Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS
Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS

Definiciones

76 Publicaciones
  • Definiciones

Etapa de las operaciones concretas

  • Alejandra Alonso
  • 20/06/2016
toddler holding camera

En las últimas dos semanas hemos definido las primeras dos etapas del desarrollo cognitivo según Jean Piaget: sensoriomotriz y preoperacional.
Esta semana vamos a definir brevemente la etapa de las operaciones concretas.

Etapa de las operaciones concretas

Según Baron, Byrne & Kantowitz (1980) la etapa esta comprendida desde los 7 años hasta alrededor de los 11 o 12 años. Para Piaget, el paso a esta etapa lo marca el dominio del concepto de conservación (ver etapa preoperacional), algunas clases de conservación se dominan antes que otras: cantidad de líquidos, cantidad y longitud de sustancia, peso, volumen (Gross, 2005).

En el estadio de las operaciones concretas emergerán habilidades que antes el niño no poseía como el entendimiento de la seriación y los conceptos relacionales, adiciones, sustracciones, divisiones, multiplicaciones, enfocarse en dos dimensiones de un problema al mismo tiempo (Baron, et. al., 1980; Rathus, 2007; Bee, 1985).

Además llegan a entender la reversibilidad, es decir el hecho de que muchas cosas pueden ser deshechas al revertir la acción original, lo que los habilita a resolver nuevos problemas. Sumado a esto, se observa el desarrollo del pensamiento inductivo (Baron, et. al., 1980, Bee, 1985).

Por otro lado, ven con más claridad el tema de los eventos pasados y futuros y comienzan a tenerlo en cuenta. También son menos egocéntricos, es decir que pueden ver la perspectiva de otros y comprender que las otras personas ven las cosas de manera diferente porque tienen experiencias o viven situaciones distintas (Baron, et. al., 1980, Rathus, 2007).

Por último, comienzan a utilizar el pensamiento lógico, pero solamente con objetos que están frente a ellos, no con ideas abstractas. Es por esto que muchos docentes proyectos manipulables: ver y tocar cosas los suele ayudar a entender conceptos abstractos. A esto se debe el nombre de la etapa, operaciones concretas (Baron, et. al., 1980; Rathus, 2007).

Referencias bibliográficas:

  • Baron, R., Donn, B. & Kantowitz, B. (1980), Psychology. Understanding behavior 2nd edition. Holt, Rinehart and Winston: U.S.
  • Bee, H. (1985), The developing child 4th edition. Harper & Row publishers:New York
  • Gross, R. (2005), Psychology, the science of mind and behaviour 5th edition. Hodder Arnold Publication
  • Rathus, S. (2007), Psychology. Principles in practice. Holt, Rinehart and Winston: U.S.

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

  • Definiciones

Etapa preoperacional

  • Alejandra Alonso
  • 13/06/2016
Preoperacional

La semana pasada nombramos las etapas del desarrollo cognitivo según las dividió Jean Piaget: sensoriomotora, preoperacional, de las operaciones concretas y de las operaciones formales. También definimos la etapa sensoriomotora. Esta semana vamos a definir la etapa preoperacional:

Etapa preoperacional

Comprendida desde los 2 hasta los 6 años. El nombre de esta etapa se debe a que Piaget creía que en este estadio los niños no eran capaces de hacer operaciones mentales, sino que son influenciados por cómo se ven las cosas. La mayor diferencia entre este estadio y el anterior es el continuo desarrollo y uso de imágenes internas (esquemas), el lenguaje y símbolos, que ayudarán al desarrollo de la conciencia propia (Myers, 2006; Gross, 2005).

Piaget subdividió el estadio en: (a) Preconceptual (2-4 años): el niño no es capaz de comprender términos relativos como más grande o más fuerte. (b) Intuitivos (4-7 años): el niño ya puede utilizar términos relativos pero su habilidad lógica sigue siendo limitada (Gross, 2005).

En cuanto a las características del pensamiento del niño en esta etapa, Piaget encontró dificultades en la seriación (arreglar objetos en relación a una dimensión particular, como la altura), artificialismo (creencia de que cosas de la naturaleza han sido creadas por el hombre), centralización (concentrarse solo en una cualidad perceptual a la vez; se relaciona con la carencia del concepto de conservación), razonamiento transductivo  (el niño ve que dos cosas pasan al mismo tiempo y asume que una causa a la otra), este razonamiento también es llamado intuitivo (Gross, 2005, Bee, 1985).

Además, Piaget notó que en esta etapa los niños carecen del concepto de conservación (es decir, el principio según el cual sabemos que la cantidad se mantiene aunque varíe la forma) y es por esto que si se les muestra un vaso largo con jugo adentro, les parece que contiene mucho jugo; por otro lado, si se cambia el vaso por uno corto y ancho le parece una cantidad aceptable de jugo (Myers, 2006).

Si bien para Piaget las transiciones de una etapa a otra no eran bruscas, se sorprendería con los resultados de un estudio que encontró que el pensamiento simbólico aparece a una edad más temprana de la que él creía. En un experimento, Judy Deloache (1987) les mostraba a niños pequeños una maqueta de una habitación que tenía un sofá, detrás del cual ella escondía un perrito de juguete; los niños de 2 años y medio podían recordar fácilmente donde se escondía al perrito, pero no podían encontrarlo al entrar a una habitación de tamaño real. Los niños de 3 años se dirigían directamente al lugar donde estaba escondido el perrito, lo cual demostró que utilizaron la maqueta como representación simbólica del cuarto de tamaño real (Myers, 2006).

Otra característica de esta etapa del desarrollo según Piaget, es el egocentrismo.  Algunas investigaciones posteriores encontraron que los niños de 2 o 3 años son capaces de entender hasta cierto punto que otras personas ven o experimentan cosas de manera distinta. John Flavell (1981, citado en Bee, 1985) realizó un experimento para demostrar esto que consistió en mostrarle a un niño una carta que de un lado tenía el dibujo de un perro y del otro de un gato, luego sostenía la carta de manera vertical de modo que él veía un lado y el niño el otro y le preguntaba al niño qué estaba mirando él (Flavell). Los niños de 3 años no tenían problema en entender que Favell veía algo diferente a lo que ellos estaban viendo. Shatz & Gelman (1973, citados en Bee 1985) también notaron que los niños de esa misma edad utilizan oraciones más simples al hablar con un niño de 2 años (diferentes a las que utiliza al hablar con un adulto). Sin embargo, esos mismos niños tienen dificultad en darse cuenta que tu ves las cosas desde otro punto de vista si están mirando al mismo objeto pero desde diferentes ángulos. Lo cierto es que estas investigaciones notaron que el niño preoperacional parece ser menos egocéntrico de lo que Piaget pensó (Bee, 1985).

Referencias bibliográficas:

  • Bee, H. (1985), The developing child 4th edition. Harper & Row publishers:New York
  • Gross, R. (2005), Psychology, the science of mind and behaviour 5th edition. Hodder Arnold Publication
  • Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición. Editorial Médica Panamericana:Madrid

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

  • Definiciones

Definición de la semana: Etapa sensoriomotora

  • Alejandra Alonso
  • 06/06/2016
Etapa sensoriomotora

Para Jean Piaget (1896-1980), el desarrollo cognitivo tenía 4 etapas: sensoriomotora, preoperacional, de las operaciones concretas y de las operaciones formales. El pensaba que, mientras los niños van pasando de un estado evolutivo a otro, experimentan cambios importantes y también pasan por momentos de estabilidad. Además, en cada etapa se da un tipo de pensamiento diferente (Myers, 2006).

Hoy vamos a definir el primer estadio del desarrollo cognitivo según Piaget.

Etapa sensoriomotora

Abarca desde el nacimiento hasta los 2 años.

En este estadio, la comprensión del mundo sucede a través de nuestras interacciones motoras y sensoriales con los objetos. Cuando el bebé es muy pequeño no tiene el sentido de permanencia del objeto (es decir, la conciencia de que los objetos continúan existiendo aunque no los podamos ver). Por ejemplo, en una de sus pruebas Piaget le mostraba a un bebé un juguete llamativo y luego lo cubría para ver si éste lo buscaba. Sin embargo, los bebés de menos de 6 meses no lo hacían (Myers, 2006).

En base a la observación de sus propios hijos, Piaget dividió esta etapa en 6 subestadios:

I. Reflejos (0-1 mes): se practican los reflejos incorporados (ej. succión) hasta que funcionan a la perfección. Estos reflejos se modifican como resultado de la experiencia (Bee, 1985; Gross, 2005).

II. Reacciones circulares primarias (1-4 meses): el infante tratará de hacer que las cosas interesantes se repitan utilizando su cuerpo (por ejemplo, meterse el dedo en la boca). Hay exploraciones visuales y táctiles más sistemáticas. Sin embargo, todavía no parecen distinguir entre sus cuerpos y los objetos o eventos de afuera. Los reflejos se extienden a nuevos objetos y los infantes son capaces de coordinar esquemas simples como agarrar y mirar (Bee, 1985; Gross, 2005).

III. Reacciones circulares secundarias (4-10 meses): intenta que las cosas interesantes vuelvan a suceder (por ejemplo, intentará pegar al movible de la cuna para ver cómo se mueve). También comienza a coordinar información proveniente de los sentidos y desarrolla el concepto de objeto. Adquiere una comprensión superficial de que sus acciones pueden tener resultados externos. Un objeto parcialmente escondido puede ser encontrado (Bee, 1985; Gross, 2005).

IV. Coordinación de esquemas secundarios (10-12 meses): el infante combinará acciones con el objetivo de obtener algo que quiere (ej. tirar una almohada para alcanzar un juguete). Se puede observar la utilización de estrategias familiares en combinación y en situaciones novedosas. Representa objetos en su mente y comienza a demostrar conducta simbólica y memoria. Puede encontrar un objeto totalmente escondido (Bee, 1985; Gross, 2005).

V. Reacciones circulares terciarias (12-18 meses): los niños comienzan a experimentar, es decir que prueban nuevas formas de jugar o manipular objetos. Sus habilidades motoras han mejorado, lo que hace posible una mayor exploración. Utilizan diferentes esquemas para conseguir sus objetivos. Un objeto escondido en una de muchas capas puede ser encontrado (Bee, 1985; Gross, 2005).

VI. Principio del pensamiento (18-24 meses): parecen haber representaciones internas ya que el pequeño utiliza imágenes, palabras o acciones para representar objetos. Pueden pensar en el problema antes de resolverlo y los pensamientos empiezan a dominar sobre las acciones (Bee, 1985; Gross, 2005).

Muchas de las observaciones de Piaget fueron hechas antes de que contemos con métodos de investigación más modernos, cuidadosos y precisos, es por eso que investigadores posteriores a Piaget creen que el subestimaba la capacidad de los niños. El creía que los niños que están en la etapa sensoriomotora pueden reconocer objetos, gatear hacia ellos y manipularlos, pero que son incapaces de tener conceptos o ideas abstractas y de pensar sobre sus vivencias (Myers, 2006).

Sin embargo, investigaciones sugieren que los bebés de tan solo 5 meses pueden representar número per se, y que su alcance de números no se limita al dominio de objetos (Wynn, 2002). Otros estudios indican que cuando un adulto demuestra una nueva forma de ejecutar una tarea a un grupo de infantes de 14 meses, los mismos utilizarán esta nueva manera solo si consideran que es la alternativa más racional. Según los autores, esto sugiere que la imitación dirigida a una meta en bebés pre-verbales es un proceso selectivo e interpretativo y no una mera imitación (Gergely, Bekkering & Király, 2002).

Fuentes:

Bee, H. (1985), The developing child 4th edition. Harper & Row publishers:New York

Gergely, G., Bekkering, H., & Király, I. (2002), Developmental psychology: Rational imitation in preverbal infants.

Gross, R. (2005), Psychology, the science of mind and behaviour 5th edition. Hodder Arnold Publication

Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición. Editorial Médica Panamericana:Madrid

Wynn, K. (2002), Enumeration of collective entities by 5-month-old infants

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

  • Definiciones

Definición de la semana: Ceguera al cambio

  • Alejandra Alonso
  • 22/05/2016

A los 51 segundos del video se realiza un experimento interesante, si lo hiciste y te sorprendiste de no haberte dado cuenta de lo que aparecía en las cartas, no te preocupes, se trata de un fenómeno llamado ceguera al cambio que explicaremos un poco a continuación.

Las personas solemos fallar en detectar grandes cambios en una escena, los cuales ocurren luego de una interrupción visual breve (Simons, Chabris, Schnur y Levin, 2001).

Al observar el mundo solo podemos prestar atención a pocos objetos a la vez, a pesar de esto solemos creer que nuestra experiencia visual es completa y estable. Pero gracias a este fenómeno conocido como “ceguera a los cambios”, sabemos que nuestra percepción subjetiva no es tan completa y estable como creemos, ya que fuera de nuestro foco de atención, no tenemos una representación entera del mundo (Rensink, 2000, citado en Marini y Renner, ?).

Otro punto interesante de este fenómeno es que puede observarse incluso aunque los cambios sean grandes y el sujeto sepa que ocurrirán. Los cambios llevados a cabo en los experimentos que buscaban observar la ceguera al cambio se realizaban de variadas formas, aprovechando un movimiento ocular, un parpadeo o un breve flash en la imágen o escenario (Rensink, 2005).

Fuentes:

Marini, A. y Renner, A.(?), Priming en una tarea de búsqueda visual mediante una tarea de ceguera al cambio

Resink, R. (2005), Change Blindness

Simons, D., Chabris, C., Schnur, T. y Levin, D. (2001), Evidence of preserved representations in change blindness

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

  • Definiciones

Definición de la semana: Barbitúricos

  • Alejandra Alonso
  • 16/05/2016

Los barbitúricos entran dentro del grupo de las drogas que reducen la actividad corporal, es decir los sedantes (Myers, 2006).

Estos tranquilizantes imitan los efectos que tiene el alcohol en el organismo. Debido a su capacidad de deprimir la actividad del sistema nervioso simpático, a veces se recetan a individuos que refieren problemas para conciliar el sueño o que necesitan reducir su ansiedad. Si se consume en dosis elevadas puede causar problemas de juicio y de memoria. También puede ser letal si se combina con alcohol o somníferos, debido a que el efecto depresor sería mucho más potente. Además, si se consume la dosis suficiente, puede llegar a ser letal por sí solo, es por eso que se utiliza tanto en los intentos de suicidio (Myers, 2006).

Según López Muñoz, Alamo, Ucha-Udabe y Cuenca (2004), los barbitúricos fueron introducidos a la clínica en 1904, gracias al trabajo de Von Mering y Fischer y tuvieron un impacto en el abordaje farmacológicos de algunos trastornos mentales. Esta droga se empleaba, a principios del siglo XX, en individuos con esquizofrenia y episodios maníacos, en relación a las llamadas «curas de sueño» (inducción de un estado de narcolepsia que duraba más de 20 horas diarias, por dos semanas consecutivas). Los principios de la utilización de esta terapia se asocian a Jakob Klaesi y a la Clínica Psiquiátrica Universitaria de Zurich (Burghölzli, Suiza), lugar donde se aplicó por primera vez en el año 1920.

Fuentes:

López Muñoz, Alamo, Ucha-Udabe y Cuenca (2004), El papel histórico de los barbitúricos en las «curas de sueño» de los trastornos psicóticos y maníacos

Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición. Editorial Médica Panamericana:Madrid

 

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

  • Definiciones

Definición de la semana: Autorrealización

  • Alejandra Alonso
  • 09/05/2016

Abraham Maslow (1908-1970) propuso que las personas están motivadas por una jerarquía de necesidades (la conocida pirámide de Maslow). Primero necesitamos satisfacer nuestras necesidades fisiológicas, luego nos preocupamos por nuestra seguridad, seguidamente buscamos el amor y la aceptación, a continuación la autoestima y por último, cuando ya hemos alcanzado a satisfacer el resto de nuestras necesidades, buscamos la autorrealización (Myers, 2006).

Proceso donde ponemos en juego nuestro potencial

La autorrealización sería entonces la necesidad psicológica última que surge luego de haberse satisfecho las necesidades psíquicas y físicas básicas. Es el proceso donde ponemos en juego nuestro potencial (Myers, 2006).

Maslow creía que las personas que alcanzan la autorrealización comparten ciertas características: aceptación y conciencia de sí mismos, espontaneidad, franqueza, calidez, no los paralizan las opiniones de los demás, están orientados a una tarea específica, disfrutan de pocas pero profundas relaciones interpersonales, etc (Myers 2006; Maslow, 1950).

El autorrealizarse involucra la búsqueda de creatividad, talento, realización, crecimiento, experiencias y descubrimiento (McLeod, 2014).

Fuentes:

Maslow, A. (1950), Self-actualizing people: a study of psychological health

McLeod, S. (2014), Maslow’s Hierarchy of Needs

Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición. Editorial Médica Panamericana:Madrid

 

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

  • Definiciones

Definición de la semana: Apego

  • Alejandra Alonso
  • 24/04/2016

John Bowlby y Mary Ainsworth (citados en Delgado, 2012) formularon la teoría del apego, que se refiere al vínculo afectivo establecido entre la madre (figura de apego) y el hijo. Bowlby (1944, citado en Soares y Dias, 2005), observó en un estudio realizado con 44 jóvenes delincuentes quienes habían sido privados precozmente de los cuidados que debiera ofrecer la familia, el impacto que esto causó en aquellos sujetos. Esto lo llevó a desarrollar su teoría del apego.

El modelo de Bowlby incluía la existencia de cuatro sistemas de conducta con estrecha relación entre sí: el sistema de miedo a los extraños, el sistema afiliativo, el sistema de conductas de apego y el sistema de exploración.

Al observar en un famoso experimento de laboratorio llamado Situación Extraña (Strage Situation), que habían diferencias en el apego dependiendo de la calidad del vínculo con el cuidador, Ainsworth (Delgado, 2012; Garrido Rojas, 2006) describió tres tipos de apego:

  • Apego inseguro-evitativo: no llora al ser separado del cuidador, exhibe conductas de distanciamiento, evita cercanía, se enfoca en los juguetes.
  • Apego inseguro-ambivalente: presentan ansiedad y rabia al ser separados del cuidador, son difíciles de consolar y no retoman la exploración.
  • Apego seguro: se observa exploración activa, enojo al ser separado de la figura de apego, pero fácil consuelo.

Si bien Bowlby reconocía que el niño podía mostrar apego hacia más de una persona, creía firmemente que había una figura de apego que era especial, diferente de las otras. Sin embargo, un metaanálisis (Bretherton, 1985, citado en Delgado 2012) encontró que el apego hacia la madre era similar al apego mostrado hacia el padre.

La teoría de Bowlby supone que los seres humanos tenemos una necesidad natural de establecer vínculos afectivos estrechos con otros. Dicha necesidad nos ayudará a ir desarrollando un sistema de regulación emocional (que dependerá del estilo de apego), a través de la satisfacción de nuestras necesidades por parte del cuidador.
Además, jugará un importante rol en el desarrollo de la socialización y el establecimiento de relaciones fuera de la familia. Por ejemplo, una investigación concluyó que los adolescentes que recuerdan una relación con el progenitor basada en la comunicación, el afecto y el fomento de la autonomía, eran quienes desarrollaban mejores relaciones afectivas con sus pares. Además agregan que, si el vínculo formado con la madre y con el padre no coincide, basta con que uno de estos vínculos sea seguro para establecer relaciones positivas con otros (Fonagy, 1999; Penagos, Rodriguez, Carrillo, Castro, 2005; Sánchez-Queija y Oliva, 2014).

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

  • Definiciones

Definición de la semana: Abulia

  • Alejandra Alonso
  • 18/04/2016

La abulia es la falta de conductas espontáneas y dirigidas a un objetivo, de iniciativa y toma de decisiones. Es una condición relativamente poco común pero muy debilitante. Se observa mucho cuando existen lesiones en los ganglios basales y el lóbulo frontal.

La abulia se caracteriza además por una dificultad en iniciar o mantener movimientos espontáneos y una reducción en la respuesta emocional, el pensamiento, el discurso espontáneo y la interacción social; también suele observarse una atención pobre y distraibilidad.

Puede ser parte de los síntomas negativos del espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, los trastornos depresivos, el Alzheimer, la demencia vascular, el Parkinson, la demencia con cuerpos de Lewy y la demencia frontotemporal.

Algunos de los tratamientos farmacológicos incluyen a las drogas dopaminérgicas ya que se cree que la abulia es un trastorno en el sistema meso-córtico-límbico dopaminérgico, y algunos estudios (1, 2, 3, 4) han encontrado evidencias de mejoras en pacientes con abulia severa.

Fuentes: Wiley, EuroPepmc, IOS y Science Direct

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

  • Definiciones

Definición de la semana: Tricotilomanía

  • Alejandra Alonso
  • 08/04/2016
tricotilomanía

Según el DSM V, que ubica la Tricotilomanía entre los trastornos Obsesivos-Compulsivos, los criterios diagnósticos para este trastorno son:

  • Arrancarse el cabello recurrentemente, lo que produce pérdida de cabello.
  • Muchos intentos de parar o reducir esta conducta.
  • La conducta causa malestar significativo en varias área de la vida del sujeto.
  • El arrancarse o perder el pelo no se debe a enfermedad médica y no se explica mejor por otro trastorno.

Las personas con esta conducta pueden presentar ciertos rituales relacionados al arrancarse el cabello, como por ejemplo, elegir un tipo específico de cabello, arrancar el cabello de determinada manera, o examinar el cabello visual, táctil u oralmente.

Esta conducta también puede venir acompañada de varios estados emocionales como, ansiedad, aburrimiento, tensión creciente, etc. A su vez, la persona puede experimentar gratificación, placer o sensación de alivio.

La conducta de arrancar cabellos no suele suceder en presencia de otros, excepto que sean familiares muy cercanos. A veces la persona puede arrancar cabello de mascotas, muñecas, etc.

Algunas personas niegan arrancarse el cabello. La mayoría de ellos tiene comportamientos repetitivos relacionados al cuerpo como morderse los labios o las uñas.

La prevalencia en la población es del 1-2% y se da más en mujeres que en hombres (excepto en niños, donde se ven cantidades más o menos iguales de casos en ambos sexos).

Aunque esta conducta puede verse en niños, generalmente se resuelve en el desarrollo temprano. El principio de una tricotilomanía suele darse en la pubertad, los sitios desde los que se arranca cabello pueden variar con el tiempo. El trastorno puede hacerse crónico si no es tratado.

Para realizar el diagnóstico diferencial, se deben tener en cuenta los siguientes trastornos:

  • Otros trastornos obsesivos compulsivos.
  • Trastornos del neurodesarrollo.
  • Trastornos psicóticos.
  • Otra condición médica.
  • Trastornos relacionados al consumo de sustancias.

Fuente: American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and
statistical manual of mental disorders
(5th ed.). Washington, DC

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

  • Definiciones

Definición de la semana: Trastorno Narcisista de la Personalidad

  • Alejandra Alonso
  • 18/03/2016

Los trastornos de personalidad son modelos de conducta que perduran en el tiempo y que son inflexibles, afectando así al funcionamiento social del individuo. En el Trastorno Narcisista de la Personalidad, el sujeto exagera su importancia con la ayuda de fantasías de éxito. Para estas personas es muy difícil aceptar críticas y ante ellas suelen mostrar ira o vergüenza (Myers, 2006).

Según el DSM V (2013), los criterios diagnósticos para el Trastorno Narcisista de la Personalidad son los siguientes:

Un patrón persistente de grandiosidad (en fantasía o conducta), necesidad de admiración y falta de empatía que comienza al principio de la adultez y se presenta en una variedad de contextos, como lo indican 5 o más de los siguientes:

  1. Presenta un grandioso sentido de autoimportancia (por ejemplo, exagera sus logros y talentos, espera reconocimiento como superior sin tener logros suficientes).
  2. Está absorto en fantasías de éxito, poder, esplendor, belleza o amor ideal exagerados.
  3. Cree que es especial y único/a y que solo puede ser asociado/a o entendido/a por otras personas o instituciones especiales o de alto estatus.
  4. Requiere admiración excesiva.
  5. Tiene un sentido de derecho (por ejemplo, expectativas irracionales de un trato especialmente favorable).
  6. Es explotador (se aprovecha de otros para fines propios).
  7. Le falta empatía: es reacio a reconocer o identificarse con los sentimientos y necesidades de otros.
  8. Con frecuencia envidia a otros o cree que otros lo/a envidian.
  9. Muestra actitudes o conductas arrogantes y altaneras.

La prevalencia de este trastorno se estima entre 0 y 6,2%. En cuanto al desarrollo y curso del trastorno, en la adolescencia se pueden mostrar rasgos narcisistas sin que esto signifique que se desarrollará un Trastorno Narcisista de la Personalidad en la adultez; con respecto a la vejez, puede ser muy difícil para estos sujetos aceptar las limitaciones y complicaciones físicas y ocupacionales que trae este período de la vida.

De las personas diagnosticadas con este trastorno, entre el 50 y el 75% son hombres. Al realizar el diagnóstico diferencial se deben tener en cuenta los siguientes:

  1. Otros trastornos y rasgos de personalidad (al distinguirlo de los trastornos de personalidad histriónico, antisocial o borderline, el rasgo más característico sería la grandiosidad).
  2. Episodios de manía o hipomanía (en específico, las fantasías de grandiosidad, pero se pueden distinguir por la asociación con los cambios de estado de ánimo)
  3. Uso de sustancias.

Fuentes:
American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). Washington, DC
Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición. Editorial Médica Panamericana:Madrid

 

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

Paginación de entradas

Anterior12345…8Próximo

Apoya a Psyciencia con tu membresía 💞.    

Únete a Psyciencia Pro
  • Inicia sesión
  • Tips para terapeutas
  • Podcast
  • Recursos
  • Webinars
  • Artículos
  • Fortaleciendo la conexión: Método Gottman para terapia de parejas
  • El amor y el bienestar: ¿Por qué las relaciones románticas son más cruciales para los hombres que para las mujeres?
  • No todo es psicología (27): Me pasó un camión por encima
  • «Efecto Flynn, pruebas psicológicas y la evolución de la psicología en Panamá» con Dimas Villarreal – Watson, episodio 15
  • Oxitocina y moralidad: cómo la “hormona del amor” puede influir en nuestras decisiones éticas
Psyciencia
  • Contáctanos
  • Publicidad
  • Nosotros
  • Publica
Psicologia y neurociencias en español todos los días

Ingresa las palabras de la búsqueda y presiona Enter.