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Publicaciones por mes

enero 2024

26 Publicaciones
  • Recursos para Profesionales de la Psicología

(Video) rumiando sobre la rumiación

  • David Aparicio
  • 31/01/2024

Fabián Maero compartió en su Instagram una lección sobre la rumiación. Esta clase resume los puntos clave de su artículo La rumiación como hábito, publicado el año pasado. Si deseas obtener más información sobre la rumiación, incluyendo sus características, mantenimiento y tratamiento, esta clase proporciona una excelente introducción.

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  • Análisis
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Avances en la terapia cognitivo conductual centrada en el trauma para el abuso sexual infantil

  • Equipo de Redacción
  • 31/01/2024

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  • Artículos Recomendados de la Web

Récord de ETS en España: ¿por qué no paran de crecer las infecciones sexuales?

  • David Aparicio
  • 30/01/2024

Fran Sánchez Becerril para el diario El Confidencial:

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) marcan cifras de récord en España. La incidencia no para de crecer y algunas, como la gonorrea y la sífilis, encadenan más de 20 años de incremento. En concreto, la incidencia de la primera se ha multiplicado por 25 en estas dos décadas y la de la segunda por 10. Si miramos a la clamidia, el panorama no es distinto, ya que se ha disparado un 245% desde 2016.

¿Por qué?

Para Casabona, que es director científico del Centro de Estudios Epidemiológicos sobre Infecciones de Transmisión Sexual y VIH/Sida de Cataluña (CEEISCAT), la curva ascendente de casos se debe mayormente a una cuestión conductual. «Estamos en un momento de cambio muy importante en el tipo de relaciones que hay, no solo en determinados grupos más vulnerables como los hombres homosexuales, sino también en los jóvenes en general. Unos cambios que han facilitado la exposición a ITS, porque las relaciones sexuales cada vez se tienen con más compañeros y con menos uso del preservativo. Algo que está pasando en todos los colectivos. Por tanto, hay más exposición y más riesgo de infecciones», explica.

Lee artículo completo en El Confidencial.

  • Análisis
  • Salud Mental y Tratamientos

Para ti: Adicción a TikTok

  • Gretel Martinez
  • 30/01/2024

Quien no se haya reído con algún TikTok que arroje la primera piedra…

Con la pandemia se aceleró la adopción de las tecnologías de la comunicación, su estilo de consumo (Xu et. al., 2023), largas horas intentando estar cerca de otros, distraerse, ver o hacer algún challenge divertido, LipSync video, bailes, etc. Aparentemente llegaron para quedarse…

Estas plataformas pueden ser tan cautivadoras especialmente por la presencia de ciertos elementos:

Estímulo neural similar a drogas: estudios de imágenes cerebrales indican que los adictos a Facebook muestran respuestas neurales similares a los usuarios de cocaína o jugadores. En TikTok ocurre lo mismo con la liberación de dopamina al recibir notificaciones que crea una sensación placentera, asociada con el refuerzo positivo. Los ‘Me Gusta’ actúan como recompensas, liberando dopamina y fomentando la retroalimentación positiva, lo que impulsa el uso continuado de la plataforma (Somerville, 2010).

Refuerzo de programación variable: la forma en que recibimos notificaciones sigue un proceso de «refuerzo de programación variable». Aunque las notificaciones pueden ser positivas o irrelevantes, la incertidumbre mantiene nuestra curiosidad y nos hace revisar constantemente las aplicaciones (Montag, et. al, 2021). La actualización constante de nuevos vídeos cada pocos segundos imita el programa de recompensas variable de las máquinas tragamonedas u otras actividades de juego. Este patrón de recompensa variable intermitente es muy eficaz para mantener a los usuarios interesados ​​e impulsar comportamientos adictivos, ya que el usuario está motivado a seguir viendo solo un vídeo más con la esperanza de obtener un mejor contenido. 

Efecto social y redes: el crecimiento inicial de plataformas como Facebook se atribuyó al efecto de red, es decir, el valor de la plataforma es proporcional al cuadrado del número de usuarios conectados. Actualmente, la adicción se alimenta a través de la conexión con círculos sociales más amplios, no solo los más cercanos.  De forma similar, la ley de Metcalfe describe la valoración de una red de comunicaciones «de muchos a muchos», es decir, que el valor de una red de comunicaciones crece cuadráticamente con el número de usuarios (Farris et. al., 2009). 

Construcción de identidad en línea: las personas están constantemente moldeando su identidad en línea para ser percibidas de cierta manera, lo que puede ser especialmente peligroso para los adolescentes y adultos jóvenes, afectando su salud mental (Bhandari y Bimo, 2022).

Estrategias de diseño atractivo: las plataformas de redes sociales invierten grandes sumas en diagramar funciones específicas para mantener a los usuarios en sus aplicaciones. Actualizaciones frecuentes de apariencia buscan proporcionar información nueva y estimulante para retener la atención en la experiencia del usuario (Qin et. al., 2022).  El ítem «Para Ti» personalizada por inteligencia artificial contribuye a la adicción, ya que el contenido se adapta a las preferencias del usuario. El formato de vídeo corto de TikTok se adapta bien a la reducción de la capacidad de atención. Los clips suelen durar 15 segundos o menos, lo que permite a los usuarios ver muchos vídeos en un corto período de tiempo. Cuando los usuarios están inmersos en la visualización de vídeos sucesivos de TikTok, se puede inducir un estado de flow (Csikszentmihalyi, 2002). Este flujo se describe como un estado de plena concentración y participación en una actividad donde el sentido del tiempo se distorsiona. Cuando se encuentran en un estado de flujo, los usuarios pueden perder la cuenta de cuánto tiempo real han dedicado a la aplicación. La interfaz de TikTok también está diseñada para ser sencilla, con botones y secciones limitadas, lo que facilita la navegación a los usuarios. Esta sencilla interfaz facilita entrar en un estado de fluidez al mirar vídeos. Un aspecto clave de TikTok que fomenta el uso adictivo es la función de desplazamiento infinito. Los usuarios pueden desplazarse continuamente por un flujo interminable de vídeos nuevos. Esto mantiene a los usuarios inmersos en un estado de flujo sin barreras para seguir viendo más vídeos. Basado en el modelo Estímulo-Organismo-Respuesta y la teoría del flujo se pudo comprobar que la calidad del sistema tiene un efecto más fuerte en la experiencia del flujo que la calidad de la información (Qin et. al., 2022). 

Desafío de controlar la adicción: a pesar de ser conscientes de la adicción a las redes sociales, muchos luchan por dejar de usarlas. La posibilidad de dejar de usar las redes sociales durante un mes podría resultar difícil para la mayoría, dando cuenta así de la dependencia desarrollada (Su et. al., 2021).

Tik Tok Use Disorder

Aunque TikTok es una plataforma de redes sociales relativamente nueva y la investigación sobre sus efectos aún está en curso, existen algunas preocupaciones y hallazgos preliminares que sugieren posibles impactos negativos en la salud mental y el bienestar de sus usuarios tales como depresión, ansiedad, mal sueño y hábitos alimenticios poco saludables, especialmente en jóvenes y adolescentes (Huang et. al., 2023).

TTUD son las siglas en inglés de Tik Tok Use Disorder (Sha y Dong, 2021). En la investigación se dio en llamar trastorno por uso de TikTok a un patrón de comportamiento problemático o adictivo relacionado con el uso excesivo de la aplicación. Puede manifestarse en una dependencia excesiva de la aplicación. El estudio investigó el efecto mediador de la depresión, la ansiedad y el estrés entre el trastorno por uso de TikTok y la pérdida de memoria en 3036 estudiantes chinos de escuela secundaria. Se aplicó una prueba de dígitos hacia adelante y hacia atrás para medir la pérdida de memoria. Los resultados mostraron que el trastorno por uso de TikTok estaba positivamente relacionado con la depresión, la ansiedad, el estrés y la pérdida de memoria. Los estudiantes masculinos mostraron mayores niveles de depresión, ansiedad y estrés que las estudiantes femeninas, y también experimentaron una mayor pérdida de memoria. Por lo tanto, los autores recomiendan prestar más atención a los estudiantes masculinos.

Al impacto en el perfil cognitivo de los usuarios se lo ilustra como Tik Tok Brain. Debido a la rápida producción y consumo de contenidos culturales existe un aumento de la velocidad y la fragmentación temporal en la atención colectiva a lo largo de varias décadas, agotando más rápidamente los recursos de atención limitados. La información en formato breve como Twitter, Google Books, ventas de entradas de cine, citas de publicaciones científicas, Google Trends, Reddit y Wikipedia, muestra evidencia empírica de gradientes crecientes y períodos más cortos de atención colectiva en varios dominios. Los ciclos de atención más cortos están vinculados con la competencia por la novedad y la abundancia de información, lo que lleva a una redistribución de recursos disponibles y a cambios más rápidos en la atención colectiva. (Lorenz et. al., 2019). 

Otros efectos negativos de Tik Tok sobre la salud

  • Comparación social
  • Cyberbullying
  • FOMO (Fear of Missing Out)
  • Evitación experiencial

La naturaleza altamente visual puede fomentar la comparación social y contribuir a la presión por cumplir con estándares de belleza o éxito poco realistas. (Jarman et. al., 2021)

Como ocurre en muchas plataformas en línea, TikTok no está exento de incidentes de ciberacoso y comportamientos negativos que pueden afectar la salud mental de quienes lo experimentan (Montag, et. al, 2021)

La naturaleza viral y de tendencias de TikTok podría intensificar el FOMO, ya que los usuarios pueden sentirse presionados para participar en ciertas tendencias o actividades. (Zhu X, Xiong Z, 2022)

La adicción a las redes sociales se asocia con estrategias poco efectivas de afrontamiento, de evitación de solución de problemas, lo que puede aumentar el agotamiento emocional. (Huang et. al., 2023)

Un estudio (Riehm, 2019) examinó la asociación entre el tiempo dedicado al uso diario de las redes sociales y los problemas de salud mental posteriores (internalizados, externalizados, comórbidos) en adolescentes. Sugiere que un uso diario de las redes sociales durante más de 3 horas puede aumentar el riesgo de problemas de internalización y problemas comórbidos de internalización/externalización específicamente, un año posterior, independientemente de la salud mental preexistente.

Una adicción con todo el flow

La estructura de las aplicaciones de redes sociales, incluyendo TikTok, comparte similitudes con la adicción al juego, que es la única adicción conductual reconocida por el DSM-5 (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders), Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (APA, 2014).

¿Qué criterios de diagnóstico deben cumplirse para calificar como “adicción” según el DSM-5? Estos incluyen tolerancia, antojos, abstinencia, consumo de cantidades mayores de las previstas, intentos infructuosos de dejar el consumo, consumo a pesar de conocer las consecuencias negativas, abandono de actividades importantes debido al consumo, consumo recurrente que causa incapacidad para cumplir con las obligaciones del rol, consumo recurrente que resulta en peligros físicos y su uso continuo a pesar de los problemas sociales recurrentes. 

Acerca de las adicciones a las redes sociales se hipotetiza cierta conexión con la teoría del apego, sugiriendo que pueden estar vinculadas a trastornos de apego derivados de interacciones difíciles en la infancia (Burhan, R., y Moradzadeh, J, 2020).

Si bien los aspectos descriptivos coinciden con una adicción, se sugiere un término descriptivo más útil ya que la ciencia sobre la adicción a la pantalla aún es incipiente, este es «uso no saludable» y se emplea para cubrir todo el espectro de comportamiento que aumenta la probabilidad de consecuencias negativas, patológicas o no, que van desde el uso de riesgo hasta la adicción abierta (Xu et. al., 2023).

Sal de TikTok, entra a tu vida

Algunas sugerencias para reemplazar el uso excesivo de Instagram y TikTok con actividades más saludables y equilibradas puede ser beneficioso para tu bienestar (el objetivo no es eliminar completamente el uso de estas plataformas, sino encontrar un equilibrio saludable y consciente en tu vida diaria):

  1. Establecer límites de tiempo: definir límites específicos para el tiempo que en estas plataformas. Se pueden utilizar funciones incorporadas de control de tiempo en las aplicaciones o configurar alarmas para recordar cuándo es hora de desconectar.
  2. Explorar hobbies offline: dedicar tiempo a actividades que no involucren pantallas, como leer un libro, practicar un instrumento musical, cocinar, hacer ejercicio, pintar o cualquier hobby interesante.
  3. Conectar con amigos y familia: en lugar de depender de las interacciones en línea, buscar oportunidades para conectarte con amigos y familia en persona. Organizar reuniones, salidas o simplemente pasar tiempo de calidad juntos.
  4. Practicar la atención plena: aprender técnicas de atención plena o mindfulness para estar más presente en el momento actual. La meditación y la respiración consciente son ejemplos de prácticas que pueden ayudar a reducir la dependencia de las redes sociales.
  5. Participar en actividades al aire libre: disfrutar del aire libre realizando actividades como caminatas, ciclismo, correr o simplemente pasear por parques. Estar en la naturaleza puede tener beneficios positivos para la salud mental.
  6. Aprender nuevas habilidades: unirse a clases o talleres para aprender algo nuevo. Puede ser un idioma, habilidades artísticas, programación o cualquier otra cosa que te interese.
  7. Establecer metas personales: fijar metas personales a corto y largo plazo. Esto puede darte un sentido de propósito y logro, reduciendo la necesidad de buscar validación en las redes sociales.
  8. Desconectar antes de dormir: establecer una rutina antes de acostarte que no involucre el uso de dispositivos electrónicos. Leer un libro, escucha música relajante o practicar meditación para facilitar un mejor descanso.

Como con cualquier red social, es fundamental que los usuarios establezcan límites saludables, practiquen el uso consciente y estén al tanto de cómo su participación afecta su bienestar. 

“La comunicación digital supone una considerable merma de las relaciones humanas. Hoy estamos todos en las redes sin estar conectados unos con otros. La comunicación digital es extensiva. Le falta la intensidad. Estar en la red no es sinónimo de estar relacionados. Hoy, el tú es reemplazado por un ello. La comunicación digital elimina el encuentro personal, el rostro, la mirada, la presencia física. De este modo, acelera la desaparición del otro. Los fantasmas habitan el infierno de lo igual.» (Byung-Chul Han, 2021).

Referencias

  • American Psychiatric Association – APA. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5 (5a. ed.). Madrid: Editorial Médica Panamericana
  • Bhandari, A., & Bimo, S. (2022). Why’s Everyone on TikTok Now? The Algorithmized Self and the Future of Self-Making on Social Media. Social Media + Society, 8(1). https://doi.org/10.1177/20563051221086241
  • Burhan, R., & Moradzadeh, J. (2020). Neurotransmitter Dopamine (DA) and its Role in the Development of Social Media Addiction. Journal of Neurology, 11(7), 507.
  • Byung-Chul Han (2021). No-cosas: quiebras del mundo de hoy. Barcelona, Taurus
  • Csikszentmihalyi, M. (2002). Flow: The classic work on how to achieve happiness. Random House.
  • Farris, P.W., Pfeifer, P.E., & Johnson, R. (2009). The Value of Networks. Darden Case: Business Communications (Topic).
  • Huang PC, Latner JD, O’Brien KS, Chang YL, Hung CH, Chen JS, Lee KH, Lin CY. Associations between social media addiction, psychological distress, and food addiction among Taiwanese university students. J Eat Disord. 2023 Mar 21;11(1):43. doi: 10.1186/s40337-023-00769-0. PMID: 36945011; PMCID: PMC10031987.
  • Jarman HK, Marques MD, McLean SA, Slater A, Paxton SJ. Social media, body satisfaction and well-being among adolescents: A mediation model of appearance-ideal internalization and comparison. Body Image. 2021 Mar;36:139-148. DOI: 10.1016/j.bodyim.2020.11.005. PMID: 33285385.
  • Lorenz-Spreen P, Mønsted BM, Hövel P, Lehmann S. Accelerating dynamics of collective attention. Nat Commun. 2019 Apr 15;10(1):1759. doi:10.1038/s41467-019-09311-w. PMID: 30988286; PMCID: PMC6465266.
  • Montag C, Yang H, Elhai JD. On the Psychology of TikTok Use: A First Glimpse From Empirical Findings. Front Public Health. 2021 Mar 16;9:641673. doi: 10.3389/fpubh.2021.641673. PMID: 33816425; PMCID: PMC8010681.
  • Qin Y, Omar B, Musetti A. The addiction behavior of short-form video app TikTok: The information quality and system quality perspective. Front Psychol. 2022 Sep 6;13:932805. doi: 10.3389/fpsyg.2022.932805. PMID: 36148123; PMCID: PMC9486470
  • Riehm KE, Feder KA, Tormohlen KN, et al. Associations Between Time Spent Using Social Media and Internalizing and Externalizing Problems Among US Youth. JAMA Psychiatry. 2019;76(12):1266–1273. doi:10.1001/jamapsychiatry.2019.2325
  • Sha P, Dong X. Research on Adolescents Regarding the Indirect Effect of Depression, Anxiety, and Stress between TikTok Use Disorder and Memory Loss. Int J Environ Res Public Health. 2021 Aug 21;18(16):8820. doi: 10.3390/ijerph18168820. PMID: 34444569; PMCID: PMC8393543.
  • Somerville LH, Jones RM, Casey BJ. A time of change: behavioral and neural correlates of adolescent sensitivity to appetitive and aversive environmental cues. Brain Cogn. 2010 Feb;72(1):124-33. doi: 10.1016/j.bandc.2009.07.003. Epub 2009 Aug 19. PMID: 19695759; PMCID: PMC2814936.
  • Su C, Zhou H, Gong L, Teng B, Geng F, Hu Y. Viewing personalized video clips recommended by TikTok activates default mode network and ventral tegmental area. Neuroimage. 2021 Aug 15;237:118136. doi: 10.1016/j.neuroimage.2021.118136. Epub 2021 May 2. PMID: 33951514.
  • Xu KY, Tedrick T, Gold JA. Screen Use and Social Media «Addiction» in the Era of TikTok: What Generalists Should Know. Mo Med. 2023 Nov-Dec;120(6):440-445. PMID: 38144925; PMCID: PMC10743327
  • Zhu X, Xiong Z. Exploring Association Between Social Media Addiction, Fear of Missing Out, and Self-Presentation Online Among University Students: A Cross-Sectional Study. Front Psychiatry. 2022 May 13;13:896762. doi: 10.3389/fpsyt.2022.896762. PMID: 35633794; PMCID: PMC9136033.
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  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Entender la depresión (guía)

  • David Aparicio
  • 30/01/2024

Todo el mundo se siente bajo de ánimo de vez en cuando, pero la depresión es más que eso. Cuando una persona está deprimida, su estado de ánimo bajo puede durar semanas.

Aunque es posible que una depresión leve no le imposibilita vivir su vida, una grave puede hacerle tener pensamientos de suicidio e impedir que funcione con normalidad. Se piensa que entre tres y siete personas de cada cien tendrán depresión cada año. Lo bueno es que hay muchos tratamientos psicológicos y médicos eficaces para tratar la depresión.

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  • Análisis

¿La pornografía realmente está distorsionando nuestros cerebros, o es solo una alarma moral?

  • Equipo de Redacción
  • 30/01/2024
imagen representativa del análisis científico del efecto del consumo de pornografía.

Hoy leí este artículo en The Hill y lo he traducido para que puedan leerlo completo. Al final compartiré mis impresiones:

Hace décadas, la pornografía se limitaba a cines sórdidos o pilas de revistas Playboy en el armario de tu tío. Ahora, una inmensa variedad de contenido sexual siempre está al alcance de nuestras manos a través de internet.

Dado lo accesible que es la pornografía hoy en día, no sorprende que a muchas personas les preocupe. Desde serios editoriales hasta legislación ineficaz que califica a la pornografía como una «crisis de salud pública», pasando por llamados a etiquetas de advertencia, parece que los temores sobre la pornografía están en todas partes.

Sin embargo, muchas de estas preocupaciones carecen de fundamento en lo que la cuidadosa investigación científica nos ha enseñado sobre el uso de la pornografía.

Como profesor de psicología e investigador en adicciones, he dedicado mi carrera a entender el uso de la pornografía y sus efectos, publicando docenas de estudios científicos sobre el tema. A lo largo de ese trabajo, el hallazgo más consistente es que las narrativas simples como «la pornografía es mala» o «la pornografía es buena» son incorrectas. Tales afirmaciones, y los argumentos que las respaldan, siempre pasan por alto información clave y casi siempre son incorrectas.

Quienes propagan el pánico sobre la pornografía a menudo afirman que esta conduce a la adicción y problemas de salud mental, daña el cerebro, resulta en violencia contra las mujeres y provoca epidemias de disfunción sexual. La ciencia actualmente no respalda estas afirmaciones.

Las afirmaciones de que la pornografía es inherentemente adictiva carecen de fundamento. Algunas personas pierden el control en su uso de la pornografía, pero lo mismo puede decirse del ejercicio, las compras o incluso el trabajo. Sin embargo, no hay prisa por etiquetar la mayoría de estas cosas como adicciones porque no todo comportamiento habitual es una adicción.

Y solo porque algunas personas desarrollen problemas reales con la pornografía, no significa que la pornografía tenga inherentemente la probabilidad de llevar a esos tipos de problemas para la mayoría de los usuarios. Las comunidades científica y psiquiátrica no consideran actualmente el uso excesivo de pornografía como un trastorno adictivo.

Docenas de estudios han demostrado que la mayoría de las personas que ven pornografía no se sienten adictas ni fuera de control. Entre las personas que dicen sentirse adictas, las razones de esos sentimientos van desde preocupaciones reales sobre la cantidad de pornografía que ven hasta simplemente sentir vergüenza acerca de sus comportamientos sexuales.

De manera similar, aunque el uso de pornografía puede estar asociado con problemas de salud mental, la mayoría de las pruebas sugiere que las conexiones entre su uso y cosas como la depresión, la ansiedad y el estrés no son de naturaleza causal. Varios estudios no han encontrado vínculos directos entre la frecuencia con la que las personas usan pornografía y la probabilidad de experimentar problemas de salud mental en el futuro. Las personas que experimentan depresión y ansiedad pueden usar más pornografía, pero no hay evidencia concluyente de que la pornografía sea la causa en lugar del efecto.

Una lectura cuidadosa de la ciencia en torno al uso de la pornografía tampoco respalda la idea de que la pornografía esté cambiando anormalmente los cerebros de las personas o frenando el desarrollo neural. Casi todos los pasatiempos e intereses humanos llevan a cambios sutiles en la estructura cerebral. Los taxistas a menudo tienen regiones cerebrales más grandes de lo normal asociadas con la memoria. Los jugadores profesionales de videojuegos muestran diferencias estructurales en comparación con los no jugadores. No debería sorprender, entonces, que las personas que ven pornografía con frecuencia puedan tener diferencias sutiles en sus cerebros en comparación con las personas que nunca la ven. La presencia de tales diferencias no implica necesariamente problemas en la función cerebral o un desarrollo anormal. Más bien, es coherente con la idea familiar de que diferentes actividades e intereses cambian nuestros cerebros de diferentes maneras.

Aunque se han encontrado asociaciones entre la violencia sexual y la pornografía violenta en algunas investigaciones, estos vínculos no están presentes en todos los estudios. Además, la investigación que demuestra que el uso de pornografía realmente causa violencia es escasa. Los vínculos conocidos entre la violencia y la pornografía violenta pueden simplemente implicar que las personas violentas prefieren la pornografía violenta, o que otras experiencias atraen a algunas personas tanto a la violencia sexual como a la pornografía violenta.

Además, la violencia en la pornografía es increíblemente subjetiva. (Por ejemplo, ¿es la nalgada considerada violencia?) Finalmente, a diferencia de lo que se podría esperar si el uso de pornografía causara una mayor violencia sexual, las estadísticas de la Encuesta Nacional de Victimización por Crímenes en los Estados Unidos muestran que las tasas de violencia sexual no han aumentado desde mediados de la década de 1990. Si ese vínculo causal fuera real, se esperaría una explosión de violencia sexual desde entonces, debido a la masiva expansión de la pornografía en línea.

Mientras que las afirmaciones sobre la adicción a la pornografía y los efectos de la pornografía en el funcionamiento cerebral carecen de respaldo, las afirmaciones de que la pornografía está causando una ola de disfunción eréctil en hombres jóvenes sanos son completamente falsas. Numerosos estudios revisados por pares tanto en los Estados Unidos como en el extranjero han demostrado de manera concluyente que el uso de pornografía por sí solo no está relacionado con problemas de funcionamiento eréctil.

En última instancia, la pornografía es una forma de medio en un mundo que está más saturado que nunca con medios de todas las formas. La pornografía ha florecido en la era de internet; lo mismo ha ocurrido con los podcasts, la televisión por streaming y la música digitalizada. Es natural que padres, educadores y responsables de políticas estén preocupados por la exposición de los niños a los medios sexuales. También es normal que las personas se preocupen por cómo las nuevas formas de medios afectan a personas de todas las edades.

Pero las alarmas morales basadas en el miedo y la pseudociencia no conducen a una crianza efectiva, educación o políticas eficaces. En cambio, lo que se necesita es un verdadero respaldo a la ciencia que busca comprender cómo todos los medios están afectando a las personas y una disposición para entender la ciencia antes de realizar cambios regulatorios y políticos.

Joshua B. Grubbs es profesor asociado en el Departamento de Psicología de la Universidad de Nuevo México, donde también trabaja como investigador en el Centro de Alcohol, Uso de Sustancias y Adicciones.

Artículo publicado en The Hill y traducido al español por Psyciencia. Puedes leer el artículo original aquí.

Comentarios

  • No es una simple una alerta moral. La industria de la pornografía puede ser deshumanizante, violenta y coercitiva. Comprendo que el artículo intenta reflejar la mejor evidencia disponible sobre los efectos del consumo de películas para adultos, pero creo que le falta claridad al abordar los elementos que rodean a esta industria. Tal como está redactado el artículo, da la impresión de que la pornografía es inofensiva, cuando en realidad no lo es.
  • Desensibilización a la intimidad: El consumo frecuente de pornografía puede llevar a una desensibilización emocional y afectiva hacia las relaciones íntimas, ya que se pueden desarrollar expectativas poco realistas sobre la intimidad y el comportamiento sexual.
  • Distorsión de la imagen corporal: La pornografía a menudo presenta cuerpos idealizados y situaciones poco realistas, lo que puede influir negativamente en la percepción de la propia imagen corporal, generando inseguridades y presiones poco saludables.
  • Cambios en la percepción del género: Algunas representaciones en la pornografía pueden reforzar estereotipos de género y roles poco realistas, contribuyendo a la objetivación y cosificación de las personas, lo cual puede influir negativamente en las relaciones de la vida real.
  • Salud Mental y Tratamientos

Risperidona: qué es y para qué se usa

  • David Aparicio
  • 29/01/2024

La risperidona es un medicamento antipsicótico de segunda generación que se ha convertido en un pilar importante en el tratamiento de trastornos mentales graves. Aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) en 1993, la risperidona se ha utilizado en el manejo de diversas condiciones psiquiátricas, desde la esquizofrenia hasta el trastorno bipolar.

Mecanismo de acción

El mecanismo de acción de la risperidona, como antipsicótico atípico, es un proceso complejo que involucra la interacción con neurotransmisores clave en el sistema nervioso central. La dopamina, una sustancia química cerebral fundamental, juega un papel crucial en la regulación de funciones cognitivas, emocionales y motoras. La risperidona actúa modulando la actividad dopaminérgica en el cerebro, especialmente afectando los receptores de dopamina D2 y D3.

En términos más detallados, la dopamina es un neurotransmisor que transmite señales entre las células nerviosas. En condiciones normales, su equilibrio es esencial para el funcionamiento cerebral adecuado. Sin embargo, en trastornos psicóticos como la esquizofrenia, se cree que existe una hiperactividad dopaminérgica, lo que contribuye a los síntomas característicos de la enfermedad.

La risperidona, al bloquear selectivamente los receptores de dopamina D2 y D3, ayuda a normalizar esta actividad excesiva de dopamina. Este bloqueo dopaminérgico se asocia comúnmente con la mejora de los síntomas psicóticos, como delirios y alucinaciones, presentes en trastornos como la esquizofrenia.

A diferencia de los antipsicóticos típicos, la risperidona no se limita a su acción sobre la dopamina. También ejerce un efecto significativo sobre los receptores de serotonina, específicamente los receptores 5-HT2A. La serotonina es otro neurotransmisor crucial que desempeña un papel importante en la regulación del estado de ánimo, el sueño y diversas funciones cognitivas.

La interacción con los receptores de serotonina contribuye a la eficacia de la risperidona en una gama más amplia de trastornos mentales, como el trastorno bipolar y el trastorno del espectro autista. Este perfil de acción dual sobre los sistemas dopaminérgico y serotoninérgico permite a la risperidona abordar no solo los síntomas psicóticos sino también otros aspectos de los trastornos mentales en los que está indicada.

Sin embargo, esta modulación de múltiples sistemas neurotransmisores también está asociada con un perfil de efectos secundarios más amplio en comparación con los antipsicóticos típicos. La activación de los receptores de serotonina, por ejemplo, puede dar lugar a efectos secundarios como náuseas, insomnio y cambios en la función sexual. Es esencial que los profesionales de la salud consideren estos aspectos al recetar la risperidona, evaluando cuidadosamente los riesgos y beneficios para adaptarse a las necesidades específicas de cada paciente.

Indicaciones clínicas

La risperidona, gracias a su versatilidad y eficacia en la modulación de neurotransmisores clave en el cerebro, encuentra aplicación en diversas condiciones psiquiátricas, ampliando su campo de indicaciones clínicas. Aquí se detallan algunas de las principales áreas donde la risperidona ha demostrado ser beneficiosa:

  1. Esquizofrenia: La esquizofrenia es un trastorno mental complejo y debilitante que afecta la capacidad de pensar, sentir y actuar de manera coherente. La risperidona, al regular la actividad dopaminérgica en el cerebro, ayuda a reducir los síntomas psicóticos como alucinaciones, delirios y pensamientos desorganizados, mejorando la calidad de vida de los pacientes.
  2. Trastorno bipolar: La risperidona se utiliza en el tratamiento de trastornos bipolares, también conocidos como trastornos afectivos bipolares. Estos trastornos se caracterizan por cambios extremos en el estado de ánimo, desde episodios maníacos hasta depresión. La estabilización de los niveles de dopamina y serotonina contribuye a reducir la frecuencia e intensidad de estos episodios, brindando estabilidad emocional a quienes sufren de esta condición.
  3. Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): El TOC es un trastorno que se caracteriza por pensamientos obsesivos y realizan comportamientos compulsivos para aliviar la ansiedad asociada. Se suele incluir la risperidona cuando los pacientes no responden a los tratamientos habituales.
  4. Trastorno del espectro autista (TEA) en niños y adolescentes: La risperidona se utiliza en el tratamiento de síntomas específicos del TEA, como la agresión, la irritabilidad y los estallidos de rabia, que pueden ser particularmente desafiantes en niños y adolescentes con este trastorno. Al modular la actividad dopaminérgica y serotoninérgica, la risperidona contribuye a mejorar la regulación emocional y el comportamiento en este grupo de pacientes.

Efectos secundarios de la risperidona

La risperidona, al igual que muchos medicamentos, puede generar efectos secundarios, aunque es crucial reconocer que la frecuencia e intensidad de estos pueden variar de un individuo a otro. Aquí se presenta un análisis más detallado de algunos de los efectos secundarios más comunes asociados con el uso de risperidona:

  1. Somnolencia: La somnolencia es uno de los efectos secundarios más frecuentes de la risperidona. Muchos pacientes experimentan una sensación de cansancio o sueño excesivo, lo que puede afectar su nivel de alerta y concentración. Es importante que los pacientes sean conscientes de esta posibilidad y eviten realizar actividades que requieran atención completa, como conducir, hasta que se aclimate al medicamento.
  2. Aumento de peso: El aumento de peso es otro efecto secundario que se ha observado en personas que toman risperidona. Este cambio en la composición corporal puede ser preocupante, ya que el aumento de peso está asociado con varios riesgos para la salud, como la resistencia a la insulina y problemas cardiovasculares. Los pacientes deben seguir una dieta saludable y mantenerse físicamente activos bajo la supervisión de su médico para controlar este efecto secundario.
  3. Disfunción sexual: En algunos casos, la risperidona puede estar asociada con la disfunción sexual, incluyendo la reducción del deseo sexual, dificultades para alcanzar la excitación o problemas de rendimiento. Este efecto secundario puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes. Es crucial que los pacientes comuniquen cualquier cambio en la función sexual a su médico para explorar estrategias de manejo adecuadas.
  4. Problemas metabólicos: Se ha observado que la risperidona, al igual que otros antipsicóticos atípicos, puede contribuir al desarrollo de problemas metabólicos, como la resistencia a la insulina y el aumento de los niveles de colesterol y triglicéridos. Estos factores pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los pacientes deben ser monitoreados regularmente para evaluar estos riesgos y tomar medidas preventivas cuando sea necesario.
  5. Efectos sobre la presión arterial: La risperidona puede influir en la presión arterial, en algunos casos causando hipotensión ortostática, una disminución repentina de la presión arterial al ponerse de pie. Esto puede llevar a mareos o desmayos, especialmente al cambiar de posición rápidamente. Los pacientes deben ser conscientes de este riesgo y levantarse lentamente para minimizar el impacto.

Es esencial que los pacientes informen cualquier efecto secundario experimentado a su médico. A través de una comunicación abierta, los profesionales de la salud pueden ajustar la dosis, cambiar el medicamento o explorar otras estrategias para minimizar los efectos secundarios y garantizar un tratamiento efectivo y bien tolerado.

Controversias éticas

El uso de la risperidona, especialmente en poblaciones vulnerables como los niños con trastornos del espectro autista, ha generado controversias éticas. Algunos críticos argumentan que su prescripción en estos casos carece de suficiente respaldo científico y podría exponer a los pacientes a riesgos innecesarios. Además, ha habido preocupaciones sobre la influencia de la industria farmacéutica en la promoción de la risperidona y otros antipsicóticos, planteando dudas sobre la objetividad de la información proporcionada a los profesionales de la salud.

Uso en poblaciones específicas

La risperidona se utiliza con precaución en ciertas poblaciones específicas debido a su potencial impacto diferencial en diferentes grupos de pacientes. En personas mayores, se debe tener especial cuidado al prescribir risperidona, ya que esta población tiende a ser más susceptible a los efectos secundarios del medicamento. Los ancianos pueden experimentar una mayor sensibilidad a los efectos sedantes y a la disminución de la capacidad cognitiva, lo que podría aumentar el riesgo de caídas y otros eventos adversos.

En el caso de niños, la risperidona se prescribe con precaución debido a la falta de datos suficientes sobre su seguridad y eficacia en esta población. Los efectos secundarios y la respuesta al medicamento pueden variar significativamente en comparación con adultos, por lo que se requiere una monitorización cuidadosa durante el tratamiento.

Un aspecto relevante a considerar es el aumento del riesgo de eventos cerebrovasculares en pacientes con demencia que reciben risperidona. Se ha observado que el uso de antipsicóticos atípicos, como la risperidona, en pacientes mayores con demencia, se asocia con un mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares. Por lo tanto, los profesionales de la salud deben evaluar cuidadosamente los beneficios y riesgos antes de prescribir risperidona en este grupo de pacientes, explorando alternativas cuando sea posible.

Conclusión

Es importante que los profesionales de la salud evalúen cuidadosamente los riesgos y beneficios antes de recetar este medicamento, y que los pacientes estén informados y participen activamente en su tratamiento.

La investigación continua sobre la risperidona y otros antipsicóticos sigue arrojando luz sobre su eficacia y seguridad a largo plazo. A medida que avanzamos en el conocimiento de los trastornos mentales y sus tratamientos, la risperidona sigue siendo un recurso en el complejo rompecabezas de la salud mental.

Referencias:

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  • Choi, H., Kim, J. H., Yang, H. S., Kim, J. Y., Cortese, S., Smith, L., Koyanagi, A., Dragioti, E., Radua, J., Fusar-Poli, P., Shin, J. I., Cheon, K.-A. & Solmi, M. (2024). Pharmacological and non-pharmacological interventions for irritability in autism spectrum disorder: a systematic review and meta-analysis with the GRADE assessment. Molecular Autism, 15(1), 7. https://doi.org/10.1186/s13229-024-00585-6
  • Hardin, B. G., McCarter, A. & Hamrick, S. E. G. (2024). A Delirium Prevention and Management Initiative: Implementing a Best Practice Recommendation for the NICU. Neonatal Network: NN, 43(1), 19-34. https://doi.org/10.1891/NN-2023-0041
  • Möller, H.-J. (2005). Risperidone: a review. Expert Opinion on Pharmacotherapy, 6(5), 803-818. https://doi.org/10.1517/14656566.6.5.803
  • Morant, A., Mulas, F., Hernández, S. & Roselló, B. (2001). Tratamiento farmacológico con risperidona en niños con trastornos en el comportamiento. http://www.amparomorant.es/wp-content/uploads/2011/11/Tratamiento-con-risperidona-en-los_-trastornos-del-comportamiento-MORANT-2001.pdf
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  • Wang, W., Wang, X., Dong, Y., Walling, D. P., Liu, P., Liu, W., Shi, Y. & Sun, K. (2024). Population Pharmacokinetic Analysis to Support and Facilitate Switching from Risperidone Formulations to Rykindo in Patients with Schizophrenia. Neurology and Therapy. https://doi.org/10.1007/s40120-024-00578-w
  • Wang, X., Huang, J., Lu, J., Li, X., Tang, H. & Shao, P. (2024). Risperidone plasma level, and its correlation with CYP2D6 gene polymorphism, clinical response and side effects in chronic schizophrenia patients. BMC Psychiatry, 24(1), 41. https://doi.org/10.1186/s12888-023-05488-z

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Los jugadores de videojuegos de acción muestran habilidades superiores en atención compleja y memoria espacial

  • David Aparicio
  • 25/01/2024

Los videojuegos ya no son solo una forma de entretenimiento, sino también un estilo de vida. Las investigaciones han explorado el impacto cognitivo de los videojuegos y han encontrado que pueden mejorar diversas habilidades cognitivas como la atención y la memoria. Sin embargo, todavía no está claro si estas habilidades se traducen en una mayor tolerancia a la fatiga cognitiva.

Así que un estudio del British Journal of Psychology, investigó si las personas que juegan videojuegos de acción también pueden demostrar ventajas cuando participan en actividades de alta demanda cognitiva.

La investigación

El estudio involucró a 88 jóvenes adultos que tenían entre 18 y 35 años, que no tenían trastornos neurológicos ni de visión. Los participantes se dividieron en dos grupos: 44 jugadores habituales (basados en las horas que jugaban a la semana, clasificación competitiva y frecuencia de juego durante el último año) y 44 no jugadores.

Ambos grupos fueron nuevamente divididos, siendo la mitad sometida a una intervención de fatiga cognitiva y la otra mitad en una condición de descanso. Las habilidades cognitivas de los participantes fueron evaluadas mediante tres tareas: tarea de vigilancia psicomotora (mide atención sostenida); tarea número-letra, que evalúa el cambio de tarea y la memoria de trabajo, y la tarea del laberinto de Groton, una prueba de memoria de trabajo espacial.

La intervención de fatiga cognitiva consistió en 45 minutos de la prueba cognitiva Stroop. En cambio, el grupo control vio un documental por el mismo periodo de tiempo. Para evaluar la fatiga cognitiva se aplicaron test de pupilometría, un método que mide la dilatación de las pupilas como indicador de la carga cognitiva.

Resultados

En la Lina de base, los gamers eran más rápidos en las respuestas de la tarea numero-letra y en el test de Groton, lo que indica una mejor atención compleja y mejor memoria espacial. Estos resultados sugieren que los gamers habituales de videojuegos de acción podría estar relacionada con habilidades mejoradas para manejar tareas complejas y la memoria espacial.

No obstante, el estudio también encontró una diferencia importante. Contrario a lo que se esperaba, la investigación no encontró diferencias significativas entre los gamers y el grupo control en las tareas de vigilancia psicomotora. Estos resultados contradicen la creencia de que los gamers tienen, en general, mejores habilidades de atención.

Postintervención, el estudio no encontró diferencias significativas en el rendimiento cognitivo entre los grupos, lo que sugiere que la fatiga cognitiva inducida no afectó sustancialmente a ninguno de los dos grupos. Este hallazgo es bastante inesperado, ya que indica que la fatiga cognitiva, tal como se indujo en este estudio, no afecta significativamente el rendimiento cognitivo posterior en estas tareas para ninguno de los dos grupos.

En general, los hallazgos proporcionan evidencia de que los videojuegos siguen mostrando beneficios para el funcionamiento cognitivo, pero que los jugadores no tienen una resistencia superior a la fatiga cognitiva y, por lo tanto, deben ser conscientes de los efectos que largas sesiones de juego pueden tener en su rendimiento general como resultado de la fatiga cognitiva.

El estudio, aunque es esclarecedor, no está exento de limitaciones. Una limitación clave es la falta de control sobre la participación de los participantes en deportes tradicionales, lo que podría influir potencialmente en los resultados, especialmente en la tarea de atención simple. Además, los hallazgos del estudio son correlacionales, lo que significa que no establecen una relación causal entre los videojuegos de acción y las habilidades cognitivas mejoradas.

Referencia: Campbell, M. J., Cregan, S. C., Joyce, J. M., Kowal, M. & Toth, A. J. (2023). Comparing the cognitive performance of action video game players and age-matched controls following a cognitively fatiguing task: A stage 2 registered report. British Journal of Psychology . https://doi.org/10.1111/bjop.12692

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¿Qué hacer si la depresión no responde al tratamiento?

  • David Aparicio
  • 24/01/2024

Guillermo Lahera aborda las variables de la depresión resistente:

Dentro de la patología mental, hay que diferenciar la depresión de un trastorno bipolar, donde los antidepresivos no solo no van a ser eficaces, sino que pueden empeorar el cuadro, o diferenciarla de un trastorno de ansiedad o de personalidad. Tendremos también que asegurarnos de que los intentos terapéuticos hayan tenido una duración adecuada (con los antidepresivos debe ser de seis semanas) y con buena adherencia (entre el 30 y el 50% de pacientes no se toma bien el tratamiento). Nos dará pistas preguntar al paciente cómo respondió al tratamiento en el pasado.

En su definición más aceptada (la falta de respuesta a dos intentos terapéuticos en tiempos y dosis adecuadas), la depresión resistente al tratamiento (DRT) afecta al 30% de los pacientes. Esta cifra proviene de los ensayos clínicos en los que los pacientes difíciles no entran y donde se controlan todas las variables de confusión. En la vida real, el porcentaje alcanza, al menos, a la mitad de los pacientes, y algunos factores parecen asociarse a esta resistencia: edad más avanzada, mayor gravedad de los síntomas, coexistencia de otros trastornos mentales, disfunción cognitiva (como problemas de concentración o memoria), dolor crónico o antecedentes de trauma. Según los algoritmos, el siguiente paso es desplegar las distintas tácticas farmacológicas que han demostrado eficacia: asociar dos antidepresivos con distinto mecanismo de acción, sustituir uno por otro de distinta familia o potenciar al antidepresivo con una sustancia distinta.

Sin embargo, no es un asunto exclusivamente farmacológico. Existen multitud de razones para incorporar a la psicoterapia en un abordaje integrador de la depresión. En primer lugar, porque es la modalidad terapéutica que los pacientes suelen preferir; segundo, porque proporciona posibilidades para el aprendizaje emocional y la gestión de las relaciones personales, y fomenta la resiliencia y la búsqueda de significado. Tercero, porque los metanálisis demuestran que añadir psicoterapia al tratamiento farmacológico tiene un efecto moderado (que no es poco).

Un matiz muy importante:

Pero el concepto de resistencia al tratamiento está a veces demasiado centrado en el tratamiento y poco en el contexto del paciente. Hay depresiones muy condicionadas por la devastadora experiencia del trauma infantil, por opresivas convivencias familiares que perpetúan el sufrimiento o por trabajos insoportables. Podemos probar un carrusel de antidepresivos pero no funcionará. De la misma forma que podemos aplicar inútilmente múltiples enfoques de psicoterapia a un paciente con depresión melancólica grave, necesitado de un abordaje farmacológico. Ampliar el foco es imprescindible.

Artículo completo en El País.

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La paradoja del terror: por qué las películas de miedo pueden ser buenas para la salud mental

  • David Aparicio
  • 24/01/2024

Este artículo explica por qué el consumo de películas y videojuegos de terror se ha disparado en los últimos años:

“La respuesta corta es que los humanos estamos biológicamente diseñados para encontrar placer jugando con el miedo, porque es un mecanismo de aprendizaje”, reflexiona Clasen. “El miedo recreativo es un espacio seguro en el que podemos practicar la regulación de las emociones”. Consumir este tipo de productos culturales podría suponer una ventaja adaptativa, al preparar a los espectadores para afrontar nuevos escenarios.

Artículo completo en El País.

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