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Publicaciones por mes

enero 2016

49 Publicaciones
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Curso online gratuito: Psicobiología del estrés

  • David Aparicio
  • 06/01/2016

El curso Psicobiología del estrés proporciona un conocimiento biológico de los procesos adaptativos del ser humano desde el marco de la biología contemporánea, articulada sobre la teoría de la evolución de las especies y la teoría general de sistemas.

Desde esa perspectiva, el cerebro es un órgano de conocimiento emocional que procesa la información que recibe del entorno y regula la homeostasis del organismo a partir de las conjeturas que establece sobre las posibles interacciones que mantendrá con él.

Curso preparado por Manuel Valdés Miyar.
Profesor Titular en el Departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica. Universidad de Barcelona, España.

Duración estimada de trabajo del alumno/a: 12 horas.

Para matricularte debes ingresar aquí y luego hacer click en «Matricularme en este curso gratis», luego se te pedirá que llenes tus datos y recibirás un email de confirmación.

Fuente: Estudia Por Internet

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  • Artículos Recomendados de la Web

Llora: Es terapéutico

  • David Aparicio
  • 06/01/2016
llorar

La agencia de noticias EFE, escribió un artículo muy bueno sobre el efecto terapéutico del llanto, por qué los hombres lloran menos y cómo se fabrica:

Llorar, como reír, es una expresión emocional, y tiene un valor importante tanto para la comunicación, porque decimos al mundo cómo nos sentimos; como para la salud, pues con el llanto expresamos una emoción cuando la opción de no hacerlo no sería saludable.

“El llanto puede ser terapéutico porque alivia tensiones y también porque puede aumentar el apoyo social al despertar empatía”, explica Antonio Cano, psicólogo y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.

El llanto ayuda a gestionar las emociones:

Llorar puede ayudar a gestionar emociones, tanto es así que a veces aunque no queramos no podemos evitar el llanto, pues “la expresión emocional está por encima de la voluntad”, señala el especialista. Esto se debe a que “tenemos dos partes diferenciadas en nuestro cerebro, una parte prefrontal” donde tenemos las funciones ejecutivas y donde reside la voluntad, valoramos la realidad y tomamos decisiones; “y una parte muy automática e involuntaria, muy poco consciente que regula una parte de la parte de las emociones, la amígdala”.

Porqué los hombres lloran menos:

Manuel Arias, neurólogo y coordinador del grupo de Humanidades de la Sociedad Española de Neurología (SEN), resalta que el llanto es “una función cerebral bastante compleja y diferente entre sexos”. Las mujeres lloran más que los hombres como “una autoterapia que les permite calmarse” porque “la estructura cerebral no es igual en la mujer que en el hombre”. De hecho, la alexitimia, incapacidad para expresar los sentimientos, “se da más frecuente en algunos hombres”, confirma.

Lee el artículo completo en EFE.

Artículo relacionado:  ¿Los psicólogos lloran en terapia?

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  • Salud Mental y Tratamientos

¿Terapia Psicoanalítica o Terapia Cognitivo Conductual para Bulimia?

  • Fabián Maero
  • 05/01/2016

Hace algún tiempo nos encontramos con una investigación que nos resultó curiosa no tanto por sus resultados sino por quiénes fueron los investigadores, así que pensamos en reseñarla para que se mantengan afilados durante las vacaciones.

Hay una situación bastante circular en la investigación sobre psicoterapia, y es que la mayor parte de los estudios son llevados a cabo por adherentes al modelo psicoterapéutico que se pone en juego: las investigaciones sobre terapia cognitiva son realizadas por terapeutas cognitivos, las que versan sobre psicodinámica por terapeutas psicodinámicos, y así. Esta situación -que es inevitable en un mundo académico en el cual escasean los recursos de investigación y abundan las psicoterapias- ocasiona que cuando las investigaciones no están bien diseñadas se cree un fuerte sesgo de alianza (esto es, los resultados tienden a ser favorables al modelo al cual adhiere el investigador; Wilson, Wilfley, Agras, & Bryson, 2011). Por esto es que las investigaciones deben ser tomadas con un grano de sal y se requieren réplicas independientes antes de arriesgar conclusiones.

Esta situación ha tenido un efecto deletéreo en las conversaciones académicas, ya que las investigaciones son descartadas siguiendo esta línea de razonamiento: si la investigación que respalda la hipótesis X fue hecha por López, y si López adhiere a la hipótesis X, la investigación es automáticamente inválida, en una falacia ad-hominem no muy disfrazada (falacia ad-hominem es toda aquella en la cual un argumento es rechazado –o aceptado- no por su validez sino por quién lo dice: “¿cómo va a ser válido su argumento si tiene cara de estúpido?”)

Por supuesto, rechazar esa falacia no significa que haya que creer cualquier investigación ni dejar de tener en cuenta los intereses del investigador –incluso los journals incluyen un apartado de «conflictos de interés», para que el lector pueda poner en contexto los datos– pero descartar acríticamente un dato es igual de estúpido que aceptarlo acríticamente (si bien la suspicacia como reemplazo de la inteligencia suele tener mejor prensa).

Hecho el descargo inicial, veamos la investigación.

El estudio

La investigación en cuestión se trata de un ensayo controlado aleatorizado en el cual se compara la eficacia de la psicoterapia psicoanalítica (PP), y la terapia cognitivo conductual (TCC) para el tratamiento de la bulimia nerviosa, realizado por Poulsen y colaboradores (2014).

Como sabrán, un ensayo controlado aleatorizado es aquel en el cual los sujetos son asignados a uno u otro de los tratamientos de manera azarosa, reduciendo así los sesgos estadísticos. En la investigación se tomaron 70 pacientes que se asignaron aleatoriamente a una de dos condiciones de tratamiento:

  1. Psicoterapia psicoanalítica
    • Duración: dos años
    • Sesiones semanales de 50 minutos
    • Promedio de sesiones recibidas: 72
    • Experiencia promedio de los terapeutas: 17 años
  2. Terapia Cognitivo-Conductual
    • Duración del tratamiento administrado: 5 meses
    • Sesiones semanales de 50 minutos (y una introductoria de 90’)
    • Promedio de sesiones recibidas: 20
    • Experiencia promedio de los terapeutas: 8 años

Se tomaron múltiples medidas en varios puntos de la investigación, pero las principales fueron tomadas en los siguientes momentos:

  • al inicio del tratamiento,
  • luego de 5 meses (al terminar las sesiones TCC), y
  • luego de 24 meses de iniciado el tratamiento (al terminar las sesiones de PP).

El foco de la investigación estuvo en pacientes con bulimia. Como sabrán, la bulimia se caracteriza por episodios de atracones seguidos por conductas compensatorias (vomitos, consumo de laxantes, ejercicio excesivo, ayunos). Al tratarse de este cuadro, no sólo se midió la sintomatología general (con inventarios como el SCL, el STAI, BDI, entre otros), sino también la ausencia de episodios de atracones y purgas (definida como un período de 28 días sin atracones ni purgas), que fue la medida principal de la investigación.

Resultados

Los resultados de la investigación fueron notables. En términos de sintomatología general, 5 meses de TCC y 24 meses de PP tuvieron impacto similar, pero en donde realmente hubo una diferencia fue en los episodios de atracones y purga: luego de las 20 sesiones TCC esos episodios cesaron en un 42% de los pacientes, mientras que luego de las 72 sesiones promedio de PP, los episodios cesaron en sólo un 15% de los pacientes.

En caso de que no haya quedado claro, la evidencia resultó abrumadoramente favorable a TCC: no sólo generó mejores resultados en lo que atracones y purgas se refiere, sino que lo hizo en una cuarta parte del tiempo utilizado por PP, con terapeutas menos experimentados y con menos formación.

Lo notable de esta investigación es que no fue realizada por investigadores TCC sino por un grupo de investigadores psicoanalíticos (basta ver la página académica del autor principal para corroborar esto), por lo cual es difícil sostener que los resultados se debieron a un sesgo de alianza.

Por un lado, es un encomiable caso de honestidad intelectual publicar algo que va tan a contramano de las hipótesis propias. Pero a la vez, estos resultados sirven para corroborar de manera independiente los datos de TCC para bulimia (de paso, el artículo está disponible para descarga en el sitio del journal).

graficobulimia

Hay algo que no ha recibido demasiado interés en el artículo original y es la diferencia de costos entre ambos abordajes: PP utilizó 52 sesiones más que TCC. En Latinoamérica, donde no andamos precisamente tirando dinero por la ventana, este no es un dato menor, especialmente si se considera que los trastornos alimentarios tienen tasas de mortalidad muy elevadas comparadas con el resto de los diagnósticos. Es algo a recordar: estas investigaciones no sólo son relevantes para las discusiones académicas, sino para el bienestar y la vida de muchas personas.

Referencias

Poulsen, S., Lunn, S., Daniel, S. I. F., Folke, S., Mathiesen, B. B., Katznelson, H., & Fairburn, C. G. (2014). A Randomized Controlled Trial of Psychoanalytic Psychotherapy or Cognitive-Behavioral Therapy for Bulimia Nervosa. American Journal of Psychiatry, 171(1), 109–116.

Wilson, G. T., Wilfley, D. E., Agras, W. S., & Bryson, S. W. (2011). Allegiance Bias and Therapist Effects: Results of a Randomized Controlled Trial of Binge Eating Disorder. Clinical Psychology, 18(2), 119–125.

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  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Estrategias cognitivas de regulación emocional en ansiedad, depresión y bienestar en niños de 10 años (PDF)

  • Equipo de Redacción
  • 05/01/2016

Queremos fomentar la lectura de investigaciones sobre psicología y neurociencias. Todos los martes compartiremos una investigación completa en formato pdf que nos pareció interesante o novedosa. Por favor comparte tus opiniones y comentarios en la sección que está al final del artículo.

Las estrategias cognitivas de regulación emocional describen las respuestas cognitivas que surgen para intentar modificar la magnitud y/o el tipo de experiencia emocional ante eventos generadores de emocionalidad. Se encuentra bien documentado que ciertas estrategias de esta naturaleza guardan relación con la propensión a presentar síntomas de ansiedad y depresión en población adulta y adolescente.

Sin embargo, la evidencia empírica es sustancialmente menor para el caso de los niños. Por otro lado, tradicionalmente se ha considerado la ausencia de psicopatología como un indicador de salud mental pero los desarrollos recientes sugieren que su estudio también debe incluir la consideración del funcionamiento óptimo de los diferentes dominios psicológicos. En este sentido, las investigaciones que exploran las relaciones entre las estrategias cognitivas de regulación emocional y el bienestar subjetivo son escasas, más aún en población infantil.

El objetivo de este trabajo es analizar la contribución de las estrategias cognitivas de regulación emocional en la explicación de indicadores de ansiedad y depresión, y de bienestar subjetivo en niños de 10 años de edad.

Para esto se evaluó la frecuencia de uso de estrategias cognitivas de regulación emocional y la presencia de indicadores de ansiedad, depresión y bienestar subjetivo en un grupo de 56 niños de escuelas de gestión privada.

Los resultados muestran que las estrategias cognitivas de regulación emocional explican el 44% y 49% de la varianza en ansiedad y depresión respectivamente, y el 43% en bienestar. Asimismo, las asociaciones específicas observadas siguen la tendencia de los estudios actuales en el tema.

Autores: María Laura Andrés, Claudia Elena Castañeiras, María Cristina Richaud de Minzi

Descarga el PDF completo: Estrategias cognitivas de regulación emocional en ansiedad, depresión y bienestar en niños de10 años (PDF)

Fuente: Psiencia

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

De lo Platónico a lo Freudiano: Cuando la psicología era filosófica

  • Rita Arosemena P.
  • 05/01/2016

“La psicología tiene un largo pasado pero apenas una breve historia”

Hermann Ebbinghaus

La Psicología moderna es producto de un largo proceso evolutivo que se remonta a los cimientos de la civilización occidental, en la antigua Grecia, y que tiene como punto de partida la incursión de los filósofos clásicos en el estudio de lo cosmológico, donde quedaba comprendido el concepto psique  como una especie de soplo o aliento contenido en el ser humano durante su vida y que abandonaba el cuerpo tras su muerte.

Para Hergenhahn (2011), referirse a la historia de la psicología puede llegar a suponer un problema, pues aunque es una noción aceptada que la filosofía griega impulsó las bases de lo que hoy es la ciencia de la conducta y los procesos mentales, se torna un poco más complejo establecer si fue con esto (es decir, con los primeros tratados filosóficos concernientes al alma, la mente y la conciencia) que surgió la psicología, o si, por el contrario, sería más exacto fijar su inicio en el siglo XIX con el laboratorio de Wundt, el primero destinado a la psicología experimental.

No obstante, independientemente del factor temporal, no puede negarse que los antecedentes de la psicología como ciencia conservan un vínculo estrecho con los postulados de figuras como Platón y Aristóteles, en la filosofía clásica, o Descartes, en la filosofía moderna. Esta relación deriva del hecho de que gran parte de los fenómenos que estudia actualmente la psicología (como el aprendizaje, la percepción, la memoria y el conocimiento) fueron abordados en un principio por la filosofía griega, sobre todo durante el periodo ontológico o periodo del estudio del ser.

Platón y el mundo de las ideas

Uno de los postulados filosóficos en torno al origen o naturaleza del conocimiento que guarda mayor relación con la psicológica actual, fue elaborado por Platón. Para el discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles, existían dos mundos: el mundo de las ideas o mundo suprasensible, y el mundo sensible o mundo de las cosas materiales.

Originalmente, el alma habitaba en el mundo de las ideas y en él era capaz de asimilar todos los conocimientos, que emanaban de una fuente superior; sin embargo, en un momento dado, el alma era arrojada al mundo de las cosas materiales, encarnada en un cuerpo humano y despojada de todos los conocimientos propios del espacio suprasensible. Esta teoría epistemológica sugiere un conocimiento innato de las cosas, al alcance de todos mediante el uso de la razón.

Platón hace, además, una división del alma, otorgando a cada “fragmento” una cualidad innata: está el alma racional, ubicada en la cabeza y dedicada al pensamiento lógico; el alma apetitiva, ubicada en el abdomen y concerniente al amor y al erotismo; y el alma valerosa, ubicada en el pecho y encargada de la ejecución de la voluntad. Con esto, Platón se apega a lo que hoy conocemos como nativismo, postura psicológica según la cual hay ciertas conductas que son nativas o innatas, presentes en el individuo desde su nacimiento.

La tabla rasa

Aristóteles, por otro lado, se desentendió de la dicotomía platónica idealista que habla de un mundo suprasensible y un mundo sensible para adoptar una postura esencialmente materialista. Nos habla, así, de una tabla o tabula rasa, u hoja en blanco, que simboliza la mente humana; con esto, Aristóteles reniega la tesis de un conocimiento preconcebido, dando por sentado que el hombre nace con la mente vacía y que va aprehendiendo y aprendiendo de su entorno, una postura empirista.

El discípulo de Platón, sin embargo, concuerda con él en la tricotomía del alma, considerando la existencia de un alma vegetativa, común a la vida y que compartimos con las plantas; un alma sensitiva, común a los sentimientos y que compartimos con los animales; y un alma racional, propia de los seres humanos en tanto representa la capacidad de pensar lógicamente.

Descartes: un preámbulo del conductismo

La psicología filosófica continuó con Descartes, en el renacimiento, quien destacó la importancia de diferenciar entre las “pasiones” impulsadas en el sujeto por el alma y aquellas impulsadas por el cuerpo, lo cual puede interpretarse como la división entre los fenómenos psíquicos de carácter cognitivo y los de carácter biológico. Descartes creía en la existencia de un órgano cuya función principal era la interacción entre la mente y el cuerpo, y estableció que este órgano era la glándula pineal, localizada en el cerebro, por considerar que, a diferencia de casi todas las demás estructuras cerebrales, no se duplicaba.

Descartes concilió el nativismo de Platón y el empirismo de Aristóteles al señalar que hay dos principales tipos de ideas: las innatas (como lo es la conciencia del yo), y las derivadas, que se obtienen mediante la experiencia (como los conceptos de tiempo, espacio y movimiento). Sin embargo, quizás el aporte más significativo de René Descartes sea el plasmado en su obra Las Pasiones del Alma (1649), donde formula un preámbulo del conductismo ejemplificando el mecanismo Estímulo-Respuesta:  

Si alguien lanzara súbitamente su mano hacia nuestros ojos, como si fuera a golpearnos, aun cuando sepamos que él es nuestro amigo, que solo lo está haciendo en broma (…) sería muy difícil para nosotros evitar cerrar los ojos. Esto demuestra que no es por medio del alma que se cierran, ya que es en contra de nuestra voluntad (…) sino que se debe a que la máquina de nuestro cuerpo está compuesta de tal modo que el movimiento de esa mano hacia nuestros ojos suscita otro movimiento en nuestro cerebro, que dirige a los espíritus animales hacia los músculos que hacen descender los párpados.

Psicología: Historias y Sistemas, de James F. Brennan (2000. p. 60)

Homo homini lupus: el hombre es el lobo del hombre

El filósofo inglés Thomas Hobbes, en su tesis sobre la naturaleza humana (que viene a ser una teoría de la violencia), se adhiere a una postura afín con la que, años más tarde, publicaría Sigmund Freud en “El malestar en la cultura” (1930).

Para Hobbes, el hombre es un animal agresivo por naturaleza, una realidad que impulsa necesariamente el surgimiento de la figura del Estado, a quien el individuo entrega todos sus derechos para que este los “administre”, dictando leyes y asegurándose del cumplimiento de las mismas en pos del orden social. Esta función de ente regulador sería atribuida más adelante, bajo la perspectiva freudiana, a la cultura, a la cual Freud veía como el conjunto de normas y limitaciones impuestas al individuo con el fin de maniatarlo, de privarlo de sus instintos básicos para permitirle vivir en sociedad.

Hobbes, en su obra “Leviatán” (1651), emplea la locución latina homo homini lupus cuyo significado es: “el hombre es el lobo del hombre”, para apoyar su teoría de las bases innatas de la conducta violenta en el ser humano.

De la sensación a la reflexión

En su “Ensayo sobre el entendimiento humano”, el filósofo John Locke se opuso a la teoría de las ideas innatas, abogando por un empirismo radical que explicaba cómo el conocimiento podía efectuarse mediante dos vías: la sensación y la reflexión.

Las ideas adquiridas por medio de la sensación eran producto de una estimulación sensorial directa, mientras que, en el segundo caso, las ideas eran asimiladas a través de la reflexión de una estimulación sensorial ya pasada. En otras palabras, o se captaban las ideas de una experiencia sensorial inmediata o se llegaba a ellas mediante la reflexión, que venía a ser la “capacidad de la mente para pensar en sí misma” (Hergenhahn, 2011. p. 143).

Locke fue, además, pionero del asociacionismo, principio que utilizó para explicar el surgimiento de las creencias erróneas o defectuosas, a las que otorgó cierto grado de locura por ser contrarias a la razón. Las creencias erróneas, decía Locke, eran aquellas a las que el individuo llegaba por una correlación inadecuada de ideas que podían tener una base natural (como el aroma de un jazmín que da forma en la mente a la imagen de un jazmín), o ser fortuitas (la aversión de un individuo hacia cualquier miembro de la fuerza pública como consecuencia de haber sido víctima de abuso de poder en manos de un miembro).   

El conocimiento a priori y a posteriori

El filósofo alemán Immanuel Kant realizó aportes significativos fundamentando el criticismo, corriente filosófica de la epistemología que vino a conciliar el racionalismo y el empirismo al afirmar que el aprendizaje podía darse tanto a través de la razón, como afirmaba Platón, como de la experiencia, conforme a Aristóteles.

Kant hablaba de un conocimiento a priori (antes de) y a posteriori (después de), sugiriendo, así, la posibilidad de que existiesen ideas o conocimientos innatos. Este principio lo expuso aludiendo el aprendizaje de un idioma, un proceso en el cual interviene el conocimiento a posteriori (del idioma en sí) pero también el a priori (la disposición innata para aprenderlo).  

Nietzsche y el Superhombre

Para el filósofo alemán Friedrich Nietzsche, la vida se rige por un principio universal de voluntad de poder basado en dos estados: conservación y expansión. La vida se conserva a sí misma, se protege, se alimenta, y por ello subsiste; no obstante, la subsistencia inmediata no es suficiente, y por ello la vida requiere expandirse, aumentarse en sí misma. De lo contrario, se extingue.

Para Nietzsche, la expansión se materializa en el camino del ser humano rumbo a convertirse en lo que llamó Superhombre o Übermensch (en alemán); un sujeto liberado, autosuficiente, desprovisto de las debilidades humanas. En su camino hacia el Übermensch, el hombre comienza por ser un camello, pues el camello tan solo agacha el lomo y acepta la carga (que se interpreta como los prejuicios y obligaciones morales, las imposiciones sociales, etc.); evoluciona para convertirse en león, animal de naturaleza rebelde, autosuficiente y que no se somete como el camello, para convertirse, finalmente, en niño, pues los niños poseen nobleza de espíritu y una libertad natural para aprender sin limitaciones.  

Esta idea tripartita de la personalidad humana guarda semejanza con las figuras del Ello, el Yo y el Superyó que desarrollase, en la contemporaneidad, Sigmund Freud en su teoría psicoanalítica.   

El físico teórico Paul Dirac decía que la filosofía era solo una forma de hablar de cosas que ya se habían descubierto.

A lo mejor.

Referencias

  • Hothersall, David. (2005) Historia de la psicología. México. McGraw-Hill Interamericana.
  • Hergenhahn, B.R. (2011) Introducción a la historia de la psicología. México. Cengage Learning Editores.   
  • Brennan, James F (2000). Psicología: Historias y Sistemas. México. Pearson Educación.

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  • Salud Mental y Tratamientos

Facundo Manes: «Todo lo que le hace bien al corazón, le hace bien al cerebro»

  • Alejandra Alonso
  • 04/01/2016

En el video podés ver una entrevista que le realiza el diario La Nación (Argentina) a el Dr. Facundo Manes sobre la demencia, explicado muy claramente para el público en general, donde habla sobre las diferencias con el envejecimiento normal, los factores protectores y de riesgo (físicos y psicológicos), cómo el gobierno debe estar involucrado en este tema y muchas cosas más.

Facundo Manes es un neurólogo y neurocientífico argentino que publicó más de 190 trabajos científicos en prestigiosas revistas internacionales relacionadas a su especialidad (Brain, The Lancet Neurology, JAMA Neurology y Nature Neuroscience). Además, ha participado en foros científicos muy importantes como la “Royal Society of Medicine” en Londres y la “New York Academy of Sciences”.

Actualmente hace investigación en el área de la neurobiología de los procesos mentales. Entre sus más destacadas contribuciones podemos nombrar:

  1. La identificación de las áreas prefrontales relacionadas con el proceso de toma de decisiones en humanos, los mecanismos neurales de la agresión (junto con el Dr. Calder) y el rol de la ínsula en los procesos cognitivos y emocionales.
  2. La caracterización de un nuevo síndrome, llamado Amnesia Epiléptica Transitoria, con los profesores Hodges y Zeman.
  3. La descripción del procesamiento emocional de pacientes con deterioro de conciencia mínima junto al Dr. Bekinschtein.
  4. Junto con el Dr Jeffrey Max, describió las áreas cerebrales involucradas en el desarrollo de los síntomas del TDAH.
  5. Hace poco desarrolló, en colaboración con  la Lic. Torralvo, una batería neuropsicológica para detectar tempranamente la demencia frontotemporal y, con el Dr. Ibáñez, propuso una teoría sobre el rol del contexto en los trastornos neuropsiquiátricos.
  6. Sumado a todo esto, co-desarrolló una de las primeras unidades de rehabilitación cognitiva holística en América Latina. Su equipo se esfuerza por desarrollar tests de screening y baterías cognitiva que ayuden al diagnóstico temprano de las demencias.

El Dr. Manes es rector de la Universidad Favaloro (Argentina), creó y dirige actualmente INECO (Instituto de Neurología Cognitiva) y el Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro. Ambos considerados actualmente como instituciones de vanguardia que lideran el campo de las neurociencias en América Latina.

Asimismo, preside la World Federation of Neurology Research Group on Aphasia, Dementia and Cognitive Discordes, enseña Neurología y Neurociencias Cognitivas en la Facultad de Medicina y de Psicología de la Universidad Favaloro y Psicología Experimental en la University of South Carolina (EE. UU). Es profesor visitante del Departamento de Neurología de la University of California San Francisco (EE. UU) y de Macquarie University (Sydney, Australia). También es investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Argentina, y del Australian Research Council (ACR) Centre of Excellence in Cognition and its Disorders.

Para el Dr. Manes es de vital importancia la divulgación científica, y para contribuir con esto ha conducido los programas televisivos “Los Enigmas del Cerebro” y “Cerebro argentino”, además de escribir artículos de divulgación científica en la prensa nacional e internacional. A su vez ha escrito un libro titulado: “Usar el cerebro. Conocer nuestra mente para vivir mejor” (con la editorial Planeta).

Fuentes: La Nación; FacundoManes.com
Imagen: Wikimedia

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Sin categoría

Las creencias negativas sobre el envejecimiento pueden predecir el Alzheimer

  • Alejandra Alonso
  • 04/01/2016

La enfermedad de Alzheimer es uno de los temas más investigados, los casos van en aumento y se necesitan más datos sobre prevención, diagnóstico y, por supuesto, tratamiento. Una de las investigaciones más recientes, demuestra que cuando las personas mantienen creencias negativas sobre el envejecimiento, son más propensas a tener cambios en el cerebro asociados con el Alzheimer.

El estudio sugiere que combatir creencias negativas sobre el envejecimiento, tales como que las personas ancianas son decrépitas, podría potencialmente ofrecer una forma de reducir la creciente tasa de la enfermedad de Alzheimer

El trabajo de investigación, que fue dirigido por Becca Levy, es el primero en vincular cambios cerebrales asociados al Alzheimer con factores de riesgo psicológicos relacionados a la cultura.  Los descubrimientos fueron publicados online el 7 de Diciembre pasado en la revista Psychology and Aging.

“Creemos que es el estrés generado por las creencias negativas sobre el envejecimiento que los individuos a veces internalizan de la sociedad lo que puede resultar en cambios cerebrales patológicos. Aunque los descubrimientos son preocupantes, es alentador darse cuenta que estas creencias negativas sobre el envejecimiento pueden ser mitigadas y se pueden reforzar las creencias positivas, así que el impacto adverso no es inevitable”, dice Levy.

Los autores del estudio examinaron a sujetos saludables, libres de demencia del Baltimore Longitudinal Study of Aging, la investigación más larga que se está haciendo sobre el envejecimiento en Estados Unidos. Basados en IRMs, los científicos encontraron que los participantes que tenían más creencias negativas sobre el envejecimiento mostraron una disminución más marcada del volumen del hipocampo (una parte del cerebro crucial para la memoria). Y el volumen reducido del hipocampo es un indicador de Alzheimer.

Se utilizaron autopsias cerebrales para examinar otros dos indicadores del Alzheimer: placas amiloides (grupos de proteínas que se acumulan entre las células cerebrales) y ovillos neurofibrilares (que son hebras retorcidas de proteínas que se acumulan dentro de las células cerebrales). Los participantes con más creencias negativas sobre el envejecimiento tenían un número significativamente mayor de placas y ovillos. Los estereotipos sobre el envejecimiento fueron medidos en promedio 28 años antes de las placas y ovillos.

En ambos estadios de la investigación, Levy y sus colegas hicieron los ajustes que consideran otros factores de riesgo conocidos del Alzheimer, incluyendo salud y edad.

Fuente: Psypost

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

4 recomendaciones basadas en la ciencia para cumplir tus resoluciones de año nuevo

  • David Aparicio
  • 04/01/2016
Resoluciones

Todos lo hemos hecho. Llega año nuevo y hacemos un listado de todas las cosas que queremos lograr y mejorar: bajar de peso, leer más, ahorrar más, ser más paciente y un largo etcétera. Pero pasan un par de meses y toda nuestra motivación se desvanece. Los objetivos que nos propusimos quedan en el olvido y nos sentimos culpables, flojos e irresponsables.

Pero cambiar es difícil, es un proceso que toma tiempo, esfuerzo y dedicación. Sin embargo, la psicología (la ciencia de la conducta) ha encontrado algunas recomendaciones que pueden ayudarte a que cumplas con tus objetivos.

1. Transforma tus resoluciones de año nuevo en preguntas

Pensamos las resoluciones de año nuevo en forma de declaraciones. Haré esto y aquello. Pero un reciente estudio sugiere que tendremos más probabilidades de exito a la hora de cambiar las conductas cuando nos las proponemos en forma de pregunta en vez de declaraciones. Así que ya sabes, en vez de decirte: “Haré más ejercicio este año”, pregúntate ¿Quiero hacer más ejercicio este año? y contestaste “Sí”. Esto hará una gran diferencia.

2. Deja que el calendario sea tu guía

El calendario tiene un poderoso efecto sobre nuestras intenciones de cambio. Diversas investigaciones han encontrado que somos más propensos a comprometernos a cambiar los primeros días de la semana, del mes y en días festivos. Por el contrario, la motivación se reduce a medida que pasan los días y nos acercamos al fin de semana. Así que aprovecha esos días para esforzarte en las conductas que deseas cambiar y poco a poco adquirirás el hábito que buscas.

Artículo relacionado: “¡El lunes dejo de fumar!” ¿Te suena?

3. No lo hagas solo

Comprometerse en una actividad con un amigo o pareja puede ser determinante a la hora de lograr el cambio. Una investigación encontró que entre el 75% y 95% de las personas que se inscribieron en programas para bajar de peso y contaron con apoyo social, lograron terminarlo. De aquellas personas, del 24 al 66% lograron mantener el peso que habían perdido. Así que ya sabes reúne a un grupo de amigos que quieran lograr los mismos objetivos y empiecen juntos.

4. Establece un rango

Este punto fue el que más me sorprendió. Usualmente se nos dice que establezcamos un objetivo específico y nos ciñamos a el: bajar 5 kilos, por ejemplo. Pero la ciencia dice que esa estrategia no es tan efectiva como creemos. En cambio sugiere que es más efectivo un rango para el objetivo: perder de 3 a 5 kilos. Así te sentirás más motivado a seguir con el objetivo que te has planteado.

Estas cuatro recomendaciones sencillas y básicas te ayudarán y motivarán a empezar el cambio que quieres hacer.

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

16 recomendaciones para hacer del 2016 el mejor año

  • Maria Fernanda Alonso
  • 03/01/2016

Año nuevo, vida nueva. ¿No?

Los últimos días de Diciembre suelen hacernos pensar en lo que hicimos (y lo que no) durante el año que va terminando. Acto seguido consideramos qué será del que está a punto de empezar o, mejor dicho, qué queremos que llegue a ser. ¿Nos pondremos nuevas metas en enero para abandonarlas en marzo? ¿O será este el año en que daremos lo mejor de nosotros mismos, sin importar los desafíos?

El Dr. David Sack nos ofrece algunos consejos para maximizar nuestro potencial con miras a hacer del 2016 nuestro mejor año:

1. Trabajá en aceptar la incomodidad

Cuando experimentamos sentimientos incómodos, naturalmente queremos deshacernos de ellos tan rápido como sea posible. Pero si para eso intentamos ahogarlos en drogas, alcohol, comida u otras sustancias o comportamientos, es probable que creemos un problema aún mayor. Nadie puede estar feliz, cómodo y contento todo el día, todos los días del año; por lo tanto, en lugar de buscar maneras de anestesiarse frente al dolor, recordá que no te sentirás de esa forma todo el tiempo. De hecho, según una investigación, debido a que las personas consistentemente sobreestiman cuánto tiempo estarán desanimadas por un evento negativo, es más probable que sientas alivio antes de lo que pensabas.

2. Dejá de lado el control

Podemos planear, organizar, guiar, anticipar, pero siempre habrán muchas más cosas de nuestro mundo que nunca podremos controlar. Aceptar que puede ser difícil, pero hacerlo de todos modos significa una mayor paz mental y apertura a lo que la vida tiene para ofrecer. En lugar de enloquecer cuando te das cuenta de que hay tantas cosas que escapan de tus manos, respirá profundo y enfocate en aquello que podés controlar: tus reacciones.

3. Dejá de esperar que alguien te salve

No pongas tu vida en pausa esperando que aparezca alguien que te mueva a hacer un cambio, o un maestro que te lleve de la mano. Puede pasar que tengamos la suerte de encontrar personas así en nuestras vidas, pero de la única persona de quien deberías depender para tomar decisiones y tener un sentido de valor propio, es de vos mismo.

4. Dejá de quejarte y empezá a ser agradecido

 No quiere decir que nunca puedas expresar una desilución legítima, o que no puedas servirte del alivio de un oído comprensivo; pero es necesario que reconozcas que es más difícil ver todo lo bueno que te rodea, en lugar de lo malo. Empeñarse en ser agradecido por lo que está saliendo bien, en lugar de concentrarse en lo que no, vale el esfuerzo extra. Estudios confirman que las personas que regularmente expresan gratitud son más saludables, realizan mayores progresos en miras a sus metas, y tienen un mejor bienestar mental. También hace que sea mucho más agradable estar cerca tuyo.

5. No dejes que la perfección se meta en el camino de tu felicidad

 Apuntar a la perfección puede sonar como una meta loable, pero está destinado a dejarte disconforme con tus esfuerzos o, peor, a impedirte intentarlo en primer lugar. Dejá la idea de que podés y debés hacer las cosas de esa manera. En su lugar intentá hacer lo mejor que puedas con todo lo que emprendas (una verdadera fuente de satisfacción), y soltá la ilusión de la perfección.

6. Buscá la ayuda que necesitás

Si cada año nuevo te encontrás jurando que, por fin, este será el año en que resuelvas cualquier problema que tengas que resolver, pero no sos capáz de hacer que tus buenas intenciones duren, es tiempo de buscar ayuda. Quizás te convenciste de que simplemente te falta voluntad o que no tenés esperanza, pero es más probable que solo necesites una estructura de soporte para superar un abuso de sustancias o un problema de comportamiento que tiene profundas raíces genéticas, biológicas o ambientales.

7. Recuperá tu mente

¿Qué pensás y te decís a lo largo del día? ¿Estás repitiendo el pasado y quizás reprendiéndote por esos errores? ¿Te preocupás infinitamente por el futuro y cuestionás tus habilidades para enfrentar sus desafíos? El entrenamiento en mindfulness te permite observar tus pensamientos, traerlos al presente, y al hacerlo, controlar mejor la tendencia humana de rumiar improductivamente en todo lo que pasó y lo que podría pasar. También puede ayudarte a cambiar tu diálogo interno de constante crítica a leal amigo.

8. Dejá de comparar

Es difícil, pero es importante resistir la tentación de pasar demasiado tiempo midiéndote con otros. Después de todo, no ves la realidad a través de las publicaciones de Instagram y Facebook, sino una versión de “los grandes éxitos” de la vida de los demás. En su lugar, deseale lo mejor a quienes te rodean, y enfocate en lo que más importa: tu propia vida.

9. Abandoná el cinismo

 Como amortigua tu confianza en otros puede disminuir tus oportunidades e incluso tu poder adquisitivo. El cinismo también ha sido vinculado con riesgos de salud como mayores tasas de mortalidad, enfermedades del corazón, cáncer e incluso demencia. Y probablemente no sea sorpresa que una perspectiva cínica enfríe las relaciones.

10. Ejercitate

 No lo hagas simplemente por los abdominales o porque la ropa te queda mejor. Hacelo porque no hay otra cosa que puedas hacer que tenga tanto potencial para aumentar la calidad y duración de tu vida. El ejercicio podría reducir los episodios de migraña, contribuir a un mejor desempeño escolar de los niños con TDAH, aporta grandes beneficios a las personas con parkinson, mejora la capacidad cognitiva y la memoria, contribuye a la regulación del estrés cotidiano, incluso el solo hecho de caminar podría mejorar el proceso creativo, y el vínculo entre la actividad física y la salud mental no se agota allí: el ejercicio también mejora las funciones mentales y sexuales, y puede ayudar a prevenir enfermedades. Impulsa el ánimo, es un gran aliado del tratamiento y la prevención de la depresión. A su vez podría ser vital para el tratamiento del estrés postraumático. Empezá de a poco y seguí avanzando. Cada movimiento cuenta.

11. Aprovechá tu potencial para cambiar

Hace no mucho tiempo atrás, los investigadores pensaban que el único cambio que podía hacer el cerebro adulto era degenerarse con la vejez. Ahora sabemos que el cerebro es plástico, cambia constantemente en respuesta al aprendizaje y al ambiente. Eso significa que podemos entrenar nuestros cerebros para mejorar las redes neuronales y crear nuevas que promuevan nuestro bienestar mental, como para ayudar a minimizar la ansiedad y el estrés. Una investigación ha mostrado que la meditación, ciertos tipos de terapia y el ejercicio físico están dentro de las formas más efectivas para producir tal cambio. El Center for Investigating Healthy Minds de la Universidad de Wisconsin-Madison es líder en la investigación sobre neuroplasticidad y una gran fuente para quienes quieran aprender más sobre las formas en que podemos “pensarnos” a nosotros mismos para alcanzar una mejor salud física y mental.

12. Permitite ser vulnerable

Se necesita coraje para exponerse a una mismo y permitir que otros nos juzguen, ya sea en el lugar de trabajo, en situaciones sociales, relaciones o al perseguir tus sueños. Pero lo que ganás es invaluable. La paz y satisfacción de saber que sin importar lo que pase, vos no te sentaste en una esquina intentando simplemente no ser herido y dejando tu vida a la deriva. Te levantaste y la hiciste valer.

13. Cultivá el temor reverencial y la curiosidad

 Reconectarse con la curiosidad, el asombro y el temor reverencial que eran tan naturales en tu infancia mejorará tu bienestar mental y físico. Una investigación muestra, por ejemplo, que sentir temor reverencial y curiosidad está asociado con niveles inferiores de las proteínas que se cree que influencian el desarrollo de la depresión, enfermedades del corazón, diabetes, artritis y Alzheimer. La curiosidad y el temor reverencial también nos hacen más conscientes de nuestro lugar en y nuestra conexión con el mundo, y por ello nos impulsan a actuar de un modo más pro-social. Se ha demostrado que hacen que parezca que el tiempo pasa más despacio, algo que todos necesitamos en nuestras vidas sobrecargadas.

14. Comprometete con la integridad

Si seguís tu compás moral sólo cuando es conveniente, estás destinado a gastar mucho tiempo y energía intentando convencerte a vos mismo y a otros de que las decisiones que tomaste estaban justificadas. Si te comprometés con la integridad, sin embargo, tu sistema de valores ya no estará en conflicto. Como resultado, ganás la confianza de todos los que te rodean, y a la vez una de las posesiones más valiosas de la vida: paz mental.

15. Dejá de ignorar tu estrés

No podés el estrés, pero si podés aprender a minimizarlo y a lidiar con él, y es muy importante que lo intentes. Cuando no se lo maneja, el estrés incrementa el riesgo de enfermedades graves y pasa factura a tu salud mental y tu habilidad de tomar buenas decisiones. Disponé tiempo en tu agenda diaria para implementar técnicas de reducción de estrés, ya sea una caminata diaria, mindfulness, socializar, meditar, dormir una siesta, lo que sea que te funcione. Quizás estas recomendaciones puedan ayudarte.

16. Hacé tiempo para las buenas relaciones en tu vida terminando con las malas

A veces seguimos manteniendo vínculos con personas que sabemos que no son buenas para nosotros, por miedo o inseguridad o por simple inercia. Éste es el momento de encontrar coraje para dejar ir a esa gente y enfocarse en aquellos que sí traen cosas positivas a tu vida. Para ayudarte a seguir adelante, podés considerar si el perdón es una opción para aquellos que te han ofendido. Es una decisión que nadie más puede tomar por vos, pero, como dice la frase: “aferrarse a la ira es como tomar veneno y esperar que la otra persona muera.”

Fuente: Psychcentral

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