Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS
Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS

Publicaciones por mes

agosto 2020

67 Publicaciones
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Dar un paso atrás mejora el control cognitivo?

  • 24/08/2020
  • Maria Fernanda Alonso

El acto físico de alejarse de un asunto, esto es dar un paso atrás, podría ser beneficioso a cuando nos encontramos con situaciones difíciles. ¿Por qué? Naturalmente tendemos a acercarnos a los objetos que deseamos y a alejarnos de aquellos que nos resultan aversivos. Investigadores han encontrado que debido a que los contextos problemáticos requieren mayor control cognitivo para protegernos de las posibles consecuencia, realizar movimientos de evitación también puede mejorar las habilidades de control cognitivo (Koch et al., 2009).

Metodología: los autores del estudio midieron el funcionamiento cognitivo a través de una tarea de Stroop inmediatamente después de que los participantes dieran pasos hacia adelante (acercamiento), hacia atrás (evitación), o a los lados (control). La tarea de Stroop requiere nombrar el color en el que se imprimen las palabras de estímulo ignorando su significado semántico, que en realidad se procesa de forma más automática que el color.

Explican los investigadores que se requiere control cognitivo para anular la tendencia a responder al significado semántico y, en cambio, responder al color.

Resultados: dar un paso hacia atrás mejoró significativamente el rendimiento cognitivo en comparación con dar un paso hacia adelante o hacia los lados. Teniendo en cuenta el tamaño del efecto, la locomoción hacia atrás parece ser un desencadenante muy poderoso para movilizar recursos cognitivos, señalaron los autores.

En base a estos hallazgos, dar un paso atrás cuando nos encontramos con situaciones difíciles podría ser favorable, ya que aumentaría la capacidad para afrontar tal situación de manera eficaz.

Referencia bibliográfica:

Koch, S., Holland, R. W., Hengstler, M., & van Knippenberg, A. (2009). Body Locomotion as Regulatory Process. En Psychological Science (Vol. 20, Número 5, pp. 549-550). https://doi.org/10.1111/j.1467-9280.2009.02342.x

Fuente: Mind blog



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Sponsor

Inscríbete en todos los cursos online de TCC con el 50% de descuento

  • 24/08/2020
  • David Aparicio

Promoción especial por tiempo limitado.

En estos momentos de dificultad y de incertidumbre económica, CETECIC se solidariza con la comunidad psicológica que necesita formarse y ofrecer mejores tratamientos para sus consultantes, con un descuento especial del 50% en todos sus cursos online de terapia cognitiva conductual.

CETECIC es una de las instituciones con mayor reconocimiento en el entrenamiento de terapeutas cognitivos conductuales. Tienen 16 años formando profesionales y sus docentes no sólo son profesores de universidades reconocidas en Argentina, sino que también se dedican día a día al trabajo clínico. Lo que te asegura el conocimiento teórico y práctico que necesitas.

Los cursos online de CETECIC son muy completos y su propuesta incluye cursos para profesionales de la salud mental que recién inician y también para terapeutas avanzados. Sus clases incluyen: videos, cuestionarios, ejemplos experienciales, material de lectura, foros de mentoria para que puedas aclarar todas tus inquietudes. Todo lo que necesitas para que tengas la mejor experiencia de aprendizaje. Al finalizar recibes una certificación digital que puedes anexar a tu currículum profesional.

Su propuesta académica:

  1. Aplicación de técnicas conductuales
  2. Aplicación de técnicas cognitivas
  3. Terapia cognitiva conductual de la fobia especifica
  4. Terapia cognitivo conductual de la fobia social
  5. Manejo del estrés. Abordaje cognitivo conductual
  6. Terapia cognitivo conductual del trastorno de pánico y la agorafobia
  7. Terapia cognitivo conductual del trastorno de ansiedad generalizada
  8. Terapia cognitivo conductual de los trastornos bipolares
  9. Teoría y técnica de la terapia cognitivo conductual
  10. Terapia cognitivo conductual de los trastornos de personalidad
  11. Terapia cognitivo conductual del trastorno obsesivo compulsivo
  12. Terapia cognitivo conductual de los trastornos depresivos
  13. Teorías explicativas de la ansiedad patológica

No pierdas esta oportunidad, inscríbete con este super descuento, ahorra cientos de dólares y especialízate en terapia cognitivo conductual. Para inscribirte y conocer las formas de pago, visita la página oficial de CETECIC.

Agradecemos a CETECIC, nuestro sponsor exclusivo de la semana.



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cómo optimizar tu estrés

  • 21/08/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Partiendo de la mentalidad con que lo abordamos, tenemos la posibilidad de hacer un uso efectivo u optimizar el estrés en nuestro beneficio. ¿Qué quiere decir esto? La manera en que evaluamos el estrés puede tener implicaciones importantes sobre cómo lo enfrentaremos cuando surja en nuestra vida diaria.

Cuando pensamos “el estrés es malo para mí,” es probable que le agreguemos una carga adicional: la de estar estresados por estar estresados (Brady et al., 2018). Al sentir estrés los esfuerzos se enfocarían en intentar minimizarlo para evitar sus resultados negativos. Pero, ¿qué pasaría si valoráramos al estrés como bueno para nosotros? Según un nuevo estudio es más probable que (Crum et al., 2020):

  • no agreguemos más tensión a nuestras circunstancias preocupándonos por los efectos negativos de estar estresados,
  • aceptemos el estrés, y
  • nos sintamos empoderado para optimizar nuestra respuesta al estrés con el fin de lograr nuestros objetivos.

Estudios previos han encontrado que, en comparación con la supresión o la evitación, la aceptación de experiencias emocionales incómodas cuando se enfrentan situaciones muy estresantes se correlaciona con una serie de resultados positivos (Shallcross et al., 2010).

El equipo de investigación de Crum señala que también es importante la manera como definimos al estrés. Explican que ver al estrés como la anticipación o experiencia de encontrar demandas en los contextos relacionados con las metas propias, y separarlo de los resultados, sugiere que las respuestas al estrés pueden ser reguladas – e idealmente optimizadas – independientemente de si el factor estresante (es decir, la demanda) en sí se considera como «bueno» (por ejemplo, tener un hijo) o «malo» (por ejemplo, tener una enfermedad).

Entonces, incluso si la causa del estrés es «mala», una evaluación positiva del estrés en sí puede afectar la forma en que las personas adaptan sus respuestas al estrés para lograr sus objetivos.

Estrategias de regulación para optimizar el estrés

Elegir las situaciones

Hay situaciones que nos ofrecen oportunidades para el crecimiento y el descubrimiento, independientemente de cuán estresantes puedan ser. Un ejemplo es tomar la decisión de defenderse ante un trato injusto en el trabajo, incluso cuando esto signifique tener una conversación difícil con tus compañeros de trabajo. O bien, inscribirte en un torneo de tu deporte, aunque esto signifique meses de preparación y entrenamiento previos

Prestar atención

La habilidad humana de prestar atención a ciertas situaciones o cosas y no a otras puede, en muchos casos, determinar el abanico de experiencias que viviremos. Prestar atención implica concentrarnos en las oportunidades (tanto las evidentes como las inesperadas) que surgen con el estrés, en lugar de enfocarnos en todo lo negativo del asunto. Cuando pensamos en el estrés como algo funcional en lugar de verlo como amenazante, ponemos más atención en los estímulos positivos, aumentando el afecto positivo y la flexibilidad cognitiva (Crum et al., 2017). Entonces, en lugar de centrarnos en el nerviosismo que nos genera una presentación que se acerca, podemos centrarnos en la ambición de tener un buen desempeño, y consecuentemente dedicar más tiempo a la preparación para alcanzar tal objetivo.

Elegir pensar de otra manera

Esta estrategia de regulación emocional para la optimización del estrés consiste en repensar de forma diferente la situación, el estrés y tu propia capacidad para manejarlo. En lugar de focalizarte en los nervios por una nueva presentación, podrías cambiar la forma en que percibís el factor estresante dirigiendo tu atención, por ejemplo, a que no es la primera vez (ni la última) que te piden que hables frente a una audiencia; o bien a tu capacidad de afrontarlo basado en que te preparaste para esto y en que cada vez que lo hacés adquirís más experiencia.

Cambiar la respuesta psicológica y comportamental

La respuesta más común cuando sentimos estrés es procurar suprimirlo, no sentirlo. En su lugar, podemos recurrir a otras estrategias que nos ayuden a superar la ola de estrés, como las técnicas para regular la excitación y mejorar el rendimiento que utilizan los atletas: escuchar música de ritmo rápido, animarse con charlas de motivación, realizar ejercicios de relajación, o practicar mindfulness, entre otras.

Seguramente has pasado, estás pasando o pasarás por situaciones estresantes en la vida, por eso, aprender que el estrés tiene una función y relacionarnos con este de forma eficaz puede ser mucho más útil que estresarnos por sentirnos estresados.

Referencias bibliográficas:

  • Brady, S. T., Hard, B. M., & Gross, J. J. (2018). Reappraising test anxiety increases academic performance of first-year college students. En Journal of Educational Psychology (Vol. 110, Número 3, pp. 395-406). https://doi.org/10.1037/edu0000219
  • Crum, A. J., Akinola, M., Martin, A., & Fath, S. (2017). The role of stress mindset in shaping cognitive, emotional, and physiological responses to challenging and threatening stress. Anxiety, Stress, and Coping, 30(4), 379-395. https://doi.org/10.1080/10615806.2016.1275585
  • Crum, A. J., Jamieson, J. P., & Akinola, M. (2020). Optimizing stress: An integrated intervention for regulating stress responses. Emotion , 20(1), 120-125. https://doi.org/10.1037/emo0000670
  • Shallcross, A. J., Troy, A. S., Boland, M., & Mauss, I. B. (2010). Let it be: Accepting negative emotional experiences predicts decreased negative affect and depressive symptoms. Behaviour Research and Therapy, 48(9), 921-929. https://doi.org/10.1016/j.brat.2010.05.025

Fuente: Psychology Today



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Artículos Recomendados de la Web

La gente le cree más a Youtube que a los médicos que combaten el coronavirus

  • 20/08/2020
  • David Aparicio

Adam Satariano escribe un reportaje para The New York Times que describe la lucha que tienen los medicos ante la catarata de publicaciones falsas y pseudocientíficas que aparecen en las redes sociales:

Los doctores aseguran que por lo regular los pacientes se resisten a sus consejos, pues tienen una mayor inclinación a creer lo que leen en Facebook que lo que les dicen los profesionales de la salud. Según los doctores, las mentiras han afectado las iniciativas para que la gente use mascarillas y han alimentado la idea de que la gravedad de la enfermedad es exagerada. De acuerdo con algunos doctores, enfrentan abusos cuando participan en debates en línea para aclarar el asunto.

Muchos creen que el efecto de la información falsa es muy pequeño. Bueno, lee esto:

“Esto ya no es una observación anecdótica que algunos doctores han hecho de manera individual”, dijo Daniel Allington, profesor titular de King’s College de Londres y coautor de un estudio reciente en el cual se descubrió que había una mayor probabilidad de que la gente que obtiene sus noticias en línea, en vez de hacerlo de la radio o la televisión, creyera en teorías conspirativas y no siguiera los lineamientos de salud pública. “Es un patrón estadísticamente significativo que podemos observar en un muestreo grande”.

Un internista de Nueva York atendió en mayo a un paciente que vomitaba por haber tomado una mezcla de cloro como parte de una cura falsa contra el virus que había encontrado en YouTube.

Las redes sociales no están controlando efectivamente la información falsa. Y, en realidad, estos temas son la gasolina que mueve el motor de las redes sociales: los algoritmos. La respuesta de Facebook:

Las redes dicen que están controlando la información falsa, pero no es suficiente: “Hemos sido agresivos al momento de eliminar aseveraciones falsas y perjudiciales, y de dirigir a la gente hacia información acreditada”, aseguró Facebook en un comunicado. La empresa, la cual sostuvo una llamada con médicos en junio para conocer sus inquietudes, dijo que había eliminado más de siete millones de artículos de desinformación sobre el virus y había agregado etiquetas de advertencia a millones más.

YouTube:

YouTube señaló que estaba “comprometida con proporcionar información útil y oportuna sobre la COVID-19” y había eliminado más de 200.000 videos engañosos o peligrosos.

El artículo se concentró en Estados Unidos y Reino Unido. Pero no tocó ni por encima las cadenas de Whatsapp (propiedad de Facebook, no lo olviden) tan populares en Latinoamérica que se envían todos los días llenas de información falsa y remedios homeopáticos que prometen curar y proteger a la gente del coronavirus. Lee el artículo completo en The New York Times en español.

¿Qué se puede hacer?

Es probable que si encuentras un debate con información falsa sobre el coronavirus, tu primer impulso sea intentar refutarlos con los datos científicos. Detente. No lo hagas. Al contestarle solo ayudarás a que el algoritmo de las redes sociales lo promocione y alcance a más persona que piensan exactamente igual. No participes en esos comentarios ni debates. Mejor prepara una publicación a parte que explique los peligros de la información falsa. Si estás con tu familia o amigos, no inicies debates estériles. Mejor intenta escuchar las preocupaciones y miedos de las personas sobre el coronavirus y luego explica, con ejemplos, cómo la ciencia nos ha ayudado a afrontar las pandemia en el pasado y cómo hemos salido adelante.



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Vos podés, yo no: tendemos a pensar que los otros son más capaces de controlar sus creencias que nosotros

  • 20/08/2020
  • Maria Fernanda Alonso

¿Cuánto control tenemos sobre nuestras creencias? ¿Son controlables? Psicólogos y filósofos han sostenido que nuestras creencias no están bajo nuestro control directo, y que sólo podemos influir en ellas hasta cierto punto, pero no podemos elegir lo que creemos. Sin embargo, un equipo de investigadores encontró que las personas tienden a asumir que las creencias son controlables, y que los demás tienen más control que ellos mismos, sobre sus creencias personales (Cusimano & Goodwin, 2020).

Los autores realizaron siete estudios, con más de 3500 participantes en total, para examinar cuánto control creían tener las personas sobre sus propias creencias y cuánto control creían que tenían los otros sobre sus creencias.

¿Qué encontraron? El equipo descubrió que las personas, de manera consistente, tendían a concebir que los demás tenían más control sobre sus creencias que ellos mismos. Por ejemplo, las personas creían que los demás eran más capaces de cambiar su creencia sobre la existencia de Dios.

Esta discrepancia fue cierta incluso cuando los participantes consideraron a alguien que tenía exactamente la misma creencia que ellos y cuando consideraron a otras personas cercanas, como un mejor amigo o una pareja romántica. Además, esta situación se dio tanto en las creencias aportadas por los investigadores como en creencias aportadas por los propios participantes.

Explican los autores que tenemos una tendencia a creer que las creencias son elecciones libres, pero esta idea entra en conflicto con lo que se siente al tener una creencia.

Sugieren, entonces, que debemos esforzarnos por recordar que otras personas probablemente se sienten igual que nosotros mismos respecto de nuestras creencias; es decir, que no pueden simplemente cambiar lo que creen.

Referencia bibliográfica:

Cusimano, C., & Goodwin, G. P. (2020). People judge others to have more voluntary control over beliefs than they themselves do. Journal of Personality and Social Psychology. https://doi.org/10.1037/pspa0000198

Fuente: Psypost



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cómo facilitar la práctica de mindfulness

  • 20/08/2020
  • David Aparicio

Existe mucha información sobre los beneficios de la práctica regular del mindfulness y, para ser justos, también hay muchas críticas válidas sobre la excesiva publicidad que se le ha dado como la cura para todos los males1Basta con visitar la sección de psicología de cualquier librería para ver que tienen más libros de mindfulness que de cualquier otro tema de psicología, o el número de publicaciones de artículos en revistas científicas (Van Dam et al., 2018). En mi opinión, lo valioso del mindfulness es su aplicabilidad transdiagnóstica como un recurso para ayudar a los consultantes a actuar con intencionalidad, reduciendo su conducta impulsiva y ayudándolos a sintonizar con sus emociones, pensamientos y sensaciones.

Por eso una de las definiciones de mindfulness que más me gusta y que utilizo frecuentemente con mis consultantes – por su practicidad, claridad y sencillez– es la que da Marsha Linehan en su Manual de entrenamiento en habilidades de regulación emocional (Linehan, 2015):

La «atención plena» es el acto de enfocar conscientemente la mente en el momento presente sin juzgar y sin apego al momento. Cuando estamos atentos, somos conscientes del momento presente. Podemos contrastar la atención plena con el comportamiento y la actividad automática, habitual o de memoria. Cuando estamos atentos, estamos alerta y despiertos, como un centinela que guarda una puerta.

La práctica de atención plena se puede clasificar, sin ser muy rígida, en dos categorías o formatos generales: la práctica formal y la práctica informal. Ambos formatos se pueden combinar según las necesidades y preferencias de las personas y de hecho los tratamientos más efectivos que incluyen el mindfulness dentro de sus componentes (como DBT), intercalan su práctica en ambos formatos. De esta manera ofrecen a las personas un amplio abanico de opciones y de oportunidades para practicar.

Hace unas semanas encontré en Psyche una breve guía escrita por (Johnson y Kuyken, 2020) que no sólo introduce a las personas en la práctica informal y formal del mindfulness, sino que también aborda las principales dificultades que afrontan las personas al practicarlo. He adaptado la guía para trabajar en sesión con consultantes o como handout en formato PDF para enviar y recordar lo trabajado en la consulta.

Cómo puedes practicar mindfulness

Puntos claves para recordar:

  • Mindfulness es la capacidad humana innata de prestar atención al momento presente con calidez, amabilidad e interés gentil. Cuando estamos atentos, estamos alerta y despiertos, como un centinela que guarda una puerta.
  • La práctica de la atención plena implica estar atento a su experiencia, sin importar lo que aparezca. La respiración, las sensaciones corporales, los sonidos, los pensamientos y las distracciones son todos importantes.
  • La práctica informal de la atención plena implica abordar las actividades cotidianas de una manera particular. No importa lo que estés haciendo, puedes optar por prestar atención; observa tu experiencia directa y sensaciones corporales; observa también tus pensamientos, estados de ánimo y reacciones.
  • La práctica formal, como una meditación con un enfoque en la respiración, implica reservar tiempo para prestar atención a la experiencia de una manera más estructurada. Dedica tiempo a centrar su atención en las sensaciones corporales y observa los pensamientos y estados de ánimo. Luego, dirige deliberadamente tu atención a las sensaciones físicas de la respiración durante unos momentos. Finalmente, amplía la conciencia para notar las sensaciones corporales, los pensamientos y los estados de ánimo presentes ahora antes de responder a lo que venga a continuación en su día.
  • Recuerda hacer una práctica de atención plena formal o informal con regularidad, varias veces a la semana, o incluso todos los días, si es posible.

Adaptado de Johnson y Kuyken (2020) y Linehan ( 2015)

Práctica informal

1. Empieza el día con conciencia: Presta atención a tu experiencia inmediatamente cuando abres los ojos en la mañana y antes de levantarte de la cama. Intenta experimentar el contacto de las sabanas y pijama con tu piel. Intenta notar qué sonidos y olores notas inmediatamente cuando te despiertas. Nota con curiosidad cómo se siente tu cuerpo. ¿Te sientes cansada o llena de energía? ¿Te sientes alerta o tu mente todavía se siente entumecida? ¿Cuáles son los pensamientos que surgen en tu mente? Intenta notar con atención cómo es tu respiración y cómo se expande y contrae tu pecho al respirar. Es muy probable que descubras algo nuevo sobre tu cuerpo y la manera en que empiezas tu día.

2. Presta atención a las tareas diarias: Con intención y curiosidad, intenta prestar atención a cada actividad que haces durante el día (por más mundana que parezca). Quizás puedas notar cómo se siente la temperatura del agua cuando lavas los platos, el aroma del detergente con que los lavas o el sonido que hacen los platos cuando están limpios y secos. Puedes tomarte una pausa cuando comes intentando notar cómo se ve tu comida, el sabor y el aroma que tiene antes de comerla. Y mientras comes puedes experimentar su sabor con atención, intentando notar cada ingrediente y sensación que te genera. De la misma manera puedes intentar notar las sensaciones corporales, tu estado de ánimo y pensamientos que experimentas a lo largo del día

3. Usa señales como recordatorios: Una de las dificultades más comunes es que muchos olvidan poner en práctica la habilidad de estar atentos y conscientes a su experiencia. Para recordarlo puedes usar señales exteriores. Por ejemplo: cada vez que llega una notificación al celular o cada vez que te laves las manos2En estos momentos, por la pandemia de COVID-19, tenemos muchas oportunidades para lavarnos las manos y practicar mindfulness intentaras notar con atención qué estás haciendo en ese momento y cómo te sientes. Otra manera es activar en el celular dos o tres recordatorios en el día para notar cómo se siente tu cuerpo, sentir cómo se sienten tus hombros, cómo se siente tu cuello, el contacto de la planta de los pies con el piso o simplemente saborear con completa atención el café que tomas en la mañana.

4 Prepárate para las dificultades: Practicar mindfulness no se trata de experimentar sensaciones placenteras, y de hecho, es muy probable que encuentres momentos donde no te gusten los pensamientos, emociones y sensaciones que experimentas, incluso algunas personas reportan estrés o malestar al notar su experiencia. Lo que puede ser abrumador y lleve a interpretar que están haciendo mal la práctica de mindfulness. Pero es importante comprender que la experiencia tanto placentera como displacentera es parte de nuestra naturaleza. El mindfulness no es una práctica destinada a relajarnos, aunque puede ser un efecto secundario, sino que es una manera de tomar contacto ante esas experiencias. Si sientes que la experiencia es muy abrumadora, puedes intentar detenerte por un momento y practicarlo cuando te sientas un poco más cómoda o puedes intentar observar otras experiencias que sean mucho más manejables. Pero siempre recordando que tanto los pensamientos como las emociones displacenteras que experimentas no son peligrosas, ni dañinas y que puedes elegir intencionalmente cuándo observarlas.

Las cuatro recomendaciones descritas pueden ser muy útiles para empezar a practicar mindfulness sin que sientas que son una carga extra de trabajo donde tienes que buscar un hueco en tu horario para practicarlas. Si recuerdas hacerlo con intención, cada actividad que hagas durante el día es una oportunidad para practicar mindfulness. En inglés utilizan el acrónimo DO IT para hacer que sea más fácil recordarlo. Como es una palabra sencilla de recordar y de pronunciar, la podemos usar también en español:

  • Dirige tu intención para prestar atención;
  • Observa tu experiencia;
  • Investiga tus respuestas y reacciones;
  • Trata otra vez (repite a menudo)

Práctica formal

1. Trae la atención a tu experiencia: Puedes configurar un temporizador para practicar la atención plena. Puedes empezar con solo 1 minuto y cuando logres hacerlo regularmente puedes incrementar a 3, 5, 10 minutos o lo que mejor te funcione. Es recomendable que tomes una posición que te permita estar cómoda, alerta y concentrada. Puedes sentarte en una silla, ubicar las palmas de tus manos sobre tus muslos y las plantas de los pies sobre el piso. Puedes cerrar tus ojos o si prefieres puedes bajar tu mirada.Toma dos o tres respiraciones muy lentas, inhalando por la nariz hasta que tus pulmones se llenen y exhalando por la boca muy lentamente. Intenta experimentar, con mucha curiosidad, cómo se siente el peso de tu cuerpo sobre la silla, la temperatura, la textura de tu ropa sobre tu piel, qué sensaciones experimentas, qué sonidos detectas y qué olores y sabores puedes reconocer.

2. No pelees con tus pensamientos: Muchos creen que hay que tener la mente en blanco para hacer ejercicios de consciencia plena y se frustran al notar que se distraen con las cataratas de pensamientos sobre el pasado, el futuro o cuando surgen pensamientos del tipo ¿apagué la luz antes de salir? Nuestra mente es como una máquina del tiempo y tenemos muy poco control de ella. En vez de luchar contra tu mente, intenta simplemente observar los pensamientos como pensamientos, sin añadirle juicios u opiniones. Toma unos minutos para dejar ir y venir los pensamientos sin luchar contra ellos y luego dirige tu atención al momento presente y tu respiración. Puede ser realmente desafiante, pero cada vez que intentes controlar los pensamientos, lo único que harás es incrementarlos aún más. Para explicar mejor este concepto incluí la metáfora del tránsito de pensamientos que conocí en este video de Headspace (la aplicación de mindfulness que utilizo):

Traducción por Aulas Mindfulness

3. Observa qué ocurre: Nuestra experiencia está compuesta no sólo por nuestros pensamientos sino también por nuestras emociones. Para notar qué emociones experimentamos intenta prestar atención a tu humor, sin intentar cambiarlo. Quizás te sientas ansioso, triste, irritado o feliz, trata de notar cualquier emoción que experimentas. Luego intenta observar las sensaciones de tu cuerpo. Posiblemente puedas notar alguna sensación de tensión o de relajación en tus hombros. Tal vez notes que tienes el ceño fruncido, o quizás te des cuenta que tienes una sonrisa en tus labios. Estas sensaciones son parte de tu experiencia. Dedica tiempo para explorarlas con curiosidad y atención.

4. Toma consciencia de tu respiración: Ahora, deja por un momento las emociones y pensamientos y lleva tu atención al movimiento natural de tu respiración. Nota como entra el aire desde tus fosas nasales y cómo se inflan tus pulmones y abdomen. Intenta prestarles atención durante 3 o 5 minutos. Si notas que al concentrarte en tu respiración se incrementa tu ansiedad o tu malestar, intenta enfocar tu atención en tus pies o en tus manos. Recuerda que el malestar no es en sí mismo peligroso, pero al iniciar el entrenamiento podemos redirigir nuestra atención donde te funcione mejor.

5. Practica frecuentemente: Recuerda que todos tenemos la capacidad de ser conscientes plenamente, solo es cuestión de practicar, así como cuando inicias una rutina de ejercicios. Primero debes empezar con pasos muy pequeños y fáciles de lograr. Con los ejercicios de mindfulness puedes empezar con sesiones de 1 o 3 minutos y probar con curiosidad qué experimentas.


Inicié muy bien pero me cuesta seguir practicando: La novedad y la curiosidad inicial sobre el mindfulness pueden generar motivación para que las personas inicien con los ejercicios por un tiempo, pero después de unas semanas o meses, pierden el ritmo, sienten el mindfulness como una obligación o como una rutina más y dejan de practicarlo. Muchas personas reportan sentirse culpables y lo dejan por completo. Si esto te sucede, puede ser útil que te tomes unos minutos para pensar y recordar por qué empezaste a practicar la atención plena, qué beneficios has experimentado y cómo te sientes. Puedes hacerlo en tu mente o también puedes escribirlo (suele ser muy útil).

Aplicación recomendada: En internet existe una amplia variedad de aplicaciones con ejercicios de mindfulness y puedes probar la que más te guste. Yo uso Headspace, porque es una aplicación bastante completa para los objetivos que desees (para niños y adultos), incluye videos explicativos y está en español. Headspace es una aplicación de pago, pero incluye acceso completo al plan básico de entrenamiento de 10 sesiones. Y si te gusta también puedes comprar la suscripción individual o familiar para incluir a amigos o colegas y de esta forma hacer el pago mucho más accesible.

Referencias bibliográficas:

  • Johnson, G., y Kuyken, W. (2020, julio 8). How to find your mindfulness. Psyche. https://psyche.co/guides/how-to-find-the-mindfulness-practice-that-works-for-you
  • Linehan, M. M. (2015). DBT Skills Training Manual, Second Edition. The  Guilford Press. https://play.google.com/store/books/details?id=ovQZBQAAQBAJ
  • Van Dam, N. T., van Vugt, M. K., Vago, D. R., Schmalzl, L., Saron, C. D., Olendzki, A., Meissner, T., Lazar, S. W., Kerr, C. E., Gorchov, J., Fox, K. C. R., Field, B. A., Britton, W. B., Brefczynski-Lewis, J. A., & Meyer, D. E. (2018). Mind the Hype: A Critical Evaluation and Prescriptive Agenda for Research on Mindfulness and Meditation. Perspectives on Psychological Science: A Journal of the Association for Psychological Science, 13(1), 36–61. https://doi.org/10.1177/1745691617709589


Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Las cosas por su nombre: cómo denominamos a los objetos podría guiar la manera en que los bebés los codificarán y recordarán

  • 19/08/2020
  • Maria Fernanda Alonso

¿Cómo hablamos con los bebés y niños pequeños? ¿Hace alguna diferencia decirle “lápiz” indistintamente a un lápiz, crayón, birome o fibra? ¿O llamar «plantas» igualmente a helechos, rosas y lechugas? ¿O incluso denominar «flores» a margaritas, petunias y azaleas? Parece que sí: una investigación reciente encontró que hasta para los bebés que recién empiezan a pronunciar sus primeras palabras, la manera en que denominamos a un objeto guía el proceso de codificación, representación y memoria del infante para ese objeto (LaTourrette & Waxman, 2020).

¿Por qué es importante? Codificar objetos en la memoria y recordarlos más tarde es fundamental para la cognición humana. Este proceso surge en la infancia.

Metodología: el equipo de investigación formuló una nueva tarea de reconocimiento de memoria que empezó por una etapa de entrenamiento en la que todos los bebés vieron cuatro objetos distintos de la misma categoría de objetos, cada uno fue introducido junto con:

  • el mismo sustantivo nuevo (condición de nombre consistente),
  • un sustantivo nuevo distinto para cada objeto (condición de nombres distintos), o
  • la misma secuencia de tonos sinusoidal (condición de tono consistente).

Luego, los investigadores evaluaron si los bebés recordaban qué objetos acababan de ver en el entrenamiento. Para hacerlo, los bebés volvieron a ver cada objeto del entrenamiento, esta vez presentado en silencio junto con un nuevo objeto de la misma categoría de objetos.

¿Qué encontraron? La memoria de los bebés para los objetos individuales era sensible a cómo habían sido nombrados. Los bebés en la condición de nombre consistente mostraron una memoria de reconocimiento deficiente en la prueba, lo que sugiere que los nombres aplicados de manera consistente les enfocaban principalmente en los puntos en común entre los objetos nombrados a expensas de las diferencias entre ellos.

Por el contrario, los bebés en la condición de nombres distintos reconocieron tres de los cuatro objetos, lo que sugiere que la aplicación de nombres distintos mejora la codificación de los bebés respecto de las distinciones entre los objetos individuales.

Los infantes en la condición de control “tono constante” reconocieron solo el objeto que habían visto más recientemente.

Consecuentemente, la evidencia indica que los bebés son sensibles a un vínculo de principios entre el nombre y la representación de objetos a los 12 meses de edad.

¿Qué interpretaciones surgen? Según los autores, esto significa que cuando se aplica el mismo nombre consistentemente a un conjunto de objetos, los bebés codifican principalmente sus puntos en común. En contraste, cuando se aplica un nombre único a cada objeto, los bebés codifican las características únicas de cada objeto.

Explican que para un bebé de 12 meses de edad la manera en que un objeto es nombrado tiene consecuencias conceptuales rápidas y precisas en la representación que harán de él.

También sostienen que por la precisión de las respuestas de los bebés, incluso el asignarles nombres una sola vez puede tener un impacto duradero en cómo codificarán, representarán en la memoria y recordarán tal objeto más tarde.

Concluyen que denominar a un conjunto de objetos individuales con el mismo nombre invita a los bebés a formar categorías de objetos: los lleva a enfocarse en los puntos en común entre los objetos, pero a expensas de recordar las características que son únicas para cada cosa individual.

Referencia bibliográfica:

LaTourrette, A. S., & Waxman, S. R. (2020). Naming guides how 12-month-old infants encode and remember objects. En Proceedings of the National Academy of Sciences (p. 202006608). https://doi.org/10.1073/pnas.2006608117

Fuente: Science Daily



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La conexión social sería el factor protector más fuerte contra la depresión

  • 19/08/2020
  • Maria Fernanda Alonso

¿Qué factores de la vida cotidiana son capaces de prevenir la depresión en adultos? Reducir las actividades sedentarias, como mirar televisión y tomar siestas durante el día, podría ser de gran ayuda; pero el factor protector más fuerte contra la depresión es la conexión social, según los hallazgos de un nuevo estudio (Choi et al., 2020).

¿Por qué es importante? Existen factores modificables dentro de los hábitos y rutinas diarias de una persona que pueden traducirse en cambios positivos al ajustar ciertas conductas. El abordaje integral del trastorno muestra la gran relevancia del aspecto conductual de esta afección incapacitante. Analizar la evidencia es necesario para priorizar los objetivos de las intervenciones preventivas para la depresión.

Metodología: el equipo de investigación realizó un enfoque en dos etapas:

  • La primera etapa partió de una base de datos de más de 100.000 participantes en el Biobanco del Reino Unido, para escanear sistemáticamente una amplia gama de factores modificables que podrían estar asociados con el riesgo de desarrollar depresión, incluida la interacción social, uso de medios, patrones de sueño, dieta, actividad física y exposiciones ambientales.

Este método, conocido como exploración de asociación de toda la exposición (ExWAS), es análogo a los estudios de asociación de todo el genoma (GWAS) que se han utilizado ampliamente para identificar factores de riesgo genéticos de enfermedad.

  • La segunda etapa tomó los candidatos modificables más fuertes de ExWAS y aplicó una técnica llamada aleatorización mendeliana (AM) para investigar qué factores pueden tener una relación causal con el riesgo de depresión.

La AM es un método estadístico que trata la variación genética entre personas como una especie de experimento natural para determinar si es probable que una asociación refleje una causalidad en lugar de una mera correlación.

Hallazgos: a través de este enfoque de dos etapas, los investigadores fueron capaces de reducir el campo a un conjunto más pequeño de objetivos prometedores y potencialmente causales para la depresión.

Señalan que la confidencia con otros, así como visitas a familiares y amigos, resaltaron la importancia del efecto protector de la conexión social y de la cohesión social, incluso para las personas con mayor riesgo de depresión como resultado de una vulnerabilidad genética o un trauma temprano en la vida.

El equipo de investigación detectó también los factores asociados a mayores riesgos de depresión, dentro de los cuales destacaba el tiempo dedicado a ver televisión (aunque no pudieron determinar si esto se debía a la exposición a los medios per se o si el tiempo frente a la televisión fue un indicador de ser sedentario). Además, la tendencia a tomar siestas durante el día y el uso regular de multivitamínicos parecen estar también asociados con el riesgo de depresión, aunque se necesita más investigación para determinar cómo podrían contribuir.

En tiempos de pandemia y distanciamiento social físico, se presenta el desafío de sostener lazos de modos diferentes a los que acostumbrábamos. Las herramientas de la tecnología son de gran utilidad para lograrlo.

Referencia bibliográfica:

Choi, K. W., Stein, M. B., Nishimi, K. M., Ge, T., Coleman, J. R. I., Chen, C.-Y., Ratanatharathorn, A., Zheutlin, A. B., Dunn, E. C., 23andMe Research Team, Major Depressive Disorder Working Group of the Psychiatric Genomics Consortium, Breen, G., Koenen, K. C., & Smoller, J. W. (2020). An Exposure-Wide and Mendelian Randomization Approach to Identifying Modifiable Factors for the Prevention of Depression. The American Journal of Psychiatry, appiajp202019111158. https://doi.org/10.1176/appi.ajp.2020.19111158

Fuente: Science Daily



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Artículos de opinión (Op-ed)

¿Qué es la segmentación laboral por cuestiones de género y cómo incide en la construcción de identidades?

  • 19/08/2020
  • Noelia Yzal

Es innegable que existe una amplia desigualdad en cuanto a la inserción en el mercado laboral entre hombres y mujeres, y que esta desigualdad se manifiesta en cada lugar del mundo, atravesando etnias, clases sociales, cultos religiosos1La brecha se ha ido reduciendo desde la década de los 70, pero aún falta mucho por alcanzar. Para más información puedes visitar el gráfico de Our World In Data. No es necesario hacer observaciones demasiado profundas para encontrarnos con sus consecuencias a nivel individual y social. Así, hallamos que en Argentina, según datos de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo del año 2019, la brecha salarial entre hombres y mujeres es de más del 19%, sin quedar incluidas las situaciones de trabajo no registrado, lo cual haría aumentar ese número. En Europa no parece suceder algo distinto, la Organización Internacional del Trabajo de las Naciones Unidas demuestra en estudios de entre el 2014 y el 2016 que países como Reino Unido, Alemania, Austria o República Checa superan los 20 puntos (ver gráfico 1). De la misma manera, esta desigualdad también afecta la representación de las mujeres en cargos medios o altos dentro de una organización. En este sentido se observa que en Argentina, Brasil, Uruguay, México, así como también Sudáfrica, Rusia, Noruega, Suecia, España, Italia, Portugal, entre otros, el porcentaje de mujeres en mandos medios y altos es apenas del 30% al 39% (ver gráfico 2).

Gráfico 1

Descripción: Las estimaciones que se muestran aquí corresponden a las diferencias entre los ingresos medios por hora de hombres y mujeres (expresados como un porcentaje de los ingresos medios por hora de los hombres) y abarcan a todos los trabajadores, independientemente de si trabajan a tiempo completo o parcial. Como podemos ver: (i) en la mayoría de los países la brecha es positiva: las mujeres ganan menos que los hombres; y (ii) existen grandes diferencias en el tamaño de esta brecha entre países. Extraído de Our World In Data.

Gráfico 2

Descripción: El gráfico muestra que las mujeres todavía están subrepresentadas (menos del 40%) en trabajos de alto perfil, que tienden a ser mejor pagados, a pesar de que ha habido un incremento en la participación en puestos de alta y media dirección. Extraído de Our World In Data.

Ahora bien, ¿de qué se trata esta desigualdad? ¿A partir de qué elementos podemos comenzar a analizarla para luego poder desarticularla? ¿Cómo influye en las identidades de lxs sujetxs?

Quizás convenga comenzar por definir la segmentación laboral por cuestiones de género. Hablamos de segmentación laboral para dar cuenta de las diferencias (salariales, de condiciones de contratación, de movilidad, etc.) que se presentan entre lxs trabajadorxs. Si estas diferencias están fundamentadas en el género de las personas, entonces estaremos frente a la segmentación laboral por cuestiones de género o división sexual del trabajo. Nora Goren, doctora en sociología, afirma que “en las diferentes épocas y sociedades ha existido un división del trabajo en función del sexo de las personas, que responde a cuestiones económicas, sociales y culturales” (Goren, Nora, s.f.). La escisión entre la esfera pública y la esfera privada, en tanto espacios de producción y reproducción respectivamente, abona el terreno para la consecuente división por género de esas mismas esferas y espacios. Es así que hombres y mujeres quedaron adscriptos a lugares sociales de desempeño de roles que les otorgaron derechos y obligaciones bien específicas. La intención aquí no es adentrarnos en esta división primera, sino pensar cómo esto condujo a dos tipos de segmentación muy claras en el escenario laboral de hoy.

Como primera instancia tenemos la segmentación horizontal, que es la responsable de relegar a las mujeres en ocupaciones que suelen llamarse “femeninas” porque se establecen como una especie de continuación de las tareas que las mujeres desarrollan habitualmente en otros espacios (como por ejemplo en sus hogares o en organizaciones). Este tipo de segmentación distribuye a las mujeres en determinadas ramas de actividad basándose en estereotipos de género. De este modo es que se observa una “sobre-representación”, en palabras de Goren, de las mujeres en sectores puntuales como el de servicio doméstico, el de educación, o salud. Es decir, ramas que se caracterizan por ser las de más bajos salarios y peores condiciones.

Fuente: INDEC, elaborado por la Dirección de Estadísticas Sectoriales a partir de datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Descarga la guía completa INDEC

Ahora bien, ¿qué consecuencias directas puede tener esta escisión? Podría decirse que el desarrollo profesional y laboral en cada uno de estos sectores colaborará en la construcción y reproducción de lo que socialmente se considera femenino y masculino, lo que llamamos “estereotipos de género”. Walker y Barton sostienen la idea de socialización diferencial que entiende que las personas “adquieren identidades diferenciadas de género que conllevan estilos cognitivos, actitudinales y conductuales, códigos axiológicos y morales y normas estereotípicas de la conducta asignada a cada género” (Walker y Barton, 1983), es decir que se van apropiando de identidades diferenciadas por género a partir de la interacción socio-cultural, como un aprendizaje de códigos y normas sobre los que se apoyan los roles y comportamientos. De manera que nos encontramos con la conformación de lo femenino y lo masculino desde un planteo rígido que no permite intercambios y que obtura la posibilidad de habilitar nuevos modos de vincularse tanto con lxs otrxs como con la propia función y el trabajo. Goren sostiene que las mujeres se encuentran, condicionadas por esta segmentación, con trabajos sin futuro y largas permanencias en ellos, con pocas posibilidades de ascenso, en espacios laborales de alta rotación, y con altas dificultades para reinsertarse luego de eventos de su vida personal como lo son la maternidad y, en muchos casos, la separación de sus parejas. Es decir que nos enfrentamos con una maquinaria que tiende a identificar a las mujeres con determinadas funciones, como si tales se desprendieran de “virtudes naturales”, que las confinan al rol de los cuidados y la educación, entre otros, construyendo subjetividades estereotipadas.

Finalmente, y como segunda instancia debemos hacer referencia a la segmentación vertical, que es la que tiende a excluir a las mujeres de puestos con funciones jerárquicas y las retiene en puestos de menor calificación, donde las posibilidades de crecimiento son pocas o nulas. ¿Qué sucede en este caso? La idea de que las mujeres no contarán con la disponibilidad full-time necesaria porque deben abocar gran parte de su tiempo a tareas domésticas, o la intención de lxs empleadorxs de evitar las licencias por maternidad, o incluso el preconcepto de que las mujeres tienen por naturaleza determinadas características que no las favorecen para esos cargos son algunas de las fundamentaciones que subyacen en esta desigual distribución.

Es desde este lugar que retomamos a Goren y observamos los obstáculos que se interponen en el camino hacia el desarrollo profesional/laboral. Sucede que esta eternización en puestos que no conducen a ningún lado refuerza los estereotipos, y encierra a las mujeres puertas adentro de la domesticidad, limitando no solo la construcción de identidades empoderadas, sino también las posibilidades de elegir quién ser y qué hacer.

Referencias bibliográficas:

  • Croce, Jesica. Modelos de socialización de la cultura patriarcal. Curso: Violencia de género – Diplomatura Género y Movimientos Feministas. Facultad De Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires.
  • Goren, Nora, (s.f.). La escisión del espacio productivo y reproductivo. División sexual del trabajo – Diplomatura Género y Movimientos Feministas. Facultad De Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires.
  • Goren, Nora, (2017). Desigualdades sociolaborales. Una aproximación a sus marcos interpretativos desde la Perspectiva feminista. Revista Latinamericana de Antropología del trabajo. Segundo semestre 2017(N°2).
  • INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos), (2020). Dosier estadístico – 8M – Día internacional de la mujer.
  • International Labour Organization. (https://ilostat.ilo.org/topics/population-and-labour-force/)
  • Murillo, Soledad, (1996). El mito de la vida privada. De la entrega al tiempo propio. Madrid: Editorial Siglo XXI.
  • Our World in data. Unadjusted gender gap in average hourly wages, 2016. https://ourworldindata.org/grapher/proportion-of-women-in-senior-and-middle-management-positions?tab=chart&time=2004..2017&country=ARG~BRA~ITA~MEX~NOR~PRT~RUS~ZAF~ESP~SWE~URY
  • Our World in data. Proportion of women in senior and middle management positions, 2017. (https://ourworldindata.org/grapher/proportion-of-women-in-senior-and-middle-management-positions?year=latest)
  • Superintendencia de riesgos de trabajo, (2019). Informe sobre la situación de género en el sistema de riesgos del trabajo. 4° Trimestres de 2019.
  • Walker, Stephen y Barton, Len, (1983). Gender, class and education. Nueva York: The Falmer Press.


Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Exclusivo para miembros de Psyciencia Pro

Regulación del estado de ánimo y activación conductual

  • 18/08/2020
  • David Aparicio

El estado actual de la pandemia ha impactado fuertemente la vida de las personas en varios aspectos. Además de la amenaza real que representa la posibilidad de enfermar, los factores como el desempleo, aislamiento, reducción de la actividad, desaceleración económica, entre otros tienen un impacto directo en la salud mental.Se estima que las tasas de problemas de salud mental van a ir en aumento, entre estos, los problemas del estado del ánimo y el riesgo de suicidio.

La activación conductual (AC) es un tratamiento breve y estructurado para la depresión que tiene como objetivo la activación de los clientes de modos específicos que aumentará las experiencias gratificantes en sus vidas.

Exclusivo para miembros de Psyciencia Pro.

Suscríbete a Psyciencia Pro por solo $6 al mes y accede a contenido exclusivo: artículos seleccionados directamente en tu correo, recursos clínicos, webinars y cursos de formación profesional pensados para psicólogos que quieren mantenerse actualizados y mejorar su práctica.

ÚNETE AHORA

¿Ya eres miembro? Inicia sesión



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


Paginación de entradas

Anterior12345…7Próximo

💌 Recibe nuestros artículos en tu correo.  

Regístrate
PSYCIENCIA PRO
  • Inicia sesión
  • Cuenta
  • Cierra sesión
  • Artículos
  • Recursos
  • Webinars
Recomendados
  • El estatus científico de las técnicas proyectivas
  • El diagnóstico del TDAH en adultos: características clínicas y evaluación
  • Cómo actuar cuando alguien expresa directa o indirectamente pensamientos de suicidio
Tips para terapeutas
  • Estrategias eficaces para reducir el perfeccionismo en los pacientes con ansiedad social
  • Aprender a dejar ir: Cómo la defusión cognitiva puede ayudar a los pacientes a liberarse de la preocupación por su carrera profesional
  • Cómo reaccionar cuando un paciente busca la tranquilidad excesiva
Recursos
  • Relajación muscular progresiva: una guía para terapeutas
  • Entender la depresión (guía)
  • 10 ilustraciones para usar en terapia
Podcast
  • «Lasagna y autismo», con Mauro Colombo – Watson, episodio 3
  • «La vida del terapeuta», con Fabián Maero – Watson, episodio 5
  • «Psicología y marketing» – Gecika Viana, Watson, episodio 19
Webinars
  • Psicofarmacología para psicólogos (webinar grabado)
  • (Webinar) Trastornos de la conducta alimentaria
  • Cómo incrementar la resiliencia y bienestar psicológico desde la psicología positiva
Psyciencia
  • Contáctanos
  • Publicidad
  • Nosotros
  • Publica
Psicologia y neurociencias en español todos los días

Ingresa las palabras de la búsqueda y presiona Enter.