abierta al DSM 5. de la ACBS y el paper Debatiendo el DSM 5.

Parecía que las criticas habían caído en oídos sordos y que la aceptación al DSM-5 aumentaría cuando se publicara. Pero no fue así. Ahora un grupo de 50 psicólogos y psiquiatras de distintas partes del mundo acaba de publicar una nueva propuesta diagnóstica que intenta responder a las deficiencias del DSM y quizás un día reemplazarlo.



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La nueva propuesta se denomina Hierachical Taxonomy of Psychopatology (HiTOP) y según sus autores, este nuevo sistema diagnóstico se diferencia principalmente del DSM en dos factores:

La primera diferencia La naturaleza diagnóstica del DSM solo aplica cuando los pacientes cumplen con un número específicos de criterios diagnósticos. En cambio el HiTOP no solo toma en cuenta los criterios diagnósticos sino que también evalúa la severidad de los síntomas y del cuadro clínico.

Así lo explica David Watson, coautor del HiTOP:

“Si usted cumple con los criterios diagnósticos del DSM para la depresión mayor, se le diagnostica que está deprimido. Si no cumple estos criterios, sin embargo, entonces simplemente se clasifican como no deprimido”. “En contraste, el HiTOP concibe la psicopatología como algo continuo, es decir, de naturaleza tridimensional».

Según sus autores, este nuevo sistema permite reconocer la existencia de los problemas de salud mental que no cumplen con los requisitos del DSM y además ofrece a los pacientes un tratamiento más personalizado y específico.

La segunda diferencia se encuentra en que el HiTOP utiliza la más reciente evidencia sobre la psicopatología en vez de agrupar a los trastornos mentales según los supuestos clínicos como lo hace el DSM.

Así lo explica Watson:

“Por ejemplo, el trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico y fobia específica se clasifican como» trastornos de ansiedad «en el DSM, ya que todos ellos implican síntomas relacionados con el miedo y la ansiedad”. «En contraste, la mayoría de las personas que son diagnosticadas con trastorno de ansiedad general también cumplen los criterios para la depresión mayor. En consecuencia, en HiTOP, trastorno de ansiedad generalizada se clasifica como más similar a la depresión mayor que a la fobia específica.”

Los autores de la nueva clasificación nosológica consideran que el sistema ya está listo para ser utilizado en las consultas clínicas, pero también son conscientes de que tomará mucho tiempo para que el HiTOP pueda ser ampliamente utilizado como el DSM.

Esta claro que los clínicos e investigadores no se quedaron de brazos cruzados ante la autoridad y poder que tiene el DSM dentro del ámbito clínico alrededor del mundo. Ahora tenemos que analizar con detenimiento la nueva propuesta y conocer en detalle que es realmente lo que ofrece más allá de las declaraciones de sus autores. Por eso dejo aquí el paper completo que fue publicado la semana pasada en la revista Journal of Abnormal Psychology.

Fuente: Psypost
Imagen: Shutterstock


  1. Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. ↩
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La pirámide de Maslow al microscopio

  • 03/04/2017
  • Karemi Rodríguez Batista
Pirámide de Maslow

Solemos asociar al psicólogo estadounidense, Abraham Maslow, con la psicología humanista (tercera fuerza, luego de la psicodinámica y la conductual que caracterizan el pensamiento psicológico del siglo XX) y es debido a su intenso trabajo en el área de la motivación, la personalidad y el desarrollo humano, que articuló de forma brillante en su obra: Teoría de la Motivación Humana el año 1943, cuyas raíces parten de las ciencias sociales; aunque fue y es ampliamente utilizada en el campo de la psicología clínica y de la gestión empresarial y el desarrollo y comportamiento organizacional (Reid 2008, cit. en Quintero, 2011).

Innovador en su pensamiento, Maslow se interesa en lo que va bien en la gente, contrario al pensamiento centrado en la psicopatología de su época, además de ir más allá de premios y castigos para explicar la motivación humana, por algo más interno e inherente a todos. Es recordado también por su excepcional optimismo sobre la naturaleza humana y la sociedad.

En el siguiente artículo queremos hacer un breve pero consistente repaso a su teoría y su posterior reformulación, así como sus implicaciones en el ámbito educativo o empresarial, finalizando con las críticas más relevantes de la misma.



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¿Quién fue Maslow?

Vamos a hablar del hombre, como hemos visto se le recuerda como un gran optimista y luchador, cuya historia y rasgos personales –suele ser así– influyeron en su trabajo. Abraham Maslow fue un psiquiatra y psicólogo humanista, considerado como el iniciador de la tercera fuerza de la psicología –la humanista–y creador de la teoría de la autorrealización que lleva su nombre.

Nació el 1 de abril de 1908, en Brooklyn, Nueva York, pero sus padres habían emigrado de Rusia. Provenía de una familia numerosa ya que era el primogénito de siete hermanos. Abraham era muy introvertido y esto ayudaba a que su refugio fueran los libros.

Antes de marcharse a Wisconsin donde estudiaría la carrera de psicología,  el máster y el doctorado (estudió leyes también), se había  casado ya con Berta Goodman (su prima mayor) en contra de lo que sus padres esperaban y tuvieron dos hijas. Ya en la Universidad de Wisconsin,  comienza a trabajar arduamente con Harry Harlow (célebre por sus experimentos sobre el comportamiento de apego en monos).

Al tiempo que ejercía la docencia en el Brooklyn College, entró en contacto con muchos de los psicólogos inmigrantes europeos, mayormente gestálticos y freudianos como Karen Horney, Erich Fromm o Alfred Adler.  Después de una carrera brillante y de un legado memorable, Maslow, semi retirado en California, muere en  a la edad de 62 años de un infarto al miocardio.

La autorrealización

Abraham Maslow estuvo, desde siempre, más interesado en el potencial humano, en lo positivo, y en qué motiva este progreso, ya que para él las personas siempre estamos cambiando y nunca permanecemos estáticas, siempre tratando de encontrar un sentido a la vida que sea significativo para nosotros (Maslow, 1943). Para algunos de nosotros la autorrealización puede lograrse mediante la creación de obras de arte o de literatura, para otros a través del deporte, en el aula, o dentro de un entorno corporativo.

Aunque teóricamente todos somos capaces de auto actualizarnos, la mayoría no lo hará,  sólo el dos por ciento alcanzaría este estado. Es más, en el año 1970, el psicólogo estudio 18 personas que a su parecer ya habrían logrado este estado (incluyendo Abraham Lincoln y Albert Einstein) identificando características comunes, algunas de las cuales son:

  • Percibir la realidad de manera eficiente
  • Poseer una alta tolerancia a la incertidumbre
  • Contar con una alta aceptación de uno mismo y los demás
  • Ser muy creativos
  • Ser espontáneos
  • Estar mayormente centrados en la tarea
  • Poseer un buen sentido del humor

Resalta, a su vez, algunos comportamientos comunes como lo son: experimentar la vida como un niño, con plena atención y concentración; el probar cosas nuevas en lugar de apegarnos a lo seguro; escucharnos más a nosotros que a la voz de la tradición o autoridad; ser honestos; estar preparados para ser rechazados debido a nuestros puntos de vista particulares, o trabajar duro y ser responsables (McLeod, 2007).

Jerarquía de necesidades de Maslow

Maslow afirmaba que a medida satisfacemos nuestras necesidades más básicas, surgen otras que cambian o modifican el comportamiento del mismo, considerando que solo cuando una necesidad está “razonablemente” satisfecha, se disparará una nueva necesidad (Colvin y Rutland, 2008).

Para Maslow las motivaciones surgen de necesidades no satisfechas y es mediante la satisfacción de las mismas que llegamos a estar sanos y autorrealizarnos. Eso sí, siempre en un orden. La más básica es la necesidad de crecimiento, que organiza a todas las demás. A partir de esto tenemos cinco niveles, ordenadas según su fuerza (las fisiológicas tendrán más dominancia que las de naturaleza psicológica) desde la necesidad de supervivencia hasta la de crecimiento.

La jerarquía de necesidades humanas ordenadas según su fuerza es la siguiente:

  1. Necesidades fisiológicas
  2. Necesidades de seguridad o protección
  3. Necesidad de amor o afiliación
  4. Necesidad de reconocimiento
  5. Necesidad de autorrealización
Imagen: Wikipedia
Imagen: Wikipedia

Acorde a ésta jerarquía los cuatro primeros niveles se agrupan como  necesidades del déficit (deficit needs), sólo al nivel superior se le denomina necesidad del ser (being needs). La idea es que no podemos siquiera atender a ésta si no hemos satisfecho las básicas.

La jerarquía de necesidades propuesta por Maslow (resumido de Simons, Irwin y Drinnien 1987; Boeree 2006; Feist y Feist 2006, cit. en Quintero, 2011) es la siguiente:

  • Necesidades fisiológicas: las más básicas, de origen biológico orientadas a nuestra supervivencia. Aquí situaríamos las siguientes: necesidad de respirar, de beber agua, de comer, de dormir, de sexo, o de refugio.
  • Necesidades de seguridad: una vez que las necesidades fisiológicas se encuentren mayormente satisfechas, nos encontramos con las orientadas hacia nuestra seguridad personal, el orden, la estabilidad y la protección. Dentro de estas necesidades encontramos la seguridad física, de empleo, de ingresos y recursos, familiar, de salud y contra el crimen de la propiedad personal.
  • Necesidades de amor, afecto y pertenencia: de nuevo, sólo cuando las necesidades anteriores se encuentren medianamente satisfechas, podremos atender a la siguiente clasificación que incluye el amor, el afecto y la pertenencia o afiliación a un cierto grupo social, destinadas a paliar los sentimientos de soledad y alienación. Estas necesidades las encontramos cuando mostramos deseos de casarnos, de tener una familia, de ser parte de una comunidad, de ser miembro de una iglesia o de un club social.
  • Necesidades de reconocimiento: una vez que las tres primeras clases de necesidades están medianamente satisfechas, aparecerán las llamadas necesidades de estima orientadas hacia el reconocimiento y la autoestima. Cuando estas necesidades no son satisfechas, nos sentimos devaluados, inferiores. En este orden, Maslow señaló dos necesidades de estima o reconocimiento: una inferior que incluye el respeto de los demás, la necesidad de estatus, fama, gloria, reconocimiento, atención, reputación, y dignidad; y otra superior, que determina la necesidad de respeto de sí mismo, incluyendo sentimientos como confianza, competencia, logro, maestría, independencia y libertad. Te hablamos de lo que sucede cuando no se satisface en éste artículo.
  • Necesidades de autorrealización: aquí se sitúan las más elevadas.   Maslow las describe como el cumplimiento del potencial personal a través de una actividad específica. Destacar que el autorrealizarse implica la búsqueda de creatividad, talento, crecimiento, experiencias y descubrimiento (McLeod, 2007).

La versión rectificada de la necesidades

Maslow también identificó otras tres categorías de necesidades, además de las cinco anteriores y son: las estéticas y  las cognitivas (Maslow, 1970a), así como las de autotrascendencia (Maslow, 1970b), este hecho originó una rectificación de la jerarquía de necesidades:

  • Necesidades cognitivas: relativas al deseo de conocer que tenemos la gran mayoría de las personas; por ejemplo, resolver misterios o  ser curiosos. Este tipo de necesidad es muy importante para adaptarse a las cinco necesidades antes descritas.
  • Necesidades estéticas: enfatizar que estas no son universales, pero al menos algunos grupos de personas en todas las culturas parecen estar motivados por necesidades de belleza y de experiencias estéticas gratificantes.
  • Necesidades de auto-trascendencia: estas tienen como finalidad promover una causa más allá de sí mismo y experimentar una comunión fuera de los límites del yo; esto es el realizar un servicio hacia otras personas o grupos, dedicarnos a un ideal o a una causa.

En la pirámide las necesidades cognitivas y estéticas se situarán luego de las de reconocimiento, es decir, ocuparían el lugar quinto y sexto, y la de autotrascendencia ocuparían el último lugar.

Esta versión rectificada tiene importantes implicaciones para la teoría y la investigación en el campo de la psicología social y de la personalidad (Koltko, 2006), algunos ejemplos de campos específicos que se ven directamente influenciados son los relativos al estudio de las bases motivacionales de la conducta altruista o el progreso social, o del terrorismo y la violencia religiosa.

Aplicaciones en el ámbito educativo y empresarial

La teoría de la jerarquía de las necesidades ha contribuido en mucho a la enseñanza y en la gestión de las aulas en las escuelas, ya que se ve al niño como un ser holístico en el cual están integradas cualidades físicas, emocionales, sociales e intelectuales de manera que no pueden funcionar separadamente. Es evidente que para que las necesidades cognitivas de un estudiante puedan quedar satisfechas, se deben cumplir en primer lugar sus necesidades fisiológicas básicas. Los que hemos trabajado con niños en riesgo de exclusión podemos dar cuenta de ésto, muchos problemas del aprendizaje derivan de problemas en casa por no tener comida, o estar en riesgo su seguridad en el hogar.

Sin irse tan lejos, simplemente, cuando estamos cansados y hambriento nos resulta más difícil concentrarnos en los estudios. También, si no nos sentimos emocional y físicamente seguros dentro de clase, será muy difícil alcanzar nuestro pleno potencial. Finalmente, Maslow agrega que los estudiantes que no desarrollen la autoestima tampoco podrán avanzar académicamente.

Con respecto al ámbito empresarial, la pirámide de Maslow es bastante utilizada. En el área del marketing, se persigue que asociemos la satisfacción de necesidades no cubiertas con productos sustitutivos, por ejemplo, la libertad y  el autocontrol con un auto, o el reconocimiento con un perfume (Remo, 2011).

Los gerentes hacen uso de esta jerarquía para identificar cuáles son las necesidades del personal y, ya sea a través del diseño de un proyecto personal, un título llamativo, arreglos en su horario laboral, o incluso bonos de parques temáticos, los trabajadores puedan seguir motivados. Ejemplo:

Es a la mitad del siglo XX, que las expectativas, sentimientos y necesidades de los empleados en relación con su desempeño laboral empiezan a cobrar vital relevancia, cuando las empresas invierten en el bienestar de los empleados para que se sientan realizados, eso sí, esperando mucho a cambio.

Críticas

Conceptos como “autorrealización” resultan muy vagos y difíciles de operativizar por lo cual han sido muy criticados. En una revisión realizada por Wabha y Bridwell en el año 1976  (cit. en McLeod, 2007)  utilizando la teoría de Maslow, se encontró escasa evidencia de que el orden de necesidades propuesto por el autor fuese el que determinó. Además, una de las limitaciones más importantes es la referente a la metodología, Abraham formuló las características de los individuos autorrealizados mediante un método cualitativo llamado análisis biográfico, y desde el punto de vista científico, este método resulta muy subjetivo. Recordemos que todo método subjetivo conlleva sesgos, lo que reduce la validez de los datos obtenidos, luego la definición operativa de Maslow de la autorrealización no puede ser aceptado como un hecho científico.

Respecto al mencionado análisis biográfico que utilizó Maslow, gran parte de los detractores indican que la muestra, a priori, estaba sesgada hacia varones blancos y con educación superior (como Thomas Jefferson, Abraham Lincoln, Albert Einstein, William James, Aldous Huxley, Gandhi, Beethoven) y aunque posteriormente en 1970, ya incorpora a mujeres autorrealizadas, como Eleanor Roosevelt y Teresa de Calcuta, estas comprendían una pequeña proporción de su muestra, luego la generalización de su teoría a mujeres e individuos de clases sociales más bajas o diferente etnia es muy cuestionable (McLeod, 2007).

Se critica también la suposición de que las necesidades de inferiores deben ser satisfechas para poder alcanzar su potencial y autorrealizarse. Esto no es siempre así, y por lo tanto la jerarquía de necesidades en algunos aspectos de Maslow no ha sido sostenida. Pensemos en personas que viven en extrema pobreza son todavía capaces de necesidades de orden superior como el amor y pertenencia. Vayamos un poco más lejos aún, grandes autores y artistas (por ejemplo, Rembrandt y Van Gogh) vivían en la pobreza durante toda su vida, sin embargo, se podría argumentar que lograron la autorrealización. ¿Qué pasó aquí? Los expertos sostienen que podemos estar motivados por necesidades de crecimiento más altas, al tiempo que por las necesidades de deficiencia de menor nivel.

Una investigación más reciente, llevada a cabo en 2011 por Tay y Diener puso a prueba la teoría de Maslow mediante el análisis de datos de 60.865 participantes de 123 países, que representan las principales regiones del mundo. En una encuesta, los participantes respondieron sobre seis necesidades que se parecen mucho a los de modelo de Maslow, también calificaron su bienestar a través de tres medidas discretas: evaluación de vida, sentimientos positivos (instantes de alegría en el día a día), y sentimientos negativos (experiencias cotidianas de tristeza, la ira o estrés). Los resultados respaldaron la opinión de que, aún que las necesidades humanas son universales y atraviesan diferencias culturales, el orden de estas no es como lo establece Maslow.

Ya en 1972 Clayton Alderfer (cit. en Kremer y Hammond, 2013) reformula la jerarquía, reduce de cinco a tres los grupos de necesidades, y los denomina: «Existencia», «Parentesco» y «Crecimiento». Esta teoría llamada ERG, (por sus siglas en inglés, Existence, Relatedness and Growth), no posee una estructura rígida con un orden establecido, podemos operar al mismo tiempo en distintas necesidades, además factores de peso como nuestros antecedentes familiares o nuestro ambiente cultural pueden alterar el orden de nuestras necesidades. Como vimos anteriormente la cultura influye, ejemplo de esto es la japonesa, que anteponen las necesidades sociales a las fisiológicas.

Referencias:

  • Alonso, A. (2016). Definición de la semana: Autorrealización. Disponible en   https://www.psyciencia.com//2016/09/definicion-la-semana-autorrealizacion/
  • Biografía de Abraham Maslow. (2017). Biografiasyvidas.com. Disponible en  http://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/maslow.htm
  • Colvin, M. & Rutland, F. (2008). Is Maslow’s Hierarchy of Needs a Valid Model of Motivation. Louisiana Tech University. Disponible en http://www.business.latech.edu/
  • Feist, J. & Feist, G. (2006). Theories of Personality (sexta edición). New York: McGraw Hill.
  • Koltko, M. (2006). Rediscovering the Later Version of Maslow’s Hierarchy of Needs:Self-Transcendence and Opportunities for Theory, Research, and Unification. Review of General Psychology by the American Psychological Association; 10 (4), 302–317.
  • Kremer, W., y Hammond, C. (2013). ¿Qué tan correcta es la pirámide de Maslow?  BBC Mundo. Disponible en http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/09/130902saludpiramidemaslowaniversariogtgMaslow, A. H. (1943). Una teoría de la motivación humana. Psychological Review; 50 (4) , 370-96.
  • Maslow, A. H. (1970a). Motivation and personality. New York: Harper & Row.
  • Maslow, A. H. (1970b). Religions, values, and peak experiences. New York: Penguin.
  • McLeod, S. (2007). Maslow’s Hierarchy of Needs. Disponible en  https://www.simplypsychology.org/maslow.html
  • Quintero Angarita, J. R. (2011). Teoría de las Necesidades de Maslow. Disponible en http://paradigmaseducativosuft.blogspot.com.es/2011/05/figura-1.html
  • Remo. (2011). ¿Qué es la pirámide de las necesidades de Maslow? Disponible en https://www.elblogsalmon.com/conceptos-de-economia/que-es-la-piramide-de-maslow
  • Tay, L., y  Diener, E. (2011). Needs and subjective well-being around the world. Journal of Personality and Social Psychology, 101(2), 354.

Imagen: Myjl

  • Artículos Recomendados de la Web

Qué hace un terapeuta frente al paciente pedófilo

  • 02/04/2017
  • David Aparicio

Claudia Peiró entrevistó en Infobae a Marcela Dal Verme, miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina; miembro de la International Psychoanalytical Association (I.P.A) y el foro Usina de Justicia, sobre un tema extremadamente importante y de alto riesgo social como lo es la pedofilia. Del Verme ofrece varias explicaciones muy interesantes y coherentes que creo vale la pena compartir y analizar desde diversas posturas teóricas de la psicología.

La diferencia entre la pedofilia y la pederastia:

Antes que nada, hay que diferenciar pedofilia de pederastia. El pedófilo coloca su deseo en niños, niñas o adolescentes. No le importa el sexo del objeto que elige. Lo excita la asimetría de fuerza, el poder. No necesariamente es pederasta, que es aquel que desea y abusa carnalmente con o sin coito a un infante o un adolescente. Ambas son perversiones desde la psicopatología, pero una es delito (pederastia) y la otra puede no serlo nunca en la vida. Los que antes eran llamados «mirones», esos de las puertas de los colegios, hoy son consumidores de erótica infantil virtual. Estos personajes pueden pasar al acto (abusar o violar a un menor) o no hacerlo nunca. Por las dudas, obviamente, no hay que minimizar jamás esas conductas.. Hay que saber todo y más de este tema.  Diferenciar delito de psicopatología es mi letanía en todo lo que hablo en público.

¿Qué hacer cuando un pedófilo asiste al consultorio en busca de ayuda?



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(…) lo primero que pregunto es: «¿de qué se ocupa? Si me dice pediatra, profesor de gimnasia o de música infantil, guia scout de adolescentes, o algo similar, armo un dispositivo de cuidado y prevención con el que soy rigurosa y estricta. Al modo adicción. O cumple, o no lo atiendo. O institucionalizo la situación. No lo escucho como algo más de su patología, para mí es «la patología» y requiere de toda mi atención preventiva como concepto de aporte social. No dejo al lobo a cuidar ovejas. Aunque lamentablemente no soy infalible

¿Puede un pedófilo curarse?

Sí, pero no confío y eso que ejerzo hace más de 30 años. En el pedófilo en particular, la facilitación a esta pulsión de dominio es que su objeto de deseo es el infante o adolescente. Con rasgos psicopáticos, intenta transformarse en víctima si alguien se queja de sus pretensiones. No reconoce al otro como sujeto, sólo es objeto de deseo y como tal intenta su apropiación. Esto instala un mecanismo compulsivo, serial, de la búsqueda de objetos de deseo porque si su pulsión más fuerte es dominar, una vez dominado el objeto deja de excitar por lo tanto hay que buscar otro. Placer momentáneo no es satisfacción, es insatisfacción, y hay que buscar más. Es un eterno insatisfecho. Por eso en mi opinión personal, no se debería hablar de cura, sino de formas posibles de cierta adaptación.

Lee la entrevista completa en Infobae.

Imagen: Shutterstock

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Benjamin Rosloff: vivir con autismo (video)

  • 02/04/2017
  • David Aparicio

Benjamin Rosloff, un joven cineasta, visitó la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York en 2016, donde visitó el edificio y realizó una entrevista al entonces Secretario General, Ban Ki-moon. Desde que nació, Benjamin ha vivido con autismo, lo que sin embargo no le impide perseguir su sueño de hacer películas sobre cuestiones de calado mundial ni participar de forma plena y efectiva en la sociedad.

  • Salud Mental y Tratamientos

Hoy 2 de abril es el día internacional de concienciación sobre el autismo

  • 02/04/2017
  • Equipo de Redacción

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad reconoce en su artículo 3 el derecho a la autonomía individual y la independencia de las personas. Además, en el artículo 12, la Convención subraya que tienen «capacidad jurídica en igualdad de condiciones con las demás en todos los aspectos de la vida».

La capacidad jurídica es fundamental para el reconocimiento de una persona como ser humano pleno, con derecho a tomar decisiones y celebrar contratos. A menudo, sin embargo, ciertas habilidades se han considerado necesarias para disfrutar de una autonomía individual plena, lo que ha obstaculizado la inclusión social total de las personas con autismo.

Las actividades de este Día están organizadas por los Departamentos de Información Pública y de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas.



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Mensaje del Secretario General en el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo

En este Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, ayudemos todos a cambiar las actitudes hacia las personas con autismo y a reconocer sus derechos como ciudadanos, que, igual que todos los demás, tienen derecho a reivindicar esos derechos y a tomar decisiones sobre su vida de acuerdo con sus propios deseos y preferencias. Renovemos también nuestra promesa grabada en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de no permitir que nadie se quede atrás y de asegurar que todas las personas puedan contribuir como miembros activos a formar sociedades pacíficas y prósperas.

Como se señala en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, la capacidad jurídica y el igual reconocimiento como personas ante la ley son derechos inherentes de los que las personas con autismo gozan en igualdad de condiciones con los demás miembros de nuestras sociedades.

En el ejercicio de esos derechos y de su libertad de tomar sus propias decisiones, asegurémonos de que ponemos a la disposición de las personas con autismo las facilidades y el apoyo necesarios. Con acceso al apoyo que necesitan y elijen, las personas con autismo estarán empoderadas para hacer frente a los principales hitos de la vida de todas las personas, como decidir dónde y con quién desean vivir, si se casan y fundan una familia, qué tipo de trabajo desean desarrollar, y cómo gestionar sus finanzas personales.

Cuando gocen de igualdad de oportunidades para ser autosuficientes y tomar sus propias decisiones, las personas con autismo estarán empoderadas para contribuir de manera más intensa y positiva a nuestro futuro común.

https://youtu.be/_itoI2XXrwo

 

Te recomendamos los siguientes artículos para obtener más información sobre el autismo:

  • Mitos y verdades sobre el autismo
  • ABA en el tratamiento del autismo
  • ¿Existe relación entre las vacunas y el autismo?
  • Tratamientos en Trastorno del Espectro Autista: ¿Son todos igual de eficaces?
  • (PDF) Guía de buena práctica para el tratamiento de los trastornos del espectro autista

Fuente:ONU

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