Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS
Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS

Publicaciones por etiqueta

Coronavirus

102 Publicaciones
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Grupo más vulnerable a experimentar fatiga después de sufrir COVID-19

  • Alejandra Alonso
  • 18/11/2020

Una nueva investigación buscó establecer si pacientes recuperados de una infección por SARS-CoV-2 continuaban experimentando fatiga luego de la recuperación física.

¿Por qué es importante?

Uno de los síntomas que más nombran las personas infectadas con COVID-19 es la fatiga. Las consecuencias del COVID-19 no han sido bien estudiadas todavía y se cree que entre sus consecuencias podría encontrarse una sensación duradera de fatiga.

Metodología

El grupo de científicos rastreó la fatiga junto con otras características de los pacientes, como severidad de la enfermedad, condiciones previas, marcadores de laboratorio y niveles de marcadores de inflamación.

Contaron con la participación de 128 sujetos previamente infectados con SARS-CoV-2, del St. James Hospital en Dublín. El 54% eran mujeres y la edad promedio era de 49.5 años. Adicionalmente, un 55.5% de la muestra había sido admitido al hospital, mientras que el resto eran pacientes ambulatorios. Se les aplicó la Escala de Fatiga Chalder (CFQ-11).

Resultados

El 52.3% de los participantes cumplió los criterios para fatiga en el momento de evaluación (al menos 6 semanas después de la recuperación). El 42.2% reportó sentir que habían vuelto a la normalidad.

No se observó relación entre los sentimientos de fatiga y la severidad de la enfermedad, la necesidad de ser admitido al hospital o los marcadores de inflamación.

Los autores hallaron que, dentro del grupo que reportaba fatiga severa, era más común el sexo femenino y un historial de ansiedad o depresión.

Limitaciones

  1. La muestra estaba compuesta predominantemente de irlandeses, blancos.
  2. Los pacientes fueron evaluados en un solo momento, sin continuar el seguimiento.

Referencia del estudio: Liam Townsend, Adam H. Dyer, Karen Jones, Jean Dunne, Aoife Mooney, Fiona Gaffney, Laura O’Connor, Deirdre Leavy, Kate O’Brien, Joanne Dowds, Jamie A. Sugrue, David Hopkins, Ignacio Martin-Loeches, Cliona Ni Cheallaigh, Parthiban Nadarajan, Anne Marie McLaughlin, Nollaig M. Bourke, Colm Bergin, Cliona O’Farrelly, Ciaran Bannan, Niall Conlon. Persistent fatigue following SARS-CoV-2 infection is common and independent of severity of initial infection. PLOS ONE, 2020; 15 (11): e0240784 DOI: 10.1371/journal.pone.0240784

Fuente: Science Daily

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

  • Artículos Recomendados de la Web

11 datos de la vacuna de Pfizer contra el COVID-19

  • David Aparicio
  • 16/11/2020

Hay mucha expectativa sobre la nueva vacuna contra el COVID que fue desarrollada por Pfizer y BioNTech. La mayor parte de la información está disponible en revistas científicas, que utilizan un lenguaje especializado y un poco complicado para la población general. Para hacer la información más digerible, The New York Times ha resumido 11 puntos centrales con todo lo que se necesita saber.

El primer punto: Los resultados de las pruebas de efectividad

En julio, Pfizer y BioNTech iniciaron un ensayo clínico en la última etapa de una vacuna contra el coronavirus. La mitad de las personas recibieron la vacuna, mientras que la otra mitad recibió un placebo de agua salada. Las compañías esperaron a que la gente se enfermara para determinar si la vacuna ofrecía alguna protección.

Hasta ahora, 94 participantes de casi 44.000 se han enfermado de COVID-19. Una junta independiente de expertos analizó cuántas de esas personas recibieron la vacuna y cuántas el placebo. Ese análisis temprano sugiere que la vacuna tiene una eficacia superior al 90 por ciento.

Como es habitual en los ensayos clínicos, los datos fueron “cegados”, lo que significa que nadie, excepto la junta independiente —ni los voluntarios, ni los médicos, ni los altos ejecutivos de la compañía— sabe cuántas de las 94 personas enfermas por el virus recibieron la vacuna o el placebo. Sin embargo, dado que se estima que la vacuna tiene una efectividad superior al 90 por ciento, podemos asumir con seguridad que muy pocas personas que fueron vacunadas se enfermaron de COVID-19.

Lee el artículo completo en The New York Times.

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

  • Salud Mental y Tratamientos

El trauma psicológico es la próxima crisis traída por el coronavirus para los trabajadores de salud

  • Alejandra Alonso
  • 02/11/2020

La medicina es una profesión estresante en circunstancias normales. Las demandas físicas, la presión psicológica y los procesos laborales inefectivos pueden llevar a una persona al burnout (condición que afecta a un gran porcentaje de médicos). Esto muchas veces se observa en la forma en que atienden a los pacientes y en un aumento de las probabilidades de renunciar al trabajo. Sin embargo, lo vivido actualmente con el coronavirus parece no poder definirse solamente con el burnout.

Aunque la pandemia ha afectado a la sociedad en general, los trabajadores de la salud están poniéndose al hombro la carga de una falta sistemática de preparación. Las respuestas dadas por el gobierno de muchos países ha resultado en una amplia propagación del virus. Muchos hospitales que ya luchaban con pobres suministros e infraestructura insuficiente, se vieron rápidamente superados por la situación. La demanda mundial de equipos de protección personal y ventiladores hizo que estos suministros cruciales escaseen. Las reservas de reserva demostraron ser demasiado pequeñas y los esfuerzos para reforzar los suministros no estaban coordinados o, peor aún, obligaron a los hospitales y jurisdicciones a competir entre sí. Ahora, en muchos lugares, las salas de emergencias en las áreas más afectadas luchan por mantenerse al día con una avalancha de pacientes críticamente enfermos. El personal de hospitales inquietantemente silenciosos en otros lugares observa y se pregunta si serán los siguientes en ser abrumador por el virus. Las enfermeras facilitan las llamadas telefónicas finales entre los moribundos y sus seres queridos a quienes se les prohíbe la entrada. Durante estos meses hemos visto morgues que se desbordan y camiones refrigerados utilizados para albergar los cuerpos.

Muchos hospitales que ya luchaban con pobres suministros e infraestructura insuficiente, se vieron rápidamente superados por la situación

La cantidad de personas enfermas en algunos lugares, azota al personal de salud como si fuera un maremoto. Apoyarse en una incertidumbre extrema durante semanas y meses podría tener un impacto significativo en su bienestar mental. Más que cualquier otro grupo, corren el riesgo de enfermarse por la exposición constante al SARS-CoV-2. Cientos de médicos han muerto en todo el mundo. A muchos les preocupa transmitir la enfermedad a sus pacientes y seres queridos; jóvenes médicos residentes se están aconsejando unos a otros que redacten testamentos en vida. En todo el mundo, muchos médicos que se han pronunciado sobre la escasez de recursos o han compartido sus experiencias han sido reprendidos o despedidos por sus instituciones. Algunos expertos predicen que, en conjunto, estos efectos traumáticos de la pandemia repercutirán mucho después de que se contenga el virus.

Pueden darse situaciones realmente difíciles cuando el aspecto comercial de la atención médica obstaculiza la capacidad de un médico para atender a los pacientes; por ejemplo, si no hay suficientes ventiladores para la cantidad de pacientes con COVID-19 que los necesitan. Los médicos no están acostumbrados a realizar un triaje, a elegir quién recibe apoyo vital y quién no. Los estudios en soldados sugieren que el daño moral (término prestado de los militares que se refiere a hacer algo que va en contra de sus más profundas creencias morales) impide el funcionamiento emocional, psicológico y social normal y, a menudo, se observa en personas con trastorno de estrés postraumático.

No será fácil predecir el costo emocional del COVID-19. Joshua Morganstein, presidente del Comité de Dimensiones Psiquiátricas de Desastres Naturales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, hace una comparación interesante: durante un desastre natural, los profesionales médicos a menudo brindan atención después de que la amenaza inmediata ha pasado, y esos proveedores pueden irse a casa y relajarse al final de un día inquietante. Cuando te preocupa llevarte el desastre a casa, ningún lugar es seguro. Los trabajadores de la salud están lidiando con la agitación de la vida social y económica junto con el resto de nosotros; están expuestos al ruido constante de malas noticias. Algunos están ignorando la cobertura del coronavirus como mecanismo de supervivencia.

Muchos expertos creen que lo que observaremos probablemente sea el desarrollo de altas tasas de ansiedad, depresión, problemas de uso de sustancias, estrés agudo y, finalmente, estrés postraumático, como resultado de lo que se está experimentando en el frente de la pandemia. Una preocupación más se suma a todo esto: debido a que este evento no tiene precedentes, a muchos les preocupa que los daños psicológicos tampoco lo tengan.

 Lo que observaremos probablemente sea el desarrollo de altas tasas de ansiedad, depresión, problemas de uso de sustancias, estrés agudo y, finalmente, estrés postraumático

Instituciones como UNC Health en Carolina del Norte han ampliado las opciones de terapia para proveedores con telesalud y proveen una programación más flexible, así como también el establecimiento de una línea directa de apoyo. En el Reino Unido, el Grupo de Trabajo de Respuesta al Trauma de COVID proporciona orientación, basada en la investigación de la psicología del trauma, para intervenciones proactivas. El apoyo adecuado puede incluso fomentar la resiliencia.

Si bien estos esfuerzos son un comienzo, el apoyo ampliado de salud mental debe ser continuo y de amplio alcance. La teleterapia, las aplicaciones de meditación y otros servicios de salud virtual ya han logrado avances en la población en general en los últimos meses, muchos terapeutas lo ven como una herramienta crucial para llegar a los trabajadores de la salud también.

En ciudades de todo el mundo, las personas encerradas se han reunido en sus ventanas para aplaudir y animar a los trabajadores esenciales todas las noches. Muchos restaurantes locales envían un flujo constante de comida al hospital. Todo acto de amabilidad y agradecimiento ayuda. Pero solo llega hasta cierto punto para protegerlos de la angustia mental. Los profesionales de la salud necesitarán tiempo para procesar y sanar. Cuando finalice la crisis médica aguda, podría surgir una crisis de salud mental. Esta vez tenemos que estar preparados.

Fuente: Scientific American

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Las mujeres habrían sufrido más detrimento que los hombres en la calidad del sueño, por la pandemia de COVID-19

  • Maria Fernanda Alonso
  • 16/10/2020

El sueño, su duración y calidad son de vital importancia para la salud mental y física, así como para el rendimiento que cada persona puede tener a lo largo de su día. No sólo influye en los estados de ánimo, sino que cuando se experimenta descanso deficiente, de poca duración, por un periodo prolongado, puede alcanzar un estado patológico. Naturalmente, existen factores con capacidad para perturbar el sueño y descanso, como son el estrés y la angustia vividos por cada sujeto. Hoy por hoy, al estrés cotidiano, su le suman las preocupaciones derivadas de la pandemia por coronavirus que abruma al mundo entero.

¿Por qué es importante?

Para hacer frente a virus, infecciones, enfermedades y afecciones de la salud física en general, nuestros cuerpos se valen de sistemas inmunológicos que trabajan en perfecta coordinación con las demás funciones vitales. Su correcto funcionamiento se halla estrechamente relacionado a un factor fundamental para los humanos: el sueño. El descanso que apareja el sueño contribuye significativamente a la capacidad de recuperación física (incluyendo la función inmune) y al bienestar psicológico (impacta, por ejemplo, en el estado de ánimo y la resistencia al estrés).

Investigadores han encontrado que, dentro de los grupos más afectados por problemas del sueño en virtud de la pandemia (ya sea sueño deficiente, de escasa calidad o insomnio), se hallan las personas que trabajan desde sus casas, y los profesionales sanitarios. Su suman a estos datos los resultados de un nuevo estudio según el cual las mujeres se han visto afectadas de forma más negativa que los hombres en cuanto al sueño en el contexto de la crisis por coronavirus (Barrett, 2020).

La profesora Deirdre Barrett, autora del estudio, ha dedicado parte de su carrera a estudiar el sueño en periodos de crísis, como fue el caso de los estadounidenses después del 11 de septiembre, los kuwaitíes después de la ocupación iraquí, e incluso estudió el sueño de personas en un campo de prisioneros de guerra nazi.

Metodología

Para su estudio, fue realizada una encuesta online entre el 23 de marzo y el 15 de julio. Se pidió a los 2.888 participantes que contaran sus sueños sobre la pandemia. La investigadora usó un programa de análisis de texto llamado “Investigación lingüística y conteo de palabras” para cuantificar seis temas de sueños: emociones positivas, emociones negativas, ansiedad, ira, tristeza, procesos biológicos, cuerpo, salud y muerte; y luego comparó los resultados con una base de datos de sueños de antes de la pandemia.

Hallazgos

Señala Barrett que la mayor diferencia entre los sueños pandémicos y prepandémicos fueron los temas relacionados con la muerte, que fueron tres veces más altos en los sueños pandémicos.

En cuanto a las diferencias por género, la autora encontró que:

  • En general, las mujeres mostraron tasas significativamente más bajas de emociones positivas y niveles más altos de ansiedad, tristeza, ira y referencias a procesos biológicos, salud y muerte en sus sueños pandémicos en comparación con los sueños prepandémicos.
  • Los sueños pandémicos de los hombres, por otro lado, mostraron niveles ligeramente más altos de emociones negativas, ansiedad y muerte que en los sueños prepandémicos, pero los efectos fueron menos pronunciados que para las mujeres.

Los sueños tanto de hombres como de mujeres reflejan mucho miedo y más referencias a la enfermedad y la muerte que en tiempos normales, explica la investigadora. Sin embargo, estos efectos son aún más pronunciados para las mujeres, que también tienen más tristeza, enojo y otros temas corporales desagradables que no son significativos para los hombres.

Señala también que el aumento de la ansiedad y las referencias a la muerte son similares a otras crisis que estudió con anterioridad, pero la enfermedad hace referencia más específica a la pandemia.

Limitaciones

Esta investigación contó con un análisis de datos internacionales, ni por períodos de tiempo dentro del lapso de la pandemia. Su encuesta continúa con el plan de ser utilizada para comparar emociones y temas desde el inicio, la mitad y el final de la pandemia.

Finalmente, la autora señala que ha podido observar que en los últimos tres meses los sueños han progresado desde representaciones aterradoras de la misteriosa nueva amenaza a la impaciencia con las restricciones a más miedo nuevamente a medida que el mundo comienza a reabrirse. A su vez, los sueños han comenzado a considerar cómo puede cambiar la sociedad.

Referencia bibliográfica: Barrett, D. (2020). Dreams about COVID-19 versus normative dreams: Trends by gender. En Dreaming (Vol. 30, Número 3, pp. 216-221). https://doi.org/10.1037/drm0000149

Fuente: Psypost

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

  • Artículos de opinión (Op-ed)

Infobae usa un título tendencioso para referirse a las recomendaciones de la OMS sobre la cuarentena

  • David Aparicio
  • 14/10/2020

Hace dos días el popular medio digital Infobae publicó una nota titulada: La OMS pidió ahora evitar las cuarentenas como método principal para controlar el avance del coronavirus. El titulo del artículo da a entender que la OMS presentó un informe que se opone a las cuarentenas, cuando en realidad (1) es una declaración de David Nabarro, asesor de la OMS, no una declaración de la institución como tal; y (2) básicamente es lo mismo que ha dicho la OMS desde inicios de la pandemia. Para muestra solo hay que leer la declaración del 25 de marzo del director general de la OMS, de Tedros Adhanom Ghebreyesus, para entender que las cuarentenas no son soluciones sostenibles para acabar con la pandemia:

Pedir a la población que se quede en casa y suspender su circulación permite ganar tiempo y rebajar la presión sobre los sistemas de salud.

Pero estas medidas no acabarán, por sí solas, con la epidemia.

El objetivo de estas acciones es que se adopten medidas más precisas y específicas para detener la transmisión y salvar vidas.

Pedimos a todos los países que están aplicando las medidas llamadas de «confinamiento» que aprovechen este tiempo para atacar al virus.

Nótese que dijo que la cuarentena no acabará por sí sola la epidemia (en ese momento se hablaba de epidemia) y que el objetivo es preparar acciones más eficaces para salvar vidas.

Infobae no es el único medio que publicó la nota de esa manera y en Estados Unidos, el presidente Donald Trump, aprovechó el 12 de octubre para escribir en su cuenta de Twitter que “la OMS le dio la razón”.

Para aclarar la situación la OMS publicó un hilo en Twitter donde resalta que las cuarentenas no son soluciones sostenibles debido al impacto social, económico y de salud general que pueda acarrear. Pero en momentos muy difíciles pueden ser estrategias necesarias.

Así también el director general de la OMS refutó las ideas que hay que darle rienda suelta al coronavirus para generar la inmunidad de rebaño, y que se deben combinar diferentes estrategias de prevención y tratamiento:

Permitir que un virus peligroso cuyos mecanismos no conocemos cabalmente circule sin control es algo contrario a la ética. Esa no es una opción.

Sin embargo, tenemos muchas opciones. Hay muchas cosas que los países pueden hacer y están haciendo para controlar la transmisión y salvar vidas.

No es una elección entre dejar que el virus circule libremente o paralizar nuestras sociedades.

Este virus se transmite principalmente entre personas que tienen contacto cercano, y ocasiona brotes controlables mediante la aplicación de medidas específicas.


Creo que David Nabarro tiene razón al argumentar que las cuarentenas muy prologadas han sido devastadoras para los países más pobres. También estoy de acuerdo con que no puede haber salud sin economía. No podemos elegir una o la otra, como algunos argumentan.

El problema no está en sus argumentos. El problema está en el titulo que eligió Infobae para presentar la noticia. Cualquier editor, por muy malo que fuese, se habría dado cuenta de la imprecisión del titulo. Así que realmente me cuesta pensar que fue un desliz de edición. En estos momentos es muy importante que los medios, especialmente los de gran alcance, sean muy cuidadosos en la manera en que presentan las noticias y que recuerden que este tipo titulares solo generan más daño.

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Traducción al español y validación de una medida breve de ansiedad por el COVID-19 en estudiantes de ciencias de la salud

  • David Aparicio
  • 30/09/2020
a man in red shirt covering his face

Introducción y Objetivos: El COVID-19 ha generado consecuencias negativas para la salud mental de las personas. Este es el caso del Perú, uno de los países latinoamericanos más afectados por la pandemia. En este sentido, el objetivo del estudio fue traducir y validar la Coronavirus Anxiety Scale (CAS) al español.

Material y Método: Los participantes fueron 704 estudiantes universitarios de ciencias de la salud (Medad = 23.39 años, DE = 3.45) a quienes se les administró el CAS en español, el Mental Health Inventory-5 y el Patient Health Questionnaire-2 item. El CAS se tradujo al español mediante el método hacia adelante y hacia atrás. Se examinaron la fiabilidad y las evidencias de validez basada en la estructura interna y relación con otras variables.

Resultados: El análisis factorial confirmó la estructura factorial unidimensional del CAS (χ2 = 7.62, gl = 5, p = .18, χ²/df = 1.52, CFI = .99, RMSEA = .03 90% CI .00, .06; SRMR = .02, WRMR = .52); además las cargas factoriales fueron grandes y significativas (de .68 a .87). Los cinco ítems del CAS mostraron correlaciones ítems test total corregido aceptables (de .64 a .74). La confiabilidad por consistencia interna fue buena (ω = 0.89; αordinal= 0.89). La evidencia de validez en base a la relación con otras variables del CAS fue respaldada por la correlación positiva con la depresión (r = .52, p <.01) y negativa con el bienestar subjetivo (r = -.50, p <.01). Además, la depresión media la relación entre la ansiedad por el COVID-19 y el bienestar subjetivo (valor bootstrap = – .24, IC 95% = – .28, – .20).

Conclusión: La versión en español del CAS posee evidencias de validez y confiabilidad para medir la ansiedad por el COVID-19 en una muestra de universitarios peruanos.

Descarga el artículo completo en formato PDF.

Autores: TomásCaycho-Rodríguez, MiguelBarboza-Palomino, JoséVentura-León, CarlosCarbajal-León, MartínNoé-Grijlava, MiguelGallegos, MarioReyes-Bossio, AndreaVivanco-Vidal.

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

  • Artículos Recomendados de la Web

España: Medidas acordadas por el ministerio de educación para el retorno a las aulas

  • David Aparicio
  • 28/08/2020

Emilio Sánchez Hidalgo compartió en El País, las principales medidas definidas por el gobierno de España para iniciar el regreso a la escuela de los niños y adolescentes. La lista es amplia y parece bastante difícil de controlar. Todavía no sabemos qué tan efectivas son en el entorno escolar, pero nos da una idea de las posibles medidas que se implementarán en los países que no han abierto sus escuelas:

  • Las mascarillas serán obligatorias de forma general a partir de los seis años, independientemente de que se pueda respetar la distancia de seguridad.
  • También serán obligatorias en transporte escolar a partir de los seis años. Además, se recomienda su uso en niños de tres a cinco años en esos trayectos. Cada niño tendrá asignado un sitio fijo en el autobús.
  • La distancia física de referencia entre alumnos será un metro y medio.
  • Se tomará la temperatura antes de empezar la jornada lectiva a cada alumno y profesor. «En caso de que se realice en el centro educativo, este dispondrá la forma de llevarlo a cabo evitando en todo caso aglomeraciones y asegurando el mantenimiento de la distancia mínima interpersonal», indica Sanidad en una nota de prensa. «Los centros educativos pueden establecer mecanismos para la identificación de síntomas en los alumnos a la entrada al mismo o una declaración responsable de los progenitores», añade el departamento.
  • Los alumnos se lavarán las manos de forma «frecuente y rigurosa», según Celaá, al menos cinco veces al día.
  • Las clases serán ventiladas muy frecuentemente, al menos, ha dicho Illa, antes y después de cada clase, en el recreo y al final del día. Si es posible, el ministro de Sanidad anima a dejar las ventanas abiertas toda la jornada lectiva.
  • Se intensificará la limpieza de los centros, en especial en los baños y en los lugares de mayor uso.
  • En cada centro habrá una persona responsable de controlar que se cumplen los protocolos sobre la pandemia y que actúe ante la aparición de contagios.
  • Se organizarán grupos de convivencia estable, los llamados grupos burbuja (que limitan los contactos con otras clases). Este tipo de grupos se fomentarán en educación infantil y en el primer ciclo de educación primaria, es decir, hasta segundo de primaria. Estos niños no tendrán que mantener la distancia de seguridad. Asimismo, en los cursos posteriores se recomienda organizar al alumnado en grupos burbuja en la medida de lo posible.
  • Sanidad y Educación piden que se eviten las actividades en el centro educativo que impliquen la mezcla de alumnado de diferentes grupos de convivencia o clases en las que no se pueda mantener la distancia de un metro y medio. «Se minimizará el contacto entre clases» todo lo posible en cursos posteriores, según ha dicho Illa.

La lista continua, para leerla completa visita la página del El País.

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

  • Artículos Recomendados de la Web

Rabietas y berrinches de los niños en tiempos de pandemia

  • David Aparicio
  • 26/08/2020

Buena respuesta de la psicopedagoga María José Lladó:

Los niños menores de seis años necesitan sobre todo sentirse seguros y protegidos dentro y fuera de la familia. “Las emociones de los niños más pequeños se convierten en sentimientos y se basan en las necesidades del momento y por ello es importante que los adultos sepan qué es lo que necesitan sus hijos para ofrecérselo y crearles sensación de seguridad. Para poder ayudar a los niños a gestionar sus emociones, hay que entenderlos y saber cuáles son sus necesidades reales, además de aceptar sus miedos. Los referentes para los niños son los que observan en los padres, los medios de comunicación o la sociedad y en estos tiempos es en ellos donde buscan protección, seguridad y confianza”, explica María José Lladó, psicopedagoga del centro Acimut Bienestar.

Las situaciones de rabietas, expresión de cólera, ira o agresividad en los niños esconden detrás “miedo y necesidades insatisfechas. Todo ello se puede manejar y gestionar, sobre todo con los niños más pequeños, ofreciéndoles amor y seguridad. Pero si tenemos la televisión puesta en casa todo el rato y los niños escuchan a todas horas lo peligroso que es el mundo, pueden tener alteraciones del sueño, pesadillas, terrores nocturnos, eneuresis o incontinencia urinaria nocturna y problemas de piel, como eccemas o picores. Por eso es importante que los adultos sean un filtro sobre lo que se ve y escucha en casa, ya que así se evitará que el niño tenga miedo a salir a la calle o descontrol emocional que derive en situaciones como las rabietas”, añade Lladó.

Lee el artículo completo en El País.

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

  • Artículos Recomendados de la Web

La gente le cree más a Youtube que a los médicos que combaten el coronavirus

  • David Aparicio
  • 20/08/2020

Adam Satariano escribe un reportaje para The New York Times que describe la lucha que tienen los medicos ante la catarata de publicaciones falsas y pseudocientíficas que aparecen en las redes sociales:

Los doctores aseguran que por lo regular los pacientes se resisten a sus consejos, pues tienen una mayor inclinación a creer lo que leen en Facebook que lo que les dicen los profesionales de la salud. Según los doctores, las mentiras han afectado las iniciativas para que la gente use mascarillas y han alimentado la idea de que la gravedad de la enfermedad es exagerada. De acuerdo con algunos doctores, enfrentan abusos cuando participan en debates en línea para aclarar el asunto.

Muchos creen que el efecto de la información falsa es muy pequeño. Bueno, lee esto:

“Esto ya no es una observación anecdótica que algunos doctores han hecho de manera individual”, dijo Daniel Allington, profesor titular de King’s College de Londres y coautor de un estudio reciente en el cual se descubrió que había una mayor probabilidad de que la gente que obtiene sus noticias en línea, en vez de hacerlo de la radio o la televisión, creyera en teorías conspirativas y no siguiera los lineamientos de salud pública. “Es un patrón estadísticamente significativo que podemos observar en un muestreo grande”.

Un internista de Nueva York atendió en mayo a un paciente que vomitaba por haber tomado una mezcla de cloro como parte de una cura falsa contra el virus que había encontrado en YouTube.

Las redes sociales no están controlando efectivamente la información falsa. Y, en realidad, estos temas son la gasolina que mueve el motor de las redes sociales: los algoritmos. La respuesta de Facebook:

Las redes dicen que están controlando la información falsa, pero no es suficiente: “Hemos sido agresivos al momento de eliminar aseveraciones falsas y perjudiciales, y de dirigir a la gente hacia información acreditada”, aseguró Facebook en un comunicado. La empresa, la cual sostuvo una llamada con médicos en junio para conocer sus inquietudes, dijo que había eliminado más de siete millones de artículos de desinformación sobre el virus y había agregado etiquetas de advertencia a millones más.

YouTube:

YouTube señaló que estaba “comprometida con proporcionar información útil y oportuna sobre la COVID-19” y había eliminado más de 200.000 videos engañosos o peligrosos.

El artículo se concentró en Estados Unidos y Reino Unido. Pero no tocó ni por encima las cadenas de Whatsapp (propiedad de Facebook, no lo olviden) tan populares en Latinoamérica que se envían todos los días llenas de información falsa y remedios homeopáticos que prometen curar y proteger a la gente del coronavirus. Lee el artículo completo en The New York Times en español.

¿Qué se puede hacer?

Es probable que si encuentras un debate con información falsa sobre el coronavirus, tu primer impulso sea intentar refutarlos con los datos científicos. Detente. No lo hagas. Al contestarle solo ayudarás a que el algoritmo de las redes sociales lo promocione y alcance a más persona que piensan exactamente igual. No participes en esos comentarios ni debates. Mejor prepara una publicación a parte que explique los peligros de la información falsa. Si estás con tu familia o amigos, no inicies debates estériles. Mejor intenta escuchar las preocupaciones y miedos de las personas sobre el coronavirus y luego explica, con ejemplos, cómo la ciencia nos ha ayudado a afrontar las pandemia en el pasado y cómo hemos salido adelante.

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Coronavirus: posible aumento de trastornos de ansiedad y estado de ánimo postparto

  • Alejandra Alonso
  • 12/08/2020

La depresión postparto y el amplio grupo de condiciones de salud mental materna, llamados trastornos de ansiedad y estado de ánimo perinatal, son causados por factores neurobiológicos y estresores ambientales. El embarazo y el período postparto de por sí son momentos de gran vulnerabilidad para las mujeres, debido en parte a fluctuaciones hormonales y privación de sueño. Actualmente, el miedo relacionado a la salud del bebé y las consecuencias de medidas preventivas, como el distanciamiento social o el riesgo de ir al supermercado a comprar las cosas del bebé, añaden más estrés a la situación.

Profesionales que trabajan con mujeres embarazadas o postparto han resaltado el aumento de preocupaciones, obsesiones, compulsiones, sentimientos de desesperanza e insomnio. Una ginecóloga escandinava resaltó que muchas mujeres embarazadas podrían pasar por estrés psicológico debido a la prolongación de la pandemia. Sumado a esto, un reporte de la universidad Zhejiang en China, detalla el caso de una mujer con un embarazo avanzado que contrajo covid-19 y desarrolló síntomas depresivos (que por cierto fue tratada con una intervención basada en DBT). También en Estados Unidos se ha descrito un incremento en pacientes con ansiedad.

Previamente a la pandemia, el 14% de las mujeres sufriría de ansiedad relacionada al embarazo, vinculada a miedos sobre la salud propia y del bebé durante el embarazo y el parto, y hasta el 20% de las mujeres experimentaba depresión postparto.

El aumento en los niveles de estrés incrementa también el riesgo de desarrollar trastornos clínicos, como los ya nombrados. En un grupo maternal de apoyo durante esta pandemia, Pooja Lakshmin, psiquiatra especialista en cuidados de la mujer durante el embarazo y postparto, recogió los siguientes miedos que expresan las personas: dar a luz sin una persona que le apoye, estar dentro del 15% de mujeres embarazadas que es asintomática para covid-19 y enfrentar una posible separación del bebé y recuperarse en el período postparto sin la ayuda de familiares y amigos que brinden apoyo. Muchas experimentan un duelo por la pérdida de la ilusión de celebrar el acontecimiento con los seres queridos.

Asimismo hay ciertas decisiones para las cuales no existen guías claras: ¿qué hago si tengo otros niños en casa y los únicos que pueden cuidarlos son abuelos que están en riesgo?¿qué precauciones debo tomar si mi pareja trabaja en salud? ¿es seguro mandar a mi hija/o a la guardería?

Como parte de su investigación sobre embarazo durante la pandemia (todavía en curso), la Universidad de Calgary ha estado examinando síntomas de depresión, ansiedad general, ansiedad relacionada al embarazo, niveles de sueño y apoyo social en mujeres que viven en Canadá, utilizando cuestionarios de autoreporte. Los primeros resultados, que todavía no han sido publicados ni revisados por pares, indican niveles mayores que los habituales en síntomas de depresión y ansiedad clínicamente significativos en el embarazo. Los científicos que trabajan en dicho estudio resaltan que la preocupación no es solo por la madre, sino también porque los problemas de salud mental podrían tener un impacto en el bebé.

Otros investigadores de la Universidad de Manitoba, han comenzado un estudio sobre crianza durante la pandemia donde, entre otras cosas, examinan cómo les va a las madres que están embarazadas y tienen que criar otros niños de hasta 8 años. Algunos resultados tempranos, que tampoco han sido publicados ni revisados por pares aún, sugieren un incremento en autoreportes de síntomas de depresión y ansiedad, en madres con hijos e hijas de todos los grupos etarios.

Se sabe que el apoyo social puede ser un factor protector para la depresión postparto. También sabemos que el distanciamiento físico será más duro para aquellas personas que tengan un historial de ansiedad o depresión. Algunos expertos opinan que intervenciones en salud pública deben dar seguimiento a familias donde había preocupaciones previas a la pandemia relacionadas a salud mental, para ver cómo les está yendo.

Aunque solo estamos comenzando a conocer la magnitud del efecto de este virus en las mujeres embarazadas y las nuevas mamás, algunos profesionales creen que debemos asumir que las personas con situaciones preexistentes probablemente estén peor.

Es importante que las mamás no demoren en buscar tratamiento psicológico. Es fácil descartar nuestros síntomas diciéndonos que es solo estrés, pero los síntomas de depresión y ansiedad vinculados al covid-19 no son menos importantes. Llama a tu ginecólogo/a o pediatra y pide una referencia.

Fuente: The New York Times

💌 ¿Te gustó este artículo? Recibe más como este en tu correo. Suscríbete al boletín gratuito.

Paginación de entradas

Anterior123456…11Próximo

Apoya a Psyciencia con tu membresía 💞.    

Únete a Psyciencia Pro
  • Inicia sesión
  • Tips para terapeutas
  • Podcast
  • Recursos
  • Webinars
  • Artículos
  • «Psicoterapia y Pokémon», con José Olid – Watson, episodio 9
  • Club de lectura: Croquis, una guía clinica de ACT
  • close up photography of wet leaves
    No todo es psicología (4): Leonardo Da Vinci y la conexión que desarrollamos con nuestras mascotas
  • Estabilizadores del estado de ánimo en el trastorno bipolar: Lo que los terapeutas necesitan saber
  • Webinar: Evaluación remota del TDAH en adultos (7-5-2024)
Psyciencia
  • Contáctanos
  • Publicidad
  • Nosotros
  • Publica
Psicologia y neurociencias en español todos los días

Ingresa las palabras de la búsqueda y presiona Enter.