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Ciencia y Evidencia en Psicología

2852 Publicaciones

Investigación, neurociencia, modelos teóricos y psicopatología

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Detectamos en milésimas de segundos la intención de dañar

  • 06/11/2015
  • David Aparicio

Detectar la intención de daño es una habilidad fundamental para nuestra supervivencia, y un equipo de científicos argentinos descubrió que a nuestro cerebro sólo le toma unas milésimas de segundo poder detectar la intencionalidad, y cuáles son las estructuras cerebrales que intervienen en ese proceso.

La investigación fue publicada en Brain, una de las más prestigiosas revistas científicas y el diario La Nación entrevistó a los autores y nos explica en qué consiste la investigación, cuál es su importancia, y las dificultades que afrontaron para llevarla a cabo.

«Antes de los tres años, los chicos ya detectan rápida y automáticamente cuándo una persona quiere dañar o agredir a otra -cuenta Ibáñez-. Dos estudios Jean Decety en chicos de entre un año y medio, y dos años y medio, ya muestran una hiperatención al daño intencional. Determinar la intencionalidad no sólo es una capacidad crítica para la supervivencia, sino que además juega un papel muy importante en el escenario moral: ante daños equivalentes, sentimos más enojo, más empatía por la víctima y castigamos más al agresor cuando las acciones son a propósito.»

Sus hallazgos son muy importantes, porque según los autores, casi el 80% de las evaluaciones morales se basan en la intención y no en el resultado de las acciones.

Las áreas cerebrales involucradas se activan tan rápido que los equipos convencionales de investigación no fueron suficientes. Otro problema que encontraron los investigadores fue que la amígdala, área que querían investigar, está rodeada de pequeñas venas que viajan a otras estructuras y esto podía confudir qué áreas realmente se activaban al hacer lo juicios de intencionalidad.

Para solucionar ese problema la investigadora biomédica Eugenia Hesse de la Universidad Favoloro desarrolló algoritmos especializados que les permitieron registrar la actividad de 115 áreas del cerebro por medio de electrodos intercraneales, colocados en tres pacientes que esperaban una cirugía para la epilepsia.

Agustín Ibáñez, director del Laboratorio de Psicología Experimental y Neurociencias del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco-Conicet-Nufin) concluyó:

«Pudimos demostrar que la amígdala es un área crítica, fundamental, para la detección de la intencionalidad del daño, que es la base de la teoría de la mente, de la cognición moral y de la empatía. No sólo responde en ventanas de menos de doscientos milisegundos, sino que se conecta tempranamente con otras áreas del cerebro, lo cual habla de una «red rápida» en la que la amígdala es central. Nosotros proponemos que la amígdala responde esencialmente a la saliencia o relevancia: es crítica en cualquier evento saliente, especialmente social»

El equipo de científicos argentinos estuvo conformado por ingenieros, biólogos, psicólogos, neurólogos, físicos y matemáticos. Su trabajo de investigación es ejemplo de que en Latinoamérica se puede hacer investigaciones de primer nivel.

Lee el artículo completo en La Nación. 



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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Las personas con sonambulismo no sentirían dolor

  • 03/11/2015
  • David Aparicio

El sonambulismo es un trastorno del sueño que incrementa estrepitosamente el riesgo de sufrir serias lesiones físicas pero, según un nuevo estudio, ellos no sentirían dolor cuando caminan dormidos.

Los científicos del Hospital Gui-de-Chauliac en Montpellier, Francia, llevaron a cabo un análisis cruzado de 100 personas sanas y 100 pacientes diagnosticados con sonambulismo (45 mujeres y 55 varones) que tenían en promedio 30 años de edad.

37% dijo no haber sentido dolor durante el episodio, pero si al día siguiente

De todos los pacientes con sonambulismo, el 47% reportó haber tenido una lesión durante los episodios, aunque sólo el 10% reportó haberse despertado inmediatamente luego de sentir el dolor. El restante 37% dijo no haber sentido dolor durante el episodio, pero si al día siguiente, lo que explica por qué pueden mantenerse dormidos aún cuando se golpean. Por otro lado los investigadores encontraron que los pacientes con sonambulismo eran 10 veces más propensos a reportar problemas de migrañas y dolores de cabeza. Un resultado que no debe pasar por alto. 

En el paper, los investigadores cuentan la historia de uno de los participantes, quien sufrió de múltiples fracturas luego de haber saltado de una ventana ubicada en el tercer piso cuando estaba sonámbulo y no sintió dolor hasta horas más tarde. Otra historia es la de un paciente que se rompió la pierna luego de haber subido a la azotea de su casa y caer al suelo y no sintió dolor hasta la mañana siguiente cuando se despertó.

Los autores creen que los sonámbulos no sienten dolor porque experimentan un estado disociado que modifica los componentes de la conducta sueño-vigilia, la conciencia y la percepción del dolor.

Por esta razón, es de suma importancia que, si una persona sufre de sonambulismo, acuda al médico para recibir un tratamiento adecuado que usualmente consiste en planes de sueño apropiados, estrategias para reducir el estrés, la estimulación visual y auditiva durante el sueño y, en algunos casos, también se utiliza medicación. Así también, la familia debe ayudar a la persona a mantener un ambiente libre de objetos peligrosos y también pueden cerrar las ventanas y puertas.

La investigación está disponible en la revista Sleep.

También te puede interesar:

  • Sonambulismo, una condición que no debe ser ignorada
  • Todo lo que necesitas saber sobre el sueño

Fuente: Psypost



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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Reducir la semana de clases a 4 días mejoraría el rendimiento en matemáticas

  • 02/11/2015
  • David Aparicio

Cuando se debate sobre mejorar el sistema educativo, una de las primeras ideas que se propone es la de incrementar los días de clase porque se cree que entre más días en la escuela, los estudiantes aprenderán más y tendrán mejores resultados.

Curiosamente una investigación encontró todo lo contrario, según los datos de la Universidad de Georgia State y la Universidad de Montana State, acortar la jornada semanal de cinco a cuatro días tendría un impacto positivo en el rendimiento académico de los niños de primaria.

Los niños que asistieron a la escuela cuatro veces a la semana tenían días de clase más largos con el fin de cumplir con el mínimo de horas requeridos por el currículo académico y se compararon sus puntajes de matemáticas y lectura con los puntajes de los niños que asistían a la rutina habitual de cinco días a la semana.

tendría un impacto positivo en el rendimiento académico de los niños de primaria

Acortar la semana de clases a cuatro días por semana tendría un impacto positivo en el desempeño de matemáticas de los niños de primaria y no afectaría sus puntajes en lectura.

Los investigadores creyeron que encontrarían resultados negativos. Pero para su sorpresa, aquellos que solo asistieron cuatro veces a la semana gozaron de un beneficio estadísticamente significativo en los puntajes de matemáticas y sus puntajes de lectura no se deterioraron.

¨Lo que es interesante sobre nuestros resultados es que fueron completamente opuestos a lo que anticipamos. Pensamos que, especialmente para los niños de la escuela primaria (…), días más largos en una semana escolar más corta afectaría su rendimiento académico debido a que sus periodos de atención son más cortos. También que los fines de semana más largos les harían olvidar lo que habían aprendido.¨  Dijo Mary Beth Walker, rectora del Andrew Young School of Policy Studies en la Universidad de Georgia.

¿Por qué la reducción de un día en la rutina escolar mejoró el rendimiento de matemáticas?

les dio más tiempo a los maestros para planear y desarrollar mejor las clases

Esta es la primera investigación que demuestra los beneficios de cuatro días de clases y por consiguiente, aunque los autores no cuentan con suficientes datos, especulan que el tener días de clases más largos les da la oportunidad a los profesores de usar diferentes enfoques pedagógicos que benefician a los niños. Así también el horario de cuatro días a la semana contribuye a reducir el absentismo escolar. Por ejemplo, ¨si un niño necesita ir al dentista, sus padres pedirán la cita para el viernes, cuando el niño no tiene que ir a la escuela. Otra hipótesis que manejan los autores es que la iniciativa motivó y les dio más tiempo a los maestros para planear y desarrollar mejor las clases. Los niños están menos agotados y disfrutan más de su tiempo libre.

Estos resultados son fantásticos. ¿Puedo proponerlos en las instituciones educativas?

Vamos poco a poco. Primero resaltemos el hecho de que los autores explican que estos resultados son solo aplicables en contextos educativos pequeños ubicados en regiones rurales (donde evaluaron el horario de cuatro días). En segundo lugar, y como es de esperarse, todavía se necesitan más estudios que nos permitan entender cómo el programa de cuatro días funcionará en instituciones educativas urbanas.

La idea tiene una fuerza muy seductora para los niños y profesores de las ciudades que sueñan con sólo cuatro días de clases a la semana, pero seguramente no lo será para los padres que tendrán que ver qué hacen con los niños en la casa.

Fuente: Psypost



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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Efecto placebo en el tratamiento de la depresión

  • 30/10/2015
  • Maria Fernanda Alonso

Las personas con depresión no responden de la misma manera a los diversos tratamientos e incluso, en ocasiones, pueden ser resistentes a algunos de ellos, siendo éste un gran problema tanto para los pacientes como para los profesionales que los atienden.

Según una nueva investigación, publicada en JAMA Psychiatry y realizada en la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan, la manera en que responde una persona en tratamiento por depresión a los placebos, podría determinar cómo responderá a la medicación real.

El estudio

El equipo de investigadores estudió la química del cerebro de 35 personas con depresión grave no tratada, quienes aceptaron probar lo que pensaron que era un nuevo fármaco para la depresión, que en realidad era un placebo, que posteriormente fue reemplazado por un medicamento real, ya aprobado para tratar el trastorno.

Los investigadores encontraron que los participantes que reportaron mejoras en los síntomas de depresión después de que se les administrara el placebo, también presentaron respuestas más fuertes del sistema mu-opioide (sistema “analgésico” natural del cerebro) en las regiones cerebrales involucradas en las emociones y la depresión. Además, estas personas presentaron mayores probabilidades de experimentar aún menos síntomas, una vez que recibieron los fármacos reales.

Éste estudio se realizó mediante el uso de Tomografías de Emisión de Positrones (TEP), escaneos, y una sustancia que se une a los receptores en las células cerebrales a las que se unen las moléculas mu-opioides.

Al principio, los participantes iniciaron el tratamiento sabiendo que no conocerían los detalles del estudio hasta el final. Durante dos semanas recibieron tratamiento con placebos, pero durante una de ellas, se les dijo que estaban tomando una sustancia que se creía que era capaz de activar los mecanismos internos y que podría tener propiedades antidepresivas. Al final de esa semana también se les realizó un escaneo cerebral y recibieron una inyección inofensiva de agua salada, de la que se les dijo que podría tener propiedades antidepresivas de acción rápida. Después de esas dos semanas y del escaneo, se les prescribió un antidepresivo real. Los participantes reportaron sus síntomas de depresión usando una escala de medición estándar a lo largo del estudio.

“Esta es la primera evidencia objetiva de que el propio sistema opioide del cerebro, involucrado en la respuesta tanto de los antidepresivos como de los placebos y en las variaciones de estas respuestas, está asociado con la variación en el alivio de los síntomas,” dijo la Dra. Marta Pecina, una de las autoras del trabajo, investigadora y profesora asistente en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Michigan, y miembro del Centro de Depresión de la misma Universidad.

El Dr. Jon-Kar Zubieta, autor principal del estudio, aporta un dato importante a tener en cuenta: él notó que el efecto placebo en este estudio no sólo provino de la creencia de los participantes de estar recibiendo el fármaco real, sino también del mero impacto de estar en un ambiente de tratamiento. Y sostiene que los resultados del estudio sugieren que hay personas que responden más a la intención de tratar su depresión, y en base a ello, además de la medicación, podrían verse más beneficiadas con la inclusión en tratamientos de psicoterapias o terapias cognitivas.

Los estudios que prueban los antidepresivos y los placebos sugieren que el 40% de la respuesta es debido al efecto placebo. Para los desarrolladores de los medicamentos, estas son tonterías; pero para los investigadores de placebos es muy llamativo, y quieren saber por qué sucede, y donde radica la diferencia con quienes no responden tan bien al efecto placebo.

Resultados

“Necesitamos descubrir cómo mejorar la resiliencia natural que algunas personas parecen tener,” dijo Jon-Kar Zubieta. Nuevos estudios deberían investigar cómo amplificar la respuesta natural del cerebro en nuevas formas, para mejorar el tratamiento de la depresión.

Los hallazgos también podrían ser de ayuda en el desarrollo y prueba de nuevos fármacos, al momento de corregir el efecto placebo que se mete en el camino de la medición del efecto real. “Podemos imaginar que al mejorar el efecto placebo, podríamos ser capaces de desarrollar mejores antidepresivos o de acción más rápida,” sostuvo la dra. Pecina.

Además, este estudio podría ayudar a identificar a los pacientes que podrían beneficiarse con estrategias no farmacológicas conocidas por ayudar a las personas que no obtienen alivio mediante los antidepresivos. Esto incluye la terapia electroconvulsiva, la estimulación cerebral profunda y la estimulación magnética transcraneal.

Fuente: Psypost



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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Adolescencia y provocación

  • 29/10/2015
  • Clotilde Sarrió

No hace mucho, navegando por la red de redes, me topé con una fotografía —la misma que ilustra este artículo— que me conmocionó profundamente. Invito al lector a que antes de seguir leyendo, contemple la imagen durante unos segundos y compruebe si al mirar la expresión de la niña que sostiene un cigarrillo en la mano, percibe en su mirada el mismo desafío que a mí me hizo estremecer al imaginar cual sería su reacción si me atreviera a recriminarla por la improcedencia de adoptar una pose tan adulta a su corta edad.

¡Que complicada es la adolescencia!

«¿No sería mejor fingir que no me he dado cuenta y dejar que la niña fume el cigarrillo si es lo que quiere; al fin y a la postre no es mi hija ni tampoco algo de mi incumbencia», pensé con recelo para que pasara de largo una responsabilidad que no me apetecía asumir, no por falta de convicción sobre la improcedencia de que la adolescente fumara sino por miedo a su reacción si llegaba a amonestarla.

Sin embargo, aunque la situación no fuera real y sólo estuviera elucubrando ante una fotografía, me incomodaba que la adolescente me mirara de un modo tan turbador: fijamente a los ojos, provocativamente y aparentemente con ganas –o tal vez la necesidad– de que me acercara a ella para reprobar su actitud.

Mi experiencia en el manejo del comportamiento en la adolescencia, me ha enseñado que en esta etapa del desarrollo se manifiesta una gran habilidad para el desafío, la seducción y también para alardear de una fingida valentía mientras el/la adolescente disimula su miedo ante las críticas que pueda recibir de sus mayores, unos reproches ante los que simulará una provocativa indiferencia que en realidad interiorizará con una ansiedad encubierta con poses de adulto tan falsas como su apática desgana por todo.

Adolescencia: entre el reto, el tanteo y la seguridad

Cuando se producen estas situaciones de reto y de tanteo por parte del adolescente, lo que en realidad pretenden estos jóvenes inexpertos es analizar cada situación, cada gesto del otro, cada dato procedente del ambiente y prever la reacción del adulto, así como evaluar que límites deberá respetar y cuales no podrá traspasar sin que suponga un peligro para él o para ella. Tal vez en este caso, la niña del cigarrillo sólo esté experimentando o recreándose en la fantasía de ser –o sentirse– mujer por un instante mientras en un recoveco de su subconsciente, la niña que aun no ha dejado de ser querrásentir la seguridad que percibía cuando jugaba con sus muñecas.

Termina de leer el artículo completo en Gestalt Valencia, el blog especializado de Clotilde Sarrió. 



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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La terapia para el insomnio ofrece beneficios en el tratamiento de otros trastornos

  • 29/10/2015
  • Maria Fernanda Alonso

Quienes sufren de insomnio presentan problemas consistentes ya sea en la calidad, duración o continuidad de sus patrones de sueño. Aun existiendo condiciones óptimas para dormir, tienen dificultades para conciliar el sueño o para mantenerlo. Y como si fuera poco, el insomnio puede ser un potenciador de otras enfermedades (desde un simple resfrío hasta una grave depresión), y a su vez puede verse potenciado por éstas.

Un estudio, publicado en JAMA Internal Medicine, sugiere que una terapia que mejore el sueño también reduce los síntomas de otras enfermedades que a menudo lo perturban.

Este estudio examinó el efecto de la Terapia Cognitivo Conductual para el Insomnio (TCC-I) en pacientes con serias enfermedades físicas y mentales. La TCC-I es el tratamiento no farmacológico más prominente para los trastornos del insomnio.  Debido a su gran desempeño en ensayos clínicos, la TCC-I es recomendada por la Academia Americana de la Medicina del Sueño como el tratamiento de primera línea para el insomnio.

La TCC-I trata el insomnio sin medicación, combinando buenas técnicas de higiene del sueño (ejercitarse regularmente, pero no muy cerca de la hora de dormir, y evitar el café y la ingesta de mucho alcohol al anochecer), con tiempos de vigilia más consistentes (establecer un horario regular para levantarse y atenerse a él, salir de la cama durante los periodos de vigilia, evitar comer, leer, mirar TV o actividades similares en la cama, y eliminar las siestas durante el día), técnicas de relajación y actitudes y pensamientos de sueño positivos. Varios ensayos clínicos (1, 2, 3) han mostrado que la TCC-I proporciona un buen o mejor alivio de los síntomas del insomnio, que las drogas prescriptas, con mejoras más durables en el sueño.

Resultados del estudio

Comparados con aquellos que no recibieron TCC-I, los pacientes que sí la recibieron incrementaron su tiempo de sueño en la cama en cerca de un 12%; se quedaron dormidos cerca de 25 minutos más rápido y disminuyeron la cantidad de tiempo despiertos durante la noche en alrededor de 45 minutos, según Jade Wu, autora principal del estudio y estudiante de doctorado en psicología de la Universidad de Boston.

El estudio también encontró que un poco más de uno de cada tres pacientes que recibieron TCC-I se recuperaron del insomnio, comparado con uno de cada seis en los grupos control que no recibieron TCC-I.

Al analizar datos de 2189 pacientes, recogidos de 37 ensayos clínicos al azar, los investigadores encontraron que la TCC-I también es útil para quienes padecen una enfermedad física o mental crónica: cuando el insomnio es tratado con TCC-I, los síntomas de otras enfermedades disminuyen también al menos un poco. Y así, por ejemplo, hallaron que este tratamiento redujo el uso de alcohol en alcohólicos, disminuyó síntomas de depresión, redujo la severidad de los síntomas del trastorno por estrés postraumático, alivió la fatiga en pacientes con cáncer de mamas y redujo el dolor crónico.

Los autores del estudio concluyeron que la TCC-I es eficaz para mejorar los síntomas del insomnio y los parámetros del sueño en pacientes con insomnio comórbido.

Fuente: New York Times



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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

(PDF) Guía de Aprendizaje Veloz para Científicos

  • 27/10/2015
  • Karemi Rodríguez Batista

Para llegar a ser un buen científico es necesario obtener un nivel de competencia óptimo en numerosos campos. Comunicación científica, redacción, análisis crítico, argumentación, creatividad… No se puede decir que sea sencillo, adquirir conocimientos de ámbitos totalmente distintos y que en muchas ocasiones te son desconocidos requiere de una gran cantidad de tiempo y dedicación.

Ahora bien, si tuviésemos una buena metodología podríamos reducir drásticamente el tiempo necesario y mejorar exponencialmente la calidad de nuestro desempeño a la hora de desarrollar una destreza. Tras un largo tiempo de introspección en el que he analizado mi forma de aprender en otros ámbitos y revisado muchos libros y artículos sobre aprendizaje veloz he creado este sistema que te permitirá desarrollar una competencia con una facilidad increíble. Lo que aprenderás en este pequeño libro será algo que recordarás para siempre y que podrás aplicar en cualquier ocasión que requiera de aprendizaje deliberado por tu parte.

Debo decir que no se trata de una metodología puramente objetiva, más bien está basada en lo que a mí me ha funcionado y que espero también pueda serte útil. Personalmente, y tras dejar patente por escrito este sistema pienso emplearlo para adquirir todas las habilidades que pueda necesitar en un futuro. Sin más, te sugiero que continúes leyendo si quieres cambiar tu forma de aprender de una vez por todas.

Queremos agradecer a Pedro Margolles García de NeoScientia por preparar este completo y muy útil material.

Descarga el material completo: Guía de Aprendizaje Veloz para Científicos

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La importancia de la comunicación con la pareja al afrontar problemas económicos

  • 27/10/2015
  • Maria Fernanda Alonso

Supermercado, ropa, combustible, impuestos, peajes, seguros, cable, internet, teléfono, escuela, libros, útiles escolares, deportes de los chicos, obra social… La lista de gastos es interminable, y pareciera hacerse aún más larga cuando el dinero es escaso.

Pediste a tus hijos y a tu pareja que reduzcan un poco los gastos porque necesitan ahorrar, pero te das cuenta que es necesario hacer mayores esfuerzos, porque la situación financiera es complicada, y la solución no será ni sencilla ni rápida. La cuestión te abruma, te supera, pero se supone que sos responsable de proveer para tu familia. Ya no sabés qué hacer, el estrés está impactando en todos los aspectos de tu vida, incluyendo tu relación de pareja. ¿Será que juntos pueden encontrar una manera de afrontar la situación que sea distinta a tener todo ese peso sobre tus hombros?

En un estudio, investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte examinaron técnicas que utilizan las parejas para superar las incertidumbres financieras, revelando cuáles son más eficaces tanto para resolver el problema como para mantener una comunicación saludable.

“Durante tiempos financieros duros, la comunicación puede ayudar a las personas a hacerles frente,” sostiene Lynsey Romo, profesora asistente de comunicación en la Universidad Estatal de Carolina del Norte y autora principal del estudio, en un comunicado de prensa.

Para conducir el estudio, Romo y un equipo de investigadores entrevistaron a 20 individuos, que estaban casados o vivían en pareja, durante la recesión económica. Cuando se trataba de asuntos financieros, los investigadores encontraron que la incertidumbre era el factor clave que determinaba las decisiones.

De acuerdo a la Teoría del Manejo de la Incertidumbre, las dudas son casi siempre vistas como negativas, llevando a los individuos a enfrentar la carga de no saber mediante la búsqueda activa de información o evitando  completamente una verdad dolorosa.  En todas estas instancias la comunicación fue esencial para tratar la incertidumbre, y cómo esta carga afectaría a la relación.

La mayoría de las parejas tenía tres estrategias generales ante la incertidumbre financiera: reducirla, mantenerla o adaptarse a ella.

Reducir la incertidumbre a través de la investigación del problema: los investigadores encontraron que ésta fue la técnica más común entre los participantes, que en su mayoría concebían que buscar información (ya sea en la web, o contratando un asesor financiero) sobre cómo rectificar su situación financiera, les daría una mejor idea sobre cómo seguir adelante. Otros encontraron beneficioso pedir el consejo de amigos o miembros de la familia, mientras que unos pocos trabajaron con la información que tenían de situaciones similares del pasado, cuando el dinero era escaso.

La mayoría encontró que la manera más sencilla de reducir la incertidumbre era a través de una buena charla con su pareja. Según los hallazgos del estudio, cuando los participantes eran capaces de hablar las cosas con sus parejas, resolvían mejor los problemas y evitaban posibles conflictos. Las técnicas de comunicación variaban desde apelar a la personalidad del otro, adoptar una mentalidad de equipo y delegar responsabilidades para afrontar las deudas como una unidad, entre otras.

Mantener la incertidumbre: Algunas parejas prefirieron evitar del todo el tema, absteniéndose de pensar o hablar sobre el estrés financiero. Otros participantes evadieron sus problemas enfocándose en su lugar en las cosas positivas de la vida.

Adaptarse a la incertidumbre: Los investigadores dijeron que ésta técnica era similar a los mecanismos de afrontamiento de las personas con una enfermedad crónica. En lugar de preocuparse por cuestiones que no podían controlar, los participantes las aceptaron como una parte de la vida, y tomaron las cosas paso a paso. Algunos recurrieron a la religión y a la espiritualidad en busca de orientación, otros simplemente decidieron hacer frente al problema un día a la vez, como estrategia para reducir el estrés y restaurar el sentido de balance en sus vidas.

Los problemas más comunes

Demasiada información o la falta de información suficiente hicieron que las presiones financieras sean difíciles de discutir entre las parejas, lo que llevó a conflictos. Romo dijo que esto tiene mucho que ver con no aprender sobre finanzas desde jóvenes. Cuando la información financiera no se comparte con los niños, como sucede a menudo, ellos tienen más dificultades para hablar sobre esos asuntos en la edad adulta.

Algunos simplemente no querían hablar de finanzas con sus parejas. Otros no estaban cómodos con las conversaciones sobre dinero o les faltaba información sobre el asunto. Los problemas de comunicación también fueron producto de la falta de coincidencia en el tiempo libre, por tener las parejas horarios muy distintos.

La conversación es una herramienta vital para el funcionamiento de una relación. Romo y su equipo sintieron que este estudio resaltó cuán importante es la “alfabetización financiera” -entendimiento acabado de las cuestiones financieras y cómo discutirlas- dentro del contexto de las relaciones. Y concluyó: “buscar información, hablar sobre el dinero con tu pareja, trabajar como un equipo, y alfabetizarse financieramente puede reducir la incertidumbre – y el estrés conexo que puede causar en una relación.”

Fuente: Medicaldaily



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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Inteligencia vs actitud: ¿cual es más importante?

  • 26/10/2015
  • Maria Fernanda Alonso

En el camino hacia la realización personal podemos enfrentar muchos obstáculos. Quizás uno de los más grandes, constantes y nocivos sea nuestra propia reacción ante un resultado inesperado o una situación no prevista. Puede pasar que no consigas la pasantía o el trabajo que tanto querés y para el que te venís preparando desde hace años, o que sientas que tus esfuerzos son en vano porque de todos modos van a ascender a otro. Cómo afrontamos estas situaciones puede ser un gran predictor de nuestro desempeño.

Las actitudes básicas de las personas pueden encuadrar en una de dos categorías: una mentalidad fija o una mentalidad de crecimiento, según la psicóloga Carol Dweck de la Universidad de Stanford, quien se refiere a la inteligencia como una cualidad que puede ser mejorada a través del esfuerzo persistente. Mientras los que tienen mentalidad fija piensan que el éxito es una capacidad innata e inmutable (“sos lo que sos y no podés cambiarlo”, lo cual es un problema cuando enfrentan un desafío ya que todo lo que parezca ser más de lo que pueden manejar está destinado a hacerlos sentir desahuciados y abrumados), las personas con mentalidad de crecimiento implícitamente ven a la inteligencia como algo para perfeccionar. Como resultado, les importa menos aparentar inteligencia y fácilmente coquetean con el fracaso, siendo ésta una actitud que los prepara para el éxito. Ellos se desempeñan mejor que aquellos con una mentalidad fija, incluso cuando tienen un CI inferior porque aceptan los desafíos, tratándolos como oportunidades para aprender algo nuevo.

Según Dweck, el modo en que se manejan los desafíos y las caídas es un factor decisivo en la vida, y el éxito se define según cómo se afronten los fracasos. Una persona con mentalidad de crecimiento consideraría al fracaso como información, es decir, como algo que no funcionó y que, por lo tanto, se debe intentar otra cosa para avanzar.

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Todos podemos desarrollar una mentalidad de crecimiento, sin importar en cuál nos encuadramos actualmente. El Dr. Travis Bradberry comparte una serie de estrategias para ayudarnos a orientar nuestra mentalidad hacia el crecimiento tanto como podamos:

No te quedes desahuciado

Cómo reaccionamos cuando nos sentimos desesperanzados es muy importante. Hay dos posibilidades: aprendemos del fracaso y avanzamos o dejamos que nos hunda. Las personas con mentalidad de crecimiento no se sienten desahuciadas porque saben que para ser exitosas necesitan estar dispuestas a fallar y después volver a intentar.

Se apasionado

Siempre va a haber alguien que sea más talentoso que vos naturalmente, pero podés cubrir la falta de talento con pasión. Las personas empoderadas persiguen sus pasiones implacablemente. Warren Buffett recomienda que encuentres tus verdaderas pasiones usando lo que él llama la “técnica 5/25”: escribí las 25 cosas que más te importan. Después, tachá las últimas 20. Las 5 remanente son tus verdaderas pasiones. Todo lo demás son distracciones.

Actúa

Las personas con mentalidad de crecimiento pueden sobreponerse a sus miedos, no porque sean más valientes que los demás, sino porque saben que el miedo y la ansiedad son emociones paralizantes, y que la mejor manera de sobreponerse a la parálisis es tomar acción. Saben que no existe un momento perfecto para avanzar y que por tanto no tiene sentido esperar por uno. Tomar acción convierte todas tus preocupaciones sobre el fracaso en energía positiva y enfocada.

Y después, seguí avanzando

Da lo mejor, incluso en tu peor día. Exigite un poco más. Derribá los límites que te autoimpusiste, sobrepasalos. Mejorá un poquito más cada día.

Esperá resultados

Las personas con mentalidad de crecimiento saben que fallarán de vez en cuando, pero no dejan que eso les impida esperar resultados. Esperar resultados te mantiene motivado y alimenta el ciclo del empoderamiento. Después de todo, si no pensás que vas a lograrlo, ¿para qué molestarse?

Se flexible

Todos nos encontramos con adversidades que no habíamos anticipado. Quienes tienen una mentalidad orientada al crecimiento aceptan la adversidad como un medio para mejorar, como opuesta a algo que los detiene. Cuando ocurre una situación inesperada, las personas empoderadas son flexibles hasta que obtienen los resultados.

No te quejes cuando las cosas no salen como querías

Quejarse es una señal obvia de una mentalidad fija. Una mentalidad de crecimiento busca oportunidades en todo.

Haz un seguimiento

Al hacer un seguimiento sobre cómo respondés ante las pequeñas cosas, podés trabajar diariamente en mantener tu mentalidad orientada al crecimiento.

Quedarse inmerso en la frustración no resolverá nada, por el contrario, hará las cosas peores. Reevaluar la situación y tomar acción son los primeros pasos para volver a encaminarse hacia el objetivo, aunque éste haya tenido que variar.

Artículo relacionado: Estudiar inteligentemente: 8 estrategias activas de estudio.

Fuente: Business Insider



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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Las diferencias entre la psicopedagogía y la psicología – Psicocode

  • 23/10/2015
  • David Aparicio

Aveces pareciera ser que la línea entre la psicopedagogía y la psicología no es muy clara. ¿Qué hace el psicopedagogo? ¿Sólo trata a niños?. El Blog Psicocode nos ofrece una explicación precisa de cúal es la función de la psicopedagogía, dónde te puedes formar (si vives en España) y por último enumera la salida laboral de esta profesión.

(…) la Psicopedagogía se centra específicamente en los problemas de aprendizaje tanto de niños, adolescentes o adultos, mientras que la Psicología tiene como objeto de estudio la conducta en general. Existe una tendencia a centrar el trabajo del Psicopedagogo en los niños, sin embargo ésta es una extrapolación reduccionista derivada del importante periodo de aprendizaje que se da en la niñez.

Puedes leer el artículo completo en Psicocode.



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